Torrente Mariano Política Ultramarina España 1854

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P R OLOGO.

Si conveniente es que los pueblos Y,aún mejor


mejo los
, estén bien instruidos de las relaciones
materiales y políticas que los unen con sus vecinos,
para poder graduar oportunamente la estension y la
clase de sus transaciones ó empresas sociales , así
como para arreglar su conducta á lo que pueden va•
ler unos y otros en la misma balanza política; si útil
puede ser que estén bien informados tanto (le su im-
portancia , corno dé sus cualidades negativas , para
que el temor ó el respeto que puedan infundir por el
imponente aparato de su fuerza y poder, quede neu-
tralizado con las consideraciones adversas de flancos
vulnerables , que no hay nacion alguna por orgu•
liosa que se presente, que no los ofrezca , así como
para que no se debilite el entusiasmo pátrio en los
casos de una indispensable y forzada defensa , tal vez
nunca fué de tanta oportunidad , y nunca pudo em-
plearse la pluma del escritor con mas provecho que
en trabajos referentes á las dos grandes naciones, la
Inglaterra y los Estados Unidos , con las cuales y
señaladamente con la última , es muy posible qué se
VI

susciten cuestiones , que requieran una ilustracion


prévia muy estensa.
Hé aquí por qué me he propuesto escribir esta
obra , cuya primera parte destinaré á 'trazar el cuadro
político de la república anglo-americana en sus rela-
ciones con la España , desde que á aquella le fuera
reconocida su independencia , y con mas detenimiento
desde el principio del siglo presente, en que empe-
zaron á prornoverse porfiados debates, hasta que se
firmó el tratado de 22 de febrero de 18'19. Recor.
riendo rápidamente los veinte y cinco años que suce-
dieron á aquella época, porque ofrecen muy poca im-
portancia, entraré en la reciente, en la que, y ya
desde 1848 volvieron á agitarse sérias cuestiones,
que interesando tan de cerca á nuestras posesiones de
Ultramar, han debido empeñar en alto grado. nuestra
atencion ; y por último , me ocuparé de reseñar todas
las eventualidades que pueden surgir , y que deben
tenerse previstas con mucha anticipacion pasa que
estén bien defendidos nuestros dominios. , se hagan
respetar nuestros derechos, y se saque siempre incó-
lume nuestro pabellon nacional.
Consagraré la segunda parte á deslindar la impor-
tante c,uestion de esclavitud bajo todos sus aspectos,
en particular por la parte que se roza con la política
inglesa ,,sirviéndome de testo la Memoria, que he pu-
blicado últimamente en Lóndres , y que exornaré con
estensas aclaraciones . y ampliaciones sobre todos los
puutos, que aquella contiene, y con especialidad sobre
el proyecto de inmigracion general en la isla de Cuba.
,Me he fijado esencialmente en la africana , porque
quisiera que se enlazase con un grandioso pensamien-
to , por el cual, si se llegára á plantear, cómo se
puede con suma facilidad , se formaria con los ahórros
de los endosos á los hacendados, y con otros recursos
relativos á esta empresa, un banco de préstamos para
los mismos hacendados , con cuyos fondos ,,y sin que
se apercibieran de esta contribucion voluntaria, vē•
rian crecer gradualmente dicho banco hasta su ma=
yor altura , que seria de ocho á nueve millones de
duros .á los diez años ; pero que ya desde los primerós
podrian empezar á disfrutar de sus inmensos benefi-
caos desterrando el monstruo de la usura , que es
la mayor carcoma de la agricultura de nuestras pose-
siones de Ultramar.
La tercera parte contendrá la descripcion en to-
dos sus ramos de los dos estados en que está dividida
la isla de Santo Domingo , y se conocen actualmente
con los nombres de república Dominicana , é imperio
de Háity , formado el primero de la antigua colonia
española , y el segundo de la francesa, despues de
haber pasado por dos revoluciones , una de ellas de
las mas sangrientas que recuerdan los anales de la
historia ; cuya revista , asi como la de las relaciones
politicas actuales de aquollos pueblos con España , y
las fases que pueden recorrer, ocupará nuestra pre-
ferente atencion.
Me atrevo á creer que esta obra podrá escitar la
curiosidad pública siquiera por la novedad de las
inaterias que abraza , por las cuestiones de alta impor-
tancia que en ella han de ventilarse , todas de ac-
tualidad , y por el aliento que debe infundir, en el caso
en qué sea preciso apelar al entusiasmo pátrio , para
vencer resistencias , ó para hacer frente á eventuali-
Vm
dades que puedan interesar nuestro honor nacional.
De todos modos me persuado de que nuestro
Gobierno ha de agradecer que se le indiquen muy
de antemano los peligros de que puede verse rodeado,
porque así será menor la sorpresa cuando se presen-
ten de cerca con caractéres alarmantes , y serán ma-
yores y mas enérgicos los medios de accion para con-
jurarlos. Debo esperar por lo tanto que esta oficiosa
iniciativa que tomo y que por lo menos revela una
celosa prevision y un ardiente deseo de servir pro-
vechosamente á mi pátria , será recibida con indul-
gencia , y aun con aprecio, si logro desempeñarla
con el acierto que debe imprimirse á esta clase de
trabajos tan delicados y de tanta trascendencia , para
lo cual ofrezco emplear todos los esfuerzos de la mas
firme voluntad, con la que podrá suplirse en gran
manera la falta de eminentes dotes,
PRIMERA PAJLI!FE..
Política general de los Estados Unidos con la
España.

SECCION I.
MIRADA RETROSPECTIVA SOBRE LA POLITICA DE LOS ESTADOS
UNIDOS CON LA ESPAÑA , DESDE EL RECONOCIMIENTO DE SU
INDEPENDENCIA HASTA EL PRESENTE.

CAPITULO I.
Primeros tratados que la Inglaterra , España y Francia
ajustaron con los Estados Unidos despees de reconocida
su independencia ; y sus primeras agresiones.

P eliminar de la política
COMOr P actual con los Es-
tados Unidos , considero que puede ser de suma con- ,
veniencia dar una idea , aunque sucinta , de nuestras
principales transaciones diplomáticas con aquella re-
pública , desde que se erijió en independiente de su
metrópoli , cuyo triunfo consiguió con el apoyo de la
Francia y tambien de la España : error fatal de nues-
tro Gobierno , quien por hostilizar á la Inglaterra con
la que se hallaba entonces en guerra , no previó que
estaba trabajando por la emancipacion de nuestras co-
lonias. En dicha época se hallaba la España en pose--
sion de los inmensos territorios de la Luisiana y de las
dos Floridas, que comprendian toda aquella península,
y se estendian hasta el rio Misisipí.
Dichos paises habian sufrido poco antes algunas
alteraciones por efecto de las guerras entre la-Francia
2
y la Gran Bretaña. La Francia , que se consideraba
preferente dueña de la Luisiana por haber sido la pri-
mera que formó establecimientos sobre el referido rio
Misisipí , debiéndose el nombre que lleva al padre
Hennepin, que se lo dió gratuitamente en honor de
Luis XIV, cedió á la Gran Bretaña por el tratado defi-
nitivo de paz concluido en París en 4 763 , todos los
territorios que poseia en la izquierda del espresado rio,
esceptuando la ciudad é isla de Nueva Orleans , con la
condicion de que quedaria libre á ambas naciones la
navegacion de aquel rio.
Por otro tratado ó convenio del año siguiente
de 1764, cedió la Inglaterra á la España aquellos ter-
ritorios en la idéntica forma en que los habia recibido
de la Francia y con los mismos límites , que lo eran
una línea tirada en medio del rio Misisipí desde su na-
cimiento hasta el rio Iberville , y desde allí otra por
medio de este rio y por los lagos Maurepas .y Pont-
Chartrain hasta el mar.
Por el tratado de 1783 entre España y la Gran
Bretaña , se confirmó á aquella la posesion y propie-
dad de los territorios situados en la izquierda del Misi-
sipí y en la forma que acabo de describir.. Y por
el de 1795 , que lo fué de amistad , navegacion y lí-
mites entre España y los Estados Unidos , se estipuló
que el límite meridional de dichos estados , que sepa-
raba su territorio del de las colonias españolas, que-
dase demarcado por una línea que deberia empezar
en el rio Misisipí en la latitud de 31 grados , siguiendo
desde allí en derechura al E. hasta el medio del rio
Apalachicola ó Carahuche , y desde este punto por me-
dio de aquel rio hasta su union con el Flint ; y que
continuando en derechura hasta el de Santa María , ba-
jase por él hasta el Océano Atlántico. Se espresó asi-
mismo 'en dicho tratado de 1791 , que el limite occi-
3
dental de los Estados Unidos, que los separaba de la
Luisiana , entonces colonia española , se hallaba erg;
medio del canal ó madre del rio Misisipí , desde el li-
mite setentrional de dichos estados hasta el comple-
mento de los 31 grados latitud N. ; y que la navega-
cion de este rio sería libre . en toda su estension desde
su origen hasta el Océano , tan solo á los ciudadanos
de los, mismos estados y á los súbditos españoles, per-
mitiéndose ademas un depósito á los primeros en Nueva
Orleans por el espacio de tres años , con la condicion
de que si causaba algun perjuicio á la real hacienda
de España la continuacion del referido depósito , lo
suspenderia S. M. C. , señalando en su lugar otro pun-
to á; las orillas del Misisipí.
Prévias estas aclaraciones que conceptúo necesa-
rias para graduar el mérito , ó la sinrazon de las recla-
maciones que se entablaron posteriormente por los
Estados Unidos ; y bien discernida por los tratados á
que me refiero, la separacion de las Floridas y de la
Luisiana por los limites que se prefijaron , empezaré
por hacerme cargo del estado de las elaciones en que
se hallaba la España con los Estados Unidos á princi-
pios del siglo actual.
Deseando el Rey de España proporcionar á S. A. R.
el duque de Parma un engrandecimiento que pusiera
sus estados en un pié mas conforme á su dignidad,
firmó en 1800 un tratado con la . república francesa,
por el cual se comprornetia ésta á constituir un estado
de un millon de habitantes con el titulo de Reino de
Etruria , á favor de dicho infante , y en cambio de este
servicio se obligaba la España á retroceder á la Fran-
cia la mencionada colonia de la Luisiana con la misma
estension que tenia entonces , y que era la que ha-
bia tenido cuando la poseyó la Francia , y tal como
habia sido deslindada en los tratados subsecuentes.
4
Los Estados Unidos, que desde que vieron recono-
cida su independencia , y asegurado el órden y la tran-
'quilidad en su república , habian empezado á ocuparse
del modo y forma de arrojar de la América seten-
trional á las naciones que tuvieran posesiones en ella,
trataron de adquirir un conocimiento exacto de todo
aquel continente é islas contiguas. A este fin emplea-
ron agentes por todas partes , y aun espediciones mili-
tares para esplorar las provincias internas de Méjico , y
las colonias de Puerto-Rico y Cuba ; hicieron levantar
planos de aquellos dominios , reconocieron su suelo,
clima y producciones , se relacionaron con sus habitan-
tes , y procuraron sembrar entre ellos el gérmen de la
independencia. Entre dichos agentes se distinguieron los
capitanes Pike , Lewis y Craik , quienes hicieron esten-
sos trabajos geográficos de dichas provincias internas de
Méjico , y adquirieron todas las noticias que podían de-
sear sobre las ventajas del comercio con aquellos paises,
como tambien de su clima, poblacion civilizada é india,
de las tropas que guarnecian aquellos paises , y de los pa-
sos mal defendidos ó descuidados. Los comandantes es-
pañoles de las referidas provincias internas , careciendo
de la debida prevision , toleraron aquellas incursiones
por creerlas al principio de poca consecuencia , ó bien
porque obró en ellos el temor de disgustar á los Estados
Unidos si se oponian á los citados reconocimientos.
Desde que aquella república tomó posesion de la
Luisiana por cesion que le hizo la Francia en virtud del
tratado de 22 de mayo de 1803, aunque en los mismos
términos en que la habia recibido de la España , pues
no podia ser de otro modo , pidieron como parte de ella
el territorio que mediaba entre el rio Armenta y el Sa-
bina. Nuestros comandantes de Tejas , sin fuerzas para
defender aquellos territorios , hicieron un convenio con
los Estados Unidos , estipulando que tode aquel país
5
quedase neutral, y sin poblar, entre las dos potencias; y
aunque nuestro Gobierno no sancionó este convenio, sin
embargo , en el hecho de no haber ocupado despues
aquel país , parece que lo reconoció tácitamente. Este
descuido por nuestra parte fué el origen de grandes ma-
les , porque envalentonados los Estados Unidos con aquel
abandono , que lo atribuyeron á debilidad é impotencia
por nuestra parte , se llegaron á figurar que podrian
apoderarse impunemente de los territorios de la nacion
española quemas lisonjearan sus deseos.; y desde enton-
ces fueron elegidos los países á que me refiero por
punto de.reunion , y centro de los armamentos, con los
que dichos Estados Unidos invadieron sucesivamente el
reino de Méjico.
La revolucion de España, y nuestra lucha por la in-
dependencia , les deparó la ocasion mas favorable para
principiar sus desafueros. Empezaron por fomentar un
partido en Baton-rouge contra las autoridades del Rey:
indujeron á sus habitantes á que declarasen su inde-
pendencia, y á que solicitasen su anexion á aquella re-
pública , la cual , muy dispuesta á aprovecharse de una
revolucion que habia 'fomentado para este fin , hizo en-
trar en aquel territorio sus tropas con el pretesto de res-
tablecer el órden , é incorporó sucesivamente aquel
distrito á sus dominios por una acta del congreso.
Trató de emplear la misma estrategia para apode-
rarse de la isla Amaba , Mobila y demas territorios de la
Florida occidental hasta el rio Perdido ; pero no habien-
do hallado en aquellos habitantes tan favorables dispo-
siciones como en los de Baton-rouge , recurrió dicho
gobierno anglo-americano al medio de obtener una
autorizacion del congreso para apoderarse de dichos ter-
ritorios á viva fuerza , si lo creia necesario. Con esta au-
torizacion , que fué otorgada fácilmente, mandó el pre-
sidente de los Estados Unidos poner sitio á Mobila , de
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cuya plaza se apoderó el general \Virkinson por cohe-
cho , y sin disparar un tiro.
Con esta adquisicion se estendieron los límites de la
república hasta el rio Perdido ; y á las vigorosas protes-
tas de nuestro ministro en Washington , contestó el pre-
sidente , que quedarian aquellos territorios en depósito,
y sujetos á una amistosa negociacion ; pero fueron desde
luego incorporados 'á los dominios de la república por
otra acta del congreso.
Por ahora no hago mas que apuntar rápidamente el
desarrollo de estos sucesos, proponiéndome desenvol-
verlos mas adelante de un modo mas estenso y mas
adecuado.
CAPITULO II.

Cuestion de indemnizaciones.
A. reserva de continuar en su oportuno lugar la re-
lacion de las invasiones proyectadas ó ejecutadas por los
Estados Unidos sobre los territorios españoles , me ocu-
paré ahora de la cuestion sobre reclamaciones , que
tantas amarguras costó á nuestro Gobierno desde el
principio del siglo actual , y que nos condujo á la nece-
sidad de firmar el tratado definitivo de 1819, de ningun
modo favorable á nuestros intereses, á pesar del estrema-
do celo é inteligencia de nuestros agentes diplomáticos.
En 1802 se dió principio á una negociacion amis-
tosa entre el ministro español y el americano , para el
arreglo de dos puntos esenciales , que lo eran, primero
el de deslindar las pérdidas , daños y perjuicios irroga-
dos á ciudadanos americanos y á súbditos españoles por
escesos recíprocamente cometidos durante la guerra
anterior á dicha fecha entre la Francia y la Inglaterra;
segundo , el de resolver si hablan de satisfacerse á los
Estados Unidos los daños y perjuicios causados en las
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costas y puertos de la monarquía española por los cru-
ceros y cónsules franceses.
En cuanto al primero , fué reconocida por ambos
Gobiernos la justicia de satisfacer completamente los
daños recíprocos , por lo cual se estableció un convenio
entre ambas partes , que lleva la fecha de 11 de agosto
de 1802 , para procederá dichas indemnizaciones. Con
respecto al segundo punto , no poclia haber acuerdo al-
guno , porque por el carácter de injusticia que en si en-
volvia , no podian menos de rechazarlo los agentes espa-
ñoles ; así que , y para no entorpecer el arreglo de las
reclamaciones principales , se acordó que cada Gobierno
se reservase para si y sus súbditos respectivamente los
derechos que pudieran asistirles , á fin de deducirlos en
mejor tiempo y lugar. Primer error , que sucesivamente
sirvió de asidero para formular intempestivas exigencias
con' resultados sumamente desfa*-orables á la nacion es.
pañola.
Sin embargo de que aquel convenio era ventajoso
á los Estados Unidos con el mero hecho de no haberse
denegado rotundamente por la España la reclamacion de
daños y perjuicios causados por los franceses , no fué
ratificado por dificultades que opuso á su aprobacion el
senado americano , ni se trató de él hasta dos años des.
pues. Este tiempo trascurrido sin que se sancionase el
referido convenio , creó nuevas dificultades para que
pudiera procederse á su ratificacion , ya que muchos de
los súbditos españoles , interesados en las reclamaciones,
sabedores'de la oposicion del referido senado americano,
se habian auserftado de España , y era preciso ampliar
el plazo señalado , y tambien porque habiendo adquirido
la España datos irrecusables para probar que no debía
de modo alguno satisfacer dichos daños y perjuicios
causados en las costas y puertos españoles á los ciudada-
nos de los Estados Unidos por corsarios y cónsules ó
8
tribunales franceses , era preciso eliminar del convenio
aquel punto para no dejar en pié una controversia im-
pertinente.
Por estas razones , y por exigir el Gobierno español
que ante todas cosas habia de anularse el acta del con-
greso americano de 1804 , en la parte que violaba los
derechos de la corona de España , se suspendió la citada
ratificacion hasta que se hubieran solventado aquellas
dificultades. El Gobierno americano convino en que se
ampliase el plazo para admitir las réclamáciones de los
súbditos españoles ; y su presidente en una proclama de
30 de mayo del mismo año corrigió , aunque de un
modo equívoco , el sentido de el acta del congreso , que
habia sido tan combatida por la España ; y el secretario
de Estado americano dió una esplicacion algo mas es-
plícita , ofreciendo dejar las cosas iñ statu quo hasta que
se verificase un ajuste amistoso entre ambas partes , y
estableciéndose el puerto de entrada, al que se refería el
acta del congreso en Fuerte Stoderet , dentro del terri-
torio de los Estados Unidos. Aunque estas declaraciones
no eran bastantes para tranquilizar á nuestro Gobierno,
porque para penetrar hasta dicho fuerte , era preciso
navegar por los ríos de la Florida occidental , y atrave-
sar el territorio español , sin embargo , dispuesto nues-
tro Gobierno á hacer cualquier sacrificio por la paz , se
prestó á admitir las citadas esplicaciones , reservándose
solicitar amigablemente la solucion de las dificultades
que todavía quedaban en pié ; pero como insistiera la
España en que fuese admitida la cláusula declaratoria
sa4re su irresponsabilidad respecto de las reclamaciones
por los corsarios franceses , estuvo á punto de romperse
la negociacion por la negativa del ministro de los Esta-
dos Unidos.
Al parecer con la idea de vencer aquellas dificulta-
des nombró el Gobierno de la Union al ciudadano Mon-
9
roe para que pasara á Madrid , y un:do al ministro ame-
ricano en aquella corte , el .señor Pickney , continuasen
ambos la negociaciou. Mas era de suponer que esta rrai-
sion estraordinaria habla de seguir los mismos pasos ya
marcadcs ; y como que no quiso admitir ninguna mcdi.
ficacion á lo que espresaba el arti"u4o G. del convenio
de'1802 resputo de las presas hechas por los franceses,
abandonó do repente su encargo. Así quedaron suspen-
sas por entonces aquellas negociaciones.
En la misma época de 1804 y 1805 en que se de-
batió la citada cuestion en Madrid , se discutió asimismo
la muy importante sobre la indemnizacion que recla-
maban los Estados-Unidos por daños y perjuicios cau-
sados á ciudadanos americanos por la interrupcion del
depósito en Nueva-Orlearas , que por un acto particular
del intendente español en la provincia de Luisiana , !la-
bia sido suprimido sin órden ni conocimiento del Go-
bierno de S. M. ; y como tambien se probó con argu-
mentos incontestables quo los americanos careciau de
derecho para aquella exigencia , quedó del mismo modo
indeciso este punto con el abandono que hicieron los
ministros americanos de la negociacion pendiente ; sin
duda con el designio, ya formulado-desde entonces, de
reanudarla con mas vigor cuando se les presentase una
ocasion favorable en que pudieran adquirir por la fuerza
de las situaciones respectivas lo que no podrian alcanzar
nunca por las armas de la razon y de la justicia.
Siendo estos puntos tan interesantes, corno que en
ellos se han apoyado los americanos para causarnos es-
torsiones y males sin cuento, creo oportuno dar sobre
ellos una previa ilustracion para que mejor puedan
apreciarse los actos sucesivos de aquel Gobierno , tan
poco conformes con ios miramientos que se deben las
naciones que se dicen amigas , y que desean conservar
la opinion de rectas y justas.
2
lo
Dejando á un lado la cuestion de indemnizacion re-
cíproca á españoles y americanos por daños y perjuicios
causados en la guerra , sobre lo cual no ha habido
controversia , ya que la España ha estado siempre dis-
puesta á satisfacer toda exigencia justa y bien probada
por este lado , pasaré á la aclaracion de los,dos puntos,
que á falta de otros mas razonados, han sido tomados
por los Estados-Unidos como caballos de batalla para
llevar adelante sus planes de una ambicion desordenada;
y son los que versan sobre las indemnizaciones solicita-
das ardientemente por los daños que les hubieran
inferido los corsarios franceses , y por los que preten-
dian haber recibido con la suspension del depósito en
Nueva-Drleans ; ambas reclamaciones tan infundadas
como irracionales.
Es á la verdad muy de estrañar que el Gobierno
americano se hubiera empeñado en que la España ha-
bia de satisfacer todos los daños y perjuicios por las pre-
sas que los franceses habian hecho sobre el comercio
americano durante su alianza con la Francia , ya que la
España no podia menos de admitir en sus puertos di-
chas presas , ni le era dado impedir que los cónsules
franceses decretasen su validez , y mucho menos que
los tribunales franceses aprobasen aquellos fallos. Todo
cuanto podia hacer la España á favor de los Estados-
Unidos, de conformidad con el tratado de 1795 , que
no es por cierto de los que mas pueden honrarla memo-
ria de quien lo firmó , que fué D. Manuel Godoy , era
interponer sus buenos oficios para que la Francia in-
demnizase los perjuicios causados por sus cruceros á los
Estados Unidos por abusos que hubieran podido come-
ter en alta mar , si bien esta recomendacion podia ser
escusada en el caso presente , pues que estando la
Francia y la España en guerra tan solo con la Ingla-
terra y no con los Estados-Unidos , estos debian dirigir
t1
su accion en derechura al Gobierno francés, como en
efecto lo hicieron , y fueron atendidas sus reclamacio-
nes, y completamente satisfechas todas sus exigencias.
La muy interesante carta que. voy á trascribir por
ser tan terminante y decisiva , que debiera haber diri-
mido por sí sola la discordia de las reclamaciones, hará
ver la sinrazon de los americanos en esta parte , y su
tenacidad en no haber desistido jamás de sus primitivos
intentos. Dice así:
<<El caballero Mauricio Táilleyrand al señor almi-
rante Gravina , embajador de S. M. C.
»Bourbon l'Archambault 27 de julio de 1804. Se-
Ȗor embajador: He puesto en manos de S. M. I. la
»nota que me ha hecho V. E. el honor de dirigirme
»en 24 del corriente con referencia á la discusion que
»se ha suscitado entre la corte de España y el Gobierno
»de los Estados-Unidos. Me apresuraré asimismo á ele-
var á su consideracion las esplicaciones mas extensas
»que V. E. me anuncia trata de darme de viva voz .y
»por escrito sobre esa discordia , que parece puede po-
ner en peligro la buena inteligencia que existe entre
»los Estados Unidos y la corte de España. Aunque el
»anuncio que me hace V. E. del esclarecimiento que
»trata de dar á esta discusion debiera retraerme de
»dar mi opinion sobre ella, no puedo menos de ma-
»nifestarle que S. M. I. siente sobremanera la posicion
»incierta y penosa en que este principio de desacuerdo
»coloca respectivamente á dos Estados amigos de la
»Francia , y que hará todo lo posible para impedir que
»se llegue á un rompimiento desagradable.
»Hace ya muchos meses que por la correspondencia'
»de nuestro encargado de negocios cerca del Gobierno fe-
»deral he sabido las pretensiones de ese Gobierno á una
»porcion limítrofe de la Florida , que por miras fiscales
»y por favorecer á su sistema de aduanas se ha conver-
12
»tido en objeto de ambicion para los americanos ; y que
»segun dichos informes , el Gobierno federal trataba de
»emplear todos los medios que estuvieran en su poder para
»conseguir la agregacion de dicha parte limítrofe de la
»Florida á la Luisiana ; pero la opinion que debe tenerse
»de la justicia y moderacion que distinguen el carácter
»personal del señor Presidente de los Estados-Unidos,
. »no me ha permitido ni me permite creer que haya
»puesto la amenaza , las provocaciones , y una guerra
»sin motivo en el primer rango de los medios que
»abran el camino á los Estados-Unidos para adquirir
»una parte de territorio estranjero que pueda conve-
»nirles.
»En cuanto al segundo objeto de la discusion de
»que trata la nota de V. E., debo decir que no habia
»tenido conocimiento alguno hasta el dia. Y en verdad
»que si hubiera sabido que los ministros de S. M. C. bu-
»hieran llevado la condescendencia cori el Gobierno de
»los Estados-Unidos hasta el punto de comprometerse á
»indemnizarlos por violaciones que se pretende haber
»sido hechas por la Francia , desde luego habría recibi-
do de mi Gobierno la órden de manifestar el desagrado
»que mi nacion debia esperimentar por una deferencia
»tan poco razonable ; y este desagrado se habría espre-
»sado mas vivamente todavía al Gobierno de los Estados-
»Unidos que al de España. Hay motivo para creer
»que por ceder la corte de España á una demanda tan
»irracional, ha envalentonado al Gobierno americano,
»y Ie ha dado alas para que sea ahora mas exigente y
»mas amenazador. Por lo demás , las esplicaciones que
»anteriormente se han dado á la corte de España sobre
»este negocio , y las que yo he estado autorizado á co-
municar al Gobierno de los Estados-Unidos por el En-
»cargado de negocios de S. M. I., podrán haber hecho
» comprender á V. E. el partido que S. M. ha tomado
13
»sobre esta cuestion , la cual habiendo sido ya objeto de
»una larga negociacion , y de un convenio formal entre
»la Francia y los Estados-Unidos , no puede abrirse so-
bre ella nueva discusion.
»Tales son , Sr. embajador , las observaciones
»que he creido de mi deber haceros en contestacion á
»vuestra nota preliminar. Debo añadir que las demos-
»traciones que han dado , al parecer, alguna inquietud
»al Gobierno de V. E. son un poco exageradas , bien sea
»por la impresion que hayan hecho en Madrid , ó bien
»por la interpretacion , tal vez demasiado estensa que
»el ministro americano cerca de S. M. C. haya creido
»que podria dar á sus instrucciones. No debe pensarse
»que un Gobierno como el de los Estados-Unidos , que
»desea establecer por todas partes la opinion de su sabi-
duría ,.y de su moderacion , trate de promover una
»guerra injusta y de pura codicia ; pero como dicho
»Gobierno está anhelando la adquisicion de una parte
»de la Florida, porque le conviene en alto grado, no
»debe dudarse que hará todos sus esfuerzos para conse-
guirlo. Este es el verdadero punto de la cuestion. Tal
»vez el Gobierno federal habrá creido que podria ase-
gurar el éxito de su negociacion , recurriendo á una
»querella diplomática. La sabiduría de S. M. C. le su-
gerirá , á no dudarlo, lo mejor que puede hacer en
»estas circunstancias, para terminar una escision que
»no eludo renacerá sin cesar, en tanto que no se haya
»hecho algun cambio en la posicion respectiva actual de
»la Luisiana y de las Floridas ; pero en este particular
»debe S. M. C. obrar esclusivamente por sus propias
»inspiraciones. Los Estados-Unidos no tienen derecho
»alguno que alegar; se les ha declarado del modo mas
»terminante que la Luisiana les labia sido entregada en
»igual forma y con la misma estension con la que la ha-
»hin adquirido la Francia ; y esta declaracion será re-
14
»novada del modo mas esplícito cuantas veces lo desee
»S. M. C. Soy de V. E., etc., etc. »

CAPITULO III.

Sigue la cuestion de reclamaciones.

Por la declaracion terminante hecha por el Gobier-


no de Francia en la carta que precede , se ve de un
modo que no pusde dejar la menor duda , lo infundado
de las pertinaces reclamaciones de los Estados-Unidos
sobre ser indemnizados por la España de los daños y per-
juicios inferidos por los corsarios franceses , ya que ha-.
biendo sido satisfechas aquellas indemnizaciones por la
Francia , sería altamente injusto que se pagase por se-
gunda vez una deuda tan intempestivamente figurada,
aun cuando no estuviera exenta de tantas nulidades y
escepciones que en sí encierra.
A mayor abundamiento, y si no bastara la carta en
cuestion , que justifica sobradamente el derecho de la
España para oponerse á las impertinentes exigencias de
los Estados-Unidos , está á la vista el tratado de 22
de Mayo de 1803 , celebrado por dichos Estados y la
Francia para la enajenacion de la Luisiana , en el cual,
y en la segunda condicion de dicho convenio, se verá
que queda cancelada la obligacion de satisfacer los da-
ños y perjuicios causados á los ciudadanos americanos
por actos del Gobierno francés y por los corsarios y cón-
sules ó tribunales franceses dentro ó fuera de España,
habiendo sido regulado el valor de dichos daños y per-
juicios , y deducido de las sumas que debian pagar los
Estados•Unidos por la citada adquisicion.
A pesar de estas demostraciones tan evidentes , tra-
taron los ministros americanos comisionados en Madrid
de oscurecer la verdad de tales hechos , alegando que
13
aquella transacion se referia á objetos muy diferentes
del de la disputa ; pero en las conferencias habidas, con
el embajador de Francia aseguró éste al ministro de
S. I. C. que el citado convenio se referia á cuantas
reclamaciones pudieran haber hecho los americanos le-
galmente hasta la firma del referido tratado, y que no
cabia duda de que en él estaban comprendidos los cré-
ditos que indebidamente reclamaban de la España por
tal concepto.
No se concibe cómo los Estados-Unidos , despues de
haber visto satisfechas sus reclamaciones por el Gobier-
no francés , inclusive los alcances que pudieran tener
por indemnizaciones sobre daños y perjuicios inferidos
por "los cruceros y cónsules de. su nacion por las presas
conducidas y vendidas en los puertos de España , se
atrevieran á reclamar por segunda vez igual indemniza-
cion de la España. Pues nada ha sido mas cierto, como
se verá en el desenlace de estas relaciones diplomáti-
cas, en las que fué enteramente invertido el órden de
justicia , habiéndose dirigido la accion de los Estados-
Unidos contra la potencia que á lo sumo podia haber
contraido una obligacion accesoria , subalterna , y even-
tual para el caso en que la primera causante de dichos
daños y perjuicios, disfrutadora de todas sus ventajas , y
á la que solamente podia hacerse cargo de la infraccion
de los tratados, dejase de reconocer y de satisfacer las
reclamaciones que se le hubieran presentado con todo
el carácter de justicia.
Esta es la grande anomalía que se observa en estas
cuestiones , y que favorece muy poco la opinion , la
dignidad y delicadeza de los pueblos que recurren á los
medios de exigir de la forzada posicion de unos Estados
lo que corresponde en todo rigor á Caros , á los cuales
por estar constituidos en un estado temible de poder é
importancia , se les tiene demasiado respeto paraoles-
16
larlos cuando encuentran , aunque de un modo violento,
un campo mas débil en que poder desplegar su ambi-
cion impunemente.
.A fin de que se pueda graduar la importancia de las
reclamaciones sobre la suspension del depósito de
Nueva-Orleans, de que ya he hecho referencia, y que
fué uno de los pretestos de que echaron mano los Estados-
Unidos para llegar al fin que se habian propuesto de
apoderarse de los territorios españoles que ambicionaban,
daré una idea aunque sucinta de este incidente.
Habiéndose convenido la España por el tratado
de 1795 , segun se ha dicho en otro lugar , á conce-
der á los Estados-Unidos un depósito á las orillas del
Misisipí, se les señaló el puerto y la ciudad de Nueva-
Orleans por el espacio de tres años , con la condicion de
poderlo trasferir , si asi convenia al Gobierno español,
á otro punto en las orillas del mismo rio. Esta medida
tan mal calculada , produjo , segun era de esperar , los
mas ruinosos efectos , como que se organizó un escan-
daloso contrabando que se difundió por las Floridas,
por las provincias limítrofes de Méjico , y por otros
puntos ele !a dominacion española. Y aunque el plazo
era tan solo de tres años , toleró la España que subsis-
tiera dicho depósito en Nueva-Orleans cuatro años mas;
y habria tal vez continuado indefinidamente si no se hu-
biera abusado de un ruedo tan irritante de aquella to-
lerancia. Llegaron á tal grado los escesos ; eran tan in-
mensos los perjuicios que resultaban á la hacienda es-
pañola , y los americanos hacian tan poco caso de las
quejas y representaciones de nuestras autoridades para
atajar aquel mal , que el Intendente de aquella provin-
cia, se decidió á suspender dicho depósito, bajo su res-
ponsabilidad , y aun contra la voluntad del Goberna-
dor de la provincia..•
Aunque este procedimiento estaba autorizado por
17
los horrorosos abusos que cometian los americanos, . fué
desaprobado sin embargo por S. M. C., quien se apre-
suró á dar por medio de su ministro en Washington , las
esplicaciones mas conciliadoras y amistosas á aquel Go-
bierno , el cual se dió por completamente satisfecho , se-
gun consta por la correspondencia de dicha época.
Se creyó que ya sería este un acto concluido, y que
no volvería á presentarse á la pública discusion, ma-
yormente cuando estaba bien probado que los perjui-
cios producidos por aquella medida á los americanos,
habian sido nulos ó de muy poca entidad. Como que la
citada interrupcion fué de muy corto tiempo , y preci-
samente en el rigor del invierno , en que es muy poco
importanie la estraccion de frutos , quedaba atenuada en
gran manera la pequeña molestia que hubieron de espe-
rimentar los americanos cargando sus buques en la cor-
riente del rio en lugar de atracarse á los muelles ; y es
fácil comprender que estos insignificantes perjuicios po-
dian darse por bien compensados con la ventaja de que
hablan disfrutado en virtud de la tolerancia de España.
en haberles conservado el referido depósito en Nueva-
Orleans cuatro años mas del plazo estipulado. Y aún
resaltará mas la sinrazon de los americanos al compa-
rar sus figurados perjuicios con los que causaron á la
España por medio del escandaloso contrabando que á la
sombra de aquel depósito estaban haciendo en el país,
destruyendo completamente sus rentas.
Aun la razon que se quiso alegar , de que el Go-
bierno español debió señalar otro depósito desde que se
suprimió el de Nueva•Orleans , pierde en gran manera
su fuerza , si se considera que habiendo tolerado nuestro
Gobierno la existencia de aquel depósito cuatro años mas
del plazo obligatorio , y siendo continuas las quejas de
nuestras autoridades por los abusos mencionados , á los
Estados-Unidos tocaba reclamar un nuevo punto para
18
dicho depósito , que no les hubiera sido negado por la
España, mayormente cuando no podia ignorar que á la
conclusion de los tres años podia suprimirse dicho de-
pósito , sin derecho por parte de los americanos para re-
clamar daños y perjuicios.
Todavía se hace mas injustificable la reclamacion
de los Estados-Unidos al contemplar que á pesar de lo
autorizado que se hallaba nuestro Gobierno para suspen-
der dicho depósito de Nueva-Orleans , no trató de valer-
se de su derecho , ya que revocó inmediatamente el
edicto de suspension , espedido por el Intendente , dan-
do las debidas satisfacciones , segun se ha dicho , al Go-
bierno de los Estados-Unidos, quien desde luego se mos-
tró totalmente desagraviado ; y no se volvió ya á hablar
de este negocio en muchos años.
Todas estas cuestiones que acabo de ventilar , fue-
ron promovidas y esplotadas acaloradamente- por los
ministros americanos , para obtener de la España una
solucion favorable á sus designios. Apoyados en tan efi-
meras razones dichos ministros americanos , propusieron
en 1805 al Gobierno español un pro yecto de transacion,
que por lo peregrino de sus bases merece ser traido al
debate. Se reducia pues , á que la España cediese á los
Estados-Unidos los territorios que poseia al E. del Misi-
sipí , es decir la Florida Occidental , y que se arreglaria
el punto de pretensiones de individuos de ambas nacio-
nes de conformidad con el convenio de 11 de Agosto
de 1802 ; que los Estados-Unidos cederian por su parte
el derecho que creian tener á los territorios al O. del
Misisipí , es decir , los que en justicia pertenecian á la
misma España , con otras condiciones igualmente des-
atinadas , mediante las cuales los Estados-Unidos ofrecian
renunciar á sus pretensiones sobre la indemnizacion de
pérdidas , daños y perjuicios irrogados por los corsarios,
cónsules y tribunales franceses , asi como por los perjui-
cios que resultaron á los ciudadanos americanos de la
suspension del depósito en Nueva-Orleans.
Estas proposiciones tan infundadas é irracionales,
que eran las que formaban el plan de transacion de 11
de Mayo de 1805 , no podían menos de ser recibi-
das con el mayor desagrado, y de ser rechazadas por
nuestro Gobierno , como lo fueron en efecto ; y en su
virtud cesó la negociacion por entonces , y se retira-
ron los ministros americanos encargados de ella. Empe-
ro corno nunca desistió de estas mismas -ideas el Gobier-
no de Washington , y como en estas cuestiones ha apo-
yado sus argumentos para la estipulacion del tratado
de 1819 , dejaré para dicha época la mayor elucidacion
de estos puntos , pudiendo servir como de premisa los
rápidos apuntes que acabo de dar sobre su iniciacion.
Aunque las negociaciones de que he hecho refe-
rencia no habian producido resultado alguno , habian
sin embargo obtenido los americanos una ventaja que
era para ellos de sumo valor, á saber : la de dejar inau-
guradas y pendientes varias controversias con la España
para convertirlas á su tiempo en su propio provecho. La
España , cuya política era entonces la de ganar tiempo,
sin calcular las consecuencias de aquel sistema , poco
acertado en mi concepto , creyó haber obtenido un gran
triunfo con haber acallado por entonces las exigencias de
los americanos; y como si pudiera descansar en un lecho
de rosas , no volvió á ocuparse de aquellos negocios.

CAPITULO IV.
Errores cometidos por nuestro Gobierno por esceso de
buena fe.

En el entretanto se iban preparando los sucesos que


habian de conducir. la España á su gran revolucion de
20
1808. Los americanos , cuya idea constante era la de
debilitarnos por todos los medios imaginables hasta ar-
rojarnos dé la América Setentrional , empleaban todos
sus recursos para lograr su fin , armando directá ó in-
directamente esoediciones contra nuestros dominios.
De esta clase lo fueron la que dirigió sobre las provin-
cias internas de Méjico el teniente americano Pike en
el mismo año de 1805 , y la que en el año anterior
habia aprestado el caraqueño Miranda en el seno de
los Estados-Unidos para invadir é insurreccionar las
provincias españolas de Venezuela ; y lo fueron asimis-
mo otras muchas que sería enojoso enumerar.
Empero llegaron á su mayor punto las mal encu-
biertas agresiones del Gobierno. americano desde que
empezó la guerra de España contra Napoleon , pués que
aprovechándose de aquella tremenda lucha que tercia
embargados todos los recursos y esfuerzos de los espa-
ñoles , toleró que sin tregua ni descanso se hiciesen ar-
mamentos en su territorio ; toleró asimismo la organi-
zacion de todos los díscolos y aventureros , y acogió fa-
vorablemente á cuantos trataron de hostilizar los domi-
nios de S. M. C. por medio de buques corsarios ó mas
bien piratas reglamentados , que infestaron los mares
arruinando el comercio español.
Sensible me es recordar una época tan infausta, en
que se cometieron tales horrores ; pero preciso es que
la historia los deje consignados , y en ello tengo yo el
mayor interés para deducir de estos hechos argumentos
que favorezcan el desarrollo de mis opiniones políticas.
Y como no es mi ánimo acriminar amargamente á
una nacion , con la cual estamos en las mejores rela-
ciones , que deseo continúen indefinidamente sin la
menor alteracion , y si solo referir sucesos y anteceden-
tes en cuanto sean de absoluta necesidad para robuste-
cer mi argumentacion , no dejaré de mencionar las
21
circunstancias que puedan atenuar lo odioso de la
conducta de aquellos tiempos, y las encuentro en la
elasticidad de las leyes americanas , que no siempre
permiten aun á los gobernantes mas justos y morigera-
dos enfrenar corno quisieran cierta clase de desafueros.
Así que debe decirse en obsequio del mismo Gobierno
de la Union , que se observa en aquellos pueblos mayor
moderacion , nobleza y dignidad desde que 'el grande
acrecimiento de su importancia política , unido á su
mayor ilustracion, les ha comunicado virtudes que no,es
fácil encontrar en pueblos nacientes que tienen que pasar
por varias revoluciones hasta adquirir toda su virilidad.
Con estas protestas y antes de entrar de lleno en la
narracion de las agresiones mas ó menos encubiertas
intentadas por los Estados-Unidos contra la España hasta
que lograron que se firmase el tratado de la cesion de
las Floridas , que habia sido constantemente el objeto
preferente de su arnbicion , me haré cargo de algunos
errores cometidos por nuestro Gobierno que sirvieron
de pretesto mas ó menos razonable para el triste desen-
lace que tuvieron nuestras negociaciones con dichos
Estados-Unidos.
Fué ya el primero el haber firmado el tratado de
1795 con tan poca prevision , que no solo no sacó la
España todo el partido que habria podido , atendida su
favorable posicion , que bien puede decirse que estaba
en su mano haber dado la ley á los Estados-Unidos sino
que agregó al territorio americano , bien por descuido
ó por ignorancia , cerca de un grado en toda la esten-
sion de la línea divisoria que separaba las Floridas del
territorio de aquella República desde E. á O., y puso
en sus manos los mas fértiles terrenos, los hermosos
ríos que bajan de la Georgia y del Misisipí, el importante
punto de Natches , y otros fuertes que ser vian para la
defensa de aquellas nuestras posesiones.
22
Otro de los desaciertos cometidos en dicho tratado
fué el de haber consentido que la bandera cubriese la
propiedad en toda guerra que tuviese cualquiera de las
dos naciones con otra ; y como que á los tres ó cuatro
meses estipularon los americanos lo contrario con la
Gran Bretaña , resultó que en tanto qué el pabellon
americano cubría la propiedad inglesa sin que nosotros
pudiéramos apresarla, podia ser apresada la nuestra
bajo el mismo pabellon. Aunque nuestro ministro en
Washington, marqués de Casa Irujo , dió parte al Go-
bierno de la estipulacion de aquel tratado con la Gran
Bretaña , representando la necesidad de que se ajustase
el nuestro á aquellas bases para precaver los perjuicios
que debiera causarnos en caso de una guerra con los
ingleses , no se tomó providencia alguna ; y este ha sido
el origen de tantas disputas y de la funesta cuestion de
indemnizaciones por presas que hicieron nuestros cru-
ceros con infraccion de la referida base , como tambien
por las que en igual forma hubieran hecho y conducido
á nuestros puertos los cruceros franceses.
Otro de los grandes errores de nuestro Gobierno
fué , como ya se ha dicho en otro lugar , la aprobacion
del convenio de 1802 , pues que la España no debia
consentir ni aun tácitamente , y menos reconocer nin-
guna clase de responsabilidad por la injustamente recla-
mada indemnizacion de perjuicios ocasionados por la
malicia del Gobierno americano , cuando nosotros no
teniamos una garantía recíproca de que la Inglaterra
habia de respetar aquel pabellon para el trasporte de
nuestras mercancías ; y mucho menos debiera haber
manifestado el Gobierno español su aquiesciencia á ratifi-
car el citado convenio cuando no se reservaba otra sal-
vedad sino la de que el punto de los perjuicios causados
por dichos cruceros franceses quedase reservado para
ulteriores negociaciones. El Gobierno español no calculó
23
sin duda lo funestamente trascendental de esta condes-
cendencia , cuando el mismo marqués de Casa Irujo
confiesa que fué enviado á los Estados-Unidos para que
lo firmase , cuya órden eludió luego que hubo descu-
bierto la insidiosa tendencia de la estipulacion. Y tan
acertado anduvo en esta estudiada reserva, como que
la deuda á que me refiero , consentida en cierto modo
por el Gobierno español ,' fué elevada por los america-
nos , inclusive veinte años de intereses , á la enorme
suma de quince millones de duros , cuando se procedió
al tratado de 1819 , por el que obtuvieron , como se
dirá en su oportuno lugar , las Floridas que tanto de•
seaban sin desembolso alguno material , y sin mas que
el aparente sacrificio de renunciar sus derechos á estos
presuntos quince millones , que de ningun modo de-
bieran haber sido reclamados á la España y si á la
Francia , si para ello les asistia algun asomo de justicia.
Ya anteriormente y en 1800 se habia cometido otro
desacierto de la mayor trascendencia con la cesion de
la provincia de la Luisiana á la Francia en términos tan
ambiguos y tan contradictorios, que ni se demarcaron
las fronteras de dicha provincia , ni se estipuló terminan,
temente que la Francia no pudiera enajenarla. Conocido
este error , aunque tarde , es decir, dos años despues y
cuando se supo que Bonaparte trataba de venderla á los
Estados-Unidos, se solicitó !a espresada declaracion , que
llegó á hacerla el embajador francés por medio de un
oficio ; mas esto no sirvió de obstáculo para que tuviera
efecto dicha venta á los Estados-Unidos en 1803, ha-
biéndose visto obligado el rey de España por deferencia
forzada á Bonaparte, á que se alzase é invalidase la pro-
testa formal que el marqués de Casa Irujo habia inter-
puesto en Washington contra la venta de la citada pro-
vincia , por no estar autorizada á ella la Francia , segun
la enunciada declaracion de que he hecho referencia.
24
Anduvo asimismo no poco descuidado nuestro Go-
bierno en los tratados ele París y de Viena en 18 114 y 1815,
no habiendo exigido que se nos devolviese la Luisiana,
supuesto que se nos habia privado del reino de Etruria,
en cambio del cual la habiamos cedido á la Francia.
Empero antes de llegar al fatal desenlace -de estas
transaciones daré una rapida ojeada sobre el estado ele
los negocios cuando principió la guerra de la indepen-
dencia , así como de las amarguras por las que debió
pasar la España durante aquel período funesto.

CAPITULO V.

Incremento agresivo de los Estados-Unidos desde que


principió la guerra de España por su independencia.
Esfuerzos de la Francia para que se perdieran nuestras
colonias.

Al mágico grito de la nacionalidad ultrajada se ha-


bia levantado con intrepidez y furor toda la España en
1808 contra los ejércitos franceses que la hablan inva-
dido del modo mas alevoso ; y aunque sorprendida y en-
vuelta por todas partes, se presentaba denodada y fir-
memente resuelta á llevar al mayor grado de heroismo
su glorioso empeño. Mientras que la Europa entera , es-
cepto la Inglaterra , gemia bajo el influjo dominador de
Napoleon , los Estados-Unidos de América , separados
del antiguo mundo por un inmenso Océano , podían, si
tal hubiera sido su voluntad, conciliar sus intereses ma-
teriales con los principios de la justicia, de la humanidad
y del honor. En esta creencia , y con el deseo de asegu-
rar la paz y la buena amistad con dichos Estados , y de
transigir con sinceridad y buena fé todos los puntos dis-
putables entre aquel Gobierno y el de España sobre límites
y reclamaciones por daños y perjuicios durante la guerra
anterior con Inglaterra la Junta. Central que. en nom•
bre del Rey cautivo gobernaba.l,a Monarquía 'espaIala,
resolvió en Junio de 1809, enviar á Washington un;mi-
nistro cómpetentemente autorizado , que lo fué el se-
ñor D. Luis de Onís , el cual llevó asimismo el prefe-
rente objeta de dedicar por entero su atencion y cui-
dado á la conservacion de las posesiones espiñólas del
nuevo mundo , empleando todos sus esfuerzos para . im-
pedir que de los Estados Unidos salieran. elementos: de
perturbacion.
Sin tener en cuenta los americanos las grandes de-
ferencias de la España , la cual se , habia apresurado á
poner en su conocimiento la abdicacion, de . Carlos IV.
en su hijo primogénito D. Fernando VII, así como to-
das las fases de aquel pronunciamiento nacional; sin
atender á la solicitud con que el: Gobierno provisional
de España se habia ocupado desde. luego en enviarles
un ministro de opinion distinguida , con amplios pode, .
res no .solo para fijar los limites de la Luisiana . sino
para cambiar, ceder ó transigir aquella parte de terri-
torio que pudiera ser de conveniencia á ambas, poten-.
cias , como Cambien para arreglar las reclamaciones
pendientes por perjuicios que hubiere sufrido el comer-
cio 'americano , y para abrir en los dominios españoles
(le ambos mundos un rico 'manantial' de comercio, mas.
apreciable todavía , y mas seguro para los Estados 'Un-
dos que todas las minas de Méjico y Perú; sin apreciar la
alta consideración de la España hacia dicha República,
(le . la que habia dado ' nuevas pruebas , . declarando
aquella embajada igual en rango á la de Inglaterra y
preferente á la de todas las demás naciones; y habiendo,
olvidado, que le habian sido devueltos catorce buques
con ricos cargamentos que habian sido confiscados en
tiempo de Carlos IV por órden de Napoleon ; y sin ha.,
ber sabido apreciar tampoco la disminucion de cuaren•.
g
26
tersa qáe se hizo á beneficio de los buques americanos
con el objeto de dar mayor impulso á su comercio, ha.
hiendo significado su deseo de dar mayor estension .á
esta' gracia , para lo cual habia pedido las ordenanzas
de Sanidad que regían en los Estados Unidos á fin de
arreglarse á ellas del modo que les fuera mas favora-
ble ; finamente , á pesar de tantas y tan "señaladas
muestras de obsequiosa voluntad y fina estimacion hácia
la República americana , no encontró la España mas
que desvío, deslealtad, y oposicion á todo lo que pudie.
Ya revelar una buena correspondencia.
Nuestro nuevo ministro, el Sr. Onís, se presentó en
los Estados Unidos bajo los auspicios mas ingratos. Tia•
biendo pedido la audiencia de estilo para entregar sus
credenciales al Presidente que lo era entonces el chi.
dadano Maddison, y para visitar oficialmente á su seere.
tapio de Estado Diego Monroe, se le contestó que no
podia ser reconocido como agente diplomático en tanto
que durase la lucha de la Francia con la España, que
tenia dividida la nacion en dos partidos hostiles ; por lo
cual se.habian propuesto los Estados Unidos mantener-
se neutrales y simples espectadores sin tomar parte al-
guna en la contienda. Empero aun con este carácter
privado , que no logró elevarlo al de público represen-
tante hasta fines de 1815 , prestó los mayores servicios
á su patria, tanto mas apreciables cuanto que se hallaba
sin otras garantías para defenderse de las asechanzas de
sus enemigos , 'sino las de una vergonzante proteccion.
Era de suponer que desde el momento en que vie.
sera los americanos envuelta la España en una guerra
desoladora en su propia casa , que embargaba todos
sus recursos , hablan de entregarse á hostilizar .las colo-
nias españolas para llevar á cabo sus favoritos designios,
que no eran otros sino los de apoderarse de una parte
muy considerable de ellas , emancipando las otras bajo
27
sti influjo y simulada preponderancia. A este fin étrrviáo
ron sus agentes , espías y emisarios á Méjico , Vene-
zuela y reino de Santa . Fe , y sucesivamente á los demás
puntos, no cesando de inflamar los .ánimos de aquellos
pueblos contra el Gobierno español , exagerando los
males que este les hacia sufrir, y lá felicidad que habia
de proporcionarles su emancipacion é independencia
política ; y finalmente , fomentando reuniones de avene
hueros en varios puntos del territorio americana para
dar impulso á estos inicuos planes. Napoleon , que
desde el principio de la guerra habia empleado todas
sus intrigas para atraer á su partido, ó al de su hermano
José , las referidas colonias , con cuyo designio les había
enviado agentes muy diestros y oficiosos, que encóntra-
ron por todas partes una tenaz y violenta oposicion , se
dedicó al fin por un espíritu de venganza á proteger l
insurreccion , asociándose con los angloamericanos
para lograr tan depravado intento.
De todas partes de Europa acudía la gente mas per.
dida á alistarse en la gran cruzada de filibusteros para
sublevar los dominios españoles y apoderarse de sus
despojos. En varias ciudades de la Union se formaron
asociaciones para tan criminal empresa , se publicaron
proclamas incendiarias en los periódicos y se trató de
exaltar al pueblo con la esperanza del botin , para que
tomase parte en aquellos armamentos. La Luisiana fa-
cilitaba la entrada á estas espediciones sobre las provin-
cias de Méjico ; el gobierno de los Estados Unidos
aplaudia con muy poco disimulo aquellas atrevidas em-
presas , acogia y animaba á sus principales directores,
y por medio de sus emisarios entraba en relaciones con
los jefes y caudillos de las provincias sublevadas. En
esta parte , como ya se ha dicho anteriormente , esta-
ban perfectamente (le acuerdo el Ministro y los agentes
de Napoleon en la citada República, quienes apoyaban
28
del modo mas eficaz á cuantos se decidiah á defender
tan sacrílega causa; pero aunque nuestra escasa marina
no podia 'disputarles el dominio de la mar , ni ofrecer
á las cóstas suficiente defensa para impedir los desem-
barcos , sin embargo , no tuvieron éxito alguno las . es-
pediciones contra Méjico , porque siendo tan .inmen-
sas las distancias que labia que recorrer hasta llegar
á las provincias pobladas , y no estando en éstas bas-
tantemente pronunciado el espíritu de la independen-
cia, se vieron malogrados todos los proyectos du los
enemigos de la España.
Trataron entonces de estender su devastador influjo
hasta las colonias mas distantes ; nuestro agente, aun-
que no reconocido públicamente , empleaba todos sus
esfuerzos por la, via oficiosa , siquiera para atenuar
aquellos males con enérgicas representaciones , en que
el ruego estaba unido á la sólida argumentacion , y .la
cortesía al decoro y . á la dignidad ; y aunque siempre
se le renovaban de palabra y nunca pór escrito , las
seguridades de simpatía y estimácion del Presidente
para coro la España , todo venía á reducirse por último
á meros cumplimientos.

CAPITULO VI.

Las agresiones de los Estados Unidos llegan á su colmo;


y la España se ve precisada á firmar el tratado ele 22
de Febrero de 1819.

El Presidente de los Estados Unidos empezó á salir


de su estudiada reserva , y tomó una actitud mas pro-
nunciada cuando para cohonestar sus primeros actos
agresivos contra la Florida occidental ocupando á
Baton-Rouge en 1810 y á la Mobila en 1812, declaró
en una de sus proclamas , que perteneciendo todos
29
»aquellos territorios á los Estados Unidos cómo parte
»integrante de la Luisiana; habia tenido, por c ōnve-
»niente ocuparlos , porque así lo exigia la justicia .y 'la
»política peroque quedarían en su poder como lo há
»bian estado en el de España , sujetos 'á , una amistosa-
»negociacion.» A estos actos 'de violencia se añadió
despues el de . haber , marchado el general. Jackson eón'
las tropas de• su mandó á lo largo de la Florida' Occiden-
tál , y su. entrada en Panzacola para arrojar dé 'aquella
plaza Sl los pOCOS ingleses . que acababan de 'desembar-
car en ella ; así como` el movimiento de otro cuerpo de
tropas americanas sobre la Florida oriental con el , ob-
jeto de auxiliar las empresas de un peloton de revoltosos
que desde los Estados Unidos habia salido para esoitar
el desórden en aquella provincia .. Y aunque á .nombre
del' Rey de España se . dirigieron las 'protestas mas vigo-.•
rosas contra tamaños atentados , no fueron ele modo al-
guno •atendidas , y el Gabinete de 'Washington siguió . in-
flexible en et sistema de . su funesta política..
Empero lo que mas admira es , que. por graneles
que hubieran sido.los . conllictos promovidos, en los Es-
tadós Unidos contra nuestros 'dominios y contra nueS-
tros derechos , echando mano de todos los recursos,. por
ilegales que fueran , para. conculcarlos , todavía torna-
ron estas, agresiones un carácter de mayor gravedad
energía, desde que terminada la lucha de la España
por su independencia , y restituido al trono-de sus ma-
yores el soberano legítimo, fuó ya reconocido- oficial-'
mente nuestro ministro eh aquella República. La pira-
tería contra el comercio español se desplegó desde en-
tonces con la mayor decision'.; . y organizada con-los ca-
rac(éres mas agravantes-,se ejecutó con un descaro de
que no habia • ejemplo en la historia, especialinente-
desde. que los Estados Unidos hicieron la paz con los
ingleses , pues que ya libres de este grave cuidado .. que
30
les había ocupado toda su atencion mientras que duró
dicha guerra, se dedicaron con doble afan á destruir
puestras colonias. Al paso que el sistema de piratería
se iba generalizando, corno un ramo de especulacion,
en tos. principales puertos de dicha República , y sus
comerciantes le dedicaban á él con el mas ardiente em-
peño , el Gobierno y los tribunales se mostraban insen-
sibles .ó indiferentes al clamor y á las quejas de par ticu-
lares , y á las que con mayor energía eran . presentadas
por el agente diplomático y por los cónsules españoles,
llegando á tal grado la impudencia y el descaro .de aque-
llos especuladores , que las propiedades de nuestra na-
clon , conducidas en los mismos barcos apresados ó en
otros bajo pabellon americano , no cesaban de entrar
en los puertos de aquel país á engrosar la masa de su
riqueza pública. .
Y. como que el interés del Gobierno se combinaba
con el del pueblo ., en la tolerancia ó proteccion de tan
lucrativa piratería , no era de estrañar que no hubiera
sido contenida , y que aún .en los casos atroces y legal-
mente probados, en que al robo de los cargamentos
españoles y al de. las prendas y ropas • de las tripulacio-
nes y pasajeros se añadió no pocas veces el asesinato de
inocentes víctimas, se viese á los mónstruos autores
de estos delitos pasear. en triunfo su impunidad en los
puertos y ciudades de los Estados Unidos.
Desde las primeras representaciones oficiales que el
ministro Onís hizo al Gobierno americano sobre aque-
llos escesos y sobre la proteccion de que gozaban los cor-
sarios y buques de los disidentes de nuestra América,
se le contestó « que las autoridades y tribunales del país
velaban sobre la observancia de las leyes, y que el
»presidente habia adoptado un sistema imparcial de
»neutralidad , por lo respectivo á la lucha entre España
»y América ; que los administradores de las Aduanas
51.
»tenían órden de admitir toda especie de buques sin
»detenerse. en el carácter ó circunstancias de su pabe-
»llon con tal ' que pagasen los derechos establecidos , y
»no turbasen la paz ó el buen órden en el país; y que
»en los casos de infraccion ó delito , competia el recur-
»so á los magistrados y tribunales de justicia y no al
»poder ejecutivo. » Con tales teorías , fácil eta calcular
que las solicitudes entabladas por los cónsules españoles
ante los jueces y tribunales americanos habían de ser
resueltas , como lo fueron pqr lo general,. con la .con-
flrmacion del robo y con la impunidad victoriosa de sus
autores.
Cuando el ministro español requería al -citado Go-
bierno invocando el ejercicio de su autoridad y la ob-
servancia de las mismas leyes constitucionales de los
Estados Unidos contra el alistamiento ` de aventureros
en el territorio de la' Union, y contra .su armamento y
marcha militar para invadir desde el seno de aquellosEs-
tados los dominios españoles ,: se le contestaba con estas
ú otras semejantes frases : « que los gobernadores de
»cada uno de los Estados velaban sobre la, pbservancia
»de la ley; que nada resultaba suficientemente probado
»en los casos de que se les rabian presentado quejas;
»y que la Constitucion del país concedia entrada libre
»en él á todos los individuos de la. especie humana sin
»escepcion , como no perteneciesen á nacion ó poten-
» cía que se hallase en guerra con los Estados Unidos.»
Esta República , que cuando forma un plan , lo 'si-
gue con impavidez y constancia , cualesquiera que sean
las personas quo entren . en el poder mayormente
cuando se interesa su engrandecimiento ,. que es lo que
mas lisonjea su ambicion , se mantuvo inflexible en el
que habia formado desde el principió del siglo con res-
pecto á España y á sus posesiones de América. Llegó á
tal punto su alucinamiento en esta parte que se lison-
52
eó de que, fomentando la independencia de dichas co-
j
lonias', lograria formar diferentes repúblicas , las• cua-
les , sin fuerzas para defenderse por sí solas . contra los
esfuerzos de la madre patria , y para no ser oprimidas
y .avasalladas por las demás potencias, se confederarian
con ella , y así podria convertir en una sola aquel vasto
continente , cuya silla presidencial sé trasladaria desde
Washington á Panamá . Empero los angloamericanos
no previeron que este plan era de imposible realizácion,
pórqúe el carácter español , lo mismo en América- que
en Europa, rechaza el dominio estranjero ; y porque
no estando acostumbrados al régimen republicano aque-
llos pueblos , el resultado de su independencia habla 'de
ser el continuo choque ' de los partidos y perpétuas lu-
chas entre sus jefes para obtener el mando, escluvendo
absolutamente toda influencia estranjera.
No tardaron. mucho tiempo dichos angloarnerica-
nos en desengañarse de aquél error político , y de que
'las ventajas que habian ' de reportar 'de • la independen-
cia de las: • colonias . españolas, habian de ser de muy
poca entidad , comparadas con las que. obtendría la In-
glaterra , como en efecto las obtuvo esta nacion por me-
dió de su activo y .esténsísimo comercio , abasteciéndo-
las de cuanto pudieran necesitar con 'preferencia á los
Estados de la Union . , y derramando sis tesoros sobre
aquellos países para la esplotacion de minas ; levanta-
miento de empréstitos y creacion de , empresas especu-
lativas. • .
Viendo desde luego los Estados Unidos' frustrados
sus planes:.por esta. parte_; y perdida . aquella influencia
en.la que fundaban sus ilusorios cálculos , y necesit a n-
.do por otra parte proporcionarse fondos pira sostener
Sus' Bancos , y hacer el comercio de la India , estable-
cieroii en la . ciúdad de .Baltimore compañías formales,
que se ocupaban en armar corsarios con bandera insur-
33
gente , ó mas bien piratas-, los cuales llevaban á los di-
ve.rsos'puertos de los :Estados Unidos el producto de sus
robos ; hechos , no solo-contra España y-Portugal , sino
contra buques de las demás naciones , sin calcular que
las pequeñas ventajas que pudieran ofrecer estas dilapi-
daciones organizadas , habian de ser sumamente fatales
á la misma República , siquiera por la desmor.alizacion
que no podia menos de introducir en ella aquel rep r o-
bado sistema , que crearía , á no dudarlo , un plantel
de hombres desalmados de difícil esterminio.
Inútil será, que me éstienda mas en la esplicacion
del funesto sistema político de los Estados Unidos , y de
sus constantes agresiones contra España , que lejos de
ceder á las bien razonadas y enérgicas representacio-
nes de nuestro ministro en Washington , parece que
adquirian una fuerza . mas obstinada por efecto de .la
Misma resistencia. Inútil será . recordar los inauditos es-
fuerzos que hizo nuestra diplomacia señaladamente des-
de 184.5 á 1819 , habiendo salido siempre victoriosa en
el campo de la lógica; aunque fuera vencida-en el de la
fuerza; Ya por ultimo , y agotados todos .los recursos
de . la peliticá mas deferente y persuasiva por parte de la
España, quedaba reducida la ctlestion á un dilema, que
debia resolverse sin. :demora : ó la guerra con los Esta-
dos Unidos , ó pasar por todas sus exigencias , por exa-
geradas é irracionales que ellas fueran.
Nuestro pundonor nacional y nuestro altivo carácter,
tan opuesto á recibir la ley del estranjero , nos inclina-
ba á lo primero ; pero la reflexion y los interesados cál-
culos de conveniencia material , nos arrastraban , á pe-
sar nuestro , á lo segundo. El estado de la España era
el mas desfavorable en la citada época. Todavía no se
habían cicatrizado enteramente las hondas llagas'abier-
tas por la pasada revolucion de la Independencia; apa-
recian de vez en cuando ráfagas del no bien estinguido
liberalismo , que daban no poco cuidado al Gobierno de
Fernando VII; ardia la guerra civil con el mayor des-
enfreno por todos los ángulos de la América española;
y el Gobierno se consideraba demasiado débil para ha-
cer frente á una nacion tan atrevida como la angloame-
ricana, y con tantos elementos para hacer el mal , ma-
yormente cuando no se lograba contenerla moviendo
aquellos resortes que tan bien corresponden entre gen-
tes que se precian de elevacion de ideas y de senti-
mientos.
Nada tiene pues de estraño . , que en la citada época,
y por hallarse el Gobierno español . rodeado de tantos y
tan graves cuidados , y creyéndose tal vez mas débil de
lo que era en sí , porque no contaba con ese gran en-
tusiasmo nacional, el cual , movido oportunamente en
sti parte mas sensible que lo es su decoro y dignidad
sabe dar heróicos resultados , tuvo por mas convenien-
te autorizar al ministro español én los Estados Unidós
para que acabára de pina vez y á todo trance con las
cuestiones pendientes, aunque fuera con una absoluta
condescendencia á todas las demandas. del Gobierno de
la Union . , figurándose que por este medió cesarian los
amargos conflictos promovidos por dichos pueblos , co-
mo tambien las espediciones que incendiaban nuestras
colonias , y las piraterías que arruinaban nuestro co-
mercio.
Por sensible que fuera al Sr. Onís firmar un trata-
do que no estuviera arreglado á las sabias y justas ba-
ses sentadas por él desde el principio de la negocia-
cion , y sostenidas con suma inteligencia y con decorosa
energía ; aunque debiera repugnarle , no solo por el
interés de su nación , sino por el malogro. de sus infa-
tigables esfuerzos , renunciar á sus convicciones profun-
das, .sin embargo conocia q ue era llegado el tiempo de
que se diera ejecucion á las reiteradas instancias de la
35
córte de España para el final arreglo de sus discordias
con los Estados Unidos , habiendo concebido asimismo
alguna esperanza de que con esta suma condescen,den,
cia por su parte, dicho Gobierno angloamericano pon*
dria algun freno al desbordamiento de sus súbditos en
sus desalmadas agresiones.
En su consecuencia se firmó eltratado del 22 de
febrero de 1819 , cuyas condiciones , altamente desfa-
vorables á la nación española tan solo puede abonarlas
la forzada posicion de los sucesos.

CAPITULO VII.

Condiciones del tratado de 22 de febrero de 1819.

Siendo tan importante el tratado de que he hecho


referencia en el capítulo anterior , daré un estrado .de
sus principa'es bases para que quede consignado en esta
obra la poco noble , y de nin.gun modo generosa con-
ducta del Gobierno americano , y se vea confirmado sú
sistema político .bien conocido , y observado sin ningu.
na alteracion , de aprovechar todas las ocasiones . Pavo,
rabies que se le presenten para su engrandecimiento,
sin reparar en los medios.
Por el artículo 2.° de dicho tratado cedió S. M. C. á
los Estados Unidos todos los territorios de. su pertenen-
cia , situados al E. del Misisipí , y conocidos con el
nombre de Florida occidental y Florida oriental.
Por el artículo 2.° se dispuso que la línea divisoria
por la parte occidental del Misisipí arrancase del Seno
mejicano en el punto en que desemboca el rio Sabina
en el mar, siguiera al N. por la orilla occidental de
este rio hasta los 32 grados de latitud , desde allí por
una línea recta hasta el grado - de latitud en que entra
en el rio Rojo de Nachitoches , Red River, y continua.
36
se por el curso de dicho rio al Oeste hasta el grado 100
de longitud occidental de Londres y 23 de Washington
en que deberia cortar este rio , y seguir por una línea
recta al N. por el mismo grado . hasta el rio Arkanzas,
cuya orilla meridional habria de seguir hasta su naci-
miento, en el grado 42 de latitud septentrional , y desde
dicho punto se tirarla otra línea recta por 'el mismo-pa-
ralelo de latitud hasta el mar 'del, Sur : todo segun el
mapa 'de los Estados Unidos de Melish , publicado en
Fidadelfia , y perfeccionado en 1818. X desde el 'na-
cimiento del rio Arkanzas , ya se hallase al N. ó « S. de
dicho grado 42 de la latitud , habria de seguir la lí-
nea siempre en direccion de Sur ó Norte , segun
fuera necesaria, hasta que encontrase el referido grado
42'de latitud , y desde allí por el mismo , paralelo .hasta
el mar del Sur ; debiendo por lo tanto pertenecer .i los
Estados Unidos todas las islas de ' los ríos Sabina , Rojo
de Natchitoclies, y Arkanzas « én la estension de todo
el 'curso 'descrito'; pero debiendo ser comun á ambos
p ueblos él uso de las aguas y la navegacion del Sabina
hasta el mar, y de los espresados ríos Rojo y Arkanzas
en toda la estension de los límites mencionados por sus
respectivas 'orillas. .Y á consecuencia de esta base re-
nunció S. M. y cedió los derechos que tenia sobre los
territorios al E. y N. de dicha línea ; y los Estadas. Uni-
dos cedieronsen igual forma á la España sus derechos,
reclaima iciones y pretensiones á los territorios situados
al O. y S. de la línea arriba descrita.
Por el artículo 8.° se acordó que todas las concesio-
nes de terrenos hechos por S. M. ' ó por sus legítimas
autoridades, antes del 24 de enero de 1818 en los es-
presados territorios , que S. M. cedia á los Estados-
Uisidos , quedarian ratificadas y reconocidas á las per-
sornas que estuvieran en posesion de ellas ; pero con . la
condicion de que desde la fecha del tratado habian • de
57
llenarse todas las condiciones impuestas cuando se les
otorgó. aquella gracia , en defecto de lo cuál serían nulas
y de ningun valor. Y en cuanto á las concesiones que
se' hubiesen hecho con posterioridad á la citada fecha
de 24 de . enero de 1818 en que se iniciaron las .pri-
meras proposiciones de cesion por parte de S. M., que
-darinulsyegvaor.
Por el art. 9.° hicieron ambas naciones renuncia
absoluta dé todas sus reclamaciones respectivas por da-
ños y perjuicios hasta la fecha del tratado , figurando en
primera línea por parte de los Estados Unidos todas las
que habian sido objeto de empeñada discusion y tenaz
resistencia por espacio de diez y ocho años y son las
mismas de que he hecho mencron , y que habian sido
rechazadas con tanta firmeza por. nuestro Gobierno ; á
saber : los perjuicios figurados en el convenio de 11 de
agosto de 1802 ; los ocasionados por los corsarios fran-
ceses por presas condenadas por los cónsules . de esta
nación dentro del territorio y jurisdiccion de España,
y los que pretendian dichos Estados Unidos haber. su-
frido con la suspension del depósito de Nueva_-Orleans
en el citado año de 18021 .
Y por parte de.la España se estendia . la _ renuncia á
todos los perjuicios .alegados en:el • referido convenio de
1802 , á las cantidades, que suplió pala él regreso del
capitan Pike de las provincias internas , á los perjui-
cios causados por la espedicion de Miranda contra Ve-
nezuela , armada en Nueva-York , así mismo á todas las
reclamaciones de los súbditos de S, M. C. procedentes
pie presas y de confiscaciones injustas contra los Esta-
dos Unidos, y por último , á todas las reclamaciones de
cualquier género hasta la fecha de dicho tratado , in-
clusive las relativas á la última invasion de las Floridas
esceptuanclo los perjuicios que pudieran haber sufrido
los habitantes y oficiales españoles en este último pun-
to , que deberian serles abonados mediante fina justi-f-
cacion legal.
Por el art. 11 se obligaban los Estados Unidos á
abonar á sus súbditos cinco millones de duros como in-
dem.nizacion de todas las reclamaciones comprendidas
en la espresada renuncia.`
Por el art. 12 quedó confirmado en todas sus par-
tes el tratado de límites y navegacion de 1795 excepto
los artículos 2. 3.°, 4.°, 21 y la segunda cláusula del 22
que quedaron derogados por dicho tratado ; y en cuanto
al art. 15 en que se habia estipulado que la bandera cu-
briera la propiedad , se convino que se entendiera así
con respecto á aquellas, potencias que reconocieran este
principio pera que si una de las dos partes contra-
tantes estuviera en guerra con una tercera , y la otra
fuera neutral, la bandera de esta neutral cubriria la pero-
piedad de los enemigos cuyo gobierno reconociera aquel
principio, y no de otro modo.
Por el art. 13 se obligaban ambas naciones á pren-
der' y entregarse recíprocamente los marineros que hu-
bieren desertado de sus buques.
Por el art.. 14 certificaban los Estados Unidos que
no habian recibido compensacion alguna de la Francia
por los perjuicios que hubieran sufrido de sus corsarios,
cónsules y tribunales en las costas y puertos de Espa-
ña , sobre lo cual se obligaban á presentar una relacion
justificada de dichas presas y de su verdadero valor
para que la España pudiera servirse de ella del moda
que lo considerase mas justo y conveniente.
Por el art. 15 se otorgaba la gracia á los súbditos es-
pañoles de que por espacio de doce años fueran admi-
tidos sus buques en las dos Floridas sin pagar mas de-
rechos que los mismos ciudadanos de los Estados-
Unidos. u
Son tantas las reflexiones que arroja la sola enun-
59
ciacion de este tratado ,. que sin embargo de haber di-
cho lo bastante sobre sus principales puntos en tos
capítulos anteriores, no puedo menos de entrar en ul-
teriores esplicaciones siquiera para apreciar en todo su
valor la ambiciosa y prepotente politica del Gobierno
de los Estados-Unidos , y. asimismo para que la España
se convenza de que su actitud y su conducta sucesiva
con los referidos Estados debe ser muy diferente de la
que ha observado hasta estos últimos tiempos; ld cuat
será objeto del siguiente capítulo.

CAPITULO. VIII.

Glosa del referido tratado de 22 de febrero de 1819.

No puede negarse que fueron sumamente gravosas


á la España las condiciones estipuladas en el tratado
de 1819 de que acabo de hacer un estracto. Los Es-
tados Unidos se propusieron posesionarse de las dos
Floridas sin que la España recibiese por ellas un solo
real , y lo obtuvieron. Y para que pareciese justa y le-
gal esta cesion , esforzaron sus argumentos respecto de
sus figurados. derechos á ser indemnizados por los dos
puntos esenciales, á saber: (le presas hechas por los
franceses , y de la suspension del depósito de Nueva-
Orleans ; la suma de cuyos perjuicios inclusive el ale-
gato de otras de menor entidad y sus réditos , la ha
elan figurar en sus cuentas galanas por la enorme
cantidad de 20 millones de duros , que son los que pre-
tenden haber regalado á la España por medio del refe-
rido tratado ; y Cambien pretenden haber regalado á la
misma España los territorios al O. del Misisipí que son
de bastante importancia , por manera que á ser cier-
tas estas afirmaciones, saldria la España sumamente ga1
40
nanciosa aun sin percibir un .solo peso por la césion
de las malhadadas Floridas.
Repugnando á la rectitud de mi juicio sancionar ta•
maños desvaríos , y suposiciones tan absurdas, no pue-
do menos de volver á ocuparme de esas mismas cues-
tiones aunque , por . haber sido ya debatidas anterior-
mente , deba incurrir en alguna repeticion.
En cuanto al derecho alegado por los americanos á
cientos territorios situados ál Oeste del Misisipí , dejó
probado el ' Sr..Onís del modo mas estenso y luminoso
en las escelentes. memorias que publicó en 1820 , lo
infundado 'de aquella reclamacion por parte de los Es-
tados Unidos, porque apoyando estos sus derechos en
los recibidos dé la Francia por la- cesion de la Luisiana
en 1803 , y queriendo probar que lbs 'referidos territo-
rios pertenecían desde un tiempo remoto á la.misma
Francia, puso en evidencia dicho Sr. Onís todo lo er-
róneo y todo lo absurdo de aquellas suposiciones. Y si
no fueran bastantes las incontrastables razones que aquel
hábil y celoso diplomático dejó consignadas en las es-
presadas memorias, en donde puede Ver las el que quiera
adquirir un'conocimiento mas completo de está cues-
tion, existe .á nuestro favor la solemne declaracion del
Gobierno francés de que la Luisiana cedida por é1 á los
Estados Unidos no comprendia los disputados territo-
rios, ni podia comprenderles supuesto . qué no podia
haber cedido sino los qúe hubiera recibido tres años
antes de la España con el nombre de Luisiana , en las
que aquellos nunca habian figurado bajo tal concepto.
Con razones no menos sólidas fué combatida la preten-
sion de los mismos Estados Unidos sobre terrenos per-
tenecientes á la Florida occidental hasta el rio Perdido.
El objeto del Gobierno americano era bien conoci-
do : presentar de una parte en la balanza de la negocia-
cion la renuncia de unos derechos , que eran ilusorios,
4.1.
á la posesión de territorios que importaban mucho á la
España por hallarse colindantes con la provincia die
Tejas y, por otra parte ,, presentar derechos,, igualrnen
te .ilusorios sobre una po.rcionbastante estensa de la
Florida occidental para que en tal caso , y considerada
como perteneciente á la Luisiana, quedase reducida á
menor estension dicha posesion española que se trataba
de adquirir , y reducido en gran manera su valor.
La renuncia que hicieron los Estados Unidos por el
antedicho tratado respecto , de sus reclamaciones por
daños y períuicios sufridos por la interrupcion del de-
pósito de Nueva Orleans en 4802 no podia tener im-
portancia alguna, supuesto que, dicho Gobierno car.-ecia
absolutamente de derecho para exigir indemnizacion
por este lado, segun he dicho y. probado en los capítu
los anteriores.
Resta ahora lo mas peregrino , ó mejor dicho lo mas
monstruoso, que ha sido la pretension de que la España
hubiera de pagar todos los daños causados por los cor-
sarios y cruceros franceses á los americanos durante la
guerra sostenida por -ella y por la Francia contra- la
Inglaterra mediante cuya alianza no podian dejar-de
ser. recibidas en :los puertos españoles las presas hechas
por dichos aliados y corno que ala Francia, -del mismo
modo que la España estaban en paz con los Estados Uni-
dos , estos recurrieron ya en, la misma época', á que se
refieren las reclamaciones , á los tribunales franceses
que eran los únicos responsables de todo desafuero que
se hubiera cometido . en alta mar contra el'. comercio
americano.
Habiendo pues la Francia, en la cesion que hizo de la
Luisianaálos Estados Unidos en 1803, liquidado' todas sus
cuentas con dicha República, la cual se dio por satisfe-
cha . y renunció á todas sus reclamaciones hasta aque-
lla época, lo único que pudiera haber quedado penden-
4
42
te , podría . ser á lo sumo desde 1803 hasta 180$ .ein,.
que concluyó la alianza española con la Francia. ,Así
pues, aunque los Estados Unidos debian apurar estas re-
clamaciones á la Francia, , que era la que habia causado-
los pretendidos daños , no se atrevieron á luchar -de
frente con el formidable guerrero•que estaba á la cabeza
de aquel Gobierno porque les pareció que (rabia de ser-
les mas cómodo apremiar al mas débil ; y asi dirigieron
su accion contra la España , la cual no había contraido
mas óbligacion que la de interponer sus buenos oficios-
con la Francia para que se hicieran las indemnizaciones
qué fueran de derecho y de justicia por las presas con-
ducidas á seis puertos , con provecho esclusivo ' de los
súbditos franceses , y en las que no habiten tenido parte
alguna los súbditos españoles.
Empero á pesar de que asistia á la España la ra-
zon y la justicia para declinar toda responsabilidad, in-
sistieron los americanos en su primitiva demanda, sien-
do sumamente curiosa y de no poca estrañeza la contra-
diccion en que se constituyeron los Gobiernos francés
y americano : el primero , sosteniendo que hablan que-
dado solventadas las reclamaciones en cuestion por el.
tratado de 1803 ; y el segundo , negando el hecho ó
dan,«: una version diferente á aquella liquidación y
sin cejar de su demanda hasta el punto de dejarla con-
signada en el tratado de 18,19 , reconociendo en la Es-
paña el derecho de hacerse reintegrar por la Francia
de lo que con mas ó menos, razon le exigiera, para figu-
rar luego aquel presunto abono como parte de paga
de las Floridas.
.Este tratado , cuya conclusion , se Babia ido demo-
rando desde 4802 , eludiendo los reiterados apremios
de los Estados Unidos, y del cual no era ya posible eva-
dirse,si se quería evitar una guerra con aquella nacion,
y fijar las fronteras ,de nuestras posesiones de Méjico de-
d
45
un 'modo que hiciera cesar las agresiones lior, aquella.
parte , corrigiendo al mismo tiempo los errores cometi-
dos en et trutadb de: 1. 795 y en el:convenio. de: 1802,';
lo consideró el Sr .:Uuis de tanta gravedad que empleó;
todos sus esfuerzos para que se trasladara <í Madrid .la
negociacion sobre su definitivo arreglo ;'. ,y: corno, n o lru-..
hiera sido admitida esta proposicion , pidió que se le
nombrase un plenipotenciario adjunto , imitacion de
lo que habian practicado los americanos en 1805 , en
que enviaron al Sr. Monroe para que en , union con el
Sr. Pinkney tratase de aquellos negociós . con D. .Pedro-
Ceballos ; y no habiéndose accedido tampoco á esta in-
dicacion , quedó el Sr. Anís solo en la palestra ; reves-
tido de amplios poderes de.. S. M. para arreglar aquellas
diferencias del, mejor modo que le; dictasen su celo y su,
amor á la-monarquía.
Sin embargo por grande qúe fuera el patriotismo del
Sr: Oni's , no pudo vencer la resisten c ia de sus contra-
rios , ni obtener l.as ventajas-'por las que se habia traba-
jado con tanto empeño , siendo muy reparable que co-
mo lo que mas urgía para condescender cori: los deseos
de aquellos, era.. la necesidad de contener.: sus. :agresio-.
agresio-
nes, y de que se prohibieran en los puertos de los Este-,
dos Unidos los armamentos de- corsarios, l a admision de
sus presas, y la,salida de esrcdicioiles guerreras contra
nuestras colonias no se hubiera intercalado en el refe-
rido tratado un articulo
, referente á estos puntos de tan-
#,o interés. Laconfesion de aquella horrenda:;violacion
del derecho de gentes era en verdad demasiado bóchor-
nosa á los angloamericanos para haberla dejado consig-
nada ,en un tratado solemne; por lo -cual se limitaron
á estipular que habría una paz é inviolable y una
amistad sincera ,entre _ S. ^I. C. , sus sucesores y súbdi-
tos , y los Estados Unidos y sus , ciudadanos, sin esEOp-
cion de personas ni lugares. Aunque esta frase :puedo


44
comprender la cesaciori absoluta de toda clase de violá-
ciones y desafueros , considero que 410 habria estado
de más la promesa esplicita del Crobierno americano de
emplear todos : sus esfuerzos para desbaratar los proyec-
tos hostiles contra los dominios, españoles y contra el co-
,.:
mercio de aquella nacion.

CAPITULO IX.

Cuestion incidental sobre las tierras cedidas por S. M. á


los Sres. Duques de Alagon , Pulionrostro y Vargas.--
Objeciones sin razon y sin efecto al antedicho tratado.

Sea como quiera se firmó dicho tratado bajo la con-


sideracion de que-: era preciso sancionar un mal para
evitar otros mayores ; y después de examinado y apro-
bado por ele Senado , firmado por el Presidente y :can-
jeado por el. Secretario de Estado de aquel Gobierno
y por el Ministro español, fué remitido á la ratifcacion
de S. M. á principios de Marzo de dicho año de 1819;
pero á' los muy pocos dias se publicó en todas las Gace-
tas de los Estados Unidos, que el apoderado del Duque
de Alagon habia ofrecido en venta las tierras que le
habia concedido S. M. fijando sú valor en ocho millones
de duros. Los americanos, que creian que dicha cesion
estaba.anulada` :por el tratado , se alarmaron estraordi'
nariarnente , y de este protesto se valieron los énu los
del 'Presidente°y de su G =obierno para censurar su falta
de celo, y, su torpeza en haberse dejado enga rfi ar 'poi el
astuto , y , gratuitamente calificado de pérfido Minrstro
español ' quien les habia cedido las Floridas despues de
haberlas quitado su valor ; por lo cual iban á quedar
burlados los ciudadanos americanos que esperaban ver
satisfechos sus perjuicios con la venta de chichas tierras.
Llegó á tal grado la consternacion del Gobierno
45
americano por la exaltada censura 'del pueblo', ,que ,el
Ministro. de Francia se interesó con el , español,para ;que
se desvaneciese la idea de, que hubiese obrado de mala
fe en aquella transaccion , declarando en contestacion á
la ,nota que le pasaria aquel Gabinete de que, si bien las
concesiones del Duque de Alagon , conde de Put,onros-
,tro y Sr. de Vargas, se suponia fueran posteriores á la
fecha que se habia fijado en tratado, s',Iempre se habia
creido que quedaban anuladas, y de ningun modo ,se ,ha-
bia tenido el oculto designio de que fueran confirmadas.
Y como que en efecto así lo 'labia comprendido el Minis-
tro español no, tenia dificultad en- hacer aquella espbcita
declaracion , pero sosteniendo al mismo tiempo ,que si
las citadas concesiones resultaban anteriores á la fecha
prefijada, de lo que no podia responder pues . que no se
le habia dado cuenta de ellas , era preciso pasar por
este acto consumado , porque no habia facultad.,para
invalidarlas ya que formaban parte de un tratado so-
lemne que habia recibido toda la legalidad de que era
susceptible. En esta forma dió el Sr. Onis la declara-
cion que se' deseaba, sin hacer caso de las acusaciones
de mala fe , porq:ue descansando en el testimonio de so
conciencia y en la .opinien de hombre honrado que
nadie podía negarle, no creia que hubiera quien se
atreviera á juzgarlo capaz de perjudicar á ninguna de
las dos naciones por protejer capciosamente á indivi-
duos particulares.
En este sentido se (lió 'cuenta á S. M,,de aquel in-
cidente , cuya resblucion se dejaba enteramente , á vo-
luntad de S. M.. que pudiera obrar ,con !toda liber-
tad, observando que si los americanos sexesistian A Can-
jear las ratificaciones por eSte protesto ,p-ondria
mala fe en_ evidencia deshonrosa, y podria la: España
romper dicho tratado sin la, menor responsabilidad;
pero que si S.31. no tenia empeño. en sosten07,1a.,con-
46
;cesion de aquellas tierras ;y queria ceder su importe en
beneficio de los ciudadanos' americanos ;. adquiriria.uria
inmensa i populáridad y tal vez conseguirla algunas con-
diciones ventajosas sobre los piratas , ya que muy, poco
habia podido el Sr. Onis adelantar en este punto , ó po^
lo"rrrenos alcanzaria alguna promesa, ya que no fuese
una seguridad , de que los Estados Unidos no reconoce-
z? iañ" la independencia dé las provincias disidentes de.
Ultramar sino 'cuando lo hiciesen otras naciones.
En estos términos estaban concebidos - los despachos
del "Sr. Onís , lo que prueba la suma coaccion' en que
se hallaba el citado diplomático en aquella época , pues
no de otro modo se Concibe . que su puro patriotismo
hubiera podido convenirse con tales y tan estraordina-
Has deferencias. Así lo consideró la Córte de España,
de la cual recibió muestras inequívocas de .estitnacion y
dé" aprecio.
"E Empero sin embargo de , no haberse hallado motivo
para hacer cargos al Sr. Onis por una negociacion que
las críticas circunstancias ' de la época le llaúi'an dado
él carácter de desfavorable en alto grado á la {spaña,.
se suspenclió por algun tie m po la ratificacion ,'y no dejó
de inanifestarse algun descontento por los enemigos del
Sr:'Onis, valiéndose de argumentos que con muy pocas
paliibías pudieron ser rebatidos : uno de ellos era el de
quo debiera haberse espresado que los- Estados Unidos
cedian á S. M. C. la provincia de Tejas, y no que di-
chos Estados renunciaban "á los derechos que pudieran
tener sobre ella. El 'Sr. Onís no l. ► orlia admitir .que se
diera aquel giro al artículo . , porque habiendo sosteni-
do por muchos años la cuestion de propiedad por parte
de España , no podia consentir en que se dijera que. los
EstadbsUnidós cédian lo que nunc ā :labian poseido con
títtilólelítimo; y tanto mas cuanto que la sola cláusula
de 'renuncia de dereéhos, mas ó menos .legítimos , ase-
47
•guraba-las mismas ventajas que: la• • palabra eesion. Hubo
también quienes hicieron 'trasluci'r 'sus temores de que
disgustada la _Inglaterra por la cesion de las Floridas,
se apoderarla de_ la Isla de 'Cuba si se ratificaba aquel
tratado ; yique era mejor que cederlas dejar que los
americanos se apoderasen de ellas á viva fuerza si no
podian ser defendidas , pues que así , quedaria sanciona-
da la concesion de tierras- del Duque de Alagon y com-
pañeros , cuyo valor se graduaba en ocho millones de
duros. Era facil la solucion al primer punto de esta cen-
sura sin mas que tener presente que la Inglaterra habla
aconsejado á S. M. 'que cediese las Floridas ó hiciese
con los Estados Unidos los,arreglos que tuviese por
convenient,e, ya que ella no podia ayudarnos 'á defen-
derlas. Es mucho menos atendible el segundo punto
sobre la conservacion de las tierras del Duque de Ala-
gon. 'Prescindiendo de que ha sido tan exagerado el
cálculo de ocho millones de duros que se quiso atri-
buir de valor á dichas tierras ,. las cualés valdrian es-
casamente de tres á cuatrocientos mil duros en la época
de su cesion, no es des presumir que por defender este
incidente de tan subalterna eonsideracion y exiguo in-
terés, hubiera de volver la España á su estado antiguo
angustioso de hacer frente á las violentas demandas de
- veinte millones de duros que se le hicieran por parte
de los Estados Unidos por indemnizaciones de daños y
• perjuicios ,•cuya falta de fundamento estaban aquellos

decididos á suplir por la fuerza y la violencia. A pesar


de estos tropiezos y'objeciones , y sin que se hiciera al-
teracion alguna, ni aun en la parte relativa al Duque de
Alagon , se ratificó el tratado por ambas partes y queda-
ron por entonces terminadas todas las diferencias.
Sensible me ha sido entrar en estas esplicaciones
tan poco lisonjeras á nuestro orgullo nacional: las ,opi-
niones estan divididas en el modo de apreciar la con-
48
ducta de nuestro Gobierno
, ; los q u e se le Muestran mas
favorables lo di gculp an por la fuerza imperiosa de las
circunstancias ; porque en efecto eran estas suma-
mente aflictivas para la España: Otros , sin embargo,
y en este número quiero yo ser comprendido , opinan
que la España debió haber arriesgado el todo por el to-
do .entes que sucumbir á exigencias irracionales y
depresivas. Ya el mal , si se quiere , no estúvo en la
época en que se firmó el tratado que acabo de glosar, si-
no que se remontaba á un origen mas antiguo. El Go-
bierno español creyó desde un principio, que usando de
toda clase de deferencias con el de la Union , habia de
desarmar su brazo y contener sus irrupciones : este fu^
su error, porque dichas deferencias fueron 'considera-
das como signo de impotencia y dé falta de resolucioñ;
y lejos de volverse mas propicios los anglo-americanos,
se envalentónaron; y.se llenaron de orgullo, porque lle-
garon á figurarse, que podrian ejercer impunemente to-
da clase de vejaciones.:

CAPITUI,G X.

Razones que pudieran haber influido en el Gobierno,


español para no haber accedido á un arreglo tan des-
ventajoso.

Si la España hubiera considerado que el rompi-


miento con los Estados-Unidos no podia ..ocasionarla mas
daños que los que estivo sufriendo por espacio de tan-
tos años con una paz nominal y engañosa si hubiera
calculado desde el principio de 'aquellos incorregibles
desafueros , que podia serle menos desfavorable una
situacion despejada y sin ambages , y en su consecuen-
cia hubiera adoptado un sistema firme y decidido que
hubiese hecho verá ; los. Estados Unidos que el Gobicr-
49
no español e h medio de sus 'g raves cón#lictós térria
-bastante ''res olucióri : para desafiar todo su pod'er 'apélari-
do al en tusiasino nacional-qué lo ha _ sacado airó s o'co:ns-
-tantetnente ' de 'todas 'sus e m presas aun laS -Mas ^árdüa's' y
comprometidas ; °'si ';frialinente ` se hubieran lle g a'd'ó`= `á
convencer= los ang loamericanos de que `:l a 'presiona que
estaban : eje r ciendo , habi'a de' 'despertar él 1'éoon 'dor-
mido , y encontrar en sus . desésperatlos :• esfixétrzos 'tina
.resiste nc ia á todas luces muy. funesta 'p a r a dios, `nó'ha-
brian llevado seguramente á tan alto grado sus . vejacio-
nes ., sus tropelías . , ny ' e l abuso de su favorab le posicion.
-L os Estados Unidos e n aqu é lla época ten'ian ' una
fuerza muy poco sólida ;' su:póbl,acion escasarn`ente' lle-
gaba á diez-millones ; raquítico e r a 'el estado' de sri`ha-
cienda y en gran decadencia se 'hallaban todos ló's'r;imos
de su . riqueza., Es verdad que' la España se hallaba
tambien` débil y rodeada de 'graves &i nrxiensas alentYó-
-náes; pero se :rnanteniá siPrnp.re fuerte é : indomable' él
espíritu 'n a ciona l ;' y el Góbiei•no'podia disponer de 'in-
m ensos recursos' físicos y morales para enfrenarla osadía
de las hordas desalmadas. ,Toda guerra que _ se decla-
rase para defender la razon, la justicia y los derechos
nacionales , tan -alevemente conculcados, habla de ha-
llar simpatías-, y aún apo y os materiales entre Jas nacio-
nes cultas como . tan. interesa d as en que se destruya el
vandalismo y la anarquía do quiera q u e levanten la
cabeza.
Si el Gobierno español despues de . h aber' a g otado
o
todos los recursos - dipl má ticos -con el -de los'Estadus
U nidos , sin obtener la cesacion de sus agresiones ,` se
hubiera lanzado á la guerra,' mas bien quesufi•ir'con do-
lorosa conformidad la cc,ntinuac'iori" de aquel sistema
abiertainente hóstit , es indudahl'e" gíie hubiera 'mejo-
rado considerab lemente nuestra A sittraciori política-. °a
bien aquellos pueblos' se hubieran contenido ,al ver l a
• 50
situacion resuelta de. la España ó habrian aceptado
fran camente la pelea. Aunque hubiera acontecido lo
segundo ,rlo, cual es muy dudoso., pudiéramos nosotros
haber ,desplegado todos nuestros recursos nacionales, y
aun apelado á los estraños para que atacado y perse,gui.
' do:, por todas partes el comercio americano, en cuyo
ramo .estriba el poder de dicho. Gobierno, se apresurase
este , copio era de presumir, á firmar una paz que
diera sólidas garantías de su franca y. Jeal conducta, há-
cia la España.
Para que no se crea que estas son utopias ó sueños
de exaltado patriotismo , trascribiré á continuacion la
revista que el Sr. Onis hizo en, aquella -época de la
verdadera. situacion de los .Estados 'Unidos y de todos
los ramos que dan mayor ó menor fuerza á las naciones;
,y se verá resuelto mi problema de que si en la ci-
tada época, debimos eyitar la guerra por lo desfavora-
ble de nuestra posicion , no era menor el interés de los
angloamericanos en escusarla por causas iguales ó muy
parecidas. Dice así el Sr. Onis en sus luminosas ine-
rnorias que me han servido de testo.

CAPITULO XI.

Cuadro trazado' por el Sr. Onis sobre el estado de la


república americana en todos sus ramos.

«El país se. halla tan 'exhausto de ntimerario que se


»Cree no iesceda de 20 millones,de pesos fuertes el que
»actualmente corre en ;todos' los estados de la Union:
»esta escasez de fondos efectivos, y las quiebras que no
Ahan dejado de sucederse unas á otras en todo el .país
»han hecho caer enteramente el crédito v la confianza
»pública, Los bancos habian facilitado las especulacio-
»nes de, los, comerciantes , franqueándoles en papel
51
»moneda las sumas que necesitaban por . , medio de cé-
»dulas que admitian con el deseueñto de ;G' por :: 4,00. al
»anó ; mas tan- escesiva ha sido la multitud de. 'bancos
»en aquel -pais ,:y tan desproporcionada á sus fondos
»efectivos la cantidad' de papel moneda , hacian y
».Macen_ aun circular , que 'el público no tiene ya con-
»fianza en ellos , los sufre únicamente por , considera-
»clon de no perderlo todo.
»Los bancos se declararian en estado de bancarrota
si los individuos que tienen su papel moneda ocurrie-
»sen todos ó la mayor parte á exigir el pago -en efectivo.
»El los Estados Unidos , propiamente -dicho, que" se
»creó dos años há ,, como un, establecimiento nacional
»bajó la'direccion del Gobierno, es él mas: desacreditado
»ele todos ;: y en la sesion última del congreso: (1819)
»se presentaron memoriales de diferentes estados de `la
»linion pidiendo' se -esti,nguiése ‘ á causa « de los fraudes
»escandalosos que hablan cometido sus 'directores y em-
-»pleados robando al público: Las razones alegadas con-
» tra el referido banco eran demasiado ,poderosas ,` y las
»pruebas tambien .demasiodo evidéntes ; 'pera 'como «el
»poder ejecutivo tenia un interés decidido en sostenerlo
»para servirse de sus fondos en sus apuros, nada, se
»decretó - contra él l sino que se le puso bajo 'la irishec-
»cion inmediata de la :secretaría. de :Hacienda ; y- por
»este medio á-la disposicion absoluta ` del inisino :poder
»ejecutivó. Así pues si>n:fondós suficientes pata segúir
»sus especulaciones mer'cantilés y sin crédito. , en. el país
»ni fuera de él ; los negociantes angloamericanos no
'»saben qué hacer , y el comercio se halla 'corno parali-
p zado en, todos los puntos de la: Uniori.. 'Los, ingleses
»han procurado retirar- en metálico sus alcances ,, y: las
»otras naciones nada quieren fiar á hombres . que abu-
ffi san ta nto . de la fé pública. .Se decia hasta ahora 'que
»un judío engañaria en todas partes al hombre mas pre-
52
»venido y mas sagaz ; pero hace tiempo qué la es-
»periéncia ha establecido como. positiva la máXima de
»que un angloamericano enganará, completamente al
»judío mas astuto y mas bellaco. Estas gentes no solo
»tratan. de imponer y de sacrificar á los estranjeros, si-
nno que continuamente'se destrozan entre si por medio
-»de fraudes y engaños horribles en sus transacciones y
»negocios.
».Asombra que en un pais tan ventajosamente si-
»tuado para el comercio, donde ni, hay -que pagar con-
»tribuciones por impuestos , donde todo género de in-
»dustria es absolutamente libre , y donde lejos de ha-
»berse sufrido -calamidades por la guerra ó por otros
»acontecimientos desastrosos , se han adquirido tantos
»caudales, y se ha gozado de tanta prosperidad durante
»la lucha desgraciada de las naciones europeas, se halle
»el pueblo sumergido. en la miseria, y las casas de co-
»inercio casi todas fallidas ó vacilantes. Tal es el esta-
»do en que se encuentran actualmente` los angloameri-
»canos, y facil es descubrir y reconocer las causas que
»los han conducido á esta decadencia rápida y ominosa.
»Yo considero como la primera de ellas , ó como la
»mas dcstrvc.tora , el abuso que han hecho de las gran-
»des ventajas. y fortunas que les proporcionaron las cir-
»constancias desde la revolueion de Francia hasta la
»pa,z general de : Europa. Su codicia y su am:bicion se
»desplegaron desde entonces con vituperable eseeso;
»quisieron absorberlo todó:; dieron á su :comercio una
»estens.ion que no eran capaces de sostener: las bases
»en que lo fundaban eran frágiles, y precarias; llegó el
»momento en que faltaron, y el comercio se, arruinó.
»El periodo de fortuna, prosperidad y esplendor de que
»llegaron á gozar, fascinó . su iYnaginacion y exaltó su
»vanidad, y un lujo estravagante se estendió luego por
»toda la union y poi . todas las clases, del pueblo,
55
»Este tuja :cornprencle á'ambos s:e x os;;_ desde- el ar-
»tesano , y simple jornalero hasta el comerciante mas
»rico y el hacendado mas poderoso; domina en las gran-
»des ciudades`, -en las villas, -en las aldeas' y en los cam-
» pos :con igual esceso, y confunde todas las . clases; por-
»que todas se presentan con vestidos. igualmente eosto-
»s'ós y-á la moda. ; En las alhajas y adornos de ¡la s casas
»reinan la misma esplendidez y oscentacion. Es verdad
»que en la comida no son los angloamericanos muy
»delicados 'ni p.i=ofúsos: cuando no tienen convidados;
»patatas y carne en fiambre con un poco de" manteca
»de vaca; es el sustento diario, aun de las personas
»acQmodadas; pero el lujo predomina á competencia en
»sus convites, partidas de: té -ó bailes, en sus coches, ca-
»ballos , 'arneses , criados 'y en todo lo que , tiende á
»mantener un esterior grandioso y brillante. ']Hay otros
»artículos de lujo qué lian sido convertidos en articu-
» los de primera necesidad: tales son los vinos d e Fran-
cia, de Madera , Oporto ,, . Jerez y Canarias , 'el aguar-
»diente francés ; el café, . té y' azúcar, por manera que
»ya en la actualidad no, habrá un individúo, .en los Es-
».tados Unidos que no •tome ; mañana y tarde café con
».leche, pan y manteca-.
2 Por lo que acabo de esponer "se puede formar una
»idea segura del esceso de lujo en este pais, y si á los
»renglones d e que h e hablado se . añaden los otros de
» que va hecha mencion en esta memoria, fácil será c al-
»cular la enorme su m a á.que ascienden dichos. arYtícit-
»los, de los cuales no pueden ya prescindir aquellos pue-
»blos.; y hé aquí lo que produce los embarazos en que
»se encuent r a el país. He indicado: anteriormente otras
»causas que han contrib:uidó y contribuyen á.: esta decar
»dencia y estancacion ruinosa, que padece el cornerc,io
»angloamericano , pues las dernás'son demasiado , ób-
» v ias, y resultan de ; los mismos elementos: de: la :consti-
»tucion federal, así como de la contradiccion y opuesto
»choque de intereses y de ideas entre los diferentes Es-
»Lados de que .se compone la ;Union.
»Los negociantes especuladores que pueden dispo-
»ner de fondos propios no se atreven .á emprender cosa
»alguna por la triste perspectiva que presentan . ahora
»las transacciones mercantiles. Digo los que tienen fon-
/dos propios de que disponer, porque hay muchos que
»no los tienen disponibles, ni han pedido.. realizarlos á
causa del quebranto que por todas partes han sufrido
»últimamente en su giro yen sus espediciones, y otros
»que aunque han salvado considerable caudal de las
»bancarrotas que han hecho, , lo ocultan afectando ha-
»ber quedado sin recursos. El'núme.ro de estos últimos
mes muy crecido en todas las ciudades, y puertos _de la
»Union. De cien bancarrotas ..apenas habrá una que no
»sea fraudulenta, pocos paises habrá donde se especule
»y trafique con tanto ardid. con tanto. dolo y escándalo.
»La 'buena .. fe es de muy poca consideracion para el
»especulador angdoaniericano , quien no conoce mas
.»ley' que la del interés propio., ni siente mas impulso
»que el de la codicia, ni presta respeto alguno sino al
»dinero. Tal es en general el carácter distintivo de , los in-
»dividuos dedicados al comercio en los Estados Unidos. »

CAPITULO XII.

continuación del cuadro trazado por cl Sr. Onis sobre


la república americana.

