Final Trabajo D. Internacional Privado

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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA BOLIVIANA

CARRERA DERECHO

MATERIA: DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

TEMA: EL ABUSO DEL DERECHO EN EL


DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO
UNIVERSITARIOS:

- CABALLERO QUISPE WANDA NASHIRA


- CONDORI CUTILE HANS JHYSSON
- HUANCA FERRUFINO PAOLA ANDREA
- LUNA QUIROGA JAIME RODRIGO
- QUENTA ROMERO GLADYS ELIZABETH
- JALIRI LUCANA RICHARD

DOCENTE: DRA. INGRID XIMENA CLAROS FUENTES

SEMESTRE: SEPTIMO

TURNO: SABADO

UNIDAD: LOS ANDES

LA PAZ- BOLIVIA

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INDICE

1.- INTRODUCCIÓN................................................................................................................................3
2.- DESARROLLO....................................................................................................................................6
2.1 EL PRINCIPIO DE ABUSO DEL PROCESO…………………………………………….5
2.2 IDENTIFICACIÓN DEL ABUSO DEL PROCESO COMO UN PRINCIPIO
GENERAL DEL DERECHO
INTERNACIONAL………………………………………………………….8
2.2.1 EL ABUSO DEL PROCESO EN LOS PRINCIPALES SISTEMAS JURÍDICOS DEL
MUNDO…………………………………………………………………………………………..8
2.2.2 TRANSPOSICIÓN DEL ABUSO DEL PROCESO AL SISTEMA JURÍDICO
INTERNACIONAL…………………………………………………………………………….11
2.3 AUTORIDAD DE LOS ORGANISMOS JURISDICCIONALES PARA REMEDIAR
UN ABUSO……………………………………………………………………..
……………………12
2.4 DIFICULTADES PROBATORIAS PARA CALIFICAR UNA CONDUCTA COMO
ABUSIVA……………………………………………………………………………………….14
2.5. LA RELACIÓN DEL ABUSO DEL PROCESO CON OTRAS NORMAS…………...14
2.6. CONSECUENCIAS DEL ABUSO DEL PROCESO………………………………........16
2.7. CASOS PARADIGMÁTICOS DE ABUSO DEL PROCESO………………………….17
3.- MARCO CONCEPTUAL.................................................................................................................17
3.1. ORIGEN HISTÓRICO DEL ABUSO DEL DERECHO………………………………..18
3.2. EL DESARROLLO DEL ABUSO DEL DERECHO EN EL DERECHO
CIVILISTA………………………………………………………………………………....19
3.3. LA EVOLUCIÓN DEL PRINCIPIO DE ABUSO DEL DERECHO EN OTROS
SISTEMAS JURÍDICOS………………………………………………………………….20
3.4. CONSOLIDACIÓN DEL ABUSO DEL DERECHO EN EL DERECHO
INTERNACIONAL………………………………………………………………………..20
3.5. DIFERENCIAS ENTRE EL ABUSO DEL DERECHO EN EL ÁMBITO NACIONAL
E INTERNACIONAL……………………………………………………………………..22
3.6 PRINCIPIOS AFINES……………………………………………………………………..22

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3.7. ABUSO DE DERECHO…………………………………………………………………...23
3.7. ABUSO DE DERECHO…………………………………………………………………...23
3.8. DERECHO…………………………………………………………………………………24
4.- MARCO TEÓRICO………………………………………………………………………………...24
4.1. CONSIDERACIONES PRELIMINARES EN TORNO A LA TEORÍA DEL ABUSO
DEL DERECHO…………………………………………………………………………...25
4.2. DOCTRINA ESPECIALIZADA………………………………………………………….26
4.3. JURISPRUDENCIA INTERNACIONAL……………………………………………….27
5.- MARCO PRÁCTICO-LEGAL.........................................................................................................27
5.1. ABUSO DEL DERECHO EN LA PRÁCTICA DE ARBITRAJES
INTERNACIONALES…………………………………………………………………….27
5.2. NUEVAS TENDENCIAS Y DESAFÍOS EN EL ABUSO DEL DERECHO…………..28
5.3. POSIBLES SOLUCIONES Y REFORMAS…………………………………………..…28
5.4. EN MATERIA DE JURISDICCIÓN INTERNACIONAL……………………………..29
5.5. EN MATERIA DE CONFLICTO DE LEYES…………………………………………..29
5.6. EN MATERIA DE RECONOCIMIENTO Y EJECUCIÓN DE SENTENCIAS
EXTRANJERAS…………………………………………………………………………...29
6.- CONCLUSIONES..............................................................................................................................30
BIBLIOGRAFIA

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EL ABUSO DEL DERECHO EN EL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

1.- INTRODUCCIÓN

El desarrollo del derecho internacional durante las últimas décadas ha sido exponencial, el

número de organizaciones internacionales, tratados internacionales, organismos de solución

de controversias y otras instituciones que conforman el sistema internacional ha alcanzado

máximos históricos. Esta expansión es síntoma de un mundo más globalizado e

interconectado, pero a su vez rápidamente cambiante. En el ámbito de la solución de

controversias internacionales la proliferación de cortes y tribunales internacionales ha

profundizado la experiencia en la resolución de conflictos sobre materias específicas, pero a

su vez ha generado incertezas y conflictos respecto a su funcionamiento interno e

interrelacionado. Por tanto, si bien este crecimiento es positivo, presenta dificultades y

desafíos, algunos de los cuales no fueron ni pudieron ser previstos al momento de fundación

de estas instituciones y respecto de los cuales se tendrán que hacer cargo las mismas

instituciones durante su funcionamiento.

En este contexto, el principio general del derecho internacional de abuso del proceso

constituye

una herramienta del sistema de solución de controversias internacionales, de carácter flexible

adaptativa, disponible a los diversos organismos de solución de controversias para enfrentarse

a situaciones complejas en que las partes realicen un uso impropio de su derecho a acceder a

la

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justicia o de los instrumentos procesales a su disposición.2 No obstante, a la fecha y a pesar de

haber sido aplicado por más de 95 años, el principio de abuso del proceso se encuentra

prácticamente desprovisto de desarrollo sustantivo en el ámbito de la adjudicación

internacional. Además, si bien ha sido aplicado en más de dieciséis casos ante la Corte

Internacional de Justicia, nunca ha sido fallado favorablemente.

