España musulmana (siglos VIII-XV) - Tomo III de Historia de España dirigida por Manuel Tuñón de Lara.

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RESEÑAS

RODRIGUEZ DE LAMA, Ildefonso cen una necesidad sentida por cuantos nos de-
Colección diplomática medieval de La dicamos al estudio de una época tan caracte-
Rioja. Tomo I: Estudio. rizada de parca en noticias y, cuando apare-
Instituto de Estudios Riojanos. cen, carente de posibilidades de análisis supe-
Logroño, 1979, 384 págs. radores de tópicos harto frecuentes3. Pese a
todo, nos queda la duda de comprobar si no
El refranero castellano, reducto de opi- se hubiera servido mejor al título de la obra
niones encontradas donde no haya igual, re- y al conocimiento general de una zona geo-
conoce con aquiescencia general que "nunca gráfica determinada, publicando toda la do-
segundas partes fueron buenas"; añadamos cumentación existente, independientemente de
nosotros que con mayor dificultad aquéllas su anterior edición o no, máxime cuando el
que, siendo segundas, se titulan primeras — empeño ha exigido tamaño esfuerzo. No se ha
difícil dilema metodológico-aritmético que no cumplido este previsible objetivo y esperamos
intentaremos dilucidar. que estudios futuros subsanen las carencias y
El autor de esta obra repite literalmente deficiencias que se anotan en la publicación
en la introducción de la segunda parte, titu- de esta documentación.
lada de primera y como "Estudio", aquello En definitiva, no queremos que se pien-
que en fecha anterior dio como primicia1, se que nos preocupamos por una simple cues-
aunque sea sintomático de precipitación de tión de numeración. La transcripción de do-
ideas el tener que añadir en lo que toca a la cumentos existe; el estudio también. Otra co-
extensión geográfica estudiada una página sa es que nos mantenga en la incógnita de si
más de lugares a tener en cuenta 2 . el estudio está orientado hacia una contem-
De todos modos, veamos lo que se pue- plación histórica, diplomática o lingüística de
de salvar de esta situación tan comprometi- los acontecimientos4. Lo cierto es que el
da. No dudamos que los dos volúmenes de do- autor, a la hora de realizar este "último" vo-
cumentación aparecidos hasta ahora satisfa- lumen, ha procedido a una labor de cribado
de los textos que, cuando menos, reúne dos
aspectos positivos: uno, demostración de pa-
1
Vid. RODRIGUEZ DE LAMA, Ildefonso,.
Colección diplomática medieval de La Rioja.
(923-1225). Documentos (923-1168). Tomo II, Ins-
3
tituto de Estudios Riojanos, Logroño, 1976, pp. Vid. Id., ob. cit., II-III, Logroño, 1976-
7-12. 1979; 311 y 412 páginas de documentación, inédita
2 en su mayor parte, valiosa para el conocimiento de
Vid. ID., ob. cit., I, pp. 8-9. Pasemos por
alto el hecho de que la descripción de las fuentes La Rioja hasta el año 1125.
4
utilizadas y bibliografía consultada (pp. 20-42) ten- Hasta el capítulo V se mantiene al lector en
drían mayor significado en el tomo II que no en és- la ambigüedad; aquí se comienzan a desarrollar dis-
te primero dedicado a "Estudio", sobre todo cuan- tintos aspectos lingüísticos sin ningún tipo de justi-
do es anterior. ficación previa.
218

ciencia no siempre reconocida, y dos, catalo- se hace difícil la búsqueda de los distintos te-
gación de datos sobre distintos temas que pro- mas contemplados en el índice por carecer éste
picia, para nuestra labor de historiadores, una de la referencia a la página correspondiente,
situación favorable. al tiempo que no existe una jerarquización en
Sin duda, al realizar una tarea de este es- el grafismo de los distintos epígrafes.
tilo, nosotros habríamos procurado que algu- Tal vez haya que concluir diciendo que
no de los temas quedara ordenado alfabéti- no se trata de una obra " m a l a " , según el re-
camente y no por fechas, como puede ser el franero, sino más bien de una obra "desor-
caso de los escribas; o habríamos suprimido denada" que, pese a cierta fatiga gratuita pa-
términos en el "Vocabulario latino-romance", ra el lector interesado, puede aportar noticias
bien por evidencia, bien para realizar un ne- e iniciativas para prontos e indispensables es-
cesario índice de topónimos, mediante la ex- tudios sobre La Rioja medieval.
clusión de los referidos a civitas, forca, hos-
pitalis, ripa, etc. Es decir, tanto el índice to- Gregorio del SER QUIJANO
ponímico como el onomástico hay que dedu-
cirlos recurriendo a diversas listas; de esta for-
ma, la utilidad que estos índices representan
para múltiples trabajos de filólogos e histo-
riadores queda hipotecada seriamente. Sin em- SAINZ R I P A , Eliseo
bargo, hay que reconocer que estas partes del Colección diplomática de las Colegiatas
libro, no obstante las divergencias anotadas, de Albelda y Logroño. (Tomo I:
constituyen lo más aprovechable de este 924-1399), (Tomo II: siglo XV), (Tomo
libro 5 . III: índices).
Por último, aunque sean tan sólo aspec- Instituto de Estudios R i o j a n o s .
tos técnicos, se habría agradecido un mayor L o g r o ñ o , 1981-1983, 436 + 440 + 144
cuidado a la hora de efectuar las correccio- págs.
nes de pruebas: así se habría puesto en su si-
tio la numeración de muchas notas, arreba- La documentación medieval de la cole-
tada, sin duda, por los duendes de la impren- giata de Albelda había sido espigada en tres
ta; se habrían evitado algunos "saltos" o equi- ocasiones y se presumía el valor de la misma
vocaciones manifiestas en algunas de las mu- dada su importancia en La Rioja de esta épo-
chas cifras que suelen aparecer en este tipo de ca 1 . Ya se conocía, también, desde 1981, el
trabajos; y, sobre todo y fundamental, se ha- denodado esfuerzo del autor de esta obra pa-
bría conseguido un menor grado de recelo en ra poner al alcance del estudioso tal caudal de
el lector al que honestamente le asalta la du- datos; hoy ya es posible contemplar su culmi-
da de la existencia de más errores, con lo que nación con la aparición de dos nuevos volú-
se le evitaría un continuo trabajo de ida y vuel- menes: uno más de documentos y otro de
ta a los volúmenes de documentos. Igualmente índices.
Las vicisitudes históricas hicieron que
5
No somos lingüistas y no podemos evaluar desde 1435 se viera unida a la iglesia, desde
con justicia las aportaciones, alguna de ellas nove-
dosa, a las etimologías del nombre de algunos lu-
gares, si bien nos parecen acertadas en líneas gene-
1
rales. No podemos decir lo mismo de la mala inter- Vid. BUJANDA, F., Inventario de docu-
pretación que se hace de algunos documentos al que- mentos del Archivo de la Iglesia Colegial de Logro-
rerlos hacer pasar como donaciones para plantar vi- ño, L@groño, 1947; UBIETO, A., Cartulario de Al-
ñas, etc., o del desconocimiento de la existencia de belda, Valencia, 1960; y RODRIGUEZ DE LAMA,
molinos en manos de personas particulares, no ne- I., Colección diplomática medieval de La Rioja, Lo-
cesariamente ricas, y no sólo en manos del rey. groño, 1976-1979, 3 vols.
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entonces colegiata, de Santa María la Redon- pecto al tipo habitual de índice al subdividir,
da de Logroño; por esta razón se nos ofrece en aquellos lugares que lo precisan, concep-
también el legado documental de esta institu- tos que de otra forma pasarían desapercibi-
ción anterior a la fecha de su unión. Y, no po- dos en una rápida mirada; tal vez, hubiera si-
día ser de otra forma, el producido por el nue- do interesante incluirlos también alfabética-
vo ente jurídico hasta 1500. De esta forma, mente en el sitio que les correspondiera con
se reúnen 386 documentos —el autor mencio- una remisión al lugar principal. Por lo que ha-
na 379 al no contabilizar los bis que ce al índice onomástico, salvo pequeños erro-
introduce—, que deberían ampliarse en me- res comprensibles en esta clase de trabajo, se-
dio centenar más a poco que consideremos co- ñalar que los patronímicos precedidos de la
mo actos jurídicos independientes muchas car- preposición "de" van al final del grupo for-
tas de poder, indagaciones para pleitos e in- mado por el mismo nombre propio, forma
cluso cartas reales insertas en algunos docu- chocante de ordenar alfabéticamente, máxi-
mentos, no alcanzando a explicarnos las ra- me cuando no se indica nada al respecto en
zones que han llevado al autor a no individua- la introducción, pero que se supera con faci-
lizarlos, cuando lo hace en otros casos simi- lidad una vez entendido el sistema.
lares. En definitiva, una colección documental
La distribución de la documentación a lo coherente que viene a enriquecer el patrimo-
largo de los seis siglos que abarca la colección nio cultural riojano y el acervo documental de
no es homogénea. Hemos contabilizado 5 do- la Edad Media hispánica, pero que reta al his-
cumentos del X, 6 del XI, 10 del XII, 82 del toriador a sacar las conclusiones, necesarias
XIII, 159 del XIV y 124 del XV. Lo mismo para alcanzar una visión más completa de La
sucede respecto a su procedencia; en los pri- Rioja en esta época, que se entretejen en sus
meros siglos es dominante la de Albelda pa- páginas. Las escusas empiezan a ser menos;
ra, en los dos últimos, invertirse a favor de el trabajo aguarda.
la emanada de o para Santa María la Redon-
da de Logroño. Gregorio del SER QUIJANO
Esto nos indica, aunque sea de pasada,
el valor que tiene esta documentación de cara
a la realización de estudios sobre la historia
y evolución de estos centros religiosos. Pero
no se termina ahí el interés; a través de estos GUAL CAMARENA, M.
cuatrocientos documentos se pueden analizar Vocabulario del comercio medieval.
las vicisitudes religiosas, los fenómenos de se- Ediciones El Albir.
ñorialización laica y eclesiástica, tanto indi- Barcelona, 1976, 532 págs.
vidual como colectiva, la problemática econó-
mica, las etapas de poblamiento, las relacio- SESMA MUÑOZ, J.A. y
nes con la Curia pontificia, las finanzas y fis- LIBANO ZUMALACARREGUI, A.
calidad de las colegiatas, las mentalidades, Léxico del comercio medieval en Aragón
etc., sin olvidar los puntos de reflexión que (siglo XV).
aportarán, sin duda, a los filólogos, ya que Institución "Fernando el Católico".
son trasuntos escritos de las tendencias lingüís- Zaragoza, 1982, 460 págs.
ticas que se producen en la zona de contacto
entre Castilla, Navarra y Aragón. Para comenzar, debo hacer dos conside-
Un pautado singular para emprender es- raciones previas. La una es que se trata de una
tos múltiples caminos lo constituyen los bien reseña conjunta de dos obras instrumentales
cuidados y extensos índices de personas y de para historiadores y de historiadores, dejan-
lugares. Este segundo supone un avance res- do la facetalexicográfica en un deliberado se-
220

