Cordados
Cordados
Cordados
Los Cordados
Los metazoos son, como se sabe, los animales pluricelulares constituidos por células diferenciadas y
agrupadas en tejidos. De ellos, los Cordados, junto con los artrópodos y moluscos pulmonados, son el
grupo más evolucionado y dominante de la vida terrestre, que han conseguido desarrollar mecanismos
complejos de adaptación a los problemas del medio; presentan además la mayor variedad de hábitats,
aunque no son los de mayor diversidad y número de especies. Los Cordados comprenden unas 50.000
especies que se agrupan en 2 subtipos, los Procordados, Acranios o Cordados inferiores; y los
Vertebrados o Craneados. Estos últimos incluyen a los agnatos, pisciformes, anfibios, reptiles, aves y
mamíferos. En definitiva, los Cordados incluyen a formas desde primitivas (como los citados
Procordados), hasta otras muy complejas como los vertebrados, entre los que se encuentra el hombre.
Los Cordados, evolutivamente hablando, resultan de gran importancia. De toda la escala zoológica son
el grupo de animales más avanzado, con mayor diversidad de nichos ecológicos conquistados, y que han
demostrado a lo largo de su historia notables adaptaciones, sobre todo al medio terrestre y su ambiente,
aunque también al acuático o anfibio en los cuales muchos de ellos constituyen los últimos eslabones
tróficos de sus ecosistemas. En los Cordados destaca la capacidad de autorregulación y organización
interna; la elevación y mantenimiento constante de la temperatura del cuerpo, por ejemplo, es un factor
que les ha permitido un mayor control sobre las reacciones metabólicas, y el desarrollo de un complejo
sistema nervioso con capacidad de responder a cualquier estímulo.
Los Procordados son invertebrados acranios, al contrario de los vertebrados, que están provistos de
cabeza diferenciada. Los vertebrados se caracterizan por la presencia de una notocorda de estructura
larga y flexible, que se extiende a todo lo largo del dorso, y que tras el desarrollo embrionario queda
sustituida por la columna vertebral. Entre los caracteres que resultan comunes a todos los Cordados se
distingue el poseer un cordón nervioso dorsal hueco, y presentar hendiduras faríngeas durante el
desarrollo embrionario.
En los Procordados el sistema circulatorio es abierto (algunos como los Cefalocordados carecen de
corazón). Su forma de alimentación es mediante filtración a través de las hendiduras branquiales. La
forma de reproducción varía; en los Cefalocordados se realiza por sexos separados, mientras que los
Urocordados son hermafroditas.
Los Procordados son animales marinos, algunos son bentónicos (como los Ascidiáceos) que viven fijos e
incluso formando colonias; otros son pelágicos (como los Taliáceos) y se desplazan mediante propulsión
a chorro. Los Cefalocordados habitan en zonas costeras, nadando libremente en los fondos arenosos.
Cefalocordados
Los Cefalocordados, Acranios o Anfioxos, también llamados Leptocardios, son un subtipo de Cordados
reducido (unas 30 especies), caracterizados por poseer una notocorda que llega hasta la parte anterior
del cuerpo (la recorre dorsalmente en sentido longitudinal), por encima de la cual se halla un cordón
nervioso que finaliza en un abultamiento o vesícula cerebral; de ambos lados de ese cordón parten
pares de nervios hacia los segmentos musculares del cuerpo. Se les ha dado una gran importancia, ya
que son considerados como la transición evolutiva entre las Ascidias o Cordados inferiores y Vertebrados
o Cordados superiores. Viven en los mares templados y cálidos, enterrados en la arena de fondos poco
profundos, de donde asoma al exterior solamente la parte anterior del cuerpo.
Urocordado: Ascidia o
patata de mar
(Holoscynthia papillosa)
Los Cefalocordados son de reducido tamaño (no más de 8 cm.), alargado, transparentes, lateralmente
comprimidos, y afilados en sus dos extremos (con forma lanceolada). Disponen de una larga aleta
dorsal, ensanchada en la región posterior para formar la aleta caudal. La boca está rodeada de cirros
móviles.
El sistema excretor de estos animales es exclusivo dentro de los Cordados, pues consta de órganos muy
primitivos cuyo parangón solo se encuentra en los gusanos anélidos. La reproducción es por sexos
separados, con fecundación externa. La larvas, que son nadadoras, nacen asimétricas y adquieren de
adultos simetría bilateral.
Los Cefalocordados agrupan una sola familia, los Branquiostómidos, compuesta por los géneros
Branchiostoma y Asymmetron.
Urocordados
Los Urocordados o Tunicados, llamados así por que la pared del cuerpo segrega una túnica constituida
por una sustancia celulosa llamada tunicina, es un tipo de cordados celomados que presentan el
notocordio situado en la región caudal. Comprenden alrededor de unas 2.000 especies todas ellas
marinas, y con distinto tipo de movilidad: bentónicas, planctónicas, solitarias o coloniales. El cuerpo está
dividido en tórax y abdomen (a veces prolongado en un postabdomen); en el tórax se localiza la función
respiratoria consistente en una cámara branquial o faringe. El sistema digestivo nace en una boca que
comunica con una faringe que dispone un número de hendiduras branquiales variable en donde se
alberga el endostilo, constituido por un surco provisto de células ciliadas que segregan una sustancia
mucilaginosa. Los nutrientes aglutinado por el mucílago, es conducido por el movimiento de unos
flagelos al verdadero aparato digestivo.
Los Urocordados son hermafroditas; es corriente la reproducción asexual por gemación. La fecundación
es habitualmente externa. Las larvas, que son nadadoras, están dotadas de cola con notocorda, de ahí
el nombre del grupo Urocordados (Uro=cola). Algunas especies son vivíparas (los embriones se
desarrollan en una cámara interna).
Los Urocordados comprenden tres clases: los Ascidiácios (ascidias o patatas de mar), que habitan en la
arena o fijas a las rocas, tanto en colonias como aisladamente, con desprendimiento de la cola al llegar
a adulto; los Taliáceos (salpas), de gran movilidad que consiguen mediante propulsión a chorro, también
con pérdida de la cola; y los Larváceos (apendicularias), que se caracteriza por mantener la cola larvaria
una vez alcanzan la fase adulta.
Los Vertebrados son un subtipo de cordados muy evolucionados. Los más primitivos poseen órganos y
mecanismos muy rudimentarios, que se van especializando conforme se avanza en la evolución hasta
llegar a los mamíferos, en los cuales se controlan y coordinan todos los mecanismos desde una región
centralizada: la corteza cerebral.
Los Vertebrados son animales extraordinariamente capacitados para colonizar y adaptarse a diferentes
ambientes, incluidos los más difíciles e inhóspitos. Aunque proceden inicialmente del medio
dulceacuícola, han conseguido evolucionar en el mar y pasar posteriormente al medio terrestre, el cual
dominan en la actualidad.
Características generales
Los Vertebrados son animales de simetría bilateral, con el cuerpo dividido claramente en tres regiones:
cabeza, tronco y cola; el tronco a su vez subdivido en tórax y abdomen. Del tronco sobresalen las
extremidades, que son impares en los Agnatos o Ciclostomos y pares en el resto de vertebrados.
Presentan notocordio, que se transforma en columna vertebral en estado adulto; la cabeza está bien
diferenciada, la cual agrupa y centraliza la mayoría de órganos sensoriales y nerviosos. La estructura
craneal de los vertebrados ha conseguido mantenerse fácilmente en estado fósil, motivo éste que ha
sido fundamental para conocer su evolución.
Las paredes del cuerpo de los vertebrados utilizan para respirar unos orificios o hendiduras branquiales;
en los que respiran por pulmones desaparecen después de la fase embrionaria. El esqueleto puede ser
Tegumento
El tegumento adquiere notable importancia en los Vertebrados por los múltiples papeles que
desempeña, y puede presentar variadas diferenciaciones córneas. En el tegumento se distinguen
formaciones de estructuras protectoras y sensoriales, glándulas con funciones excretoras, aislamiento
del medio, etc. Consta de tres capas: epidermis, dermis e hipodermis. Por su parte, la coloración del
tegumento es debida sobre todo a los cromatóforos o células pigmentarias ramificadas de la piel.
Formaciones epidérmicas
Son glándulas y faneras que dependen del tipo de sustancia elaborada; por ejemplo, son venenosas en
muchos peces, anfibios y reptiles; y sebáceas, sudoríparas y mamarias en los mamíferos.
Las faneras consisten en tejidos o apéndices córneos de la piel, tales como las de los reptiles, aves y
mamíferos; garras y uñas; plumas y picos de las aves; pelos, crines y pezuñas de determinados
mamíferos, y también determinados cuernos de mamíferos, como los de los rinocerontes, etc.
Formaciones dérmicas
Ejemplo de las escamas de los peces; placas óseas de los caparazones de determinados reptiles
(quelonios) y las durísimas escamas de la piel de los cocodrilos; los cuernos de los rumiantes, etc.
El aparato locomotor de los Vertebrados se ha adaptado de su función inicial (la natación), a otras
múltiples que permiten movimientos complejos según las condiciones registradas por los órganos
sensitivos.
Los peces, habitantes del medio primigenio, sufrieron cambios evolutivos importantes a partir de la
aparición de las aletas pares, que posteriormente se convirtieron en quiridios o extremidades
locomotoras pentadáctilas (de cinco dedos) cuando comenzaron la conquista del medio terrestre, y que
sufrirían posteriormente adaptaciones específicas, tales como las manos aprensoras de los primates, las
manos desgarradoras de los úrsidos o los felinos, o las alas de sustentación aérea de las aves.
Sistema circulatorio
En los Vertebrados el sistema circulatorio es cerrado, mediante el cual se transporta oxígeno y
nutrientes a los distintos tejidos y células (presentan glóbulos rojos que transportan el oxígeno mediante
la hemoglobina). Consta de sistema sanguíneo y sistema linfático. Está dotado de un corazón dividido en
cámaras, arterias, arteriolas, venas, vénulas y capilares. En los animales acuáticos hay un circuito
sistémico y otro branquial.
En los vertebrados terrestres el sistema sanguíneo es doble (circulación mayor o general, y circulación
menor o pulmonar), es decir no se mezclan la sangre arterial y venosa. El corazón de los peces presenta
dos cámaras, una aurícula un ventrículo (dos aurículas y un ventrículo en los anfibios y reptiles). En las
aves y mamíferos es tetracameral (dos aurículas y dos ventrículos), y con una serie de válvulas
cardíacas. En los Vertebrados existe además un sistema linfático, encargado de recoger el líquido
intersticial.
Sistema respiratorio
El sistema respiratorio de los Vertebrados es branquial en los animales acuáticos (ciclóstomos, peces y
larvas de anfibios), y pulmonar en los terrestres. Al igual que el sistema circulatorio está muy
perfeccionado, facilitando la adaptación al medio terrestre de los animales homeotermos, es decir, que
mantienen una temperatura corporal constante, ejemplo de las aves y mamíferos. Esta capacidad de
regulación térmica mediante la aportación de energía a los tejidos, les permite resistir en condiciones
ambientales desfavorables.
Las branquias son un órgano o apéndice filiforme (en forma de laminillas vascularizadas), externa o
interna según se disponga en el cuerpo. Tienen una función respiratoria, y están especializadas para el
intercambio gaseoso en el medio acuático. Todas las branquias presentan en común una amplia superficie
de contacto con el medio, y en ellas la irrigación sanguínea se encuentra mucho más desarrollada que en
otras partes del cuerpo.
Sistema nervioso
El sistema nervioso de los Vertebrados comprende el sistema nervioso central, que a su vez consta de
encéfalo y médula espinal; y el sistema nervioso periférico, que consta de numerosos ganglios y nervios
(raquídeos o espinales); existe además un sistema nervioso autónomo que inerva las vísceras ( sistema
simpático y parasimpático).
Los órganos sensitivos, así como las funciones motoras, son muy perfeccionados y desarrollados. Los
nervios raquídeos se ramifican a diferentes niveles de la médula, e inervan los distintos músculos,
glándulas y órganos. En el caso de los tetrápodos, aparecen dos engrosamientos en la médula, las
intumescencias cervicales y lumbar, como consecuencia del desarrollo de las patas.
Los sentidos incluyen: ojos, dispuestos en cámara de visión lateral, salvo en algunas aves y mamíferos
primates, que es binocular; tangorreceptores, que incluyen los órganos táctiles de los mamíferos y la
línea lateral (captadoras de ondas de presión) de los ciclóstomos, peces y algunos anfibios acuáticos;
órganos auditivos, en los tetrápodos consta de oído interno y oído medio, ventanas oval y redonda,
membrana timpánica y huesecillos, los cuales transmite la vibración del tímpano a la cóclea o caracol. El
oído medio comunica con la faringe a través de la trompa de Eustaquio; los mamíferos disponen además
de un oído externo. En los peces sólo hay oído interno.
Sistema endocrino
El sistema endocrino de los Vertebrados está muy perfeccionado; mediante las hormonas regula
múltiples funciones del organismo. Está controlado por el hipotálamo y la hipófisis, que mediante la
elaboración de mensajes bioquímicos ejercen su acción sobre las gónadas, páncreas, glándulas
suprarrenales, etc.
Aparato digestivo
El aparato digestivo de los Vertebrados evolucionó a partir de las primeras formas que se alimentaban
mediante sistemas filtradores, hasta los vertebrados macrofágicos, que supuso una serie de
adaptaciones de los diferentes elementos intervinientes: dentales, masticadores, musculares, e incluso
de las propias cavidades internas, tales como los componentes enzimáticos necesarios para realizar la
digestión.
El aparato digestivo de los Vertebrados consiste en una cavidad oral, faringe, esófago, estómago,
intestino y ano. Estos órganos están asociados a otras formaciones glandulares anexas, tales como las
salivales, hígado y páncreas. En los tetrápodos, la cavidad bucal es de complejidad creciente; en ella se
desarrollan un conjunto de estructuras auxiliares, tales como labios, lengua, paladar y dientes.
El estómago está típicamente dividido en tres regiones; en el caso de los rumiantes (por su adaptación a
dietas herbívoras) presentan un estómago de cuatro cavidades). En las aves se distingue un
proventrículo y una molleja trituradora; y en el esófago un divertículo o buche.
El intestino está compuesto de un porción estrecha (intestino delgado), y otras más corta y ancha
(intestino grueso). En el primero se vierten la bilis del hígado y el jugo pancreático, que realizan una
función proteolítica (hidrólisis de las proteinas), y se absorben los nutrientes a través de las
microvellosidades. En el intestino grueso se absorbe el agua y se forman los desechos o heces.
Inicialmente, los Vertebrados primitivos se alimentaban mediante sistemas de filtración, los cuales
pronto fueron reemplazados por otros más evolucionados. El resultado fue una reducción del tamaño de
la faringe y del número de hendiduras branquiales. Excepto en los Agnatos, que son los Vertebrados
más primitivos, los dos primeros arcos branquiales del resto de Vertebrados evolucionaron hasta
transformarse en las mandíbulas, que se han especializado en la "captura" del alimento.