El presente trabajo busca determinar el alcance y contenido del principio de abuso del proceso

en el derecho internacional, con el objetivo de esclarecer los contornos de aplicación de este

principio ante casos particulares, permitiendo una más expedita resolución de estos y

aumentando la certeza jurídica de los litigantes al momento de ejecutar su estrategia judicial.

En función de ello, el trabajo tiene un eminente enfoque practico, centrado en la exposición de

la jurisprudencia disponible de organismos internacionales que han dado aplicación a este

principio.

Donde se expone el estatus de los principios generales del derecho internacional como fuente

del derecho internacional, su función y forma de identificación. Se hace especial énfasis a la

metodología empleada para identificar principios del derecho internacional expuesta

recientemente por la Comisión de Derecho Internacional. Por otra parte, la identificación del

principio de abuso del proceso como un principio general del derecho internacional no es

pacifica en la doctrina y no ha tenido un desarrollo univoco en la jurisprudencia. Por tanto, en

este capítulo se establecen las bases para la consagración del principio de abuso del proceso

como un principio general del derecho internacional.

También se analiza detalladamente el principio de abuso del proceso, su origen, su

calificación como principio general del derecho internacional, la autoridad de los organismos

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de solución de controversias para calificar una conducta como abusiva, las dificultades

probatorias que produce, su relación con otras normas, sus consecuencias o sanciones y una

categorización general de las conductas calificables como abusivas. Este análisis se construye

a partir de la doctrina especializada en la materia y los criterios establecidos

jurisprudencialmente para su aplicación.

En el capítulo tercero se exhibe la aplicación práctica que se le ha dado al principio ante la

Corte Internacional de Justicia, los mecanismos de solución de controversias de la

Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, el mecanismo de solución de

diferencias de la Organización Mundial del Comercio y en el arbitraje inversionista-estado.

Esta exposición revela el escaso desarrollo que se ha dado al principio de abuso del proceso y,

a su vez, las posibilidades que ofrece su utilización.

En último término, se debe tener presente a lo largo de esta presentación que no hay ningún

derecho, por muy bien que este establecido, al que, en ciertas circunstancias, no se le pueda

denegar el reconocimiento por haber sido abusado. Por ello, para evitar el riesgo que los

principios generales sean explotados en función del interés propio de la parte que los aduce,

es esencial determinar su alcance y definir claramente su contenido. de Licenciado en

Ciencias Jurídicas y Sociales, MPO al G. (s/f). EL PRINCIPIO DE ABUSO DEL PROCESO

EN EL DERECHO INTERNACIONAL . Uchile.cl. Recuperado el 18 de septiembre de 2024,

de https://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/192982/El-principio-de-abuso-del-

proceso-en-el-derecho-internacional.pdf?sequence

2.- DESARROLLO

2.1. EL PRINCIPIO DE ABUSO DEL PROCESO.

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1. La buena fe, el abuso del derecho y el abuso del proceso.

El principio de buena fe es transversal a los diversos ordenamientos jurídicos y

reconocido por el derecho internacional. Así el artículo 2(2) de la Carta de

Naciones Unidas lo reconoce como un deber de los Estados en el cumplimiento de

sus obligaciones, el artículo 26 de la Convención de Viena sobre Derecho de los

Tratados como un deber en la ejecución de tratados internacionales, el artículo

31(1) de la misma Convención como un elemento interpretativo, entre otras. En

términos generales, la buena fe opera como un principio orientador de la conducta

de los Estados a través de deberes generales de honestidad, justicia y

razonabilidad. En el contexto de la solución de controversias internacionales,

supone un deber de lealtad entre las partes y hacia el organismo jurisdiccional,

caracterizado por la confianza y fiabilidad mutuas.

Entre los fines de la buena fe se encuentra el encausar el ejercicio de los derechos

y obligaciones de manera razonable y legitima. Así B. Cheng indica que el

ejercicio razonable y de buena fe de un derecho implica un ejercicio que se ejerce

genuinamente en pos de aquellos intereses que el derecho está destinado a

proteger y que no está intencionado a causar ningún perjuicio injusto a los

intereses legítimos de otro Estado, ya sea que estos intereses sean adquiridos por

un tratado o por el derecho internacional general. En efecto, la buena fe no puede

admitir que un derecho se ejerza de forma lesiva o sobrepasando el ámbito de lo

que dicho derecho pretendía permitir.80 Según indica Lauterpacht “no hay ningún

derecho, por muy bien que este establecido, al que, en ciertas circunstancias, no se

le pueda denegar el reconocimiento por haber sido abusado.”

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De esta forma, la buena fe se manifiesta como dos principios relacionados. En su

variante substantiva, el abuso del derecho, consistente en el ejercicio de un

derecho con la mera intención de lesionar a otro sujeto, el ejercicio de un derecho

con una finalidad para la que no fue otorgada y sin perjuicio de causar un daño

desproporcionado, o bien el ejercicio arbitrario o fraudulento de derechos.

En su variante procesal, el abuso del proceso, consistente en el “uso de

instrumentos o derechos procesales por una o más partes para fines ajenos a

aquellos para los que se establecen los derechos procesales, especialmente con un

propósito fraudulento, dilatorio o frívolo, con el propósito de causar daño u

obtener una ventaja ilegítima, con el propósito de reducir o eliminar la efectividad

de algún otro proceso disponible, o con propósitos de pura propaganda.” Así, el

uso impropio del derecho a acudir a la justicia o de los instrumentos procesales

que una parte posee se denomina abuso del proceso y corresponde a una

manifestación especializada del principio de abuso del derecho y la buena fe.

De esta forma, los principios de abuso del derecho y abuso del proceso descansan

en dos pilares fundamentales: el derecho formal del sujeto que actúa; y el

propósito indebido alcanzado a través de la conducta material. Por tanto, para

probar la existencia de una conducta abusiva en un caso determinado la parte debe

tener derecho a acceder al organismo jurisdiccional respectivo y su conducta debe

distorsionar el procedimiento, debido al uso de un derecho procesal para fines

distintos a aquellos para los que fue creado.

La utilidad del principio del abuso del proceso radica en su flexibilidad y

sensibilidad al contexto en que se aplica, permitiendo resolver situaciones en los

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que la conducta de una de las partes en el procedimiento es reprochable desde una

perspectiva de justicia, debido proceso, buena fe procesal u otra, pero no viola

ninguna norma. En este sentido, Gaillard, indica que “el abuso del proceso debe

distinguirse de una simple violación de una regla establecida un verdadero ‘abuso

del proceso’ no viola ninguna norma jurídica estricta y no puede abordarse

mediante la aplicación de herramientas jurídicas clásicas.”

