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[T1]¿Cómo ser alternativo y extractivista al mismo tiempo?


Ilustraciones de un fracaso, 2002 – 2018

Darío I Restrepo1
Docente Facultad de Ciencias Económicas
Director del Grupo de Investigación en Protección Social del CID,
Universidad Nacional de Colombia, [email protected]

[T2]1. Introducción

En la discusión sobre los impactos del extractivismo en las sociedades es necesario


distinguir tres niveles diferentes: la actividad, el sector y el sistema. El extractivismo como
actividad, ha sido connatural a la presencia del hombre sobre la tierra, desde las labores
de la caza, la pesca y la recolección de alimentos (Harari, 2014). Otra cosa se entiende por
el sector extractivo, cuyo concepto y práctica ha evolucionado en el tiempo. En principio,
se reconoció a la minería y a la extracción de hidrocarburos como los componentes del
sector; luego se le añadieron las grandes plantaciones de monocultivos, generalmente
para la exportación. Desde hace pocas décadas, el pensamiento crítico del capitalismo
reconoce la extracción de conocimientos, patrimonios culturales e incluso la información
genética, como consustanciales a la necesidad de mercantilización y cosificación de toda la
actividad humana, incluso de sus mentes, usos, costumbres y cualidades biológicas.

El sector extractivo en su concepción tradicional es uno entre varios de la actividad social y


productiva, y de tal manera se contabiliza en las cuentas de las economías nacionales.
Otros sectores económicos son el agropecuario, el manufacturero, el comercio, el
transporte y la administración, entre otros. Otras esferas se han venido sumando a tal
reconocimiento específico, como el sector del entretenimiento, los servicios y
últimamente el sector del cuidado de otros y de la naturaleza, labores consideradas no
productivas, pero que son condiciones para que la sociedad y la economía funcionen
(Ramírez, Tovar, Giraldo 2021).

Los sistemas escalan el nivel del sector extractivo hasta hacerlo el más importante en un
país, no por algunos años, sino por largos periodos e incluso en algunos son eje
permanente desde la fundación, consolidación e historia de dichas sociedades. Un sector
extractivo se convierte en un sistema cuando sus principales variables económicas
dependen de él. Es decir: el volumen de exportaciones que condiciona la posibilidad de
obtener divisas para financiar las importaciones, los respaldos para los créditos externos,
la atracción de la inversión extranjera directa, la tasa de cambio, los recursos fiscales a
1
Agradezco la contribución de Camilo Andrés Peña, magíster en Ciencias Económicas, de Tatiana
Lote, magíster en Estudios Políticos de la Universidad Nacional de Colombia y de Juan Restrepo,
economista de la Universidad de los Andes, en particular en la elaboración de gráficas.
2

disposición del Estado, los volúmenes de recursos capturados por el sector financiero y los
prestamistas, las tasas de interés y el volumen ofertado de créditos, el destino de las
inversiones en infraestructuras y los territorios en los que estas se localizan. Los sistemas
extractivos explican los auges y penurias de dichas economías, sus tasas de crecimiento y,
por lo tanto, de empleo y recursos para la política social.

“La maldición de la abundancia”, término acuñado por el ecuatoriano Alberto Acosta


(2009), sugiere que en América Latina, unos países más que otros, están atrapados desde
la colonia en sistemas extractivos (McFarlane, 1997). América Latina fue una creación del
sistema colonial europeo con el objetivo fundamental de extraer las enormes riquezas
naturales de las que carecían las potencias metropolitanas, desde el oro y la plata, hasta el
cacao, el azúcar, las maderas y las especies. El siglo de la independencia no cambió dicho
patrón, la venta de naturaleza fue la garantía para amparar los préstamos y las inversiones
externas, con las cuales se financiaron las nacientes repúblicas, se conectaron los caminos
desde los territorios extractivos hacia los puertos y se consolidaron las elites regionales
que moldearían los balances interregionales como expresión de sus hegemonías,
rivalidades y alianzas (Vásquez Josefina, 2003). La primera ola de la industrialización de
América Latina, que cubrió algunos países desde los años 80 del siglo XIX, y la segunda,
desde la década del 20 del siglo XX, se ampararon en buena parte en las finanzas de la
depredación, es decir en la obtención de recursos externos mediante una labor
sistemática de extracción de recursos naturales (Ayala Mora, 2008). A la tercera ola de la
industrialización se le conoce como el “Modelo de Industrialización por Substitución de
Importaciones liderado por el Estado” (MISI), cuya vigencia se extiende desde el fin de la
segunda guerra mundial hasta finales de los años 70 del siglo XX. El MISI creó una relativa
inflexión en la tendencia. Ya no solo se exportaron bienes primarios, sino que ellos
apoyaron la financiación de transformaciones productivas, las que jalonaron
encadenamientos productivos y territoriales. De tal manera, se construyeron niveles
mayores de ampliación e integración de los mercados nacionales, respecto de aquellos
alcanzados por la segunda ola de la industrialización (Cárdenas, Ocampo y Thorp, 2000).
Luego, desde la década del 80, durante el proceso de globalización bajo la hegemonía del
capital financiero, se contrajo paulatinamente el espacio productivo de manufacturas y del
sector agropecuario latinoamericano. A cambio se retomó la senda de la reprimarización
extractiva, ahora acompañada de la extensión del sector de los servicios, la construcción y
en particular del sector financiero (Cepal, 2001; Pradilla & Márquez, 2008).

La reprimarización es sinónimo de desindustrialización y desagriculturización, también lo


es de achicamiento de la diversidad exportadora, no solo de productos industriales sino
incluso de bienes naturales. Los sistemas extractivos no necesitan sistemas económicos
territoriales dinámicos, tampoco circuitos de retroalimentación de los mercados
nacionales. Se trata de una explotación de la naturaleza para exportarla, lo cual hace pasar
a un segundo orden de prioridad política, si acaso subsiste, el estímulo a los
encadenamientos productivos territoriales y nacionales, la demanda interna y el mercado
nacional. Solo algunos sectores en algunos territorios concentran las alzas de
productividad, el cambio técnico, la eficiencia de los procesos productivos y de
3

organización del trabajo. El reverso de la moneda de la reprimarización es bicéfalo: una es


la cara de la heterogeneidad estructural, la fragmentación socioterritorial y altos niveles
de inequidad; la otra es la dependencia de los ciclos de auge y recesión respecto de la
demanda de los países industrializados. La dependencia se extiende al crédito, las
inversiones, la tecnología y los “saberes” externos, que, así como entran a succionar los
recursos primarios, salen y dejan sistemas socioambientales exhaustos.

Debe recordarse que no existe economía sin sociedad, instituciones, sistemas políticos,
cultura, clases sociales y grupos de interés. Las sociedades presas de sistemas económicos
extractivos crean la cultura oportunista y rentista de sus elites (Ocampo, 2013); alimentan
la localización diferenciada de las inversiones territoriales construyendo una arquitectura
de la desigualdad socioeconómica; explican el colonialismo interno entre los centros y las
periferias dotadas de los recursos naturales a extraer (Rey, 2020); financian y reconfortan
sistemas centralistas de reparto, así como facilitan el poder presidencialista (Restrepo,
2017); y por último, pero no menos importante, tienden a criminalizar a las comunidades,
organizaciones y líderes que se oponen a la devastación de los territorios y sus sistemas
socioproductivos ambientales (Acosta y Brand, 2018).

Este trabajo está circunscrito a la esfera económica de los sistemas extractivos,


básicamente relacionando, en cascada de incidencias sistémicas, bases de datos sobre
muchas variables que suelen ser analizadas de manera aislada o por trozos de relaciones.
El periodo de análisis es el boom de los commodities (2002-4 / 2012-14). En primer lugar
(capítulos 2, 3 y 4), se hace evidente el peso económico del fenómeno, su periodicidad y
sus causas, y se ilustran las principales vías de entrada de enormes cantidades de capital
en los países y su incidencia en la tasa de cambio. En segundo lugar (capítulos 5, 6 y 7), se
constatan los principales efectos de la exportación de bienes primarios: la
desindustrialización, la desagriculturización y la destrucción de la naturaleza, mientras que
continua un déficit en la balanza comercial que obliga a profundizar la deuda externa.
También se consideran los sectores ganadores: las finanzas, los servicios y la construcción,
además, claro está de los sectores primario-exportadores. En tercer lugar (capítulos 8 y 9),
se ilustran tres aspectos importantes de la heterogeneidad estructural regresiva que
provoca el auge exportador: las diferencias de productividad sectorial y en los niveles de
desarrollo territorial, así como la concentración del poder en el sector financiero y los
grandes grupos económicos en cada país. En cuarto lugar (capítulo 10) se ilustran varios
indicadores de la burbuja del bienestar creada durante el boom: la reducción de la
pobreza, de la miseria y del desempleo, así como el incremento del gasto público social y
sus programas asistenciales. Finalmente, se condensa en un apartado la cascada de
acontecimientos que se desencadenaron finalizado el auge de las exportaciones de
naturaleza; ha de advertirse, antes del advenimiento de la pandemia del Corona Virus en
el año 2019.

[T2]2. Contexto y alcance del boom de los commodities


4

Luego de más de una década de extendida hegemonía neoliberal en el sub continente


latinoamericano, el coronel venezolano Hugo Chávez Frías empezó a romper en 1999 la
hegemonía de la “religión del mercado” (Stiglitz, 2002). Posteriormente, en el año 2003 le
siguió el brasilero de origen sindicalista Lula da Silva. El indígena aymara Evo Morales se
posesionó como el primer presidente indígena de América del Sur en el año 2006, en la
entonces República de Bolivia. Al año siguiente, en el 2007, Rafael Correa tomó posesión a
nombre de la “revolución ciudadana” en el Ecuador. En el mismo año lo hace Daniel
Ortega en Nicaragua, heredero de la revolución sandinista de la década del ochenta.
Aunque pertenecientes a corrientes políticas más tradicionales, primero Néstor Kirchner
(2003-2007) en Argentina renegoció la deuda externa, luego le sucedió su esposa Cristina
Fernández (2007-2015) y en Chile Michelle Bachelet (2006-2010 / 2014-2018), los cuales
engrosan la lista de presidentes progresistas distantes de las versiones más ortodoxas del
neoliberalismo económico y el conservadurismo político y moral.

La nueva izquierda latinoamericana se presentó crítica de la globalización bajo la


hegemonía de la “economía del mercado”, entendida como el reino de las ganancias
corporativas privadas, las más de las veces conformadas por redes empresariales
transnacionalizadas, enlazadas desde los centros del capitalismo dominante. La defensa
del mercado interno y de las empresas nacionales, así como el fortalecimiento del Estado,
sus empresas y capacidad de regulación, son apelaciones constantes que legitimaron los
gobiernos ante la población. La nueva izquierda latinoamericana propuso, con diferente
intensidad, moderar la tendencia a mercantilizar: desde la salud hasta la educación, desde
la seguridad social hasta el acceso a la justicia y desde el agua hasta los bosques.