Sistema excretor
El sistema excretor de los Vertebrados está formado por el aparato renal y las glándulas sudoríparas.
Está muy perfeccionado en comparación con los Cordados inferiores. Mediante estructuras
especializadas se consigue filtrar los líquidos internos al margen del medio externo, a la vez que
mantiene en equilibrio el nivel de todos ellos dentro del cuerpo.
Reproducción
La reproducción de los Vertebrados es sexual salvo excepciones (ejemplo de algunos peces con casos de
hermafroditismo), habitualmente mediante sexos separados, con fecundación interna o externa, y tanto
vivíparos como ovíparos. Los mamíferos presentan la mayor complejidad, en los cuales el embrión se
desarrolla en el interior de la madre recibiendo el alimento a través de la placenta. Después de nacidas
las crías la administración del alimento se efectúa mediante la leche segregada por las glándulas
mamarias.
Clasificación
Los Vertebrados se clasifican en ocho grandes grupos: Placodermos (peces fósiles), Agnatos o
Ciclóstomos (peces sin mandíbulas, fósiles en su mayoría), Condriticios (peces cartilaginosos),
Osteicticios (peces óseos), Anfibios (ranas, sapos, tritones), Reptiles (culebras, lagartos, tortugas,
cocodrilos), Aves y Mamíferos.
Los Placodermos
Los Placodermos son un grupo de peces ya extinguidos con origen en la era Paleozoica; vivieron entre el
periodo Silúrico (hace 450 millones de años) y el Pérmico (hace 280 millones de años); durante el
Devónico (hace 400 millones de años) tuvieron la mayor proliferación. Eran peces pequeños y con
formas extrañas. Se caracterizaron por tener la piel cubierta de placas. Aunque vivían en aguas dulces,
consiguieron colonizar también el mar. De estos animales derivaron los actuales peces, y fueron los
primeros vertebrados que adquirieron los dos rasgos que se han mantenido con posterioridad en todos
los grupos, es decir, poseer mandíbulas y dos pares de extremidades.
Los Agnatos son una superclase de Vertebrados acuáticos con caracteres muy primitivos (los primeros
que aparecieron en la Tierra), y conocidos como "peces sin mandíbulas" por estar desprovistos de
maxilares; la boca está transformada en una ventosa provista de dientes córneos que aplican sobre la
piel de las presas, y sobre la que ejercen una fuerza de aspiración capaz de abrir los tejidos. Poseen un
cuerpo anguiliforme no mayor de 1,3 m., carente de escamas, esqueleto interno cartilaginoso, sin aletas
pares, y no presentan un cráneo como tal (los fósiles sí disponían de una armadura ósea externa).
La mayoría de las especies de Agnatos (todos los de la subclase Ostracodermos) se han extinguido;
actualmente solo sobreviven los de la subclase Ciclóstomos, que agrupan a las clases Mixines (mixinos)
y Cefalaspidomorfos (lampreas). Éstos, los mixinos y lampreas (apenas un grupo de tan solo 84
especies), son los últimos representantes actuales de aquellos primitivos animales de la Era Paleozoica,
que surgieron hace unos 510 millones de años (a principios del periodo Ordovícico), y que fueron muy
abundantes hasta su desaparición hace unos 370 millones de años (a finales del periodo Devónico).
Estos animales siguen alimentándose de una forma muy primitiva que no se da en el resto de
vertebrados; son chupadores de sangre en el caso de las lampreas, y necrófagos en el caso de los
mixines; habitan en las aguas templadas de ambos hemisferios, y en las tropicales más frías.
Ostracodermos
Los Ostracodermos son una subclase de Agnatos, en la actualidad todos fósiles, considerados como los
vertebrados más antiguos que se conocen. Eran pequeños peces sin mandíbulas (aunque algunos
alcanzaban los 60 cm. de largo), fundamentalmente de agua dulce, que habitaron la Tierra
aproximadamente entre los 500 y 350 millones de años. Estaban recubiertos de escamas y una pesada
coraza o escudo óseo, motivo por el que se movían por los fondos alimentándose de los detritus que allí
se iban depositando.
Ciclóstomos
La subclase Ciclóstomos (mixinos y lampreas) son los Agnatos que nos interesa destacar y profundizar,
pues no sólo son los únicos emparentados con los Ostracodermos que sobreviven actualmente, sino
incluso los únicos de todos los Agnatos conocidos. Presentan aspecto parecido a las anguilas, aunque de
tamaño menor, y habitan en aguas marinas y dulces. A diferencia de los antiguos Ostracodermos, los
Ciclóstomos han perdido la coraza, y su piel está recubierta de un mucus en vez de escamas. Tienen un
esqueleto cartilaginoso reducido, con una notocorda que persiste en la fase adulta. Disponen de un
órgano sensorial situado en los laterales del cuerpo, la línea lateral, mediante el cual perciben ondas de
presión (movimientos del agua) que le ayudan a conservar el equilibrio.
No dispone de estómago. Poseen un tubo digestivo con una boca dotada de ventosas para asirse a sus
presas, y que aloja unos dientes córneos capaces de perforar los tejidos. Respiran mediante unas bolsas
branquiales que parten de la faringe, a través de la cual penetra el agua de la que extraen el oxígeno,
para posteriormente salir a través de las hendiduras branquiales que tienen situadas en los laterales
cefálicos. Disponen de un corazón que consta de una aurícula, un ventrículo y un seno venoso; y un
sistema arterial y venoso en circuito cerrado. El sistema excretor consta de dos riñones.
La fecundación es externa. Las crías (de no más de 7 mm.) pasan varios meses en la fase larvaria,
inmóviles en el barro, y alimentándose por filtración de las sustancias orgánicas que transporta el agua.
Hasta llegar al estado adulto sufren una metamorfosis complicada.
La subclase Ciclóstomos agrupa a las clases Mixines (mixinos) y Cefalaspidomorfos (lampreas).
Mixines
Los Mixines son una clase de Agnatos Ciclóstomos de cuerpo serpentiforme o anguiliforme, cartilaginoso
y provisto sólo de una aleta caudal desde la parte superior a la inferior del cuerpo. No alcanzan tamaños
superiores a los 91 cm. La piel posee numerosos poros a través de los cuales segregan un mucus que
los hace muy viscosos al tacto. Tienen la boca circular en posición ventral circundada por ocho cirros o
barbillones cortos y carnosos.
En el paladar presentan un único diente, y en la lengua dos hileras de dientes córneos y fuertes que se
renuevan cíclicamente que le sirven para roer y atravesar la piel de sus presas, de las que pueden
alimentarse en poco tiempo consumiendo varias veces su propio peso. La respiración se realiza por
medio de entre 5 y 15 aberturas branquiales externas que poseen a ambos lados del cuerpo. Los ojos
son rudimentarios.
Se conocen alrededor de unas 43 especies, todas habitantes de los fondos en aguas templadas. Son
fundamentalmente necrófagos (consumen la carne y vísceras de los peces muertos), aunque también
parásitos de los peces (viven fijos a ellos). Los mixines no poseen fase larvaria; el desarrollo es directo.
Los Mixines agrupan el orden Mixiniformes, al cual pertenecen los géneros Myxine y Bdellostoma. El
mixino del Atlántico (Myxine glutinosa) es la especie más conocida; mide alrededor de 38 cm. de
longitud y es de color rojizo brillante. Otra especie de mixinos es el del Pacífico ( Eptatretus stouti).
Cefalaspidomorfos
Los Cefalaspidomorfos son una clase de Agnatos Ciclóstomos conocidos vulgarmente como lampreas.
Presentan cuerpo cartilaginoso, alargado, cilíndrico y desnudo; aletas dorsales impares (a menudo
contiguas), boca circular situada en el extremo anterior de la cabeza y provista de dientes córneos. A
cada lado del cuerpo tienen siete bolsas branquiales comunicadas con el exterior mediante orificios. Se
conocen alrededor de 41 especies, tanto de mar como de agua dulce. Son ectoparásitos (parásitos
externos de los peces) y necrófagos (se alimentan de carroña). Algunas especies se alimentan
básicamente de sangre, como las marinas, pero también hay otras que recurren a los tejidos musculares
de sus víctimas.
Las lampreas realizan la puesta de huevos en los fondos marinos o de los ríos, enterrándolos en la
arena. Las crías nacen después de dos semanas y se alimentan de residuos y vegetales. Al contrario que
los Mixines, las lampreas presentan una metamorfosis que se produce después de unos tres años. A
esta clase pertenece la familia Petromizontes, que integra los géneros Petromyzon y Lampreta, ejemplo
de la lamprea de río (Lampreta fluviatilis) y lamprea de mar (Petromyzon marinus).
Los peces son una superclase de animales vertebrados acuáticos gnatostomados (quiere decir provistos
de mandíbulas articuladas). Están dotados de aletas pares y respiran por branquias. Son
fundamentalmente poiquilotermos, es decir, no pueden regular su propia temperatura corporal, motivo
por la cual ésta varía según la temperatura ambiental.
Los peces son mayoritariamente marinos, aunque existen variadas especies de agua dulce (trucha,
esturión, carpa, barbo, lucio, etc.). La excepción a ambos hábitats la presentan los salmones y anguilas,
que dividen el ciclo vital entre el mar y los ríos, entre los que realizan largas migraciones para realizar
las puestas.
Los peces se dividen en Condroíctios (de esqueleto cartilaginoso), y Osteicticios (de esqueleto óseo).
Entre los Condroíctios destacan algunas especies depredadoras muy conocidas, como el tiburón blanco;
o que se alimentan de plancton, como el tiburón ballena. Por su parte, los Osteicticios están muy
diversificados; existen grupos gregarios, como los de la familia Clupeidos (sardina, boquerón,
arenque...), que se desplazan en grandes bancos; periformes (atún, caballa...); depredadores
(barracuda, lucio, piraña...); y también otros con dieta fitófaga y micrófaga (carpas, mugílidos, etc.).
Muchos peces son bentonicos; viven en los fondos arenosos y semienterrados (rodaballo, lenguado...), o
con formas abisales (que poseen órganos luminosos).
Condroíctios
Los Condroíctios son una clase de peces bastante homogéneo con respecto a los Osteíctios, casi todos
marinos depredadores y necrófagos, caracterizados por su esqueleto cartilaginoso más o menos
calcificado, notocorda persistente en la fase adulta, aunque reducida, cola heterocerca (aleta caudal con
lóbulos desiguales), y fosas nasales incomunicadas con la cavidad bucal. Poseen aletas pares (ventrales
y pectorales) e impares (una caudal, una anal y dos dorsales), todas ellas sostenidas mediante piezas
cartilaginosas. La piel está recubierta de unas escamas que semejan dientes ( dentículos dérmicos). La
boca esta situada en posición ventral y transversal.
La piel de los Condroíctios posee varias capas epidérmicas y una dermis muy gruesa, que les aportan
una gran dureza y resistencia. Bajo la dermis disponen de numerosos dientecillos o dentículos dérmicos
que cubren todo el cuerpo, también llamadas escamas placoideas con objeto de diferenciarlos de las
escamas típicas de los peces Osteíctios.
El estómago es ancho y el intestino está provisto de una válvula en forma de espiral que facilita una
mejor absorción. No disponen de opérculos (agallas, conchas, etc.) ni vejiga natatoria. Respiran
mediante branquias laminares, las cuales capturan el oxígeno del agua que irriga la sangre. El aparato
circulatorio es cerrado; consta de un corazón dividido en dos cámaras, arterias, y vasos diversificados
por todo el cuerpo. Una curiosidad de esos animales es el alto contenido de urea en la sangre, cosa que
no ocurre en ningún otro vertebrado, y se estima que procede de una adaptación secundaria al agua del
mar a partir de antepasados de agua dulce.
En los Condroíctios se distinguen numerosos receptores sensitivos, tales como ojos complejos (aunque
de escasa agudeza visual), olfativos o gustativos. También poseen terminaciones nerviosas a ambos
lados del cuerpo (la línea lateral), que les permiten detectar las vibraciones del agua (los movimientos
que se realiza a su alrededor). También disponen de receptores de gravedad para estabilizar el cuerpo
durante los desplazamientos de giro. Se estima que no perciben sonidos.
La reproducción es ovípara mayoritariamente, pero también se da en algunos tiburones la reproducción
ovovivípara o vivípara. La fecundación es interna. El embrión se desarrolla dentro del huevo mientras
dura el vitelo, alimentándose posteriormente por sí mismo.
Los Condroíctios se dividen en dos subclases Elasmobranquios, Plagiostomos o Seláceos, entre los que
se incluyen los tiburones gigantes de hasta 15 m. de longitud, las rayas, pintarrojas, etc.; y Holocéfalos
(quimeras).
Holocéfalos
Los Holocéfalos son una subclase de peces Condroíctios conocidos como quimeras, caracterizados por
carecer de espiráculos y presentar 4 pares de branquias. Este grupo, que constituye especies muy
diferentes a los demás Condroíctios, han permanecido apenas sin variaciones evolutivas desde su
aparición en el periodo Jurásico. Se trata de animales de aspecto extraño, con una gran cabeza cónica y
achatada, boca rodeada de unos labios en forma de pico de loro, cuerpo cilíndrico y alargado; cola larga,
fina y delgada con aspecto de látigo; grandes ojos sin párpados. Carecen de costillas. Nadan con las
aletas pectorales, que tienen muy desarrolladas. Son marinos y generalmente bentónicos de aguas
profundas. Los Holocéfalos comprenden un solo orden, los Quimeriformes, y tres familias: Quiméridos,
Calorrínquidos y Rinoquiméridos.
Osteíctios
Los Osteíctios son una clase de peces caracterizados fundamentalmente por su esqueleto óseo (en todo
o en parte), pero también porque su cuerpo está típicamente dotado de aletas pares o impares, en
forma de huso y desnudo o cubierto de escamas. Según el tipo de escamas se distinguen las Ganoideas,
con forma de rombo y recubiertas de un duro esmalte (son típicas en los peces más primitivos); las
Cicloideas, con borde posterior redondeado; y las Ctenoideas, que presentan una zona espinosa
descubierta en forma de peine (son típicas de peces evolucionados).
Los Osteíctios son peces con una adaptación notable a todos los medios, tanto marino como
dulceacuícola, y en condiciones desfavorables. Los órganos sensitivos (vista, oído, receptores
Dipnoos o Ceratodiformes
Los Dipnoos o Ceratodiformes son peces que comprenden individuos que pueden respirar también
mediante pulmones, por tanto pueden utilizar también el oxígeno de la atmósfera. Tienen un esqueleto
básicamente cartilaginoso.
Crosopterigios
Los Crosopterigios tienen cuerpo alargado, esqueleto más o menos calcificado, escamas cicloideas, y
respiración branquial o pulmonar. Fueron peces muy abundantes en otras eras geológicas
(especialmente en el Devónico); actualmente han quedado reducidos a unas pocas especies vivientes.
Tienen la característica de poder sobrevivir fuera del agua durante bastante tiempo, aunque en estado
de quiescencia, gracias a que la vejiga natatoria es un pulmón transformado.