gundo plano. La segunda, una justificación generalidades del reino" y, por otro, rompien-
a la inactualidad de la primera de las obras, do con la unidad requerida y reconocida por
que queda ampliamente compensada por la si- los autores, los aranceles de peajes que fue-
militud temática de ambas y lo inusual de ver ron aprobados en las Cortes de 1436.
enriquecida la bibliografía histórica con dos Para conseguir un léxico completo, co-
"herramientas" tan preciadas. mo ellos expresan, hubiera sido necesario
Se trata de dos obras destinadas, bajo obtener un muestreo más completo en las
nuestro punto de vista, al uso del historiador. fuentes del siglo XV. Dado el carácter in-
Pero se da la paradoja de que el especialista, completo de la obra, hubiera sido más acon-
salvo raras excepciones, llega a conocer el sig- sejable prescindir de la segunda fuente emplea-
nificado de voces tan complejas y oscuras co- da y respetar las "auténticas transcripciones
mo las presentadas en el curso de su propio de los usos fonéticos de los declarantes, ma-
trabajo. Eljo nos lleva a formularnos la pri- tizada por los propios del collidor y de la zo-
mera cuestión. ¿Es rentable plantear un tra- na en la que está enclavada la taula", dejan-
bajo tan arduo, con la sola finalidad de com- do de lado esas otras fuentes "de tipo canci-
poner un mero prontuario, para uso de no es- lleresco" que, según nos indican, "no son más
pecialistas? que una simple revigorización de tarifas mu-
Entre ambas obras, el "Vocabulario" del cho más antiguas —sin duda de finales del s.
Dr. Gual Çamarena destaca por su inmedia- XIII—".
to valor de*consulta para el historiador y por Como instrumento histórico, ya devalua-
la perfección lexicográfica de que hace gala. do al introducir fuentes diacrónicas en el
En su obra'estudia 29 lezdas, peajes y portaz- muestreo, hay que añadir otra falla a nuestro
gos de la Corona de Aragón de los siglos XIII juicio: los términos del léxico no son tratados
y XIV; de su completa transcripción obtiene como productos, no son cuantificados como
700 voces que analiza detenidamente y más de tales, carecen de todo —e imprescindible— so-
600 variantes. En cada voz estudiada y expli- porte bibliográfico diferenciado. En definiti-
cada da nota del precio, si figura, lugares va, el léxico en cuestión pierde buena parte de
de producción, importancia econòmica del su utilidad para auxilio del especialista y des-
producto, datos sobre el consumo, si los hu- luce la indudable y meritoria labor de los
biere, etc. Todo ello queda complementado autores.
con una bibliografía sobre cada vocablo —his- Esta obra dirigida también a los historia-
tórica, económica y lexicográfica— y sobre las dores, pues si no cómo entender esa amplia
citas significativas que documentan la circu- introducción de 26 páginas a cargo del profe-
lación de cada producto. Cuenta, pues, con sor Sesma, nos ofrece un amplio marco
una base de trabajo homogénea, ofrece un so- político-mercantil del Aragón del siglo XV.
porte paleogràfico de interés y, a través de la Esta obra adolece de otro detalle que nos la
obra, cabejponderar la valoración que se ha- hace más distante de nuestra utilidad. En la
cía de aquellas mercancías desde un aspecto introducción se nos presenta una sociedad, la
fiscal, reflejo de una actividad mercantil. To- aragonesa del siglo XV, como algo intempo-
do ello completado por un vocabulario de sin- ral en sus manifestaciones, universal en sus re-
gular valor y cuidadísima elaboración. Poco laciones sociales y "asexuada" en lo concer-
queda por decir de una obra ya clásica en niente al modelo productivo en que se halla.
nuestras bibliotecas. Todo ello nos lleva a lo vano de acometer un
El "Léxico del comercio medieval en resumen de esta naturaleza sin ubicar una so-
Aragón", de J. Ángel Sesma y Angeles Líba- ciedad en su tiempo, en su espacio y en el con-
no, es fruto de un notable esfuerzo desarro- texto en que el modelo feudal caracterizaba
llado en torno a dos tipos de fuentes disími- las relaciones productivas, institucionales y de
les. Por un lado, los "libros de coludas de las reparto del excedente.
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En esta línea, considerar por ejemplo el de esta obra, sobre los significados de voca-
comercio como la actividad que resulta del flo- blos como oportunidad y oportunismo o so-
recimiento de "un núcleo consumidor", de un bre si ambos o alguno de ellos puede aplicar-
"núcleo productor" y de una "zona de trán- se a este trabajo, presentado como "reflexión
sito", como si estas circunstancias se dieran divulgadora", las dudas que en tal sentido
diferenciadas en el tiempo y en el espacio y puedan asaltar a cualquier lector crítico me pa-
ajenas al modo de producción; hablar de una recen más que justificadas. El título externo
"división ternaria" sectorial: comercio rudi- del libro —a todas luces desproporcionado
mentario, elaboración manufacturera y gran con relación a su contenido—, algunas frases
comercio; referirse a una "dualidad general": de la contraportada e incluso los colores uti-
comercio rural y comercio de largo alcance; lizados en su composición son tal vez elemen-
hablar de una "dualidad característica" refi- tos que contribuyen a la confusión, elemen-
riéndose a las manufacturas de uso generali- tos que permiten preguntarse acerca del carác-
zado y las selectivas; todo ello no hace sino ter oportuno u oportunista de la obra. Pero,
complejizar un marco económico, olvidando cualquiera que sea la respuesta que dé cada
otros factores que en el apresuramiento del re- uno, nadie debe alarmarse. Hoy por hoy el
sumen se han olvidado. trabajo historiògrafico está rodeado de difi-
No parece correcto, por simplificar, de- cultades y no cabe duda que una de las ma-
cir que la característica definitoria de la pri- yores se refiere a las contingencias metahis-
mera mitad1 del siglo XV es el ' 'montaje de una tóricas en que aquél ha de realizarse. La rea-
infraestructura comercial muy sencilla, sin lidad histórica se compone de una secuencia
aparato capitalista" y que la segunda mitad casi infinita de hechos pasados y no existe nin-
del siglo representa una etapa mercantil de- gún axioma de selección; cada investigación,
sarrollada que eclipsa el mundo rural, cuan- cada análisis histórico, tiene como punto de
do se monta esta actividad comercial sobre la partida la curiosidad intelectual del propio his-
base de la comercialización de los excedentes toriador. En tales circunstancias, el tema ele-
agrarios. Y simplificar es afirmar que se tra- gido por Segura es tan pertinente como legí-
ta de "una sociedad viva —la aragonesa y por tima la discusión sobre la utilidad social de su
extensión la peninsular—, inmersa ya en un obra.
claro proceso consumista, que goza de amplias Por otra parte, la elección temática de
posibilidades de elección entre objetos de uso Cristina Segura no tiene nada de original, lo
similar y que rechaza la uniformidad y la mo- cual en principio no supone ningún deméri-
notonía en todas sus manifestaciones vitales". to. Su libro se inscribe plenamente dentro de
De cualquier forma, una obra interesante por una reciente moda historiogràfica, dentro de
su temática y sugerente por las inquietudes que lo que algunos, también andaluces, han da-
suscita. do en llamar de forma quizás irónica "infla-
ción del medievalucismo". Por lo tanto, lo
Luis SERRANO-PIEDECASAS
más conveniente sería debatir el sentido, el ob-
jeto, objetivos últimos y los resultados de es-
ta producción historiogràfica; quizás ya ha-
SEGURA, Cristina ya llegado el momento de iniciar este deba-
La formación del pueblo andaluz. Los re- te.
partimientos medievales. Más preocupante hubiera resultado un
Ediciones Istmo. tratamiento excesivamente presentista dpi pa-
Madrid, 1983, 224 págs. sado andaluz. Pero tampoco esto, al menos
en todos sus términos, sucede en el libro co-
Aunque éste no es el lugar más adecua- mentado. Ya he dicho que no hay correspon-
do para discutir, como se hace en el prólogo dencia entre el título de la portada y el conte-
222