2.2. IDENTIFICACIÓN DEL ABUSO DEL PROCESO COMO UN PRINCIPIO

GENERAL DEL DERECHO INTERNACIONAL.

A pesar de que el principio de abuso del proceso constituye una manifestación

especializada del principio de buena fe, su estatus como principio general del derecho

internacional no está exento de cuestionamientos. A partir de los fundamentos expuestos en

el capítulo primero se expone a continuación un estudio que agrupa fuentes normativas de

un amplio y representativo espectro de familias jurídicas y regiones del mundo en que se

reconoce el principio de abuso del proceso. En función de ello es posible concluir que este

principio tiene consagración propia y constituye un principio general del derecho

internacional.

2.2.1. EL ABUSO DEL PROCESO EN LOS PRINCIPALES SISTEMAS

JURÍDICOS DEL MUNDO.

El principio de abuso del proceso encuentra acogida en múltiples jurisdicciones,

incluyendo sistemas civiles y sistemas de derecho común. En palabras de M. Taruffo, “el

panorama global del abuso del proceso es complejo y variado: la idea general

probablemente esté presente en todas partes, ya que en cualquier ordenamiento jurídico

existe la tendencia a creer que los procedimientos deben gestionarse de manera honesta y

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justa, de acuerdo con los estándares generales de buena fe y corrección. Sin embargo, tal

idea surge en formas muy diferentes y en dimensiones diversas y, a veces, fragmentadas.”

En Europa, el principio de abuso del proceso encuentra reconocimiento expreso en diversos

ordenamientos, en Francia se sanciona a la parte que actúe de forma dilatoria o abusiva con

una multa de hasta 10.000 euros, en Suiza se retorna el escrito a la parte sin formalidades,

en Croacia se establece el deber del tribunal de prevenir el abuso, y en Inglaterra se faculta

al tribunal a anular la actuación si le parece abusiva o que podría obstruir la justa

disposición del procedimiento. Además, en otros ordenamientos europeos se reconoce bajo

una noción más amplia de buena fe procesal, es el caso de España, que establece un deber

general de los intervinientes de ajustar sus actuaciones a las reglas de la buena fe y

posteriormente señala que los tribunales rechazaran las peticiones e incidentes que se

formulen con manifiesto abuso de derecho o entrañen fraude a la ley o procesal, Portugal,

que igualmente establece un deber de las partes de actuar de buena fe, e Italia, que

establece el deber de las partes de comportarse con lealtad y probidad. Hay ordenamientos

que asocian el abuso a la presentación de solicitudes frívolas o vejatorias, como Irlanda,

donde se faculta al tribunal a suspender o desestimar la acción si no revela causa razonable

o demuestra ser frívola o vejatoria, o Luxemburgo, donde las solicitudes de recusación

declaradas abusivas o vejatorias se sancionan con multa de hasta 10.000 euros.

En Bélgica y Holanda no existen referencias explicitas en textos normativos al principio de

abuso del proceso, sin embargo, este deriva del principio de abuso del derecho consagrado

en sus respectivos Códigos Civiles, más aún, la jurisprudencia de ambos países ha recogido

el principio de abuso del proceso y lo ha aplicado. Lo mismo ocurre en Austria y Alemania

en que la mayoría de los tribunales y académicos concuerdan que las partes se encuentran

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obligadas a no mal utilizar los instrumentos procesales, aunque el rechazo efectivo de las

solicitudes solo ocurra en casos extremos.

En América el abuso del proceso se reconoce principalmente en base a un deber general de

las partes de comportarse conforme a la buena fe procesal o de los jueces de prevenir y

sancionar las conductas contrarias a la buena fe o que consideren abusivas y, en algunos

casos, de ambos conjuntamente, así ocurre respecto de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile,

Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá,

Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

En Estados Unidos no existe una definición general del principio de abuso del proceso, sin

embargo, este se subsume, en conjunto con otros, en el principio de debido proceso,

reconocido constitucionalmente y en reglas específicas como el artículo 11 (b) de las

Reglas Federales de Procedimiento Civil. En Canadá el abuso se asocia a las actuaciones

vejatorias de las partes, en cuyo caso el reglamento de la Corte Suprema le permite

suspender el procedimiento.

En África el abuso está asociado a los poderes inherentes de las Cortes para resguardar su

función judicial, así en Kenia, Sudán del Sur y Uganda, existen disposiciones generales

que indican que nada podrá limitar o afectar el poder inherente del tribunal de ordenar

aquello que sea necesario para prevenir el abuso de su procedimiento. Por otra parte, hay

ordenamientos en que se asocia el abuso a actuaciones vejatorias asignándole los costos a

la parte que realiza dicha actuación o permitiendo al juez solicitar que se enmiende o

tachen las secciones específicamente afectadas, este es el caso de Botsuana, Etiopia,

Namibia o Nigeria.

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En Asia podemos encontrar expresiones del principio similares a las ya mencionadas, en

Camboya, Corea del Sur, y Japón, se establece como un deber general de las partes y el

tribunal de realizar sus actuaciones de buena fe, en Bangladés e India se establece que nada

podrá limitar el poder inherente de la Corte para ordenar aquello que sea necesario para

prevenir el abuso de su procedimiento, y en Singapur se establece expresamente un poder

amplio de la Corte para tomar las medidas necesarias para prevenir el abuso del proceso.

En lo que respecta a Oceanía, en Australia las Cortes tienen facultades inherentes para

desestimar o continuar con el procedimiento si se determina que en este había ocurrido un

abuso del procedimiento.

Así, el abuso se produce en aquellos casos en que se utiliza el procedimiento para fines

ulteriores e impropios fuera del ámbito legal de la reclamación, causándole daño a la

contraparte y también ante demandas frívolas, vejatorias, escandalosas o que no tengan

motivo aparente pueden constituir un abuso del proceso. En Nueva Zelanda la situación es

muy similar, existiendo reglas específicas en los reglamentos de las Cortes que sancionan

el abuso.

2.2.2. TRANSPOSICIÓN DEL ABUSO DEL PROCESO AL SISTEMA JURÍDICO

INTERNACIONAL.