Actinopterigios
Los Actinopterigios tienen cráneo cartilaginoso (en parte calcificado) recubierto por husos dérmicos,
aletas con radios, y un solo par de aberturas branquiales cubiertas por un opérculo. Esta subclase
agrupa a los superórdenes Braquipterigios (peces muy primitivos con cuerpo de aspecto serpentiforme),
Condrósteos, Holósteos y Teleósteos. Los Actinopterigios comprende numerosas especies, entre ellos la
mayor parte de los peces comunes que conocemos (generalmente integrados en el superorden
Teleosteos), tales como truchas, salmones, sardinas, lucios, percas, arenques, etc.
Holósteos
El superoden Holósteos agrupa a peces de esqueleto casi totalmente osificado, con escamas ganoides y
notocorda persistente. Representan un grupo de animales de transición entre los Condrósteos y
Teleósteos. Comprenden dos órdenes: los Amiiformes y los Lepisosteiformes.
Telósteos
El superorden de los Teleósteos agrupa a peces de esqueleto óseo, cola homocerca, escamas cicloideas
o ctenoideas, Vejiga natatoria habitualmente presente. Carecen de espiráculos. Como se ha dicho, en
este grupo se integran la mayoría de peces comunes y formas más evolucionadas, por ello daremos un
breve repaso a los órdenes y familias más importantes y representativos:
Anguiliformes: Es un orden de Teleósteos que integra a peces con formas alargadas y serpentiformes,
ejemplo de las morenas, congrios y anguilas.
Cipriniformes: Es un orden de Teleósteos con más de 6.000 especies dispersas por todos los
continentes. Habitan casi exclusivamente en aguas dulces. Algunas de ellas son objeto de cría y muy
conocidas por su cromatismo. Comprende varias familias: Carácidos, ejemplo de las famosas y temidas
pirañas; Gimnótidos, como la anguila eléctrica; o Ciprínidos, entre los que destacan la carpa, barbo o
pez rojo.
La temida piraña
es un Teleósteo
perteneciente al
orden
Cipriniformes,
familia Carácidos
Equeneiformes: Es un orden de Teleósteos caracterizados por tener la primera aleta dorsal (situada en
la parte superior de la cabeza), transformada en un órgano en forma de disco adhesivo con el cual se
adhieren a los vertebrados acuáticos, e incluso a los cascos de los buques. Sus escamas son pequeñas y
cicloideas. Se alimentan de ectoparásitos. Comprende una única familia, los Equeneidos, que integra a
géneros como Edreneis y Remora.
Esociformes: Es un orden de Teleósteos al cual pertenece la familia Esócidos, en la que se encuentra
incluida una especie de agua dulce, el lucio, un voraz depredador que está dotado de mandíbulas muy
potentes.
Gadiformes: Es un orden de Teleósteos de cuerpo más o menos alargado, escamas cicloideas, provistos
de aletas sin radios espinosos, y con aleta caudal homocerca. Habitan en aguas frías del Atlántico norte
y también en el Mediterráneo. Comprende una familia muy importante, los Gádidos, con especies muy
conocidas y de gran interés económico, como la merluza o el bacalao.
Lofiformes: son un orden de Teleósteos de enorme boca, piel desnuda, aletas carentes de espinas, y
aletas pectorales sostenidas por un corto brazo. Suelen vivir en aguas poco profundas arenosas y
fangosas. Comprenden dos familias, Lófidos y Antenáridos, que incluyen el género Lophius, al que
pertenece una especie muy apreciada gastronómicamente, el rape ( Lophius piscatorius).
Mugiliformes: Son un orden de Teleósteos muy extendido por todo el mundo. Poseen vejiga natatoria
cerrada, dos aletas dorsales, aleta caudal ahorquillada, y aleta anal opuesta a la segunda dorsal.
Algunas especies de este orden son útiles en acuicultura, y muy estimados por su carne y huevas,
ejemplo del Mujol (Mugil cephalus), de la familia Mugílidos.
Perciformes: Es el orden de los Teleósteos más importante y extenso de toda la clase Osteíctios, tanto
por el número como por la variedad de especies que integra. Presentan cuerpo en forma de huso o cinta
(ésta última más raramente), desnudo o con escamas ctenoideas o cicloideas, y aletas dotadas de un
determinado número de radios espiniformes.
Este orden agrupa a numerosos subórdenes y familias; las familias más importantes son: Serránidos,
que incluye la lubina o róbalo; Garándidos, con el jurel como el más representativo; Múlidos, que incluye
al salmonete; Espáridos, al que pertenecen el besugo y la dorada; Escómbridos, que incluye la caballa;
Túnidos, con el atún como una de las especies económicas más importantes; y Xífidos, que incluye al
pez espada.
Pleuronectiformes: Son los conocidos como peces planos. Se trata de un orden de Teleósteos
caracterizado por su cuerpo muy deprimido (aplastado), y asimétrico (son los únicos vertebrados con la
simetría bilateral alterada). Poseen un sector pigmentado (donde se ubican los ojos), y otro sin
pigmento sobre el cual se apoyan en el fondo marino. Las aletas carecen de radios espiniformes y la
aleta caudal es homocerca. Habitan generalmente en los fondos arenosos. Comprende las familias
Citáridos, Escoftálmidos, Bótidos, Pleuronéctidos, Soleidos y Cinoglósidos, y en las cuales se incluyen los
géneros: Citharus, Brachypleura, Scophtalmus, Psetta, Pleuronectes, Platichthys, , Symphurus,
Cynoglossur, Paraplagusia, Hippoglossus o Solea. Las especies más conocidas y de gran interés
económico son el lenguado (Solea vulgaris) y el rodaballo (Psetta maxima).
Simbranquiformes: Son un orden de Teleósteos caracterizados por presentar las hendiduras branquiales
unidas ventralmente constituyendo una sola hendidura transversal. El cuerpo es anguiliforme y carente
de aletas pares. Prácticamente todas las especies son de agua dulce (existe una sola especie marina).
Tetraodontiformes: Son un orden de Teleósteos caracterizados por su gran cabeza, mandíbula superior
con los huesos inmóviles y soldados, piel recubierta de aguijones y escudos romboidales, y las aberturas
branquiales reducidas a una estrecha fisura. Habitan las aguas tropicales. La carne y vísceras de algunas
especies de este orden contienen un veneno mortal (ejemplo del género Arothron). Comprenden las
familias: Balístidos, Monocántidos, Tetraodóntidos, Ostraciónidos, Mólidos y Lagocefálidos.
Zeiformes: Son un orden de Teleósteosde cabeza grande, cuerpo oval, alto y comprimido, con la línea
lateral curva en el centro de los flancos. Presentan dos aletas dorsales y dos anales; la aleta caudal es
homocerca. A este orden pertenece la familia Zeidos.
Condrósteos
El superorden de los Condrósteos incluye el orden Acipenseriformes, actualmente el único de este grupo
caracterizado por tener parte del cráneo y el esqueleto cartilaginoso. Cuenta solamente con dos familias:
Acipenséridos y Poliadóntidos con algunas diferencias visibles. Los Acipenséridos presentan cinco hileras
longitudinales de placas óseas, cabeza prolongada, boca en posición ventral pequeña y sin dientes, y
barbillas en la parte inferior. Los Poliadóntidos tienen la piel lisa o cubierta de rudimentarias escamas, la
boca es ancha provista de dientes, y carecen de barbillas. En el orden Condrósteos están incluidos
algunos peces reliquia, como los esturiones (ejemplo del esturión común Acipenser sturio), cuyas huevas
constituyen el apreciado caviar.
Anfibios
Los Anfibios, también llamados batracios, son animales tetrápodos (con cuatro extremidades) y
anamniotas (con embrión desprovisto de amnio o membrana que envuelve al feto). Es el primero de los
grupos de Vertebrados que se han adaptado a la vida terrestre, pero que aún siguen muy ligados al
medio acuático ya que, salvo excepciones, en la reproducción sigue siendo imprescindible el agua para
la vida y desarrollo de las larvas. Se estima que los Anfibios proceden de peces pulmonados que
surgieron hace unos 280 millones de años.
Características generales
Los Anfibios presentan dos formas básicas en su anatomía externa: la de tritones, salamandras y
gallipatos, con cuerpo alargado y una cola bien desarrollada; y la de las ranas y sapos, que carecen de cola
y tienen el cuerpo más rechoncho o abombado. Tanto unos como otros son de escasa altura. Las
extremidades se dirigen lateralmente; en las ranas se distingue un par posterior mucho más desarrollado
que les faculta para dar largos saltos. Las formas de vida acuática suelen poseer membranas interdigitales
para nadar mejor.
Los Anfibios respiran por pulmones (salvo las larvas, que lo hacen por branquias). Los pulmones
consisten en dos sacos pequeños que se sitúan detrás y a ambos lados de la faringe, separados de ésta
por una superficie cartilaginosa llamada glotis. Aspiran el aire a través de las fosas nasales que
comunica con la cavidad bucal, motivo por el que deben cerrar forzosamente la boca durante ese acto.
También pueden recibir oxígeno a través de la piel (que carece de escamas y está muy vascularizada),
contribuyendo a la función respiratoria de manera importante.
La piel está constantemente húmeda, esto es debido a la secreción de numerosas glándulas mucosas
que poseen, las cuales pueden estar muy agrupadas presentando una superficie muy granulada, como
suele suceder en muchas especies de sapos. Determinadas especies disponen de glándulas salivares
parótidas transformadas, capaces de realizar secreciones toxicas de carácter defensivo.
En la anatomía interna de los Anfibios se distingue un esqueleto en cuyas extremidades aparecen varios
segmentos óseos, con adaptaciones para la locomoción en el medio terrestre. Las extremidades
anteriores poseen tres segmentos: el húmero; el radio-cubital (dos huesos fusionados); y el tercero
compuesto por una serie de huesos carpianos, metacarpianos y falanges de cinco dedos. Las
extremidades posteriores se distribuyen en número y forma similar: el fémur; el tibio-peroneo (dos
huesos fusionados); y el conjunto de tarsianos, metatarsianos y las falanges de los cinco dedos del pie.
Es de destacar que este esquema de extremidades básico se repite en el resto de vertebrados, tanto
reptiles, como aves y mamíferos, salvo algunas modificaciones de adaptación a los distintos tipos de
locomoción.
El aparato circulatorio de los Anfibios presenta un corazón con un ventrículo y una aurícula dividida en
dos cavidades por lo que, en comparación con los peces, se mejora la separación de la sangre arterial y
venosa.
Anatomía de la rana
El sistema nervioso de los Anfibios, aunque con escasos cambios, si está muy mejorado en lo que
respecta a los órganos sensitivos. Por ejemplo, se aprecia por primera vez una capacidad para captar
sonidos, al aparecer un hueso en el oído medio llamado columela, apoyado en la membrana del tímpano
por un extremo (el otro extremo se apoya en la ventana del oído interno). También se distinguen ojos
con dos párpados con una membrana lateral (nictitante). No se aprecia un olfato especialmente
desarrollado, aunque sí existe capacidad para detectar el olor de los alimentos, gracias al órgano
vomeronasal que se sitúa en el interior de las fosas nasales. También existen receptores táctiles
dispersos por la piel, capaces de captar sensaciones de frío, textura, etc.
El tubo digestivo está básicamente constituido de las mismas partes que la mayoría de los vertebrados.
El aparato excretor ya muestra alguna modificación importante, tal como la aparición de vejiga urinaria
en el grupo de la subclase de los Anuros, así como la reducción de la longitud de los riñones.
Los Anfibios son ovíparos. La reproducción es por sexos separados, mediante fecundación externa (ésta
se realiza siempre en el agua). Los huevos y larvas se desarrollan en el agua y sufren una acusada
metamorfosis.
Clasificación
Los Anfibios se clasifican en tres subclases: Ápodos (cecilias), Anuros (ranas y sapos), y Urodelos
(tritones y salamandras).
Existe una subclase fósil, los Estegocéfalos, que fueron los primeros anfibios en surgir.
Ápodos
Los Ápodos, también llamados cecilias, son un grupo de animales muy reducido, de cuerpo largo y
cilíndrico (como el de una serpiente), piel provista de numerosos surcos anulares y en ocasiones con
pequeñas escamas. Los ojos son rudimentarios. Pueden llegar a presentar hasta 200 vértebras. Son
ciegos y no poseen patas. Viven en regiones fundamentalmente tropicales, en galerías escarbadas bajo
tierra, de forma muy semejante a como lo hacen las lombrices de tierra. Con frecuencia son vivíparos.
Anuros
Los Anuros, también llamados saltadores, son los conocidos vulgarmente como ranas (de hábitos
acuáticos) y sapos (de hábitos terrestres). Se trata de anfibios desprovistos de cola en el estado adulto,
de cuerpo rechoncho, con la cabeza unida al cuerpo por un cuello muy corto; las extremidades
anteriores disponen de cuatro dedos libres, mientras que las posteriores (largas, musculosas y
adaptadas al salto) tienen cinco dedos unidos por una membrana. En las especies arborícolas (que viven
en los árboles), ejemplo de la Rana de San Antonio ( Hyla arborea), los extremos de los dedos disponen
de discos adhesivos.
La piel de los Anuros presenta cromatóforos de diferentes tipos, que les faculta para habilitar una amplia
variedad de colores en función del entorno. Algunas especies tienen glándulas que segregan sustancias
tóxicas. Los machos de los Anuros tienen la capacidad de emitir sonidos, haciendo circular el aire de los
pulmones a través de las cuerdas vocales de la laringe, y que en la mayoría de especies este sonido
suele quedar amplificado gracias una caja de resonancia en forma de sacos bucales. Poseen una lengua
extensible y pegajosa con la que capturan fácilmente presas voladoras, generalmente insectos.
La columna vertebral de los Anuros es más corta que en el resto de vertebrados. El esqueleto es óseo y
cartilaginoso. Como en la mayoría de anfibios, respiran por pulmones, pero intensifican esa función
mediante la absorción de oxígeno a través de la piel (aunque las larvas respiran por branquias).
Se reproducen por huevos, que depositan habitualmente en el agua, de donde saldrán las larvas o
renacuajos, los cuales poseen cola hasta su fase de adulto, en que la pierden y aparecen las patas.
Algunas especies de sapos incuban los huevos en bolsas que sitúan sobre sus patas, ejemplo del sapo
partero, o en repliegues de la espalda, ejemplo de la rana americana. La fecundación es siempre
externa.
Urodelos
Los Urodelos, también llamados caudados (en alusión a que poseen cola), son los conocidos como
tritones y gallipatos (de hábitos acuáticos o espacios cenagosos), y salamandras (fundamentalmente de
hábitos terrestres). Algunas familias de Urodelos disponen de pulmones escasamente desarrollados,
conservando las branquias externas durante toda la vida, ejemplo de los llamados Nécturos y Ajolotes
americanos, y Proteos europeos. Poseen un cuerpo más o menos alargado, con extremidades anteriores
tetradáctilas y posteriores pentadáctilas (éstas últimas están ausentes a menudo).
Salamandra
La fecundación es interna o externa. La metamorfosis es mucho más sencilla que en los Anuros (las
larvas se asemejan mucho a los adultos). Viven fundamentalmente en el hemisferio boreal, y más
raramente en algunas áreas del hemisferio austral.
