Alepunx TFM0623 Memoria

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 24

DIFERENCIAS EN LAS TRANSICIONES DE ADOLESCENTES

TRANSGÉNERO
Influencia de los roles de género en las transiciones

DIFFERENCES IN THE TRANSITIONS OF TRANSGENDER


ADOLESCENTS
Influence of the gender roles in the transitions

Alejandra Adán Manzano (Ella/Her) ([email protected])


Universitat Oberta de Catalunya. Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación.
Barcelona, Cataluña, España

Alicia Álvarez García (Ella/Her)


Universitat Oberta de Catalunya. Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación.
Barcelona, Cataluña, España

RESUMEN
El siguiente trabajo está dedicado a estudiar las diferencias entre las transiciones de
adolescentes transgénero, analizando su estado psicológico y cómo influyen los roles
de género en estas diferencias. Tras el empleo de cuestionarios como el SCL-90-R y la
Escala de Estereotipos de Género Actuales para la evaluación de ello, los resultados
arrojaron que no existían diferencias significativas entre las transiciones de esta
población, remarcando que puntúa bajo en estereotipos de género y que no hay
diferencias entre las puntuaciones en ellos. Todo el estudio sugiere la necesidad de
actualizar manuales de diagnóstico y avanzar en la literaura científica sin
estigmatizaciones.
Palabras clave: Transgénero, roles de género, transición, influencia, no binarie.

ABSTRACT
The following research is dedicated to study the differences between transitions among
transgender adolescents, analyzing their psychological state and how gender roles
influence these differences. After using questionnaires such as the SCL-90-R and the
Current Gender Stereotypes Scale to evaluate this, the results showed that there were
no significant differences between the transitions of this population, noting that it scores
low in gender stereotypes and that there are no differences between scores on them.
The entire study suggests the need to update diagnostic manuals and advance in the
scientific literature without stigmatization.
Key words: Transgender, gender roles, transition, influence, non-binary.
Glosario
A lo largo de este trabajo, que versa sobre las diferencias entre las transiciones entre
adolescentes trans y la influencia de los roles de géneros en ellas, se utilizará el lenguaje
inclusivo con el fin de integrar en él tanto a los géneros femeninos y masculinos como
les no binaries y dar visibilidad a estes últimes.
Previo al inicio del presente estudio, disponemos de este breve apartado de terminología
empleada necesaria para el completo y correcto entendimiento de este (CHRYSALLIS,
2023):

Sexo: Conjunto de informaciones cromosómicas, órganos genitales, capacidades


reproductivas y características fisiológicas secundarias que pueden combinarse de
diferentes formas dando lugar a una gran diversidad de configuraciones de las
características corporales. Por un lado, está el sexo cromosómico (XX, XY y otras
alteraciones cromosómicas; y caracteres sexuales primarios y secundarios) y el sexo
asignado, el que nos atribuyen al nacer en función de nuestros genitales.
Género: El conjunto de características adoptadas, social y culturalmente, como
expresión y manifestación de la identidad de género de las personas.
No binarie: Aquella persona cuya identidad de género no se ajusta a lo que
culturalmente es entendido como hombre o mujer. Puede identificarse como ambas,
como ninguna o como otro género completamente diferente.
Cis: Aquella persona cuya identidad de género corresponde con la asignada al nacer.
Trans: Aquella persona cuya identidad de género no coincide con la asignada al nacer.
Este térmico actúa como paraguas a la hora de recoger formas de identidad o expresión
de género tales como transgénero, queer, no binaries o aquellas que incluso prefieran
definir su género como “otro”.
Identidad de género: Concepto de la identidad personal que abarca el género, la
orientación, la expresión, etc.
Intersexualidad: Variedad de situaciones en las cuales, una persona nace con una
anatomía reproductiva o sexual que no parece encajar en las definiciones típicas de
masculino y femenino.
Expresión de género: Rol social que adoptamos como manifestación o expresión
correspondiente a nuestra identidad. Expresión de la propia definición de la personalidad
que cada persona siente en cuanto al género propio con independencia de si se
corresponde o no con lo socialmente aceptado para lo masculino o femenino
(Estereotipos de género)
Orientación sexual y/o afectiva: Preferencia afectiva y/o sexual de la persona por
personas de la misma o diferente identidad de género. Da lugar a la clasificación entre
personas heterosexuales (preferencia por personas con identidad de género diferente a
la propia), homosexuales (preferencia por las personas con la misma identidad de
género: gays o lesbianas), bisexuales (preferencia por personas de ambas identidades
de género), asexuales, pansexuales…
Introducción
A lo largo de la Historia, la evolución social y cultural ha desembocado en una acepción
continua de nuevos términos referentes a identidades de género, constituyendo nuevos
debates en el feminismo y en la sociedad en general. Aunque esta evolución no ha
transcurrido al mismo ritmo en el ámbito jurídico, sí es destacable el traslado de
problemáticas y reflexiones en la esfera privada al terreno público y al debate social.
Concretando más, hacemos referencia a toda la diversidad presente en las personas
con relación a su género, sexo y ámbito sexual-afectivo, tal y como se recoge en el
glosario de conceptos presente previo a la introducción. Históricamente, estos
conceptos no solo no han sido reconocidos socialmente -con el consecuente perjuicio
que supone para las personas que los ostentan, viven y protagonizan, así como una
falta de recursos e investigación-, sino que en ocasiones han sido perseguidos o,
incluso, diagnosticados y tratados como enfermedades y patologías.