Según se ha expuesto en la sección anterior el principio de abuso del proceso se encuentra

presente en una amplia variedad de sistemas jurídicos nacionales, siendo de aplicación

esencialmente universal. Además, ha sido reconocido como principio general del derecho

internacional por la doctrina y ha encontrado aplicación en los diversos mecanismos de

solución de controversias que provee el derecho internacional, incluyendo la Corte

Internacional de Justicia, los organismos de solución de controversias de la CONVEMAR,

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el mecanismo de la OMC y los arbitrajes inversionista-estado, reconociéndose su carácter

de principio general en la mayoría de ellos.

Por tanto, el principio de abuso del proceso reúne todos los requisitos necesarios para ser

considerado un principio general del derecho aplicable en el ámbito del derecho

internacional. A pesar de ser común a ellos, su alcance y aplicación puede variar en cada

uno de esos contextos, ya que existen diferencias importantes entre los mecanismos de

adjudicación que inevitablemente permean la extensión del principio en su campo de

aplicación particular. En el tercer capítulo estas particularidades se harán visibles respecto

de cada mecanismo.

2.3. AUTORIDAD DE LOS ORGANISMOS JURISDICCIONALES PARA

REMEDIAR UN ABUSO.

El reconocimiento del principio de abuso del proceso como un principio general del

derecho internacional, no conlleva una facultad inmediata de los organismos

jurisdiccionales para descartar una acción que, en principio, cumple con la normativa

aplicable. Las reglas de procedimiento de los diversos organismos jurisdiccionales suelen

estar redactadas en términos generales, otorgan amplia discreción a las partes respecto a la

forma en que llevar adelante el procedimiento y no contemplan facultades expresas para

remediar el abuso de una de las partes.

No obstante, la doctrina mayoritaria considera que los organismos jurisdiccionales

internacionales poseen facultades inherentes para resguardar la integridad del proceso,

asegurando la correcta administración de la justicia y controlando el desarrollo de los

procedimientos.

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Estas facultades derivan del carácter judicial de los organismos jurisdiccionales y permiten

regular materias conectadas con la administración de la justicia. En ejercicio de estas

facultades inherentes, los organismos jurisdiccionales internacionales pueden recurrir a

principios generales o normas de derecho consuetudinario para regular sus procedimientos.

En este contexto, el principio de abuso del proceso representa una herramienta funcional y

flexible para ser incluida como parte de las facultades inherentes de los organismos

jurisdiccionales internacionales, según observa Lauterpacht "la facultad para aplicar un

principio como el abuso del derecho debe existir en el contexto de cualquier sistema de

administración de justicia en el que los tribunales no sean organismos puramente

mecánicos”.

Excepcionalmente se ha regulado expresamente la facultad de los mecanismos de solución

de controversias de aplicar el principio de abuso del proceso. Es el caso de los artículos

294 (1) y 300 de la CONVEMAR, que sancionan el abuso del proceso e imponen un deber

de actuar conforme a la buena fe en el procedimiento respectivamente y del artículo 3.10

del entendimiento relativo a las normas y procedimientos por los que se rige la solución de

diferencias de la OMC que igualmente establece un deber de buena fe procesal.

2.4. DIFICULTADES PROBATORIAS PARA CALIFICAR UNA CONDUCTA

COMO ABUSIVA.

Por regla general, la carga de la prueba recae sobre la parte que alega un hecho y el

principio de abuso del proceso no se desvía de ello. No obstante, el estándar probatorio

para calificar una conducta como abusiva no está claramente determinado.

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En la práctica los diversos mecanismos de solución de controversias han establecido un

estándar es muy alto para calificar una conducta como abusiva, pero sin una determinación

clara de éste. En este sentido, la Corte Internacional de Justicia en el caso Immunities and

Criminal Proceedings señaló que solo en circunstancias excepcionales y acompañando

prueba evidente una solicitud podría ser declarada inadmisible por constituir un abuso del

proceso.

Además del alto estándar de prueba al que se debe someter quien haga esta alegación, debe

considerarse la dificultad derivada de probar la intención o motivación de la parte que

comete el abuso para efectos de corroborar la actuación impropia. En la mayoría de las

alegaciones de abuso, la prueba de la intención es esencial para calificar la conducta como

abusiva. Así ocurre respecto del abuso derivado de un propósito dilatorio o de obtener

ventajas ilegítimas o ajenas al interés que cautela el derecho en que se ampara.

2.5. LA RELACIÓN DEL ABUSO DEL PROCESO CON OTRAS NORMAS.

El abuso del proceso, por propender a una finalidad general, como lo es la integridad del

procedimiento y el ejercicio legítimo de los instrumentos procesales, puede tener

coincidencias con otros principios procesales, como el debido proceso, la regla de estoppel

o, incluso, verse cristalizado en normas de procedimiento.

El debido proceso cautela, en términos generales, un procedimiento justo. De esta forma,

una situación que puede dar lugar a una coincidencia entre el debido proceso y el abuso del

proceso es la introducción de evidencia critica en una etapa tardía del procedimiento sin

fundamento sobre la base de un derecho general a introducir evidencia sin limitaciones

temporales. En el arbitraje inversionista-estado, la presentación de una gran cantidad de

documentos antes de una audiencia de prueba con el objeto de obstaculizar a la contraparte

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es una conducta calificable como abusiva, pero que también puede ser caracterizada como

una violación al debido proceso y sancionada declarando los documentos como

inadmisibles.

Por otra parte, la regla de estoppel protege las expectativas legitimas de una parte inducidas

por la conducta de otra. En negativo, sanciona el daño sufrido por una parte legitimada a

confiar en la clara e inequívoca conducta de otra, a raíz de la desviación de esta última de

dicha conducta, sin motivo justificado. Una situación que puede dar lugar a una

coincidencia entre ambas reglas es el inicio de un procedimiento en contra de un acuerdo

previo en sentido contrario.

Las reglas de procedimiento de los organismos jurisdiccionales pueden contemplar ciertas

conductas abusivas de las partes o tener incorporadas las normas expuestas

precedentemente. El objetivo de las reglas de procedimiento es otorgar seguridad jurídica e

igualdad de condiciones a las partes, lo que, en términos generales, constituye una sanción

al principio de abuso del proceso. Entre más detalladas y especificas sean las normas de

procedimiento de un organismo jurisdiccional, menor es la necesidad de recurrir a

principios generales como el abuso del proceso. No obstante, estas reglas siempre pueden

ser abusadas y nuevas conductas abusivas desarrolladas, por lo que el principio de abuso

del proceso no se agota en las reglas especiales,152 por el contrario, contribuye a su

desarrollo progresivo.

