As 96 2021 Perspectiva de Genero Obviar Pruebas

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TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

SALA PENAL
AUTO SUPREMO Nº 096/2021-RRC
Sucre, 30 de agosto de 2021
Expediente : Pando 6/2020
Parte Acusadora : Ministerio Público
Parte Acusada : Noe Lucas Colque Chávez
Delito : Violencia Familiar o Doméstica
Primera Relatora : Magistrada María Cristina Díaz
2do Magistrado Relator : Dr. Edwin Aguayo Arando
VISTOS
Por memorial presentado el 15 de julio de 2020, cursante a fs. 248 a 249
vta.; Noe Lucas Colque Chávez, interpone recurso de casación,
impugnando el Auto de Vista de 3 de marzo de 2020 de fs. 226 a 231,
pronunciado por la Sala Penal y Administrativa del Tribunal
Departamental de Justicia de Pando, dentro del proceso penal seguido
por el Ministerio Público a denuncia de Rebeca Beatriz Choque Limachi
contra el recurrente, por la presunta comisión del delito de Violencia
Familiar o Doméstica, previsto y sancionado por el art. 272 bis del
Código Penal (CP).
I. ANTECEDENTES DEL PROCESO
1. Mediante Sentencia N° 77/2019 de 4 de septiembre (fs. 135 y
166), el Juzgado de Sentencia Penal Primero del Tribunal
Departamental de Justicia de Pando, declaró al acusado Noe Lucas
Colque Chávez, autor del delito de Violencia Familiar o Doméstica
e impone la pena de 4 (cuatro) años de reclusión a cumplirse en el
recinto penitenciario de Villa Busch.
1. El acusado formula recurso de apelación restringida (fs. 192 a 196)
y por Auto de Vista de 3 de marzo de 2020, la Sala Penal y
Administrativa de dicho Tribunal, declaró improcedente el recurso
(fs. 226 a 231) y confirmó la Sentencia N°77/2019; y solicita
explicación, complementación y enmienda (fs.238), misma que es
resuelta mediante Auto de 20 de marzo de 2020, que declara no
ha lugar dicha petición (fs.239 y vta.).
II.- IDENTIFICACION DE MOTIVO DEL RECURSO DE CASACIÓN
Del memorial de recurso de casación y del Auto Supremo N°511/2020-
RA de 17 de septiembre, se extrae el motivo a ser analizado en la
presente Resolución, conforme al mandato establecido en los Arts. 398
del Código de Procedimiento Penal (CPP) y 17 de la Ley del Órgano
Judicial (LOJ).
En relación al único motivo del recurso de casación admitido vía
flexibilización, el recurrente denuncia que el Auto de Vista de 3 de marzo
de 2020, incurre en vulneración al debido proceso en sus elementos
motivación, fundamentación y congruencia, por considerar que
el Tribunal de apelación, habría omitido la labor de control de la
fundamentación sobre la valoración de la prueba y los hechos, a efectos
de que tengan coherencia, orden y razonamiento lógico y en
consecuencia, por lo que no se habría pronunciado sobre los agravios
expuestos en su recurso de apelación restringida, referidos a la
concurrencia del defecto de Sentencia previsto en el art. 370 núm. 6 del
CPP.
El Auto Supremo 511/2020-RA, abrió la competencia de ésta Sala a fin
de verificar si el motivo de apelación del 370 6) del CPP, hubiera resuelto
de manera no fundamentada, explicando que los de alzada no
cumplieron con su deber de control en la valoración de la prueba.
Repasando los antecedentes del caso, se tiene que contra la Sentencia
se acusó, la no acreditación de violencia, criterios subjetivos sobre el
rechazo de denuncia de violencia, así como deducir sin base objetiva
que la víctima no se apersonó al proceso porque estaba intimidada.
Por otra parte, se cuestionó que la codificación MP-03, fue valorada
defectuosamente, pues al ser un certificado médico que no acredita
lesiones en la víctima, el juez no podía concluir que existieron
agresiones corporales. También se cuestionó la MP-08, explicando que
se dedujo una situación de violencia, cuando su tenor no refirió ello.
Finalmente, el apelante reclamó que la testifical, pese a no dar fé a los
supuestos maltratos físicos, no fueron considerados.