Dos condiciones excepcionales benéficas acompañaron dichos gobiernos. Por una parte,
un crecimiento económico sostenido de la región durante más de una década y en
particular en dichos países (gráficas 1, 2 y 3) y, por otra parte, periodos extensos de
gobierno.2 La mayoría de estudios sobre procesos exitosos de desarrollo constatan que es
más fácil implementar políticas innovadoras cuando se tienen inusitados y crecientes
recursos para financiarlas durante largos periodos de tiempo. Esta circunstancia es
entonces propicia para evaluar qué tan alternativos lograron ser los gobiernos de la nueva
izquierda ante un tema de tanta sensibilidad como la dependencia del modelo de
desarrollo basado en la exportación de recursos naturales3.

2
El gobierno de Hugo Chávez duró 14 años (1999-2013) y lo sucedió Nicolás Maduro hasta la fecha
de esta publicación. En Brasil, Lula da Silva gobernó 8 años (2003-2011); Evo Morales en Bolivia
desde el 2006 hasta ser revocado por un golpe de Estado en noviembre del 2019; en Ecuador
Rafael Correa 10 años (2007-2017); Michel Bachelet en Chile 8 años en dos periodos (2006-2010 /
2014-2018); en Argentina primero Néstor Kirchner (20032007) y luego su esposa Cristina
Fernández 8 años más (2007-2015); y en Nicaragua Daniel Ortega desde el año 2007 hasta la fecha
de esta publicación.
3
El sombreado en las gráficas corresponde al periodo de auge de los commodites, el cual no tiene
una fecha única de comienzo y decadencia, pero si un lapso de tal ciclo, desde el año 2000-2002,
hasta el 2012-2014. La caída generalizada en prácticamente todas las gráficas en el año 2008-
2009, corresponde a los efectos de la crisis financiera global que comenzó en los Estados Unidos,
5

Gráfica 1. Tasa de crecimiento anual del PIB a precios constantes del 2010. América Latina
y el Caribe. 1990-2019

Tasa de crecimiento anual del PIB a precios constantes del 2010


América Latina y El Caribe
1990-2019
700%

600%

500%

400%

300%

200%

100%

0%
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
-100%

-200%

-300%

Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Tasa de crecimiento del producto interno bruto
(PIB) total anual a precios constantes).

Gráfica 2. Tasa de crecimiento anual del PIB a precios constantes del 2010. Bolivia,
Ecuador, Colombia, Perú. 1990-2019
Tasa de crecimiento anual del PIB a precios constantes del 2010
Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1990-2019
1500%

1000%

500%

0%
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019

-500%

-1000%
Bolivia Ecuador Colombia Perú
Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Tasa de crecimiento del producto interno bruto
(PIB) total anual a precios constantes).

por los “bonos basura” de viviendas de clases bajas incapaces de pagar sus hipotecas.
6

Gráfica 3. PIB anual por habitante (a precios constantes en dólares del 2010). Bolivia,
Ecuador, Colombia, Perú. 1990-2019

PIB anual por habitante (a precios contantes en dólares del 2010)


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1990-2019
9,000
8,000
7,000
6,000
5,000
4,000
3,000
2,000
1,000
0
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
Bolivia Ecuador Colombia Perú
Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Producto interno bruto (PIB) total anual por
habitante a precios constantes en dólares).

En otro artículo (Restrepo, 2017), analizamos las tensiones entre la explotación de los
recursos naturales y tres reformas que democratizaron los sistemas políticos
latinoamericanos en la década del noventa: la descentralización de los sistemas políticos,
el reconocimiento de la pluralidad étnica de las naciones y la importancia de proteger el
medio ambiente, en una región del mundo con enormes riquezas naturales. La conclusión
general es que los imperativos de la explotación de bienes primarios con fines de
exportación hicieron retroceder los derechos de los gobiernos y comunidades locales, los
derechos étnicos y los derechos de la naturaleza. En este ensayo completamos el análisis
anterior considerando los principales efectos económicos del Boom de los commodities, es
decir, del auge de los precios y cantidades de exportaciones de materias primas,
principalmente hidrocarburos, minerales y plantaciones de monocultivos. De esta manera,
los dos ensayos contribuyen a la literatura crítica sobre los sistemas extractivos, mediante
la ilustración de sus efectos en las principales variables económicas, así como sobre los
sistemas políticos, los conflictos sociales y los impactos ambientales.

Dos grupos de países son analizados al igual que en el trabajo citado, Colombia y Perú son
contrastados con Ecuador y Bolivia. Los primeros tuvieron durante todo el periodo del
auge de las exportaciones de bienes naturales gobiernos promercado. La firma de tratados
de libre comercio, el llamado a la inversión extranjera, la liberalización de los mercados
financieros, la privatización de las empresas estatales, la flexibilización laboral, políticas de
apoyo a las empresas, más que a los trabajadores, así como sistemas tributarios que
cargaron los impuestos a las clases populares y medias, más que a los altos ingresos y
7

patrimonios, fueron justificados como estrategias de desarrollo. En cambio, los países con
gobiernos alternativos invocaron el mantra de la defensa del mercado interno y de las
empresas nacionales contra la extranjerización de los beneficios de una globalización
favorable a las corporaciones transnacionales. El fortalecimiento de las empresas estatales
y de la intervención del Estado en la economía debía acompañarse de la promoción de los
derechos laborales, así como de una ampliación de la capacidad de la demanda interna
bajo el liderazgo de un proceso de (re)industrialización.

Mientras los neoliberales defendieron un modelo de desarrollo hacia fuera, los


alternativos esgrimieron un modelo de desarrollo desde adentro (Cárdenas, Ocampo y
Thorp, 2000). Nos preguntamos si tan radical divergencia discursiva en la orientación fue
capaz de producir efectos distintos sobre las principales variables económicas y sociales
entre ambos grupos de países. La evidencia que aportan las series no permite responder
afirmativamente; por el contrario, impacta la coincidencia en las tendencias y resultados.
Por lo tanto, se concluye que la dependencia de sistemas extractivos de recursos naturales
impidió a los gobiernos alternativos una diferenciación con el neoliberalismo, en cuanto a
variables muy sensibles en la estructuración del modelo de desarrollo de mediano y largo
plazo.

[T2]3. La bonanza de los commodities: causas y tamaño

Lo primero por afirmar es que la causa del auge de las exportaciones de bienes primarios
no fue interna, es decir, no provino de un aumento considerable de la productividad
interna, que generara un excedente que debiera desfogarse en el comercio mundial. La
bonanza de los commodities es una respuesta a una demanda externa, lo cual ha
caracterizado a América Latina desde su independencia (Ocampo, 2013). Es decir que no
son los procesos endógenos de desarrollo que explican prioritariamente los auges
exportadores con su consecuente incidencia en periodos de crecimiento interno, sino el
crecimiento en los centros del desarrollo mundial que demandan de América Latina sus
productos, la mayoría de los cuales siguen siendo bienes primarios. Los auges han sido
“corregidos” o interrumpidos por frenos bruscos y depresiones, marcando ciclos en la
expansión y contracción de las exportaciones y en el desarrollo latinoamericano. El auge
de los commodities entre el año 2000-2002 y 2012-2014 no contradice esta tendencia
cíclica.

Tres factores concurrieron en la primera década del 2000 que explican el incremento de
los precios de los commodities (gráfica 4, tabla 1). Por una parte, la locomotora asiática
jalonada en particular por las tasas de crecimiento económico sostenido de India y China,
países que crecieron a una tasa promedio de 6.7% y 8.7%, respectivamente, entre el año
2000 y 2014 (University of Groningen y University of California, Davis). En este escenario,
los precios y los volúmenes de la demanda mundial de materias primas aumentaron. Un
choque de la oferta fue el segundo factor, ligado a razones políticas, la segunda guerra de
los Estados Unidos e Inglaterra contra Irak (2003-2011) que redujo la oferta del crudo o, al
menos, generó el miedo a la escasez de la oferta. En el año de 1999, previo al boom, el
8

barril de petróleo Brent se cotizó a 18 dólares, en el año 2012 este valía 112 dólares, es
decir el precio se multiplicó por más de 6 veces (U.S. Energy Information Administration).
El tercer factor concurrente fue el capital financiero, el cual ante el crecimiento de la
demanda condujo parte importante de sus flujos hacia los sectores en crecimiento, lo cual
en una economía caracterizada por colosales excedentes financieros siempre causa una
inflación de expectativas de rentabilidad que genera un espiral de valorización de activos
en las bolsas, incluso a valores que se despegan de la “la ley de la oferta y la demanda”
real. La negociación de precios futuros del petróleo fue quizás el factor más importante en
la explicación de la espiral hacia arriba de su precio en la bolsa.

Gráfica 4. Índice de precios de exportación. Todos los commodities 1990-2020

Índice de precios de exportación. Todos los commodities


1990-2020
(Año base 2000=100, Mensual no ajustado estacionalmente)
160

140

120

100

80

60
1990 1993 1996 1999 2002 2005 2008 2011 2014 2017 2020
Fuente: elaboración propia con información de Federal Reserve Bank of St. Louis (Export Price Index (End
Use): All commodities, Index 2000=100, Monthly, Not Seasonally Adjusted).
Nota: El índice mide el cambio promedio de los precios de transacción sobre todos los commodities
proveídos por Estados Unidos respecto del año base (2000). Diferentes ponderaciones son asignadas a los
commodities en la construcción del índice para controlar por aquellos bienes con mayor importancia relativa
de precio.

Tabla 1. Índice de precios de exportación por tipo de Commodity


(año base 2000=100, Mensual no ajustado estacionalmente). 1993-2019
1993-1999 2000-2014 2015-2019
Boom
Productos minerales 76.4 212 202.8
Combustibles y lubricantes 73.3 181.9 171.8
Commodities agrícolas 113.7 154.3 179.4
Fuente: elaboración con información del Federal Reserve Bank of St. Louis (Export Price Index para los
Productos minerales, Combustibles y lubricantes y Commodities agrícolas).
Nota 1: Para cada periodo se calculó el promedio del índice.
9

Nota 2: Entre 1995 y 2015, las principales exportaciones de metales y minerales de Bolivia fueron, en orden
de importancia, la plata y el zinc; la de Ecuador, el acero; las de Colombia, el carbón, el acero y el hierro; y
las de Perú, el hierro, la plata, el zinc, el cobre y el acero. En lo que corresponde a combustibles y
lubricantes, entre los cuatro países el mayor exportador de petróleo crudo fue Colombia, seguido de
Ecuador, mientras que el mayor exportador de gas natural fue Bolivia, seguido de Colombia (Cepalstat).
Entre 1990 y 2017, las principales exportaciones de commodities agrícolas de Bolivia fueron, en orden de
importancia, la soja, el aceite de soja, la torta de soja y las nueces del Brasil. Las de Ecuador fueron el
banano, las flores, el cacao, el aceite de palma y el café verde. Las de Colombia, el café verde tostado, café
verde, frutas y hortalizas, bananos y azúcar. Y las de Perú, frutas y hortalizas, café verde tostado, café verde,
aguacates, flores y cereales (granos de cereales, excepto cebada y avena) (Faostat).