nido; ahora he de añadir que afortunadamen- militar o de los sucesivos monarcas castella-
te. nos.
De las tres partes que integran el núcleo La conquista no implica, a veces, ni con-
temático sólo en la primera, en el capítulo trol ni apropiación del espacio ocupado. En
dedicado al marco espacial, se atisba un cier- consecuencia, la autora dedica las páginas si-
to grado de presentismo. A mi modo de ver guientes al estudio del proceso repoblador a
el riesgo podría y debería haberse evitado; partir sobre todo del análisis pormenorizado
la forma hubiera sido muy sencilla: no es- de los libros de repartimientos hasta ahora co-
cribiendo este capítulo o diciendo, sin más, nocidos. Así, quedan perfectamente dibuja-
que el marco objeto de atención se circuns- das las técnicas de reparto de bienes raíces, las
cribe a las actuales fronteras político-admi- formas de asentamiento y las procedencias de
nistrativas de la región autónoma andaluza. los repobladores, todo ello en una necesaria
Ni hay ni tiene por qué haber corresponden- perspectiva diacrònica, de acuerdo con la di-
cia total entre espacio físico y espacio social, námica de las conquistas y con las zonas ocu-
con su corolario político; y, como es natural, padas. Sin duda, ésta es la parte más intere-
la superposición exacta de los actuales lími- sante del libro; la tarea de hermenéutica es,
tes andaluces a los de, por ejemplo, finales del desde luego, considerable. Pero esto no sig-
siglo XV sería, de producirse, mera coinciden- nifica que sean satisfactorias las respuestas da-
cia. Por lo demás, en este capítulo, que más das a las cuestiones básicas que la propia auto-
que otra cosa es un resumen bien hecho de ra declara: ¿quiénes son los antepasados re-
literatura geográfica, no se abordan temas cientes de los andaluces de hoy?, ¿cómo in-
tan interesantes para el análisis histórico co- fluyen las condiciones del asentamiento de los
mo los de espacio físico, espacio social, espa- repobladores en la Andalucía moderna? Pa-
cialidad o creación y apropiación del territo- ra responder a tales interrogantes, que supon-
rio. De todos modos, se trata de un capítulo go nada tienen que ver con la búsqueda de pre-
de introducción, que no es importante ni pa- tendidas esencias del hombre andaluz o de su
rece que pretenda serlo en la intención de su arquetípica idiosincrasia, estoy convencido de
autora. que es absolutamente necesario traspasar los
La conquista y la repoblación son los te- cuadros descriptivos mediante su interpreta-
mas centrales y a su desarrollo se dedican los ción. Para ello no basta con el estudio de los
capítulos siguientes, los que en realidad justi- textos; la información que proporcionan los
fican la publicación de esta obra. En cuatro libros de repartimientos puede completarse a
apartados, correspondiente cada uno de ellos través, por ejemplo, del análisis de las sino-
a un segmento cronológico diferente, se ex- nimias de topónimos o de los materiales de los
ponen los avatares y acontecimientos bélico- atlas lingüísticos.
políticos en clave explicativa del proceso de En definitiva, la obra supera, y con mu-
conquista de las formaciones sociales andalu- cho, la mera enumeración ordenada de hechos
síes residuales por parte, fundamentalmente, y la simple taxonomía de situaciones simila-
de la Corona de Castilla. De esta forma, las res referidas a la colonización cristiana del te-
últimas agresiones feudales de los cristianos rritorio andaluz, pero carece —quizás porque
quedan enumeradas y fijadas cronológicamen- la autora no se lo ha propuesto— de capaci-
te. La información reunida, su organización dad expücativa suficiente sobre la articulación
y la facilidad de su consulta es algo que los social como resultado de los procesos de con-
medievalistas tenemos que agradecer. Falta, quista y de afluencia de población foránea. Lo
sin embargo, un análisis de la lógica de la gue- primero significa que después de la publica-
rra, un intento de comprensión de las bata- ción de este libro es innecesario, por redun-
llas como fenómenos sociales más que como dante, la aparición de otro sobre el mismo te-
resultados de las decisiones de la aristocracia ma. Lo segundo, que continúa faltando esa
223

interpretación suficiente y coherente de la his- los siglos X y XI está dicho casi todo, no su-
toria andaluza bajomedieval, para lo cual con- cede lo mismo con las librerías. Quizá radi-
sidero necesario y previo la delimitación pre- que ahí el valor fundamental, entre otros va-
cisa del objeto y objetivos específicos del aná- rios, del estudio del profesor Díaz y Díaz.
lisis histórico y la relación jerárquica entre los Aunque sea para una región tan pequeña co-
mismos. mo La Rioja, ha encadenado en el análisis dos
Los apéndices del libro quizás sean muy elementos: junto al frío y estático concepto del
útiles para la práctica docente en Andalucía. libro, como pieza arqueológica codicológica-
Desde luego, serán útilísimos en la actividad mente catalogable, se establece el funciona-
académica universitaria fuera de la región an- miento del marco dinámico de la librería, co-
daluza y sobre Andalucía. En tal sentido, es mo entidad que produce unas necesidades y
una lástima que C. Segura no haya optado por recibe unas influencias. En definitiva, se tra-
reproducir algún texto o mapa inéditos. ta de aprehender la vida cultural de una zona
Como, conclusión: un libro interesante y, y una época con su movilidad y sus proble-
arriesgando una respuesta al planteamiento mas.
inicial de este comentario, oportuno; un es- Así las cosas, si es necesario comprobar
tudio bien organizado en su exposición y con y analizar una serie de aspectos técnicos, pro-
dos temas centrales bien sentetizados, para lo pios de especialistas, es quizá más importan-
cual la autora ha debido, sin duda, esforzar- te detenerse en otros matices, a veces más ocul-
se previamente para reunir la bibliografía nu- tos, que permitan llegar a conocer desde la di-
merosa y dispersa más reciente. Las limitacio- visión técnica del trabajo del "escriptorio"
nes, algunas ya apuntadas, no deberían exi- hasta la amplitud de la biblioteca de un cen-
mir de su lectura. tro monástico determinado o las influencias
artísticas y mentales que se desarrollan en un
Ángel BARRIOS GARCIA momento dado.
Centrándonos en La Rioja, aunque sólo
se puedan reconocer con precisión tres "es-
criptorios" —Albelda, Nájera y San Mi-
DIAZ Y DIAZ, Manuel C. llán—, no quiere ello decir que no hubiera
Libros y librerías en La Rioja altomedie- otros núcleos en los que se practicara la co-
val. pia de manuscritos; únicamente significa que
Instituto de Estudios Riojanos. éstos tres son los que contaron con una orga-
Logroño, 1979, 392 págs. + 32 láms. nización, producción e influjo tan importan-
tes como para eclipsar a los demás. Sin em-
Por todos es conocida la escasa preocu- bargo, frente a esta escasez de centros produc-
pación y preparación de los hombres de la Alta tores de códices, La Rioja puede preciarse de
Edad Media para el ejercicio de la lectura y contar, todavía hoy, posiblemente con la me-
la escritura. Fruto de ello y de los avatares del jor librería altomedieval —la de San Millán—,
tiempo transcurrido desde entonces es la pe- con la que podemos llegar a hacernos una idea
queña cantidad de libros de aquélla época lle- bastante aproximada del ámbito cultural en
gados hasta nosotros. Las dificultades que di1 que se movían los hombres medievales de la
cha escasez representa se ven aumentadas an- región.
te la carencia de estudios de conjunto que per- Por estas razones el autor del trabajo que
miten acceder a un mejor conocimiento del comentamos, en un loable esfuerzo por pre-
horizonte cultural en que se movían nuestros sentar sus conclusiones en un lenguaje ame-
antepasados. no con el rigor imprescindible, va encadenan-
Si bien se puede afirmar, en líneas gene- do en una secuencia cronológica, dentro de ca-
rales, que sobre los libros supervivientes de da escriptorio los distintos manuscritos con-
224

servados, ya se trate de voluminosos códices cuentra aquí su primera edición. Ello no de-
o escuetos restos de uno o dos folios. De to- be hacer olvidar que el grueso de la produc-
dos ellos se hace una descripción técnica, ne- ción de estos "escriptorios", al igual que la
cesaria en muchos casos para descubrir depen- de otros muchos, está necesitada de profun-
dencias e influencias, y un recorrido por su dos y numerosos trabajos de investigación.
contenido, para poder entender el transfon- Aunque el avance que supone este libro
do intelectual que subyace a cada uno de los en la bibliografía es incuestionable y debe ser-
códices y las necesidades culturales que intenta vir de punto de referencia para otros estudios
socorrer. sobre el tema, tenemos que hacernos eco de
De esta forma asistimos a la lenta forma- una carencia que el mismo autor declara ho-
ción de librerías en los centros monásticos que, nestamente: no haber "avanzado conjeturas
pese a las /pérdidas sufridas con el paso del sobre la mentalidad (de los hombres) o sus po-
tiempo, van a ir aglutinando, a la vez que di- sibles intereses materiales y espirituales", la-
fundiendo! el saber de la época. Desconoci- mentando que en muchos casos sólo se haya
dos amanuenses, pues sólo en contadas oca- procedido por vía de sospecha o conjetura.
siones nos han transmitido su nombre, con sus Paradójicamente, la ingenua petición de un
técnicas más o menos depuradas, van dando amanuense anónimo al lector, para que "ma-
cima a valiosos trabajos de compilación que nus mundas in spatium teneas ne littera de-
tendrán una finalidad no sólo inmediata leas", sigue aún vigente dada la cantidad de
—"lege féliciter, ut sis felicior", dice uno de matices y datos que aguardan su esclareci-
estos escritores—, sino también más durade- miento definitivo, para lo cual este libro es un
ra como transmisores de la moral y religiosi- cualificado incentivo.
dad imperantes. Libros y librerías riojanos,
producidos en una región fronteriza entre po- Gregorio del SER QUIJANO
los de atracción diferentes, presentan rasgos
propios indiscutibles en lo tocante a su con-
fección, pero no se pueden desconocer las in-
fluencias en éste y en otros aspectos de las cer-
canas Navarra y Castilla, e incluso del lejano GIMÉNEZ RESANO, Gaudioso
León, o las más difíciles de localizar del mun- El mester poético de Gonzalo de Berceo.
do mozárabe. Instituto de Estudios Riojanos.
Hemos apuntado alguno de los temas so- Logroño, 1976, 162 págs.
bresalientes que aparecen en el estudio del pro-
fesor Díaz y Díaz; no obstante, es obligada SAUGNIEUX> Joël
la mención de los distintos apéndices que en- Berceo y las culturas del siglo XIII.
riquecen la publicación. Junto a unos cuida- Instituto de Estudios Riojanos.
dos índices de personas, lugares, autores y ma- Logroño, 1982, 174 págs.
nuscritos, se da una selección de láminas y de
textos correspondientes a los manuscritos es- GARCIA DE LA FUENTE, Olegario
tudiados a lo largo del libro. Digamos de an- El latín bíblico y el español medieval has-
temano que necesariamente resultan escasos, ta 1300. Vol. I: Gonzalo de Berceo.
pero se debe reconocer que ampliar su núme- Instituto de Estudios Riojanos.
ro no era de este lugar. Ahora bien, los tex- Logroño, 1981, 348 págs.
tos resultan esclarecedores de alguno de los
rasgos más llamativos de los libros de la épo- Gonzalo de Berceo, como es sabido, su-
ca; constituyen una apretada antología de la puso en cierta manera el paradigma de la nue-
producción literaria de los monjes de los si- va lengua y la nueva cultura que a partir del
glos X y XI riojanos, alguno de los cuales en- siglo XIII se consolidan en Castilla. Nacido
225