Siguiendo el Sr. Onis en sus observaciones criticas


sobre dichos ,paises, y al hacer la descripción de sus
fuerzas militares dice lo siguiente: «Los angloameri-
'► canos son por lo general- de una constitucion robusta y
"reunen las cualidades necesarias para la milicia, como
»lo són las del valor pe'rsórial; las (le la fuerza fy'ó'rbu=
»tló; y como que 9e creen siiperióres á bis denlas hnm=
»:bres y'se lial^ lan'escit°ádos por el turbulento espíritu` de
:
»libertad; se' llenan detarrcigancia 'y de' denuedo,' pero
»á 'pesar de estás elementos favorables nunca serán húe-
»nos- soldados . mientras vivan bajo '`las mismas 'leyes,
»»gobiernoy costumbres. , Sus milicias,' esceptó las del
»Estado de ^Zassachu"set; estan muy mal organizadas, y
»carecen ''enteramente de' siibórilinacion `. y disciplina:
»'Cada Estado tiene su milicia, que no debe servir sino
»dentro de sus mismos límites, y por tiempo fijo que nó
»esceda de seis meses. ` _El poder ejecutivo no `puede
»disponer de dichas milicias sino en el Caso de 'una
»vasion estranjera; ó'en el de una insurreccion popular,
»y aun en estos dos casos los generales`y,o ► ciales deben
»ser nombrados por -su ` respectivo Estado. 'Fácil es por
»l0 tanto prever' los embarazos; ` ,confÍ.isiony y desórden
»que se intrnducirian en la 'república, si se hallase en la
»necesidad de convocar y , ern¡)lear aquella fuerza ciu-
»dadana 'para defender el páis_contra. i M » `cn'emigo'Po-
»tleroso y esperto que lo ,invadiese ,;ó para disipar una
» revolucion bien combinada.
»Debe tenerse presente además - que aunque los
»angloamericanos son en estremo resueltos , tienen ge-
»neralrnente aversion al servicio militar: . `todos gus-
»tan' de vivir cómodamente' empleados en algun géne-
» ro de industria , y animados siempre con, esperanzas
lralagiie[las de mejorar su 'sltuaclon: este es sLl único
»pensamiento, v miran al servicio Je las armas Con ódio
ró por lo menos con profunda repriána n` ciá.". El con=
»cepto vago que tienen de, la- libertad civil ' los ''hace to-
» davía mas incapaces de someterse á la disciplina, :á
»la subordinación y:4 las fatigas del servicio 'militar
»pc► rqlce todos se consideran iguales ` , todos se resisten
la o b i;decer, y,todos creen q ue ..no hay
Y
derecho pata
56
»turbarlos en el curso de sus ocupaciones propias„ ni en
»el descanso de su vida privada. Tales .son las gentes
»de que se. componen las milicias. angloamericanas, _y
»no. omitiré advertir , que aunque su número es :muy
»considerable , pocas son las que tienen armas. El con-
»greso ha pasado varias actas en distintas époaas man-
»dando que cada. Estado provea á, sus milicias ,de un
»armamento completo; mas no se ha cumplido jamás
»con esta disposicion en la mayor parte de ellos.
»El ejército veterano, en tiempo . de paz está redu-
»cido á 10,000 hombres de infantería , caballería é in-
»genieros. En tiempo de guerra se le aumenta con
»reclutas voluntarios;de los diferentes cuerpos de mili-
»cias pero la. constitucion -no permite que se haga'sor-
»teo ó enganche forzado para 'el servicio de las armas,
»y de aquí. vienen los apuros del Gobierno para aumen-
atar el ejército en tiempo de guerra, porque dificilmen-
»te encuentra gente que , se preste al alistamiento. En
»la, última contra la Gran Bretaña se dió facultad al
»presidente para que aumentase el ejército con 62,448
» hombres ; mas á pesar del entusiasmo que se trató de
inspirar al , pueblo persuadiéndole que la república no
»tomaba las armas sino para defender los derechos de
»su marina mercante y la, libertad de los mares, y á ,pe-
asar de todos los esfuerzos y artificios que. se emplea-
»ron para, conseguir voluntarios y reclutas,:y aunque se
»ofrecieron á cada , 1 . 30 duros de enganche, y
»la adjudicacion do 150 acres de terrenos baldíos para
»cuando concluyese la-guerra,, no.. se.11eaaron á alistar
»para ,la (le, 114,, sino : 43,895 hombres;: y en lo mas
»fuerte cle ella, que, fué en 4813, todo el ejército no es-
»cedia de 32,160. Esto prueba cuán dificil es inducir á
»los.j.abilantes, de , ,aquel pais _ á que dejen los placeres
p y comodidades .de. la vida ; privada para,_ tornar las, ar-
;mas, , aun: en Iós easosmas críticos,, y que debier..an. ser
• 37
.
» los mas 0portunós' para inflamar su amor propio
»orgullo' nacional- :
»Este pequeño ejército no obstante ; costó á`los' E s-
p tados Unidos en el referido año de ` 48155 la exorbi-
»tarde suma de 29.423,763 pesos fuertes segun el' és-
»tado que presentó él ministro de la Guerra , cómpre>ü-
»diéndose cn él 600,000 para gastos de fortifieaciories,
»2,500 para libros y planos y 7,500 para la academia
»`militar. . . .
»El presidente de la Union es el general en jefe
»del ejército y de toda la fue;rza armada;: y tiene grado
»de teniente general; pero nada entiende por lo común
»deI arte militar como que ha seguido una carrera `muy
»diferente `:qué lo es por lo regular la diplomática ó la
»de jurisprudencia ó literatura.'
»Cuando los'injleses entraron durante la guerra últi•
»zna en la bahía de Chessapeake, y , trataron de atravesar
»el; rio Potomak para caer sobre Washington, se `llálla-
»ba en aquella capital el presidente 'Maddi5sori `; y ` si>ái
»saber qué` hacerse s; montó precipitadamente a caballo;`
»y luego huyó á La Virginia, sin dar di"sposicion alguna
»para detener al enemigo: Los ingleses penetraroñsirr .
»la menoroposicion en la capital de a^^ucllos Está
»quemaron algunos de sus edificios públicos, yse - dirí-
»gieron sobre la ciudad de' Báltimore. El temor y '^[
» desalieñto "habian cundido hasta Filadelfia ; c f uejdis^á
»de aquella ciudad 420 millas ; y ya se tomaban : F
m e^l'i=
»das` para capitular con el enemigo si se presegtabaá-.
»sus puertas ; pero los ingleses , ,llenos; de atttrd,ir'rmiérito
»por la muerte de su mejor caúdillo, el general Ros,
»ocurrida` delante de Paltitriore, se retiraron á sus bu-
rques despues de" un corto 'tiroteo. Un'énemigó diese
ptró fiabria combinadó esta empresa . de manera' que
lfia
»todo el país desde Washington basta "Eilac^e
»hiera sido dominado 'por él, ya que no }labia ' nec'é-
5
»sidad alguna de precipitar la.reGirada , , iban
s
»donar ` las , ventaja adquiridas , porque no "abra
»cuerpo;. alguno cap az,, de resistir, á tropas aguerrí-
,..,
»das. , Por, estos hechos se puede juzgar 'lo que ..es el.
»ej ército , angloamericanó y convencerse. asimismo: ; de.
»que,no sera jamás, otra cosa, mientras subsista' la
nstitucion , y mientras los Estados perseve-
»presenteo
»ren todos como hasta ahora * en el sistema de- no áu-
» mentarlo , nia mejorarlo , por temor de que pueda abu-
»sarse de su fuerza contra la libertad del país.
»Einpero si el ejército está compuesto de., eletnen-

»tos tan negativos para que pueda tener jamás : alguna
»importancia ; DO es así su marina: de guerra , la cual
»está arreglada bajo las bases de, la inglesa,: y es la que
»presenta la parte mas fuerte .dé los Estados,:Unidós,
»porque todas las circunstancias le son sumamente. fa-
»vorab les.
Para concluir la descripcion de los puntos principa-
les comprendidos en el razonado cuadro trazado por el
Sr. Onís , trascribiré la parte relativa á las instituciones
y legislacion de los .referidos Estados, tocada con tanto
acierto- por dicho diplomático. Dice así :. «Las instila.-
» ciones del ,pacas han sido copiadas, en lo principal de las
»inlesás. Las mismas leyes para la adininistracion de
»justicia • en Ios casos » criminales y civiles, la misma
i engua,, el - mismo entusiasmo por el comercio , y el
»mismo espirita de dominacion y orgullo , hacen -‘ 4 los
»dos'pueblos muy semejantes. El angloamericano mira
»con desden . ó con 'desprecio á todas las naciones , y
»soló admira á la inglesa ,, gloriándose de deber ..á ella
»su origen. Mas su situacion: al frente del Nuevo Mun-
»do, sin 'rivales que puedan .estorbar :ó detener su :mar
»cha , la superficie inmensa y variada . de su territorio;
Astis pí'ogresos rápidos y ' asombrosos en la poblacion, en
»Tas artes y en la industria • la serie brillante de su
59 .=

»prosperidad; ;los ponderados sucesos , de, sus arma,s . en


.»la, última guerrti . contra la Gran Bretaña ; y el respeto .
»que cree haber ,infundido á las principales Potencias
»de Europa , llevan su vanidad y su arrogancia á u:n' es-
» tremo , cle que apenas se puede formar idea. Se con-
»sidē ra superior á los demás hombres , yinira á su. re.
»pública como el único establecimiento que hay.sóbré
»la tierra , fundado sobre bases sólidas ; y grandes'; her-
»moseado por la sabicluria ; y destinado á;ser un dia el
»coloso mas sublime del poder humano ,.y la maravilla
»del Universo.
»-No es solo en ' la boca de los entusiastas ó en la
»de los demagogos que se proponen inflamar la imagi:-
»nacioii cle la plebe con ideas exaltadas , y seductoras,
»donde suena este lenguaje ; sino que, se oye por todas
»partes. Las obras de toclós;los escritores angloameri-
»canos están sembradas de estos :.rasgos fastuosos, y de
»estas predicciones brillantes que sugiere un envar.Pci-
»miento;nimio: Los monumentos públicos atestiguan los
»escesos de. ese mismo orgullo y coñfianza. ostentosa.
»La casa donde celebra sus sesiones el Congreso , la ,lla-
»man el Capitolio : un arroyuelo inmediato á él ,. que
»tendrá unas, tres-varas de ancho y una cuarta de pro-
»fundidad, lo denominan el l' cbei^. Muchas poblaciones,.
»aunque mezquinas , llevan los nombres de las célebres
»ciudades de Grecia y Roma. 'Todo respira afectacion :y
»vanidad estremada en los Estados Unidos; mas el hom-
»bre sensato que examina las cosas .con imparcialidad y
»con rēflexion profunda ,, no puede menos de prever
»la ruina de estos Estados en la impetuosidad ciega de
»su ambicion, y en los escesos 'de su orgullo.
»La misma Constitucion , de que ellos se glorian,
»encierra los elementos de-su discordia y de su disolu-
»cion. Una república -federativa , donde.: los intereses,
»de cada Estado se chocan , 'y donde las pasiones y ;los
^
60
»vicios lo arrastran todo en pos de si seria un fenóine-
»no único en la historia de los acontecimientos huma-
»nos, si durase mucho tiempo. Los Estados del Sur no
»dependen de los del Norte ; sus intereses y aun las
»pasiones y costumbres de sus habitantes son diferen-
»tes. Los del Oeste están como aislados cíe unos y
»otros , y solamente la "Nueva Orleans y las regiones
»del Misisipí ofrecen á su tráfico y á sus especulaciones
»una perspectiva brillante 'y lisonjera. Dichos Estados y
»todos los que existen, y'se formen en lo venidero en las
»vastas regiones del Misisipí- y del Nisouri á' lo largo de
»sus aguas, romperán precisainente las cadenas que los
»unen á la Eederacion , porque sus relaciones y sus in-
tereses no dependerán entonces, ni dependen ya de
»los Estados que quedan sobre las costas del Océano;
»y la distancia inmensa que los separa , estimulará á
»sus habitantes á esas divisiones.
»El Gobierno federal parece insaciable dé' nuevos
»territorios no ha cesado de estonder mas y mas, los
»límites de su país , .y cada dia los ensancha con nuevas
»adquisiciones ;"pero no reflexiona que en la demasía-
»da estension que ha dado y va dando al territorio de
»la república, siembra la semilla futura de su disolu-
»cion'politica. Los angloamericanos han ' sido felices
»basta ahora porque la República no ha esperimen-
»tado aun ninguna de las tormentas que suelen levan-
»tarso en todo país donde domina un gobierno popular.
»Diseminada su , Joblacion á lo :largo de un .territorio
»inmenso, en pequeñas ciudades si se exceptúan Nueva
»York Filadelfia Baltimore , Boston Nueva Orleans
»y Charlestort , y en puntos aislados y demasiado dis-
»tan'tes unos de otros; no han podido chocarse todavía;
»pero desde el momento en que se aumente , se reuna,
»y forme una masa grande en el país, los choques y las
»convulsiones serán inevitables.
61
»El Gobierno federal no tiene fuerza bastante para
»prevenir ;yy.disipar esta crisis, ni para impedir sus bmi-
»nosas resultas. El poder ejecutivo , está mal combina-
»do con .el legislativo y con el , judicial ; carece .de las
»facultades mas indispensables para hacer observar las
»leyes y mantener el órden:; y su . eXislencia y su pre-
» dominio lo debe á los continuos esfuerzos y manejos
»de una política .astuta yu seductora, cuyo objeto es des-
»lumbrar al pueblo con lisonjeras y vanas apariencias,
»intrigar en las elecciones, y ganarse un partido prepon-
» derante en el cuerpo legislativo. No tienen ,medios
»eficaces para conseguirlo. sino los -cle, la corrtrpcion en
»las elecciones:,: y los de brindar_ con los empleos y
»puestos de- que puede disponer ó_los diputados que
»adquieren mas influjo y mas poder en el Congreso. El
»pueblo conoce estos abusos y declama contra ellos. Las
»Gacetas y periódicos de toda la Única lanzan tambien
»sus anatemas. Los demócratas y federalistas se hacen
»una guerra encarnizada: cada partido aboga eri.favor
»de lós que desea tlevar al mando , y acrimina. .á . sus
»antagonistas ; pero el pocierejecutivo .y el cuerpo le-
»g.islativo caminan ' en su Marcha , y-se :ma-
»nitiestat`i insensibles al grito de los papeles p úblicos, ^}
».los desprecian , porque todos están acostumbrados á
»oir .esas declamaciones ,: por manera . lúe nada :'les
»hace impresion , ni aun las acusaciones mas enérgicas
»y mas bien probadas:.

CAPITULO XIII:

Fin del cuadro trazado por el 5'r. , Qñis sobre lú Repi'e-


blicce , americana.

»La libertad y el bien del Estado existen pues en


»manos del Congreso ,° porque la ConstitEreiorr le ha
62
»revestido de mucho poder ; y le ha confiado la . direc-
»cion y los . - destinos de la República ;`pero hace ya
»muchos años que dominan eri él las facciones y la in-
- »triga. El poder ejecutivo ha comenzado á avasallarlo,
»por decirlo así ; desde los primeros años de la presi-
» dencia de Maddison ;: y si sigue aumentando.su inftu-
»jo , es de presumir que las reuniones del Congreso
»vengan á ser una simple , formalidad. El poder ejecu-
» tivo empuñará el -cetro , y la Confederacion llegará á
»su ruina. Unos Estados se someterán á la persona que
»tenga mas icjflújo:, ^"y: otros se apartarán de la Union
»constiluyéndose en ,diferente sistema.
»Tales son los efectos 'que_, segun el órden natúral
.»de -las cosas, habrán de p"rodiicir algun dia los con-
»Motos entre estos dos poderes. El judicial goza entera-
»mente de su independencia , pero no influye ni pue-
:.»de influir sobre los destinos públicos' de la Confedera-
»cioe. Limitado á la aarninistracion ` de justicia en lo
»civil y criminal , decide - segun las leyes y las formas
»establecidas en el país ; y mochas veces por el dictá-
»men particular de los jueces,: porque la legislacion an-
»gloamerica:na r es la mas informe , la mas vaga y la mas
»viciosa. de cuantas 'se conocen. Colripónese . de todo el
»antiguo fárrago de las le:yes inglesas , y de las que ha
»ido_sucesivamente formando el' Congreso en un cúmu-
»lo de actas y disposiciones generales: á este cáos se
»agrega una multitud inmensa de comentadores,, ca-
»suistas y escritores de jurisprudencia, que abren un
»campo infinitamente vasto ;á las opiniones y á la suti-
»leza de la dialéctica y de la metafísica forense. Los jue-
»ces pronuncian soberanamente sus fallos , y es muy
.»cornun ver á uno decidir en pt.Q_; y á otro en contra en
»el mismo caso , y bajo la misma igualdad de circuns-
tancias.
,.»Adernás de las 'leyelgeraerales- de la Union las hay
-495
;li p^rtieul^res ^ éri^ cada Es^ad
, to cótrtu produc't`ó{^de `s'us le-
. ;^ ^
»ais^l^at.u^'a's rés'pnctiv'ás^;` y` dé aqúi'r^ésiilta qué, ló "git^'es
i>-delito::cápital"-én Éstádo ;» nblo''és e a ót^o` ; 'y''^`úe
3)el : deudor :^pie r^o 'tiene m^ed^ios'
. p a`^ár
,^`^ára'" ^ sús'deüd s, ^
:ues .li°lire en unos, eohdénádo a • rision én ó tros :'Esta
»diferencia tan favorable á las gentes que''ób . O`de; ffia-
-}^^la fe ,. propo`rciona ' 1'á` Yrrmpunidad `' á:` l'ós ° delitos` y el
.» triunfo á los' embrolló y á`lo frauclés: Bajó lérriejizrite
»le^is^ación la ' `curia' riv" .^ puédé; ; ^^néños 'dé' eoi^stftúir-
,
3vse-err un arte ' de ;znala léy'; y efectiva'rrierite; ñó_ 'Oís
»en donde dominen tanto los enredoá. LOS ábóga'd'os ,,.
«convierten el ,foro en - " trib'uña dé "deelarri^aciones
riostentó$us y de 'sofistería relinadá'- s'óstiéñ'eú' el^pto' y'él
«contra con. :iā na! impaVidez`, y hallan siern¡ile'enr:las
..» , leyes: un testo á su fávór`.- Puede `decirse
»profesion ha dado tanto luci.ó' én'` los" Estados' 'iJrri•
dos ; como la abogacía '15' intriga fó r cnse ,':ýa :qii&r'aro
: »es `él abogado (pie no acumule riqné z as ó- no sepá'fdr-
>;márse;una situacion''desahogadá ;''pór `ló cual rr'o`-es`'és-
»trarió qué esta carrera' sea muy códic;iádá :'Ecl'.üná'scila
j>eiudad de .aquella r'épúb `icá se én'coiltÁrarári`'^sébúrá-
. ; : . ; ,. ,^. , ,; , z , , ;
,.
.^`»rnente'ta,nto`s o . Mas abogados Cine giié en una,`prb ^r^n cia,; y
^
»tal- vez que' en tód'o . un 'reino'de Eúropa.
»La iristituclon".de los jurados';' e'scelente` po'su °ilá-
»-túraleza en :un país' de luces )i' múy rrf órigérado`, s^"v en
donde las leyes. 'sean, sencillas ;' claras 'y' termiílárít ^ s,
»ofrece poca`utilidad . en los E'stado's `Unidos ;'porgiié'ho
^ hallándose toilá v í a 'en el. caso presupúe'sto . , , el` jtrez`iri-
»flu'ye de Un' módo . muy `péliároso érr `las -delibéracr4ñes
»de- dichos jiiradós : , á` los ^eúales 'inspira y'cási prescri-
.»be cómo deben calificar el hecho de que se trata. En
: -, ,. < < E; . ^. , ^^ ^
»las "caiisas" ^crimin^a'le s .sé;P;xocedé m^? eneralmente
^ cón de-
»maslad
. . ^ ^íúmariid^d
,!
. Y4 : escPSivá;ind.
i . ^. . l^encia
.. ,; si^r^c^o tan
»fuerte la ;repuanancia.de aqúellas gentes ,á : im,ponpr,.lq.
Pena ca p ital , que he;:presenciado: taso los : más horro-
64

»rosos , aun de asesinatos' bien Probados,, en, los que


» han ,saeado libre al delincuente., á pretexto de que ha-
»bia habido alguna omision en las formas del proceso.
»En ..casos (le esta naturaleza no tiene la ley modif ca-
»cion de pena, y es indispensable que el reo sea absuelto
»ó condenado.
»Bien conocido es en,,tolla la Union lo .ocurrido Con
» kin judío rico ele Norfolk que hace pocos anos asesinó
»públicamente a un honrado mercader de la misma ciu-
»dad.y se pasea libre; en el mismo punto donde cometió
»el asesinato (1. )::
»Pote lo tocante á. las causas civiles,. las pasiones se
»,cruzan como en todas partes, y la intriga ejerce todo
»sú ; .po'der. .L:n lasdemandas. que entablan los estranje-
»ros:;,eontra. ciudadanos angloamericanos„ pocas veces
»fallan los jurados contra -sus -paisanos porque su
»amor propio no les deja cumplir con , los estrictos de-
»ber.es;'de la equidad,, en lo , que también influye no
»poco la opinion ,dominante que es la cle.. no permitir
»que salga, del país' el dinero, que ha entrado en él. .Las
»leyes, prestan efugios para ;eludir las acciones mas com-
»petentes y mejor probadas, y los jueces propenden ge-
neralmente al interés ;nacional, aunque reconozcan en
.2 1,11 ; interiór que se falta á: la razon , y á la justicia.
^^ »Los. iitiáios.so hacen : interminables cuando los abo-
gadós se coligan para"este fin , y obran con absoluta
»independencia , en la direccion .y continnacion rle las
»_acciones, pues que ,dificilmente consultan á las partes,
;.» i,prden informes ó instrucciones desde que se encar-
*.ga,n.,de 1a ; persccucion, ó . defensa , y, reciben los docu-
..F

Otro caso igual ocurrió a un a13ondó; hermano del actual


,;

cónsul español en Nueva York, ©l Sr. Stou^ton , asesinado inLu-


īn anámeñté medio ..
r , del
. . - . en
. . . lás calles de l^üévá `YgrÍ^. . .por .un
ñ ,
^liénté''cór^^^a^io, ctiyos
ido crTmetzes
en habia sab
poner '
,
•cla ,...y . que d el:;6ismcl3rnaidl quedó impune. ,.
65
»meñtos y, papeles que sirven de fundamento una' n
ȇ . otra. Se hacen pagar :por las partes con exorbitancia,
»y casi siempre anticipadamente. Yo podria enumerar
otros vicios ó abusos de los procedimientos judiciales en
»los Estados Unidos dimanados todos de la laxitud de
»las leyes y de la arbitrariedad que permiten á los jue-
»ces , corno tambien de los medios tortuosos de que de-
»jan servirse :libremente a los abogados. Notaré solo que
»en 'ningun país ' mundo se hace tal vez tanto uso
»del juramento en los. tribunal e s,. sin que por eso deje
»de ser muy comun el perjurio'. A pesar de esto si re-
»sulta probado: en el proceso que un testigo, ó cual-
quiera ele las. partes . ( porque todas 'establecen sus ac-
»ciones jurando-): ha cometido un perjurio;; no se le im-
pone castigo alguno', y la prueba de este delito sirve
» tan solo para dejar sin efecto lo .que se ha: jurado.
»En las acciones criminales es preciso que el delito
»resulte completa y superabundantemente probado pa-
»ra que se imponga la pena de la ley : ,no siendo así,
»el acusado queda libre sin que pueda imponérselo pe-
»na alguna arbitraria. Si en tina accion se persigue á
»un individuo por un delito determinado, y 'este: no re-
»sulta probado de un .modo absoluto , pero se 'halla al
»mismo tiempo ,en' °el curso del proceso prueba legal de
»haber cometido el acusado otro delito aun Mayor, 'se
»le absuelve, y se le deja libre por no haber sido divi-
»gida la accion contra este nuevo crimen.
»Siendo el objeto , de la legislacion el impedir la
» perpetracion de los delitos, dando al público un es-
»carmiento y leccion terrible en , el castigo de los'delin-
»cuentes , áa como el administrar justicia con rigorosa
»imparcialidad,, .alzando en triunfo la verdad conocida,
»y esterminando los enredos, 'sofismas y fraudes que-la
»oscurecen , se ve claramente, que estan muy distantes
»de llenar cumplidamente este objeto las leyes estable-
66
» oidas . en: ,:los Estados iTnidos: Añadiré por último 'otra
»práctica que no la creo de, ningu.n- modo conveniente,
py es la de :`que por una : generosidad ° mal entendida
»tenga facultad el Presidente en todos los Estados . , y ca-
w dl uno de los gobernadores en el suyo para perdonar la
»pena capital dejando á los reos con absoluta impunidad.
»Basta lo que acabo de indicar para que se pueda
»tener una idea dé la legislacion y sistema forense de
»los angloamericanos'; como tambien de las .facultades
»y:eonducta del poder judicial =en' estas república ; á lo
cuál podria, aun agregar que :no está dicha -legislacion
»exenta del influjo del ejecutivo , ni de lós impulsos
»populares en' las causas ;d°e piratería , como la espe-
»riencia lo ha acreditado e h las presentadas ante los tri-
»búnalés y jurados de Baltinlore ; lo cual es demasiado
»óbvio para que nadie pueda negarlo.
»Terminaré este punto manifestando que aunque el
»poder judicial , por la .confusion de las leyes y,por los
,»vicios dominantes de la práctica forense., no impide
»los males segun debiera por su mismo instituto ; obra
»sin embargo dentro de una' esfera :separada , donde
»no tiene , roce alguno: con los Otros dos poderes ni de-
»pende de ellos. No puede influir por .lo tanto ni tener
»parte , como. Nva he dichó , en: ^la lucha .ó conflicto que
»entre ellos existe por la naturaleza de - la constitticion,
»y que será todavía. mas trascendental en proporcion
»de los progresas que está haciendo la corrupcion de
»costumbres, y del vuelo que, van tomando en este país
»naciente la arnbicion y otras p ^ siones:
»El pueblo no deja de estar bastante instruido en
»los -puntos , principales que :,atañen ;a: sus intereses, ni
»deja, de conocer h marcha del Gobierno', ni : de elivi-
Asar los peligros á.que está espuesta su república: I:os
» pegiódicós :,y gacetas que inundan el -pais ilustran es-
»tas. cuestiones segun e l criterió , de los, , editores , ó se-
V `I

>guñ el part i do á que' pertenecen., :ó l as pasioñés • dé 'cíue


» se v en dominados. El Gobierno Ciéne ^ ` tambiéri edi`to-
»res asalariados que lo sostiénén y que' elogian 'sú clon-
»duda'. Los' p apeles públicos circ'Li-lan ` por ' las' manos
»de todos los lía b i t antes : de aquel país , corno que apenas
»habrá un individuo entre mi l qúe` no sépa leer 'V es-
»cribir ; así que'aun`;eh las aldeas . más''inisérables , `'en
'»Iás rancherías y en los bosques se 'récihen `y-se leen
»dichos papeles piiiilicos: El - carretero y el paisano mas
»rústico , él marinero , el artesano ,'el labrador , todos
»ett . fin se informan del estado de las cosas ptllicg, y
.»todos" hablan de política ;' mas sus ideas' son' sieixipi'e
» superticiales , ' y, el r e sultado riaturál 'es el. de ':dejarse
dejárse
,,;.
3^ar rastrar, por.^`el demagogo-que tiene ^ mas^ élocuencia
»y que ha sabi d o gran jeárse' más pópúlar2dad °
»Los dos partidos que mas se han :chocado " en . ' ésta
»república son- el cie . lós demócratas . y el d e los . federa-
»listas : el primero se 'Compone de' lor qué' en'todas 4 par-
»tes se llama bájár pueblo ," ` y él . segundo 'de las :gen tes
»hace n dadas ó ricas"; y se distinguen; no` solo poi•: sus
aienes- de fortuna, ' si no: tambien pór su . ed'ucacidñ y
la or sú espléndido modo ' d é vivi r : -ambos-partidos' as-
»piran á los e m pleos, yzil `mando d'e' la reptrblicá`; y
»este es el o b jeto principal dé sü eirrúlacion y de' sus
» camp a ñas electorales: Los demócratas quisiéran el'es-
» tablecirniento dé la ley agraria,la igualdad de fortunas,
^^ y la confus'ton absoluta ta de` cla,ses ;; ^ pero no pudiCiido
»conseguirlo á medida de sus' deseos , lia cén los mayo-
»res esfue r zos -para ocupar los destinos" de mas,. alta
» cónsidéra.cion , . y sobre todo ; los `ma's lúcrativ,os ; y ,co-
»mo tienen á su favor las masas populares suelen' estas
» apoderarse de las elecciónes cuando los federalistas n o
»emplean iodo su influjo: y:poder liara' contener á neu-
»tralizar á lo menos el frenesí de aquel 'partido.
»El sistema de los federalistas consiste en , din. la
68
»autoridad y los empleos principales á personas bene-
»méritas , y que poseyendo algúna propiedad ,;y gozan-
»do de una posicion independiente , se distingan no
»menos por su carácter de probidad que por un talen-
»Lo aventajado,: cuyas circunstancias no se reunen por lo
comun sino en gentes de este partido. Y como que los
»demócratas trabajan sin cesar por concentrarlo todo
»en g entes de su-'faccion , no . es estraño que esté tan
»pronunciada su . oposicion á los federalistas.. Desde- la
»elevacion de Jeíferson á la presidencia , ha sido . com-
»pleto el triunfo de los demócratas , y sigue con poca
»diferencia bajo el gobierno del actual presidente, por-
»que los federalistas se han mostrado demasiado tibios
»ó indiferentes, abandonándose á una especie de apatía,
»que indudablemente ha de ser muy fatal á la prospe-
»ridad de la República.
»Cuando los presidentes son del .partido demoerá-
. ,»tico ,. no .distribuyen los empleos sino á gentes del
»mismo partido ,•y nada ..omiten para complacer á la
»plebe , y granjearse la mayor popularidad : de este
»modo logran conservarse por largo tiempo ,al, frente
».de la República mediante su reeleccion ,, es decir por
»ocho años como ba sucedido hasta ahora con todos
»los presidentes de- esta clase escepto con el segundo
»,el ,Sr..Adam,, á qui s e.0 avasailó, la misma democracia
»nomb.rándole,u n sucesor al fin , de los cuatro primeros
b años. El presidente actual Monroe,, aunque del .partir
..,»do democrático, es un hombre sumamente moderado,
»fino é ilustraddo:. procurado reunir los dos partidos,
»y lo ha jogrado hasta.ciertoa ' punto; Pero actualmente
»empiezan á formarse otros dos , ,denominados del Nor-
te. y ,Sur p . y corno dentro de pocos años es de. presumir
: »que tenga el último alguna preponderancia en el, Con-
»gresp,,, debe Tesultar- indefectiblemente la separaeion
»de esta union.en dos ó mas Repúblicas.a.
69
CAPITULO XIV.

Efectos favorables del referido trat a do h la tranquili.


dad de nu estros do m inios de Ultram ar hasta 1848.
R ápid a reseña de estos sucesos hasta el dia.

Terminado el cuadro trazado con tanta inteligencia`


y fina prevision por el Sr. D. Luis de Onís en 1820,
entraré á hacer deducciones para robustecer mis argu-
mentos. Reduciéndose estos esencialmente á que. no
debe jamás una nacion libre é independiente usar de
otra clase de condescendencias , sino las que no afec-
ten eh alto' grado á su honor y dignidad, aunque con
el mayor sentimiento y no sin protestar mis respetos á
hechos ya consumados debo insistir en mi primitiva
creencia de que' si la España hubiera observado una
conducta mas firme y resuelta, no habria llegado á re-
cibir la Iey de los Estados Unidos, como la recibió des-
graciadamente por el tratado de, 1819. No tengo la me-
nor duda de que si los angloamericanos hubieran visto
á la España decidida á arrostrar todos los .inconvenien
tes y sacrificios en que pudiera envolverla una guerra
abiertamente-declarada' contra la citada República , se
habría ésta contenido en los límites de la moderacion,
no habria promovido tan descaradamente'ruinosas agre-
siones contra nuestras colonias y contra nuestro comer
cio ni habrian sido tan irritantes ni tan pertinaces sus
exigencias para el 'Arreglo final de nuestras desavenen-
cias pendientes desde el principio del siglo.
Y no se crea que lo que á` mi me duele ` es la falta
de ventajas materiales obtenidas :`por nuestro Gobierno;
para el referido tratado me duele mas todavía por el.,
funesto precedente sentado de que los Estados Unidos
hayan triunfado en la cuestion promovida por ambicio
sas miras , sostenida con no interrumpidos; desafueros,
y terminada con la conculcacionde la rigorosa justicia.
Y si algo `puede atenuar la escesiva condescendencia
del Gobierno español de ,aquella época en estas transac-
ciones_, es la rectitud de sus miras en evitar un rompi-
miento que tan , f'atal pudiera ser en las azarosas cir-
cunstancias en que se hallaba la nacion; por .lo cual
prefirió el sacrificio de su amor propio á los, inmensos
perjuicios y quebrantos , que había de acarrear á sus
pueblos una conducta diferente de la que creyó debia
observar:
En cuanto al agente diplomático encargado de estas
negociaciones , "preciso es confesar, en honor de la
verdad y de la justicia r, que sin embargo del no favora-
ble resultado de sus gestiones oficiales ,dejó bien acre-
ditado qué ningun otro hubiera podido desplegar mas
puro patriotismo , un celo mas infatigable ni mayores
talentos. Y ya que no le fuera dado obtener un triunfo
completo de su acertada direccion,: por lo menos logró.
disminuir los males .y sacar cuantas ventajas estuvieron
en la esfera de los esfuerzos de un hombre aislado y
combatido por toda clase de elementos contrarios. ¡Oja-
lá que todos los ministros que han sucedido y sucedan
al Sr... Onís en aquel espinoso cargo estén dotados de
tanta energía de carácter de tan patriótica decision y
de tan delicada inteligencia para defender los derechos
de la España y el honor de nuestra bandera en los se-
rios 'Conflictos ya promovidos , y en ,otros 'nuevos que
pueden surgir en que sea' preciso apelar á todos los
recursos del¿ingenio y de las altas dotes que deben ca-
racterizar al que ocupe tan distinguido puesto.
Entrando ahora á comentar los resultados del trata-
do de 4819 , bien puede decirse que la parte desfavo-
rable de ' la: que no he ` podido menos de ocuparme , tal
vez con demasiada viveza, ha sido compensada por un
71
estado ›de, tranquilidad y bienestar , cómo consecuencia
de aquellos arreglos. Aunque es verdad que no cesar0h
de repente las piraterías organizadaá con antelacion en'
los referidos. Estados Uniclos l ya dicho Gobierno, úotn-
placido y satisfecho - de lo que . con tanto a.fan y por es-
pacio de,lantos años habia estada solicitando. , empezó
á reprimir dichas agresiones, comO en efecto .fueron
cediendo gradualmente. Y coincidiendo la buena vo-
luntad de aquel Gobierno con la ' cesacion de la guerra
de las colonias , ocnrrida en 1821 en Méjico , que era
el punto de su mayor contacto, y casi al mismo tiempo
en las demás posesiones españolas, se inauguró una erá
de quietud y sosiego', así como de corteses miramien-
tos y de buena correspondencia entre los Estados Uni-
dos y la España , que no fué alterada sino por cuestio-
nes incidentales, amistosamente-resueltas , hasta el año
de 1848 en que se empezó- á. concebir la ambiciosa
idea dé anexar la isla de ,Cuba á la referida República;
proyecto, insano que debe acarrear males de grave trasí.
cendencia á ambos países si se persista en llevarlo á efecto.
Este , es el orígen de los empeñados debates que
desde aquella época inició la diploMacia española-(1),

(1) Muy sensible'ha sido que por el espacio de doce años haya.
intervenido en -los negocios diplomáticos con 'la República de
Washington uno délos hombres de mas negaciones que pueda pre-
sentarse en la escena política , como . lo es er. Sr. Calderon de la
Barca. Cualquiera otro que hubiera desempeñado tan importante
cargo, habria defendido los intereses de España con mas energía
y con mas decisión é inteligencia que la que podia eSperarse de,
quien carecia de especiales afecciones que lo adhiriesen á una,nacion
de la que parecia estar desligado por, mas de un ,conceptó. Empe-
ro en esta parte considero, mas censurables á los ministerios que
enterados de las nulidades del antedicho diplomático, le 'hubieran
confiado por tanto tiempo el, manejo de negociaciones tan delicadas
y de tanta trascendencia.
72
q ue han continuado hasta el dia , y que todavía tienen
suspensos y agitados los ánimos.. porque no se han es-
tinguido aun los elementos que clan pábulo á tan funes-
to pensamiento , que no puede menos de ser combatido
con cuanta energía cabe en pechos españoles.
Siendo tan conocidos los conflictos ocurridos des-
de dicha época de .184.8 , y habiendo tratado de ellos
en mi obra titulada 'Bosquejo económico político de la
isla de Cuba, publicado en el año anterior , no haré
mas que dar una rápida ojeada de dichos hechos para
venir á parar en reflexiones oportunas sobre la situa-
cion política de ambas naciones, y de lo que conviene
á sus respectivos intereses.
Los esfuerzos de algunos cubanos disidentes y á su
cabeza el malogrado é- ingrato general español D. Nar-
ciso Lopez comprometieron á .los ;Estados Unidos en
un plan de engrandecimiento _ que tanto lisonjea su
ambicion , cual era el de poder reunirá su república la
preciosa perla de las. Antillas. Con esta idea, aunque en-
cubierta, tuvieron los descontentos la mejor acogida en
dicho país , y escudarlos con la laxitud de sus leyes, se
formaron clubs revolucionarios, se desbordó la prensa
predicando la propaganda , se proclamó abiertamente
una cruzada contra el dominio español , se hicieron
alistamientos, se reorganizaron fuerzas militares , y se
aprestaron . buques para llevar á cabo temerarias espe-
diciones contra la isla de Cuba. La primera, cuyo punto
de reunion se habia fijado en la isla Redonda en 4849,
fue desbaratada en su origen , porque así lo tuvo por
conveniente el Gobierno americano , convencido de que
aquella empresa tan descabellada no podia tener sino
resultados muy funestos. La segunda , preparada ya
con mayores garantías aparentes, pues que se fundaba
en el apoyo que falsamente se creyó que pudiera tener
ne los habitantes del país . , se llevó á efecto en 1850,

á
desembarcando el referido Lopez con 500 bandoleros
en el puerto de Cárdenas , donde encontró muy pronto
el triste desengaño de sus locas esperanzas.
La tercera espelicion, , y fue la mas importante,
ocurrió en 1851 , habiendo desembarcado el mismo
Lopez con sus fvragidos en la playa (le Bahiahonda á
diez y. seis leguas Oeste de la Habana , y tuvo un desen-
lace todavía mas trágico que el anterior; ya que aquella
pudo sustraerse por una pronta fuga á la persecucion
de los leales , y en ésta fueron todos los que la com-
ponian víctimas de sus desvaríos y de sus alevosos in-
tentos.
Corno ya con la debida antelacion habia expedido
el Gobierno español, y hecho circular por los Estados
Unidos el edicto que irnponia pena capital á todo fili-
busteit espedicionario qué fuera aprehendido dentro
del territorio cubano , sufrieron esta desgraciada suerte
la mayor parte de los 'invasores en los primeros mo-
mentos de su agresion , si bien el Gobierno español lle-
vó al estremo su indulgencia suspendiendo los efectos
de dicha ley con los que sobrevivian á las primeras ca-
tástrofes , y cuando ay a consideró con-Spletamente des-
agraviada la vindicta pública.
Empero el necesario sacrificio de las primeras cin-
cuenta víctimas aprehendidas al siguiente dia de su des-
embarco , y el imponente aparato :de su ejecucion fuera
de las puertas de la Habana , produjo la mayor exalta-
cion en algunos puntos de la república americana, y
señaladamente en Nueva Orleans , en donde se propasó
la tumultuosa y desordenada plebe á los mayores este=
sos contra el cónsul y varios de nuestros nacionales re-
sidentes en aquella ciudad.
Estas repetidas trasgresiones é inauditos escándalos,
no podian menos de escitar la mas viva indignacion, i ti
solo en los españoles , sino en toda persona que ttiviera
6
74
sentimientos de honor y virtud. Con este motivo se sus-
citaron debates muy acalorados entre ambos Gobiernos,
y se hicieron las mas vivas y enérgicas reclamaciones,
que al parecer fueron, satisfechas con sinceridad y
buena fé. Así que indultados sucesivamente por la reina
de España todos los filibusteros á quienes se habla dado
cuartel , v acordadas : por el congreso americano las
competentes indemnizaciones por los perjuicios que hu-
bieran sufrido los súbditos españoles en los anteriores
desórdenes, debiera haber quedado terminado de un
modo absoluto aquella contienda, haber vuoito ambos
paises á sus antiguas relaciones de confianza recíproca,
y renunciado los angloamericanos á toda idea de con-
quista ó anexion de la isla de Cuba; mas por desgracia
no podernos entregarnos á tan lisonjeros cálculos , por-
que vemos que-se agitan elementos que claramen¿e de-
muestran la existencia de un partido que no ha desis-
tido de su primitivo intento. 4

Aunque creernos qué el presidente actual, dotado


de altas prendas de rectitud y moralidad, no es capaz de
abrigar en su pecho ideas tan contrarias al derecho , á
la razon y ó la justicia, la España, sin embargo, debe
estar muy prevenida , y tomar muy de antemano dispo-
siciones de alta prevision , porque á pesar de las virtu-
des del presidente Pierce , pueden surgir incidentes
que, mas ó menos tarde nos pongan en la .precision de
apelar á todos los esfuerzos de nuestro entusiasmo na-
cional. Está en pié todavía al favor de la suma toleran-
cia de la legislacion angloamericana una criminal so-
ciedad, titulada Estrella solitaria , la que si bien en el
dia se halla en el mayor descrédito , puede sin embar-
go ser la base de futuras- operaciones contra el sosiego
de muestra , aprovechando circunstancias favo-
rables que no: es fácil prever en este momento , á me-
nos que la diplomacia española no desplegue todos , los
75
recursos de una alta inteligencia, del mas ferviente
celo y del trabajo mas infatigable.
Corno complemento de, este cuadro político y sin
atreverme á hablar por ahora sino en sentido hipotético,
de todos los casos y circunstancias que pueden ocurrir,
continuaré mi trabajo político trayendo á discusion al-
gunas cuestiones de las mas importantes, y, desenvol-
viéndolas con toda la posible ilustracion para que 'pue-
dan ser comprendidas y aun utilizadas , cualquiera que
sea el sesgo que el curso del tiempo ó circunstancias
especiales puedan dar á estos negocios, que están muy
distantes de presentarse con aquel sello, de seguridad
que quisiera imprimirles consultando no solo el bien
de rni patria sino . el de los mismos Estados Unidos,.
Por lo tanto y mientras pleno sea necesario escitar
las nobles y generosas pasiones dei entusiasmo patrio,
usaré de un lenguaje tan pacifico y deferente como
el que de seguro habria usado el Sr. Otiis , si al trazar
el cuadro que antecede no hubiera estado combatido
por tantos y tan encarnizados ataques dirigidos contra
nuestro decoro nacional..
Es indudable que cuando dicho diplomático publi-
có sus memorias, estaban muy recientes los hechos que
tanto hablan ofendido á la nacion que representaba, al
paso que habian mortificado su amor propio á un grado
que no es fácil concebir. Por otra parte el carácter,
costumbres y actos de los angloamericanos en la época
á que se refiere merecian con efecto una censura seve-
ra, si había de tener por quia la verdad histórica; pero
desde entonces han ido progresando los Estados Unidos
en todos los ramos, no solo en los materiales sino en los
intelectuales y morales :. así que sería .una injusticia ha-
cer aplicaciones generales de la parte viciosa y repren-
sible , que puede comprender tan solo á la abyecta
plebe y á la gente aventurera que tanto . abunda en
76
aquel pais y que carece de ilustracion y de principios
de rectitud y de justicia.
He dicho mas de una vez que al lado de estos hom-
bres corrompidos . y dispuestos á todo lo malo, se ha-
llan personas y no en corto número , dotadas de toda
clase de virtudes , .y que pueden muy bien neutralizar
y_reprimir los criminales intentos de las masas desalma-
das ; y es de esperar que gradual y progresivamente ad-
quieran aquellas mayor preponderancia para sofocar
todo impulso y todo arranque de malos instintos y avie-
sas tendencias.
Tal es mi opinion , formada prácticamente sobre
ese gran teatro , que se llama la república angloame-
ricana : he observado en ella los grandes pasos que se
han dado hácia la perfeccion moral, notándose una di-
ferencia inmensa en el carácter de sus habitantes desde
la época en que escribió el Sr. Onis á la actual. Por
lo tanto no puedo menos de creer pie la mayor ilustra-
cion y aun su mayor importancia política deben ir co-
municando ideas las mas elevadas á todos sus habitan-
tes, y en particular á las personas que por su educacion,
por su rango y por sus superiores luces son las llamadas
á regir los destinos de dicha república , y asimismo de-
ben inocular en sus pechos los fecundos gérmenes de
todas las las virtudes sociales, por medio de las cuales
puede tan solo alcanzar una nacion el renombre de
grande.
Me ha parecido conveniente dar estas explicaciones
para desagraviar á.los honrados ciudadanos americanos,
contra los cuales seria injusta toda censura , y asimis-
mo .para disminuir, en lo posible la desagradable impre-
s ion que pudieran producir en los habitantes de la
Union los colores poco lisonjeros con que en el cuadro
á que me refiero estan retratados unos puebloscuyos
anteriores 'desafueros hacia. la España quisiera relegar
7 7
á un perpetuo olvido , sin. pensar en adelante mas que
en los medios de estrechar con vínculos fuertes y dura-
deros las relaciones de amistad y fina correspondencia
que son de tanta utilidad y conveniencia á la España
como á la misma república americana.
Con la profesion de estos principios, que quisiera
fueran constantemente los mismos en ambas naciones,
proseguiré mi tarea iniciando y desenvolviendo ciertas
cuestiones políticas , que .al paso que ilustren á unos y
á otros, robustezcan el edificio de la paz, que quisiera le-
vantar de un modo sólido , á costa de los mayores es-
fuerzos y sacrificios.
78
SECCION SEGUNDA.
POLITICA ACTUAL DE LOS ESTADOS UNIDOS CON LA • ESPAÑA.

CAPITULO XV.

A^iomas que ponen en su verdadero punto , de vista


la situado]; respectiva de - España y de los Estados
Unidos.

Para desenvolver la segúnda seccion • de mi trabajo,.


principiaré por trascribir seis artículos que inserté re-
cientemente en los periódicos y que servirán de base
dé mis ulteriores reflexiones. Dice así el `primero:
Los periódicos de la capital se han ocupado en es-
tos días de las cuestiones de Ultramar , cuestiones que
en todo tiempo han., debido fijar la atencion pública, y
aun mas en la actualidad en que pueden sobrevenir su-
cesos alarmantes, que con oportunas medidas se logra-
Tia seguramente destruir en su cuna, ó por lo plenos
neutralizar -sus efectos. Los Ojos de la política europea
están clavados en la guerra de Oriente; los de la políti-
ca española, sin descuidar aquella cuestion , y aun me-
nos sin perder de vista sus eventuales consecuencias:,
deben dirigirse. de preferencia y en primer término al
Occidente. Allí es donde la España debe ventilar cues-
tiones de alto interés; allí es donde un concurso de cau-
sas de honor y de conveniencia nacional debe poner en
acción toda su energía é inteligencia diplomática, qui-
zás toda su fuerza y todo su , poder.
1\o es ya un misterio el empeño que tienen los an-
gloamericanos por poseer la isla de Cula , con la sola
diferencia de que las personas de gobierno, los buenos
79
políticos, y los que no carecen de rectitud moral, qui-
sieran llegar á este fin por medio dé una legítima ad-
rluisicion; otros menos delicados en punto de moralidad,
lo desearian suscitando por medios indirectos de la intri-
ga y de la corrupcion, insurrecciones en el pais,. de las
cuales; si llegaran á tomar un cáracter de alarmante
gravedad, se valdrian como de una aparente razon para
declarar su intervenci-on de conformidad con los elásti-
cos principios dominantes en aquel pais, de'que á un
pueblo que da pruebas evidentes de que quiere ser li=
bre, se le debe ayudar para que quebrante sus figuradas
cadenas. Otros, f ualn3ente, ,que ni saben calcular ni es-
perar, y que no tienen otro móvil que cl del robo-, cuya
clase es por desgracia bastante numerosa, están siempre
dispuestos, del mismo modo que los filibusteros de Lo-
pez, á probar fortuna, aunque sea de un modo frenéti-
co y• desesperado, y con el seguro peligro de recibir en
mortífero plomo el codiciado
, oró que tanto acalora sus
miserables cabezas.
fié aquí, pues , los tres enemigos que la España
tiene que combatir. Los primeros son los menos peli-`
árosos, porque en tanto que un gobierno tenga decoro-
y sepa respetarse á sí mismo, respetando á los demás,
corno no puede dudarse del >actuat'sin mas qué leer el
último discurso del honrado presidente Pierce, sabrá
reprimir sus deseos, aguardan-do jcóyunturas favorables,
para verlos : cumplidos. Que para los Estados Unidos
fuera una importante adquisicion la isla de Cuba ; na-
die puede ponerlo en duda, ni debe calificarse de vitu-
perable toda gestion que aquellos hagan en este senti-
do, siempre que no traspasen los iiistós 'limites del; de-
recho de gentes y de , los miramientos ' internaciónales.
No menos que la anexion dé 'Cuba á los Estados Unidos
convendria á laEspáfia; la anexion del Portugal;-pero
reprimirá' aquella sus deseós hasta que espontáneamente
80
y sin ninguna violencia, y consultandoo tan solo la utili-
dad de ambos pueblos, pueda verificarse dicha reunion,
que es tan natural, tan simpática y tan conforme bajo,
todos conceptos, corno estráña ,, antipática y repugnan-.
te es la otra. Dejando, pues, al tiempo y á la calma la
resolucion de estos dos problemas , pasaré á hablar de.
los segundos enemigos de, Cuba.
Estos son los conspiradores de oficio ,. que se valen
de todos los medios, que por cierto son bien débiles,
para promover disturbios, ya sea enviando desde la ve-
cina república papeles incendiarios , ya formando aso_
ciaciones, por supuesto fuera de todo peligro, y entre;
ellas la altisonante, de la Estrella Solitaria, á fin .de com.:
prometer algunos codiciosos y estúpidos angloamerica-
nos con. el cebó de una quimérica ganancia de diez ó.
mas pesos por cada uno que desembolsen, así como á
los pocos cubanos mal avenidos con el Gobierno español,.
anunciándoles espedicioues formidables que se estáte
preparando para llevarles la libertad y todas las ben-
diciones , con las que los invasores los harian tan fe-
lices corno lo son los naturales de Tejas, de la Califor-
nia etc. etc.
Por efecto. ,de estas descabelladas maniobras , es
conducida al sacrificio, alguna víctima,' tamo Facciolo,'
aunque, son estos casos muy raros, porque la clemencia
española se manifiesta siempre solícita en salvar del ca-
dalso á< los7niserables ilusos, aun á aquellos que mas han
merecido tan duro castigo _como los Cristos y los Gonza-
lez• Alvarez, así como, en suavizar ,las inmediatas conde-
nas, como lo hizo con los demás cómplices ele la última
conspiracion de 1852, habiendo ofrecido el único ejem-
plo que se recuerda .en los,anales políticos, de que de
cincuenta individuas convictos de alta traicioil, v á: quia-
nes segun las, leyes vigentes pudiera alcanzar la, pena
del último suplicio uno solo; hay^ sufrido tan,,ciews„
81
trado'fin. Esta sola prueba: bastar `'debiera paró.. ; cotifitn-
dir á los que se atreven á lanzar sobre el , carácter es-`
pañol los injustos dictados de tiranía y crueldad.
La tercera clase de enemigos son los que adoptando
la divisa de . piratas' © filibusteros, están 'siempre dis-
puestos á acometer- toda empresa que les ofrezca algu
ná esperanza de pillaje, gente perdida que abunda en la
vecina república, y que con la misma facilidad con que
se afilia para hostilizar á la isla 'de Cuba se afiliara para
hacer incursiones depredatorias sobre los Estados meji-
canos, sobre el centro de América, ó sobre cualquiera
otro punto del continente americano, y aun sobre el`
territorio (le la ';misma Unioni, si tuviera bastante fuer-
za para ello. Entre .estas dos últimas clases de enemigos
no hay mas diferencia sino - que Tos primeros no son
mas que cobardes atizadores , y. los segundos son mise-
rables y - ciegos instrumentos' de' aviesos designios fra-
guados en tenebrosos _.,conciliábulos.
Al favor de mi estudio, teórico y práctico de muchos
años sobre nuestros dominios de Ultramar, y muy dete-
nidamente en sus relaciones con la república angloame-
ricana, estudio rectificado en dos viajes de esploracion
hechos á la' misma; con 'cuyo ° motivo s he recorrido la
mayor parte de sus Estados'; he podido convencerme de
les siguientes verdades :
La Que ninguna nacion - necesita tanto de la paz
como la americana.
2. a . Que los hombres políticos y pensadores de dicho
pais no desean la guerra con la <.España', porque saben
calcular sus consecuencias.
5.° Que si funesta pudiera ser._ á. sus intereses ma-
teriales la guerra con cualquiera nacion,' inclusive la in-
glesa, lo habia de ser infinitamente mas con la España,
siquiera pose la circunstancia de que 'ten Iría mucho
que perder, y muy poco que ganar, ; : _r,
a T+.-
.^ •" .Que . -la Espafia, auñnue se, la ;quiera: considerar
como muy inferior en fuerza material , encierra en su
seno elementos .terribles para cot'tar. los vuelos al coloso,
americano, destruyendo por los cimientos esa fabulosa
prosperidad que va creciendo ` á, paso de jigante , si
acontecimientos que deseo no :sobrevengan: jamas, la
,
pusieran en el casó :de: apelar á, esftraordinarios- es-
fuerzos.
5., Que en el- "levantan.icnto, ele. tropa y,aPresCos, de
escuadras se ven los angloamericanos precisados 5: gastar,',
otro torito mas. por lo menos que la Inglaterra,' .y c.u.atror
vecesnlas;;que la :.España,
G.' Que. con ;uñ,a:;activo diplomacia,, y con'oportun°os.

medios de defensa en Cuba, podrán mantenerse sin alte-:


r.acion las. buenas relaciones .con el _ Gobierno de los Es+,.
tados Unidos ( que es lo que -mas . conviene á:ambos pueY
blos ) y. ; al, mismo« .tiempo: ser rechazadas todas :las espe-
diciones filibusteras cjué:contra aquella isla -se intenten,
y aun ser desbaratadas en su cuna para que nunca lle-
gue el caso de que ,pisen =can , su inmunda planta las pla-
yas de nuestra`pre,c:iosa Antilla., . : .
;2..a Que con • la :adop:ctorr, de algunas ,-saludables yne=;
aldas, ceonúmicás,y : gubernativas,;se, estrechariá mas .l a `
adhesion aqueí;ig s`habitantes á'lá madre patria, y ce =
dería gradualmente el disgusto de los mas exigentes, y,
au.n .la: clesafECcion;::de: los pocos: díscolos que . abriga
aquel suelo privilegiado.

CAPITULO XVI.

Apuntes sobre la importancia política.; agricola .; . fa-


, ; br il :y,,;co,mct•cial de los' .Esta,dos. Unidos:.

Anfles,de'entrar en él deslinde de las siete proposi-


ciones que dejé sentadas,;:cxeo muy del, caso. . bosque- t
)
jar , aunque sea rápidamente , la importancia políti-
ca , agrícola , fabril y comercial que los .Estados Unidos
han adquirido de un modo casi prodigioso'en estos vlti
mos tiempos ; de cuyo cuadro , que no puede menos de
presentarse brillante en alto Virado,; trato yo (le sacar.
armas para defender mis proposiciones, y asimismo ar-
gumentos para corroborar la exactitud de mis juicios,
á los que por tal razon me he atrevido á calificar de
axiomas.
No deberá estráñarse , por lo tanto que no esté de
acuerdo con las ideas que ha dejado consignadas en
estos Bias uno de los periódicos de la capital en el ar-
rebato de su celo por defender el honor nacional.. Sin
disentir de las sanas doctrinas vertidas en el articulo á
que me refiero , noto dos equivocaciones que me apre-
suro á rectificar. Es la primera la de que las inmigracio-
nes en los 'Instados Unidos se componen de toda la gen-
te perdida de Europa. Sin negar que son no pocos los
que llegan de esta clase á aquel pais escudados con la
elasticidad de , las lyes• que en él rigen , forman , :sin
embargo , una parte mínima comparados con los
proletarios alemanes irlandeses, :etc. , 'que loor la exu-
berancia de poblacion ,. superior á los recursos locales;
se ven precisados á salir en busca . de un honesto susten-
to en las tierras virgenes del Nuevo Mundo. Solo así se
concibe que puedan entrar todos los años de doscientos
á trescientos mil emigrados en la referida República de
la Union.
La ' segunda es', .en mi concepto , la de haber pin-
tado con negrísimos colores el cuadro político de dichos
Estados , precisamente en el momento., que parecia ser'.
el menos oportuno ya que acababan ele salir de los la-
bios del honrado Presidente Pierce apalabras que dehén
creerse sinceras , de. rectitud justificacion , moralidad
política y aun de benevolencia húcia la España. Un
84
lenguaje todavía mas duro lo reservo yo para los casos Y:V

en que sucesos', que deseo y esporo estén siempre lejos


de nosotros , justificasen plenamente el uso de toda clase.
de armas para el reñido combate. Terminada esta di
gres:ion , volveré á mi tema.
La República angloamericana, que comprende en
el di'a'`31 Estados, ocupa la parte mas templada y la mas
rica del Norte.- Confinada como lo estuvo en su origen
á las playas del Océano Atlántico ha llegado ya á esten-
der su imperio sobre todas las regiones occidentales del
Pacifico, y desde' los grandes lagos al Norte del Golfo de
Méjico hasta el Sur, mide 2,800 millas de largo y 1,700
de ancho sobre una área de 3.200,000 millas cuadra-
das. La línea de sus fronteras se. gradúa de 10,000 mi-
llas , 5,120 de las cuales las ocupan las costas de sus
mares , y 1,400 las de sus lagos. Cuando fue reconoci-
da su independencia no, contaba sino con trece Estados;
los demás hasta el número de .3l , son adquisiciones du-
rante el , siglo actual.
En seis grandes partes se divide ésta estensa Confe-
deracion , á saber
1.° Estados de Nueva-Inglaterra.—Maine , Nueva-
Hampsh,ire , Vermont , Masachuset , Rhod;e-,Island y'
Conecticut. •
2..* . Estados del centro.---Nueva-York Nueva-Jer-
sey, Pensilvania , Delawar, Marilandia y distrito de Co-
lombia.
3.° Estados meridionales del Atlántico.—Virginia,
Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia y Florida.
4.° ' Estados del Sudoeste. --Tenesea , Alabama,
Misisipí ,. Luisiana , Tejas ,' Arkarizas y territorio in-
diano.
Estados del Noroeste, Ohio , Michigan , India-
na , .l'linois Kentucly, Mis.uri Iova, : Vise: usir y terri-
torios de, Minesota ,; M•i uri y N©brastra.
85
6.' • Estados del Pacifico.—California y territorios
de.Nueva :Méjico , Uta y Oregon. •
Cada uno de estos Estados tiene determinados lirni.
tes , y un gobierno independiente con 'su constitucion y
leyes que le son Peculiares.
El gobierno general de esta República tiene por ba-
se la Constitución de 1 . 78-7;,,y todo el poder que ejerce
es el que le han otorgado individualmente los Estados
para el beneficio comun y debe su existencia política á
la necesidad en que se vieron dichos Estados de buscar
un centro comun que los protegiese y- mirase por su
bienestar. Su autoridad ., sin embargo , nada 'tiene que
ver con los negocios interiores de cada uno de los refe-
ridos Estados , ni ninguno de estos tiene derecho de su-
premacía sobre los demás.
Los poderes del Gobierno general se dividen en eje-
cutiva-legislativo
legislativo y judicial. El jefe del poder ejecutivo
se titula Presidente de los Estados Unidos ,, y su princi-
pal obligacion es la de velar por el cumplimiento de
las leyes.
El poder legislativo lo ejerce el Parlamento que se
compone de un Senado y de una Cámara de diputados.
El Presidente tiene la alta prerogativa del veto sobre los
actos del Parlamento. El Senado se compone ele dos
miembros de cada uno de los Estados , y son elegidos
por las legislaturas particulares de los mismos. La Cá-
mara de diputados la componen los individuos elegidos
por el pueblo con arreglo á su poblacion , admitiéndose .
un delegado por cada territorio organizado que no haya
sido elevado todavía á la esfera de Estado. Todo ciuda-
dano que haya cumplido 21 años , .esceptuando la gen-
te de color , tiene derecho á dar su voto para elegir el
Presidente . y los diputados, pero tan solo , los que lían
nacido en el país pueden ser nombrados para la presi-
den", y vicnpresidenca. En la actualidad se cuentan 62
86
senadores y 23 ► diputados , los, cuales computados por
su poblacion de 25 millones tocó á cada uno de dichos
diputados mas de cien mil habitantes , lo cual está en
oposicion con el acuerdo del Congreso de 1842 , que
prefijaba la base de 70,680 almas por cada diputado.
El Parlamento debe reunirse una vez al año por lo
menos y generalmente el primer lunes de diciembre,
áno ser que por una ley especial se altere esta regla.
Por otro acuerdo. de 4 de marzo de 1817 se fijó , la
pension ó sueldo de diputados y senadores en ocho pe-
sos diarios durante su asistencia á las sesiones , sin de-
duccion alguna en caso de enfermedad , y otros. ocho
pesos por cada 20 millas de viaje tanto á ida como á la.
vuelta. Los presidentes de ambos cuerpos reciben diez
y seis pesos diarios cada uno. El poder judicial 'es'in-
amovible , y sus individuos son nombrados por el Presi-
dente para toda la vida.
Sus rentas desde junio de 1852 hasta igual mes de
1853 se elevaron á 58.981,865 duros , procedentes de
las aduanas , y á 2.405, 708 procedentes de la venta de
tierras y otros arbitrios menores ; total 61.5 57,5 74.
Sus gastos ascendieron á 45.544,447, quedando un so-
brante de 17.793,127 duros.
La deuda pública del Gobierno en 4 de marzo de
1853 era de 69.190,057, y habiéndose pagado á cuen-
ta desde aquella época 12.703,329 , queda dicha deu-
da reducida á 56.48-6,708 duros; pero si á ella se agre-
ga la particular de los Estados, que asciende á mas
de 200 millones puede regularse la citada deuda ge-
neral en 260 millones de duros.
Reservando para el próximo capítulo la conclusion
de estos rápidos apuntes estadísticos terminaré el pre-
sente haciendo una aclaracion que creo muy oportuna.
C. ualquipra que lea el estractó que acabo de dar de las
ventas de los 'Estados Unidos, se figurará que en ellos
no se pagan contribuciones , pues que en las relaciones
oficiales del Gobierno, no se citan mas entradas que las
de las aduanas y de la venta de tierras; y que por lo
tanto es aquel ,pais el mas feliz del mundo. Esta es la
idea que se forma á primera vista ; pero la cuestion va-
ría completamente de aspecto ál entrar en la prolija enu-
merador' de las cargas locales que sufre cada .Estado
para atender á. sus gastos ordinarios , y aun si se quiere
de fomento , cnyas cargas -locales, cubiertas en` gran
parte con contribuciones directas, , señaladamente sobre
la industria dan por resultado que los, angloamericanos
no están menos gravados de impuestos que cualquier
pueblo de Europa. Algun dia puede que me ocupe de
explicar los infinitos medios de que estos gobiernos fe-
derales echan mano para sacar el dinero del bolsillo de
los contribuyentes no 'siempre, empleado en gastos
imprescindibles y útiles al país, sino para enriquecer
algunos de sus Régulos, .corno we ha visto recientemente
en acusaciones_ públicas de vituperable corcúsion hasta
en uno de los Estados mas importantes , corno lo es el
de Mueva-York ; por ahora diré tan solo que de los cua-
dros comparativos de Cuba con los Estados .Unidos,
aparece mucho mas lisonjera y ventajosa la situaciori de
los propietarios é industriales de nuestra Antilla. Como
algunos se figuran cándidamente que si la isla de Cuba
llegara á ser anexada á los Estados Unidos, sus habi-
tantes iiabian de ser mas ricos y mas dichosos, es muy'
conveniente desengañarlos con tiempo de tan funesto'
error, y convencerlos de que labia` de empeorar su si-
tuacion bajo todos conceptos, por mas c'ue se trate de
deslumbrarlos con risueñas. pinturas. 'Séame permitido
por lo tanto creer que con estas anticipadas manifcstacio-
nes hago un gran servicio á los' que pudieran ser en-
vueltos eh el torbellino de" cálculos .tan 'efímeros corno
ilusorios.
8`8
CAPITULO ' XVII.

Coratirivacion de los ápuiites' so b re la importancia polí-


tica de los Estados Un idos.

Corno una continuación de los datos estadísticos de


los Estados Unidos, principiados en el capítulo anterior,
procederé á describir el maravilloso progreso de su po-
blacion , la cual segun el censo (le 1850, que es el mas
reciente . y el mas cumplido, se elevaba en la citada época
á 23.256,972 almas; y.en el dia, y guardada proporcion
con el aumento que ha tenido en los últimos sesenta
años no debe bajar de 25 millones. lié aquí su cálculo
por décadas; en 1 790 era tan solo de 3.920,827; en 1800
habia llegado ya' á 5.505,941; 1810 á 7.239,814;
en .1-820 ;á 9.658,191; en 1.830. á 12.866,020; en 1840
á 17.069,455; yen 1850 á 25.256,972. Así, pues, en
la primera década •hubo un aurn,ento de 25 por 100, en
la segunda, de 3G-45 ; en la tercena de 53-J2; en la
cuarta,. de 33.48 ;. en la quinta, de 32-67; y en la sesta
_

de 36.25J.
No es menor la rapidez con qué se han multiplicado
las fábricas y se . ha entendido el comercio ; pero antes
de 'aterrarme en estos 'c•zlcúlo , daré una idea aunque
muy sucinta, del estado actual de su agricultura. Uno
de los ramos de mayor riqueza para la república anglo-
americana, son las tierras de dominio nacional, las cua-
les se van vendiendo, con mucha"estimacion á las em-
presas agrícola s formadas con los brazos de tantos miles
de emigrados que entran todos los años.
Comprendiendo las tierras del Oregon,'California,
Nueva-Méjico Uta , Indiana y Nebraska se gradúa.
de 1584 millones de acres fanegas las tierras de los Es6
lados Unidos; pero separando los antedichos territorios de
reciente adquisicion , los cuales aunque los mas estera-
89
ros serán los últimos en poblarse por sus inmensas dis-
tancias, el área de los restantes es de 42 x.103,750 acres;
y corno hasta 30 de noviembre de 1850 no se ''labia ad-
judicado mas que la cuarta parte, ó » sea 106 ,025,957,
quedaban todavía disponibles 51Š.077,815, que á razon
(le 1 peso 25 centavos, que es su precie corriente, re-
presentan un valor de cerca de 400 millones de duros; y
si á ellos se agregan los 1,160 millones de acres que
abrazan los nuevos territorios arriba descritos, y que
indudablemente entrarán en cultivo, si las inmigracio-
nes continúan con tanto ardor como en el dia, subirá la
numeracion de la riqueza por este lado á una suma in-
creible. Las últimas relaciones estadísticas dan por ven-
didos desde 1.833 á'l850, es decir, en diez y ocho años,
74.729,986 acres, que hicieron entrar en las cajas na-
cionales 95.433,000 duros. Tomando el promedio
de 4.151,660 acres vendidos anualmente' desde 1835
á 1850 , quedarian ad;udicadós en setenta y ríete
años los 518.077,813, que son los primeros disponibles.
La tierra que hasta el dia se considera aprovecha-
da ó de cultivo, es tan solo de 11.2.042,000 acres. Las
máquinas y aperos de labranza empleados en dicho cul-
tivo , representan un valor de 154.820,273 duros; y
el ganado , comprendidas todas sus clases, se gradúa
en 552.705, 258 duros. Sus pricipales producciones son
el trigo, cuya cósecha se calcula de 105 millones de fa-
negas; el maiz, que entra por 600 millones (le idem; el
tabaco por 200 millones de libras; el algodon por dos
millones y medio de balas de á 1,000 libras; la lana
por 52 millones de libras; la manteca por 312 millones;
el queso por 104 millones tambien de libras ; el vino
por 140,000 galones ; el heno por 14 millones de to-
neladas de á 20 quintales ; el cáñamo por 75 millones
{le idem; la simiente de linaza por 567,749 fanegas el
azúcar de alerzo (maplo sugar) por 33 millones (le li=
7
90
bras; el azúcar de caña por 318,644 bocoyes de á4,000
libras.
Hay en el áia en los referidos Estados deja Union
4.559 manufacturas ð. que con un capital de
28.118,650 duros, y dando ocupacion á 22,678 ham-
bres y 16,574 mujeres, rinden un producto anual
de 42.207,555 duros.
Las ,de algodon, en número de 1,094, con un capi-
tal de 74.501,031 , y ocupando 33,150 hombres y
59,136 mujeres, rinden, 61.869,184 duros.
Las de hierro, en número de 2,190, con un capi-
tal de 49.258,006, y ocupando 57,021 hombres, rin-
den 54.604,006 duros.
, Los ferro-carriles planteados hasta abril de 1852,
recorren la enorme distancia de 10,808 millas. El cos-
to de las primeras 5,800 millas, de que da cuenta el
censo á que me refiero, se elevó á 208.213,901 duros,
tocapdo por término medio á cada milla 35,890.
Hay asimismo una línea de canales de 3,552 millas.
Las iinportaciones en el año de 1851 ascendieron á
216.224,932 duros, y las esportaciones á 218.588,011.
Los productos de esportacion que figuraron por
mayores cantidades en dicho año fueron :

Lbs de la pesca por . 3.291,601 pl.


Los_de sal bosques por. . ..., . . . . .6.768,711
tos de la.agricultura en la parte animal
por. . ... . . . . ,. . . . ,. . . . . . 7:399,655
Los
• ,
de la , agricultura en la ,parte vege—
tal per. . . ' . . . . . ' . . . . . . 16.877,8,il
Entrando el trigo por 1.025,1732
La harina por. . . . • • .- . 10.524,391
nVmai ,PQ r. ., . .. ... . ••. 1.762,549
Y el arroz por. .. ., .. . . . . . .2 170 927 • *„ • 3
Por separado, de los anteriores produc-
e tos ascendiála esportacion de taba-:
bao° á. ‘,. t< . . j . • ,. . . . . . 9,219,251
VI algodon á., ..;,. . . . .. '., Su. 112.315,317 '
al
Cuadro de l eas importaciones y esportaciones
de los L'stados Unidos eon, to s paises e.s-
trarajer• o m en 1831.

-Valor de las im- Valor do las es _.


NACIONES. portaciones. porlaciones'.
. Pa. 1's: 1's.

1. Rusia 1.392, 782 1.611,691


2, Prusia 20,542 85,.913'
3. , Suecia y Noruega. . . . 967,237 782, 36.6,
4. Indias occidentales sue-
cas 29,00.1 01,902::
5. Dinamarca... . . . 38,887 111,Z9:7
6. Indias occidentales da-
nesas-. . . . , . . . . . 235,894 1.028;280
7. Ciudades anseáticas . . . 10.008,364 6.0.47,447:
8. Holanda. . . . . . . . . 2.052,706 2.195,1691
9. Indias orientales holan-
desas. . . . . . ..... 41 0,1 1 8 247,570:
10. Indias occidentales holan-
desas 5'72,470- 504,981.
11. Guayana holandesa . . 89,673 91';071'
12. Bélgica. . . . • • • 2.377, 630 2.85(1;012`
13. In g laterra . 90.612,238 113.2-73,181
14. Escocia 2.999,710. 4.072;04W
15. Irlanda. í. • • 235,938 . 19 J,;888
'16. Gibraltar. • . . • . • 73,604. 230;433;
17: Malta . . . .. . . 26,167 76,299:.
18,. Indias orientales .britá--
nicas. . .. ... ... 3.336,335 688,39«
19:.. Cabo deBuenaEsperanza. 123,293 1615891
20: Isla Mauricio. . . . . . n 1:9,85/-^
21.: Honduras británica. . . 174.,526 237;161,
22. Guay anabritánica... .. . 44.213 544,281
21. Indias occ i dentales, britá-
nicas. . 1.0d3,871 4.10-3,54
24. Canadá . • . • . •• 4 . 9 56,475 7.92911.0
25. Colonias británicas en
A 1nLric a . 1. 736,651 4.. 0858 7a
92
balar de las by- Valor de las es-
portaciones. portacioues.
NACIONES. •Ps. Fs. Ps. Fs.

26. Otras colonias británicas. 132


27. Francia sobre el Atlán-
tico. 99.789,124 27.381,7311
28. Francia sobre el Mediter-
ráneo •••• 1.926,429 870,411
29. Francia , Indias occiden-
tales. 29,929 310,281
30. Pesquería francesa de Mi-
quelon » , 3,715
31. Guay ana francesa. . . 28,948 46,344
32. Borbon francesa 22,728
33. España en el Atlántico. 451,797 959,788
34. España en el Mediter-
ráneo • •
1.710,776 4.594,803
35. Islas Canarias 27,718 19,179
36. Islas Filipinas. . 1. 254,688 132,544
37. Cuba 17.046,931 6.524,123
38. Puerto Rico. . .. . . . 2.480,329 1.018,619
39. Portugal. . ... . .. 367,548 172,328
40. Madera 102,148 101,765
41. Fayal y Azores 32,852 21,285
42. Cabo Verde.-. . . . 1,850 59,913
43; Italia en general 2.051,897 1.864,240
44. ,Sicilia: 852,921 49,936
45. Cerdeña. 2,802 330,289
46. Trieste. . 730,788 2.496,467
47. Turquía 901,236 227,733
48. Hayti 1.889,968 1.847,290
49. Méjico. . . .. • • . 1.804,779 1.581,783
50: América central 149,856 262,391
- 51. Nueva Granada. . . . 695,606 3.040,822
52. Venezuela 2.380,295 1.044,525
53: Brasil 11.625,304 3.752,916
54. República argentina. • • 3.265,382 1.074,768
55.. República cisplatina. '. . 19,114 45,789
56. Chile 2.734,746 1.895,305
57. Perú. 94,733 272,098
58. 'China. . . . . . . . . . 7.065,144 2.485,287
Valor de las im- V al o r de l;is"is=
NACIONES. líortacioncs.' rortaciones:
Ps, F s. Ps. r's.

.i9. Indias occide n tales. . . 25,751 76,936


60. Ec u ador. 76,692
61. América del Sur. . . 30,829 76,911.
62. Africa en géneral. 1.163,176 1.,340,6U_
63. Asia en general >> 71,961
64. Mar pacifico. . . •• 2,298 666,978
65. Islas Sandwich 16,852 381.

Este comercio se hizo por 8,951 buques angloanñe-


ricanos, que median 5.054,349" toneladas, -y por 10,759
buques . éstranjeros con ;1.959,091 toneladas. En el
mismo año de 1851 se construyeron en los astilleros de
los Estados Unidos 1,357 buques con 298,293 tone-
ladas.
Además del gran comercio que acabo de indicar,
contraido á las importaciones y esportaciones de los
puertos de la Union, debe hacerse mencion del no me-
nos importante que hacen sus barcos en los paises es-
iranjeros, ya fletados por diversas naciones y ya por su
propia cuenta, por lo que se ha dado á los angloameri-
canos, y no sin razon, el dictado de arrieros de todo el
mundo. Hé aquí por qué en todos los mares se ve on-
dear la bandera de su marina mercante. Una gran par-
te de los que arriban á los puertos de Cuba se ejercita
en este tráfico especulativo, cargando efectos para los,
varios puntos de Europa, señaladamente para Inglater-
ra y Rusia. •
El ejército de esta república se compone de un cuer-
po de ingenieros , otro de ingenieros topógrafos, otra
de estado mayor , dos de dragones, uno (le carabineros
montados, cuatro de caballería ligera y ocho de infante-
ría; pero tan bajos de fuerza, que entre todos escasa-
94
mente llegarán á 10,000 hombres. En la milicia na-
cional hay inscritos mas de dos millones de indi-
viduos.
La marina consta de 11 navíos de línea, 12 fragatas
de á 44, 2 de á 30, 21 corbetas, 4 bergantines, . .go-
letas, 5 fragatas de vapor, y 16 vapores de guerra de di-
versos calibres total 74 buques con 1,985 cañones;
pero debe advertirse que la mayor parte de estos buques
están desarmados en los arsenales, y otros en los astille-
ros en construccion.
Doy por concluida la rápida reseña de los datos es-
tadísticos de los Estarlos Unidos: acaso en otra ocasion
entraré en mayores detalles; pero'como mi objeto prin-
cipal es el de presentar aquel páis en toda su preponde-
rancia para deducir consecuencias favorables á mi ar-
gumentacion, creo que lo dicho podrá ser bastante por
ahora. Espero asimismo que no será desagradable al
público el pequeño servicio que haya podido prestarle,
poniéndolo al corriente, aunque de un modo muy com-
pendiado, del estado actual de un país que si al presente
es amigo, pueden, sin embargo, surgir algunas cuestio-
nes t c lusa (le su proximidad á nuestros dominios ultra-
marinos, que suspendan ó alteren estas buenas rela-
ciones.

C APITUL O X VIII.

Ninguna nacion necesita tan t o. d e la p az co m o la ame-


ricana.

De las premisas establecidas en los . capítulos anterio-


res acerca de la importancia material y política de los
Estados Unidos , podrá fácilmente ` sacarse ' la mejor
prueba de la exactitud de mi primera proposicion , á
saber : de que ninguna nacion necesita tanto de la paz
€orno la americana yy quién hay que sea capaz de . ne-
gar ô de poner en duda una verdad ' tan` universalmente
reconocida , de que las naciones no pueden prospera.>
sino con el beneficio de la paz? Recórranse las historias
antigua y moderna; ¿.y qué se encontrará en ellas? De-
solacion ruina y aniquilamiento de poblacion , con los
horrores de Marte: ilustra.cion , engrandecimiento de
los Estados , morí eracion , abundancia, y riqueza cua
do los pueblos han podido entregarse tranquilamente al
fomento de sus intereses materiales. Las guerras dejan
abiertas siempre hondas llagas que solo el curso bonan-
cible del tiempo puede cicatrizar, aunque no siempre
tan completamente que no queden resentidos y aun
gangrenados los pueblos que han sido teatro de aque-
llas , por manera, que, no sin gran dificultad' pueden bot.-
rarse sus devastadoras huellas.
Pues si esto acontece en los pueblos que se hallan
en estado normal, es dec-ir, en los que desde .machos
siglos van siguiendo la carrera natural de los tiempos,
y sin alterar en gran manera sus hábitos , y costumbres,
reducidos á sus justos límites y sin miras de ambic Q
ni de conquistas: i con cuánta mas viveza habrán de
esperimentarso los desastrosos efectos de la guerra en
un país que no puede sostenerse por tradiciones anti-
guas , sino por sus rápidos y aun precipitado movi-
mientos!
Si la paz es conveniente á las naciones que han ad-
quirido una sólida fuerza por la homogeneidad' de sus,
habitantes , por ilustres recuerdos de una nacionalidad
que se pierde en la oscuridad de los ' tiempos, por la
influencia poderosa do una misma , religion ,. por la
identidad d'e su carácter; lengua y costumbres , por su
intima union, y por sentimientos de independencia , de
nobleza"y orgullo de sus altos hechos , arraigados pro-
fundamente en el pecho de cada uno de sus individuo;
96
cuánto mas conveniente ha de ser dicha paz á las socie-
dades compuestas de elementos heterogéneos , de dire-
rentes inclinaciones y tendencias , de diversos idiomas,
de encontradas religiones , de opuestas aspiraciones, de
intereses en colision ., y sin mas vínculos patrios que los
del lucro y de la necesidad , y mas-si abunda en ellas
una poblacion inquieta y tumultuosa, compuesta en gran.
parte , de genios díscolos y atrabiliarios;, capaces por si
solos de conmover el estado por sus cimientos , desde
el momento, en. q u e , por no tener nada de sagrado que
los ligue á aquel suelo , careciesen de los recursos para
remediar sus mas apremiantes necesidades , como suce-
deria infaliblemente si se interrumpiesen en los Estados
Unidos las relaciones industriales y comerciales, cuyos
eslabones forman esa gran cadena que se conserva aho-
ra compacta , pero que caeria á pedazos en el caso de
una guerra larga y dispendiosa!
Y aun este cuadro adquirirá mayor fuerza de espre-
sion y de verdad si á él se agrega la pugna natural é
indispensable de los Estados del Norte con los del Sur,.
porque en todo sentido son opuestos sus intereses , no
solo porque ' teniendo éstos una esclavitud que se eleva
à mas de tres millones de individuos han de abogar
por su conservacion , al_ paso ' que los .del Norte deben
condenarla y la condenan abiertamente , sino porque
los aranceles que pueden convenir á` los unos, son con-
trarios á los otros , y porque la mayor parte de las dis-
posiciones , económicas y administrativas favorecen á
unos en cuanto perjudican á sus rivales , y producen à
un tiempo satisfaceion .y disgusto. Y una situacion tan
violenta y de -ta n . duros contrastes , ¿se puede conlle
var de otro modo sino , con la política y con la paz? -
Ya en el dia los pueblos prescinden de infecundas
luchas y de estériles y ruinosas pretensiones cuando
están de por medio los intereses materiales este es el
97
siglo del positivismo y: no .dè: vanas utopias. seria
posible que los Estados Unidos , que tanto han adelan-
.
tado en la carrera de la. ilustracion a desconociesen unos
principios tan saludables y:tan en armonía con el bien-
estar de las naciones? No lo creo dé , ra'rngun modo. Me
ceñiré ahora , porlo tañto , átrazar el cuadro de los
bienes que aquellos pueden reportar de la` paz', dejan-
do para su oportuno. lugar .la enuméracion de los rnales}
que habrian de sobrevenirles con la guerra.
Los Estados Unidos , que en los últimos sesenta
años han visto sestuplicar su poblacion ; como que se
ha elevado desde 4 millones á; 25, Pueden` prometerse
seguramente que con los beneficios de la paz ,-Ÿ en
igual periodo de sesenta años, segun la progresion que
se tiene observada hasta el dia , ascenderá á un ' núme-
ro otro tanto mayor, -y probablemente escederá de. los
50 millones, habiéndosè desmontado gradualmente en
este periodo , y reducido á: cultivi y la mayor parte de
los 318 millones de acres de _ tierra de : sus primeros
dominios, quedando todavia' de reserva los nuevamente
adquiridos, que como he -dicho en el articulo anterior,
se g.raduabaw-en 9,160 rnillones ; en los cuales .puèd.é
prosperar una poblacion de mas de 1 00 millones de al-
mas, habida cuenta á,los cuadros de sti`pobl7cion ac}tual;
Y una nacion como la angloamericana .' que po-
see tierras tan fertiles para mantener 150 millones de.
habitantes , con . todos los elementos -qué puedan 'pro-
veer á su bienestar, ¿necesita: acaso 'salir á apoderarse
violentamente de las ajenas ; perdiendo por este medio
aquel estado - venturoso de pai, que sin esfuerzo ni`,sa-
criacio..púede y debe convertir dicha nacion en el im-
perio mas poderoso del mundo Serian on cierto modo
disculpables les angloamericanos ; si á falta de tierras,
como los romanos, se vieran precisados á invadir y. á
apropiarse las dé sus vecinos; pero siendo dueños de
98
una estension muy superiór á sus necesidades presen-
tes , y atm à las de un siglo :por lo ' menos ,:por muy rá-
pidos que sean sus progresos ,, co:meterian -con sus avio-
lentas 'é innecesarias estralimitaciónes el mayor de los
absurdos, que no cabe en cabezas bien -orbanizailas, corno
Io , sort: las de ,los enemrgados de regir los destinos de
aquella gran Çonfederacio-ri.... ..
véase ;pues ,: , demostrado hasta: ;la .evidencia ,.que
à ninguna nacion; conviene tanto la paz cono á la anglo-
americana : ella va . caminando en- la carrera del'.;pro-
greso ;; todas ; sus-emptestis agrieálas ,. fabriles y: coiner-
clales-, se pu:éd-e decir que se .hallan en estado nacien-
te : las naciones' del antiguo mu'ndo ,, corno que tan solo
predomina en ellas el espíritu de defender, consolidar,
y á lo sumo. ,; mejorar le existente , sin pretensioiles de
engrandecimiento ; tienen menos: necesidad de la paz, y
pueden mejor }Iacer frente álos azares de la guerra,
porque lo arraigado de su: posesion, y tantos elementos
que favorecen su accion :y sus derechos las hacen, si no
invulnerables ,: por lo menos de : Una resistencia supe-
rior, al paso que los.deleznablès fundamentos de un edi•
ficio gigantesco ; levantado con; demasiada precipita—
don, contando por sus principales apoyos el crédito y
la esperanza ,; es mas fácil'que bambolee al menor ven-
diabal, y que, venga al suelo _sr arrecia el li.uracan.
Pese bien, él. Gobierno : de Washington .eStas consi-
deraciones que; nunca, debiera' perder, de vista para
mantener à toda costa la paz que tantos y tari sublimes
beneficios debe derramar sobre aquel pais , y evite
dgdosamente todo conflicto , el eual haciéndole :pérder
la 'brillante posicion -en que ahora ;se halla , pudiera
muy bien trocar su actual' risuefia' perspectiva en des-
órdeá,' c o nfu s ión y ruin;}'. Háy ÏEotasejos que cuando son
buenós.., deben recibirse ,; aunque avengan, d e un ene-
miga :: cbn mayor motivo, pueden aceptarse cuando
proceden de la sana :intención y del buen deseo de
quien ni es -enemigo de los Estados Unidos ni quisiera
serlo.
Los Estados Unidos :deben á la paz esa gran prepon-
derancia que ostentan en la actualidad. Mientras que
Napoleon estuvo en guerra con toda la Europa , y por
u n periodo todavía mas largo con la Inglaterra, puede
decirse que la bandera americana era la única que re-
corria todos los mares libre y- desembarázadannente
aprovechándose de las ganancias comerciales , de que
se veían privadas las demás naciones. La bandera ame-
ricana;, respetada universalmente en aquella época por
su carácter de neutralidad absoluta, era la coñductora
de todos los productos propios ' y estraños , habiendo
aumentado por este medio 'su marina mercante y su ri-
queza de un modo rápido y prodigioso.
Si llega á prolongarse el estado de guerra entre las
potencias occidentales de Europa y las del Norte,
podrán los angloamericanos, observando igual neu-
tralidad , volver á disfrutar de las mismas ventajas
que les ofreció , la anterior lucha europea , como que las
circunstancias se les han' de presentar de ' un modo rio
menos favorable ; mas si, lo que no es de esperar, con-
cibieran el desatinado pensamiento de valerse en su vez
de una oportunidad al parecer propicia para promover
aIgun conflicto á la España , perderían desde luego su
brillante posicion , y se convertirian en negativos todos
los resultados de su mal calculada ambicion.
Teniendo motivos para apreciar e l . buen juicio la
fina inteligencia de las personas que dirigen los negocios
públicos , y aun la opinión de dichos Estados Unidos,
no puedo creer que quieran adoptar una línea de con-
ducta tan torcida , qu e . no solo los inhabilitase para ady
quirir nuevas é importantisimas ventajas materiales,
sino que les haría perder indudablemente las de que 'se
100
hallan en pacífica posesión, como lo derñostraré nias
adelante. Por poco que se medite se vendrá en cono-
cimiento de que los americanos están obligados, si-
quiera ; por egoismo , á no turbar la paz de las naciones
amigas y no intentar agresion alguna , mayormente
cuando carecen de un motivo justificado., que pudiera
atenuar la odiosa conculcacion del derecho público, de
la razon y de la justicia , pues soló así podrian llevarse
á cabo tamaños desafueros.
Tengo una idea :demasiado elevada de la rectitud,
prevision y talento del Gobierno americano para rece-
lar que puedan realizarse los tristes vaticinios de algu-
nos políticos escesivamenté suspicaces y desconfiados,
quienes dejándose' llevar jde las primeras impresiones,
no pueden parárse á' reflexionar que sometiendo.. por
regla general la república de la Union todas sus empre-
sas y .proyectos al principio utilitario y al cálculo espe
çulativo , no es posible que encuentre una fase deslum-
bradora en Iá hipotética cuestion á que se refieren estas
anticipadas reflexiones..

CAPI7l'ULD. XIX. ,.

Los hombres entendidos y juiciosos de los Estados


Unidos desean la paz.

La segunda proposicion que voy ;i demostrar , de


que loshombres enteudidos y juiciosos de los -Estados
Unidos desean la páz., es una emanacion de los princi-
pios que he sentado en el artículo anterior. Y en verdad
que solo los ignorantes, los fanáticos á los que no tie-
rien vinculo alguno de interés que los ligue á aquella
sociedad , pueden 'pensar de otro modo. De estas tres
clases los liay ,. y por desgracia no; en tan corto número
corno seria de desear para que no surgieran trastornos;
loi,
pero al lado de estos hombres turbulentos y viciosos,
hay otros muchos que son morigerados y buenos ciuda-
danos , y que condenan los escesos y vituperables im-
pulsos de sus compatriotas si tal nombre se puede dar
á la indómita plebe y soez canalla que mas de una
vez ha querido sobreponerse á las leyes abusando de
la laxitud de las mismas ,, laxitud que fué acordada por
los primeros legisladores para afianzar los derechos in-
dividuales , pero que por la mala índole de los hom-
bres se convierte con frecuencia en corrosivo ve-
neno.
Si bien reconozco que abunda en los referidos Es-
tados de la Union esta gente perdida , pronta siempre
à tomar parte en revoluciones , y aun à promover dis-
turbios y alborotos de execrables tendencias ,. no se de-
be negar tampoco que la mayoría de la pcoblacion pen-
sadora y de alguna instruccion , ó no sumergida en la
crasa ignorancia de las abyectas masas , está dotada de
virtudes, y respeta la religion y la moral pública. Es
pues una vulgaridad fallar en tono magistral, sin nias
razón que el recuerdo de algunos actos brutales , que
toda gente sensata vitupera , que en dicho pais no hay
religion , ni hay moralidad. Los que por lanzar un ana-
tema , aunque justo, contra las personas viciosas y cor-
rompidas de una nacion cualquiera , comprenden en su
censura à todos los 'individuos que la componen , no
pueden menos de incurrir en un grave error ; y de él
se convencerían, contrayéndome al país de que me estoy
ocupando, si despues de haber recorrido en un dia festi-
vo las calles de una ciudad en las horas dedicadas al ser-
vicio divino, y de haber observado el contraste del respe-
tuoso silencio que en todas ellas reina con el ruido y con-
fusion de los dias de trabajo, entrasen en cualquiera de
los templos abiertos para adorar la divinidad bajo tantas
y tan diversas formas como diferentes son sus sectas. Al
102
pisar los umbrales de una iglesia .católica: , quedariatr
edificados , aun los que no profesan esta santa religion,'
porque la solemnidad con que se celebran sus eere-
mouias, en las que se emplean por lo . menos dos horas,
arroba el alma con la piadosa contemplacian de sus
inefables misterios. Y aun en los demás templos no ca-
tólicos, que se fallan del . mismo modo llenos siempre
de gente echarian de ver :que no es menos su com-
postura y su mística devocion.
Procediendo luego à la parte de moralidad , y .prin-
cipiando por la del trato social , no creo que haya otro
país en el que se guarde mas pudor y decencia por par-
te del bello sexo', ni mas respeto por parte del mas
fuerte. Allí., corno en todas partes, hay escepciones á.
la regia general mas nada suponen contra el carácter
nacional. Acaso no será este tan rígido y severo en las
transacciones de intereses matèriales; pero debe tenerse
presente que en los paises eminentemente comerciales,
corno'-_lo son los ' Estados Unidos, no es posible encon-
trar las costumbres patriarcales', y aquella inflexible
buena fe , sinceridad y delicadeza, que es el patrimonio
escl.usivo de los pueblos que viven de tradiciones y con
poco trato.estra:njero.
A pesar de eso., no escasean hombres tan virtuosos
corvo los cuácaros , sin estar inscritos en aquella secta.
Los hay en todas las carreras' y en toda las profesiones,
y aun en la .:crisma prensa ; pues he conocido á algunos
de les: que à ella pertenecen, que no sine riesgo de sus
personas y de sus establecimientos en dias de perturba- '
cron., han levantado su voz con valentía', para combatir
los errores y los desmates de las masas agi.iadás', pro-
clamando doctrinas de. órders , delnoralidad y de justi-
cia. Me. honro con la amistad de algunos de ellos, que
pueden ,ser propuestos por modchs de honradez y de de-
licada inteligencia • no pudiendo menos do apuntar . si
1 V5
quiera el ilustre nombre de 11fir. Quin, redactor .I^rinc^j
pal del Public Ledger de Filadelfia ; que inerece- en aIta
grado mi aprecio y estirmcion.
Todos estos.:. hombres. honrados , abundan cn las
ideas quelle emitido era losiprecedentes artículos, todos
ellos.' desean 'la °paz del mismo modo que, yo', y la "dé-
sean. con tal vehemencia ,' que se oponen abiertamente
á que se ha g a la menor tentativa sobre la isla de Cuba,.
porque aun en el= caso de que pudiera .adquirirse sin
el menor trabajo, opinan que su incorporacaon :`habia'
de ser una calamidad, ó por lo menos una manzana de
discordia para la república analoamericana, y. con di>
ble ,motivo, si para lograr aquel intente fue ra precisa
alterar su estado de sosiego, único que puede hacer
prosperar_ aquellos paises.
Tambáen en este sentida han hablado recientemente
algunos individuos del parlamenta , y del mismo modoÈ
raciocinarr; todos los hoínbres públicos que -se hán 'pa-
rado á reflexionar detenidamente sobre las consecuen-
cias de todo conflicto que pudiera suscitarse ` eón la Es-
pAa .por la adquisiei'on dé una' isla que enviérre en su.
seno sobrados elementos de corrflabracion para los que
la codici a n. ¡Y cómo los horribrés. pensadárés de los
Estados Unidos pudieran dejar de ver. lós' escollos de
que esta erizada aquella =suesfion ? ` 1: Y cómo pudieran
dejar de comprender: y. de apreciar erí , todo su valor lae
razones presentadas en el-curso de esta discusion ?i-'
Repito, puÉS; y. lo repito . ion toda confianza , qtre
los hombres de gobierno de ^ ï los 'EstadnS Unidos , y lbe
que , saben hacer cálculos exactos en política,, deséaii .la
paz; y.cormIsaben que para conservarla °deberi'désistir
de toda idea de conquista- ; sobre pÉ+éblQs que tienen
bastante dibn.idnd°; para defender' gus derechos , están
muy distantes de~. apoyarlos Movimientos revoluciona.'
rios.. Y no sé ' crea-, que en- solarnente s los: torys á ^lós^
moderados los que piensan con .tanto. juicio y cordura:
en igual caso ; se hallan los demócratas , •salvo ,algunas
excepciones. El actual presidente , el honorable Pierce,
que pertenece, á . este último' partido ,::Ira sido , si cabe,
mas esplícito y mas ardiente que sus antecesores Taylor
y ,Willrnore , que militaban en el bando opuesto , para
condenar toda, ilegal agresion y , para abogar por la
paz y por la buena armonía con la España. Los espí-
ritus inquietos y bulliciosos, que fundaban en el triunfo
de, la democracia todas sus esperanzas para llevar á ca-
bo sus desvastadores planes contra nuestras posesiones
ultramarinas , , han recibido un terrible. desengañó. Aun
los ciudadanos mas pronunciados en ideas exageradas
cuando se hallan fuera del peder reprimen sus vol-
cánicos ímpetus desde el momento en que suben à él.
Ya desde entonces no pertenecen à si mismos sirio á la
patria que les ha confiado sus destinos; y solo un espí-
ritu protervo, ó. un genio atrabiliario sería capaz de sa-
crificar à sus,aisladas y violentas convicciones la felici-
tlad de sus conciudadanos.
Çolocados en ,el mando , examinan las cuestiones po-
líticas con mucho pulso y circunspeccion , adquieren
una ,ilustracion completa de todas ellas por medio de
los órganos administrativos, ' pesan con la fria razon g
con desapasionada lógica las, circunstancias favorables y
adversas de toda empresa, calculan con sagaz p rovision
los probables resultados de sus providencias , y piensan,
meditan y reflexionan maduramente antes de'engolfarse
en planes de alta: trascendencia .y »de peligrosas : even-
tualidades.
Arguyo por lo tanto que mientras* baya en los Es-
t.ados Unidos hombres. ilustrados y buenos políticos , y
no puede menos de haberlos en un país , en el que se
presta un cuidado; tan especial á la,instruccion pública,
ha de ser aquella nacion regida por la :inteligencia , y
fOkil'
Or 'là iritéligeri`ria `17'a de see Âazirnisti© r ^ diriaitlbl>
opini o n de las masas yla
esclusivo es y será'Sl ièniprè ^'la-`c'^encia, ^ri^nfa^';^
^ ^-é
`-- ^^
ignorancia en torí`ós lós eas;os y crc^r^f^st+^nci.as, ique aur ,..
aluna vez haya podido. ésta ¢ en sü p^•itner'-a,^reba^tbn- ^e
cùticar razon. Apelo•p u es- á esa par te ilustrada' pára
comprobar la exa•ctitud der' ` segunda- 1 prbpos'rioti.;
seguro .de - q ue liabrá- muy pocós ,.; ° ó ..:tnl ,vez{ nifiguito,
como
...: Y. no ' esté
, ,. farratizado- Cou^ _vana:s'útoDias. , c^ue.^l^je2 dd
^onoc e r^. que'
grie ^' por
: las consid^erac^ion^es ^+^spresadas:;ar^te.
riormenre que s;iheri ea.leu`lar toda-via nlejor qti.d
yo_, no co / r^viene K á los Estados
+^ Unidos la. guerra, con
Espan-a ^ y noeonvirltétiddles, : es``c;Îaro gtie`'h'an'` -'d'eJ
sear que no se altere .la .paz.
R.,..