Lo segundo que se debe afirmar es que el crecimiento de las exportaciones de los bienes
primarios jalonó el crecimiento general de las economías de los países de América Latina.
La participación en el PIB total de las exportaciones de minerales, hidrocarburos y de
grandes plantaciones creció de manera apreciable, tanto en los países de orientación
neoliberal, como en los alternativos de izquierda (tabla 2).

Tabla 2. Tasas de crecimiento promedio del PIB anual a precios constantes.


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú.
1990-2019
1990-1999 2000-2014 2015-2019
Boom
Alternativos Bolivia 4.0 4.2 4.0
de izquierda Ecuador 2.3 4.3 0.5
Colombia 2.9 4.3 2.4
Neoliberales
Perú 3.2 5.3 3.2
Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Tasa de crecimiento del producto interno bruto
(PIB) total anual a precios constantes).
Nota: Para cada periodo se calculó el promedio de la tasa de crecimiento.

Gráfica 5. Exportaciones de commodities como % del PIB. Bolivia, Ecuador, Colombia,


Perú. 1992-2018
10

Exportaciones de commodities como % del PIB


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1992-2018
50%
45%
40%
35%
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
Bolivia Ecuador Colombia Perú
F
uente: cálculos propios con información de Cepalstat (Producto interno bruto (PIB) total anual a precios
corrientes en dólares) y Comtrade (valor total de las exportaciones de commodities (en dólares)).

Una constatación salta a la vista: más en los países progresistas que en los neoliberales,
creció la proporción de las exportaciones de los commodities en el PIB. Es decir, que estos
países profundizaron más la dependencia de exportaciones de bienes primarios con muy
poco valor agregado (gráfica 5). Es un resultado inevitable porque los países con gobiernos
alternativos tienen economías menos diversificadas, por lo que el peso del boom de las
exportaciones de commodities representan una mayor proporción del total de las
exportaciones. También es en parte paradójico, en la medida en que precisamente la
alternativa a la globalización neoliberal se pregonó como la ruptura, o al menos la
inflexión, de la dependencia de exportaciones extractivas. Es un resultado en parte
normal, porque los gobiernos alternativos justificaron profundizar la senda extractiva, con
el fin de generar los recursos para salir de dicha dependencia (Gudynas, 2011; Acosta,
2012). Neo extractivismo progresista se puede llamar a la estrategia consistente en hundir
el acelerador de la extracción de minerales e hidrocarburos, con el fin, por una parte, de
generar altos excedentes económicos con los cuales saldar la deuda con los pobres
mediante el gasto social y, por otra parte, realizar inversiones en educación,
infraestructura, ciencia y tecnología que permitieran un cambio técnico, conducente a la
modificación del patrón de crecimiento, menos dependiente de la extracción de bienes
primarios y con mayor valor agregado en bienes industriales.

[T2]4. Flujos y costo del dinero

El auge de las exportaciones provocó una entrada masiva de dólares en todos los países
(gráfica 7), fenómeno reforzado por un interés de los inversionistas internacionales en
participar de los negocios extractivos mediante inversiones en infraestructura, minas,
exploración y explotación de hidrocarburos y grandes plantaciones (gráficas 8, 9 y 10).
11

Interesa señalar que fue más estable y mayor la llegada de la Inversión Extranjera Directa
en los países que impulsaron políticas de liberación del comercio y de las finanzas, así
como las privatizaciones y el “retiro del Estado” (Colombia y Perú), respecto de los países
progresistas (Bolivia y Ecuador), en los que el discurso nacionalista, antiimperialista y
crítico del liberalismo económico generó desconfianza entre los inversores y
especuladores de las redes globales.

Por otra parte, el sistema crediticio internacional se sintió confiado en ofrecer préstamos a
países que aseguraran el retorno de las colocaciones por sus niveles sostenidos de
crecimiento y, en particular, por su acrecentada disponibilidad de divisas y reservas
internacionales (gráfica 11). De la misma manera, el sistema financiero internacional
concurrió en el incremento del negocio de los bienes primarios exportables a través de
múltiples instrumentos financieros.
Interesa señalar que, a pesar del aumento de los préstamos externos, estos representaron
durante el ciclo de auge una parte tendencialmente menor del Producto Interno Bruto en
todos los países (gráfica 6). Generalmente se admite que este resultado es el producto
combinado de dos hechos. Por una parte, es un indicio fuerte del aumento del
crecimiento económico sostenido durante todo el auge exportador debido al aumento del
crédito y de las inversiones internacionales hacia los sectores extractivos. Por otra parte,
el auge exportador apalanca el crecimiento del conjunto de la economía, de la inversión y
del gasto público, de las empresas, los consumidores y las familias. En consecuencia, el
aumento de la deuda externa, como también de la interna, no parece ser un problema
durante el auge de las exportaciones primarias; sólo que cuando este cesa, el peso de la
deuda respecto del conjunto de las actividades económicas, del presupuesto de las
naciones y del crecimiento general de la economía crece. Es decir, los Estados se
descubren altamente endeudados: la bonanza exportadora de los commodities termina
en la resaca de la deuda.

Gráfica 6. Deuda externa como % del PIB. Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú. 1993-2019
12

Deuda externa como % del PIB


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1993-2019
120%

100%

80%

60%

40%

20%

0%
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
Bolivia Ecuador Colombia Perú
Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Deuda externa total como porcentaje del
producto interno bruto).

Gráfica 7. Inversión extranjera directa (IED) neta (millones de dólares). Bolivia, Ecuador,
Colombia Perú. 1990-2019

Inversión Extranjera Directa (IED) neta (millones de dólares)


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1990-2019
18,000
16,000
14,000
12,000
10,000
8,000
6,000
4,000
2,000
0
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019

-2,000

Bolivia Ecuador Colombia Perú


Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Inversión extranjera directa neta).

Gráfica 8. IED dirifida a la extracción de Recursos naturales (millones de dólares)- Bolivia,


Ecuador, Colombia, Perú. 1999-2017
13

IED dirigida a la extracción de RECURSOS NATURALES


(millones de dólares)
Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1999-2017
9000
8000
7000
6000
5000
4000
3000
2000
1000
0
1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2017
-1000

Bolivia Ecuador Colombia Peru


Fuente: elaboración propia con información de Cepal (2010) y Cepal (2018) para las series de Bolivia,
Ecuador y Colombia, y de la Agencia de Promoción de la Inversión Privada 2020 para la serie de Perú.

Gráfica 9. IED dirigida a la producción de Manufacturas (%PIB). Bolivia, Ecuador, Colombia,


Perú. 1999-2017

IED dirigida a la producción de MANUFACTURAS


(%PIB)
Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1999-2017
5.0%
4.5%
4.0%
3.5%
3.0%
2.5%
2.0%
1.5%
1.0%
0.5%
0.0%
1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2017

Bolivia Ecuador Colombia Peru


Fuente: elaboración propia con información de Cepal (2010) y Cepal (2018) para las series de Bolivia,
Ecuador y Colombia, y de la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (2020) para la serie de Perú.
Nota: Durante el año 2005 en Colombia se destacó la inversión en el sector de manufacturas, siendo la
compra de la empresa Bavaria por 4715 millones de dólares, por parte de la multinacional SABMiller, la
mayor actividad (Portafolio, 2006).
14

Gráfica 10. IED dirigida a la producción de Servicios (%PIB). Bolivia, Ecuador, Colombia,
Perú. 1999-2017
IED dirigida a la producción de SERVICIOS
(%PIB)
Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1999-2017
6.0%

5.0%

4.0%

3.0%

2.0%

1.0%

0.0%
1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2017
-1.0%
Bolivia Ecuador Colombia Peru
Fuente: elaboración propia con información de Cepal (2010) y Cepal (2018) para las series de Bolivia,
Ecuador y Colombia, y de la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (2020) para la serie de Perú.

Gráfica 11. Total de reservas (millones de dólares corrientes, incluye oro). Bolivia,
Ecuador, Colombia, Perú. 1990-2019
15

Total de reservas
(millones de dólares corrientes, incluye oro)
Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1990-2019

80,000

70,000

60,000

50,000

40,000

30,000

20,000

10,000

0
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
Bolivia Ecuador Colombia Perú
Fuente: elaboración propia con información del Banco Mundial (Total de reservas (incluye oro, US$ a precios
actuales)).

La masiva entrada de capitales debido a la concurrencia entre el auge exportador, la


inversión extranjera directa y los créditos externos tuvo un impacto muy importante sobre
el valor internacional de las monedas. En Colombia y Perú la tasa de cambio se reevaluó,
es decir, el dólar se puso nominalmente barato para las respectivas monedas nacionales.
En los países alternativos la situación fue un poco diferente. Por una parte, Bolivia adoptó
una tasa de cambio fija entre su moneda y el dólar desde el 2011, lo cual le encareció las
exportaciones y le abarató las importaciones. Por otra parte, en el año 2000, Ecuador
reemplazó el Sucre por el dólar, con lo cual se amputó toda posibilidad de intervenir en el
valor de su moneda a través de eventuales devaluaciones o reevaluaciones. Por lo tanto,
en el caso de Ecuador la tasa de cambio entre los dólares y la moneda nacional no refleja
directamente el menor valor de los dólares dentro del país. Con el fin de apreciar el efecto
de la masiva entrada de capitales en Bolivia y Ecuador es necesario considerar el Tipo de
Cambio Real, el cual compara los precios internos y externos de las mercancías. De esta
manera, se calcula cuántos bienes nacionales equivalen a aquellos que se compran en el
mercado internacional con igual cantidad de dólares. Así los economistas derivan el efecto
de la competitividad de los precios internos respecto de los externos, cuando entran
muchos dólares en economías como la de Bolivia y Ecuador.

Considerada la tasa de cambio real, se aprecia una tendencia uniforme en todos los países
hacia el abaratamiento relativo del dólar (gráfica 12). Sin embargo, con el fin del ciclo del
auge de los commodities, las monedas de los países neoliberales empiezan a devaluarse,
es decir el dólar se encarece, mientras en los países socialistas el índice de tipo de cambio
real sigue cayendo.
16

Gráfica 12. Índice de tipo de cambio real efectivo (año base 2005=100). Bolivia, Ecuador,
Colombia, Perú. 1990-2019
Índice de tipo de cambio real efectivo
(año base 2005=100)
Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1990-2019

160

140

120

100

80

60

40
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
Bolivia Ecuador Colombia Perú

Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Tipo de cambio real efectivo (TCRE)).

