Informe de Expocision

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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE HONDURAS

(CAMPUS SAN ISIDRO)

INFORME
PLASTICIDAD Y CLASIFICACIÓN DE LOS
SUELOS

MECÁNICA DE SUELOS.

ING. DIEGO GODOY.

INTEGRANTES:
• CESAR EMILIO ARRECHAVALA CALDERÓN.
• JEFFORD GABRIEL CUBAS REYES.
• LEIRE ALEJANDRA ABREGO.
• EDUARDO OCAMPO.

FECHA DE ENTREGA: 28 DE OCTUBRE DE 2024.

LA CEIBA, ATLÁNTIDA, HONDURAS.


Índice

1. Introducción

2. Objetivos

o 2.1 Objetivo General

o 2.2 Objetivos Específicos

3. Plasticidad del Suelo

o 3.1 Parámetros de Plasticidad

o 3.2 Carta de Plasticidad de Casagrande

4. Clasificación de los Suelos

o 4.1 Sistema Unificado de Clasificación de Suelos (USCS)


o 4.2 Sistema de Clasificación AASHTO

5. Clasificación del Suelo según su Plasticidad


o 5.1 Suelos de Baja Plasticidad

o 5.2 Suelos de Alta Plasticidad

6. Aplicaciones Prácticas de la Clasificación y Plasticidad del Suelo

o 6.1 Diseño de Carreteras

o 6.2 Cimentaciones de Estructuras

o 6.3 Obras de Rellenos y Contención

7. Conclusión
8. Bibliografía
1. Introducción
La plasticidad y clasificación de los suelos son conceptos esenciales en la geotecnia, área
de la ingeniería civil que estudia las propiedades físicas y mecánicas de los suelos y rocas
bajo condiciones de carga y humedad variables. El estudio de estos factores es
fundamental para la construcción de infraestructuras como carreteras, puentes y edificios,
ya que el suelo actúa como un medio de soporte y debe garantizar la estabilidad de las
estructuras construidas sobre él. En este contexto, la plasticidad describe la capacidad del
suelo de deformarse sin romperse cuando contiene agua, mientras que la clasificación de
los suelos permite identificarlos y categorizarlos en función de sus propiedades,
facilitando la selección del suelo adecuado según el tipo de construcción y las condiciones
ambientales.
2. Objetivos

2.1 Objetivo General


Analizar la plasticidad y clasificación de los suelos para entender su comportamiento
mecánico y su idoneidad en distintas aplicaciones de ingeniería civil.

2.2 Objetivos Específicos

Describir los parámetros de plasticidad que determinan el comportamiento de los suelos


en función de su contenido de humedad.
Explicar los principales sistemas de clasificación de suelos (USCS y AASHTO) y su
aplicabilidad en proyectos de construcción.

Identificar las aplicaciones prácticas de la plasticidad y clasificación de los suelos en


obras de infraestructura, como carreteras y cimentaciones.
3. Plasticidad del Suelo

La plasticidad de un suelo depende de su composición mineralógica, en particular del


contenido de arcilla y la naturaleza de sus partículas finas. Los suelos con alto contenido
de arcilla exhiben una elevada plasticidad, lo que significa que pueden moldearse
fácilmente en presencia de humedad. Este comportamiento resulta de la capacidad de las
partículas finas para retener agua en la superficie de los granos y de los enlaces cohesivos
que se forman entre estas partículas. Así, la plasticidad de los suelos es un indicador de
su cohesión y resistencia frente a variaciones en el contenido de agua.

3.1 Parámetros de Plasticidad

Para medir la plasticidad, se utilizan varios parámetros específicos:

Índice de Plasticidad (IP): Calculado como la diferencia entre el límite líquido (LL) y el
límite plástico (LP), el IP representa el rango de contenido de humedad en el que el suelo
exhibe propiedades plásticas, es decir, cuando puede deformarse sin romperse. Un suelo
con un índice de plasticidad alto tiene una gran capacidad para absorber agua y, por lo
tanto, es más susceptible a los problemas de expansión y contracción.