Los Urodelos comprenden las familias Hinóbidos, Criptobránquidos, Sirénidos, Salamándridos,
Anfiúmidos y Pletodóntidos.
Reptiles
Los reptiles son Vertebrados amniotas (con embrión provisto de amnio o membrana que envuelve al
feto), y poiquilotermos (con incapacidad para regular la temperatura de su propio cuerpo). Aparecieron
a finales del periodo Carbonífero superior (hace unos 280 millones de años), y fueron muy abundantes
durante toda la era secundaria (hasta hace unos 65 millones de años).
Características generales
Los reptiles presentan cuerpo de forma variable, generalmente recubierto con un exoesqueleto de
escamas epidérmicas córneas, a veces con placas dérmicas óseas; las que cubren la cabeza (y en
ocasiones otras partes del cuerpo), reciben nombres especiales que determinan habitualmente el tipo de
especie. La piel carece de glándulas y puede presentar coloraciones muy variadas; en las tortugas y
galápagos la piel es muy gruesa, transformándose en los escudos del caparazón.
El esqueleto de los reptiles está muy modificado con respecto a los anfibios. Por ejemplo, en los
cocodrilos existe una separación entre vía digestiva y respiratoria por medio de un paladar óseo
secundario. La anatomía interna también presenta modificaciones en relación con los anfibios, como una
lengua con capacidad para realizar movimientos complejos, que les faculta además para airear y
estimular el órgano vomeronasal encargado del olfato; en el caso de los saurios la lengua constituye un
excelente órgano gustativo y táctil. Igualmente, se distingue un hígado y páncreas bien desarrollados.
La musculatura está especialmente desarrollada en las extremidades adaptadas para la locomoción;
éstas, salvo en las serpientes, son habitualmente pentadáctilos (poseen cinco dedos). En la mandíbula
de determinados reptiles cobra importancia la presencia del hueso dentario. La cintura torácica se
compone de: clavícula, interclavícula, precoracoides y coracoides; y la pelviana, de ilion, isquion y pubis.
La respiración de los reptiles es pulmonar; el aire penetra a la boca por los orificios nasales, sigue por la
tráquea, que posee una tapa cartilaginosa ( glotis), y llega a los pulmones a través de los bronquios. Los
reptiles no pueden recibir oxígeno a través de la piel, por eso disponen de pulmones bien desarrollados
divididos en múltiples alvéolos, para conseguir una mayor efectividad de la función pulmonar. Los ofidios
carecen de pulmón izquierdo o lo tienen muy reducido.
El corazón de los reptiles consta de tres cámaras (cuatro en el caso de los cocodrilos, que les facultan
para una mejor separación de la sangre arterial y venosa); el aparato circulatorio es en general muy
similar al de los anfibios. El aparato excretor lo constituyen dos riñones dorsales, cada uno de los cuales
desemboca en un uréter de la vejiga; la orina es conducida a la cloaca a través de la papila urogenital.
Una característica de la orina en las especies de ambientes secos es su concentración en ácido úrico,
que les permite conservar el máximo de agua; contrariamente, las especies de ambientes acuáticos
(como las tortugas) suelen excretar amoníaco.
El sistema nervioso de los reptiles, en comparación con los anfibios, destaca por poseer un encéfalo
mucho más complejo. Los órganos sensitivos (ojos, oído, olfato y equilibrio) están bien desarrollados. El
órgano vomeronasal, citado anteriormente, es exclusivo y complementa el sentido del olfato. Un sentido
característico de algunos reptiles (serpientes) es el órgano de Jacobson, consistente en dos fosas que se
sitúan entre los ojos y la nariz, y con capacidad para detectar las presas mediante el calor que emiten.
A excepción de algunos lagartos y tortugas terrestres herbívoros, la mayoría de reptiles son
depredadores, algunos muy voraces y temibles, ejemplo de las serpientes constrictoras o los cocodrilos.
Todos, a excepción de las tortugas, poseen dientes; en la cavidad bucal disponen de numerosas
glándulas, especialmente las glándulas venenosas de los ofidios, cuya sustancia tóxica es capaz de
desencadenar graves reacciones orgánicas y celulares que pueden desembocar en la muerte.
La actividad vital de los reptiles está limitada a las épocas más cálidas, precisamente por su
característica de animales poiquilotermos, y por la cual la temperatura corporal queda determinada por
la temperatura ambiental; de ahí que sea muy común observar a los reptiles literalmente "tomando el
sol". Habitan variados ambientes; los hay marinos, como muchos quelonios y algunos ofidios e iguanas;
de agua dulce, como los galápagos, variados ofidios como las culebras, y los cocodrilos; y también
terrestres, de terrenos secos (ejemplo de los saurios), montañosos o boscosos, e incluso subterráneos
(como la culebrilla ciega), o de vida arborícola (como el camaleón).
Los reptiles son fundamentalmente ovíparos y de sexos separados; también se da el viviparismo y
ovoviviparismo, como en las víboras y otras serpientes. La hembra suele enterrar los huevos y dejar que
se incuben al calor del sol. La fecundación es interna (los machos poseen órganos copuladores).
Clasificación
Los reptiles se clasifican en 6 subclases, de las cuales actualmente solo existen tres con representantes
vivos:
Sinápsidos (Terápsidos y Pelicosaurios), ya extinguidos, algunos con espinas dorsales muy alargadas, y
que dieron lugar a reptiles semejantes a los mamíferos.
Ictiopterigios (Ictiosaurios), ya extinguidos, depredadores, de cuerpo pisciforme (habitaban el medio
marino) y con las extremidades en forma de aleta.
Sinaptosaurios (Plesiosaurios), ya extinguidos, con cuerpo de hasta 9 metros de longitud, cola y cuello
largo, cuerpo compacto y cabeza pequeña; habitaban el medio marino.
Anápsidos (tortugas y galápagos).
Lepidosaurios (lagartos y serpientes)
Arquisaurios (cocodrilos).
Anápsidos
La subclase de los Anápsidos agrupa a los órdenes de los Quelonios (tortugas y galápagos), y
Cotilosaurios (los reptiles más primitivos que se conocen, desaparecidos en el periodo Triásico y de los
cuales se estima derivaron los demás reptiles).
Los Quelonios constituyen el único orden de reptiles de Anápsidos con representantes actuales vivos.
Como se ha dicho, son las conocidas tortugas y galápagos. Se trata de animales muy longevos,
caracterizados por su robusto caparazón óseo. Presentan un tronco corto y ancho, deprimido en
ocasiones. El caparazón es de forma variable, convexa en su parte superior o dorsal, y plana en la
inferior o ventral (peto). Tanto la cabeza, como las extremidades anteriores, posteriores y cola,
sobresalen de la coraza.
Según las especies, la cabeza, patas y cola permanecen siempre fuera del escudo, como en las tortugas
marinas, o son retráctiles total o parcialmente, como en las tortugas terrestres.
Las especies acuáticas y subacuáticas (la gran mayoría), disponen sus extremidades en forma de pala
adaptadas a la natación, mientras que las terrestres finalizan en dedos cortos que albergan uñas
robustas. La boca carece de dientes; los maxilares superior e inferior están recubiertos por el pico (una
capa córnea).
Las tortugas son ovíparas; efectúan la puesta en la arena, donde entierran los huevos. Las especies de
mayor tamaño son las laúd (marinas de hasta 2,40 m.); las terrestres más grandes son las tortugas
gigantes de las Islas Galápagos (hasta 1,20 m.). Los Quelonios comprenden los subórdenes Tecóforos y
Átecos, ésta con una única familia, los Dermoquélidos.
Lepidosaurios
La subclase Lepidosaurios se divide en los órdenes
Escamosos (lagartos y serpientes), y Rincocéfalos
(Tuátaras).
Escamosos
Los Escamosos son un orden de reptiles (superorden para
algunos autores) que agrupa a los subórdenes Ofidios
(serpientes y culebras) y Saurios (lagartos). El nombre es
indicativo de la característica que presenta el cuerpo,
recubierto de pequeñas escamas. Se trata del grupo que El monstruo de Gila ( Heloderma horriudum) es
un saurio venenoso del orden Escamosos
comprende la mayor parte de reptiles vivientes (alrededor
de un 95%).
Saurios: son los conocidos como lagartos. Se trata de
reptiles generalmente de cola larga, boca sin capacidad de
dilatación, cintura escapular, cuatro patas bien desarrolladas
que, aunque adaptadas a la locomoción, no impiden que el
abdomen y la cola se arrastren durante el desplazamiento.
Las escamas que poseen en la cabeza y en ocasiones en
otras partes del cuerpo, tienen su propia denominación y les
dan carácter sistemático para determinar las especies. Los
párpados son libres (móviles). La serpiente de cascabel es un ofidio
Los lagartos son habitualmente insectívoros, aunque perteneciente al orden Escamosos, subclase
también existe una minoría de depredadores que cazan Lepidosaurios
pequeños vertebrados, ratones, ranas y sapos; existe
también una pequeñísima representación de herbívoros. Algunos lagartos son venenosos, como los
monstruos de Gila (Heloderma horridum). Generalmente tienen dimensiones reducidas, pero se
distinguen algunas especies que pueden superar los 3 m. de longitud y los 150 kg. de peso, ejemplo de
un lagarto de la familia de los Varánidos (Varanus komodensis o dragón de Komodo), que habita en
cuevas en las islas de Malaysia, de donde sale únicamente para cazar aves y pequeños mamíferos. Un
mecanismo de defensa de los lagartos, que le confiere además una característica muy particular, es la
de poder desprenderse de parte de la cola, la cual regeneran posteriormente en muy poco tiempo. Son
de reproducción ovípara, y en ocasiones ovovivípara. Comprenden numerosas familias.
Ofidios: son los conocidos como serpientes y culebras. Se trata de reptiles carentes de extremidades
anteriores y posteriores, por ese motivo se desplazan reptando (en algunos géneros existen
extremidades anteriores muy rudimentarias). Presentan tronco y cola alargados, con una cabeza que
puede estar más o menos diferenciada del cuello. El cuerpo está revestido de una capa córnea gruesa y
dividida en elementos (puede tener hasta 500 vértebras, cada una con un par de costillas). Las costillas
son muy curvadas y no disponen de esternón. No disponen de párpados móviles, sino que existe uno
fijo y transparante recubriendo todo el globo ocular. La lengua es larga, delgada y bifurcada. Según la
distribución y forma de los dientes, los ofidios se clasifican Aglifos, cuando presentan dientes macizos;
Opistoglifos, si tienen los dientes acanalados; y Solenoglifos, cuando presentan un único canal.
Los ofidios son exclusivamente carnívoros. Disponen de mandíbulas unidas mediante ligamentos, que le
confieren una capacidad de distensión tal, que pueden tragarse enteras presas de tamaño muy superior
al de su propio diámetro. Son mayoritariamente terrestres, habitantes de cuevas, suelo, árboles, etc.,
aunque también se distinguen especies de agua dulce o incluso marinas. Muchas serpientes son
venenosas, pero existen mucha diversificación en cuanto a las características de los venenos y su
toxicidad. Así, se distinguen venenos con principios activos variables y acciones neurotóxicas (tóxico del
sistema nervioso), hemorrágicas (rotura de los vasos sanguíneos), hemolíticas (destrucción de los
hematíes de la sangre), coagulantes (solidificación de la sangre que impide su circulación), etc.
Los ofidios se reproducen de forma ovovivípara o vivípara. Realizan mudas enteras de la piel 3 o 4 veces
al año. Comprenden unas 2.300 especies distribuidas en las familias Boidos, Anílidos, Uropéltidos,
Xenopéltidos, Leptotiplófidos, Acrocóridos, Colúbridos, Elápidos, Hidrófidos y Vipéridos. La familia
colúbridos es la que integra la mayoría de especies vivientes, tanto inofensivas como moderadamente
venenosas. La familia Elápidos agrupa algunas especies famosas por ser muy venenosas, como las
mambas, cobras, áspides, serpientes de coral, etc. En la familia Vipéridos se incluyen a las víboras,
crótalos y serpientes de cascabel, todas ellas también muy venenosas.
Rincocéfalos
Los Rincocéfalos son reptiles con origen en el Mesozoico, actualmente representados por una única
especie viviente, el tuátara. Se caracterizan por presentar una cabeza prolongada en forma de pico. El
citado tuátara (Sphaenodon punctatus) es un verdadero fósil viviente, tiene forma similar a un lagarto
de grandes dimensiones, cabeza grande, ojos bien desarrollados, y una cresta dorsal formada por
tubérculos espinosos, que se extiende desde el occipucio hasta la cola. Habita en las islas de Nueva
Zelanda.
Arquisaurios
La subclase Arquisaurios comprende reptiles emparentados con los dinosaurios fósiles. Actualmente solo
existe un orden con representantes vivos, los Crocodlios, que incluyen los conocidos como cocodrilos,
caimanes y aligátores.
Presentan algunos de los caracteres adaptativos más modernos de los reptiles, y especialmente en lo
que respecta a su adaptación a la vida acuática, para poder respirar y nadar. Por ejemplo, disponen de
un aparato circulatorio mejor dotado para separar la sangre arterial y venosa, con un corazón dividido
en cuatro cámaras (al contrario que en el resto de grupos de reptiles, que sólo poseen tres); las
cavidades abdominal y torácica están separadas por un tabique derivado del peritoneo.
Anatomía de un cocodrilo
La boca de los arquisaurios está provista de paladar óseo; los pies están palmeados y la cola es fuerte y
lateralmente comprimida para facilitar la natación. Durante la inmersión pueden cerrar los orificios
nasales y contener la respiración. La piel de los cocodrilos está fuertemente protegida por gruesas
escamas córneas; en la zona dorsal disponen hileras de placas óseas bajo la dermis.
Todos los cocodrilos se reproducen ovíparamente. Son depredadores muy activos y voraces, con dientes
implantados en alvéolos de los huesos maxilares. Los de mayor tamaño son los cocodrilos africanos y
aligátores americanos. Los marinos son especies que pueden alcanzar los 10 metros de longitud; viven
en la desembocadura de los ríos, y en ocasiones penetra en el mar; se alimentan de peces, crustáceos,
aves, e incluso otros reptiles. Ocasionalmente puede atacar al hombre; habitan regiones de la India,
sudeste asiático, China meridional, Australia e islas Fidji.
La especie de cocodrilo más común es el africano o del Nilo ( Crocodylus niloticus), de longitud no
superior a los cuatro metros. Habita en los ríos y zonas pantanosas, especialmente en lugares provistas
de isletas o bancos arenosos, donde suele reposar al sol. Se alimentan fundamentalmente de aves
acuáticas, que sorprenden cuando éstas acuden a beber o descansar, momento en que surge del fondo
capturando la presa e introduciéndola en el agua para ahogarla y devorarla posteriormente. Tienen la
capacidad de permanecer mucho tiempo sumergidos al acecho de sus presas. Esta especie se distribuye
por el Nilo, Madagascar, islas Seychelles y Comores.