[T2]5. Del dólar barato a la desindustrialización y la dependencia alimentaria

Cuando la divisa con la cual se realizan las importaciones y exportaciones se pone barata
ocurren dos fenómenos documentados reiteradamente por la literatura económica
especializada: la desindustrialización y la desagriculturización (Frenkel, 2011; Castillo y
Martins, 2016). En la medida en que los bienes en el mercado mundial se abaratan se
genera un incentivo a las importaciones, las cuales se distribuyen entre bienes de
consumo y bienes de capital. En América Latina, y en particular en los países considerados,
aumentó la importación de bienes tanto de lujo como de consumo popular, así como las
importaciones de bienes de capital. Parte de estos últimos son necesarios para apoyar el
desarrollo industrial, siempre y cuando no substituyan los productos manufacturados ya
elaborados por los países. El aumento de las importaciones substituyó la producción de
bienes agropecuarios e industriales en los dos grupos de países exportadores de bienes
primarios (gráficas 13, 14 y 15). Este fenómeno conocido como “enfermedad holandesa”
(Corden, 1984) profundizó un modelo de desindustrialización y desagriculturización
mediante la substitución de la producción nacional por la extranjera, dirigido por las
corporaciones transnacionales. Dicho modelo es el anverso del modelo que imperó en
América Latina durante los gloriosos treinta años del capitalismo en el siglo pasado, de
1948 a 1978, y el cual fue caracterizado por José Antonio Ocampo y Bértola de modelo de
industrialización por sustitución de importaciones, dirigido por el Estado (Ocampo, 2001;
Bértola y Ocampo, 2013).
17

Gráfica 13. Importaciones de alimentos (dólares per cápita). Bolivia, Ecuador, Colombia,
Perú. 1995-2019
Importaciones de alimentos
(Dólares per cápita)
Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1995-2019
70

60

50

40

30

20

10

0
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
Bolivia Ecuador Colombia Perú
Fuente: cálculos propios con información de Comtrade (Food and beverages primary & process, mainly for
household consumption (Trade Value (US$)) y Cepalstat (Población total, según sexo).

Gráfica 14. Importaciones de Manufacturas (dólares per cápita). Bolivia, Ecuador,


Colombia, Perú. 1995-2019
Importaciones de MANUFACTURAS
(Dólares per cápita)
Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1995-2019

250

200

150

100

50

0
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019

Bolivia Ecuador Colombia Perú


Fuente: cálculos propios con información de Comtrade (Consumption goods nes (durable, non-durable,
semi-durable) y Transport equipment, other, non-industrial) y Cepalstat (Población total, según sexo).
Nota: el total de importaciones de manufacturas incluye bienes de consumo (excepto alimentos primarios y
procesados) y equipo de transporte (no industrial).
18

Gráfica 15. Importaciones de bienes de capital como % del PIB. Bolivia, Ecuador, Colombia,
Perú. 1998-2019

Importaciones de bienes de capital como % del PIB


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1998-2019
10%
9%
8%
7%
6%
5%
4%
3%
2%
1%
0%
1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2017

2018

2019
Bolivia Ecuador Colombia Perú
Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Importaciones de bienes por grandes categorías
económicas: Bienes de capital y Producto interno bruto (PIB) total anual a precios corrientes en dólares).

De esta manera, el auge de las exportaciones de bienes primarios socaba la soberanía


alimentaria en los países, incluso en la producción de bienes de la canasta básica
alimentaria de los sectores populares (Svampa, 2013). Al tiempo, se fortalece la
penetración de las grandes cadenas de comercialización de alimentos, así como la fusión
de comercializadoras nacionales con redes trasnacionales, lo cual va en detrimento de los
pequeños y medianos productores nacionales subordinados a las intermediaciones
comerciales, al crédito y a los paquetes tecnológicos impuestos como condición en las
transacciones (Colque, Urioste y Eyzaguirre, 2015). Campesinos pequeños y medianos
profundizan su marginalidad y pobreza, así como agricultores de gran tamaño quiebran y
sus gremios se debilitan.

Así pues, según la Cepal (2019), la inversión extranjera directa en la cadena


agroalimentaria en América Latina, entre 2012 y 2018, estuvo orientada en su mayoría
(67%) a fusiones y adquisiciones, de manera que se privilegió la compra de activos por
encima de la creación o instalación de nuevas capacidades. Esta compra de activos fue
liderada por las empresas translatinas, las cuales concentraban el 43% del valor de las
operaciones.

En lo que corresponde a la producción de alimentos y bebidas, conviene destacar que


en la industria de bebidas, algunos segmentos de mercado están altamente concentrados.
Por ejemplo, el de cervezas (en Latinoamérica) es liderado por dos firmas extrarregionales,
19

SABMiller y ABInBev. En 2012, la cuota de mercado de SABMiller en Colombia, Ecuador y


Perú era de 98%, 95% y 94%, respectivamente. (Gorenstein, 2016, p. 12)

Ahora bien, respecto a la comercialización y distribución de alimentos, Gorenstein (2016)


asegura que
la gran distribución minorista en América Latina y el Caribe ha experimentado cambios
significativos de la mano de la inversión extranjera directa. Desde principios de los años
90, en una secuencia que se consolida y expande hasta principios de la década siguiente, la
entrada de firmas internacionales de la gran distribución minorista (Walmart, Casino,
Carrefour, entre otras) coincide con las fusiones y la compra de firmas nacionales por
parte de numerosas empresas transnacionales de la industria de la alimentación y las
bebidas de capitales europeos y estadounidense. (p. 13)

Ahora, si bien estas firmas extraregionales concentran buena parte de la comercialización


y distribución de alimentos, en este eslabón de la cadena encontramos también un
número significativo de empresas originarias de la región, como se evidencia en la
siguiente tabla:

Tabla 3. Principales empresas agroalimentarias de comercio y distribución en Colombia,


Perú, Ecuador y Bolivia

Ventas 2018
(millones de
País Empresa Origen del capital
dólares
estadounidenses)
Ecuador Supermercados La Favorita 2.610 Ecuador
Almacenes Éxito 17.061 Brasil y Francia
Colombia Olímpica 1.884 Colombia
Cencosud Colombia 1.160 Chile
InRetail Perú Corp. y Sub 3.632 Perú
Perú
Grupo Wong (Cencosud) 1.403 Chile
Bolivia Hipermaxi S.A. 258.6* Bolivia
Fuente: Gorenstein (2016) y Ranking de 500 empresas latinoamericanas de América Economía (2019). Para
Bolivia, los datos fueron obtenidos del Ranking de Las 250 Empresas + Grandes de Bolivia 2017 de MSC.
Nota: Los ingresos de Hipermaxi S.A. corresponden a los ingresos de la cadena en el periodo 2017 (Libre
Empresa, 2018) en bolivianos y convertidos a dólares americanos con la tasa promedio del año; 6937 BOB
por 1 USD (Exchange Rates UK, s.f.).

La bonanza de las exportaciones de commodities provocó entonces al tiempo mayores


exportaciones e importaciones, lo cual es característico de economías más abiertas al
mercado mundial. Una vez más, es paradójico que los países con gobiernos alternativos,
que se hicieron elegir bajo la promesa de defender el mercado nacional, así como la
autosuficiencia productiva y alimentaria, se internacionalizaron considerablemente más
que los países con gobiernos que pregonaron precisamente la internacionalización de sus
economías. No sobra señalar que economías abiertas, cuyas exportaciones son bienes
20

primarios que financian las importaciones, construyen modelos de crecimiento


vulnerables, puesto que son dependientes de precios internacionales sobre los cuales el
país no tiene incidencia alguna.

Durante el auge de los commodities mejoraron los términos de intercambio


internacionales, es decir que se apreciaron más los bienes (naturales) exportados respecto
del valor de los bienes (manufactureros) importados (gráfica 17). Sin embargo, como se
observa en la gráfica 16, en la mayoría de países continuó un déficit en la cuenta
corriente, es decir que fue mayor el volumen en dólares de las importaciones que de las
exportaciones, por lo que el faltante se cubrió con aumentos de deuda. Importa señalar
además dos fenómenos. Por una parte, Bolivia incrementó considerablemente un
superávit temporal en virtud de la exportación de gas natural a Brasil y Argentina, que le
permitió aumentar las exportaciones de este recurso en 69% entre el 2006 y el 2014 (De
Castro, Dorado, Magalhães, & Rosental, 2015). Por otra parte, sobresalen los dos países
neoliberales por sus mayores déficits en cuenta corriente, lo cual corrobora lo que los
críticos de los procesos de apertura e internacionalización advirtieron desde los 90: la
apertura no tuvo como objetivo la conquista de nuevos mercados del primer mundo por
los países dependientes latinoamericanos. Por el contrario, su objetivo fue desmontar el
proteccionismo para abrir los mercados y volcar los excedentes productivos del norte
sobre el sur, a la vez que se especializaba América Latina en la producción de bienes
primarios (minerales, hidrocarburos, plantaciones) necesarios en los procesos de
transformación de las redes transnacionalizadas del capitalismo central (Cepal, 2014).

Gráfica 16. Saldo en cuenta corriente como % del PIB. Bolivia, Ecuador, Colombia Perú.
1990-2019

Saldo en cuenta corriente como % del PIB


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1990-2019
1500%

1000%

500%

0%
19 0
19 1
19 2
19 3
19 4
19 5
19 6
19 7
19 8
20 9
20 0
20 1
20 2
20 3
20 4
20 5
20 6
20 7
20 8
20 9
20 0
20 1
20 2
20 3
20 4
20 5
20 6
20 7
20 8
19
9
9
9
9
9
9
9
9
9
9
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1
1
1
1
1
1
1
1
1
19

-500%

-1000%

-1500%
Bolivia Ecuador Colombia Perú
21

Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Saldo en cuenta corriente como porcentaje del
producto interno bruto).

Gráfica 17. Índice de términos netos de intercambio (2000=100). Bolivia, Ecuador,


Colombia, Perú. 2000-2018

Índice de términos netos de intercambio


(2000 = 100)
Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
2000-2018
250

200

150

100

50

0
2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2017

2018
Bolivia Ecuador Colombia Perú

Fuente: Elaboración propia con información del Banco Mundial (Índice de términos netos de intercambio
(2000 = 100)).
Nota: el Índice de términos netos de intercambio refleja la relación entre el valor de las exportaciones y el
valor de las importaciones. Este se calcula como la relación porcentual de los índices de valor de la unidad de
exportación con respecto a la unidad de importación, medidos en relación al año 2000.

[T2]6. Exportar naturaleza destruyéndola

Una característica definitoria de los sistemas económicos extractivos es que succionan los
recursos naturales para la exportación, con encadenamientos débiles con las economías
territoriales y nacionales. Los cuatro países considerados doblaron la producción de
energía fósil con destino a los grandes centros de desarrollo, sin aumentar
considerablemente el consumo interno (gráfica 18), lo cual es un indicador directo de la
ausencia de transformación productiva y de procesos de industrialización, a partir del
aumento dramático de la explotación de los recursos naturales.

