Aparato Reproductor Masculino

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APARATO REPRODUCTOR MASCULINO

FUNCIONES REPRODUCTORAS Y HORMONALES MASCULINAS

Los órganos sexuales masculinos están constituidos por una compleja disposición de órganos
genitales internos y externos. Su función es la reproducción y el placer sexual. Las funciones
reproductoras masculinas se dividen en 3:

1. La espermatogenia: la formación de los espermatozoides


2. La realización del acto sexual masculino
3. Regulación de las funciones reproductoras del varón por diversas hormonas.

Funículo espermático

Al pasar a través del conducto inguinal, el proceso vaginal, el testículo, el conducto deferente y las
ducto inguinal, estructuras neurovasculares del testículo (o el proceso vaginal y el gubernáculo
ovárico inferior en las mujeres) quedan englobados en extensiones fasciales derivadas de la
mayoría (tres de cuatro) de las láminas que atraviesan. Debido a esto, su recubrimiento es
trilaminar.

Las láminas de la fascia transversal, el oblicuo interno y el oblicuo externo contribuyen al


funículo espermático con la fascia espermática interna, el músculo y la fascia cremastéricos, y la
fascia espermática externa, respectivamente. Aunque la porción del proceso vaginal dentro del
cordón espermático se ocluye, la porción adyacente al testículo permanece evidente como la túnica
vaginal testicular. El contenido del funículo espermático está formado por el conducto deferente y
estructuras neurovasculares, que acompañaron al testículo en su descenso desde la pared
posterior del abdomen durante el desarrollo.

Escroto

El escroto es la bolsa tegumentaria formada a partir de las intumescencias labioescrotales del


hombre para albergar el testículo tras su descenso. En el escroto, la capa adiposa de tejido
subcutáneo de la pared abdominal es sustituida por el músculo liso dartos, mientras que la capa
membranosa se continúa como la túnica dartos y el septo escrotal.

El escroto recibe arterias escrotales anteriores desde el muslo (a través de la arteria


pudenda externa), arterias escrotales posteriores desde el periné (arteria pudenda interna), e
internamente arterias cremastéricas desde el abdomen (arteria epigástrica inferior). Los nervios
escrotales anteriores proceden del plexo lumbar (a través de los nervios genitofemoral e
ilioinguinal) y los nervios escrotales posteriores del plexo sacro (a través del nervio pudendo).

Testículos

El testículo es la gónada masculina, con la forma y el tamaño de una aceituna grande o una ciruela
pequeña, que produce espermatozoides y hormonas masculinas. Cada testículo está englobado,
excepto posterior y superiormente, por una bolsa serosa bilaminar, la túnica vaginal, derivada del
peritoneo.

La cara externa del testículo está cubierta por la túnica albugínea, fibrosa, que se engrosa
interna y posteriormente como el mediastino del testículo, del que irradian los septos. Entre los
septos hay asas de delgados túbulos seminíferos, donde se forman los espermatozoides. Los
túbulos convergen y drenan en la red testicular del mediastino, que a su vez está conectada al
epidídimo por los conductillos eferentes. La inervación, la vascularización y el drenaje linfático del
testículo reflejan el origen abdominal del órgano, y en su mayoría son independientes del saco
escrotal que lo rodea.
El epidídimo está formado por el conducto, muy plegado y compacto, del epidídimo, que va
desde los conductillos eferentes al conducto deferente; es el lugar donde se almacenan y maduran
los espermatozoides. El epidídimo se adhiere a las caras superior y posterior del testículo, más
protegidas.

Espermatogenia

Las células germinales primordiales migran hacia los testículos y se convierten espermatogonias
(Inmaduras). En la pubertad las espermatogonias se dividen por mitosis y proliferándose y
diferenciándose para formar espermatozoides. el período de espermatogenia dura 74 días.

La espermatogenia se da en los túbulos seminíferos durante la vida sexual activa por la


estimulación por las hormonas gonadótropas de la adenohipófisis, comenzando a los 13 años. La
primera fase: las espermatogonias migran hacia la luz central del túbulo seminífero entre las
células de Sertoli y estas rodean a las espermatogonias en desarrollo hasta la luz central del
túbulo.