El orden Crocodlios comprende tres familias: Crocodílidos, Aligátoridos y Gaviálidos.
Aves
Las aves son una clase de vertebrados amniotas (con embrión provisto de amnios o membrana interna
que recubre el feto), de respiración pulmonar, y homeotermos (que mantienen la temperatura interna
constante e independiente de la del medio ambiente).
Constituyen uno de los grupos de animales, junto con los insectos y murciélagos, que han desarrollado
la capacidad de volar y colonizado con éxito el medio aéreo. En su evolución, estos animales sufrieron
notables modificaciones en las extremidades anteriores para convertirse en alas.
Características generales
El cuerpo de las aves tiene forma aerodinámica, y en el caso de las voladoras suele ser de reducido peso
y tamaño; en las no voladoras se tiende a lo contrario, ejemplo del avestruz.
Plumaje
La piel de las aves está recubierta de plumas; estas formaciones de la epidermis tienen la misión de
mantener la temperatura constante del cuerpo y servir como mecanismo de vuelo.
Una pluma típica presenta el cañón o parte córnea y hueca, el cálamo o zona basal perforada por donde
se inserta en la piel, y un raquis o eje macizo de la pluma desde donde se ramifican las barbas; a su
vez, de éstas se derivan las barbillas. El cuerpo está recubierto por las plumas coberteras, que son las
mayores y colaboran en el vuelo; las remeras están en las alas, y las timoneras en la cola; también
existen otras llamadas tectrices, más cortas y que sirven de protección térmica. Además de estas
plumas, se distingue otra variedad muy fina llamada plumón. Una vez al año las aves mudan las plumas,
siempre de forma gradual para mantener la regulación térmica. Las aves presentan en la base de la cola
la glándula uropigial, la cual segrega una especie de cera que el ave esparce con el pico por todo el
plumaje, haciéndolo impermeable y flexible.
La coloración del plumaje, que suele ser un carácter distintivo, es muy variable incluso en individuos de
la misma especie; así, en algunas de ellas se da el dimorfismo sexual: los machos presentan colores
muy llamativos y vistosos, especialmente en primavera coincidiendo con la época reproductora
(despliegue del llamado plumaje nupcial), con objeto de atraer a las hembras, mientras que éstas
apenas destacan para camuflarse mejor cuando están criando los pollos. La edad también suele
distinguirse en el plumaje de muchas especies, diferenciándose los individuos jóvenes de los adultos por
los distintos tonos que presentan.
Anatomía interna
La anatomía interna de las aves presenta modificaciones generalmente adaptadas y relacionadas con el
vuelo. El cuerpo suele ser ligero, con un esqueleto de reducido peso; huesos huecos, largos y delgados.
Las extremidades desarrollan una fuerte musculatura; el esternón se ensancha para dar así más
superficie de inserción a los músculos del vuelo; el músculo pectoral está muy desarrollado y es
fundamental para volar, se origina en el esternón y se inserta en el húmero. En el caso de las aves
corredoras, también se distinguen músculos bien desarrollados en las patas.
El aparato digestivo consta de un pico carente de dientes (tragan el alimento sin masticar). La boca tiene
un paladar secundario, lengua y la glotis. En mitad del esófago existe un ensanchamiento (el buche)
donde se almacena el alimento temporalmente. El estómago (molleja) dispone de paredes fuertes y
musculosas, con objeto de triturar el alimento que ingieren entero. El intestino es muy largo y finaliza en
la cloaca a través del ano.
Reproducción
Las aves se reproducen por huevos. Las hembras poseen el ovario izquierdo desarrollado y el derecho
atrofiado. En el oviducto, que es largo, se encuentran glándulas segregadoras de las membranas que
recubren los huevos: una sustancia calcárea (cáscara) y una albúmina (clara).
La fecundación es interna, mediante contacto de las cloacas; los machos disponen de dos testículos que
finalizan en la cloaca a través de conductos separados; no poseen órganos copuladores, salvo en los
avestruces y anátidas. La incubación de los huevos es llevada a cabo por uno o ambos progenitores,
aportándoles calor con sus propios cuerpos hasta que nacen los pollos.
Según las especies, las crías pueden ser nidífugas o nidícolas. Los pollos nidífugos tienen la peculiaridad
de nacer bastante desarrollados, esto les permite alimentarse por sí mismos y seguir a los padres en los
desplazamientos, ejemplo de los patos o las gallinas.
Los pollos nidícolas, por su parte, nacen escasamente desarrollados y sin plumas; necesitan permanecer
en el nido por un tiempo, siendo alimentados por los padres hasta que alcanzan un desarrollo suficiente
para abandonar el nido, ejemplo de las aves rapaces y los pájaros en general. Muchas especies están
condicionadas en su reproducción por los hábitos migratorios, pues necesitan realizar notables
desplazamientos entre sus áreas de invernada, y de cría en primavera, ejemplo de las cigüeñas, grullas,
torcaces, vencejos, golondrinas, garzas, anátidas, etc.
Ecología y comportamiento
Las aves, especialmente los paseriformes (pájaros), poseen un rasgo característico de comportamiento,
el de producir dos tipos de sonido: el canto y el reclamo. El canto suele ser exclusivo del macho, y
consiste en una serie de notas formando una melodía característica, que utiliza para atraer a las
hembras y también para marcar o delimitar su territorio. El reclamo, más que una melodía, es una nota
o una secuencia de notas muy corta, que emiten tanto los machos como las hembras, y que cumple una
función de comunicación social.
Los hábitats de las aves está muy diversificado. Se distinguen aves terrestres que evolucionaron hacia el
mar haciéndose nadadoras (pingüinos); marinas que habitan islotes, litorales, o viven próximos a la
costa (albatros, cormoranes, gaviotas, petreles, etc.); y acuáticas de agua dulce o que habitan en las
marismas, riberas o zonas lacustres (garzas, anátidas, flamencos, fochas, etc.).
Por su parte, en el medio terrestre, las aves han conquistado ampliamente todos los ecosistemas.
Algunas, como el avestruz o el ñandú, han perdido la capacidad de volar, por ello han desarrollado
grandes y robustas patas, y con dedos reducidos para facilitar la carrera; suelen ocupar nichos
ecológicos similares a los de los grandes mamíferos herbívoros.
Muchas otras aves habitan en los pastizales , los bosques templados (arrendajos, rapaces columbiformes,
coraciformes, trepadores, etc.), las turberas y brazales (muchas paseriformes y galliniformes), las selvas
tropicales (papagayos, tucanes, loros, cotorras, colibriés, quetzales americanos, etc.); y, finalmente,
muchas otras aves habitan el medio urbano, en compañía del hombre, del que también obtiene cobijo y
alimento, ejemplo de los gorriones, palomas, urracas, mirlos, gaviotas (en las zonas costeras), etc.
La alimentación de las aves es igualmente muy variada. Se distinguen aves depredadoras (rapaces como
las águilas o halcones), que capturan otras aves, pequeños reptiles o mamíferos; carroñeras (como los
buitres), que se alimentan de los animales muertos. Tanto las depredadoras como las carroñeras poseen
una gran agudeza visual, fuertes picos y garras potentes, que les permiten desgarrar los tejidos de sus
presas. También existen aves pescadoras (pelícanos, alcatraces, etc.);
insectívoras (como muchas paseriformes, picapinos, chotacabras, etc.);
granívoras, filtradoras (como los flamencos); omnívoras (como los cuervos); y
nectarívoras (como los colibriés).
Neognatas o Carenadas
Las Neognatas son las aves voladoras. Se caracterizan por poseer un esternón con quilla, y los
caracteres de las aves más evolucionadas.
Se integran en 22 órdenes muy numerosos, algunos de ellos muy representativos son los siguientes:
Esfenisciformes
El orden Esfenisciformes está formado por los vulgarmente llamados pájaros bobos e impropiamente
pingüinos. En realidad, pingüino era el nombre que se le daba a un ave que habitaba en el Atlántico
Norte (el Alca Real) actualmente ya extinguida; posteriormente se descubrieron unas aves similares en
el hemisferio austral que también fueron llamadas pingüinos.
habitualmente de vida acuática, zancudas, de cuerpo relativamente corto, cabeza mediana en relación con
el cuerpo; pico, cuello y patas en general largas, cola corta y dedos palmeados.
Gruiformes o ralliformes
El orden Gruiformes o ralliformes incluye las aves vulgarmente conocidas como grullas. Se trata de aves
acuáticas, terrestres o limícolas, de forma y tamaño variables, cuello largo, alas adaptadas para volar, y
habitualmente migratorias.
El orden galliformes incluye aves domésticas y cinegéticas muy conocidas y apreciadas, tales como las
gallinas, perdices, pavos y codornices. Se caracterizan por su cuerpo rechoncho, tamaño variable, pico
corto, robusto y con la punta encorvada, patas con cuatro dedos (tres de ellos dirigidos hacia adelante y
uno hacia atrás) y alas cortas. Las crías son nidífugas (abandonan el nido al poco de nacer).
Columbiformes
El orden Columbiformes agrupa a las populares y vulgarmente conocidas como palomas. Se trata de
aves con alas de longitud media, rápidas y buenas voladoras, pico débil y generalmente corto, patas y
cuello también cortos. Muestran habitualmente una cabeza pequeña con respecto al cuerpo (éste con
forma rechoncha), y unos orificios nasales que se abren al exterior formando una membrana carnosa.
Son de hábitos terrícolas y alimentación vegetariana o insectívora. Algunas especies de columbiformes
muy conocidas son:
Tórtola (Streptopelia turtur): más pequeñas que las palomas, de pico aguzado, negruzco, patas rojizas;
plumaje color ceniza, azulado en cuello y cabeza, pardo con manchas rojizas en el lomo, y cortado en el
cuello por rayas blancas. Es un ave muy común en la Península Ibérica.
Paloma bravía o silvestre (Columba livia): es un ave domesticable, antecesora de las más de 200 razas de
palomas domésticas, y que tienen su origen en Asia y Europa. Son de color gris azulado en el dorso,
pecho rojizo, abdomen azulado, marcas negras en las alas, y obispillo (parte final de la espalda)
blanquecino. El cuello tiene los costado iridiscentes, especialmente en los machos.
Falconiformes
El orden Falconiformes agrupa a las aves rapaces diurnas (águilas, halcones, cernícalos, buitres...).
Presentan un fuerte pico curvado, aguzado y cortante, alas fuertes y de vuelo potente (son muy buenas
planeadoras), cola mediana, patas con fuertes garras (terminadas en cuatro dedos con uñas curvadas), el
pulgar es opuesto y generalmente cubierto de plumas.
Estrigiformes
El orden Estrigiformes agrupa a las aves rapaces nocturnas (búhos, lechuzas, cárabos...). Presentan cabeza
ancha, ojos grandes y frontales rodeados de plumas dispuestas en forma circular, plumaje suave, pico
corto, fuerte y curvo. Poseen un oído muy fino capaz de permitirles la caza en la más completa oscuridad,
que consiguen mediante vuelos muy silenciosos gracias a que los extremos de sus plumas están
desflecados. Son activas depredadoras al acecho; generalmente de pequeños roedores, y son considerados
de gran valor ecológico por el control que realizan sobre las poblaciones de estos animales.
Paseriformes
El orden Paseriformes agrupa las aves conocidas comúnmente como pájaros (gorriones, golondrinas,
urracas, etc.). Constituye uno de los grupos de aves con mayor número de especies. Son aves de
pequeño o mediano tamaño, caracterizadas por poseer un pico de forma muy variable (generalmente
corto y duro), y patas con cuatro dedos (tres de ellos dirigidos hacia adelante y uno hacia atrás), con un
mecanismo muy adecuado para asirse a las ramas de los árboles. La siringe (órgano fonador) es
compleja. Son nidícolas o nidófilos (no abandonan el nido al nacer, ya que necesitan de los cuidados
paternos por un tiempo). Habitan en la mayoría de los ambientes y se han adaptado a diferentes regímenes
alimenticios, de ahí las adaptaciones que se manifiestan en los picos; por ejemplo, los hay insectívoros,
granívoros u omnívoros.
El gorrión (género
Paser) es una de las
numerosas aves
integradas en el
orden Paseriformes
Caprimulgiformes
El orden Caprimulgiformes agrupa los comúnmente conocidos como atajacaminos y Urutaú. Son aves de
ojos grandes, pico corto y ancho habitualmente cubierto de numerosas cerdas, cola larga, cuadrada y
bien desarrollada, patas bastante cortas y alas potentes. El colorido es discreto (grisáceo con manchas y
rayas negras). No construyen nidos y ponen los huevos directamente en el suelo. Se alimentan
principalmente de insectos que capturan durante el crepúsculo.
Cuculiformes
Los Cuculiformes son los popularmente conocidos como cuclillos ( Pirinchos y Crespín). Son de cuerpo
esbelto, pico curvado, patas cortas, alas puntiagudas, cola larga redondeada, y las partes superiores de
color gris azulado e inferiores claros. No cuidan a las crías sino que, astutamente, ponen los huevos en
los nidos de otras aves para que cumplan esa función.
Piciformes
El orden Piciformes agrupa los conocidos popularmente como picos o pájaros carpinteros. Se trata de aves
de costumbres eminentemente arborícolas y trepadoras. Durante la época de celo, o para buscar el
alimento, golpean con su pico los troncos de los árboles de una forma característica (a modo del
tamborileo de un zapapico). Anidan en huecos excavados en el tronco de los árboles Se caracterizan por
poseer el dedo anterior externo en dirección hacia atrás; los tendones y músculos de las patas también
están dispuestas de un modo característico; los huevos son muy blancos.
Los popularmente
conocidos como pájaros
carpintero se integran
en el orden Piciformes
Podicipitiformes
El orden Podicipitiformes agrupa los conocidos como somormujos y zampullines. Comprende una única
familia, los Podicipítidos. Son eminentemente acuáticos, excelentes nadadores y buceadores; habitan en
lagos y estanques en todo el mundo, excepto las tierras circumpolares y otras zonas muy concretas del
continente africano, Australia y Oceanía.
Los somormujos o somorgujos, se caracterizan por su pico puntiagudo, cuello erguido y dedos
lobulados. Los Zampullines son de pequeño tamaño, pico también puntiagudo, alas muy pequeñas y
plumajes brillante; los pies tienen dedos separados y lóbulos membranosos.
Mamíferos
Los mamíferos son una clase de vertebrados muy evolucionados y excelentemente adaptados al medio
terrestre. Son habitualmente tetrápodos (de cuatro patas), homeotermos al igual que las aves (que
mantienen la temperatura interna constante e independiente de la del medio ambiente), y amniotas
(que poseen embriones provistos de amnios o membrana interna que recubre el feto) con la diferencia
de que, al contrario que en las aves, los embriones se desarrollan en el útero de la madre.
Los primeros mamíferos conocidos datan del periodo Triásico superior y Jurásico inferior, los cuales
comenzaron a preponderar al final del Cretáceo conforme se manifestaba la decadencia de los reptiles.
Con posterioridad, secundariamente, algunos mamíferos ya adaptados al medio terrestre colonizaron de
nuevo las aguas o el medio aéreo.
