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Pirámide de Maslow
Sección: 1M
La Pirámide de Maslow forma parte de una teoría psicológica que inquiere acerca de la
motivación y las necesidades del ser humano: aquello que nos lleva a actuar tal y como lo
hacemos. Según Abraham Maslow, un psicólogo humanista, nuestras acciones nacen de la
motivación dirigida hacia el objetivo de cubrir ciertas necesidades, las cuales pueden ser ordenadas
según la importancia que tienen para nuestro bienestar.
Es decir, que Maslow proponía una teoría según la cual existe una jerarquía de las necesidades
humanas, y defendió que conforme se satisfacen las necesidades más básicas, los seres humanos
desarrollamos necesidades y deseos más elevados. A partir de esta jerarquización se establece lo
que se conoce como Pirámide de Maslow.
Mientras que algunas escuelas existentes a mediados del siglo XX (el psicoanálisis o el
conductismo) se centraban en conductas problemáticas y en el aprendizaje desde un ser pasivo y
sin demasiadas opciones de influir en el entorno más de lo que este influye en él, Maslow estaba
más preocupado en aprender sobre qué hace a la gente más feliz y lo que se puede hacer para
mejorar el desarrollo personal y la autorrealización.
Como humanista, su idea era que las personas tienen un deseo innato para
autorrealizarse, para ser lo que quieran ser, y que cuentan con la capacidad para perseguir sus
objetivos de manera autónoma si se encuentran en un ambiente propicio. Sin embargo, los
diferentes objetivos que se persiguen en cada momento dependen de qué meta se han conseguido
y cuáles quedan por cumplir, según la pirámide de necesidades. Para aspirar a las metas de
autorrealización, antes han de cubrirse las necesidades anteriores como la alimentación, la
seguridad, etc. Por ejemplo, solo nos preocupamos de temas relacionados con la autorrealización
si estamos seguros que tenemos un trabajo estable, comida asegurada y unas amistades que nos
aceptan.
En la Pirámide de Maslow, desde las necesidades más básicas hasta las necesidades más
complejas, esta jerarquía está compuesta por cinco niveles. Las necesidades básicas se ubican en
la base de la pirámide, mientras que las necesidades más complejas se encuentran en la parte alta.
Así pues, las cinco categorías de necesidades de la Pirámide de Maslow son: fisiológicas, de
seguridad, de afiliación, de reconocimiento y de autorrealización; siendo las necesidades
fisiológicas las de más bajo nivel, y subiendo niveles en el orden indicado. Eso sí, como hemos
visto, la representación visual en forma de pirámide es una aportación posterior al planteamiento
de este modelo explicativo por parte de Maslow. Sin embargo, aquí la trataremos como si fuese
equivalente a la jerarquía de necesidades descrita por este psicólogo.
Las necesidades del “desarrollo del ser”, por su parte, son importantes para el crecimiento
personal, y no tienen que ver con el déficit de algo, sino con el deseo de crecer como persona.
Así pues, la pirámide de Maslow tiene 5 niveles de necesidades. Son los siguientes.
1. Necesidades fisiológicas
Incluyen las necesidades vitales para la supervivencia y son de orden biológico. Dentro de este
grupo, encontramos necesidades como: necesidad de respirar, de beber agua, de dormir, de comer,
de sexo, de refugio.
Así pues, en este estrato de necesidades se encuentran aquellas que hacen posibles los procesos
biológicos más fundamentales que hacen que la existencia del cuerpo sea viable. Proporcionan
cobertura a las funciones fisiológicas que mantienen el equilibrio en nuestros tejidos, células,
órganos y, especialmente, nuestro sistema nervioso.
Maslow piensa que estas necesidades son las más básicas en la jerarquía, ya que las demás
necesidades son secundarias hasta que no se hayan cubierto las de este nivel.
2. Necesidades de seguridad
En esta parte de la pirámide de Maslow se incluyen las necesidades de seguridad son necesarias
para vivir, pero están a un nivel diferente que las necesidades fisiológicas. Es decir, hasta que las
primeras no se satisfacen, no surge un segundo eslabón de necesidades que se orienta a
la seguridad personal, al orden, la estabilidad y la protección.
Puede decirse que las necesidades que pertenecen a este nivel de la pirámide de Maslow tienen
que ver con las expectativas y con el modo en el que las condiciones de vida permiten desarrollar
proyectos a medio y a largo plazo. Se fundamentan en una especie de "colchón" basado tanto en
bienes como en derechos y capital social.