Meiosis

Las espermatogonias que penetran en las células de Sertoli se modifican y aumentan de tamaño
para formar espermatocitos primarios grandes. Cada espermatocito primario se divide formando 2
espermatocitos secundarios que se dividen formando espermátides que se convierten en
espermatozoides (esperma). Durante la modificación, los 46 cromosomas del espermatocito se
reparten, de manera que 23 cromosomas van a una espermátide y los otros 23, a la otra. Esto
hace posible que la mitad genética del feto proceda del padre y la otra mitad procede de la madre.

Cromosomas sexuales

En la espermatogenia, uno de los 23 pares de cromosomas transporta la información genética que


determina el sexo. Este par está compuesto por un cromosoma X- femenino, y un cromosoma Y-
masculino. Durante la división meiótica, el cromosoma Y se dirige a una espermátide, que se
convierte en un espermatozoide masculino, y el cromosoma X va a otra espermátide, y se
convierte en un espermatozoide femenino.

Formación del espermatozoide

Cada espermátide se alarga para constituir los espermatozoides y cada uno está compuesto por
cabeza y cola. La cabeza está formada por el núcleo celular revestido de citoplasma y de M.
celular. En la cabeza existe el acrosoma (en el aparato de Golgi) y contiene enzimas incluida la
hialuronidasa (digiere filamentos de proteoglucanos) y enzimas proteolíticas (digerir proteínas).
Estas enzimas permiten al espermatozoide entrar en el óvulo y fecundarlo.

La cola-Flagelo, tiene 3 componentes: 1) Axonema-11 microtúbulos; 2) Fina M. celular que


reviste el axonema, 3) mitocondrias que rodean el axonema del cuerpo de la cola. La energía para
el movimiento flagelar procede del ATP sintetizado por las mitocondrias del cuerpo de la cola.

Factores hormonales que estimulan la espermatogenia

1. La testosterona, secretada por las células de Leydig es esencial para el crecimiento y la división
de las células germinales. 2. La hormona luteinizante (Adenohipófisis), estimula la secreción de
testosterona. 3. La hormona foliculoestimulante (adenohipófisis), estimula a las células de Sertoli;
sin esta estimulación no se produciría la conversión de espermátides en espermatozoides; 4. Los
estrógenos son esenciales para la espermatogenia. 5. La hormona del crecimiento controla
funciones metabólicas básicas de los testículos, deficiencia de esta hormona lleva a la esterilidad.

Almacenamiento de los espermatozoides en los testículos


Los testículos forman 120 millones de espermatozoides diarios; la mayoría se conserva en el
conducto deferente y una pequeña cantidad en el epidídimo. Pueden permanecer almacenados,
manteniendo su fertilidad al menos 1 mes. Tras la eyaculación, los espermatozoides se vuelven
móviles y capaces de fecundar al óvulo (maduración). Las células de Sertoli y el epitelio del
epidídimo secretan un líquido nutritivo (contiene hormonas testosterona y estrógenos, enzimas)
que es eyaculado junto con los espermatozoides.

Secreción de testosterona por las células intersticiales de Leydig de los testículos

Los testículos secretan varias hormonas sexuales masculinas (andrógenos- son esteroideos) son
la testosterona, la dihidrotestosterona y la androstenodiona. La testosterona se produce en las
células intersticiales de Leydig, situadas en los túbulos seminíferos. Las células de Leydig son casi
inexistentes en los testículos durante la niñez (apenas se secreta testosterona), pero son muy
numerosas en el recién nacido varón y en el varón adulto en cualquier momento después de la
pubertad. Tanto en los testículos y en las glándulas suprarrenales, los andrógenos se sintetizan a
partir del colesterol o acetil coenzima A.

Funciones de la testosterona

Es responsable de las características del cuerpo masculino. Durante la vida fetal, la gonadotropina
coriónica placentaria estimula a los testículos para que produzcan cantidades moderadas de
testosterona durante todo el período de desarrollo fetal; durante la niñez y hasta la edad de 10 a 13
años, la producción de testosterona es casi nula. A partir de ese momento, la secreción de la
hormona aumenta con rapidez bajo el estímulo de las gonadotropinas hipofisarias al comienzo de
la pubertad y continúa durante el resto de la vida, descendiendo rápidamente más allá de los 50
años, para situarse entre el 20 y el 50% del valor máximo a los 80 años.