III.- FUNDAMENTOS LEGALES, DOCTRINALES
JURISPRUDENCIALES RELACIONADOS A LOS MOTIVOS
CASACIONALES
En el presente caso, este Tribunal ante la concurrencia de los
presupuestos de flexibilización admitió un solo motivo del recurso de
casación del recurrente Noe Lucas Colque Chávez, a los fines de
evidenciar –o no-, la lesión del derecho a la defensa y debido proceso en
la emisión del Auto de Vista impugnado sin la debida fundamentación;
en cuyo mérito, a los fines de emitir la resolución de fondo, es necesario
efectuar precisiones respecto la exigencia de la debida fundamentación
en las Resoluciones judiciales, para luego ingresar al análisis de la
problemática planteada.

III.1. La debida fundamentación de las resoluciones judiciales.

El art. 180.I de la Constitución Política del Estado (CPE), entre los


principios rectores en los que se fundamenta la jurisdicción ordinaria,
establece el debido proceso como principio que garantiza a todo sujeto
procesal, tener acceso a un pronunciamiento motivado y fundamentado,
sobre todos los motivos alegados en cualquier recurso que la ley prevé,
por lo mismo las autoridades que ejercen jurisdicción a nombre del
Estado, deben manifestar por escrito los motivos de sus resoluciones,
resguardando de esa manera tanto a los particulares como a la
colectividad, de decisiones arbitrarias.
Orlando A. Rodríguez Ch., en su obra “Casación y Revisión Penal”,
refiriéndose a la fundamentación y motivación, refiere: “…constituye un
sello de garantía a los usuarios de la administración de justicia, porque
con ello se evita la arbitrariedad, el capricho, decisiones contrarias,
errores de lógica jurídica, y el actuar irrazonado de los funcionarios
judiciales” (sic).
El mismo autor citando a -Joan Pico I Junoy-, manifiesta que la
motivación cumple las siguientes finalidades: a) Le permite controlar a
la sociedad la actividad judicial y cumplir así con el de
publicidad; b) Garantía intraprocesal de los derechos y libertades
fundamentales de las partes; c) Logra el convencimiento de las partes
sobre la justicia y corrección de la decisión judicial, eliminando la
sensación de arbitrariedad y estableciendo su razonabilidad, al conocer
por qué concreto de su contenido; y, d) Les garantiza a las partes
procesales la posibilidad de control de la resolución judicial
interponiendo ante los tribunales superiores que conocen de los
correspondientes recursos.
Ese entendimiento fue asumido por este Tribunal mediante varios Autos
Supremos, tales como el Auto Supremo 5 de 26 de enero de 2007, que
estableció la siguiente doctrina legal: “La exigencia de motivación es
una garantía constitucional de justicia, fundada en el régimen
republicano de gobierno que, al asegurar la publicidad de las razones
que tuvieron en cuenta los jueces para pronunciar sus sentencias,
permiten el control del pueblo, sobre su conducta, resguardando con
ello a los particulares y a la colectividad contra las decisiones arbitrarias
de los jueces; la motivación responde también a otros fines, ya que
podrán los interesados conocer las razones que justifican el fallo y
decidir su aceptación o fundar su impugnación por los medios que la ley
concede. Al mismo tiempo brinda al Tribunal de alzada el material
necesario para ejercer su control, y finalmente sirve para crear la
jurisprudencia, entendida como el conjunto de las enseñanzas que
derivan de las sentencias judiciales.
De ahí que la motivación de los fallos emergentes de los recursos, debe
ser expresa, clara, legítima y lógica.
a) Expresa: porque el Tribunal, no puede suplirla por una remisión a
otros actos, o a las constancias del proceso, o reemplazarlas por una
alusión de la prueba. La ley exige que el juzgador consigne las razones
que determinan su decisorio, expresando sus propias argumentaciones
de modo que sea controlable el iter lógico seguido por él, para arribar a
la conclusión.
b) Clara: en la resolución, el objeto del pensar jurídico debe estar
claramente determinado, de manera que produzca seguridad en el
ánimo de quienes la conozcan, aún por los legos.