Aquí figuran: la seguridad física, de empleo, de ingresos y recursos, familiar, de salud, etc.
3. Necesidades de afiliación
Maslow describe estas necesidades como menos básicas, y tienen sentido cuando las
necesidades anteriores están satisfechas.
Para Maslow, esta necesidad se expresa cuando las personas buscan superar los sentimientos
de soledad y sentir que hay vínculos afectivos entre ellas y ciertas personas. Es decir, cuando se
intenta trascender el ámbito individual y establecer vínculos con el entorno social.
Estas necesidades se presentan continuamente en la vida diaria, cuando el ser humano muestra
deseos de casarse, de tener una familia, de ser parte de una comunidad, ser miembro de una iglesia
o asistir a un club social. La pertenencia a un colectivo, ya sea más o menos pequeño, ayuda a
aportar sentido a lo que se hace en el día a día, y además el contacto personal y las relaciones
sociales que favorecen estos lazos nos estimulan de un modo que, para Maslow, la experiencia
resultante puede ser calificada de necesidad.
Ejemplos de estas necesidades son el amor correspondido, el afecto y la pertenencia o
afiliación a un cierto grupo social.
4. Necesidades de reconocimiento
Tras cubrir las necesidades de los tres primeros niveles de la Pirámide de Maslow, aparecen las
necesidades de reconocimiento como aquellas que favorecen el fortalecimiento de la autoestima,
el reconocimiento hacia la propia persona, el logro particular y el respeto hacia los demás; al
satisfacer dichas necesidades, la persona se siente segura de sí misma y piensa que es valiosa
dentro de la sociedad. Cuando estas necesidades no son satisfechas, las personas se sienten
inferiores y sin valor.
Esta necesidad de la jerarquía de Maslow se entiende mejor como una manera de sentirse bien
con el propio autoconcepto a través de esas cosas de nosotros mismos que vemos reflejadas en el
modo en el que los demás nos tratan.
Según Maslow existen dos necesidades de reconocimiento: una inferior, que incluye el respeto
de los demás, la necesidad de estatus, fama, gloria, reconocimiento, atención, reputación, y
dignidad; y otra superior, que determina la necesidad de respeto de sí mismo, incluyendo
sentimientos como autoconfianza, competencia, logro, independencia y libertad.
Así pues, este nivel de la jerarquía de necesidades humanas se basa en todas aquellas ventajas
que supone el hecho de gozar de un buen estatus a los ojos de los demás.
5. Necesidades de autorrealización
Este nivel de la pirámide de Maslow es uno de los rangos de la jerarquía de necesidades más
difíciles de definir, porque tiene que ver con objetivos altamente abstractos y que no se consiguen
con acciones concretas, sino con cadenas de acciones que se producen durante periodos
relativamente largos. Por consiguiente, cada individuo tendrá necesidades de autorrealización
diferentes y personalizadas.
Por otro lado, los trabajos de Maslow fueron un primer intento de estudiar algo de suma
importancia: el bien común, esos elementos contextuales que son prioritarios para todas las
personas. Si la necesidad de tener acceso a alimentos es uno de los aspectos más importantes para
las personas, es posible proponer modelos de gestión de los espacios que tengan en cuenta este
principio.
La Psicología científica actual debe seguir investigando sobre qué es aquello que nos motiva y
nos lleva a aspirar a objetivos, y puede que la pirámide de Maslow no sea un constructo que permita
explicar bien cómo actuamos, pero por lo menos es un primer ladrillo en este tipo de estudios y
puede ser utilizado como referencia. Eso sí, hace falta seguir trabajando para generar conceptos
concretos que se presten a la investigación científica, más allá de la apelación a ideas vagas que
pueden significar cosas diferentes para cada individuo.
3. Necesidades de pertenencia y amor: Las marcas crean conexiones emocionales con los
consumidores para satisfacer su deseo de pertenecer a un grupo o comunidad. Por ejemplo, las
campañas de marketing de marcas de ropa deportiva enfatizan el sentimiento de pertenencia a un
estilo de vida activo y saludable.
En resumen, la pirámide de Maslow proporciona un marco útil para entender las motivaciones
subyacentes de los consumidores y diseñar estrategias de marketing efectivas que conecten con
sus necesidades emocionales y psicológicas en cada nivel de la jerarquía. Al comprender estas
motivaciones, las empresas pueden crear campañas y productos que resuenen con sus audiencias
y generen una conexión más profunda con los consumidores.