La testosterona, secretada primero por las crestas genitales y más tarde por los testículos
fetales, es la responsable del desarrollo de las características corporales masculinas, como la
formación de un pene y un escroto en lugar de un clítoris y una vagina. También induce la
formación de la glándula prostática, las vesículas seminales y los conductos genitales masculinos.

Los testículos descienden al escroto durante los últimos 2 o 3 meses de gestación, cuando
se secreta cantidades suficientes de testosterona. Si un niño varón nace con los testículos no
descendidos, la administración de testosterona podrá hacer que los testículos desciendan. La
administración de hormonas gonadótropas, que estimulan a las células de Leydig de los testículos
del recién nacido para que produzcan testosterona, también puede hacer que los testículos
desciendan.

Tras la pubertad, el aumento de la secreción de testosterona hace que el pene, el escroto y


los testículos aumenten de tamaño antes de los 20 años de edad; induce también el desarrollo
simultáneo de los caracteres sexuales secundarios del varón, comenzando en la pubertad y
terminando en la madurez.

La testosterona hace crecer el pelo: 1) sobre el pubis; 2) hacia arriba a lo largo de la línea
alba; 3) en la cara; 4) en el tórax, y 5) la espalda.

La testosterona reduce el crecimiento del pelo en la parte superior de la cabeza. Muchos


hombres viriles nunca sufren calvicie, porque esta puede ser consecuencia de dos factores: una
base genética para el desarrollo de la calvicie y la superposición sobre esta base genética de
grandes cantidades de hormonas androgénicas.

La testosterona produce una hipertrofia de la mucosa laríngea y aumento del tamaño de la


laringe originando la voz grave del varón adulto.La testosterona aumenta el grosor de la piel
subcutáneos. Aumenta la secreción sebácea de la cara y provoca acné.
Aumenta la musculatura tras la pubertad, la masa muscular es un 50% mayor que la de la
mujer. Este incremento en la masa muscular se asocia también a un aumento de las proteínas en
las partes no musculares del organismo. El gran efecto de la testosterona y de otros andrógenos
sobre la musculatura del cuerpo ha fomentado el uso de los andrógenos sintéticos por los
deportistas para mejorar su rendimiento muscular.

Aumenta la testosterona y los huesos experimentan un aumento de espesor y en ellos se


depositan cantidades sustanciales suplementarias de sales de calcio. La testosterona incrementa
la cantidad total de matriz ósea y provoca retención de calcio y tiene un efecto específico sobre la
pelvis: 1) provoca el estrechamiento de la salida de la pelvis y la alarga; 3) hace que adopte una
forma en embudo y 4) incrementa mucho la fortaleza del conjunto de la pelvis para soportar pesos.
La testosterona hace que las epífisis de los huesos largos se unan a la diáfisis a edades más
precoces= crecimiento rápido.

La inyección de grandes cantidades de testosterona puede hasta en el 15%. El aumentar la


tasa de metabolismo basal aumento de testosterona aumenta entre el 15 y el 20% el número de
eritrocitos. El efecto de la testosterona para aumentar la producción de eritrocitos se debe al
aumento de la tasa metabólica que tiene lugar tras la administración de testosterona. Tras la
pubertad, los volúmenes de sangre y de líquido extracelular del varón ascienden hasta incluso del
5 al 10% por encima de lo que correspondería en relación con el peso corporal.

Conducto deferente

El conducto deferente, con forma de cordón, es el componente principal del cordón espermático y
transporta los espermatozoides desde el epidídimo hasta el conducto eyaculador. La porción distal
de los conductos es superficial dentro del escroto (y por tanto fácilmente accesible para la
deferentectomía o vasectomía) antes de atravesar la pared anterior del abdomen a través del
conducto inguinal. La porción pélvica del conducto se sitúa inmediatamente externa al peritoneo; su
porción terminal se agranda externamente mientras su luz se hace tortuosa internamente,
formando la ampolla del conducto deferente.

Vesículas seminales, conductos eyaculadores y próstata.