Recordemos que, para comenzar, no fue hasta 1990 que la Organización Mundial de la
Salud, mediante la décima revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades,
con acrónimo CIE-10, no eliminó la homosexualidad como patología y enfermedad
mental en los manuales diagnósticos y de clasificación psiquiátrica. Este hecho, llevó
fraguándose desde 1974, cuando la American Psychological Association (APA) planteó
por primera vez eliminarla en la segunda versión del Diagnostic and Statistical Manual
of Mental Disorders (DSM), es decir, tuvo que pasar más de una década para poder
consolidar este hecho a nivel institucional y global (Peidro, 2021).
Estos antecedentes históricos, junto con el debate social y político, han cristalizado en
nuevas normativas y desarrollos en el ámbito legislativo, trasladándonos a la actualidad
y a la reciente Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las
personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, conocida
popularmente como ‘la nueva Ley Trans’ en España. La normativa, que entró en vigor
el pasado 1 de marzo de 2023, está generando múltiples debates en torno a los dilemas
y cuestiones a tratar desde el campo de la Salud Mental que plantea.

A lo largo de los Capítulos y Secciones de esta nueva ley, se pueden ir comprobando


los derechos que se otorgan a este colectivo, tales como tratamiento, orientación o
asistencia psicológica como el asesoramiento y apoyo psicológico en todo momento,
especialmente a menores y familias. También hace expresa la prohibición de las terapias
de conversión en el artículo 17, recalcando la negativa sobre la práctica de cualquier
método que tenga como fin modificar la orientación, identidad o expresión de género de
las personas, incluso si cuentan con el consentimiento de la propia persona interesada
o su representante legal. A su vez, reconoce a las personas intersexuales y distingue
entre identidades sexuales y de género entre otras categorías, por lo que se considera
un avance para el colectivo (BOE, 2023).
A pesar de la labor en materia legal y jurídica y todo lo planteado en la citada reciente
ley en España, existen desafíos pendientes en materia de investigación y a nivel global.
Por ejemplo, nos encontramos con la última revisión del Diagnostic and Statistical
Manual of Mental Disorders (DSM), la versión V del mismo, en la cual sólo se trata la
disforia de género como único malestar clínicamente significativo derivado de las
identidades de género, aplicando términos que no están actualizados, ya que no hacen
distinción entre sexo y género, y asumiendo roles de género asociados a la ropa y
juguetes (APA, 2013).
Además de todo esto y analizando en mayor medida los criterios diagnósticos de los
manuales, se aprecia que los roles o estereotipos de género están muy presentes en
ellos, prueba de esto son, por ejemplo, los necesarios a cumplir en el criterio A, en la
categoría de niñes, para sufrir disforia de género según la versión traducida al castellano
del DSM-V (APA, 2013).
A pesar de que, dado el desconocimiento inicial en la sociedad de esta tipología de
conceptos -situación que ha ido cambiando con el paso de años- el número de
publicaciones relacionadas con temáticas que conciernen a este colectivo son escasas
(Gil-Borelli, Latasa, Martí-Pastor, Velasco, 2018) y arrojan informaciones controvertidas
(Lespier, Martínez, Reyes, 2017).
En adicción, no ha existido una documentación ni disposición de recursos tan amplia
como con otras realidades sociales, aunque sí se han realizado diversos estudios a lo
largo de las últimas décadas para investigar las asociaciones entre salud mental y
población LGBTIQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersexuales, queer y otros
colectivos no representados en las siglas anteriores), recogiendo como resultado que
esta se ve altamente afectada por problemas de salud mental relacionados con la
discriminación y el estigma, siendo uno de los grupos de riesgo con tasa más elevada
en suicidio (Tomicic, Gálvez, Quiroz, Martínez, Fontbona, Aguayo, Rosebaum, Leyton y
Lagazzi, 2016). El estigma y la discriminación correlacionan positivamente con el
incremento de la tasa de suicidio (Campo-Arias y Herazo, 2015), siendo la población
trans en particular uno de los grupos que sufren este estigma y discriminación, siendo
hostigados de manera psicológica, física y hasta constitucional y/o gubernamental en
algunos lugares (Cedeño, 2019).
Estudios recientes en menores del Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y
Bisexuales de Madrid (COGAM), asociación de utilidad pública adscrita en el BOE,
advierten en su último informe que un 2’8% del alumnado es trans y, de ese porcentaje,
un 1’7% serían personas no binarias. En este informe, un 24’5% del alumnado piensa
que, de ser homosexual, bisexual o trans su familia no lo aceptaría, ascendiendo al 31%
en el caso de las personas trans. Como último dato de este estudio, hay que señalar
que un 17% de adolescentes trans ha sufrido agresiones verbales, un 14% afirma haber
sido acosade por redes sociales y un 1’7% ha sufrido agresiones físicas (COGAM,
2023).
Además de los manuales, podemos observar que la no inclusión, adaptación y
actualización se extrapola a los test y pruebas psicológicas, ya que, en su gran mayoría,
requiere rellenar los datos en función del sexo y de forma binaria, dejándose influenciar,
además por los roles de género asignados socialmente. Esta lucha por diferenciar sexo
y género y de romper con los roles asignados lleva fraguándose desde las primeras
corrientes feministas, llegando, actualmente, a redactar test y pruebas psicológicas sin
caer en modelos clásicos de masculinidad y feminidad, aunque aún queda camino
respecto a acabar con las barreras de la dicotomía hombre-mujer y abrir el paso a
comenzar a usar el término “Género” en lugar de “Sexo” en dichas pruebas (García,
2017).
Por otro lado, se han desarrollado pruebas dedicadas al colectivo, pero cayendo en
estigmas como la categorización de transexualidad, como la Escala de Ansiedad para
personas Transexuales (ESANTRA) y la Escala de Depresión para Personas
Transexuales (ESDETRA) (Rodríguez, Asenjo, Becerra y Lucio, 2015).

Todo lo anteriormente expuesto, desde los antecedentes históricos hasta las


conclusiones de diversos estudios de investigación, señala la importancia y la necesidad
de establecer modelos institucionales que respalden la salud mental de esta población,
a fin de reducir el impacto del malestar psicológico generado por ello y prevenir y
promover la eliminación del estigma y la discriminación de este colectivo (Gil-Borrelli,
Velasco, Iniesta, Beltrán, Curto y Latasa, 2017).