Los mamíferos deben su enorme éxito evolutivo, en gran parte, a la eficacia de los mecanismos de
termorregulación, que les ha permitido colonizar todos los ecosistemas. Actualmente cubren todas las
latitudes de nuestro planeta, desde los polos hasta el ecuador. Existen mamíferos acuáticos (marinos y
de agua dulce), ejemplo de cetáceos como las ballenas, pinnípedos como las focas (que también viven
en tierra), sirenios como las vacas marinas, monotremas como el ornitorrinco, mustélidos como la
nutria, etc.; voladores, ejemplo de quirópteros como los murciélagos; planeadores, ejemplo de los
dermópteros y algunas "ardillas voladoras"; y terrestres, éstos extendidos por los más diversos hábitats:
regiones polares, trópicos, selvas, bosques templados, montañas, sabanas, desiertos, etc.
Durante su periodo adaptativo los mamíferos han manifestado una serie de mejoras o modificaciones
anatómicas, la mayoría de ellas directamente relacionadas con la locomoción y forma de alimentarse. Se
distinguen básicamente cinco tendencias evolutivas:
Aumento del tamaño del cuerpo, que les permitirá huir más fácilmente de sus posibles
depredadores; también para obtener o capturar mejor el alimento.
Reducción del número de dientes, los cuales se irán adaptando y especializando a las características
o régimen de alimentación, según sean carnívoros, herbívoros, insectívoros, etc., y por lo regular
diferenciándose en incisivos, caninos, premolares y molares (véase el apartado sobre dentición de los
mamíferos).
Aumento del tamaño del cerebro, el cual crece igualmente en complejidad y capacidad intelectual.
En el hombre y los primates, el encéfalo, o parte central del sistema nervioso que está encerrado en el
cráneo, destaca muy especialmente por ser el más complejo y desarrollado.
Mayor número de ambientes colonizados, pues como se ha dicho, se han extendido por todos los
medios (preferentemente el terrestre), y colonizado todos los hábitats, desde los más fríos e inhóspitos
hasta los más cálidos y desérticos.
Aumento del tamaño y potencia de las extremidades, que se fortalecen y adaptan al tipo de
marcha y también al tipo de alimentación (las cuatro extremidades o las dos inferiores, según el caso),
sea para correr, saltar, asir, desgarrar, e incluso volar como sucede con los quirópteros, etc.
tipo plantígrado, que apoyan toda la planta del pie al marchar (ejemplo del oso y los primates);
digitígrado, que se apoyan únicamente sobre los dedos y por tanto con un resultado más eficaz en el
momento de correr (ejemplo de los cánidos, como el zorro, perro, etc.); y ungulígrado, que apoyan sólo
la punta de los dedos revestidos por pezuñas (ejemplo de los perisodáctilos, como el rinoceronte).
Otros animales mamíferos también sufrieron modificaciones de las extremidades a consecuencia del tipo
de vida. Por ejemplo, los quirópteros (murciélagos), han desarrollado una membrana alar (el patagio)
que se extiende por todo el cuerpo y que les capacita para el vuelo (son los únicos mamíferos cuyas
extremidades están adaptadas para volar); los cetáceos (como las ballenas y delfines) y sirenios (como las
vacas marinas y manatíes) que están adaptados a la vida acuática, han perdido las extremidades
posteriores y la cintura pelviana, y las extremidades anteriores se han transformado en aletas.
Características generales
Los mamíferos se caracterizan por poseer, generalmente, el cuerpo cubierto de pelo (ausente o muy
reducido en unos pocos), glándulas mamarias, respiración pulmonar; labios móviles y la boca provista
de dientes. Son habitualmente vivíparos (ovíparos en casos excepcionales), con tegumento dotado de
glándulas sudoríparas y sebáceas. La cavidad general está dividida en otras dos cavidades (tórax y
abdomen) separadas por un membrana llamada diafragma. El cuerpo se divide en cabeza, tronco y cola
(ésta puede faltar en algunos grupos); el tronco presenta generalmente cuatro patas (en algunos casos
están ausentes o reducidas) adaptadas a variados tipos de locomoción. Las extremidades, a diferencia
de los reptiles, están dispuestos de tal forma que les permiten erguirse totalmente. También destaca en
los mamíferos la existencia de pabellones auditivos externos (oído externo) de los que carecen el resto
de vertebrados.
Las narinas (orificios nasales), así como la boca, suelen disponerse frontalmente en el rostro, en muchos
casos alargado en forma de hocico. En esta zona también se distinguen en muchos grupos las
denominadas vibrisas, consistentes en unos pelos largos con capacidad sensitiva. El tamaño de los
mamíferos oscila entre los 4 cm. y los 35 m.
Piel
La piel de los mamíferos suele estar recubierta de pelos en la mayoría de ellos. En realidad, las faneras
(tejidos córneos de la piel) son muy variadas en los mamíferos; se distinguen pelos, escamas córneas,
cuernos; uñas, garras y pezuñas. La piel también alberga distintas glándulas: sebáceas, sudoríparas,
olorosas y mamarias.
Pelos
Los pelos están formados por las raíz, que se encuentra insertado en una depresión de la piel (el folículo
piloso), y el tallo, que está compuesto de células córneas muertas y dispuestas en capas concéntricas.
Los pelos están lubricados por las glándulas sebáceas, y pueden ser movidos (erizados) mediante los
músculos horripiladores. Además de un medio de protección de la piel, los pelos constituyen un
excelente termorregulador o aislante térmico.
Escamas córneas
Las escamas córneas suelen ser extrañas en los mamíferos, pero algunos primitivos, como los
armadillos, disponen sobre la piel del dorso y cola una protección a base de placas córneas articuladas
que les permiten arrollarse como una bola; también se distinguen escamas en la cola de algunos grupos
como los roedores.
Cuernos
Los cuernos son cada una de las prolongaciones óseas del hueso frontal (de la cabeza o el hocico).
Pueden ser queratinizados (formados por la queratina o proteína fibrosa producida en la capa externa de
la piel), sin hueso, como sucede con los rinocerontes; o cavitarios, en que la prominencia ósea está
recubierta por un estuche córneo, ejemplo de los bóvidos, ovinos, cérvidos, etc. Los cuernos tienen
habitualmente una función de defensa y ataque, suelen ser por ello curvos y puntiagudos.
Uñas y garras
Las uñas son formaciones córneas epidérmicas, que recubren la parte dorsal y terminal de los dedos, no
sólo de los mamíferos, sino también de muchos otros vertebrados terrestres. Son típicas de los primates.
Además de una función defensiva o de agresión, sirven también como protección para los dedos. En
muchos mamíferos las uñas son retráctiles para evitar su desgaste durante la carrera.
Las garras son las patas armadas con uñas corvas, fuertes y agudas. Su naturaleza es fruto de la
evolución convergente, por adaptaciones a la alimentación. Son características sobre todo de los
insectívoros, carnívoros y quirópteros.
En el caso de los insectívoros, destacan los osos, cerdos y marsupiales hormigueros, los cuales han
desarrollado poderosas garras que les permiten abrir o rasgar los hormigueros y termiteros, para
alimentarse de las colonias que residen en ellas. Estas garras suelen ir complementadas también por
evoluciones en el hocico, normalmente en forma tubular y alargado, para así penetrar más fácilmente en
las galerías y alcanzar los nidos de insectos. En el caso de los carnívoros, las garras están especialmente
diseñadas para lacerar la carne de sus presas.
Pezuñas
Las pezuñas son el conjunto de pesuños de las patas de animales ungulados; ejemplo de los perisodáctilos
(como los caballos, tapires, rinocerontes, etc.), y artiodáctilos.(como los cerdos, cabras, antílopes,
hipopótamos, etc.). Al andar, los ungulados marcan sólo las pezuñas, que están normalmente reducidas a
uno o dos dedos.
Las pezuñas tienen una función de protección de las zonas blandas, que podrían sufrir la erosión por el
peso del animal; o por el impacto si son animales saltadores. En el caso de las cabras, por ejemplo, sus
pezuñas poseen unas características morfológicas que, además de un excelente agarre a la superficies
rocosas, les permite dar grandes saltos entre las rocas sin sufrir daños. Esto es debido al fenómeno
conjunto de desgaste y amortiguación respectiva entre las partes internas y externas de la pezuña (el
subunguis y el unguis), permitiendo así que la pezuña mantenga un crecimiento constante conforme se
realiza la erosión de la superficie endurecida.
Glándulas cutáneas
Una característica de la piel de los mamíferos es la existencia de distintos tipos de glándulas cutáneas:
sebáceas, sudoríparas, olorosas y mamarias. Las sebáceas tienen la misión de segregar sustancias
grasas que permiten mantener la piel elástica e impermeable y lubricar el pelo; las sudoríparas permiten
la eliminación del sudor a través de la piel (algunos mamíferos carecen de ellas); las olorosas proveen
un medio para marcar y delimitar el territorio en que se mueven; y las mamarias permiten segregar (en
el caso de las hembras) la sustancia láctea con que amamantar a las crías tras el parto.
Musculatura
La musculatura de los mamíferos, como en gran parte de vertebrados, lo forman cada uno de los
órganos carnosos en forma de fibras contráctiles, e íntimamente ligados con los órganos activos de la
locomoción. Se distinguen músculos estriados y lisos. Los estriados son aquellos formados por tejido
muscular dispuesto de esta forma, voluntarios o implicados en la vida de relación (que el animal controla
conscientemente). Los lisos son aquellos formados por fibras lisas, involuntarios o implicados en la vida
vegetativa (que funcionan automáticamente sin intervención voluntaria del animal). Los músculos
representan aproximadamente el 50% del peso corporal de los mamíferos, y constituyen la masa
vulgarmente conocida como carne. Tienen una gran importancia en el metabolismo general y también en
la regulación térmica.
La musculatura de los mamíferos, como sucede en las aves, presenta un mayor desarrollo en las
extremidades, con adaptaciones al tipo de locomoción de que se trate. En los primates se distingue una
especial capacidad de expresión facial gracias al desarrollo de los músculos del rostro, que les faculta
para hacer gestos. En la mayoría de los mamíferos los músculos que se sitúan en la base de la dermis
también tienen, entre otras, capacidad para producir movimientos de la piel, así como erizar los pelos.
Esqueleto
El esqueleto interno de los mamíferos, como en la mayoría de los vertebrados, está formado por piezas
óseas unidas en las articulaciones. Se divide en tres regiones: la del cráneo (esqueleto de la cabeza), la
del tronco (esqueleto axil o del eje), y la de las extremidades (esqueleto de brazos y piernas).
Generalmente poseen 7 vértebras cervicales. El número de costillas que presenta la caja torácica es
variable; así, mientras que unas se encuentran directamente unidas al esternón (las llamadas costillas
verdaderas), otras lo están indirectamente ( costillas falsas), y unas pocas no lo están ( costillas
flotantes).
En cuanto a la cintura pélvica, se encuentra configurada por el ilion, isquion y pubis; en el caso de los
marsupiales se distinguen los llamados huesos epipúbicos, que tienen la misión de sujetar el marsupio.
Dentición
La dentición de los mamíferos se caracteriza por una especialización en función del tipo de régimen
alimenticio (herbívoros, carnívoros, etc.); esta especialización se denomina heterodonta, es decir, existe
una diversificación de los tipos de dientes según la misión que ejerzan, y también una diferencia
numérica. Así, en base a esto, se distinguen diferencias estructurales y morfológicas de los dientes, y
según su función se denominan con distintos nombres: incisivos, caninos o colmillos, premolares y
molares. Los incisivos son dientes aptos para abrir o cortar; los caninos o colmillos, por sus características
puntiagudas, son utilizados para sujetar y desgarrar los músculos de las presas; los premolares y molares
sirven para moler, molturar o triturar los alimentos. En el caso de las crías de mamíferos éstos poseen la
llamada dentición de leche, la cual cambia durante la infancia por otra ya definitiva.
Los mamíferos
carnívoros disponen
de caninos muy
desarrollados, que les
permiten desgarrar los
tejidos de sus presas
Los tipos básicos de dentición de los mamíferos en función de su alimentación pueden ser:
Carnívoros: caninos muy grandes, con muela carnicera (tercer premolar) muy desarrollada y dotada de
un saliente que les permite desgarrar los tejidos de las presas.
Herbívoros: destaca la ausencia de caninos (e incluso incisivos) en muchos de ellos. Los molares son
anchos, altos y esmaltados, especialmente adaptados para la maceración y masticación de los vegetales.
Los que poseen incisivos presentan éstos planos y cortantes.
Omnívoros: dientes incisivos planos, colmillos pequeños y en forma cónica, molares trituradores.
Para expresar el número de piezas dentarias de un mamífero se utiliza una fracción denominada fórmula
dentaria, donde el numerador representa el número de piezas de media mandíbula superior, y el
denominador el número de piezas de media mandíbula inferior; la cifra final de la fórmula multiplicada
por dos da el número total de dientes (en los antiguos mamíferos esta cifra era 44).
Sistema digestivo
La cavidad bucal presenta una lengua musculosa y bastante desarrollada, cuya superficie alberga
receptores sensitivos del gusto. En la boca también se produce la secreción de seis glándulas salivares
para favorecer la deglución del alimento, y que además contienen unas sustancias que inician la
digestión del almidón.
El esófago comunica la boca con el estómago. En el caso de los rumiantes éste se encuentra dividido en
cuatro compartimentos: panza, redecilla, libro y cuajar. La hierba digerida se acumula y fermenta en la
panza, pasa a continuación a la redecilla, una parte del alimento se regurgita para volver a ser
masticado (lo que se denomina rumia), regresa de nuevo a la redecilla y de ahí pasa al libro, cuyas
paredes están dotadas de numerosos repliegues; finalmente alcanza el cuajar donde es realizada la
auténtica digestión. El hígado (en el caso de los ácidos grasos), y el páncreas (en lo que respecta a las
proteínas), cumplen importantes funciones en la degradación de estas sustancias.
En los herbívoros destaca un intestino delgado más largo que en los carnívoros, en el cual se produce la
mayor parte de la absorción y digestión de los alimentos. El intestino grueso, que cumple la función de
absorber el agua, desemboca en el ano a través de un recto corto. Salvo en los monotremas (ejemplo
del ornitorrinco) no existe cloaca.
Sistema circulatorio
El corazón de los mamíferos, que posee cuatro cámaras, está rodeado por una membrana llamada
pericardio. La circulación sanguínea es doble y completa, con un sistema arterial similar al de las aves,
aunque en éstas el arco o cayado aórtico se sitúa en lado opuesto (el derecho). Entre los ventrículos y
las aurículas existen válvulas reguladoras del caudal sanguíneo: el llamado mitral, entre el ventrículo y la
aurícula izquierdos; y el tricúspide, entre el ventrículo y la aurícula derechos.
Las venas pulmonares desembocan en la aurícula izquierda, de donde sale la aorta. La arteria pulmonar
parte de la aurícula derecha, y aunque a través de las arterias circula habitualmente sangre oxigenada,
en el caso de la arteria pulmonar fluye sangre venosa; en ella desembocan la vena cava inferior, que
recoge la sangre procedente de la región posterior del cuerpo; y la vena cava superior, que hace una
función similar pero sobre la parte anterior.