Las vesículas seminales, situadas oblicuamente, convergen en la base de la vejiga, donde cada
uno de sus conductos se fusiona con el conducto deferente ipsilateral para formar un conducto
eyaculador.

Los dos conductos eyaculadores entran inmediatamente en la cara posterior de la próstata,


discurriendo estrechamente paralelos a través de la glándula para desembocar en el colículo
seminal. Los conductos prostáticos desembocan en los senos prostáticos, adyacentes al colículo
seminal. De este modo, las principales secreciones glandulares y los espermatozoides llegan a la
uretra prostática.

Las vesículas seminales y la próstata producen con diferencia la mayor parte del líquido
seminal, indispensable para transportar y liberar los espermatozoides. Estos órganos genitales
internos, situados dentro de la pelvis masculina anterior, reciben sangre desde las arterias vesical
inferior y rectal media, y drenan en el plexo venoso continuo prostático/vesical.

Las fibras simpáticas procedentes de niveles lumbares estimulan la contracción y secreción


que producen la eyaculación. La función de las fibras parasimpáticas procedentes de S2-S4 que
inervan los genitales internos no está clara, pero las que atraviesan el plexo nervioso prostático
para formar los nervios cavernosos producen la erección.

Función de las vesículas seminales


Durante la emisión y eyaculación, cada vesícula seminal vacía su contenido al conducto
eyaculador después de que el conducto deferente libere los espermatozoides y esto aumenta
mucho el volumen de semen eyaculado. Las prostaglandinas ayudan de dos maneras a la
fecundación: 1) reaccionando con el moco cervical femenino, para hacerlo más receptivo al
movimiento de los espermatozoides, y 2) Desencadena contracciones peristálticas del útero y de
las T. Falopio para desplazar a los espermatozoides hacia los ovarios.

Función de la próstata

La próstata secreta un líquido poco denso, lechoso, que contiene iones citrato, calcio y fosfato, una
enzima de coagulación y profibrinolisina que contribuyen al volumen de semen. Es alcalino y sirve
para la fecundación del óvulo; el líquido del conducto deferente es ácido por el ácido cítrico
haciendo que se inhiba la fertilidad de los espermatozoides. Las secreciones vaginales de la mujer
son ácidas (pH de 3,5 a 4). Los espermatozoides no son son óptimos hasta un pH mayor de 6 a
6,5. El líquido prostático ayuda a neutralizar la acidez de otros líquidos facilita la movilidad y
fertilidad de los espermatozoides.

Uretra

La uretra masculina consta de cuatro porciones; dos de ellas son las porciones intramural y
prostática. La intramural tiene una longitud y un diámetro variables, dependiendo de si la vejiga se
está llenando o vaciando. La uretra prostática se distingue tanto por lo que la rodea como por las
estructuras que desembocan en ella. Está rodeada por la próstata. Los conductos prostáticos
desembocan en senos prostáticos a cada lado de la cresta de la uretra. El utrículo vestigial es una
abertura relativamente grande en el centro de los colículos seminales, flanqueado por las diminutas
aberturas de los conductos eyaculadores. Las vías reproductivas y urinarias se unen en la uretra
prostática.

Semen

El semen se compone del líquido y los espermatozoides del conducto deferente (10% del total), el
líquido de las vesículas seminales (60%), el líquido de la glándula prostática (30%) y pequeñas
cantidades procedentes de las glándulas mucosas (bulbouretrales). El pH medio del semen es de
7, 5. El líquido prostático confiere al semen un aspecto lechoso y el líquido de las vesículas
seminales y de las glándulas mucosas, la consistencia mucoide. En los primeros minutos, los
espermatozoides están inmóviles, debido a la viscosidad un coágulo y cuando se disuelve, los
espermatozoides adquieren una gran movilidad. Los espermatozoides una vez eyaculados en el
semen su supervivencia máxima es solo de 24 a 48 h a la temperatura corporal.

