Discurso de graduacion, final 2

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Discurso de graduación

Saludo y Apertura.

Hoy, es un día memorable para todos


nosotros, y queremos empezar resaltando
la presencia de los estimados lideres
educativos, de cada uno de los
acompañantes de los graduandos, de esta,
la octava generación. Como mención de
honor, reconocemos con humildad la guía
divina que ha iluminado nuestro camino
hasta aquí, el epilogo de nuestra gran
experiencia en la secundaria, de cada
momento de alegría y dificultad que como
compañeros logramos superar.
Agradecimiento.

Queremos manifestar nuestra sincera gratitud hacia


los valiosos guías y mentores, esos maestros cuya
dedicación ha trascendido las expectativas. Que han
invertido un esfuerzo y una entrega más allá de lo
requerido, dedicando su tiempo y sabiduría para
guiarnos y aconsejarnos en cada paso. Su compromiso
ha sido fundamental para nuestro éxito, y su pasión
por la enseñanza ha dejado una huella indeleble en
nuestras vidas.
Al igual que hemos celebrado la dedicación ejemplar
de nuestros maestros es imperativo reconocer a esos
amados pilares de apoyo, aquellos padres y tutores
cuyo respaldo inquebrantable ha sido crucial durante
esta travesía, proporcionando la fortaleza y el aliento
necesario para superar los desafíos, en nombre de
todos los graduandos expresamos este sentimiento de
profunda gratitud: Gracias padre, madre y tutor, por
estar para nosotros.
Cuerpo
Reflexión del pasado:
En este día, miramos atrás y recordamos todo lo que
hemos vivido juntos, cada momento compartido como:
Las risas, las bromas, e incluso los momentos de
frustración durante los ensayos para la gala, se han
convertido en recuerdos que siempre llevaremos con
nosotros. Las ocurrencias de los maestros de música, que
parecían inventar nuevas formas de hacernos reír en
medio de la seriedad de los ensayos, se entrelazan con
las bromas interminables en clase, donde los grandes
personajes como Othani, Galileo Galilei, Federico y
Wellington lograban convertir cualquier situación en una
carcajada colectiva.

No podemos olvidar aquellas escapadas a escondidas


para comer mangos en la cancha y jugar Volibol, y, un
pequeño respiro entre las clases, o las siestas
interminables de ese compañero que, sin importar el
caos a su alrededor, encontraba la manera de
desconectarse del mundo por unos minutos.
Además, cómo dejar atrás todas las veces que cantamos
juntos, creando un lazo invisible entre nosotros. O aquel
inolvidable desmayo en la clase de educación física, que
a pesar de la preocupación hoy lo recordamos con una
sonrisa. Los juegos de béisbol, donde la desesperación se
convertía en gritos, y las escapadas a jugar voleibol en la
hora de pintura mural, robándole tiempo a la rutina para
darnos unos minutos de libertad. O esos romances que
surgieron en cuarto año, que parecían ser el tema central
de muchas conversaciones entre risas y susurros.

Las risas contagiosas de esa compañera, que con solo


una carcajada podía cambiar el ánimo de todo el curso.
La impaciencia por el desayuno, que siempre pedíamos
antes de tiempo, como si el hambre fuera parte de
nuestra travesura diaria.
En este camino recordamos también a nuestros
compañeros y maestros que se fueron antes de que esta
etapa culminara. Cada risa compartida y cada lección
aprendida nos recuerda que, aunque la vida nos lleve por
caminos diferentes, “su recuerdo permanecerá con
nosotros, como unas carcajadas que nunca se detienen”.
Eran tiempos donde cada emoción se vivía al máximo,
con la intensidad de quien no sabe que esos momentos
pasarán, pero que dejarán marcas profundas.

Como esa clase donde entre lágrimas, compartimos


nuestros sentimientos. Fue un momento único, en el
que, por primera vez, nos sentimos lo suficientemente
cómodos y seguros para expresarnos entre nosotros,
como verdaderos compañeros.

Estos momentos, los más simples y a la vez más


significativos, son los que extrañaremos. Porque más allá
de las tareas y exámenes, lo que realmente nos llevamos
son las historias que hemos vivido juntos, esos instantes
que nos hicieron sentir parte de algo más grande que
nosotros mismos.

Hoy cerramos un ciclo, pero los recuerdos, las risas y las


aventuras se quedarán con nosotros para siempre. Sin
embargo, este no es el final, sino el comienzo de nuevos
desafíos y oportunidades.
Motivaciones:
A lo largo de nuestra vida, muchos nos dirán cuál es el
camino a seguir, pero nunca debemos conformarnos con
lo que otros han trazado. No sigas donde te deja el
camino, ve donde no hay camino y deja una huella. Cada
uno de nosotros tiene el poder de crear su propia
historia, de abrir puertas donde otros solo ven paredes.
Vivamos con intensidad, con pasión por lo que hacemos.
recordemos que la vida es un equilibrio entre el presente
y el futuro. Como decía Mahatma Gandhi, "vive como si
fueras a morir hoy y aprende como si fueras a vivir para
siempre." No se trata solo de avanzar, sino de sentirnos
plenos en cada cosa que hacemos, porque la verdadera
magia de la vida está en vivirla plenamente, con pasión y
propósito
El éxito no llega solo con desearlo; requiere esfuerzo
constante, dedicación y una mentalidad firme. **No te
limites a soñar con él, trabaja cada día para alcanzarlo**,
porque cada pequeño esfuerzo, cada paso que des, te
acercará un poco más a tus metas. Los sueños se
construyen con acción, y cada desafío superado te llevará
más allá de lo que imaginabas posible.
Por último, es fundamental recordar que la vida no es
una ciencia exacta como las matemáticas, sino un arte
como la música. Y como todo arte, debemos aprender a
fluir, a adaptarnos, a enfrentar los momentos de
incertidumbre con creatividad y valentía. Porque hoy te
digo a ti, graduando: **eres más valiente de lo que crees,
más fuerte de lo que pareces y más inteligente de lo que
piensas**.

CIERRE:
Aunque ahora nos despedimos de estas aulas y de
los rostros familiares que nos rodean, lo que hemos
construido juntos perdurará como parte de quienes
somos.
Hoy cerramos este capítulo, sin embargo, entramos
a un vasto universo lleno de constelaciones de
sueños y galaxias de oportunidades. Cada paso que
demos será una estrella más en nuestro propio
cielo, iluminando el camino hacia el futuro que
estamos destinados a explorar.
No importa cuán difíciles sean los tiempos, siempre
renazcan con la fuerza del Fénix, listos para
desplegar sus nuevas alas sin temor a lo que venga.
Aferrémonos a los recuerdos, pero miremos hacia
adelante con entusiasmo, porque las mejores
historias aún están por escribirse.

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