En la vena cava superior, a su vez, desembocan las venas procedentes de la cabeza, tórax y
extremidades superiores, tales como las venas subclavias o braquiales (extremidades superiores),
yugulares (cuello), etc. En la vena cava inferior, por su parte, vierten las venas procedentes del
abdomen y extremidades inferiores, tales como la vena hepática, las femorales, ilíacas, caudal, etc.
Sistema nervioso
El sistema nervioso de los mamíferos está muy desarrollado, resultando el más complejo de todos los
vertebrados. Destaca especialmente el encéfalo (que puede ser lisencéfalo o de superficie lisa, o
girencéfalo o de superficie con circunvalaciones), y en él se distingue el neopalio o corteza cerebral, en
donde se centralizan y coordinan todas las funciones motoras y sensitivas; en los primates y el hombre
alcanza su máxima complejidad.
El cerebelo está igualmente muy desarrollado. Se distinguen numerosos receptores sensoriales por toda
la superficie corporal que permiten captar la presión, frío, calor, dolor, etc.
En cuanto a los órganos de los sentidos, destacan el olfato y el oído como los más especializados; el
olfato está muy desarrollado en la mayoría de mamíferos, los llamados macrosmáticos, en los cuales la
agudeza olfativa predomina sobre otros sentidos, ejemplo de los carnívoros y ungulados (provistos de
pezuñas). En el caso de unos pocos mamíferos, los llamados microsmáticos, esta capacidad olfativa es
poco sensible o está muy devaluada, ejemplo de los primates o los que viven en el medio marino.
El oído es muy sensible; externamente presenta pabellón, oreja (éstos faltan en unos pocos mamíferos),
y conducto auditivo externo. Internamente presenta el oído medio y oído interno. El oído medio consta
de tímpano, trompa de Eustaquio, ventanas oval y redonda, y la cadena de huesecillos (martillo, yunque
y estribo) encargados de transmitir las vibraciones al tímpano. El oído interno consta de lagena, cóclea y
utrículo, éste es parte del laberinto membranoso del oído de donde salen los tres canales semicirculares
del equilibrio.
Los ojos, por su parte, están dispuestos lateralmente (visión monocular), salvo en la gran mayoría de los
primates que son frontales (visión binocular). En ellos se distinguen variadas estructuras accesorias,
tales como párpados, pestañas o glándulas lacrimales.
Todas estas características hacen de los mamíferos unos animales dotados de unas pautas de
comportamiento muy evolucionadas y complejas.
Aparato respiratorio
El aparato respiratorio está compuesto de faringe, laringe, tráquea, bronquios, bronquiolos y pulmones.
Como en muchos vertebrados, pero sobre todo en los terrestres que pueden vivir fuera del agua, los
mamíferos utilizan pulmones para realizar el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre el aire
inspirado y la sangre venosa; éstos se encuentran rodeados por una membrana, la llamada pleura, y
divididos en alvéolos y lóbulos ampliamente vascularizados donde se realiza el intercambio gaseoso.
Los pulmones (generalmente dos en los mamíferos) se encuentran bien desarrollados (al contrario de lo
que sucede con las aves, en los mamíferos no existen sacos aéreos). Estos órganos se comunican con la
cavidad bucal a través de la laringe, la cual se encuentra dotada de un órgano fonador consistente en
unas piezas cartilaginosas capaces de producir sonidos. En la boca existe un paladar secundario
encargado de separar en su totalidad los aparatos respiratorio y digestivo.
Aparato excretor
El aparato excretor de los mamíferos está compuesto por riñones complejos ( metanefríticos), formados
por las cápsulas suprarrenales (encargadas de elaborar las hormonas corticosteroides), médula (parte
más interna), corteza, y la pelvis renal (una cavidad en forma de embudo que desemboca en los
uréteres).
Los uréteres van a parar a la vejiga urinaria, o bolsa en donde se almacena la orina hasta que es
expulsada al exterior mediante la uretra. En los machos la uretra es además un órgano genital (está
dentro del pene u órgano copulador).
Aparato reproductor
El aparato reproductor de los mamíferos consta, en el caso de las hembras, de ovario, oviducto, útero y
vagina. En el caso de los machos, de un pene copulador y testículos (gónadas masculinas), éstos
encerrados y suspendidos en el escroto; al contrario que en los demás animales, en los mamíferos los
testículos se sitúan en el exterior del organismo.
La fecundación se realiza internamente; el huevo fecundado (que ocurre en la zona media de las
trompas de Falopio) se implanta y desarrolla en la pared del útero, en una operación llamada anidación,
generalmente con una fijación placentaria que le permitirá nutrirse comunicando la sangre de la madre y
la del embrión.
Aunque la mayoría de los mamíferos son placentarios, algunos grupos primitivos, ejemplo de los
monotremas que son ovíparos (como el ornitorrinco), o los marsupiales cuyas crías nacen muy
tempranamente (como el canguro), no presentan placenta durante la gestación. El desarrollo
embrionario o gestación de los mamíferos es un proceso complejo, según el animal de que se trate
puede durar sólo 14 días (el caso de los pequeños roedores), o dilatarse hasta los 22 meses (ejemplo de
los elefantes).
Clasificación
Hiracoideos
Sirénidos
Los mamíferos se encuentran englobados en dos grandes subclases: los Prototerios (ovíparos) y los
Terios (vivíparos).
Los Prototerios incluyen a un único orden, el de los Monotremas, que son los mamíferos más primitivos,
provistos de cloaca y de reproducción ovípara (son los únicos mamíferos que ponen huevos). Los Terios
comprenden la inmensa mayoría de los mamíferos vivientes. Son de reproducción vivípara,
caracterizados por la ausencia de cloaca (la abertura anal y urogenital son distintas); poseen mandíbulas
dotadas de dientes, pabellones auditivos, bolsa testicular externa (excroto) en los machos, y útero,
vagina y glándulas mamarias provistas de pezones en las hembras.
Los Terios comprenden dos infraclases, los Metaterios (con marsupio) y Euterios (placentarios).
Los Metaterios son mamíferos con bolsa (marsupio), en el cual se desarrollan las crías (las llamadas
larvas marsupiales). Estos animales no desarrollan placenta durante la gestación. Sólo incluyen un
orden, el de los Marsupiales.
Los Euterios son mamíferos placentarios, albergan a las crías durante el desarrollo, las cuales se
alimentan a través de la placenta. Son los mamíferos que presentan los caracteres más evolucionados.
Monotremas
El orden Monotremas constituye el único de mamíferos prototerios; son los llamados ornitorrincos y
equidnas. Se caracteriza por presentar los rasgos más primitivos de todos los mamíferos: reproducción
ovípara (incuban los huevos); útero, vagina y presencia de glándulas mamarias sin pezones en las
hembras, y testículos intraabdominales en los machos alojados en una bolsa externa (escroto); sin
pabellones auditivos, encéfalo primitivo, mandíbula con carencia de dientes en los individuos adultos,
tubo digestivo y vías urogenitales que finalizan en una cloaca, hocico terminado y recubierto de un pico
córneo y, en el caso de las madres, la presencia de un espolón en la cara interna de las patas
posteriores. Los Monotremas comprenden las familias Taquiglósidos y Ornitorrínquidos.
Los Ornitorrínquidos (ornitorrincos) son monotremas adaptados a la vida acuática (son excelentes
nadadores), de ahí que posean un pico córneo largo y aplanado similar al de los patos, con las fosas
nasales situados en su extremo. Presentan pequeñas y numerosas piezas dentarias que perderán
totalmente al llegar a la edad adulta; la cola es plana y las patas palmeadas. Se reproducen por huevos
que la hembra incuba durante dos semanas. Habitan exclusivamente en Australia y Tasmania.
Marsupiales
Los Marsupiales son el único orden de mamíferos metaterios. Se conocen formas fósiles en todo el
mundo desde el Cretácico, en incluso desde principios del Mesozoico en algunos fósiles hallados en
Los Marsupiales son animales vivíparos, caracterizados principalmente por la ausencia de placenta y la
presencia (no constante) del marsupio, consistente en una bolsa cutánea abdominal donde se realiza el
desarrollo de las diminutas crías, las cuales nacen en un estado muy retrasado. Las hembras poseen
útero y vagina, pero carecen de placenta durante la gestación y las crías no pueden alimentarse por esta
vía, por ello nacen en un estado muy primitivo de desarrollo y precisan completar su crecimiento
postembrionario en el exterior.
En el interior de la bolsa marsupial (cuando ésta existe), las hembras poseen unas mamas abdominales
de modo que las crías, además de protegidas, hallan su primer alimento. Nada más nacer,
instintivamente, la cría se dirige por sí sola hacia el marsupio, mediante las extremidades que sí están
desarrolladas, sujeta firmemente e introduce hasta la faringe el único el pezón existente, del cual no se
desprenderá en varios días.
El Koala es un
conocido
marsupial
perteneciente a
la familia de los
Falangéridos
Los marsupiales comprenden las familias: Didélfidos (como las zarigüeyas de América del Sur);
Dasiúridos (como el diablo de Tasmania y el dasiuro o gato marsupial australiano); Cenoléstidos (como
las ratas oposums de sudamérica); Falangéridos (como el oso marsupial o koala australiano);
Peramélidos (como el bandicut, liebres saltonas o conejos marsupiales de Australia); Notoríctidos (como
el topo marsupial, único miembro de esta familia); Fascolómidos (como el wombat o vombat de
Australia -algunos autores lo integran dentro de los Vombátidos o Lombábides-); Mirmecóbidos (como el
numbat u oso hormiguero marsupial); Tilacínidos (como el lobo marsupial, lobo de Tasmania o tilacino,
ya extinto); Macrópodidos (o grandes canguros, como los ualabíes o wallabíes); y Potoroínos (o
pequeños canguros, como los betongs y potorús).
Primates
Los primates son un orden de mamíferos placentarios, plantígrados, pentadáctilos (de cinco dedos) con
el pulgar oponible al índice, habitualmente adaptados a la vida arborícola. Se caracterizan por su alto
grado de desarrollo cerebral, especialmente en las formas más evolucionadas (hombre y monos
antropomorfos). Salvo el hombre, que es cosmopolita, los demás primates son propios de las regiones
tropicales de África, Asia y América.
La historia de los primates no ha sido totalmente desvelada. Aunque los mamíferos ya habían surgido
con anterioridad al Paleoceno, fue en este periodo (hace aproximadamente unos 65 millones de años)
en que los primates experimentaron una alta radiación adaptativa, a partir de los animales insectívoros.
Posteriormente, en el Oligoceno, aparecieron los grandes monos, surgiendo finalmente los homínidos a
finales del Terciario.
Los mamíferos primitivos poseían 5 dedos en manos y pies, clavícula y hábitos arborícolas, rasgos éstos
que han conservado los primates a través de su historia evolutiva, la cual puede considerarse mayor que
cualquier otro grupo de placentarios. Precisamente, de la vida en los árboles se desprende la gran
capacidad que posee este grupo en cuanto a observación y exploración, y también el que apenas exista
especialización (están en continuo cambio).
Los Antropoideos o Simios son los primates más evolucionados, éstos han surgido a partir de
descendientes de prosimios primitivos. Entre los primates modernos o Antropoides están los
Hominoideos, que incluye además del hombre, a especies tan conocidas como los gibones, gorilas,
chimpancés y orangutanes; se trata del grupo de primates con mayor capacidad intelectiva.
Las características físicas próximas al hombre y de aprendizaje de los Antropoides, tales como los
chimpancés, fueron aprovechadas por Estados Unidos de América y la antigua URSS en los comienzos
de la carrera espacial, con objeto de experimentar los efectos de la ausencia de gravedad en los seres
vivos, antes de desarrollar programas para lanzar seres humanos al espacio.
Prosimios
El suborden Prosimios agrupa a los primates con caracteres más primitivos. Son arborícolas, nocturnos y
de tamaño menor que los primates superiores (Antropoides o simios).
Se hallan en África, sur de Asia y Madagascar. Comprende las superfamilias Lemuroideos y Tarsioideos.
Lemuroideos
Los Lemuroideos son prosimios primitivos de tamaño mediano (alrededor de 3/4 de metro), con cuerpo,
cola y extremidades alargadas, éstas prensiles excepto la cola. La cara está cubierta de pelo salvo en el
extremo del hocico.
En general poseen uñas planas en los dedos, excepto en el aye-aye de Madagascar ( Daubentonia
madagascarensis) que presenta garras. Sus ojos son de gran tamaño, dado el hábito nocturno de
muchos de ellos. Se alimentan de insectos o frutas (algunos como el género Lemur son carnívoros).
Viven en los árboles de las regiones tropicales, África y Asia meridional. Destacan los géneros Lemur,
Cheirogaleus y Microcebus (lémures), Tupais (tupayas); y los de la familia Lorísidos: Loris, Galago,
Euoticus y Mycticebus.
Tarsioideos
Los Tarsioideos son prosimios primitivos de pequeño tamaño (no superan los 16 cm. de longitud), son
de vida arborícola. Habitan aislados o en parejas en regiones selváticas de Filipinas, Islas Célebes y
archipiélago de la Sonda. Se caracterizan por sus grandes ojos (indicativo de sus hábitos nocturnos),
cuello corto, cabeza y cuerpo redondeado (éste más que los Lemuroideos), extremidades posteriores
muy largas (adaptadas al salto) y anteriores muy cortas, y cola bastante larga y desnuda pero terminada
en un mechón de pelos. Pueden asirse a superficies planas gracias a la disposición de los dedos, que
son largos y delgados, y a un disco adhesivo que poseen en su extremo. Su régimen alimenticio es a
base de insectos y lagartijas. Los Tarsioideos comprende una sola familia ( Társidos), un único género
(Tarsius), y tres especies.
Antropoides
Los Antropoides, o simios, son el suborden de primates más diversificado y numeroso. Son los primates
superiores, en el que se integra también el ser humano. Se caracterizan por un cráneo voluminoso, con
máximo desarrollo del cerebro; esqueleto facial reducido y progresivo enderezamiento del tronco.
Por las características del medio en que habitan (habitualmente son de vida arborícola), se distingue
salvo excepciones una cola desarrollada (a veces prensil), manos y pies prensiles, y todos los dedos
dotados de uñas planas. Las extremidades (plantígradas) están facultadas para realizar múltiples
movimientos, y su desarrollo es diferente según el tipo de locomoción al que se haya adaptado, sea para
marchar, trepar, o braquiar (desplazarse colgándose de las ramas).
El hombre es el único que consiguió totalmente la marcha bípeda (algunos póngidos, como los gorilas y
chimpancés, se disponen en posición erecta pero no es su forma habitual de andar).
Por
adaptación,
en los
antropoides se
reduce el
olfato y
potencia la
vista; los ojos
se sitúan
frontalmente
facilitando la
visión
binocular o
estereoscópica
Por adaptación, se produce una progresiva regresión del olfato, a la vez que se potencia la vista;.los
ojos se sitúan frontalmente facilitando así la visión binocular o estereoscópica (mayor capacidad de
percepción tridimensional), con percepción de los colores. La cara está por lo general desprovista de
pelo, aunque sí se distingue un denso pelaje corporal, en ocasiones con llamativas coloraciones.
