ciberterritorio-y-accion-social-cuando-el-medio-se-convierte-en-resumen-hoy-en-dia-estamos-ante-nuevos-movimientos-sociales-organizados-en_compress
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Resumen:
Hoy en día estamos ante nuevos movimientos sociales organizados en redes horizontales,
descentralizadas y globales, que apuestan por la participación activa y formas de
democracia directa, y que encuentran en la red descentralizada, multidireccional, global e
interactiva de Internet una tecnología adecuada a sus necesidades y acorde a sus valores.
Las características técnicas de Internet vienen a ser los principales atractivos por los
cuales los nuevos movimientos sociales establecen una fuerte relación con el medio,
apropiándose de Internet, siendo este el recurso por excelencia –del cual obtienen mayor
rendimiento y beneficios que las instituciones oficiales- y convirtiendo Internet en la
mayor oportunidad y “modo” de acción y reivindicación.
Internet no sólo es visto y considerado por estos “alter-movimientos/grupos socio-
políticos de presión” como el modo de acción en sí –infraestructura organizativa y
medio/modo o ciberterritorio- sino que es un espacio cultural donde fortalecer la
identidad colectiva.
Más allá de la apropiación y del uso de Internet, estos movimientos se identifican con la
Red, valoran dicho medio como propio y resaltan las propiedades de Internet
identificándolas con sus ideas y valores. Para estos movimientos y grupos sociales
Internet no es una mera herramienta que se adapta a sus necesidades comunicativas sino
que es un medio y un modo de hacer política, de actuar e impactar en la realidad social.
En este trabajo se pretende realizar un pequeño análisis de cómo estos grupos han ido
apropiándose de un espacio “comunicativo” convirtiéndolo en un escenario de política,
acción, reacción y reivindicación social.
Concretamente analizaremos el caso de Anonymous como paradigma del Hacktivismo
actual, diferente a los movimientos hakctivistas anteriores.
HASTA AQUÍ
Ciberespacio.
Contexto social de los jóvenes en el ciberespacio.
Género, cuerpo y sexualidad: re-codificando esos espacios.
Identidad.
Ciberespacio.
“Digo esto para aclarar que si se acepta la idea de una mutación, y alegremente no
inclinamos a dejarla pasar, es necesario que estemos preparados para la pérdida brusca de
cualquier clase de jerarquía preexistente, para el derrumbe de toda nuestra galería de
monumentos. Algo quedará en pie, sin duda alguna. Pero nadie puede decir, hoy en día,
qué será”. (Baricco, 2008:192).
Hablar de cómo se ha creado un espacio social en el seno de unas tecnologías hoy por
hoy es redundante. Demasiada literatura y demasiadas investigaciones ya han descrito
cómo se pasó de un conjunto de interacción sociales -meras emisiones y recepciones de
mensajes y difusión de información- a una cibersociedad o sociedad virtual, emulada o
simulada, una sociedad paralela a la real física donde las acciones sociales transcurren en
las redes de comunicación telemáticas –Internet-, pero no por ello dejan de ser realidades
que alteran el orden de la realidad física (García Manso, 2007).
El “todo”, es decir los actos que acontecen en el ciberespacio –término acuñado por
William Gibson para definir las interacciones sociales acontecidas en el espacio que
generan las redes telemáticas de comunicación o Internet-, vienen a ser las narraciones,
los discursos y los mensajes. A fin de cuentas información “intencionada” que fluye por
Internet y que genera respuestas y emite continuamente mensajes sobre esas respuestas.
Un feedback comunicativo-interactivo entre usuarios de las herramientas de
comunicación de Internet –correo electrónico, webs estáticas, foros, mundos virtuales,
blogs, redes sociales, sistemas de mensajería instantáneo, chats, sistemas de poad cast –
video, audio, imagen–, wikis, etc., que van constituyendo formas elementales de la vida
electrónica (Susca, 2012) .
Con todo ello quiero explicar que los “hechos” que transitan y se ubican en el
ciberespacio son textualidades, fragmentos de información, conjuntos de datos que de
manera gráfica, narrativa, auditiva o visual acontecen y se sitúan en esas esferas de lo
“social simulado”. Simulacros de realidad
La cibersociedad es por ello un producto de información y comunicación mediada por
Internet que el individuo alimenta, adquiriendo la contractualidad solidaria propia y
característica de los espacios simulados posmodernistas donde la respuesta al sentimiento
de soledad, desarraigo y disolución, característico de esas sociedades (Lévy, 1999) es
resuelto con la existencia de espacios de contacto digitales o reductos sociales en Internet,
unos escenarios sociales que permiten la auto reconstrucción del sujeto social, una
proyección de sus “yoes” gestando espacios individualizados y personalizados, colectivos
y grupales, susceptibles todos ellos de convertirse en replicas de sus identidades reales o
de modificar el devenir de las acciones de la vida material.