En ningún caso la coincidencia del principio de abuso del proceso con otras reglas debe

implicar un impedimento al justo y razonable ejercicio de las partes de sus derechos

procesales, por el contrario, debe orientarse su aplicación a la realización del

procedimiento en condiciones de justicia.

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2.6. CONSECUENCIAS DEL ABUSO DEL PROCESO.

La ausencia de normas en instrumentos internacionales que regulen el abuso del proceso y

su escaso desarrollo jurisprudencial implica igualmente una gran incertidumbre respecto a

las sanciones que se pueden derivar de calificar una actuación procesal como abusiva.

En aquellos casos que el abuso recaiga sobre la solicitud, esta podría ser declarada

inadmisible, en todo o en parte según corresponda. Así ocurre respecto del artículo 294(1)

de la CONVEMAR que permite al tribunal descartar la solicitud como inadmisible in

limine litis. También se ha pronunciado en este sentido la Corte Internacional de Justicia en

el caso Immunities and Criminal Proceedings al señalar que la conducta abusiva puede

permitir rechazar la solicitud incluso estando fundada en un título valido de jurisdicción.

No obstante, pueden existir otras sanciones o remedios al abuso, por ejemplo, enfrentado a

procedimientos paralelos el tribunal podría decidir suspender su propio procedimiento

hasta que se alcance un resultado determinado en el otro procedimiento pendiente.

Igualmente, se podría optar por sanciones menos gravosas que la inadmisibilidad o

suspensión, como la imposición de los costos del procedimiento al litigante que haya

actuado de forma abusiva.

En caso de que el organismo jurisdiccional decida no sancionar el abuso del proceso, sea

por reticencia a definir la conducta como abusiva, por evitar privar a una parte del acceso a

la justicia, por temor a generar preferencia por otros organismos al aplicar este principio o

cualquier otra causa, puede tomar nota de esta conducta en el curso progresivo del

procedimiento y al tratar el fondo del asunto.

2.7. CASOS PARADIGMÁTICOS DE ABUSO DEL PROCESO.

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En su opinión disidente en el caso Immunities and Criminal Proceedings la Jueza

Donoghue indicó que no existe una definición normativa o de autoridad del principio de

abuso del proceso en el contexto del sistema de solución de controversias entre los Estados.

No obstante, la doctrina internacional tiene a utilizar la definición de R. Kolb, ya indicada

precedentemente, en virtud del cual el abuso comprende el uso de instrumentos o derechos

procesales por una o más partes para fines ajenos a aquellos para los que se establecen los

derechos procesales, especialmente con un propósito fraudulento, dilatorio o frívolo, con el

propósito de causar daño u obtener una ventaja ilegítima, con el propósito de reducir o

eliminar la efectividad de algún otro proceso disponible, o con propósitos de pura

propaganda.

De esta forma, se asocia el abuso con un propósito o intención que determina la

calificación de la conducta. Para efectos de la exposición jurisprudencial del capítulo

tercero se han determinado dos grandes categorías de abuso que contemplan la generalidad

de casos en que se ha alegado:

a) propósito fraudulento, frívolo o destinado a obtener una ventaja ilegítima; y

b) propósito de reducir o eliminar la efectividad de algún otro proceso disponible,

finalizado o pendiente.

3.- MARCO CONCEPTUAL.

3.1. ORIGEN HISTÓRICO DEL ABUSO DEL DERECHO.

El principio de abuso del derecho no surgió de manera explícita en el Derecho Romano,

donde predominaba una concepción de los derechos como facultades absolutas, y se

consideraba que estos podían ejercerse de manera plena sin restricciones. Esta postura de

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“absolutismo jurídico” se basaba en la idea de que el titular de un derecho tenía la libertad

de ejercerlo según su conveniencia, sin importar las consecuencias para terceros, siempre

que actuara dentro de los límites formales de la ley. Este enfoque permitió que se realizaran

actos formalmente legales, pero moralmente cuestionables, ya que el ordenamiento jurídico

romano no desarrolló mecanismos para sancionar los abusos derivados del ejercicio de

derechos.

No obstante, a medida que los sistemas jurídicos evolucionaron y se desarrollaron las

sociedades modernas, se hizo evidente que los derechos no podían ejercerse de manera

ilimitada, especialmente si el ejercicio de esos derechos ocasionaba un perjuicio injusto a

otras personas. Durante la Edad Media, se empezaron a ver atisbos de una limitación en el

ejercicio de los derechos, en particular en relación con las enseñanzas del Derecho

Canónico, que promovía la justicia y la equidad en el comportamiento social y económico.

Sin embargo, es con el surgimiento del Derecho Civil en la Europa moderna que la noción

de abuso del derecho comenzó a ser desarrollada formalmente.

3.2. EL DESARROLLO DEL ABUSO DEL DERECHO EN EL DERECHO

CIVILISTA

El verdadero punto de inflexión en el reconocimiento del abuso del derecho como un

principio normativo ocurrió en el siglo XIX con el desarrollo de los sistemas jurídicos

civiles en Europa, particularmente en Francia y Alemania. En Francia, bajo la influencia del

Código Civil Napoleónico (1804), se empezó a considerar que el ejercicio de un derecho

debía tener en cuenta no solo la legalidad formal, sino también la moralidad y la equidad.

Este código influyó en la evolución de la noción de que el uso abusivo de un derecho debía

ser sancionado, incluso si el titular del derecho actuaba dentro de los límites legales.

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Louis Josserand, uno de los teóricos más influyentes de principios del siglo XX, fue clave en

el desarrollo de esta noción. Josserand, en su obra “De l'abus des droits” (1927), sostuvo que

los derechos subjetivos no podían considerarse absolutos, sino que debían interpretarse y

ejercerse de acuerdo con los fines para los cuales fueron creados. Según su teoría del

“relativismo jurídico”, cada derecho tiene una función social que debe respetarse; si el

ejercicio de un derecho va más allá de esa función o se utiliza de manera puramente egoísta

y dañina, ese uso debe ser considerado abusivo. Esta perspectiva fue revolucionaria, ya que

impuso límites sustantivos al ejercicio de los derechos, vinculándolos a la equidad y la

buena fe.