La capacitación de los espermatozoides es necesaria para la fecundación del óvulo

Los espermatozoides maduros después de su expulsión en el semen, son incapaces de fecundar


el óvulo, pero al entrar en contacto con los líquidos del aparato genital femenino, se producen
cambios que activan a los espermatozoides para los procesos finales de la fecundación. Este
conjunto de cambios recibe el nombre de capacitación de los espermatozoides y tarda de 1 a 10h.
Las modificaciones son: 1. Los líquidos del útero y de las trompas de Falopio eliminan los factores
inhibidores que mantenían reprimida la actividad de los espermatozoides en los conductos
genitales masculinos. 2. Los espermatozoides que están en el líquido de los conductos genitales
masculinos a vesículas flotantes de los túbulos seminíferos que contienen colesterol y este se
añade a la membrana celular que reviste el acrosoma del espermatozoide, fortaleciéndola e
impidiendo la liberación de sus enzimas. Tras la eyaculación, los espermatozoides en la vagina
nadan hacia arriba en el líquido uterino, alejándose de las vesículas de colesterol. Al hacerlo el
acrosoma se debilita mucho. 3. La membrana del espermatozoide se hace permeable a los iones
calcio, de forma que ahora penetra abundante calcio en el espermatozoide y modifica la actividad
del flagelo, adquiriendo la actividad de latigazo y pueda filtrar la zona pelúcida del ovocito.
Fertilidad

La cantidad de semen eyaculado en cada coito es, como promedio, de 3,5 ml y en cada mililitro de
semen hay un promedio de unos 120 millones de espermatozoides. Cuando el número de
espermatozoides por mililitro cae por debajo de unos 20 millones, es probable que la persona no
sea fértil.

Puede encontrarse que hasta la mitad de los espermatozoides presentan anomalías


morfológicas, con dos cabezas, de forma anormal o colas anormales. Siempre que la forma de la
mayoría de los espermatozoides sea anormal o no puedan moverse, será probable que el varón
sea estéril.

Pene

El pene es el órgano de la copulación y de la excreción de orina y semen. Está constituido


principalmente por piel fina y móvil que recubre tres cuerpos cilíndricos de tejido cavernoso eréctil,
los dos cuerpos cavernosos y un único cuerpo esponjoso que contiene la uretra esponjosa.Los
cuerpos eréctiles se mantienen juntos por la fascia profunda del pene, excepto en la raíz, donde
están separados en los pilares y el bulbo del pene. Los pilares se insertan en las ramas
isquiopubianas, pero todas las porciones de la raíz están unidas a la membrana perineal. En la
unión entre la raíz y el cuerpo, el pene está unido a la sinfisis del pubis por el ligamento
suspensorio del pene. Los músculos isquiocavernosos envuelven a los pilares, y el músculo
bulboesponjoso envuelve al bulbo; las fibras más anteriores de este último rodean la porción más
proximal del cuerpo del pene y los vasos dorsales profundos.

El glande del pene es una expansión distal del cuerpo esponjoso, que presenta el orificio
uretral externo en su punta y una corona que se proyecta hacia fuera y sobre el cuello del glande. A
menos que se extirpe en la circuncisión, el cuello está cubierto por el prepucio. Excepto la piel
situada cerca de la raíz, el pene está irrigado principalmente por ramas de las arterias pudendas
internas. Las arterias dorsales irrigan la mayor parte del cuerpo y del glande. Las arterias
profundas irrigan el tejido cavernoso. Las arterias helicinas terminales se abren para llenar los
senos con sangre por efecto de la presión arterial, lo que provoca la erección del pene. Las
estructuras superficiales drenan a través de la vena dorsal superficial en las venas pudendas
externas, mientras que los cuerpos eréctiles drenan a través de la vena dorsal profunda en el plexo
venoso prostático.

La inervación sensitiva y simpática se vehicula principalmente a través del nervio dorsal del
pene, pero las arterias helicinas que producen la erección están inervadas por nervios cavernosos,
prolongaciones del plexo nervioso prostático.

Acto sexual masculino

La fuente más importante de señales nerviosas sensitivas para la iniciación del acto sexual
masculino es el glande del pene. Órgano sensitivo que transmite al SNC la sensación sexual. Las
sensaciones sexuales pueden originarse incluso en estructuras internas, como en zonas de la
uretra, la vejiga, la próstata, las vesículas seminales, los testículos y el conducto deferente.