en la Rioja a finales del siglo XII y vivo aún un poeta de clerecía como Berceo; y un terce-
en 1252, por decirnos él su nombre y otros ras- ro, para analizar aquellas cuestiones relacio-
gos autobiográficos, es el primer poeta caste- nadas con la estructura y las técnicas narrati-
llano conocido. Por otra parte, después del vas del poeta riojano. La obra se cierra con
anònimo autor del Libro de Alexandre —¿no un amplio apéndice que recoge los repertorios
sería el propio Berceo tal como apunta Dana de las rimas contenidas en los poemas de Gon-
A. Nelson?—, fue el primero de los poetas en zalo de Berceo, excepto los Milagros de Nues-
utilizar en Castilla una nueva forma métrica, tra Señora.
un arte novísimo, la cuaderna vía o mester de Joël Saugnieux, profesor de la Universi-
clerecía. No obstante, pese a ocupar tan des- dad de Lyon, es un hispanista conocido por
tacados lugares de la poesía y estar publica- sus investigaciones sobre la literatura y la re-
das sus obras por Tomás Antonio Sánchez ligiosidad españolas durante el medioevo y el
desde finales del siglo XVIII, los críticos y es- siglo XVIII. Su libro consiste en una recopi-
tudiosos literarios apenas se ocuparon de Ber- lación de artículos publicados en revistas o
ceo hasta la década de los sesenta en que apa- presentados en congresos entre los años 1974
recieron lps importantes trabajos de B. Dut- y 1981. Sólo el texto del capítulo V es inédi-
ton, J. Guillén, D. Devoto y J. Artiles. to. Las principales limitaciones del mismo, fal-
El Instituto de Estudios Riojanos de Lo- ta de unidad y uniformidad metodológico-
groño que edita la revista Berceo y que en 1981 conceptual, y algunas de sus más notables vir-
publicó las Obras completas de Berceo, ha te- tudes, la demostración de cómo se forjan pro-
nido el acierto, en una línea clara de impul- gresivamente nuevos conceptos y cómo apa-
sar las investigaciones en torno a Berceo y a recen nuevas perspectivas metodológicas, de-
su obra, de poner en marcha la colección Cen- rivan precisamente del hecho de publicar por
tro de Estudios "Gonzalo de Berceo" donde orden cronológico de composición distintos
han visto la luz los tres libros a los que inme- estudios sobre el universo de Berceo, escritos
diatamente nos vamos a referir. Son tres tra- cada uno de acuerdo con las preocupaciones
bajos significativos de las posibilidades que la temáticas de cada momento. Hasta el propio
obra de Gonzalo de Berceo ofrece a todos título del libro se explica por sus "investiga-
cuantos se interesan y preocupan por la críti- ciones actuales sobre niveles de cultura y gru-
ca literaria, la historia y los problemas del vo- pos sociales" (pág. 7). Los seis trabajos in-
cabulario del siglo XIII en Castilla. cluidos en el libro analizan diversos aspectos
El libro de Giménez Resano, aunque pu- de la cultura del siglo XIII o, mejor todavía,
blicado hace ya ocho años, continúa siendo de la mentalidad de dicho siglo a partir de la
uno de los más importantes análisis literarios obra de Berceo: la economía de la salvación,
de carácter global sobre la producción del poe- la mariología, el problema del antisemitismo,
ta de la Rioja. Su principal mérito radica en la muerte y el apocalipsis, la cultura popular
el hecho de ir más allá de los aspectos parcia- y la cultura clerical. Para Saugnieux, "el Mes-
les y de los problemas particulares o mono- ter de clerecía hay que considerarlo un espa-
gráficos, para penetrar desde una perspecti- cio privilegiado para el estudio de las relacio-
va de conjunto "en la dimensión profunda y nes dialécticas entre cultura popular y cultu-
total de la poesía de Berceo" (pág. 11). El tra- ra docta" (pág. 107); "el poeta está dividido
bajo se estructura en tres apartados: uno de- entre su origen popular y su pertenencia a la
dicado a ordenar los textos que transmiten la casta clerical" (pág. 106).
producción poética de Berceo y donde se re- Entre los logros del libro de Saugnieux
construyen las vicisitudes de los diversos ma- se halla el de llamar la atención sobre "el in-
nuscritos hasta llegar a las ediciones actuales; terés del estudio de los campos semánticos pa-
otro, para estudiar el arte de la palabra, el len- ra la historia de las mentalidades". A este pro-
guaje poético y las condiciones específicas de pósito mantiene la tesis de "que los niveles
226

de lenguaje conducen *a niveles de cultura y medievalistas en general, mediante la elabo-


que las estratificaciones semánticas correspon- ración de los siguientes índices de palabras:
den grosso modo a estratificaciones sociales" españolas, latinas, griegas, hebreas, arameas,
(pág. 121). egipcias, acadias, hurritas y persas.
"Aún balbucientes, la lexicología y la
socio-lingüística ofrecen al historiador amplias S. MORETA VELAYOS
posibilidades; se está constituyendo una se-
mántica histórica que, escrutando el lengua-
je, pretende restituirnos el inconsciente colec-
tivo de cada época" (pág. 121). Tales afirma-
ciones de Saugnieux, hechas con anterioridad POLY, Jean Pierre y
a la pubücación del libro de García de la Fuen- BOURNAZEL, Eric
te, pueden servir para subrayar la importan- El cambio feudal (siglos X al XII).
cia y la oportunidad de la publicación de este Editorial Labor, Colección "Nueva
último autor. ¿Seguirán a este primer volumen Clio", 16.
sobre Berceo otros trabajos sobre los restan- Barcelona, 1983, 474 págs.
tes autores y obras literarias castellanas del si-
glo XIII? Esperemos que sea así y que otros Pocos libros tan sugestivos como el de
volúmenes se sumen a éste primero. Aunque Poly y Bournazel se traducen tan rápidamen-
el autor reconoce la importancia de investigar te al castellano. No parece práctica corriente
el léxico de Berceo en toda su amplitud, se cen- ofrecer pronto una versión castellana de es-
tra en exclusiva en el léxico bíblico del poeta tudios realizados más allá de nuestras fronte-
riojano, en el estudio del léxico documenta- ras y en idiomas extrapeninsulares. En con-
ble y procedente, directa o indirectamente, de secuencia, parece conveniente felicitarse y fe-
la Biblia latina. García de la Fuente ha estruc- licitar a la editorial Labor por esta rápida tra-
turado el vocabulario bíblico de Berceo de la ducción de la edición original en francés de
manera siguiente: las palabras del poeta rio- esta obra.
jano van seguidas de las latinas de las que se En el breve espacio de que dispongo pa-
derivan y éstas de las griegas o hebreas corres- ra realizar este comentario no me propongo,
pondientes, con los significados clásicos y bí- por inabarcable y quizás también innecesario,
blicos pertinentes; las acepciones bíblicas dis- repasar capítulo por capítulo o siguiendo el
tintas de las clásicas se justifican documental- hilo expositivo de sus autores el contenido de
mente; en todos los casos se incluyen los tex- este libro. Pretendo únicamente subrayar al-
tos de Berceo que confirman los términos y gunas ideas, recogidas en la obra, que me per-
sus significados bíblicos concretos. mitan una reflexión sobre la misma.
Las trescientas páginas que recogen el lé- Parece hoy indudable que la dinámica
xico bíblico de Berceo van precedidas de una histórica de la parte más occidental de la Euro-
extensa introducción sobre la relación entre el pa peninsular durante los siglos XI y XII de-
latín bíblico y el latín cristiano, sobre la bi- be entenderse en el marco de las profundas
blia latina en la Edad Media y el vocabulario transformaciones sociales y económicas, con
bíblico. Deduce el autor, después de compa- su registro político, del siglo precedente. Desde
rar el léxico bíblico de Berceo y el léxico de diferentes perspectivas metodológicas, desde
las versiones bíblicas medievales, que el poe- Dockès o Guerreau hasta Duby o Le Goff, to-
ta riojano utilizó un lenguaje ampliamente co- dos coinciden en la actualidad en atribuir una
nocido en su tiempo. importancia destacada al periodo de crisis so-
García de la Fuente ha tenido el acierto cial, de desorden permanente, de desagrega-
de facilitar el manejo de su libro, de gran im- ción de la autoridad pública que se extiende
portancia para filólogos, críticos literarios y desde finales del siglo IX y a lo largo
227