Josserand argumentaba que "si el legislador nos concede unas prerrogativas, ha sido con un

fin determinado y, en ningún caso, para sobrepasar manifiestamente los límites normales o

racionales del ejercicio de un derecho, mucho menos si con ello se causa daño a otro". En

este sentido, el abuso del derecho era visto como una violación de la finalidad para la cual

los derechos habían sido conferidos, y por tanto, debía ser corregido por el ordenamiento

jurídico.

3.3. LA EVOLUCIÓN DEL PRINCIPIO DE ABUSO DEL DERECHO EN OTROS

SISTEMAS JURÍDICOS.

En Alemania, el desarrollo del principio de abuso del derecho fue similar, aunque surgió

principalmente a través de la doctrina y la jurisprudencia del Derecho Civil Alemán (BGB,

1900). Los tribunales alemanes comenzaron a reconocer que el ejercicio de los derechos,

aunque formalmente legítimo, podía ser contrario a la buena fe (Treu und Glauben), uno de

los principios rectores del sistema jurídico alemán. Esto condujo a un desarrollo más

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profundo del concepto de abuso del derecho, que fue incorporado en la práctica judicial para

sancionar comportamientos desleales o fraudulentos.

En Italia, el abuso del derecho fue igualmente reconocido en la jurisprudencia y luego

consagrado en el Código Civil Italiano (1942), que incluía disposiciones explícitas sobre la

buena fe y la equidad, limitando el ejercicio de los derechos cuando estos resultaran

perjudiciales para otros. El artículo 833 del Código Civil Italiano, por ejemplo, prohíbe

expresamente el abuso del derecho de propiedad cuando este cause daño injustificado a

otros.

3.4. CONSOLIDACIÓN DEL ABUSO DEL DERECHO EN EL DERECHO

INTERNACIONAL

A partir de estos desarrollos en los sistemas nacionales, el principio del abuso del derecho

comenzó a ser reconocido a nivel internacional, principalmente en el ámbito del Derecho

Internacional Público y, posteriormente, en el Derecho Internacional Privado. En el Derecho

Internacional Público, este principio se aplicó a la relación entre Estados, que no podían

ejercer sus derechos soberanos de manera que perjudicaran gravemente a otros Estados sin

justificación legítima.

Un ejemplo temprano de este principio a nivel internacional es la Doctrina Drago, formulada

en el contexto de las intervenciones extranjeras en América Latina a principios del siglo XX.

Esta doctrina sostenía que las potencias extranjeras no podían abusar de su derecho a

intervenir militarmente para cobrar deudas, lo que fue recogido posteriormente en las

Convenciones de La Haya. En la actualidad, el abuso del derecho en las relaciones

interestatales se sanciona a través de diversos mecanismos, incluidos los tratados

internacionales y las resoluciones de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

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En el Derecho Internacional Privado, el abuso del derecho ha adquirido una importancia

creciente, especialmente en contextos como el arbitraje internacional, los contratos

internacionales y la resolución de controversias transnacionales. El principio se ha aplicado

para evitar prácticas como el forum shopping, donde las partes intentan elegir jurisdicciones

favorables sin una conexión legítima con el caso, o la manipulación de la ley aplicable en

conflictos de leyes, para obtener resultados más favorables.

La influencia del abuso del derecho en el Derecho Internacional Privado ha sido amplificada

por la jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia y los tribunales arbitrales. En

casos como el de Barcelona Traction (1970), la CIJ destacó que ningún derecho, incluso

cuando esté amparado por un título válido, puede ejercerse de manera abusiva. Este

principio ha sido aplicado también en arbitrajes de inversión, donde los inversores han sido

sancionados por abusar de los tratados de protección de inversiones mediante la

manipulación de la nacionalidad corporativa.

Con esta adición, tu análisis del origen histórico del abuso del derecho tendrá más

profundidad y estará respaldado por un enfoque teórico más completo.

3.5. DIFERENCIAS ENTRE EL ABUSO DEL DERECHO EN EL ÁMBITO

NACIONAL E INTERNACIONAL.

En el ámbito nacional, la figura del abuso del derecho es más directa y concreta. Los

tribunales nacionales pueden sancionar a quienes ejercen sus derechos de manera contraria a

la buena fe, buscando únicamente dañar a la contraparte o aprovechándose de vacíos legales.

Esto se observa, por ejemplo, en el Código Civil francés, que establece que todo derecho

debe ejercerse de buena fe, sancionando el abuso.

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Por otro lado, en el Derecho Internacional Privado, el abuso del derecho tiene un carácter

más complejo debido a la interacción entre diferentes sistemas jurídicos y la necesidad de

equilibrar los intereses de las partes en un contexto transnacional. A nivel internacional, el

abuso del derecho se manifiesta principalmente en situaciones como el forum shopping o la

manipulación de jurisdicciones, donde una de las partes intenta obtener ventajas indebidas al

elegir el foro o la ley aplicable más favorable, sin una conexión real con el litigio. Esta

práctica, aunque no siempre ilegal, es vista como un abuso del derecho en la medida en que

distorsiona el acceso justo a la justicia.

3.6. PRINCIPIOS AFINES

El abuso del derecho está estrechamente relacionado con otros principios generales del

derecho, como la buena fe y el debido proceso. La buena fe, en particular, es un principio

transversal en el Derecho Internacional, que obliga a las partes a actuar con honestidad,

justicia y lealtad en sus interacciones jurídicas. El artículo 26 de la Convención de Viena

sobre el Derecho de los Tratados establece que los tratados deben cumplirse de buena fe, lo

que implica que no pueden ser utilizados de manera abusiva para obtener ventajas ilegítimas.

3.7. ABUSO DE DERECHO.

La ley no ampara el abuso del derecho o el ejercicio antisocial del mismo. Todo acto u

omisión que por la intención de su autor, por su objeto o por las circunstancias en que se

realice sobrepase manifiestamente los límites normales del ejercicio de un derecho, con daño

para tercero, dará lugar a la correspondiente indemnización y a la adopción de las medidas

judiciales o administrativas que impidan la persistencia en el abuso». Esta norma tiene un

origen jurisprudencial, que arranca de la sentencia de 14 de febrero de 1944, y se inspira en

lo que desde hacía unos años se había postulado por la doctrina científica: «incurre en

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responsabilidad el que, obrando al amparo de una legalidad externa y de un aparente

ejercicio de su derecho, traspasa, en realidad, los linderos impuestos al mismo por la equidad

y la buena fe, con daños para tercero o para la sociedad» (CC, art. 7.2 ). Código Orgánico de

la Función Judicial, de Ecuador, art. 26.