ïL%
CAPITULO

Cora tzin^rïr^^ nacion deb e^ ser ,tan funesta


._,
lu^gu^er ta á
:..:-.
. r ..:lQ8 :est.^.^os ^^uidos cbrno' con la ^,`s^.ictña.,:

H a llegado si uno á la tercera proposieioñTèdn-f


cida
• 6
á que , si fieaaesta habia de-= ser lat' ^guerra ci ::lós Es-
^àdOs tkiclos con cualquiera na nácioic
io , ^ inclusive,
o
, lo habia de ser muclio, mas oon , la' Espiea. Bae
tante se ha dicho en los artículos sa n-teriores:areraa > c^:
lo conveniente que es á. todos l'os pueblos generaU el
estado de paz: po r no incurrir en repetiGiones . enetjosag,;.
me ceñiré en éste iá "ïdeslindar las: eireunstancias»espe
ciales que para el `caso 'hipotético nna.;gu-erra,liál'xian
de causá'r mayor ó menor daño á: ,lás. nánibn'eg bel^e-
rántes.' Partiendo. del 'principio de que quien-Mas :- tieneí
qué perder es- el que debe sufrir tnayores luébraptoB,l
côrriprenderá fácilmente que no- es la : España
mas- puede temer por . esté tado. t'Vay iu demostrarloí eñt.
un "cúadró comparativo de la misma con la nacion in-
8
*Oit
glosa %, que esl la :que' :se presenta de mayor .respeto p;a-
ro .amerieanos.
14t It,g#oterrrn;, etin iOdas's:te posesiones
^ co#,onia^ ,; impartée. : en I.853: ;en los.
Fxstadds ; Li,ni dos , por . valor, de. ' p:esos
-' fuertes.
Y ; . . . ,: ? .. . . ::. : , . .. :; ; . . .: ., . . '105.323,079
^: .^paña , , ta tubien , Cdtl tod as' su s co- :
^n^ia^:, ^o importó sino: . . .` ^ •: `. 22.97L„;6d.1
La Inglaterra esportó en aquel :aeo, pro-
4uctos, ameriCtianos :pvr. . : y; . . . <, . : i 25:223,634
Idem, productos estranj.er.os : por: .; .° . .: ... 11.799 251
Ji
Total de esportacion por la Inglaterra.. I37.022,885

La España esportó productos america-


nos por. ..... .. ti .755,864
Idem productos estràuïjeros por'... -i .503,242

'total de esportacien•por España. 13.259,106

La! importaç,'ron de mercancías inglesas


hizo :en; harcós arnericà>n:os ,. que .
:rnedian' toheladas. . . .° . ; ,,.. 1:859;644
Meta en.4rbos' 'inglesei y estranjeros. . 1 .4.98,455
Leesp.orta -cion > >para :inglaterra par bar-,
dog -arnericanós: fúé de. .: : .: :; .. . .i :460;743.
Idem 'eci bar+cos .inglesés y estranjeràs. , . ; 888;1681
.L-aj-mporlacion _d o :, proituc:tós: españó:les.,
s, ae`;;Wizo. ;en ' .bartos :;americanos , quQ
.

uaidieron ; tïonelada's.; .. , :. . . , . . ,., , 419,434


Idem; Q n ;Iiarcias' españoles .y estranjeros, ,. .J : 89,438
L,arta,podac¡on para; fsparaa e n ; l.iareQS ^ .
tz^nae3rictinqa;^fue ^le : . .,.., . ^^ . i
i ,:. ^
48$;,203.
Idem, iecr:b:arees., esp^^ole.s
^ y estxanjeros. .; 97,356
' ^ï
401
Y si de los valores antedichos separamos Cuba,'
Puerto Rico .y Filipinas, que figuran por 20.781,94e'
pesos en la importation , y por 7."675,286 en la es
portacion , resultará que la Península 'hace con los Ésta-
dos Unidos un comerció tan 'insignificante que no Llega
á 3.000,000 de pesos su importacion, y'á poco mas de
esta suma la esportacion y aun este comercio quedaria
casi reducido 'á la nulidad' si no fuera por el algodon
que se llevó para Cataluña , que es ló que constituye
el renglon principal.
Si á los cálculos que acabo de trazar sobre ala im-
portancia del comercio de Inglaterra con los Estados
Unidos , que representasun movimiento de 241.000,000
de-pesos se agregan consideraciones especiales -de con-
veniencia recíproca figurando en primera línea el al=
gadon para alimentar' las manufacturas de Inglaterra,
así como otros productos" del, 'suelo americano de que
aquella necesita urgentemente , y 'ara clièhos 'Estad'os
los inmensos capitales ingleses empleados en todos` los
ramos de la mencionada república , señaladamente en
los-bancos y en. las -grandes compañías y establecimien-
tos , no deberá -estrañarse que se hallen tan estrecha-
mente enlazadas ambas naciones por el interés coman;
y que por su propia conservacion se hagan mutuas
concesiones, algunas de le as cuales llevan el carácter
de sacrificios revestidos 'del 'debido decoro.
Ambas "pueden destruirse recíprocamente , ó por lo
menos cansarse daños de muy difícil' repara clon'; pero
la: ruina de la una lleva envuelta la de su rival. Soló as
se esplica la feliz tertninaciofl de sus empeñadas coñ-
tiendas'sobre el Canadá , sobre él Oregon y sobre las
pesquerías etc., etc. Sin las razones que acabo de indi-
car, y; que las conocen mejor que yo los polrticosinw
gleses y americanos , cada una de 'dichas' cuestiones Ice=
bria promovido una guerra , y ya desde larga fecha ha.
fria sido el: Canadá el primer-.blanco de la, invasiones
gloamericanas , porque precisamente. aquel territorio
ati
es el que mas les convendria para redondear sus estados,
y para alejar de su seno un enemigo tan, poderoso.
En la forzada posicion en .,que ambos pueblos se ha-
Han de hacerse reciprocos sacrificios para evitar un
rompimiento , sería demasiada candidez pensar que la
Inglaterra habia de alterar su sistema pacífico por de-
fonder la isla de Cuba en el caso de q-ue el gobierno de
la Union, olvidando su propia conveniencia , fuese ca-
paz (lo que no puedo creer) de intentar apoderarse de
ella por la fuerza de las armas.
La España tendría en tal caso á su favor las simpatías
de la Inglaterra y,.de. toda la Europa. La Inglaterra em
plearia, á no dudarlo, todos los recursos de la diplomacia,
para impedir que la isla de Cuba pasara á manos de los
americanos, y moveria todos los resortes imaginables,
coma lo ha practicado hasta el dia ,,por lo cual se ha
hecho acreedora á nuestra gratitud; mas por grande
que fuera su :empeño , corno no dudo que lo seria para
apoyar esta causa , no quiero ilusionarme con la idea de
que se decidiese á tomar el aspecto hostil , y á engol-
farse por este motivo en una guerra con su antigua:
co lonia. ...
Quisiera equivocarme en mis juicios, pero cl modo
de hacer frente á dolorosas eventualidades; y de no es-
ponerse á tristes desengaños , es el de contar cada uno
con sus propios recursos, y, nosotros los tenemos afir-
mativos y negativos pata defender nuestros derechos,
corno se dirá en su oportuno lugar. Mi alma se llena de
consuelo al contemplar qu o no es nuestra suerte tan
precaria,, que esté. pendiente .del auxilio estranjero , el
cual,. así puede corresponder como faltar á la lisonjera'
esp,eránza.; y aun â las cálculos .finas razonables de la
política .
1 09
Empero suspendiendo' por ahora estas prematuras
ilaciones- volveré á' Mi punto de partida, que es" el' de
probar , que si á los Estados 'Unidos no conviene 'la
guerra con la Iri ē later'ra ;- le conviene menos con la
España: A loque ya he manifestado antes, y que creó s'ea
suficiente para acreditar la' exactitud del primer estremo
de mi proposicion,`aiïladiré que si la Inglaterra pudiera
prescindir de los daños "que habian dé sobrevenirle', ^le
sería muy fácit suscitar una . sangrienta revolución`1,en
los Estados Unidos sin, mas que retirar sus inmensos
capitales y suspender su 'comercio , • cuya 'consecuencia
inmediata habia de ser la quiebra de los ' bancos, la
clausura de 'una gran parte de los establecimientos , in-
dustriales , y hi paraliiacion de las emprescs agrícolas,
ya que todas ellas, -corvo que están apoyadas en gran rri'a-
n`era en el crédita , se verian arrilinadas , Óvendrian Á
parar en taI decadencia ,'que seria preciso despedir cen-
tenares de tuiles de - operarios ;`- los cuales , careciendo
de jornal y dil necesario sustento para sus familias, - se
enáreaariari ,por necesidad á toda clase de escesos ; y
aunque es verdad que' el Gobierno las podria -remediar
à fuerza de sacrificios pecuniar.ios, habitan estos de ser
de tal magnitud que llegarian á' `agotarse si duraba mu-
,cho tiempó aquel estado de penuria ÿ .de' de3órden.
Siendo el corso ma ritimo otro de , los medios ferle-
dables de destruir el comercio de una n acioh', es Clara
que, .apelaria''tainbien à este recurso ; pero' llé aqtrt d6#>-
de empieza la gran ventaja de "la España sobre la Inála'-

'te ^rra en el caso que quiero presuponer per via- de ar=


giimentacion ; y de ningtin -modo para escitar Ias
pasiones. ;Siendo el conjeréip de la Inglaterra mas in/4
portante todavía que el de los Estados Unidos , sabrían
estos hacer represalias que los indemnizasen ampliarnen-
te de sus pérdidas por este lado , por manera que se ar-
ruinaria et comercio de ambos pueblos , ya que ninguna
de sus naves podria cansiderarse segura en la mar; ¡ tan
resuelta y tan encarnizada séria indudablemente laper.
secucion por ambas partes!
Presupuesta una guerra con. España, esta nacion,
que por los grandes recursos que encierra en su seno,
podria visir sin el comercio :esterior , retiraria à sus
puertos los buques mercantes para convertirlos en cor-
sarios ; y eu tal caso , y no quedando en la mar buque
alguno español con mas mercancía que cañones y fusi-
les , no podria escitar la codicia, de los americanos para
armar, por su parte , corsarios que salieran à resarcirse
de sus grandes quebrantos sobre, buques enemigos. En
presupuesta lucha , los sôbrios y esforzados españoles,
sin esponer mas capital que el de sus aprestos guerre-
ros , se lanzarian á pelear contra débiles tripulaciones
de barcos cargados de mercancías de todos los puntos
,del globo.
Yéase , pues , si es exacta miproposicion de que
con ninguna nacion habia de ser "tan funesta la guer-
ra â los Estados Unidos como ,cou l Espafia. Ninguna
se halla en posicion tan favorable para apoderarse de
la riqueza de su enemigo sin espOner la suya propia.
Lo España, como ya he die,ho anteriormente, puede
vivir sin comercio maritimo ; no 'así los Estadds Unidos,
ni laInglaterra. La. Espaùa no tiene parte vulnerable
sino en sus colonias , que por su corto número 'no ' ha de
s. r tan: difícil defender. Los Estados Unidos abrazan
unos dominios tan dilatados , que aunque fuera mas
respetable su marina, , y aurique pudieran aprontar ejér-
citos
, mas numerosos , no les habia de ser tan fácil eu-
brir se inmensos flancos corn o ' á la España los suyos.

'•'
Il I
.ri.-

'CAPITÜLQ XXI: , ' :.


e . . , . .. ^ ... . . . ^ ^ . -
.. > ' .., ^' . . . . . .
9

. salir con
Iiàc España `puede lietór cle iádb ° eonilictd 'ë^ófz
:
. l'`as ,; 'síados Unidos;
. . .
Procederé en este cápitulo á'dilù `eiclar'là cttirEa' Ma:
posicion sobre qu e ld España puede salir ce iibnor-pdr
si sola dé, todo'` Conflicto ;en 'qué!azarostis circiigtstaneias
=
y mal c alculaclàs ri,ilíiéhhies ; piicliérainn' erttio'°rroérlit : co^t
lés Estados Unidos':
Aunque esto y ru uy" distâbté de » creer
realizarse la antedicha -siiposicion ; porque por' ^a's ácl^+
raciones ciné se ban dado en los 'ëapítulos ant°é'rrlorés îc
vendri en cónocimiento -de 'gué los arialoarbe e >!ican'as 1fiei
han +_le quèrer perde'r'sn aEtuà-ctando
lugar^ à uñ'a., girerra ir^t3
i e cesari^a `y bajo ; tod4sc;on^eo t^;s
^
r°ui q nsa', voy á demostrar siri ; e^nbarge' las 'nus' ' pre4
hables consecuencias de ella, efr .él r casó de qüé alguno
de los politicos \ mas violentos `Ÿ aluç3rïádos pudiéra' úb.
dia pensar en promoverla.` :Y cuōrnó• -nó puéclé''répntaile
por tiempo perdido :, sino por Muy 'el qu.e se- eïrlplée
en a fianzar la pa2 , y = en :dar` barantrasrri:rs' f.firrnes 'á' 1a
buena in;téliácncia "entr e pueblos'qúe : debreran Métnt
pre amigos , así como•en.estrectiar' lós '*itiëulós (terne.
tua ConVel'liërleial, 'entraré en' estas esplieÁCiân'es; 'no
con el vano designio dé del`htie%tit
poder, menos con él' de lastimar lu -ssusceptililï'derit
otros Gobiernos, 1 `tW nirtgein' rnod;é : :cor[ el; :de
tempestivas `provoéacëàies^ :tá n 'ajenas `earaëter:
C
Con' - ssalvedades'iíb
ad , ,
a^ivedit 'n ^(^ riïal`^^lo.s"^^at^t^oá ^^
ricanas que ahoï^cl^
.
;,ésta: ctres^ion ,:^iiigïié
,
t sea há'b'tr^^
fase tan`ina[ata:n ^ fe't'cÁso' ^un ‘' ^tterra ;.4u6
admitir tan ^ sôlo ëot n b'rnern°hipdtesis , sí^Cía de^ s^rté^
que se armarian' 'tó'da's ' las escitadras de agiiellá^p n^l^'t
¡lee
y se levantarian numerosos cuerpos de tropa para guar-
necer dichas escuadras,, r par,a 'hççer desembarcos en
nuestras posesiones ultramarinas , que indudablemente
snfi• irianlos primeros a,taques.. Preséindiendo. de 1ds•irl-
mensos sacrificios que ,e,çsn esto s e,p,rest;os se impondrian al
pais ; cuya importante cuestion reservo para el artículo
i.rirp.eiiato dpy ; par ,^supuesioAue se presentarian ilnpo-
qeníeguerzas de mar .y tierra,, sobre . l a" isla de Gub.a>,,que
seria, seguramente el . ïblanc() :principal, de su puntería.
Qum?, lambien e s,. do ; suponer. nie los„enurnigos habian
de encontrar la citada isla bien defend ida ;,-;ya. q;ue_mn¡
dpr,aptemaya;hab:ria, e ^^1?:,e^•r^o:espa^^;ól.. tóinal.lo,dispo-
siTd}+vngs enérgié<as parar hacer una tiesésperada,, -resisten-
cia,, 'no foco, flabia de.serles verificar sus desern-
bareo. m.,, 4roler:0 aun.,admitienk esta- primera vegtaja,
quelnp drián,oprlseguir .
al favor .de dilatado de las cos-
^á,s ; ,q ;n^ . Carn.prender^ ^de 00_' 709 leguas, ,dquú hál^rian
adela-n^ás dpr^^en < Wn pais desierto• to
,., y; del çua^. seiriair alejan.
, . .
ç^Q;^eilñytilizando„
^ toda çlase :de auYrlios ; ? .I^ec,esitártarl
, ; cet^;dQ^. ; çtesde
:^o,rr^.^ri r^n: . l^ós Estaaos Unidos hasta el
p^a^tc^ , ó,pun^o^,de^desernharco, cuyo cordon babria de
c,Qrttinuar clesde estos.hasta los í c,^^áe fueran ocupando en
jq ieterrrór;de;la isla,,„ y sólo :por,este medio podiian re-
çlbk; prQv?sion;es ; ,.de;gtierra ,y boca,. y .cuanto pudieran
ngGes}Pr. ;p ^ ra= r^^dQlxan4ilt. ,Operaciene.. ;
,, Ahç^r^. >.^ien^ ^un,guer . .se ^ ,a,drñita por un, r^ornenLc^
, ^
r^ue.,^,parrsa,de,la .superioridad.tie las fuerzas marítimas
+1,04;19s iEsta,dos U rliid o s f pnen 4 s ç4 delogte, del puerto
4e 4s4abana., po ,puflie^a, la esGuadra lb espanola,
1 moverl
sp,k,aqwuelle ;,babia, queda ri a,n,f4rerá de:,ellrtlas:%erzzlis
sy,tiike; que,por; mi , poco ealatl?a ;tomariarō ,lwsicion ,egtre
.
^o
^^t^^l^ ^r,dáb ō^e^±^;^o ^ ,^at#Qtres, y„^ajo^, fopdos; q ue, iantg
^^^ 4k, ien ^^uella:s; , Fos;s,. y.;c^uek :,rpu ;iil_ō liçadas por
4ilR pit9§ bmeos cós,t,e^•,o,s; qu,e. s P tGnnYrGirlan ;en;otràs
1
^^'^ ^en^^^^s ^^! ^ ^oyrr)^e¢^^^^^=e1<,ári ehQ e000p con l=a
413
mayor facilidad, é interceptarian sus úonvoyes , y can-
sarian daños,. muy considerables , aunque algunos dp
ellos sufriesen la suerte de ser apresados. Estas son rá-
pidas indicaciones de los golpes que podrian darse per
mar , aun suponiendo que está fuera nuestra parta mas
débil. En cuanto á las operaciones de tierra , seria
nuestra po.sicion mucho mas favorable, porque'clisein ' i-
nados en columnas los treinta mil soldados que por 19
menos presentariamos en el campo:, porque los fuertes
y los grandes centros de poblacion serian guarnecidos
por el paisanaje regimentado , y obramio- dichas colum-
nas en perfecta combinacion , podrian sostener, el cam-
pó , y causar horribles destrozos en los invasores cogil,
dos ea detalle y fraccionados, porque no seria posible
que anduvieran reunidos sin morir muy pronto de ham-
bre „como sucedió á los filibusteros de Lopez , y por-
que si bien á una fuerza muy considerable se le abriria
paso ,, nuestras columnas se , tolocarian á retaguardia y
por los flancos ,.apoderándose de sus convoyes ; y fal-
tando éstos, seria irremediable su destruccion.
Despues . de bosquejados estos primeros planes
los cuales se les daria ,una regularidad y una estension,
cuyos detalles no SOL1 de este lugar , y paseándome
siempre ,por el campo ,de las suposiciones, quiero ad-
mitir que una cruzada d,e ros Estados Unidos , pues
tanto seria menester pará subyugar por su número
nuestras fuerzas militares, las obligase á retirarse ,del
campo, lo que no es tan- fácil. quedarla siempre el ar-
bitrio de reclutar voluntarios de la gente' de color, que
han sido constantemente fieles al trono español, y que
lo serian dobiemente desde el momento 'en que .se ape.-
lase,á su ,entusiasmo para arrojar los invasores, del pro,-
,fanado suelo ;•y no cabe duda que se presentarianit
inilires, los cuales mandados; por oficiales .europeos.,
h,troducirian,el terror la contusion en las lilas, de los
4-14
enemigos. Y todavía queda otro recurso estremo que
no juzgo prudente anunciar, pero que , para vencerlo,
seria preciso que la República de la Union en inasa ca-
yera sobre la isla de Cuba.
Procediendo siempre en el terreno de las gratuitas
suposiciones, quiero admitir por un momento , mas no
conceder ,• que á pesar de tantos y tan terribles élemen-
tos'de que puede disponer la España para defender la
preciosa Antilla.de la codicia estranjera , cayera en ma-
nos del enemigo ; ¿y qué habria éste adelantado? ¿ De
qué modo podría compensar tanto descalabro é indern-
nizarse de tantas pérdidas? Digo que nada habria ade-
lantado', porque entonces empezaria lo fuerte de la pe-
lea ofensiva. La España, desembarazada ya de éste pun-
to que absorbiera toda :su atencion , la dirigiria entonces
á generalizar las hostilidades 'contra los EstadoS Unidos.
¿Y de qué modo? No tanto arrojándose sobre algunos de
los puntos de aquel estenso territorio,. lo que tampoco
dejaria de intentarse , como cubriendo los mares de
corsarios que no dejaran cruzar barco alguno que no
fuera apresado. Y como seria tanto lo que habria de
ganar sobre el opulento comercio americano, esci-
tarja poderosamente la codicia de los estranjeros , los
cuales solicitarian patentes de corso, llenando las con-
diciones que prescriben las ordenanzas. De que así su-
cediera puedo dar fe por mi mismo, pues que hallán-
dome de cónsul en Liorna en. 1825, tenia Va repartidas
doce patentes que me habia remitido el Gobierno cons-
titucional de España- para hostilizar á la Francia ; y si
hubiera durado algun tiempo la guerra que el, duque
de Angulema llevó á la Península' en aquella época,
los corsarios armados por mi en, el citado puerto de
Liorna, hablan bastado para destruir el comercio
francés en Levante: No, tengo inconveniente ni reparo
en declarar estos hechos, porque se hallan de perfecta
415
conformidad con los mas rigurosos preceptos del dere-
cho. público.
A
Y aun sin necesitar del auxilio estranjero para esta
clase de hostilidades tenemos abundancia de marine-
ros nacionales, especialmente en las costas de Cataluña,
Islas Baleares y en el mar. de Cantabria , que son los
mejores del mundo , ó por lo menos nadie puede aven-
tajarles en inteliáencia, arrojo , fortaleza sufrimiento;
marineros que 'movidos por el, entusiasmo patrio , y ha=
lagados por el poderoso incentivo del interés., serian
capaces de las mayores, heroicidades.
La España abunda en buques veleros los mas aco-
modados al corso; abunda asimismo _en" inteligéntes, es-
perimentados y atrevidos pilotos ; y sobrarian fondos
para ésta clase cl,e armamentos , porque el comercio
paralizado en el caso que se presupone, dedicaria á. este
ramo una gran parte de los que habría retirado de su
acostumbrado tráfico : así que bien puede asegurarse
que el elemento que da vida . é importancia á la ` Repú-
blica de los Estados Unidos , que es la navegácion mer-
cante , quedaria completamente . aniquilado. Y .. como á
esta cuestion va unida la de gastos para los armamen-
tos, á cuyo ramo se'r'efere.la quinta proposicion que he
iniciado., reservo para el próximo capítulo la continua-
cion de mis reflexiones.

CAPITULO XXII.

El levantamiento de tropas y apresto de escuadras es


mucho mas , costoso á. los, Estados . Unidos que á 14
^ Taña.

V oy á describir e n este capítulo los inmensos sacri•


ficios que el Gobierno de lo s Estados Unidos tendria
que imponer al pueblo para sostener la presupuesta
116
guerra;;} con esta, demostracion:quedará suCcientemen-
te comprobada la exactitud de mi quinta proposicion
;sobre que el 'leva;' tamniento de tropas y el apresto de
.escuadras cuesta .á los angloamericanos .otro tanto mas
que, á, los ingleses , y cuatro veces mas que á los espa-
ñoles.
Se evidencia esta verdad sin mas que examinar su
presupuesto actual de gastos, en el que el ramo de
guerra, 'ó sean las erogaciones de los 10,.000 hombres
que escasamente tiene dicho Gobierno en activo servi-
cio , importaron .en 1851 8.949;767 duros, c con los
{demás gastos de la milicia se elevaron á 11.811,792;
y como que en lo s buenos cálculos de economía políti-
ca se.gradúa en Europa un millon ' de duros por cada
10,000 , hombres, se verá desde luego la enorme dife-
rencia de los gastos de la referida república, que esco-
de en seis tantos á la regla general:,. regla .. que puede
aplicarse á España, cuyas ' fuerzas militares de mas de
-cien mil hombres cuestan. al Estado, poco mas de doce
millones de duros.
Y si escesivo parece este •cálculo en' lo relativo al
ejercito de los ' Estados Unidos de fija residencia en su
territorio, es incomparablemente mayor fuera de él, ya
que segun las relaciones de los papeles públicos con
referencia á los debates del parlamento de" Washington,
pasaron de..1 0 millones de duros los que se dieron
peor gastados en la guerra de Méjico en 1846, para aten-
der al sostenimiento de unos quince mil espedicionarios
porel espacio de poco mas de-un año. Siento no tener
-la` mano los do' cu.mentós' originales para prefijar mejor
estos hechos; pero á'buen següc ro que si cometo alguna
inexactitud , ha de ser de muy poca consecuencia, y
que de ni ^ ngun modo puede desvirtuar la fuerza de mis
argumentos:
Además de las pruebas 'de dúnmeros que` acabo de
11
dar :en apoyo de mi proposicion, invocaré el testimonio
de personas intiy entendidas en los, negocios de hacien.:,
da de los Estados Unidos, de cuya boca he oitlo chas de
una vez , que un soldado de la república americana
cuesta un duro diario , mientras que el español 'cuesta
poco mas de una peseta, comprendiendo en ella los gas-
tos estraordinariós de cuerpos científicos, planas mayo-
res y domas atenciones propias de la milicia. Y"este cál-
culo no deberá parecer exagerado , si se considera que
no permitiendo las leyes de aquella república que se
haga ningun enganche forzado, y debiéndose componer
de voluntarios 'todas sus tropas de mar y tierra 'inclusi-
ve las tripulaciones de sus escuadras, - `tiene que recibir
la ley de dichos voluntarios , quienes fijan á su antojo
el precio de' sus servicios.,
Tomando, pues, el primer tipo que. sale á cuatro
millones de duros anuales por cada mil soldados, ó mas
bien tomando el de lo invertido en la guerra de Méjico;
que saleá seis millones por cada mil hombres, en aten-
cion á los muchos gastos estraordinarios que ocurren en,
esta clase de espediciones, y asimismo al desórden de:
la adrninistracion, de cuyo mal adolece sobradamente
la de los Estados Unidos, resultaria que si estos envia-
ban 40,000 hombres de desembarco á la isla de Cuba,,
que tantos son necesarios para concebir alguna esperan-
za de buen resultado, seria preciso que desembolsáran;;
240 millones de duros para este servicio , y una suma
si no . igual , por lo menos muy crecida para mantener
sus, numerosas escuadrase ya que sin fuerzas muy res.
potables de mar y tierra, sería una locura acometer latí
árdua empresa.
jY qué fruto sacaria el Gobierno americano de estos
inauditos sacrificios de hombres y dinero ? Bien se pue
de asegurar que ninguno, porque aun en la suposici©n
mas favorable para el enemigo, cual sería la de poder-
118
se entregar la tropa al saqueó de algunas poblaciones,
nirgun beneficio obtendria el Gobierno de estos actos
de vandalismo, y aun muy poco los mismos saqueado'
res,. porque en tales casos es mucho lo que se destruye
y muy paco lo- que se utiliza. -
Y como que aun en la hipótesis de perderse la isla
de Cuba, lejos de césar la guerra. con España, se redo-
blaria entonces su furor,, segun he manifestado en los-
capítulos anteriores, q,uec aria desde luego paralizado el
comercio de la república porque el elevado premio de
los seguro.s, que seria el primer perjuicio y de gran con-
sidera,cion: que esperimentariá, y los fundados temores
de caer: en manos de los corsarios españoles, no dejarian
mover de los puertos de la Union los barcos de aquella
nacion á no ser que fueran convoyados por fuerzas ma-
rítimas muy'respe.tables cuyos dobles armamentos au-
mentarian •indefinidamente los gastos del Gobierno sin
ninguna compensacion.
Y paralizado el comercio, y paralizada la industria
¿qué sería de los Estados Unidos? Como todas sus ren-
tas proceden en la actualidad de las aduanas, seria pre-
ciso que los gastos ordinarios y estraordinarios se cu-
brieran con grandes y continuas derrámas sobre unos
pueblos que no estando acostumbrados á esta clase de
sacrificios :habian de maldecir y execrar al -Gobierno
que por su imprevision .y . torpeza habria conducido el
pais á un estado tan angustioso y lamentable. De este
descontento, - que cada dia habia de ser mayor, ya que
no podria ser suavizado por ninguna consideracion de
orgullo nacional ,-. ni por sentimientos generosos, ni
por principios utilitarios, supuesto que su .grito de guer-
ra no . podía ser otro sino' el de una ambicion desorde-
nada, á una estéril. `é impolítica agresion
contra una potencia amiga y deferente; de este descon-
tento que:adquiriria creces colosales con las apremian-
* 19
tes necesidades dp tantos proletarios que carecerian de
jornal, y que por sp escesivo número no podrian ser man-
tenidos por el, Gobierno sino por un, tiempo limitado
nacerían escenas las mas terribles y desgarradoras, que
podrian llegar hasta el estremo de que con puñal en
mano se proporcionase el pobre la subsistencia que le
negaba la paralización de la industria.
Y aunque se diga que ésta podria no quedar. inter
rumpida supuesto que los barcos neutrales concurririan
á sacar sus productos, por lo menos este ramo sufrida
notablemente , porque los mas altos fieles que se exi
gieran á causa de las eventualidades de- la guerra im-
posibilitarian á aquellas fábricas, de competir con las es-
tranjeras , concediendo á lo sumo que podria continuar
por el citado medio la esportacion de los productos
agrícolas de que necesita la Europa , como el algodon
y algunos otros renglones , ; pero aun admitida la no in-
terrupcion• de este ramo, no podria Salvarse aquel
país de su ruina, producida por la estancacion de los de-
mas, y muy particularmente de la navegacion en la que
funda su existencia una buena parte de su poblacion.
Para que llegara á esperimentarse en los Estados Uni-
dos la calamidad que acabo de anunciar , no necesita la
España hacer grandes esfuerzos sino sostener la guerra de
corso uno ó dos años,. porque indudablemente, en ese
tiempo habria agotado el enemigo todos sus recursos
metálicos, y se habria arruinado completamente, por-
que si bien es cierto que la deuda pública del Gobierno,
segun nuestros primeros cuadros, no asciende mas que
á 56 millones y medio de duros , hay que agregar, á.
este cálculo la deuda particular de los Estados , que
pasa d:é 200 millones ; así que reunidas ambas suben
á la no insignificante cantidad de 260 millones de . duros>
ó sea 5,200 millones de reales , segun va apuntado en
otro Jugar.'
S t•''la república angloamericana llegara á'tá"n fatal es=
"tremQ, y no cabe duda que llegaría como ' consecuencia
necesaria de las Eirenmisas establecidas , clamaría por la
paz, toda la poblacion , señaladamente la .que tuviera
alguna propiedad ó industria , y este* grito sería secun-
dado por todas las .nacionesf ; y cesaria la guerra ; pero
¿ de qué modo? Devolviendo la isla de Cuba á sú leaái-
mo"düeño yé indemnizándolo ámpliamente de sus que-
brantos. Para que no se crea que estas son utopias de
un'delirante cerebro , cópiaré del Bosquejo' económico-
politico de la citada "i.sla, recientemente publicado, el
i párrafo :
siguenré
El ataque:mas terrIle que sufrió esta isla fué en 10
»de agosto de 1762. El almirante inglés Pocoek con
»2$,000 combatientes,, 30 buques de guerra y 410
•trasportes se apoderó de la , Habana despues de un sitio
»de-64 (has, y de haber hecho una desesperada de-
ofensa lasiropas españolas , muy poco numerosas por
»cierto, pero ayudadas por aquellos fieles habitantes.:
»Pues si cuando. la I-labana no era una décima parte de
»lo que es en el dia , y .con escasa guarnicion supo pro-
»lonaar líór tanto tiempo su resistencia gloriosa á una
xespedicion tan formidable como la que acabamos de
»describir, ¿qué no hacia en_ el dia en que cuenta con
»elementos in fi nitamente 'mas poderosos? Un año des-
»pues de esta victoria eventual fué devuelta esta pose-
»sion: á la España por el tratado de f+'ontainebleau: »
Véase pues lo que habria adelantada la república
de la Union con promover uña guerra tan eslúpida', en
la' que lejos de ganar ; causaria un retroceso por lo me.
nbs de veinte años en su "creciente -prosperidad , pues
tantó` ó mas tiempo necesitaria para reponerse de sus
quebrantos. Véase si no est án mejor consultados sus in--:
tereses manteniendo buenas relacion es con España , y
esplotando ese rico comercio que está haciendo' én la
12I:.
actualidad con esa misma isla , á la qué dirige una pa r te
Muy considerable de sus productos sobrantes , cuyo co-
mercio legal no baja (le 25 millones de duros , Y que
se esti'ende á una cantidad mucho mayor con el• que se
hace ilegalmente , y que es muy dificil de reprimir.

CAPITULO XXIII.

Con u na buena diplomacia y con sus prop ios recur-


sos puede la Espa ñ a hacer frente á ^,la Rep ública ameri-
cana. Convenie n cia de un periódico en español y en,
inglés:

Dedicaré este capitulo al deslinde de la sesta pró-


posicion sobre qué con una-buena diplomacia , y coas'
oportunos medios de defensa f isicos , y morales , podrá
conservarse la paz con el gobierno de los Estados
Unidos , y evitarse las espedicioues filibusteras.
Siento mucho que en esta parte no pueda ser tan
esplicito como convéndria para que se juzgasen en ,sus
verdadero valor los actos ya pasados , y, para que cono-
ciéndose prácticamente cuál conducta y cuáles medi-
das hubieran producido buenos ó mejores resultados, se
huyera de los escolles, y se tomara el camino mas des-
pejado. Saltando rápidamente .por encima de la delica-
da cuestion sobre el modo de apreciar los hechos con-
sumados , en los que encuentro no poco que censurar,.
me ceñiré á sentar principios generales de actualidad..
No necesito encarecer ,las prendas de inteligencia;
sagacidad , energía , fina política y deferente trato,
combinado con el espíritu siempre noble y decoroso
de coriciliacion , que deben ser la norma de nuestra
legacion en la república angloamericana , porque son
reglas demasiado conocidas : prescindiendo ahora de
otras que no seria prudente dar al público , y deben
9
122..
formar parte de instrucciones especiales , me propongo
hablar tan solo de la parte oficiosa, que creo "debiera
sets su complemento.
Sabido es que en aquella república la palanca mas
poderosa pata mover la opinion del pueblo es la pren-
sa , que arroja á la lectura de sus` diversos Estados 700
periódicos, tirándose de algunos de ellos de 40 á 50,000
ejemplares , lo que prueba sobradamente su inmensa
circulacion y la parte activa que en la misma deben
tomar aun las clases mas oscuras. , de dichos Estados,
las cuales en razo`a de su natural credulidad ,é ignoran-
cia reciben corno . verdades evangélicas . aun los 'mayo
res desatinos cuando vienen canonizados por ella,
cualquiera que sea ,su descrédito. Por lo tanto debe el
periodismo influir necesariamente en la 1 esolucion de las
grandes cuestiones ,` no pudiendo menos de ser consul-
tado por las personas' de gobierno y aun de servir^ de
patita ,: cuando se pronuncia de un modo lógico y vi-
goroso.
Aunque una , parte de esta peligrosa potencia recibe
inspiraciones irracionales', y no es movida por los me-
jores impulsos hay otra sin embargo muy sensata y
muy ajustada á los preceptos del derecho , de la moral
y-de la justicia , pero que no siempre es-la que puede
dominar las masas. lié aquí pór qué esta parte sana de
la 'prensa americana necesita ser ayudada y robustecida
con. datos oportunos`, con acertadas reflexiones sobre
puntos determinados de controversia , y con aclaracio-
nes ó , rectificaciones de hechos inexactos , que producen
los mías funestos efectos en tanto que no queda puesta
en' claro la verdadera esencia de ellos. Necesita asimis-
tño ser-ayudada para 'tener un punto de apoyo en que
fundar aquella clase .de doctrinas, que por mas sanas
que sean, tienen que chocar con preocupaciones vulgares
ó con designios que halagan la tumultuosa plebe , y
115
Llevan, en su misma bondad ; relativa ,ciérta,impopu:l,ari-.
dac^., :que no ;es. .e^l mejor elemento para p y,
atraer á. las gentes apasionadas,. : IN,iecasita por .:últimv'
mas que de una lógica bien ordenada ,., de siancs, fuer-,,
tes y palpitantes gue den mayor realce á Ja , evidencia,
del . raciocinio. .
Convencido de las verdades ;que; : acabo . d.e sentar,:
considero que á imitacion de l' Ab,eálle ,.la, Abeja , que
se publica en Nueva +OrIcáns en francés y±en. , inglés , de,
hiera publicarse en Washington l otro periódico en ,es-
pañol y en inglés , dedicad-o á esclare'cer l;as.. importan-,
tes cuestiones-que .surgen todos los dias ' entre , aquel Go-
bierno y el de España, especialmente en la' parte relativa,:
á sus posesiones ultrarnarinYas,.:, Es cierto que ,hemos le-,
nido en aquellos Estados periódicos españoles : que han
defendido con valentía los derechos y. el honor' nacional,.
y que han _prestado eminentes servicios, señaladamente,
la Crónica de Nueva York que todavía subsiste , la
de Nueva .Orleans , que. refundió- eri:, la .Patria- ,;=.,.la
cual murió á 'manos
^ de la révolucion ; en 1851
Pelayo que acaba cle morir por, falta de' recursos. Es
cierto que 'el director de la referida Crónica, D. Apto ', -
nio Javier San,Martin, ha contraido un mérito Muy dis-
tinguido , ya con los esfuerzos de su ingenio, y ya ; cán,,
los de . su ;brazo habiendo .arrostrado los; mayores pel. i;,
grós , mérito que lo hace acreedor á que el . .Gobierno
premie sus sacrificios , porque no de otro modo p o drá
el Estado contar; con servidores, tan fieles y tan; decidip,
dos como San Martin ; pero á pesar .de lo útil; que› h4
sido y es la publicador' de la mencionada :Crónica,
único periódico que: ha . podido superar las tormentas-
politicas y las penurias metálicas , me parece que se ha-:
lria de. llenar cumplidamente su objeto , si su refundie-
ra en otro-, que publicado en ambos idiomas para, que:
lo comprendieran los ,americanos , que son los que mas,
nléesitall ser'de"sengañad©s de- tántós errores, í lod:guel
se 6-debido el necio corfípromi'so de :us vídasl é irité-`
i'eses ; y que -pueden- envolverlos , Urlavia en malés'
cvetitof, adoptára el' titule de Conciliador , y un pro.'

a'rá^na` cdtnp-ren'sivó . de las, siguientes ` condiciones':


1. • Que no hiciera la guerra sino al 'vició',al crí='
,
nii^ril ; alsedad''y
á la f a lá mentira.
. . ..
'2:' Que . aún- para corribatlr' ` los' errorés ", no esgrY•
!hiera- arfrias dé; dosafii-e r'ó , , sino .las' der
r^aeioeinio' y'de* Ja pérsuasiori, y las de una enérgica y
bien sostenida dignidad.
5.' Qúe aun en el' caso' de" atacar' personas que sé
1#nyan'seParádo dala senda dé la .legalidad', no ernpleá-
ra J lá destemplanza , sino' la fuerza dé la razon , sin te=
rnbr de' que una conducta . tan circunspecta pudiera ser
oótisideráda como signo dé° debilidad , porijúé‘ el dére•
c-1•ib y' l'á justicia no riecesitán'de armas' de mala ley para
Mlir` triunfantes.
At a '^^it' ' Que llevára - por. = preferente clivisa la paz^ tan'
^

cnn/veniente á arnbos'pueblos . , mientras:' que se pueda


ahogar' pdr ella sin abdicar el honor y la dignidad na=
ciánal.
5.' trnscribieralás ,pririeipales' ideas= de los' pé-
Vió'dieds
.^ sensatos cori- observaciones opo'rtunás ; refutan-
do lós. hechos- inexactos', , y los falsos juicios'dé los'=apá-'
oiodadós. 'ó.'-corrá.mpidos:
a ^ , , , ^ , . . ..
6: Qüe= sc'^ ocupara ^ con niayer^- esrnero- y. ateriéiort
de la parte politica de los pueblos éri los que se habla
lb irnajestiiása- léngúa - dé-' Castilla. -•
7:5 ' Que tuviera en dictiá periódico un lugar distin-
giáitfola' parte comercial de 10-1, referidos pueblos Iiispa-
nóarnericanos, por ser de . mucho interés estas noticias
aruihá'ros ciuládános de la I3niqn, q'ue' en tan' estensa
~ah -l licen' r Con ellis' un comercio' ktinlamente in-
11.` ,Que Awinulára cantemplanza un razgajo
,de los principales actos de Ja ; pública administracion
los Estados Unidos y de sus cuestiones parlamentarias.
9• • Que en la continua predicacion t de las ,mejores
doctrinas ,morales •,ypolíticas , con el 'óbjeto culminarge
de rectificar la opinion pública siem,pré que se i La viera
estraviada , entrara por mucho el empeño de conciliar
los intereses, de la nacion americana con los de la Isla
de Cuba ,. para que se estrecharan mas y mas,las'hulAa9
relaciones entre ambos, pueblos.
10. Que nunca perdiera de vista la sincera y dura-
ble conciliación entre los habitantes de la referida Isla
de Cuba empleando todos, sus esfuerzos para,.que penin-
sulares y cubanos hicieran ante el altar de su, propia
conveniencia el no muy costoso sacrificio de insustan-
ciales rencillas , procedentes de amor propio, mas bien
que de desafeccion:
Y si á estas die/ condiciones se agregara la pública.
cion de las mejores obras que' tratan de 'historia , políti-
ca y comercio de' los paises hispanoamericanos ,‘ que
udiera Muy bien hacerse , dedicando á este útil servi-
cio las columnas que en otros periódicos se destinan
folletines de novelasó juguetes literarios, y dancio,prio-
cipio por las mas recientes , soy de parecer que esta em-
presa periodística habia de, ser no solo fectinda en re-
sultados , sino muy del agrado de españoles y america-
nos , tanto mas cuanto que unos y otros hallai .ian en ella
. además de la parte instructiva . ,,,' un curso de esludio
ambos idiomas, pues que al intento deberia conservme
en lo posible lo literal del testo.
Aunque este periódico tuviera , tomo no podia me-
nos de tener siquiera por cortesía , los debidos miirau
rnientos á la legacio.n çie España., sin salirse. por Atj.
puesto de las reglas prescritas., que son las únicas ,que
pudieran darle vida y prosperidad , deberia coasermr
In -absoluta 'independencia , y ser esciusivamente res-
Tionsable . de sus actos sin que en ningun caso y bajo
ningun rCónceptÓ pudiera hacerse el menor cargo al
'Ministro español, por opiniones 'y doctrinas que en él
.se ventilarán .,, porque cualquiera que fuera la in-
fluencia que se le quisiera atribuir en • la citada empre-
sa. aquel elevado' funcionario no deberia responder
tunca sino áe las notas 6escritos que estuvieran reves-
tidos de su firma. Solo con esta protesta , que deberia
hacerse desde el principio de su publicacion , podría el
periódico que se propone desernpeñar cumplidamente
su oficiosa mision , sin causar amarguras , ni promover
úonflictos al Gobierno.

'CAPITULO XXIV.

Indicacion de les medios mas eficaces para desafiar to


'` da ngresiou pbr parte de los Estados Unidos.

En el artículo' anterior he indicado alguno de los


'muchos medios que debieran ponerse en planta para
ahogar en su cuna las espediciones filibusteras que pu-
dieran proyectarse contra la Isla de Cuba , 'sintiendo no
poder hablar esplícitamentá de los que bien manejados,
"podrian ser decisivos, porque correspondiendo á 'la di-
tilornacia , dejan de ser patrimonio del público ; bastará,
sin 'embargo llamar la atencion del Gobierno para que-
no queden esterilizados ó inertes aquellos recursos
políticos.
Hay otro medio, y acaso el 'mas eficaz para cortar los
uelos &los. revolucionariós, y para hacer que fracase
todo plan de agresion contra la Isla de Cuba , y es el
que se mantenga ésta siempre en mi estado respeta-
't'e de' defensa, bien , anilladas todas las plazas, bien
par'ada su numerósa marina, cubiertas todas las ba-
127
jas de sus cuerpos, para que se hallen constantemente
en el completo de 25 á 30,000 soldados de linea , y
bien tomadas por fin todas las medidas que Prescribe
el arte de la guerra. Sabiendo los foi •jadores de espedi-
ciones que en la Isla de Cuba manda un General va-
liente , entendido y enérgico , y que tiene á su disposi-
cion cuantos elementos puede necesitar para destruir
á los invasore3 por grande que sea su número , es bien
cierto que habrán de pensarlo mucho antes que se lan-
cen al abismo que se abriria á sus piés.
Empero para refrenar los arrebatos de la indómita é
ignorante plebe, es preciso que lleguen con "tiempo á su
conocimiento estos formidables recursos guerreros, y
que se convenzan de que encontrará en Cuba su se-
pulcro todo el que se atreva á prófanar"agiiel suelo. Ya
los filibusteros que se creiau invencibles con un rifleen
la mano , han perdido en gran- manera sus brios., desde
que ha llegado á su noticia, que en la citada' isla se ha
repartido esa arma mortífera á las compañías de prefe-
rencia ., y quo amaestradas tnuy de antemano, sabrian
apagar todos los fuegos de sus enorgullecidos adversa-
rios. Tambien es bueno que sepan que desde mucho
tiempo está formado el registro de la guardia nacional,
y que en caso de peligro se irprovisariari como por en-
canto en muy pocos días 25 ó 30 batallones , que viva-
lizarian con las tropas de linea en, entusiasmo .y bizai.i ía;.
r deben saber finalmente que en apuradas circunstan-
cias sería todo habitante de la espresada isla un valeroso
campeon del legítimo Gobierno, y un defensor interesado
de su vida y hacienda.
Las continuas reclamaciones que hicieran los agen-
tes diplomáticos al Gobierno de la Union siempre que
por medio de sus agentes y emisarios adquiriesen noti-
cias de reuniones de gente reclutada ó armada , de
apresto de municiones de guerra y `boca , de fletamiento
4 2.8
de buques en determinados puntos, y de todo otro ny?,
vimiento relativo á la or ranizacion de las mencionadas
expediciones, producirian un bien , mayor todavía que
á la España , á los mismos individuos que tan estúpida
v desesperadamente se alistasen para esta clase de infa-
mes .agresiones , .ya que así podria salvárseles de su ;.in-
evitable ruina.
La tan digna como esforzada autoridad que manda
en Cuba , no puede ni debe temerlas , , aunque no deja
de estar en su interés el desear siquiera `por humanidad,
que se sofoquen en el mismo suelo en qu,e el génio del
mal haya logrado abortarlas. Si yo Cambien deseo que
se atajen oportunamente tan desalmados impulsos no
es porque tenga el menor recelo de que peligre nuestra
dominacion , y sí por evitar al país los males que lleva
consigo una invasion cualquiera , aunque se destruya
muy pronto, como no puede menos de ser de.strui,da
toda la que se intente contra Cuba. Desde luego en un
País conmovido se paraliza el' comercio , se alejan de él
los especuladores , se retiran los fondos de toda em-
presa,. se esconde el_ metálico se introduce la descon-
fianza se estancan las operaciones agrícolas é indus-
triales , y se resienten estraordinariamente todos los ra-
mos de la riqueza pública. :Y aunque se disipe la tor-
menta , aunque vuelva la calma y se asegure con mas
firmeza el Gobierno, siempre queda estremecido dicho
país, y se necesita mucho , tiempo para que renazca la
confianza , y para que todos los negocios vuelvan á to-
mar su acostumbrado giro.
Hé aqui por qué es de desear que al . paso que la
Isla de ,Cuba ofrezca un aspecto :imponente bajo todos
conceptos , que así inspire confianza á sus habitantes
como` desaliento á los revolucionarios se apliquen to-
dos los esfuerzos para impedir lasplida de tuerz a arma-
i
da 'de los puertos vecinos ; y esto no pie parece dif cil
129

oi la diplomacia sabe emplear provechosamente los irl-


r.ensos recursos de que puede disponer. Una partida
poco .numerosa de bandoleros podrá muy bien burlar
la vigilancia de las autoridades locales , mas no así una
fuerza algun. tanto respetable corno la de 4 ó 6,000 hom-
bres ,con la que se quiere amenazarnos. .Aun cuando se
quisiera formar en pelotones,sueltos , distribuidos en di-
versos puntos, y con- tal reserva que envolviese un jura-
mento solemne , seria imposible que no se trasluciese
desde sus primeros trabajos y aun mas desde que se
fueran aprestando las armas, las - municiones y demás
elementos de guerra. Si fácil ha de ser por lo tanto se-
guir los pasos .á los directores-de estas tramas desde su
origen lo ha de ser mas todavía desde el momento. en
que traten de : regularizarlas', y sobre todo desde que
se llegue al punto de ,fletar _ buques y hacer los em-
barques.
El Gobierno americano que condena estas agresio-
nes , y - que en el último discurso presidencial acaba
de ratificar sus sentimientos de. moralidad y de justicia,
asi corno de respeto al derecho internacional, no po-
dria menos de enviar órdenes - apremiantes para des-
baratar estos sacrílegos proyectos, siempre que llegase
á sus manos alguna reclamacion de nuestros agentes
diplomáticos, que habrian de ser, y serian, á no dudar-
lo , en el caso presupuesto , los mas activos en seguir
el hilo de tales maquinaciones. Aunque se quieran in-
vocar las anchas garantías de las leyes de la Union para
proceder libremente á ciertos actos altamente sospe-
chosos, sin embargo , tienen aquellas sus .-limites y en-
tra la accion del Gobierno desde el punto en que las
ideas .exageradas , las tempestuosas peroraciones de las
reuniones democráticas, y los planes concebidos en los
clubs pasan á la. esfera de realidades.
Apoyado el Gobierno americano . en la ley de 18111,
que prohibe el reclutamiento de gente , y la formacioti
de expediciones para invadir 'un país amigo , tiene me-
dios para impedirlas sin faltar á la libertad tan estensa,
á la que suelen acogerse los genios díscolos y perturba-
dores para llevar adelante sus maquiavélicos planes. Y
ese ° mismo Gobierno , que supo reprintir los movimien-
tos de los espedicionarios de Isla Redonda y los de
.otros dos buques que debieran haber salido en Agosto
de 4851 en auxilio de Lopez , ¿ no 'labia de poder re-
primir los que habrian de ejecutarse en una escala tan
, vasta , como fuera el apresto y embarque de cuatro á
seis mil hombres? Imposible es que se lleven á efecto
espediciones de tal magnitud sin la anuencia del Go-
bierno; y como éste no puede echar sobre su frente
una mancha tan vergonzosa que equivaldria a' revestirse
del mismo carácter odioso de los filibusteros , lo cual
no es ni remotamente admisible , porque no está en su
pundonor y decencia , y menos en sus intereses cons-
tituirse en éstado hostil , no solo contra la España, sino
contra la Europa entera por una causa tan abominable,
es. de presumir ó mas bien es indudable , que ya por
su propia rectitud moral , ya por consecuencia de sus
principios solemnemente preconizados , y ya por las
consideraciones políticas que acabo de enunciar , no
desoiria los gritos de los agentes diplomáticos cuántas
veces reclamasen sus esfuerzos para invalidar toda agre
:ion premeditada , y aun' con mayor motivo y sin dis-
culpa , cuando se le 'indicasen los primeros pasos de su
ejecucion.
Y siendo así , como no puede menos de esperarse
de la sensatez y justifeaci ōn del actual presidente , se
lograria el objeto deseado. , que seria el de no dar lugar
<á' que fueran sacrificados en las playas de Cuba los mi-
serables que hubieran sido seducidos alevosamente por
=viles especuladores , quienes ya muy 'de antemano ten-
'5!
drian preparado un puerto de salvacion como han so-
lido.hacerlo. Sensible en estreni•\,habria (le serla re-
produccion de las escenas sangrientas del castillo. de
Atares; pero es bien seguro que bajo el mando del dig-
no y denodado general que manda en Cuba , no habia
de ser menos terrible su escarmiento. Por lo Menos de-
ben saber con tiempo los que algun clia piensen en to-
mar parte en tales desafueros, que todo el fruto que sa-
carán de sus codiciosos ó brutales impulsos será el de
regar con' su sangre 'aquel suelo clásico de la lealtad,
que lo es seguramente , aunque algunos tengan un in-
teresado empeño en rebajar su mérito.

CAl'ITUI,O XXV.

Opinion contraria á la idea de que la República ameri-


cana deba entenderse con el Capitan general de Cuba
para arreglar sus divergencias.

En los dos artículos anteriores ha quedado deslin-


dada mi sesta, proposicion sobre que con una buena di-
plomacia , y con oportunos medios de defensa en Cuba;
podrian mantenerse sin alteracion nuestras buenas re-
laciones con el Gobierno de los Estados Unidos-, y des-
baratarse todas las expediciones filibusteras que se pro-
yecten contra dicha isla. Dedicaré el actual' á esclare-
cer ciertos puntos de política mas bien suspicaz que
real, los cuales si bien los considero muy remotos,' no
y
estará de mas sin embargo tenerlos previstos calcula-
dos de antemano para no ser sorprendidos por ellos, si,
contra todas mis convicciones , llegaran á iniciarse. Ta-
les son los de que en casos dados pudieran dichos Es-
tados Unidos promover algun . conflicto con las autori-
dades de la Isla de Cuba , que les sirviera de pretesto
para hostilizada. En este sentido se esplican algunas
112
earlas que han llegado últimamente de aquellos
ses , y añaden que á tal designio se dirige. .el empeixo
de rque las euesli9nes que se susciten entre ,aquelles
pueblos y la isla de Cuba , se decidan por aquel ,Capi-
tan general, sin necesidad de , recurrir al Gobierno su-
premo. Añaden 'que desde el momento en que se cu-
descendiera con esta exigencia, que por haberse hecho
.menclon de ella por el honorable Pierce ,en su discur-
so presidencial, ha adquirido mayor importancia, , seria
muy fácil encontrar motivos mas ó menos plausibles
para alterar la buena armonía, si así convenia al Gobier-
no americano.
No cabe duda de ,que el nuestro, que conoce la
gravedad de esta reclomacion , meditará mucho antes
de resolverla,, y aun me atrevo á esperar que no la
resolverá en sentido que con tanta facilidad pudiera
envolvernos en situaciones an•ustiosa4. No se `puede
negar que es un mal tener que acudir á Madrid por ne-
gocios que á primera vista no presentan complicacion
alguna , ó que por su índole admiten poca espera. Es
indudable que estas dilaciones causan no pocas veces
grandes perjuicios. Podrán alegarse otras muchas razo-
nes para probar la conveniencia de que el. Gobierno de
Washington pudiera entenderse directamente con la
.autoridad superior de Cuba para negocios de su pecu-
liar incumbencia ; pero son mucho mas fuertes las que
pueden presentarse para demostrar los graves inconve-
nientes que llevarla en pos de sí aquella condeseen-
. diente disposicion.
Prescindiendo de que , no solo derecho , mas ni
Aun congruencia se encuentra en iniciarla., ya que ja-
más les ha ocurrido á los angloamericanos solicitarla
de la. Inglaterra, por lo que respecta á, sus posesiones
del Cánad4 y de sus Antillas , cop las que no están en
inener contacto chle con Js españolas , ; ni con las flan-
04 -
cela', cóh' las que ta-ffipotb dejan de hacer alguri to=.
mércio', se descubre desde luego que por aquel medio,.
se abrirla una ancha ptterta á demandas , tal vez intenri.
pestivas, y se drearia•una' situacion tan resbaladiza;
que nó • pódria me'no's de' causar conffreeuenciserios'
conflictos ales respectivos' Gobiernos. Y si el . de Was-
hington desea, como no debe dudarse , alejar todcnnow
tivo de desacuerdo con la España. , debe desechar aqtte-
lla idea. <
El Capitan general( de' Cuba , , por esclarecidas que.
sean siis virtudeS, su talento ÿ' su prudencia , puede.
muy bien por: una equivocacion de informes ¡ami dé
ideas, incurrir en 'alguna falta< que dé lugar á ser in-`
terpretada corno uña‘ofensa á los Fa'stados Unidos: Estos
en el caso presupuesto, sef dirigirian á aquella autori-.
dad para la debida reparacion ; y si por no' haberse
convencido' de su error,, •ó •por figurarse iastimada so'
dignidad, segun los términos Mas ó Menos comedidos'
con que se le hielera la demanda, sé negaba l á -dar lal
esplicaciones que aquellos desearan , se 'creerián
vez autorizados á pedir una satisfaccion con la fuerza'
armada ; y hé aquí el principio de una guerra cuya ter-
minacion no es fácil calcular. Dejando su,bSistir co.w.
sas como hasta el d6, no haciendo una alteracion' tan
delicada y de tanta gravedad como la qué se , pide, pne.',
den los Gobiernos de ambos paises-arreglar fácil y,dei-'
corosamente sus' diferencias , por- grande que sea sd'
complicacion.
Yendo á parar . en úlfirna' instancia dichas reclania.
clones al Gobierno supremo, hallándose éste exento de
toda pasión, dh todo res'enti'miento de amor propioirl--
nerado , y aun de escitaciones promóvidas con estudia-
dos designiog , que no pueden merios de influir en la'
resolucion de cuestiones dudosas ó controvertibles, las>
pesarla con toda la severidad de Ia fria razon , las dis-

154
cutiria- con madurez y con la debida circonspeccion,
y ,darla una solucion recta y justificada , desaprobando
los actos que fueran dignos de censura , y relevando y
aun imponiendo penas mayores ,á la autoridad ó autori-
dades que hubieran dado lugar á motivadas quejas. No
son las 'mas acertadas -por cierto -las medidas que se
toman en el mismo momento en que con razon ó sin
ella Hayan podido exacerbarse los ánimos.. Dándose al-
gun tiempo á la rellexiori- y á la calma, adquieren los
actos particulares, y aun mas los políticos, un grado
inayor'de ilustracion, y ofrecen mayores garantías de
dejar plenamente satisfechas las partes interesadas en
ellos.
Creo pues que bajo ' todos conceptos está en ! la
conveniencia del Gobierno español no alterar el sistema
que ha regido hasta el presente , es decir, que los Ca-
pitanes generales de Cuba no tengan facultad ni ini-
ciativa alguna para mezclarse en lo que de un modo ú
otro se pueda rozar ,con .,la diplomacia : toda su accion
debe, limitarse á la esposicion clara y sencilla de los
hechos disputables , que debe ser remitida _al Ministro
español que resida en. Washington , y en casos de al-
guna importancia ,. por duplicado , y en derechura al
Gobierno supremo , con todas las .aelaüaciones que pue-
dan habilitar á uno y á otro á formar un juicio exacto
sobré la materia que se versa. Este es el único y ver-
dadero medio de evitar graves compromisos; y es de
esperar que así -lo comprenda el Presidente de los Es-
tados Unidós, por poco que quiera fijar su atencion en
estas oportunas reflexiones , á menos que .no fuera otro
su designio, lo que no es creible de modo alguno, aten-
dida la rectitud y justificacion de que ha dado tan re-
levantes pruebas desde que fue elevado tan dignamen-
te al primer puesto de aquella `República.
lié aquí por' cjuó considero que no son fundadas las
noticias que han empezado á circular acerca de -inten-
ciones muy diferentes del juicio que acabo de emitir, y
mas cuando vienen revestidas de miras` innobles y. poco
dignas de una gran nacion , cuales fueran las de apro-
vechar las circunstancias angustiosas de la guerra de
Oriente, que empeñan por entero la atencion de' las
potencias occidentales, y algunas pasajeras. discordan=
cias políticas de la península para lanzarse con fútiles
pretextos sobre una . presa apetecida. No creo de , mo4o.
alguno que abriguen los Estados Unidos tan mezqui-
nas ideas especialmente las personas de gobierno,
porque aun en el caso admitido tan solo en hipótesis, de
que pudieran inclinarse á hacer este paréntesis en su,
probidad política no era posible que dejasen de, calcu-
lar que á pesar: de las antepresupuestas negaciones, no.
'labia de ser menos terrible nuestra energía, para re-
chazar intrigas tan vergonzosas , y que la España , mul-.
tiplicando sus recursos por la misma exacerbacion ea
la que se la constituyera , sabria desplegarlos , hasta un.
punto que no es fácil concebir ., y sabria asimismo con-
sumar heróicos sacrificios graduados á la gravedad de la.
ofensa.
Repito que de ningun modo puedo creer Esta aber-
racion por, parte de . los Estados Unidos; y. en esta idea
me 'confirma el tratado que se dice acaban de celebrar
con la república de Méjico , por el cual y mediante el
desembolso de 50 millones de duros han adquirido los
vastos territorios de la baja California y de la Sonora,
que tanto les convinieran para enlazar por medio de un
camino de hierro los ricos paises mineros de la alta Ca-
lifornia con el capitolio de Washington. Esta nueva ad-
quisicion , que pueden disfrutar sin ningun cuidado ni
zozobra , corrobora la fuerza de los argumentos que
aduje en las capítulos anteriores acerca de la inmensi-
dad de terrenos de que ya eran dueños para alojar una
15«
póblacidn seis vecéW mayor que la que tienen en la ac-
tualidad. Véase pues qué falta puede hacerles la agre
laciórr de otros territorios excéntricos , de que nunca
pádrian apoderarse sin esponer al mayor riesgo su fabu
losa prosperidad interior (1).
Todas estas . consideraciones fortalecen mi creencia
ae que carecen de fundamento las noticias á que me
refiero , y de que si algunos malévolos, guiados por
Miras de una insondable ambicion han podido con sus
irtiprudentes jactancias dar .lugar á que se propalen, no
pueden menos de ser rechazadas tales ideas por los
hombres públicos y sensatos que tanto abundan en di-
cha república y que ejercen sobre ella una influencia
decisiva. Si pues atendidas las menos favorables cir-
eunstanci is en pie se halla `Méjico ; se han tenido por
aquel país los miramientos`` políticos de solicitar por
medio de iin tratado , sin recurrir á la fuerza , sin em-
bargo' de que difícilmente hubiera podido ser ésta re-
sistida unos territorios' de que tanto necesitaban los
angloamericanos para redondear sus Estados, elcómo po-
drá creerse que se atrevieran á emplear dicha fuerza
para apoderarse filibusteramente de otros , no poco le-
janos - , en cuya prueba habían de encontrar un com-
pleto malogro , y cuya injusta agresion habia de prevo
car la ira de toda` la Europa, y la` inestinjuible saña de

(1) Por las últimas: noticias recibidas de los Estados Unidos


se sabe con certeza la estipulacion del tratado á que me he referi-
do, aunque con alguna variación , pues ya no e's ' toda la provin-
da .de' Sonora y baja 'California la que Méjico ha' cedido' á aquella
república , sino' una parte muy considerable de éstos territorios so=
bre el valle titulado de la Mesilla, y tampoco la cantidad en que
han sido enajenados es la de 50 millones de' duros , sino 10 millo-
nes ; mas esta modificacion no altera la base de los argumentos'
que he dejado consignados.
:471Z
. una, niackIn npl4e glnpTsa
.:en sus sentimi,-q nto:s eomo ven g a bra 1134i :14119.ies?
• , .1 "i11:4.•- 4,9
/ •
CAPITÜL0' f

í •-1-
• .Ev,entualidadqs lque,,puedeit pqr yrbOctós. de los
'vecinas,
filibusteros fraguadqs en , las, zslas mas
partiMarmeu,te bOmingo.-EsPloreknes
relativas á esta tdect, ensayadas sobre .la Macla' asta.—
Medios dqlravápr estos aajieSósr-deqígnios.
1 "' 111 ' 4':1H .») 'SS • ‹,f,f

< „1 :,Por:pqmplemento 1elcuadro, ,que acabo de bonue-


j ar sucintamente,sobre los , medi, o , de preseryarla,tisla
de C41)4,dp tqdd,acsisi,QPd ies,tinqré el presne c apitulo
á desenv41Yer, J as: lovienluil<•,lidades:,(Ille"PlileOqn
esar,,de:1ospsfu erzas de , la d ,i,plomaia ,, y eJa . rnas" fir-
me y decidida voluntad del Gobierno de los Esíaaos

dos, , pa ra, pe rseg r 4 los filt,busleros,. y : para, desb-a mtar.


pyoyect,os,e9edicionarios l ep, su . propio suelo.
Anl.aclmi ,ticlapStaílItirnasnposi94on . , 9p-1044111a°
sin , recelo ni desconfianza , porque no puedo coniújien-
-, • 'r
,der que sea otra ,la..condueta 'def um: Gobierno -que res-
:
4petp , la inával abierto un
tpdavía
• campo para,],a55, ,em i)res p ,guereras,áe,los)ieráee vo-
lucionarío ,, , y sería:el. les, orrpcierq ,pl, rluna_ de las
• Islas de. Sauloi Docnipgo .,,:f 4P(Arf, las
: do Nicaragua , etc. ,No han,.dejad9 e,,,pep,§11.1 los
.,simpatizadores ep dichos puntos, para el. :c, pso de , que el
Gobierno americano se opusiera 101. y , ,abiertamente á
• ,sus armamentos- en. e1, ,terorip _de 1,a,rep4Slic,A,
piiendo, mo es de, su deber ,
¿!„, he, citado ante,riormente.. 4:!u,,V¿ de
prelorencia sus- in¡rasera
• 1o1ip.icana ; formadp de ja,antigt.i!p 99-9J1 con
1.0
cuya idea sé pi. Clentarori 'ella en el verano , de 1852
los COrnisionado. s'Whíté y' Picket , cuando yá les habia
precedido el primer esplorador Mr. Creen , secretario
que habia sido de legacion de los Estados Unidos en
Méjico.
La visita de estos afrentes
o á la república dominicana
'tenia por Obj eto llevar á aquellas playas la influencia
análósaióna ;bieriTuera bajo uña ,anexion, ó bajo Un pro-
tectorado, y por ultimo por medio de estrechas relaciones
qtie . les . permitier4 intródneir sus afiliadoscón el carác-
ter 'de colonos, aprovechando henefiéiós os que á esta
clase dispensaba la ley de 5 de julio de 1847. Como ya
:- Se'S jiPó hon•tiehipo el mal iisó que los revoltosós anglo-
' ericabes' trataban de hacer de aq. tiella . 1ey , se apre-
suró éilireSidente 'Baez á publicar en , abril de . 1852 un
, .'.decreto reátrictivo ; « y *cuando vio mas 'de' cerca él ;peli-
áro', " y . , tuvo - conocimiento de 'los *pasos : 'de ' naturaleza
nìuyálarmnte que estaban dando en la' ..misma repú-
' 1 bli0 los' antedichos coniisionádos , 'espidió el- segundo
detiété 'de , 26. de 'setiembre del propia año, el cual
¿erraba pileka'áHos'`plarieS' insidiosos que' se iban
pieparando,
-`' Eran ésíosld's dé introducir conla capa ‘de emizra-
dos ðecuatro á' cinco Mil lyonilires ,''que de* acuerdo,
la tOiéranciá -de aquel Gobierno, 'si podian in-
-'(tet
I seelfld i en sus iras, forma rian el núcleo delas es-
di:dióhes' `Contra la écina isla de Cúba. hm
id: 1Mb al
presidente Baez , el cual siempre ha comba-
' .tidó tan hostiles designios, habiendo dado , las mas rele-
's'vaiite st tiebas' , dre súSincera y firme adhesion ála,Cuna
t l afs kiá''mayores. Yo que conozco personalmente i‘ á
d funcionario, que est oy con vein
nci doe de
su
sefitimin*to's há'cia Es,paña, asi co o d
buen illéfito. y Sigaz politica nó puedo Tenos de desear
qüéenñiaš
, lal discordias que se suscitaron última-
mente con su supesor el general Santana, pueda aquella
república prestar , las útiles servicios para . los que Am-
bos se ,hallan igualmente .calificados. Lo-,,deseo
mismo, para, que , ayudara con, sus luces nadweamuues
y con el conocimiento que tiene de los negocios públiá.os
al referido ,general Santana en el. delernpefie l ,un
atan.
tan espinoso:, descendió aquel:en fe-
brero de_ 1853 por haber cumplidasu.plazo„habiendo
sido desterrado á , los dos meses, al 'parecer por suges-
tion de algunos , consejeros de dicho general,Santaua,
recelosos de que' la influencia de Baez elLpais'atrave-
sara designios poto laudables. -
El virtuoso geneial antana , tan: valiente (soldado
como buen .patricio „tuya adhesion á la,cuna española
no es menós pronunciada y . firme que, la del referido
Baez , tiene demasiado candor y bilepa fe para salvarse
de todas las asechanzas que pudieran tenderle algunos
falsos amigos que saben tomar todas las-formas para ver
eumplidos sus deseos. El ex-presidente ,: que . -ha sido
condenado al ostraci-smo , y que á sus, mayores estudios
y á sus largos viajes por Europa, agrega la circunstancia
de estar datado de una ,imaginacion muy viya.yde
grandes alcances, sería el mejor consejero para que se
distinguiesen los buenos de los malos - patricios ,:y;hé
aquí por qué estos últimós han _tratado de malquistarlo
con el, jefe actual de aquel .Estado. No deberj estra-
ñarse por la tanto que 'interesada como mehallo en:el
bienestar del citado pais, quisiera ver á 13aez y Santana
unidos en perfecta concordia , como no lo, oreo dificil,
y reducida ' á la nulidad la maléfica influencia de .Jos
pocos díscolos que abriga el suelo dominicano.
y si la España no puede por circunstancias especia-
les tomar desde luego una, parte tan activa Coma fuera
de desear , en los negocios dq, aquel pueblo -paralos
fines que he indicado , le sobran medios sin embargo

'140
^ , ^d., .
i ^ 3t
^.^^a1t`iridu't'^, in ^ó ^reéta"; 01,^iért°o's iiiti i'rectnine^ti té én
^€ir .fuierza s'catiritl-ad ál' jefe actcjál ; qué 't:anta`s, ga-
-,ráínt'iár:s-fíbs . ófrecé' `clé cjtlé =°rn°iénIrás' , d i se halle al frente
^é'jác^t^élla- re^^blica`; nó''setií Santo 'Domingo la' fria-
driauera ^l^ ^, ^.10^ ;`. ' , :. : corno
^^: p^ráta5 ' ^ tiempo la
;lo fúé en otro
dé `la ,To'i`tú`aá .
, é lia-partieoiile • ¿ón^t^ét^ieñ'te darestos b'réves;apun-
és' -ssóbret trCi 9411 en lét qué ptiédeh, sÚscita3•se-evélrtuzc-
lid^ide's . d.esfavorablés ; .,tcaso' m as : adelanté - entraré 'e ► 3
^..,..^. ^ ,,
éplrcac^or^'. friá`s^este`nsá-^, sr^los sucesos qué se va-
-1;au. ; déSénVolVieridó ` rfie ' e orivéricen;'de : qué ha llegado
el caso de convertir en E3sCitacion ,l 'pollerÓsa al Gobierno
`l© 3 que no- pisa Abra dé 'una- eijá`indi:cac^`r'ón:"

3= ^ tados riodos '^cOnvieni. cstar enterados -de . éstos

' i bald'ars'e: pr"ei• et-iidos tlé" áriteri'iano, porque asi


y
`J 'ptiéd-e Mar bn'reatióta, _-coirto-eercana su ejecuciort se-
^u^i slas` fases que -recorra la referida repáblica īloil^iili-
' éáná:' ^^1 désetrípériü mi l él . año pasado u.na'ct;rnisior es-
que :rió puede Mis^^erió,:=porqué
•'' `p£sár de' Mi ;n'attiral reserva hubo de" lraslucirse á atísa
:,
tté'.: k haberse 'aprestado ::j.i. ara : esté sérvicio' él »vapor 'de
'guorralsatiél
^ Il,'qué -és- °üno ^ dü los Mejores que tiene
-'^1^;.ma^rina espa^ñola,::lo 'cual llamé la , atencion lírálilica y
dió tugar -kgc7e . .se ocupase de este sÉrc:.eso .,prensa
_ l attiérie'ana y eur-ópea, pid,e `ha.eer un estudio detenido
í^^ la citáda isla, qite'trre'ptiso› cuY'estadá ;de apreciar la
it;<ipói^^ñctiii do 1a cr^'e^;tióil -gtie se. versa .. Párala tercera

a árte de `es^a ^t^bra íri^; ` reservo sacar del' Olvido lo mas


^^ i^ri^lortaritt'c^e
t ^. ` ,^. clit,l^^os' trabajos i^ ; , que sin igro' pueda
`.t
itr^rojarse 'prrblico Sbbre'su : .bis- tot la ; ' geografía , esta-
dística y ^aclrninistracion', omitiendo tan- seto las obser-
- ;, ^váci,onos' c¡ué por su naturaleza .delicada midieran he-
=. 7tii•` Vit$íihsa's = strsceliti?oilicjadés; ', cí producir alguri <.n1al
^ 'efecto LiMttndÓ'nié,,pUes', á . lo cjite . pi.iede divulgarse

Art ie.l` • í~rréiio p ihéohveziierlte; dir 6'qué e g ftén .., é/ int.erél


1411
de Ylpaña Onplar,, allunas cmal le\rba
ser sumamente fácil , para >que ,los, puertos, tantn la,,t
república dominicana, como del que.
den completamente Cerrados dx .los PlibOsteros ,
vendo así sus últimas esperanlas. ,*
repAblica aunque la •mas.orielital,
por lo tanto. la,. mas aparada; dista ,tan,soJo tres, dial de-)
navegacion de Jasi,cotas de .Cuba., el cabó de la:Mota,,.
que 'es una de las_ puntas mas salientes de la payte:Acci-
dental del imperio de IfIaity, Ilista poco -mas de un gra.:
do de la punta de Maisi, ,que es el cabo mas , oriental de,
dicha isla de Cuba. Así, pues,sin,
que en veinte y cuatro horas' desde el imperio de los
negros, y en tres dias desde la república dominicana
puede presentarse una espedicion sobre nuestras costas
de Cuba, y aun en menos tiempo desde el último punto
sobre las de Puerto-Rico por hallarse todavía mas inme-
diata esta isla, se vendrá en conocimiento .de la impor-
tancia que ofrecen pa raí nuestras posesiones de IJItra-
mar los dos Estados limítrofes duque me estoy ocupan-
do. Y si lá isla de la Tortuga, que se halla al Noroeste
de la de santo Domingo , y por supuesto á mayor dis-
tancia de nuestras costas, ha dado tanto' que hacer y
por tantos años no solo á la ESpaña, sino .á ' toda la Eu-
ropa , á pesar de ser un, islae insignificante, ¡ con
cuánto mayor motivo deben tomarse con respecto á
Santo Domingo oportunas precauciones contra futuros
contingentes!
Siento no poder ser mas esplícito en Materias tan
delicadas; pero lo dicho, aunque envuelto en el ropaje
diplomático, podrá bastar para dar á lo menos la voz
de alarma, seguro de que la oportuna publicidad de
estos hechos , y el anuncio de planes concebidos en
los clubs de los que nunca desisten de sus hostiles agre-
ione3 contra nuestra preciosa Antilla , ha de ser el pri-
mer escollo, en gne . aqueltbs se estrellen, si algun dia se
tratára de ponerlos en ejecución.
'Concluido el,`cuadro guerrero que he trazado rápi'
damentP sin salir del campo de las suposiciones, que
deseo no se eleven nunca á la esfera de realidades, y . á
reserva dé volver á' este importante tema segun sean las
circunstancias que se presenten, pasaré á la segunda
parte de ,mi trabajo, en la que y en su oportuno lugar
procederé á dilucidar' mi sétima proposicion que abra-
za pacíficas cuestiones económicas, iniciando medidas
que me atrevo á calificar dé oportunas en alto grado, y
aun urgentemente necesarias.
ue®ttáones ecoaióm$cmmpoliticos.

SECCION PRIMERA.
MEMORIA. Pt1BLICADÁ ' EN LONDRES SOBRE 1 ESO AVITUI ,

Mernori a. sobre., .lct es.clavi:tud.--Prelimivar e. s de la mis-


ma. -t-Partes q u e abraza eSte trabajo:.

'
ADVERTENCIA.L PRELIiIINAR.

Escitado por la prensa inglesa á contestar á ciertos car-


gos completamente desprovistos de fundamento, dirigí
dos contra el Gobierno español y contra las , aiitorid'a-
des de Cuba, he creido de 'mi deber aceptar este reto;
pero como la cuestion de esclavitud, y todos sus inci-
dentes ofrecen ámplia Materia á la`discusion ., he consi-
derado que nó sería fácil -desarrollar dignamente mi,
pensamiento en ar.ticulos sueltos de los periódicos; par,.;.
lo cual he resuelto publicar una .Memoria en la que pue-
dan hallarse. reunidos todos los datos necesarios para'-:
ilustrar `dicha cuestion eñ todas sus fases.
Aunque no entra en mis principios faltar al respeto,"
que se debe á 1o.3 tratados, ni abogar por la continua
cion del tráfico_ de esclavos;, que quisiera ver concluida:,.
de una ver para siempre , , no ' soy tan rigorista qlle
adhiera á los que exigen condiciones. imposibles ; ó .dms
144
muy dificil lia;iorn)enle ;cuandó se ofrecen
medios paturales y racionales, que p roduzc a n i g ual efec-
to sin la rnc;norviQlenria .^r . sin el mas_ pequeno, incon-
..._. ....- r
veniente.
El objeto culminan t e de/ este ti l abajo.es el dé disipar
los errores, y rectificar , ia^e^^irlión tan estraviada por
ignorancia de alatidés y p or malicia d e' Qlrbs , y propo-
ner al mismo tiempo los medios de que se cumplan los
deseos . .'del 'pueblo tari'ibteres ^t d-o . e n- la total su-
presion del referido tráfico de esclavos.
Para que esta"pro,luccion literaria fuera defiempe-
r.^ada con el debido lud'rnicn`to,'sér'ia:, ^ Wcesario mas tiem-
po del que yo puedo destinar á la rneditacíon que exige;
m as 'espero . °cjúe él 'páhlico será bastante iridmlgente-=para.'
disimular la :i:ncoa• r<eccion de;tpe.debe,:,.rreSentirs®. á cau-
sa de la precipitacion con que la he redactado , para no
tener laráoi tiempo susp'enso su ,j micijo; :en y, l a'. aclaracion
d e varios puntos que ofrecen el más vivo interés é im-
portancia.
La "priizlet^ ^^or tc d^'la Memoria ha 'Sido córnttiesta`
rj ` .. . r^r. - - I ..; ,^
^l ura^nte la tr á vcsía ~ db la 'Ilal.'!a ^ia a ^oir^h^i^t^-^tóti , 'y lá
,•. ., ,,, , , .. ;, .. :,. ' '
seg^rda durante In ' r `cor^ta permanencia en capital.
.:^ s

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{ , .^11LJ1i3 ^^^C1. •.
/ ^
.. ' r ) r./ ♦ 15. . '. . . ^ .. .rrf .

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^t^l. .

Œb. -á . cloce'años qtie:,se ,súscitó entre l os G0b;ern:os..es-;


pak#.l,;. c;inglés;Erri' f emOñado cle}íat`e ^^ ©b^!é, lá c.ueslior^ r,^
negrero cu al si r1osb luíbiera cortado :Qportuniam'en-.
t e, habria destruidlo.ítior susa p tnienxa►.s.Ja%isla d e Cub^.;: :
T r,átá)ansre klelp:l 'e*, se d cliras emrineipadQ"s :to dos ; "los
ne gro intnodbcidps: en„ l:l a citada; -isla,°,des -de:í82Q., /;me =T , -M
diilh i llife'MH pa y e le e.-fi:re srrOT ida ;t;á'forné utrt& á lo iine-: .
nol:por;ol fáááti4O: Mr. .Turnbúlly apcistol Curin^;`.
so :ásw:la p^d'^rt^^^n^3a' ^l^álirsio^^ista: f ► II } ^ `a °' r : r ' ^
I 46'.
-El Gobierno brithied que_ , ho siemprt hasidei4arr:yí
noble y genertiso , cóino fuera. de esperar.: do sa ;
importancid política para . Tio imponer ,onerosas,:,conhotli
cióná sobrei=puebles 'angustiades por. *diseordias
ticas' 6 . ,estrafia§ , ; . el: Gobierno 'britan ico sé aprovechó); del 3
la decadencia de ¿Es,paña • liajo n el:reinado deli 'llon
Fernando, VII para- ár ranc-ar, :del: rn ' inistro Pizarro- , con- 1
trariando los intereses y la voluntad naCionaLla firma:.(;
del _tratado de 4:81:7 1, err-'eUque quedó prohibido el'-tláfi-
o ,negrero, -principiado, en la' isla : de Cuba por
mds . iíl'gleses iy»,éontinuado por los españoleS.Corriuia'H
necesidad para'él desa'rrollo r desu.,,industria . agrícola (1.):
No satisfeClio todavía òlgabirietede San Jairne>con;
este primer; . triunfo , ex igió y ohtuvo:eri-4,835-; favoi-;-;
do las aijuradas; eirtunstanciaS de' la: guerra -civil-,.- y 1 la '1
;f: :', n

(1) Aunque en esta : Mentbria r pintar con 'Siti


colores naturales y tali _vet demasiado vivos, :,13 historia' de' Igsbe-
ches, no es ánirno , lastimar -de. 'modo al cruno, la : di ernidad de la
nacien-ingleáa, h{acia la cual, me. ¡Inclinan las ,mayores siníipatías y
cuando pocos hay quo sepan apreciar ,en tan alto grado sus vir-
poderosas
tudes, mediando 'asimismo razones muy que Iigai
fuertemaeute'rni : voluntad,' cUllel 'l'Oh las 'de' háberr estad'o emPleade 1
en, el ejército ariglóliso-hispaiío, n jni primerajuventtd; ydutante
el úttimb peiíodo de ,la guerta do la Indelitiideocia 4 las-órdenesti
del comisario general. $ir Roberto, Ilennedy, :. haciendo las funciónes
de comisario de guerra, como consta; por:los honoríficos certifi0t-.
dos de' mis ' buenos serVicIOS, fiiniadó-s pOr el referido Sir Roberto
Keniledy,' y pOr: 'el 'cOniiSárid d€.5.
breé, 'que , ConserVO : cómo- Un título ido -nobleza: También' Inedia la
razon do gratitud por haber disfrutado en 1821 1 en 'ésta tierra :hos-
el amparo yf -:protoccion,que ;se. 4ispeps4. ,4 191„.91nigraPos
por ,opipipriés ,departid9,S;„¡.,
alguno
Empero'Sabido eSqiie r pn pólítia 'son' ádinilibleS alglinoí1
chOcalán la 4iiáa ptivada., : liilyormente Ptiebla. '
qu diltinga 'Poi ! ,sitùš labc.1lébIiálid;','1
moraiidabí,fbaueficéneia. :51+ •
t:,1»1.111
14Œ !s
necesidad .qué teniamos le;auxilios :para resistir, al tor-
rente carlista, ampliaciones al ,-referido tratado, suma,
mente, vejaminosas á nuestro decoro, cuales fueron el
derecho. ilidtado de visita , y las, de considerar como
buena.presa , todo buque que se encontrase con made-
ras y Utensilios superiores al uso ordinario de la . tripu-
lacion , así como la proroulgaciun de: una severa ley
penal contra los transgresores.;
Todavía no bastaban estas concesiones á los ingleses,
los cuales no perdiendo, de vista su sistema de sacar
partido de determinadas situaciones, entablaron en 4844
la absurda reclamacion que acaba de indicarse al prin-
cipio de: esta Memoria , figurándose que el Regente del
reino "no Iendria resolucion y firmeza para oponerse á
la soberana voluntad de'un Gobierno que babia llegado
á creer que podría ejercer una influencia decisiva,
atendidas las especiales circunstancias que mediaban
entonces , -y que fuera inútil recordar.
.Negociaciones obligadas, lisonjeras promesas, amis-
tosos compromisos , y por último duras y severas ame-
nazas , fueron los recursos de que echó mano el Gobier-
no británico para lograr su, intento. Tal 'vez nunca se'
ha visto mas apurada la España que en la citada época,
tan duros, y tan esforzados fueron los ataques que se
dirigieron contra, la isla de Cuba ! Los ministros de la
Regencia. , no menos honrados caballeros que buenos
patricios, ya , que no -podian rechazar de frente estas,
porfiadas exigencias , se, valieron de giros diplomáticos,
para resistir un plan tan ruinoso, sin quebrantar los lazos
de amistad y fina correspondencia.
Entónces fué cuando tomé yo la tribuna , y en va-
rios discurses é interpelaciones al Gobierno, .me esforcé
en ilustelre0 qtles,llon , y en atrastew aqueÍlos los-,
tites designios ; no contento con estos primeros des-
ahogos de mi puro patriotismo, y deseando reunir en un
'
cuerpo de dactrína todos los argumentas y cos

sentad.° ya'ar juicio del , público en, articulas' dé perió-

moda que fué impresa á fines de 1841 , ', y repartida ,Con

E.l Gobierno inglés debió enconlrar bastante persua-


sivos y convincentes dichos argumentas scuandó sus-

mente de su empeño ; lo cual no fué poco triunfó para


el nuestro , que por este medio se vió libre de un chi-
dádo tan grave y de tanto coMpromiso.
Desde aquella época limitarán los ingleses süs pre-.
tensiones á la observancia de los antedichos tratados, .
mezclando de vez en cuando Sus quejas contra las .auto-

lo menos muy apáticas y descuidadas en impedir la bu-


portacion de esclavos. Emperó nunca han sido tan te-
naces , ni tan violentas sus reclamaciones con» en es-
tos últimos tiempos, y- a, que despues de haber, llenado
de denuestos el nombre español -, se ha llégado hasta
á amenazar en el Parlarnento y por la prensa , con 're-
tirar el apoyo y alianza que u ofrecieran á la España para
defender la isla de Cuba de invasiones piráticas , y de
toda otra clase de, agresion ; amenazas acompañadas de
cargos los mas injuriosos á la par que injustos.
lié aqui lo que_en la actualidad me induce á redacj
tar esta segunda Memoria',. en la cuál me propongo:
I.° Vindicar 'la nacían española de tan intempestivos
ultrajes', fijando la cuestion negrera en su verdadero
punto de vista. 2.° Demostrar las crasos errores en que
han iriciírrido los poli.ticos ingleses , llevándose de en,
cuentro sin fruto algudo sus intereses materiales. 3.'Des-
envolver las razones que se -ofrecen para juzgar qp.g
cuestion filantrópicas dé esclavitud ha ido t'amaba un
1443,
sesgo diferente de su primitivo objeto .ostensible. 4. • Ha-
cer:íi et ála inglatei'ra que , ta ,nacion ,:espanpla ;lene .de7
masiado pundonor y dignidad pataaCepta'r bénell'Cios
qué le lean plispensados u ofrecidos con desdoro', y que-
nOCiiréé , cíe ineás:í)ara rechazari(;4:"ezigencia
qué 'Sé úrointievá Contra - la j ustiCiá . desús' dere-,
chos. 5.° y . último. PÇoponer el único medio de ,saI.ar
toctil'ióS 4 ihcdn'VenientéS •
ar'rojar 'debe esta . delicada
'T r •

cuestion por'altdrar `!.a buena


inteligencia, que deseo 01?sista , s iempre entre los dos
Gobiernos espaîioFeinglsI,
La cuestion neieia pudo ser en un pin-
cipios humanitarios , pude muy bien tener
su origen en .sentimientos de moralidad y de justicia, .
más , ya en, el_lia ha tóniadd otra direeción , y,esta
cieri,.eS la ¿s p' eculativa ó la pOlitica.
ÁliistadalaláunaS . almas sensibles al solo nombre de
caaiverio y .e s. Clavitud , sin duda poi tener muy pesen.
tes las mazmeírás de Tinez y Aigel ;, y concediendo '
gratuitamente al salvaje africano toda la -dignidad que
debe tener el hombre ,::clamaren 'contra el tráfico de
, . •5 • '

carne humana , , que .se presentaba a su vista COyl los .‘


r • .

colores Mas '"négrds y reOulnantes. ,aúelacion que se .


:.;
lirze 4 la , bnIeficenCi ác las personas nebles . y genero-
sas:, no:pplia Menos' de' hallar eco en- toda la Europa;
así que se Ormó.-unaesíncie :de cruzada , para despeda-
zar las cadenás 10e esta parte tan degradada del género
hu m ano, y á su frente, se coloco la In olal¿rra: No po-
ces ''C,íobieilios que ,estaban acostumbrados, á medir ,las
tendencias , y la política de esta nacion por el predoininan-,
.
te , prine,imo des.connaron4 pusieron ,en.dada.,.,
lá'liiiCeridad de sus p. rotestas.; pero el eáljañol, ue fue
,3 . q
el que. seguramente' ,vi o con mas Clarittad. esta cueltion,,
resistió la propaganda Jiasta donde le fué posible. Cedió
por fln al torrente 'irresi-svtibie‘ 'cíe '‘a's
/
149
, í •,`; k.
(

los..reiteradtis eáfuérZoS dét Gabineie:britáhicó , aun-


que-.estuviera muy'distante clé creer que los lacrifieros
que se lé ,iin-i)iisieran habiap de /éner . úna' "raciona,1
pensaCiop.
1
espeHéneia ha acreitadó 41:Ie,,'"ñó solo er'a' n":11u-
sorios íos cálculos de lo's abolicionistas , Sinó que han
sido , 9marnent fatales losresúltadós'dé: ip
, sus primeros
.triurifoS. Cre yeron aquéllos, y acaso con. la mejor hiten-
.
reion y el mas santo celo ; lo cual no-es rni_ánímo. . • poner
en duda. que abolida la esclavitud , Serial; mas féliées
las tribl'is Salvajes , •
y _Mas. iitistradoS^»labo-
riosos y mórigera os lo 1ne t r.o d e l as oI o,nias desde
momento en que se les emancipase." Completo . ha sido
su nialoóTo en ambas acepcione5,!","
Las tribus africanas no' han'deáistido de sus beliéo.
$os instintos , ni de sus hábitos rapac0 y . sanguipários;
estado continuo de °l'erra en que 'se ' hallan ,aquellos
pueblos , goberna_dos, por una larga serie de caciques in-
, _ . , .
dependienteS tinos de otros demasiado debiles para
. " n "5- , ' r

establecer un sólido domulio, aunque bastante fiiertes


para despedazarse en-sus desesperados-cómbates-, ha-ce
bajo este punto de vista 'necesaria "la-estracción , de sus
prisioneros, porque a no tener esta salida —lucrativa
Para l os veileelYres.,,,
mente todos los vcwidos.-Esto es lo que se tka:.,,viSto
practricar ,con mas-fiereza en el tiempo °ir que,se ., lleva-
ba 'con: todo rigor la prohibicion absoluta de esportar
dichos cautivos, y "lo que se hará siempre á 'no du-

(brío (I).

t .z _
Para que no se ,crea que estas pu utopias ó cálculos .gra-
tuitos., referire slo que he oido de labios de D. Francisco Soler,
rico hacendado ,de, la ;ida de, Puerto-Wco, «que hallándose en
.en la- costa de Calabar yiejo , vió de o-ollar 4190 prisione-
ros, cuando el. cacique,' titulado ligue de ',¿iallbar ,Vielo c9n
X50
- Pesen , pues.,, los abolicionistas en la: balanza de su
- humanidad., si ésta se halla mejor consultada dejando
que .se` degüellen con . crueldad los prisioneros , ó bien
dándoles salida para las coló inias, en las que reciben un
trato cordial , se fes instruye en la religion cristiana y
se ' les arranca de su vida . brutal y salvajeá, convirtién-
dolos en hombres útiles á la sociedad y si mismos.
La prueba mas positiva que puede aducirse de lo que
ganan con este cambio , aunque sea con la horripilante
nota, de esclavos es que ninguno de ellos se acuerda de
su,pais nativo., porque acostumbrados á la vida
zada, y á los goces que ésta proporciona aun en su es-
tado de esclavitud, de que tanto se lamentan sus mas
celosos defensores, ,no conservan deseo alguno de vol-
ver á su antigua vida errante , insegura ,, miserable y
llena de quebrantos.
Para que estos pueblos tuviesen algun a ego á su
p
primitiva coadicion, seria preciso que tos abolicionistas
se dedicasen á derramar su benefica influencia sobre su
Misma'; cuna ; mejor dicho, habria sido mas ventajoso y

-venció de que no habia medio- de venderlos ; y reconvenido por el


.....-comandante de un buque inglés , surto en aquellas ,aguas, por una
u
accion tan inhumana replicó que haria lo mismo . con cuantos ca-
>yeran en sus manos , porque estando envuelto en interminables
guerras con sus vecinos , no le' era posiblemantener , ' y mucho
menos soltar á•sus _cautivos , y que' no le quedaba mas recurso que
degollarlos, ya que no 'se le permitia echarlos fuera del país de
cualquier modo que fuese.»
á
Solo en esta parte del Calabar'y de Benin se hace subir mas
de 30,000 el número de negros sacrificados desde 1827 hasta el
dia. Igual sistema se ha practicado ponlos demás reyezuelos de
las estensas costas 'africanas cuando no encuentran quién los des-
embarace :de aquellos enemigos poniéndolos en disposicion'de que
nunca puedan Volver á esgrimir sus vengadoras armas contra ellos.
Se estremece` la'hun anidad al pensar eti la carnicería. que se está
' haciendo -en' África desde que =la ;filantropía europea. ha querido
'llevar su influencia á aquellas playas!!!
15 1
mas humanitario haber gastado en. la civilization de
aqúellas tribus las inmensas sumas; que lean, invertido, en
la persecucion del, tráfico,;y en la .funesta °emanéipa-
cion de los esclavos de las Antillas.

CAPITULO XXVIII.

Vindicación de los ultrajes :-ita feridos á la nación


española..

Contrayéndome par ahora al primer esEremó de mi


disertacion , fijaré, la cuestion negrera con respecto 'á la
isla de Cuba en su verdadero punto de vista. Cualesquiera
que sean los giros y repliegues ,;que ,a: Idicha cuestion se
la qúiere dar, sacaremos s,ier.opre por conclusión que es
un contrabando ," y que "corno contrabando debe tra-
tarse. En mi primera Hemoria; emití franca lealmente
mi opinion favorable :,á la observancia de los tratados vi-
gentes. Aunque me lamentaba de los horrores que esta-
ba causando en "Africa la supresion de la trata:, aunque
consideraba que era uri perjuicio para nuestras Antillas
la privacion de , brazos, útiles , sin embargo : ., corno hom-
bre de ` gobierno y, de probidad política ^. dije errtonces
y ahora repito`,, que no se deben ,quebrantar los com-
promisos que mas ó menos espont-áneame"nte , con .ma-
yor ó menor oporturiidad,' hubiera contraido nuestro
Gobierno con el, británico.
Empero de ,ejercer dicha observancia por los medios
comunes, que es lo; ; que se está haciendo , á aplicar
otros éstraordinarios y -costosos, corno quisieran los abo-
licionistas , hay una diferencia _ inmensá. ; Un esceso de
oficiosidad de parte nuestra , cual seria el de emplear
nuestras escuadras - y nuestras tropas en la persecucion
del citado contrabando, no puede pretenderse racional-
mente.
1¡EJ2
..Sg riá›'trna ilemenbia distraer dichas escua&as ,y:tro-
i -:^ pás'de su principal znision ; :qúe .és :..la -.. cIC: defender.. la
- zsla:con trá enemigos ester.iores,; ydé. mantener el ó.rden
en el interior , ¿y Oral 'qu:é t -Para acabar :Eonl,un 'con-
trabando que, lejos de perjudicarnos , nos favorece en
alto grado. illarlá grande; -és'él-,éaér-iGcio que se hace á
los intereses materiales de la isla con: el simple cumpli-
miento de la;obligaci •on qUe se .ifflpiisola ESpaña cuan-
do firmó los mencionados Jratados. Que la Inglaterra
que tanto empeño é interés tiene en la destruccion del
; -: :referiilo:'contraba:ndo:;; l.o¿p¿rsiga enhór.abnena étahrien-
► ' `da llds :inares, con, :sus' buqUés de g'uérrk; contando sien^-

=> '^^re cowéel alioyo ,y cool}erá:ciori clu.el::nwdejarán:de'pres-

'. tarle las zutoridádés;de Cuba;;sacri picando_ l;i'convenien-


ciá'pübli}ca al 'resp;eto qUe se deb•e:,a.Aos 'formales» coin-
-= =prorrrisñs deLsnlir.ema Gobierno. Mientras : que .el inglés
emplee sus !fuÉ'rzas° en la:.enunciada-: .per.secucion-;. em-
pléar , debe la s -s pyas . -con•prel`eren:cia la. España :en estir-
-<par el contrabando qué rhacenlbssúbditos:i:ngleScs: so-
breilas • co'stas cié la
, Peninsula;' • tiiic; 'asciende .a.rnuchos
rnillor^es , de duros:, y arruina. la iñdus:tFialiacional:;;-
Esta Joctrina , ' eminentemente conservadora , < no
podrá ser desechada ,lior útia;. nacion, -coirio ^ • la inglésa,
-t`= Tic dirige todoslos resortes de su ;política -hacia la pro-
.. I tection • 11 : áttm-etl'to , de, sus ' . intereses materiales. Y la
España :,'á pesar dé -sv3 inauditoS esfuerzos , .nó l^a,^ po-
dido ni puede con ,todas sus escuadras y ; resgtiardos,
' destrniudichO'-con'trabando de productos ingleses , aun-
, rjuo sus ganancias-sean comparativamente muy mezqui-
nos, ¿cómo ha de poderse acz.^bar: :cori ,el do., los escltx-
,, Yos cri la, isla' de Culta ,: c'ua _ nclo ofrccc un lucro quo
•. . 'jnuecíe decirse fáhtiloso?
': ° E1:Gohier no español está lta c i en do por su propio de-
coro -más de- ló . que "puede: .exibirsélcs•2 rigury .Castigar
.i todo empleado militar ó civil, á quien se justificare al-
1;5
guna' connivencia con los traficantes negreros:; apfide-;
rarse de todos los, esclavos que al desembarcar caignn,en.
manos de los agentes públicos , y someterlos al fallo' dé
la comision mista (1) ; vigilar las costas en cuanto „lo
permitan las preferentes -obligaciones del servicio'; for-
mar causa por los tribunales,,cOMpetentes á 1os que Pe-
sulten implicadosenseste comercio prohibido, y ejecu-
tar los fallos de la ley , lié aqui á lo queúnicamenteiobli-
gan 'los tratados, á nuestro Góbierno. Introducir comiI
siones inquisitoriales en las fincas para arrancar de ellas
á los esclavos que hubieran sido introducidos frandulen-,
tamente , sin embargo de que una cláusula del tratado;
apoyada en la ley de 1805, garantiza esta ,mercancía
desde el momento en que _ha pasado de la aduana esp
terior, es decir, desde qué se ha introducido en ,las res-
pectivas fincas, poda ser una medida muy del agrado
del Gobierno británico por su ‘ carácter de altament
oficiosa,. y ,como prenda de buena fe por nuestra parte;

poro no creo que esté bien, consnitada la conveniencia


nacional , aunque no . sea ma ánimo tarrojar sobre, sus
autores aquella censura , ,que á primera vista aparece,
porque indudablemente habrán mediado l'holles :Muy
poderosas para haber tornado sobre su res. ponsabilidad
una estralimitacion, que no-dejó.de sorprender al mi s mo
lord úlarendon , segun, lo manifestó en su discurso , par-
lamentario de 30 de Mayo del año pasado. ,
Y un Gobierno, que para dar una prueba cierta
de su verdadero ethpeñò enrepugnancia:,
obserVar los tratados que
,ha firmado, y no , con poca hace oficiosa-
mente mas de lo que . el deber le impone,, ¿no tiene en
su mano armas bastante poderosas para confundir á

(1) Tribunal compuesto de 'jueces españoles é ingleses . para


decidir sobre la validez de las p\resas de esclavos..
di
154
los individuos de la Cámara alta , que en la citada -se-
sion de 3(l de mayo , llevados al parecer de un desacor-
dado 'celo , abdicando la prudencia con que deben ma-
nejarse los negocios- públicos , y olvidando la dignidad
y el decoro , con que debe hablarse de una gran Reina
y.de'u:ná gran nacion., descendieron de su alta posica`on
social para colocarse en la línea de los, hombres apa-
sionados y , violentos? 'Felizmente para la Inglaterra son
muy pocos los hombres públicos que se dejen arrebatar
de un ardor' tan' destemplado, y que se' propasen á de-
elarnaciones tan injustas como intempestivas al tratar de
negocios graves de suma delicadeza é importancia , en
los que están interesadas naciones , cuya amistad no
conviene de modo alguno á la Inglaterra enajenarse.
Si el Gobierno de S. l^'I. B. no ` hubiera dado 'en 'la
misma sesion por boca de su ministro Lord Clareridon
las esplicaciones necesarias para dejar en la elevada es-
fera en que debe, hallarse nuestro honor nacional ; así
como para vindicar á la primera autoridad de Cuba de
las envenenadas flechas que le lanzaron sin el menor
fundamento los individuos "á quienes aludo, se hallarla
la España con derecho de exigir una`'satisfaccion com-
petente, y la exigirian con doble' razon 'los i n teresados
en las` referencias injuriosas de un debate tan torpe co-
mo intempestivamente suscitado.

CAPITULO "XXIX.

Demostracion de ¡los crasos errores en que' han inc ir-


rido los ingleses en la cuestion de esclavitud.