del X. Durante este periodo, la construcción piación de la renta generada por la población
político-institucional, a pesar de sus transfor- del entorno. La cristalización de los señoríos
maciones, se hunde casi por todas partes; la jurisdiccionales no es más que la otra cara de
antigua aristocracia pierde su cohesión; los la moneda; es ante todo la instauración de un
grandes dominios territoriales clásicos, aún vi- poder político en base a la fuerza de las ar-
sibles durante el siglo X, desaparecen prácti- mas y fundado sobre la posesión de fortale-
camente en el siglo siguiente. Y mientras tan- zas. La acumulación de derechos públicos, de
to la aristocracia, en tanto que vértice del blo- monopolios económicos, de derechos deriva-
que social dominante, se reorganiza en base dos del ejercicio de la justicia y de la fiscali-
a la guerra interna y casi permanente de cor- dad no cabe duda que hicieron el resto. Los
to radio, lo que provoca un estado de aparante castillos, por tanto, no sirvieron para prote-
anarquía que tiene evidentes consecuencias en ger a los hombres de las invasiones de norman-
los diferentes niveles estructurales en que se dos, sarracenos y húngaros, como durante al-
articula la vida social. Por otra parte la jerar- gún tiempo la historiografía tradicional de ti-
quía de señores, laicos y religiosos, paulatina po institucionalista sostuvo, sino que fueron
pero progresivamente va elaborando toda la sobre todo instrumentos esenciales por parte
panoplia de símbolos y encuadramientos de la nobleza para protegerse de otros seño-
jurídico-culturales que hoy conocemos como res y para agrupar y ordenar la confiscación
ideología feudal o instituciones feudovasallá- de excedentes obtenidos por el campesinado,
ticas. Todo esto, representado por el hundi- el grupo más numeroso, y el subordinado po-
miento del estado, la crisis del sistema domi- líticamente y dependiente desde el punto de
nical clásico y el fin masivo y casi total de las vista material dentro del nuevo orden feudal.
residuales relaciones sociales esclavistas, es lo En este sentido, y desde el momento que la
que algunos han llamado muerte del ' 'primer edificación de castillos supone de algún mo-
modo de producción feudal" (Dockès) y lo do la voluntad señorial de reagrupamiento de
que en esta obra se denomina, de un modo un la población de las zonas más próximas, el
tanto ambiguo y desde luego genérico, "cam- nuevo orden contribuyó probablemente a la
bio feudal". paulatina desaparición de las comunidades al-
El resultado fue, se piensa hoy y se dice deanas libres.
en este libro, la creación de un nuevo orden Pero un poco todo esto era ya conocido.
feudal, la aparición y desarrollo de un "se- La obra de Poly y Bournazel, que trata de res-
gundo modo de producción feudal", de un or- ponder a la cuestión fundamental de qué es
den nuevo basado en un aparente desorden or- feudalismo, no aporta en este aspecto muchas
ganizado, en una armonización de institutos novedades; si acaso, el intento de organizar
desagregados y de numerosas formas de en- una respuesta en un solo trabajo; pero nada
cuadramiento social y espacial. Este feudalis- más. La novedad, a mi juicio, hay que bus-
mo, que es el mejor conocido en la actuali- carla en otra parte, y en concreto en el estu-
dad por los historiadores, adoptó como ma- dio de lo que los autores del trabajo denomi-
nifestaciones fenoménicas mayores el desarro- nan "mentalidades feudales".
llo de las castellanías y del señorío banal, ins- Por otra parte, como es costumbre entre
trumentos ambos del poder de la nobleza feu- los historiadores franceses, y los autores de-
dal. claran al principio del libro, los límites geo-
La fuerza militar y el poder político de gráficos externos de su análisis se sitúan en el
carácter local o comarcal, a veces en continui- Rin, los Alpes y los Pirineos. Ya va siendo ho-
dad desde época carolingia, permite ahora a ra de romper ese supuesto circuito amuralla-
quienes disponen de aquéllos la construcción do de ese también pretendido corazón euro-
de castillos y villas fortificadas en tanto que peo. De todas maneras, tal vez haya sido pre-
residencias del poder feudal y centros de apro- ferible ese escamoteo de las penínsulas medi-
228

terráneas, toda vez que en este estudio se pri- por Emilio Mitre; la segunda, la Baja Edad
man los aspectos políticos y jurídicos, con lo Media se debe a Cristina Granda. Son dos en-
cual se ofrece una panorámica prioritariamen- foques distintos: más lineal, esquemático, el
te institucionalista del feudalismo. Sin embar- primero, más difuso y socializante el segun-
go, no deja de sorprender de una manera grata do . El profesor Mitre abre el libro con una in-
que se hayan consultado obras de medievalis- troducción en que plantea de manera global
tas españoles (Abadal, Lacarra, Sánchez- la cuestión y ofrece los posibles criterios para
Albornoz, etc.) o de hispanistas (Bonnassie, su análisis. Ya en el primer capítulo, se cen-
Grassotti, etc.), referidas a la historia penin- tra en la "génesis del medievo y los movimien-
sular medieval. tos heréticos", destacando el donatismo, pe-
En definitiva, aunque sin duda haya me- lagianismo, priscilianismo y arrianismo. El se-
recido la pena disponer pronto de una versión gundo capítulo lo dedica a "La Europa Ca-
castellana y actualizada del feudalismo, en una rolingia y sus secuelas", exponiendo los fun-
perspectiva esencialmente institucional —la damentos políticos e ideológicos, la "cristian-
mejor conocida por la historiografía medie- dad", el adopcionismo y las que califica "he-
val española—, las desventajas que de este he- rejías de élite". En el tercer capítulo, bajo el
cho se derivan en buena medida contrarres- epígrafe "Al doblar el milenio" se centra en
tan las ventajas que de su rápida traducción los movimientos de pobres y la identidad cul-
hubieran podido derivarse. De todos modos, tural. "Entre la herencia del pasado y la re-
este libro, sobre todo a nivel de información, novación herética" es el título del cuarto ca-
puede resultar de gran utilidad. Si no existie- pítulo, con exposición de diversos intentos de
ran obras como las de M. Bloch o G. Duby, periodización, análisis de las herejías "acadé-
entre otras, su consulta sería de todo punto micas": patarismo, presencia del profetismo,
ineludible. mesianismo y milenarismo en los movimien-
tos heréticos y finalmente el valdismo. "Dua-
Ángel BARRIOS GARCIA lismo y catarismo" son analizados en el capí-
tulo quinto que se inicia con la trayectoria his-
tórica del dualismo hasta culminar en el bo-
gomilismo y termina con el estudio del dua-
MITRE, Emilio y lismo càtaro y su ámbito geográfico y social.
GRANDA, Cristina La actitud de "La Iglesia Romana frente a la
Las grandes herejías de la Europa cristia- herejía" se trata en el capítulo sexto con una
na (380-1520). referencia especial a la Inquisición.
Ediciones Istmo. En la segunda parte cambia el plantea-
Madrid, 1983, 396 págs. miento de mano de Cristina Granda. El títu-
lo global es ya significativo: "Baja Edad Me-
La temática de la obra acusa carencias en dia: Angustia popular y reforma interrumpi-
el mercado historiográfico en lengua españo- da". Calcando a Huizinga, habla en el capí-
la de trabajos de conjunto y de síntesis desde tulo primero del "otoño" de la Edad Media,
una perspectiva histórica. Este libro prome- un mundo en conmoción, con la inevitable re-
tía llenar en parte el vacío, especialmente por- ferencia a la guerra, a las pestes, a los cam-
que pretende abordar su estudio con utillaje bios de coyuntura. "Viejas y nuevas tensio-
más completo: "la aplicación de métodos de nes" es el título del capítulo segundo que quie-
la sociología y de la antropología". Y porque re empalmar con el final de la primera parte;
va inserto dentro de la preocupación de la edi- la presencia del marco urbano y el vacío de
torial por los temas sociales. poder aprovechado por Rienzo y las tesis con-
Se divide la obra en dos partes diferen- ciliaristas son otros tantos puntos de estudio.
tes: la primera, hasta el siglo XIV va firmada "Entre la religiosidad popular y la subleva-
229