3.8. DERECHO.

Para Marx el Derecho es “la voluntad de la clase dominante erigida en ley… es la expresión

de esta voluntad condicionada por los intereses comunes. Es precisamente la lucha de

individuos independientes y de sus voluntades, los cuales son necesariamente egoístas en su

conducta respecto de los otros, lo que hace la auto-limitación a través del Derecho y de las

regulaciones o también la auto-limitación en casos excepcionales y el mantenimiento de sus

intereses en general.

4. MARCO TEÓRICO

El abuso de derecho es un principio general del derecho de carácter negativo, pues su

utilidad, descrita por algunos como “inmunológica”, es que permite invalidar actos

jurídicos que fueron realizados de conformidad con el ordenamiento jurídico

aplicable. La validez aparente del acto o relación jurídica que se pretende invalidar

me-diante la aplicación de la teoría del abuso de derecho debe ser tomada en cuenta.

Igualmente, debe tomarse en cuenta que los actos jurídicos que aparentemente válidos

pueden generar ciertas expectativas plau-sibles en las personas. El abuso de derecho

permite invalidarlos. Y en algunos casos esta es la solución correcta; no debe permitirse que

los derechos válidamente establecidos en el ordenamiento jurídico sean utilizados

como arma para causar un daño a otro. Ahí radica la utili-dad del abuso de derecho.

Pero sería un error pensar que porque el abuso de derecho tiene usos positivos su

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ámbito de aplicación debe ser expandido. Al contrario, el abuso de derecho, como

institución negativa que invalida actos presuntamente conformes a Derecho, de-be,

para preservar su utilidad, tener un ámbito de aplicación restrin-gido. Y esto se logra al

incorporar el requisito de la existencia de un daño, como bien ha apuntado

tradicionalmente la doctrina civilista y ha sido aceptado por el DIPr. Martínez, M. C.

(2016)

4.1. CONSIDERACIONES PRELIMINARES EN TORNO A LA TEORÍA DEL

ABUSO DEL DERECHO

Lo primero que debe advertirse es que la teoría del abuso descansa en una concepción

subjetiva del vocablo “derecho”, entendido como “facultad”, pues la concepción objetiva

asigna al término “derecho” (“ius”) un sentido distinto, equivalente a “lo justo” o la

“posición justa”. Luego, solo al concebir el “derecho” como “facultad” podremos asumir

que esta puede ejercerse de forma excesiva o abusiva.

Por lo anterior es que el origen de la teoría del abuso del derecho se descubre

adecuadamente una vez que se determina el espacio temporal en que por primera vez se

tiene registro del empleo del término “derecho subjetivo”. Solo en la medida que

entendamos el “derecho” como “facultad”, podremos concebir que se ha excedido en el

ejercicio del mismo y estaremos en la hipótesis que regularmente suele invocarse como

propia del abuso del derecho: un fenómeno jurídico en virtud del cual un sujeto, al ejercer un

derecho subjetivo o potestativo más allá de los límites previstos para su función social, causa

daño a otros. De cualquier forma, incluso bajo esa lógica pareciera ser que la noción del

“abuso del derecho”, tal y como la conocemos hoy en día, es difusa. Para la gran mayoría de

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los autores, sin embargo, parece seguro que se trataría de una figura inexistente en el

Derecho Romano, que habría surgido con posterioridad incluso a la Edad Media.

Se afirma que con anterioridad a ese último periodo existía un verdadero “absolutismo

jurídico”, que entendía a los derechos “(…) como facultades que la ley reconoce a los

individuos para que las ejerciten libremente, a su arbitrio, con el fin que mejor les plazca”.

Así, la teoría del abuso del derecho –nos dice Fueyo Laneri citando a Louis Josserand− nace

“(...) como una reacción contra el ejercicio extremadamente libre que hace el individuo de

los derechos subjetivos que le confiere el ordenamiento jurídico, atendiendo más a su interés

propio y egoísta que al de los demás”. Agrega el autor

que “Si el legislador nos concede unas prerrogativas, ha sido con un fin determinado y, en

caso alguno, para sobrepasar manifiestamente los límites normales o racionales del ejercicio

de un derecho, mucho menos si con ello, además, ha de causarse daño a otro”.

Esta reacción a la que alude Josserand da origen a la doctrina del “relativismo jurídico”, que

asume que los derechos subjetivos son reconocidos por la ley para satisfacer intereses

colectivos (en oposición al criterio individualista del “absolutismo jurídico”), de modo que

su ejercicio concreto debe ser consistente con esos fines.

Enseña Josserand: “(...) cada uno de los derechos tiene su propia misión que cumplir, lo que

equivale a decir que cada derecho debe realizarse conforme a los fines de la institución”, que

serán distintos según la función propia de cada derecho subjetivo

4.2. DOCTRINA ESPECIALIZADA

La doctrina jurídica ha jugado un papel fundamental en el desarrollo del principio de abuso

del derecho. Louis Josserand, como ya se mencionó, fue uno de los primeros en

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conceptualizar el abuso del derecho en términos de “relativismo jurídico”. Según Josserand,

los derechos no son absolutos y deben ejercerse en consonancia con su función social

En el ámbito internacional, autores como Bin Cheng y Gaillard han abordado el abuso del

derecho en el contexto del acceso a la justicia y los mecanismos procesales. Bin Cheng, por

ejemplo, argumenta que el abuso del derecho surge cuando un derecho es ejercido con el

único propósito de causar daño a la contraparte o para obtener un beneficio injustificado.

Gaillard, por su parte, sostiene que el abuso del proceso es una manifestación procesal del

abuso del derecho, que permite a los tribunales abordar conductas desleales que no violan

necesariamente ninguna norma jurídica.

4.3. JURISPRUDENCIA INTERNACIONAL

En cuanto a la jurisprudencia, la Corte Internacional de Justicia ha abordado el abuso del

derecho en varios casos, aunque uno de los más relevantes es el caso Barcelona Traction

(1970). En este caso, la CIJ reconoció que los Estados no pueden abusar de su derecho a

proteger a sus nacionales en detrimento de otros Estados. La Corte estableció que cualquier

derecho ejercido de manera abusiva, incluso si está formalmente basado en un título jurídico

válido, puede ser inadmisible.