El aumento de las toneladas métricas de emisiones de CO2 (gráfica 19) no es el costo


ambiental inevitable y pasajero de una fase temprana del desarrollo, como lo fue en los
países capitalistas más desarrollados, según afirma reiteradamente la teoría de la curva
ambiental de Kuznets (Catán, 2014), siguiendo la ortodoxia económica. El costo ambiental
aquí es el resultado de la destrucción del bosque natural (gráfica 20) que libera el dióxido
de carbono retenido por los sistemas ecológicos. Al tiempo, la potencia de los complejos
extractivos contribuye a reemplazar la natural retención de carbono y la producción de
oxigeno por la tierra, por la destrucción de la biodiversidad y la liberación de gases de
22

efecto invernadero. El costo ambiental se localiza en los países exportadores de


naturaleza, mientras la energía fósil y los recursos mineros alimentan la gran fábrica del
mundo allende de las fronteras.

Gráfica 18.
Producción vs. Consumo de energía(millones de barriles equivalentes de petróleo).
1990-2018

BOLIVIA ECUADOR
350 140

300 120

250 100

200 80

150 60

100 40

50 20

0 0
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019

1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
Producción Consumo Producción Consumo

COLOMBIA PERÚ
1400 500
450
1200
400
1000 350
300
800
250
600
200

400 150
100
200
50
0 0
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019

1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019

Producción Consumo Producción Consumo

Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Producción y consumo de energía de recursos
renovables y no renovables).

Gráfica 19. Emisiones de CO2 (toneladas métricas per cápita). Bolivia, Ecuador, Colombia,
Perú. 1990-2016
23

Emisiones de CO2
(toneladas métricas per cápita)
Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1990-2016

3.5

2.5

1.5

0.5

0
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
Bolivia Ecuador Colombia Perú
Fuente: elaboración propia con información del Banco Mundial (Emisiones de CO2 (toneladas métricas per
cápita)).

Gráfica 20. Proporción de la superficie cubierta por bosque natural. Bolivia, Ecuador,
Colombia, Perú. 1990-2020
Proporción de la superficie cubierta por bosque natural
Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1990-2020

6500%

6000%

5500%

5000%

4500%

4000%
1990 2000 2010 2015 2020

Bolivia Ecuador Colombia Perú


Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Proporción de la superficie cubierta por bosque).

[T2]7. Sectores en crecimiento y en decadencia

Las industrias y la agricultura nacional pierden importancia a favor del sector de los
servicios y de la construcción y, claro está, de la minería y los hidrocarburos, en ambos
grupos de países (gráficas 21 a 24). Las finanzas y los financistas, así como los
24

comerciantes y los constructores, incrementan su poder económico y político frente a las


viejas burguesías ligadas a gremios industriales y agrarios dependientes del mercado
nacional. Las transformaciones en los balances intersectoriales no se inician con el siglo
XXI, sino desde finales de la década del setenta del siglo anterior. La bonanza de los
commodities refuerza los grandes trazos de lo andado, sin que los gobiernos alternativos
logren alterar un modelo de desarrollo soportado en exportaciones de naturaleza, cuyos
excedentes alimentan un crecimiento de las finanzas, los servicios y la construcción, más
que un aumento de la capacidad de crear bienes industriales y alimentos suficientes para
la población.

Gráfica 21. Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca como % del PIB. Bolivia,
Ecuador, Colombia, Perú. 1990-2019
Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca como % del PIB
Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1990-2019
25%

20%

15%

10%

5%

0%
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
Bolivia Ecuador Colombia Perú
Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Producto interno bruto anual (PIB) por actividad
económica a precios corrientes en moneda nacional).

Gráfica 22. Industrias manufactureras como % del PIB. Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú.
1990-2019
25

Industrias manufactureras como % del PIB


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1990-2019
30%

25%

20%

15%

10%

5%

0%
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
Bolivia Ecuador Colombia Perú
Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Producto interno bruto anual (PIB) por actividad
económica a precios corrientes en moneda nacional).

Gráfica 23. Explotación de minas y canteras como % del PIB. Bolivia, Ecuador, Colombia,
Perú. 1990-2019

Explotación de minas y canteras como % del PIB


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1990-2019
18%
16%
14%
12%
10%
8%
6%
4%
2%
0%
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019

Bolivia Ecuador Colombia Perú


Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Producto interno bruto anual (PIB) por actividad
económica a precios corrientes en moneda nacional).

Gráfica 24. Construcción como % del PIB. Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú. 1990-2019
26

Construcción como % del PIB


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1990-2019
14%

12%

10%

8%

6%

4%

2%

0%
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
Bolivia Ecuador Colombia Perú
Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Producto interno bruto anual (PIB) por actividad
económica a precios corrientes en moneda nacional).

[T2]8. Crecer hipotecando la productividad y la competividad de largo plazo

Una gran paradoja de la bonanza exportadora de commodities es que el considerable auge


de las exportaciones primarias, que jalona el crecimiento general de la economía, no
genera un efecto derrame sectorial (Ocampo, 2008) y territorial. Es decir que son
exclusivos los territorios sub nacionales premiados por “la lotería de los commodities”
(Díaz Alejandro, 1984). Los sectores exportadores se sitúan en enclaves que no requieren
de los sistemas económicos locales para extraer y producir masivamente los productos
con destino a las exportaciones y tampoco necesitan un incremento del consumo del
mercado nacional para la expansión exportadora. De igual manera, la bonanza
exportadora de naturaleza, con poco valor agregado, no activa la demanda de otros
sectores manufactureros, los más sofisticados de los cuales suelen ser importados
(Monge, 2013). De tal manera, las ganancias en productividad, que logran los sectores
exportadores mediante el uso de la más alta tecnología, se quedan en dicho sector.

Otros territorios, así como las empresas y sectores económicos ajenos a la bonanza, no
aprovechan las mejoras en organización productiva y alta tecnología, con lo cual se
alimentan tres tendencias íntimamente relacionadas, las cuales pueden comprenderse
dentro del calificativo de “cambio estructural regresivo” (Cimoli y Porcile, 2011). Por una
parte, se padece una pérdida considerable del tejido empresarial y una concentración de
los ganadores empresariales en productividad y competitividad. Por otra parte, el
deterioro de la base empresarial se acompaña de un ahondamiento de las diferencias
entre sectores económicos, unos concentran la tecnología de punta, la competitividad y la
productividad, así como la vinculación privilegiada al mercado mundial y los demás se
atrasan. En tercer lugar, la reprimarización económica se caracteriza por el apocamiento
27

de la diversidad de la canasta exportadora, incluso en los sectores ligados a los bienes


primarios de exportación. Rafael Domínguez y Sara Caria (2016) advierten cómo, entre el
2003 y el 2012, la cesta de exportación de productos con ventajas comparativas se redujo
en Colombia en 58 productos, en Bolivia en 21 y en Ecuador en 8. Sólo Perú aumentó su
canasta exportadora en 2 productos (Domínguez y Caria, 2016).

El cambio estructural regresivo debilita la integración económica territorial y nacional, así


como la expansión del mercado interno por dinámicas endógenas. Durante el auge
exportador crece el PIB en departamentos periféricos de donde se extraen los recursos
naturales para la exportación. Poco queda en ellos pues el negocio no está en la vitalidad
de su sistema económico territorial. Una vez termina el ciclo depredador, dichos
departamentos pierden participación en el PIB nacional y se desvanece la ilusión de una
convergencia interregional. De esta manera, vuelven y se ahondan las diferencias
económicas territoriales en cuanto a los resultados y capacidades creadas de desarrollo
(gráfica 25). La bonanza exportadora de los commodities termina alimentando una
constelación fragmentada de dinámicas económicas territoriales que tienen dificultad de
alimentarse las unas de las otras, con el resultado de dificultar los procesos de
endogeneidad del desarrollo nacional, mediante la conexión compleja de territorios,
mercados y procesos productivos.

Gráfica 25. Concentración del PIB en los tres departamentos más ricos. Bolivia, Ecuador,
Colombia, Perú. 1999-2019

Concentración del PIB en los tres departamentos más ricos


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1999 -2019
75%

70%

65%

60%

55%

50%

45%
1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2017

2018

2019

Bolivia Ecuador Colombia Perú


Fuente: cálculos propios con información del Instituto Nacional de Estadística (INE) de Bolivia, del Instituto
Nacional de Estadística y Censos (INEC) de Ecuador, del Departamento Administrativo Nacional de
Estadística (DANE) de Colombia y del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) de Perú.
28

Nota 1: al año 2007, el 33.3% de los departamentos de Bolivia (Santa Cruz, La Paz y Cochabamba) concentraban el 70%
del PIB. En el 2018 estos tres departamentos pasaron a concentrar el 73% del PIB.
Nota 2: al año 2007, el 12.5% de las provincias de Ecuador (Guayas, Pichincha y Orellana) concentraban el 60% del PIB,
mientras que en 2018 el 12.5% de las provincias (Guayas, Pichincha y Manabi) concentraron el 59% del PIB.
Nota 3: al año 2007, el 9% de los departamentos de Colombia (Bogotá, Antioquia y Valle del Cauca) concentraban el 50%
del PIB, mientras que para 2018 estos tres departamentos concentraron el 51% del PIB.
Nota 4: al año 2007, el 12.5% de los departamentos de Perú (Lima, Arequipa y La Libertad) concentraban el 53% del PIB,
mientras que en el año 2018 estos tres departamentos concentraron el 54% del PIB.

Ecuador contradice la tendencia al aumento de la divergencia interregional, lo cual no


parece ser un resultado espontáneo, sino el fruto de una decisión política sostenida para
fomentar la integración económica territorial (Tinizhañay Peralta, 2020). Esto
descentralizó capacidades de desarrollo, infraestructuras, inversiones y políticas púbicas
en regiones periféricas. De acuerdo con el Reporte de Pobreza por Consumo Ecuador
2006-2014 del INEC y el Banco Mundial (2016), se destacaron los logros de la lucha contra
la pobreza y la desigualdad, tanto en las diversas regiones del país, como en las áreas
rurales y urbanas. Entre el 2000 y el 2014, el PIB per cápita en términos reales se
incrementó en 45%, a la vez que se redujo la desigualdad de consumo 3.8 puntos
porcentuales entre 2006-2014, jalonada principalmente por un modelo de justicia social,
que promovió el crecimiento del consumo en los hogares más vulnerables. Además, en
términos de política pública, se desatacó el crecimiento activo del salario mínimo, la
transición educativa de la fuerza laboral, el rol de la seguridad social y el mejoramiento de
las condiciones del trabajo poco calificado e intensivo, beneficiados por un esquema
robusto de inversión pública (INEC y Banco Mundial, 2016).