ción social" es el título que le permite tratar praxis, frente al tradicional heterodoxia. Un
en el tercer capítulo el Libre Espíritu, begui- mérito debe reconocérsele a la obra: que sus-
nas, beguinos y begardos, los herejes de Du- cita inquietudes. Y esto, actualmente, es va-
rango, así como el milenarismo y el "morbo lioso.
predicatorio", los errores de la religiosidad
popular, la magia y la brujería. Al "Wyclis- M.S.
mo y Lolardismo" que califica como "prime-
ra gran reforma del medievo", dedica el cuar-
to capítulo. El "Husismo: Herejía y revolu-
ción en Centroeuropa" se estudia en el capí-
tulo quinto, que se inicia con una síntesis de PERROY, Edouard
la situación social en Bohemia. Concluye la La guerra de los cien años.
segunda parte pretendiendo establecer víncu- Akal Editor.
los entre la herejía medieval y la Reforma Pro- Madrid, 1982, 332 págs.
testante.
Se cierra el libro con un léxico de térmi- La obra de E. Perroy publicada por pri-
nos heréticos, una antología de textos, no ex- mera vez en 1945 en Francia y en 1951 para
cesivamente significativa, y una orientación bi- los lectores de habla inglesa, ha esperado hasta
bliográfica. La obra, muy desigual en el aná- 1982 para ser traducida y dada a conocer en
lisis de las herejías, fluctuando al compás de España. No ha debido ser ajeno a esta reciente
la bibliografía manejada para cada movimien- iniciativa, el hecho de que fuera reeditada en
to herético, no ofrece en realidad, a nuestro Francia en 1976 como consecuencia de la co-
juicio, una verdadera síntesis. Al mismo tiem- rriente que, desde la década de los setenta,
po pueden detectarse fallos metodológicos existe en diversos países por recuperar la his-
graves: la ausencia sistemática de fuentes ecle- toria política.
siásticas y la exclusión casi sistemática de es- Estamos por tanto, ante una obra clási-
tudios teológicos impiden que el lector tenga ca ya y fundamental para conocer las relacio-
una idea de su verdadera dimensión religio- nes políticas no sólo de Francia y de Inglate-
sa. Y no menos grave es la prácticamente nu- rra, sino de los diversos estados del occidente
la referencia a las ediciones de las obras de los europeo en los dos siglos finales de la Edad
heresiarcas. En cuanto al enfoque social, cree- Media.
mos que la base sociológica es insuficiente, que A través de sus nueve capítulos, con una
a veces llega a rayar casi en lo demagógico. información exhaustiva, se estudia el desarro-
Y la perspectiva antropológica pueda casi afir- llo del conflicto que enfrentó a los dos países
marse que está ausente. occidentales. Una conflicto que, para el autor,
Es ciertamente loable el empeño, pero conservó el carácter de feudal hasta sus últi-
con grandes lagunas, imprecisiones termino- mos momentos y en el que la pretensión in-
lógicas, cuando no algún resbalón, ponen de glesa de ocupar el trono francés, sólo fue un
manifiesto que debe matizarse mucho a la ho- pretexto que ocultó el auténtico motivo: el
ra de analizar los movimientos heréticos y que mantenimiento de la soberanía plena sobre
es preciso un bagaje teológico. Los movimien- Guyena. Cae en la cuenta de las relaciones co-
tos milenaristas, por ejemplo, han sido muy merciales existentes entre el SO. francés e In-
estudiados y no pueden simplificarse tanto. glaterra, pero niega que la guerra sea busca-
No es correcto querer meter las desviaciones da por razones económicas.
de la religiosidad popular en bloque en el mol- De actualidad siguen estando las titula-
de de la herejía. La Teología moderna distin- ciones que da a algunos de sus capítulos, ya
gue perfectamente ambas cosas y ha acuñado que éstas recogen los que aún hoy se conside-
términos con que designarlas, como hetero- ran rasgos dominantes en las distintas fases
230

de la guerra: Los desastres franceses, Francia Con respecto a esta edición española hay
dividida, etc. Sin embargo, no estamos sólo que decir que se completa con un útil apéndi-
ante una historia militar, sino que, vincula- ce bibliográfico, realizado por el profesor Es-
das a los acontecimientos, aparecen las impli- tepa, en el que se han recogido las aportacio-
caciones sociales de la guerra, tal es el caso nes más recientes y significativas de los dis-
de las revueltas urbanas de Flandes o las cam- tintos aspectos que guardan relación con el te-
pesinas de 1356 y 1381, por más que hoy, tras ma objeto de estudio.
los estudios de Hilton, Mollai, Wolff y otros, En suma, un libro antiguo, pero no anti-
no se piense que estas últimas sean "clamo- cuado, cuya lectura nos deja ver aspectos aún
res provocados por la miseria" (pág. 105), si- hoy poco explorados.
no intentos de los medianamente acomodados
para evitar un deterioro en su situación econó- M.L.G.
mica.
Igualmente, a lo largo de sus páginas se
nos van revelando las transformaciones que
la guerra y las indefectibles treguas, impues-
tas por la debilidad económica, originan en VALDEON, Julio
los reinos, principalmente en el de Francia. SALRACH, José María y
Así, es una nueva administración, una nueva ZABALO, Javier
clase de burócratas, unas asambleas aún pre- Feudalismo y consolidación de los pue-
par lamentarías, una fiscalidad y un ejército re- blos hispánicos (siglos XI-XIV), (Tomo
novados los que van configurando a Francia IV de "Historia de España", dirigida por
como nacfón. Manuel Tuñón de Lara).
No deja tampoco de lado aspectos de más Editorial Labor.
difícil percepción, el nacimiento del naciona- Barcelona, 1982, 476 págs.
lismo y de la xenofobia, sentimientos que se
afirman en la confrontación armada, porque Desde la década de los 70 viene lleván-
cada pueblo se adhiere a unos rasgos peculia- dose a cabo la redacción de diversos trabajos
res que vive como propios. de síntesis sobre la Edad Media hispánica. Se
Así pues, por una parte presenta el libro trata de obras, tipo manual, dirigidas prefe-
unas líneas más que generales que siguen sien- rentemente al público universitario, con vis-
do aceptadas por cuantos historiadores han tas a ofrecerle panorámicas o análisis globa-
abordado el tema tras Perroy, y han sido muy les sobre el periodo mencionado. Así, podría-
numerosos, y por otra, unos temas, vistos aquí mos consignar la obra precursora de José A.
de modo marginal o simplemente al hilo del García de Cortázar, en 1973, y la avalancha
relato principal, son los que, tratados desde producida desde entonces, de la mano de his-
perspectivas diferentes, en estos momentos toriadores tan heterogéneos como José Luis
constituyen el objeto de investigación de Ph. Martín, Angus Mackay, Salvador de Moxó y
Contamine o R. Puddu, entre otros. Es cier- Emilio Mitre, entre otros.
to que estos autores situados dentro del mo- Dentro de esta línea de manuales-tipo, ha
vimiento renovador antes aludido han traído aparecido el tomo IV de la "Historia de Es-
nuevos modos de hacer la historia política, paña" dirigida por Manuel Tuñón de Lara.
ya que su objetivo es mostrar las repercusio- Esta obra, en su totalidad, pretende realizar
nes que la guerra tuvo en el marco institu- una síntesis de los conocimientos existentes so-
cional del Estado así como en el conjunto de bre la historia de nuestro territorio. Este es-
la sociedad; sin embargo, su deuda con la fuerzo de síntesis no es novedoso, pues, de una
obra de Perroy es notoria y siempre recono- u otra forma, todos los que emprenden la ta-
cida. rea de estudiar globalmente el medievo pe-
231

ninsular lo hacen teniendo en cuenta los tra- do, aunque también es fuente de complicacio-
bajos anteriores. Lo que, por el contrario, sí nes sobradamente conocidas.
es novedoso relativamente, es el intento de La primera parte se dedica a la Corona
abrir camino a nuevos métodos historiográ- de Castilla y León. Su evolución es estudiada
ficos y el plantear cuestiones de nuestro pa- por Julio Valdeón, quien demuestra una vez
sado aún oscuras. En efecto, la obra dirigida más sus aptitudes para estructurar visiones de
por Tuñón de Lara pretende superar el "ma- conjunto. Su exposición se divide en dos ca-
remàgnum" factual que realizaba la denomi- pítulos. El primero abarca el periodo com-
nada historia política, y que hasta hace bien prendido entre los siglos XI y XIII, época ex-
pocos años nos era, y bien a pesar nuestro, pansiva del feudalismo castellano-leonés, pe-
tan familiar. riodo de "reconquista" y de repoblación. El
Se pretende superar la mera y escueta na- segundo capítulo se centra en la crisis y los
rración de gestas y de héroes, objetivizando cambios que se producen en los siglos XIV y
la materia histórica, para examinar así reali- XV. En ambos capítulos la exposición se ba-
dades más amplias e intentar llegar, paso a pa- sa en los siguientes temas: fenómenos demo-
so, a la realización de una Historia Total; his- gráficos, economía y sociedad, instituciones
toria que interaccione constantemente los pla- de gobierno, cultura e iglesia. Merecen desta-
nos sociales, ideológicos, políticos y económi- carse las páginas dedicadas a los cambios y
cos de una realidad social determinada. conmociones sociales bajomedievales, temas
El libro que a continuación paso a co- por otra parte ya estudiados con más detalle
mentar comienza su exposición en el siglo XI, por el mismo autor. No obstante, se echa de
época crucial por cuanto, como dice Valdeón, menos un análisis preciso del sistema feudal
es ahora cuando se produce un cambio radi- castellano-leonés, de sus mecanismos coerci-
cal en la correlación de fuerzas entre el Islam tivos y de los antagonismos sociales que le son
y la Cristiandad dentro de la Península; este inherentes. Es preciso llevar a cabo, de una
cambio trae aparejada la superioridad de los vez por todas, el estudio y la explicación del
reinos cristianos del norte, debido a la frag- modo de producción feudal que se desarrolló
mentación política del al-Andalús. en el territorio castellano-leonés. Indudable-
El progreso militar de los cristianos es un mente, este feudalismo no fue una mera co-
reflejo más de la consolidación de la sociedad pia de otros feudalismos como el francés o el
feudal europea, pero también tiene sus pro- inglés, pero no cabe duda que existió y eso es
pias peculiaridades, no hay que olvidarlo. Es- lo que, como digo, debería interesar de una
tas peculiaridades derivan de la condición vez por todas analizar y explicar. Por otra par-
fronteriza del suelo cristiano y de la osmosis te, quizás habría que incidir más en los meca-
que se llevó a cabo entre sus rasgos distinti- nismos ideológicos de dominación de la clase
vos y los de la formación social andalusi; os- feudal que, según mi opinión, cimentan la he-
mosis que, a pesar de haber sido negada o mi- gemonía de esta clase.
nimizada durante largo tiempo, no fue por ello La segunda parte se dedica a la Corona
menos importante. de Aragón y corre a cargo de José M? Salrach.
Los diferentes reinos cristianos se conso- En el primer capítulo se analiza la evolución
lidan en este periodo, cada uno con sus pro- de la Cataluña anterior a su fusión con el rei-
pias características y su propia dinámica in- no aragonés. El segundo abarca el periodo ex-
terna y de relaciones externas. De acuerdo con pansivo de la Corona de Aragón (1131-1336),
ello, el libro se divide en tres partes, analizán- periodo en el que se produce la orientación,
dose en cada una de ellas la historia particu- definitiva y nunca perdida, de Aragón hacia
lar de cada reino cristiano hispánico: León- el Mediterráneo después de la derrota de Mu-
Castilla, Aragón y Navarra. Cada parte es rea- ret en 1213. El tercer capítulo cubre el perio-
lizada por un especialista, lo cual es acerta- do de conflictos y crisis bajomedievales, que
232