El segundo estremó de este escrito , que bien me-


rece empeñar la atencion pública , versará sobre el
modo tan -erróneo con que los ingleses han 'considerado
la cuestion de esclavitud. Segun `hemos indicado en el
155
preámbulo de sesto , trábaío, -la .fábolicion de la esc¡lavi-
ttid tuvcel origen 'mas puro .y el mas santola,:tonf.
dencia que 'Itáy el 'grañ gremio., de (1a, ébstiandad- eu«
ropea á mejórarla esp' cejé burnana llor.él lado Moridly
religioso, 'ha dado ilugaú.á Jwcreacion, del . i9finitás4o-
ciedades'-'de educador] y de. 'beneficencia; y a1 anum
darse' la de la an•i. eselavá , no <pudo .menos .de
generales simpatías. Así pues nada tienti'deestraflo-iqUe
esta sociedad anti-eselava se lanzase 'á 'la 'propagácionfde
sus , doctrinas con el, m'ismó ardor 1.1efitusia6tno s. quetil4
sociadad , y que iiicurriese en , graveá ieriores
-como incurre necesariamente el que' quiere sagriffeariA
-un principio todas ,stt's consecueficias.,
Se figuraron' losinas ardienles entusiastas:de •abá-
licícin, que Con las armas ,de'untratado'quedaria prffiej-
cotizada la cuestion afina pique Icesandola
cion de esclavos en AmIricalquedaria,›segurada Té-
licidad de aquellas. tribus salvajes , yqiie entaficilandb
lodos los eslavvs reSidenteá en ,law.colortis ,íhabrian
ganado un gran triunfo la liumanidatLy'ilá religioh ,
.eivilizacion y aun la riqueia pública .-1 Y 1 uál:ihalsido
-el resultado de estas imprerneditádal Cornianaeicnos~
que con tan brillantes colores se, quiso hacer resaltar él
celo filantrópico ? Primeró que lasiribul africanaslat
empeorado. horrorosamente de condicion ',:comoio$6Wg
: iblat-rü;-tánmasquecrgid(n'su`oea
-sus guerras son maslenaces é: inhumanas ; oorttele4
„torrentes la sangre 'de los Trisioneros r:,:' pualeá:«on
inmolados á millares, deU mido' más, desapiadado. In»
fuera mejor calculado ,quesúvicitimas, det‘furot:ydge
la barbarie 'las: satvára'il ,Comorció 'europeo, (dotbuüvía
ya que los‘abolicionilas,nwhaq'enconitradoilos. me-
'dios de evitartalts' hoirróttes'? )¿i'Y nO
mas religioso y mas bené-fico cenvevtir en s, hombresgilti-
• les 1 la ;sociedad 41 0-§ cree ipor, la misma: plópagalitla; 9rjr
1156
vi-
•un¿lue tal do sea _sit5,(Sbjeto, .41an . , sido: condenados -á
ir
iry iiour cn su, :thiscrable vi- i degradación Y .;por
len tii)por .6djoso y • retnigeante . fitiú sea el estallor,de es
eláritazdt pío! -ha (1e: . Serliprerer rible4:1a- y ida salvaje de
aq:uellusípueblos,.1 mayoralentiechando por las leye-s
que,rigen:en la ;actualidad , y.auív.por; .:` Misrna persua.
cán Yenienciá: ! de , 101S,doeSlo's- de , . diehos esclayos,
4ienen: -asegurad:olla trato mas dulce :, y 911a vida mas
Itanquila ,Ipas 1,más kilt-que la, mayor
Ilarte, -,de.ioslproleta¿rioskie :la , vieja , Europa ique mue-
xen á .m llares mr Liltaíle i s.
losnecenri
ziuxil os Á, :des-
gradI que n uno, aleatiza es,clavosi los cuales na-
dan en la abundanciaTtoporeiopada á su elase,::y :se en-
-riquedellaimas aplicados 'tiproveeha ndo el terreno y el
-lierntewintie lçes otorga 01: ; 11tiefio ' para trabajar por su
elténtlp'y 4ueademas-,son: asistides tus enfermeda
-dés . y:en 'Sq,vejez . cOn-mimal:lesnierado celo?
Veamos alióra lo que:Atan:Orado: en -el, cambio de
SiWaVión los esclavos do ha pasulb á
la _clase -U einanCipados:iLoS, negros de Jamaica, por
:shir:losInliasnutierosOl,;comO.que no:bajarán de .550,Mj
ladQmáaide:7100,000 mulatos „son los priMetos *que de-
lben:Itomar$0 , 01 Cuenta para formarsobre ellos coMpa-
xoCiones .óportunas. Dio repetiTé: lo . `que :dejé' bien e911-
,igutkljot ea:mi primera memorizy. , y. , que ratifico . en .ésta
;dd rnódo;mas> obsoluto ;-, ,Vero paral ilue no• .se me , crea
Ter mi solo -juicioebpiará ;algunos de los :.conceptos
gobernador de dicha: isla,
ffin us ,ktespacholde:24!do át.ifijo ‘ -deJ 1852. á Sir, .1.,
-olatkingo :ministrQ de la olornasen el gabinete
Ilevistwdel Mismo ,mes.
'Po r.'idi eli o s. d el pae ll oá, , qu a' lto;,pueden:ser '.de' modo
lguno,lospeehesos i oi .,cOnsi;leyarwcÓ11:10,;atmas . de los
-04e4Vtigosi:4e anglaterra ,-.quedarál plenamente probado
poliklow41.10, cOnle:liáel. Gobierno inglés al fi-
1;57
mar la emanCipacioh do los ,escialios de:aus coloulks›1411
hablar de l decadencia ðo:,:aquella
atribuye á dos causas, á saber ,i -á la .introducción
bajo fórzado, y á'la preciílitada y Mallaccdsejada QmaII
cipabion,' cnya medid dejó sin brazos ol ic.U1tsi;v45,
destrálóndo política 'y civilmente la;antigua;palielonAt
las razas. Habrá unos veinte afiós,Añade, qUe,tuvo,efeetcf
la . citada eMancipaCion, lablendd -quedudo71085 eselOvos
ddeños. 'de sí misinós ;Off mbdio de lierras,fér ales lé
pad as `, y con ' todás las tellidades; _pira -1 apo dera me, AA
¿Pilede sórprender'á nadie el natural .deseniocdp
quo no Se encuentre oni la:suma ideltrabajó,•zeonsí
tante, requerido por el ettlivo , pmeeloso, que ante$ kso
obtenia por la eSclav :itudy -,j§r, que ;no haya ahorai hábit,0§,
de órden y subordinacion : entre, el pneblo ?- Si la mojelyer
patria hubiera querido :privar a los ,propietanios . de :_tos
brazós' (peles eran indispensables ¿ixtué . medios _rnas,so:,
pros pocha haber recurrido? )Peazo . los .señoreá. de
terra, mimados podas' ventajas artificiales desu pctsicipp-,
no sabian entonces cuán absólutamente, depende -do las
que' Cultivan el suelo el valor de lasiháciendas
inútiles son las tierras Mas válas y fértiles-si entre el puei
blo no .hay impórtancia moral, mil subordinacioni, ,eteioy
Y- con tinúa, cantes quo ,riase plgun' tieinpo Soria .
terrible desgracia para los 'negros y para 111:cobijo :del,
jarlos entregados á. sí misrÌ Ôs'i Una de'las-..eventualidar
des mas funestas Sería la repetición de las revolu4i'ones-
de la América del SIIT, porque es igualmente probablie-
que se volverla á representar el , draMa:de Haifi.,E
Por no hacer demasiado difuso este eserito , ; de.j14ré-
de estractar otra porcion de párrafos ,en los . que el esprot
sado gobernado r Grey condena la imprudente ModidA
de haber sacrificado la In¡laterra mas de einte;mi1loìßsl
de libras para proporb ¡Mar' una' ‹Terdhderw,eúlamidad
en lugar Y delas;veritajag< que se proposiera, á Cuyos
1:58
crificils . ást a-gregan.los quei éstá haciendo sin cesar
ésa'fflisma naciowea . los cuanliosos gastos de sus cru-
ceros, 'y enilas:innumerablesivíctimas que se tragan los:
climas insáubres de la costa dé Africa , se vendrá, en
c'enn c' imierito de que difícilmente pueden presentar los,
atialesb- itánicos nnadisposicion ,gubernativa mas desasí.
trósá bajo todos conceptos-.
:as e tina verdad tan ;incuestionable que hasta los
días 'acérrimos partidario dé la, emancipacion, no: pue-
dén . ffiends de;coniesarla.( El . mismo- Loni, Carlisle, que
dclar4 r en , la ni¿witmada sesion, de 30 de mayo ha-
ber sido uno de los principales promovedores de aque-
lla idea, dilo al propio tiempo , , -que no sabia si habia
oli/ado bien ó , mal', y añadió que , de, cuantas.cuestiones
ptidieran traerse al parlamento ninguna le angustiaba
tanto como la ,negrera, Mas ya no -es , tiempo de retro-
ceder., señores políticos ingleses , se dio el golpe fatal,
esiprecise.cargar con todas sus consecuencias, procu,
rando . atenuar el' mal del mejor modo posible, ya que
nti haya, Mi 'remedio, eficaz para curarlo radicalmente.
De todos modos siempre se :habrá logrado un objeto de
laimayorimportancia, cual es ,e1 de dar la voz de alar-
ma, á las demas naciones, para: que: no incurran en
iguales'faltas ,y para , que huyan de, los escollos en que
han'tropezado los que se han , puesto á la cabeza de esta
pretendida regeneracion
Me; parece.'que con estas sucintas observaciones
dbbe' quedar suficientemente demostrado, que , han es-
lado mal 'consultados los prinCipios humanitarios, pro-
hibiendo la estraccion de los prisioneros , africanos, y
ti-bien 'que la ,ernaticipacion de los esclavos de las
t'i„ollonins:ilta sido una' medida no menos funesta para
'-eoteWíque:para 'sus .- antiguos dueños. —
,;.: : , Hseritadosvéstbs , hechgs i¡noí . zie presenta: altamento
gensupablf3 ,e,litimppifo: de efflancipar ,lOs. esclavos que
bosta: ahora se:lon vi:sta cxení,os de. tal ' calamida:d?-Sen1..
s,}ble me es ,entrar en,el te:rren;g tle las;intencie,ues;,:pere/
se . hace .preciso; y.e:ntdar este-.;p. unt_o: ,_ q u e el; .te;r:cerol
de, discur;so.

CAPITLTLQ XXX

^^cz<enes .gtce o frereta. pra,?7ens4r ,. T1ca. lci:,ctcMiv* d0'1


e sclav-itud. ; Ia4, torn . a 119 . un -seseó ' di fere4to de:.si :^^;i^^
• tiuo objeto..:. •

Las damas de Jamaica rne; ahorrarán ;,el; trabajo,pe^;


noso:-de hacer ;directas .inculpaciones , cuando en la , .re-
presentador" (irle e: l « aniedicho conde:Carlislo.leyó ;en , :la,
. ,
cámara, :y apoyo con mas pasion que cona razones coa.
gruentes, descuella, la idea principalde que no pudien-
do el : trabajo libre: de aquella isla competir con el , traba-
jo forzado de la de Cuba, se obligue á la= España á que
emancipe sus esclavos,; ó: l o. ., que es lo mismo, : á que., se.
arruine la ;;isla de ..Cuba, - ya que lo está ;cornpletarnente:;:
la de Jamaica , como una coiísécu gncia de las fatales
me,cl ydas gubernatrvas, porque este seria el, único me-
dio de constituir ambas islas bajo el mismo pie. ::
¡Bravo por las, do;eGrinas acomodaticias, I . ¿Y es posi-
ble que éstas ,se hayan propalado en el augusto y severo.
recinto de la,: gran representación británica ?; Y los que:.
las han concebido ,' los que las han apoyado y los que
las han o.ido ¿no se han parado á reftexionay; sobre , el
mal : efecto que. habian d,e producir, cn_ cuantos leyesen
el estracto cie aquella célebre sesionb?, Con ;estos ar,gu-.
rn,entos en la. mano ¿podrán quejarse 'sus;auto.res.. si,s,e..
pone en, duda el aparente móvil de persecuciou escla-
va, ó si se recela por lo mexlos que si en su origen fue
puro-y altamente moral y .humanitaria, ; ya, en , el: dia,há:.
tom4o un, sesgo muy' difernte , -habiéndose eonverti-
1-ao
d o en objeto poli tico .ó mas' bien especulativo? 'Mas' cle`'
una vez, han llegado á-mis oidos las públicas murmura-
ciones, ' de que 'la mira -culminante del Gobierno inglés
era la de destruir por medios indirectos la isla de Cuba;
con cuyos productos no podian competir los de sus colo-
nias orientales ; mas era tan alta la idea que tenia for-
mada de la grandeza británica, que no la creia capaz
de abrigar ideas tan mezquinas. En este mismo elevada
concepto quiero persevérar, á pesar de las dudas á que'
dan lugar las ocurrencias que acabo de referir. Sin em-
bargo, para desvanecer estos cargos, que si bien yo no
me 'atrevo á `formularlos , no , dejará de hacerlos cual-
quiera otro que 'estime y respete menos que yo la gran;
naciocí á que -aludo; opino que debe desistir comple-
tamente de su- empeño de emancipacion , y no hosti-
gar mas allá de lo'justo y"razonable al Gobierno español
por el contrabando de esclavos, que como ya se ha dicho-
repetidas veces, mientras sean tan inmensas las ganan-;
c%;as que deja; no podrá tñenos de hacerse en mayor ó.
menor escala por mas esfuerzos que se dediquen á ata-
jarlo, á menos que no so recurra á las medidas efica-
ces ; cliae, me atreveré á proponer por conclúsion de
esta Memoria.
Si mayores 'pruebas se necesitasen de los fatales re-
sultados de la etria;rcilaacion , cliria que no tan • solo etí
Jamaica', sino- en cuantos puntos se ha ensayado este-
funesto sistema ; se han espe,•irnentado iguales quebran-
tos , producidos por la Jiaraganeriay por el desarreglo,
que es peculiar á todos 'los africanos entregados á su li-
brealbedrío. Cómo una consecuencia de dicha holga-
zanería y de dicho desQrden ; van quedando las tierras'
sin' cultivo , arruinados lós , dueños de haciendas, y;
convertidas las 'colonias en una carga gravosa para la
metrói)' oil , sin que hayan adelantado nada los lilserto&.
eii la carrera de la civilizacioil *; de la moralidad y de la
felicidad doméstica ;,'Sinorn'as bien aum =entado eorr`sidrc,.
rablemente: su ielajacion . sus vicios y sus crirrreVies:.'
Está fuera de duda que las mismas causas deben jjro^-:
dizcir iguales efectos es -decir, que : el, negro' li^bi;i;`
cualesquiera cltte sean las fases que haga atravesado ; híx:
,
de ser siempre holgazan y corrompido.' Aúraqi:i'e yo me,
hallaba bien convencido de esta verdad `, pude' Sin ern{-
bcarbo' ratificar Mis creencias en la visita que hice en'
este mismo año á la isla de Santo Dorr'rñáo, y á o:trolr •
plintos de las Antillas':
El actual imperio de I-lai:ti ,'tlue enn ' úii, tiempo fuó
repiablica con intervalos demon^^rgilia . ha . sido gober° _ Á
nado por los negros coin'absoluta libertad é indepen-
dencia desde el `principio; del:.siglo presente ; y en todos'.
tiempos , y cualesquiera qú'e haya ' sido la foriiaa;' de' su'
gobierno , ha imperado la desidia Vel abandono de l^o^:
braceros, causa primordial'del atrasó, ó mas bien de la.
desaparicion de la riqueza de aquellos : fertiles. paises.
Cuando dicho' territorio estaba diVidido ` entre' los=
dos jefes Cristóhal'y Petion , el primero en el norte con-
^ y el .,é^cndo
el titulo de rey, enc^nel
segundo sur
r.l si.ri . con el de j^a^ A^^i
^l ,,^
dente republicano, empezó ' aquel á prosperar de Úft:`
modo sorprendente , porque dictó- leyes' despóticas im-
poniendo 'el trabajo forzado ; y este -decayó y' se enī po=:.
breciú , porque su sistema republicano no le permitía
saltar las barreras de la- ley. En la corte de Cristóbal
todo era abundancia , y la de i.'etion tóclo rnisériar'
¡Y , por qué ?Pprc:l uo: el negro no trabaja si irió se le:
obliga ; y si trabaja, es tan solo , nno 'ó dos dias de la se-
mana . , en que gana cuanto bastarlepuede para` los res-
tantes que invierte en su habitual estado de inercia , á
lo' que es lo mismo', en el dolce far 7ticritN. ' Tan solo
los aguijones del hambre lo:despiertan de su letargo. Éti
los momentos de la recoleccion . de frutos se les ofrece-
hasta dos pesos de jdrnal ,y á ' pesar de u n aliciente' tan
it:6g
poderoso , á la par que destructor. del cultivo ,:como que
no puede sostenerse con altos jornales ,.trabajan á lo su
ino la .mitad de la semana, destinando la otra mitad á su
invencibie.pasion.por permanecer dias y noches acosta-
das , en lo que cifran la suprema felicidad.
Exactamente lo mismo sucede en las: islas francesas
Martinica y Guadalupe , desde que el carro socialista
vació en 1848: en aquellas, hasta . entonces felices y:
prósperas colonias , la ponzoña.. de su quimérica libertad
é igualdad , como que en el dia escasamente producen
la tercera parte de. lo que rendian con el trabajo
forzado.
Pásese una,.revista general á las demás colonias: en
las que se haya ensayada el malhadado sistema de la
emancipacion , y en todas ellas se hallarán los mismos
males , iguales vicios , y su inevitable ruina.
Tiempo es ya de que se disipen las ilusiones. Las
doctrinas de los abolicionistas son escelentes en teoría,
pero fatales y; funestísi.mas en la, práctica. Sepan pues
todos los que tienen siervos , que si quieren perder su
capital y su trabajo, y al mismo tiempo decretar la in-
felicidad de. aquellos ; no tienen mas que pasarlos de la.
vida pacífica y virtuosa á- la inquieta , viciosa - y corrom-
pida , como lo es con. muy pocas escepciones la que se
adopta á Consecuencia de la . emancipacion.
IT habierulo la esperiencia de tantos años, y en tan-
tos y tan diversos puntos , corrfirmado este mismo jui-
cio ¿habrá todavía, quien abogue por dicha emancipa-
cion,, á, menos que no lleve una mira muy diferente de,
s,u,o.bjeto ostensible ?_En mi concepto solo el espíritu de
4estruccion,.; la . torpe ignorancia ó los cálculos espe-
culativos son los que pueden apoyar taaperniciosa idea.
Debe :esperarse por.lo tanto que el. Gobierno inglés , de-
masiado sabio y entendido para : ignorar estos hechos , y:
deseonocer:. la. .fuerza, de tales , argumentos , aflojará su,
165
sistema de. rigor ,, convencido, como.,'debe' es-taxlb: det
que, el primitiva pri'ncipio' eminentemente filantrópico!
y humanitario se' ha hecho : completamente ilusorio ;; 1:
los mismos, abolicionistas, que mas;de una vez han en-,
pujado y aun precipitado al Gobierno envolviéndolo ,en)
serios compromisos, deberán desistir:;,. e,nj''fu:erza del
su s nuevas convicciones, -de unas exigencias ; tan rui-
nosas bajo todos conceptos ,. en las que nœ se ha: logra,
do hasta el : dia , ni ; es posible quc sé' logre : jamás ninr,
guna de las: ventajas : que: se habian :propuesto en el
arrebato de su laudable -celo.

. ^ CAPITULO XXXI.
. ; . . .
Esplicacienes sobre la dignidad del pueblo es.patiol para
rec.ha z ar, ciertas: proposiciones sentadas en la Cámara
alta de Inglaterra sobre cs.ta.Guestion.

Delicado ;es `"el cuarto, punto ° de: ni memoria pero


me esmeraré en ventilarlo con decoro y,.c4n los ,mir,á4
mientos que se deben'.á una gran nación.. Yo no.. creo
que ni el Gobierno ni el pueblo inglés participen de°las
exageradas ideas 'emitidas en- el parlomerto por Lord
Earlisle:y por el obispo de4 Oxford ', y aun rne , inciino, Á
atribuir á su inmoderado 'celo° y al calor de- la ;. im.prQ i
visacion las proposiciones tan avanzadas , y; .que ; de niri,
gun modo d;eben hallar eco en la sensata y: circunspecta
Albion , de: que el. apoyo ,que se hubiera ofrecido ; á.
paña para conservar la isl _a, de Cuba,, podria retirársele
si no se conformaba estrictamente con los deseos de los
abolicionistas, aun cuando exigieran éstos lo que fuer4
i,rnposible otorgar por las razones que v a n apuniadAs.en
eNte escrito; y aun cuando qu.isiera, áq^ella ..f..^nZar
espíritu y acomodar á, sul fines ,la observarrcja;. de up
164
tratadaí que-de toda tuvo,„inenos -de espontáneo. , Esta es
la.tradnecion,que se: .debe dar1 al destemplado, lenguaje
de los referidosoradores , lengnaje - que ha sido esplotado.
con,inaudita:dureza ,por el. sesudo Times , -que en esta'
ocasión ha debido. perder en gran ,manera los títulos:
que babialogrado adquirir, aun ,á la donsitteracion de
los estranjeros ,.por el, espíritu de 'órden ,de. rectitud,.
de ,irriparcialidad , de templanza, y de sana 'política., y
de profunda filos d- ía, cuyas altas dotes..lo-,habian dolo¿-
cacao 'en la primera línea de la tnagistratura:perio-
dística.
Al rechazar nosotros sus violentas é infundadas re-
criminaciones , y al , constituirnos en , un estado forzoso
de hostilidad á la 'cine nos ha provocado , no podemos
menos de espresar nuestro sentimiento por este cambio
tan repentino en ehrnodo de apreciar los negocios pú-
blicos y privados 'de la España, sistema tan diferente
del que adoptó en 'la cuestion internacional de reciente
fecha, en la que se granjeó las simpatías de todo hombre
de - órden y justicia. Empero no puedo -creer que su
animosidad contra los españoles. Sea de larga duraeion,
porque terMinada que sea favorablemente la cuestion de
esclavitud., yesperó cine tolla de ser mu y en breve
bajo las bases que tendré el honor de proponer, y cuan-
do haya fijado 'fria y desapasionadamente su aten•ion en
las cireuristancias especialeS'de los cargos . que mas han
eScitado'su, ira , sé arrepentirá á no ' dudarlo de haber
proferido espresiones tan' poco dignas de caballeros que
desean n'o perder el renombre de sensatos ; y haciéndo-
mis justicia', quedarán' Vindicados nuestros ultrajes..
Doloroso es por cierto que á pesar de mi repugnan-
cia en salir de la esfera del raciocinio, Me vea preciSado;
por: ámór á mi 'patria , y para que conste (jue rechaza
tan injustas inculpaciones, á descender al ingrato torre-
perlonal :, ocápándome dd funcioímrios iluswes
yos -discursos ; Sin que sea mi ánimHo:faltar al,reltreitó
que se debe á su alta categoría sociall ,. -na pliet1WiY1Crit)S
-de calificar de insultan tes . é impoiitic'os 4 del' wism(Ylid-
do que los habrá calificado todo el que loslaya
- 1 Como yo tambien , he subido la tribuna pariárn'en-
-tatia, conozco 'que se debe tener alguna .tolerahciári
• -disimulo por los hruscos fataques titie se dan . desde ,Oquel

eminente -lugar; desde el cual so suele' imprimir--eotro


-grado do violencia á las palabras Violencia 'qu'e 'no'd dio
babrid . desaparecido ,de diseursos pronunciadogilo'r
las personas á- que aludo, .si . en: vez Ido , ser inpto-
sados, hubieran recibido pl bautismo de la I •reflexiOd'ún
el fondo 'clp stiS respeetives gabinetes: Pítpéra /5refigtt
europea y OMericana.se'ba,apoderado: de ellosl''íes;pill.
ciso satisfacer á esa misrna'pren,Sá'. ()I
‘; -Dejando a'parte, las diotribas , contra : IMestra i. Golbier-
no por ' ser ya resortes . ;mur zastados '5 ` é fijfir1 2- per
ahora solamente, en <las hmenazaslan . intemlestiva coMo
-impo.líticaMente proferidas: , Cualquiera 1 ue lasdea
'Fomente se ligurará.que la Inglaterra ( digo la Inglaterra
en la hipótesis no admitida 'de- que- participaSe
• Opiniones de Lord Carlisle ; -ileLobispo de .'Oxford y del

editer del Tirnts) .pbede, por causas mtiy . leves; -ó p'Or


Fesentimientzs personales-,variar im 'sistema eneI4uc sb
halla altamente ,comprometida sú poláleái Para ql/wdo
este modo- obrase utt Gobierno- ton calculador :corridel
inglés, : precisa 'Seria con:venir . en que el'apoytoe.que'th
union dé la Francia: hubiera ofreeido :4 la Espafiá pailt
defender sus daminios coloniales, procedia meramente
un cariño eSpecial hácia nuestra nacion; cariño que
padria retirarse con lo Misma facilidad con, que se Dr-
. tanca un juguete 'de las manos dé un Muchacho ; cUán-
do'no ha sido bueno, elle' sontido , de obediente , y su-
miso.
-- Seria una :ridieUlei pensar''-de . esté modo: .140:4:no-
166
Merinos no tienen, ni deben tener predilecciones sino por
su propia conveniencia ; y ;como esta conveniencia se
halla iro pocas veces muy ;conforme con la de otra na-
cion : , hé aqui porque se estrechan las alianzas y se afian-
zan laos reciprocas garantías ¿ Y quién no; conoce que no
está de. ;rnodo.alguno en los intereses de la Gran Breta-
ña la traslacíon del dominio de la isla de Cuba á otras
,manos , á menos que no fueran las suyas ? Y no: pudien-
,do,tener lagar ,esto ultimo ¿no ha de, hacer todos los es-
•#'uerzos, , -como los está ,haciendo,, para que aquellas im-
portantes-posesiones no pasen ..á dar. • una peligrosa pre-
,ponderancia : á 'iiin:gu;n otro pueblo? Si de otro .modo
,procediera :la,, Inglaterra , abdicaria el alto. puesto que
há. sabido asegurarse en los anales dula política por me-
dio de sus eminentes diplomáticos.
LaiInglaterra,no puedeisepararse de su sistema. pro-
tector y conservador , no-mediando , como no median.,
razones muy poderosas para alterarlo. Los gobiernos
sábios . y previsores no conocen ni conocer deben pasio-
nes ni resentimientos ,:;porque incurririan en una grave
responsabilidad si descendiendo de su elevada posicion•
;para tomar parte en las miserias de los partidos ,. sacrifi-
.easen á un Mal entendido orgullo los intereses naciona-
les. Ya no se emprenden guerras, como en otro tiempo,
por una simple, falta de etiqueta , ó por el figurado de-
saire de , un embajador altanero ó por un pique perso-
ial, '6 por otras causas, insignificantes. Para que una na-
cion quebrante en el dia sus relaciones amistosas con
,atta , es preciso que concurran : causas muy, graves que
no admitan una transaecion decorosa la cual sin eTñ-
.rgo no deja de hallare para que. quede ,en; buen ligar
el, honor-de ambas. La causa que suscitó la acalorada
.sesion del 30 de mayo , y provocó.. la -destemplar za tde fla
prensa inglesa es muy débil para ,que pueda hallarse
.pportunidatU en las bravatas q e: sedanzaron ; y como el
tino provocativo y°ilescomedido es el inénós adecuado.
para granjearse verdaderas sitnpatias, dé sentir es que(é`l
noble lord á quien aludo , haya hecho ese desgraCi atlb ^

paréntesi's'á su 'moderacion y rectitud, porque los efec-


tos han de ser diametralmente opuestos á sus deseos:
Aunque doy por cierto que el citado lord ha hablado
por su cuenta , y , 'bajo la immuni'dad parlamentaria , que
soy el primero en respetar , y de niu`gun modo -a notn-
bre del Gobierno , me parece muy oportuno este !tildar
para ma^ ni^ fr;'starle tambien con la inmunidad que no
puede ' negarse á 1in . escritór público ,` mis opiniones,
que me atrevo a- á asegurar son comunes a todos los que
sienten correr sangre . española por sus véilas; y ést'at:
son las de que' la España no :aoeptaria beneficio alguno
si habia de comprarlo á espensas de su honor ; que la
España , justa apreciadora déla`irnpói^ta^ncia pol7itica de
la ^Gran -i3retaña , desea su ^arriistad y . su alianza , pero
sin bajeza ; y que si para obtener la iEspáila en casos
dados el apoyo de otra nacion, se la quisiera imponer
condiciones depresivas , lo reehazaria con indibnaetoti,
por angustiosas que fueran las circunstancias en que
pudiera hallarse, y. fiaria su suerte z: la protē ccion' del
Dios de los ejércitos:, y á sus heróicos 'esfuerzos.
Nadie desea mas que yo la con. servacion° de la paz,
porque el. largo periodo que llevamos de estar e?eiitos
de los horrores de la guerra , nos -ha hecho ,ver ' cuánto
ganan las naciones en_ la carrera del .órden y de la -pros.
peridad ; nadie ' estaria por lo tanto mas dispuesto á_ ha-
cer sacrificios para que no se interrumpieran' nuestras
relaciones internacionales , pero sacrificios que `no en-
volvieran clase alguna de bajeza ni li'-umill ^acion.
Este fué mi lenguaje al tratar 'ilé la°cuestion d e la
isla de Cúba
,, con los Estados Unidos en la óhr'a que aca-
'l^o de publicar con el titulo de 'Bosquejo econ ómic-á-
politico de la citada isla. En el rrinler tomo hé dejah
bien consignadas las mismas opiniones que : acabo de
espresar. Desearía que,. dicha obra fuera conocida en
Inglaterra _ y aun mas por las personas de las que' me
estoy ocupando , con cuyo objeto tal vez me decidiría á
traducirla si este mi primer ensayo fuera .recibido favo-
rablemente por el público.
, En ella verian , ,no un ,rcto jactancioso , sino la r.e-
soluciou firme y enérgica de un leal: español para los
.casas en que viera escarnecido el . honor nacional. En
ella .observarian,, que en. lahipótesis de °un rompimiento
con los Estados Unidos , que .á. todo trance y sin faltar
á las bases antedichas quisiera que .se.. evitase , no .fiaria
yo la defensa de ,ese mismo honor; nacional á la inter-
vencion aunada de la Inalaterra,, ni de ninguna otra
potencia , . sino, ,á .nuestros propios recursos , recursos
que no '. se han parado , á calcular los que hablan de la
Espacia con tan poco, miramiento y con tanta ligereza..
Allí, verían que insisto con razones muyV congruen-
tes , en, que la España debiera quedar sola en el cam-
po de las hostilidades,, porque Tiene en su seno los me-
dios de salir triunfante de la presupuesta lucha y v sin
mendigar 'el apoyo material, de ninguna otra y sin com-
prometer'..aie-nos'interescs; y no se crea que son estas
las opiniones, estraviadas.de un individuo deslumbrado
c,oii su patriotismo.: lo -son de toda.. la nac ion , pues
que, en todas partes fueron acogidas con entusiasmo las
doctrinas vertidas en la citada obra , y aun mas la
parte política, relativa .á los Estados Unidos., ,que se pu-
blicó en forma de artículos en uno de los periódicos
mas acreditados de la córte , á fin de : que tulÍ.ieran mas
estensa eirculacion.
Igual; pensamiento fué desenvuelto en aquella épo-
ca por toda la prensa española:, la ,cual se. presentó
.tan unánime . y compacta como en la guerra de la Inde-
pendencia; y se presentaria del mismo modo , á no
169
dudarlo , cuantas veces se, quisiera , aterítar ;á^^Ia dignir
dad y al decoro del nombre español.. No es nuestroi'ca=
tácter el 'de provocar conflictos, ni , de insultar á nifigtx. •
na nacion ; pero tampoco sufrimos 'insultos ni provoca.
cionesde. nadie. Seria de desear que se; tuvieran presén.
tes estas indicaciones cuando se tratase , de censurar los
. ,
actos de nuestro 'Gobierno , para ' que se guardara si-
-quiera alguna consideracion en las formas.;

C A PITULO XXXII:

Modo de terminar plausiblemente l a euesáiom negrera.--.


Inrnigracion africana
. . . ;
Pasaré al quinto y último punto rde. .mi-disertaciárt,
que se reducirá á proponer los ' medios de terminar
amistosa :: y pacíficamente la cuestion negrera „Taima
inestinguible de: . disgustos y conflictos. , Estos medios
nos los ha deparado la misma Inglaterra. ¿Por qué han
surgido tantas dificultades y compromisos 'desde que se
firmó el tratado de abolicion . del:. tráfico; de esclavos?
¿Por pié los .ingleses han tenido y:tienen que mante-
ner con inmensos gastos ;.numerosas escuadras en las
costas de Aerica T de Cuba? ¿ Por qué se han visto pre-
cisados á establecer comisiones de vigilancia en amboa
puntos? Todos estos sacrificios han sido necesarios para
destruir ese tráfico 'ilícito. ¿Y han logrado su objeto?
¡i' podrán lograrlo:?; Bien se puede avanzar una res-
puesta tan negativa como la: que .corr.esponderia: al que
preguntase si, era posible destruir el ° , contrabando, de
productos :ingleses que se está haciendo :.sin- cesar en la
1
Peninsula.{ .¡.. . 4...
Mas de una vez vez :se' ha .dicho ,; :y nadie pu:edé po-
nerlo en duda, 'que una ganancia exorbitante derriba
,todas las barreras que puedan oponer los `Gobiernos á
Ia
174
lás i defilaúd<aciones., PriSciso les pues., buscar los -Medies
indirectos,, ya , kftie í Los son insuficientes'.
cuáles Son . :esos medios indirectos La introducciewde
negros,en:la cfase'de cotones .en,númevo tastante.:para
cubrir las: , mas a premia ates ri e eesid ades. del culti vo,
idksqtee 1 ...se- laten- Sentir al . péeserM con: mas
faena causa de -la gran 134/ . 001 'ha ltabido:de bra-
ceros por las ,epidemihs.-que . han:afligido' á la isla' de
Cuba en estos últimos años.
No hay ley alktMii., que ; Conilene esta inmigracien;
no hay tratado que dá derecho á ninguna nacion para
impedirla. Si permitida esta' en la isla de Cuba la , itl-
migracion de europees, de-yucatecds y de asiáticos,
con doble n'ion debe estarlo Ja de africanos porque
á<las,ventájasque-,-disfrulan co mi) consiunes
tedos'ilosi emigrados, agregarían 'los últimos la mas
10M0 1.1-; . seria , !tú dé:arranearlos . de la;vida
1111*, salvántlolos› . de ,. stt destrucCion' y-,haciétvdolos
niembros'útiles á sí Mistnesy';,al.Estado,: ,,‘
• La trataAel, ese chyos : se acabarla Ora-siernpre -si 'se

'adoptase eSta , meáida thrí-benéfica por tOdástitUloS._ tos


cnyo santo ' 'celo -y prihcipios altamente
liturrianitarios' . Son •Muy recomendables podrian tran.
quilizarse estar . seguros 'de ; que' se lo g rara cem-
4piétamente,su,ideseo:1 EI: . Gobierna inglk no tendria
wiecesidad, de'llaCer ulteriores, sacrificios para impediir
dšùs
trhtádos e,' y4 ; el españolse
los serios zonflietos !en : que: tiene'! quwenvebrerlo de
tiop anuo. h" lercantil como we! sal varia _ indu-
¿dahlemente desde elimomientO:en que'ésta fuera ataca-
fdatpor el -corazonv :Upé mejor lataque' que hacer ilu-
serias las fabulosas ganancias que ahora repintan, • lbs
-coMabandiltás este vergonzoso tráfico; <S. zmejór di-
airshluta?,
Voy La intnigracion .:etiqáca
4., 4:
fleádar,bvn) tudastlásl gailantítá► g uie Ltin/Ipbodrélsucesiva- •
mente ~>,: i'gi ?anix711edrocidla á ,niixrnás/> térldnos, y á
iguales carm►d'vctione g = : d^'^}la `asiáti^t^ ^,r= Q^r4édr-ias á los ha-
r
cendatl^s F:;doi t^l(^^f^u^ba'`^ó(c^^awlimiltlsiklrestarian
,susl:s «vid osi por: ;el dnyaeiirj ídléldbhos ^in
xnásttesenTbolrsot , inr^a^:ctli:āito fporlyt^tiquisici6h , que el
dé 450 Osol ' que' ;po^' un '64cltivo l tiene que
pagar en el diáH:600, :- es }':Mci}r,3titr'libiilprecio de
. F f ,. :
400'esospor
^P .p . i nd^v.i^tr^:; }^;; ^n^ s l. •
^ ia^éet^^.lt^ ablia
tartest9lida r que gaüiéraianna-r' os+cllvow;á `ttftt) alto pre-
. {
c ^o f+ y ::corr^er 1o4 -riesgosj: dti.t estIvclasle : rl14ontraban-
do , ; que , ei^=;.c^l =:cala 'p re'srnpttes*tó= gel :raara^: d^rblegnente
odioso ^ áporclYno-'se: W clesp' sarcaKtütei{ de nece-
sario'?
L as condiciones de la dSOntrata de lós . 6,000 asi^íti-
cas:intrvd^cic^ós.{er^r.:ias ,^sla7 clé:Cuba'=en el' afill:1•Vialado
de 1813 :sou/;9orrio sibu+e
,
(s: +_^ ^ ,; r

Costeados- el paSaje )T'Sastos;de;.ém.l3'rltkp;b .-. ' tl zt±^


4i
. . 1^uticipacion,: de , ^once? y' ^e`^iio p^^d^ }páiit, i= Ir9; 1^3:;
' fcantidad
-tiT^`` iai
t
pluedw d^scv^ntá^rbe. -al 'cal4xí0 :én> ^él ? p ^ii^^ ii d^'
,
^ ^ ^; •
dos
^.tur^^,;iltmo;^ ^nual{ ; cl^ =:tri1:ud^9^ í^^et>r^^=; °^^nttl
frazada
P:: Rociári,dia,ria, :cam'ptlest=dre: odio 'gnzal .,:dé ame
de'uná.^ libra
y` mod'i^;':^cle^ plát^tfetá;tiK
'4 ^
` •Y bQnia' t^" `.'}r o.^
Jlr:)^ pl^rit^^. áli^^^zic^i^ r.rY
Oras:^.
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..•^i!^`t a ^^s^sten'CYd,=^Cl,^e`uiéd1GO.(y.tBrTfernieriiÍ.`)sjr.e!
l'i .:, Qbligacioi3 _ ái, olori g do' i:rá baj ā rt '. pdf
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.` ^j^1lty:f4
172
re endosada la .contr.ata., bien sea " en las la.
boros. del campo v de cualquiera otra in-
dustria á que se le ::destine, sin que pueda
dispensarse de una tarea proporcionada.
Libertad al concluir los ocho años de la contra-
ta, para adoptar el partido que mas acomode
al colono , sin que por ningun título pueda
ser retenido contra su. voluntad.
Asegurado un jornal de cuatro pesos mensuales`
que empezará á contar á las cuarenta y ocho
horas de haber desembarcado el colono; y no
se interrumpirá su pago bajo ningun protesto,
escepto ;en las enfermedades de mas de quin-
ce días.

Aunque se hicieran dos pequeñas variaciones que


creo muy oportunas , á saber : I,` la de que la obliga-
cion abrazara diez años en vez de odio , completando
así los dos plazos á que suelen otorgarse los emancipa-
dos de aquella isla ; y 2.' de-que se abonára al fin de
cada mes la mitad del jornal , es decir, dos pesos , y la
<Ara mitad "á la termitiacion del compromiso; aparece
ria sumamente ventajosa la referida contrata , ya quo
4e aplicaban á los colonos salvajes los mismos goces y
garantías que á los colonos civilizados.
ile dicho que creia :oportunas las enunciadas altera
cionea , especialmente la segunda , ya que para evitar.
los espesos de la embriaguez, ú otros' vicios, á que se en-
tregarian muchos de los colonos africanos si se les daban
mensualmente los cuatro pesos. asignados que ni ne-
esitan . para su comida , ni para su vestido, ni para sus
,enfermedades , pues que á todo esto deben proveer sus
patronos respectivos y ya para que al espirar el plazo
deja, obli&acion'.,:tuvieran recogida una cantidad sute
riente para regresar á su pais nativo si así lo deseaban,
^ 7`á
^í > bie n -paradirigirse á`cttal q uiera Otro + puntQ
^ ;;,; } :;
`
qüe ^ii^
le^^acomodase. ,
^
_,: ;^, ,,;
';fi

Bajo tales basés no puede 'óponrsé'rákóh'"'á)`guna


fundada. pira °entorpecer ó contrariar' esta' díspbsicion.
él ., Gobierno españolsé s decidiera
i á'adoptarla
á^^ `adoptarla ; ` `y auh:
•Menos,'si al' mismo tiempo °se dictabarí"médidas effcái-
ces para evitar todo ,abuso que püdiez'á cárneterse `en- Iá
'costa. ` dé Africa , única parte " Vulnerable` :qué ptidiexá
tener: el proyecto en cuéstion ,: v" que "' fué torriad d' . th
cuenta por el Parlamento británico én su "sesiob de:.*
de Junio iiItin7o-; ' al tratar de los colonos negros';'qtie
la compañía de los Sres. Hythe y Hodges habla -t-rasla-
'dado á 'las Antillas innlesas.
Es innegable que si- á esta ''esportacion' de calónóg
se la diera una absoluta libertad , pudieran sobrevenir ,
algunos inconvenientes por la furiosa competencia de los
esportadores , la cual sért:i fácil' 'qüe t' omase el 'cará`Eter
de violencia ;" atendido él atad con que todos . se lanza-
rian á esta especujácion , hasta los , mismos eontrabari-
distas de _esclavos , los .cuales. dej.ariárí-, .' á mo: ,.dtid.ar:l:n
g u peligroso'ofiicio , ar.rúinado= cQri ^ estéi pisan, y fom-aria-n
el que habla de ofrecerles 'alauñ' lucro, Sin `'niñgu'iia es=
^
poslclon
. ,^ . ,. :'• ,.,, i iSS.i
Enpero;`este'lnconveniente puede°saYvarse. , siguica,-
do las huellas de la Inglaterra en 'el modo ,de-dar;eject^
cion á tan'fitantrópica idea.= La iriglaterra.-no Hr.m•tte
Iá introduccion de estos-colonos en= las Antillas'sinO'M
al
conducto de una casa de' co m ercio = autorizada' efee`tó:
L á. Inglaterra ,tieñe sus cor^isioriados.e.n' 7á cosí a ' ^^
Africa para qu e los enganches seán de, gente vo;lutitia.r,i ^
ó. de prisioneros que serian ;: degollAdos- si no tuvieran
esta salida.' . Pues bien, que la Esparia' rhaga; l''a mismo
estrictamente;
^:.. . es deci"r `,i . qúe'estál7lezca
:. . . ', ^'e,stas dos
.^^
^`r^nt^as> y ningún Úobierño> ni lá socie^dád anti•eselá^^ i rl:^t ^
• ,

ni n,clie podrá oponerse, á,di.chl inm4graclÚn ,, :''como á


1
^a,.oeur,^'^c^p
! f. ^pou^e^is9'a la, Je ^^^s 4^at^t, ;f:›
de cualquiera. otro pueblo.
, dieiones;de esta,,clase,, que d..e las costas de
: .., r4,as,; es^ e
;45,fi'a #'ue,ran ,despaGhW :as por,un, ,córtsul ,ó por ;uri ; ce-
,^^iq.nda.,es ( pa^ol;, y que.,al,ll.e^ar á;;la islai de;Cuba :fue-
xa,n:pxami,natlas con,escrnpulosó. ri g or para, evitar todo
4 ,fraude,. y p ara qne;no #'ue;La admitiido,in,divid,uo;aEgnrtfl
fqt,ier,no trajera su, contraia, nkcolono.; á l,a, manera.. que; se
tp,raetiea: :c¿n los. 4sj;i:4ricos, llenarian complezarueute,el
( 0),HQ Ilesea d ®r,. sin in; cu rrir,, en .nz.n :Durto' de. los, inGonve-
,rl^n tes;^rue
, la . xr.l,,^rs suspicaz .desconfianza
_ . pudiera, °co,u-
.c0ir.
-... i .. - -.
!^ ^ . :

La proclama ^de Mr. Ráherts-;, ,presjíhePite ;dé la ,re-


,^i-^,: africa^^^: ^^+,l^lic^adtá,er^; é,l ^i^'r°:^ld^ .cic.hibe^:ia
. (!),

•) Próc1.41'ná,clel Presidente Rob,eXts :


« or cuanto los Sres `T-lythe, Roóges y Compañía de Lóndres^
qtié contrataren con cl Gobierno de S. M. B. él suministro de tra=
bájadórés de la costa' de Afr>'ca para las Antillas ,'lián enviado 31=
vahos' de . -sus Timamos' á` la' costa dé 'laSepública ;-ofrccien-do u^
igieikuM ¢ effigaffielae de Ajes duros acalla -persona' n la.que !se pt}e^
• indwcir, á,em {igrar , ^ ,por. cuqnto, la .estincien del, tráfico ,de e^^,
51.>1.,
clavos ha dejado ran número de trabajadores prediales y de
otras clases en poder de los jefes y hombres,principales del ,país,
ád paso 'que la oferta ` de, diez duros es casi equivalente'a 'la suma
(TM'Utes'se , lragaba por los esclavos, mientras que 'duró aqueln
tendia' principal,ulenze I suscitar' yá sas;teuer las guer-
rfas t (y e . 0145 0. p1 al _ lSg ; : y por miiluto , cjéertgs ¡efes .r.e,lr,a.ctarto$,'
se. ia4ce:,; que, se.. laouu,.ouwpgogt4liú,o • ,lgs, agentes , ct,ieka Cgzn:-
Oñia ;á suministrar un r número de trabajadores + , j y se sabe ade-
imás que Cienen oeúltó .cérea 'del Gran Cabo' ' Mgnte a una gran cm-
,
^idá4l^ ^é victim^ s liñf.elices de sus ' esc.ursióries 'depréd.atori -as ; . y
pa ri..eilauto l m han :áiTigido; .f¡ttej:as;al Gotiono .de, que se s deliene
kcp,tt€RnaS: pma: ;esplorlas .^in Rrr: vq#nlar!o ,g obsenfhieAtQ:, Ct
^g`sus:.tutoxes nal,ucIl.es;-, por t#anto ^ y .á fiR
r ^
d^ ^u}p^^ir ; ^l^u^osi y ` r^s
^le . ^^e
^ dé otro
^ r ^ne,tlq
(l 4^ ^ódr•ián ^. r .^e
re ultar
^ ^( . ^^ ti^ ^ ^t
^icTi a e m p res a ,
r .'^á:cernos^`fiá^^r=s^ór'' esta próclamá► "^ `ttdás'A'as-;pérsónas =^
que: dió i Jugar da, importante i ntel-p reluc ion de, ,Lord
BrQugham ah,-Gdhierno Zeitte,
JARio. Últif1041 hace ver:que(pstá en tablada inrnigimikbi
de a fricanoa paralás inglesas,1 sancionadaopior
ehmismo•Gohierno , ya que: elfreferido Presidente reisptv-L
tando, , eisttos,hechos , iimita u pódery su:lintemenciod
tan solo á impedir los , 7abusos:,, z ,131ifgandó á .todos
hunues fletados para este- cornerelo quelvayati a1 ru7-
glr de 'u so iesidencia á sacar usl lausavortes:;: lqüe(totor
gará cuando ,se, haya cOnvencido ;qu e son' tibroi Jy,
,1,10 forzados Jos.individuos que se hallen á torda:
Haga el Gobierno español lo,rnismo por mediol-de
sus Pputes, uno de- los ,cuales ;podria 'saló el i1i8111,0
eónsul español residente: en..SielTa Leona..por- lo
ti vo á toda la costa , al Norte de aquel - pan Lo . y esten-'
diendo su jurit'4dicciorL:par la . que corre- al Esteí hasta
primer Indo de, long. LE: del meri di muy de Gieenich
, Otro ,coraisionado podria Situarse . en Calabut Vieja,
que se halla próximamente á 'los ,seis,.gradoslat
Aueye long. E. ; - y.el tercero en San Pab16,de Loando,-
situado sobre los;nueve.grades S. ,y catorce long. E.,
Con estos- tres funcionarios ,estarian,.vigiladas las,leis•-
cientas leguas de Costas' interesadas esencialmente en
la , esportacion ; para Y : quá los tuques:ern-
picados en este trasporte no ,tuviesen que retroliederni,
desliarle,rde.tsu.rumbo:_en!busca:des
como ile pasaportes . para ; los' colonos .ornharcados:tá

quienes concierna, que debe observarse estrietaffiente `10y SO


bre arreglo .de pasaportes : Que los barcos que 'lleVen Ó intenten
llevar emigrados , deben venir con ellos á este puerto para ()Me-
nor pasaporles á fin de pie el ,Gobierna poda eeptiorarse fopor
Un-lamente de si la emiggraqioa,-fes libre í5 'forzada. Tolla viWahictia
,Ja ley ,sobre 1. ,pasaportieS será castigada ,con la ?pena. was.
severa que prescribe la que -eltâ hecha y,saneionada al ,efootoo) . -
17.0
bordo, se les obligaria . á tocar.cn Loando los que pro-
cediesen de . los..puntos al Sur y Este del mismo ; en Ca-
labar. los que hicieran sus espediciones entre este punto
y Loando ;. yen Sierra Leona los restantes desde Cala-
bar hasta la parte mas occidental. Y aun podría aña-
dirse un cuarto comisionado en la costa oriental coi/
residencia en Sofala situada á los 201 grados de lat. S.,
y 343- long. E.,, cuyo punto abrazaria todo el canal de'
Mozambique , en el que los . portugueses han tenido sus.
principales mercados , los cuales ; ya abandonados en
el dia con la:cesacion de la-trata , deben ofrecer en su
cambio bastantes colonos.
Si se adoptasen estas disposiciones, se lograrla mejor
el objeto .principal de 'evitar abusos, como en efecto
los cortadla seguramente la inmediata inspeccion de ca-
da comisionando , sobre. su 'demarcacion respectiva.
Por medio de los' referidos comisionados', los `cuales
deberian recorrer los varios puntos de la costa 'á bordo
de .filos mismos buques cargadores , á lós cuales se les
obligaria cán:tal designio `á tocar Cambien á la ida en
uno ele los cuatro . centros indicados que mas les aco-
modase quedada bien observada y atendida aquella
estensa playa ,. erg la que el' antiguo tráfico habla for-
mado •esos mercados tan combatidos', 'los cuales >queda-
rían purificados de sus anteriores manchas desde el mo-
mento én .quá,proscrita. de,un modo absoluto:. la .. palabra
escla^itúd., recibieran' aquellas desgraciadas víctimas

de sus guerras civiles el bautismo de colonos , y colo-


nos solemnemente garantizados por la buena fe del
Gobi:ernó español (1).
,,.! .. . .
-(1 ) ''- Eti miPnistrto de l a s Colonias en 1151; Russell , en
su "desp'xchb ; die marzo dé aquel año ,al goernador de Sierrá
Leonar, 're'dü[ce á tres ^ putitos las garantías que d pben , tljirrse para 1^
e.sportaCion de los' colo.nos africados, a saber :
177
CAPITULO XXXIII.
* 11 ',";7

Solueion de los eargoá injuriosos dirigidos 'contra 'tal


-autoriaades "españolas...
_ llegada
Habiendo leido en , el mismo cita -de mi ú
Londres (1.° de setiembre , ) un largo articulo que ha.
bia publicado en el dia ,anterior, el periódicolitulado
The Daily eles, en el cual se me atribula una im t
naria comiáion del Capitan general de isla de Cuba
para sondear el, ánimo de los ingleses,. y hacerle ganar
con mis esfuerzos sobre la opinion pública ,el terreno
que se áuponia 'labia perdido el, reterido General , dirigí
una breve contestacion al editor de dicho periódico;
quien la insertó el dia 7; .y en ella afirmaba del modo
mas positivo que yo no era agente de aquel, funciong-
rio , aunque me . honraba con su amistad, y, que vil-,
jaba por mi cuenta y por mi conveniencia.,
Empero como al mismo tiempo se habia . dirigido

1.' Que el agente encargado por el Gobierno de intervenir e»


la citada emigracion, evite todo manejo engalles° que pudier4 in
tentarse en el enganche de los referidos'emigrados.,
11.' Que impida asimismo las sustituciones 'fraudulentas dé" di
chos colonos despues de enganchados.
3.' Que proveaal . buen trato durante el pasajel
Bajo estas bases salieron, en aquella epoca tie treinta , y .seis:á
cuarenta mil lolonos para las Antillas inglesas , y han idp,saliendo
sucesivamente , 'y salen en la actualidad en cantidades muy ,creci,«L,
das, como lo ha confesado él mismo Gollierho británie ser-
sion del parlamento á la que me he referido.
Con estos hechos k la vista rio puede' 'de riiblo algimo'ernbk-
razar dicho Gobierno la a'ccion del nuestro para llevari-cabo. la
misma idea, ofreciendo ‹iguales garantías que las que dió.
r r J

mento el Lord Grey respecto de la conflan/a 'que le inSpiraba


casa concesionaria del buen uSó t que hada de hacér'' del permiái
otorgado pm-a trasportar africanos - fibreS a las cblonlats
a.vi como del cabal cumplimiento de' las , obligaciones hnpubátal!:'
mi para que solventase una ;porciion. de preguntas, en-
vueltas en recriminaciones contra el- Gobierno español
y tontra; las, ,autoridades de. Cuba , satisfice ,.au.nqne
muy lacónicamente sus deseos,. chazando aquellos
ultrajes , y ofreciendo entrar sucesivamente en el des-
,
linde y ;en . ;la r-efutacioni de tan ubstTrda`s acusaciones,
habiendo suplicado al público que suspendiera su juicio
hasta- qué hubiera -podido organizar mis trabajos para
dar la ilustraciarí competente, ' á los varios° puntos que
abrazaba el .espresado artículo:
Forzoso es pues cumplir con un deber que voluñ-
tariarnenté nie he; irn}ptiésto como español aman te de mi

patria , y ytomo caba' llero'qúc no 'puedo sufrir que sean


calumniados , mis amigos, y denigradas injustamente
personasaltarnerite caracterizadas. Y desempeñaré esta
gratuita mision con .. tanto mayor gusta , cuanto que
quedando dicha defensa donsignada de' uri `'modo per-
manente en esta ` 'rrrérnoria, podrá servir para contener
í`IlteriorCk irrupciones , y para-tapar la boca á nuestros
enemigos, siempre dispuestos á esgrimir las armas de la
detracc-ion ,-olvi;danrle ó desatendiendo las razones que
Mas de una vez se han, alegado para desvanecer' los
equivocados: conceptos do la prensa ; y embotar sus ve-
nenosos tiros:
Dice el articulista güe «si el Capitan general de
Cuba
, qui.siera :emplear activamente las numerosas tro-
pas y buques de ` ^auerra de que puede disponer, se po-
dia dar' `por' .cónclüidala trata de negros . mayormente
cuando los hijos ;pais rechazan elle tráfico :, que
ckuNla.esclusivomente viueutado en das itl1anos..de aláu-
n+os,o.odiciasos routopeos T prot;e;i4os por apatía , por
ia''erórrupp-ian;y
i ^ .- ^ po^r`l^a v^enalicl^il.
.del ^t^l^ierno
^ ^ de Cuba,
hasta el ^pun t ó^ tle' habersiti^ó eoñdii^ci^l.os algunos escla-
vp.s á bollo . de los MISMOS vap.aies :,correos - que enarbu-
labaw ila,:bailagraYeal;de EapAüla.,4
470
. :t lrrconeebililé' p arece'qne'sé hayan aeutniilacto t-sntWs
diSparates pocas-palabras:. El cjercitb ^y 'la
na -de 'Gulyd; ,: por 'respetables que : sean', `tienen ' clúé
atender de'pré'ferencia `á la defensa y-conservacion ?de
y `seria uñá ridiculez exibir‘ qué' abandcinaseri`sn
principal 'rnision por correr ¿ tras' de contrabandis =tas,
cuales, 'si bien- son criminales . pdrgue obrañ' eil óposi.
ion á la' Iéy • -vigerrtc , no pueden : menos' de °tonier: °lal
mayores simpatías en d país, ya . que, -como sé‘11á'cliclici
más de-una vez-, rano de indu'stri'a ,en Ilúé se :ejéN
citan , .por más odtóso que sea en política ; 'favorece `;cn
gran manera tos iniereses . matériáles'.' Es por 'lo`°iant•o
un error creer que-solo 1(9S-europeos lo protegen ,` ;por--
que lo desean del mismo m.do los' náti.trales ; 'eseepto
los muy pocos que no : tienen alguna propiedad,' -adl;'-ó que
abrigan'todavra ideas i'evólúcionarias, y` 'quisieran pro+
mover conflictos á la-España. . ,. É^:stcs -son los ' ,clr.ie dirigen
,. , _. , , . ..
anónimos -,a1 co cónsul' l.}i'i^;^arrP^fJ ^, '^ `au.n Cfln`2t?Il^cat',°IOneá
directas ; abultando y desfrgurarrdó los 'désénribarQos que_.
se-hacen por^ lási-playas mas desiertás, 'burlan}do laná=
tural vigilancia 'd-e los agentes del Gol.iiernó: x
' eáre'ee absolutamente . dé: fundamento 'cargo :nue:
se dirige áliii bugriés-óórréos ;, sóbre '.desernbaréar='e^-
clavos , á menos- que no sé -quiera- considerar 'comó :u ī^
crimen el trasporte que de -vez . en cur ando suelen hacer
dé` algúnos de`:éllós de tina fiin:ca :á otra sobre púritos 4e,
la costa, ó los que vienen de Puerto-l$ico én el •vágó^
correo de 'España cine sucede bien pecas :veces ; ^*
aun en • mtxy cortas -cantidades ; y sierripre'provhtós'
los competentes pasaportes para próbar su' legitime arP
gen. Estos son los- iunicos' negros `que,' entran en` los -va^
po;• es; como-es regular giié^^ér^rérr para' cualquier ,viaje
o^traS`l[lciorl`{iue sus amos respenti vos ' determinen .' ='
ó
--f‘l® a-bsuiido- de este cargo'-restiltsa • .con ; las`St+`
.guielites r•+eflexivknes. Para negres de -cowtréan,
180
do .entrasen en los vapores-correos ., seria preciso que eI
buque contrabandista los . estúviera aguardando á cierta
distancia de la costa, y que al verlos cruzar; se aproxi-
mase á ellos , y ;que con el mayor escándalo y en ,pre-
sencia .de todos los pasajeros , entre los cuales siempre
hay ingleses y otros estranjeros, se les trasbordase , y
que el capitan y los oficiales tuviesen tan poca vergüen-
za que luego los desembarcaran públicamente sin temer
la acre censura de dichos pasajeros ,,ni las declaracio-
nes que habrian de dar de tamaña , atroc.ídad, ni la ac-
cion del Gobierno que por mas apática que se la quie-
ra pintar, no podria, menos de apoderarse de dichos es-
clavos , siquierapara evitar reclamaciones por un es-
cándalo tan público,.
Por otra parte los contrabandistas no podrian efec-
tuar esta operacion sin correr un , grave riesgo de- ser
apresados por los cruceros ingleses que conocen bien
los puntos de recalada en que deben situarse , y que los
persiguen con tanto encarnizamiento, que solo se salvan
algún-os de dichos negreros en fuerza de su valentía, y
de ' la velocidad de Sus buques, con los cuales suelen
arrojarse entre los escollos cuando se ven apurados,
desembarcando precipitadamente la mercancía y pe-
,;ando, fuego ó .anegando dichos buques, para que .no
quede rastro de ellos, lo cual no , es dificil de efectuar
en una costa de 700 leguas llena de cayos y. de bajos
fondos. Además , corno los armadores salen muy ganan-
ciosos aun cuando no salven mas gtae uno do cada cin-
co buques que echen á la -mar, , . debe_ ser menor la es-
trañcza por su; insistencia en dicho.. tráfico, á pesar de la
persecucion que sufren por todas partes.
,:.. Dice asimismo el articulista— * que nunca, han en-
trado en Cuba tantos negros congo en los primeros seis
meses de este ;año„<lo cual ha escotado lag mayor .in:dig-
nacion -en , Inglaterra y en América y que el General'
181
Cañedo deberia poner en libertad dichos esclavos
quena crearse algunas simibtias entre ambos pueblos;
y 'alcanzar perdon por sus culpas y pecados.n
Yo no creo que la introducción de esclavos en la
época á que se alude , haya sido tan escesiva corno se
pinta ; pero aun cuando hubiera sido mayor que en las
anteriores, debe atribuirse á tres causas principales; á
saber, á la-, ocupacion de nuestra escuadra en el servi-
cio preferente que demandaban los esfuerzos que esta-
ban haciendo en los Estados Unidos los afiliados en la
Estrella solitaria .y otros enemigos del reposo público;
tambien á la considerable baja de jornaleros, produ-
cida por la epidemia de estos últimos años, por lo cual
tse pagaban los negros de todas edades á 600 pesos,
y por último á la cesacion de la trata en el Brasil.
Dificil será deslindar si ahora ó antes entraron mas ó
entraron menos; pero bien puede asegurarse que nun-
ca han sido perseguidos con tanto rigor, y lo prueban
las quejas muy sentidas de una parte del comercio de
la isla contra el General Cañedo , y los esfuerzos que se
están haciendo para 'derribarlo- de su elevado puesto.
Crítica es por cierto la posicion de este distinguido fun-
cionario. La prensa inglesa lo ataca rudamente y sin
los miramientos queen todas' partes se tienen aun con
las personas mas oscuras y de rango inferior, y algunos
individuos del comercio español le hacen una cruda
guerra por todos los medios que están á su alcance.
¿Qué debe hacer el General Cañedo en medio de este
doble y enearnizado combate? ¿Cuál será su linea de
conducta? Bien puede' asegurarse que será la misma
que tiene establecida; y que la seguirá sin necesidad de
que nadie se lo aconseje , 'porque tiene bastante talento
y sólido juicio para dominar cualquiera situacion por
angustiosa que sea. Se mantendrá impávido entre .los
dos fuegos , obrando siempre con rectitud y justicia,
I 4g
de,precianció las vu ares habliilas, así _COMO' 1as;.iniu-,
rias que contra él ,vomiten los periodistas , sea por mala
voluntad ,„ó lo que es inas. c,reible , por _ equivo.cados.
c_ once¡atos,..ó .:por absurdos informes. .;
• Y: lo pie se anota de mas peregrino en el párrafo de
que me estoy( ocup.ando . es la. sugestion del remedio para
que al . berieral Cañedo se le t?.crdorren sus ;culpas y,pe-.:
cádos; á saber,: el . de, que s ,e apodere de todos Jos, ne-
gros que hayan entrado en este año en la, isla de. Cuba
y Jos emancipe. Solo la ig.norailcia puede proponer ideas
de > imposibie realización . : 1Sabe el rárticulista f direcci.on
que toman los . negros tan pronto c.omQ. h..an :franqueado
las barreras de la 'ley? Se dividen en mi l partes, y aun-
que los mas, se quedan en Jos inaenios no pocos pasan á
los cafetales, vegas de . tabaco, . h.aciendas de labor .y : de
ganado ' y á los puntos mas distantes. y ; menos conocidos.
Con, una , pesquisa tan inquisitorial como la que desea
el articulista, es indudable que ae encón -Grarián: algunos
de dichds_ bozales ¿pero - de ; qué : modó:? ,desrnoralizandoa
cornpleta rnente , las dotaciones, y.dert •ámandó semillas
de, insurreccion, como no puede menos de derramarlas
torro a g ente del Gobierno que se consEi.íirya . en una finca:.
á-reside.nciár á su dúerio, examinando uno por uno sus
ésclavos, careándolos entre sí,, y dejándoles -entrever , que
tales averiguaciones tienden ,á su ernaizcipacion., i ^Iárró-
ros,os serían los efectos de estas esploraeiones .domicilia-
rias, efectos
^. sangrientos que. n.o pueden ser . calculados
Sine' por l'os que se hallan sobre .el ; teatrg. de .accion!
, Desde . ahora luedó asegurar ..que .una . parte, y ,no,
pequeña, de los lracendádos abanaonaria sus fincas á los
agentes . del Gobierno si fuera posible.,, ; q-tre r se cometier^.
la torp'pza que indica ,el _articulista cuestion,:es d.ee,ir,
si el 'Gobierno quisiera suicidarse abandonando á} ;sus
enemigos, la única .arma.,..la sola garantía de conser:,
vacron de la prohiedad esclava. . Tal.,es á lo menos la opi-.
niQil. de algunos:;alnos de ingeniosi; errritida^^é^;,miá:ptr^^+
senclab e a_ .z-á0(1,0> se , v i e ro n amen.azadc7R `.de tl>ít ,'golpé In).
treInenCl44 ; , - . ` { .
Si de, al b,^,.^^,aa.es,piQCion necesita : . eL'General Cañedo; tdj
es eieytame:ote de;.La,clase; que espreáan5 slis: acusadores),
sino, por haber hecho .:domasiado: a;'favor delas: exigen.
cias inglesas, y por' haber incurrido/: ,en, estiálii==
mitac:i¡on oficiosa, si 'bien es . do :: esperar gue.- . no ,. I+ecibYk►ól
Mengua> a l^,una su: ^isiing u:icla,norrib.ro;^^:por lo laudas:, ^ ,
ble del mo_ tivo que ^la h.ra 'in^p^ulsado , : y ya ^po .por; las
: :ir^s..
tr..ucciones.:quelaya , recibido.do la - supetiioridad.='For lo
tanto no habr'á, quien.,no convenga `eri . que la, prensa' in=
glosa ha estado muy^ `poco , feliz: al. dirigir tan acerbas'^^^^
cri,m'.,inaeienes á;.g,uieni;morioS ► pudiera merecerlas; póri.
que ei; ,efecto ;inmed'iaito.= .ha de;ser de ,qúe'cualq-uierw an^°
toridad que suceda al General Cañedo err r ekmanclo . 'dei
Cuba;: se .guarelará=: muy 'bien, dé hacer ^ -:clasé.elaúnai-'de
conoesioa `c crn;Wmporizadora, teniendo- presenite .quel hoz
sido, mas maltratado. el1 que mas pruebas había, dado`,aé.
su deseo de concluir con la trata de esclavós;-Í•iastarték
punto. {le haber c.ornpiruixre:tido su resp:tinsabil'zdad "pe;•-
sQnal,:y de haberse :creado enemigos formida'bles:'
Véanse s:pues, las `coñsecuoncias,de.lfls .bruscos .a=ta-;
ques diri ;idgs-con tanta ignorancia' homo injusticia
Ira funci ā narios:.qué' tienen mtiehosd y 'zmuy lir^íllarit^^ .
títulos= para;serarespetados.
r:<..,.

;..

Rétizitcc;ioiá `dé la decicii acio7í `aiaid4 el Opilcasa 11'c^-


; . ,.

,
9n^lto ?t ante
^..^
..
uñ co,^n2lc .de la Ca s' 'a
.,.:^^.. •,
de loCo^nunes..
s

• t .

Empero: lo erróaieo y lo rrias C urioso dé : tádo-'és>


mas
la dociarfáoiari dadR. por - é l cápitarl el`-dia '^^5r
184
de julio último, ante el comité de la Casa de los Comu-
nes. Con tales informantes ya no es de estra g ar que la
opinion esté tan extraviada, y que la prensa incurra" en
errores tan crasos como .los que estoy rebatiendo, y en
inculpaciones tan: duras contra personas dignas de la ma-
yor consideracion. ¿Qué conocimiento puede tener el
capitan Hamilton de los verdaderos hechos de la isla de
Cuba, no digo de los políticos y gubernativos, sino ni
,aun de los públicos? El que le haya podido ser trasmiti-
do durante su corta -permanencia en el pais, no por las
personas sensatas , y juiciosas, á las que desde I ū ego ase-
guro que no se ha dirigido, ó cón . las que no se le ha
puesto en contacto, ni ha sido fácil que se pusiera por
.
falta de conocimiento en el idioma , sino por conducto
de algunos anexionistas angloamericanos residentes en
Cuba, ó de unos pocos naturales del pais que han reci-
bido su educacion en los Estados Unidos los cuales
empapados, algunos dé ellos , en las ideas de desafec-
cion al Gobierno , éspaüol, desearian verlo envuelto en
graves conflictos.
Si el capitan Hamilton quisiera ser franco, confesa-
ria'que es exacta mi suposicion, porque solo estas per-
sonas son las que han podido darle á sabiendas unas no-
ticias tan monstruosamente falsas, ya que yo le hago la
justicie►-de creer que no las haya inventado. Sólo los que
tienen un empeño en hacinar combustible á la hoguera
de los resentimientos para indisponer al Gobierno espa-
ñol con el inglés , y enflaquecer las .buenas relaciones
que han existido hasta el dia; solo ese puñado despre-
ciable de hombres sería capaz de fraguar calumnias tan
atroces; y'lo que todavía es mas villano y mas pérfido,
de cer iprometer el buen nombre del capitan Hamilton
(porque en medio del daño que ha inferido, quiero
creer q,úe'no ha obrado con malicia) para dar una decla-
racioiá'completamente errónea , sobre la cual ha forma-
185
lado al parecer su acusacion él articulista, ya que se en-
cuentran en ambas iguales cargos.
Al de que en la isla de Cuba, por estar actualmente
bien defendida por fuerzas de mar y tierra, no debería
entrar un solo esclavo si las autoridades quisieran obrar
con rectitud, puedo añadir á lo que ya se ha dicho ante-
riormente, que aun cuando dichas fuerzas abandonasen
el servicio principal por correr en persecucion de tos
contrabandistas, lograrian disminuir el citado comercio,
mas no cerrarle completamente la puerta. La prueba
de la inexactitud de la declaracion de este oficial sobre
el segundo cargo de que la opinion de los naturales de
Cuba está mas fuertemente pronunciada contra la ad-
mision de negros que en el Brasil, se halla en la ansiedad
con que esos mismos' individuos se lanzan á adquirir
colonos asiáticos, desembolsando ocho y mas onzas de
oro por cada uno de ellos', y obligándose á pagar cua-
tro pesos mensuales de jornal despues de mantenidos,
vestidos y curados de sus 'enfermedades, sin embargo
de que el trabajo del asiático está considerado por muy
inferior al del africano para la agricultura.
Siendo incontestables estos hechos se desprende
de ellos la necesaria consecuencia de que los naturales
del país , del mismo modo que los peninsulares y cuan-
tos tengan algun ramo de industria, han de desear ar-
dientemente la entrada de aquellos bazos que les son
mas útiles ; de lo que se deduce asimismo que la alu-
sion del capitan Harnilton no puede comprender' sino á
lo sumo alguna docena deindividuos sin casa ni' ho-
gar , como los hay en todas partes que ridículamente
se dicen órganos de una opinion formada en sus débi-
les cerebros , y sugerida por sus malos instintos. Esta
mínima parte la ha tomado sin duda el Sr. Hamilton
por el todo , cuando dice que cuantos han nacido =en
Cuba desean el sistema americano. Horrible injuria que
13
186
-se hace á los habitantes de aquellos paises , los cuales
en todas épocas , y señaladamente en las últimas tenta-
tivas de los revolucionarios de los Estados Unidos , han
, dejado bien acreditada su fidelidad y adhe -ion al Go-
bierno español , y su aversion á dicho sistema americano
y á todo otro sistema importado por extranjeros , quie-
_nes no pueden tener otro interés sino el de enrique-
:,eerse á espensas, y aun con la ruina del país
Al cargo tercero—de que los que se ejercitan en el
tráfico negrero son esclrrsivamente españoles con fon-
dos de los mas ricos capitalistas, y aun de las mas no-
bles familias ,: y de las mas elevadas personas de la Pe-
nínsula , responderé , en primer lagar ., que no tiene
nada de estraño que los fondos sean ele capitalistas es-
, pañoles y que los traficantes pertenezcan á la misma
nacion , ya que todo el comercio de la isla de Cuba está
casi vinculado en sus manos , habiéndose dedicado los
iaturales del país de preferencia á esplotar la aurífera
mina de la agricultura ; y en segundo lugar , que es
otra vulgaridad ó mas bien una refinada malicia, mez-
clar en este comercio personas de elevada esfera polí-
, tica, .pues puedo asegurar sin temor de que se me des-
mienta , que ni una sola de, dichas personas ha tenido
jamás parte en estas espediciones ; en cuyo error no ha-
. bria incurrido por 'cierto el capitán hIarnilton , si hu-
biera conocido el modo de efectuarse aquellos arma-
mentos.
Debe pues saber, el estraviado declarante que cuan-
,do se proyecta alguna de las indicadas espediciones se
abre por supuesto . muy reservadamente , una lista de
, ,,suscricion en la que. cada uno de los iniciados firma por
la parte que quiere llevar en aquella especulacion, ad-
mitiéndose hasta pequeñas cantidades de quinientos ó
,til pesos. Y para operaciones de esta clase , para las
que se hallan siempre de sobra gentes del país queso
« 4: !F

interesen ,en ellas , conliad.is en ^el nunca quebrantado


secrLto;.cl:re inva^iil^ corrip!etá'iñénte la :a ^cioii c^el €Go-
,
^

f ,

`biér^no, ^ qu nécésidltl hay


^ ocurrir . a tos gn
d ,e ra^Íes
,G
capitalistas déla Península?' Véa s e cómo no hay' clál, e a^-
^ ,. Y : ,, , .,
4 "; , • a, Qá

guna de . corgi úe»cra para for mular cargos tan desatina,-


^
dos , ,, pie no tienen otro objetó sino el delatitiinar per-
sonas' de alta jerarquía.
'Conviniendo , pues , en: que son los europt;Qsjos
que importan los esclavos , pero no tan escfy5iyament;+e
"que dejen 'de interesarse en estas espe lliciranes .Ogunó5
hijos del país, son éstos por lo menos los que coiñpran
la mayor parte de la citada mercancía , como , clue , po-
seyendo casi toda la proíarerl;iií ícol<a , son los que
mas taecesittin de brazos. lié aquí cómo unos y otros
concurren á'aliiñentar aquel tráfico , y lo alimentarán
á pesar de todas las persecuciones de los Gobiernos in-
glés y español, en tanto que subsistrenrlo la necesidad
de operarios como en el rlia, rinda la enunciada impor-
taciorí utilidades tan pingües'como las que 'he % o
rií ^rc^a,d

anteriormente, á menos que no se adopte el plan de


colonizacion africana.
Al cargo cuarto del capitan Hamilton-de Tic son
los peninsulares, y señaladamentelos empleados del Go-
bierno los que tienen mas interés en que continúe la
trata de esclavos, porque, segun la voz pública, el,Capi-
tan general recibe por cada uno d,t, ellos tres onia s , ó
sea once libras , y el General de marina una orza ;, y
que todo agente. del Gobierno que trata de oponerse á
dicho tráfico es separado al Momento de su dstirq,
contesto que no es fácil reunir tantos disparates á la vez.
Esta declaracion;, tan altamente injuriosa, aunque apo-
yada meramente en razones vulgares, no salva al ,ca-
pitar' Hamilton de una grave responsabilidad , como no
me salvaria yo por ejemplo si declarase á la faz p-
blica ó ante una corporación respetable cuyos actos
188
supiera que habian de ser publicados, que habia oido
decir que el mismo ` capitan Hamilton , ó cualquiera otro,
era un cobarde ó un falsario. Asi como dicho señor
tendria .derecho para perseguirme por lo menos como
propalador de calumnias porque; yo no debia arrojar
sobre su cara '(aunque con referencia á la voz pública)
tan atroces insultos sin probarlos del mismo modo las
personas' injuriadas en lá declaracion 'del referido capi-
tan Hamilton tienen derecho para presentar sus recla-
maciones á los tribunales :competentes, corno no dudo
que las presentaran` como primer paso que aconseja la
prudencia ; y en los tribunales se les hará justicia , y su
opinion saldrá tan acrisolada corno el oro , y se pro-
nunciará contra el capitan Hamilton el fallo de la ley,
s y servirá esta causó de saludable leccion para que no se
repitan escenas tan escandalosas. No tengo la menor
duda de que tal ha che ser el resultado ante un tribu-
nal severamente justo-, sin necesidad de apelará otros
medios de obtener una amplia satisfáccion, de que no
puede,- dispensarse ningun caballero que tenga honor
y vergüenza.
El capitan Hamilton aparece si e mpre culpable, par
lo menos' de ligereza é' impremeditacion , pues que pa-
labras tan ofensivas como las que han salido de su boca,
aunque no formuladas por él mismo , no se pronuncian
á,
v por lo menos' no se dan al publico sin tener la mano
las pruebas y los medios de defensa. Algo habria po-
dido atenuar su culpa si, á lo menos hubiera agregado
"lo que en tales casos suele decirse siquiera . por mora-
lidad , ya que no fuera por cortesía , á saber , que «si
-bien hablan /legado 'á sus oídos aquellos cargos tan in-
juriosos no se atrevia á creerlos,» etc. Con la omision
'e 'esta salvedad , ha acogido ya como suya la opinion
de los cálumutadores—primera, falta la ha espuesto al
público' sin reparo alguno, ó al menos no ignorando
189
que aquella opinion habia de ejercer su in .uencip; sor,
bre el pueblo inglé—segunda falta: ha dirigido .preci-`
pitada é irreflexivamente á las autor idades de Cuba er,
golpe mas cruel ,á ,su honor—tercera' : y lo ha he-..
cho de un modo que no pocos lo calificarán de faPlta
generosidad , ya que por . hallarse á '1,700 leguas .dé,
distancia no podian defenderse con la prontitud y Ui
zarria con que lo habrian hecho á no dudado, si 1:1,u -
hieran estado aquende de los mares ;.=lo .cual da las úl-
timas tintas al cuadro de faltas en que ha incurrido.
Si el capitan flamilton para formar su opinion hu-,,
hiera consultado . en la Habana á las personas de juicio
y honradez y aun, al . mismo Mr. Crawford, cónsul`
de S. M. B., que desde muchos; años ejerce estas fun-
ciones,. le habrian dicho seguramente, que era una ,vul-
garidad, ó mas bien una maldad de los enemigos de las
autoridades españolas la incul pacion de corrupcion y ve-
nalidad, pues que dicho Sr. Crawford está bien conven-
cido, y así lo ha confesado en-mi presencia , y no pue-
de menos de ratificarlo, de que es injusto arrojar •tales,
manchas sobre aquellos distinguirlos funcionarios.
Si el capitan Hamilton hubiera estado mejor acon
sejado, no habria cometido .tamaña torpeza, que no pue-
de menos de envolverlo en serios compromisos, de ` los:
cuales no sé corno pueda desembarazarse, porque no le
ha de ser ; posible probar un hecho completamente
so, un hecho desmentido por todo hombre imparcial,,:
pues que tan solo algun enemigo encarnizado y brutal.
del nombre español puede. inventar, cargos tan, absur
dos; y digo brutal, porque aun los ,,que estan Alas`em-
peñados en desacreditar á los referidos funcionarios se
valen astutamente de otros medios • que mejor• puedan[
prestarse á la creencia vulgar.
Con respecto al General de marina, el capitan Ha-,
milton es el primero que se ha atrevido -á decir que haya
199
podido-rnezclarsé eñ esta clase de irr'ipuros manejos,
porqu!e 'si biéñ'se`há cebado fr`ecúentementé ` la maledi-
céncia'corrtra
" los Capit'anes generales, jamás se habia
oido rri'eiici`odár él nombré del General." de marina, como
..: ,...
cjüé circunsc"rito . a sus fünciones maritimas, nada tiene
qué vér con el mando terrestre, ni con la policía, que
es iiácrirrilie'vigilar por las personas que entran
-
y Satén d é la isla.
Es otra vulgá ridád áfirmar que todó empleado que
se ópo'rié ;ala entrada éte negros es separa4 al mornen-
todé sü destino,` ¿Iiótide están esos liorimbres destitúidos
por tal Cansa? Preséntese "uno solo.` Muy al contrario;
cuando yo salí áe`la `dlabana, que:'fué en_ el` mes pasado'
de'ágosto; algunos suspensos y encausados " por
é
sospechas dé descuido en. irrnp dir `la íinpórtacion dé
los 'citados s,é"sclavos.: Este es ' héChá, de c`uya āü tenti-
; ^::
cidad r espóndó.
Aducidos .vá los . argumentos afirmativos pasaré á los e
negativos Si las autoridades de Cuba fueran tan censci-
rables `co''mo' las pinta el ca p itan i][amilton én su decla-
racion ¿'seh`á'riaii concitado,comó ya sé ha dicho an-
tés, y señaladamente él"G^eneral' Cañedo, el ódio de todos
los que ' se eje `rcitan en el reférido' contrabando, Q que
.^t.^ , ,^ ,..; ,
tier^en"uíi interés en que no sea perseguido?^^ quien quién
lat^Ór'á=qt^é'd0 ra tab'ana han salido Infinitas cartas, re-.
liresentácione:s y: . aün corriisiónes .personales pidiendo el
relevo'h' diclío General, porque suponen que va á ar-
r` úiñar isla' \ coñ el sistema' dé rigor que tiene inaugu-
rá:tól ¿Y qulén iltiora l`a iiñpopu'laridad qüe se' ha crea-
ab; 'es decir éñ ciértó'circüló, po'h tas' pes,giaisas dentro
^a 1"as li^rí`cas;'^
^, por,,hábe
, r encausado y puesto en la cár-
t^.;^',^;+;.1 ^.^.^ ^.,.
eet persorias s de la mas elevadaar^stocrácia. Mercantil'?"
Y quien .obra de este modo,' qu'ién se, ha ; atrevido á dar
• iY1.y ^i '^ i.
^)^, • ^!
esta ^^ase de ,go^`p^ss rió conocidos en la, isla de' Cuba,
^n"i^n ñó ` Cbñsiil^ai^d^ ^ñás qué s•ú ^iórór y su deber, no
191
temiendo los tiros que habían de asestarle poderosos'
eneinigos, importándole muy poco que lograsen previa-''
lecer con amañadas sugestiones en sus designios de der-
ribarlo de su alto puesto, se conserva firme en i línea'
de justa y severa conducta que se ha trazado, sin que. 1
pueda separarlo de ella clase alguna de influencia; un
funcionario tan digno ¿ era por ventura acreedor á que
el capitan Hamilton le fulminase en su declaracion ante"
el comité de la cámara de los Comunes un anatema tare
furioso, y que vaciase sobre él toda la ponzoña de los:
resentimientos de sus contrarios, ó de sus erróneos in-
formes?
El capitan Hamilton á fuer de caballero no podrá
Menos de sentir amarga-nente el daño que con tanta li-
gereza é impremeditacion ha inferidó, y no dudo que':
con los mejores informes que ha debido adquirir, se apre-
surará á vindicar públicamente el honor de las personas.
injuriadas. Solo así podrá salvarse de susograves com
promi: os', porque me inclino ÍL creer que la accion del'
General Cañedo no cesará hasta que nó haya obtenido:
una completa reparacion.
Al quinto cargo del capitan Hamilton, cuya censu-
ra ofrece á primera vista algun fundamento contra et
referido General por el hecho de qué en. los seis prime-
ros meses de este año hayan sido introducidos por:
aquellas costas hasta el número de 9,040 esclavos, lo,.
cual no habria podido verificarse sin su connivencia, á^'
por lo menos sin su culpable ' apatía—contestaré, aun-
que sea incurriendo en pesadas repeticiones', que siri
embargo de que en el artículo en cnestion se dan los e
nombres de los buques negreros, se fija el número de los:
individuos que cada uno de ellos ` 'ha importado, y s
marcan circunstanciadamente las épocas de sus desem-
barcos, no puedo menos de poner en . duda este aserto,
aunque por falta - de datos á la `mano no pueda rebatirle
192.
con tanta seguridad como los demás, .escepto en la par-
te relativa á la. es.p:edicion del buque Lady Su ffolk , el
cual me consta que desembarcó en mayo en la Ense-
nada de Cochinos 660 esclavos y no 1,160, es decir,
500 menos de los que. hace. figurar en su cuenta.
Ala publicidad de este hecho dió lugar la persecu-
cion intentada por + el General Cañedo contra el rico ca-
pitalista y hacendado D. duli in Zulueta, y su confina-.
clon en una ele las principales fortalezas de la ciudad
de la Habana.
Es de presumir que iguales exageraciones haya ha-
bido con respecto á las demás espediciones especifica-
das en la acusacion, y que probablemente se reducirán
á la mitad los 9,000 esclavas tan cacareados ; pero aun-
que así no fuera, y aun admitiendo la totalidad sin re-
bajá ¿podrá parecer escesivo este número cuando en el
Brasil, segun los estados que dieron al público el Ti-
mes y el Morninq Chronicle en el mes anterior, se in-
trodujeron (en '1847) 56,172 esclavos; 60,000 en 1848,
y 54,000 en 1849?
Graduándose en 700 leguas la estension de las cos-
tas de la isla , de las cuales escasamente habrá una dé-
cima parte con alguna poblacion , y,siend.o lo restante
un horrible desierto lleno dé innumerables cayos , esco-
llos y bajos fondos, segun se 'ha dicho en otro lugar
¿cómo se ha de poder evitar que se dirija impunemente,
un buque contrabandista á cualquiera de estos puntos?
Si la Inglaterra tan poblada por todas partes, y tan bien
provista de buques del resguardo , y de una policía su-
x i-riente activa y vigilante, no puede atajar el contra-
bando que se hace hasta de géneros voluminosos , como
lo son los vinos y licores ¿ cómo lo ha de estirpar la Es-
paña en una isla como la de Cuba ?
Apelo al buen.sentido de la nacion iglesa , á. su rec-
titud y á su. justilicacion : apelo á la imparcialidad de
193
los mismos directores de la prensa, que tan ligeramente
han amontonado cargos los mas injuriosos sobre las.
autoridades españolas , para que fijando fria y desapa-
sionadamente su aterrcion en estas observaciones , rec-
tifiquen su juicio , y dejen de lanzar crueles anatemas,
y de formular injustas recriminaciones contra personas
que deben ser respetadas por su mérito y por sus
virtudes. •
Repito finalmente lo que ya ' he dicho mas . de una
vez , « que es imposible acabar con el contrabando de
esclavos en la isla de Cuba mientras que deje ganancias
tan escesivas ; y digo imposible en los términos raciona-
les , porque no se ha de exigir que un ejército como el
de Jerjes forme un `e ordon espeso que cubra hermeti.;
carente las 700 Ie(uas de costas.'
Estas misma razones servirán para probar lo erróneo
de la afirmacion del capitan Iiamilton sobre que la es-
cuadra española puede si quiere impedir los desembar-
cas. ¿Pudieron todas las fuerzas marítimas empleadas
en la vigilancia de las costas en los años 1850 y.4851
impedir la entrada de las dos espediciones filibusteras?
Pues si estos buques enemigos lograron burlar todos
los esfuerzos de 'nuestra marina , ¿cómo no los han de
burlar barcos muy veleros que se presentan de repente
y sin que se tenga aviso alguno de ellos, y resueltos á
tarar donde mas les convenga contando con las simpa-
tías del país? Ha de ser una pura casualidad tropezar
con ellos; no es por lo tanto estraño que la marina in-
glesa á pesar de su infatigable celo haya hecho tan po
cas presas comparativamente.
Queda pues consignado con una certeza que casi
se puede decir matemática que el contrabando de
que se trata se harca seguramente en escala menor si
se aplicasen medidas ostraordinarias , llevando su perse-
cucion mas allá de lo que prescriben los :tratados ; pero
1.94
que nunca se logrará estinguirlo á menos que no se
adopte el plan de la colonizacion africana que he tenido
el honor de proponer en la primera parte de esta Me-
moria , sobre el cual me atrevo á llamar muy urgente-
mente la atencion de los Gobiernos español é inglés.

CAPITULO XXXV.

Refutacion de otros cargos dirigidos á la España por la


prensa inglesa.

Creo haber demostrado suficientemente en los ca-


pítulos anteriores cuan injustos é infundados han sido
tos cargos que la prensa inglesa ha dirigido al Gobierno
español en la cuestion de la trata de esclavos , no sien-
do el menor de ellos el afirmar que el General Concha
hubiera sido relevado del mando de la isla de Cuba por
haber mostrado demasiado celo por la abolicion de di-
cho tráfico. Sin entrar en comparaciones , que siempre
son odiosas, y sin negar al referido General las virtudes
que el Times le concede con sobrada razon , por las
que se ha hecho tan recomendable especialmente por
su desinterés por su honradez, por su caballerosidad y.
por su ardiente patriotismo, puedo asegurar que en su
remocion no tuvo parte alguna absolutamente la caes-
tion de la trata ; que aun á los que se dieron por mas
ofendidos de aquella medida jamás les ha ocurrido echar
mano de este recurso para censurar al Gobierno. Otras
fueron las causas que se alegaron , que no las ignora cl
mismo General , ni las ignoran sus amigos : pero como
no es este el lugar de deslindarlas ni de entrar en el
análisis de su justicia ó injusticia ni (le su mayor ó me-
nor oportunidad , me limitaré á manifestar que dichas
causas , enteramente ajenas á la euestion de esclavitud,
como ya he indicado anteriormente , no afectan de mo,
195
dó alguno al honor de aquel General , y que el desaire.
sufiido, del cual' no pudo menos de resentirse su deli
cadeza , no ha rebajado en el menor grado su distingui-
do mérito como no puede rebajarlo el uso libre que
hace un Gobierno de sus facultades para remover á s'us
empleados segun lo tenga por conveniente.
Si logro por lo tanto llevar mis convicciones al áni-
mo de los señores directores de dicha prensa me atre-
vo á esperar de su rectitud é,imparuiatid. id , si no una
retractacion pública de sus errores que puliera abochor-
narlos , por lo menos la observancia de una línea dife-
rente de conducta en el modo de apreciar los hechos en
lo sucesivo.,_ mayores miramientos para enunciarlos y.
dobles precauciones para no ser aunque sin intenciot
maliciosa , instrumentos'de p a siones mezquinas , ó de:
resentimientos de partidos , ó de simulados planes hos-
tiles. Así es como podrá sostenerse en la altura á que
ha sabido elevarse con la madurez de su juicio , y con
las brillantes dotes que la adornan.
Y como desde el tiempo de mi emigracion en esta
tierra hospitalaria he sido un partidario decidido del e
Times me duele sobremanera que, tal vez imbuido
por algunos enemigos de la España haya adoptado
desde algun tiempo á .esta parte un estilo acre é.
incisivo , no desaprovechando incidente alguno para
zaherirnos habiendo llevado su espíritu de oposicion
hasta el punto de no haber querido dar cabida en las
columnas de su periódico á mi contestacion del 7 del.
corriente que le envié en copia al mismo tiempo que al t
aily News. Y como del director de este último perió-
dico ha merecido dicho articulo el honor de la publica
cion , sin embargo de que podia darse por mas lastima-
, me valgo de esta coyuntura para darle las gracias,,
ensalzando su cortesanía é imparcialidad. ,
Y ya que tengo la pluma en la mano, y consideran-
196
do que mi próxima salida de esta capital me ha de pri'
var de los medios de rechazar nuevos ataques , aunque
de todos modos. son muy desproporcionados mis recur-
sos. para 'sostener una polémica con quien tiene á su
disposicion un periódico de tan inmensa circuiacion , lo
cual me constituye en una posicion muy desventajosa,
voy á dejar sin embargo consignada en esta Memoria,
aunque sucintamente la impugnacion á otra porcion
de cargos lanzados por el mencionado Times en varios
de sus números contra 'el -Gobierno y contra la nacion
española.
¿Y ,cuál de los insultos le parece al Times que ha
debido irritar mas á dicho Gobierno , y 'lastimar mas
hondamente el orgullo nacional? El que se le haya de
nigrado con la nota (le mala fe, de intolerante, é ingra-
to. Si la primera caliíicacion la, deduce de los apuros
monetarios en que se ha visto aquel Gobierno , por lo
cual no ha llenado sus• compromisos con la exactitud
que fuera de desear , cuyos apuros habrian sido , meno-
res , ó tal vez no habrian existido , si los mismos que
ahora se presentan como sus implacables acusadores
no hubieran conspirado desde una é`poca bien lejana
contra su riqueza y prosperidad , , no se debe perder de
vista que , aun en el mismo acto de hacer las conver-
siones y e! arreglo de su deuda poniendo á dispo-
sicion de sus acreedores mas todavía de lo que po-
dia' dar , ofrecia una prueba evidente de buena fe, ya,
que el mas rígido moralista no puede exigir sino lo que
está en la posibilidad. La buena fe española es prover-
bial , y las largas y destructoras revoluciones por las que.
ha atravesado este pueblo , no han podido borrar un ti-
tulo'tan glorioso y de que tanto se envanece.
La España pagará religiosamente todas sus deudas,.
y acallará los gritos de los descontentos, como las de-
más naciones no le promuevan mas disensiones interio-
197
res y conflictos estertores. La España tiene en su suelo
el gérmñen de una riqueza siempre creciente , y en los
pechos de sus habitantes la honradez que le es caracte-
rística , y no defraudará jamás las. esperanzas de los que
le han dispensado su confianza , corno se le dé tiempo
para desarrollar su industria , y para reponerse de sus
quebrantos.
La -España no puede olvidar los buenos servicios
que le prestó la Inglaterra en la guerra de la Indepen-
dencia , si bien no deben olvidarse tampoco los que
prestó la misma España para despedazar las cadenas
con las que el guerrero del siglo tenia aherrojada la
Europa. La causa , los sacrificios y los triunfos fueron
comunes, luego comunes y unísonos deben ser los re-
cuerdos de aquella época tan gloriosa coma llena de pe-
nalidades.
La España sabe cuánto vale la amistad y la alianza
con la Gran Bretaña , y deseará conservarla haciendo
todos los sacrificios que sean compatibles con su honor
y con su dignidad : seria por lo tanto poco generoso
por parte de esta gran nacion echarle en cara sus bene-
ficios , ó tratar de esplotarlos para deprimirla.
Decir que la España ha especulado sin pudor con el
dinero inglés , porque habiendo recibido 400,000 libras
esterlinas corno indemnizacion de los perjuicios que de-
bia sufrir con la prohibicion de la trata de esclavos le-
jos„de cumplir con este nuevo compromiso, ha faltado
á todas las condiciones del tratado , es arrojar sobre
nuestra delicadeza y .honradez una mancha que de nin-
gun modo puede consentirse.
Aunque es cierta la primera parte de este cargo'
débese tener presente quo la citada cantidad , tantas
veces sacada á relucir, y á la que se ha querido dar
tanta importancia subsanó en una parte , bien mínima
por cierto, los grandes quebrantos sufridos por los arma-
198
dores , por los dueños .de factorías, y por otros muchos
intere,ados el dicho tr;ífico , por manera que bien pue-
de decirse que si la Inglaterra perdió • por este lado
400,00') libras , ó sean '2millones ck pesas, la España
ha perdido 20 millones , ó acaso mas.,
• La se.;unala parte , es decir, la de que la España no
ha cumplido con las condiciones del tratado , queda
contestada en la presente .Memoria.
Al cargo de que la España es intolerante é ingrata,
porque no da á los protestantes sepultura en el cemen-
terio de los católicos, citando .algunos hechos repug-
nantes ocurridos tanto .en Madrid como en la %lahana,
responden por mi los imparciales inále,als Mr. Eduardo
Bearaes y Mr. I3., en las cartas que publicó el rraisrno
Tianps en los dias 7 y 13 dei corriente , y que trascribo
en la nota adjunta (1).

(1) SR. EDITOR DEL TIMES : Ea su apreciable número de . ayer


hay ua al-Aculo con el título. de Los ingleses en Cuba. El autor se
dirige á los que han vivido algun tiempo en aquel país para que
acrediten la exactitud de su aserto ; agradeceré á V. se sirva in-
sertar lo que sigue
Yo salí de la Habana en el mes de abril último, habiendo resi-
dido en Cuba cercó de catorce años, durante cuyo tiempo he te-
nido ocasion de presenciar muchos entierros de mi, paisanos.
Es verdad que 'hay un sitio cerca de la habana que e llama
el cementerio de los ingleses , pero nunca he oido que e haya
enterrado allí á nadie durante mi residencia en la isla •, aunque n o
-dudo que, se construyó en un tiempo con tal objeto. 5
Hay dos cementerios en la Habana que son lo:^ delCerro y San
Lázaro , en los cuales he visto con frecuencia enterrarse indistin-
tamente españoles é ingleses. Yo jamás he oido que haya habido
tropiezo alguno en estos funerales , que mas de una vez los he
visto acompañados por treinta ó cuarenta ingleses.
So tiene abierto un registro en la iglesia de ambos cementerios
para todos los que son conducidos á aquella :mansion ; y se puede
,,obtener la, partida de. defunpion siempre que se pida, escribiendo al
cónsul inglés de aquella ciudad.
199
La lectura de dichas cartas acabará de convencer á
los se ,ores periodis`as, y a! público, ele la desconfianza
con que debes recibirse las noticias que se dan, las mas
veces con el deprava lo objeto de manchar la reputa-
cion de personas, ó de arrojar• el descrédito sobre na-
ciones amigas , y sobre pueblos honrados. Todos :saben
que la iglesia católi^ ^a no da por punto general entrada
_

en sus cementerios á los que se han separado de ella;


'pero permite que se 'fabriquen otros para los protestan-
tes , corno en efecto los he visto muy hermosos en va-
rias partes , y aun en la misma Italia, que es el centro
de dicha religion católica.
Corno no es este el lugar de entrar en una :discu-

To no entiendo qué clase de perros medio silve4res sean esos


que E. B. menciona. Yo solo conozco de dos clases: los montara-
ces que nunca se aproximan á los pueblos, y los mansos que tie-
nen sus dueños respectivos , y que están demasiado gordos y bien
tratados para que les ocurra tomarse la pena de ir al cementerio
de los ingleses para arrancar una precaria dentellada.
Por otra parte, cualquiera que conozca al Sr. Crawford , cónsul
inglés en la Habana, -le hará la justicia de creer que no permiti-
ria que sus compatriotas se sepultaran en un sitio como el que
describe E. B.
El punto cerca de Matanzas llamado playa de los .judíos ,. líe
oído siempre que habia tomado aquel nombre del pájaro judío
cuya especie abunda estraordinariamente en aquella parte ` de la
bahía.
Soy su mas atento servidor.=E D UARDO BEANES
Lóndres, Setiembre 7, de 1853.

SR. EDITOR DEL TIMES : Me ha llamado . la atencion el primer


comunicado de E. B. en el periódico de V.; y como considero
que su publicacion ha debido causar penosos recuerdos en muchas
familias inglesas que han perdido sus parientes en Cuba, habría
refutado sus peregrinos asertos si'no'se hubiera anticipado el señor
Beanes.
Al ver que E. B. se ha presentado de nuevo á la palestra,
200
sion teológica , me limitaré á manifestar que todas las"
religiones deben ser respetadas, cualesquiera que sean-
sus prácticas y sus creencias : este el espíritu del siglo,.
muy en armonía con la paz y con la mansedumbre que
tanto nos ha recomendado nuestro Redentor.
Sabiendo pues los protestantes que en los paises ca-
tólicos no se admiten sus cadáveres en los cementerios
del Estado , á menos que no renuncien á las prácticas y
ceremonias de su religion "fácil les ha de ser y poco
costoso construir con tiempo en los puntos de mayor
afluencia modestos cercados , aunque sea á las inme-
diaciones de aquellos.
A esto mismo se refiere la nota de nuestro Gobierno,

me apresuro á agregar mi formal negativa sobré la pintura tan


horrible que hizo en su primera carta. Durante mi residencia de
doce años en Matanzas , apuesto á que ningun estranjero que
haya fallecido , cualquiera que fuera su .rango , su patria ó reli-
gion , ha dejado de enterrarse en el - campo santo , y segun tengo
entendido , nunca se preguntan las creencias del individuo.
Empero si los amigos quieren hacer algunas ceremonias reli-
giosas , tienen que sujetarse al rito católico, porque la Iglesia da
por supuesto que todos los que mueren allí son católicos. Y re-
pito que jamás se ha ofrecido impedimento alguno para enterrar á
todo inglés que haya muerto ; ni se puede citar un solo caso en
que los funerales , esceptuando las ceremonias religiosas , no ,se
hayan hecho con todo el decoro que se usa en el pais.
La playa de los" Judíos es una bahía de cerca de milla y
media de estension, en la -cual se han ido construyendo algunas
casas , y seria muy difícil averiguar el origen de aquel nombre;
pero ciertamente lo tenia ya mucho tiempo antes que se destinara
para sepultar en ella á los negros bozales que morian en los bar- .
racones ; y creo que tambien se . usó en cierta época en que por
la gran mortandad que produjo la fiebre amarilla , fué preciso enter-
rar en élIa los individuos" pertenecientes á las tripulaciones de los
buques surtos en aquel puerto.
Manclaester, Setiembre 15, de 1853.=B.
201.
al embajador sela clueridesplotar dejtity
modo tan injurioso aii Gobierno?;: ya1ieblo .' español
Ntyncla ha prdendido.nnestro Gobiernocq fié se .enterra-•
seri loS individuos t> ialina • religion. difevente-de
EAado;:.en lugares- intnündos'; . como' se ha querido: dár!
á , enteuder-..; nunca: se . ha 'opuesto-á dichos
daos comprasen unAerreno,. yla'éercasen.erUorMa
cementerio ,para • depositar en él con :la debida. deCen
• las restos mortales de sixs , correligiónarios; pero.no podrá!
menos -.de • oponerse á laLostentacion de los eSpresadoá
entierros, y á'toda otr.véerérhonia quena:seá la catélieas1
Aunque su ilustracion lo inclinase á ser tolerante ! : haSta 1- ,
en esta parte, vez se • verja • paraliiadwsiraceion.por
compromisos
anteriores con la Santa .Sede, eaf.
mi áninio investigar,: y mucho menos sacar á la públical
discusión.;
Estas- breves 01iser va. Cibnes podrán ser bast'antes:por
ahora para . :S. Obvizar • desagradáble'4mpresiorr que hat,
debido producir en el pueblo inglés la polémica '-susc.P'
tada recientemente . con :tan triste .rnotiVot•-, debienddes-.
tar bien asegurada de que -crialquiera,.parte. d.67;los:
dominios' españoles- en c.lue , quiera construir-mi cercadcoil
en el: que los cadáveres :de 'los Ti' 'friv profeseru Jreliit,t
gion católica puedan eta al abrigo cle:todw:profánail
cion , les será . otorgado • siempre quer-Irenuncien fáriodál
pampa plrblica á toda otra. ceremorria4ue seá: de
la religion del EbtadQ.
La , inexactit utl;y,i' aun la mala fe :de: los inforrnantew
es demasiado insistente para:la atencion-i.d:
los:,-encargados,dwtrasijátir:'atpáblicwlasnoticias:Ell
redactor-rdeMi periódicó no puedd ignotar que tharear»
pública meiae Can el 'dedo de ..:lat.infarn id 1Y Juna: perIona
órl.un , Gábierno comosw..!.1eT-:nralid-w'etr-réalidadl..eu.anf
do se roncha Isa --,honraj-rsti reputaciori es
darunatjia1üda á mLetienlói,,fisicky t! 'emal.40
14
202
gundo crimen hay penas tan rigurosas, -¿cuáles .son las
que se isepondrán al que cometa . el primero ?
Por lo menos ya que es interés de los periodistás
publicar cuantas noticias les sean trasmitidas , denlas
enhorabuena, aunque sean; de la clase que acabo de
indicar , pero con el correctivo ordinario de que «no se
responde de sir autenticidad,» de que «se desea que no
sean ciertas,» de que «no se atreven á creerlas sin ul-
teriores datos ,» etc. Ésta . especie de freno iá la male-
dicencia lo exigen la Cortesía . , los miramientos que de-
be. tener el hombre err.sociedad, y_ aun la. moral y la
justicia.
;Y:estas salvedades no: debieran omitirse, aun cuando
los informantes fueran de las mas sólidas garantías,
porqué no están.menos :espuestos á ser inducidos en er-
ror , y á desfigurar los hechos por demasiada ligereza
óieTedulidad ; como ha ocurrido con el capitan Hamil-
ton elijas :informes ante el comité de la; Cámara de los
'C-.,üi77IH1es:' `; ^-,. ,
.--^F'scrrsaidd será detenerse mas t.iempo. en dar consejos
ál13er'lonas::tAni ilustradas como . 1;o son los directores de
11::¡►ronsa yen su. lugar :apelaré á la súplica para
llarr-nnrsimas4ftenement.cfswaténcion sobre el ,aumento`
de! }p^e^^u^ioi^es; páxa,:la :insercion . .- de artículos que
tidndalra diéeatamentBt !í isjprias persónales.
1: Ilualcsúrpsltica;tengo apta: hac,eir,al Olilico sensato de
Inglaterra para . que mire siempre obn tlésconfianza las
acusneianta ap.arez"cán ,én los diarios,
yal,conloratáculavddikorialesoyia totn.áie.oínunicados:., ó ^
líibtweñ; .li o,rma , :ilerdeblairáeioríés sjea por .per-
sonar, garacieripád€l leo /1101 .64 . éhpi-tarl Rarriilton.
EiloConperiendó lás:virtizdlesi`del E , puéblo ina>íés;<<:e8:per.o,
gnomo 1sQlnáLdesatendidla tm laptáartii . á su déle/Mema': y1
raopalidall.?.Pé,secnle ► ;ioalb',el,:may.or+)debeniníinntfl; en lá
batuta d,et:díáijtl eiai 4ósoheQbosr; lás:thirerinstancias:.jr,
l•
205j,
todas lasa considéraciones racionales y congruentes añ-^`^
tes de pronunciar un fallo de muerte civil contra per
sonas tomadas aislada , ó'colectivameaté , cuya conducta
depurada en el tribunal de la razon , puede muy bien'
aparecer digna de elogios, y de tunguri modo de censo' a.
Diré por conclusion que como el caballo de batall'a,,
el origen dé' todos los disgustos, y la causa de que la.,
prensa se destemple , tal vez por efecto de un místico `..
celo , es la cuestion de la trata de esclavos, debe.ri apli,
carne todos los, medios para que desaparézca de una vez
para siempre la piedra del escándalo. Y como mis inti-
mas convicciones , del mismo modo que las de cuantos
examinen dicha cuestion por el lado que acabo de'pre-
sentarla , no pueden menos de ser las de' que se logra-
rla cumplidamente el objeto deseado adoptando el plan',
de la colonización africana - para la isla de ;Cuba eñ el
molo y. bajo las garantías que ;cambien he indicado , mes
atrevo á esperar de la recta é '-imparcial prerisa'inglesa.
queme ayudará 4í allanar el camino y á remover los'
obstáculos que tal vez maliciosamente pudieran ''cipo‘,-,4
nerse ala realizaci-ora `de un proyecto tan grandioso y.'
de tan magníficos resultados bajo todos aspectos , y es-
pecialmente bajo el moral ,,. político .y rel'igióso. '

M AIiIAt N O TORRENTE..,.
Londres, ,setiembre, 30 , 9 853.:.