Es por eso por lo que el presente estudio persigue la finalidad de contribuir a la literatura
científica con un estudio en esta población desde un punto de vista no estigmatizante
sobre la salud mental de esta, analizando la importancia e influencia que tienen los
estereotipos de género tanto en la propia salud mental como en las identidades de
género.

Los objetivos principales serán:

● Establecer las características psicológicas en función de la transición y


analizar si existen diferencias en base a la identidad de género
● Analizar el impacto de los roles de género en las transiciones y determinar
si existen diferencias en base a la identidad de género.
● Analizar la sintomatología presente e identidad de género.

Por último, las hipótesis que se plantean en el estudio serán:

● Existirán diferencias respecto al género, pues las mujeres trans sufrirán más
repercusión psicológica al ser el género femenino el que sufre más
discriminación social.
● La población trans y no binaria puntuará bajo en aspectos relacionados con
los estereotipos de género, por ser un tipo de colectivo que rompe con lo
previsto para elles.
● No habrá diferencias respecto a los roles de género entre los grupos, dado
que este tipo de población no se guía por la dicotomía hombre-mujer y lo
socialmente asignado a estas etiquetas.

Método
Participantes
Para el siguiente estudio, contamos con una muestra de once adolescentes trans de
edades comprendidas entre 13 y 17 años, atendiendo a su género y no sexo, es decir,
teniendo en cuenta su transición y no su sexo biológico.
Participaron un total de cinco hombres trans (14, 15, 15, 17 y 17 años), tres mujeres
trans (16, 15 y 17 años), dos adolescentes no binaries (15 y 16 años) y une menor (13
años) que quiso disponer su identidad de género dentro de la etiqueta “Otres” por ser la
que más le representaba.
Los criterios de inclusión fueron que se tratasen de adolescentes, es decir, que la
población se encontrase entre los 12 y los 18 años; que fuesen población trans,
abarcando bajo esta etiqueta todas las identidades de género fuera de la cisgénero; que
sus adres y/o tutores y elles mismes hubiesen dado el consentimiento de participación
en el estudio; y requerir que les participantes posean habilidades de lectura suficientes
para comprender y seguir las instrucciones escritas proporcionadas, con el objetivo de
que puedan participar completamente en el estudio, rellenarlo de manera anónima e
individual y contribuir con los resultados obtenidos.
A pesar de los estudios que reflejan que, a mayor nivel educativo, mayor bienestar
emocional (Prieto, Fernández, Rojo, Lardiés, Rodríguez, Ahmed y Rojo, 2008), se
descartó el criterio de inclusión sobre el nivel de estudios en este trabajo por tratarse de
población en edad de escolarización básica.

Instrumentos
Para evaluar el malestar psicológico general se ha utilizado el Symptom Checklist-90-
R, (Derogatis, 1994), redactando una versión adaptada a la población trans y no binaria
respecto a los datos de género y al vocabulario (ANEXO 1). Para poder medir el grado
en el que inciden los estereotipos de género en les menores, administraremos la Escala
de Estereotipos de Género Actuales (Castillo y Montes, 2007), la cual es una
actualización de los estereotipos mediante nuevos adjetivos respecto a escalas e
inventarios anteriores, modificándola con lenguaje inclusivo (ANEXO 2).
• El SCL-90-R evalúa con 90 ítems las puntuaciones de distintas áreas
psicológicas, lo que nos ofrece una vista global de síntomas, tiene en cuenta
tanto población clínica como no clínica y está redactado para personas de entre
13 y 65 años de edad, por lo que nuestra población entraría en esta franja de
edad; y su aplicación sólo lleva unos 15 minutos, así evitamos el cansancio en
elles.

Los ítems se puntúan en una escala Likert de cinco puntos, siendo 0 “Nada” a 4
“Mucho”, evaluando dimensiones primarias e índices globales de malestar
psicológico.

Nueve dimensiones primarias:


-Somatizaciones
-Obsesiones y compulsiones
-Sensitividad interpersonal
-Depresión
-Ansiedad
-Hostilidad
-Ansiedad fóbica
-Ideación paranoide
-Psicoticismo
Tres índices globales de malestar psicológico:
-Índice Global de Severidad
-Total de síntomas positivos
-Índice Malestar Sintomático Positivo

• La EEGA se compone de 40 ítems que tuvieron que puntuar con una escala
Likert de 1 (“En absoluto característico de mí”) a 5 (“Totalmente característico de
mí”). De esos 40 ítems, 20 están actualmente asignados a mujeres y 20 a
hombres, dividiéndose entre adjetivos positivos y negativos. Con los resultados,
podremos apreciar las puntuaciones de la muestra y las diferencias entre género
para poder relacionarlo.