Límite Líquido (LL): Este es el contenido de humedad mínimo a partir del cual el suelo
cambia de un estado semisólido o plástico a uno líquido. Se determina mediante la prueba
de Casagrande, donde una muestra de suelo es golpeada en una copa de latón para medir
el contenido de agua en el que la muestra comienza a fluir. Este parámetro es crucial para
entender el comportamiento del suelo en situaciones de saturación, como lluvias intensas
o condiciones de alta humedad ambiental.

Límite Plástico (LP): Es el contenido de humedad mínimo al que el suelo comienza a


comportarse como un material cohesivo y deja de ser moldeable. Se obtiene enrollando
el suelo hasta formar hilos de aproximadamente 3 mm de diámetro; cuando el suelo se
desmorona al llegar a ese grosor, el contenido de humedad se registra como el límite
plástico. Este parámetro es útil para evaluar la capacidad del suelo para soportar carga sin
romperse y anticipar cómo se comportará en condiciones secas o de baja humedad.

3.2 Carta de Plasticidad de Casagrande

La Carta de Plasticidad de Casagrande es una herramienta gráfica que relaciona el límite


líquido (LL) y el índice de plasticidad (IP), permitiendo clasificar suelos finos (limos y
arcillas) en función de su comportamiento plástico. En esta carta, los suelos se clasifican
en zonas de baja y alta plasticidad, y se indica si el suelo es predominantemente limo (M)
o arcilla (C). Esta representación gráfica facilita una rápida evaluación del suelo para
anticipar cómo responderá a cambios de humedad y carga, lo cual es esencial para tomar
decisiones en el diseño de estructuras.

4. Clasificación de los Suelos

La clasificación de suelos es esencial en geotecnia, ya que permite identificar y


categorizar el suelo en función de sus propiedades físicas y mecánicas, lo cual ayuda a
predecir su comportamiento ante cargas y a elegir el tipo de tratamiento o manejo
adecuado. Los sistemas de clasificación más utilizados en ingeniería civil son el Sistema
Unificado de Clasificación de Suelos (USCS) y el Sistema de Clasificación AASHTO.
Estos sistemas dividen los suelos en categorías basadas en propiedades como el tamaño
de grano, la plasticidad, y el contenido de finos (material que pasa por el tamiz de 0.075
mm), permitiendo así anticipar su desempeño bajo diferentes condiciones de carga y
humedad.

4.1 Sistema Unificado de Clasificación de Suelos (USCS)

El Sistema Unificado de Clasificación de Suelos (USCS) fue desarrollado inicialmente


por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos para aplicaciones de
construcción militar. Hoy, es ampliamente utilizado en la ingeniería civil debido a su
capacidad para categorizar tanto suelos gruesos como finos en función de su
granulometría y plasticidad. Los suelos se dividen en tres categorías principales:
1. Suelos Gruesos: Los suelos gruesos están compuestos principalmente por gravas y
arenas, con menos del 50% de partículas finas (que pasan el tamiz de 0.075 mm).
Estos se subdividen en:

• Gravas (G): Suelos con más del 50% de partículas mayores a 4.75 mm. Las gravas bien
gradadas (GW) tienen una distribución amplia de tamaños de partículas, lo que facilita su
compactación y estabilidad. Las gravas mal gradadas (GP) carecen de esta variedad, por
lo que son menos estables.

• Arenas (S): Suelos con más del 50% de partículas entre 4.75 mm y 0.075 mm. Al igual
que las gravas, pueden ser bien gradadas (SW) o mal gradadas (SP) según la variedad en
la distribución de tamaños de grano. Las arenas bien gradadas tienen buena estabilidad,
mientras que las mal gradadas presentan menor capacidad de soporte.

Los suelos gruesos son generalmente permeables y presentan poca o ninguna cohesión,
lo que los hace adecuados para aplicaciones en drenajes, cimentaciones superficiales, y
donde se requiera estabilidad sin mucha retención de agua.