dieron al traste con el auge aragonés del pe- da y actualizada, e incluso Valdeón introdu-
riodo anterior y que tuvieron múltiples ma- ce una selección de fuentes (Salrach no men-
nifestaciones (regresión demográfica, recesión ciona fuentes y Zabalo se limita a consignar
económica, tensiones políticas...). dos). Así pues, nos encontramos con una obra
José M.a Salrach analiza con mayor pro- útil, dedicada al público universitario y que
fundidad que Valdeón los mecanismos del sis- tiene el mérito de su actualidad y de su orien-
tema feudal y su entramado ideológico. No tación. Evidentemente es mejor able, y sobre
cabe duda que su labor se ve facilitada por todo la parte correspondiente a Navarra, pe-
la abundancia de monografías que se han de- ro así es como se construye la historia: poco
dicado al feudalismo catalán, feudalismo que, a poco, y no sin desaciertos.
en contraste con el castellano-leonés, ha sido
aceptado con muchas menos reservas. Pero José A. BEJARANO
hay una objeción seria que pienso que se de-
be hacer a esta parte del libro: la Corona de
Aragón era un entramado peculiar de diferen-
tes reinos y lo que Salrach nos ofrece es, fun-
damentalmente, una interpretación catalana
ARIE, Rachel
de la dinámica histórica del conjunto de la Co-
España musulmana (siglos VIII-XV),
rona. En suma, es como si se pretendiera es-
(Tomo III de "Historia de España", di-
bozar la evolución histórica de los reinos
rigida por Manuel Tuñón de Lara).
orientales peninsulares a partir, únicamente,
de Cataluña. Sin duda, una lamentable equi- Editorial Labor.
vocación. Barcelona, 1982, 560 págs.
>
La tercera parte corresponde a Navarra Este libro estructurado en seis capítulos
y es obra de Javier Zabalo. La división en ca- (1. Evolución política, 2. Instituciones, 3.
pítulos es similar a la de Castilla y León, pe- Guerra y diplomacia, 4. Estructura social y
ro esto es lo único en que se parecen ambas economía, 5. Aspectos de la vida cotidiana,
partes. Este estudio es todo lo contrario que 6. La vida religiosa e intelectual. El desarro-
los dos anteriores. En primer lugar, por su llo artístico) recoge como manual, por temas,
brevedad —cincuenta páginas para cinco una cantidad enorme de material, tratando de
siglos— sería más adecuado para un texto de dar una visión de conjunto sobre la historia
bachillerato. Pero es que esto no es lo peor, y la civilización de la España Musulmana des-
sino que lo más grave es su orientación histo- de el siglo VIII al siglo XV.
riogràfica. Zabalo se dedica a resucitar la his- Ciertamente, Rachel Arié no ha escati-
toria factual, basada en enlaces matrimonia- mado esfuerzos para incorporar datos de to-
les, guerras, decisiones personales... sin mos- da clase en la confección de este libro que nos
trar ningún interés por engarzar una visión presenta. Basándose en fuentes árabes de ti-
globalizante e interpretativa. No se comprende po histórico, jurídico y literario, así como en
cómo es posible que se encuentre introduci- el minucioso examen de crónicas castellanas
da en el libro una exposición de tal calibre. —valiéndose tanto de documentación impre-
Desde esta perspectiva, su brevedad es un ali- sa como inédita— ha reunido una ingente ma-
vio, pues no sé qué hubiera sucedido si Za- sa de información que se patentiza tanto a lo
balo se dedica a rellenar doscientas páginas largo de sus páginas como en la magnífica bi-
con esa metodología "sui generis". bliografía exclusivamente sobre el tema.
En resumen, y salvando esta desafortu- La autora, como es normal en este tipo
nada tercera parte, el libro está bien construi- de trabajos, ha contraído una gran deuda in-
do y organizado. La bibliografía incorpora- telectual con gran número de especialistas y
da a cada parte está cuidadosamente escogi- estudiosos al echar mano de trabajos o inves-
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tigaciones sobre aspectos concretos o puntua- Quizá por puro realismo Rachel Arié
les, de monografías, de colecciones documen- —más arabista que historiadora—, ante la
tales, etc.; mas no por ello es menos impor- desproporción que existe entre los datos ob-
tante su tarea, ya que, reelaborándolo todo, jetivos conocidos y los todavía desconocidos,
nos ofrece el producto final que supone este ha optado por estructurar así un libro que por
manual, que es en definitiva un amplio des- su carácter de manual sería preferible y acon-
pliegue de erudición, resultado, sin duda, de sejable elaborar y presentar de ese modo.
años de lecturas e investigaciones. Sea de ello lo que quiera, nada puede dis-
Llegados a este punto, a fin de valorar minuir los muchos aciertos que la obra con-
la obra, se impone la siguiente reflexión: los tiene, como es, por ejemplo, el abordar la pro-
trabajos de erudición, puntuales o específicos, blemática de la sociedad hispano-musulmana
son, en efecto, necesarios, porque sin ellos nin- partiendo de la noción de categoría (tabaqa)
guna síntesis es posible; pero el análisis deta- social y no desde aquélla otra de clase social;
llado de los hechos no nos debe hacer olvidar como es, en suma, manejar con conceptos
que éstos no tienen en sí mismos significación. propios y no ajenos la historia de una civili-
La simple constatación de hechos no pueden zación completamente distinta de la "Occi-
llegar a constituir una ciencia, su estudio no dental".
tiene razón de ser si no se ve seguida de tra- En resumen, creemos que es una obra que
bajos de síntesis; sólo mediante la síntesis lo a partir de ahora deberá ser leída y consulta-
irracional de los hechos dispares y la incohe- da, dada la cantidad de buenas cosas que en
rencia de los datos dispersos cobran sentido ella se encierran. Sólo la exhaustiva bibliogra-
volviéndose inteligibles. fía (un total de 27 páginas, siete de las cuales
Ahora bien, para llegar a la síntesis se re- consagradas a fuentes) y las pormenorizadas
quiere pasar por una fase de intelectualización notas al final de cada capítulo, que la autora
de datos, procediendo a una rigurosa selección nos ofrece, hacen ya de este libro un instru-
susceptible de explicación. Cabría, pues, pre- mento indispensable de consulta para cual-
guntarse, siguiendo el hilo de estas conside- quier estudio relacionado con la historia de al-
raciones, si la autora ha logrado darnos una Andalus.
visión global y articulada de la existencia y de
los avatares del complejo hispano-musulmán Felipe MAÍLLO SALGADO
en la Península Ibérica durante su estancia en
ella. La respuesta a esta cuestión no puede ser
resueltamente afirmativa.
La autora ha procedido a organizar el
material reuniéndolo por rúbricas (que se ca- Corpus comentariorum Averrois in Aris-
racterizan por su gran desigualdad, oscilan- totelem. Epitome in physicorum libros.
do entre la sucinta relación de los hechos po- Edidit Josep Puig, Union Académique
líticos y la desmedida extensión de los aspec- Internationale-Instituto Hispano-Arabe
tos artísticos) donde se recogen los trabajos de Cultura-Consejo Superior de Investi-
sobre cada tema y sólo así, por separado, pue- gaciones Científicas (A: Series Arabica).
de lograr en ocasiones la visión de conjunto Madrid, 1983, VIII + 284 págs.
de ciertos aspectos concretos; otras la evolu-
ción de tal o cual institución, extendiéndose El autor nos ofrece la edición árabe de
siempre pertinazmente en el período nasrf los yawâmi' o exposición comprendida de la
—período en el que la autora se mueve con falsafa de la "Física" de Aristóteles —basada
mayor soltura por ser especialista—, mas la en el Ms. Madrid BN 5000— y edición con su
deseada y esperada síntesis global no se ha- correspondiente versión española que fue el
lla. tema de su Tesis Doctoral.
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En una nota a la edición se nos aclara tiva y completa basada en los distintos ms. dis-
que el hecho de que el texto árabe aparez- persos por las bibliotecas del planeta.
ca con anterioridad a la parte castellana de
la obra, aconseja adelantar algunas informa- C. VAZQUEZ DE BENITO
ciones sobre la edición crítica: la técnica em-
pleada, los manuscritos y las versiones de la
obra.
Así sabemos que el autor basa su edición
en la segunda versión de la obra constituida Kitab A 'mal al-a'lâm, de IBN AL-JA-
por la tradición del Ms. Madrid, Biblioteca TIB. Parte 3.a: Historia Medieval islámi-
Nacional Arabes, 5, y un arquetipo constitui- ca del Norte de Africa y Sicilia. Traduc-
do por ms. de procedencia hindú y persa, ción, notas e índices por Rafael Castri-
mientras que la primera versión, representa- Ilo.
da por el Ms. Cairo, es utilizada para com- Instituto Hispano-Arabe de Cultura.
probación de variantes. Por último, indica que Madrid, 1983, XXVII + 198 págs.
el Ms. de Madrid es el preferente para casos
de duda, pues no toma ningún ms. como ba-
se, debido a la gran ^diferencia de fecha de Esta traducción pone al alcance del me-
copia. dievalista un texto histórico de gran importan-
Por otra parte, la edición va acompaña- cia, ya que el A 'mal al-a'lâm —obra del últi-
