I DOMINGO de CUARESMA - Sintetizado - Eucologia

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I DOMINGO DE CUARESMA

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 90, 15-16


Me invocará y yo lo escucharé; lo libraré y lo glorificaré;
prolongaré los días de su vida.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA

C ONCÉDENOS, Dios todopoderoso,


que por las prácticas anuales
de esta celebración cuaresmal,
progresemos en el conocimiento del misterio de Cristo,
y traduzcamos su efecto en una conducta irreprochable.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Se dice Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

T E pedimos, Señor, que nos hagas dignos


de estos dones que vamos a ofrecerte,
ya que con ellos celebramos el inicio
de este venerable misterio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Las tentaciones del Señor
℣. El Señor esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
℣. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.

E N verdad es justo y necesario,


es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Porque él mismo,
al abstenerse durante cuarenta días de tomar alimento,
consagró la práctica de nuestra penitencia cuaresmal
y, al rechazar las tentaciones del enemigo,
nos enseñó a superar la seducción del pecado,
para que, después de celebrar con espíritu renovado
el misterio pascual,
pasemos finalmente a la Pascua eterna.
Por eso, con los coros de los ángeles y los santos,
te cantamos el himno de alabanza,
diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
PLEGARIA EUCARÍSTICA II
100. El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
CP Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad;
101. Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice:
CC por eso te pedimos que santifiques estos dones
con la efusión de tu Espíritu,
Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz
conjuntamente, diciendo:

de manera que se conviertan para nosotros


en el Cuerpo y la Sangre
de Jesucristo, nuestro Señor.
Junta las manos.
102. En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor deben pronunciarse
claramente y con precisión, como lo requiere la naturaleza de las mismas
palabras.

El cual,
En la Misa vespertina del Jueves Santo:
en esta misma noche,

cuando iba a ser entregado a su Pasión,


voluntariamente aceptada,
Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:

tomó pan,
dándote gracias,
lo partió
y lo dio a sus discípulos, diciendo:
Se inclina un poco.

TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL,


PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES.
Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo
adora haciendo genuflexión.
103. Después prosigue:

Del mismo modo, acabada la cena,


Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:
tomó el cáliz,
y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Se inclina un poco.

TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL,


PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA
POR USTEDES Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora
haciendo genuflexión.
1
CP Éste es el Misterio de la fe.
O bien:

Éste es el Sacramento de nuestra fe.


Y el pueblo prosigue, aclamando:

Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
¡Ven, Señor Jesús!
105. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice:
CC Así, pues, Padre,
al celebrar ahora el memorial
de la muerte y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos
el pan de vida y el cáliz de salvación,
y te damos gracias
porque nos haces dignos de servirte en tu presencia.
Te pedimos humildemente
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
C1 Acuérdate, Señor,
de tu Iglesia extendida por toda la tierra;
y reunida aquí en el domingo, día en que Cristo ha vencido
a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal;
*y con el Papa N.,
con nuestro Obispo N.,
y todos los pastores que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección por la caridad.
C2 Acuérdate también de nuestros hermanos
que se durmieron en la esperanzade la resurrección,
y de todos los que han muerto en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen Madre de Dios,
su esposo san José,
los apóstoles
y cuantos vivieron en tu amistad
a través de los tiempos,
merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.
Junta las manos.
106. Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz, los eleva y dice:

CP
oP or Cristo, con él y en él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
CC en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
El pueblo aclama:

Amén.
RITO DE LA COMUNIÓN
124. Una vez depositados el cáliz y la patena sobre el altar, el sacerdote, con
las manos juntas, dice:

Fieles a la recomendación del Salvador


y siguiendo su divina enseñanza,
nos atrevemos a decir:
Extiende las manos y, junto con el pueblo, continúa:

Padre nuestro, que estás en el cielo,


santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
125. Solo el sacerdote, con las manos extendidas, prosigue diciendo:

Líbranos de todos los males, Señor,


y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Junta las manos.
El pueblo concluye la oración, aclamando:

Tuyo es el reino,
tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.
126. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice en voz alta:

Señor Jesucristo,
que dijiste a tus apóstoles:
"La paz les dejo, mi paz les doy",
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Junta las manos.

Tú que vives y reinas


por los siglos de los siglos.
El pueblo responde:

Amén.
127. El sacerdote, vuelto hacia el pueblo, extendiendo y juntando las manos,
añade:

La paz del Señor esté siempre con ustedes.


El pueblo responde:

Y con tu espíritu.
128. Luego, si se juzga oportuno, el diácono, o el sacerdote, añade:

Dense fraternalmente la paz.

ANTÍFONA DE LA COMUNION Mt 4, 4
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra
que sale de la boca de Dios.
O bien: Cfr. Sal 90, 4

El Señor te cubrirá con sus plumas, y bajo sus alas encontrarás


refugio.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

A LIMENTADOS, Señor, de este pan celestial


que nutre la fe, hace crecer la esperanza
y fortalece la caridad,
te suplicamos la gracia de aprender a sentir hambre
de aquel que es el pan vivo y verdadero,
y a vivir de toda palabra que procede de tu boca.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO

D ERRAMA sobre tu pueblo, Señor,


la abundancia de tu bendición
para que su esperanza crezca en la adversidad,
su virtud se fortalezca en la tentación,
y alcance la redención eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor

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