2. Suelos Finos: Los suelos finos incluyen limos y arcillas, que tienen más del 50% de
partículas que pasan por el tamiz de 0.075 mm. Dentro de esta categoría, se clasifican
según su comportamiento plástico y cohesivo:

• Limos (M): Materiales con partículas finas no cohesivas, que generalmente tienen baja
plasticidad y se comportan de forma granular cuando están secos. Los limos pueden ser
inorgánicos (ML) o de alta plasticidad (MH).

• Arcillas (C): Suelos que exhiben una elevada cohesión y plasticidad debido a su
capacidad de retener agua. Pueden ser inorgánicas (CL para baja plasticidad, CH para alta
plasticidad) u orgánicas (OL, OH). La plasticidad de las arcillas influye directamente en
su capacidad de expandirse o contraerse según el contenido de agua, lo cual puede causar
problemas de estabilidad en estructuras.
3. Suelos Orgánicos y Turbas: Además de los suelos minerales, el USCS identifica
suelos con alto contenido de materia orgánica, como las turberas (PT) y otros suelos
orgánicos (O). Estos suelos suelen ser inestables debido a su alta compresibilidad y
baja resistencia al corte, y por tanto, se consideran generalmente inadecuados para la
construcción sin un adecuado tratamiento o estabilización.

El USCS emplea una serie de pruebas de laboratorio, como el análisis de granulometría


y los límites de Atterberg, para clasificar los suelos de acuerdo con sus propiedades de
tamaño y plasticidad. Este sistema es útil para determinar cómo los suelos se comportarán
bajo distintas condiciones y carga, y es especialmente empleado en el diseño de
cimentaciones y obras de infraestructura.
4.2 Sistema de Clasificación AASHTO

El Sistema de Clasificación de Suelos AASHTO fue desarrollado por la American


Association of State Highway and Transportation Officials, y se utiliza principalmente en
la clasificación de suelos para proyectos de construcción de carreteras. Este sistema es
útil para evaluar el desempeño de los suelos en capas de pavimento y está orientado a
identificar aquellos suelos que proporcionarán buena estabilidad y soporte en función de
la granulometría y la plasticidad. La clasificación AASHTO divide los suelos en ocho
grupos principales, cada uno con características específicas para evaluar su idoneidad en
obras viales:

1. Grupo A-1 a A-3: Suelos gruesos con baja plasticidad, considerados los más
adecuados para la construcción de carreteras, en particular para capas de subbase y
base. Los suelos de este grupo tienen una alta estabilidad y son capaces de resistir
cargas de tráfico sin deformarse.

• A-1: Suelos granulares como gravas y mezclas de grava y arena. Se subdividen en A-1-
a y A-1-b según el tamaño de partículas gruesas.

• A-2: Suelos que contienen una mezcla de materiales gruesos y finos y son generalmente
adecuados para capas de base y subbase.

• A-3: Arenas y materiales arenosos que pueden presentar buena estabilidad pero suelen
ser menos adecuados en ambientes de alta humedad.

2. Grupo A-4 a A-7: Suelos finos con diferentes grados de plasticidad. Estos suelos
suelen tener una menor estabilidad y requieren medidas adicionales de compactación
o estabilización cuando se usan en construcción.

• A-4 y A-5: Limones de baja y media plasticidad que se comportan como suelos
inestables bajo condiciones de alta humedad.

• A-6: Arcillas de baja a media plasticidad. Son susceptibles a la expansión y contracción


en presencia de agua, lo que puede causar problemas en capas de pavimento.

• A-7: Arcillas de alta plasticidad, particularmente susceptibles a la expansión en


condiciones de humedad y a la contracción al secarse. Estos suelos son inestables y
requieren tratamiento especial si se desea usarlos en capas de pavimento.