Los estímulos psicológicos adecuados pueden facilitar mucho la capacidad de una persona
para realizar el acto sexual. En los varones se producen eyaculaciones nocturnas, llamadas
sueños húmedos, en algunas etapas de la vida sexual, durante la adolescencia.

El acto sexual masculino es el resultado de mecanismos reflejos intrínsecos integrados en


la médula espinal sacra y lumbar y se pueden iniciar por estimulación psicológica del encéfalo y por
estimulación sexual real de los órganos sexuales.

Etapas del acto sexual masculino


-Erección: función de los nervios parasimpáticos

La erección del pene es el primer efecto de la estimulación sexual masculina. La erección se debe
a los impulsos parasimpáticos que alcanzan el pene desde la porción sacra de la médula espinal a
través de los nervios pélvicos Estas fibras secretan óxido nítrico, péptido intestinal vasoactivo y
acetilcolina. El tejido eréctil del pene es un conjunto de cuerpos cavernosos, que contienen poca
sangre, pero que experimentan una dilatación cuando la sangre arterial fluye a su interior.

-La lubricación es una función parasimpática

Durante la estimulación sexual, los impulsos parasimpáticos, además de promover la erección,


hacen que las glándulas uretrales y bulbouretrales secreten moco. Este moco fluye a través de la
uretra durante la cópula y ayuda a la lubricación del coito.

-La emisión y la eyaculación son funciones de los nervios simpáticos

La emisión y la eyaculación son la culminación del acto sexual masculino. Cuando el estímulo
sexual es intenso, los centros reflejos de la médula espinal comienzan a emitir impulsos
simpáticos que abandonan la médula al nivel de T12 a L2 y pasan a los órganos genitales por los
plexos nerviosos simpáticos hipogástricos y pélvicos para iniciar la emisión. La emisión comienza
con la contracción del conducto deferente y de la ampolla para provocar la expulsión de los
espermatozoides a la uretra interna. Después, las contracciones del revestimiento muscular de la
glándula prostática, seguidas de la contracción de las vesículas seminales, expelen el líquido
prostático y seminal hacia la uretra, empujando hacia adelante a los espermatozoides. Todos estos
líquidos se mezclan en la uretra interna con el moco ya secretado por las glándulas bulbouretrales
para formar el semen. El proceso, hasta este punto, es la emisión. El llenado de la uretra interna
por el semen desencadena señales sensitivas que se transmiten a través de los nervios pudendos
a las zonas sacras de la médula. Estas señales sensitivas estimulan también la contracción rítmica
de los órganos genitales internos y causan la contracción de los músculos isquiocavernosos y
bulbocavernosos que comprimen las bases del tejido eréctil peniano. Este proceso final se
denomina eyaculación.

Control de la función sexual masculina por las hormonas del hipotálamo y la adenohipófisis

El control de las funciones sexuales, comienza con la secreción de GnRH por el hipotálamo y
estimula la secreción de otras dos hormonas gonadotropinas en la adenohipófisis: 1) hormona
luteinizante (LH), y 2) hormona foliculoestimulante (FSH). La LH es el estímulo primario para la
secreción de testosterona por los testículos; la FSH estimula principalmente la espermatogenia.

La GnRH es secretado por neuronas cuyos cuerpos celulares se encuentran en el núcleo


infundibular (arqueado) del hipotálamo. Las terminaciones de estas neuronas acaban en la
eminencia media del hipotálamo, donde liberan GnRH al sistema vascular portal hipotalámico-
hipofisario. La GnRH alcanza la adenohipófisis por la sangre portal hipofisaria y estimula la
liberación de las gonadotropinas LH y FSH. La secreción de GnRH se produce cada 1 a 3 h. La
intensidad de este estímulo hormonal depende de dos factores: 1) la frecuencia de los ciclos de
secreción, y 2) la cantidad de GnRH liberada en cada ciclo. La GnRH se conoce como hormona
liberadora de LH.

Pubertad y regulación de su comienzo

Durante la niñez el hipotálamo no secreta GnRH porque la secreción de hormonas sexuales


esteroideas inhibe la secreción hipotalámica de GnRH. En la pubertad, la secreción hipotalámica
de GnRH se libera de la inhibición que sufre durante la vida infantil e inicia la vida adulta.

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