TABLA 1. Adjetivos de la Escala de Estereotipos de Género Actuales

Masculinos Masculinos Femeninos Femeninos


positivos negativos positivos negativos

Cientifique Agresive Amable Calculadore

Con alta
habilidad en Desagradable Cálide Desquiciade
matemáticas

Con éxito Fanfarrone Con buen Enrevesade


profesional gusto

Fuerte Imprudente Coquete Histérique


físicamente

Liberade Inexpresive Expresive Llorone

Líder Maleducade Familiar Maniátique

Orientade a la Maltratadore Limpie Oprimide


carrera
profesional
Orientade a Pasive
Poderose Sucie la familia

Sexualmente Viciose Saludable Presumide


active

Tranquile Violente Sociable Sumise

Procedimiento
Al tratarse de menores, lo primero que hicimos fue contactar con las asociaciones para
obtener el consentimiento informado de les adres, ya que, sin ello, no podríamos trabajar
con esta población.
Una vez tuvimos los permisos de les adres que dieron consentimiento para participar,
se les distribuyó el cuestionario de manera online a les menores para facilitar tanto el
anonimato como la comodidad de uso, no revelando el motivo y los objetivos del estudio
para no sesgar los resultados. Dentro de este cuestionario, al comienzo, se reflejaron
los datos sociodemográficos básicos a tener en cuenta en el estudio (fecha de
cumplimentación del cuestionario, edad y género).
Al observar el número de la muestra y las identidades de género seleccionadas por cada
une de elles, se compusieron cuatro grupos en función de su identidad de género, uno
con mujeres trans, otro con hombres trans, uno con no binaries y un último de otres que
abarcarse a aquelles adolescentes que no se sentían identificades en ninguno de los
grupos anteriores.
Para obtener los resultados de este estudio, utilizamos el programa Statistical Package
for Social Sciences (SPSS), con el cual pudimos realizar el análisis de la varianza
ANOVA de un factor para poder obtener las correlaciones entre grupos y comparar la
variable dependiente con la independiente.
En primer lugar, corregimos los resultados del SCL-90-R (Derogatis, 1994) de cada una
de las personas de los grupos. Dado que sólo existen baremos para varones y mujeres
en el que contrastar los resultados de las puntuaciones convertidas T de Student,
creamos un baremo con la media de las puntuaciones de estos para trasladar las
puntuaciones de los grupos de género “No binarie” y “Otres” (ANEXO 3).
Por otro lado, para el estudio de la interacción con los roles de género, se empleó la
Escala de Estereotipos de Género Actuales (Castillo y Montes, 2007), de la cual se ven
reflejados los resultados extraídos en la siguiente tabla (TABLA 3). Una vez resumidas
las puntuaciones, se empleó un ANOVA para estudiar si había correlación entre los
grupos, con el objetivo de compararlos y observar si hay o no diferencias entre ellos.

Resultados
Una vez se recogieron todos los datos, se elaboraron una serie de tablas en las que se
anotaron las medias de las puntuaciones de cada grupo de estudio en los dos
instrumentos seleccionados, a fin de poder compararlas y extraer las conclusiones.
Respecto al SCL-90-R, obtuvimos los siguientes resultados:

TABLA 2. Resumen puntuaciones SCL-90-R

Masculino Femenino No binarie Otres


(N=5) (N=3) (N=2) (N=1)

P D. E. P D. E. P D. E. P D. E.

SOM 2,26 0,48 2,08 0,92 2,28 0,88 2,91 ---

OBS 2,92 0,90 2,53 0,66 1,50 0,56 3,90 ---

SI 2,68 0,76 2,66 0,50 1,10 0,47 3,11 ---

DEP 2,65 0,97 2,53 0,80 2,30 0,54 3,38 ---


ANS 3,00 0,88 2,46 0,77 1,85 0,21 3,90 ---

HOS 1,53 1,29 1,88 0,34 1,25 1,06 4,00 ---

FOB 1,93 1,10 2,14 1,10 2,14 0,19 3,42 ---

PAR 2,49 0,75 2,72 0,25 1,83 0,24 3,66 ---

PSIC 2,10 1,01 2,10 0,60 1,80 0,66 3,60 ---

IGS 2,40 0,60 2,33 0,55 1,88 0,10 3,51 ---

TSP 75,60 10,99 75,66 9,29 79,50 14,84 89,0 ---

IMPS 2,82 0,38 2,76 0,46 2,63 0,10 3,55 ---

SOM: Somatizaciones, OBS: Obsesiones, SI: Sensitividad Interpersonal, DEP: Depresión, ANS: Ansiedad, HOS:
Hostilidad, FOB: Ansiedad fóbica, PAR: Ideación Paranoide, PSIC: Psicoticismo, IGS: Índice Global de Severidad, TSP:
Total de Síntomas Positivos, IMPS: Índice Malestar Sintomático Positivo. P: Puntuación media, D.E.: Desviación Estándar

Respecto al análisis estadístico de las puntuaciones en la Escala de Estereotipos de


Género Actuales, se obtuvieron los siguientes resultados:

TABLA 3. Resumen puntuaciones Escala Estereotipos de Género Actuales

Masculino Femenino No binarie Otres


(N=5) (N=3) (N=2) (N=1)

P D. E. P D. E. P D. E. P D. E.

Masculinos 2,42 0,49 2,66 0,47 2,50 0,70 2,20 ---


Positivos

Masculinos 2,02 0,64 2,10 0,96 2,10 1,13 3,50 ---


Negativos

Femeninos 3,14 0,81 3,56 0,56 2,75 0,77 3,60 ---


Positivos

Femeninos 2,96 0,86 2,40 0,10 2,25 0,77 3,30 ---


Negativos

P: Puntuación media, D.E.: Desviación Estándar

Tras haber empleado el ANOVA sobre las puntuaciones, el resultado que se obtuvo
demostró que los valores de significancia para todos los grupos y puntuaciones son
mayores de 0’05, por lo que no se han encontrado diferencias significativas entre los
grupos (p>0’05).
Por último, recogemos en el siguiente gráfico las medias de cada conjunto de adjetivos
estereotipados de género para poder analizar en qué medida los roles de género afectan
a la población trans (GRÁFICO 1):

GRÁFICO 1. Adjetivos estereotipados de género


10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
Masculinos Masculinos Femeninos Femeninos
positivos negativos positivos negativos

En el eje vertical se encuentra el número total de adjetivos estereotipados de cada tipo

Discusión y conclusiones
No existen diferencias significativas respecto a afectación entre los grupos en base al
género, por lo que nuestra hipótesis ha sido refutada. El grupo “Otres” y el de
“Masculino” fueron los que obtuvieron puntuaciones que indicaron mayor malestar
psicológico en comparación con el resto de los grupos.
Nuestra segunda hipótesis sostenía que la población trans puntuaría bajo en
estereotipos de género, lo cual se ha confirmado dado que en todas las identidades de
género recogidas se han obtenido puntuaciones bajas respecto a la puntuación total (ver
GRÁFICO 1).
Por último, se confirma la tercera hipótesis, relacionada con la comparación de las
puntuaciones de los roles de género entre los grupos, se ha demostrado que no existen
diferencias significativas entre los grupos.