[T2]9. Crecer para quedar aún más endeudado

La abundancia de dinero disminuyó su costo, es decir que las tasas de interés que pagan
los Estados y las empresas para financiar sus inversiones y el consumo de las familias se
abarató (gráficas 28 y 30). Además, después de la crisis del año 2008 la tasa de interés en
los EU bajó de manera importante, incentivando la solicitud de prestamos (gráfica 26). El
boom de los commodities estimuló, de tal manera, un incremento de las deudas, con lo
cual se financió en parte un incremento del gasto público, empresarial y privado (gráficas
27, 28 y 29). Sin embargo, como ya se advirtió, el modelo de crecimiento no se sostiene
por las alzas de productividad de sus sectores, ni por la ampliación de los ingresos
internos, ni por el dinamismo y la integración de sus mercados territoriales y el nacional.
El modelo de crecimiento se basa en las exportaciones de bienes primarios financiados
con flujos externos de capital, por lo cual se vuelve adicto a inyecciones sin cesar de
dinero extranjero y de préstamos internos para sostener la demanda agregada, es decir, el
gasto público, las inversiones de las empresas y el consumo de las familias; fenómeno que
se agudizó particularmente más en los países neoliberales.

Gráfica 26. Tasa de interés sobre nueva deuda externa. Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú.
1990-2018
29

Tasa de interés sobre nueva deuda externa


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1990 - 2018
1200%

1000%

800%

600%

400%

200%

0%
90
91
92
93
94
95
96
97
98
99
00
01
02
03
04
05
06
07
08
09
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
Bolivia Ecuador Colombia Perú
Fuente: elaboración con información de The Global Economy.

Gráfica 27. Deuda externa total (dólares per cápita). Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú.
1993-2019
Deuda Externa Total
(Dólares per cápita)
Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1993-2019
3,500

3,000

2,500

2,000

1,500

1,000

500

0
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019

Bolivia Ecuador Colombia Perú

Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Deuda externa total y Población total, según
sexo).

Gráfica 28. Crédito interno al sector privado como % del PIB. Bolivia, Ecuador, Colombia,
Perú. 1990-2019
30

Crédito interno al sector privado como % del PIB


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1990-2019
8000%
7000%
6000%
5000%
4000%
3000%
2000%
1000%
0%
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
Bolivia Ecuador Colombia Perú
Fuente: elaboración propia con información del Banco Mundial (Crédito interno al sector privado (% del
PIB)).
Nota: Bolivia sufrió una prolongada y profunda crisis económica desde el año 2000 al 2006, la cual ayudó a la
victoria del indígena Evo Morales en enero del año 2006.

Gráfica 29. Saldo de la deuda pública (Gobierno central) como % del PIB. Bolivia, Ecuador,
Colombia, Perú. 1991-2018

Saldo de la deuda pública (Gobierno Central) como % del PIB


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1991-2018
100.0
90.0
80.0
70.0
60.0
50.0
40.0
30.0
20.0
10.0
0.0
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018

Bolivia Ecuador Colombia Perú

Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Saldo de la deuda pública en porcentajes del PIB;
Total deuda pública (clasificación por residencia)).

Gráfica 30. Pago de intereses como % del gasto total del Gobierno central. Bolivia,
Ecuador, Colombia, Perú. 1990-2017
31

Pago de intereses como % del gasto total del Gobierno Central


Bolivia-Ecuador-Colombia-Perú
1990-2017
45%
40%
35%
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
Bolivia Ecuador Colombia Perú
Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Operaciones del gobierno (clasificación
económica), en porcentajes del PIB; Gasto total y préstamo neto y Pagos de intereses).

El sector financiero externo e interno, generalmente con múltiples conexiones entre ellos,
es el gran ganador del boom de los commodities… y de su final (gráfica 31). El sector
financiero capta las rentas que produce el negocio de las materias primas, las cuales no
son volcadas en su mayoría a financiar el sector manufacturero y agropecuario. Tampoco
se dirigen a financiar el cambio estructural progresivo, es decir, el cambio técnico, su
difusión sectorial y territorial, y la conexión de los mercados capaces de generar dinámicas
endógenas basadas en alzas de productividad. Los excedentes financieros se vuelcan a la
reproducción rápida de las utilidades mediante diversos mecanismos de endeudamiento
general del Estado y la sociedad, al tiempo que reduce sus costos generales. Los márgenes
de utilidad expresan incrementos de eficiencia del capital financiero que se apoyan en
privilegios tributarios y rentas monopólicas aseguradas por el Estado (gráfica 32).

Gráfica 31. Activos bancarios (cartera de crédito) como % del PIB. Bolivia, Ecuador,
Colombia, Perú. 1990-2017
32

Activos bancarios (cartera de crédito) como % del PIB


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1990-2017
7000%

6000%

5000%

4000%

3000%

2000%

1000%

0%
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
Bolivia Ecuador Colombia Perú

Fuente: elaboración con información de The Global Economy.

Gráfica 32. Relación costos/ingresos bancarios. Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú. 1996-
2017

Relación Costos/Ingresos bancarios


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1996-2017
10000%

9000%

8000%

7000%

6000%

5000%

4000%

3000%
1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2017

Bolivia Ecuador Colombia Perú

Fuente: elaboración con información de The Global Economy.

No sobra señalar tampoco la consolidación de grupos económicos durante la bonanza


exportadora, los cuales se caracterizan por el control de empresas en diversos sectores
(tabla 4). De esta manera, los banqueros e inversionistas en bolsa participan del
33

ensanchamiento del mundo de los seguros, de las acciones o propiedades de empresas de


hidrocarburos, mineras y plantaciones de monocultivos, a la vez que fundan o adquieren
empresas constructoras de viviendas e infraestructuras, tienen inversiones en el comercio,
así como adquieren partes importantes de los fondos de la seguridad social.

Tabla 4. Principales grupos económicos en Ecuador, Colombia, Perú y Bolivia, y sus


principales sectores de inversión (2018)

Principales sectores de inversión

Inmobiliario y

comunicación
Agroindustria

Construcción
Transporte y

Medios de
Financiero
Comercio,
Minería y

Industria

Servicios
Energía
País Grupo económico

Banco Pichincha X
OCP Ecuador X
Grupo Eljuri X X X X
Ecuador
Grupo La Favorita X X
Grupo Pronaca X X
Banco de Guayaquil X
Organización Ardila
Lule
X X X
Organización
Sarmiento Angulo
X X
Colombia
Grupo Empresarial
Antioqueño
X X X X
Grupo
Santodomingo
X X X X X X
Grupo Romero X X X X
Grupo Breca X X X X
Intercorp X X
Perú
Grupo Gloria X X X
Graña y Montero X
Buenaventura X
Grupo Mercantil
Santa Cruz
X
Bolivia Grupo BNB X
Grupo BISA X
Fuente: elaboración propia con base en Vanoni Martínez & Rodríguez Romero (2017); Valora Analitik (2018);
Mercado negro (2018); Fernando Molina (2019).
Nota: En el caso de Bolivia, de acuerdo con el libro Modos del Privilegio: Alta Burguesía y Alta Gerencia en la
Bolivia Contemporánea, de Molina (2019), los principales nucleos económicos se concentran en el sector
financiero. Además, es importante mencionar que los grupos financieros no pueden desempeñar
inversiones en diferentes áreas económicas por ley. Sin embargo, esto no les impide a los propietarios
poseer empresas de diferentes tipos y actividades.
34

[T2]10. La burbuja del bienestar

El auge de los commodities crea una burbuja de bienestar, en la medida en que aun
cuando alimenta la desindustrialización y la des agriculturización, crece el gasto público y
la deuda en todos los sectores, de tal manera se jalona la demanda agregada y el empleo,
a la vez que disminuye la pobreza de la mano de inmensos programas presidenciales de
subsidios condicionados (gráficas 33 a 37).

Gráfica 33. Tasa de desempleo. Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú. 1991-2019

Tasa de desempleo
Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1991-2019
2500%

2000%

1500%

1000%

500%

0%
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
Bolivia Ecuador Colombia Perú

Fuente: elaboración propia con información del Banco Mundial (Desempleo, total (% de la población activa
total) (estimación modelado OIT)).
Gráfica 34. Proporción del empleo informal en el sector no agrícola. Bolivia, Ecuador,
Colombia, Perú. 2001-2018
35

Proporción del empleo informal en el sector no agrícola


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
2001-2018
10000%

9000%

8000%

7000%

6000%

5000%

4000%
2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2017

2018
Bolivia Ecuador Colombia Perú

Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Proporción de empleo informal en el sector no
agrícola, por sexo).

Gráfica 35. Pobreza nacional. Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú. 2000-2019


Pobreza Nacional
Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
2000-2019
8000%

7000%

6000%

5000%

4000%

3000%

2000%

1000%
2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2017

2018

2019

Bolivia Ecuador Colombia Perú


Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Población en situación de pobreza extrema y
pobreza según área geográfica).

Gráfica 36. Pobreza extrema nacional. Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú. 2000-2019
36

Pobreza Extrema Nacional


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
2000-2019
4500%
4000%
3500%
3000%
2500%
2000%
1500%
1000%
500%
0%
2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2017

2018

2019
Bolivia Ecuador Colombia Perú
Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Población en situación de pobreza extrema y
pobreza según área geográfica).

Gráfica 37. Índice de Gini. Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú. 1999-2018

Índice de GINI
Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
1999-2018
80

60

40

20
1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2017

2018

Bolivia Ecuador Colombia Perú

Fuente: elaboración propia con información del Banco Mundial (Índice de Gini).

Una contribución importante a la reducción de la miseria y de la pobreza en todos los


países, se explica por el montaje de grandes programas de focalización de subsidios
condicionados de recursos. El masivo asistencialismo dirigido desde las presidencias de las
repúblicas, construyen aparatos administrativos desde los centros del poder que legitiman
a los gobiernos y alimentan clientelas en los sectores populares, bien sea a nombre de la
37

República Plurinacional (Bolivia), de la revolución ciudadana (Ecuador), de la seguridad


democrática (Colombia) o de la solidaridad con los más pobres.

Gráfica 38. Presupuesto como % del PIB de los principales programas de transferencia
condicionadas 2004-2016

Colombia Bolivia
0.40% 0.0035

0.35% 0.003

0.30%
0.0025
0.25%
0.002
0.20%
0.0015
0.15%
0.001
0.10%

0.05% 0.0005

0.00% 0
2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016
Más Familias en Acción (MFA) Red Unidos Subsidios Condicionados a la Asistencia Escolar Bono Juancito Pinto Bono Madre Niño-Niña "Juana Azurduy"

Ecuador Perú
1.20% 0.25%

1.00%
0.20%

0.80%
0.15%
0.60%
0.10%
0.40%

0.05%
0.20%

0.00% 0.00%
2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

Bono de Desarrollo Humano (BDH) Desnutrición Cero Juntos (Programa Nacional de Apoyo Directo a los más Pobres)

Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Base de datos de programas de protección social
no contributiva en América Latina y el Caribe; Programas de transferencias condicionadas).
Nota 1: de acuerdo con la Cepal (Base de datos de programas de protección social no contributiva en
América Latina y el Caribe; Programas de Transferencias condicionadas), las fechas de inicio de los
programas fueron: Más Familias en Acción (2001), Red Unidos (2007), Bono Juancito Pinto (2006), Bono
Madre Niño-Niña "Juana Azurduy" (2009), Bono de Desarrollo Humano (2003), Desnutrición Cero (2011),
Juntos (Programa Nacional de Apoyo Directo a los más Pobres) (2005).
Nota 2: ver la Tabla 1a de Anexos para más información sobre los programas.
38

Con el aumento de los presupuestos a cargo del Estado se financiaron incrementos de


inversión del sector de la salud, más que de la educación (gráficas 39 y 40). En los países
neoliberales, el aumento del gasto público en salud expresa una transferencia directa de
recursos hacia el sector privado, tanto hacia la red privada de servicios, como hacia los
intermediarios financieros de los seguros en salud. No sobra señalar que la privatización
de las pensiones y de los sistemas de salud es una de las fuentes más importantes de
negocios privados y de la financiarización de la política social. En los países alternativos, el
aumento de los presupuestos también expresa un fortalecimiento del sector púbico.