5. MARCO PRÁCTICO-LEGAL

5.1. ABUSO DEL DERECHO EN LA PRÁCTICA DE ARBITRAJES

INTERNACIONALES.

El arbitraje internacional, especialmente en el ámbito de las inversiones, ha sido un terreno

fértil para los abusos del derecho. Los inversores a menudo recurren al forum shopping,

eligiendo el tribunal arbitral o la ley aplicable que les sea más favorable. Esto puede incluir

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la manipulación de las nacionalidades corporativas para beneficiarse de los Tratados

Bilaterales de Inversión (TBI).

Un caso conocido es el arbitraje Philip Morris vs. Uruguay, en el cual la compañía

tabacalera fue acusada de manipular su estructura corporativa para reclamar protección bajo

un TBI, aunque su principal interés en el país no justificaba tal protección. Este tipo de

conductas pueden considerarse un abuso del derecho, ya que el inversor utiliza el sistema de

protección de inversiones de manera desleal.

5.2. NUEVAS TENDENCIAS Y DESAFÍOS EN EL ABUSO DEL DERECHO.

En la era digital, el abuso del derecho ha adquirido nuevas formas. Un ejemplo de ello son

las cláusulas abusivas en contratos internacionales celebrados electrónicamente. En muchos

casos, las grandes empresas imponen condiciones desproporcionadas a los consumidores o a

las partes más débiles en contratos transnacionales. Estas cláusulas, que limitan injustamente

los derechos de una de las partes, pueden considerarse un abuso del derecho en el contexto

del Derecho Internacional Privado.

Además, la protección de datos y la privacidad en transacciones internacionales es otro

ámbito donde puede surgir el abuso del derecho. Las empresas que operan en múltiples

jurisdicciones pueden intentar evadir las regulaciones más estrictas de protección de datos

recurriendo a foros más laxos, lo que constituye un abuso del derecho al manipular las leyes

aplicables a su favor.

5.3. POSIBLES SOLUCIONES Y REFORMAS.

Para combatir el abuso del derecho en el Derecho Internacional Privado, es necesario

fortalecer los mecanismos que sancionen estas conductas. Una solución podría ser la

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armonización de las normas procesales internacionales, para evitar que las partes utilicen los

vacíos legales de distintos sistemas jurídicos. Además, los tratados internacionales podrían

incluir cláusulas específicas que limiten el forum shopping y otras formas de abuso

5.4. EN MATERIA DE JURISDICCIÓN INTERNACIONAL:

 Forum shopping: Una parte elige intencionalmente un foro judicial extranjero, a

sabiendas de que las leyes o procedimientos de ese país le son más favorables, con el

fin de obtener una ventaja procesal injusta.

 Multiplicidad de demandas: Presentar múltiples demandas sobre el mismo objeto en

distintos tribunales extranjeros, con el objetivo de dilatar el proceso o aumentar los

costos para la otra parte.

5.5. EN MATERIA DE CONFLICTO DE LEYES:

 Manipulación de la ley aplicable: Una parte intenta influir en la elección de la ley

aplicable a una relación jurídica internacional, simulando hechos o circunstancias que

no existen en realidad, con el fin de obtener un resultado más favorable.

 Elección abusiva de foro: Incluir en un contrato una cláusula que somete todas las

controversias a un tribunal arbitral o estatal de un país extranjero, aunque no exista una

conexión real con dicho país, con el fin de dificultar la defensa de la otra parte.

5.6. EN MATERIA DE RECONOCIMIENTO Y EJECUCIÓN DE SENTENCIAS

EXTRANJERAS:

 Ocultación de información: No revelar al tribunal extranjero toda la información

relevante sobre la existencia de otras sentencias o acuerdos previos, con el fin de

obtener una sentencia que luego pueda ser reconocida y ejecutada en otro país.

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 Abuso de los recursos: Presentar múltiples recursos contra una sentencia extranjera,

con el objetivo de dilatar su reconocimiento y ejecución.

Otros ejemplos:

 Utilización de sociedades opacas: Crear sociedades en paraísos fiscales con el único

objetivo de ocultar activos o evadir impuestos, perjudicando a acreedores o socios

minoritarios.

 Cláusulas abusivas en contratos internacionales: Incluir en contratos internacionales

cláusulas que limitan excesivamente los derechos de una de las partes o que imponen

condiciones desproporcionadas.

6. CONCLUSIONES

Los tribunales arbitrales de inversión que han intentado aplicar la doctrina del abuso de

derecho en relación a la utilización de nacionalidades de conveniencia han errado en su

interpretación de la misma. Al omitir incluir en su análisis elementos fundamentales, como

la existencia de un daño o la intención subjetiva de causar ese daño, se corre el riesgo de

expandir el ámbito de aplicación del abuso de derechos de una forma que atenta contra la

seguridad jurídica y la estabilización de las expectativas plausible. Afortunadamente esta

falla puede ser resuelta de manera relativamente sencilla aplicando soluciones

vinculadas con el DIPr. Los tribunales arbitrales de inversión pueden limitarse a

resolver las cuestiones relativas a la validez de las nacionalidades de conveniencia

utilizando el Derecho aplicable, ya sea el Convenio CIADI, el TBI o el Derecho interno.

O, en caso de querer aplicar la doctrina del abuso de derecho, se debe evitar caer –

consciente o inconscientemente en una aplicación finalista de la misma, lo cual se

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puede lograr al requerir para la existencia de un abuso de derechos que exista un daño

concreto y la intención subjetiva de causar ese daño. Aunque el Derecho internacional

público ejerce una considerable influencia en el arbitraje de inversión, son muchas las

situaciones, como ésta, que pueden ser resueltas a través de las herramientas conceptuales

desarrolladas históricamente por el DIPr. Sería un error no utilizarlas cuando resulten

aplicables y necesarias.

BIBLIOGRAFIA

- Lehmann Mathias H. ., 2023 “El Principio de Abuso del Proceso en el Derecho


Internacional” disponible en:
https://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/192982/El-principio-de-abuso-del-
proceso-en-el-derecho-internacional.pdf
- Robledo Antonio G., 2020 “El Abuso del Derecho en el Derecho Internacional”
disponible en: http://historico.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/jurid/cont/12/pr/
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