c) Completa: la exigencia comprende a todas las cuestiones planteadas
por las partes en los diferentes recursos que se analizan, y a cada uno
de los puntos decisivos que justifican cada conclusión. El Tribunal está
obligado a considerar todas las
cuestiones esenciales o fundamentales que determinan el fallo. En este
sentido, cualquier aspecto de la indagación susceptible de valoración
propia, asume individualidad a los fines de la obligación de motivar; y
sobre la base del principio de exhaustividad habrá falta de motivación,
cuando se omita la exposición de los razonamientos efectuados sobre
un punto esencial de la decisión y sobre los hechos secundarios
alegados en el mismo, porque la obligación de motivar alcanza también
a ellos en cuanto comprenden el iter a través del cual el Tribunal llega a
la conclusión sobre la causa petendi.
La motivación de los fallos emergentes de los recursos, para ser
completa, debe referirse al petitum y al derecho, analizando la
resolución impugnada y expresando las conclusiones a las que se arribe
luego de un examen sobre la veracidad de las denuncias formuladas,
resolver apartándose del petitum significa que el fallo incurre en un vicio
de incongruencia.
El vicio de incongruencia como desajuste entre el fallo judicial y los
términos en los que las partes han formulado su pretensión o
pretensiones, en definitiva constituyen el objeto del recurso. Al conceder
más, menos o cosa distinta a lo pedido, el órgano judicial incurre, en las
formas de incongruencia conocidas como ultra petita, citra petita o extra
petita partium.
d) Legítima: la legitimidad de la motivación se refiere tanto a la
consideración de las denuncias formuladas, como a la obligación de
revisar ex oficio la legitimidad del proceso. Por lo tanto, el fallo que se
funda en la consideración de cuestiones alejadas del objeto particular
del recurso deducido, no está debidamente motivada.
e) Lógica: finalmente se exige que la sentencia cumpla con las reglas
de logicidad, de ahí que el Tribunal valorará las cuestiones formuladas
de un modo integral, empleando el razonamiento inductivo, verificando
la observancia de las reglas de la sana crítica y exponiendo los
razonamientos en que se fundamenta la decisión; es decir,
sustentándolos en las reglas de la lógica, psicología y experiencia” (sic).
III.2. Análisis del caso concreto
En los de la materia el recurrente denuncia insuficiente fundamentación
con relación al agravio referente a defecto de sentencia incurso en el
art. 370 6) CPP, respecto al control de logicidad al que está compelido el
Tribunal de Alzada ante la denuncia de defectuosa valoración probatoria,
considerando el recurrente que no se tuvo en cuenta: a) que no se
acreditó lesiones en la víctima mediante examen médico forense y en
tal mérito no podía concluir la existencia de violencia
física, encontrándose defectuosamente valorada la prueba MP-03
consistente en certificado médico forense b) sobre la deducción del juez
que no declaró la víctima en juicio porque se encontraba atemorizada c)
que se valoró defectuosamente la prueba MP-08 que no dá cuenta de la
existencia de violencia en el menor víctima d) Finalmente el
apelante, reclamó que la testifical, pese a no dar fé a los supuestos
maltratos físicos, no fueron considerados.
III.2.1 La Sala tiene presente que la resolución impugnada posee orden
y secuencia en su redacción, empero advierte que no serán
necesariamente esas condiciones las que le doten de validez. El art. 398
del CPP a tiempo de pronunciarse sobre la competencia de los
Tribunales de alzada, ordenando que circunscribirán sus resoluciones a
los aspectos cuestionados de la resolución, ordena una regla de doble
vía pues, si bien expresamente impide el pronunciamiento de fallos ultra
petita, a la par prohíbe también la emisión de fallos infra petita.
Ordenando el deber de exhaustividad en la respuesta de las cuestiones
puestas en su consideración.
La labor de control de logicidad reconocida a los tribunales de apelación
es en sí la función de mayor operatividad e importancia dentro la
estructura orgánica de la jurisdicción ordinaria, pues son los jueces de
apelación aquellos que marcarán la pauta y ejercerán el control en las
manifestaciones que sobre la Ley se produzca en juzgados y tribunales y
controlarán la intensidad de aplicación de los derechos y garantías
constitucionales aplicadas en materia penal y principalmente. Por estas
razones su labor, no se restringe a la llana función de verificación de
cumplimiento de requisitos de validez, sino en reportar que el trabajo de
juzgados y tribunales tanto ha sido adecuado en norma como representa
la más correcta de las decisiones.