Analizando los resultados del trabajo, observamos que el grupo que ha obtenido
puntuaciones que reflejan mayor malestar psicológico es el de “Otres”. Esto puede ser
explicado, en primer lugar, debido a la invisibilización, discriminación y rechazo a este
colectivo (Fundamental Rights Agency, 2020).
En segundo lugar, este resultado puede estar relacionado con que les adolescentes
hombres han vivido socialmente asignados como mujeres, con la consiguiente
discriminación, desigualdad de privilegios y las diversas diferencias asociadas a salud
mental, sufriendo mayor número de trastornos (Ramos, 2014), de ahí que hayan
puntuado más alto que otros grupos.
Respecto a la baja puntuación de la población trans en los roles de género, esto quizá
se deba a que esta población rompe con los estereotipos y lo cisnormativamente
establecido creando identidades de género propias y fluidas (Rateni, Pujol, Sánchez,
Catelani, 2023).
En relación a que no haya diferencias entre los grupos, se podría justificar ya que este
tipo de población no se decanta ni por la dicotomía masculino-femenino ni por lo
socialmente asignado a ello, obteniendo puntuaciones bajas en cada grupo y cada
conjunto de adjetivos (ver TABLA 3).

Hay un aspecto de este estudio que llama particularmente la atención, y es que en el


concepto “Hostilidad”, asociado a conductas violentas y agresivas que se recogen tanto
en el SCL-90-R (TABLA 2) como en los adjetivos estereotipados que se incluyen como
parte del grupo “Masculinos Negativos” (“Agresive”, “Maltratadore” y “Violente”,
GRÁFICO 2), les participantes del estudio han puntuado bajo en él en comparación con
otros conceptos:

GRÁFICO 2. Media puntuaciones adjetivos relacionados


con "Hostilidad"
5

1
Agresive Maltratadore Violente

1: “En absoluto característico de mí” – 5: “Totalmente característico de mí”

Esto quizá se deba a que, al ser una población que sufre abuso y maltrato de diversa
índole (COGAM, 2023), no quiera responder de la misma manera, abogando por la
comunicación asertiva y por herramientas comunicativas que excluyan cualquier tipo de
violencia.

Ante toda esta negativa que acarrea la discriminación, estigmatización y carga


emocional y social que llevan los estereotipos, les profesionales e instituciones
deberíamos buscar alternativas que luchen contra esto, como la propuesta de incluir
una asignatura curricular de bienestar emocional en las aulas.
El hecho de poder enseñar a les niñes desde sus primeros años de vida de manera
académica a saber regular sus emociones, fomentar la empatía, la responsabilidad
afectiva, la autoestima y la cooperación y ayuda mutua podría ser un factor de
prevención de riesgos psicológicos, a la par que promovería la salud mental, tal y como
reflejan los últimos estudios sobre ello (Ortega, 2010).
Desde hace algunos años, se llevan realizando estudios piloto sobre esto tanto en les
niñes como en les maestres, obteniendo resultados muy favorables que confirman lo
anterior citado (Ledesma, 2014).
Además de las nuevas leyes que amparen a este tipo de población, es deber de las
instituciones sanitarias respetar los planes establecidos para la promoción de la salud,
incluida la mental. Uno de ellos es la Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional
de Salud (Ministerio de Sanidad, 2022), en la cual se ofrecen distintas pautas para la
detección, prevención y promoción de la salud mental.
Si ofrecemos más recursos para la consecución de los objetivos que se establecen en
este tipo de estrategias, podremos respaldar la salud mental y sus consecuencias
negativas, entre ellas, a la población trans (Gil-Borelli, Velasco, Iniesta, Beltrán, Curto y
Latasa, 2017).

Limitaciones encontradas
Estamos ante un tipo de muestra difícil de encontrar, primero por tratarse de ser
menores de edad, que es una barrera de por sí, pero al ser una población que sufre
estigma, hemos encontrado dificultades tanto a dar con elles (muches esconden su
género incluso a sus progenitores por miedo a repercusiones), como a tener acceso
desde puntos localizados como han sido las asociaciones.
Otra dificultad añadida ha sido, precisamente, una de las causas de elaboración de este
trabajo, la desactualización encontrada en manuales y material didáctico y de
investigación. No hay test ni escalas adaptadas al lenguaje inclusivo y los términos sobre
sexo y género no son correctos. Esto llevó a tener que adaptar los instrumentos
utilizados y a crear baremos que recogiesen las diferentes identidades de género más
allá de la dicotomía varón-mujer.

Propuestas de investigación
Como posible propuesta de investigación, creo que les profesionales deberíamos
reflexionar sobre el inconsciente daño que podemos hacer a les menores reafirmando
con cada estudio el malestar que sufren o van a sufrir, pues ya hay mucha investigación
sobre ello a pesar de los pocos trabajos que hay sobre población trans en comparación
con otros temas (Gil-Borelli, Latasa, Martí-Pastor, Velasco, 2018).
En su lugar, además de lo que proponen les profesionales que trabajan con estos
colectivos, se podrían realizar más revisiones bibliográficas, analizar los manuales por
si estamos haciendo un uso discriminatorio e invisibilizado de esta población en virtud
de comenzar con una verdadera inclusión social y desestigmatización o comenzar a
hacer otros tipos de estudio, como por ejemplo el passing (término que hace referencia
a la capacidad de una persona de ser considerada como perteneciente a un grupo o
identidad, en este caso, al género) o la euforia de género corporal o social (pronombres
y nombres correctos) como indicadores de bienestar psicológico.