NOTA., Debo hacer ;asimismo por conclusion de está,


Memoria la protesta de que mis invectivas coiatrá;los
abolicionistas, al rechazar tal vez con demasiada dureza
sus doctrinas , deben entenderse tan` solo` con los ardién=' z •
tes y exagerados apóstoles de aquellá asticiacion";t '16I'',
cuales dej'a,ndose arrebatar -de exaltado f celó atropellan
F
intereses mucho', mas :, sagrados que ; los.que` tratan :do::
204
entronizar. ;Mi , censura comprende:esclusivamente. á los
q.u3e se escedén, de . los: límites ;.,justos. y racionales, y de
ningún modo á; los que dentro de ellos, y escitacos por
una bien entendida y saludable filantropía , desean in-
troducir mejoras sociales, y llevar al mayor grado posible
dé perfeccion intelectual y moral la especie humana. El
Gobierno y el pueblo. inglés me tendrán siempre á su'lado
para defender estos principios, que no pueden menos
dé estar arraigados en el corazón de todo hombre que
tenga sentimientos de honor y virtud.

ADICION.

En el -`rnorñento de concluir la impresion de esta,


Memoria , ha llegado á mi notieia el real decreto de 24
del corriente mes de seliernbre , por él que S. M. ha
tenido á bien ' relevar del mando de la i s la de Cuba al
general D. Valentin .C<,iredo , y nombrar en su lugar al
de la misma:,cl<<5e D. Juan de la Pezuela. Dc, ningun
modo me ha sorprendido esta resolucion soberana, por-
que la posicion .del referido .general Carlerlo era tan de-
licada y comprometida , .segun he indicado anterior-
mente , que no pareeia posible se conservára en ella;
mucho tiempo. H a sucedido , pues.,' lo que debia espe-
rarse , 'porque la fuerza de lossucesos y la complicacion
de circunstancias' llegan por último .á- empujar y derri-
bar aun á los hombres de rnaydr , meritó v de mas acri-
solada o,pinion , sin que. por estas variaciones , que en-
tran de lleno en la pr erogativa real, quede lastimado
el honor individual ¡; y así se desprende . del - mismo real
deé,retq,en el güe se .ha. dignado 'S. M. manifestar que .:
eslábá altamente satisfecha _de los buenos servicios que ..
le ! há^ ;á prestado aquel fullcio.nario., así como de su,
a9qnc:lrá,dA,, ^ e,ló : y lealtad.
^e^ :• p quQ: su; suGesor : disfrute por mas. largo tiom-s:

Mude, a ué=lxnpn:dd , y:conA-nenores:.amargur.as , aunque;


no. creo que se vea libre de ellas mientras que subsistan
las mismas catlsas `de 'aloques y cónflietás , y que indu-
dablemente subsistirán á menos que no se adopte el
plan de la colonizacion 'afi•iCana en el modo y forma
que he tenido el llónor de proponer.
Ya los periódicos em lii::za'ri á ocuparse de nuevas
espediciones que se proyectan en escala mayor , en
eombinacion 'con algunos empresarios de Nueva
.,para la importacion <de esclavos .en .1a .,isla : de Cub a .
Aunque no puede darse asenso ligeramente á estas no-
ticias alarmantes , porque han podido muy bien fra-
guarlas los tenaces enemigos de la España , sin embar-
go comó que'entran en '1a esfera de la , pósibilidad°,: `s^e
hace , doblemente preciso entablar' con urgencia la dos
lonizacion africana , que es el único médio da corrtr°a`r•
.Testar• tan atrevidos planes ; 'y aán' de i nv alidarlos` eórri-
pletarnente:
206

SECCION : SE G UNDA.

CAP I TUL O XXXVI.

Ampliación al informe de la s causa s r.le. la : falta dé: bra-


zos :en la isla de Cuba ;./y de los medios de proveer á
esta urgente necesidad.

Š ieiido dos.,los ;puntos cardinales que deben llamar la


aten , ion-:del Gobierno con relacion -á -las posesiones
de :Ultramar á saber-....su: conservacion 'y su fomento;
y:habiendo; dicho ló bastante sobre el primero en-la
primera parte, de 'esta -obra , procederé á hacer':algurias
indicaciones sobre el segundo. Empero como acabo de
publicarlo mas esencial sobre este ramo en el Bosquejo
económico politico . , me ceñiré- por ahora 'á recomendar
la adopcion de dos solos proyectos de urgente necesidad,
á reserva- de que gradualmente se tomen en considera-
cion , y se planteen los demás que contiene la citada
obra , y'cuya conveniencia no creo que-haya quien pue-
da poner en duda , y aun menos' combatirla.
Los dos proyectos. de' absoluta preferencia á que me
refierason, primero , él de la inmigracion africana en la
isla de Cuba , sobre el cual versa la memoria qué pu-
bliqué últimamente en Londres , la 'cual por ser menos
conocida dentro que fuera de España , me ha parecido
conveniente insertarla al frente de esta segunda parte
'de la presente obra. El segundo proyecto es el de una
institucion 'bancaria , que desterrando de aquel país la
ruinosa usura, ofreciera 'á los hacendados sus préstamos
á largos-plazos , y á bajo interés. Voy á ocuparme pre
ferenteinente-:del prirnero ,` con::el, cual .está en'rni'peh-
. samiento enlazado.el sebundo...-.•
-HaUié.rldose este.nclido estráordinariamente -en estos
trl timos años la Industria agrícóla., .yyseñaladamente :la
azucarera ,: por; serla que rinde .mayores ganancias-; ya
..qu.e la del café
, se'lialla . completamente. abatida desde
- que el cu•Itivo'por mayor -de :esté; fruto en' ellPr.asil, ^y
,.otras causas hicieron ,'descender sus pzTeci^.o's á 'un :grado
que el plantador :Cubano no encontr,aba. la debida eom-
pensacion á sus trabajos..,. se dedicaron. á:la:apertrxra:.y
. fomento- de nuevos ingenios las dótaciones.de; los cafe-
tales:,. cuyas ,fincas fueron en sil mayor- parte converti-
dás: en. • potreros ó: haciendas de,:g.anado., , que. pueElen
atenderse con un. :codo- número' :clé, brazos , • y ne ,los
:mas útil.es. , Con este _refu.er^ o: de: operarios se pudo . prg- ^
veer. á las necesitla:das;creadas .én los pr• irneros . ailos por
.el aumento d4 dichos. ingenios.-: de .:azú.car-,;,,, pé.r.o ,.conlo
.hubieran ;sobrevenido enlermeCIáCIes,ePW:micas-,: y=en-
Are las mas; .mortiferas : ltas_ :.del ; c. ólera morbo y= vir uel^:s,
que han • diezmado la. pohlácion , . obrero :; .cerrada':.la
,. puerta , por los tra.tados;,vigerltes..a la :.inii^odúcciQn. :c^e
esclavos ; debiendose•:reput;ar, ,por muy, insignificante el
. número de, los .pie.: la:, a;odicia; mercantil : logra .arrojar
de vez. .en cuando": sobi • e.-aguellas play a s ,. .A, pesar: de. ;la

persecucion que sufren, los contrabandistas po^^: las áuto-


.i• idad.es. --españolas.y por los; cruceros ;ingleses , fué`:pre-
ciso. fijar. la `ateilcion en el. : rnodo: , de ; cubrir•; 'ay;ue[las
. bajas para no .presenciár friar`nerité-:la gradiral .desEapari-
- cien de la ..riqueza,de la refdrida.i^1w 4': que;estri:bá:eáen-
•,ci,almente , en la agricultura: ,se ha dicho éwotro'
l u'glar,
. • , . ^ .^ ' .. ^, . . ^^ {2 ..^ .., .
Se trató de introducir á toda costa poblacion..1eur.o-
, pea ; . pero d_espl íes' de:: vario••S`• ensayos .han f ::llegádo á

persuadirse: aun sns.nifaS deciilidos partidarios qtie:


; se blanca Aló puede' soportar los ' ardientes. rayos; ,sóla;i;es
208
-de los -trópicos, sin .nile mas. ó menos tarde sucumba 'á
su rigor , convirtiéndose. aquel/os campos en su sepul-
cro. Así que-ninguna de !as exiáp:r.esas de esta especie,
;;que se hán. planteado ,hasta el cli.z ,,: ,.ha tenido una feliz
: ,correspondencia ;: ya que, los rnismós:colonos por .un in-s-
, ,tinto de .conservaczon.: se .han retirado a las poblaciones
ilu,ego: que han vista el estrago queaclueUclima de fuego
(iba haciendo í sobre sus 'compañeros. Por esta°razon llu-
nanitaria , que ,es la principal , aparté de otras de que
`f, me-ocuparé cuando dé mi opinion sobre el proyecto que
'Se ha presentada a1 Gab:ierrío, para introducir -en , la es-
4resada isla de: ,Cuba 50,004- jornaleros gallegos, ' #'de
Labanclonada la idea de la poblaeion' blanca, á lo menos
de la destinada 'á los trabajos del campo.
;Se pensó entonces en los chinos, en los malayos-y
..'<3,11 otros pueblos;de Asia, á la manerá'que se practica-
ba en algunas otras islas estranjeras , que por efecto de
,ernancipacion y por la desidia natural de los libertas,
3ric-eesitahán . u1>geniem ē-nte de brazos. Empezaron con
.-efocto á. venir' algunos chinos 1 M7 ;.pero divididas
las opiniones de los,cubanos ^ acerca de su utilidad , ya
-que'1a mayor parte de ltos introducidos en aquella-época
i/Oorrospondieron muy. mal á los cáleúlos de sus pa,tro-
:mos; á' causa de. su haraganería , flojedad y otros vi-
° -:éios peores de que' estaban contaminados-., se suspendió
dicha^-inrnigr.a,cien hasta que la urgente y perentoria
-=necesidad de brazos buenos ó malos . hizo que bajo las
'garantías de la Real Junta de Fomento , y con ,la aiito-
,rizacioii.. competente. se admitiesen en el año próximo
,:. pasado de 1 853 de 'cuatro.: á seis ,mil chinos , 'a pesar de
tantas nulidades que son características á aquella
at'dza.,
f , ;t;Puaiéndose sacar algtin partido de estos individuos,
'rnas b ie n qua, para +,as labores d.el. campo , par a el servi-
do dom é st,ico, 1 'a un para las ar ées, para las .;que tienen
209
mayor inteligencia ,:que la gente de color, he emitido
ren mi Bonuejo !económico.poli•ico una opinion favora-
•le á esta inmigracion bajo el punto de vista que acabo
de indicar, porque con quince ó veinte mil colonos de
esta clase p:otlria cubrirse en parte dicho servicio do-
méstico en las poblaciones, é igual húmero de :negrá
./pasar de esta ocupacion: á las labores del campo: La
adopcion de esta medida equivaldria á introduccion
de quince ó veinte mil jornaleros negros, (pie son losmas
á propósito, y aun los únicos para el buen cultivo de
,las haciendas de caña, y para todas las faenas de la agri-
cultura.
Mi opinion, favorable siempre á toda clase de inmi-
graciones pOrque Conozco la 'gran falta que hace á la
hermosa Antilla el aumento de poblacion útil y trabaja-
dora, lo es todavía mas cuando se trata de colonosltie
ofrecen masprovecho, y menos inconvenientes, que los
asiáticos, como lo son los indios de Yucatan,-de les que
• tenemos algunos,. que tambien hacia la misma 'épooa
de 1847 arribaron nuestras playas cubanas , 'huyendo
dela persecucion. y de las discordias civiles de su .pais,
•y que han correspondido•muchó mejor que los chinos.
• Empero con .respecto aquellos está, prohibida su . es-

traccion, y aunque no lo estuviera,•podrian .satisfa-


cer las necesidades de nuestras poseáones á causa . de 81.1
corto número, y por otra parte tampoco estaría bien
consultada la conveniencia política dando: importancia,
aunque solo fuera por su número, á una raza, que fné
la primitiva dueña de aquellos paises, ,á la que . el Padre
las Casas opuso un contrapeso, aunque con diStintos fines,
y sin que esta fuera su intencion, es decir por medio
_Oe la introduccion de afrioanos, que aquel virtuoso, ,aun-
nque no muy político prelado, promovió con ohjeto.de
que compartieran sus'Arabajos con los referidos indios.
Reservando para el último término la elposieion, de
21-0
las razones que .me inclinan a day la preferencia á los
colonos africanos, creo conveniente y muy oportuno dar
,antes una idea, aunque, sucinta, de los principales pun-
tos. que abraza la Memoria recientemente publicada por
D. Urbano Feijoo de Sotomayor sobre el proyecto de
-1a inmigracion gallega en la referida isla, ,'y, por via de
; introduccion algunos breVes apuntes sobre .la , urgente y
.perentoria .necesidad de proveér de brazos á nuestras
posesiones de Ultramar, de cualquiera parte que éstos
vengan, siempre que . se . adopten las necesarias precau-
- ciónes para que una medida tan saludable no:.r}ceda
convertirse jamás en daño de dichos paises, ó en me-
noscabo del Gobierno.
Cntrayéndoine á Puerto Rico, hé aquí lo que dice
él :periódico titulado el 1'oncerao en- sus últimos números.
«Los hacendados se quejan de la falta de brazos, 'á .1a
cual atribuyen la 'estancacior de la agricultura, que no
ha dado aumento alguno á la esportacion en , los tiltic-nos
; cuatr• o años.. A la falta de brazos se atribuye el des-
ap:roveéhaaniento de las tierras mas fértiles para . el azú-
car, como lo son en general todas las de Puerto Rico,
y muy particularmente los hermosos llanos de Yabucoa,
.Iluamaco, Naguabo, Loiza , etc., siendo muy reparable
que á.pesár de las inmensas ventajas que ofrecen estos
.territorios á la industria azucarera, tan solo se cultive
por mayor la preciosa caña en tres, pueblos de la isla,
ya que en los demás escasamente se coge -para el con-
sumo. A la falta de brazos que no sean ' muy costosos,
pues los pocos que . pueden adquirirse aun en la clase
de libres hay que pagarlos á diez y seis duros al mes,
y auká este precio es, muy . dificil 'encontrarlos, se Cte-
. ben ,los:poed adelantos de una islá 'cjue pudiera elevar
'Su ritliieza. á uri ^gra^do : ineóncebiblL;' y á: esa misma fal-
.r
ta . de brazos, `ó sea á los altos jornales, que son consi-
suientes cuando la demanda- de ellos' es ',mayor que la.
2 1' j
oferta, como sucede con todas las mercancías , se debe
la parte negativa, -ó sea el atraso de los hacendados , la
mayor parte de los , cuales se halla envuelta en graves
compromisos pecuniarios.„
En la circular que en el mes último de diciembre di-
rigió el capitan general de la isla de Cuba á todas las
autoridades subalternas, al paso que les inculca 'la vigi-
lancia mas estrecha_ "para impedir la introduccion de
esclavos, cuyo tráfico ilícito e s tá firmemente decidido á
perseguir en observancia religiosa de los tratados vigen-
tes, ofrece todo su apoyo para la ad mision de colonos
europeos, asiáticos á indios , satisfaciendo así una exi-
gencia tan justa como general, que lo es la de brazos,
sin los cuales tiene que ira decayendo rápidamente la ri-
queza de aquel pais. Y si se repara en que aquella au-
toridad no hace mencione" de colmos africanos, no será
porque no esté persuadirla del mismo modo que los es-
tan todos los habitantes: de Cuba, de su preferente uti-
lidad, sino porque' no conociéndose „todavía ala -voluntad
del Gobierno despues de publicada mi memoria en Lon-
dres en el mes de .octubre sobre esta : inrmpórtarite caes-
tion, habrá debido omitir por ;circunspeccion;y pruden-
cia lo que no p.i ode menos de estar en sus convic.cio-
nes...Y si todavía se 'quisieran mayores pruebas del gri-
to general de los habitantes de, Cuba por brazos, y sobre
todo por brazos africanos, invocaría el testimonio de
-cuantas personas están en correspondencia con aque-
lla isla, seguro de que no habrá una que 'deje de apoyar
mi aserto.
212

CA.PITULO XXXVII.

C ondiciones de la .inmigracion gallega, p ro y ectada de


un m odo di g no de elo g io p or D. Urbano Feijóo, de S o-
-tomagár. --Dificícltades que se ofrecen á la realizacion
de tan ma g ní fi co plan.

El proyecto de D. Urbano Feijóo de Sotomayor para


introducir en la isla de Cuba cincuenta mil colonos ga-
llegos, esta fundado en las siguientes bases
4. a Que dichos individuos -serán contratados por
cinco años ,'ganando cinco pesos mensuales , mas tina
comida sana y abundante y las prendas de vestuario
que puedan necesitar, así corno pagado el pasaje de ida
y, vuelta , y la debida asistencia en sus enfermedades.
2.' Que no escederá de 425 duros ( valor de las
`:contratas de los chinos ) . el precio que -se exija al endo-
sante por cada uno de dichos colonos gallegos.
3.' Que se establecerá un seguro de vidas , por el
'cual , y.sin mas desembolso que el de un peso al mes,
'legará cada individuo inscrito 200 duros á su familia
en él caso de fallecer durante el tiempo de la contrata,
aunque ocurra esta desgracia en el primer mes de su
compromiso.
4.' Que se planteará asimismo otro seguro de quin-
tas, mediante el cual , y dejando á favor de la empresa
las tres quintas partes de su salario , limitándose á reci-
bir tan solo dos pesos mensuales, la empresa se encar-
gará de satisfacer esta contribucion de sangre que tanto
angustia á las familias.
5.' Que se organizará esta colonizacion militarmen-
te; dividida en'partidas de 25 hombres con su capataz,
formando de cada doce de éstas partidas un tercio, cuyo
21;5
jefe habrá de residir en . un punto céntricoparwvigilar
el buen servicio de todos.
6. a Que la empresa , disfrutarà de un privilegio -tem.;
poral , porque no.de otro . modo podria cargar con fart
inmensa responSabilidad, ni hacer desembolsos de tarda, ,
magnitad como' se ,requieren para la ejecucion cumi-
plida de este vasto proyectó,
Entre los muchos resultados beneficiosos que debie-
ra producir_ dicho plan y. que no .pueden ocultarse à,
eualquiera que se detenga á expminarlo hace resaltar.
su autor en primera linea:
L e El gran apoyo que podria prestae-al Gobiérno
en casos dados esta fuerza armada, fiel à sus ‘tradicio.
nes y sumisa á su, bandera ,-aborrando asi un aumento2
de, fuerzas de línea , ya que los espresados colonos po-
driamorganizarse en milicias discipliàadas.
2.° . El gran impulso que daria á la agricultura , en
atencion á que cada cien gallegos ý roliustos,
como lo habrian de ser todos harian mejor
que doscientos individuos , aun tornados de la raza mas
fuerte que son los negros ya quo aun à igualdad de[
trabajo hay que rebajar por lo Menos una tercera parte
por inútiles , corno lo son' los viejos, los, enfermizos,
los niños, las mujeres en estado de prefiez,, puerperior
lactancia, losprófugos, etc. Y como qtie servicio
de aquellos habia de ser mucho mas, económico,.. Comi
parado'con el del negro , cuyo jornal no baja.de quine&
á veinte duros,, y seria ú no Audado el mas,á propésito,
para desarrollar todes los g,érmenes de la, riqueza agrí-
cola , presume el autor del referido proyecto queptydriai
aumentarse la produccion del azúcar en 1 .425.,000sca.q
jas, es- deeit, casi en : otro tanto mas de lo,querinde
aquel sueló en la-Laptu,alidad.
5. • Una entrada anual de 2.450,000; dku sos queipor
citadelnedio; obtendria Galicia , á saber : 2:000,1000t
214
como resultado de 200 duros que llevaria cada uno de
los 10,000 gallegos al regresar de Cuba , por supuesto
despues de organizado el proyecto de, los 50,000 colo-
nos, y á la- conclusion de la contrata de los primeros
10,000 , ya que habia de dividirse aquella cantidad en
quintas partes . à la ida y vuelta mas 150,000 duros á
razon de 15 por gastos d e cada uno de los presupues-
tos 40,000 individuos que regresan , y finalmente
300,000 duros, que dejaria para la industria gallega
anualmente el vestuario destinado 'para los citados co-
fonos.
4.° , Un aumento en el comercio de . esportacion por
18.000,000 de pesos que sería el resultado del preci-
tado acrecentamiento de, 1.125,000 cajas de azúcar , y
de otros 18.000,000 à que se elevarian los retor-
nos , habida cuenta á lo que arrojan las balanzas ac-
tuales ; y como una consecuencia de . este 'cálculo' un
ingreso mayor en,las cajas públicas de 0.000,000 de
duros.
5.° Otra ventaja inmensa deducida de las halagüeñas
suposiciones. anteriores,,, cómo lo sería el' aumento (le
X00,000 toneladas de. =frutos esportables y de otras
200,000 de sus retornos , lo cual darla una, nueva vida
á nuestra marina mercante.
6.7; Creacion de una riqueza de 700,000 duros
anuales para los: armadores , de la que disfrutarian lle-
vando 10,000. gallegos . á la isla, de Cuba a: 30 duros y
devolviéndolos á 40, que son' los fletes ordinarios.
Hé aquí en resumen las bases del proyecto del se-.
ñorSotomayor, y las ventajas que calcula debieran ob-
tenerse p.or su adopcion.
Aunque estos cuadros Están pintados con colores de°
masiado brillantes , y lisonjeros, predominando' en ellos
la parte imaeintitiva .:sobre »la real , cuyas cuentas gala-
lp s fas ha forjado .mas- que el ; espíritu especulativo elt:
215
entusiasmo patrio , y aun sise quiere el provincial del
autor del pensamiento , ya que sus altas dotes ele espa
¡iolismo puro, de ardiente celo por la conservacion y,
fomento de su segunda patria la isla de Cuba , asi como
la nobleza de su carácter y la rectitud de sus intencio-
nes soy el primero en reconocer., rio puedo menos de
hacer aigt.inos reparos , no ya con la idea de rebajar el
mérito del pensamiento ., ni de oponer obstáculos á su
realizacion , sino con el de manifestar la conveniencia
de que se ensaye , primero en escala menor, para que
sucesiva y gradualmente se le `diera toda la estension
que desea el . proponente , si los resultados fueran tan...
favorables, como él presume, á, todos los interesados en
ellos.
Las. dificultades que desde luego se .me ocurren,
aparte de la principal, y muy preferente consideracion.:
humanitaria, de que me ocupé en. el anterior capítulo,'
son:
L A La de que se abochornar;ian^ ; nuestros ;conciu-
dadanos , constituidos ; àlternar con lus negros esclavos
en los trabajos; mas penosos de la agricultura , aurique..
me; allano a convenir en que esta dificultad podria sal-,
varse estableciendo cierto órden parai que no .quedase;
rebajada la dignidad del hombre libre...
2. " Que si 1.)ien cinco pesos mensuales dejornal; ali-.;
mento, vestido y trasportes etc. ,ofrecerian en Europa
algun aliciente proletarios ,,no_ se comprende , asi ;•
próletarios
en América. , à pesar de que .poi .las consideraciones ,
que con mucha oportunidad.. espone. el Sr;.; Soto m ayor, ;.
debiera esta posición ; reputarse por, muy beneficiosa,:
cornpáraçl,a con la de muchos miles de, gáliegos, ÿ astu-,
riauos .qué saleri :á la aventura para los paises de; Vltra».;
m ar, y por supuesto preferible à la,: de ;otras : ; contratas„;
menos autorizadas, como l o . han sido; ,las de, las_ . provinr ;„
cias del Rio de la`Plat.a que :convirtieron:ïá los .desark.,
21'V;'.
ciaclos' colonos en verdaderos esclavos del capricho de
aqiellos Regnlos , qtrienes lós han ocupado e n los tra-
bajos ° mas'abyectos , ú oliligiado á tomar las armas, que.
dando en ambos casos deg;radado el carácter español.
3. ° Así pues , aun adrniti;da por justa la ci t a da base
de cinco duros mensuales de jornal , habia de esperi-
mentar la' empresa graves 'dificultades para que se cum-
plieran las c o ntr a tas con todo rigor. Sabido es q u e el
lioïnlare blanco, y^ señaladamente nuestros conciudadanos
por humildes que sean en su propio suelo á ,causa de su'
pobreza ; cambian de carácter desde el momento en que
son 'trasladados ^ ' á un nuevo mundo , en el que se en-
cuentra tan marcada t a division de razas , pues que sin
entrar ahora en la bondad relativa de sus causas , los
trabajos mas pcsados y' lus oficios mas- sucios los desem-
peña escltisivarne«te la gente de color , dèsdeñándosei
los blancos de' tornar parte en ellos par a no confundirse
con dicha clase.
4.*' . Empero aun supe rada aquella d^ificultacl,`qué na
es tan leve, se Ofrece otra de la' mayor entidad, que h e
teē1ido' ocasion de observar con la mayor frecuencia , y
aun por e5periencia :propia : tal es el hálito con que,
los 'residentes en el pais contaminan á 'sus paisanos que,
en él se presentan con obligaciones mas ó menos im..
pèt;iosas- de subordinar-su-trabajo it la,-voluntad' del can-
tratistá. Debe-tenerse pre s e n te qu e ,à los que 'sale p de Et›-
.rtipa • les:pareCÈ ventajoso todo precio que con ellos se`
estipule , parque por corto que sea ; essiempre;mii y 'su-.
perior al que pueden obtouer° e n su pais, y por otra par; .
te' el instinto natural:de dejar su inonóton© 1wDarpar ir)
en, busca de mejor suerte, les hace ;atrepél'tar por todo;
m rs- al lleaar á su destino:, T . al ver, y Miser instrítidós
auri' eate-quizados por l os dé su mrsntea 'patria y_`elase que
se lallan en . sitq ácioiles mucho favárañies^, y rg- °
cirlrir.las primeras sugestiones: de 'que los han engañada,
-217
- y que-los haii sacado de sus casas para especular str
Sudor, y enriquecer al empr• esatió., no es riosiblc que déje
-de crearse' en ellos mi' disgusto general ; por manéra
• que nada es capai barrar de . su mente aquella pri-
mera impresion , aunque .,errónea , y, son muy l}ocos• 1o ^
que ô por su propio por ajenas inspira-
cIOnes;, dejen de alegar que no pirede. ,obl9garseles : ál
cumplimiento de un -contrato tan lesivó ,:,y ,que envuel-
:ve su degradacion. Se .olvidan entonces, de -sus c ō rri-
. promisQs,. de los grandes deseínbolsos -que ,ha hecho el
empresario , de la gran responsabilidad' que : éste..lra
contraido , de la, miseria en que aquellos estaban :su-
midos , y -de la que han sido rescatados por una- rMano
tan benéfica :- todo lo olvidani , y tan solo tienen •pré-
sente de .continuo la idea de que sus compatriotas li-
bres, y ejercitándose en 'trabajos menos, pesados y de-
menor peligro de ser víctimas del clima', ganan dos c}
tres tantos `mas que ellos ; y de aquí proviene, la fuga
de tinos , el entristecimiento y à veces la muerte clç._
otros , y el desaliento eh todos, ' ^ y el des ►o de ^cl uebxán-
tai" aq.uellas4ral3as' que voluntariamente se rmpirsreron.
Y cuál es là .terrnirracion de este'desacuerclo y .de :este
conflicto? Cúntínuas reyertas- enf,re.el .patrono y e1 Co-
lono , incesantes' arrron.estaciónes de'pártd de aquel 'para
que este cumpla . con' su ':deber; frecuentes pretestoS
para no trabajar figurando grátuitas dolencias ; liaraga-
nerr"a y' estudiada torpeza: ed la . .ejécuci-o.n_de sus' l-abó-
res , y aun á'-veces dañada irrten_cion para.. echarlas:
perder ;:finalmente ,• un āb.üt• rtmiehta . ta:n;completo Por
la mala conducta de sús ōper.ariōsquc,el.patronose
ve precisado -á . despedirlos x.e.scin:diendao srrs .coutra-
tas , ô si- le ' convieneno .,pi•ivar.^se ,(1é ; algumos, que .^.or•
sus 'oficios especi-alds pucderi ;Seri,e: m4s:;útileS,, ti:ene;que
duplicarles ó triplicarles er j.ornat paralgu'alarlos,cchlios
absolutamente libres , y para desterrar de su iinirn ō :tod3
15
21
;idesa clE, abandonar aquel servicio por mejorar de posi-
cion. ^-4.si me ha sucedido á mi ,: aunque en mu }r .limi-
tarla escala , con algunos opeffir"ios sujetos á una ol^li¢a-
.ciorr análoga , á los cuales , rio solo e:timi d e sus corn-
pt• ocnisos , sino que habríadado dinero encima para que
se , fueran d e ,mi casa; .,á tal grudo habia llegado mi exas-
ē
:-peracion por el modo llasEa insurtar rtn eF, n que f,umPlian
con su empciē o'
S e dira ,que se adoptarán medidas . p a ra . giae no se
,contaminen con -el mal ejemplo Tos gallegos que for-
m en parle de la empresa de ': que estoy ocupando;
pero aunque asi , es indudable que mas ó menos
tarde .11egaran fēéñetrar ;l'un en su .aislamiento las in-
fluencias_ de mal género.

C:Al?IT^ ^.110 XxAi'IAI..

Conveniencia de que el plan clnl Sr. Sotomayor se en-


saye , mas no en . escala mayor kasta que sé vea si son
superables, las antedichas difie7dltacles.--No conformi-
- dad con la ópinio ya. del Capitan: general de la isla de
Cuba respecto de la negativa de privilegios para esta
=. ".clase de empresas.

Como una continuáciari del capitulo precedente,


:.pasaré á la quinta dibcliIta.d, que se encuentra en el mal
efecto que habria cle ptflcl.rtcir , una enligracioh tan nu-
' merosa corno la de '10,000 gallegos gir e salieran todos
los años. de un pais como la España, que necesitando
d e mayor poblacion para dar un estenso desarrollo á la
.riqueza pública , está invitando á los estranjeros á que
vengan á colonlza.'r ,. y à cultivar. sus inmensos terrenos
c .ié-riales. ;,. „ .
219
Empero á pesar de las dificultades , indicadas , y de
otras que no podrian menos de aparecer al ejecutarse
el proyecto, son de tanta consideracion las ventajas que
deberian resultar de su realizacion , aunque se .rebaje
una buena parte de la s . que con tanto entusiasmo pon-
dera el referido Sr. Sotomayor en su Memoria , que yo
me inclinaria , como ya indiqué anteriormente ,a que
se hiciera. el -ensayo. Y en verdad -que si yo no estoy
de acuerdo sobre que se aumentaria la produccion .del
azúcar en otro tanto mas de la cosecha actual , tampo-
co en que la esportación figuraria por 18; millones mas
de duros , y por igual suma la importacion o sea: los
retornos, así corno en los 6 millones que rendirian de
mas las rentas públicas si disiento igualmente en cuan-
to á los 2 millones de duros con que, se presúpone que
los regresantes enriquecerian todos los años su país na-
tivo , así como en .cuanto à los 700,000 duros Cambien
anuales por los trasportes, va que para estos ciálculos no
se ha_ tenido -presente la mortandad natural , y aun 'me-
nos la inevitablemente promovida "por el rigor del cli-
ma que á pesar de los mas esquisitos cuidados , temo
que hubiera mermado en la mitad al fin de 'l os cinco
años, y en esta parte quisiera , corno puede suponerse,
(pie salieran fallidos mis vaticinios, aunque incurriese en
la nota de- aprensivo y de escitador 'de intempestivas
alarmas; si finalmente veo yo esta cuestion de un modo
menos halagüeño que el que , la ha promovido, na pue-
do desconocer el inmenso beneficio que produciria el
proyecto , si correspondia , como me atrevo à ' esperar,
en la parte esencial á las esperanzas que en • 'el . se
fundan.
Desearia por lo tanto que no fuera desatendido di-
--cho plan, y me Ilenaria de complacencia si con las ga-
rantias que son de establecer, viese á un tiempo llegar
á la Habana espediciones de colonos gallegos, asiáticos
22 0
y africanos', ' porque úo solamente caben todos en aquel
pais, sino que todos son deseados, y todos hacen suma
falta. Arreglada ya esta triple negociacion, el comercio
se dirigiria como sucede en toda clase de negocios,
al que ofreciere mayores utilidades ; y éste seria el
mejor barómetro para que el Gobierno pudiera graduar
su conveniencia relativa, 'apareciendo tan recto é im-
parcial como cumple en tales casos. La circular del Ca-
pitan ,general , à la quo- he hecho rePrencia en uno de
los capítulos anteriores , demuestra claramente que sus
ideas son enteramente conformes con las que acabo de
emitir, respecto del apoyo que se debe concede!' à la
inmigracion en aquel pais. En un solo estreno tengo
el sentimiento de disentir de su respetable opinion , :y
es en el de-que de estos proyectos quede proscrito todo
privilegio.
Aunque por regla general yo los condeno tambien,
como que envuelven una patente para ejercer el mono-
polio tan anatematizado por todos los economistas mo-
dernos , à cuya escuela me honro de pertenecer , hay
sin embargó algunos. 'casos en que son indispensables,
como sucede en empresas que dejarian de realizarse,
porque requieren fondos-muy cuantiosos y gastos pré-
ios de mucha consideración à los cuales ningún capi-
talista procederia si cualquiera otro por capricho, ó por
equivocado cálculo , ô por una mala pasion podia des-
truir con la competencia el fruto de sus sabias combi-
naciones , esterilizar su especulacion y menoscabar sus
capitales.
Lo único que puede y debe hacerse es que el privi-
legio recaiga por. licitacion en el postor que haya hecho
proposiciones mas ventajosas siempre que puedan bas-
tar las garantías físicas ô materiales, .como sucede con
das ferrocarriles y otras empresas de esta ciase; pero
„en las que están apoyadas esencialmente ú las morales,
22
opm-0 la, de la inmigracion gallega , creo que plidiera
lierse algtina esétpcion en beneficio dé là rnismze.
causa,. porcine seguramente nadie podria llevarla á cabo
con tanta'religiosidad , `pureza y rectitud como el que
la ha propuesté-, el cual á sus garantías tambien, ma-
teriales, ó sea de, fondas para dar ejecucion à la, em-4-
presa , agrega asimisulo el mérito; que no, se le pué&
disputar, de haber sido. el autor este grandioso pent.
samiefILo , y de haber cónsagrado à tan interesante'olw).
jeto trabajos que deben ser muy atendibles-.. .- .
Me, confirmo en . esta opinion al considérar qtte
dicha empresa, se hiciera por libre concúrrencia,ile
guro que no tendria cumplimiento , ó si Io, habia.
de ser muy Mezquino , y sin salvar los muchos
venientes que ofrece ; y ami- Si por salir à la pública
citacion pasára à otras manos, téngo igual certeza de que..
no se desarróllaria el pensaMiento con tan feliz resulta,
do, porque no es facil que una cuestion erizada de tan-
tas dificultades como las que he dejado àpuntàdas,
pueda resolverla con acierto nitigun otrõ especulador
que no sea,el.pr,ottiovente. Al profundo estudio que éste;
tiene hecho sobre ella, y à las incesantes vigilias que ha
consagrado â . la perfecta combinacion de todos los es-
tremos que abraza , r6und medios, de ioda clase-en
isla de Cuba al favor de su, larga residencia en ella
de las inmènsas relaciones à que lo ,.han caducido Ste
cuantiosós intereses , y en Galicia su patria , con los,
vínculos naturales dé familia , antiguas amistades y. co-
nocimiento estensa del pais. ,.*
Y no se crea que al abogar por las gestione g que
ha iniciado el Sr. Sotomayor , trato yo sacrificar 4,
su especulacion los intereses generales: .. no , de n'ingun.
modo, porque es muy diferente miintento, y aun,Muy,
diversa mi creencia en, la apteciacion de los càlculos-,
materiales. Lo que á primera vista, se presenta cortm
222
operacion lucrativa puede muy bien dejar de serlo, y
aun me inclino à creer que sèrà ruinosa si se plantea
bajo las mismas bases y con todas las condiciones que
se espresan en la enunciada Memoria. Por esta razon,
y aun en obsequio del mismo empresario , muy acree-
dor à que se le salve de un qùebranto , -tal vez muy
probable , aconsejaria que se hiciera en escala menor
el ensayo de la inmigracion,gallega , à fin de que tan-
to el Gobierno pudiera suspender la concesion al , con-
cluir el primer plazo, si se' convencia de que no habian
sido'favorables sus efectos , corno tambien el empresa-
rio retirarse à tiempo sin haber comprometido mas que
una pequeña parte de su fortuna. Aunque éste reciba
125 duros por cada colono que entregue al hacendado,
son tantos los gastos que debe hacer , tan complicadas
y graves sus reSponsabilidades , y tan estensas las con-
tingencias adversas , que dificilmente podrá hacer frerb-
te'à todas entas con los referidos 125 d-uros.
Dasta dar una rápida ojeada à la citada Memoria, y
reparar en que solo la ida- y vuelta de cada colono eues.
ta al empresario setenta duros , que tieue que vestirlo
y mantenerlo durante la aclimatacion , y durante sus
enfermedades, que tiene que encargarse de los inváli-
dos , que debe levantar grandes hospederías y enferme.
rias , y estipendiar una caterva de empleados , aparte
delos cuidados , molestias y continuas reclamaciones
que patronos' y colonos dirigirán sin cesar à la direc-
ción , con otra infinidad de gastos imprevistos . y nece-
sarios é inevitables perjuicios ; y concluido este primer
studio-,' y'aun sin internarse en hi enumeracion de
ótras eventualidades desfavorables que pueden surgir,
se . verà claramente que no es aventuratla la proposicion
quê he , sentadé , y que aun en el casó de qu,e por ilevar
todas las oper`aciones de la ,empresa un cufg o próspero,
lé quedase algun lucre,' que no creo pueda , ser dê
223 -
gran consideracion , escasamente habria obtenido por
este medio un interésproporcionadO .à los grandes ca-
pitales invertidos; pero nunca en mi concepto una coin-
pensacion dot nada à tantos sinsabores . y compromisos..
Esta y no otra puede ser la persuasion del Sr. So.
tomayor ; y si tanto celo y tant° empeño ha tenido en,
que se adopte su plan, segun -se observa por su cor-
respondencia con el Capitan.general de la isla de Cuba,
le hago la justioia de creer_que •no ;debe; atribuirse à
miras puramente especulativas, pues si tal pudiera ser
su objeto,, encontraria , en mi entender-un completo
logro , y sí 'solo à un ardiente patriotismo que lo 'im-
pulsó à arrostrar sacrificios por 41ivi,ar la desgraciada,
suerte de sus , paisanos,los gallegos, mayormente en
cunstancias taij allictivas,00mo las en que se ballaban;
en el momento de concebir su fdantrópico plan
cunstancias'que por desgracia . no han desaparecido' to7
talmente; y asimismo debe atribuir.se à su vehemente
deseo de proporcionar à-la: isla de, Cuba brazos útiles.,
por los que claman tados., y cuya necesidad esta , dicho
empresario.en et ,caso de apreciar, tal vez mefiol;„
nadie , por ser uno de los principales shacendados
pais , y de sus mas. profundos observadores,. ,•
Reasumiendo en pocas palabras.,esta larga discnsion,„
diré que la inmigocion g,allogiuseria la mas beneficibsa
bat todos conceptos y la que ,debiera merecer un ir
pulso poderoso por. parte del Gobierno ši pudieratt
perarse todas las , dificultades que.-ofrece , -ÿ desvaner,
corse de un modo-convcnientm sus causas' negative.,
Hé agni por qué en las dodas que me asaltan ,
no à désear que se 'prin,cipie par haóer un= limitado,
ensayo de élla bajo las),ases y conditiones u que, propo
ne D. Urbano ,Feijáo do Sotomayor , en su- apreciable
Memoria que las creo, muy aceptables catcadas pot
lo,menos en'et molde del pariotismo. =:
22 4

CAPITULO XXXIX.
.-^: ..
Polémica sostenida con la prensa htglesa:--Modo de
iniCiar `lci éuestion° etrbre .la inmirj!racion africana. --Er-
p•or.e5'de la prensaangloamericana en'la:. , apreciación de
<< este proyecto:
F,

'Oèpiàés` de ` haberme . 'b'ci2prido . bn los cá.pítúlos' an-
tériorës de :las'intnigraïciones europea, asiática é_india,'
que sün'' las únicas de 11i6 hace- rnericion la Circular
delCapitan general' déla isla 'de Cuba ,y de haber di-'
cl^o lo Instante p'ará'que comprenda que no son aqtie-,
lias" suficientes para c;cibrir las necesidades de nuestras
poSésiones: ° . de ultramar» . la primera .por las paves:
cónsecuericias d-e`su'ejecuciorj
r en escala mayor, la se =
guñda ^or' /as núlidades que le dan 'por lo menos el ca.-
r^iieter clé' servicio iricom'pleto ,y la tercera por lbs obs-
tácrilós que se oponèn' á-su. adquisición, entraré de llenó
eti'ei' d,^^ettvolvitniento' de la parte pr'ác'tica de la eues-
,
tión' sóbír`e la iríinigración áfi + ica na , que es la que bajo
i
t^ridbs as lrectos -presérïta ventajas Mur superiores.
Con esta convicciori profunda , y considerando que,
para 'desVariecer todo 'rÑelo, y • desconfianza del -ríuimo
de los' guarda,clore`s del' 4tratado de abc^l'iciori de la : trata
de °esclavos ;"era pt^ecr^s^, ilustrar la opini o n' pública, 'y
probar de tin modo claro , Conveniente y satisfactorio,
que dicha inmibracion africana podia- hacerse` sin faltar
á ;las-condicioYies',cle'f'`referidó tratado`,' antes lien dári-
dble mayc^r fuerza.y • iáUr; ÿ destruyendo de raiz todo
córíato' de la codicia mercantil 'para . quebrantarlo , me°
dir^aí^ ^ Inglaterra.,' S i` y ai desde ef j primer dia de mi l^e =
bá Xlw; , 'qu'.e- fu6 en` 31 ;de ° agosto último publicó el Daily
Net s . tin ártíctrlo fiiiiliurr`do contra l a conducta del Go-
bierno español Ÿ 'de ':la's` a u torid ades 'de' Cuba' por faltas
223
de lealtad y delicadeza que .gratuita infnfidadamente
les atribuia e:n;la referida' cuestion. Y:co.riio detérmina-
damentè apelase' á mí para que diera solución' á cargds
tari injustos , corn.ó -iri.juriósos, 'que forrnabarl un ca'tál'óà-o
bastante ;es.tenso , suponienda que. corno.-yo. lrabia' dei-
empeñado algunas-connisiones (k1 Gobierna :én"làs Es-
fados UnidÓs ; y é11 la isla; de' Santo Doinir'rgo°ÿ podria
dicho rríi viaje touer igual objeto°;rme vi,precisado'Por
amor á Mi patria!,- , y para vindicar nuestro honor tan
sin razon' ultrajado, <í `recoger el guante ' que se me ha-
bit.' arrojado , dando en el' m:ismó periódico' trua pronta
y lacónica corrtbstacion como prélirninar de la 11lemo.ria
que va inserta. al frente de esta segunda , parte:; :y que
, . ,;
copio a contii^uacto.rt. Dec ^a ast .: .. •
.«Sefior editor- del. Daily News: En el momento de
»mi llegada á esta capital en: 1 .° del corriente se ine
»avisó que en el , clia de ayer hábia aparecido, en su°pe-
»riódico do V. unarticulo- relativo' á'mi> humilde. per-
, .
inaria
»sona ; y" .a:, una imag
maginarra com^ sion que ; pr, esurnia V.
»me habia sido' conferida por:el Capitan Seneral de
»Cuba , sobre la trata dé escla w os. Si V. : no liuhietia
»mancillado en dich6 articula ,el, c,arácter'de aquel dig-
»no funcionario , :y el del Goneral, de marina , y lo que
»es` todavía mas grave,, el, del Gobierno de S. 141.; liabria
»mirado con desde:n sus inexactos asertos; y no me .tó-
»Maria ahára .`la pena de, entrar en ninguna clase 'de
»esplicaciones;; pero sïendo terribles los cargos qu'à V.
»ha acumulado contra : todo5 ,,•no puedo meriós de salir
»á la palestra para convencer á rV., y,.espeí^o'que ;po-
»dré hacerlo sin gran trabajo , de clue V: está equivóeado
»en todos sus conceptos.
»Principio por` decirle que no soy agente del Exce-
elentísimo.Sr. D. Valentin Cañ ^édo-; Capitan genetul.cle
»la isla de Cuba, aunque me: honro con g a arniRstfld,a:qüe
»estoy viajando por mi propia Guenta y pot rnissieto,
226
»porque si bien tengo ,el caràcter de empleád'o civil al
nser,vicio. de S. M. la reina de España', -no ejerzo en
»la actualidad género alguno de funciones oficiales; pu.
Ddiendo por lo tanto "disponer de mi tiempo corno me-
rjor me plazca. Es verdad que por mi fuerte adhesion
»à mi Reina y á ini patria, me he presentado muchas
»veces al público corno un firme defensor de su honor
py de sus derechos; y aseguro à V. que estoy dispuesto
ȇ hacer lo mismo siempre y cuando misservicios pue-
»dan ser necesarios para sostener los intereses, y el bien-
»estar de mi pais, y la honra de mis amigos ; sobre todo
»cuando la opinion pública está . tan malignamente ès.-
»traviada como ai presente.
Como los ataques de V. :se dirigen principalmente
»contra personas:; principiaré por decir algo sobre ellas,
»y luego éntraré en la dilucidacion de :las cosas. El Ge-
»neral Cañedo no necesita de ninguna ' clase de espia-
»ción por ° su conducta en la cuestion de la trata dé es-
»clavos, porque en todos sus actos ha resplandecido su
»natural honradez y dignidad. Es por lo tanto una ca-
»lurnnia y:una falsedad horrible suponer que su res-
»pg tab,l •nornbre' pueda estar .asociado á ningun mane-
»jo impuro. Es asimismo_una villanía arrojar una man-
»cha tan denigrante sobré él General Bustillos, Ÿ sobre
»las ciernas autoridades subalternas. Si fuera cierto que
=él capitan. Hamilton hubiera hecho ante el comité de
»la Cámara -de los Corrrunes la declaracion que estam=
»pa V. al fin de su articulo, tendria gué dar una ám-
b p lia satisfaccion à las partes ofendidas, quienes le ense-
eñarian que no se les insulta impunemente.
»Siendo tan complicada la ctiestion de esclavitud,
Dy tan:diferentes los puntos dé vista bajo los cuales
»puede: serconsiderada, me decidiré publicar desde
»luego en español y en inglés una memoria que he ido
eed.a.cta,ndo durante la travesitr de la Habana á Sou-
22/
xithampton con la icfea', de'ique viera la luz ert Ngad'rich'-'y
»así quedará contestado su referido articulo ,agregan-
»do por apéndice la que publiqué en Esp ^àila en . i.$4/
»sobre esta materia tan importante:'
.»Ruego á V. se sirva ` empleari su . influencia con el
»público para que suspenda su juicio hasta' que .baya
allegado à sus manos mi viridicacion,' la , q'u'e ' no haré
'»esperar mucho tiempn; y me anticipo 'á interesar á V.
»para' entonces fin de que anuncie" su 'publicidad; y
Ase logre que circule mas estensamerite: En el entre-
»tanto me permitirá V. que siente las siguientes af rnlá-
»ciones dé cuya autenticidad respondo.
I . a » Que no soy agente dél• Capttan general dè Cuba',
»ni de nadie. 4.
2.' »Que el General Cai,eclo es un hombre de- iio-
» nor en todos conceptos, y que está dotado' "de las mas
»brillantes cualidades como militar y como político.
3: a »Que él General Ca ēledo ha hecho en la' cúes-
»tion de esclavitud mas de lo que le imponia su deber,
»sin reparar ' en lo que pudieran decir sus enemigos,
»porque su norte ha sido siempre el de obrar con rec=
»titud y justiGcacion, y de conformidad con las órdenes
Ȏ instrucciones de su Gobierno.
4: a »Que todos los cargos contra el ministerio esa
»pañol son tan infundadas como injustos y calumniosos;
»lo cual dejaré bien probado en la precitada óbrà'; 'ën
»la lue propondré asimismo los- seguros medios de des-
»truir de raiz el tráfico negrero en la isla ‘de Cuba, : ter-
»minando de una vez una cuestion tan larrientabl:e:,'°giië
»con la mayor frecuencia promueve los' mas sérios ' con-
rflictos entre ambos Gobiernos, é indispone clos r»crri-
»nes que quisiera ver unidas con los vinculos »mas `'es-
»trechos de amistad y rnútua conveniencia.
»Si tiene V. la bondad der publicar en 'su ap,reciá=
»ble periódico estas 'collas lineas; corno antiCipácl'a
2 8
contestacion á su artículo; de, .31.:de agosto, podrá V.
»contar co n . la mas espr-esiva gratitud y distinguida con-
»sideracion de, su afecto y seguro servidor Q. S. M. B.
»Mariano Torrente.--Lónd res 5 de setiembre de 1853. »
Uabiendo contenido con la insercion del articulo
que precede, las versiones desfavorables que pudieran
haberse hecho contra nuestro buen nombre., me dedi-
qué sin descanso á la impresion de la citada Memoria,
que pudo ya repartirse en los primeros días de octubre,
habiendo entregado yo mismo veinte y cinco ejem-
plares en las oficinas, de los veinte y cinco periódicos
mas autorizados de aquella capital, sin que ninguno de
ellos haya . salido ;á tomar parte en la ,lucha que ellos
hablan provocado , y que yo habia aceptado en el terre-
no de la franca y decorosa diseusion.
Este silenció tan significativo me llena de compla-
cencia porque me hace creer, que aquellos escritores, á
fuer de hombres honrados y de conciencia, no habrán
encontrado en el referido trabajo literario flanco alguno
vulnerable, en que cebar no ya su ira, pues no juzgo
que se hallen poseidos de ella, por lo cual-me absten-
dré de tai calificacion, pero por lo menos sus desfavo-
rables prevenciones. Esta sola inferencia , que tríe pa-
rece bien puede sacarse en sana lógica, satisface com-
pletamente mi orgullo nacional, y compensa todos mis
£taba}os . y.: sacrificios.:
Así, pues, establecidas como primordiales garantías
las que he dejado -anotadas en dicha Memoria, y adoptadas
cuantas puedan necesitarse para el. mejor ;desempeñó de
la ènunciada negociacion colonial, la España no necesita
reas que,esponer sencillamente este pensamiento á los
Gobiernos estranjeros, para que no, se le dé una forzada
y siniestra inter.pretacion, yen particular al de S. M. B.,
á , fm de que,s.us_cruceros y autoridades'en la costa de
Á^ riaa ano opongan tropiezo alguno á esta clase de es-
pediciones, siempre que lleven sus documentos perfec-
tamente arreglarlos para acreditar que hay en ellas toda
la rectitud y seguridad que es de desear , pudiendo á
lo sumo y en caso de duda ó de desconfianza de alguno
de los buques destinados á estos trasportes, acompaïna rlo
al referido puerto de la Habana, en' donde y aun á la
presencia del céō nsul británico si se creyese convenien-
te, ó con la intervencien de la comision mista, se com-
probase su legitimo origen y objeto.
Aplicando á este caso él antiguo refran 'español,
de que al buen pagador no le - duelen prendas , poco
podria importar á nuestras autoridades 'satisfaces' con la
publicidad de los hechos aun á las-exigencias menos
racionales de escesiva suspicacia, que pudieran pre-
sentarse por algunos agentes esti•aiijeros, que no hacien-
do toda la justicia que se debe al noble carácter` esp-a-
ñol, concibieran alguna duda de nuestra palabra solem-
ne y voluntariamente empeñada.
- Aun los Estados Unidos que se alarmaron con la pu .
de la que se ocuparon-blicaorndetMmia,
con calor todos los periódicos do aquélla república, por-
que le dieron la equivocada irrterpretacion de que . pu-
diera ser el primer desarrollo de un plan combinado
con la Inglaterra para africanizar la isla de Cuba , es
decir, para sustituir una poblacion libre á la esclava,
que pudiera alterar con él tiempo la tranquilidad de sus
Estados del Sur, se calmarian á no dudarlo, luego que
se convencieran de que son totalmente diversas' nues-
tras miras, ya que ni esta en nuestra conveniencia', ni
en nuestra política, permitir que quede en nuestras'po-
sesiones de Ultramar en la clase de libért.o, ni un solo in-
dividuo de los que se importen con el carácter de co-
lonos africanos.
.30
CAPITULO XL.

Necesidad de realizar la znmigracion .africana por me-


dio de permisos especiales , ; y si n la libre concurren-
cia.—Esplicaciones análogas ,-dadas.por Zos Ministros
ingleses en el Parlamento.

A las congruentes razones que espuse en uno de los


capítulos anteriores para esforzar la, conveniencia de
que al autor del pensamiento de la inmigracion gallega
se le deberia conceder, siquiera para , los primeros en-
sayos, el privilegio correspondiente, y no tanto como un
premio debido á la invencion y á los trabajos y dere-
chos empleados en preparar dicho plan , lo cual no
deja de ser atendible , . sino mas bien porque nadie po-
dria presentar garantías tan sólidas del acierto bajo to-
dos conceptos, ni vencer como él las graves dificultades
de la empresa , agregaré otras ;argumentos todavía mas
poderosos á favor de la inmigracion africana.
Corno para no despertar recelos ni desconfianza de
parte del Gobierno inglés en una negociacion tan deli-
cada,. seria preciso no, separarse de las reglas que aquel
tiene establecidas . para la conduccion de colonos de
igual clase à sus Antillas , , claro está que en la Memo la
à que me he referido en esta discusion, habia de fijar,
como en efecto asi lo hice , por primera base la esclu-
sion de la libre concurrencia à la costa de Africa , por-
que no podrian menos de suscitarse conflictos , y de dar
lugar á abusos que à todo trance deben evitarse, así co-
mo, porque no serian menores los inconvenientes que se
tocarian á la introduceion de Ios colonos en la isla de
Cuba si fueran muchos los responsables à quienes hu-
biera de abrirse una cuenta corriente para el cumpli -
miento de sus empeños, y para discernir las reclama
251
ciones sucesivas, y no en pequeño número, que- oCür-
ririan infaliblemente por los adjudicados y adjudicata-
rios , ó sea por parte de los colonos y de sus patronos'.
Por el contrario siendo una sola la' compañía que res-
pondiera de cuantas dificultades ó demandas se promo-
vieran , sé evitaria todo conflicto y toda confusioñ, y
se podria establecer una regularidad' tan 'perfecta 'que
jamás sé ofreciera motivo ni pretesto para el menor li-
tigio. Y de que tales habian de ser las ventajas de la
unidad en 'esta parte , se convencerá cualquiera que lea
las condiciones que me propongo fijar para la ejecucion.
Aparte de esta conveniencia , que entra por mucho
en la bondad relativa del pro y ec.to , está al frente cómo
ya se ha dicho, el sistema establecido por el Gobierno bri-
tánico ,.,del cual no es posible prescindir , si ,se `quiére
evitar choques y alejar todo obstáculo tropiezo que
pudiera tomar el carácter de razonable. 'Y en .verdad
que se .daria margen para crear dificultades, si la Espa-
ña quisiera conceder una laxitud mayor á esta negocia-
clon, ó traspasar los límites que han prefijado los ingle-
ses para la de igual naturaleza en sus colonias. ..
Por via de ilustracion daré cuenta , aunque sucinta- ._. ^..
• .
mente, de la scsion de la Cámara de los Lores de In;la ^
torra del 30 de Junio de 4853 en lo relativo á este pun-
to de tanto interés. Habiendo visto Lord Bróuglla m en
uno de los, periódicos de los Estados Unidos la proclariia
que en 25 de Febrero, del mismo año habia publ`icacl9
en el Heraldo de Liherici, Mr. I'ioberts , Presidente
la República africana ; cuy'o-documento se- réducia á ``^^^^^ ^
obligar á que tocaran en el puerto de' :su residencia para. 1.
recibir sus correspondientes pasaportes todos los traba-
jadores que de la costa de Africa ,sé trasfirieran á las
colonias inglesas, por.cuenta de los Sres. II Y the, jlod-
ge5 y Compañía de Lótldi • sJs , autorizados para esta em-
presa , interpeló al Gobierno sobre un hecho tan impor-
252
imite, que ParecRa;envuelto en un significativo ,:misterio.
FA Duque de: New-Cast[e.'coiatestó que. no 1iabia visto
la proclama ' á que aludía Lord Brouglaanl,. pero que
estaba . bien enterado de los contratos á que se referia
_aquel documento. Sabia que se babia celebrado un con-
venio 'con las personas. nombradas por el citadoLord,
,para trasportar negros Ji;l.n:es á algunas de las colonias
británicas , aunque no podía asegurar si se laabia hecho
; por el .Colon.iCll, office. Dijo cl-ue . conocia bien el pelfijró,
; tornad.o en cuenta por el . noble Lord , en l'ermitir que
se hiciese-un tráfico de esta naturaleza sin la vigilancia
mas cautelosa por parte del. _Gobierno. superior , no solo
para impedir cl tráfico de esclavns, sino. para alejar to-
da sospecha de que pudiera practicaarse , y añadia que
mas de una vez habia dirigido su a.tenciorl á las ei}.cui:as
tancias "relacionadas con este asunto,^ v había acido que
aunque el contra jo estaba seguro . en las manos . tan res-
petables como las .de los Sres ,. l-lythe y Flodges , no ha-
bía duda de que , en otras personas podri^.a muy_ bien con-
vertirse si no-en tráfico de esclavos, á - lo menos en cosa
muy parecida ; que por lo tanto no tenia el menor in-
conveniente en producir el contrato aludido , acompa-
ñado de la correspondencia que se habia seguido con
los comisionados de la erriigracion , para que la Cámara
comprendiese "no solo la naturaleza de este negocio, sino
el :cuidado con que-el Gobierno habia. procurado : impe-
dir todo abcaso: en aquella parte.
El Conde ,Gr, eg tomó entonces la palabra y dijo que
.consideraba oportuno , llabiendo pertenecido én la cita-
, ,da época al Colonial o^/ice, esplicar el principio de aque-
.1!A pegociacion. I-lác:a 18./18 , si rio, le era infiel. la me-
moria,, período de gran padecimiento,,para las colonias
^ropicales inglesas ea1 A:nérica , ;.se determinó que los
africanos rescatados de la .esclavitud-.; y que voluntaria-
,
.1nente quisieran"ir,a aquellas colonias . , en, vez de llevar-
^,•,,.►
'^^^
los por cuenta de , las mismas . , fueran conducidos : por lá
del Gobierno..y :ti este fin se celebró un convenio con
los Sres. Ilytlre_y Il ī)dges ,, personas muy respetable s ;' pa-
ra que se encargaran de aquel servicio ;: que fue cicsexn•
pe īaac:lo del modo mas, satisfactorio. Y con efecto desde
que lo tomaron por su cuénta; disminuyó la gran mortan-
dad de colonos que se ésperimetltaba á bordo de los bar-
cos que anteriortllente baciarl dichas traslaciones; y con
los nuevos esfuerzos' de: cuidado y buen trato aplicados su-
cesivamente por los espresados empre.sariosá estas errri•
graciones, quedaron las bajas reducidas á la nulidad, ha-
biendo hecho la travesía algunas embarcaciones sin que
hubiera ocurrido un solo caso desgraciado. Que el Gobier-
no habia estudiado muy prolijamente el modo de fomentar
en lo posible la (ibr•e, e.nigraeierl de africanos á las An-
tillas, y no tenia reparo en declarar que era este un
gran objeto nacional. Que «al ,. ` efecto se habian practica-
do esquisitas seilalaE.lamente en una -parle .de
las playas . de Africa , en donde no se conocia la esclavi-
tud, como lo era la costa de /roo. Que cuando estuvo á su
cargo la cartera de las colonias, los Sres. Hytlle yHod-
ges ofrecieron que proctir'at'aan obtener emigrados libres
en dichos puntos , y que poi , conducirlos ; tenda•iarl de-
recho ,a cierta rernulleracion' destinada al ramo de emi-
grados con arreglo á. las leyes coloniales , y la pr•oposi-,
ciorl fné, aceptada. Que creia`cl4xe el primer ensayo, que
i
se 'labia hecho en la úL ayana lo halan emprendido los
mencionados llythe y l.I.odges ,. con la condicion corno
regla invariable, de que en ninguna circunstancia corra-
praraarr los rndrvi īluoS que hubieran de llevar á;los esta-
blecimientos británicos.
Dijo además que muchas personas relacionadas, con
aquellas colonia, hal,)ian pedido re p etiaas veces y con
.urgencia al Ge:b iern o . el p e rm3 sc), para corrrprar.:eselavos
en Afc•ica., y libertarlos. luego en las Antillas' y:, en la
1Er
^
^^4
f'^llayana , lo cual seria de la. mayor utilidad para las
colonias; . mas-esta : proposicion habia sido negada ro-
tunclamente por la sencilla razolz de que este permiso,
aunque innegablemente envolvia la filantrópica idea de
, salvar de una suerte infinitamente ,peor a muchos in-
,' era claro' que 'labia - (le ser . su consecuencia
dividuos
indirecta la de proniciver el tráfico universal de escla-
vos en la costa de Africa. It concluyó el precitado lord
-Grey cori asegurar que' mientras ft.lé- secretario de
,
^^stado, no permitió la emigracion sino 1.3a1olas bases
'.absolutas, de cltiti, no se lzabia de. dar dinero por la ad-
qtlisicion de colonos :, sino que todos los emigrados ha-
-bian .de sei, voluntarios; por lo que y enterado de la
tonratloz de. los t'ei;3 ridos setdo-res Hytlle yHoclges, no
dudabaque cic;seinpettáritin con ^la rni5ma legalidad que
;;iemprc aquella mis3on, ;51I1 foiiiCiltal' en manera al gtln'%t
.ktn trafico tan abominable, »
Por los discursos d'e loS1 dos graiihs poffticos lord
.B1'ougllain y lod Grey (lúe acabo .de inseriar , y . que en
,.algunos párrafos he tr<<dueiclo litcralrrierité , s<, 'verá la
etactrtiltl de n.7is _asertos en cuantoa-1,.l conveniencia y
',fi los derechos (pie tenemos 'para organizar la C3Iii-
gral;r0ri africana ; 'y tarrlbi.on se vendrá en conocimiento
. d,e , que la España no puede pensar en entablarla sin dar
url.privile^io esclusivo á una empresa especial que rne•
i'ezca la confializa. clel Gobierno y del ptiblico , á la ma-
. nora que le practican los irlg(oses , con la que tienen au-
torizada, y . por silltuesto contrayendo iguales ol>:ligacio-
,xies, y ofreciendo garantías no menos sólidas. lió aquí
1m-es: demostrada cvicieriteMente la , iinpobihili(lad de que
:tie verifique dicha inmigración africana en nuestras 'po-
F ►sitisiones de Ultramar por medio de la libre concurren-
=^ia ; p or lo cuál y atendida su iñdole y sus muchas
wromplieaaiones . , es imprescindible hacer en el/a- una
''`tsi;epciQn4 la regla establecida ¡promulgada: recien-
255
temente por el Capitan general de la isla de Cuba para
las den l as ( 1

CAPITULO XLI.

Condiciones para dar ejecucion al proyecto de la i.nrni-


gracron africana.

Habiendo ventilado en Ios capítulos anteriores la


cuestion de inmigracion bajo todas sus fases , y no pu.
diendo quedar la menor duda acerca de los, derechos
que asisten á la España para entablarla con todas las

(1) En- corroboracionde las doctrinas que voy sustentando


copio á continuacion , con protesta de la parte política ,' la defensa
que de la contrata de vapores correos , realizada por el Gobierno
corla casa de los señores Zangroniz , hermanos y compañía, hizo en
su número de 1.6 de mayo de 1854 el Heraldo , 'periódico semi-ofi-
cial, considerado como órgano de aquel Gobierno. Los principios
económicos que desen-vuelvby guardan bastante conformidad con los
que he dejado consignados en cuanto á que 'al autor de un pensa-
miento ó de un plan beneficioso no se le debe privar de aquella
propiedad , y menos trasferir á otra persona , por influyente que
sea, la parte utilitaria que debe reputarse por fruto de sus traba-
jos intelectuales, y de sacrificios personales y pecuniarios. Dice así
el artículo á que me refiero :
«Lo primero que se ha dicho contra la concesion de que ha-
blamos , es que ha sido{ hecha sin pública subasta. Esto , dígalo
quien quiera , y prescindiendo de lo que esté establecido, porque
aquí hablamos, no de lo que es`, sino de lo que debe ser , y ma-
nifestamos una opinion particular; esto , dígalo quien quiera ,:
por mucha autoridad que tenga quien lo diga , es una vulgaridad
y no pasa de eso. Entre los servicios públicos los hay de dos cla-
ses : unos, cuya iniciativa nace del Gobierno , que no exigen nada
del individuo que se presenta á'hacer postura, mas que un capital
que puede tenerlo cualquiera`; otros en que la iniciativa pertenece
al particular , en que el particuiar.ha hecho grandes estudios, acaso
gastos considerables. Esos son pensamientos verdaderamente cien-
2.36,
naciones: del globo, sean ó. no . civilizadas, siempre que
esté " bien consultada la parte moral y humanitaria ; no
habiéndose discernido con menos claridad la conve-
niencia y aun necesidad de apresurar esta importante
medida por la parte relativa á la costa de Africa, resta

tíficos , de la propiedad del que los concibe, y del que despues de


haber trabajado sobre ellos , los :prescrita al Gobierno , con una
ganancia para él sin duda , pero con.un beneficio tambien para el
país. En los primeros , la subasta no ofrece inconvenientes : cuan-
do. el Gobierno quiere levantar un edificio ó construir una obra de
cualquier género que . sea , con tal que sea una obra en que él solo
haya pensado, la subasta nos parece natural. Aquí no , se perju-
dica á nadie : el Gobierno busca la manera mejor de realizar un
pensamiento que á nadie. debe. Pero cuando el pensamiento no per-
tenece á los que gobiernan; cuando un particular ha hecho es-
tudios sobre un asunto ; cuando presentó el modo de resolver un
problema; cuando ofrece al Gobierno un pensamiento nuevo, ori-
ginal , el Gobierno podrá decir que lo admite ó no lo admite por-
(pelo crea ó no lo crea beneficioso á los intereses públicos ; pero
saear,ese pensamiento , o . la realizacion de ese pensamiento á lici-
tacion pública, nos parece no solamente injusto , sino inicuo. El
, :Hombre que tiene un pensamiento adquiere una propiedad, y el
•Gobierno se la Usurpa apoderándose ele ella y enseñándosela á todo
el mundo para que _cualquiera la utilice.,, El hombre que concibe
un pensamiento es el cínico , el ÚNICO que puede realizarlo : el en-
tregarlo á otro es desnaturalizarlo , adulterarlo , convertirlo de be-
neficioso en perjudicial , ó por lo menos en estéril. Y sobre el
despojo de la propiedad , y sobre la adulteracion del pensamiento,
hay otra cosa . ;, ha y una .cosa inmoral. El inventor se presenta á
la subasta con las mismas condiciones con que se presenta el último
•individuo de la sociedad, con tal que tenga un , depósito que hacer;
.,'¿y que sucede. ? Que cl. inventor , s ama mucho su pensamiento, que
.cslo natural, ó tiene ,que pa ar_una prima á los que se presentan á
,competir con. él , ó tiene que devorar el ' sentimiento de verlo en
manos de quien no tiene mas afán que hacer.una ganancia. Esto son
.Jas;subástás •ér proy e ctos que nacen de,.lT);. particulares la espro-
.,p ación . y, el agio ; ,ta .irij_asticia y la inmoralidad.
-. :^•j`lv sabernos. i echarán la chipa al•Gobierno.de nuestras ideas;
25 7
se ntar algunas bases: p a ra que su ejecucion' so ,vea.r éii-
lazada con resultados de i mp on d erable -^^eilitajá: "T'^'i^
tiendo del princi p io ` de que se concediera el pe r m iso
d e introducir 40;000 colonos africano"s en: dos años.
pues tantos y todavía mas se necesitaririn ; aun aparte

pero lo sentiriamos ; no porque 'nos abochornemos de ser ministe-


riales , sino porque de las cosas qué nosotros decimos por', nues-
tra cuenta , no queremos que se pida la responsabilidad á nadie:.
»Pues bien: 'además de los casos propuestos puede haber uno
mas , que nos presenta la concesion á la casa Zangróniz. Si, Cuan-
do se trata de ten pensamiento que es Propiedad particular , la su-
basta no procede, cuando se trata de un pensamiento que se refiere
á un servicio público de gran trascendencia la subasta es un ab-
surdo; es una imbecilidad.. ¡Cómo! ¿Remos de entregar la suerte de
la códiciada isla de Cuba á quien tenga mas dinero , sin 'saber si es
el que tiene las peores intenciones? Aunque admitiéramos la subasta.
para todos los servicios públicos , la rechazaríamos y nos opon-
dríamos á ella tratándose de un servicio que tuviera por objeto
estrechar las relaciones entre la Península y la isla de. Cuba. En
este punto lo primero que hay que saber es quién es el que con-
trata , qué confianza inspira ; de dónde viene y á dónde va ;' 'por-
que fácilmente podi:ia presentarse en una subasta quien tuviera ;in-
terés en arrebatarnos la isla de Cuba ; y . como teniendo este inte-
rés, naturalmente 'labia de contar con mas recursos que el simple
especulador , quedaria el servicio del correo y el trasporte de tro-
pas á merced dé un enemigo de España.' Y esto no lo decirt ī"os
ahora que ' somos amigos del ministerio; lo hemos dicho cuando es-
tábamos en la oposicion, porque nosotros hemos estado siempre en
lo justo y en lo que favor ece á los intereses públicos. ¿No po-
dria venir un filibustero á competir con la casa en cuyo favor se
ha hecho . la concesion de los vapores ? Y entonces sujetándonos
al quién da mas ¿qué pódriamos prometernos` de la' subasta. ? Ten-
:r
dríamos acaso algunos reales mas de ahorro pero nuestra isla. de
Cuba quedaria á merced de los aventureros.. ,
»No hay aquí espíritu d e partido ; no hablan aquí , las afecciones
personales ni los compromisos políticos hablan la sana razon,, la
conveniencia pública, los grandes iníere . es del país; habla el sentido
coman .»
238
de los que puedan entrar de Asia y Galicia, para cubrir
las bajas en la isla de Cuba , y sin contar para este cál-
culo con la de Puerto Rico , que tiene iguales necesi-
dades, y que del mismo modo debiera disfrutar de es-
tos beneficios proporcionalmente , la empresa , á la que
se cónfiára el delicado encargo de la traslacion de di-
chos colonos, tendria que cumplir con las siguientes
condiciones , á saber :
t a Que de conformidad con lo que practican los
ingleses para realizar la mencionada emigracion , y con
lo que dieta la razon humanitaria, no habrian de ser
comprados los colonos á ningun ávido especulador, ó á
lós feroces caciques., para evitar que por coger el pre-
cio 'vil de aquellos miserables ' , se dedicasen á cazarlos
como fieras , segun han solido -ejecutarlo siempre que
ha estado interesada su sórdida codicia.
2." Que' tan sólo podrían hacerse desembolsos me-
tálicos en _la clase de enganches á los colonos volunta-
rios á la manera que se verifica en Europa con los que
con igual espontaneidad se alistan para soldados; cuyos
enganches se fijarian en 40 pesos Mas ó menos en la
misma forma con que lo ha estado ejecutando la casa
de los Sres: Hythe y Hodges de Lóndres. Estos engan-
ches no podrian menos de estar autorizados para que
los interesados en ellos pudieran. socorrer por tal medio
á sus padres, mujeres é hijos, que por salir del país gel
afiliado, debían quedar privados del auxilio de su trabajó.
S: ' -Como qué el colono enganchado no necesita
gastar nada, ya que primero el empresario, y luego el
patrono al que sea adjudicado , deben cuidar de cuanto
pueda hacerle falta sano' ó enfermo , le seria fácil en-
viar á sus familias el producto ,de'su jornal ,. de lo cual
Se`'ócu'paria la misma oficina }de la colonizacion.
Que no siendo esta operacion tan dificil . como á
primera vista aparece , porque como la indicada cmi-
239
gracion se lialaia de hacer , no y a sobre int.lividuos:er-
rantes , ó sobre s alvajes arrancados del fondo de sus
bosques , sino sobre pueblos ó aduares en que se hallan.
reunirlas_ algunas- tribus con cie r ta forma de gobierno;
aunque bárbaro ,.podrian m uy b ien tener el efecto de-
seado las espresadas remesas, a las familias respectivas,
fas cuales, aunque solo fu e ra con dos pesos al -mes, re-.
cibirian un gran consuelo , ya q ue dos pesos entre
aquellas gentes miser ab les. son una -r eiata -de gran con-
s,ideracion. .
5. 1 E l empresario .deheria asimismo- fcf:itnplir pun-
tual y exactamente con todas l as demás condiciones qu é
. van apuntadas en el curso d e . e s t a obra , sirviéndoles
desde luego l as prefijadas para lo s asiáticos, y se han
consignado en la M emori a pálicada en l.óndres , á la
que me he referido en esta discusion , cscep!,uando por
innecesaria la segunda , ó sea la :de anticipar dinero á
los colonos por via de ]labilitacion á . des c ontar . de su
jornal, ya que dic h a laabilitacion o p i n o que deberia
liacéí • seles .sin descuerito. alguno ; é iiat.ro d uciendo, las
dos variaciones, d e que fuera de diez años y iio .de ocho
el plazo- de la contrata , y de que el jornal se pag a so
de contado tan solo la mitad , quedando l a ot ra m it a d e n
depósito para los fines' que :y a han sido esplicados.ánte--
rioi•incnte.
6. " N o s e deberia en d o sar contrata alguna de los.
cita dos colonos africanos por mayor cantidad q u e l a ; de
O onzas de oro , que es el precio a que se ha n adjudi-
cado siempre los emancipados; y aunque escede .eit
onza y media á la de los asiáticos , señalada y conveni-
da por la. Real Junta cle. Fomento , y á la que prQllone
ol S r. Sotomayor para la acljudicacio.n de lo s gallegos - ,.,
como que á- esta diferencia se le habría de dar la
ver.sion ; beneficiosa de que se tratará m as adelante, (1ueL.
daraa : igr°ialado este giro con el de los demás.-
°,40
7.' l'Aria- de asegurarse á los colonos africanos
igual jornal que á los asiáticos , es decir, 4 duros men-
suales, con la sola diferencia que ya se ha indicado, de
que llabia de quedar en fondo la mitad para entregarla
ri la conclusion de la contrata á los interesados, á fin de
que pudieran habilitarse para ir á donde mejor les con-
viniera , ya que por fingen título y bajo ningun pro-
testo seria de otorgar el permiso de permanecer en el
país en la clase de libertos.
8." enrpresario reservaria del producto de la ce-
sien , y entrea:rria al Gobierno •l' onzas por cada uno
^
Je los colo nos .{;uy;.i contrata se endosare por on-
zas , de cuya -obligacion no pot1ria eximirse sino en el
caso de accidentes fortuitos , con10 apresamiento de 'bu.
ques , repelidos naufragios , mortales epidemias , tl
otros•quehrantos bien probados ^^ de tal magnitud , que
se acreditase la rallar absoluta ci^ , . utilidades , ya que solo
sobre éstas po,I-ria racionalmente gravitar aquella coia-
tribu>3 iori.
9.' Por iguales razones de equidad no se le podria
exigir al empresario que abonase al Gobierno la onza.
y media presupuesta por los colonosquese endosaren
por menor precio que el de 9 onzas , lo cual tendria
que suceder con los enfermos, con los inválidos y con
los de menor edad, y si solo lo que escecli-cra de las
7, onzas , cuya cantidad es la que se calcuia que se ne-
cesita para cubrir todos los gastos, y /as inmensasres-
porrsabiliEtades de la neJociacion,
1(): El empresario pr,oLuraria no embarcar hem-
bras ni párvulos, escepto en casos especiales , en que
fuera. ,preciso alistar toda una familia ; pero aun así,
nunca deberia esceder de la ilécima parte en la totali-
dad e1' número de dichas hembras , las cuales se endo-
sarran jE- rnt,arxrerrte con Sus maridos y por igual precio;
pero C01119 estas no pueden prestar u n servicio 'tan : asf-
241
duo ni tan útil como los varones, percibiri-an tan St l'i
la mitad del jornal. Los hijos que nacieren de este'con-;
sordo en el país , aunque libres, deberian servir sin
salario al patrono desde que fueran aptos para . ello l uís
ta los diez y ocho años , en eompensacion de los gastos
hechos para criarlos , y del tiempo perdido por sus ma-
dres para tener cuidado de ellos. A los diez y- ocho
años ernpezaria á pagárseles el mismo jornal de 4 pesos
mensuales si se-enganchaban por contrata , y no siendo
así se les enviaria fuera de los dominios españoles al
punto que ellos eligieran esta disposicion que nada.
tendria de tiránica ya que se les dejaba la elección ole
quedarse al lado de sus padres con las condiciones an-
tedichas , la aconseja la política para no recargar nues-
tras'posesiones de. ultramar de una clase de. poblacion
que no deja de ofrecer graves inconvenientes como
lo es la de libertos de color.
.11. Los párvulos que llegáran á la isla de Cuba
con sus padres, se endosarian juntamente con estos, y
sin que bajo ningun pretexto pudieran ser separados de
su compañía procediéndose á dicha adjudicacion poi'
un ajuste especial del empresario con el patrono , y con
la obligacion de que hablan de trabajar sin salario tanto
tiempo cuanto este los hubiera ' 'mantenido sin recibir
de ellos ningun servicio; pasado cuyo tiempo cobrarian
la mitad del jornal hasta los diez y ocho años en que
entraria n á gozarlo por errter'o , de conformidad con las
condiciones establecidas`en el artículo anterior.
12.. El empresario deberla atender con esmero á la
euracion de los colonos enfermos, con la facultad de
endosarlos por ajustes especiales, aunque fueran infe-
riores á los tipos prefijados, como seria natural que' así
habla de suceder, porque nadie se :' encargaria tle en-
fer,mos ó defectuosos sino á precios 'ínfimos, y á' veces
sería preciso adjudicarlos de baldé y aun dar dinero' er'-
242
cima. Y en cuanto á los que no pudieran ser endosados
por ceguera, parálisis ú otras causas que los inutiliza-
sen completamente , debería -dicho empresario mante-
nerlos, : vestirlos .y cuidarlos , sin que pudiera_ abando-
narlos nunca por grave, larga y dispendiosa que fuera
esta carga.
5. El empresario costearía asimismo todos los gas-
tos que ocasionasen los agentes nombrados por el Go-
bierno para vigilar y autorizar las operaciones de la erni-
;racion en la costa de Africa; cuyo sueldo -opino que no
habria de bajar de 4,000 pesos, pues no deberia ser me-
nor la compensacion de los molestos trabajos inherentes
ú esta mision, y de los gastos de frecuentes viajes á
diversos puntos de la citada costa; pero en cuanto á las
erogaciones de las oficinas de la ,Habana, se cullririan
con los fondos de la colonizacion.
44. Serian asimismo de cuenta del empresario los
gastos pie ocurriesen en los lazaretos si alguno de los
buques respedicionarios . tllegára en estado epidémico que
obligase al Gobierno á ponerlo incomunicado en loa
barracones ' construidos al efecto', los cuales le serian
cedidos .gratuitamente para aquel objeto.
15. Como la ínfima clase de los entierros cuesta
en la .isla de Cuba de 6 ,á 7 pesos , deberia establecer-
se la misma regla, que ya rige para los asiáticos, es de-
cir, la de que se dispensen los derechos de iglesia y de
sepultura, 'quedando limitado el desembolso por este
lado á la mera conduccion del cadáver.
Considero que estas .primeras, quince condiciones
que acabo dentar son . de absoluta necesidad , y que
aun, en la parte favorable al. empresario , cual lo 'es la
de; que no , haya de pagar la contribueion de 1 onza
sino. ,.poi•: -10$ ;colonos que se adjudiquen por 0 se
encontrará equidad y con rúencia , porque siendo pa-
¡a.los ;inutilizados• ó defectuosos : iguales los gastos de
24 3
adquisicion. ó enganche , de alimento; vestido , traspor-
te etc. , que para los sanos , cualquiera cantidad , que.
se hubiera de-pagar sobre los endosados por tipo in-
ferior, seria estraida del capital ó' á lo menos de las
moderadas y justas ganancias correspondientes á dicho
capital, para hacer frente con ellas á los fallecidos, en-
fermos ó inútiles, que por grande que sea el cuidado
que se tenga de ellos, no dejarán de figurar en escala
mayor; así que aun con las 7 onzas debieran,
quedar á favor del empresario en la cesion de los
emigrados útiles, no, podrá sacar alguna ventaja sino
en , el caso de que su empresa se vea exenta de ac-
cidentes fortuitos, que por desgracia son demasiado fre-
cuentes.

CAPITULO X LII.

Reglamento que se propone para la i.ritroditoeiort en la


isla de Cuba, reparto y cuidado de los inmigrados
africói4os.

Entablada ya la, inmigr•acio'n africana en los términos


y bajo las condiciones enumeradas en los artículos ante-
riores, procederé á. indicar las providencias que en mi,
concepto debieran adoptarse en la isla de Cuba para re-
cibirla, y son las siguientes:
1. a A fin de inspirar mayor confianza y seguridad
en estas operaciones, no debiera habilitarse mas puerto
que el de la Habana para hacer los desembarcos de co-
lonos, en los cuales intervendria la autoridad del Capi-
tan general por medio de sus delegados , quienes ejer-
cenan una saludable f scalizacion , y así quedaría ple-
namente justificada la legalidad.: de , tales actos.
2. 1 Como atendida la escasez de brazos, y el deseo,
de obtenerlos de la clase africana, reconocidos , por los
.T 44
mas :útiles, habia de ser 'la demanda müy superior á la
óféria; deiierian hacerse' lotes de diez individuos, con el
objeto de que participasen muchos hacendados á la 'vez
de aquel beneficio, 'y siempre por turno riguroso y por
el 'órden en que hubieren inscrito sus nombres para
éstos- pedidos, sin que pudiera hacerse otra escepcion á
la regla general sino en favor de los que hubieren su-
frido mayores bajas en sus dotaciones por efecto de !as
últimas epidemias; los cuales habrian de ser preferidos
proporcionalmente al número de sus siervos. Por estas
razones no solo 'habria de intervenir la autoridad supe-
rior en el examen y reconocimiento de los indicados co-
lonos, sino tambien en su dis#.ribucion y adjcid.icacion.
3. 1 Se establecerla bajo la direccion inmediata del
espresado Capitan general una'oficina ó contaduría , en
la que se llevarian con todo rigor los registros (le los
colonos entrados, de los adjudicados , de los existentes
en, poder del empresario por enfermos ó inútiles, del
precio ele sus endosos, de los patronos responsables, de
las traslaciones de patronazgo, de los fallecidos , etc.,
con las demás anotaciones correspondientes para que
el Gobierno pudiera "tener siempre á la mano un esta-
do 'exacto de . todas las ocurrencias, y un conocimiento
completo ile la situacion de los referidos colonos.
4. 1 :Se estableceria en la misma oficina una caja, en
la cual entrarian no solo las cantidades que adeudase
el empresario por sus endosos en la forma esplicada
anteriormente, sino tambien las procedentes de la mi-
tad del jornal de cada uno de dichos colonos, que debe-
ria pagarse mensualmente para' lo cual se Ilevaria una
cuenta corriente con cada uno de los interesados, cuya
caja seria intervenida por la "presupuesta contaduria.
5.á Para evitar . ' todo abuso no sería válido ningun
endoso ó ádjudicacion si no llevaba el V.' S.° del Capi-
tan general; ú "del funcionario en quien hubiese delega-
245
do este encargo,.cuyo V.° 13.° por supuesto no se:obten-
dria sino despues , de haberse llenado todas Iris forrriaiidá-
des, y señaladamente ala de haberse entregado al fondo d.c
colonizacion la parte correspondiente ' , a cada uno ' de di-
chos endosos, segun las bases precedentemente sentadas.
6. a Aunque el empresario no debería ahorrar sino
lo' que escediera de siete onzas y media en las .adjudi-
caciones de colonos,. y..nada'por supuesto en.las . que , se
realizasen por menor precio. del citado límite, no por
eso dejaria de estar obligado el ad , 1ndicatarió i1 preser-
tai• su respectiva contrata a la oficina de recaudacion,
ya para los ernpadronamientós correspondientes y ya
para el pago de la mitad de los jornales ó de la, parte
que le cupiere.
7.` Quedarían exentosdel pago ele dichos jornales
los que hubieran admitido ' colonos inutilizados , , ó los
que acreditasen debidamente que hubiera caido en tan
desgraciada situacion al g uno de los_que les hubieren
sido endosados en estado de., robustez, porque . e . cl . tales
casos lejos de reportar utilidades, del -presunto servicio
del colono enfermo , habla de sufragar les gastos de su
asistencia y curacion ya , que a nadie seria :;ei rniti lo
desprenderse de-aquella carga durante el, tiempo de .la
obligacion , ni nadie -podría dejar de prestar l0S auxilios
que dichos enfermos necesitaren, por largas que i\ieran
sus dolencias, bajo la mas estrecha responsabilidad. ),
8. a Los adjudicatarios cielos colonos defectuosos, y
que por supuesto habrian de endosarse por un precio
muy bajo pagarian tan solo- aquella 'parte , de jornal,
que pruden.eialmenle se tu-viera por justa, .con derecho
á reclamar la total exencion si por:agrayarse los males
del paciente, ó no pudiese , trabajar , o Cine . su trabajo
fuera tan limitado que no equivaliea .a .á : cubrir Su s..gas
tos individuales.:
O. a Para proceder á estas alteraciones-, e#^ E i g el
246
caso primero de la cesion, ó bien en lo sucesivo y cuan-
do dichos indi v iduos contrajeran enfermedades mas ó
me ^nos'largas y graves despues de adjudicados , se le-
vantaria un proceso verbal , breve y sumariamente sin
costas , por el conli5ario • dé barrio ó juez 'pedane0 de
l a démarcacion á la qué perteneciese el reclamante , y
se ^adoptarian las debidas precauciones para que no pu-
diera corneterse abuso al g uno por este lado , y se des-
blosaria del re g istro correspondiente l a obligacion del ci-
tado pa g o ; pero con la condicion de que si el colono
declarado sin derecho á percibir jornal por su mal esta-
do , recobrase la salud y su mayor ó m enor a p titud para
el tra ba jo , habria de pagar su patrono la p arte que en
términos de equidad pudiera comprenderle.
10. Como es de presumir que el pri v ile g io conce-
dido á la pri m itiva e m presa habria de ser sino de los dos
años que he propuesto en mi plan , por• lo menos de
tienipo 'muy limitado , y q u e escedicra en poco al plazo
indicado , debería aquella q u edar libre de toda respon-
sabilidad por los colonos ya adjudicados , cualesquiera
que fue r a su suerte , quedando subsistente tan solo la
relativa á los^no adjudicados por inútiles, los cuales car-
rerian por su cuenta sin que pudieran ser jamás aban-
donados, segun se ha dic h o en los capitulos anteriores.
11. Y como algunos de l o s adjudicados se presen t a-
rian'eri e s tado de inutilidad al terminar los die z años de
la' `contrata; en que. 'cesa toda obligacion por parte del
;adjirdicatario , en términos de qu e ni fuera posible en-
dosarlos con i g uales condiciones de su asistencia si cjue-
Tian engancharse de nuevo , ni se les podria ernbarcar
para `fuera del país en observancia dé 'las re g las prefija-
das 'por no'falt a r á los deberes de humanidad, seria 'de
car g o dél Gobierno el cuidado , mantenimiento y cura-
-eion de dichos i n dividuos sobre los fondos de la citada
f`.: `"
• , -•
có^vnrzacion. ' ;

fi
147
12: Todo colono ya a{ljudicado' podria séru,tq;agfc =
rib1e concurriendo lti , voluntad de st;t primitivo patr'orio;
p ero en.tát caso el segundo'endosante‘ caraaria -cón° toi
das las obligaciones ane x as a l p rime r o y sin mas g a stos;
ap a rte de los _convenios particulares del cedente , y del
cesionario , que' los de. ' cuatro 'pes o s y.clos reata
fuer te s que habrran de a boxr a a'se' á lta cajá,dc-'Coli3niza-
cien por l as diligencias de -recon;vcirxaieirt o .que, te7nc1ria
que, pra cticar , y para c.lue':en sus -resp.ectivos regi"stros
se tornase razón y cuenta de- este c am bio, que tanrbien
'labia de ser autorizado por 'el Gobierno:,:.
-13.. Para el buen dese m pe ñ o de la 'delicada , córni-
sion confiada al 'empresario,- d€-bei•ian l a s autoridades
dispensarl e toda la pro 'tecci®ra compat.ible `eon la , regu-
laridad del servicio , y con la leg a lida d de sus 'actos ;`y
parca que mejor p ud iera hacer-frente á las g;r•aies- difi-
cultE des y adversas eUntlnáencías .de Cluc'traliria de`estzr
erizada una empre sa de tal naturaleza y deberia eximir-
se d e l derecho de toneladas á los buf:liacs d ed ica d os á es
tas es taediciones , siempre , que no e m ba r casen á su bor-
do mas que colonos, y lo,:; Víveres , ropas y de nla s efec-
tos correspondientes á los mismos.
14. • Dicha . proteccion deber •iri 'ester;derse , á ayndar
y 'facilit ar en lo posible todas sus operaciones, , "no oPo-
. niendo m a s tr a bas ni - demoras que las indispe'rrsáblés
para su examen y r•ectirioc'imierlto, y para a lejar toda
duda acerca de l a fidelidad Y ^
rectitud en el cran^aplir^aien-
to de sus compro mis os.
' S e me: 'ocurren ot ra p€ar°cion de für• mirlas -reglamen-
tarias ; pero las omi t o porque considero ,;:nEa,portiina. str
ariticipacion , y porq ue en.:caso .de;lie:varse efecto: el
plan de que me es:toy. ocupando ,.rio pcadrian ocrilt<uw
. . á: la fi na penetracion de la auio:r• idad superior y de::sus
•delegados.
ALconoluir estas prevenciones oficiosa&, ^.v rrl.sraspedl-
2411
der, por- ahora la discusion de tan importante . negocio,
no puedo menos de, dejar consignada mi opinion sobre
la conveniencia de que para su tiempo oportuno , que
no dudo ha de llegar, se hiciera estensiva la aplicacion
de este plan á 1a isla de Puerto Rico ., la cual debie-
ra disfrutar ,; aunque en escala proporcionada á. sus ne-
cesidades y á sus recursos , de una disliosicion tan be-
néfica. Estoy bien seguro de que'agtiellos habitantes
habían de recibir con n0 menos jubilo que los cubanos,
y con igual reconocimiento al Gobierno, la inmigracion
africana , ya que , segun se ha dicho en otro lugar, no
es allí menor la escasez de brazos para dar á su agri-
cultura todo el desarrollo de que es susceptible.
En el capítulo imnediato me ocupare de la segunda
de las grandes medidas económicas que me he propues-
to ventilar por ahora , que lo es la dt', un banco enlaza-
do con el ya discutido y utilísimo proyecto de la inmi-
.aracion africana.

CAPITULO
1J O XLIII.

rn,a. que. deberia darse , al banco de coloni:aczon,


Forma.
modo de obtenerlos fondos que debieran constituirlo, y
cálculo muy probabl e de su ascendencia mediante •szts.
entradas anuales en linea sie mpre. progresiva.

Habiendo demostrado estensamente en el Besque,j:o


económico-político de la isla de Cuba ; que acabo de
publicar , la necesidad de que se plantee en la Haba-
. na la nunca bien ponderada [nstltuclon de crédito terr.
r_iiorial , que ha sido la mas beneficiosa. para - cuantos
pueblos la han ensaj-ado , y que todavía deberia serlo
mas para un país en el que la usura absorbe la mayor
parte de la industria agricola sin p.errnit;r gUe sus. cm-
24»
prosa.trios salgan -.. de, su estado angus.tiosp ,, habia. ;p r o -
pwlsto ep la mil= obra , á la que remito , á le,ctp-=
res.,.las ,bases d:e un banco de descuento de l,ás cédulas,
preLw.ils. clue.,eman ^ s.e-n • la citlida asociacion. Y e.o•
^ Q quc. ep; .eSte banco. hablan de . admitirse capital,es.
estranjeros , ganando un 6 por 1.00 anual, .mas; un 64 de
prlinerA entrada si presentaban oro acuñado estpaiioi,y
aun sin acuñar , por ser esta la cliferenciq1.en . 1a ap>•e.
ciaciQn .ci,e aquel; .metal ; valiendo en la isla de Cuba, 17
duros la onza quo en Europa vale tan sólo 1 6, se podria
principiar á formar el citado banco con los fondos de la
coloniz,acion, á fin de que desde luego entrasen ,á rendir.
algun produc.to.; y tambien porque estoy convenclaQ
de que si se aprobaseft mis planes en toda su estension,
poi.ir.iarnoy .emanciparnos de la dependencia es,tAanjera.
por este lado , debiendo ser mas que suficientes mies-
tres recursos para el indicado objeto , corno ..se verá en
el curso de esta ,discusic,n.
Si se conce:lioi •a el permiso para la introd,uccion d e.
40,000 colonoS africanos en dos arios , pues tantos en-
tiendo que se necesitan , aunque de las demás : clases
de emigrados .1tjropees , asiáticos y yucatecos entrase
una cfmtidad igual; y aun calculando que tan solo los
cuatro quintos se presentasen en estado de ser cndo-,
sados por el rnAkimuru.cle la suma prefijada , .es decir.
por 9 onzas 41e oro , concediendo la baja natural
de un 20 por 100 por ros illecidos, enfermos ó defec-
tuosos , que hubieran' de adjudicarse por Wineñor canti-
dad, cluf.;darian'siempre 32,'000 , por los cuales y con-
tando por mitad los entrados y adjudicados en el primer
, darán un producto de 408,000 ps: á razon de^
25 ps. 4 rs. f s., y por la misma regla de que de fose,
990;000 introducidos , tan solo 16,000 perc2birian- todo'
el jornal , esta' mitad iria entrando en la caja de depó-
sitos- Y, teniendo en cuenta que su . adjut.ticacion habia
17
^ .+nn^
^^s
J^I

de ser gradual , y á medida que fueran llegando lós


buques espedicionarios , por manera que los arri.
basen en el último mes na4 habrian producido por sus
jornales', muy poco los penúltimos y asi en progresion'
ascendente , pede graduarse corno promedio pruden-'
cial en una mitad de producto en: el primer año ó sea
ps. por colono qué multiplicados por 16,000 indi-
viduos de esta clase darián 192,000 ps.
Para el segundo año y segun la cuenta que acabo de-`
forrnar; corre3ponderian otros {92,000 ps. por los ad-
judicados en este segundo periodo , sujetos al pago,
mas la mitad del jornal integro por los introducidos y
endosados en el año anterior que á razon de 24 pesos
rendirian 384;009. pu'es al terminar los dos años,
plazo presupuesto para h adrnisien de :los 40,000 co-
lonos africanos l.akirian entrado en las cajas' de depó-
sito las siguientes cantidades:
Pesos.

Por adeudo á cargo 'del, empresario de 25


pesos 4 rs. sobre cada uno de los 32,000
colonos; que por estar sanos y sin defec-
tos l'ís.cos sr presupone que serian adju-
dicados al tipo de '9 onzas de oro h•t6 ,000
Por adeudo de los patronos ála caja de de-
pósito de la mitad del jornal de '16,000
colonos correspondientes al primer año'
á razon de 2 t1e:NoS al mes desde el en que
hubieren sido endo s ados, y graduando por
ün promedio imzdencial que debe reba-
jarse la mitad por las razones antedichas,`
$é presupone
, tan solo. 192,000'
^ór ióual concepto: sobre lbs 16,000 que se
^.^ resia,,`P
. llonen eñclosacl ns
?^ eñ:él se^uit^ó.a^io:
b 1 92,000
) •
, ¿l>.:,.
SS .

ti A
t.
,
Surna,aitterior. . . 1.200,0(K)
idern por tótahingreso,del
/...»:40S-16,00,Wc.olono.s ,que se dan ,poy.
dosados en ef. 'primer laño ,H i.384,001?
s 4- :f I.
Total '1 584,000

Y como deberian ponerse en produccion


estos fondos desde que entrasen en caja
1 •

primeras cantidades -, biéri` rpu011e,


,

,
abonarse por premios al 'fin - de los 'dós
. •
primeros años prestiptiestos„bará esta in-
migracion Siquiera el 2 *poi . '100 - en aidá-
-cion á que los Hdites s9 111p a3innu-
lando paulatinamente 51,680

Total 'al pi' -de- kos. dos : plinberol .111Z-4680

En el tercer afXo'cntradan
,e1 tipo presoritü, ';'' re'li'ajand6
de 10'52,000 colonos 1,000 por falleci7
dos' (5‘ inútiles , ;--dejandolos' reducidos
31,0C°, á 2,4 pesos al año 744,000.
Po r premios'dela nteriortapital 'del 11,5,681'
so aunque solo sea al por, 4:0a..i , .
• 1'1
• •-•

7 To.tal al fin del terco'


'=;: •
2 44U 464

En el 'dirarto nìio Thr jórnátés.:;'nó


ya. 'sobre'
31,000 colonos , sino sobre 30,000 , to-
mando eñ;"éüentaAallajásznagtirales.1,.
tipo.
Por premids; íobreírel!-Icdpilátí
pesoS, al por ';"1:42/,:'025
1, :C1
3 '

,
.) 5.282,487
2.52
'Suma anterior . • • 5.282,48 7
En el quinto`aaa.por jornales sobre 29;000
colonos á-24 pesos.. . ••. : .. . : . : • . • • 696;0()0
Pi« : pee:mios sobre el .ca.pi:ta=l anterior- de
'3-.2'82,487 al 5 por 100 164,124
Total al fin del quinto año. . . 4.142,611
t `.;f., ;f . • a .;
En el sesto á^to por;^+^i'náles s'Q^)t^e 28.000
? ,
colonos á ^ 4 pesos.
P ,. 672,000
Por prernios':^lé
' ' 5^^ór ^0t1
^ 'Sobre cl capital
^^ntet ior de -#.. 1 . . • :. . .. . . . • • .
207,1 }0

,,.., . `vital al fin del sesto año. 5.021 ,74í


„ tc.
por jornales so bre 27.000
g ol bóUitno Al» .
colonos á 24 pesos 648,000
Por premio ,de 5 por .100 sobre el ,capilad
r
anterior.^ 5 •021, 74 pesos.,-. • _:. 251,087
F V rotal ;n1,(42, dr;l . 4imo año... á . f )2.0,f828
,.
^w 4^ ^^.'.

En el oetavar-41..o spr j4ribt1;es sol re :20,000


k , ;'Pml gnos á. 24. .. . . . 424 000
P or premio de 5 por 100 sobre el capital
'o
i nteliol d e 5.9201828, : ': : . , . . 296,041

7.'ó.4,l,arllinrdel ,904^o
, año. .. .6.840 809
.,,
En el novel»;. A' 40 Iaor. ¡ornabbs sobre '25,00(4,
tii3í^mos a 24 ,pesos. : ....: 600,000
tor premichile, 51 , prox: 400 ,s.óhze el capital.:
, ,,MtIttior d e. 6•$40.;8.69 pe s os;. .:.. . . 1,42;04 3
3 i^ TQtai a fin dot a no -tino/lo. 7. 782,91 2 .•

^; 1_
2 5.1
Suma 'ante$iQr.: .! :
Ertd.tlp ei'mo,ai9 por jornales ;sbl^re^2^,®p4^
k ^
^olo^toS ^A 24 pesos. ,4).
Pór pre.mio . cl{e- 5'.l:ior 100` sobre el;,capita1:
an t erior de 7.782 912 pes o s:;:

Total al fin del aár o . déOno; y . último. el:a


contrata....... . ..:.... . 1,;741M9/1

iDe estos cuadros , pie son' los) más; ap'ridwirodpstú,


la verdad ,: que tongo loor, cierto habian del fallare.
muy poco ,:ó tal .vez sobrep ijeridn los cálculos qut eni
ellos he formado , resultaria que los fondos, dellhanool
presupuesto:, .:el cual' desde, sus' primeras entradastpOkiria
principiar sus operacioness.'por rríanera que ya al firi de
los dos primeros años, `ó s'ea: al. tertinar ;s rnisi'dii., 1 '
expresa concesionaria , podría contar. coi :1:6,15x,68
pesos. `, n'ian en pmgresion ascendente :hasta; el años 1é
cimp , 'que se elevarian á ee: ca.de 9 'millones;;yl;arin
que en dicho.año, por, ser el de la conclusion de la' fe
rid contrata se :presentasen 10,000 colonos ;ya:cuinpli=
dos. , reclamando su depósitó,`que .podriákgraduarse dei.
200 pesos para cada runo'de ellos:, porque si. bieri,,fue=
ra su haber integro de 240, es' de pr.esui irque e i Test
tiempo habria habido algunas bajas por sus enfermeda-
des ; aunque hubieran de estraerse , repito , por este-
concepto 2 millones , ó sea la cuarta parte del fondo,
siempre quedaria en caja el muy considerable de 6 á 7
millones , , y aun si se quería que representara el mis-
mo capital de 9 millones de pesos , fácil habla de ser
emitir con las debidas garantías en billetes de banco,
pagaderos tí la vista , una cantidad igual á la que se es
trajera , cuyos billetes , si así convenia al Gobierno, po-
drian amortizarse con los productos graduales de dicho.
banco.
2«M
lunItie de los anteriores,-cálculos aparece que pre-
supongo la baja iraturat ,de rla , -euarta parte de colorro'S
tn í flti Zbll os diez años , creo que seria thenár ateridido
el prolijo cuidado que se' thndria,de- los espresados
Vidtiot', 37a porque así deberia esperaráé de los patronos
por su propiointerés , y ya porque tambien el Gobier-
no intervenditia 'con tila\sai ládalle' fikcalizádon- en 'el
• hhttoque habría - de dárseles, y en . su .ésMerada

aSisíe--n—cia durante sus enfermedades. Hay un solo caso


ennhe pndiera admitirse nuna , baja mayor que la indica-
*da , y Seria si oetirriese. ,alguna epidemia que frustrase
las mas acértadas-cómbinacione1, rlas 'mas halagüeña.s
esperánZás. •
'Empdro'aunsuponiendo quet los-diez años, térmil
mídela cornrata , hubiera la existencia que figui.o
14,000 'colonos :descontando de '-este número los en-'
félmo»s', inútiles y defectuosos, r descontando asimismo'
los que prefeririaa qbedarse en el país;-por medio
uttnuevo- enganchh , :porque comcile dicho en los pre-‘
eedentes capítulos, no' de otro.motIo debiera censen,-
tirse la no espursiod idá.le's citados-individuos , es bien
geguro, que no Itegarian á 10,000,1os pie reclamasen el
depZsito,' y- que pidieran su pasaporte , aun admitidas
las, hipótesis mas favorables, '.‘ - .