La labor de control de logicidad, estima la verificación de los
razonamientos hechos en sentencia, si las conclusiones de los de grado
no revisten cuestiones ilógicas o bien conduzcan al absurdo. Labor que
de ninguna manera incumbe dar valor a las pruebas, pues en apelación
no se exigen conclusiones, sino aplicación del saber y el derecho. En
casos como los que ocupa este apartado, al tribunal de sentencia por
antonomasia le corresponderá evaluar la credibilidad de todas las
atestaciones y medios de prueba producidas en juicio oral; mientras que
al Tribunal de apelación le compete el control de esa valoración en lo
que toca a su racionalidad en función de los parámetros de la lógica, la
ciencia y la experiencia; analizando situaciones tales como el respeto al
canon de legalidad constitucional exigible para la obtención de los
medios probatorios; la consistencia para provocar superar la presunción
de inocencia; y, el deber de motivación, vale decir si el elenco probatorio
se halla dotado de los razonamientos para justificar la decisión final
asumida.
III.2.2 De inicio la Sala aclara que no le corresponde formar convicción a
partir del examen de unas pruebas cuya producción no presenció, por
cuanto tal facultad incluso les está vedada a los tribunales de apelación,
pues como se tiene abundantemente señalado, tal acto conllevaría la
afectación del principio de inmediación que rige las actuaciones
procesales en juicio oral, siendo éste la parte medular del sistema
acusatorio adoptado por nuestro país. Lo que corresponde a este
momento procesal, en primer lugar, es verificar si el Auto de Vista
impugnado dio respuesta a las denuncias que sobre incongruencia
omisiva el recurrente desarrolló en casación; y, seguidamente
corresponderá ejercer control de logicidad sobre esas respuestas.
En tal sentido, a fin de resolver el aspecto expuesto en el inc. a); es
preciso verificar la congruencia entre el motivo de agravio interpuesto y
cómo resuelve el Tribunal de Alzada la problemática planteada; es así
que revisado el recurso de apelación restringida, en parte pertinente en
la que se desarrolla la exposición señalando el recurrente, con relación a
la prueba MP3, que la misma fue valorada defectuosamente al no ser
contrastada con la MP4, la cual contradice el relato de la víctima, ya que
refiere que no hay golpes nivel de estómago y tórax, no hay lesiones en
el rostro ni mordeduras.
En relación a éste primer aspecto cuestionado el Tribunal de Alzada, se
pronuncia al resolver en el punto “2. Con relación a la valoración
defectuosa de la prueba documental y testifical” (fs. 228 vta.);
desarrollando el control que hizo sobre la sentencia en razón de la
defectuosa valoración probatoria reclamada en el recurso; señalando
que el juez en sentencia realizó una valoración amplia y suficiente en
torno a la descripción analítica y fáctica de la prueba MP3 consistente en
el certificado médico forense realizado a las víctimas, tanto madre como
hijo, -refirió- que se puede apreciar la contrastación que el referido juez
realza con relación a la prueba MP4, señalando la relevancia del
certificado médico, pasando a transcribir parte de la sentencia en la que
se contrasta la prueba MP3 con la MP4, concluyendo el Tribunal
de Alzada que el juez sí ha realizado una valoración integral de la prueba
y no sólo la MP4 que extraña el recurrente, sino otras prueba pertinentes
que fueron valoradas.
En tal condición, si bien es aparente que exista una respuesta también
de modo aparente relacionada con la problemática planteada, debe
tenerse en cuenta que los aspectos refutados en el recurso de apelación
restringida no fueron expuestos centrados únicamente en el reclamo,
sino que se plasmaron cuestiones que en criterio del recurrente o
carecían de lógica a partir de planteamientos expresos, como el caso de
haberse determinado la existencia de violencia reiterada en un periodo
de diez años, teniendo en cuenta que motivos de estudio habrían podido
impedir cualquier tipo de convivencia; asimismo, reclama un supuesto
de valoración contradictoria y ambivalente de las pruebas DT-03, DT-04
y DT-05, señalando que sobre la misma tanto se dijo que no constituyen
antecedente negativo sobre violencia, como a la vez son tomados en
cuenta con el argumento de ‘juzgar con perspectiva de género’. Que la
aseveración de poner en peligro a toda la familia, así como la no
presencia de la víctima en la investigación y el proceso fueran
atribuibles al acusado sin prueba objetiva de la que se deduzca tales
extremos.