da de unos índices (cuya extensión justifica el mo historiador hispano-árabe, Ibn al-Jat ib (s.
autor) a fin de facilitar tanto la comprensión XV)— es una de las fuentes básicas de nues-
de su contenido —ya que se trata de un texto tra historiografía medieval. Cierto que ésta es
filosófico y únicamente así puede el lector la parte tercera de dicha obra, dedicada al
aprehender los conceptos a través de sus Norte de Africa y Sicilia, más no por ello, aun-
definiciones— como para presentarnos su que no se refiere propiamente al-Andalus, deja
aportación desde el punto de vista terminoló- de tener importancia —siquiera sea por la sus-
gico. Finalmente, estos índices van seguidos tanciosa información de primera mano que en
de un glosario griego-árabe. ella se encierra—, habida cuenta que brinda
La edición árabe, rigurosa, cuidada y de- al estudioso la posibilidad de adentrarse en un
finitiva, nos ofrece a los conocedores de la len- dominio deficientemente conocido y que re-
gua árabe una excelente versión de las Expo- sulta imprescindible hollar, si se quiere coger
siciones Compendiadas que Averroes hizo de el hilo de la andadura histórica de unos pue-
la Física de Aristóteles (utilizo deliberadamen- blos que durante el medievo tuvieron múlti-
te la traducción del término árabe yawâmi', ples imbricaciones con las gentes de la
empleada por el Dr. Cruz Hernández en su Península.
Historia del Pensamiento Islámico, vol. II, p. La traducción de esta parte de la obra se
129) de suerte que, si con posterioridad es pu- ha visto reforzada por la profunda y sólida
blicada también la correspondiente versión labor de investigación de Rafaela Castrillo, pa-
castellana, se podrá, por fin, conocer de mo- tente en un aparato crítico en el que se hacen
do directo la filosofía de este importante autor un buen número de correcciones al texto —na-
que, hasta el momento presente, no era posi- da fácil de lengua y estilo—, poniendo a la vez
ble. Todo ello gracias a la meritoria y ardua especial cuidado en confrontar la exactitud de
tarea de los integrantes del equipo español los datos históricos allegados por Ibn-Jatib
que, en el presente, se van encargando de sa- con los que se hallan en otras fuentes, y seña-
car a la luz los Comentarios de Averroes a lando, en notas a pie de página, las eventua-
Aristóteles y a Galeno, hasta ahora inasequi- les diferencias o concomitancias que puedan
bles, por no existir una edición crítica defini- existir entre éstos y aquéllos. Por ese medio,
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a más de esclarecer muchos de los pasajes os- la cultura hispana". Sin embargo, pese a darse
curos o apenas bosquejados en la crónica, se un consenso generalizado, y pese a que han
sitúan o explican topónimos, antropónimos y sido y son muchas las voces que hablan y juz-
gentilicios, que de forma sistemática aparecen gan acerca de los musulmanes y de su papel
aclarados o comentados en nota. en el devenir histórico español, la ignorancia
Hay que considerar asimismo, para jus- histórica del Islam y de lo árabe suele ser tan
tipreciar el valor del libro, la suplementaria común como los propios discursos. A tal ig-
información que nos ofrece R. Castrillo acerca norancia alude, no sin razón y con conoci-
de la historia de los 'ubaydíes —tan sólo es- miento de causa, Maíllo en diferentes pasa-
bozada por el autor en esta parte del A 'mal jes de su obra. Así, por ejemplo, al analizar
por haberse extendido en ello ya en la el vocabalo (a)zalá escribe: "como puede ver-
primera— merced a un apéndice, provenien- se, estas definiciones (especialmente la de
te de un ms. de la RAH, transcrito cuidado- Aut.) encierran no sólo desconocimiento, si-
samente (pp. 165-173), corregido y traducido no también supina ignorancia respecto al Is-
con indiscutible rigor, y comentado cuando es lam; manifiestan, en suma, el poco interés por
necesario, dándonos así referencias comple- parte de estas sociedades respecto a los mu-
mentarias de ciertos puntos concretos. sulmanes, en otro tiempo partícipes y elabo-
Completa el trabajo un índice de perso- radores principalísimos de nuestra cultura"
nas, etnias y colectividades, y otro geográfi- (pág.207).
co y monumental, seguido de la pertinente bi- Afortunadamente no es éste el caso de
bliografía. Maíllo el cual, con sus estudios, está demos-
El libro es, en suma, el estudio y la tra- trando su fructífero interés por lo muslim en
ducción de una obra, que podemos calificar nuestra historia y, ahora, con este libro sobre
de fundamental para el medievalista, en la que los arabismos del castellano bajomedieval con-
al caudal de información se añade rigor cien- tribuye de manera decisiva a remediar tales
tífico y dosificada erudición, suponiendo el desconocimiento e ignorancia, proporcionán-
conjunto, así formado, una aportación nada donos una información densa y un análisis sis-
despreciable. temático, basado en las mejores fuentes —los
textos del corpus documental sobrepasan el
Felipe MAÍLLO SALGADO número de doscientos—, "de multitud de ara-
bismos que permanecían, en gran parte, ca-
rentes de adecuado estudio en las manifesta-
ciones literarias de la época bajomedieval"
(pág. 15).
Como muy bien conocen los filólogos y
MAÍLLO SALGADO, Felipe los medievalistas en general, la cuestión de los
Los arabismos del castellano en la baja arabismos del español sólo había sido abor-
Edad Media. (Consideraciones históricas dada hasta ahora de modo conjunto, sobre un
y filológicas). período histórico concreto (abarcando hasta
Ediciones Universidad de Salamanca. el siglo XIII), por E.K. Neuvonen en un libro
Instituto Hispano-Arabe de Cultura. ya clásico que se publicó en 1941. Por lo co-
Salamanca, 1983, 380 págs. mún, en la mayoría de los trabajos, los ara-
bismos aparecen aislados de sus contextos y
¿Qué español, con cierta sensibilidad y tratados de manera atemporal y ahistórica. El
sentido de nuestra historia, no subscribiría la estudio de Maíllo continúa lo mejor de la obra
acertada y precisa dedicatoria con la que F. de Neuvonen y supera con holgura las limita-
Maíllo encabeza su libro? "A árabes y beré- ciones y aporías de bastantes trabajos de pres-
beres, elementos constitutivos inseparables de tigiosos arabistas. F. Maíllo, efectivamente,
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ha realizado con notable éxito una investiga- del área semántica y/o pérdida de cada ara-
ción exhaustiva sobre los arabismos en un am- bismo: sobre los procesos de préstamo, ade-
plio período histórico, desde el año 1300 has- cuación y valor de cada término; sobre la hi-
ta bien entrado el siglo XVI. Cada uno de los bridación y los calcos lingüísticos. En conse-
260 arabismos que ha localizado en las obras cuencia, no podía ser de otra forma, este li-
literarias se analizan desde una perspectiva di- bro tiene un enorme interés para el historia-
námica, verificándose en cada caso su trayec- dor. Para convencerse resulta suficiente con-
toria semántica y los posibles cambios expe- sultar los útiles y modélicos resúmenes que
rimentados entre los distintos topes tempora- Maíllo realizada de cada uno de los tres pe-
les. Maíllo no se limita a dar un significado ríodos, distribuyendo los arabismos por cam-
inmutable del arabismo por ser consciente de pos nocionales, distribución que muestra la in-
"que el idioma, donde aquellos arabismos fluencia cultural ejercida por el complejo
aparecían, era el fiel reflejo de una sociedad árabo-islámico sobre la sociedad hispano-cris-
cambiante y en ningún modo estática, cuyas tiana.
necesidades, intereses y situaciones, como las Por último, no son menos importantes
de cualquier otra, se expresaban con la pala- los logros filológicos puntuales. Por ejemplo,
bra" (pág. 15). Se podrán discutir las fechas, en este libro aparecen más de treinta arabis-
los hitos temporales, y los criterios en los que mos, que no se habían registrado hasta ahora
el autor basa su periodificación, pero el mero en ninguno de los diccionarios más importan-
hecho de presentar el estudio articulado en tres tes, tales como alf arida, almogotes, cannay,
períodos 4-desde 1300 a 1350, desde 1350 a çodra, etc. Además, Maíllo realiza determi-
1454 y desde 1454 a 1514—, los cuales que- nadas correcciones al Diccionario de la Len-
dan definidos por características históricas gua Española —véanse albornoz, carabe, al-
y literarias específicas, indica la importan- gazafán, caid, alarife, etc.—, al Diccionario
cia metodológica que concede al tiempo his- Histórico de la Lengua Española —aduar, al-
tórico. cahaz, etc.—, así como al Diccionario Críti-
Lo histórico, la dinámica histórica con- co Etimológico Castellano e Hispánico —al-
creta, la realidad histórica, social y lingüísti- camiz, alcana, alficoz, acicate, entre otras va-
ca son el eje en torno al que giran las siempre rias.
interesantes precisiones teóricas y reflexiones
sobre la introducción, utilización, ampliación S. MORETA VELAYOS

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