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XLIV "

Resumen de los inmensos beneficios que se derramarian


sobre el país con la inmigracion africana , ya destru
yendo por sus cimientos el tráfico de esclavos , ya pro-
porcionando brazos útiles y fondos con que se crearia
un banco de descuentos para desterrar la usura , y ya
arraigando mas fuertemente los vínculos de adhesiot
y lealtad á la Metrópoli.

Si el plan que acabo de proponer fuera aceptado


por el. Gobierno , y no dudo que lo será tan pronto
corno fijando en él su atencion se convenza de su uti-
lidad, podrian, emprenderse desde luego las operacio-
,
nes relativas á la asociacion del crédito territorial. En
el Bosquejo económico-político á que me he referido,
se hallará presentada esta cuestion con toda la claridad
que puede desearse , y se hallarán asimismo los medios
fáciles de poner en planta aquella saludable institucion,
como tambien los reglamentos mas adecuados al objeto,.
Al encarecer en la citada obra la necesidad de que se
estableciese en la isla de Cuba dicha asociacion del cré-
dito territorial, propuse la creacion de un banco, fijé
aus bases , y anticipé asimismo su, reglamento, atre-
viéndome á esperar que siendo dichas bases las que de-
hieran asegiirar mejor los buenos resultados de la em-
presa, no podrian menos de ser adoptadas con opor-
tunidad.
Así pues principiando á un tiempo la ejecucion de
la empresa de colonos africanos , y los arreglos de la
institucion del crédito territorial,: ya ésta podría que-
dar organizada completamente al fin del Año primero
de haberse inaugurado los trabajos, pues que no se
necesitaria menos plazo en mi concepto para. deslindar
kJ:6
e l sistema hipotecario ,, q u e es el fundamento de la re-
ferida institucion; yya desde el ` segundo año la caja
de depósitos de la colonizacion podría contar con algu-
nos fondos para empezar sus operaciones. Y aun para
dar desde luego mayor movimiento á este banco , pues
que tan solo trascurridos . seis años habia de poseer
5.000,000 de duros en fondo , se podria instalar ¿i©hl
banco bajo las bases que dejé sentadas en la e:spre-
sada obra , es decir, emitiendo 4E,.O00 acciones d$
á 1,000 duros, que representarian 4.000,000 , cu-
yas acciones ganarian el 6 por 100, mas el 61 de pri-
mera entrada , segun se ha demostrado , para los es-
ítranjeeros que llevasen oro acuñado español , ó sin acu-
ñar, y que serian amortizados en cuatro años, empezan-
do en el tercero de la iñstitucion , en el , que habria ya
fondos bastantes de colonos para cubrir este empeño , y
que serian mayores segun las reglas de progresion que
he indicado en mis anteriores cuadros.
AtdoPtündose este segundo estrernó, se aendiri _ a con
mas prontitud á remediar las , necesidades públicas,
pues que ya desde el primer d ^iau del año segundo de
haberse principiado los trabajos contarla dicho banco
con unos 5.000.000 que creciendo gradualmente con
la entrada sucesiva dé colonos , y con el 'depósito de Ia
mitad'de sus jornales llegaria á los diez años á 9 ci.
10.000,000 de su eselusiva propiedad , despues de ha-
ber devuelto los 4.000,000 que hubiera' tomado al
principio.
Si hien creo que deberian regir los mismos#;ipos de
itri 8 por 100 de interés en los préstamos que se hi-
cieran á los hacendados . , y de otro" 8 por 100 de
a! morti7.acion, total 16', que es el 'tipo actual de solos
ló`s premies ,: por 'medio ` de éuyo ' naeeanismfl quedaría
á teš ñnieve años pagado el capital tomado en presta--
^^e; como-tambi,eti' '§ns réditos` correspondientes, soy de
• ^'^•^
parecer que tan pronto como el. espresado Unto Ittk
hiera amortizado todas las acciones pasivas , ó sea les
4.000,00O adquiridos por el crédito . , cuyo' P ago clue-
tlar►a concluido á los cinco años ; Podrian bajarse sus
premios e(1 la cantidad en' que estuviera recargado para
el abono de intereses por los fondos estrazios , es decir,
en 2 'por 900 ; que sería la diferencia entré 'el 6 que
se habria señalado á los- tenedores 'dé las presú-
pnestas acciones ;''y el 8 qire se exi^iriá de los presta-
mistas. Entorrces, pues; quedarian reducidos los inte-
reses del referido banco' al 6 en vez. del 8 por 100.
Y como que este banco se habría formado en úl-
timo análisis con los fondos de los mismos liaccndados,
que son los que habian de'disfrutar preferentemente de
sus ventajas , podria tamhic^?n bajar con el tiempo cli-
chos tipos , segun 'fueran las Urgencias públicas, tí se-
gun lo exigiera el mayor desarrollo de la agricultura.
Si los habitantes de Cuba recibiarr colonos por cl'iez.
años al mismo tipo de O' onzas que han abonado
hasta el dia por los emancipados , trasferidos por la Mi-
tad del tiempo .• sea por cinco años ;° si veian quo la
mitad del muy equitativo jornal de ° cuatro duros Tren,
suales pasaba á las cajas de depósito para formar con
estas cantidades y con la contribucion impuesta al em-
presario de la colonizacion africana im ` banco para re-
mediar sus necesidades, y dar nueva vida á la indu'stria
agrícola ; si vejan por este medio tan ingeniosó des-
truida la usura qué absorbe todos sus sudores y sacr7i-
ficios; y si vejan por último , y tocaban prácticamente,
como no podian menos de tocar ,` los inmensos benefi-
cios que habia de producir aquella saludable medida,
bendeeirian fiel y sumisamente el augusto nombre de
S, M., que se hallaría al frente de todos estos establl-
cimientos , y no cesarían de dar gracias' al Gobierno
que hubiera concebido tan útiles proyectos , y hu-
viera tenido la necesaria resolucion y patriotismo para
plantearlos.
Creo por lo tanto que la diferencia de onza y me-
dia que se hallaría en la adjudicacion de gallegos y
asiáticos con respecto á los :africanos , la pagarian con
gusto los cubanos ,, y aun con preferencia , no solo
porque para aquella. clase .de trabajos han , de ser éstos
mas útiles , si go porque sabiendo la provechosa inver-
sion que habia de . hacerse de aquel recargo, se presta-
riza á él con la mas fina voluntad apreciando y agrade-
ciendo en alto grado tan feliz pensamiento,
Figurándome que ya lían quedado suficientemente
debatidas las dos cuestiones de principal interés , cua-
les son las de la inmigracion de colonos , y de la aso-
ciacion del crédito territorial con su banco correspon-
diente ; y por no incurrir en la repeticion de ideas ya
emitidas en mi Memoria publicada en Lóndres , refe-
rente á la primera, y ea el Bosquejo económico-político
con respecto á la segunda , solo me resta llamar la
atencion del Gobierno hacia estos. dos puntos cardinales
en los que estriba la riqueza y prosperidad de nuestras
posesiones de . Ultramar.
Les medios que he propuesto en los capítulos ante-
riores para dar ejecucion al grandioso plan de la inmi-
gracion, como que no puede haber otros que en mi con-
cepto arrojen mas claridad , ni que ofrezcan mas sóli-
das garantías deben infundir mayor confianza á los ce-
losos perseguidores de la ignominiosa trata de esclavos,
en cuanto á la total proscripcion de abusos en este ra-
mo , así como creo que deben estimular doblemente ál
Gobierno español, para llevar á cabo estos proyectos
que encierran una incalculable utilidad é importancia
sin ninguno.de los inconvenientes que suelen acompa-
ñar á las empresas de tamaña magnitud.
Iníciense. por lo tanto estas cuestiones ; dense sin
demora los primeros pasos á fin de que si surgiere al-
guna dificultad , que no puede haberla
de la clase de
justa y racional , se logre desvanecer con las armas de
la razon y: de y., vean los cubanos, y
la buena _ lógica ; ..
vean. los enemigos de nuestra nacionalidad que el Go-
bierno se ocupa , no tan solo de, . defender . sus., dominios
de toda agresion estranjera , sino tambien de hacer fe-
lices aquellos pueblos derramando sobre ellos ::todos
los beneficios compatibles con el ,órden y, con el prin-
cipio culminante de: la seguridad.
las principales armas que esgrimen .nuestros con-
trarios son las de que la España descuida.. aquellas sus
remotas posesiones, y: que ;.nada hace por. Su prosperi-
dad : en este sentido -se esplican..los periódicos filibus-
teros , y en particular el mas.. ponzoñoso. de todos que
ha usurpado el título de. la' Verdad; el. cual precisamente
en estos dias acaba de' ceñirme una corona de gloria lan-
zando las mas asquerosas diatribas. -contra mi buen nom-
bre. Habiéndome hecho el honor . de .elegirme por blan-
co de sus iras 'y de sus bruscos y desesperados ataques,
ha dado la prueba mas positiva de la impotencia é in-
significancia de sus esfuerzos , al , paso que ha puesto
mas en relieve el puro patriotismo de que 'me;. :enva-
nezco.
Si bien .rne he declarado desde fecha . muy antigua
el mas encarnizado enemiga de los filibusteros : y de los
pocos revoltosos que por aviesos 'cálculos quisieran con-
vertir en llanto y desolacion el paraiso.c.ubano , es bien
ci,rto. que estos pueblos no pueden menos de hacerme
la justicia de creer, y de confesar que .muy pocos ó tal
vez ninguno podrá presentar títulos : mas solemnes de ar-
aliente celo desplegado por su bienestar y por su felici-
dad exclusiva ' é íntimamente enlazada con su depen-
dencia de la madre patria,: cuyo paternal Gobierno es el
único que puede salvarlos de su ruina.
EAPITuLo

Reglamento del Gobierno sobre la colonizacion: neovies


que 'seguramente invalidarán el primer decreto sobre
convertir en rurales los jornaleros urbanos.

Al concluir el trabajo pie precede sobre •inmigra-


cion, han llegado ú mis manos los reglamentos que, el
Gobierno ha promulgado,sobre el mismo punto por rea»
les decretos de 22.de marzo; y aunque acato como debo
iodo cuanto emana de tan respetable origen, se me per-
mitirá, sin embargó, que éntre pn su análisis y esponga
reverentemente las . refletiones que mc sugiere el Mú-
tilo de ,estas , mismas materias, asi omo el conoci«
miento práctico de las localidades.
No 'puedo menos de elógiar la sana intencion y el
ardiente celo con que parece que el Gobierno desea
acudir á remediar una de las mayores necesidades &
las posesiones de Ultramar, que lo es la falta da brazos,
como tambien á dictar medidas para la observancia
de los tratados vigentes , y para que cese de mi modo
absoluto la introduccion de esclavos en la isla de Cuba,
consultando al mismo tiempo los medios de que lejos
de afectar á la conservacion de la propiedad que repre-
sentan los actuales , se fomente mas bien esta clase
tan importante, y quedenejor deslindada y con . mayor
solislez dicha propiedad.
Considerado este proyecto filosóficamente, no puede
ser mas sabio, ni mas conforme á la razón ; pero des-
cendiendo al terreno de la práctica, deben indudable-
mente encontrarse graves dificultades para que pueda
tener cumplido efecto, y á mi oficiosidad en indicarlas,
espero que lejos de ser recibida como una intempestiva
é irreverente intrUsion se le d'ipense una benévola
161"
por . lo meno$ .1f1 indulgencia que suelo re-.
caer sobre trabajos dictados per el,puro.patriotismo l eX
cual sqrá mi Ani,c,a gula en esta discusion,.
-SQ4 las ,pmntos prin cipa!e§ qp.o.abivaza, á „saber:
el motio de propagar la esclavitud act.ual dirigióndohl
0011• preferencia hacia, los trabajos agrícolas,, l introdm-
clon 4,10 e gloneks libres, y el empadronamiento de los es.
clavos que al presen-te fqrman una ,incontroventible,; pro-
á fin de imposibilitar de todo punto la introduc-
cima, de otros nuevos.
Las reglas que se dictan para la ejecuc¡on del pri.
moro, son las de que,todos las esclavos que no residan
on los :estahleQitnienios agrícolas, estarán sujetos á una
cA P.110 0,0 m;1 Y° r de la fillW .- gravita , actualmente sobro
sepia nímloro que conserve n las pohlacio.
nes cada, uno de SUS duelios, cuyo tipo irá subiendo
desde dos •pesos hastaf quince, y descendiendo lue,go á
g e40' por oda uno de Los que eseediere de aquel nú-
mero, eseeptuándose de esta cantribucion las esclavas
y sis hijos menores de. doce años, así como los OSClaVO,S
que tengan cuatro hijos, aun cuando quede viudo„ si
dichos hijos llegan á cumplir doce 140s, y reauciend»,
á ,dos pesos tan solo , la eapitacion por les esclavos casa-,
dos, cualquiera que sea su, ninuero, mientras vivaz con,
ti je y ,coosery(111' hijos de ellas.
Otra de, presoritas ea dicho decreto
do Ve el producto dol ciliado impuesto se•invierm en
tes premios iguales, ;que. ,nuámente deberán adiOir
tarso., el pr it ro .0 l propietario de, mas de eincuenLa tes.;
olavose quo mi justalyoporeion hayan tenido mayor 4.4=
mero do Wijos, legítimos 4 legitiknados„ el, segundo p1
ftne po3elondo Inuyo,r número de OsIllvos que los (1(4?
mas aspirantes, haya tenido proforcionalmente , weimi
rdecidos durante el mismo períoda, y el tercero 41 que
poRelyondo tambien mayor 0:kmoro do esclavos valorg»!
21t‘
presente, atendida' igual''proporcíon,: mayor número de
esclavas de `sü pertenencia;
Es tatnbien otra de las reglas prescritas la de que'
no se pague alcabala por los esclavos 'que se enajenen
cart 'destino al cultivo de los establecimientos rurales;
como tampoco se 'exigirá "alcabala` por las ventas que so
hagan para realizar algun matrimonio , ni tampoco por
los hijos de esclavos idgitiinQS ó legitimados que: nazcan
despues`de-la publicaciori de este decreto , por la pri-
mera vez que salgan del dominio de los dueños en cuyo
poder hubieren .nacido..;
No puede negarse que todas estas reglas estan fun=
dadas en las mejores bases de rectitud y filantropía, y
Concebidas con el mejor deseo ; cual es: el' de que se
fomente la esclavitud que existe' en` la actualidad , sin
(pie éntre otra nueva, y de que salgan á ocuparse en los
trabajos agricolas algunos miles de negros que residen
en las poblaciones empleados en el servicio doméstico 0
bien en algunas industrias. Empero los' medios indiree:
tos qUe se propánen•en el referido decreto d,tendrán
una feliz correspondencia ? Desde ;luego rne atrevo á de-
cir que' no, y el único resnlitado de este proyecto será
el gravámen de tina enntribticion nada-indiferente sobre
ésta clasé de ' propieclad. , sin que se logre el designio
de que salgan á cubrir las bajas de les jornaleros del
campo los ríegro"s establecidos en las 'ciudades.
Digo qué la contrihuciori' será efectiva , porque no
podrá menos de pagarse desde el momento en que la
plantee el Gobierno; no asi,'la conversion de jornaleros
urbanos, en jornaleros -rurales°; . porque podrá eludirse .y
áé ¿ludirá. líe (licito que la contribticion seria efectiva
pOrqiie preferirán ` 'pagarla ; los'' dúeños llo : cliClios 'negros
á d®spreriderse de éllos:' ,.
41 ' - nós soii 'las :el xsQs'de negros esclalros. que =residen 'en
N'il-'poblaciones; ;córrespánde !a una 'al ,servicio-dornaa:
263-
tiro y la otra al servicio industrial; Es innegable qu'é
algunos propietarios tienen un número escesivo crid:
dos, de los cuales podrian enviar al campo segú'ramérí^
te la mitad ó una buena parte .cle ellos, sin que les h`i =
cieran gran falta para su precisa asistencia ; pero opino'
que esto no se hará sinó en escala menor y muy insig-
n`ificante, ya porque siendo el interés individual la pri-
mera guia del hómbre, debe suponerse^^ .que el'que iío
haya adoptado por si sin ninguna escitacion xquellatmé=
dida económica, será por razones especiales, y aunsi se
quiere de capricho ,` por *manera qué el aumento'de ca-
pitácion no será bastante para hacerlos cainbiar de'
sistema. -
Un propietario que tiene 40 negros de serviéio do-
méstico , y no cabe duda que hay algunos de esta 'clase;
pagará con gusto veinte onzas á que asciende el nuevo
impuesto, por no privarse de' las comodidades, ó si so
quiere del hijo á que está acostumbrado. Dificil es` prefi=
jár la línea de necesidad ó de lujo. lo que para unos
se considera gasto superfluo, otros lo entienden por gas=
to necesario , segun el estado de la riqueza individual,
de la posicion formada respectivamente en la sociedad,'
y segun los hábitos y costumbres. Por otra Parte sé óli=
serva constantemente , y en todas l a s'`clasés, ciérta'cspo-
sicion y contrariedad á cuanto tenga: el carácter de
intervencion fiscal, siempre q ue pueda eludirse legal'=
mente , como podrá eludirse en el caso presente' sin
mas sacrificio que el , algunas en'ias , 'que en 'poc o
ó' nada deben afectar á l a s personas ricas. ` ,^
Por otra parte los negros empleados' en el servicxó
doméstico forman cierto fondo de afeecion de sus res'-' ,
pectivos amos, porque en su mayor ' parte harr ` nacido-
eh'sus mismas casas , ó han sido ^t'rasladacfós 'desde 'rZitt
'Muy
. ^' , r. - ^ .`.
c^iqú^tós ,` de las haciendas ^dé los campos a la^ e'ruc^^-
^e^: r en uno y otro caso ni los-arnos se. desjSrertfiea+e'
164
la asistencia, inmediata de dichos individuos á que estan
ácci.stti_ cnbratlus;, á menos que no sea por . alguna ftalta
grato en. cluc; por via ,,c^e . correc,cion son devueltos al
campo ;.., ni estos por haberse aficionado ya : á la -vida
mas- agradable de las ciudades. y. á los suaves trabajos do-
mésticos« , puc.den. ser . útiles para las . pesadas faenas
agrícolas ,. ni se prestan á ellas sino sí la fuerza, y con
tr.nta, repugnancia h .que mas de una vr., •r.: ha sido el. sui-
cidio el resultado inmediato d aquella clase dec^?acciou.
La otra clase de negros.ccse la vos residentes en las
y es rn.mcnsamente
nsamente mayor que la de los
inme
que se emplean en el servicio doméstico, la componen
los esclavos dedicados á las industrias ,, á los oficios me-
cánicos y ú toda clase de artes y oficios como que todos
son ejercidos por la : gente de . color , en los cuales no.
será aventurado suponer que S. ocupan treinta mil ó
41as individtios en la sola ciudad de la lIsjban.tt. Con el
jornal de estos se mantiene una gran parto.; de aquella
poblacion , pt.tes que son ; infinitas las familias que no
tienen mas propiedad que Ia dee dos ^ cuatro ó mas es-
clavos, quienes despues de ,hab r ganado su jornal dia-
rio , van á dormir á casa de su. s-amos ., por los que son
atendidos y cuidados prolijamente , ya por humanidad
y cariño , y ya porque en la conservacion de aquellos
individuos estriba precisamente
: la subsistencia de rliciras.
fa^nilias. .
Es indudable que tambien , esta segunda clase pre-
ferirá pagar cualquiera _ contribucion que le imponga el
Gobierno, rejas bienque perder de su vista y de su cui-
tlado_ii,r.mediaxo á los citados individuos , aunque fuera
T ulio mayor el alquiler que pudieran obtener por ellos
ejit ,lns..tráuajos ,del campo , á donde no podrian alean-
;orles su. constante vigilancia y sus eficaces cuidados.
vor kodas, esos ,consideraciones rne ratifico en mi opi-
-
Won,. d e,que plo4e logrará por es te . medio el oli;to que
265
se propone el Gobierno en cuanto: á que salgan para d
campo los esclavos; negros que residen en /as ciudades,
y- mucho menos no teniendo un .reemplazo inmediato
por medio de , colonos , de lo que me ocuparé mas
adelante..

CAI'ITULO X L V I.
Consideraciones que deben dej a r sin efecto los ben.Ep.
rios anunciados en el segundo decreto sobre . coloniza.
clon. A claraciones so b re el modo de que a l p lantear: el
Gobierno la inmigracion , africana , saque un p a r ti d o
sumamente beneficioso. s :^

El segundo decreto es relativo a la in.troduccion.de


colonos ; y aunque sus bases por, /o general: respiran,
del mismo modo que en el` anterior ,,filantropía , recti-
tud y justicia , me será permitido-sin embargo esponer
las razones que tengo para no estar: coníormc con .algu-
nas de; ellas, porque se rne;figura que si no se introduce
alguna modif catión, es imposible que tengan cumplido
efecto los benéficos deseos de nuestro Gobierno.:
Partiendo del principio de, que la introduccion; de
colonos en escala mayor, que es la única que: puede ren-
dir utilidades á los empresarios,, necesita de mucho apo-
yo y protección , siquiera hasta , que ya esté hien corio-
cido ese género de especulacion , que bajo este punto
ele vista y no otro ,' debe considerarse respecto de los
que se ejerciten en él , no he, tenido motivos para va-
riar .la opinionw emitida en los capítulos anteriores ,t..e»
cuanto. á que si se quiere que s"e realice la ,colonizacion
con la prontitud que exigen las necesidades de muestras
posesiones de Ultramar, es preció conceder. Privilegios,
cuando menos. por los primeros; dos aü os , : o .á lo sumo1
sacar .á, lic.itacion .estas empresas , prefiriendo. siefnpre
18
2 66
las personas que ofrezcan mayores garantías morales.
Si con toda puntualidad tuvo efecto la- ininigracion
de cuatro á seis mil asiáticos en la isla de Cuba en 1853,
fué porque no solo se concedió este privilegio á dos úni-
cas casas de comercio en la Habana , sino porque des-
pues de abierta la sUSCricion , ó sea la obligacion de re-
cibir los hacendados cierto 'número de inmigrados á
medida que fueran llegando , contrajo la Junta de fo-
M ento de aquella ciudad el compromiso de tomar por
su cuenta todos los que no tuvieran .pronta colocacion
entre los referidos hacendados. Sin estas condiciones no
se habrian atrevido aquellos negociantes á lanzarse á
una empresa que requery ia gaStos prévios de la mayor
consideracion,, y que podia esperimentar eventualidades
mu y adversas , corno eri efecto no dejó de esperimen-
tarlas por una mortandad superior á los'cáiculos de la
probabilidad. Y la ,prueba 'de que se necesitaban aque-
llas , garantias , y ventajas para llevar adelante el citado
proyecto ,' se encuentra en haberse retirado algu-
nos de los interesados aun 'antes de que se hubiera im-
púesto alguna traba , y que ;aun el mas empeñado' en
continuarlo , desistió completamente de él , desde que
la ordenanza pronlulgada'por el 'apilan general ; Mar-
qués de la i'ezuela , y que no logró hacer que fuera
rriodifucada'por el supremo Gobierno en la parte esencial
de libre concurrencia, 'y en otras restricciones ,: cortó
los vuelos á.la-parte especcilatiVa , que es la única que
súelen consultan" los riegeciantes.
e
Y;si se han introducido algunos colonos d Galicia,
*pesar de las contrariedades 00' espbradas , y si toda-vía
$eintroducirán algunos mas, será porque ya se' han cor-
rido compromisos indeclinables ; ma^s, no creó que`ter-
, . .^ ;
^miiradós ' éstos secontraiganotros' nuevos , y en esta
t l"
,parte y en . a pensainie`rito ' no: puedo' menos . de. estar
otYforme, posq'!re segun lre manifestado anteriormente
540
quisieraque la inynigrácion gallega se hicierapritporo,om
escala menor ,. hasta que s, una firme,segurk14
de que bajo todos conceptos pudiera tener ,una.,f,eli/,por.:
respondencia ,este, prol octo tan grandioso ;I r que: ofrece
resultados, tan magnific,os ?, se4aladainente pe,r
económieky , ,
Y lo, que me ,confirma,en mi creencia de quenohyr,
brá inmigracion de judo que satisfaga ' .las riteeSidade.4
públicas, son asilnismo las restricciones que se,imponeu
al libre pernio que se « otorga por regla, general. tia
mas gravosa , y eg ciertos. casos la más dificil y aun
posible de ,cturnplir , esla de que para,importar cplono&
de cualquiera, clase, se thaya de'obtener previamen14
licencia del Gobierno, el cual pafa otorgarla deberl,tpl
ner á la vista,una certíficacion ó documento que acre-
dite, que el buque destinado á este servicio,se halla en
buen estado de emprender la navegacíon cuyp.docu-
mento habrán de espedirlo las. autgriclades locales ó
bien los cónsules esparioles en los pu,ertos estranjeros,.:
Aunque es de presumir esta ciondicion ha do
ser modificada trasfiriéndose á dichas autoridades y
cónsules , no ya, la facultad de estender las certificacio-
nes del buen estado de los buques, para %le con _014*
obtengan, el permiso del, Gobierno , _sipo la de ‹conceder
por sí : mismas este permiso, , previo. ,un prolijo y rig,u,
raso reconocimiento, porque de otro podo .y exi myt.:
ehos casos, seria, imposible su ejecucion, ó por lo meno
de insuperables dificultades, mayormente piando,
puertos estranjeros hulieran de fletarse, algunos barcos
conductores, como es indudable que deberla recurrirse
á ellos para dar el debido desarrollo 4 esta operacion,
quedan todavía otras restricciones que de seguro ale-
¡arán de ella ,á los especuladores.,..Tales, son las de,I4
milpa libre cofricurrencia, la cual. C01110' los 'espogthiA
á las eyenWalidades desfavorablestpie he 'indic,ado con

ó8'
bastante . esterision
.. , .
en la>página 220 debe` retraer, y ale-
,.. ....
i i ,:^. capitales, 'que ^büscan siempre bgarantías para
J`a"p lo^
ser empleados érr escalá' 't'riayo:r;
Es otr'a de las restricciones que ;deben'dificultar la
neaociacion , la ' oblrgacion . que se iirip'onié de introdu-
cir un número determinado de hembras; lo cual es evi--
dérite :que, enflaquecerá. la ' parte;'especulativa : de los in-
rrodúctores'de colonos asiáticos ; y aun me consta' que
repugna de tal módó al' empresario" de . los gallegos' por-"
qúe atraviesa completamente 'sus designios, no solo por
el lado especulativa, sino tambien 'por 'el de la política
y'de la conveniencia ; que me atrevo á afirmar, que se.
hará totalmente ilusoria dicha in' migracáon sisé" trata de
llevar`á'ef`ecto'coii todo rigor la condicion espresada.
Todas las demás; ; como que versan sobre el rnodo de
dar , una` ejetucion arreglada á estas empresas , las en-
cüentró. admisibles ,' porque `se hallan' calcadas sobre ba-
ses dé buen órden , 'rectitud' y' justicia , si bien algunos
hacendados puede que` se asusten-con un catálogo tan
irimeriso'de deberes y obligaciones -,- no ya porque dejen
de ter justos ; 'sino>'pórrlue ptleclens'dar^ márgen' á inter--
minables :discordias Si 'los" agentésdel , Gobierno no están
tibiados' de la debida cirdunspeccioil' y prudencia, 6
bien si , alnuhos' de'ellos, 'éscitados por el deseo de lucrar,
tratan ,de:: convertir en provecho' propio' la solución de.
dichas tontrove ^rsiac: Es de`'esperar– sin embargo que
lal tautoridad:: superior ; aunque 'sea recargando el in-
menso trabajo qué gravita sobre 'sus Ilomb'ros, ejercerá
utia activa vigitanéia; y'ad'op.t'ará medidas.feficaces, para
evitar tamaños escesos.
, `En' mediod'e 'l'a `fina previsi"ori é'iriteligencia ^jue .ob-
.sérvo e'n•-:la redaccion de los citados 'reglamentos ; echo
y

de 4rienos . la ' resolúcioii ` c'iertós' puntos q'ue parece.


^
:
ne b^in';áiilo^;; ^révistog ", 6 ^^atr" . ^jlasradfl' desapercib
idos.
dichos:- decretás' ?nvó liábla inas 'que = de 'colonos.
.$
269
introducidos y. endosados, y . nada sobre los no-. embr
sados por, :inutilidad física ól moral , ni,,tampeco para
los casos en que por ser escesiva la, concurreneia fuera
superior la oferta á la demanda .es decir, que, no,
presentaran individulps,a recibir dichos colonos. Aun-
que esta última eventualidad, es muy remota ,:,debiera
sin embargo tenerse calculada , porque es claro, que .'si
los empresários llegasen recelar que- algunos.de,sus
colonos importados l'alijan de quedar sin una coloca-
cion segura que al paso que les evitára gastos, hir
ciera entrar en sus cajas sin -demora el capital desem-
bolsado, se debilitaria en gran manera ese espíritu eA-
peculador y lo que prueba que no seria infundado el
te temor es la demanda anticipada que hicieran lOs
primeros introductores ,de colonos asiáticos, de que lá
admision de estos, y su pronta colocacion 'labia de
serles garantida.
Empero todavía habria sido mas necesario que hu-
biera quedado fijada en los referidos decretos la suerte
que debieran correr los colonos que por su inutilidaá
física ó moral no pudieran ser adjudicados, ¿Debeilá
encar garse de ellos el Gobierno , llenar tal vez sus hoss-
pitales con estos enfermos , y cargar, con la manuten-
cion perpétua de no pocos, como, son los ciegos que
no han dejado de venir en bastante número en las
espediciones anteriores , por oftalmias sobrevenidas
durante la navegacion , y los paralíticos é incapacitados
de prestar clase alguna de servicio? ,
Inmenso sería este gravamen para el' Gobiernol,,y
opinion que he dejado consignada en la págin.' a 244
al tratar de la ininigracion africana, sería la de que di-
cho gravamen recayera sobre los empresarios, por lo
cual deberia abrirse un campo vasto 'á su especulacion,
á fin de que pudieran cubrir estos quebrantos, que ;son
seguros,. y atender 4 otra. parcion de eventualidOel
2-17 ^
adversas que ' deben surgir, y no en pequeño número.
:^é `aquí por' qué' me he atrevido a' : :deeir' desde el
prtrioi-pio'que encontraba muchas dificultades para que
1-as heneficas'rniras del Gobierno, éspresa_das en los pro-
yebzos qúe .:ē°stoy analizando , pudieran tener una feliz
ob'rréspondenciá. Quisiera equivocarme; pero me in-
clino á creer que :se'realYZárán mis tristes 'vaticinios de
que no habrá itiTnigraéion asiática , de que no habrá
tampoco inmigracion`y.ucateca, , y que aun la ya princi-
piada de los gallegos , se verificará en escala menor, y
'de , un Modo muy ineficaz é insuficiente , á menos que
se- adopten otras 'medidas tan favorables á los em-
presarios, que puedan escitar sus miras especulativas,
descartando toda traba que no sea de absoluta necesi-
dad para la debida reg'ularidad de este servicio.
Con tal motivo me atrevo á recomendar el plan
sobre la inmigracion africana , que he propuesto en
los: capítulos anteriores, porque en él creo haber de-
jado indicado-el Ruido -de hacer frente: á todos los casos
trósperos y adversos de la operacroii ; Cuyas reglas pu-
dieran hacerse éstensivas á las ` demás inmigraciones,.
Daría qu e todas ellas recibieran á la vez el-mismo im-
pulso, y'disfrn'tarári: de las mismas ventajas, y do igual
proteceion sin la menor diferencia.
Y como 'que `de'spues de divulgado el citado proye`c-
to`; ha llegado á Mi noticia que algun'os miraban con
desagradó -qne al=autárdel -pensamiento , al que tantos
trabajos ha dedicado 'á` su completo desarrollo , al que
taatos y' tan bien eombinados esfuerzos ba empleado y
¿órí no pocos sacrificios de todo género para vencer
r4sistencias ,^ allanar dificultádes;'ypreparar el terreno,
ae 'le autorice para llevar á cá'bri >este grandioso proyec-
to -8n'bridéntiaa^ forma : en que lo ' esta por el Gobierno
inglés a ca ga de los Sres.' Tlythé yHódges - para igual
041:gt¿iaeioti' en sús áolánias; . aprovecho esta oportuni-
:..
dad para hacer una proposicion que será un nuevo
comprobante de la pureza de mis intenciones y de mi
patriótico :celo , así como de que no es el interés peco-
niario.,;ni aun dentro de los limites de legitimidad y de
la legalidad la quia de mi _conducta. Así que para
acallar los gritos de la murmuracion que pudieran lan-
zar la envidia ó la maledicencia , me obligaria á desem-
peñar cumplidamente y en todas sus ,partes el plan in-
dicado sobre la inmigracion africana por cuenta esclu-
siva del, Gobierno , recayendo del mismo modo en su
favor las utilidades que, no podria menos de reportar si
la operacion se ejecutaba con toda prosperidad , como
tambien las pérdidas que pudiera esper mentar si adqui-
rian grandes dimensiones algunas de las eventualidades
adversas de que está erizada la citada empresa , y entre
ellas la de epidemias no poco . frecuentes en tales casos,
y la de una mortandad superior á los ; cálculos ordina-
rios. No es pues , repito , el interés que me mueve á
desear ardientemente la adopcion.del indicado plan, sino
mi íntima eonvi.ccion de que prestaria por este medio
un servicio importante ú la metrópoli y á las posesiones.
de. Ultramar. Muéveme asimismo la confianza , que tal
vez será exagerada , de que nadie podrá darle una teje-
cucion tan cumplida y tan completa como el que por el.
estudio profundo que ha hecho de esta cuestion, y por
la preparacion anticipada de grandes trabajos para sim-
plificarla en todas sus relaciones, parece que debiera ser
el que ofreciera mayores garantias de buen resultado;
y aun mejor si se agrega la circunstancia especial de
ser sobradamente conocido su nombre , y estar lijen ci-
mentada su opinion siquiera de hombre honrado, hasta
en la misma Inglaterra , que con tanta desconfianza
mira todos los actos que _pueden tener .alguna relacierl
con el roce de la clase ;africana , aun cuando en ellos.
medien ;esclusivamente sus propios súbditos. ;
272
Me atrevo por lo tanto á presentarme' °al público-
franca y lealmente corno el mas interesado en . que se
desempeñe recta y acertadamente dicha comision, por-
que aun cuando no consultara mas que los estímulos
del amor propio no podria menos de llenarme de
amargura si por haber prevalecido influyentes é ilegí-
timas aspiraciones , fuera confiada á manos inesper-
tas, ó 'de nulidades aparentes la ejecucion de un plan
que debiera tener la mas feliz correspondencia no sa-
cándolo del carril que se le ha trazado , ' y que en mi
concepto es el único, por donde puede correr á su tér-
mino feliz.
La empresa en cuestion es delicada y espinosa; mas
nada puede arredrarme cuando tengo á la vista los in-
tereses nacionales y el deseo de conservar ilesa mi re-
putacion como hombre de razon y de juicio , así como
el de no ser confundido entre'los'utopistas y visionarios.

C A PI T UL4 X L V II.'

Denzostracion de los_ malos efectos que ha de producir


él tercer decreto sobre empadronamiento de esclavos , y
de que la inm,igracion africana es la única que puede
salvar todos los inconvenientes. con, :inmensa ventaja de
los países de L'ltramar:

El tercer decreto del Gobierno se refiere al empa-


dronamiento general de los actuales esclavos á fin de
cerrar por este medio la puerta á la adquisicion de otros,
poniendo así un término seguro á ese tráfico abomina-
ble, que la España ha condenado del modo mas esplíci-
to, .y por medio de un tratado que su i pundonor y su de-
coro la obligan á observar rigurosamente. Las reglas
(lúe se 'prescriben para que esta operacion se haga con
toda exactitud son las mas adecuadas 'al intento , si
275
bien y por ser ésta la vez primera en que va á introdu'
eirse en la isla de Cuba una'fiscalizacion, taxi: prolija;::no
dejará de ser recibida con algun desagrado; 'aunque lit
docilidad y: la obediencia de aquellos pueblos son sean=
ros garantes de que tendrá cumplido efecto.
Prescindiendo de la multiplicidad de estas'pre=scrip-
ciones , que para las, personas poco versadas en el mane-
jo de negocios no dejará de crear alguna- .^ confúsion y
promover dudas y dificultades, cuyasolucio.n podrá abrir-
un ancho campo á los impuros manejos de los agentes
del Gobierno que no estén dotados de una probidad
acrisolada , mayormente en los remotos despoblados,
en que se hallan la mayor , parte de las haciendas rura-
les , y fuera de la vista . é. inmediata, vigilancia de las
autoridades superiores ; prescindiendo asimismo del ím-
probo trabajo que debe causar al gobierno local la eje-
cucion del citado empadronamiento y de las .continuas
variaciones que deben hacerse en los registros respecti-
vos , por la muerte natural de unos , nacimiento • de.
otros ,y por las traslaciones de dominio por ventas, ó
de jurisdiccion por cambio de esclavos de una finca á
otra ; prescindiendo finalmente -de otra inmensidad de
complicaciones en la ejecución de dicho decretó ;aun-
que á ella presida la mejor voluntad , porque no- siem-
pre logra ésta suplir la falta de conocimiento y de inte-
ligencia para desempeñar árduos y prolijos encargos,
no podrá menos de tropezarse con inconlenicntcs que
serán difíciles de allanar.
Uno de ellos será la repugnancia invencible que
tienen los españoles de aquende y allende de los mares
para presentar á la accion fiscal el verdadero estado de
su propiedad de cualquier género que ella sea. Se tiene
observado que es ya un hábitos tara arraigado el de la
ócultacion , que encuentro muy dificil que deje ésta: de
tener lugar en mayor ó menor grado por grande
274
que sea el rigor que se adopte para evitarla. Y si una
vez se admite la posibilidad de estas ocultaciones , que-
dan ya destruidos en no pequeña parte los buenos efec-
tos que el Gobierno se promete (le los escelentes cálcu-
los y benéficas miras de sus decretos.
En el detenido estudio que tengo hecho de estas
cuestiones , no podía menos de habérseme ocurrido esta
misma idea que ha tenido el Gobierno , porque induda-
blemente está fundada en bases humanitarias y políticas
á fin de poner término de una vez para siempre á las
amargas discordias que ha promovido hasta el dia el
tráfico de esclavos.
Empero conociendo las graves dificultades que ofre-
cenia este proyecto , y deseando que se encontrase otro
que produjera iguales efectos sin los embarazos inevita-
bles en la ejecucion del que ahora estoy analizando, me
fijé definitivamente en el que tuve el honor de propo-
ner en mi Memoria publicada en Londres en octubre
del año próximo pasado de 1853 que se halla inserta
al principio de esta parte de mi obra. Y como ni el
tiempo trascurrido desde entonces , ni los sucesos que
se han desenvuelto , ni los nuevos planes que se han
indicado , hayan podido hacerme variar de la opinion
-que emití en aquella época , no deberá estrañarse que
me ratifique en ellas, y no ya por impulsos de amor pro-
pio, y sí_ por íntima conviccion.
El manejo de los negocios públicos y aun de los pri-
vados, ha debido convencer á cualquiera que tenga una
larga práctica de ellos, que las mas de las veces, y cuan-
-do se trata de destruir arraigadas costumbres y enveje-
cidos abusos, se logra mejor el objeto deseada por me-
dios' indirectos
indirectos que por los directos. ¿Qué es el tráfico
de .esclavos en la isla de Cuba? Un contrabando. ' ¿Por
qué algunos torpes logreros han infringido el tratado
vigente sobre su abolieion, sin que las órdenes terminan-
275
tes del Gobierno español, empeñado en su observancia";
ni •la activa persecucion de los cruceros ingleses hayan
podido corregir de un modo absoluto estos viciosos im-
pulsos? Ya lo he dicho en Ios capítulos anteriores, y bue-
no será repetirlo en el presente; porque el afan del lu-
cro y la sórdida codicia han adquirido un predominio
sobre toda otra consideracion.
cuál es el medio mas eficaz y mas seguro para que
cese de una vez un tráfico tan inmoral y tan general-
mente detestado? La desaparicion ^de dicho lucro. Z-
de qué modo pódria obtenerse este resultado tan favo - `
rable? Adoptando el plan de la inmigracion africana. Es
indudable que ningun hacendado, á quien se diera á es-
coger entre esclavos y colonos, dejaría de decidirse por los
segundos, no solo porque su adquisicion podria costarles
la cuarta parte de su valor siendo su servicio próxi-
mamente igual, sino porque protegida la introduccion
de estos por el Gobierno, y perseguida con rigor la de
aquellos, habría de verse libre de los quebrantos insepa-
rables de los negocios ilícitos y reprobados por la ley.
Los especuladores negreros, que solo á fuerza de oro
pueden vencer las resistencias, .y verificar sus introduc-
ciones clandestinas, abandonarian á no dudarlo aquel trá-
fico vituperable, desde el momento en que vieran que
su mercancía, aun despues de superadas todas las difi-
cultades para ponerla en venta, habia caido en tal des-
crédito, que no se ofrecia por ella sino un valor míni-
mo, el cual de ningun modo podia indemnizar y menos
retribuir los gastos, riesgos y sacrificios empleados en
dicho comercio.
No creo que haya persona alguna conocedora de los
,negocios de Ultramar, que niegue la exactitud de estos
raciocinios. El medio indirecto que acabo de proponer,
es el único que sin el menor quebranto , y antes bien
con sumo reconocimiento y satisfaccion por parte de los
26
pueblos de Ultramar, halda de dar una solucion com-
pleta á estas reñidas y embarazosas discordias: Me pa-
rece haber dicho lo bastante sobre un negocio de tan
alto .interés, y de tan trascendentales consecuencias.
No me atrevo á "entrar en ulteriores observaciones,
para que no se crea que á ellas me impulsa una opo-
sicion á los actos del Gobierno, que está muy, distante
de mi carácter, particularmente en el desenvolvimien-
to de cuestiones que afectan al raciocinio, así como para
que no se dé una interpretacicn siniestra de mezquino
interés al. ardiente celo que he manifestado en el curso
de esta discusion. .
TERCERA VAlUE.

SECCION P R I M E RA.
DESC'RIPCION GEOGRAFICA IIISTORICA Y POLITICA D E I.A

REPUBLICA DO M IPiICA N A.

CAPITULO XLVIII.

Descripcion . p a rt i cular de la República dominicana , ó


sea la parte esp a ñ ola , sus rios, terreno, agricultura y
comercio, sus minas, clima, estadística y ca rá cte r de sus
habitantes.

L a isla de Santo Domin g o tomadacolectialner^^te es la


segunda de las Antillas en aquel archipiélago; el cabo
Tibuion, que es su parte mas occidental, se halla situa-
do á` `Tos 18° 28' de latitud Norte y 74° 28' longitud
Oeste de Greenwich , y la oriental , que lo es la punta
Engaño, á los 18° 35' latitud Norte y 78° 20' longitud
Oeste. Punta Beata, que es la más meridional , tiene
mareada su sitiiacion á los :I8° 10' latitud Norte y
71° 3T 'longitud Oeste; y el cabo IsabeIa como el
mas seteritrional, se halla á los 19° 59' latitud Norte y á
los 71° 'longitud Oeste.
Su mayor' esterlsiom de Este á Oeste comprende 37S
millas,' y la de Norte á Sur : en tina línea algo =oblicua
no abraza mas que-138. Sin tomar en cuenta las pe=
(Incitas bahías,' toda' la isla tiene 1,300 milla$ de cir-
278
conferencia. Los geógrafos franceses graduaron su su-
perficie, comprendiendo las islas de; la Tortuga, Gona-
ve y Saona en 3,846 leguas de 25 al grado. de las cua-
les corresponden á la parte francesa, hoy Haiti 1,455,
y á la española, ó sea la dominicana 2,281 , segun el
deslinde que se hizo por el tratado de de junio de 1777.
Se hallan en esta isla grandes cadenas de montañas
entrecortadas por llanuras y sabanas. La . sierra principal
arranca desde el cabo de San Nicolás y se estiende por
los 75° Oeste hasta el punto culminante del Cibao, desde
donde toma una direccion mas oriental hacia punta
Engaño, siendo su mayor elevacion de 8,000 pies.
Estas son las medidas tomadas : de la isla en su to-
talidad, pero como se halla dividida en dos estados in-
dependientes, el uno al Este y el otro al Oeste, haré una
deserip.cion separada de cada uno de ellos, principian-
do por la del primero , ó sea la parte española que en
el dia lleva el nombre de

REPUBLICA DOIYII N ICANA.

Los principales ríos de esta república son el '.una,


el grande y pequeño Yaqui , el Canill , tributario del
primero, el Nizao, el Jaaina, el Ozama, el Yñma ó Higüey
y. otros menores, siendo muy de sentir que muchos de
ellos ,causa de sus molestas barras, no den entrada
á la navegacion sipo para buques menores.
El lago de Enriquillo , ó de Jaragua , cuyas aguas
pon salobres, se halla situado en el valle de Neiha , es-
tendiéndose 2.0 millas desde Este á Oeste y 8 en su parte
mas ancha de Norte á Sur. Hay en el medio una isla
qne se :llama_ de las Cabras, y en ;ella, fue donde refu-
giado el -último de los• caciques , hizo, su postrera deses-
perada deteasa contra los españoles.:
Santo Domingo es una: dalas islas mas fértiles de, las
279
Antillas, y aun lo es mas todavía la parte oriental: sus
principales producciones son algodon,; añil , café , azú-
car , cacao , tabaco , arroz , gengibre , maderas de..infis.
nitas clases, distinguiéndose sobre ,ellas la caoba el
guayacan , y los palos de tinte , etc.:Las esportaciones
que hace en la actualidad la República dominicana,
como producto de sus provincias meridionales , son
esencialmente la caoba , el guayacan , palos de tinte,
miel , cueros, cera y goma`; y de sus provincias seten-
trionales, iguales renglones , y además tabaco de esce-
lente calidad , y en grandes cantidades.
Los e principales puertos de dicha república en la
costa del Sur son Santo Domingo , Azua , y Romana;
en la del Este , Samaná , y en la del Norte , Puerto
Plata y Monte-Christi.
Por los citados puertos se esporta la mejor caoba y
de mas estimacion en Europa. Los que se dedican á
este ramo de comercio , compran á precios muy bajos
una faja del terreno en donde crecen aquellas árboles
espontáneamente y sin ningun cultivo : así que sin mas
trabajo que cortarlos , desbastarlos y conducirlos á las
costas , sacan utilidades muy crecidas, y adquieren una
sólida riqueza. No es estraño, pues, que siendo tan es-
casa la poblacion, se dediquen con preferencia los e ca-
pitales y la industria al expresado comercio de made-
ras , dejando abandonado , por falta de brazos , el no
menos productivo del azúcar , café , añil-, algodon y de
otros frutos preciosos de la tierra.
Empero este censurable abandono puede ser muy
fatal al país, porque si llegase á decaer el ramo de ma-
deras , como tiene que suceder con el curso del tiem-
po, y segun sea el afan con que aquellos habitantes se
dediquen á talar sus inmensos bosques se esperimen-
taria una gran penuria , desde que faltase el giro pie
puede decirse que provee esclusí y arlrente á todas las
280
necesidades de la parte: meridional ; y durarla aquella
penuria basta que la industria y los capitales se diri•
aeran á otros ramos.
Las esportaciones de la caoba por el puerto de Santo
Domingo en 1851 , segun resulta de los estados mas
exactos que' he podido proporcionarme , fueron como
sigue .

Caoba fina , llamada de Horquetas. 702,500 pies.


Idem llamada de caña..:....:... 2.. 7 52, 300 id.

Total. . . . :. . . . . 3.454,800 pies.

Madera de espinillo 58,513 pies.


Idem de cedro . . .. • : 15,413 i d.
M adera amarilla -, llamada mora. . : . '1.554,946 libs.
Palo de CainpQclte. . . . . .. . . . . . : 5,942 id.
Uuayacán. . .. ,. . . . . . . . 4 .705,302 id.
Cueros. . ... • . • • • _• • • . • . 154,617 id.
C era . . . : . . • • • . . . .: • . • • • 82,389 Id.
Goma guayacan. : . , . ...• : 5,780 id.
Carey . . . . • • • . • . .. . • • • . :,> 25 7 id.
Tabaco.. . . .•...- . ..... 5,617 id.
Miel. . . • . ; :: . . . . . .•••• 1,090 gals.

Las importaciones ascendieron en el mismo año de


1851 á 640,560 pesos fuertes. De la Inglaterra directa.
mente, ó por la via de San Tomas, se importan géneros
che algódou lienzos, paños,. telas de lana , cuchilleria,
loza; etc De los Estados Unidos harina, pescado salado,
velas , ; jabori , jarcia y otros renglones. De Francia que-
so , manteca, vinos', sedería y otros :artefactos, de lujo.
De Génova aceite :, vino , frutar secas y otros varios ar-
&ícul 03 cien los climas meridionales do Europa-;
valoresipi,portados fueron por el órden siguiente :
-•

De los Estados Unidos por 78,125 ps.


De Francia poi. .. . ,
De la Martinica, por. . 5,710 id.
De Génova y Curazao 11611' 32,785 id.
De la Gran Bretaña por. . . . , 500,000 id.
De otros varios puertoso'r . 42,790 id.

Total.
,~1~2mcgo~
Los estados que acompaño á continuacion darán
una idea mas completa del movimiento d,omercial.

•,;

.•„

: .110Z

01,1;flifY
49
cólu Eaclo DEL !UERTO lo
:

IMPORTACIONES Elli
.
; ;.z,,:
p :
.
1849. 1850.
^^_
AiI QUES• Número Valores Número Valores
de TONELADAS.] en de TONELADAS. en
buques. iibs. eslprl. buques... iibs. eslerl.
,,
, . . • -- =; . — . -

Ingleses.. , . . 22 3,380 938 38 5,832 11,849


^

Dominicanos . . 26 1,155 4,577 14 622 • 2,911

Americanos. . . 23 3,441 1,534 20 3,286 10,664

Daneses.. ... 16 768 6,409 14 889 14,704

Holandeses. . . 22 949 6,608 z


29 ' 1,167 29,994
Franceses.. . . 10 1,558 433 21 2,204 2,886
Italianos. ... 2 395 1,123 ; 2 398 636
Españoles.. . 6 486 6,299 6 518 11,984
Venezolanos.. 3 96 239. 1 33 526
Hambur o ueses . » » » ' 1 180 1 22
Bremeses . . . . » » » q l 4l »
_

i
Totales. . . 130 42,428 28;177 1 h7 ^ "
1273 1 86,136
1 11
^

NOTA. Estos buques ejercen con sus respectivas banderas un


que las mercancías que importan no vienen de Holanda , Dinamarc a y
Lo mismo sucede en Puerto-Plata.
d^
285

ESPORTAC lO NE S ËN
11849, ,. 1850.
BUQUE S . Número V;iloreS Número Valores
do TONELADAS. - en .de. TON ELADAS. ...-,... '-en
buques. tibs^. ^rtfrl. buques. liks. rsteri:.
115; ..^^ ir, ^i..

^a ^,: In^leses.. . . • 17 2,388 35,95.4 37 6,023 69,619


::
^Bh, íNik • Dominicanos. . . 27 4,206 1,923 11 500 1,046

889 ^ 111: . A.mericanos.. ,. . 23 ;,527 2,050


. 21 3;417 11716

Ihi' aq1` Daneses.. .: . 18 882 817. 1, 4 938 3,642


;^ ,^
1..J1j1 11 ;_ ^Iól^ándeses . .
^^ 18 805 1 ,558 27 1,017 4,428
.^:^.^
. . r
Fy, ^'. li^ránceses. . , , . 4 368 302. 25 2,980 11 ,030.
3a6
111 o Italianos. . . 1 207 557 3 586 1,568.

Españoles.. . 5 405 88.9 7 : 599 1,098.


JJ 209
;» V;enez.olanos. . . 75 33
19f ^ Hamburgueses . 1 480 257

Bremeses . •. .
)) 141 335

.. 11`5 9'8G3 ^ 54125 '148 ` 16,44'1' t 1fl4r837


I^,"^ '} ; +^ Totales'.
^ +.wn

g
b^n r co mercio re g ular de fletes entre Santo Domingo ySan Toma s' . Pues
as 1paila,
11 ,1 ES s i• no dicho punto d'e San Tomas.
de.

•,*
984
./

r •
34 177
1.J

23 gol3A0POITACIONES EN
4849. Z;,"; •
4850. 01§
.0Z1g,
3_
BIL0,145-• t ro Válorei n'uñero Valores
í )011,f
11 de TONELADAS. en de TONELAD41. 1

libs. csterl. buques. libs. esteri.

1,335 .61 2,652 4 ,246 4:,903

eses; 2,637 4,Ó70 26 2,483


; 11111;
D.Ca 1:(1).;
onuincanos . ' 238 743
901,
r 3
¡Americanos. . 4/11 050
i ,

Bremeses . . . 3 168 1770 á 608


1311 .1: 11/11
3
. --. 4:10 » 3 8í0
Suecos. 2 3í3
1V e,
OF:O. t 111`.«
ardos. . ..
(

.>2 560 201


u3it CI
t Genoeses.. .. /10 1,9'0
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1./.4';111“1 (01 4!1:1 (1i .,1 V111/
1.8s
Las provincias setentrionales de Santiago y la Ve-
ga, en las que se halla mas de la mitad de la poblacion,
llevando el nombre colectivo de El Cibao , son mucho
mas industriosas que las del Sur : en ellas se cultiva el
Ir tabaco, de d'ya— planta se , esportaron . en 1851 8,000
quintales; tatnIn'e^ n Café -y la caña de azúcar que sirve
de alimento á la gente pobre ; se crian asimismo los
mejores. caballos de la República dominicana , y bastan-
te ganado. Puerto-Plata es el principal por el que se ha-
cen las esportaciones ; pero tiene la desventaja de que
. una áspera cordillera de montes lo separe de los 'plintos
productores ; así, que á causa de los malos caminos para
Conduebion de' sus frutoS,- emplean las caballerías'
dos dias para franquear la sola distancia de 46 millas
que hay desde el citado puerto á Santiago y cada quin-
tal de peso cuesta 3 duros por lo menos. •
Si se lograse hacer un buen camino, serian inmen-
stárnente mayores las utilidades que reportarían los ha--
ícendados,; . y. ya que les arredren los considerables, gas-
tos de tal, empresa en razon de los , anontes y arroyes
que hay 'que atravesar podrian aprovecharse de las'
'Ventajas Te' les ofrece el rio Yaqui que pasa por San-
, tiago, el cual aunque tan solo es navegable á 20 millas
'de dicha ciudad , como que corre por una gran parte
del Pibao y el camino que se hiciera hasta el embar-
Tic habia de ser de muy fácil ejecucion y de poco gas-
tó Ofrecerla una, cómoda traslacion á todos los frutos
esportables, y una economía por lo menos de la mitad .
del costo actual desembarcándolos en la bahía de Man-
iáni1101, quie es el:puerto mas hermoso de la costa se-
r tentrional.. , ,
Todavía podria utilizarse mejor el rio Yuna , que es
navegable desde su confluencia con el Camu, y desem-
boca en la gran bahía de Samaná. Sensible es que los
habitantes del Cibao no se hayan ocupado sériamente
287:
de una empresa de tanta . i,rnportancia para aumentaü.saa
riqueza , y que ` no hayan abandonada la r antiquís3ína
rutina de conducir todos scis, frutos por las montañas á
lomo. •

: IJl pueblo de Puerto-Plata no contiene mas que

5,000 almas ;y no es fácil que adquiera grande estelr-


sien, ya por la pequeñez de su puerto , 3'a' pbrla: difc-
_cultad que ofrece su entrada,, y aun mas pór su des-
abrigo contra los vientos del Norte y Nordeste. -Por otra
parte se observa que por cada dia se aumentan las' are-
nas, y bajan las aguas , lo cual hace presumir que «niel
tiempo ha de dirigirse todo el comercio ;.á la bahíade
Samaná , que reune toda clase de ventajas sin ninguna
de los inconvenientes que se , notan en Puerto-Plata:-:
Este hace tambien algun , comercio con las .islas
Turcas, que se hallan á 36 leguas de distancia:; impor-
tando en ellas ganado:; verduras y , legumbres,; porque
su terreno es, . tan' : árido é ingrato ,: ,que no . produce
mas que sal , si bien es de :la mayor utilidad á la Ingla-
terra á la que. pertenece , 'por . ser un punto de reca-
lada para sus buques.
Seylao , que es la provincia oriental de la república
dominicana:, debe su principal riqueza a l ganada va-
cuno , del que se calcula' que habrá corno 300,000 ca-
bezas , coYr las que- se abastecen 'los: mercados de la
isla , y tambien se . abastecian antes. los de Jamaica y
Barbadas ; mas no en el dia, en que por haberse dismi-
nuido su número á. causa de las revo"luciones; ha sido
preciso prohibir su estraccion.
De la península de Samaná , ,, que pertenecerá dicha
provincia de Seybo hablaré mas ad-clañte, e n, ;un :capí-
tulo, que: por su importarleia:declico á este solo objeta.
Azúa forma la proviincia occidental de l la republ#oa
dominicana. Fuó err rrri lier:npo 'el distrito . :mas rico 'en
azúcar ;'- pe r o en el Odia está totalmente abandonad o este
28$ ^

^lti^o ;: , y -redtrcidó manufacturacion de algunas


i nielos,::formand© la óeurpacion principal de sus lrabitan.-
teset corte de' maderas .; y la crianza de ganados en las
sabánas llamadas de San Juan.
-}} Fn'fan:a, montaña ::cerca dé Neyba hay sal gema en
bastantd'abundaneia : sirl: que saque el pueblo.. utilidad
,aliguna de , ella.
Las ;leyes para el ejercicio del comercio están bien
!calculadas s . pero` el estaClō 'vacilánte de la república es
-aausa- de que .no se desarrolle en toda su estension. Los
distrito mas fértiles se ,hallan sin cultivo: Las lujosas y
:dspAritáneas-producciones dé ; la naturaleza se pierden
,sin que nadie :=se- aproveche de. ellas: Hay pinares de
500r ó'mas millas de superficie ,- de los cuáles, no se
saca ninguna utilidad4 pues que ni se,corta su madera,
ni, se u tiliz a su resina.
; /. -Se esplotaron en un tiempo ricas minas de oro; que
'produjeron bastante riqueza á la-madre patria.: Ta:rn •
liad el cobré se-halla en muchas partes, ..y no pocos
creen ,iue'estos montes cobrizos sean una continuacion
de la cadena de Santiago de Cuba-;: tan abundante en
clibha, mettl: `Lh -Samaná. ,!'Santiago, y Monte-Christi se
ha llallatio Garborude piedra: de la clase bituminosa v
elrapalpdt0 ;- pero la, riqueza principal de la isla consiste
{,etr ila 1djosfa fertilidad de : su terrend, y en la facilidad
:que presentan Mis caudalosos rios para trasportar por
varias ditrebcion3es sus , produCtós á la costa: ; ; : : : p ° {
► ' El climwrle `esta , isla es; caliente y húmedo , corno
el de todos 'los paises situados bajo -low , trápicos ; el es-
_ dosb calor=es templado' sin embargo por la re#rige-
{trantelrisa de la mar , que se elrtablar á las diez de la rrm-
ñan.tiR i . S!+dl.ira F liasta laf caida- de la larde, en que cede él
hpodsitvri brísa.•ile . 41a tierra. D el :tnistno , modo?que los
fdernús elimae ttrtniic,iles , ;, iela tiño F tse divide en das ' esta-
-IGiondsi,siqüo+sóxr -litilscreb: ! y 1 llervidaa ; aquella w cn1P in-,
'2#0
virr ítio-,' y ésta en raro.. No, puede . decirselen rigOr quo
11 clima seamal•sano , ; -la fiebre amarilla es murpocb
eohócida pasándose . muchos L años sin que ocurra
baso de esta'enfermedad; la 'que mas reina es , la fiebre
intermitente, efecto de la grande 'humedad*, producida
rid solo ipor el clima, sino aun mas por la lozana' vege,
-tacion y por la escesiva frondosidad de sus:bosqueS;
así que roturando aquellas tierras, 'descargando los mon.
tes de tanta maleza,' y estableciendo un cultivo bien orde•
nadó, es de Tresumir 'que desaparecerian tlichas‘ fie-
bresintermitentes , 'ó que disminuiria par 16-menos
sil intensidad. =;.
Los habitantes del Mediodiwde . España y deP las islas
Canarias , podrian muy bien -aclimatarse en la ,provincia
del eibao y en la bahía de'Samaná sin detrimento de
sú salud ; y los nacidos en climas Mas frios `podrian
muy bien establecerse , 'sin que peligrase su existencia,
en la Sierra; en el valle de-Costanza ;' Mariel ; y en
otros puntos elevadoS.' - ;
s La poblacion de la República dominicana se' elevará
en él dia á'unas 150,000 almas 'pero es Susceptible&
mas dé' un`millon: - »
Todo el territorio diVidé'en
se ,indo
provincias por el lárden -
' • "
z

• Provincia de Santo Domingo • :'.`..'• 28,000


• La de Azúa; . `. .•. 17,000' ."1'
Lado .. 27,000-'1
La de La Vega, . • 58,•00Ó
La de Santiago;. ....
,f,„„:

40:tah-: • -15'0;000-
lenabarg~01511

El número de blancos se gradúa de 70,000: esta


clisé abunda mas en el Cibao , en donde se conservan
pueblos sin mezcla alguna de sangre fuera de su clase..
Los negros y la gente de colar, que abundan mas en
;los ; pueblos de . la costa , ascenderán á unos 80,000;
y . todos disfrutan - de -iguales derechos ante la ley si
bien, por el principio . de que' :la ;inteligencia domina
siempre á la ignorancia ,;.el mayor influjo es claro que
_

10 han de ejercer los blancos y los hijos de españoles,


aunque tengan algun . matiz. Habrá como cien familias,
cayos jefes .han nacido en la península y que poseen la
-riqueza principal del :país ya en propiedades rurales :,, y
ya en el comercio ; todos. los , demás , hasta el completo
de 70,000: son de cuna española , si- se esceplúa un
,corto número ;de.: otígen. ;estr-anjero , que seguramente
neepasará de mil individuos.
carácter de estos pueblos es suave., . sumiso y
obediente, :moral y religioso ; la escala de los crímenes
.se ,halla .'aquí reducida á la menor espresion , y los •o-
bos.son casi desconocidos, lo que causa la mayor estra-
ñeza entre gentes sumamente pobres á causa de la pe-
reza: peculiar . de . los. proletarios , 'que son todos indivi-
duos; de color porque ido se les puede obligar al tra-
bajo. Mas bien que salir á robar , como pudieran hacer-
lo impunemente en un país tan .despoblado yrnontuo-
so , prefieren andar llenos , de harapos ; .y no'comer mas
que caria de azúcar y plátanos, que se obtienen con
muy poco trabajo ; y ven pasar .por; los caminos ;efectos
de 'valor y aun cargas, de papel moneda, sin caer en
la tentacion de cometer la menor violencia.'
En este pais puede decirse que, reinan todavía las
costumbres patriarcales de los antiguos españoles ,'tras-
fundidas no solo á sus hijos , sino á los negros y mula.
tos que
a ,es lo mas sorprendente.
.,,

^, ,^;: .,,`. ► p ;.^;


l,i: f `f'1 .. 11it i
291

C APIT U L O XLIX,.

Gobierno , leyes , religion , rentas y gastos ejército y


marina de la República rlarrm.iricaia.

El Gobierno de estos pueblos es republicano. El


poder ejecutivo lo ejerce el presidente que es nombrado
por cuatro años., :El legislativo corresponde á, una sola
cámara de diputados que envian. las provincias .'á la car
pital, y celebran ordenadamente sus sesiones, rigiendo
en. iodo ;.el sistema pirro democrático . Siento . que no
haya llegado á mis manos todavia la n. ueva constitución
que segun las últimas noticias se estaba preparando.. El
poder judicial tiene tambien su independencia relativa.
Lo que ; no se concibe es cómo una nacion tan adicta, á
la España , no haya restablecido.la.legisiacion de la me-
trópoli y abolido la francesa que fué introducida por
el ,mulato Boyer..Es. verdad que. 22 años .de aquel.. 'é.
gimen , ,que fué todo el tiempo que _los-negros de Haili
dominaron en esta nuestra antigua colonia',, dejaron
hondas raices , y crearon títulos especiales y aun com-
promisos pana no alterar aquellas formas.,
Aquí estableció el Gobierno español su primera
audiencia colonial , á la que ten gan que recurrir en, ú-
tima instancia . todas las causas falladas, en.primer-a ,en
Puerto Rico y. Cuba. Aquí habia asimismo colegios.y
conventos destinados á la enseñanza publica,, por, lo que
es imposible que tan gratos .recuerdos , acompañados de
las sumas metálicas 'que derramaba anualmente la 'p a-
dre patria<con el .carácter de situadosr , puedan .borrarse
jamás de, la memoria de ,los, dominicanos,
La reli,ginn, de la república dominicana' es la católi-
ca,,apostólica, romana, , cuyas prácticas : sola . obspf l'ai S
por tollos . .acIuellos habitantes COJA, la: finas,; pgrAidevociQn.
t
El clero ejerce la mayor influencia; y valido de ella, mas
de una vez ha sosteriiáo et4dadós 'choques con el Go-
bierno el tan virtuoso arzobispo como ardiente entu-
liasta'''éhpünto . de apontófar duramente alos
mandataribs''Ciiath' lé-lia -Creidd 'que le atacaban sus
prerogativas, ó que se amenguaba el espíritu religioso.
t'as- fitriciÓnèS . de iglesia . še celebran con Una Solemni-
tiad'iápórionte. ::he'asiStida . á algunas de ellas sensu
tISI'htedral;que es la 'mas antigua del Ntievb 'murt-
dòy 'én C'onser'van algunos vénérables' vesti,
'0W del ti'etu rió de la el priMei-se!
jthIer que 'tuvo 'el 'juniortal Colon ._ Debo' confesar 'que
Vádfé ledifieadó - de la'élinióSttirá' y deVóCion' de todos lói;
VeldSblaiieós'y de color, y in¿ly particularmente en
miSa- de iTieditrifióblie destinada á 'cerebral.' el nabiMien:-
to'dé'ütteltró Rederitór,;"-durante 'la' 'cual ni .'en todo
.rdátó‘'d¿'ailtiella noChe,''en . (lúe asistí aqüel
ifiió eh '4852 ; 'no noté ningunó -de aquellos desMa-
'líes; -pie por desgracia son tan frecuentes en la mayor
Jiiaitede
"Y lo 4ii& t'Obvia recotniendá en mas "alto grado al
Véró dóffiiniCárió . e'S'Iu desititérés; yitbnegaeiób, llevada
á tal punto, queSin'énibargd dé''que Cdréée`'M rental
'déldélpie lóprivó dé'ellás'el Gobiérnci' haitiano, por
iò ditalSe 'eh 'Irándes apuros' aun e' l' inisino arZobiS-
I pb iteñder á šúi ápreimiarites'net'esidadel',
'del Chitó; deja f élte"de lóStenerle ,,' con la 'Maj'iór'JI
SaérifiCióS.'
'Ëttéjitdonlijcàhiio C'onipóné 'de '6 X100' o
btés;ý efi- Casó' tle literra' puede' elevaiW' s ü i ,000' ±
tááyói.' ' número 'pues' c'úando' la' pátiia sé 'clec/a-
ra en peligro; tódonáliabiiarite g ŠÓh Sóldadó'y tódól
1111'áí' á 'fbr,oli. Su
6;000 ftlVila y 8,'ObOielOdaá
íe iiL
5
lAr141111 91.449s Am yt e s, 141 , 901 êtjgmram
491-imilpie 4 kYst.A q Ii i 0b1Py41 ( Z,,V 11,9t 411914%
1kría P711"111,Wibataqqn,.491ffilleY4,;:pqrgi1P1491,9/tol
cuerpos se hallan con tan, bajá fuerza q iug tIlegar41,ies?
casament,? á 1,0.00 hombres. pi arsenal se conserva.en
bastante. , buen órderi, annque.sus IfprP;49,PciP1.1,91:919i144
adecuadas para los: adelantos ,del, siglo ., y -tiensi1,0491-1.
ventaja de ser dominadas por las,alturasde ,f131,.;;I,YrS
. Su-marina consiste .en dos corbetas, una, ,de ellaá
dffirnantpla0a,, tres bergantinex„ tres pailebotes„pn
estaglo, y otro eu carena. _ ,
Al o4servar, el . estada Toliticp ,y 19;irsf
beterogéneollo, sús , habitautes por la, diversiaad •

tas, preponderando la de color, su constancia',y


miento hasta el puntofie ggino ; ,debilitarsQe1yalor 4el:s04
dado, ni enflaquecerse su fidelidaky.adhesion 4, vi,
bandera, ,aunque solo , Ñeiho dos papeletas diarias ó, sea
cuatro- céntimos de peso fuerte por,tó4a,paga,,, i 1433
embargó de no, tener , calzado, y aunque -lus.,tuljform9s.
estendesga tirados y carezcan dejas denlas ¡vendas , de,=v.es'.:
Mario) ' preciso será conyenir en que hay grandesvirtur,
d es, e n, aqu el P ueblo ', .9 que no le, cue,nta,e. sce19 141g1b;
no por partÇ :de esa gente miserable,,,1a pie la
Mica ha confiado sus armas para-que la defienda~
llos soldados, mas bien que emplear su-fuerza material
en, arrebatar violentamente los artículos mas,inclispTo?l1.--,
bles de la vida, prefieren segun se ha.dichosurr41 141
mayores. privaciones , _ya que la triste poza, cle-,cuatro
céntimos que se les abona, es insuficiente para,cubrir
sus necesidades. ,
-El Gobierno sin embargo ha encontrado un íne4io
ingenioso para suplir la ,falta 4 por lo menos'laeseta:sol
de los salarios. Han sido nombrados porcion 40'.p149,9
rales,, un ahnirante y vicealminnte, ,coroneks.~n,
dantely oficiales hasta con esce$Q; ,ent re e sto i1,9li
294
los hay que despachan comestibles en las : tiendas y
artículos de comercio, 'ó que se ejercitan en otros ramos
de' industria; porque son tan cortos dichos sueldos , 'que
es inposible vivir solo con ellos el mas alto "de todos,
Ve' 'lo'es el del presidente, está fijado en 1,250 pesos
nacionales, equivalentes á 25 fuertes cada mes, y el de
los ' ministros y generales en 1,000 nacionales corres-
pondientes á 20 fuertes.
Como esta república no puede aumentar sus gastos
para hacer frente 'á la guerra de que estan amenazados
de continuo por los haitianos, ha debido dar á sil ejér-
cito una organizacion especial , muy parecida á la de
milicias provinciales, llamando por turno al servicio ac-
tivo á los alistados, los cuales .permanecen tan solo una
parte del año sobre las arreas. pasando la otra en sus
casas para ocuparse de su propia subsistencia y de su
familia. Este. es el sistema que todos practican, y eón
tan buena voluntad y tanta decision, que no se' oye una
queja por los quebrantos que no pueden menos de su-
frir dichos milicianos abandonando " sus casas por una
parte del a gio. Y esta decision es 'infinitamente mayor
cuando se presenta el enemigo á la frontera, 'porque en
tal ,caso todos ellos se trasforman en soldados activos
é ineánsablés defensores de su territorio.
El gran " obstáculo 'que 'encuentra este pais para ad-
quirir fomento y animacion lo ,forma la escasez de nu-
merario que ' obligó á su gobierno á crear un papel mo-
neda, llamado papeleta ó pesa del país, que' representa
el valor de dos céntimos de peso fuerte , cuyo crédito
está apoyado esclusivamente en la confianza del pueblo.
Cuando los dominicanos sacudieron el yugo de los hai-
tianos en' 1844 no habia mas moneda corriente :que esta
clase de papel, garantido por ellos; fué preciso por lo
tanto recogerlo, y cambiarlo por otro de la nueva repú-
blica; la cual hizo al mismo tiempo, para atender "á los
295
gastos :de la guerra , una emision adicianal de medio ;mi-
llón de papeletas ó pesos ñacionales 1 cuyo curso era , en-'
tonces de 40: por uña onza de oro. Se hicieron otras emi-
siones en 1845 y 4846 hasta la suma de 2.700,000 veo
sos; y desde entonces empezó á perder esta moneda fic-
ticia su valor corriente hasta el punto de, haberse' pa=
gadola onza en diciembre de;1;147 á 210 pesos, en.lu-
gar de los 40 que valiá al principio de la creacion cl-e,
dicho papel moneda.
H abiendo las penurias de la república ;obligado al
Gobierna _á hacer mayores emisiones, .liegó á tal des.
crédito el ' citado lsapel, que ya. el cambiante de una
onza no se contentaba con '210 papeletas ó pesos' na-
cionales, sino que pedia 800 ; y este es el tipo que `se
conserva en el: dia., es decir, 50 'pesos nacionales por
uno fuerte. Como este papel está . espuesto,.e á tantas
fluctuaciones no habiéndole señalado un fondo de amor-
tizacion, ni una hipoteca que lo garantice, no es estra,
ño que el comerció este tan decaido, y que nadie se
atreva-,á acometer especulaciones de larga fecha,'por-
que .si aumentase todavía su descrédito ,. corno pudiera
muy bien suceder en caso de una empeñada guerra.; es»
perimentária grandes pérdidas ef qué hubiera anticipar
do.: fondos para reernbolsarse, con un papel espuesto á
representar u-n valor muy inferior tódavía actual,..
El Gobierno tiene en sus arcas 300,000 pesos fuer,
tes, con los que podria recoger el papel que hay 'en la
república; y que asciende u doce, millones de pesos.na-
cionales equivalentes á 240,000 fuertes; pero no: quie-
re desprenderse de aquella reserva, ya para _ poder :aten-
der con ella á los gastos de una guerra activa con: los
haitianos, de la que se ve muy ámenazado, y ya porque
teme que poniendo aquel: numerario en circulación},
desaparezca al momento de la república.
Sus rentas consisten en los derechos , de importa- •
2.96'
cien. y :esportacion,l; conoce
no se :ninguna cenil.
tribucion:direeta, escepte las lieenciaS para com.'
play, piveN der, tambien son, renta del estad o la venta
ó1Uil !d' .tierras y, casas nacionales.
kos,derechos-de la importacion son bastante altos,
los; de4as, toneladas están fijados en un peso fuerte por
cada runa de ellas ,. y en - peso 'y ,medio para los bareos
que. urgan ó .descargan en cualquiera puerto de la,
costa que no sea el de la capital. Los demás derechos
konlastante 'moderados, cpueslo paga sino; 28 pesos
por *éste concepto un: ; buque que mida 500 toneladas,
y en igual 'proporcior y 16s de mayor capacidad.
Lasrentas de toda la república ascendieron eñ
á:159,874 peSos fuertes y á 8.408,046 . peses naciona.1
les, Sus» gastos, fueron de 59,067 de los primeros y
de -8.510,196.de los segundos , por manera, que tu-
vieron las .cajas -un ,aumento de 100,807 pesos en mei.
lb°, y una' baja -4,déficit, de 102,050 pesos en la
monedwficticia nacional. _No deja deser ingeniosa esta
contabilidad l ; pie sabe Convertir. en efectiva la parte
y.:en papel de Mut poca responsabilidad la pa-
siva: Segun leste- cálculo, -y aunque del figurado sobran-
te sle '101,807-.pesos aectivós se rebajen 2,Q41, valor
real de, les '102,050 .en papel que resultó de déficit,
quedó' siempre álavor del Gobierno la .suma de, 98 766
pesós -de buena, moneda. -
,-Repito quesoní ingeniosos y Muy laudables los me-
dios de'que se há:Valido este gobierno para sóstener el
estado . ,- comprartañoná , fusiles , municiones y- per-
trechos de guerra', sin haber contraido más deuda quo
la! de >dicho- papel moneda que puede iestinguir cuan.
do quiera -con “ los fondos' que, tiene en caja y sin-ihá-
ber 'aámitido lasHofertasdé , empréstitos que se le_ han
hecho varias meceá ; porque 'ha reputado por' mur gra-
Tosas ,lás. eóndicirones que se le han,fijado..
191:
.„:
. „,, ,CÁPITYLO
• •;•,.. ,
Oj
ea
da rápida
de los sucesos relacionados . pon la revç
1-apioles de: :Santo.. „Domingo .ktsla; el dia,,

Esta isla, que fué el primero de, los descubrimientos


del inmortal Cristóbal Colon, quien le dió el nombra de
Española, cambiado luego en el de Santo Domingo cuan.;
do su, capital fué puesta baje la. advocacion ,d,e este:
santo, tuvo al principio Una inmensa importancia , ya
por lo grandioso y sorprendente de .esta atrevida
presa , y ya por los tesoros minerales en que se creyó
que abundaba, á juzgar por las muestras que aparecier
ron en manos de Ips indios. Empero como á los . pocos.
años se descubrieron las minas infinitamente mas ricas
de Méjico y Perú, se dedicó , la aterieron de los españoles
á estos dos puntos, á donde se dirigieron tambien
mismos colonos que en la santo
eanto,Domin-
go no veian suficientemente compensados sus trabajos.
Desde entonces empezó á decaer esta colonia; ha-
biéndose descuidado del mismo modo el cultivo de las
lujosas producciones que este suelo virgen y escesi-
vamente feraz ofreciera espontáneamente, llegando á
tal punto dicho abandono, que á fines del siglo, YV.I
estaba su comercio reducido á un solo buque que iba
todos los años á importar las cosas mas necesarias pa-,,
rala: colonia , y á esportar sus escasísimos productos.
El estado de la misma no mejoró de modo alguno
en el, siglo siguiente, porque si se ha de invocar el
testimonio de algunos escritores de aquel tiempo,. que •
creo sin embargo sobradamente exagerado, y si no es
apócrifa la relacion de haberse interceptado una carta
que el arzobispo de Santo Domingo dirigiera en 1691
al consejo de Indias, apareceria la sítuacion, de esta isla
20
1911'
en una forma tan aflictiva , como que los habitantes no
tenian con que cubrir su decencia, que las mujeres
para ocultar su desnudez tenian que ir á misa antes de
amanecer,aue ni aun habia harina para la eucai.istía,
ni vino para la consagracion; que el clero se hallaba en
la mayor indigencia , y que el arzobispo no podia man-
tener un paje para que le llevara la cola.
'En el entretanto los filibusteros y bucaneros se ha-
bian apoderado de la Isla de la Tórtuga , desde la que
dirigieron sus escursiones á la parte occidental de Santa
Domingo , de la que tomaron posesion gradualmente,
declarándola del dominio de Francia.
La España hizo 'algunos esfuerzos para arrojar de'
aquel suelo á los usurpadores; pero fueron ineficaces.
Se suscitaron sucesivamente empeñadas guerras coa
éxitos variados, hasta que la España reconoció los dere-
chos de la Francia á la citada parte occidental, cuyos
limites fueron prefijados por el tratado de '1777.
No bien se habla restablecido la tranquilidad , cuan-
do ocurrió la revolucion de Francia , y como conse-
cuencia inmediata la muy sangrienta de aquella colo-
nia, que terminó con el degüello de los blancos por
los esclavos, y con el entronizamiento de la raza negra.
El territorio españsol quedó exento de tales horro-
res", ya porque en él no habian penetrado los principios
disolventes , y ya porque nuestros esclavos, tratados en-
tonces y siempre con mas blandura, y sin la dureza por
no decir crueldad , que se atribuia á los colonos fran-
ceses , no habían podido nutrir esa clase de odio atroz.
que' condujo los de la parte francesa á tan abominables
escesos.
Tambien nuestras tropas para evitar tamaños males-
" tuparon`las' frontera , e hicieron invasiones hostiles,
tomando 'una actitud muy imponente, con lo cual se,
cortó la' prop3lacion de aquel incendio devórador. Mu-
299 _

chos. colonos franceses buscaron su salvacion en él ter-


ritorio de nuestra colonia ; y descle ' en tonces empezó es.;
ta ,á recibir tnayor, vida., y un movimiento mas animado,.
en su industria ..y comercio.
La Francia, :que..va desde el siglo XVII llabia forma-
do el plan de apoderar.se de la parte oriental de esta-
isla para.. quedar dueña. absoluta . cle toda ella ; á :cuya
idea hubo de renunciar por muchos años por no ha-
ber encontrado una oportunidad favorable , se habia :
aprovechado de la situacion angustiada de la España á
fines, dei siglo pasado ,.'en que la república de aquella
nacion, estendia por .todas :partes su cic;svastador influjo,
para lograr su_ objeto , como, en efecto lo logró por el
tratado de Basilea de 22 de junio de 1795, por el que
le fuera cedida dicha parte oriental.
Empero las circunstancias no ;menos embarazosas
de aquella , república ; cuyo .brazo de hierro no podia.
alcanzar á paises., tan lejanos , no le , permitieron pose-:
sionarse de su nueva colonia ; y. como en este tiempo.
ocurrió el triunfo' de la raza negra por la . parte +acci« -
dental , encaz• gó,Toussairtt l'nuverture , jefe de
misma , de llevar á ejeLuéion dicho ; tratado de Basilea
invocando. los der:eclios de la Francia , de los que s$
consideraba legítimo he1• eclero poi' titulo de conquista-
El :Gobernador español ,, que con las poquisimas fuer.'
vas de que, podia: disponer , no se hallaba en estado de.:
resistir, aquella furio.sa invasioñ,:, hubo de,pasar por -:el`.
doloroso trance de entregar al jefe negro en 4801 es*
ta: primera colonia del itnperio, español en el .Nuevo.
mundo..
.Habiendo llegado á 'poco ; tiempo :á dichas playas la=
eapedi`cion;fra:ttcesa mandada :p-ár:Lccler.c., se apoderó dQ1
la:eiudad:.t}c Santo Domingo arrojando de-ella á I?ia:frlu^^
14I•)uverture,. hermar.o, de Tout5staint:, y dejó una: mur,:
pete¿.te gtiarraiUion las órdc:n-ez del .general H,erye s seau.:.:
lOtt
Así permaneció esta :colonia basta que principiada
nuestra glariosa guerra de: la :Independencia ; el= fuego
sarrto. de la .naeionalidad ultrajada se . comunicó desde
la península hasta las Antillas y señaladamente á .esta
colonia tau adicta siempre á la madre patria, en don-
de se promovió una sublevacion patriótica' por , impul-
so y dircccioi3 de D. Juan' Sanchez Ramirez , quien due=
ño ya del país , trató de llevar sus,artnas triunfantes con-
tra la ;capital, que era la última posicion de los france-
ses en aqúella parte de .la isla. Se dió la batalla de Pa-
lo Hincado, en la que, Sanchez derrotó las disciplinadas
tropas del general francés I+ errand', el' cual no pudien-'
do soportar, la mengua de haber sido vencido por pai-:
sanos , se hizo saltar la tapa de los sesos de un pisto:.
letazo.
A consecuencia de esta victoria , cercó Sanchez la
ciudad con el auxilio de la escuadra inglesa , mandada
por el comodoro Criimby , quien desembarcó algunas
fuerzas á las órdenes del general Carmichael. Capitula-
ron los franceses en 11- de julio de 4809; el general
inglés tomó .11osesiUn de la ciudad y entregó el mando
y;autoridad al referidO Sanchez , á quien la junta cen-
tral de Sevilla nombró capitan general é intendente de
aquella colonia , luego que tuvo conocimiento de tan
importantes sucesos. De este modo volvió la España á
tomar posesion de dicha su antigua colonia , cuya •ad-'
q'uisición le fué reconocida por la, paz general'y se pro-
cl.anihrón solemnemente sus derec h os.
El contagio :de la insurreccion , que desde el prin-
cipio de la guerra con Bonaparte en 1808 se !labia.
comunicado . á algunos puntos del continente hispano-
. ,
americano-, alcanzó asimismo-con mas o menos fuerza'
á nuestras posesiones insulares ; pero aunque en dicho.
continente se encendió desde 1810 una guerra poóó;
noble y. generosa contra la madre patria, aprovecháu*;
dose de 1ayoSiciort apurada en Aue' la tenían los
huestes-de Napoleon , fueron tw leales -los dominica-
nos;. que . seMantuvieron tranquilos y adictos al legitimo
,Gobierrío hasta el 30 de novie.mbre•de 1821.
Hallándose esta colonia á aquella sazon sin m'uso].
dado. peninsular, y:gobernada por . un -hombre suma-
mente desc.uidado , como lo era el brigadier Di- Pascual
Real, pudo el auditor D. José Nuñez de Castro,
•sando ,de la omnímoda influencia que ejérciá .sobro
aquel jefe, y Tesentido :d que , e1 Gobierno español no
le-hubiera nombrado Oidor de , Puerto Príncipe., que
era, todo el:objeto de su ambicion ,.formarse un partido,
'el cual aunque no muy fuerte.pues que la oninion
pais le era poco favorable , fué suficiente para derrocar
la . autoridallegítima , la cual por su natural é imper-
donable abandona, no tenia 'organizado elemento algu-
no que la sostuviera. -
El partido francés , compuesto de los emigrados, al
ver los efímeros recursos conque contaba Nuñez para
consolidar sti usurpacion , se figuró que , ayudado con
-alguna fuerza de su nacion,.podria resucitar fácilmente
sus antiguos derechos ; y para llevar á término feliz es-
ta idea, envió una diputacion á la Martinica para invitar
al conde Doncelot , Capitan general de las islas franco.
sas , á une tomase en nombre de su Gobierno el pro-
tectorado, de Santo Domingo.
, Doncelot entró al momento en el. plan ; y cenit) se
figuró que el primer premie de esta empresa pudiera
.ser la posesion de la península de Samaná que con
tanto empeño y constancia babian deseado los france-
ses desde el tiempo de Luis XIV, apréstó una escuadra,
.cuyo mando ,contló al contra-almirante Jacob , con, ór-
denes de que se hiciera á la vela sin demora para Santo
Domingo ; pero por grande que fuera la actividad de
- . esta espedicion al presentarse delante del puerto
302
encontró con la inesperada novedad de que el general
mulato Boyer, presidente de la república de la parte oc-
cidental , á la que se habia (lado el nombre de Haity,
se habia apoderado de la expresada capital de Santo
Domingo.
Esta conquista la habla hecho Boyeraprovechándose
de la abierta escision en que se hallaba el partido fran-
cés con el de Nuñez. 'Y empleando 'asimismo ef cazmen-
te sus espías, 'y derramando parte''de los tesoros que
habia cogido al rey Cristóbal que mandaba en el Norte
de Haity , logró formarse alguí r partido , y preparar la
opinion para que con 'preferencia'á una mal organizada
república,' y al protectorado francés , se pronunciase el
país por su anexion á Haity ya que nada podía esperar
de su antigua metrópoli. Lo que tambien facilitó en
gran manera el logro de los deseos de Boyer fué la ri-
validad que desde mucho tiempo existia entre los habi-
tantes de la parte setentrional y los de la parte meri-
dional. Lob primeros, conocidos con el nombre de San-
tiagueros por el de su capital , que se han creido siem-
pre no valer menos que los segundos , se resintieron de
que .Nuñez no hubiera contado con ellos para los em-
pleos de Gobierno ; y su orgullo natural por haber sido
construida su ciudad por los primeros conquistadores,
excitado hábilmente por los emisarios de Boyer , fué lo
que acabó de decidirlos á favor de la anexion.
En estas circunstancias obró con mucha` destreza
el presidente de la República haitiana. Aunque desde
el momento en que obtuvo el mando supremo habia
deseado apoderarse de la parte española , para formar
de toda la isla mi estado indivisible é independiente; no
se habia atrevidol á dar ese paso , por que no se recono-
cia con fuerzas bastantes para desafiar el poder del Go-
bierno español , cuyo nombre ha sido mirado en todos
tiempos, y lo os del mismo : modo en el dia con el ma-
jor respeto por los haitianos ; mas luego que supo que
los mismos hijos de los espafioles se habian rebelah
contra su metrópoli ,ya no tuvo reparo en arrancar' de
ellos su usurpado dominio. Para llevar á cabo su em-
presa, se presentó á marchas forzadas con 12,000
hombres sobre la capital.; y como. Nuñez se hallaba en
la mayor impotencia para resistir á una espedicion , tan
formidable, hubo de entregar al referido Boyer su ile-
zitima y efímera autoridad.
Fué el dia 21 de enero de 1822 el en que ondeó por
primera vez en Santo Domingo la bandera haitiana; ;y
,en muy breve tiempo se la vió tremolar en todos los
pueblos de nuestra antigua colonia.
El contra-almirante Jacob, que segun se ha dicho,
llegó despues de verificado el cambio de dominio , se
Ærigióá Samaná y echó el ancla en aquella famosa
bahía. Uno de sus bergantines desembarcó algunas tro-
pas en Sabána-la-Mar , pueblo muy, chico de su parte
meridional , en donde formó algunos atrincheramien-
los sobre el camino que conduce á Santo Domingo. %-
hiendo trascurrido algunas semanas sin que hubiera es-
tallado movimiento alguno á favor de la Francia, como lo
habia esperado Jacob; y estrechado por Boyer, quien le
amenazó pasar á cuchillo á todos los franceses que tenia,
„en su poder si no se retiraba, hubo de abandonar la
tan deseada bahía de Samaná, y regresar á la Martinica.
Las esperanzas que habian concebido los domini-
canos de un gobierno recto y pacífico, á juzgar por las
primeras proclamas (le Boyer , en las que ofrecia que
no baria innovacion alguna, y que sería padre del pue-
blo mas bien que conquistador, se desvanecieron muy
pronto , habiendo en su lugar establecido un sistema
de opresion , desde que creyó asegurado el país con
una guarnicion respetable y con jefes y empleados,de
su completa devocion. Se , inauguró , pues , un gohier.
^}

sQ; de ..tanta dureza' y'ttránía; que cubrió de lntb"el"país.


Fuerótt . conlacados todtis''lóS bienes-do la iglesia, abo-
lidas ;las < órdenes monásticas , y privados los cónve+ntos
da sns rendas; . 1a universidad- y los`'colegiós fueron su-
:
ti ^"ri;r^raol;' y en su fugarse abrieron escuelás nacionales,
,diri+g'idás 'por -maestros ignorantes groseros ; el arzo-
Iispo-M1Dr. D. Pedro Valen y` Jimenez , prelado de in-
signes 'virtudes y de` gran :influencia en el país ; sufrió
inauditas humillaciones , y° se' vió precisado á emigrar
para la Habana , en donde murió á -poco tiempo ; se
abolió el uso de la lengua española 'en los tribunales, en
lodos los institutos y en todos los actos del Gobierno ; y
se la sustituyó la de los conquistadores; que era la )firan-
cesa; ó mas . bien 'un dialecto muy corrompido ' de la
misma.: . Finalmente se establecieron insoportables irn-
puostos Á; y se cometieron tantas es ^torsiones durante su
"miga dorxíinacion de 22 años , que habiaw llegado aque-
llos pobres habitantes al 'mayor grado-de desesperacion.
Ya habian trascurrido veinte de ellos cuando la re-
volucion de . Praslin , ocurrida en` ; llaity en 13 de
, marzo .de 1843 derribó á Iloyer de ' 'sil alto puesto.
.obligándolo á embarcarse para Jamaica , y elevó al po ,-
der áHerard Riviere , con el titulo de jefe de ejecucion.
1 Luego . que 'llegaron :las primeras noticias de aquella
i:,evolu.cion á Santo Domingo , se pronunció la opinion
.general : por las reformas políticas ; y temeroso de sus
•corrsecuenéias el general Gárrié; que mandaba el país
á nombre de; Boyer , se °ernbarcó precipitadamente para
Puerto-Príncipe ,• y al momento se formó una junta pro--
.vis.ional del partido español'; pero mientras que estaba
discutiendo las medidas que habian dé adoptarse , se
ilia5a:d-elantando con rapidez el' nuevo "jefe del Estado
por el caminó de Santiago de' la Vega ; y al Ile;;ar á
S:anto , -I')otningo, arrestó las persorias ` sospechosas y de
nmzyor.. i ufluenti4 ,;: y las 'erlvió` á-Puerto-Príncipe ; con
50g
lo pie quedó gortitiada'Ina preparada esplOnsion. 'Para' dár
más estabilidad e á -nla mando', carnbió los prinCipáles
funcionarios -nombrando Gobernador ei nvit á nLeen. He-
rard ,-37 1Comandante 'militar al General Deslrotte: y
-despues de haber echado mano de los fondos, alhajas
y ornamentos para indemnizarse nde los - .gastos den la
-guerra, regresó anPuerto-Príncipe, en donde convocó
inmediatamente á los diputados de 'toda la •isla . ;• para
-que reformasen 'la constitucion ; principiando por prO-
clamarse él mismo Presidente de Ilaity en 4 de enero
de 1844.
- Los diputados de .1a parte dominicana, que tam-
rbien concurrieron , .al citado congreso , y entre ellos
D. Buenaventura 'Baez , penúltimo presidente de esta
-república , nada podian adelantar en sus pretensiones
sobre que se' ampliasen los derechos poiiticos de los
blancos, y se les concediese el privilegio -de poseer
propiedades territoriales, por lo que , y no menos dis-
gustados al ve'r que se trataba de declarar la tolerancia
de cultos por la nueva constitucion , empezaron á tra-
bajar con los cónsules franceses, y con los jefes de la
escuadra de aquella nacion , para que favoreciesen la
sublevacion que deberia estallar muy pronto en Santo
Domingo, bien fuera bajo el nombre de protectores ó
de dueños, porque á todo se allanaban como se les li-
bertase de la tirania de los negros.
Descubiertas estas intrigas por los haitianos , fueron
arrestados los diputados dominicanos ; pero al poco
tiempo se les luso en libertad por la eficaz mediación
del cónsul francés de Haity.
En él entretanto iban siguiendo aquellas maniobras,
aunque ton mayor disimulo, y con un artificio que pu-
diera adormecer al Gobierno de g iviere : tal fué el dé
que diera el- exequatur para que el cónsul francéá i. nom-
-brado para el Cabo de Hayti, pasara á ejercer estas l'un
506
Gibones en Santo . Domingo, ya que gel terremoto de 1842,
que había destruido completamente aquel pueblo , ha-
cia innecesaria la .residencia consular en el citado'Cabo.
Los dominicanos, que vieron el primer cónsul francés en
su capital , dieron por segura la proteccion de la Fran-
cia y sus partidarios empezaron á lisonjearse con la
idea de que: se _ pudiera realizar la 'anexion que ellos de-
seaban , hallándose al frente de este partido el 'mismo
Baez;, no tanto por simpatías ó adhesion al enunciado
Gobierno , como por libertarse con tan poderoso apoyo
del yugo de los vengativos negros.
Empero el partido español, que era el mas fuerte y
al que mas favorecía la opiniorn: general , repugnaba
derramar su sangre en una revolucion que diera por
resultado cambiar de dueño: , no siendo .el legitimo,
ni el de su devocion; asi que un puñado de valientes pa-
triotas , distinguiéndose entre, ellos Ramon Mella , San-
chez Concha , Remigio del Castillo , Ramón Guerre-
ro , Puello y otros sin mas elementos que su entusias-
mo y decision , y el apoyo del pueblo del que no duda-
ban , se atrevieron á llevar adelante sus planes con co-
razon verdaderamente español. El General haitiano
Desgrotte que tuvo algttn aviso de estos, movimientos,
hizo llamar á su presencia .á . algunos de los presuntos
directores , y por temor ó por incertidumbre no se atre-
vió á proceder contra : ellos , habiéndose limitado á una
suave reprension ó mas bien advertencia y consejo , de
que no se mezclasen en proyectos revolucionarios que
habían de serles muy fatales.
Ya desde este momento conocieron cine era preciso
dar . el golpe , y poseidos de la mas firme resolucion y
heróico valor se reunieron en la noche del 27 de fe-
brero de 1844 en diferentes casas cerca de la puerta
llamada del Conde desde las que se precipitaron brus-
camente sobre la guardia , que fué desarmada en el. ae-
307
-to : al misrrio tiempo y con igual sorpresa fueronrtonia-
dos los demás,puestos militares ; y lau tropa que.se, salvó
de estos rápidos é inesperados ataques, hubo de reti-
rarse á la ,ciudadela. El General Desgrotte ,.que creyó
mas serio 'y formal este movimiento , ál que se le supo
dar artificiosamente una gran importancia ,. no habien-
do sido en realidad sino una calaverada, aunque de muy
búena ley , y efecto de .ún temerario arrojo, pidió capi-
tulacion al dia siguiente por conducto: del cónsul fran-
cés, y fué embarcado con sus tropas para Puerto Prínci-
pe. Dado este primer pasó con un éxito tan completo,
que superó de mucho las esperanzas aun de los mas en-
tusiastas y confiados, todos los demás puntos militares
:siguieron el ejemplo de la capital, y en breve tiempo
no quedó un solo haitiano . en todo el territorio' domi-
nicano.
Se nombró al instante una junta provisional para
que formulase una'Constitucion y tomara medidas enér-
gicas á fin de defender esta nueva república de la fero-
cidad de sus vecinos los cuales era de suponer que se
presentarian muy pronto con fuerzas respetables á
borrar la mancha de su vergonzosa derrota.
Los dos hermanos mellizos, D. Pedro y D. Ramon
Santana , de pura sangre española ymuy adictos á su
cuna, habitaban en la provincia del Seiboo á dos jorna-
das de Santo Domingo, dedicados á la crianza de. gana-
do ; y como era muy conocida la influencia de aquellos
buenos patricios sobre ellpaís , y su aversion al' yugo es-
tranjero , hablan sido presos poco antes-que 'estallara la
revolucion , y conducidos para Puerto Príncipe ; pero
en el camino lograron fugarse de las manos del presi-
dente Riviere. No es`,` pues esti'año que los 'Santanas
fueran los prirneros que proclamasen la independencia
de la república en su provincia , tan luego como supie-
ron iós movimientos de la capital, yen su consecuencia,
7,06
. :ylptesnimien do :rife Ter preSiden te haitiano- haljia 'de
)gár rápida-mente- con.: sus ituéstes . á Santo Dorningo hi-
-,cieron todos sus esfuerzes para sublevar el. país. ASÍ,
que , hubieren. rounilda . lí000 -hombres . ; se
presentó . contlios dl Gobierno provisional el, mayor de
-Tos hermanos 11 . :Pedro :, habiéndose'quedado el otro én
111 casa vara tuidardesus haciendas.' ' : '•
Era muy justo y muy fundado el temor qe" quelds
laitianos habian de desplegar en esta .ocasion todos 'sus
-recursos para 'vengarse de los , do minica nós : los diputa-
doS•do •este ,paiS:,que se hallaban::en Puerto-Príncipe,
con gran trabajo lograron .fugarse y sustraerse , á la ira
, de - sus ,enemigos,Dada la voz' alarma en Pue rto-Pri n-
se, Fuá°, :in media tamente sobre las . 'ami as • toda la
'guardia nacional haitiana,yei presidente Riviere fué
autorizado por su asamblea ó congreso para tomar el
mando dé la espedicion quelabia de salir sin demora
á invadir el territorio-dominicano..En.tanto que Rivie-
re marchaba con 20,000 hombres por 11 . Sur sobre
Azua que. dista veinte y tres leguas de la capital de los
• insurrectos , dió órden á su general Pierrot qne manda-
ba en el cabo haitiano, de que se dirigiera por el norte
con 10,000 hombres, y d que luego. que se hubiera
apoderado de Santiago pasara á reunirse con él en San-
to Dorhingo.
informados oportunamente los santiagueros de los
movimientos de Pierrot por un habitante del 'Cabo, lla-
mado D. Teodoro Heneken, q- ne salió de noche yen un
pequeño bote á dar estos avisos al 'entonces coronel Me-
llaque mandaba , en Santiago hiñeron . algun tiempo
para 'prepararse á la- defensa. Resueltos á "esperar al
,enemi0 en la ciudad , colocaron en,buena posicion dos
cañones que ,en otro tiempo hahian cogido á los frah-
.ceses. Al Ilegar,los . haitianos á la sabana frente al r cita-
,do . pueblo,„ mandó su general' desplegarlüs en batalla,
SME
fiu rábdo4 que!: bsthr *pa rato •. Ostentoso sería; thastatntel
para intimidar á',Ios dominicanos.: 'pero cuand'oiercsiik
que la' metralla', de 10' artillería; , hábilmente, dirigida "¡Jor,
los santidgueródrabria granclesIlilrYces en las -alas de-sül
ejército,- y cuando observaron que la suta, cohlpuestd
de otros dos cañones que hablian traida de l'hay ,no po,
dia servirles : , porque' las .únicas' balas que tenian erarr
de distinto ealib're , empezaron desalentarse y huir'
en dispersion. Así'concluyó esta batalla que fué de las-
mas gloriosas de los dominicanos ;ocurrida en 50 de
mayo de dicho año de 1844.
_Ya once dias antes, et;,' decir :en 19 del propio mes
se habia presentado en Azua el presidente Riviere con
la fuerza principal' tlesu ejéreitoy 'labia sido recibidd,
con un bien nutrias fuego por los seibanos, mandados
por el esforzado D. Pedro Santana; pero como este be-
nemérito patricio se haltase' con pocas municiones, y
no se considerara bastante fuerte para resistir á las
huestes enemigas tan superiores en número, 'resolvió-5.
evacuar á Azua al dia siguiente; y 'étiando trAtaba 'de.'
llevar á efecto su retirada ' 3 'observó-que los haitianos,,
intempestivamente alarmados , se entregaban á una de-.
sercion vergonzosa; de cuya circunstancia favorable se
aprovechó para tornar la ofensiva Cayendo' sobre ellos'
,
con nuevo -vigor , y obteniendo así -una 'completa vic-
toria. ,
Este desgraciado suceso para los' haitianos , y el.re»:
vés 4,tie á íos pocos dias habla sufrido Pierrot en San.-'
tiager; fueron atribuidos lila mala . direccion de Riviere;
y preparando el mismo Pierrot los ánimos á su faver,
levantó et estandarte de la rehelion á su regreso á ea»
ho ; á cuyos desleales impulsos hubo de suctnn•-
bir dicho presidente Riviere, quien por órden de la
asamblea se vioprecisadó,á entregar el mando de las'
tropas al general Souffren y volver á Pnerto-Principó.
31tY
en completa desgracia» su llegada ,fué declarado in-
digno , de la presidencia, y salió desterrado para Jamáica.
, .•La revolucion de Puerto-Príncipe , y las sucesivas
divisiones en 'que se vió envuelta la república de Ilaity,
dieron alguna tregua á los dominicanos para organizar-
se, y para hacer todos. sus-preparativos contra ulteriores.
ataques que eran de temerse, habiéndose adoptado al
mismo tiempo una medida que el pueblo creyó de sal-
vacion , cual fué la de nombrar ,á Santana primer pre-
siclente pat echo años.


CAPITULO LI.

Primoras misiones :sdiplomáticas de Santo Domingo,


conttnuacion de su historia.