Implicaciones prácticas de los resultados obtenidos


A raíz del presente estudio y teniendo en cuenta tanto los objetivos planteados, una de
las implicaciones prácticas ha sido poder generar literatura científica sobre la salud
mental de esta población sin caer en estigmatizaciones, haciendo un uso adaptado y
actualizado a la terminología correcta y del lenguaje inclusivo tanto a lo largo del trabajo
como en los instrumentos aplicados.
Esto puede ayudar a contribuir al avance hacia un modelo actualizado, donde se cuiden
y se respeten todas las identidades de género, tal y como promulgan las leyes vigentes
que hemos mencionado al comienzo de este trabajo.
Además de esto y asumiendo la limitación encontrada en el estudio, otra implicación
práctica puede ser que este sirva como un primer paso a una investigación más
profunda, creando baremos fuera de la dicotomía hombre-mujer para las pruebas y
pudiendo pedir la colaboración a las asociaciones que, desde la protección a les
menores trans, nos negaron la participación en este trabajo. Si estas accedieran a ello
y se pudiesen sumar aún más asociaciones, podríamos recoger una muestra más
elevada con la que replicar este estudio y poder ser significativa para extraer resultados
concluyentes.

Reflexión desarrollo competencial


Este trabajo me ha resultado muy útil a la hora de seguir formándome, aprender y
desarrollar mis conocimientos en mi formación académica y aplicación práctica.
Por ello, he podido desarrollar de manera más exhaustiva las siguientes competencias
planteadas en el Plan Docente de la asignatura:

CE1 – Identificar y analizar de manera crítica los retos y necesidades planteados


por la sociedad actual a les profesionales del ámbito de la intervención
psicológica infanto-juvenil:
El origen de este estudio me surgió a raíz de la publicación de la Ley Trans en España,
de cómo afectaría a les niñes y adolescentes y de nuestro papel como profesionales en
ella. Esta ley entró en vigor en este mismo año, 2023, por lo que es algo muy reciente y
puntero en el panorama de derechos LGTBI, ya que ha sido la primera en nuestro país
(BOE, 2023). Al involucrar la salud mental en ella, estamos en el derecho y obligación
de responder ante esta ley y aportar los recursos necesarios para su correcta aplicación.
Para poder comprender mejor la magnitud de los retos y necesidades que conllevaba,
me puse en contacto con amigues pertenecientes a esta población, les cuales me
confirmaron que, a pesar del progreso y reconocimiento de la ley, les profesionales de
la salud mental con les que les habían citado como parte del proceso de transición o no
estaban familiarizados con los términos, lenguaje y sensaciones de las personas trans
o sólo enfocaban la evaluación e intervención desde la disforia de género, obviando que
hay personas trans que no padecen esta.
Al investigar más en el tema, me percaté que todo el sistema de evaluación se forma
desde el constructo cisgénero y la dicotomía: o eres hombre, o eres mujer, y la
valoración del estado psicológico y emocional se valora a partir del sexo, de lo biológico,
y no desde el género, de lo que se construye mediante la identidad de une misme.
Todo esto me supuso replantearme nuestra labor como profesionales y me impulsó con
este TFM, afrontando estas necesidades y retos como un objetivo a tratar.
Evidencia: BOE-A-2023-5366 Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y
efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI.
CE6 – Diseñar, planificar y aplicar acciones y planes de intervención,
considerando los factores específicos que indicen en cada caso, y los referentes
teóricos y metodológicos propios del ámbito:
En relación con lo mencionado anteriormente sobre la falta de test y pruebas adaptadas
y actualizadas en términos y lenguaje, a la hora de diseñar y planificar este estudio tuve
que considerar estos factores y realizar modificaciones de las pruebas, test y
cuestionarios que necesitaría para ello, por lo que me adapté a las características
específicas de la temática.
Realicé esto para arrojar nuevos pasos hacia este progreso y actualización, a la par que
para hacer sentir cómodes y verdaderamente representades a las personas trans.
Evidencia: ANEXO 1, ANEXO 2 y ANEXO 3.

CE10 – Identificar las propias necesidades personales y profesionales, y también


las del contexto social de intervención, con el objetivo de actualizarse y
desarrollarse profesionalmente de manera permanente en los campos
relacionados con la intervención psicológica infanto-juvenil:
Además de lo expuesto en la anterior competencia, le sumo que, realizar este estudio,
me llevó a darme cuenta de que, como profesionales de la salud mental, está en nuestra
obligación actualizarnos, no solamente desde los nuevos hallazgos científicos
publicados, sino a adaptarnos a las nuevas situaciones sociales y culturales que
embriagan los estados emocionales y psicológicos.
Al igual que hay pruebas que se van actualizando en función de los avances sociales,
como fue la empleada en este trabajo, la Escala de Estereotipos de Género Actuales
(Castillo y Montes, 2007), es necesario que nosotres como profesionales también lo
hagamos respecto a los marcos sociales, teniendo como prioridad, tal y como indica el
Código Deontológico del psicólogo (Consejo General de Colegios Oficiales de
Psicólogos, 2015), siendo objetivos, sin caer en estereotipos y sin estigmatizar o
discriminar a les pacientes, por lo que, sólo con cumplir este, ya se deberían tomar
acciones institucionales respecto a la población trans.
Evidencia 1: ANEXO 1, ANEXO 2 y ANEXO 3.
Evidencia 2: Código Deontológico del Psicólogo.