Los espacios sociales en Internet han sido definidos como no lugares (Augé, 1998),
donde las relaciones sociales son cuestionadas por la carencia de una identidad física
certera, marcadas por lo efímero y provisional que supone la información y los datos en
tránsito. Un juego estético en continua virtuosidad de apariencia pero tendente a la
autoreferencialidad puesto que Internet, como escenario de lo social, es capaz de inscribir
y articular infinidad de posibilidades de identidad, proyección y narraciones del yo a muy
variados planos o niveles.
El ciberespacio recrea mapas de acción social, espacios o escenarios cristalizados en las
herramientas de comunicación de Internet, no podemos olvidar que la vida social en
Internet son datos, compartidos, interactivos, mensajes o narraciones que introducen algo
más que la mera información. La intención, imitación y reiteración de los hechos sociales
en Internet no distan de los acontecidos en la realidad material, son reflejos en un espejo,
son ampliaciones de los actos sociales en un escenario mediado, virtual, global, dentro y
fuera del tiempo interactivo real, unos rasgos que hacen si cabe más complejo y
amplificable las acciones en el ciberespacio (Hine, 2004).
II
El paso de la teoría a la praxis, de la representación de mapas y planos de realidad a
modo de simulado, procede de la presencia de los individuos en el ciberespacio,
considerado este en su noción como “el soporte de información en el que reside y se
ejecuta el software de las computadoras, dentro del cual fluyen comunicaciones
electrónicas... la integración de las operaciones de proceso y las comunicaciones, entre
computadoras...”2 la existencia de tecnologías que permiten la ínter conectividad y
comunicación entre los individuos de forma anónima y virtual, y el uso que de estas
hacen los seres humanos, da lugar a los planos de realidad simulados constitutivos de la
cibersociedad.
Al pasar la frontera de la sociedad real a la virtual, los usuarios adquieren una nueva
condición de ciudadanía no real y menos de derecho, pero que tiene implicaciones en la
vida real.
1
Jameson, Federich 1995: El posmodernismo o la lógica cultural del capitalismo avanzado. Barcelona, Piados.
2
Joyanes, Luis 1997: cibersociedad, los retos sociales ante un nuevo mundo digital. Madrid, McGraw-Hill
3
Yonnet, Paul 1988: Juegos, modas y masas. Barcelona, Gedisa.
posmodernas, formas que generan patrones en los cuales los individuos se reflejan y se
aproximan cada vez más a los modelos de retroactividad de la cibersociedad.
Ese algo de realidad escondido tras el escenario del simulacro o virtualidad es la asunción
de papeles por parte de los usuarios de las redes, el principal papel que representan es el
de ciudadano de dichos planos de realidad, el netizens comúnmente conocido o
ciudadano red.
Es por ello que la capacidad comunicativa e informativa del ciberespacio, junto con sus
características, permiten albergar multitud de páginas web a modo de representación de
todos los planos de realidad, son rasgos que nos van situando cada vez más en la realidad
simulada que representa la cibersociedad. Donde todos y cada uno de los aspectos
sociales se hayan completamente incluidos, tomando parte del juego cibersocial,
demostrando una vez más el paso del simulacro de las sociedades posmodernas como
teoría a la practica cibersocial, donde el juego de la asunción de papeles por parte de los
netizens y de los organismos que en ella se hallan representados, poseen una clara forma
de autorreferencialidad que inscriben y articulan una serie de juegos de identidad a muy
variados niveles, ya se muestren como la incidencia comunicativa de estos Netizens en
los chats, o demás herramientas comunicativas de la Red.
III
4
Augé, Marc 1998: Los “no lugares”. Espacios del anonimato. Una antropología de la sobremodernidad.
Barcelona, Gedisa.
virtual son meros bits de información. El individuo al pasar de la frontera real a la virtual
se transforma en bits de información, palabras, datos y números que serán los que lo
conforme como ciudadano de la cibersociedad.
Siguiendo el supuesto desarrollado por las ideas de simulacro que esconde algo real tras
de sí y, observando que la cibersociedad esconde un concepto de ciudadano cuya acción
repercute de forma más o menos directa en la realidad, la condición de Netizens y el
ejercicio de la misma, puede desembocar en un elemento motor de desarrollo que haga
viable la evolución del concepto de Democracia.
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