.A pesar de la imena suerte con que los dominica--


nos se hablan visto . en sus empresas contra
los negros _de ilaity ,, no podian menos de vivir en una
continua zozobra al pensar que pudiera llegar un dia
que los abandonase la fortuna;. ' en cuyo caso no podian
esperar áracia. ,alguna enemigos: tan encarnizados.
Conocieron por ,lo tanto, que les era ,necesaria la pro:.T
teccion. Je algun_ gobierno europeo y con absoluta pro-
ferencia la de la España , con cuya. nacion los ligaban',
los mas poderosos vínculos de sangre, del idioma , cos.
tumbres , religión y carácter. El primero que llevó el
encargo,de ,dar•pasos oficios.os en la córte, fuel). .luan:
Abril, honrado negociante español , establecido des4e1
algunos años en Santo Domingo,: el cual habiendo lega-
do. á ,Madrid en 1845 y empleado siete &ocho meses,'
en 4u,comision , habiendo seguido A la cérte á ,Áragoo,
y,Cataluña,y tenido varias audiencias con los, mihistros,
«b:tvyo mg resultado tan favorable Comof
esperaba:, porque van, decidirse la,-España tr,em*a
511:
de nüevo su pabellon en aquellas playas, era•preciSo
conciliar no pocas consideraciones políticas, y consultar
así mismo intereses materiales, lo cual exigia Una ma-
dura y detenida reflexion.
Empeto las lisonjeras 'noticias 'que llevó Abtil á
Santo Domingo de la benevolencia con que habian sido
oidas sus proposiciones por el Gobierno de S. M., así
como de las distinciones con que habia sido honrado,
fueron un nuevo estímulo para que se nombrase otra
comision mas solemne, compuesta de tres personas de
las mas respetables del país , corno lo fueron los seño-
res Baez (1) que ha ejercido sucesivamente la presi-
dencia , Aibar que 'fié su ministro de la Guerra , y el
negociante Medran°.
Salió pues para Europa esta comision en 1847 con
varias cartas de recomendacion del . Capitan general de
Puerto-Rico , á las cuales se debió en gran manera la
buena acogida que tuvo en Madrid. Como al pasar por
París , hubiera iniciado sus gestiones diplomáticas con
nuestro embajador en aquella córte, así como con él de
Inglaterra que se hallaba accidentalmente' en la Capital:
de Francia, era ya conocida esta mision cuando
comisionados se presentaron al Gobierno de S. M.
• Fueron muy fatales al parecer'paraS el éxito de la'

(1). El señor Baez , que al principio de ésta revolucion no se


mostró muy ansios- o por , secundarla, sin duda porque atravesaba
sus designios y los planes que indudablemente tenia combinados
con la Francia, cuyo protectorado solicitaba con el mas ardiente
empeño ,lábia sido mirado con bastante desconfianza hasta el
ponto de querérs ele atribuir alguna inteligencia con el jefe negro,
-
por lo dial fué arrestado , y aun despues de puesto en libertad
hubo de estar oculto por algun tiempo ; pero su conducta sucesiva
puso bien en claro su patriotismo. Sin embargo , se re.sucitarol
aquellos cargos' 'contra el referido funcionario „cuando se trató 'di,"
desterrado de la isla en 1853.
misma , las re.petidas mudanzas : ministeriales ocurridas
en, aquella epoca , pues que cuando se• .empezahan á
tratar con la debida atencion estas cuestiones , entraba
en el poder otro ministro que necesitaba de algun tierno
po para' enterarse de ellas.;. así.,que de, u p o en otro- pa-
saron dos años sikque se hubiera llegado á tomar una
resolucion definitiva, sin embargo de haber obtenido
do los diversos ministerios esperanzas lisonjeras, y pala-
bras do consuelo y de :verdadera simpatía.
, Viendo los referidos comisionados, las dificultades de
venir á una, en un negocio de tanta, impor-
tancia., resolvieron pasar á París y Lóndres para pedir
el reconociiniento de su ,independencia , cuya opera-,
cion diplomática , á falta de la proteccion directa de la
España creian que podia ser bastante ,para contener
desde Juego las invasiones de los, haitianos , tan temi-
bles en todos. conceptos. Eri sus primeros pasos con la
Inglaterra salieron desairados :, DO lo fueron tanto, en
Francia ,, ,en donde por haber estallado poco antes la , re-
volucion entraron en negociaciones con el Gobierno
provisional, con el que habian tratado para que remi-
tiese á, Santo Domingo , en lugar de la Cayena, 5,000
desterrados políticos, quienes fOrmarian el núcleo de
upa imnigracion que podria ampliarse indefinidamen-
te , ya que un pais tan estenso, como lo ew la actual re-
pública dominicana, que comprende por lo 'menos 7,000
millas cuadradas, de_ territorio es susceptible dé una
poblacion de un millón de habitantes sobre los 150,000
que son los que ahora posee.
Alarmada al parecer la Inglaterra por el giro que
tornaban estas negociaciones, nombró un cónsul para
Santo Domingo', sin haber contado'para ello con los co-
misionados. Apenas vieron estos en los papeles públicox
aquel nombramiento, infirieron, y' con • razon , que el
Gobierno de S. M. B. habia adoptado una política mas
Y
favorable á sus miras ; por lo cual se pusieron de nuevo
en camino para Ilóndres y obtuvieron el reconocimiento
de su independencia. La Francia no se descuidó en'
entablar iguales relaciones sobre dicho reconocimiento,
y supo darlas un impulso' todavía 'más rápido , por `ma-
nera . que el cónsul que -norrrbró para el referido puerto
de Santo DonairrgO, llegó á'su destino antes (pie el in-
glés; este ajustó con los dominicanos en 4849 trn tra-
tado comercial ; y sobre las mismas bases y condicio-
nes ajustó otro la Francia en 1852, habiendo tambiera
firmado el suyó la Dinamarca cn el año arr'erior.
Los anglo-americanos que acechan de cerca los mo-
vimientos de la política europea , y con mayor empeño
cuando se rozan con los paises "de Ultramar , enviaron :
á muy poco tie:rnpo de estos sucesos , un agente comer.-
cial á Santo Don-iIinzo , `;a 'que por no haber reconocido,
la independencia , no poalian darle otro carácter.
Despues de haber pasado en revista esta parte de la
historia diplomática, volveré á la local.
Esta república habia rlisl'rtitas,o de tranquilidad des- '
de la caaiclta de Riviere , presidente de Haity , ya podas
disensiones en que halan quedado envueltos los ne-
gros, ya por la actitud irnpo=acrate :de. Santana y por 'la
influencia moral que ejércia , corno taaraal)iert por los es-
fuerzos de la diplomacia , que robustecian los derechos
de la nacion dominicana. Empero cansado Santana-de
la vida pública , quiso retirarse aí la privada , y - dejó la
presidencia antes de concluir los primeros cuatro años
del plazo de ocho ; por el que le fuera conferida. Nom-
brado en su lugar en 18I8 el general Jirrenez;' Baez y
sus colega resolvieron -retirarse á su pars ,.por no con-
siderar ya-válidos sus poderes desdo geie'lralai,i'cambiadc ►
el jefe del Estado, y llegaron á,Saarrto Domingo en -el
mismo año , v en compañia del 'primer cónsul inglés
Sir tióbertu Scl-iornlartrgli.
21
314
Se hallaba á aquella sazori de presidente de Haity el
que es ahora emperador con el nombre de Faustino
Soulouque; y como hubiera concebido el plan de re-
conquistar la parte oriental , y de obligar á los insurgen-
tes dominicanos , como él los apellidaba, á volver á su
obediencia , preparó un ejército respetable con el que
rompió su marcha en 1849, y llegó sin ningun tropiezo
á Ocoa.
Las medidas que el general Jimenez tomó para con-
tener al orgulloso enemigo, fueron tan torpes y tan des-
graciadas, como era de esperar de la total carencia de
dotes militares y políticas de aquel jefe. El partido de.
Santana, que Babia cedido de antemano el campo al de
Jimenez, viendo la patria en peligro , trató . de entrar
nuevamente en accion, mayormente desde que obser-
vó que el ejército tan sinceramente adicto á. su an-
tiguo general, como opuesto y sin confianza al nuevo
caudillo, se liabi,a desmoralizado completamente. Azua
'labia sido evacuada y se hallaba en poder de los hai-
tianos ; se 'labia esparcido la alarma por todo el pais, y
se pedia á gritos que Santana fuera colocado á la cabe-
za del ejército; así que Jimenez se 'vió forzado á con-
descender con esta exigencia, y sus ministros que no lo
odiaban menos, se vieron precisados tambien á firmar
el decreto de su elevacion al mando superior de las
armas. Santana admitió aquella mision en las circuns-
tancias mas aflictivas ; pero confiando en su buena es-
trella, despreciando el peligro, y sin pararse á meditar
en el cálculo de las probabilidades, que bajo todos con-
ceptos estaban en su contra, reunió los restós disper-
sos del ejército dominicano que en el principio llegaron
• tan solo á unos 500 soldados, con . cuya escasa fuerza,
aunque de toda su confianza, se atrevió á atacar en 21 de
abril de 1849 al orgulloso enemigo, que al 'favor de un
ejército veinte veces mas numeroso que el suyo, daba
315.
por seguro su triunfo. Se díó la batalla que lleva el
mismo nombre de Ocoa ; los haitianos, mandados por
Soulouque en persona, fueron derrotados; y perdiendo
su artillería y abandonando el campo cubierto de cadá-
veres, se entregaron á una fuga desordenada, talando
en su retirada el pais que iban pisando, y dejando por
todas partes bien marcadas las huellas de su espíritu
devastador.
Arrebatados de gozo los dominicanos por una vic-
toria tan insigne como inesperada , quisieron que San-
tana pasara á la capital á pónerse á la cabeza de la pre-
sidencia , que el inepto Jimenez no debia retener mas
tiempo en su mano, habiendo perdido la confianza del
pueblo. A medida que Santana iba adelantándose sóbre
Santo Domingo, se reforzaba su ejército con nuevos y
muy adictos partidarios, con los cuales hubo de poner
sitio á la ciudad que el referido Jimenez habia resuelto
defender á todo trance. Empero cortada toda comuni-
cacion, é interceptados sus abastos, empezó á sufrir la
consiguiente penuria ; y la poblacion consternada pidió
y obtuvo la rnediacion de los cónsules para que Jime-
nez resignara -el mando y se embarcára en un buque
inglés de guerra para Curazao. Ejecutado así, volvieron
á sus casas los principales patricios que por salvarse de
la furia del aborrecido Jimenez, habian tenido que bus-
car un asilo en los consulados; renació la calma, y Santa-
na hizo su entrada triunfal en la ciudad al dia siguiente.
Para que no se creyera que la ambicion del mando
era la que habia movido á Santana á derrocar el go-
bierno de Jimenez, no quiso admitir la presidencia que
le fuera ofrecida, y aunque se brindó con ella á Tiaez,
tarnbien éste la rehusó por iguales consideraciones, por ,
lo cual vino á parar de rechazo á manos de un viejo en-
fermizo, llamado Espallar el cual la dejó muy pronto
por incapacidad física, y entónces fue aceptada por el
316
espresadó Baez, quien tomó posesion de ella en 15 de
febrero de 1849.
A poco tiempo de haber. entrado Baez en el mando
de aquella república, hubo de desplegar todos los recur-
sos de su ingenio para rechazar los ataques de los haitia-
nos, los cuales escitados por algunos emigrados , y en-
tre ellos el.. mismo Jimenez que pasó á abrazar su ban-
dera, y que continúa al servicio de dicho imperio con
el título de 'príncipe de Santo Domingo, amenazaban
poner en peligro la república dominicana. Conociendo
Baez que el modo de contener las invasiones, habia de
ser el de hostilizan sus costas, dirigió dos buques de
guerra .hacia las del Sur, con los cuales logró incendiar.
el pueblo de L'An.se cí Pitre, poner en fuga á los habitan-
tes de Sale-Trou, con pérdida de alguna gente y de ga-
nado, y apoderarse de una goleta haitiana cargada de
provisiones, y echar á pique siete barcos mercantes, in-
troduciendo así el terror en la costa.
Habiendo regresado 'á Santo Domingo los mencio-
nados buques expedicionarios, cargados de trofeos , tra-
tó el Gobierno de que hiciesen á poco tiempo otra sali-
da con fuerzas mayores, que .fué no menos favorable que
la primera, pues que habiendo fondeado en la Petite
Riv.iere, y. desembarcado sus ' tripulaciones , lograron
poner en fuga á los soldados que guarnecian aquel pun-
to tomándoles dos banderas-, reducir á cenizas el pue-
blo, y dispersar á; cañonazos á los habitantes de Dame
Márie. Y á su regreso sostuvieron los tres corsarios,
El Santana , La Constitueion, y 'el 2-7 de febrero en
las aguas de los cayos un combate, que sin embargo de
su desigualdad, puso :en fuga 'á cinco buques haitia-
nos que estuvieron á pique de ser apresados.
Considerando los dominicanos que la marina, en la
que han tenido •1iempre alguna superioridad,:.baria de
sed su principal 'baluarte .contra las agresiones de sus
enemigos, se han dedicado á fomentarla ,con la ideajde
atacar las costas de Haity, siempre que aquel' Gobier-
no trate de hacer alguna invasion por tierra.
Aunque ya había principiado la mediacion de la.In-
glaterra, Francia y Estados Unidos, segun se dirá en la
historia de Haity, á la que corresponde esencialmente,
no por eso dejaron de cometerse algunas -hostilidades
por las fronteras, y la principal de ellas en 29 de : mayo
de 1851. En una de sus tentativas trataron de sorpren-
der á los dominicanos, presentándose como emisarios
de paz en un punto , mientras que dirigian sus ataques
sobre la poblacion de Neiha; pero él entonces coronel
y ahora general Aibar castigó la alevosía en los campos
de Postrer Reo, rechazando las huestes haitianas, que
en vergonzosa fuga repasaron la línea, arrojando las :ar-
mas y ocultándose en los bosques.
En el mismo año se presentó en la república domi-
nicana Mr. Hardy con el carácter de agente, oficioso,
manifestando de parte de los haitianos los. buenos de-
seos de un arreglo que terminase todas sus diferencias;
pero mientras se ocupaban de estas negociaciones, se
presentaron los enemigos eón fuerzas considerables en
Juana rendez, que es otro punto de la línea fronteriza.
Fué preciso torear entonces las medidas mas enérgicas
para poner el pais en estado de defensa. El titulado, li-
bertador de la patria, Santana, cuyos servicios han sido
en todas épocas tan recomendables, á pesar del mal esta-
do de su salud, organizó tropas, y ocupó el puesto que le
fuera señalado por el Gobierno. Todos los pueblos de San-
tiago y la Vega, acudieron á las armas con un entusias-
mo sin ejemplo. y en poco tiempo se reunieron sobre
las fronteras 8,000 combatientes, que frustraron com-
pletamente los planes del enemigo. La escuadra salió
asimismo á la''rriar llevando á su bordo al segundo
regimiento de la provincia; r el mismo presidente,
518
acompañado de un cuerpo de caballería y de algunos
jefes y oficiales, se constituyó personalmente en el tea-
tro de los sucesos para compartir las molestias y peli-
gros con sus compañeros de armas; pero el imponente
aparato de la fuerza y de la decision de los dominicanos
hizo que los_ soldados de Soulouque pronunciaran su re-
tirada sin haber llegado á las manos.
A consecuencia de estos sucesos, y por mediacion de
las antedichas naciones, se firmó en noviembre de 1851
una tregua de un año, precursora de otra de diez, ya
que no fuera de la paz definitiva, que empeñaba enér-
gicamente la atencion de las mencionadas potencias. Y
aunque ha terminado dicha tregua, y no se ha renova-
do oficialmente, se conservan sin embargo ambos paises
en estado suspensivo de hostilidades, merced á la in-
fluencia de la Francia y la Inglaterra , y á- la opinion
que se ha logrado crear en ambos, partidos beligeran-
tes, de que la guerra no puede convenir ni ,á los unos ni
á los otros. Es por lo tanto de esperar que con tan
buenos elementos puedan contenerse las hostilidades, y
aun mejor si en la balanza de la mediacion entra de al-
gun modo mas ó menos directo la influencia de la Es-
paña, de la que parece se ha ocupado el general Mella,
que llegó á Madrid á principios de este año con una
mision especial del Gobierno dominicano.
En 15 de febrero de 1855, que era el de la conclu
sion del cuatrenio de la presidencia de Baez , entregó
el mando á su digno sucesor el general Santana , ha-
biendo en su última alocucion pasado en revista los
principales actos de su administracion que no pueden
menos de recomendarla en alto grado : tales fueron
además de los tratados de comercio ajustados con Fran-
cia , Inglaterra y Dinamarca , además de haber sosteni-
do la República contra los embates de . toda clase de
enemigos , interiores y esteriores , el establecimiento de
^i9
un colegio para las clases de literatura , filosofía , mate-
máticas , -derecho civil y medicina ; la , amnistía á variós
ciudadanos-ausentes por faltas políticas ; reglas dictadas
con oportunidad para el reclutamiento de tropas , ven-
tajosas á un tiempo al mismo ejército y á la poblacion;
disposiciones benéficas en favor de .los invalidados en
en el servicio del Estado ; . la compra de un vapor ele
-
guerra para sostener la superioridad marítima sobre
las costas ; la adquisicion de electos de guerra para
aumentar la defensa del país ; la amortizacion de una
parte del papel moneda ; acertadas providencias para
impedir que los estranjeros , abusando de la hospitali-
dad y filantropía dominicana , tratáran de hacer algu.
na agresion sobre su misma independencia, ó sobre
las Antillas vecinas ; la construccion de un faro de
hierro , tan necesario para la entrada del puerto de
jr
Santo Domingo ; finalmente otra porcion de disposicio-
nes salvadoras y asiur ismo - de bien entendida adminis
tracioii , que harán . ocupar al referido Baez un lugar
distinguido entre los patricios dominicanos.
Por estas razones causó la mayor estrañeza que á los
cuatro meses de sú separacion del mando', y por decre.
to de 5 de Julio de 1855 fuera esptílsado de la repúbli-
ca por severos cargos, en los cuales el historiador no
puede menos de encontrar una manifiesta, cóntradiccion.
Si cl espresado Baez' cometió , antes de sera revestido
de la presidencia , los . actos de perfidia que se le han
querido atribuir , seria inmensa la responsabilidad del
Congreso y del pueblo., que con los supuestos antece-
dentes le hubiera confiado el cargo .mas importante de
'la república. De presumir es por lo tanto que la'l)erse-
cucion que en el dia está sufriendo , aquel funcionario,
sea un verdadero ostracismo , tan-comun y tan frecuen-
te en las repúblicas antiguas y modernas , cuando un
'ciudadano ha adquirido Una popularidad tan escesiva
520
,que puede embarazar la:accion del :Gobierno, ó cuando
por circunstancias especiales ha promovido la oposicion
de algun partido influyente , que necesita alejar aquel
estorbo de sus planes y designios.
Debe esperarse sin embargo que subordinando estas
querellas parciales é intempestivas alarmas, á la utilidad
y conveniencia pública , ,vuelva aquel ilustre ciudadano
al seno de su patria , prestando á su ilustre sucesor los
buenos servicios propios de su talento , de su práctica
en los negocios públicos , y de su , entusiasmo nacional.

CAPITULO LII.

Parte política de la República dominicana.

Todo el empeño de los que gobiernan é influyen en


aquel país, y á su frente el actual jefe supremo el Gene-
ral Santana , debe dirigirse, y se dirige en realidad á no
caer en manos de sus encarnizados enemigos los negros
de IHaity. No hay sacrificio al que no st scriban para sal-
varse de Ean grave peligro.. El antiguo presidente . Baez,
que desde el principio de la:revolucion, estuvo encarga-
do de la parte diplomática , ya como Diputado de su
país cuando en él mandaban los negros, ya como conse-
jero de Santana , ya como agente comisionado para las
córtes de España, Francia é Inglaterra y ya como jefe
del Estado, se convenció desde luego, del mismo modo
que todos los hombres pensadores de aquella República,
de que sin, el apo y o de una gran nacion , tarde ó tem-
prano habia (le sucumbir al imperio de los negros, que
cuenta con una poblacion cuatro ó cinco veces mayor.
Segun se ha dicho en la seccion histórica , sus pri-
meros pasos para que se lograse el objeto ele sus de-
,seos , fueron dirigidos á buscar á su natural protector,
que lo es el trono español , cuya dominacion sobre esta
32!
su antigua colonia , líabria sido aceptada eh cambio 'de
tan sublitne beneficio si así se hubiera exigido. Y có-
mo no se hubiera obtenido una resolucion definitiva
con la urgencia que la crítica situacion de los domini-
canos demandaba solicitó el reconocimiento de la In-
glaterra , y ofreció el protectorado á la Francia: A falta
de la España, es esta última nacion la que tiene mayo-
res simpatías en el país, y señaladamente con Baez,
_quien dejó marcada de un imido bien claro su oposi-
cion á la Inglaterra. , y aun mas á los Estados Unidos.
Su desconfianza de la Inglaterra la fundaba enla'creen-
cia de que pudiera estas inclinada á favor de los ne-
gros de Haity por un efecto de sus filantrópicos pro-
yectos de emancipar todos los esclavos de las Antillas,
cuyo resultado había de ser el de dar una inmensa fuer-
za que les abriese el camino pana uncir á su carro á los
dominicanos.
Se confirmó Baez en su opinion al ver el arriesgado
y equívoco paso que dieron los cónsules ingleses tras.
mitiendole las proposiciones de .Soulouque , reducidas á
ofrecerle la presidencia vitalicia de Santo Domingo , y
á Santana el mando general de las armas, si 'se unían
á su imperio, adoptando, la bandera haitiana, ó lo que
es lo mismo, abdicando su nacionalidad.
La irritacion que causó en el país esta interesada
oficiosidad inglesa , indispuso de tal modo al presidente
Baez con el cónsul Sir Roberto Schoniburgk , que no
volvieron á hablarse sino de negocios rigurosamente de
oficio , hasta que para hacer mas cumplido el obsequio-
so banquete que dió el 25 de diciembre. de 1855 al
comandante y oficialidad del vapor de guerra Isabel II,
á cuyo bordo habia yo venido i Santo Domingo en des-
empeño de una comisiori especial se entabló entre
ambos una reconciliacion aparente.
No ha sido menor la desconfianza sobre Ios ariglo-
522
americanos, porque han dado .demasiado á conocer sus
ambiciosas ideas de apoderarse del país por via de la
anexión que ya se ha propuesto por medios indirectos,
ó bien echando mano de otros recursos de -que me
ocuparé mas adelante.
La Francia , que desde el tiempo de' Luis XIV ha
estado deseando ejercer su influencia sobre esta parte
de Santo Domingo , y posesionarse de la famosa penín-
sula de Samaná , es de presumir que habria aceptado
el protectorado , si hubiera sido conciliable con la po-
lítica inglesa ; m'as no por eso ha dejado de proteger á
dicha república por todos los medios que han estado á
su alcance. Así que cuando Baez desde el principio de
su presidencia en 1849 se dirigió á aquel Gobierno pa-
ra que mediara con el de Haity á fin de que se pu-
siera un término al estado de guerra en que se halla»
ban ambos pueblos , la Francia acogió favorablemente
la idea, y tornando la .. iniciativa con la Inglaterra y los
EstadosUnidos, se pusieron de acuerdo las tres poten-
cias para dar sus órdenes é instrucciones á sus respec-
tivos cónsules.. Principiaron con efecto sus negociacio-
nes con el emperador Soulouque , pero estuvieron al-
gun tiempo suspensas porque. el agente inglés, acredita-
do en Haity, había presentado con = anterioridad por con-
ducto del de Santo Domingo y en nombre del Empera-
dor las proposiciones de paz de que he hecho mencion,
y que tan mal efecto hablan producido en el gobierno
dominicano por las injuriosas condiciones que le ser-
vian de base.
Desengañados los agentes ingleses de Io impractica-
ble de aquel proyecto , desistieron completamente de
cuanto pudiera tener con él la menor relacion , y se
unieron al parecer con sinceridad`, á los franceses y
angloamericanos para intimar á Soulouque en nombre
de las tres naciones, que si trataba de invadir la re-
323
pública dominicana , se tomarían medidas coercitivas
á fin, de impedirlo. Corno á' esta nota dirigida en 19 de
diciembre de 1850 no se hubiera dado la debida con-
testacion , pasaron los agentes de dichas tres naciones
la segunda nota de 11 de febrero de 1851 exigiendo
una respuesta categórica á los dos estremos á que que-
daba reducida la cuestion , á saber ; ó á firmar una paz
sólida ó por lo menos á ajustar una tregua de diez años.
Soulouque contestó que un negocio tan grave debia
examinarse muy detenidamente , y á este fin nombró
una comision ; pero replicaron dichos agentes que no
podian entrar en discusion sobre aquellas materias, por-
que su mision era la de ajustar la paz ó la tregua.
Por estos medios enérgicos de las mencionadas po-
tencias, y con treguas parciales, acordadas en tanto que
se decidia el punto principal , que los haitianos han elu-
dido con mucho estudio , se han podido contener sus
invasiones, si bien y á pesar de sus formales compromi-
sos, han intentado algunas violentas irrupciones segun
se ha dicho en la seccion histórica
De los agentes de las potencias mediadoras , á quie-
nes el Gobierno dominicano presentó oportunamente
sus quejas por haber consentido tamañas infracciones, ó
cuando menos por haber tolerado . que tan descarada-
mente se faltase al respeto que debiera tener por ellas
el haitiano, ninguna respuesta satisfactoria obtuvo el
primero, ni se sabe que hubieran esforzado demasiado
sus conminaciones al segundo , ya que admitieron al
parecer por válidas las efímeras escasas que dieron di-
chos haitianos, de que aquellos movimientos hostiles
tan repetidos, no hablan sido ordenados , sino cometidos
por insubordinacion de la soldadesca.
A poco tiempo de la segunda de las indicadas irrup-
ciones , que fuó la de Juana Mendez , se propuso una
tregua de un año á los dominicanos, los cuales se confor-
524
maron con ella cuando á las objeciones que hicieron
de que aquella disposicion no estaba en armonía con la
cuestion primitiva , contestaron los agentes que dicha
medida sería provisional en tanto que se resolviera la
decisiva de la paz, ó de la tregua de diez años.
En el mes de noviembre de 1852 concluyó aquella
tregua , llamada provisional , sin que se haya visto un
resultarlo definitivo; por lo cual ha estado constante-
mente' la República dominicana, y continúa no poco in-
quieta y alarmada , á pesar de las seguridades que le
-han dado las potencias mediadoras ,' de que contendrán
las irrupciones del' emperador Soulouque ; y lo que au-
menta su desasosiego , es el recelo de que al parecer la
Inglaterra no manifieste un empeño tan franco y tan
decidido como la En rancia para que cese de una vez
aquel estado de zozobra y de desconfianza mediante un
tratado sólidamente concluido. Los Estados Unidos no
han querido reconocer la .independencia de los domi-
nicanos ; y esta repugnancia , que no la han tenido por
cierto con respecto á las demás colonias españolas , ha-
ce pensar que pueda llevar envueltas algunas miras en-
cubiertas de anexion ó de dominio , aprovechando cir-
cunstancias favorables que puedan ofrecerles el logro de
sus deseos.
Dudosos por lo menos los dominicanos en cuanto á
planes ó fines ulteriores-de los ingleses y angloamerica-
nos , por las razones enunciadas anteriormente , no es
estraño que sin dejar de apreciar la proteccion que es-
tas dos naciones quieran dispensarles , tengan: una con-
fianza mayor en la España y en la Francia , y esten mas
dispuestos á solicitar su apoyo moral y aun el material
del modo y en la forma que se crea mas conveniente.
Inclinados los dominicanos á favor de la España , su an-
tigua metrópoli, cuyo ilustre origen forma todo su orgu-
llo, y no solo de los blancos , sino de la gente de color,
525
no debe causar aclrniracion que la opinion pública esté
pronunciada á favor dela nacion que tiene la misma
lengua , religion, carácter y costumbres. En prueba- de
lo arraigado que se halla este sentimiento nacional., es
curioso observar que al, hablar aquellos habitantes .de
su patria , agreguen siempre el dictado de español ; y
aun los mismos negros de la parte dominicana dándose
el- honroso nombrarle morenos españoles, se consideran
por muy superiores á los de Haiti , contra los cuales se
les ha visto arrojarse en sus peleas con frenético furor, ..
dándoles la depresiva palabra de perros negros , aunque
unos y otros sean del mismo color ; cuyo dictado inju-
rioso de ningun modo creen los dominicanos que pueda:
comprenderlos , ya que pretenden haber sido lavados
con el bautismo de la: España.
De la grande ad,hesion y entusiasmo de aquellos
pueblos pueden dar fé las tripulaciones de los buques
de guerra de S. M. que se han presentado por sus cos-
tas, y señaladamente delante de su capital , y de un
modo mas espresivo todavía la primera flotilla que se
presentó á poco _íieompo de haberse emancipado del yu-
go haitiano. Creyendo los dominicanos que la España
venia á tomar posesion de aquellos dominios , y que se
venia muy pronto tremolar nuestra bandera sobre aque-
llos fuertes , se entregaron á un alborozo dificil de des-
cribir. Estas 'sinceras y elocuentes demostraciones , que
se han repetido cuantas veces ha 'saludado aquilas .pla-
yas nuestro pabellon- nacional , ponen en evidencia el
ardiente entusiasma -de dichos pueblos para con su an-
tigua madre patria , y los deseos de volver á su seno , ó
por lo menos de recibir de , ella la proteccion que no.
puede menos de dispensarse á hijos; tan cariñosos ,y tan
sumisos, que en los anales de su historia y aun en el:
acto de proclamar su independencia ; en la que _el pue-
blo no tuvo párte alguna , y sí solo la innoble: ambición
526
y despecho de uno de sus funcionarios , no cuenta una
sola página de sangre , y mucho menos de persecucio-
nes y venganzas , que han sido tan frecuentes en otros
paises de la misma cuna.
Sentadas estas bases , como ,preliminares de mis re-
flexiones políticas ,. procederé á ventilar esta delicada
cuestion con todos los miramientos que son debidos á
las naciones que mas ó menos directamente puedan te-
ner relacion con ella. La España ha sido solicitada va-
rias veces por los dominicanos para que adopte una
resolucion definitiva , que fije su vacilante suerte. En
la seccion histórica he hablado dé los eficaces pasos que
habian dado los dominicanos cerca de'nuestro Gobierno,
el cual no podrá menos de acordar alguna solucion á
las reiteradas instancias del comisionado que con plenos
poderes se presentó últimamente en esta córte.
No siendo de mi . incumbencia el intervenir en estos
negocios, y no teniendo tampoco la presuncion de dar
consejos que puedan embarazar la accion del Gobierno,
y mucho menos fijar reglas que deban seguirse en esta
negociacion , me limitaré á espaner en L un cuadro ge-
neral el giro y las acepciones que pueda tener con to-
das las eventualidades que puedan surgir, á fin de que
el Gobierno con pleno conocimiento de estos hechos y
de estos datos proceda á tomar una disposicion tan acer-
tada , como debe esperarse de su recto juicio.
Tres son los caminos que se ofrecen á la España
para preservar á esta su antigua colonia de los males de
una guerra destructora, así como para evitar que, do-
minada por otra nacion , pueda poner en peligro , ó por
lo menos hostilizar de un modo muy sensible nuestras
actuales posesiones ultramarinas , que tan inmediatas se
hallan á aquel punto. El primero sería el de restable-
cer en él nuestro dominio. El segundo , el de declarar
uueatro protectorado, y el tercero el de prestarle un
27
apoyo moral y eficaz , bien fuera por medio del reco-
nocimiento de su independencia ó- bien sin declarar
esplicitamente dicho reconocimiento , 7 sí solo por la
via oficiosa.
En cuanto al primero c sea el de restablecer, en
aquel país el dominio español , aunque ninguna nacion
pudiera contrariar con razones de , justicia el legitimo
derecho que quisiera ejercer la España sobre . aquel
país, mayormente . cuando los mismos que han estable-.
nido su gobierno de hecho, se sometiesen voluntaria y
decididamente á aquella disposicion , resta examinar si
pudiera convenir á\ la España adoptar este partido , 'y si
ponderadas sus ventajas y desventajas, así como sus
probables resultados , no habia de hallarse otro medio,
que con mas seguridad y con menos responsabilidades
y contingencias , pudiera llenar cumplidamente el objeto
deseado. La circunstancia de haber sido proscrita la
esclavitud del país dominicano (cuyo acto ya consuma-
do no puede menos de respetarse) , mientras que existe
la esclavitud en nuestras posesiones contiguas de Puerto
Rico y Cuba , podia crear algunos embarazos á nuestro
Gobierno , como que habia de ser muy diferente el mo-
do de regir dichos pueblos ; lo cual con el tiempo
habria de suscitar cuestiones de funesta trascendencia..
El segundo camino, aunque de menores compro-
misos , no deja-de ofrecer tambien algunas dificultades,
si bien de la clase de superables. Partiendo del princi-
pio de que el que puede lo mas puede lo menos, si la
España tiene el derecho de restablecer su dominio en
Santo Domingo , mucho mejor lo , ha de tener para esta-
blecer su protectorado. Si cierto estoy de que esta me-
dida , en el caso de que algun dia fuera adoptada , no
labia de ser repugnada , y mucho menos combatida
por las naciones que ejercen alguna influencia so_ bra
aquellos mares, es porque hu llegado á mi noticia quo
528.
cuando los dominicanos, en sus grandes apuros , han
tratado de ofrécer, dicho protectorado á la Francia , y
aun á la Inglaterra , les ha sido contestado que esta
cuestion era peculiar de la España , la que en razon y
justicia era la única que podia resolverla.
Convencido estoy por lo tanto de que nuestro Gobier-
no puede establecer el referido protectorado sin nirigun
peligro y sin ningun quebr anto , y antes bien de un mo-
do provechoso para la defensa de las demás posesiones
de ultramar y para el incremento de su comercio 'y de su
riqueza , tomando posesion de la bahía de Sarnana , que
sería" una de las condiciones de dicho protectorado. Y
para quese conozcasu importanc.ia', liaráunadcscrip-
cion de dicha había; mas bien por via de iliastracivn,
que con la mira de ejercer una influencia coactiva en
las deliberaciones de nuestro Gobierno.

CAPITULO L11I.

Descripcion geográfica, poldica é histórica de la penín-


sula de Samaná.

La península de S¢arraná está unida a la prov,ncia


del SeiliT, per una lengua de tierra mas bien un
manglar, que ha obstruido el canal, por el que en un
tiempo cruzaban algunas lanchas pequeñas sa'vando así
la molestia de salir al mar abierto, y de tener que ha-
cer aquel gran rodeo ¡la ra pasar desde dicha bahía 1 los
puertos hl Norte. Cuando estaba franco aquel paso, de-:
bió llamarse
^V . ^^a't^ue estaba circundada de a g ua. por
isla,
todas
as P
partes,
`^rl_ /
En la costa occidental ' de dicha bahía desemboca
el rip Yuna, navegable para barcos chatos por un larga
trecho, por' lo cual está `Ilamadó} á Ser condu cto ::' dt)
.. . .
329
todas las riquezas del Cibao y del Seibo á pesar del in-
conveniente que ofrece su barra llena de arrecifes, 'pero
que pueden franquearla los buques que calen menos
de cuatro pies, que es todo lo que aquella permite. Se
cuentan además hasta sesenta ríos que desembocan en
esta hermosa bahía.
Samaná se compone cae una cadena de montañas
bastante elevadas, que empiezan en Punta gorda, y con-
cluyen en el cabo del . mismo nombre. Tanto en el de-
clive de estos montes, como en algunas mesetas, que en'
ellos se hallan, es el terreno en estremo,fértil, y se cul-
tivaban en otro tiempo el café, azúcar, cacao, añil, etc.,
asegurándose que en 1809. se .esportaron 8,000 quin-
tales del primer fruto, y tambien mucha azúcar y cacao.
En el dia está reducido su cultivo á unas cortas fajas
de terreno , cuyo producto figura muy poco en la ba-
lanza mercantil. En varios puntos se encuentra carbon
bituminoso; y con la esperanza de que á, cierta profun-
didad habia de hallarse de tan buena rase y . pureza,
que se pudiera emplear en los vapores, se -trató de for-
mar una compañía de esplotacion, que todavía no. ha
llegado á realizarse.
Hacia la parte del Sur está . situaclo el pueblo de San-
ta Bárbara, cine ofrece la pintura mas triste bajo todos
conceptos, pues lo componen noventa casas, que ,en su
mayor parte no son mas que chozas. Segun el censo
de 18M, la poblacion de toda la península ascendia
á '1,721 almas, 500 de. las cuales pertenecian á las fa-
milias de los antiguos emigrados. Dicho pueblo, cae
Santa Bárbara tiene dos pequeños castillos con tina guar•
nicion de 220 hombres. A causa de su aislada posicion
debiera ser aquella mas numerosa, y con mayor motivo
desde que el Gobierno dominicano ha destinado este
punto para la confinacion de sus reos políticos.
Su clima, menos cálido que húmedo, no es de los
22
330
mas insalubres de los trópicos, ya que rio reinan otras
enfermedades sino las calenturas intermitentes , que
rara vez tornan un carácter de gravedad. La estacion de
las aguas puede decirse que dura de ocho á nueve me-
ses, pues raro es el año en que sé cuenten cuatro de
seca, que son de febrero á julio, y aun en estos llueve
algo; pero en los ocho restantes llueve todos los días y
thuy recio. Es de presumir que aumentada la poblacion,
y descuajada una parte de sus terrenos, cubiertos todos
de una viciosa vegetacion , tendrian las nubes menos
atraccion, y sería el pais menos húmedo y mas sano.
Como yo he llegado á visitar este pais en la estacion llu-
viosa, he visto confirmados los informes que había re-
cibido, pues no me fué posible dar un paso por la po-
blacion, sino pisando la yerba empapada en agua, como
si fuera un pantano, y observé que por tal razon tenian
que caminar todos los habitantes con los pies descalzos.
La bahía de Samaná fué descubierta por Colon á
su regreso para España en 4493; pero en su primer
reconocimiento creyó que pudiera,ser un brazo de mar
que separaba á:Santo Domingo de alguna otra tierra.
Al observar la ferocidad de los indios, se figuró que pu-
dieran estos pertenecer á la nacion de los caribes , por-
que si . bien al principio acogieron amistosamente á los
españoles, trataron luego de atacarlos con perfidia, po-
niendo á aquél ilustre navegante en la triste necesidad
de derramar la primera sangre indígena.Hicieron lue-
go las paces, y Colon se dió á la vela señalando la cita-
da bahía con el nombre de golfo ele las Flechas.
Esta forma el 'mejor abrigo aun para numerosas flo-
tas, como lo ofreció en 4 802 á la del general Leclerc,
que se componia de sesenta buques, la mayor parte de
alto bordo, y en ella se hallan asimismo otros puertos
laterales y anclajes , entre los que merece particular
inencidn la bahía de San Lorenzo ó de las Perlas, que
53t
puede servir de resguardo reo menos seguro contra las
tempestades.
Su posicion geográfica es asimismo de la mayor im-
portancia con referencia al golfo. de Méjico, al mar Ca-
ribe y-á los pasos de Panamá y Nicaragua. Dice un es-
critor francés, Mr. Lepelletier de Saint Meric, que Sa.
maná es una de aquellas posiciones tan especiales, que
no se hallarán quizás dos puntos que se le parezcan..
Samaná es para el golfo de Méjico lo que Mayota par a .
el océano indio. Estando la citada bahía situada, á bar-
lovento de Jamaica, Cuba y de dicho golfo de Méjico,
puede decirse que es la cabeza `del , puente para el gran
camino entre et Atlántico y el Pacífico.
En la época en que Fernando el Católico, y Cárlos V
tenían vinculado en sus manos el gran comercio co/o-
nial, las flotas mercantes de Cádiz y 'la' Coruña tenian
en Samaná su punto de: recalada y de reunion , , desde
donde seguian su curso para Porto Belo, golfo de Da'
rien, y demas puntos del continente americano. Estas
caravanas atravesabais entonces dicho continente desde
el mar Caribe , en que descargaban sus mercancías,
llevándolas por tierra al Pacifico, y así evitaban el gran
rodeó del tormentoso. Cabo ,de Hornos. Cuando llegue
abrirse la comunicacion entre ambos mares por el istmo
de Panamá ó por Tehuantepec, Santo Domingo y la es-
presada bahía de Samaná han de ejercer una influencia
inmensamente. mayor que en el dia.
La Francia , como ya se ha indicado en otro lugar,
ha dirigido en varias épocas su, atencion sobre este 'pun-
to. Ojeron, que fué el caudillo mas atrevido de los bu-
caneros , quedó no poco sorprendido cuando al penetrar
en dicha bahía en 1673 , la encontró habitada por una
colonia francesa , procedente de los filibusteros de la
misma isla de la Tortuga ,. en la que aquel ejercia todo
eu poder. Bajo el Gobierno de P,ounçain se retiraron la
mayor parte de los colonos , y los que quedaron, fueron
espulsados por los españoles en 1693.
Samaná fué desatendida , y casi olvidada por el es-
pacio de cien años, hasta que estando para estallar la
guerra entre España y Francia , tuvo por, conveniente
nuestro Gobierno, con la mira de anticiparse á toda
tentativa por parte del francés , llevar á aquel punto
colonos de las islas Canarias, con los que fundó en 1736
el pueblo actual, que conserva su mismo nombre de
Santa Bárbara. Con iguales elementos fundó el de Sa-
bána-la.Mar , que conserva tambien esta denominacion.
El conde D'Estaing,• gobernador general de las An-
tillas francesas , concibió en el propio año de 1763 el
proyecto de . apoderarse no solo de Sarnaná , sino de
toda su parte setentrional , internándose hasta 12 le-
guas, é incluyendo en su adquisicion los fértiles valles
de los grandes rios Yaqui y 'f una ; pero los esfuerzos de
la España, y la sucesiva revolucion de los negros fueron
causa de que abortase aqúel gran proyecto. Cuando
ocurrió dicha revolucion , una gran parte como ya he
manifestado en los capítulos anteriores se refugió en
el territorio español algunos de ellos pasaron á Sama-
ná en donde encontraron el, resto de los isleños ó emi-
grados de Canarias , con los que se unieron para culti-
var el terreno con mayor inteligencia y con la mejor ar
monia y sus resultados fueron los de que las hacien-
das de azúcar y café ocupasen bien pronto los sitios ás-
peros y cubiertos de viciosa maleza.
Esta colonia , fraternizando bajo tan buenas bases,.
fué prosperando , y aun mas mientras que mandó en el
país el general francés Ferrand, quien puso en buen
,estado sus fortificaciones y una regular guarnicion en
Santa Bárbara; pero la escuadra inglesa, compuesta de
tres fragatas y dos bergantines al mando del comodoro
Dashwood, entró en 10 de noviembre de 1808 en la ci-
53
Lada bahia de Sarnaná , apresó cinco buques , se apo-
deró de sus fuertes'; é hizo prisiónero al comandante
francés Castell. Como ya á este tiempo se hallaba la In.-
glaterra en paz con la España , entregó la plaza al . ge-
neral Sanchez , que mandaba por el Rey en Santo Do-
mingo pero con la condicion de que fuera respetada la
propiedad de los franceses ; mas ya al ario siguiente fue-
ron éstos arrojados de aquellos sus últimos estableci-
mientos coloniales.
Durante las negociaciones de la Francia con iaity,
sobre reconocimiento de aquella república, é indemni=
zacion competente- à su antigua metrópoli , los minis-
tros de Carlos X llamaron la atencion del monarca sobre
Samaná , y aun se asegura que este plan de engrande-
cimiento se debatió con mas empeño en el reinado de
Luis Felipe por su ministro Mr.. Guizot, quien pasó va-
rias notas al efecto , y trató de enlazarlo con otro mas
grandioso , cuando ocurrió la alianza de la familia real
de Francia con la de España ; la base de cuyo proyecto
halda de ser la posesion de la referida península de Sa-
maná , que en aquel tiempo habian ofrecido los domi-
nicanos á la Francia como recompensa del protectorado
que ansiosamente habian solicitado. No habiendo salido
de la reserva diplomática estas negociaciones, si verda-
deramente existieron, sería aventurado formar juicio
sobre ellas , y me limitaré por lo tanto á manifestar que
nada habria tenido de entraño que el Gobierno de Luis
Felipe hubiera abrigado los mismos deseos de los que
le habian precedido , en cuanto á ejercer la influencia
sobre aquellos mares , que no puede menos de dar la
bahia de Samaná á la nacion que la posea.
554
CAPITULO LIV.

Continuacion de las reflexiones políticas sobre Santo


Domingo.—Opinion del autor sobre los tres puntos so-
metidos á examen, á saber reconocimiento de la inde-
pendencia, protectorado, y apoyo moral. —Mision diplo-
mática del general Mella.
Terminados estos breves apuntes sobre una cuestion
tan importante , volveré á mis reflexiones sobre el pro-
tectorado de Santo Domingo , hablando siempre hipoté-
ticamente, :y nunca con la pretension de influir en las
deliberaciones de nuestro Gobierno. Si algun dia tratara
éste de tornar en consideracion aquella idea , sería de
toda necesidad posesionarse de 'la mencionada penín-
sula de Samaná , fortificando su entrada principal, que
se halla entre la costa Nordeste y un islote que lleva
el nombre de Cayo levantado , y que por ser bastante
angosta , podria defenderse con suma facilidad. En
Santa Bárbara que se halla en el fondo de aquella en-
senada , deberia haber una guarnicion de 300 soldados
europeos , que podrian relevarse todos los meses, si se
creia conveniente , por las tropas de la guarnicion de
Puerto-Rico ya que la capital de esta isla dista tan solo
60 leguas de Samaná , y no mas de 43 Aguadilla , que
es la punta mas saliente, por manera que en 16 horas
puede un vapor hacer aquella travesía.
Trescientos veteranos podrían ser bastantes para de-
fender aquella bahía , apoyados por los habitantes que
son fieles, sumisos y 'aptos para las armas , y que en la
actualidad están encargadas esclusivamente de la defen-
sa de ambos fuertes. Y aun mejor podria bastar la es-
casa fuerza de 300 hombres de la tropa peninsular, si
al mismo tiempo se trataba de establecer algunas colo-
nias españolas , que serian de absoluta necesidad , no so-
335
lo para poder contar con otros tantos auxiliares, sino
tambien para poner en activa produccion este fertilisimq
terreno.. Supuesto que nacen en él espontáneamente
todos los frutos de los trópicos, es claro que con la
mano del hombre habían de rendir gradualmente so-
bradas utilidades para pagar los gastos de la coloniza-
cion , y para cubrir todas las atenciones del,. servicio,
inclusive la de alguos vapores pequeños. ó goletas, que
serian necesarias para la defensa del país , ,y para la
comodidad del mismo servicio.
Con la industria de estos colonos podrian benefi-
ciarse las minas de carbon, que darian un producto
inmenso, mayormente si se lograba encontrarlo á algu-
nas varas de profundidad, corno se cree, mas puro que
en la superficie. 'l'ambien podrian benefrciarse las mi-
nas de oro , y con mejor éxito las de cobre , que deben
ser muy ricas, á -juzgar por las aguas de un arroyo que
llegan á la bahía , teñidas con el color (le aquel metal.-
Por falta (le brazos no se lea podido prestar en nin-
gun tiempo bastante atencion á este ramo, que es de
presumir habia de dar magníficos resultados ; y tampo-
co se ha prestado atencion à la pesca de la ballena,
cuyos cetáceos frecuentan aquellas aguas en la prima-
vera; ni al corte' de maderas de que están cubiertos
aquellos interminables bosques ; ni à la pesca generai
que es otro ramo muy lucrativo.
Como que los colonos habían de sufragar en gran
manera los gastos para conservar este dominio , prin-
cipiando por la guarnicion que habria de ser mucho
mayor careciendo de ellos, no deberia reparar -el Go-
bierno en anticipar las cantidades indispensables que
paulatinamente fria recogiendo. Los habitantes de la
costa (le Valencia y Murcia , acostumbrados al cultivo
del arroz, y los montañeses del Norte de España y se-
ñaladamente del alto Aragon, que viven siempre entre
'= OO
las lluvias y las nieves, serian en mi concepto los mas
à propósito para esta colonia,, cuyo mayor enemigo no
es tanto el calor corno la humedad. De una y otra par-
te. seria 'fácil obtener familias laboriosas: no pocos de
los últimos pasan todos los años a Francia, y muchos de
los primeros emigran á Argelia y á los diversos puntos
de América,' en donde no encuentran por lo regular
una feliz correspondencia 'de sus sacrificios , ó no emi-
grando los montañeses se ven precisados á sufrir la mi-
seria que es propia de su suelo áspero y estéril.
Seguro es que à porfia se habian de alistar los mas
necesitados para formar la referida colonia , y con do-
ble decision si se les ofrecían condiciones favorables,
como habia de ser muy fácil, atendida la inmensidad
de terreno de que podrir disponer el Gobierno para
adjudicar à cada una de dichas familias , aunque fuera
cien acres ó fanegas , después de haberlas provisto de
hhs auxilios necesarios para fabricar sus casas , que se-
pian de muy poco 'costo por estar tan abundante y tan
inmediata la madera' , así como de los víveres mas pre-
cisos para dos ó tres meses , tiempo suficiente para poder
sembrar y coger maiz, llames , baniates y otras plantas
farináceas de sana-nutricion. Y si al mismo tiempo ó gra-
dualrnente pudieran proporcionarse à éstas familias al-
gunos' colonos africanos ó chinos de la clase de jornale-
ros, corno los que se introducen en la isla de Cuba, lle-
garia muy 'pronto la referida colonia al mayor grado de
prosperidad.
,Yo nunca aconsejaria à Ios -Gobiernos que estable-
cieran colonias , sino bajo el pié / de proporcionarles to-
dos los medios de sostenerse con vigor : así pueden en
breve bastarse à sí mismas para pagar todas las antici-
paciones que se les hagan , reconocer un censo por las
tierras mer redadas ; y aumentar las rentas del Estado
con contribuciones indirectas.
337
Y por último ,y aunque esta nueva colonia hubiera
de ser gravosa ale. Gobierno., lo que no puedo admitir
de modo alguno,, -estarían muy bien empleados esta
sacrificios, que nunca podrian ser de mucha entidad,
si con ellos lograba, corno no dudo que se lograria, im-
pedir que los haitianos adquirieran demasiada impor-
tancia apoderándose de la república dominicana , , y re-
primir por este lado toda propaganda que pudiera ame-
nazar à nuestras posesiones de Ultramar ; y así mismo
si se oponia un muro de bronce á las emigraciones fili-
busteras , que tienen iguales tendencias.
De que se contendrian los haitianos no hay que du-
darlo sin mas que considerar que aparte de los ma-
yores ó menores esfuerzos qué pudieran hacer los do-
minicanos para defender por sí solos su territorio, como
lo han hecho, hasta el clia, seria de presumir que con
doble motivo renunciarian aquellos á la conquista de di-
cha república desde el momento en que, tuviesen cono-
cimiento de que la España la hubiera acogido bajo. su
proteccion. Es bien cierto que los haitianos observa-
rian en el caso hipotético la misma circunspecta políti-
ca que en épocas anteriores, porque sin embargo de su
ardiente deseo de enseñorearse de toda la isla de San-
to Domingo , no se atrevieron á mover sus orgullosas
huestes contra la parte española , en tanto que tremoló
-en ella el pabellon Real. ¡ Tan arraigado está en sus
pechos, y tan tradicional es el respeto que rinden al
trono español
Con respecto á los anglo-americanos , que emanci-
pándose de la obediencia á las leyes de su gobierno
tratasen de llevar á la república dominicana proyectos
hostiles contra las posesiones españolas , habian de en-
con trar la puerta cerrada , é inutilizadas todas sus mi-
ras con la supremacía que adquiriera la España en
aquellas regiones.
3 38
Iosquejadas ya las ventajas que se presentan con
elprotectorado, y que no hago mas que enumerar, sin
dar una opinion que prejuzgue la cuestion y embarace
la acciona gubernativa , pasaré á hacer algunas reflexio-
nes sobre el tercer medio que es el del apoyo moral
con el reconocimiento de la independencia ó sin él.
Na cabe duda que si la España declarase este acto
solemne, enviando un agente diplomático á la referida
república , podria imprimirle una fuerza de que. carece
en el dia. El reconocimiento de la independencia se
presenta á primera vista de un modo tan sencillo y
tan natural , corno el de las demás colonias que se
emanciparon de la.'madre patria ; y al, parecer no de-
bería ofrecerse ninguna dificultad como no se ha ofre-
cido para dispensar este inmenso beneficio á los meji-
canos , venezolanos, peruanos , quiteños y otros pue-
blos. Empero esta cuestion, que algunos Ministros espa.
flotes han reputado poro muy sencilla la he considerado
yo con- mas . rigor , y mi opinion ha sido siempre con-
traria no tanto por lo que importa la renuncia de unos
derechos que algun (lia y en situaciones mas favorables
para la España puede hacer valer con éxito ventajoso,
sino porque no se ha sacado de dicha cesion el partido
que fuera de desear, siquiera por cumplir con los impe-
riosos dictados de la razon y de la justicia.
Esta mismo opinion la he emitido en el parlamento;
pero cuando ya mi voz no podía remediar pasados des-
aciertos: ¿puede haber una gracia mas especial que la
de legitimar una revolucion, reconocer por valido el
apoderamiento de lo ajeno , y ceder sagrados derechos
á una legítima propiedad ? Y si este derecho representa
riquezas inmensas como las del oro en las Californias, y
las del guano en las islas del Perú , que se gradúan en
mas de 200 millones de duros , y se perciben sin gasto
ni molestia de parte del Gobierno peruano en casos de
559
esta naturaleza , ¿no es altamente censurable que la Es.
paria renuncie gratuitamente y sin ninguna clase de
compensacion á estas inmensas propiedades, que solo la
fuerza y no el derecho han podido arrancarle?
No deberá estrañarse que al hablar del hipotético
reconocimiento de la independencia de la república.
dominicana , desenvuelva por las razones ya espuestas
que escuso repetir, mis teorías contrarias á lo que se ha
practicado en este ramo por los anteriores Gobiernos.:
Las naciones nunca mueren esta clase de ,derechos
nunca prescribe el tiempo que pasa rápidamente pa-
ra el hombre describe un curso mas pausado para las
naciones. En un siglo desaparecen tres generaciones, y
la nacion es siempre la misma hablo de una nacion
tan arraigada como la España, que caminará con los
progresos generales á todas, y nunca en retroceso.
líe aquí por qué, he sustentado una opinion diferen.
te de la de la mayor parte de los políticos, porque si
en ciertas circunstancias , que son muy pasajeras en la
larga edad de las mismas naciones, no se ha hallado la
nuestra en estado de reivindicar sus derechos concul-
cados, el curso del tiempo ofreceria á no dudarlo si-
tuaciones mas favorables para recuperar su dominio
perdido. Sancionar, piles, estas pérdidas sin ninguna
compensacion , para ver á los pocos años en manos de
nuevos dueños tesoros inmensos, como los ya mencio-
nados , no puede ser un espectáculo agradable al que
tiene un corazon verdaderamente español. En cambió
de la cesion de riquezas tan colosales ïqué ventajas
ha obtenido nuestra patria ? Bieri puede contestarse que
ninguna, y que el estado en que nos encontramos con
respecto.. á aquellos pueblos. despues {le haber reconoci-
do su independencia sería el mismo con muy poca : ó
ninguna variacion, aun cuando no hubiéramos consu-
mado aquel sacrificio , que la ha sido. esclusivamente
340.
para nosotros , mientras que los concesionarios no han
hecho ninguno , ni en desembolsos. metálicos , ni en
encargarse del pago siquiera de la deuda nacional con-
traida para, sostener la guerra, colonial ,. ni en privile-
gios á nuestra . bandera ni bajo ningun otro concepto
si se esceptúa la devólucion de algunos bienes confisca-
dos que por el deterioro á que .11abian sido reducidos,
asi como por muchos quebrantos sufridos , y por forza-
das bajas en créditos legítimos, figuran muy poco en la
balanza `de las reparaciones.
He dicho , pues., que el reconocimiento de la in-
dependencia de nuestras colonias del continente, no ha
sido combatido por mí por la simple consideracion de
un hecho político' de alta importancia, sino por falta de
compensaciones competentes , que hasta cierto punto
interesan al mismo decoro nacional por lo tanto no
puedo mirar con tan desfavorable prevencion á los es-
tados dominicanos , ya que estoy bien seguro de que se
prestarian ; dichos pueblos â reconocer tan singular bene-
!icio por todos los medios que estuvieran á su alcance.
Mas si por este lado no ofrece la cuestion .que estoy des-
envolviendo dificultad alguna aparente, no deja de ha-
berla de otro género , si bien creo que pudiera ser su-
perable. Yo no haré mas que indicarla con la buena fe
y con -la rectitud de juicio con que me ocupo de los ne-
gocios de Ultramar , sin pasiones de ninguna clase. Tra-
tándose del reconocimiento de una colonia., que se halla
á las puertas de otra , sobre la que la España ejerce un
Sólido y no disputado dominio , como lo; es la isla de
Puerto Rico, reconocer la independencia de un pueblo
que confina con otro y que se halla en estado de riva-
lidad hostil, sin que se haga una declaracion igualmen-
te amistosa :á .favor de éste , no puede menos de crear
elgun embarazo.:
Y en verdad gire no deja de ser ernbarazósa la re-
34-.
solucion de este punto bajo ambos conceptos ,,coma es
fácil que lo comprenda cualquiera qüe lf je su atencion
en las consideraciones especiales que deben tenerse pre-
sentespara arribos casos. Es esta una materia tan delica-
da que no me atrevo á profundizarla para no suscitar
recelos ni desconfianzas de parte de los-dominicanos ni de
los haitianos, ,en lo que debe fundarse la parte principal de
nuestra diplomacia con ambos pueblos. Si se 'considera-
nse que estas reflexiones pudieran tener algun peso`, y si
se considerase tambien que no era oportuno abordar de
lleno dicha cuestion , sino dejarla por. ahora intacta y
sin resolver , aunque mejorando en lo posible el estado
de nuestras relaciones , deberia por lo menos procederse
al nombramiento de dos agentes comerciales cerca de
ambos Gobiernos como los tienen los angloamericanos,
que se hallan en el mismo caso que nosotros, de no ha-
ber reconocido su 'independencia;. y aun con aquel sim-
ple carácter tremolan en sus casas el'pabellon nacional,
y prestan iguales servicios que si estuvieran revestidos
del diplomático.
Esta medida , precursora de otras mas solemnes , y
que seria lo menos que podria hacerse para dar prue-
bas siquiera de fina amistad y buena correspondencia
con ambos Gobiernos, cuyas pacificas- relaciones conviene
á la España conservar en todos conceptos , siempre que
ambos observen la misma línea de conducta circunspec-
ta y deferente que hasta el dia, podria conciliar por aho-
ra opuestas exigencias, y producir resultados beneficiosos
á aquellos dos pueblos rivales , cuya parte política es-
planaré en la seccion correspondiente al imperio de
Haity, que es el centro principal de las negociaciones.
Contrayéndome por ahora á la República dominica-
na , con la que nos unen estrechos vínculos de verda-
dera simpatía reproduciré la cuestion de protectorado
que en mi concepto es de menores inconvenientes y de
542
mayores ventajas , aunque reiterando la misma protesta
que llevo hecha . al principio de.:que..mis cálculos pue-
den ser equivocados ,y que por lo tanto no es mi áni-
mo influir en la resolucion que pueda tomarse sobre tan
importante negocio , que debe quedar intacto para ,que
la aceion del Gobierno sea totalmente libre y :desemba-
razada. Me será permitido, sin embargo , entrar en al-
gunas reflexiones por via de mera ilustracion.:
El protectorado de Santo Domingo si algun dia el
Gobierno español quisiese acordarlo , no podría ser
combatido por nadie con armas de buena ley. Nuestros
derechos sobre aquel país son innegables , aunque de
hecho se halle emancipado de nuestro dominio ; y co-
mo dichos derechos no prescriben`, :podría la España
Siempre y cuando lo tuviera por conveniente , restable-
cer en él su autoridad ,. y aun mucho mejor cuando le-
jos de encontrar una oposicion armada por parte de sus
habitantes , habian de prestarse estos con la . mas fina
voluntad à volver al seno :de su madre patria. Pues si
aun en este caso absoluto no podría ninguna nacion ale-
gar razon 'alguna de justicia para intervenir en una
cuestion , que puede llamarse puramente de familia,
¿cómo habria de suscitarse tropiezo alguno, para que
en lugar de restablecer: la , España su : pleno dominio,
se presentase tan solo eón el noble y 'paternal distintivo
de protectora de sus hijos pues tal es el dictado que
corresponde á los dominicanos? De seguro' que la Fran-
cia escaria muy distante de manifestar repugnancia al-
guna á esta disposicion. Tampoco se opondria á ella la
Inglaterra , aunque por circunstancias especiales no sea
tan clara y tan despejada su posicion en sus relaciones
con las Antillas, y mayormente si se penetraba que los
resultados habian de ser mas bien favorables que con-
trarios á su filantrópico plan respecto . de la abolicion de
la trata de esclavos.
34
Tal vez la república anglo-americana seria la única
de las tres naciones mas influyentes en los mares de las
Indias occidentales , que no verla con agrado esta ne-
gociacion , á causa de su gran suspicacia , que la ha
llevado al extremo de proclamar abiertamente que no
permitirá que los europeos formen nuevos estableci-
mientos en dichos mares. Sin entrar por ahora á dis-
putar acerca del - derecho que quiere invocar aquella
república y mucho menos en los medios que pu-
diera tener para hacer efectiva una amenaza tan ve
jaminosa , y que no puede menos de ser rechazada con
indigIIacion ; y contrayéndome al caso hipotético de que
me estoy ocupando, los anatemas (le los anglo-ameri-
canos , cualesquiera que sea su fundamento ó su sin-
razon no pueden comprendernos de modo alguno, pues
que se trataria , tan solo: de, que el legítimo dueño de un
fondo estraviado ó perdido por algun tiempo , volvie-
ra á recobrarlo en virtud de sus indisputables de-
rechos.
Reducida la cuestion á un punto de tanta evidencia,
no deberia la España cejar de modo alguno en un ar-
reglo de esta clase , si así convenià á sus miras. Cuan-
do una nacion obra con legalidad y con justicia, no
debe temer las armas bastardas que puedan esgrimirse
contra ella , ni ceder á irracionales exigencias porque
arguyendo una débil condescendencia, no seria por
cierto el mejor medio para granjearse el respeto que
se debe á una nacion libre é independiente.
Por lo que tiene relacion con el gobierno de Haity,
tampoco éste llevaria á mal que la España , apoyada en
sus naturales derechos, ejerciera la debida influencia en
su antigua colonia porque las relaciones que al mismo
tiempo se abririan con dicho imperio , le inspirarian
una confianza sin límites y calmarian la exacerbacion
en que se hallan ambos pueblos. El espíritu vengativo
344
de que están 'poseidos los haitianos contra los domini-
canos , desde que por la reválucion de 1 844 fué arran-
cada su bandera de los fuertes de estos, y derrocado el
dominio. haitiano r por lo cual rio dan á los dominica-
les otro dictado sino el de rebeldes cesaria desde el
momento en que ,se : restableciese el predominio espa-
ñol , cuyo pabellon 'ha sido saludado siempre por los ne-
gros con un respeto tradicional.
Al examinar la presente cuestion bajo todos sus,
puntos de vista , y à pesar de lo espinosa que se pre-
•senta por. el lado de las susceptibilidades diplomáticas,.
me átrevo à esperar que su solucion en los términos-
que acabo de indicar, labia de tener una feliz corres-
pondencia , y mucho mas, , si con tiempo y con oportu-
nidad se Iimpiaba el terreno político de los pequeños
abrojos que, pudiera ofrecer mas bien la cavilosidad
que la buena lógica , y mas bien la ambicion que la
justicia.
Sensible debe sernos que el ilustrado general do-
minicano Mella , que llegó á esta córte á fines del año
pasado en comision de su Gobierno , y á quien, desde
luego presté los buenos oficios que estaban en mi limi-
tada esfera , ya por conviccion de la buena causa que
sustentaba, y ya .por afeccion à sus recomendables cir-
cunstancias, baya vuelto A su pais à los cinco meses, sin
haber, obtenido resultado alguno de los pasos mas efi-
caces, que ha dado para obtener de la España una
muestra siquiera de interés por aquella nuestra antigua
colonia , digna por cierto de una suerte menos preca-
ria y. menos combatida.
Empero si no puede estr.añ-arse tal comportamiento
del indeciso y vacilante Ministro de Estado de aquella
época , que_ cerró completamente los oidos á todo lo
que pudiera ser _útil y . conveniente á la nacion espa-
• ñola., y que desatendió con inflexible dureza. las re-
345
petidas y enérgicas escitaciones que se le hicieron por
personas muy competentes para que por lo menos , y
corno primera clemostracion de simpatía por aquellos
pueblos , se nombrasen dos agentes comerciales para
las dos capitales Santo Domingo, y Puerto-Príncipe ; si
finalmente nada se hizo en el gabinete Sartorius para
precaver oportunamente los males que indudablemente
deben sobrevenirnos si miramos con desprecio ó indi-
ferencia dichas cuestiones , es de creer que será muy
diferente el modo de apreciarlas 'por el ilustrado Minis-
terio que ha reemplazado aquella funesta administra-
cion. Rogarnos por lo tanto á los ;Gobiernos de ambos
Estados no procedan de ligero en adoptar medidas dic-
tadas por el desagrado é resentimiento, no debiendo
dudar que habiéndose inaugurado en España una era
de moralidad , de.. rectitud y de puro patriotismo, el ac-
tual Gobierno no dejará de ocuparse con la mas. viva
solicitud de cuanto pueda interesar á las buenas rela-
ciones de nuestras colonias con los referidos Estados , y
que hará cuanto te permita la política por reconciliar
los ánimos , y por evitar todo trastorno en una isla tan
importante corno la de Santo- Domingo , la cual por su
proximidad á nuestras posesiones en aquellos mares,
pudiera producir en ellas alguna perturbacion , si por
un descuido imperdonable de nuestra. parte llegaran á
arraigarse influencias' abiertamente hostiles á la tran-
quilidad de las Antillas.
54, 6 :

SEGCIGN SEGUND A .
DESCRIPCION FISTORICA, ESTAIé1STICA Y POLITIC41 ē DEL INIPEIē I®

- DE 4AITY. '

CAPITULO LV.

Reseña histórica del referido imperio de Haity.

1 unrl
. ue 'la
e revolucíon
egI os çlylos^rrlulatós
negros es .
clavos y lihertos-de HIaity por emanciparse del dominio
de la Francia afines del siglo pasado, aterro á la'-Europa
á causa de las inauditas crueldades que se cometieron
para llevarla á cabo ; y aunque no pudieron menos de
resonar por todas partes estos hechos de tanta magnitud,
en España se conserva tari solo un recuerdo muy remo-
to de aquella época., y;.no tengo noticia- de que la plu-
ma de ningun escritor nacional se haya ocupado de es-
cribir su historia , por lo cual no es estraño que sean
muy poco conocidos aquellos sucesos,
Creo , pues , hacer un verdadero servicio con dejar
consignados en la presente ;obra los'rasgos principale s .
de dicho período tan lamentable,,,asi cono los de las re-
voluciones posteriores y de reciente fecha , porque si
ofrecen un interés à todo el mundo político y comere
cial , mucho mas deben interesar à la España, por es-
tar enclavado el referido imperio de Haity en medio de
sús posesiones ultramarinas.
Esta antigua colonia francesa habia seguido una
carrera de prosperidad hasta el año de 1780 , en que
habla llegado á todo su apogeo. En aquella época se ha-
3'47
llaba completamente asegurada su iranquilidad, ,sirimils,
ctarniciotl que:la de 3,000 soldados de línea, reforza,‘
dos con una Milicia sin sue ldo , compuesta de .algunos
blancos , y en sn mayor parte de negros libertas, y rnú=
latos : estos últimos se mecian entre l a libertad y la es-
clavitud , y aunque no podian ocupar empleo: alpino
público , estaban habilitados sin ernbai.go. para 'adquirtr.
propiedades. Los habia muy ri cos y dueños de : rrrtréha's
esclavos ; no pocos habian sido edlrcadós en Franéia. ; S
no eran inferiores en educacion á los mismos blancos:
hé aqui el primero y crasísimo error de la' metrópoli;'
que la tiizo derram:ar tantas lágrimas y tanta -sangre.
Tal era la . situacion -de la citada colonia- íi •ancesar
cuando un soplo pestilenciar,; salido de , este lado .del
Océano Penetró
por todas partes , y de squició pote sus
cimientos él deleznable edificio cólonial : este soplo fué
el de la revolucion de Fran c ia, cuyas terribles abstrae-
ciones de libertad é igualdad cayeron Lomo una Envia
de fuego sobre todo el mundo:
Desde luego el fanatismo revolucionario comutiea-
do por el ejemplo de la madre patria , infundió l as' }iri=
meras doctrinas de una libert0 indefinida á una pobla-
cion esclava , siendo l'o mas sorprendente que agÜéllós
mismos l'ombres', cuya existencia y bien estar estriba-
ban en el severo régimen de'esclavitud , fueran los pri-
meros que , abandonando sus ocupaciones industriales,
y sils trabajos ' agrícolas ; se trasformasen _ en tribun es
po'liticos , y encendiesen el p ropio fuego que debiá cle-
vo°rarlos. ; ; ..
S e marcó'en seguida otró' , partido^ de l lós''adretos -al
ántiguo sistema monárquico ó seá realistas, los;èúáles
por una aberracion ,` aunque de distinto Origen
cidierórl por fomentar la instirrecciori ; de , los- negros,
porque :pr•eferian que la coldnia se 'perdiese .paraetl'a
Francia , mas bien que verla :;sornetid'a al laCcbirrisnei;

54e:
yl nliasta tal ,punto neeeste .fanatismo politica que entre
los yebekles ,eselavossque:fueran hechos pr!sioneros por
las = de.1 Gobkerflo .reNr ofucionario , se encontraron
aluunos cléricras dicha flacon.
. Los, es,paiioles.y los ingleses „ que se hallaban anion.
ces.e. guerra, con ;la eranela , .conspiraben asimismo
poeis̀u, parte pare arrancar- nella colonia á su rival,
spotistrauda armas'ä los rebeldes', y fomentando la in-
surroceige pqr.dos los medlos posibles.
—e gritó de. regeneraeion social que arrojó al mundo
la asemblea de .17r,,ancia resonó mi brutal entusiasmo
por las playas,de SalnQ PotmiPgo , fué repetido por
una porcion, de,,obueqadas colanos que -no canoeian el
eismo que ' abrian rksus,piés:, en un pais en que se conta-
ban quinientas rni1 splayqs,•casi qtros tantos libertos, y
tan solo , cuarenta blancos. Se agitó la gran cuestion
dela emaucieacion, politica (de los mulátos y negros
perp ,no se tuvo tino .,para resolverla oportuna-
mente , y este fué el primer error que.oeasionó la pérdi-
da.,4,e, la ,colcnia despues de baiser sido anegada en
saAgre,,.
Pomingq,Centiéndase la , parte francesa ) qui.
§d'tçPe,r tuui)ieti, su ,asamblea nacional•, su, iribuna y
S; giadereS , sus; diarias políticos y. sus clubs. , En abril
dQ; îl,7,90,se,reunió, la , primera junta, en San. Marcos,
cou „el •Dgere ,,de Colonial. El ,gobernador , qpiso anu-
laria YA)1.10, ttr y o .fuerza para, hacer respetar su
autoritjad. ,A, trqs meses de sesion se cerró dicha jun-
ta, y la mayois parte de sus miembros salieron para Fran-
çia à, de, ,du,en ta, sps tra,bajcs, ,á in tr¡gar en los clubs
Oger.0e+ 4a,gente color,tpniar ei,Paris un comisiq
r!,adq,para defender: Ca.11SQ,pórel çiygano de los
Mpreellifetea ,irepublicangs.: la Asamblea sin
,greargo yogh lm ramones de francos, para,armar W.
,espf>die.it que yoJ:ase_rápidatnente 'à contener t la subie-
,
`140
vaeión.de la-referida colonia., y á s'ósterier'el dónliriio de
la rr3e trópoli^: ^ ^ :.. :..
Empéro^ ía ins
ii'rréecion'dé los-eseiá^^os iba' en átí-
m ento', y ;ya á fines" = cie 1 791 habián sitló-iricér rdraclas
muchas haciendas,. y lós' colonos p'oseidos" de terror.,:
bian empezado á emigrar del :pais,' ó por lo ,menos li fl -
bían tenido qUe abandonar' el campó, ÿ refúáiarsé en las
grandes poblaciones. Se perdia el' treMpo' en' fórrná'r
juntas y en entablar estériles discusiones , sin que salie-
:ra de sus manos ninguna providencia Salvadora ; como
lo hubiera sido á no dudarlo ,-de las mas eficaces la de
haber emancipado políticamente los mulatos y rríegrós
libres , ensanchando la esfera do sus garantías; >porque
con su apoyo , con el cual se habria podido contar Se-
guramente , si sé les hubiera presentado el indicado
aliciente , se hubiera podido enfrenar el desbordannien-
to de los esclavos.
La irresolucion de los colonos sobre este' vunto de
tanta trascendencia, cesó ya desde ' el rnomento en que
se recibió de París la ley de 4 de` abril de 1792; re-
lativa á este mismo objeto ; y aunque la asamblea co-
lonial declaró en 18 de mayo, que se sometia á aque-
lla disposicion superior , se vió que ' el 'eonferirnienio
de derechos políticos á los mulatos y negros libres, te-
nia todos los caracte.res de ser una medida arrancada
por la fuerza de las circunstancias , estando' muy disr
tanto de tener' por base la ' espontánea conviccion , y
menos las simpatías de aquella raza. Esta declaracior:,
desvirtuada asimismo pór la demora en dársele publici-
dad , así como el tiempo que se perdió 'Para hacer otra
declaraciori no menós irnportante:y aun :necesaria , cual
fue la de que sería mantenida la esclavitud, siquiera
por respeto á la propiedad , pues (lile no se publicó
hasta el 45 del mismo mes, causaron úri daño inmenso
á la colonia. :
35;50
4a asamblea nacional de Francia , espetEr la ci-
tada ley de 4 de abril, ordenaba la reeleccion -de las fu-
nestisimas, asambleas y municipalidades coloniales, dispo-
niendo ;al, mismo tiempo el nombramiento de tres comi-
sani9S republicanos para restablecer. el órden en Santo
Dorningo, los cuales llegaron al Cabo en 13 de setiem-
bre del referido año de 1792 con un ejército de seis
, á ocho mil hoMbreS, y revestidos , de los mas•árnplios
poderes.
No pudo ser mas impolítica ni mas, fatal la eleccion
de,tales hombres , quienes desde los primeros momen-
tos ,de su entrada en la isla. se mostraron ardientemen-
te decididos á reprimir la contrarevolucion , mas bien
que la, insurreccion de los negros ; y proclamando en
todas partes y en, todos sus discursosla libertad y la re-
generacion social , exaltaban furiosamente los ánimos
en vez de calmarlos. Si por los colonos juiciosos y pre-
visores fueron recibidos con desconfianza , no así por
la asamblea colonial, que llegó á figurarse que con aque-
Ilas.fuerzas podrian quedar reprimidos ambos partidos,
ó insistió en la conservacion de la esclavitud , porque
en medio' de sus.. aberraciones, no pudo ocultárseles
que no do otro modo podria aquella colonia salvarse, de
su ruina. Los 'comisarios nombrados para ,pacificaria,
apoyaron al principio .estas ideas , aunque sucesivamen-
te fué muy diferente su conducta.
Prevaleciendo la opinion de que cesaria el levanta-
miento de negros Si se lograba destruir el. partido con-
. traüevolucionario, que se suponia ser el único que lo
'fomentara , entraron en campaña las' tropas espedicio-
nulas ; y aunque al principio obtuvieron algunas ven-
tajasí, no ? pudieron áer de mucha duracion á cansa del
clima que les causaba mayores quebrantos todavía que
las5armas de los negros, y tambien porque lds colonos
se manifestaban con mucha flojed rad cuando se trataba
,3 51
de hacer sacrificios personales , y porque en sus discur-
sos tribunicios se evaporaba todo el valor y firmeza que
• se hubiera necesitado para pelear.
Se. formó .á este tiempo otro partido, llamado de los
independientes , que queriendo romper toda relacion.
con la . metrópoli , y establecer un gobierno nacional,
entró en negociacion con los ingleses sin cuyo apo-
yo consideraban que no les seria posible verificar su
emancipacion. Los comisarios, cuyos nombres conviene
que queden consignados en la historia por las desastro-
sas huellas que dejaron en pos de sí, eran San thonax,
Ailhaud y Polverel , los cuales seguian en el entretanto
introduciendo en la isla todas las innovaciones que se
iban planteando en Francia , y entre ellas las de abolir las
corporaciones religiosas , confiscar los bienes de los ,emi-
grados, suprimir la decoracion de S. Luis y demás atri-
butos de la soberanía , y predicar por todas partes la
igualdad de derechos, y el sistema del terror.
Polvercl habia logrado establecer cierta conciliacion
entre blancos y mulatos recorriendo las provincias del
Oeste y del Sur, al mismo tiempo que el fogoso Santho-
nax se habia dirigido á la cabeza dé un cuerpo de mula-
tos y de negros libres contra Puerto-Príncipe, por ha-
berse figurado que en aquella ciudad se iba preparando
una reacción contra su favorito sistema del terror ; y co-
mo la hubiera tornado por asalto, la entregó al saqueo y
á todos los escesos de la desenfrenada soldadesca. En su
consecuencia fueron arrestados muchos colonos sobre
los mismos buques de la república , fondeados en dicho
puerto , y otros huyeron para Jamáica con la idea de
ponerse bajo la ' proteccion inglesa: Los escl'aVos de la
provincia del Oeste ., cuya insurreccion habia cedido
en gran manera ante los esfuerzos reunidos de blancos
y mulatos, y bajo la acertada direccion de Polvterel se
aprovecharon de los desórdenes producidos por la mal-
352
halada espedicion de Santhonax , para sublevarse con
mayor violencia y encarnizamiento.
Esta fué una época de las mas calamitosas para la
colonia. Los escritores de aquella época la describen
con una viveza de colores que hace estremecer la hu-
manidad. Negros, mulatos y blancos , todos se 'entrega-
ron á las mas brutales represalias. Aunque parece que
los comisarios habian fijado ya el estado político d-e ca-
da raza declarando subsistente la esclavitud ,,y que tan
solo los mulatos debian ser emancipados, era fácil co-
nocer que se preparaba un cataclismo y la ruina ge-
neral del país , á la que no podian menos de condu-
cirlo los decretos incendiarios de la convencion y la
furiosa exaltación republicana de los citados comisarios.
Al retirarse estos de la referida sangrienta espedi-
cion de Puerto-Príncipe encontraron posesionado del
mando del Cabo al nuevo Gobernador general enviado
por el poder ejecutivo de Francia , el ciudadano, Gal-
batid. Deseosos de derrocar su autoridad , la cual no
podia menos de atravesar. sus aviesos designios , se va-
lieron del pretesto de que siendo propietario en la Co-
lonia, estaba inhabilitado para el mando , segun un ar-
tículo de la ley de 4 .de abril; y lo despojaron de él
obligándolo á embarcarse para volver á Francia.
Acompañado á bordo por un hermano suyo, oficial
del 'ejército , supo interesar á su favor á las tripulacio-
nes y soldados de los buques de la república, surtos en
aquellas aguas; y puesto á su cabeza volvió á desembar-
car en el Cabo para recobrar la autoridad que . le ha-
bian usurpado los comisarios. Esta agresion, mal calcu-
lada acabó de hundir al país en su destruccion. Los
mulatos con una parte de los blancos se pusieron al la-
do de aquellos : se rompieron las hostilidades con «el
mayor furor por ambas partes; mas no considerándose
os comisarios bactonte fuertes para salir triunfantes de la
555
lucha que hacia dos días que sostenían con muy poca
•ventaja ; concibieron el horrible proyecto de llamar en
su auxilió á los esclavos , publicando una incendiaria
proclama en 21 de junio de 1793 ; "en la que á nom-
bre de la república francesa ofrecían la libertad á todos
los que combatieran á sti lado', bien fuera contra los
españoles ó ingleses ó bien contra cualquiera otro ene-
migo interior ó esterior,' asegurándoles al mismo tiem-
po que disfrutarían de los derechos de ciudadanos fran-
ceses todos los que por sus proezas se hicieran dignos
de este beneficio.
Desencadenada por tan inicuo medio la tempestad,
corrieron los negros en tropel á recibir armas de los.
comisarios , con cuyo funestó refuerzo fueron derrota-
das las tropas de Galbaud , quien púesto en desordena-
da fuga logró salvarse á nado con una parte de sus tro-
pas y colonos en lós barcos de la república ; pero antes
de levantar el ancla , tuvo el desconsuelo de-presenciar
el incendio de la ciudad del Cabo, y la : matanza gene-
ral de blancos, á_que se entregaron las desalmadas hor-
das en cuyas manos habian sido puestas tan impolíti-
ca como pérfidamente las armas por dichos comisarios, y
aun ellos mismos hubieran espiado con su cabeza su ne-
fando crimen, si no se hubiesen refugiado prontamente á
uno de los barcos que se hallaba fondeado en aquel puerto.
Desde esta época puede decirse que quedaron due-
ños absolutos de la colonia los negros y mulatos. El go-
bierno inglés ar cual del mismo modo que al español
había la Francia declarado la, guerra desde algunos me-
ses antes, se puso de acuerdo con los colonos refugia-
dos en Jamaica para dirigir una espedicion á la provin-
cia del Oeste. Para ;'oponerse á ella los comisarios,
adoptaron la última de sus devastadoras providencias,
que fué la de proclamar la abolicion absoluta de la es-
clavitud.
.554
En esta guerra contra los ingleses , en la que toma-
ron,' parte negros ymulatos., se dió á conocer por su
genio militar . el famoso Toussaint l'Ouverture. Este ne-
gro' , á quien su amo 'labia hecho educar de un modo
distinguido , ejercia tanto influjo sobre la gente de cu
color, que en él habla depositado una ilimitada confian-
za.Así fué. que, puesto á la cabeza del ejército insur-
gente ,. sostuvo una guerra tan sangrienta con los ingle-
ses , que se vieron éstos precisados á evacuar la isla.
Como Toussaint , aunque absoluto en el mando , no se
Babia declarado independiente de la Francia fué nom-
brado por el directorio, en 1,797 general en jefe de los
ejércitos de Santo Domingo.
Ya á este tiempo la autoridad francesa era ilusoria. .
La de los agentes del directorio-quedaba eclipsada con
la de. Toussaint l'Ouverture , quien no permitia que se
pusiera en planta ninguna de .las disposiciones que
aquellos dictaban si no llevaban su aprobacion , hasta
que por último declaró su independencia , convocó los
diputados de los departamentos , y les presentó una
constitucion , que fué promulgada en 1.° de julio de
1801. En esta constitucion no se quitó enteramente la
máscara ya que el articulo,1.° declaraba que la colo-
nia baria parte del imperio francés , aunque sometida á
leyes particulares , quedando la adminístracion del país
al cuidado de un gobernador , cuyo título se lo confirió
á sí mismo con la facultad de designar su sucesor.
Este hombre notable , que habia -tenido que com.
batir primeramente la rivalidad de los mulatos, cuyo
partido era dirigido por el general. Rignaud, reinó co.
mo soberano absoluto desde dicha fecha de 1801. Civi-
lizado y bárbaro á la vez, conoció que la religion era
el mejor, resorte para dominar las masas: así que se
dedicó ;á protegerla con el mayor empeño abriendo las
iglesias, y venerando á sus ministros. Prescribió al mis-
355
ano tiempo , como obligacion legal , el trabajo de, los
campos , imponiendo castigos á la ociosidad ,; á cuyas
sabias medidas se debió la reanimacion de la agricultura,
y una prosperidad siempre creciente.
Investido Bonaparte de la dignidad de primer cón-
sul, ordenó en 1802 , que se aprestara una espedicion
formidable , y se embarcára un ejército nurnez'osó á las
órdenes del general Leclerc , para restablecerla so'be-
ranía de la Francia én Santo Domingo. Dicha espedi-
cion la cual, con los refuerzos que le fueron enviados
sucesivamente., llegó á reunir un total de 42,000 hom-
bres , tuvo al .principio algunas ventajas , siendo la
principal de ellas el haber sido hecho prisionero yen una
de sus batallas el formidable Toussaint y enviado á
Francia, donde murió á poco tiempo. Aniquilados los
espedicionarios por las enfermedades endémicas del
país , por la inclemencia del clima , por las dificultades
del terreno , y por los incesantes combates, hubieron
de evacuar la isla en noviembre de 1803 , habiendo
sido muy pocos los que regresaron á Francia.
Entonces. fué cuando Dessalines , que habla sucedi-
do á Toussaint en el mando, proclamó solemnemente
la independencia en 1.° de enero de 1804 ; , y entonces
fué cuando Santo Domingo. volvió :á tomar el : nombre
de Haity.
Nombrado Dessalines gobernador general, de la pro-
vincia trató de seguir las huellas de Toussaint; del
mismo modo que éste , hizó obligatorio el trabajo. En
8 de octubre de 1804 , y al regresar de una espedicion
acometida infructuosamente . pura conquistar la parte
española de la isla, tomó el _ título :de emperador con el
nombre de Jaime I y promulgó una constitucion , que
le conferia un poder casi absoluto del cual se valió para
imponer castigos.á su antojo á 'los holgazanes..Dessali-
nes pereció en 17 de octubre de 1806, víctima de una
356
coüspiracion que su feroz despotismo habia provocadd.
En 27 de diciembre del mismo año se reunió en Puerto-
Príncipe una asamblea constituyente , nombrada bajo
la influencia de Cristóbal y de Petion la cual decretó
la misma constitucion que con ' algunas modificaciones
fué- restablecida en 4 816.
La espresada asamblea ofreció la presidencia al ne-
gro Cristóbal que en 'otro tiempo habia sido teniente
de Dessalines ; • pero Cristóbal no quiso jurar la consti-
tucion porque le pareció que restringia demasiado el
poder ejecutivo y él quería poder disponer libremente
y sin trabas de las rentas públicas y aun ele la vida de
los sospechosos. Aunque la asamblea no convino con
tales exigencias, Cristóbal sin embargo retuvo la presi-
dencia por la fuerza de las armas , y estableció su des-
pótico dominio en' la parte setentrional de la isla, mien-
tras que el mulato Petion, que había defendido la cons-
titucion contra su :rival fué proclamado presidente en
Puerto-Príncipe.
Despues de una obstinada- Iucha , en la que ningu-
no de los contendientes obtuvo un triunfo decisivo , hi-
cieron la paz , y cada uno de ellos quedó mandando
en la parte de que habia tornado posesiona Cristóbal
adoptó en gran manera la política de Toussaint, y plan-
teó un dominio absoluto , pero ya en 1811 tomó el tí-
tulo de rey con el nombre de Enrique I, rodeándose
de una corte fantástica , y creando una nobleza que
enalteciera su dignidad. Arregló á su modo el poder
judicial organizó un ejército, y un simulacro de ma-
rina abrió escuelas de, las que proscribió la lengua
francesa , introduciendo en su lugar la inglesa , y tra-
tó de restablecer el órden en todos los ramos. Así pudo
ejercer un mando despótico sobre la poblacion negra,
ya por el terror, y ya por el fausto y ostentacion á que
tatuo se inclina la raza africana.
La parte de la . isla gobernada por Petion , estaba,
montada bajo un pie de muy distinto carácter; en lugar',
de las maneras elegantes de la corte de Cristóbal, se,
habian introducido en la de Petion usos groseros, crea-
dos por la escesiva tolerancia,, por la haraganería y por
la miseria. Sin embargo, llegó á hacerse tan, intolera-
ble el despotismo del primero, que su misma nobleza
se sublevó en 1820, y cuando se preparaba á salir al.
campo contra los rebeldes armadós, fué atacado de una
apoplejía ; y al verse en un estado tan miserable, se ma-
tó él mismo de un pistoletazo.
A la muerte de Cristóbal , trataron los jefes insur-
reccionados de elegir un nuevo soberano; mas no pu-
dieron ponerse de acuerdo, y mientras que estaban per-
diendo el tiempo en tales discordias, se presentó en el
Cabo con 10,000 hombres el general mulato Boyer,
que, habia sucedido á Petion en la presidencia de Puer-
to Príncipe, é hizo reconocer su autoridad en aquella
parte de la isla, así como en todos los ángulos de la
antigua colonia francesa. Faltábale á Boyer posesionarse
de la parte española, y lo consiguió con facilidad, apro-
vechándose, segun hemos indicado en los apuntes his-
tóricos de la República, dominicana, de la desaparición
del pabellón real, tan respetado por aquellos pueblos, de
la impotencia del revolucionario NuñeZ, y de las discor-
dias de sus habitantes.
Como Boyer pertenecia á una raza , contra la que
los negros han tenido siempre una antipatía invencible,
trató de hacerse popular á fuerza de concesiones. En
tiempo de Toussaint l'Ouverture y de Cristóbal, la po-
blacion negra habia sido compelida á cultivar las ha-
ciendas, mediante un salario prefijado en la cuarta par-
te de la renta; Boyer suprimió esta obligacion, y procla
mó la libertad del trabajo. Distribuyó al mismo tiempo,
á cada soldado diez aranzadas de tierra, esperando que
358
por 'este medio los'comprometería á un trabajo volun-
tario; ' pero se equivocó, porque lo que fomentó fué los
vicios y no la aficion al e trabajo. Entregados los negros
á' su libre albedrío, volvió de nuevo á tomar su imperio
la pereza, la holganza y la miseria; sus tierras merceda-
das quedaron sin cultivo; .y las grandes haciendas sin bra-
zos, porque dichos negros no querian trabajar, ni aun-
que se les pagase doble jornal.
Viendo Boyer la 'mala correspondencia de su pueblo
á süs,beriéficos planes, conoció que era preciso adoptar
algunas medidas coercitivas, y con efecto las puso en
planta en 1826, como parte de su código rural; y aun-
que remediaron en alguna manera l'os males antedichos,
no fueron sus efectos tan beneficiosos como debiera es
perarse, porque ni aun con amenazas salían los negros de
su apatía, ni Boyer por su calidad de mulato se atie-
via á hacer respetar sus disposiciones con el rigor que
hubiera convenido emplear para desterrar la inercia ge-
neral de aquella gente.
Sin embargo , y á-pesar de que el referido foyer
no podia ser-muy popular para los negros, á causa de
la diferencia de color y de raza, puede decirse que fue
quien fijó definitivamente la revolucion de 'aity, ya
que logró ejercer el poder por el espacio ` de veinte y
dos años con cuanta templanza y buen órderí cabe entro
gentes que carecen de cultura é i'lústracion. Esta con-
sideracion por si sola debe hacer la apología del referir
do jefe mulato, porque tan solo con talentos mas que
regulares, con una sagaz política y con acreditado valor
se puede mantener por tanto tiempo el prestigio y la
autoridad en Medio' de tantos .elementos ele oposicio
de contrariedad, casi invencibles.
No entrando en el plan de mi obra formar una
historia estensa y razonada de Haity, y si solo resellar sus
rásgos'principaleS 'mayormente desole que cesó esa gran
581
revolucion entre blancos y negros, quedando estos úl-
timos completamente dueños del campo, apuntar é tan
solo sus rasgos principales por el órden siguiente:
1.* La independencia consentida por la Francia
en 4825, mediante la estipulacion de un tratado de in.
demnizacion de 130 millones de francos' , de los cuales
se; pagaron 30 en el acto con un empréstito que se le.'
vantó al efecto. Empero reconociendo al poco tiempo.
el gobierno francés las grandes dificultades de que
Haity por su estremada 'pobreza pudiera pagar el resto,
redujo los 100 millones á 70, y- aun convino que es-
tos se pagasen paulatinamente, es decir; á razon de
4.700,000 francos cada año; pero aun así cuesta mu..
cho trabajo cobrar dicha cantidad, la cual como que
está hipotecada sobre ciertas entradas de las aduanas,
no se paga'con la debida puntualidad, al parecer por eU
mal manejo en la recaudacion de las, rentas públi-
cas ( 1 ). •
2.° La revolucion de 1843, llamada de la regene-
racion por el manifiesto de Praslin, que concluyó , por
espulsar del mando á 13oyer, despues de haberlo ejér.
culo, segun se ha dicho, por espacio de veinte y dos
años, y dió el triunfo á los Piquets, ó rebeldes del Sur;
y la nacionalidad á los dominicanos, qué desde enton-
ces quedaron independientes segun ha sitio consignado.
en la historia que á estos corresponde.
3.° La creacion de un gobierno provisional, en que
los dos hermanos Herard'Iliviere, 'que sé habian apode-.
rado del, mando, reformaronla constitucion é introdu-

(1) Å tal punto ha llegado la repugnancia do los haitianos eu.


cumplir con estas obligaciones cle crédito,- que en este mismo aAo
de 185i se vio precisado el Gobierno. francés á reclamar t;us co ,n-
tingentes con la fuerza armada prel .entando buqués de guerra ,de-
lante de Puerta-Príncipe en actitud amenazadora.
360:
^jeron las prefecturas y corregimientos á fines del mismo
año de 1843.
4.' ..Otra revolucion en 1.° de marzo de 1844, que
dió por resultado la elevacion á la presidencia del gene-
ral Felipe Guerrier, quien anuló todos los actos de sus
antecesores echando abajo las prefecturas y corregi-
mientos, y restablecieñdó la constitucion de Pet:ion.
5.° Otra revolucion en noviembre de 1846, por -la
cual se apoderó del mando el general Fiché, cuya muer-
te prematura interrumpió. los buenos efectos que empe-
zaban á esperimentarse de las .ideas liberales y de ór-
den que habia sabido inaugurar, y los beneficios consi-
guientes que indudablemente hubiera derramado sobre
el país.
6.° La elevacion de Soulouque á la, presidencia á
principios de .1848, debida á su misma insignificancia
política , pues que no pudiéndose 'avenir los Senado-
res , divididos en dos partidos , en la eleccion de su
predilecto candidato , y habiendo salido empatados los
votos en tres escrutinios consecutivos , sin que ninguno
- de lós contendientes quisiera ceder el terreno , les
ocurrió conferir la presidencia á Soulouque , goberna-
dor entonces de la plaza y muy acreditado por su va-
lor, suponiendo . los corifeos mas influyentes que les
sería muy fácil gobernar á su antojo á un hombre á
quien se consideraba completamente destituido de ta-
lento , y exento de toda intriga,
7:' El degüello de los mulatos en este mismo año
de 1848, promovido por ; los celos y por la antipatía de
los "negros , escitada furiosamente por los generales Si-
milien y Bellegarde contra los de aquella raza , que en
la citada época, y mas principalmente durante el dila-
tado mando de Boyer habian sido los mas preponde-
rantes. habiendo persuadido al demasiado crédulo Son-
loiíque, - de que dichos mulatos trataban de . hacer una
,
reaccion para sta^bir^ : ti l ^podér: por 'éYicima"de su n ca i
dáver:, IograranH qu+e coinsintiesé''én , l a 'ráfe'rida rñtij^
lanza. ;.
Tres cañonazos disparado' s desde él Fuérte dé'Púértá:^
,•^ ^ ^
PPríncipe ern lñ : minan^a-i^el. .;1^i^cle`a-i^ril`'de '1`848^, dieron
la señal, de alarm a d,0 cjiie` la patria éstábl. erí ^^pelig'ró:'
el pueblo , que habia ignorado"él nefanáójAañ , - qu;e'sé:
estaba-t'ramándo, -tóMó;lasarm"as, salió' á" la calle in-
clusive 'los mulatQ s , que no tuvieró'ri el''fríénor receló 11.
déscónlianza. ; per las tropas negras ,' yT á preparaAas dé:
aritémano;.al; encbintrarse "con lós infelices 'proscritós,' :'
totalmente desprevenidos ,' les hicieron va 'rias' 'déscr:;
gas cerradas , qúe dejaron á muchos tendidos por el
suelo, y los que putlxiernrt:;éscápár. de este primer ata-
que, fueron perseguidos y asesinados . á bayonetazos. Va-
,.y.
rios ministros' `; consejeros', generales, otros 'funclol'
Barios d.é-áquel éolár, qoe . acudieron á.pá-lácio por- am-
paro , fueron acribillados á balazos en el mismo pó.rti-
co , - las ' ^aalerías, y' hasta : "en lasp "lrtabitaeiónés` de
c
Saulouc^ue.
Ii► te"rvinieror los cónsules tiara qúé^cP'sa"ra 'éstá 1:16i'
rot osa carnicería•: ;-Se daban las' árdéríes ópo'rtunás'';
quedaba todo :süspenso :hasta el , dia sigúiérít'e',' eri : qt
se repetia ':cott'inaydr énearni7aMiente". 'Este pérródo;'
que"-puede rep`utarsé por el mas Uorrorosó ,de 'la -lristd'
ria` °h;aitiaría , dur ó ' de cuatro á seis dias';` y, si `terím'it^^'
qu'édandá t odavía -algrín triulato' con vidá ,' sé `deli'i6 `á'
lós'in7etbtdos- esfue p zo's dél' cáns;ul- "ír'art'cés Mr. Éaybtr`iftl:;
'rasgo 'Mayor dé feí . ócidád fuó él' Yíralré^r^^'
né^..^dó tos vencédoiés á' erttregá`rl los éádbiseies'
ilustres dél país áI^ás -esp ósas é fhi^as'qtie'rlos'recla^a=^
bah' ,
`cori eopios^v^^^ll-ánta; rpárá "daFle^`^1;^:
^^ .r. .
pi^l^u íá ^lial^iéildese ^Iispra^sto eit si^
.; l^e^g^ír párá
eséariiio. ° de aq^uéllos :iilfé'li'et^s , ?'111,6m 'u^tiláfle's^
,
s{is ^k'
^"

poj&s ^^órtlids=s #l^é^rárr-p$ra'strác^s . á = Fá^^úes^ 'dÉtr^ada


24
50.2.
para R I9 s. 9justiciarlósi No ; fué menos: saagrienta:: en los
demás ; pLieblos del imperio la persecucion contra los in-
felices mulatos , cuyo número desde entonces quedó
reducido, á la menor espresion..
$.° Lá , :aesgraciada campaña :de Soulouque contra
la,,rep'u, blica dominicana en, 1849, , y su . ;elevaci:on al im-
, .... del,
periu;:en,seli;en^bre
., . . áñ^.,,..
y ,9 Estado, pacífico ' del ,pais sin ;embargo ;;de estar
°
pendiente 14 . cuestion dominicana ,, cuya ;me .diacion -han
to;rm:do. por su cuenta
, la Francia y,la:Inglaterrá, : de la.
que m
meocupare en,,la;seccion de la parte política ,; que;
principia eri el próximo capítulo.

CAPITULO LV.I

^ese^ia_de .lac. política..de f Francia ;, ,1lzglaterra'; Esta-

^ ; ,,dos ; Unirdo^, y; España con el imperio de .^Iaily.


