LEY DE MATRIMONIO CIVIL
LEY DE MATRIMONIO CIVIL
LEY DE MATRIMONIO CIVIL
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ESTABLECE NUEVA LEY DE MATRIMONIO CIVIL
Artículo 3º Las materias de familia reguladas por esta ley deberán ser
resueltas cuidando proteger siempre el interés superior de los hijos y del
cónyuge más débil.
Conociendo de estas materias, el juez procurará preservar y recomponer la
vida en común en la unión matrimonial válidamente contraída, cuando ésta se
vea amenazada, dificultada o quebrantada.
Asimismo, el juez resolverá las cuestiones atinentes a la nulidad, la separación
o el divorcio, conciliándolas con los derechos y deberes provenientes de las
relaciones de filiación y con la subsistencia de una vida familiar compatible con
la ruptura o la vida separada de los cónyuges.
Artículo 13° Las personas pertenecientes a una etnia indígena, según el ART 2
de la ley 19.253, podrán solicitar que la manifestación, la información para el
matrimonio y la celebración de éste se efectúen en su lengua materna.
En este caso, así como en el que uno o ambos contrayentes no conocieren el
idioma castellano, o fueren sordomudos que no pudieren expresarse por
escrito, la manifestación, información y celebración del matrimonio se
harán por medio de una persona habilitada para interpretar la lengua de el o
los contrayentes o que conozca el lenguaje de señas.
En el acta se dejará constancia del nombre, apellido y domicilio del intérprete,
o de quien conozca el lenguaje de señas.
Artículo 19° El Oficial del Registro Civil levantará acta de todo lo obrado, la
que será firmada por él, por los testigos y por los cónyuges, si supieren y
pudieren hacerlo. Luego, procederá a hacer la inscripción en los libros del
Registro Civil en la forma prescrita en el reglamento.
Si se trata de matrimonio en artículo de muerte, se especificará en el acta el
cónyuge afectado y el peligro que le amenazaba.
Artículo 22° El acuerdo que conste por escrito en alguno de los siguientes
instrumentos otorgará fecha cierta al cese de la convivencia:
a. escritura pública, o acta extendida y protocolizada ante notario público;
b. acta extendida ante un Oficial del Registro Civil, o
c. transacción aprobada judicialmente.
No obstante, lo dispuesto en el inciso anterior, si el cumplimiento del acuerdo
requiriese una inscripción, subinscripción o anotación en un registro público, se
tendrá por fecha del cese de la convivencia aquélla en que se cumpla tal
formalidad.
La declaración de nulidad de una o más de las cláusulas de un acuerdo que
conste por medio de alguno de los instrumentos señalados en el inciso primero,
no afectará el mérito de aquél para otorgar una fecha cierta al cese de la
convivencia.
3. De los efectos
Artículo 32° La separación judicial produce sus efectos desde la fecha en que
queda ejecutoriada la sentencia que la decreta.
Sin perjuicio de ello, la sentencia ejecutoriada en que se declare la separación
judicial deberá subinscribirse al margen de la respectiva inscripción
matrimonial. Efectuada la subinscripción, la sentencia será oponible a terceros
y los cónyuges adquirirán la calidad de separados, que no los habilita para
volver a contraer matrimonio.
Artículo 37° El hijo concebido una vez declarada la separación judicial de los
cónyuges no goza de la presunción de paternidad establecida en el artículo
184 del CC. Con todo, el nacido podrá ser inscrito como hijo de los cónyuges, si
concurre el consentimiento de ambos.
Artículo 58° El interdicto por disipación es hábil para ejercer por sí mismo la
acción de divorcio, sin perjuicio de su derecho a actuar por intermedio de
representantes.
Párrafo 2º De la conciliación
Artículo 67° Solicitada la separación, sea que la demanda se presente
directamente o de conformidad al artículo 29, o el divorcio, el juez, durante la
audiencia preparatoria, deberá instar a las partes a una conciliación,
examinando las condiciones que contribuirían a superar el conflicto de la
convivencia conyugal y verificar la disposición de las partes para hacer posible
la conservación del vínculo matrimonial.
El llamado a conciliación tendrá por objetivo, además, cuando proceda, acordar
las medidas que regularán lo concerniente a los alimentos entre los cónyuges y
para los hijos, su cuidado personal, la relación directa y regular que mantendrá
con ellos el padre o la madre que no los tenga bajo su cuidado, y el ejercicio de
la patria potestad.