Referencias bibliográficas
American Psychological Association [APA]. (2013). Manual de diagnóstico y estadístico
de los trastornos mentales (DSM-5).
BOE-A-2023-5366. (2023, 28 de febrero). Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad
real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las
personas LGTBI.
Campo-Arias, A., & Herazo, E. (2015). El complejo estigma-discriminación asociado a
trastorno mental como factor de riesgo de suicidio. Revista colombiana de
psiquiatría, 44(4), 243–250.
Castillo, Mª R., Montes, B. (2007). Escala de Estereotipos de Género Actuales (EGA).
Universidad de Jaén.
Cedeño Astudillo, L. F. (2019). La estigmatización: una forma normalizada de la violencia
intragénero. Revista Universidad y Sociedad, 11(4), 77-85.
CHRYSALLIS. (2023). Chrysallis.org. https://chrysallis.org/
Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (2023). Informe
LGBTfobia en las aulas 2021-2022. COGAM.
Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos (2015). Código Deontológico del
Psicólogo. http://www.cop.es/pdf/CodigoDeontologicodelPsicologo-vigente.pdf
Derogatis, L. (1994). Symptom Checklist-90-R (SCL-90-R).
Fundamental Rights Agency (2020). EU-LGTBI II: A long way to go for LGTBI equality.
https://fra.europa.eu/sites/default/files/fra_uploads/fra-2020-lgbti-equality-
1_en.pdf
García, R. (2017). Evaluación psicológica del género: una aproximación crítica
feminista. Universidad Autónoma de Madrid.
Gil-Borrelli, C., Latasa, P., Martí-Pastor, M., & Velasco, C. (2018). La identidad de
género, factor de desigualdad olvidado en los sistemas de información de salud
de España. Gaceta sanitaria, 32 (2), 184–186.
Gil-Borrelli, C. C., Velasco, C., Iniesta, C., de Beltrán, P., Curto, J., & Latasa, P. (2017).
Hacia una salud pública con orgullo: equidad en la salud en las personas
lesbianas, gais, bisexuales y trans en España. Gaceta sanitaria, 31(3), 175–177.
Ledesma, E. (2017). La Educación Emocional en España desde su implantación
curricular. Universidad de La Laguna.
Lespier, Z., Martínez, M. F. & Reyes, C. E. (2017). Actitudes, conocimiento y distancia
social de psicoterapeutas con la comunidad transgénero y transexual. Revista
puertorriqueña de psicología, 28(1), 98–113.
Ministerio de Sanidad (2022). Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de
Salud: Periodo 2022-2026. https://www.sanidad.gob.es/
Ortega, M. C. (2010). La educación emocional y sus implicaciones en la salud. Revista
Española de orientación y psicopedagogía, 21(2), 462-470.
Peidro, S. (2021). La patologización de la homosexualidad en los Manuales diagnósticos
y clasificaciones psiquiátricas. Revista de bioética y derecho, 52, 221–235.
Prieto-Flores, M. E., Fernández-Mayoralas, G., Rojo-Pérez, F., Lardiés-Bosque, R.,
Rodríguez-Rodríguez, V., Ahmed-Mohamed, K., & Rojo-Abuín, J. M. (2008).
Factores sociodemográficos y de salud en el bienestar emocional como dominio
de calidad de vida de las personas mayores en la Comunidad de Madrid:
2005. Revista española de salud pública, 82, 301-313.
Ramos-Lira, L. (2014). ¿Por qué hablar de género y salud mental? Salud mental, 37(4),
275-281.
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S018533252014000
400001&lng=es&tlng=es
Rateni, L., Pujol, M.S., Sanchez, A., Catelani, F. (2023). “Que otrxs sean lo normal”: Lo
trans en el sistema educativo. Cómo influyen estereotipos y roles de género en
su construcción. Salud, Ciencia y Tecnología –Serie de Conferencias. 2023;
2(1):100. Disponible en: https://doi.org/10.56294/sctconf2023100
Rodríguez, J. M., Asenjo, N., Becerra, A. y Lucio, M. J. (2015). Escalas de depresión y
ansiedad para personas transexuales. Psicología desde el Caribe, 32(1), 53-80
Tomicic, A., Gálvez, C., Quiroz, C., Martínez, C., Fontbona, J., Rodríguez, J., Aguayo,
F., Rosenbaum, C., Leyton, F., & Lagazzi, I. (2016). Suicide in lesbian, gay,
bisexual and trans populations: systematic review of a decade of research (2004-
2014). Revista médica de Chile, 144(6), 723–733.
ANEXO 1: Cuestionario SCL-90-R adaptado con lenguaje inclusivo (Derogatis,
1994)
A continuación, te presentamos una lista de problemas que tiene la gente. Lee cada uno
de ellos y marca tu respuesta en la casilla correspondiente, pensando en cómo te
sentiste, en qué medida ese problema te ha preocupado o molestado durante la última
semana (7 días). No hay respuestas buenas o malas: todas sirven.
Nada Muy poco Poco Bastante Mucho
Dolores de cabeza
Nerviosismo
Pensamientos
desagradables que no
se iban de mi cabeza
Sensación de mareo
o desmayo
Falta de interés en
relaciones sexuales
Criticar a les demás
Sentir que otre puede
controlar mis
pensamientos
Sentir que otres son
culpables de lo que
me pasa
Tener dificultad para
memorizar cosas
Estar preocupade por
mi falta de ganas por
hacer algo
Sentirme
enojade/malhumorade
Dolores en el pecho
Miedo a los espacios
abiertos o a las calles
Sentirme con muy
pocas energías
Pensar en quitarme la
vida
Escuchar voces que
otras personas no
oyen
Temblores en mi
cuerpo
Perder la confianza
en la mayoría de las
personas
No tener ganas de
comer
Llorar por cualquier
cosa
Sentirme incómode
con personas de otro
género
Sentirme atrapade o
encerrade
Asustarme de repente
sin razón alguna
Explotar y no poder
controlarme
Tener miedo a salir
sole de mi casa
Sentirme culpable por
cosas que ocurren
Dolores en la espalda
No poder terminar las
cosas que empecé a
hacer
Sentirme sole
Sentirme triste
Preocuparme
demasiado por todo lo
que pasa
No tener interés por
nada
Tener miedos
Sentirme heride en
mis sentimientos
Creer que la gente
sabe qué estoy
pensando
Sentir que no me
comprenden
Sentir que no caigo
bien a la gente, que
no les gusto
Tener que hacer las
cosas muy despacio
para estar segure de
que están bien
hechas
Mi corazón late muy
fuerte, se acelera
Náuseas o dolor de
estómago
Sentirme inferior a les
demás
Calambres en manos,
brazos o piernas
Sentir que me vigilan
o que hablan de mí
Tener problemas para
dormirme
Tener que controlar
una o más veces lo
que hago
Tener dificultades
para tomar decisiones
Tener miedo de viajar
en tren, bus o metro
Tener dificultades
para respirar bien
Ataques de frío o de
calor
Tener que evitar
acercarme a algunos
lugares o actividades
porque me dan miedo
Sentir que mi mente
queda en blanco
Hormigueos en
alguna parte del
cuerpo
Tener un nudo en la
garganta
Perder las
esperanzas en el
futuro
Dificultades para
concentrarme en lo
que estoy haciendo
Sentir flojedad,
debilidad, en partes
de mi cuerpo
Sentirme muy
nerviose, agitade
Sentir mis brazos y
piernas muy pesados
Pensar que estoy por
morir
Comer demasiado
Sentirme incómode
cuando me miran o
hablan de mí
Tener ideas,
pensamientos que no
son los míos
Necesitar golpear o
lastimar a alguien
Despertarme muy
temprano por la
mañana sin
necesidad
Repetir muchas veces
algo que hago: contar,
lavarme, tocar cosas,
etc.
Dormir con
problemas, muy
inquiete
Necesitar romper o
destrozar cosas
Tener ideas,
pensamientos que les
demás no entienden
Estar muy pendiente
de lo que les demás
puedan pensar de mí
Sentirme incómode
en lugares donde hay
mucha gente
Sentir que todo me
cuesta mucho
esfuerzo
Tener ataques de
mucho miedo o de
pánico
Sentirme mal si estoy
comiendo o bebiendo
el público
Meterme muy seguide
en discusiones
Ponerme nerviose
cuando estoy sole
Sentir que les demás
no me valoran como
merezco
Sentirme sole aun
estando con gente
Estar inquiete; no
poder estar sentade
sin moverme
Sentirme une inútil
Sentir que algo malo
me va a pasar
Gritar o tirar cosas
Miedo a desmayarme
en medio de la gente
Sentir que se
aprovechan de mí si
les dejo
Pensar cosas sobre el
sexo que me
molestan
Sentir que debo ser
castigade por mis
pecados
Tener imágenes y
pensamientos que me
dan miedo
Sentir que algo anda
mal en mi cuerpo
Sentirme alejade de
las demás personas
Sentirme culpable
Pensar que en mi
cabeza hay algo que
no funciona bien
ANEXO 2: Cuestionario de Escala de Estereotipos de Género Actuales adaptado
con lenguaje inclusivo (Castillo y Montes, 2007)
A continuación, te pedimos que, por favor, indiques en qué medida consideras que los
adjetivos que se presentan son característicos de ti. Para ello, utiliza la siguiente escala,
que va desde (1) “en absoluto característico de mí”, hasta (5) “totalmente característico
de mí”, indicando los demás números grados intermedios.
1 2 3 4 5
Agresive
Amable
Calculadore
Cálide
Científique
Con alta
habilidad en
matemáticas
Con buen
gusto
Con éxito
profesional
Coquete
Desagradable
Desquiciade
Enrevesade
Expresive
Familiar
Fanfarrone
Fuerte
físicamente
Histérique
Imprudente
Inexpresive
Liberade
Líder
Limpie
Llorone
Maleducade
Maltratadore
Maniátique
Oprimide
Orientade a
la carrera
profesional
Orientade a
la familia
Pasive
Poderose
Presumide
Saludable
Sexualmente
active
Sociable
Sucie
Sumise
Tranquile
Viciose
Violente
ANEXO 3: Baremo No Binaries y Otres población general no clínica (N=3)
Pc SOM OBS INT DEP ANS HOS FOB PAR PSI GSI PST PSDI T
99 2,40 2,41 1,84 2,32 2,24 2,35 1,73 2,20 1,26 1,69 65,25 2,98 75
97 1,86 1,80 1,55 1,98 1,70 - 1,14 1,75 1,10 1,39 57,10 2,72 70
95 1,62 1,65 1,33 1,77 1,45 1,66 1,00 1,34 0,86 1,27 51,50 2,59 67
90 1,21 1,25 1,00 1,45 1,10 1,25 0,72 1,17 0,70 0,96 44,90 2,39 63
85 1,04 1,10 - 1,24 0,95 1,00 - 1,00 0,50 0,82 41 2,27 60
80 0,89 0,95 0,78 1,07 0,80 0,83 0,50 0,83 0,40 0,70 36 2,19 58