3. Grupo A-8: Suelos orgánicos o altamente inestables que se consideran inapropiados


para la construcción de carreteras debido a su alta compresibilidad y baja capacidad
de soporte.

Además del contenido de finos y la plasticidad, la clasificación AASHTO también utiliza


el índice de grupo (IG), que evalúa adicionalmente el desempeño del suelo en función de
su granulometría y propiedades plásticas. Este índice se calcula mediante una fórmula
que incorpora el límite líquido, el índice de plasticidad y el contenido de finos, y ayuda a
cuantificar las características de un suelo dentro de su grupo específico. Los suelos con
un índice de grupo más bajo tienen un mejor comportamiento en carretera, ya que
presentan menor plasticidad y son más estables.

5. Clasificación del Suelo según su Plasticidad

La plasticidad permite clasificar el suelo en función de su índice de plasticidad (IP) y su


límite líquido (LL), proporcionando una idea de su capacidad para soportar cargas y
mantener la estabilidad en condiciones de humedad variable.

5.1 Suelos de Baja Plasticidad:


Comprenden principalmente arenas y limos inorgánicos que presentan baja cohesión.
Estos suelos no son significativamente afectados por el contenido de agua, lo cual los
hace menos susceptibles a los problemas de expansión y contracción, siendo ideales para
aplicaciones de pavimentación y otras donde se requiere estabilidad dimensional.

5.2 Suelos de Alta Plasticidad:


Suelos arcillosos que pueden retener grandes cantidades de agua, expandiéndose y
contrayéndose en respuesta a cambios de humedad. Este tipo de suelo presenta mayores
riesgos de estabilidad, especialmente si se usa como base para estructuras, debido a su
comportamiento de hinchamiento y agrietamiento bajo variaciones de humedad.

6. Aplicaciones Prácticas de la Clasificación y Plasticidad del


Suelo
El conocimiento de la plasticidad y clasificación de los suelos permite tomar decisiones
informadas en proyectos de ingeniería civil y construcción:

6.1 Diseño de carreteras:


El sistema AASHTO es crucial en la selección de suelos para carreteras. Los suelos de
baja plasticidad son preferidos en capas de subbase y base debido a su resistencia a la
deformación, mientras que los suelos con alta plasticidad (A-7) son menos recomendables
para estas aplicaciones.

6.2 Cimentaciones de estructuras:


La clasificación y plasticidad ayudan a prever la expansión y contracción de los suelos,
lo cual es importante para evitar asentamientos diferenciales y daños estructurales. Suelos
finos de alta plasticidad, en particular, deben evitarse en cimientos o deben estabilizarse
para mejorar su desempeño.

6.3 Obras de rellenos y contención:


En aplicaciones como presas y diques, suelos arcillosos de alta plasticidad son preferidos
debido a su capacidad de retención de agua. Sin embargo, se debe tener en cuenta su
susceptibilidad a deformaciones volumétricas, lo que puede afectar la estabilidad a largo
plazo.
7. Conclusión
La plasticidad y clasificación del suelo son conceptos fundamentales en la ingeniería civil
y la construcción de infraestructuras. Estos parámetros permiten evaluar cómo se
comportará un suelo ante cargas y cambios en el contenido de humedad, proporcionando
una base para seleccionar el tipo de suelo más adecuado para cada aplicación. La
adecuada comprensión y aplicación de estos conceptos es esencial para diseñar y construir
estructuras seguras y duraderas.
8. Bibliografía
Braja M. Das. Principles of Geotechnical Engineering. Cengage Learning, 2009.

Terzaghi, K., Peck, R. B., Mesri, G. Soil Mechanics in Engineering Practice. Wiley, 1996.

American Association of State Highway and Transportation Officials (AASHTO).


Standard Specifications for Transportation Materials and Methods of Sampling and
Testing. Washington D.C., 2020.

Bowles, J. E. Foundation Analysis and Design. McGraw-Hill, 1996.


Coduto, Donald P. Foundation Design: Principles and Practices. Prentice Hall, 2001.

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