La tabla 5 contrasta 3 indicadores de privatización en el sector salud: (1) el porcentaje de


afiliados en el régimen privado; (2) el porcentaje de camas de hospital en el régimen
privado y; (3) el porcentaje del gasto privado en aseguramiento, medicina prepagada y
demás, excluyendo el pago individual. De acuerdo con la tabla, Colombia y Perú
presentaron niveles de privatización mayores en contraste con Bolivia y Ecuador. Además,
en los primeros países, la proporción del gasto privado fue considerablemente mayor a la
proporción de afiliados.

Tabla 5. Indicadores del grado de privatización en los sistemas de salud entre 1998-2004

Grado de privatización (%)


País Afiliados Camas Gasto
Colombia 5.0% n.a. 8.4%
Perú 1.7% 19% 9.1%
Ecuador 1.7% 23.1% 1.4%
a
Bolivia 0.5% 16.1% 3.8%
Fuente: Mesa-Lago (2008).
Nota 1: el autor advierte que (1) hay dificultades en la estimación de la población afiliada al régimen privado
y (2) algunas familias incurren en servicios privados difíciles de cuantificar, por lo que gasto en salud puede
estar subestimado.
Nota 2: En el análisis de la seguridad social en América Latina y sus reformas, Mesa-Lago (2008) expone tres
conclusiones generales sobre el grado de privatización de la salud: (1) durante el periodo en cuestión, la
afiliación en salud al sector privado fue reducida, incluso en países con mayor promesa a la privatización; (2)
el sector privado controló una gran proporción de las instituciones y gastos en salud –columnas Camas y
Gasto– y; (3) varios estudios han mostrado que el sector privado en salud exhibe costos considerablemente
superiores al del aseguramiento público. Así, aunque el régimen privado afilió a una proporción
relativamente pequeña de la población, expresó proporciones mucho mayores del gasto total y de la
posesión de instituciones y equipamientos médicos.
a
en Bolivia, se usa la proporción de instituciones en salud en el sector privado como sustituto de Camas.

A diferencia de la salud, los presupuestos en el sector educación no aumentaron tan


significativamente, destacándose el contraste en sus extremos. Por una parte, se
encuentra la neoliberal Colombia, que, pese a la retórica de sus líderes sobre la
importancia de la sociedad del conocimiento, la ciencia y la tecnología, el presupuesto
permaneció casi inalterado en los último 20 años. En cambio, una vez más se destaca
Ecuador, país en el que igual que el gasto en salud, aquel en educación se multiplicó por
más del doble en los mismos años, en línea con los esfuerzos constantes de la “Revolución
39

Ciudadana” por mejorar la educación básica, media y superior. Así, en el 2014, Ecuador
fue el segundo país del mundo que más invirtió en educación superior (Confirmado,
2020).

Gráfica 39. Gasto público en salud como % del PIB. Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú. 2000-
2018

Gasto público en salud como % del PIB


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
2000-2018
600%

500%

400%

300%

200%

100%

0%
2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2017

2018
Bolivia Ecuador Colombia Perú
Fuente: elaboración propia con información de la Organización Mundial de la Salud.

Gráfica 40. Gasto público en educación como % del PIB. Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú.
2000-2017

Gasto público en educación como % del PIB


Bolivia - Ecuador - Colombia - Perú
2000-2017

700%

600%

500%

400%

300%

200%

100%

0%
2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2017

Bolivia Ecuador Colombia Perú


40

Fuente: elaboración propia con información de Cepalstat (Gasto público según clasificación por funciones
del gobierno (en porcentajes del PIB)) y el Banco Mundial para Perú (Gasto público en educación, total (%
del PIB)).

[T2]11. ¿Qué pasó después del boom de los commodities previo a la pandemia del
COVID-19?

El boom de los commodities terminó como empezó, por causas ajenas a América Latina y
sin relación alguna con las alzas de productividad de los sectores primario-exportadores,
alcanzadas durante la bonanza. Se corroboró una vez más, como si no se supiera desde la
colonia, que crecer vendiendo naturaleza somete la región a una función dependiente,
subordinada y periférica en el mercado mundial. Además, como se experimenta desde el
inicio de las repúblicas independientes, hace más de 200 años, la venta de naturaleza la
depreda, alimenta elites rentistas y una heterogeneidad estructural crónica que impide la
existencia de mercados nacionales fuertes y con demandas internas de alzas de
producción y productividad intersectorial (Ocampo, 2013).

La demanda asiática se ralentizó, Europa mostró expectativas moderadas de crecimiento


y, sobre todo, los Estados Unidos se volvió autosuficientes en producción energética,
razones que concurrieron en un aumento de la oferta mundial respecto de la demanda.
Importa señalar que por motivos de “seguridad nacional”, los Estados Unidos impulsó la
técnica de perforación hidráulica, conocida como fracking, que, aunque deficitaria, de
gran impacto ambiental y de menor calidad del crudo, permitió disminuir la dependencia
respecto de los países petroleros. Además de la “ley de la oferta y la demanda”, siempre
acompañada de poderosas fuerzas políticas, debe mencionarse el comportamiento del
sector financiero, el cual volvió a migrar desde América Latina hacia el centro del
capitalismo mundial.

El PIB de América Latina y de los cuatro países de estudio colapsó bruscamente (gráficas 1
y 2), debido a la caída de los precios internacionales (gráfica 4) y el retiro de la Inversión
Extranjera Directa, el crédito y la caída de los volúmenes de ventas (gráficas 5, 6 y 7). De
esta manera, la participación de los commodities en el PIB se vino abajo, tendencia en la
que se destacó particularmente Bolivia, puesto que dicha participación había sido
dramáticamente más dinámica que en el resto de países (Gráfica 5). Una vez colapsada la
tasa de crecimiento, se desvanece el velo de la deuda acumulada por los Estados, llevando
a un incremento importante de la deuda externa respecto del PIB (Gráfica 6).

La menor entrada de dólares en las economías nacionales, encareció la divisa que


gobierna las transacciones internacionales, más en los países neoliberales que en los
alternativos (Gráfica 12). Esto abruptamente disminuyó las ganancias obtenidas por las
exportaciones de bienes primarios, a la vez que encareció inevitables importaciones de
alimentos y manufacturas que se habían dejado de producir internamente. De esta
manera, incluso continuó imparable el crecimiento de la importación de alimentos debido
a la contracción de la soberanía alimentaria, la cual no se repone de un día para otro por
41

la existencia de una tasa de cambio que incentiva la producción nacional sobre las
compras externas (Gráfica 13Gráfica 13). Importa señalar que en los dos países
neoliberales fue mucho más notable la continuidad del ritmo de crecimiento de las
importaciones de alimentos, en la medida en que abrieron más sus mercados a las redes
transnacionales de comercialización de la comida. Por otra parte, la escasez y
encarecimiento de los dólares contrajo la importación de manufacturas y de bienes de
capital, lo cual frena en el mediano y largo plazo el cambio técnico y el crecimiento
económico (gráficas 14 y 15).

El déficit en la cuenta corriente se mantuvo en todos los países, aunque se destaca más su
caída negativa en Bolivia (gráfica 16), puesto que fue el país que más había ganado con los
términos de intercambio positivos a favor de los commodities durante el boom y que
ahora se revirtieron (gráfica 17). De esta manera, América Latina desaprovechó la década
en la que mejoraron los precios de sus productos naturales exportados (términos de
intercambio positivos) para incrementar su base industrial y agropecuaria. Lo que sucedió
fue todo lo contrario, utilizó los excedentes monetarios para incrementar las
importaciones de manufacturas y alimentos que antes producía en mayor cuantía y con
mayor diversidad.

En la nueva situación post boom, cae dramáticamente la participación en el PIB de la


minería (gráfica 23), por lo que en la totalidad del pastel nacional la agricultura, la
ganadería, la caza y la silvicultura (gráfica 21), así como las manufacturas, detienen su
apocamiento relativo (gráfica 22). El decrecimiento económico arrastra de manera
sensible al sector de la construcción que se había beneficiado de las inversiones de los
excedentes de la bonanza en los países neoliberales, mientras que en los alternativos su
ritmo de crecimiento se detiene, pero no colapsa (gráfica 24).

El claro ganador del boom de los commodities, como de su final, es el sector financiero. A
nivel internacional se disparan las tasas de interés sobre la nueva deuda externa que
requieren las economías en contracción (gráfica 26). De esta manera, no solo aumenta la
deuda externa total de los países (gráfica 27), sino también su participación en el PIB
(Gráfica 6). Igual ocurre con la deuda pública del gobierno central como % del PIB (gráfica
29) y el pago de intereses como % del gasto total del Gobierno Central (gráfica 30), ambos
en franco crecimiento porcentual. A nivel interno, el capital financiero captó las rentas
generadas en el auge, endeudó a los Estados, a las empresas y a los particulares, y cuando
cayó el telón y se contrajo la economía, todos los sectores tuvieron que seguir acudiendo
al sector financiero para su financiación (gráfica 27). Por esta razón, los activos financieros
siguieron creciendo de manera imperturbable, dinámica e imparable, mientras la
economía decrecía (gráfica 31). Los rentistas del capital lograron no asumir ningún costo
de la contracción económica, mientras siguieron mejorando su rentabilidad relativa
(costos/ingresos), amparados por las legislaciones nacionales (gráfica 32).

La caída del boom de los commodities reventó la burbuja del bienestar lograda durante
una década. La tasa de desempleo que venía en una baja constante, fue frenada y se
42

reanimó otra vez, en particular en Colombia (gráfica 33). De igual manera, el trabajo
informal urbano que estaba cediendo ante el trabajo formal volvió a incrementarse, en
particular en los países alternativos (gráfica 34). Ocurrió lo mismo con la pobreza y la
miseria, cuyos destacados y reconocidos logros se frenaron abruptamente (gráficas 35 y
36). Por todo lo anterior, las mejoras en el índice del Gini, ganadas durante la década de la
ilusión, también se frenaron (gráfica 37).

