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INVASIÓN FRANCESA A ESPAÑA Y REVOLUCIÓN DE MAYO

El escenario que se planteó en la península ibérica durante 1808- 1810 acentuó el clima
revolucionario existente en las colonias americanas. Una importante consecuencia de la
Revolución Francesa, además de la ya mencionada difusión de sus ideas, fue su efectiva expansión
militar de la mano de Napoleón Bonaparte. En 1808, este militar francés invadió España.
Entonces, el rey Carlos IV de España abdicó en favor de su hijo Fernando VII quien asumió como
soberano y entregó el trono español al emperador francés. Fue otra muestra de debilidad de la
Corona. España quedó desde entonces bajo control extranjero, y no de cualquiera: estaba nada
menos que bajo el control de un país que había levantado las banderas de la libertad, la igualdad y
la democracia. El pueblo español, en rebelión contra los invasores, desconoció la autoridad de José
Bonaparte, hermano del emperador francés a quien éste había designado como su rey. Como
reacción, se conformaron juntas de representación popular que guardaban fidelidad al rey
Fernando VII, cautivo del invasor francés.

La Junta Central de la ciudad de Sevilla asumió momentáneamente el control sobre las colonias
americanas en nombre del cautivo rey Fernando VII. La Junta desligó a Santiago de Liniers, de
quien se desconfiaba por su origen francés, del cargo de virrey del Río de la Plata y nombró a
Baltasar Hidalgo de Cisneros. No obstante esta demostración de poder inicial, la Junta de Sevilla
fue depuesta por las fuerzas francesas. Al conocerse la noticia en tierra rioplatense se produjo un
vacío de poder y se incentivó en la población el espíritu revolucionario. Jefes de milicias,
intelectuales y comerciantes perjudicados por el monopolio –muchos de ellos defensores de la
ciudad de Buenos Aires durante las invasiones inglesas– se movilizaron. Nuevamente se recurrió al
Cabildo de Buenos Aires, institución clave del dominio colonial, reutilizada por el pueblo para
debatir libremente y tomar decisiones. Cierto es que se trataba de “un pueblo” marcado por las
diferencias sociales de la colonia; seguía existiendo un ordenamiento estamental, jerárquico, en el
cual había grandes desigualdades económicas y de origen. En verdad, los sectores más bajos de la
estructura social si bien habían adquirido un papel activo en la vida política de la colonia
(impensado hasta entonces), no tuvieron el mismo protagonismo que las élites en las
deliberaciones y asambleas que se abrieron a partir de mayo de 1810.

De hecho, fueron solamente los llamados “vecinos” de la ciudad (españoles y criollos) quienes
asistieron al decisivo Cabildo Abierto que se celebró el 22 de mayo. Este no fue un encuentro
sencillo. Lo que estaba en juego era nada menos que la soberanía y la independencia, y dejaba al
descubierto posiciones muy diversas: desde quienes abogaban por la democracia igualitaria,
hasta quienes lo hacían por el sostenimiento de las autoridades españolas en el poder; desde la
idea de construcción de una patria grande que unificara el continente a la idea de dividirse por
estados. Discusiones muchas que siguen siendo actuales.

Podríamos sintetizar en dos posturas predominantes el debate del Cabildo Abierto: por un lado, el
obispo de la ciudad de Buenos Aires, Benito de Lué y Riega, personificaba a quienes querían
mantener fidelidad a las autoridades españolas. Del lado más revolucionario se encontraba,
liderando, Juan José Castelli, quien sostuvo que si no había rey en España, las autoridades
españolas en América no eran representativas y por lo tanto, el poder debía retornar al pueblo.
Luego de un largo debate, se decidió desvincular de su cargo al virrey Cisneros y conformar una
Junta de gobierno como las muchas que se habían formado en España. El 24 de mayo se dieron a
conocer las autoridades de la Junta a la población: los sectores más conservadores –y también
temerosos– del Cabildo la habían formado con españoles y como presidente del organismo
gubernamental propusieron al destituido virrey Cisneros. La movilización criolla no se hizo esperar.
Gracias a la presión de los revolucionarios, se disolvió ese organismo y el 25 de mayo de 1810 se
creó un nuevo gobierno, que conocemos como la Primera Junta. Aunque esta Junta declaró su
fidelidad al rey Fernando VII, se trataba del primer gobierno no elegido por la Corona española
sino por un sector representativo de los habitantes de Buenos Aires. Como presidente fue
designado un militar y comerciante, Cornelio Saavedra; fueron secretarios Mariano Moreno y Juan
José Paso, quienes junto con Manuel Belgrano y Juan José Castelli, elegidos vocales,
representaban el sector más democrático e igualitario. La Junta se completaba con los vocales
Miguel de Azcuénaga, Manuel Alberti, Domingo Matheu y Juan Larrea. Se trataba del inicio del
ejercicio soberano del poder en el Río de la Plata. El primer problema de orden práctico era –si se
pensaba en un gobierno democrático representativo– cómo traer las voces de los pueblos de las
distintas ciudades y regiones que componían el ex virreinato para que estuvieran presentes en el
gobierno. La decisión fue invitar a que esos pueblos eligieran representantes para incorporarse a
la Junta de gobierno. Con ellos, en diciembre de 1810, se formó la Junta Grande.

CONSIGNAS:

1) En mayo de 1810 se conoció en Buenos Aires que la resistencia española al poder napoleónico
había sido totalmente vencida. La noticia contribuyó a tensar el clima y a profundizar los
enfrentamientos entre distintos grupos sociales para resolver el vacío de poder creado.

A) ¿Qué grupo participó de las deliberaciones en el Cabildo? ¿Cuál fue el papel desempeñado por
los sectores populares?

B) Identifique las distintas posturas que se enfrentan en las jornadas de mayo de 1810 en el
Cabildo de Buenos Aires. ¿Cuál de ellas se impuso?

2) El 25 de mayo de 1810 se formó la Primera Junta de Gobierno.

A) ¿Quiénes la integraban? ¿Cuáles eran sus actividades? ¿A qué grupo social de la colonia
pertenecían?

B) Explique la siguiente afirmación: “La creación de la Primera Junta supuso la creación del primer
gobierno no elegido por las autoridades españolas sino por el pueblo de Buenos Aires. Se trataba
del inicio del ejercicio soberano del poder en el Río de la Plata”. ¿Considera que se trata de un
cambio importante en la vida política de la región? Fundamente su respuesta.

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