75 0,83 0,85 - 1 0,70 - - - - 0,65 33,50 2,07 57


70 0,71 - - 0,92 - 0,59 0,36 0,67 - 0,61 31 2,00 55
63 0,62 0,70 0,56 0,82 - - - - - 0,56 29,50 1,89 54
60 0,54 - - 0,77 - - - - 0,20 0,51 27,50 1,81 53
55 - 0,60 0,44 - 0,45 - - - - 0,47 25,60 1,74 51

50 - 0,50 - - - - - - - 0,44 23,50 1,67 50

45 0,375 - - 0,57 0,35 - - - 0,10 0,40 22,25 1,60 49


40 - 0,40 - 0,51 - - - - - 0,36 20,30 1,54 47
35 0,25 - 0,22 0,46 - 0,17 - - - 0,32 18 1,49 46
30 - 0,30 - 0,37 0,25 - - 0,17 - 0,28 16 1,41 45
25 - - - 0,30 - - - - - 0,25 14,50 1,36 43

20 0,12 - 0,11 0,25 - - - - - 0,21 12,80 1,29 42


15 - 0,15 - - 0,10 - - - - 0,18 11 1,22 40
10 - - - 0,15 - - - - - 0,13 8 1,15 37
5 0,00 0,00 0,00 0,04 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,08 5 1,06 34

SOM: Somatizaciones, OBS: Obsesiones, SI: Sensitividad Interpersonal, DEP: Depresión, ANS: Ansiedad, HOS:
Hostilidad, FOB: Ansiedad fóbica, PAR: Ideación Paranoide, PSIC: Psicoticismo, IGS: Índice Global de Severidad, TSP:
Total de Síntomas Positivos, IMPS: Índice Malestar Sintomático Positivo. Pc: Percentil, T: T de Student

También podría gustarte