Cabe anotar que existen dos críticas sobre las mejoras del Gini durante el periodo de
análisis. La primera indica que esta es una medida deficiente de la desigualdad. La
segunda consiste en que las grandes fortunas tienen muchas posibilidades de no dejarse
contar, mientras nos hemos convertido en expertos en mediciones de las pobrezas
(Piketty, 2015). Las compañías transnacionales escogen el país con mayores ventajas
tributarias y de regulación para declarar ganancias y patrimonios. Los grandes capitales
crean empresas off shore, es decir fuera del país de origen, desde el cual realizan
inversiones y expatrían ganancias que escurren al control de las mediciones de la
desigualdad en cada país. Los capitales invertidos en la creciente adquisición y
concentración de la tierra, así como en negocios tales como la ganadería y las
plantaciones, son extremadamente difíciles de cuantificar. A lo anterior ha de sumarse la
evasión fiscal, calculada por la Cepal (2020) en 325 millones de dólares en el año 2018 en
América Latina, similar a la de los años precedentes, y originada principalmente en el
impuesto a la renta. Todas estas advertencias hacen de la ganada equidad durante la
burbuja del bienestar una afirmación débil.

El auge y declive del ciclo de las exportaciones de materias primas arroja enseñanzas de
corto, mediano y largo plazo. En el corto plazo, la contracción económica fue respondida
por programas de ajuste ortodoxos en los que se destacan mayores niveles de flexibilidad
y precariedad laboral, además de reformas tributarias regresivas, es decir que presionan a
las clases populares y medias, mientras protegen a los empresarios y a los mayores
patrimonios. Además, los controles medio ambientales y sociales a los proyectos mineros,
de hidrocarburos y las plantaciones son atacados y debilitados. Se exacerba la
competencia latinoamericana, los unos contra los otros, por ablandar las exigencias
medioambientales y la carga impositiva a la libre entrada y expatriación de capitales, a
favor de los fondos, bancos y las empresas que inviertan en la explotación de los recursos
naturales latinoamericanos. En el mediano plazo, tanto por la entrada como por la salida
del ciclo exportador de naturaleza, continúa el fortalecimiento del sector financiero, la
desindustrialización y la desagriculturización que se acelera desde la década del setenta.
Al mismo tiempo, nos hundimos en economías de servicios, de la especulación con los
predios urbanos y rurales, de grandes acumulaciones patrimoniales de tierras e
infraestructuras, todo con poco valor agregado, precario cambio técnico y productividad.
En el largo plazo, el ciclo repite una historia que comenzó con la colonia, continuó con el
primer siglo de la independencia, tuvo una inflexión relativa desde la Gran Depresión de
1929, –reforzada por las mal llamadas Primera y Segunda Guerras Mundiales–, en el
sentido de alimentar procesos de industrialización, así como fortalecimiento e integración
de mercados internos (Cárdenas, Ocampo, Thorp, 2000). La globalización neoliberal
43

liderada por los Estados Unidos desde la década del setenta, retrocedió a América Latina a
su reprimarización, a ser valorada como surtidora de bienes naturales que, ante su
abundancia, parecen inagotables, a incrementar las divergencias sociales y territoriales
internas, así como a fragilizar los avances contra la heterogeneidad estructural alcanzada
en los gloriosos treinta años del periodo 1948-1978.

En la segunda década del siglo XXI ya no gobiernan más los alternativos, los cuales
perdieron en Ecuador (2017) y Bolivia (2019). La izquierda en el poder contó con la
“suerte” de coincidir con un largo ciclo de crecimiento, pero quedó atrapada en la
“maldición de la abundancia” (Acosta, 2009) que garantiza dinero cuantioso y fácil, con el
cual responder a la deuda social acumulada, pero que aleja para un futuro que no llega,
emprender el camino del cambio técnico estructural sostenible. Los gobiernos de derecha
como los de izquierda aprovecharon la abundancia de recursos para financiar gigantes
programas presidenciales asistenciales para los pobres y beneficios tributarios para los
ricos. La repartición nacional de la piñata de la abundancia ocasional fortaleció en toda
parte el presidencialismo, el centralismo y el carácter rentista de las negociaciones
presupuestales (Restrepo 2017). El último ciclo de los commodities no creó esta cultura
política, ella bebe fuentes desde los albores de la independencia y caracteriza la dinámica
del juego político alrededor del desarrollo entre las elites latinoamericanas. La novedad
histórica fue contar con un nuevo jugador proveniente de las identidades contestatarias y
críticas de esas elites y de ese modelo depredador de la naturaleza (gráficas 18, 19 y 20).
Sin embargo, al administrar la maldición de la abundancia, los presidentes alternativos se
desprendieron de los movimientos y bases sociales que los llevaron al poder, de tal suerte
que, invertido el ciclo, se descubrió que habían socavado la fuerza social para sostener los
proyectos alternativos. Rafael Correa ganó las elecciones en el 2017 mediante su ungido
vicepresidente, que luego abrazó poco a poco las políticas ortodoxas de los neoliberales.
Evo Morales fue derrocado mediante un golpe de Estado en el 2019 por fuerzas, no solo
neoliberales, sino racistas y reaccionarias. En el año 2020 regresó el Movimiento al
Socialismo MAS al poder en Bolivia, así como el “correismo” al poder en el Ecuador. El
maestro rural Pedro Castillo ganó las elecciones en julio de 2021 en el Perú. Ya estaban
advertidos, no se puede ser alternativo y extractivista al tiempo.

[T2]Bibliografía

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Orlando (Ed.). Cambio de rumbo. Hacia una Colombia incluyente, equitativa y
sustentable. Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias Económicas.
48

[T2]ANEXO

Tabla 1a. Principales programas de transferencias condicionadas. Colombia, Bolivia,


Ecuador, Perú

País Programa Inicio Presupuesto al 2015 en miles de USD


Colombia Más Familias en Acción 2001 $ 840,200
Colombia Red Unidos 2007 $ 83,396
Subsidios Condicionados a la
Colombia Asistencia Escolar 2005 $
Bolivia Bono Juancito Pinto 2006 $ 68,017

Bolivia Bono Madre Niña-Niño Juana Azurduy 2009 $ 27,062


Ecuador Bono de Desarrollo Humano 2003 $ 634,909
Ecuador Desnutrición Cero 2011 $ 5,227
Juntos (Programa Nacional de Apoyo
Peru Directo a los más Pobres) 2005 $ 339,801
Fuente: Cepalstat.

Lista de las gráficas

Gráfica 1: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Tasa de crecimiento del producto
interno bruto (PIB) total anual a precios constantes)

Gráfica 2: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Tasa de crecimiento del producto
interno bruto (PIB) total anual a precios constantes)

Gráfica 3: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Producto interno bruto (PIB) total
anual por habitante a precios constantes en dólares)

Gráfica 4: Fuente: Elaboración propia con información de Federal Reserve Bank of St. Louis (Export Price
Index (End Use): All commodities, Index 2000=100, Monthly, Not Seasonally Adjusted).

Tabla 1: Fuente: Elaboración propia con información del Federal Reserve Bank of St. Louis (“Export Price
Index” para los Productos minerales, Combustibles y lubricantes, y Commodities agrícolas).

Tabla 2: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Tasa de crecimiento del producto
interno bruto (PIB) total anual a precios constantes).

Gráfica 5: Fuente: Cálculos propios con información de CEPALSTAT (Producto interno bruto -PIB- total
anual a precios corrientes en dólares) y COMTRADE (Valor total de las exportaciones de commodities -en
dólares-).

Gráfica 6: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Deuda externa total como
porcentaje del producto interno bruto)

Gráfica 7: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Inversión extranjera directa neta)
49

Gráfica 11: Fuente: Elaboración propia con información del Banco Mundial (Total de reservas (incluye oro,
US$ a precios actuales)).

Gráfica 12: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Tipo de cambio real efectivo
(TCRE)).

Gráfica 13: Fuente: Cálculos propios con información de COMTRADE (Food and beverages primary &
process, mainly for household consumption (Trade Value (US$)) y CEPALSTAT (Población total, según
sexo).

Gráfica 14: Fuente: Cálculos propios con información de COMTRADE (Consumption goods nes (durable,
non-durable, semi-durable) y Transport equipment, other, non-industrial) y CEPALSTAT (Población total,
según sexo).

Gráfica 15: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Importaciones de bienes por
grandes categorías económicas: Bienes de capital y Producto interno bruto (PIB) total anual a precios
corrientes en dólares).

Gráfica 16: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Saldo en cuenta corriente como
porcentaje del producto interno bruto).

Gráfica 17: Fuente: Elaboración propia con información del Banco Mundial (Índice de términos netos de
intercambio (2000 = 100)).

Gráfica 18: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Producción y consumo de
energía de recursos renovables y no renovables).

Gráfica 19: Fuente: Elaboración propia con información del Banco Mundial (Emisiones de CO2 (toneladas
métricas per cápita)).

Gráfica 20: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Proporción de la superficie
cubierta por bosque).

Gráfica 21: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Producto interno bruto anual
(PIB) por actividad económica a precios corrientes en moneda nacional).

Gráfica 22: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Producto interno bruto anual
(PIB) por actividad económica a precios corrientes en moneda nacional).

Gráfica 23: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Producto interno bruto anual
(PIB) por actividad económica a precios corrientes en moneda nacional).

Gráfica 24: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Producto interno bruto anual
(PIB) por actividad económica a precios corrientes en moneda nacional).

Gráfica 26: Fuente: Elaboración con información de The Global Economy.

Gráfica 27: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Deuda externa total).

Gráfica 28: Fuente: Elaboración propia con información del Banco Mundial (Crédito interno al sector
privado (% del PIB)).

Gráfica 29: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Saldo de la deuda pública en
porcentajes del PIB; Total deuda pública (clasificación por residencia)).
50

Gráfica 30: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Operaciones del gobierno
(clasificación económica), en porcentajes del PIB; Gasto total y préstamo neto, y Pagos de intereses).

Gráfica 31: Fuente: Elaboración con información de The Global Economy.

Gráfica 32: Fuente: Elaboración con información de The Global Economy.

Gráfica 33: Fuente: Elaboración propia con información del Banco Mundial (Desempleo, total (% de la
población activa total) (estimación modelado OIT)).

Gráfica 34: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Proporción de empleo informal
en el sector no agrícola, por sexo).

Gráfica 35: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Población en situación de
pobreza extrema y pobreza según área geográfica).

Gráfica 36: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Población en situación de
pobreza extrema y pobreza según área geográfica).

Gráfica 37: Fuente: Elaboración propia con información del Banco Mundial (Índice de Gini).

Gráfica 38: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Base de datos de programas de
protección social no contributiva en América Latina y el Caribe; Programas de transferencias
condicionadas).

Gráfica 39: Fuente: Elaboración propia con información de la Organización Mundial de la Salud.

Gráfica 40: Fuente: Elaboración propia con información de CEPALSTAT (Gasto público según
clasificación por funciones del gobierno (en porcentajes del PIB)) y el Banco Mundial para Perú (Gasto
público en educación, total (% del PIB)).

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