Asimismo, la relación de argumentos con las que el recurrente había
reclamado presencia del defecto del art. 370 núm. 6) del CPP, sobre el
análisis efectuado en Sentencia a las codificadas MP-03 y MP-04, no
discutían en afirmar que un hecho de violencia había existido o no, como
afirma el Tribunal de alzada, sino en todo caso, controvertía que tales
pruebas contengan datos no coincidentes y que de esa divergencia se
haya determinado un elemento del tipo.
Como se tiene expuesto, la sentencia posee un eje central basado en las
alegaciones de la víctima, a partir del cual emprende su ejercicio de
valoración probatoria y sobre la que los demás elementos de prueba y
los propios razonamientos extractados de los mismos convergen. Tal
descripción es precisamente la que el Tribunal de apelación debió dar
respuesta, es decir, ejercer el control de logicidad en relación a la
determinación circunstanciada del hecho, la valoración probatoria y la
subsunción al tipo penal acusado, aspectos que no ocurrieron en la
resolución en análisis.
El planteamiento antes anotado extractado del memorial del recurso de
apelación restringida, debió ser absuelto por el Tribunal de alzada de
forma suficiente, sin embargo, esa instancia, en lugar de brindar una
respuesta equivalente al reclamo, lo refuta basándose en el cómo se
determinó la culpabilidad y autoría del encausado, haciendo silencio
sobre los reclamos específicos sobre los que se requirió explícitamente
control, con lo que se hace evidente que la respuesta otorgada carece
de fundamentación, al no ser congruente ni con los elementos
cuestionados en el memorial de apelación restringida, menos aun con el
ejercicio de admisibilidad con el cual el Tribunal de alzada abrió su
competencia.
Ciertamente establecer la motivación que llevó al imputado a recurrir su
condena no compromete esfuerzo alguno, la sola presencia de un
agravio es ya, una razón reconocida por la Ley para ejercer el derecho a
la impugnación; sin embargo, del lado del Órgano Judicial, conforme la
doctrina legal señalada, el deber de respuesta dentro del género debida
fundamentación le es propio un carácter de correspondencia; es decir,
que la repuesta, siempre y cuando la norma la permita, debe ser
expresa al reclamo puesto en consideración, lo contrario, es decir,
resolver un reclamo, únicamente basado en el contexto del proceso, ni
es una respuesta pertinente, menos aún, absuelve el derecho a la
impugnación y la garantía del doble conforme que le es subsecuente.
Restando a la Sala Fallar en el sentido hasta aquí expuesto.
POR TANTO
La Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, con la facultad conferida
por el art. 42.I.1 de la LOJ y lo previsto por el art. 419 del CPP, DEJA SIN
EFECTO el Auto de Vista de 3 de marzo de 2020, pronunciado por la
Sala Penal y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de
Pando, disponiendo que esa misma Sala, previo sorteo y sin espera de
turno, pronuncie un nuevo Auto de vista en conformidad a la doctrina
legal establecida en la presente Resolución.
A los efectos de lo previsto por el art. 420 del CPP, hágase conocer
mediante fotocopias legalizadas el presente Auto Supremo a los
Tribunales Departamentales de Justicia del Estado Plurinacional de
Bolivia, para que por intermedio de sus Presidentes, pongan en
conocimiento de los Jueces en materia penal de su jurisdicción.
En aplicación del art. 17.IV de la LOJ, por Secretaría de la Sala
comuníquese el presente Auto Supremo al Consejo de la Magistratura.
No interviene en la presente Resolución la Magistrada María
Cristina Díaz Sosa, quien es de voto disidente.
Regístrese, hágase saber y cúmplase.
FDO.
Magistrado Relator Dr. Edwin Aguayo Arando
Magistrado Dr. Marco Ernesto Jaimes Molina
Secretario de Sala M.Sc. Rommel Palacios Guereca

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