Los Antropoides se dividen en dos infraórdenes: los Platirrinos y Catarrinos. Los Platirrinos son
sudamericanos, también llamados Monos del Nuevo Mundo, caracterizados por disponer los orificios
nasales abiertos lateralmente; agrupa a las superfamilia Ceboideos (familias Cébidos y Hapálidos o
Calitrícidos). Los Catarrinos son africanos y asiáticos, también llamados Monos del Viejo Mundo,
caracterizados por disponer los orificios nasales abiertos hacia abajo; agrupa a las superfamilias
Cercopitecoideos (familia Cercopitécidos), y Hominoideos (familias Póngidos o Antropomorfos, y
Homínidos).
Ceboideos
Los Ceboideos son primates Platirrinos, sudamericanos, caracterizadoscomo se ha dicho por disponer los
orificios nasales abiertos lateralmente (el tabique nasal es muy ancho y separa ambas fosas nasales). La
cola es prensil; la utilizan para asirse como lo harían con las manos y pies. Son de hábitos arborícolas y
habitan en las selvas y bosques de la América ecuatorial. Los Ceboideos se integran en dos familias, los
Cébidos y los Hapálidos o Calitrícidos.
Cercopitecoideos
Los Cercopitecoideos son primates Catarrinos, africanos y asiáticos, caracterizados como se ha dicho por
disponer los orificios nasales abiertos hacia abajo (su tabique nasal es estrecho y con las fosas muy
juntas). Son de mediano o pequeño tamaño, hocico prominente en algunos grupos (monos cinocéfalos),
extremidades inferiores mejor desarrolladas que las superiores, y con callosidades isquiáticas visibles. Al
contrario que en los Ceboideos, no poseen cola prensil, e incluso no existe en algunos grupos; en los
que la poseen es normalmente larga.
El sentido de la vista es muy agudo. Son gregarios, generalmente trepadores y de vida arborícola en las
selvas tropicales; también se da la diversificación de hábitos, por ejemplo de vida terrestre que marchan
a cuatro patas, o de montaña como los macacos del Himalaya.
Hominoideos
Los Hominoideos son primates Catarrinos, africanos y asiáticos, también llamados monos antropomorfos
por sus numerosos caracteres físicos y fisiológicos muy próximos a los humanos. Así, son de tamaño
mediano a grande, carecen de cola, tienen el cerebro bien desarrollado, tronco ancho y corto,
extremidades anteriores más largas que las posteriores, las cuales se pueden mover libremente en torno
a la articulación del hombro, lo mismo sucede con las manos y pies alrededor de la muñeca y el tobillo.
Las hembras tienen ciclos reproductores con presencia de menstruación. Incluye dos familias, los
Póngidos y los Homínidos.
Los Póngidos son primates Hominoideos caracterizados por su gran tamaño, cabeza redondeada, por lo
general con hocico prominente, con labio superior desarrollado, nariz reducida y ojos hundidos. Son
habitualmente braquiadores (se desplazan suspendiéndose de las ramas de los árboles); el gorila es el
único capaz de marchar a cuatro patas (ocasionalmente también en forma bípeda).
Por su parte, los Homínidos comprende un único género, Homo, y una única especie, el hombre.
Carnívoros
Los Carnívoros son un orden de mamíferos enterios, que se caracterizan por estar provistos de uñas en
garra (los terrestres), y una dentadura completa en la que suelen destacar los caninos en forma de
colmillo.
Los Carnívoros se clasifican en tres subórdenes: Fisípedos, o carnívoros de hábitos terrestres de dos
dedos libres; Pinnípedos, o carnívoros anfibios (marinos en su gran mayoría) adaptados a la natación; y
Creodontos, ya extinguidos, que habitaron en el Eoceno y Oligoceno, y considerados los carnívoros más
primitivos que se conocen.
Fisípedos
Los Fisípedos son un amplio suborden de mamíferos carnívoros caracterizados por disponer los dedos de
las patas separados entre sí y, principalmente, por presentar una dentición especialmente adaptada para
la depredación; de hecho, su régimen alimenticio es casi exclusivamente carnívoro (en algunas épocas
del año también incluyen vegetales en su dieta); destacan los caninos muy afilados para desgarrar los
tejidos de sus presas, y las llamadas muelas carniceras, de mayor tamaño y destinadas a trocear el
alimento. Todos los demás rasgos, tales como formas, morfología externa, dimensiones, etc., están muy
diversificados.
Al ser activos depredadores presentan las patas dotadas de garras con uñas curvas, retráctiles en el
caso de los félidos. Salvo los úrsidos, que son plantígrados, la gran mayoría de ellos son digitígrados,
que les permiten perseguir a sus presas corriendo.
Pinnípedos
Los Pinnípedos son un suborden de mamíferos carnívoros caracterizados por estar adaptados a la vida
acuática. Esto se manifiesta en un cuerpo fusiforme y las extremidades transformadas en aletas (o
alteas-dedos palmeados).
La dentadura está adaptada para la captura de presas viscosas, tales como peces y cefalópodos, aunque
también se alimentan de crustáceos; no poseen las típicas muelas carniceras de los carnívoros
terrestres. Pueden permanecer sumergidos más de 15 minutos, gracias a las características de su
sistema circulatorio y aparato respiratorio, que les faculta para soportar largos periodos de apnea; los
músculos del oído externo y los orificios nasales pueden cerrar sus aberturas durante la inmersión.
Disponen de una espesa capa subcutánea de grasa que les permite un eficaz aislamiento de las aguas
muy frías. Aunque están firmemente ligados al medio acuático, paren y amamantan a las crías en tierra.
Cetáceos
Los Cetáceos son un orden de mamíferos adaptados a la vida marina, y generalmente de gran tamaño
(varían entre 1 y 30 metros). El cuerpo es fusiforme (hidrodinámico), con las extremidades delanteras
transformadas en aletas (las posteriores han desaparecido); presentan la aleta caudal en disposición
horizontal. La cola está bien desarrollada y les sirve de gran ayuda para desplazarse.
Los orificios nasales comunican con el exterior mediante un respiradero o espiráculo, que está situado en
la parte superior de la cabeza. Son excelentes buceadores y pueden mantenerse mucho tiempo sumergidos
conteniendo la respiración; cuando ascienden a la superficie resoplan fuertemente para expulsar el aire de
los pulmones formando un surtidor.
Determinadas cetáceos, como la ballena azul, son los mamíferos más grandes de la Tierra. La piel de los
cetáceos alberga una gruesa capa de grasa o panículo adiposo, que les permite resistir temperaturas
muy frías.
Al contrario de lo que sucede con los Pinnípedos, paren y amamantan las crías en el agua. Son de
costumbres gregarias y cosmopolitas (se encuentran en todos los mares del mundo). Muchas especies
de cetáceos han quedado al borde de la extinción tras la intensa pesca a que fueron sometidas, por su
aprovechamiento económico para carne, grasa y aceite.
Odontocetos
Los Odontocetos son un suborden de cetáceos caracterizados por la presencia de dientes; éstos son
numerosos por lo general, aunque también pueden presentarse en número reducido o existir sólo en el
maxilar inferior. Se distingue un único orificio nasal externo. Se alimentan principalmente de peces y
calamares.
Mistacocetos o Misticetos
Los Mistacocetos o Misticetos son un suborden de cetáceos caracterizados por presentar ballenas o barbas
largas y estrechas (no poseen dientes). Los orificios nasales son independientes, la cabeza es normalmente
de grandes dimensiones y, salvo en una especie, no poseen aleta dorsal. Al no disponer de dientes no
capturan el alimento, sino que filtran la materia orgánica de las aguas (plancton) a través de sus ballenas,
consistentes en una especie de barbillas que presentan en gran número en las mandíbulas.
La ballena
azul
(Balaenopter
a musculus),
es un
mistacoceto
considerado
como el
mamífero
más grande
del planeta
Roedores
Los Roedores son un orden de mamíferos con numerosas especies (casi el 40% de todos los
mamíferos), de dimensiones variables (habitualmente pequeños).
Se caracterizan por poseer un cuerpo en general compacto, con patas más bien cortas. La dentadura,
que es una de las características más destacables, no posee caninos, por ello presentan en la mandíbula
un espacio llamado diastema, carente de piezas; sin embargo, si poseen incisivos muy cortantes (para
roer) de crecimiento continuo (destaca su esmalte amarillento o rojizo).
Las extremidades son plantígradas dotadas de tres o cinco dedos con uñas largas y arqueadas. La
alimentación es fundamentalmente vegetariana. Suelen ser animales de hábitos nocturnos y
crepusculares. Se han adaptado a todos los medios y hábitats (salvo los polares); así, los hay arborícolas
(ardillas), acuáticos (castores y ratas de agua), o subterráneos (ratas y ratones).
Determinados roedores, como las ratas y ratones, pueden llegar a constituir grandes plagas; es aquí
donde tienen especial importancia las aves rapaces, tanto nocturnas como diurnas, ejemplo de los
cernícalos, ratoneros, búhos, lechuzas, etc., que mantienen controladas estas poblaciones.
Lagomorfos
Los Lagomorfos son los conocidos como conejos y liebres. Se trata de un orden de mamíferos
placentarios externamente muy parecidos a los roedores.
Al igual que éstos tampoco poseen caninos, pero la dentición es sin embargo diferente, pues se
distingue un par más de incisivos superiores situados detrás del primer par; tanto unos como otros son
de crecimiento continuo, lo que les obliga a roer de forma permanente. Las extremidades están
adaptadas a la carrera, siendo las posteriores las más desarrolladas.
Estos animales presentan una curiosidad en el aparato digestivo: mientras que los excrementos generados
en el recto son expulsados y abandonados, los que se generan en el ciego son ingeridos de nuevo tan
pronto son expulsados; esto les permite recuperar y asimilar una serie de vitaminas que de otra forma se
perderían. Salvo por su ausencia de algunas regiones, los lagomorfos son cosmopolitas. Las poblaciones
de lagomorfos suelen crecer exponencialmente, convirtiéndose en muchas zonas en una amenaza para la
agricultura; muchos depredadores (mamíferos y rapaces) contribuyen a controlar el tamaño de esas
poblaciones, pues son en muchos casos su principales presas.
Los lagomorfos comprende dos familias: Lepóridos y Ocotónidos. Dos especies representativas son el
conejo común (Oryctolagus cuniculus) y la liebre común ( Lepus capensis). Los conejos suelen excavar
madrigueras en el terreno para refugiarse, mientras que las liebres prefieren los encames abiertos
(huecos del terreno) para salir corriendo si se sienten amenazadas.
Insectívoros
Los Insectívoros son un orden de mamíferos de pequeño tamaño (no sobrepasan los 30 cm.), que
constituyen el grupo de euterios más antiguo, en el que se incluyen tanto especies muy primitivas como
especializadas.
Se conocen fósiles de insectívoros pertenecientes al Cretácico; se estima que los primates derivan de la
misma línea evolutiva. Se caracterizan por un hocico alargado, olfato muy desarrollado, y numerosos
dientes de forma más bien primitiva y poco diversificada; los dientes están diferenciados en incisivos,
caninos, premolares y molares, todos dotados de cúspides afiladas y aptos para triturar pequeños
invertebrados que constituyen su dieta básica, aunque dependiendo de la época del año también
incorporan a la dieta algunos pequeños vegetales.
Quirópteros
Los Quirópteros, comúnmente llamados murciélagos, son un orden de mamíferos de pequeño o mediano
tamaño, caracterizados por su adaptación al vuelo. Son los únicos mamíferos con capacidad para volar.
Presentan unas extremidades anteriores muy desarrolladas, especialmente los dedos; tanto el antebrazo
(cúbito y radio) como las falanges de los dedos (menos en el pulgar) han sufrido un alargamiento. En
las extremidades posteriores se distingue una membrana alar (el patagio) que se extiende entre el
cuerpo, las extremidades y la cola (uropatagio). Los dedos de los pies poseen uñas fuertes que les
permiten mantenerse sujetos colgando de los árboles, o del techo de las cuevas.
Los quirópteros
(murciélagos) son los
únicos mamíferos con
capacidad para volar
Los quirópteros son de hábitos crepusculares o nocturnos, y los ojos están muy poco desarrollados; no
obstante son capaces de emitir ultrasonidos, que combinado con un excelente oído, permiten guiar los
vuelos evitando los obstáculos que encuentran en el camino (funciona como un radar). Aunque el
régimen alimenticio es insectívoro, también existen especies frugíferas o nectívoras (que se alimentan de
frutos o nectar), y hematófagas (que se alimentan de sangre). En invierno se refugian en cuevas, donde
se aletargan hasta la llegada de la primavera. Habitan en todo el mundo, excepto en las regiones
polares.
Artiodáctilos
Los Artiodáctios son un orden de mamíferos de locomoción unguligrada (que apoyan sólo las uñas de los
dedos cuando caminan), y dotados siempre con un número par de dedos en cada pata (al contrario de
los Perisodáctilos que tienen un número impar) las cuales terminan en pezuñas.
La dentición de los Artiodáctilos está muy modificada y especialmente adaptada para triturar vegetales
(son en general de régimen fitófago). Excepto el jabalí macho, que presenta unos caninos desarrollados
que utiliza para defenderse, todos los demás carecen de ellos; éstos, sin embargo, han desarrollado otros
órganos defensivos, como las cuernas en los ciervos. En este orden se suele dar el dimorfismo sexual, y
las hembras no suelen presentar cuernas.
Los Artiodáctilos comprende tres subórdenes: los Rumiantes, que engloban la mayor parte de todos los
mamíferos de este suborden (ejemplo de las ovejas, ciervos, etc.); los Suiformes (como el hipopótamo,
cerdo, jabalí y pécari); y los Filópodos (camellos).
Perisodáctilos
Los Perisodáctilos son un orden de mamíferos herbívoros de gran tamaño, de locomoción unguligrada
(que apoyan sólo las uñas de los dedos cuando caminan), y dotados casi siempre de un número impar
de dedos finalizado en pezuña (a excepción de los tapires, que presentan cuatro dedos en las patas
delanteras y tres en las traseras); tienen además un tercer dedo más desarrollado que los otros.
Este orden de mamíferos alcanzó su máximo desarrollo durante el Eoceno superior, pero se conocen
formas fósiles en Norteamérica y Europa desde el Eoceno inferior; en el Oligoceno comenzaron a
declinar debido a una gran competencia con los Artiodáctilos.
Los Perisodáctilos se dividen en dos subórdenes: Hipomorfos (con una sola familia, los Équidos); y
Ceratomorfos (con dos familias, los Tapíridos y Rinocerótidos). Algunas especies representativas son los
caballos (Equus caballus), asnos (Equus asinus), cebras (Equus zebra), tapires de la India (Tapirus
indicus), rinoceronte africano (Diceros bicornis) y rinoceronte de la India (Rhinoceros unicornis).