- t
del Gobierno.;.haitiano,ha sido r siempre
la de dominar despóticamente en toda la is^a,inco..rpo-.
ranAo, á ; su mandó;lá antigua parte española. S 10Zo se han
desarrollado :to,(lávia, -en.sus mandarines ideas, de esten-.
dor sus conciuistas,. fue;i;a' ' cl u ,su 'país-, porque -si bien se,
ep.nsicleran fuertes : dentro ;cle;él,', eQn ;oceñ;gc.ie les fal-..
tán IQ s , elementos para :todo .plan : QsterZor '. Aunque en.
P,uertóyríncipe:. , se hallan: cónsules de ;,la mayor parte
eje 1,as..,naciones; de Europa ,' el que ,se supone de mayar,
_ ,.:
Predilecei:on y conCáwq ; pZra, los, a hait4anos es el ,ipglés,
^n ;cuyár nacion cre.en, haber.. e,nGontrado,,rnayoressim-
P,_.,,^ti
}<<^s.^=^ y : fu^n^Ian : ., apóyp. desde que se pu-..
, , ;, ^.,sup^^.r^e-ipal.
s Q911 frq9te, deilá ernancipacion : esclava u ,cuyo pensa-,
m}^nxó i{ ; ; áupc^ue no, tenga_ ; .mas origen quede unl:
blen.{^
^^ ^^;diqa'. ,Al.ázli;rgp'ía t ,; , (iuieren, algunos. :da r4 ; ,rnard
.
4 ^ J
yóxe^ ^}r^e,aslór^e^, er^ ,et vas^to: ,. ^car^pQ.,de,la
a s conjeturas. ^
41.9;1iáb iás^.j{ {, 40.M 1-1; a r,^u^tas ^^ ^1^ ¡Afluencia inglesa la,,
^ ^, ^1 Y `4
creacion del imperio de Soulou,que con el , objeto' de
dar fuerza y consistencia á aquel Gobierno, ya que 'la
, esperiencia ha acreditado que los negros se mantienen
mas sumisos y Obedientes con el simulacro de un trono..
Aunque la elevacion de Sourouqu-e apareció ser esclu-
sivamente la obra de algunos , empleados deld.obiernO,
que al regreso de la . malograda ' campaña dé Santo Do-
mingo,, se dedicaron á buscar firmas, principiando por
los mulatos,. en quienes, por ser los mas débiles para
oponer resistencia, babia de hallarse mayor docilidad,
y siguiendo por las demás clases llegaron á formar una
lista numerosa, se sospechó que estos manejos pudie-
ran haber sido dirigidos muy diestra y reservadamente
por personas de mas altairnportancia que las que sie
pusieron al frente, y solo asi se esplica que un jefe, que
no habia podido .borrar todavía la primera impresion
del mal éxito ,de• su :espedicion á la República domini-
cana , se hubiera decidido á aceptar , ni su pueblo ¿t
ofrecerle, el título de Emperador , en el que se habia
pensado únicamente para el caso, que se daba por se•
guro , de que . hubiera, regresado triunfante dé la, indi-
cada campaña
Desde dicha época la Inglaterra es la que influye
mas poderosamente en los consejos de los haitianos; y,á
sus buenos oficios se debe en gran manera la stispen-
sion de hostilidades entre haitianos y , dominicanos, que
es de desear se prolongne indefinidamente, ya que no
se llegue á la estipulacion, de una; paz *sólida .y consis-
,
tente*, que sería lo que mas conviniera á ambos pué-
blos. Estando en el dia pendientes estab negociaciones,
claré upa idea aunque de ellas tomándolas des-
de su origen ,z
Habiéndose convencido el obiernô dominicano cae
qué la Efflaria no podía temar una parte tanyronla,
tan eficaz , y tan decidida cual 's'é..p'ecesirabaplra
'5 «4
-d'él. so territoiiio de la4 irrupciones de los negros ; ter-
Minada , al parecer sin 'resultado la comision que di-
cho Gobierno en'vió á Madrid en 1847, como lo he in-
dicado-en la historia de aquel país,. ofreció á /a Francia,
segun ha llegado‘á mi notíCia , el protectorado de aque-
lla república con la' cesion de la importante bahía de
Samaná , suponiendo que la adquisicion de este último
punto hábia de halagar en alto grado las 'miras políticas
dé aquella nacion ,'del misMo modo' que las habia hala«
d o en épocas anteriores ; pero cómo no se ha visto
'resultado alguno de estos pasos oficiosos, es de presu-
mir que se hayan cruzado objeciones bastante fuertes
'para friiStrarlos.
No ocultándose—al Pre'sidente dominicano Baez las
dificultades que. pudiera ofrecer aquella cuestion tan
'delicada, promovida mas de una vez 'por el mismo con
"vivísitto interés y ferviente celo,, le ocurrió -la feliz idea
'de implorar la rnediácion de la Francia, como recurso
él mas espedito'y de ningún compromiso , para atajar
.el nial que tan de crea"le amenazaba_ La Francia aco-
*gió favorablemente dicha id-eu , y para no escitar la des-
confianza de la Inglaterra y de los Estad:Os Unidos, tra-
tó' de asociarse estas dos naciones para llevar á efecto
'aquel pensamientO de común acuerdo, y dé plena con-
"forrriidad en sus miras.,
Habiendo dado las teceSarias instrucciones á sus
I'espectivos agentes conátilares en Santo Domingo y
'llaity , 'pasaron lo's.de-esiá'itttimo'parito la primera no-
ta á Sónlouque en 1'14 de juriia da , , 1850 á la que con-
'tetó, time' estaba pronto á abéMár la rridiaCion -sieffl-
'0e que se tratase dala incorporacion' de la parte do-
minicana al imperio. En ,la segunda nota del'I'de julio
mediadores trinos 'un año de-tregna para
arregla' curnplalamente "'estos negocios, y ,Soulonque
¿oríeedió 'tan 'lelo dos TilOSCS. Eii lá 'tercera 'de 7 de
36.5
agosto insistieron en que no se tomase medida alguna
hostil contra tos, doim icanos , y en la cuarta de 19 de,
i'
diciembre fueron ya mas esplícitos los mediadores, a•
nazando,con la represion,, si el Gobierno haitiano ha.
cia efectiva, sus agresiones.
La quinta nota de 11 de febrero de 1851 fué mas
terminante , pues que se pedia, decididamente la paz ó
una tregua de diez años , á lo que contestó Soulouque
que ha,bi.a nombrado una comision para que form.nlára
su dictamen. la sestas de 21 de .febrero insistió la
mediacion trina en que no debiéndose perder el tiempo
en estériles discusiones, reclamaba el ultimatum ,. que
era la paz ó la tregua de diez, años : replicó. Soulouque
que no podia sustan. ciarse aquella causa sin que se bu-
biera oido previamente á la parte agraviada , é instaba
para que se celebrase una conferencia con sus comi-
sionados. En la sétima de 27 de febrero accedieron los
mediadores á tratar con dichos comisionados , pero sir
que resultara avenencia alguna. En la octava de 4 de
marzo esforzaron los mediadores sus argumentos á favor
de los dominicanos, y pidieron una respuesta categórica;
pero -no obtuvieron otra sino la de que iban á reunirse
las cámaras para tomar una .determinacion decisiva.
Ya en la novena nota de . 15 de marzo se espresarop
los mediadores con mayor vehemencia , manifestando
que no podian aguardar mas tiempo , ni era decoroso
que
q se les entretuviese con estudiados Pretestos , y ter-
minando por amenazar á los haitianos sino accedian á Jq
que tenían solicitado. La contestacion, de aquel .Gobier-
no dada en 19 41e abril fué la de que las Cámaras no
podian convenir en la separación absoluta de la parte
oriental, porque lo prohibia la Constitución ; pero gtte
podria continuar el : estado suspensivo hasta que se lY -
liasen medios hábiles de : resolver aquella cvestion á `sá-
tisfaccion de ambas partes.
5GG
Viendo los agentes "mediadores lo' poco que adelan-
taban en sus negociaciones , se dirigieron á sus 'Gobier-
nos respectivos para que les trazasen la línea de conduc-
ta que debian seguir , escepto el agente americano,
Mr. Whalsh,, que se separó de hecho de la mediacion
embarcándose en 1.° de mayo en compañia del cón-
sul francés Mr. Raybaud , para Santo Domingo , desde
donde tomaron ambos ladireccion de Nueva-York, el
primero para quedarse en aquel país , y el segundo pa-
ra, seguir su viaje á Francia , de donde regresó á los dos
años al ejercicio de sus funciones consulares en el refe-
rido imperio de 1-hay.
La salida de Puerto-Príncipe del cónsul general
francés y del agente comercial americano , no alteró de
modo alguno el estado ¿le las negociaciones entabladas,
porque en representacion del primero quedó con la coro.
petente autorizacion otro individuo del cuerpo consu.
lar, no menos activo , inteligente y celoso que el pro-
pietario. Este agente, llamado lar. Vieck , obrando de
perfecta conformidad con el cónsul general inglés,
cóntinuó en los mismos términos la citada niediacion ; y
aunque parece que por sus córtes respectivas se halla-
ban autorizados para declarar el bloqueo de los puertos
del imperio , si Soulouque río tedia á sus exige lcias pa.
cíficas convinieron ambos sin embargo en suspender
toda intirnacion violenta y en reservar su lenguaje
amenazador para el caso de que negándose aquel Go-
bierno á las prudentes escitaéiortes diplomáticas', trata-
r. a de obstinarse en el sistema de resistencia y de des-
airar los amistosos consejos de los mediadores.
• En, el entretanto , y mas'bien que hacer el empera-
dór Soulotique concesiones , que tanto le han repugna-
do siempre respectó de la sepaiacron de los dominica.
nos, trató de adoptar los medios de la dulzura y seduc-
clon , á cuyo fin promulgó uña prbclama muy afectuosa
Ir del mas . Ylive . inte'réS fatvot; rdoffiinléatidt1;
mas estas qué-eltában'y estan fwmértente'rdsueltól á`li>o
transigir, ni recone,cer base alguna de' pacififeacidnih
no sea la absolutw independencia impéiió
arrestaron á los' encargadós de 'Circulaila Citada proéla-
ma ,y se dedicaren con el 'mayor enipéficv á'recbaiar
las, dos columnas de tropas q Sonlotique
indo sobre la frontera por la parte -dé Neiba , para' aPd-
yar , sus conciliadores esfueríos :, ó maS bien'y en el' caso
de ' que no tuvieran un feliz resultado - cónió era 'dé s-
perar para tomár-posicion en -tanto que se liaciánlóS
-preparativos necesarios . para . abrii. 'la campaña.
• Aunque estas maniobras . - no pedian oeultarse'á ro's

tnediadcires, : no se a treviron 'Sin . éMbai. gó ã liacer'abiei'.-


tamente una r amenaza coactiva, habiéndose
pasar en 24 de 'julio, (jira- nota, en la que Manifesta;ndb
los jtistes . recelos (-fue les inspiraban sus simulados 'pta.
nes insinuaban' que' sé' veriarvp̀réciSadeS''á adeplar ¿je-
didag muy formales si111Y centenian'sus airesiotiesfEd51
del mismo mes dé julio contestó eiGolierne'd'eí
que, que era injusta quella desconlianza,-ple -S'qüe'S: M.
-eltába dispuesto -á ,adoptar los medios de ConCililr di-
chas discordias. La `descenfl a' na' de los inéd:iadere, 44
era -tan :natural- cuando : ne se 'habla 'vistó 'hastal éW-
tencewpor . parte de losAlaitian es más (-1.1e 'una é"stUiiikila
reserva'para‘ eludir toda clase 'de , CáMp:roiniseST-Cell'ió
algún' tanto : 'cuandó recibieren en
nota del' Ministre de ;Estado-»en 14" 'que les
'que su . Em'perador .lconce'dide álos''áóminié.abbs
:un --ario de tregua, que : déberia•.diii'a' r nió<fieriabre
de,1>152.'
f Aunque_ esta c or nceáonleo-mtiy iniezquiná; ytfiviiy
'diferente de la que habiatv,exigidcvlos-mediadbitél,':¿`16
: dé la 'pardetinitiva-, por leí tneol' de -ima,gliatle
-ffiez;años,- , fué'. sin. pmbargw recibid ton; 'talládh'ilétlirS>o
precuyso,ra :delprroglo, -general:de' aquellos ,negóMá.
Así, pues, p,asó pion, la, mayor tranquilidad , p1 plazo esti-
pulado; y po p, 1101 antes que aquel espirase ,

i ron , árnbosagentes, mediadores otra :nota para manifes-


árqup,sus 'Gobiernos_ respectivos deseaban y esperaban
quen io se,.interrumpiese pi estado pacífiéo del pais, ya
„que. podido s observar prácticamente que la paz
,‘ era lo , que mascon‘,T enia á los dos , pueblos rivales.
,Por haber. salido,dp Ilraity algunos Meses antes para
In glaterra el cónsul general de S. M. B el Sr. Ushér
pm licencia temporal , , y. al parecer para evitar com.
promisos, qu,ed,ado,encargado de anuel.consulado
Sr. Byron, cuya menor. representacion pública . , así
„como jaclel agente , francés, no se, consideraban los me.
j 'ores elementos:para dar autoridad •á aquella negocia-
cion, si bien estos clos celosos empleados supieron , con
u buen talento y' esmerado celo :suplir aquella falta de
elevada 139icion. Grandeá fueron, los esfuerzosque hi.
cieron los citados agentes, especialmente el 'francés, pa-
r,a-contener, .á los' haitianos cuarklp,hubo concluido-la
trepa otorgada., ,
conservar ,el estado de,suspension que ha subsis-
(90hasta e 4ia,-,1)Pri debido contribuir en , 'gran Manera
.11(-:,s planes dl,propagancla, fraguados por algunos genios
91On/ricos de los, Estados Unidos, , realizados,. aunque
,áln, fruto, 'end,os,' pápediciones sobre la isla de , emba , y
i1, 9, 1que , se, teme que ,puedan dirigir,sobre la isla' de,Sah,-
ftp , B9ming,o,.,Np,ignorawlos haitianos /os esfuerzos (lu°
0,1b9 n h9Ch o ,por llanos almericalio,s,para lo anexion á
4. 1411)illis, de la 1Op4blic4 díokiiihicana , y tampoco ignoran
que sobre ella tienen fija constantemente la v.ista como
?unto 11mgyor:,interés , para }bus ,ulterioresnlanes; y á
Aoci:§1-1 1tia m 9 l no puedg . convedirles;que'lol deminkea-
on P49Ati g4do s y redu,cidos á lp desesperadion 'puedan
4.19.1.0 1'1.19A 1›,ramd tinos puebbs,que; tarde , ó templit.
569
n o,, y siguiendo sus planes. da - política absorbente,: 'dé.
Dieran apoderarse,.á no dudarlo, de toda la isla de San-
to Domingo, si los unos ó los otros, llevados .do un mal
consejo ó de imperiosas circunstancias, les dieran - en-
trada franca en aquel pais bajo el carácter.. de auxilia-
res ó defensores de querellas impolíticamente) provoca-
das.. No es estriño por lo tanto que entre: ellos: se haya
creado una alarma general.
Si temor y desconfianza se encuentra en los domi-
nicanos para recibir .la prote.ccion de los ciudadanos de
los Estados Unidos, porque conocen.' que muy pronto
habiá de desaparecer su dominio, °y aun su nacionalidad,
no es .menor la de los haitianos; porque á las circuns-
tancias antedichas, q.ue serian iguales en esta parte,
se agrega la muy reparable (le la esclavitud organizada
en escala mayor en los Estados del Sur, cuyo lar"edemi,
nio , si llegaran á adquirirlo sobre el citado imperio . de
_

Haity, compuesto en su totalidad de negros libres, po-


dria poner en 'gran, peligro su condieion y su seguri-
dad, ó por lo menos tenerlos en una contínua zozobra y
sobresalto.
Véase, pies, una de las causas mas .razonables para
haberse paralizado la acciona agresora de los. haitianos.
Y en verdad que sería una falta de prevision y de cor.
dura emplear el tiempo , el dinero y los recursos del
pais.en fomentar infecundas discordias, y en lanzarse á
una guerra sin la probabilidad de éxito favorable, cuan-
do necesitan reconcentrar toda su fuerza y toda sú aten-
cion :para defender su territorio de enemigos estériol?es
que, á no dudarlo; aparecerian por aquellas costas , si
llegárar á desguarnecerlas , como no padria menos. de
suceder, desde el momento en qué emprendiendo una
guerra funesta con los dominicanos, tuvieranque llevar
sus huestes janas fronteras de aquella república.
lejanas
Las dos naciones qüe ejercen mayor , influencia en
570_
dicho imperio son la Inglaterra yla Francia, y mas par-
ticularmente, cómo ya se há dicho , la primera, porque
como no ignoran los haitianos que se ha puesto al : fren-
te 'de la sociedad anti-esclava, y que ha mostrado cons-
tantemente el mayor empeño por la emancipacion ge-
neral de la raza negra consideran al Gobierno inglés
como su protector natural. Y aun al observar el ardor
con que dicho Gobierno favorecelos'citados planes de
emancipacion, habiendo principiado por introducir en
todas sus colonias esta filantrópica'méj.ora social, sin re-
parar en el sacrificio de, intereses de la mayor cuantía,
no es estrago que algunos se figuren ver en los aboli-
cionistas algo mas que el simple deseo de ejercer un
acto humanitario.' No es estraño ,: repito, que algunos
se pierdan en ilusorias conjeturas sobre .futuros engran-
decimientos de la raza negra, constituida en toda su in-
dependencia, y elevada . á un grado de dignidad ' é im-
portancia , que nunca llegará: á realizarse, aunque ;no
deja de haber algunos que se arrullen con estos dora-
dos sueños.
Por tales consideraciones se ha encontrado hasta el
presente tanta docilidad en erGobierno haitiano para no
oponerse abiertamente á, la marcha política 'aconsejada
por la Francia y la Inglaterra; y para reprimir sus instin-
tos belicosos, y sus arrebatos de ira y de venganza con-
tra los dominicanos.' Este, estado de' forzada sus'pension,
ya que no se pueda 'venir, al término de Una paz sincera
y cordial, la que nos es pósible entre pueblos escitados
por 'elementos tan abiertamente contrarios.; conviene
sin embargo que subsista inda fiuidarne`nte bajo todos
conceptos; y si conviene ' á la Inglaterra .y á la Francia,
que tan bien han sabido 'interpretan las : intereses' de la
burrianidaá>, y aun los particulares:de;so nacian porque
de riinglun modo puede entrar en 1s1.Olit ca tina :;con-
flagracion' generala en' las 'Antillas ;-no''se> halla:Menos
I> i.
interesada la España en coadyuvar por``todos los-.medis
posibles á la esti'rpacion de todo germen de discordia,
que pudiera alterar la situacion tranquila y' altamente
lisonjera ' de sus dominios trasatlánticos.
La España , que tan respetada ha sido siempre por`
los negros de Ilaity , quienes sin embargo ' de las san-
grientas revoluciones por las que han atravesado , ja-
más han concebido plan alguno de hostilidad ni: es de
esperar que lo conciban , porque n o. es fácil gtie sé bo'r=
re de su memoria el prestigio tradicional del nombre
español, que tan arraigado se halla entre ellos; la España,
que á pesar de la inmecliacion de sus dominios jamás
ha tenido' motivos para quejarse 'de los haitianos , los
cuales han estado siempre muy distantes de promover
clase alguna de conflictos ; la España á la que tanto de=
ben afectar 'todas las cuestiones que puedan suscitarse
en aquellos pueblos vecinos , ' indispensablemente debe
tomar una parte activa en cuantas transacciones: tengan
por ` objeto conservar la paz tan necesaria` para el 'fo-
mento y prosperidad de sus colonias.'` Está ópinion,-que
podrá formarla cualquiera con el simple examen de la
política colonial 'del mismo modo que' la tenia yo forma-
da antes ' de 'visitar aquel país , adquirió doble fuerza
desde que, puesto en contacto inmediato con las' perso-
nas de gobierno observé el grande empé'ño''y el _vehe-
mente` deseo de que se llenase el gran vacío que deja
ba en el imperio de Ilaity la falta de representacion irás
ó menos esplícita ó solemne del Gobierno español,
cuando la había de quince naciones ' dife`rentes,-y-á su
cabeza la de las muy poderosas Francia é Inglaterra.' .`
Aunque por varias complicaciones peculiares -de
nuestra política nacional , no pueda todavía el Gobier.-
no español ''obrar tan libre y desembarazadamente-cómo
los que tienen- represen`€antes con carácter' público`y ofi-
cial ; se ofrecen 'otros m''edios''qúe sin' énvólver cámpró.
57g
micos que pudieran ser prematuros ó no•convenientes;
dieran iguales resultados. Los Gobiernos que no han re
conocido la independencia de Ilaity, y entre ellos el
anglo-americano, , tienen sus agentes comerciales que
desempeñan sus funciones protectoras , del mismo mo-
d o que . si estuvieran revestidos de toda la solemnidad
de una pública representacion. Esto es por lo menos lo
que opino que debiera hacer la España, y lo que segun
ha llegado á mi noticia, se ha acordado que se haga.
Un agente comercial español podria prestar los mejores
servicios , no solo defendiendo los intereses nacionales,
sino asociándose á la Francia é.Inglaterra para dar fuer-
za .á la mediacion entablada, y.para evitar los males-que
pudieran sobrevenir del rompimiento de hostilidades
entre haitianos y dominicanos.
Aunque las dos naciones que están al frente de di.
cha mediacion son bastante influyentes y poderosas
para contener los arrebatados impulsos de los conten-
dientes, sin embargo la inte1vencion de la España en
los negocios de un pais, que tantos recuerdos conserva
de su poder é importancia , y que tiene á la vista sig-
nos ostensibles de que no ha .podido decaer su influen-
cia ,,, habia de reforzar eficazmente esa misma liga con
tanta :perfeccion combinada para mantener por lo me-
nos in, statu quo las discordias . pendientes entre aque-
llos dos pueblos rivales, ya que no sea posible venir á
una solucion pacífica con todos,..lo$ caractéres de.segt}-
ridad y consistencia.:
Me he atrevido á hacer estas indicaciones sin m,as
guiá,que mi patriotismo, y por la profunda conviceion
ora que. rae, ; hallo por el estudio práctico (fue he tenido
ocásion ;de ; hacer sobre 'estas delicadas cuestiones. do
,que. el nombramiento .de un agente coz,nercial en ,el im-
perio habia de tener lamas feliz,corresp.on-
51e?ac a., din ninguna clase.de ;conflictos. izó me atrevo
573
á ser mas esplicito 'sobre materias que por ,ser dei ala
esfera del Gobierno deben 'dejarse intactas á sú resblu
cion. Al escritor de buena fe solo le toca indicar los
medios de allanar tropiezos, y de' vencer' resistencias:
los Gobiernos, con mayores informes :y con mayor cíete=
raimiento y circunspeccion, deben adoptar el partido que
mas pueda convenir á sus altos fines.
La situacion política de Haity puede presentar diver-
sas eventualidades. El Emperador se halla muy avan-
zado en edad , y por otra parte su demasiada obesidad
no parece la mas á propósito para que pueda prolongar
muchos años su existencia. No teniendo mas sucesion
que una hija , todavía soltera , es muy dudosa la suerte
que tendrá dicho imperio á la muerte de Soulouque.
No quisiera hacer vaticinios anticipados.; pero recor-
'riendo la historia de aquel país , y el modo con que sé
ha obtenido el mando, no sería de estrañar que se apo-
derase dé él el soldado mas' atrevido ó mas afortunado, á
menos que teniendo el actual Emperador la debida pre-
visión de elegir con tiempo por yerno y sucesor á uno
de los -jefes militares mas distinguidos y de mayor po-
pularidad , lograse contener la revolucion., que al pa-
recer no pódria menos de estallar, si no se tomasen opor-
tunamente estas disposiciones preventivas.
Si útil es eii la actualidad la mediacion de la Fran-
cia y la Inglaterra, reforzada por la España , habria de
serlo mucho mas en el Caso que acabo de presuponer,
porque en las mudanzas dé gobierno , y mas cuando se
coloca á su frente un genio emprendedor, escitado por
todo el ardor de la revolucion, y tal vez de la fogosa
juventud, se acometen empresas por peligrosas guasean,
á fin de. adquirir un nombre ilustre ; ó de satisfacer.. una
desordenada ambición.
El írnico dique que á, ella pudiera • apánerde Y . seria
la directa intcrvencion de respetables potencias, y en
caso; necesario la ,pronta, presentacion de fuerzas impo-
nentes para, contener por este medio todo impulso vio-
lento . de alterar en lá isla de Santo Domingo el, estado
de paz cuya.conservacion debe ser el objeto preferen-
te,.de la ,política europea.
Debiéndose' respetar hechos consumados, preciso es
reconocer al referido., estado haitiano por tan libre é
independiente como cualquiera otro, sea mas ó menos
simpática la forma de su gobierno. Así ha sido conside-
rado por todas_. las naciones de Europa , sin que hasta
el dia hayan dado estos. pueblos motivo alguno para que
se les disputen 'los derechos que. han legrado adquirir
por i n, efecto; de ; circunstancias especiales, consentidas
y aun sancionadas por el tiempo.
La existencia, de este imperio no puede causar per-
turbación alguna en , tanto que se conserve dentro de
sus:, límites. como hasta cl, presente. Ese mismo atraso
en. ': que sé encuentra el país , y ,la indolencia natural
de sus habitantes son las mejores garantías .de, su con-
servacion , porque si fuera otro: el . estado. de ;su inte-
ligencia, y se hubieren hecho grandes progresos en la
civilizacion; finalmente, si se hubieran despertado. en los
haitianos
aitianos , los estímulos de gloria y de engrandecimien-
to político, indudablemente habrian provocado . algunas
agresiones, ,y ;la necesaria; aproximacio , n de tropas y
escuadras de,.las naciones .interesadas en que dichos
pueblos no salgan; de su. estado habitual de tranquilidad
se.:quiei•e de, postracion.

CAPITULO LVII.

^síádis'ticá antigua delict2ty.--Pródic'cciort y comercio l


cis`lá -actitalidccd.: ^-̀-- Sus' rentás y gasto s .
Lls tres provincias de Norte-;:,Oeste, y Sur:,: clé que
^e . Qoin^^i-a la áritigua - colorlia,1í`tá.n^ee:Al k e <rnArcliáro1
.3 75
hasta 1.789-.en una via progresiva de prosperidad -y es-
plendor, por -manera. fique causaba asombro que un pu-
ñado -de:.aventureros,• como lo fueron los fundadores
de este oscuro asilo., :hubieran .sabido convertirlo • en
poco•m as de - un siglo en:tun..pais tan opulento, que ofre-
ci.a: .segura fortuna á todo el que ` iba á buscarla,
como lográra salvarse. de la influencia del clima.
-En dicha época , de 1789 se hallaba la colonia en
su mayor apogeo su poblacion se componia de 40
á 50,000 blancos , de.- 500,000 esclavos negros , y de
un número casi tan considerable de mulatos y negros
libertos. En la parte del Oeste se' contaban 813 inge-
nios de azúcar, 3,117 cafetales, 789 algodonales, 3,150
haciendas de añil , 54 de cacao , 182 fabricas de
ron , 6 tenerías , 570 hornos de cal , 29 alfarerías,
y 36 tejares.
Su . comercio de esportacion para Francia ascendió
en dicho año á 135.620,000 francos , y el de importa-
cion z 65,578,000 ; habiendo entrado el comercio
estrangero tan solo por siete millones de francos á la
importccion , y tres millones á la esportacion. La na-
vegacion entre esta colonia y la Francia ocupaba 700
buques , y mas de 48,000 marineros.
El azúcar que se esportó en 1790, se elevó á 6.416,209
arrobas , equivalentes á 401,015 cajas. El café que so
esportó en el mismo año, figuró por • 76.837, 219 libras,
el algodon por 7.400,274 libras, y el añil, por 758,629.
Se estrajeron asimismo 29,502 bocoyes de miel de pur-
ga, 303 barriles de tafia , 7,887 cueros curtidos, 5,180
sin curtir, y 5,000 libras de carey ó concha. En el dia
lejos de esportar azúcar la reciben de afuera, así como
otros renglones que eran de la mayor importancia.
576
El cuadro número 1. 0 que acompaño •á continua-
clon , comprende la entrada y salida de buques con el
número de toneladas en 1849 y 1850 , y asimismo el
estado de las rentas públicas y de sus gastos en 1847,
1848 y 1849. El número 2.° trata con toda especifica-
cion de las importaciones en 1847. El número 5.° abra-
za el estado de las esportaciones de Haity desde 1836
á 1849 , que en medio de la oscura y reservada con-
tabilidad de aquel pais :son los mejores datos que he
podido adquirir durantemi visita , y podrá servir para
hacer comparaciones con los productos de esta colonia
bajo la dominacion francesa.
577

Número 2.

Importaciones en el imperio de ¡laitg


en 1847 , cuyo estado podrá servir de quia
para conocer la clase de su comercio.

Pizarras , millares 385,451


Medias y calcetines , docenas 8,016
Manteca y grasa , barriles. . a . . . . 424,369
Galleta , id. 15,000
Tablas de construccion, pies. 4.264,493
Casimir de lana, y lana y algodon, anas. . 12,099
Velas blancas y de esperma, libras. . . 92,779
Sombreros, docenas 4,404
Clavos , libras. 116,739
Coleta, Brabante, Tambor etc., anas. . 2.931,636
Cotonía, Madapolan, Bretaña , Estopilla y
telas de algodon , id.. . . . . . 2.033,924

Coletilla. de hilo , é hilo y algodon, id 12,995

Coti de algodon , id 17,717


•• 12,021
Cobre, libras
150,322
Pelo de cabra, anas.
26
578
Paño id. , asas 18,879
Aguardiente , galones. 765
Telas para pantalones blancos , anas. . 4.137,970
Telas de seda, id 8,927
Loza , guacales 1,768
Harina , barriles • 22,994:
Hierro en barras , libras 160,574
'Ginebra, galones 16,908
Guinga , anas 2.165,267
Hachas y machetes , docenas. 9,009
Arenques salados , barriles 26,115
Aceite , canastos 11,131
I ndianas , anas. . . . . . . • . . • • • • 1.978, 036
Jamon y puerco salado, libras 90,635
Morlan y platillas de hilo , anas.. • 4 . 618,091
Bacalao, libras.................. 4.862,659
Pañuelos de algodon y de hilo , docenas. 163,187
Idem de seda , id 1,498
Muselina y percales , anas 41 9,586
Carne salada, barriles. . • • . .., . . . . 10,005
Plomo , libras 14,733
Arroz, id • • • 4; • 92,5 63
labon, id. , ••• • .. ^. ♦ • 2..043,46l
Chales de algodon, docenas. . ^ . .. • 5 ,17 8
Sal de Epsom y Gláuber, libras 18,508
'Azúcar, id 154,.359
Tabaco, libras 669,836
Telas de dril, etc. ; anas. 398,118
Tejas, ladrillos y losetas, millar-es.- : 1.022,810 ;
Fideos y macárrones; libras... : . . . . ` 20;369;
Vinos ordinarios, barriles 2,015;
Vinos tinos, .cajas. ;:. . . . . . . .
380 Núme

Estado de las esportaciones de los puer

AÑos. CAFE .-LIBRAS. ALG0D0N.--LIBRAS. CACAO.--LIBRAS.

1836 37.622,674 1.012,555 550,484


1837 30.845,400 1.013,171 266,024
1838 49.820,141 1.170,175 h53,458
1839 37.889,092 1.635,420 477,414
1840 46.116,272 922,575 i 442,365
1841 34.14 1,117 1.591,454 640,616
1842 40.759,061 880,517 600,000
1843 44.900,551 448,422 ^
708,827
1844 45.811,908 . 914,835 513,418
1845 41.002,571 557,480 839,004
1846 33.508,179 570,061 30,102
1847 118.388,699 525,08a 1.171,520
1848 37.630,435 411,463 905,895
1849 30.608,343 544,126 664,516

Totales., 559.090,543 12.197,337 8.860,673

SALE POR AÑO. 39.935,038 871,238 ^,32,90a,^


Er71790 76.83 7,219 7.400,274 600,000
c
DIS3iINUCION. . 36.902,181 6. 529,036 »
AUMENTO. . . » s 32,905
1

Fraseos.

Disminucion del café en 36.902,181 libras á 16 sueldos 11.071,654


Idem del algodon en 6.529, 036 á 2 francos. 13.058,072
Idem en el azúcar por 160.405,220 á 9 sueldos 72.182,340
Idem en el añil por 930,016 á 7..10 6.975,120
Idem en las mieles por 29,502 bocoyes á 66 francos 1.947,132
Tdem en la tafia , cueros y carey. 235,943

TOTAL de lo que produce de menos Hayti era el dia 105.470,270


^
° 11
^►
ro 3. 38.
•r

II tos de HaiEJ desde 1836 hasta 1849.

CAMPECHE. -LIBRAS. CAOBA. -PIES. TABACO.-LIBRAS.

6.767,902 4.954,914 1.222,716


6.036,238 4.798,262 89,569
7.888, 936 4.880,873 1.995,049
25.949,068 5.903,477 2.002,791
39 283,205 4.072,641 1.725,389
45.071,391 6.009, 63'2 3.219,690
19.563,147 &096,716 2.518,612
25.563,904 5.125, 824 1.715,816
47.405,120 2.534,4 82 171,835
68.181,588 » 5,609
59.933,868 3.103, 604 .576
32.795,670 2.286,880 T
36.340,072 2.314,552 ti
86.232,580 2.148,001

507.009,689 52.239,888 14.667,643

36.214,977 3.731,420 1.047,688


9.000,000

y 5.2.68, 580
36.214,977 1.047,688

NOTA.
La diferencia de 5.268,580 pies de caoba se deja en compensa-
cion de otras maderas que se esportan ahora , y no antes , como son palos
de tinte , pita gayac , brasil y madera amarilla; y aunque estos renglones , y
el tabaco que se cultiva , ascendieran á cinco ó seis millones de francos,
siempre resultaria un déficit en la totalidad , de cien millones de francos.

o;
,/
5
Aunque estos cuadros no son los mas recientes,
porque no creo quftplesl hpya ,pos,terions con tanta .ene.
titud , podrán servir sin embargo para formar una idea
del, pais, asegurando sin temor de equivocarme, que•- •

desde laschas
, . á que aquellos alcanzan, lejos de ha-
ber habido alguna mejora , debe suponerse mas bien
algun decremento en todos sus ramos.

CAPITULO

ileflexiones sobre el comercio de ilaity, en cuanto pueden


interesar á la Esparta.

Por los estados que acabo de insertar se verá que.


ingo eses son los que han hecho el mayor comercio en,
l
elimperio de Haity , sin , embargo de que de algun
pp á esta parte van adelantando el suyo considerable-
mente t los americanos. Segun los documentos presenta-2 •
dos al Congreso de Washington , los buques de aque-
llos estados empleados en Haity en 1850 y 51 , repre-
sdntaron un total de 73,095 toneladas, ó sea 36,544'
cada año , que es poco menos de la mitad de las demás
npciones juntas ; y si á dichas 36,546 se agregan 7,703
cdrrespondientes á otras banderas que han esportab
g4neros de los Estados Unidos para dicha isla , resulta.;
rian 4-4,249 toneladas.
Este comercio se elevó en 1851 á 28.279,812
francos , á saber : 9.922,35'2' 15m; la importacion y
18,55,7,480, por la esportacion. De. los, 84 paises con
los cuales comercian los 'angloamericanos ., Haity ocupa
el noveno higar eti cuanto á las toneladas que emplean.
Los estados de la Nueva Escocia envian sus pescados
salados y grasas ; la Transilvania , la Virginia setentrio-
nal , la Marylandia , el Ohio , la Indiana , el Kentucky,
5.85
el , Ilinoys y, el misuri, espiden su .puerco salado; el
Vermont , Nueva York , Massachusset , el Ilinois y el;,,
Ohio , buey salado ; Fidadelfia y Boston , su jabon y ha-
rinas ; en fin el Iyayne , las Carolinas del Norte y Sur,,
la Virginia y el Kentucky,, sus muebles, arroz y tabaco.
Las manufacturas de la Nueva Inglaterra , Nueva
York y Transilvania han empezado 4 surtir los mer-
cados haitianos con sus telas de, algodon, y las de Geor-
gia sostienen ya con buen éxito la concurrencia de las.;'
mercaderías europeas.
Méjico , á pesar de su gran poblacion de ocho millo.
nes de habitantes, recibió en 1851 mercaderías de los
Estados Unidos por la cantidad de 1.671,211 francos
menos que Haity; ofrecien.do además esta isla, la venta- I
ja de que los, buques empleados en la importacion , en-
cuentran siempre retornos en café, madera de caoba,
palo campeche y otros géneros voluminosos, al paso
que de Méjico y otros puntos con quienes ejercen un
activo comercio, tienen que salir no pocas veces en
lastre.
Las telas de algodon que los Estados Unidos introdu-
jeron en Ilaity en el citado año de 1851 , importa-
ron 296,000 pesos y las importadas en la isla de Cuba
tan solo 26,000. Cajas de jabon introducidas en el pri-
mer punto , 1.928,682 , y en el segundo 589„148. El
consumo de las harinas americanas ha sido seis veces,
mayor en Ilaity que en Cuba. Igual proporcion se ob.-
serva -en la introduccion del pescado salado , etc.,
La España no tiene clase alguna de comercio con,
Ilaity ; y ni de la: Península , ni de ninguno de los puer-
tos de sus posesiones trasatlánticas , se' presenta jamás;
un buque en aquel imperio, y muy pocos en la repú-
blica dominicana ; y es tanto mas sensible cuanto (pm
habla de serle muy fácil plantear un comercio lucratin
non..
y o con ambos Estados , si en ellos residieran
384
tes públicos, segun se ha dicho en otro lugar. Abriéndose
por este medio relaciones, que se hallan totalmente
descuidadas , podria establecerse siquiera en Puerto-
Príncipe capital de Haity , alguna casa española que
disfrutase del predominio, ó participase del monopolio
que ejercen unas cuarenta casas estranjeras, la mayor
parte alemanas y francesas , que son las que tienen vin-
culado en sus manos aquel tráfico importante. Algunas
de las primeras , que desde la Habana se han trasladado
á este punto , han logrado ventajas que han correspon-
dido felizmente á su cambio de domicilio. Bajo todos
conceptos seria conveniente imitar su ejemplo ., ins-
talando en la indicada ciudad de Puerto-Príncipe una.
hijuela de la casa principal de Cuba, enlazando así este
comercio con el de la Península , pues no dudo que en-
contraria una amplia compensacion en la apertura de
este mercado.
Todo negociante que tiene fondos de que disponer,
debe obtener ventajas muy considerables de ellos an-
ticipándolos de preferencia á los cosecheros de café , á
los cortadores de madera, y á los que se ejercitan en
otras industrias comerciales , quienes por hallarse en lo
general escasos de recursos no dan á sus empresas todo
el desarrollo de que son susceptibles , sino cuando se
presentan algunos capitalistas á abrirles sus bolsillos. El
aumento de capitales dedicados á la industria y al co-
mercio en un país -en que aquellos tanto escasean , es
mas que probable que Baria un grande acrecimiento á
dichos dos ramos y que haria que fuera menor la in-
dolencia y la inercia , y aun puede decirse la aversion
de aquellos habitantes al trabajo.
Además de la utilidad material que pudiera recibir
la España por medio del nuevo mercado que abriese
con los puertos de Haity , podria reportar otra ventaja
no menos atendible en la parte política , siquiera para
38
que no llegara á perderse en dichos pueblos el presti-
gio tradicional del nombre español. Es á la verdad in-
concebible un retraimiento tan absoluto como el en
que nos hemos constituido con la citada isla ele Santo
Domingo , abandonando á los estranjeros los beneficios
de que nosotros pudiéramos disfrutar con toda prefe-
rencia. La residencia de algunos agentes comerciales
en la espresada isla debe ser de innegable conveniencia
bajo todos conceptos; y por estos conductos adquiriria el
Gobierno toda la ilustracion que pudiera desear acerca
de las justas razones políticas y comerciales que' existen,
para que se vea ondear con frecuencia por aquellas pla-
yas la bandera española.
Los puerto' habilitados de dicho imperio, por don-
de se hace todo el comercio, son seis, á sabes : Puerto-
Príncipe , Cabo Haitiano , Jaemel , Cayos , Gonaives , y
Jeremías.

CAPITULO LI X.

Pobl,acion, ejército , lujo de la córte, y descripcion de


una fantástica ceremonia. Marina , gobierno , leyes y
administracion.

La poblacion de este imperio será de unas 700,000 al-


mas, aunque los haitianos pretenden elevarla á 800,000.
Igual exageracion se cree que existe en el modo de
graduar sus fuerzas militares , porque llegando en la
actualidad escasamente á 16,000 hombres , las fijan
en 40,000, si. bien es cierto que en casos de guerra
pueden elevarlas á este número , pues para ello tienen
las bases de su formacion, que son 40 regimientos. El
estado de dichas tropas es el mas lamentable , no con-
cibiéndose cómo el Emperador, que tiene en su tesoro
particular tres millones de pesos por lo menos, no, los.
haya empleado en 'proveerlas de ,buen :armamento ,. de
calzado y vestuario , para que desapareciera la desagra-
dable vista de uniformes nidos y despedazados.
Grande fué mi -admiracion cuando en,la. ceremonia..
religiosa mas solemne que celebran los haitianos en con-
mernor• icion del aniversario de su independencia procla-
mada por Dessalines en 1. de enero de 194, no se pre-
sentó ni aun la guardia , llamada Imperial , en un estado
siquiera de compostura y arreglo. Parece que todo el
lujo se reserva para los jefes superiores : asi fue que en
la citada funcion de iglesia se veia el gran contraste de.
la suma suntuosidad de los jefes del gobierno con la su-
ma dePresion de las clases bajas. Sentado el Emperador
en un trono, de oro , con su,uniforme tan cargado del
mismo metal, que difícilmente se podia ver el paño so•
bie el que se habian hecho tan magníficos bordados;
rodeado por sus ministros y por quince ó veinte gene-
rales con uniformes no menos ricos y costosos , lucien-
do en sus pechos las grandes cruces y placas de la le-
gion de honor creada por Soulouque , así como de otra
á la que ,dió su. _ propio nombre de Faustino 1; rodeado'
asimismo de la servidumbre de su palacio compuesta
de gentiles-hombres , caballerizos pajes y hasta reyes
de armas con lujosísimos trages , acompañado tambien
poro toda la magistratura . vestida de ,negro y espadin de
acero ; y . hallándose por último en : su cortejo todo el
cuerpo consular estranjero con ; sus grandes uniformes;
todo , este conjunto. de riqueza y osten.taci.on á que da-
b9. mayor brillo la guardia imperial, formada en cuatro
alas en el referido templo , tremolando; todas las han
deras del» ejército daban á aquella ceremonia religiosa
1/11 ,aspecto fantástico, que hubiera hecho concebir ,la.
idea elevada del imperio haitiano , si estos signos
estex'iores de riqu.eza; :y,poderío hubieran estado en ar,
monía .c011,Jo$, demás ramos do la. acIrnin,istraoon .• y deti
gott1erno.,7
' Como ,compiemento del .cuadro que ofre,ció la cita-
da ceremonia reli giosa que acabo de bosquejar no
debo pasar por alto la magnificencia desplegada en la
celebracion.11e los divinos oficios, corno tampoco el
elocuente y mas que lisonjero, panegirico que el preA-
te pronunció al pié del altar, comparando . 4 Faustino
eón, Napolean el grande, cuya , carrera ,gloriosa habia de
recorrer, porque del mismo modo que aquel celebre,
guerrero, se habla : él declarado protector decidido de'
Ja reli oion católica.
Este gran Contraste, quese ,observa estravagan te
lujo y riqueza de la córte con la suma pobreza del pue-
blo, sorprenderia 'en cualquiera nacion„de Europa,,,.
mas no entre los negros, los cuales acostumbrados á
respetar el poder por Jos . sigmos eteriores de riqueza é
importancia que se ippy , ' rrnen en1 sus sentidos, llevan
can.resignaCión su miserable suerte, y se someten has-
tayustosamente al despótico mando de , unos seres que,
los ' creen muy superiores por el mismo lujo que des7
plegan,. y por la gran importancia polffiea . que osten-
tan . Sólo psi sé concibe cómo. el pueblo Corre presu.
raso a las armas, cuando sus jefes , lo llanian, y córno-.
despertando de su natural in:ercia se consagra a las
consumarlos, elt
Mayores. Sacriticios como tiene que
soldado, que • puede decirse que, carece de todo, pues
que cuando Se ha tratado de reunir algrun cuerpo
tropas en la capital, no se iles ha . podido suministrar
otras tiendas de campaña, in otros . cuarteles, sino los so-,
pórtales de las casas' de que están provistas todas las
calles, tal v,ez, con esté designio', c rl. por lo menos coi
el de preserváis° de los a 1:dientes 1:ayos . solares de,aque,
lbs climas • , •

La poca caballería . qUe tienen los haitianos se halla


388
en un estado parecido al de la infantería , y aun si cabe
peor , en atencion á la ,mala calidad de los caballos del
país pie por su baja talla' y por su natural debilidad,
no son capaces de resistir una marcha forzada.
Su marina es igualmente débil , y se compone de
cuatro á seis buques menores de tan poco valor, quemo
han podido hacer frente á la ele los dominicanos, á pe-
nar de que tampoco la de estos ha salido de su infancia.
El Gobierno haitiano puede decirse absoluto , aun-
que está revestido de un senado ó simulacro de repre-
sentacion nacional :,= ya que ésta recibe erg un todo y
para todo las inspiraciones del primer jefe del Estado.
Sus leyes son tomadas del código francés , pero con las
variaciones propias de ,la índole de aquel gobierno, y del
estado de su atrasada ilustracion. En dichas leyes se ha
consultado de preferencia el modo de alejar, toda in-
fluencia estranjera, y señaladamente de la clase blanca,
á la cual está prohibido poseer propiedad alguna in-
mueble en el país. Así que para eludir dicha ley los
que quieren ser dueños de una casa en la ' poblacion ó
en el campo, tienen que comprarla simuladamente, co-
mo ya se ha dicho en otro lugar, .á nombre de un hai-
tiano de la clase negra, el cual firma al mismo tiempo
una escritura de hipoteca sobre ` aquel fundo por igual:
cantidad á la desembolsada ; y esta es la única garantía
que tiene el adquirente para defender dicha propiedad.
La administracion de las rentas públicas está su-
mamente desorganizada porque los principales jefes
del Estado son los mas interesados en lucrar privada-
mente sobre ellas. Es muy coman que al formar las va-
rias contratas`, sea para la tropa 'ó para cualquier
otra clase de servicio , figure una cantidad dupla de la
verdadera cuyo esceso se reparte entre los manipulan-
tes. No es pues, estriño que á pesar de las regulares
rentas', con lúe: pudiera` contar el pais, se hallen siem-
389
pre exhaustas sus cajas, y desatendidas todas sus obliga-
ciones hasta el punto de no poder pagar con puntuali-
dad los contingentes anuales que debe á la Francia por
el reconocimiento de su independencia.
A pesar de tan fuerte presion que el Gobierno ejer-
ce sobre el pueblo ,. se conserva éste tranquilo y sumiso,
sin echar de menos goces que nunca ha conocido , y
dándose : por muy contento y satisfecho con su 'vida in-
dolente , ya que sus pocas necesidades puede cubrirlas
con trabajar., tan solo 'un par de dias ' de la semana ,, y
digo sus pocas necesidades, que se reducen tan solo al
alimento , ya que con suma facilidad se construyen una
choza para su vivienda , y muy poco es lo que pueden
necesitar para su vestido en un clima tan caluroso, en
que no se puede resistir mas que un ligero pantalon
para cubrir su decencia, siendo objeto de lujo las de-
más prendas de vestuario inclusive . la camisa. Ya en las
poblaciones se ve algun tanto mas de refinamiento , y
no pocos individuos usan de levitas de lienzo , y aun de
casacas de parlo cuyo traje mas costoso es peculiar de
las personas que se ejercitan en el comercio ó en la
industria.
Entre los ministros de Soulouque se distingue por
su talento el general mulato Solaren ; y á la superiori-
dad de su genio , de sus luces y de su sagacidad políti-
ca , se debe seguramente su conservacion por tanto
tiempo en el mando, del que han sido alejados por re-
gla general , y si se quiere por antipatía invencible to-
dos los de su clase , desde que ocurrió la catástrofe de
que se ha hecho mencion en la parte histórica.
Al privilegiado ingenio del referido general Souffren,
que he tenido motivo de apreciar personalmente , , es
deudor sin duda alguna el emperador Soulouque del
estado tranquilo de su imperio. El referido .ministro_, es
demasiado entendido para que hubiera dejado . de. co-
5-h-o
tiriá parté> "46'esá misma ilustracion tl país si
lò hubiera ' Ci. ei `15'0Onveriientee'rb' éOdió
que't(Odá ' debe soctilicarSe aiiérifttii-
minante principio de la propi anservaeien ;'Iáréce 'qu'e
še halla muy distante :de -Olear al p'aS,, 'cuyos destinos
líti e. de deeirSe 't¡ue eSta rigrendo ;- teorías
'cine 'podrian -eónverth'sé 'en elementos-desti-uétbi'el.
Esta i]solíticá tan bien entendida Párá conservar ál
"país ' en la 'de b' illa-suinisión' y deperiden0á,' es útil y ál
'misMd t tiémp to''p'reVébfidsá'alás' derrial'iVacionel),' >y 'inds
partiCúlái• trieníe . poseen dominios' á poéa : dis-
tálicia . ; á los que por al r:a2otí jitidierá alcankárles'Stt
maléfica influencia Consultando pues
no debieranlos haitianos salir e su estado actual
de áralo en todos los rannis ...pueSto 4ue ni elles mis-
mos desean Mej orar su,situación , ni les 'conviene 'bajo
el concepto 'de su misMai 'seguridad y sosiegó..'
' Y én verdad que Si' eh- logar de la pai . y quietud
se respira en aquel país', se' desarrellasewen él eleriien-
'tos tiOleritros de ' a 1'1'3 bieiónes?, cle engrandecimiento Sal-
tando por' todaSIas qìiè n
piiedé 'menos :de
imponerle Ja política europea; si en lugar del- abaliddiio
é inercia, que es el: carácter 'distintivo de' aquel pueblo,
le 'ereaIen por medió de > la civilizacion ; (3. :de la intriga
éltra¿nje'ra', hábitOs d'éáírtitil¿Ss de codicia '51'.'Pre>dór1inió,
7,

áspebto , politico > del pais;


s, I ,a
pódriárí muy . bien cáthbiar
pero de un modo 'poco favorable al 'gobierno actual.
Lo qtYé v`á éSite Ié = élotiViefie . andra y siempre, ha de
' érno salir de sa
"S ináriirar con Stisabtos dš-
confianza alguna; que' púdiera:pl'Omover. . : una :guerra

lerÏor, la cual erb inevit a ble silos eleffientás de in-


,' g
quiéiád'y,'.dbd6 órdérr ébri' tendeneiii'co-no'cidas çl el
'p'ropaga'Cidn'fueyá.'de lá`láld; dien 4'6tbs riegóciól un
-éatiotdl‘kSbYlltrad,' qué-pudiel'á Oarinat álaS denlas
"-' b'
391
El gobierno' de'Soúlouque no desconoce . su ver'da-
clero'estado'é importancia relativa , y sabe que eY modo
de ser respetado por propios y estra ►ios, es alejar todo
"cuanto pueda " inspirar desconfianza 'y recelo de que se
promuevan conflictos revolucionarios', cuya deletérea
influencia pudiera comunicarse á los paises circunve-
cinos.

CAPITULO LX.

Detigion de IĪ'aity.--- Carácter d e sus Iiabitantes.--


Descripcion d e la cap ital. = Apuntes sobre la comision
que desempeñó el a utor de esta obra en 1855.

Concluiré el cuadro estadístico de Haity hablando


de la religion predominante, que lo es la católica , aun-
que mezclada por el pueblo con algunas practicas su-
persticiosas, y con tolerancia de todos los .cultos. Los mi-
nistros del altar que sirven las Iglesias , son por lo ge-
neral italianos , que reciben las inspiraciones de la cor-
te romana, cuya supremacía reconocen aquellos pueblos,
aunque con la desconfianza que es propia de unos hom-
bres que no tienen bien arraigadas las verdaderas creen-
cias , ni se hallan exentos de errores y preocupacio-
nes. Necesitan por lo tanto dichos ministros de no poca
prudencia y política para que no decaiga su prestigio,
obrando sin embargo á su favor un elemento propicio,
'como lo es la tendencia general del pueblo á lo mara-
villoso , á lo sobrenatural y á. todo lo que no puede
abarcar con su limitada comprension. El Emperador
Soulouque'se ha declarado protector de la religion ca-
" tólica en cuanto no pueda embarazar el sistema de go-
'tierno'que ha inaugurado, tomo tampoco sus hábitos y
,costumbres, y este ejemplo no puede menos de ser imi-
_. lado por todos sus funcionarios y por todos sus súbditos,
392
que copian ciegamente sus gustos , caprichos , indica-
ciones y tendencias , y que obedecen sin. réplica sus
preceptos.
Ya que he hablado del gobierno despótico de este
imperio, daré algunas pinceladas sobre su capital que
lleva el nombre de Puerto-Príncipe. Esta se halla en el
fondo de una bahía cuya entrada no es dificil, sabiendo
evi tar lob bajos fondos que se encuentran á una y otra
parte. Su puerto, es accesible tan solo á los buques de
mediano porte y no á. los mayores los cuales tienen
que fondear á una media milla de distancia., en donde se
hallan bastante resguardados á causa de la favorable
configuracion de las costas. Dicha ciudad contendrá
unos 20,000 habitantes, alojadós en casas de madera en
su mayor parte, defendidas , todas ellas por soportales,
segun se ha dicho en otro. lugar, por debajo de los
cuales transita la gente gozando del beneficio de pre-
servarse de los ardientes é insufribles rayos solares , así
como de las lluvias que son tan frecuentes en aquel cli-
ma. El agua corriente es tan abundante en dicha cilla
dad, que por todas las calles principales cruza un arro-
yo, con cuyo auxilio se remedia la gran suciedad que de
otro modo reinaria entre gentes hacina. das en pequeñas
habitaciones y dominadas generalmente por el vicio
de la haraganería.
Se ven como escepciones de la regla general algu-
nas casas de mampostería en que reina el aseo y la com-
postura, y son por lo regular las que ocupan los cónsu-
les y los negociantes estranieros.
El palacio imperial se halla al estresmo de la espre-
sada ciudad, al pie de una colina que por su forma de
anfiteatro, y por la abundancia .. de sus aguas se pres-
ta al establecimiento de jardines y de fuentes, que cuan-
do esten concluidas bajo el plan de bastante Orden y
regularidad con que vi que se iban adelantando her-
595
'moseáran considerablemente las avenidas del menciona-
do palacio. La figura de éste es mas bien la de una casa
particular de campo, elevada sobre gradas que dan ac=
ceso á ellas, rodeada de una espaciosa galera como 'cs
costumbre, y aun necesidad en los paises tropicales, des-
de cuya galería se entra en el gran salon llamado del
trono , en donde fui recibido en audiencia particular,
juntamente con el comandante y oficiales del vapor de
guerra Isabel II, que me Babia conducido a aquellas
playas.
El recibimiento del emperador no pudo ser mas cor-
dial ni mas espresivo en la forma ni mas lisonjero en
las frases de consideracion y respeto hacia la reina de
España, pronunciadas por el ministro de Es3ado, fielin-
térprete de los sentimientos del emperador, el cual no
pudo manifestarlos directamente por no conocer la len-
gua culta francesa y si solo el dialecto corrompido
del pais.
Aunque 'no me finé permitido internarme en las ha-
bitaciones de aquel palacio, sin embargo, por el espacio
que a la simple vista logré descubrir , calculé que no
podian ser aquellas ni muy estensas, ni las mas cómo-
das. Dicha casa imperial domina una gran plaza qué
puede llamarse de armas, en la cual se hallan situados
cuerpos de guardia de infantería .y caballería, ,y aun -

gunos cañones.
Como que en dicha ciudad no bay mes que un
larga calle central, por la que puedan transitar carrua.
jes, tan solo se ve alguno que otro de dos ruedas,, que
pertenece á los europeos establecidos en el . pais, y. aun
el mismo Emperador, en las pocas veces que sale dze
,
su palacio, lo verifica siempre á caballa á pesar de lu
vejez y obesidad, y siempre con un acompañamiento
fantástico propio de aquellos pueblos. s,;
Como Faustino I, para dar un aparato mas irnpo
27
594
vente á su autoridad,
r ha creado, segun se ha dicho en
'otra parte, las dos g ! andes cruces de la legion de ho-
nor, y la qae lleva su propio nombro, y ha instituido
asimismo titulos ile nobleza capiandolos de los: imperio
.e lá vieja Europa, ha logrado atraer y comprometer
por este medió <á todos los hombres que valen algo en
;
aquél . país, pues que no hay uno que en proporcion de
'sü importancia no esté revestido de la pomposa repre-
Sentacion `de duque ; marqués , conde ó fiaron. El que
Conozca la innata inclinacion de los negros, á figurar
por el lujo y la vanidad, comprenderá que anduvo muy
acertado el emperador Soulouque con haber derramado
profusamente entre sus súbditos estas distinciones de
pompa y de esplendor, porque asi ha sabido ligar con su
Suerte aun á losjeres mas desafectos , y comprometer.
los á Ea defensa de un Gobierno, que premia los servicios
bn lá moneda mas agradable á aquellos pueblos , que
es'la distinción pública y el esplendor personal.
El carácterde estos pueblos, es sumiso y obediente,
y mas bien pacifico que guerrero, ya que para sacarlos
` de su estado de inercia e indolencia, que es su pasion
predominante, ` se necesita á veces usar de severidad
y rigor,' pues; no de otro modo trocarian su estado ha-
bitual de ociosidad y vagancia p ' or el incómodo, traba-
joso y lleno de penalidades que les ofrece el de la
guerra. Sin embargo'; es tan ciega su obediencia que
jamás se niegan á este servicio, por repugnante que
les sea; pero cómo son movidos por la fuerza, y no pue-
de' un estimulo noble y generoso en sus guer-
t as civiles ó perturbaciones domésticas, se nota en di-
`chás tropas haitianas' una propension á `dispersarse al
menor contraste que sufran. Solo asi se esplica cómo
`un puñado de dominicanos estimulados por sentimientos
't ías' elevados de su independencia y de la . defensa de
sus hogares, haya'podido con su temerario valor y des-
595
esperada resolucion desordenar cuerpos numerosos de
haitianos , empeñados en sujetarlos á su dominio.
No pueden menos de llamar la pública atencion las
anomalías que se han observado en la lucha de estos
dos pueblos. Aunque la mayor parte de los guerreros
que presentan los dominicanos contra los soldados de
Soulouque , son de la misma raza y de la misma clase
de hombres libres, es tan grande la elacion de los
primeros , y su figurada superioridad sobre los segun-
dos, que se lanzan contra ellos con la mayor decision y
confianza , segun se ha dicho en otro lugar, llenándo-
los de baldones y de apodos injuriosos , como el de
perro negro , con el que saludan á todo .individuo
que pertenece á las huestes del Emperador. Y al pre-
guntar á los referidos dominicanos la causa de diri-
gir aquellos denuestos, siendo unos y otros del mismo
origen y color, contestan con orgullo, que los perros
negros son los haitianos, y que ellos son morenos es-
pañoles.
Esta circunstancia , que al parecer sería insignifi-
cante , demuestra de un modo indudable el respeto y
veneracion que en la república dominicana profesan al
nombre español todas las clases de aquella sociedad. El
contraste que ofrece este país , comparado con otros
que dependieron en algun tiempo de la corona de Cas-
tilla , en los cuales se tuvo el mayor empeño en pros.
cribir cuanto pudiera recordar la (lominacion de su an-
tigua metrópoli , no deja de ser altamente lisonjero. ,De
cuantas colonias he visitado personalmente, ó por me-
dio de estudios hechos sobre ellas no hay una que se pre-
sente tan altiva como la dominicana , de su cuna y pro-
cedencia. Preguntado un dominicano por su nacionali-
dad , contesta lleno de altivez , que es español. Y de
tal modo está arraigada esta costumbre, que hasta los
mismos haitianos los consideran como tales ; y no son
396
pocos los que por su ignorancia creen iguales en un
todo y sin la menor diferencia á cuantos hablan la len-
gua de Castilla asi pues, y habiendo desembarcado
sobre las costas durante las contiendas de dichos pue-
blos un individuo de un buque de guerra español , y
caído en manos de los haitianos , lo trataron como pri-
sionero de guerra, porque lo tomaron por dominicano,
hasta que se convenció el Gobierno de que pertenecia
á la marina de S. M.
Estos puros sentimientos, que tan arraigados se ha-
llan en ambos pueblos á favor de la España , de cari-
ño y adhesion de parte de los dominicanos , y de res-
peto tradicional por parte de los haitianos, puede apro-
vecharlos útilmente nuestro Gobierno, tanto en las cir-
cunstancias actuales, como en eventualidades futuras,
convirtiendo en ventaja propia elementos que , descui-
dados y desatendidos, pudieran crear dificultades y es-
torbos para la conservacion de nuestros dominios tras-
atlánticos. Creo haber dicho lo bastante cori estos
apuntes para llamar la atencion del Gobierno , á quien
toca apoderarse de estos datos , cuya autoridad garan-
tizo , para tomar las disposiciones que crea mas opor-
tunas con la prudencia y circunspeccion qué le son ca-
racterísticas , á fin de sacar el partido natural con que
le brindan tan favorables circunstancias.
Siento que lo delicado de estas cuestiones no me
permita ser mas esplícito y menos arrojar al público
otras ideas que no sean de una clase inofensiva y dis-
creta , que no puedan crear género alguno de compro-
mise ; y concluiré este cuadro presentando una prueba
de las buenas disposiciones del Gobierno haitiano hácia
la España , la cual , si bien es á primera vista de muy
poca importancia , n.o deja- de tener alguna significa-
clon. En el momento de despedirnos de aquel Gobier-
no para volver á la Habana , se nos presentó el Ministro
597
de lo Interior con un recado muy cordial del Empe-
rador, suplicándonos que para la tripulacion (le nues-
tro vapor de guerra tuviéramos á bien aceptar el re-
galo de una vaca , de algunos carneros , y de una ca-
bra , con que S. M. I. q uecia obsequiarnos , como un
ligero testimonio de su distinguido aprecio liácia la na-
cion española , protestando que la mezquindad del ob-
sequio porfia desaparecer ante la buena voluntad y
afectuosa atencion de aquel soberano , únicas circuns-
tancias que pudieran tener algun valor. Fué recibida
aquella fineza con tanto mayor aprecio , cuanto que es
muy raro que los haitianos ejerzan actos de esta natura-
leza, aun con las naciones mas privilegiadas , lo cual nos
fué confirmado por el comandante de otro buque fran-
cés que se hallaba surto en aquellas aguas. Creerán al-
gunos que estas son pequeñeces que no debieran ocu-
par la atencion del historiador; pero rectificarian su
juicio , á no dudarlo, si se penetrasen de la importan-
cia que tienen entre pueblos corno los que acabo de
describir, ciertos actos por diminutos que aparezcan en.
la esfera política.
é
399.

SUPLEME1T

CAPITULO LXI.

Reseña de la política creada por la actual sitúatcion de'


la Península en la parte que. tiene relacion con los paz-
ses de Ultramar.

Aunque me habia propuesto no salir 'en esta obra


del campo político de Ultramar , sin embargo : , han;
ocurrido desde que la principié sucesos tan importantes,
que creo de suma conveniencia dar por conclusión al-
gunas pinceladas sobre la 'política de aquende de los
mares, sin_ desviarme del primer propósito, y en cuanto
tener pueda relacion mas .ó menos directa con la de ^.
aquellas remotas posesiones.
Hace ya algunos meses que se empeñó una ruidosa
contienda entre lus Estados Unidos y las autoridades de
la isla de Cuba , 'por pretendidas vejaciones que -estás
hubieran ejercido sobre él vapor correo Black Wárrior.
Habiendo el tiempo dado lugar á la calma y á la reflé.,
xion, parece que debieran haber quedado completamen-
te esclarecidos los hechos y convencidos los ' america-
nos de que la aduana de la Habana estuvo en su dere-+
cho al exigir del capitan del referido vapor su entera
conformidad con las ordenanzas que en ella rigen , y'
con los reglamentos fiscales á los que estan, y deben es-
tar sujetos sin distincion alguna los buques de todas las
naciones que arriban á aquellos puertos.
Empero los anexionistas y filibusteros, que trabajan
do sin cesar por poner en colision á ambos- Gobiernos,
40
envenenando aun las cuestiones mas simples de derecho'
internacional , levantaron- desde; el principio el grito al
cielo , agitándose furiosamente j> úelven ahora á poner
en accion todos sus medios, hasta los mas reprobados,
para que el Gobierno americano, en vez dedarse por sa.
tisfecho con las amistosas y razonadas esplicaciones del
español, se lance á una >guerra funesta en todos concep-
tos. Sin embargo, corno que aquella cuestion, elevada á
las altas regiones diplomáticas debe tener 'finalmente
una, pacifica solucion á pesar de los esfuerzos , bien po-
co disimulados por cierto., de algunos políticos .dícolos
por instinto , y perturbadores por incorregibles tenden-
cias , empeñados .en darle un seo totalmente contrario
al, buen sentido 'y á la conveniencia de ambos pueblos, es
d e e sperar que prevaleciendo los buenos consejos para
abogar los desaforados gritos (le la inquieta propaganda,
quede ésta reducida por ahora á sus propios y efimeros
recursos ? á los` que se ha querido dar una exagerada iin-
pártancia hasta el punto de amenazar con arrojar al
suelo cubano espediciones formidables , que de ningun
modo son, de temer, aunque llegaran á realizarse ma-
yormente cuando está dicha isla muy preparada á reci-
birlas , y a castigar la osadía de los agresores. Con todo,
estas amenazas , aun sin ,hacerse efectivas , no dejan de:
conmover el país , y de intimidar al comercio demasia-
do impresionable por su naturaleza lo cual es siempre
un mal , y tal vez con esta sola idea se propalan aque-
llas ,voces pero . el Capitan, general D. José de la Con-
cha sabiendo hacer uso oportuno de su popularidad,
es innegable que podrá restablecer muy pronto la con-
fianza pública , adoptando eficaces medidas de salvacion,
y modificando las que por un funesto error hayan pro-
ducido— mal efecto, como las; hay, y no pocas, deteste
género. Mucho se debe,esperar del celo y laboriosidad
del ' espresado general , quien, .empleará á no dudarlo,
401
Ia. necesaria política- para estrechar la tan saludable
unión entre peninsulares y naturales, á fin de que com-
binados sinceramente los esfuerzos de ambas clases, se
logre mejor el objeto de interés general, que lo es el de
hacer frente á todos (os •embates hostiles , de cualquier
punto de que ellos procedan , y conservar siempre in
c.ólume el pabellon nacional.-
Creen nuestros enemigos que de la guerra de la Ru
sia con las potencias occidentales , que debe ocupar su
atencion por entero , y aun mas de las recientes per-
• turbaciones de la metrópoli , pueda sacarse un partido
favorable á sus ambiciosos • proyectos ; pero se engañan
miserablemente ; y para convencerlos •cle su error, pa
saré la vista , aunque sea con rapidez, sobre el objeto y
el resultado de •esta conmocion popular.
La naciou española , •cuya proverbial sensatez ha
resplandecido ahora mas que nunca al atravesar con
muy pocos quebrantos comparativamente una furiosa:
revolucion , que en cualquiera otro pais del mundo lo
habria anegado en sangre., atropellando el respeto á la
pro1iiedad ajena , al paso que este ha sido el sello. mas
solemne que nuestras virtudes han sabido imprimir á la
misma , hahia estado sufriendo pacientemente por una.
larga série de años todos los males consiguientes á los
vicios de una administracion, notan solo conculcadora de
los derechos del pueblo , sino supeditada á ilegítimas in-
fluencias , que convertian en •provecho propio las fuen-
tes que debian fecundar la riqueza pública.
Habiendo llegado . á su colmo las violencias ejerci-
das por el gabinete Sartorius-Domenech-Collantes, ta-
piando las puertas del parlamento poniendo una mor-
daza á la prensa , desterrando las personas mas notables
del país , infundiendo el terror en todas las clases de la.
sociedad , legislando de real órden , infringiendo diaria
mente los preceptos constitucionales , , despilfarrando la
402
hacienda pública , esquilmando los pueblos y anona-
dando la libertad, ¿podrá causar estrañeza que estallara
una sublevacion general , principiada por una parte
de la milicia., que se consideraba vilipendiada de que
se la hubiera convertido en apoyo é instrumento de la
tiranía ministerial , y secundada instantáneamente por
la nacion en masa ? Si algun asombro debiera causarnos,
es el de que no hubiera empezado antes'ese pronuncia-
miento general del pueblo español , como en efecto no
habria tardado tanto en manifestarse sin las inmensas y
poderosas trabas con que los ministros del 19 de se-
tiembre tenian aprisionarla la accion , la voluntad y has-
ta el pensamiento de los que hubieran deseado anticipar
los .gritos patrióticos del 28 de junio, y del 17 de julio.
Finalmente sucedió lo que no podia menos de su-
ceder en el curso natural de los mismos hechos. La
horrorosa presion que pesaba sobre la máquina popular
habia de hacerle dar su estallido , y lo dió. El edificio
de violencia y tiranía , creado con tanta soberbia como
inwsplicable ceguedad , vino al suelo de un soplo. El
pueblo español se emancipó de su vergonzosa servi-
dumbre no sin haber antes consumado sacrificios, y
hecho ostentosa gala de valentía y heroismo.
Y lo mas admirable de esta revolucion ha sido el
haber tomado en ella una parte decidida todos los par-
tidos y todas las opiniones , como que todos deseaban
derribar una administracion tan funesta , y entronizar
otra de moralidad , de órden, de rectitud , justicia y
economía , con absoluta esclusion de influencias ilegíti-
mas y bastardas.
Esta union liberal que ha sido constantemente el
3. objeto de mi mayor entusiasmo , habria ;}yo deseado que
se hubiera llevado á cabo sin que llegase el caso de
que fuera preciso derramar la ` sangre preciosa que ha
empapado los campos de Vicalvaro y las calles de Ma-
403
drid. A este fin había consagrado mas de una vez y en
diversas épocas mi pluma y mi limitada influencia po-
lítica ; y si me atrevo ahora á trascribir algunos párra-
fos de una memoria que publiqué en 4851 , la cual pu-
do tener alguii mérito siquiera por la fecha que lleva,
en que 'labia ya principiado la intolerancia y la perse-
cucion ministerial ; si juzgo conveniente recordar aque-
llos trabajos , es porque guardan una perfecta confor-
midad con la opinion sobradamente pronunciada de
todos los españoles , salvo muy pocas escepciones, y
porque por tal razon espero que se han de leer con
agrado. Dicen así :
«Cuando la Europa está caminando sobre un volean,
»cuando la demagogia se agita para atacar los tronos,
»y los socialistas la propiedad ajena , cuando las opi-
»niones están tan divididas , cuando las necesidades
»creadas por el lujo , y aun por los vicios han aumen-
» Lado las exigencias individuales hasta un grado que
»no fuera fácil concebir ; cuando la generalizada civili-
»zacion y cultura , si bien productiva de infinitas ven-
»tajas , ha acrecentado de tal modo la ambicion , que
»todos se creen bastantemente calificados para disputar
»el poder , las riquezas , los empleos, y las posiciones
»mas encumbradas ; cuando á la vista pública se orga-
nizan clubs de agitacion y desórden que hasta ahora y
»no muy acertadamente han sido mirados con desprecio,
»porque no se les ha dado la importancia que con tal
»descuido pueden alcanzar ; cuando finalmente se pre-
senta tan encapotado el horizonte político , no llevará
ȇ mal la Reina de Castilla que la voz de un honrado
»español , que ha dejado bastantemente probada su ab-
»negacion é independencia , trate de penetrar hasta los
Doídos de S. M.
»Volviendo la vista á la época en que falleció vues-
»tro augusto padre, ¿ qué aspecto político presentaba
404
»entonces Ia : nacion . española ? Dos eran los únicos par-
»tidos que trataban de asegurar el poder en sus manos:
»el primero lo formaban los que , apoyados en un de -
»mello incontestable, robustecido por la última decla-
»racion del legítimo monarca, se decidieron á favor
»de V. M. que simbolizaba el principio constitucional;
»y el segundo se componía de los que por enemistad
»á todo gobierno mas ó menos liberal, se declararon por.
Ȏl infante D. Carlos, como personificacion del sistema
»absoluto é inquisitorial. Estos fueron los dos únicos
»bandos en que se dividió la nacion ; los constituciona-
les se agruparon en torno de la bandera de Isabel II;
»los absolutistas corrieron á colocarse bajo el manto de
»D. Carlos ambos _partirlos estuvieron al principio
»muy adheridos á sus principales centros , ya porque
» conociesen la necesidad que tenian de conservar aglo-
»meradas sus fuerzas á fin de poder sostener la bande-
»ra enarbolada, ó ya porque no se habían desenvuelto
»las pasiones que muy pronto empezaron á desvirtuar
»su accion en sus respectivos campos. ¡ Pluguiese al
»cielo que el partido liberal se hubiera mantenido siem-
»pre tan perfectamente unido como lo estuvo cuando
»se arrojó á la lid ,. á fin de afianzar la corona en las
»sienes de V. M., y sacar ileso y, triunfante el principio
»liberal, demasiado arraigado en el corazon de los es-
»pañoles para que pueda temerse un retroceso en la
»opinion !
»Empero si por este lado nada pueden temer los de-
»fensores de V. M. y de la significacion política que
»revela vuestro augusto nombre, no es por desgracia , lo
»mismo, ni es tan nula la representacion del principio
»democrático, años antes insignificante y vilipendiado,
»y que en igual descrédito se hubiera conservado , á no
»haber encontrado, algunos puntos de apoyo en la re-
»volucion de la vecina república , y en las perturbacio-
105
»nes de los demas Estados de Europa , como una con-
secuencia de aquel inesperado acontecimiento.
»Par• debilitar el partido monárquico constitucio-
nal , que comprende en su seno la parte mas escogi-
»da y la mas aventajada en talento , en virtud, en no-
bleza, en riqueza y en ilustracion , han ido saliendo á
»la palestra nuevos matices políticos, los cuales si bien
» corresponden todos al gremio liberal , destruyen aque-
lla unidad que habla de salvar dicho gremio aun de las
»oposiciones mas empeñadas 'y sangrientas, tanto inte-
riores corno esteriores. Si el partido liberal estuviera
»perfectamente unido , si fuera dable que desaparecie-
» ra esa odiosa nomenclatura de progresistas , 'modera-
»dos , puritanos , conservadores , rojos, polacos, etc.,
»que fraccionando la inmensa fuerza que tiene , lo van
»desvirtuando hasta el punto de que puede muy bien
»llegar un dia en que se lloren con lágrimas de sangre
»estas discordias ; si convencidos todos los liberales de
»q!.re su propia conservacion y la conveniencia del país
»estriban en la union, se resolvieran franca y leal-
»mente á hacer el sacrificio de 'sus rencillas y ambi-
»ciones ante el altar de la patria y á agruparse en tor-
no de Y. M. corno lo hicieron con .la mas buena fé y
»acendrado patriotismo en el principio de la guerra ci-
» vil , de ningun modo pudieran afectarnos: el estad() mas
»ó menos convulsivo y amenazador de Europa , y me-
»nos todavía los elementos de desórden que Hayan em-
»pezado á germinar en España con las halagadoras es-
peranzas de que puedan comunicarse 'y aclimatarse en
»nuestro suelo las ideas republicanas.
»Cuando una fraccion del partido progresista se unió
»en 1843 con él moderado para derrocar al Gobierno
» del general Espartero , se trató de establecer entre
»ambos partidos una fusion, proyectada por los mas
»diestros para que triunfaran sus ideas , disminuyendo
406
»el número de los oponentes que fué aceptada r con
-»sentiálacomuyprvsiónIoauled
»partido conservador. Empero como esta proyectada
»fusion era prematura , carecia de sinceridad , y no
»presentaba mas objeto que el de destruir al enemigo
»comun , que lo era en aquella época para estas fuer-
»zas confederadas el Regente del reino , no tuvo mas
»duracion sino hasta que éste fué vencido. Sucedió en•
»tonces lo que debe suceder siempre en casos análogos.
»El entronizamiento absóluto de los mas fuertes , que
»eran los moderados , y el aislamiento , y aun la perse-
»cucion de los progresistas ausiliares cuando quisieron
»disputarles el poder. Nada tiene de estriño que los
»primeros obrasen en aquel sentido , aunque si lo tiene
»que muchos de éstos , á quienes la opinion pública les
»concedia talentos especiales y una penetracion nada
»comun , no conociesen lo efímero de aquella amalga-
ma, como producida, no por la convicciori, tampoco por
»un desengaño político , y menos por un principio pu-
»ro y esencialmente nacional y patriótico , sino por la
»conveniencia de reunir sus fuerzas para inutilizar al
»que consideraban como un estorbo para el triunfo de
»sus respectivas opiniones.
»Todos los hombres pensadores , eseepto aquellos
»en quienes por razones especiales obraba mas la pa-
»sion que el raciocinio , consideraban como una utopia
»la decantada fusion , y no rabian si reirse ó compa-
»decer á los que con aparente candor y buena fé se
» adherian á ella. Fracasó , pues , aquella fusion , por-
»que no tenia cimientos, porque dos partidos fuertes
»que se disputaban el mando, dos partidos de opinio-
»nes mmy diversas , daban á entender que podrian go-
bernar sin que ninguno de ellos hiciera el sacrificio
»de las suyas.
»Señora , si el que tiene el honor de dirigir la pa,
407
«labra á V. M. pensó en la citada época del modo que
»acaba de espresar, cree no incurrir, en ninguna in-
»consecuencia si su opinion es diferente en la actuali-
»dacl , en, que el partido moderado, bastantemente
»fraccionado , y el progresista , colocado entre aquel
»y entre el mas temible , corno lo es la democra-
» cia , se hallan ambos en el caso forzoso de hacer-
»se mútuas concesiones y recíprocos sacrificios , pa-
»ra que no prevalezca el principio desorganizador,
»porque á retaguardia de este viene su 'inseparable
»satélite el despotismo. Así como en 1843 el infun-
»dado temor de una dictadura militar sirvió de en-
»seña á los corifeos moderados para atraer á sí una
»gran parte de los progresistas, sin embargo de no es-
»tar preparados ni los unos ni los otros á modificar sus
»creencias políticas , escepto unos pocos, por cuya ra-
»zon á muy corto tiempo regresó cada cual á su han-
»fiera ; del mismo modo y con mayor razon , un temor
»mas grande y mas fundado de males que pueden pro-
ducir la ruina del pais , debiera unir todas las frac-
»eiones del gremio constitucional en un centro comun,
»vigilando con enérgicas precauciones á los dos únicos
»partidos, que están fuera de nuestra comunion , y con
»los cuales no cabe reconcihiacion en tanto que no de-
sistan , lo que no es muy fácil , de sus 'exageradas y
»fanáticas pretensiones : tales son los absolutistas y de-
»mócratas, la representacion de cada uno de los cuales
»será nula si el gremio constitucional está unido , y tan
»solo podria adquirir importancia con las discordias
»intestinas de dicho gremio.
»Está, pues , fuera de toda duda la conveniencia,
»y aun la necesidad de que todos los constitucionales
»defensores del trono de V. M. , lol que tanta sangre
»han derramado , y tantos sacrificios consumado para
»que saliera triunfante su noble bandera, se reunan al
408
»rededor de ella , y soló asi podrán sacar ilesos sus
»principios , y evitar á esta heróica nacion el desplome
»de infortunios de que se ve amenazada : solo así podrá
»seguir la España en 'su majestuosa carrera de prospe-
»ridad desarrollando todos los gérmenes de su rique-
»za y bienestar, á la sō rnbra de benéficas instituciones,
»y con la égida protectora de un trono legitimo.
»A la sombra de este trono constitucional , que ha
Asido, y será ahora mas que nunca la prenda de
»union de los españoles y la salvaguardia de su pros-
»peridad, caben. todos los partidos que haciendo abju-
»racion de principios exagerados , se presten apo-
yar con sinceridad y buena fé nuestra regeneracion
»política. Imbuido en tales ideas el que tiene el honor
.»de representar, esperando todo lo bueno de la hidal-
»guía castellana , se atreve á proponer las siguientes
»bases, como programa de un nuevo gobierno:
1.°. »El nombramiento de siete Ministros que reunan
»,como cualidades indispensables la honradez á toda
»prueba , que debe descollar aun mas que sus superie-
»res talentos; un carácter conciliador, y un corazon
»exento de pasiones y de anteriores conflictos políticos,
»á fin de que puedan inspirar confianza á todos los ma-
»tices del partido liberal.
2.° »Que para el nombramiento de dichos siete
»Ministros se consulten las personas mas idóneas de las
»citadas fracciones de moderados, progresistas; purita-
»nos y ultra-moderados , por manera que ninguna de
»ellas tenga una influencia aislada , sino que esta sea
»el producto de la indicada amalgama.
5. »Que estos siete Ministros presididos por el
»mas justo , el mas probo ,'y que no hubiera tenido en
»la lucha de partidos , si es posible, mas participa-
»cion ; que ,la de hombre bueno , sin ódio ni p ireven-
»cion contra ninguna de las opiniones que caben en.. el
409
»círculo constitucional, se . ocupasen con preferencia en
»moralizar la administracion y en hacer saludables re-
»formas, :y econ :omias compatibles con el buen: servicio.
4.° »Que dichos empleos y gracias se concedieran
ȇ los mas dignos por su probidad ,. por sus servicios
»é idoneidad, sin tener en cuenta el partido á qué bu-
»bierarl pertenecido ya que todos deben quedar refun-
»didos en el de monárquico . constitucional. Y para el
»mayor acierto , y evitar quejas y reclamaciones , de-
»berian todos los espedientes 'de alguna: 'importancia
»ser traidos al Consejo de Ministros , á fin'de que cada
»cual en su ramo espresase, con los antecedentes á la
»vista , la razon que tuviera para proponer €í V. 1 la
»persona que estimara mas acreedora á ser agraciada.
5.° »Aunque el Ministerio que se propone debiera
»componerse de diferentes fracciones , no por eso ha-
»bia de ser menos fuerte y enérgico para reprimir todo
»desórden ,' cualesquiera que fuese el centro de donde
partiera. La significacion política que cada uno llevase

»al Gabinete , podria servir á lo sumo para reclamar
»contra lo que creyese ofensivo ó perjudicial á los de
»su antigua comunion , mas no para obstruir ó entor-
»pecer el curso de la justicia , porque solo con una se-
»vera rectitud , y desprendiéndose de toda considera-
»cion que no fuese la del bien público , podria gober-
»nar bien y conservarse en el poder y solo haciende
»que fueran una verdad, y no una decepcion , las tres
»palabras sacramentales , Union, Moralidad y Econo-
»mías es como 'podria merecer las bendiciones, los
»elogios , y la gratitud de la presente y de las futuras
»generaciones.
»Abundan , Señora en esta` ilustrada y virtuosa
»Nacion hombres que reunan las condiciones . indicadas;
»hombres que estén adornados ele suficientes luces pa-
es
ira dar á la riqueza pública todo el impulso de que
28
»susceptible:, hombres., que introduciendo en la adalid.
».nistracion ,las economías que-caben sin que se .resien-
» ta :el buen, servicio , puedan derramar consuelos so-
:!.bre,tos pueblos, rebujándoles las contribuciones; Jiom-
»hres, que sabiendo utilizar los inmensos recursos que
»ofrece nuestro suelo, puedan no solo nivelar en los
.presupuestos los gastes con los ingresos de las rentas,
»sino presentar sobrarrtes,de considetacion para tledi-
»car á las empresas de fomento, despues de cubiertas
»las obligaciones del crédito,,. por recargadas que sean,
'..»pues á todo puede alcanzar una a _ drinistracion sabia
»y .benéfica hombres finalmente , que con su . con-
.»ducta imparcial, con un fondo sólido de rectitud y
»justificacion y con una probidad universalmente re-
»conocida , que es el elemento principal para merecer
»la confianza pública, y sobre todo sin agravios que
. »vengar,. ni cargos á que contestar, ni antipatías . que
»vencer , logren mantener en toda su fuerza la .union
»del partido liberal , por la que no puede menos de
»suspirar ,todo el que tenga alguna adhesion al trono
- »y á las instituciones y' que se interese por el bien de
.,»su patria.
»El que tiene el honor ,de hablar , no es . de los es-
»pañoles tan apocados que teman que la nacion no pue-
- »da pagar religiosamente 170 millones por intereses de
,: :»la nueva deuda , segun el último arreglo. Esta nacion,
....,»con 'el beneficio de la paz y con un buen gobierno,
npuede hacer frente con mucha facilidad á todas sus
»obligaciones y Binó, vea V. M. lo que era la España
)l bajo el reinado de Carlos II á fines del siglo XVII, y
»lo que es en el dia. En aquella época presentaba el
»cuadro que con tan vivos colores dejó trazado uno de
»tmestros economistas coetáneos, y que se copia á
»continuácion, porque es innegable su oportunidad.
pDi;ce así: Dejando á un fado los reveses que sufrieron
411
»nuestras armas e» Flandes, en Italia., en Afrie a' y
,en Cataluña ; la , destruccion s cle nuestro comercio
én
slos mares de América, y ,aun en sus costas, por tos
»corsarios y piratas , diremos , refiriéndonos á las ci-
»tas de los historiadores mas sensatos y verídicos,
»que las tropas estaban desnudas, la marina reducida
»á unas pocas galeras , vacíos los almacenes y arsena-
»les , desguarnecidas y desmanteladas las fortalezas de
»la frontera ; que señaladamente hácia el fin de aquel
»reinado Itabia decaido el crédito publico de tal modo,
»que no se encontraba quien quisiera prestar al Go.-
»bierno , ni .aun los genoveses y demás italianos, que
» tanto se habian enriquecido con esta misma clase de
»negociaciones; que los Ministros se y eián hostigados
»por los embajadores estranjeros , especialmente de
»Francia , Holanda, Brandeburgo y del Duque de Sa-
»boya , por créditos legítimos á su favor; que las tro-
»pas se desertaban por falta de paga; que los solda-
dos de la Guardia Real iban diariamente á las puertas
»de los conventos á comer la sopa con los vmndigos;
»que los gobernadores de las provincias y oficiales
»acudían á la córte pidiendo sus sueldos , de los que
»carecian desde muchos meses , sin que se hiciera caso
»de sus representaciones las mas enérgicas ; que varios
»militares estranjeras dejaron el servicio al ver que en
»vano reclamaban su subsistencia ; que los correos en-
»cargados de correspondencias urgentes y del mayor
»interés no podian salir á sus viajes por falta de habi-
»litaciones ; que aun la servidumbre de Palacio pedia
»su dimisi&n por igual motivo , y se la retenia por la
»fuerza ; que hasta los mozos de las caballerizas, á
»quienes se debian dos años de salario , abandonaron
•I
»sus oficios ; y finalmente, que ocurrio varias veces
»no haber dinero para cubrir la mesa del Monarca,por
manera que el Marqués de Grana , embajador de
412
»Austria,
dQclaróó que si él h u biera previsto el estado
» de. miseria 4 que estaba reducida la córte de Españ a ,
»no 1Zabria. . aceptado la. embajad a , por n o presenciar
»tan#as,.a?zg,ustias ,y penalidades.»
«Pues bien, Señora , esta nacion que en la citada
»época se hallaba en un estado- tan lamentable , á los
ppocos años, y en el reinado de Felipe V, sucesor de
pCárlos II , habia adquirido una inmensa Preponderan-
wcia ,en Europa , sin embargo de lo que . hubo de sufrir
»la, riqueza nacional en la sangrienta y prolongada la.
? cha por la sucesion , y aun fué mayor su pujanza en el
»,de Fernando VI, en que: puede decirse que llegó á su
pmayor, apogeo, porque cubiertos puntualmente todos
»los ramas del servicio, dejó á. su muerte en tesorería
»un, sobrante de 300 millones. En igual progresion 'si-
,»guió la .España' bajo los reinados sucesivos , pues que
»la falta de leyes tutelares consignadas en un Código es-
»pecial, la -suplian la bondad de los Monarcas, y la sabi.
pduría , honradez y españolismo de Ministros ; que tan
.p acertadarrrente supieron' escoger Fernando VI y Can.
»los III , en términos que este último vió logrados casi
»en su totalidad<sus constantes deseos-, que habían sitio
»los de tener á su- disposicion; 100,000 hombres , 100
»navíos 17'100 millones de duros.
»En el reinado de su sucesor , Cárlos IV, monarca
»menos;feliz,.en la .eleccion de sus ministros, y obligado
:lá hacer frente á la ,desbordador.a revolucion francesa,
.pdehió resentirse lu España .necesariamente , de tantos
, * e,lement:os de cóntrari.edád; y.aun mas todavía por la de-
..isoladora guerra de: la independencia: ..y con todo , á
»poco tiempo de . haber esta concluido gloriosamente,
, ?ImerceÁ.1: á, los esfuerzos heróicos que dejaron asombra-
,»da , á la;Eur opa;,;se.. vieron, cicatrizadas las hondas llagas
),•;a,bie-rtas ti A la riqueza del . país‘;, .y aunque en 1820
Yr?^^ 114: hubo reacciones sangrientas por la, defensa de
413
».encontrados principios políticos, las cuales cortar
' el,vuelo al desarrollo que se iba dando á todos los ni=
»mos , sin embargo , ya á fines del reinado del augusto
»padre. de . V. M. y aunque su Gobierno c'arecia de un
»sistema representativo, el cual; reuniendo en nn`icen
»tro comun los talentos , la ciencia 'y el eñtusiasmo tia-
atrio está en el caso de prestar auxilios mas poderosos
»para llevar á cabo las grandes empresas de utilidad 'y
»fomento, dicho Gobierno presentaba un estado tan fa-
»vorable , comparado' con el cielos años anteriores , co-
» rr o ; que desde 1803 hasta 1835 es decir, en el espa.
»cio de treinta años , aumentado la poblacion casi
»una tercera parte , es decir , unos cuatro millones'de
»almas; cono que en igual periodo la producciot 'agri-
»colta se hahia duplicado , pues siendo en 1803 tan so
»lo' de 62 millones -de fanegas de cereales en toda la.
»Península, ya en 1833 llegaba á 110 millones dé=
Ajándose de gastar por este solo ramo 542 millones'de
»reales que importaba el trigo que era preciso comprar
»del estranjero. Siguiendo estos puntos de comparación,
»y llevando por guia la estadística de Moreau de Jones,
»la poblacion dedicada al ramo industrial había alelan
atado en 117,000 individuos y sus productos en 46
»millones de reales; y con respecto al comercio, 'se ha
rabian aumentado en 120 millones los valores dé las es-
aportaciones, aparte de las importaciones, tambien muy
»acrecentadas.
»Desde, presupuesto presentado por el conde de
tToreno en 1834, es` decir, á poco de haber fallecido
«el augusto padre de V. M.,. hasta' el que se ha, sámeti...
»do á las Córtes ,para ,1852 en la presente legislatura,
»y comprende los últimos diez y siete años, han crecido
»las rentas • en 37 1.121,795 rs., que es la diferencia
» que media entre el presupuesto del cande de Torsefl @,
»ascendente á 76:6.804,65.8 y entre el presentado por
414
»el Sr.:- Bravo Murillo, .se; entiende, de ingreso líquido
T bajados ; los gastos reproductivos, que se eleva
45 _;

ȇ,:1,137.02E,454:.
»tos gastos que en el antiguo presupuesto se gra-
p,du.ahan ;ele 937.460 ,320 rs.,.. de los cuales ; correspon=
pdian, á la deuda pública: por intereses y amortiza-
»cion 250.678,621, comparados con los ordinarios y es-
»rtraóri-iinarios presupuestados para 1352, que ascienden
»4 1,100:153,583, dan un 'aumento de 162.699,20`rs ^ :,
»es decir, que se halla en el . último presupuesto del
»Sr. Bravo Murillo Comparado con el de 1834, un au-
Amento de productos por un 50 por 1:'00, y de gastos
»por un 16 por 100.
»En :. esta sencilla demostracion aritmética hallará
»Y. M. el, mayor de.. los consuelos, cu al es el de que
»4 pesar de la guerra de siete años, emprendida y lle-
pvada á feliz term'inacion con el mayor denuedo - para-
»afianzar la corona de V. M. y las instituciones, la na-
no,ion ha progresado. maravillosamente , y que aun en
»el caso de .que el aumento comparativo entre ambos
»,presupuestos fuera tan' solo de un 25 por 100, porque
»se-hubiera dejado ó se dejase en'-adélante á beneficio
»dé," los p.ueblos por rebaja ° en sus contribuciones el
».otro 25 p or 1:00, que supone la cantidad respetable
»de 180 millones, siempre ofrecia> . un argumento in-
»contestable de que la nacion va en progreso ascenden;
»te en la carrera de su prosperidad.
: pEn,:estos mismos cálculos puede fijarse la creencia
n dé. , q.hie , siguiendo la Esj)a.ñá disfrutando del , benefi-

»eia,dela.'paz por algunos años, - y mas ,si llega á reál't-


nurse la yerfécta unjan de que 'trata este escrito, por
krilaneiwque quede ahogada la hidra reVolucionaria, y
ntemavidbs , tbdos los elementos 'de une sistemática opó-
nstt°ion'T que no dejarlan de entorpecer la rueda de esa-
pkgran' máquina administrativa.; Podrá el. Gobierno
4 5.
»de V. M. cumplir desahogadamente con todas las car'...:
»gas del Estado; :pagar religiosamente las nuevas obliga
»ciones de la deuda pública, y tener sobrantes de cona--
»sideracion para la amortizacion paulatina de la misma
»deuda. , y para la construccion de fe'rro•earrile's y de
»otras obras de utilidad general , reduciendo las con.
»tribuciones á los tipos mas justos y racionales.
»Tales son los brillantes resultados que V: M pue..,
»de prometerse si consigue, como no es dificil, 'que se
»reduzcan á la nulidad los partidos enemigos del trono
»y de las instituciones, y que los demás hagan un pa=f
»triótico sacrificio de su amor propio, depongan recen,.
»timientos , personales, y abandonen para siempre sus'
»intestinas discordias; ¿Y qué medios podrá emplear'.
»V. M. para que se realice esta verdadera alianza y que,
»sea duradera? Un ministerio que lleve por lema, y no
»desmienta jamás las sacramentales palabras de uniom,r
»moralidad y; economías.
»Dicha alianza será duradera si además de que:
»el precitado ministerio acredite en todos sus actos
»la invariable práctica de los principios . consignado:
»en el anterior programa',: encuentra iguales. virtu-
»des, como no puede menos de encontrarlas en el par-
»lamento, compuesto de personas tan respetables, yque
»tanto se interesan por el bien de su patria. Haya, como/
»es justo, y aun necesario, una oposicion racional, no ás
»las personas y si á cuestiones dadas, cuando los ceño-`.
»res diputados vean algunas de ellas de distinto moda..
»que el Gobierno. Siendo dicha oposicion templada
»y concienzuda, lejos de perjudicar á la buena direc-,
»clon de los negocios públicos puede prestar servicios-
»muy importantes, ilustrando l:os puntos dudosos, e in
»fluyendo para que se modifiquen y aun reformen ' al.
»gurios proyectos, que con la mas buena fe, y acaso coa
»poco' acierto, puedan ser formulados por el Gobierno.
416
»Iguales servicios puede prestar la prensa liberal, si se-
»parándose del campo de las personalidades, se dirigen
»todos sus patrióticos esfuerzos á ilustrar las cuestiones
»políticas; administrativas y de gobierno con la buena
»lógica, mesura y dignidad que deben distinguir á los
»patriotas juiciosos de los que no siéndolo, invocan aquel
»nombre para fascinar á las masas con sus erróneas
»doctrinas.»
Un lenguaje igual al que usé en la memoria , cu-
y-os principales puntos acabo de copiar, es el que han
adoptado la prensa española y los buenos patricios que
se interesan de veras por la conservacion de nuestra li-
bertad, la cual sería de muy poca duracion si le faltara
la union y el órden. No me cansaré por lo tanto de in-
culcar estos principios tan necesarios para el .bienestar
de mi patria. Mas como aun de las cosas mas santas se
suele .abusar, no quisiera que se diese á.la citada union
liberal una estension ilimitada, y perjudicial, ó funesta,
corno lo sería en alto grada todo consorcio con la gente
inmoral y corrompida, y por supuesto sin méritos ni
servicios, que seguramente ha de ser, y por desgracia lo
es ya, la 'prirnera que invocando tan sublime principio,
se arrima á una bandera que ha pisoteado mientras
pudo servirle de andamio su oposicion á ella. Haya
union con todos, pero de confianza tan solo con los
hombres de bien, dejando aislados á los que no lo son,
basta que con su buena conducta y señalados servicios
á la causa nacional, hayan adquirido títulos y derechos
de que ahora carecen. Disfruten enhorabuena del am•
paro de las leyes para no ser atropellados, pero sin que
puedan ejercer la menor influencia, ni ocupar los pues-
tos que deben' ser conferidos al verdadero mérito.
Por dichos principios de la union deben caminar á
la par la 'r'ectitud y la justicia. Destiérrense para siem-
pre los ominosos tiempos en que solo arrastrándose por
41 7
las antesalas, ó sucumbiendo á otras, humillaciones y ac-`
ciones poco decorosas, se podia lograr lo que se negaba á'
la aptitud y á una carrera distinguida, ¡cuántos hombres,
cargados de servicios y (le ilustres hechos, se han visto
desatendidos y postergados á mozos imberbes',, á bajos
aduladores y cómplices, tal vez de cohechos y de intri-
gas! Podria hablar de muchos, mas no los cito por ter.
mor de que no sea de su agrado la publicacion de sus
nombres: yo que no tengo este reparo, hablaré de m.
mismo, aunque sea franqueando los limites de la mo,
destia , porque en mi retrato verán no pocos Copiad(;;
el suyo.
Confinado voluntariamente ,en la Habana, desde qub
en 4845 se cerró el parlamento, del que habla forma.,
do parte en las tres legislaturas anteriores, y prestando
sin interrupcion en mi retiro servicios importantes al
Estallo, aun en mi clase de cesante, no he merecido la
merior consideracion de los, varios ministerios que se
han sucedido, de los cuales, si bien es cierto que no
habria admitido empleo algunoppara la península, vár,
no poner mis convi CCi011es en lucha con el deber, no
así en Ultramar, en donde no se conocen mas opiniones
que las de buenos ó malos españoles, y.en donde con-
viene que ocupen los destinos personas siquiera de re-
conocida probidad y de adhesion profunda á la metró-
poli, ya que no las mas .distinguidas .y sobresalientes en
los, diversos ramos, como debiera ser.
Empero donde mas ha . resaltado la falta de dotes:
de gobierno, ya que no me atreva á dar otra califica-
cion mas
mas dura, para que no se crea, que me dejo llevar
de apasionados impulsos, ha sido en los gabinetes de;
Alcoy-Llorente, y, de Lersundi-Egaña , precursores del de,
Sartorius que tan condenado ha sido por la opinion pú-
blica. Habiendo yo desempeñado dos comisiones muy
delicadas y de gran interés para la causa nacional en los
401
Estados.-Unidos, y una dé ellas con la mayor esposicion
personal por haber sido preciso tornar distinto nombre
y, nacionalidad , para poder penetrar por el foco del fi-.
lihusterismo. ; y habiendo dado cumplimiento á la ter-
cerw comision , no metros importatrte , r en la isla de San-
to-Dorningo con resultados los mas satisfiictorios , el (fig.
no• General que en aquella época maridaba en Cuba,
justo apreciador de estos méritos y sacrificios, al remi-
tir dichos importantes trabajos al Gobierno, pidió para
mi con el mayorencareeimiento, no ya la intendencia
del& Habana que correspondiera á mi clase , porque
no estaba vacante , sino el segundo empleo en- rango,
que lo era la presidencia del tribunal mayor de cuentas;
y el ministerio Alcoy ni accedió á esta demanda , ni
aun` se dignó contestar al referido Capitan general.
Reproducido por éste igual instancia segunda 'y' ter-
cera vez en el ministerio Lersundi. Egaña , tuvo igual
suerte que la primera, desatendiéndose completamente
el pago de una deuda tan sagrada , corno lo era la de
servicios de tanto trabajo •y riesgo , prestadós con la
mayor abnegacion , pues no quise admitir las dietas y
sueldos que el espresado Ca pitan general me señalara,
porque me parecia que habria perdido el mérito de di-
chos servicios, si los hubiera cambiado por un puñado
de‘plata,
Sin embargo, pues, del desinterés con que habia
desempeñado estas comisiones, de lo cual estaba bien.
enterado el Gobierno , , come' que no se habia omitido
aquella eineunstancia en' la relacion oficial- y en la re-
comendacion 'especial á que rne refiero, y aunque
ineluyendola cuarta y última comisión que gratuita-.
mente torné por . mi cuenta en el año pasado, y que me
hizo permoneCer dosmeses en Lóndres', para derend-er
elmancillaAe , fionor español , y desagraviar á las autori-
dades de' Cuba; corno ro hice en la Memoria que pn
419
bliqué á mis espensas , .y se halla al frente dé la
se,.
gttnda parte de esta obra ; y aunque en tantos y en tan
largos viajes he gastado mas de 3,000 duros de mi bol-
sillo , ni siquiera se me han dado las gracias. i Qué mi-
seria dé hombres! ¡Cuán diferente es la conducta de'
los gobiernos extranjeros , no solo para con sus propios
súbditos , sino para con los estraños ! En ellos se pise=
mitin con dadivosa mano aun los servicios dé importan--'
cia mucho menor que los que acabo de indicar. Infini-
tos ejemplos podria aducir en apoyo de esta verdad;
pero me limitaré en obsequio á la concision , al que me
ofrece uno de los funcionarios que ejerce no poca in-
fluencia en Santo Domingo. Este es Sir Roberto Scham
búrgk , natural de Alemania el cual por haber desem-
peñado con inteligencia y acierto una comision geográ-
fica del Gobierno británico en la Gua ana, fué conde-
y
corado con el título de Knight , caballero , distincion
que en aquel país no se prodiga tanto como entre nos-
otros y fué nombrado asimismo cónsul general en la'
República dominicana , sin embargo de ser un estran-
jero. Yo mismo por haber prestado algunos servicios al
referido Gobierno durante su alianza con la España y en
el último período dula guerra por nuestra independencia,
segun he indicado en otro lugar de esta obra, obtuve
distinguidas consideraciones , y 'recibí los ofrecimientos
mas lisonjeros de un brillante porvenir, si quería conti-
nuar dichos servicios aun despees de firmada la paz
de 1814.
Cu= ando los Gobiernos obran dé este modo , pueden
contar con buenos servidores', y desde luego me atrevo
á asegurar que si yo hubiera trabajado en obsequio de
la Inglaterra , de la Francia , de Rusia,, ó de cualquiera
otra nacion , la mitad y aun la cuarta parte de l eo que
he hecho porrni país , de seguro que desde larga fecha
habria ocupado una posicion mucho mas ventajosa.
420
Empero todavía resalta la nulidad de los ante-
dichos ministerios al considerar que nunca se podia con-
seguir que destinaran , una parte de su atencion á los
negocios de interés verdadero, y sí solo á los de exi
gencias •iudividuales. Así fué que las tres memorias lumi-
nosas que les fueron remitidas por el Capilan general de
la isla de Cuba , referentes á mis comisiones en los Es-
tados Unidos é isla de, Santo Domingo, se miraron con
tal desd'en é incuria , que al parecer ni se. leyeron , ó
por lo menos nada se hizo de cuanto en ellas se pro-
ponla , sin embargo de la escitacion de la misma auto-
ridad de Cilbá , y á pesar de su carácter de utilidad y.
conveniencia para la conservacion y defensa de aquellos
nuestr os dominios,;; y á tal punto llegó su descuido en
esta parte , que fué . muy , dificil dar con dichas Memo-
rias cuando se trató de sacar una copia para el ministro
nuevamente nombrado en la república de .Washington.
La principal razon que he tenido para publicar la
presente obra , ha sido la de sacar del olvido unos tra-
bajos que .el abandono del Gobierno tenia sepultados.
El público juzgará si ofrecen algun interés ; y aun los
apreciarla en mas alto grado si yo no me hubiera visto
precisado'á usar de algunas reticencias en la parte di-
plomática,' porque ,ciertas cuestiones, por su carácter
de reserva., no deben salir por ningun concepto de los
gabinetes ministeriales.
Así, pues, si no me les sensible de modo alguno por
lo que respecta á mi persona, el desprecio que con tanta.
razon censuro, y que bien puede calificarse de injusti-
cia, ynañifiesta , me. duele por el mal. efecto que : ha debi-
do producir en. un . .pass que, ha sido testigo de los e.mi
n,entes 'servicios : que acabo de enumerar , aun sin tener
en cuéntalos prestados en los cuarenta años que llevo
de.carrerá pública; ;me duele por la es,trañeza que ha
de causar en toda .la . América española este tan poco
421
digno comportamiento con quien hace cerca cle treinta
años que . se declaró decidido campeón y' defensor de
los derechos de la metrópoli primero con la publica-
cion de la historia de la revolucion de .aquellas nuestras
antiguas colonias , y sucesivamente con otros tráb ājós
de igual naturaleza , que han hecho muy familiar su
nombre en todas ellas. Así, pues, si recibí de S, M. últi-
mamente con respetuosa gratitud, no ya empleos 'ni
sueldos, que ni aun siquiera por via de indemnizacion
me fueran 'ofrecidos, sino el nombramiento de Inten-
dente de ejército de ultramar en propiedad , de que ya
era honorario desde 1841 , fué para que se supiera en
los citados paises , que mi ardiente celo por servir la
causa de mi patria , habia alcanzado por fin alguna
muestra de la real aprobacion.
Si me he detenido algun tanto en esta cuestion per-
sonal por lo cual reclamo la debida indulgencia no
ha sido por formular quejas individuales y desahogar
resentimientos , que no podrian ser calificados de. in-
oportunos , y sí solo` para poner más en relieve la grave
responsabilidad en que incurren les gobiernos que mi-
ran con desprecio á las personas que` mayores servicios
prestan al Estado. Los que así proceden además de
cometer un acto de injusticia , embotan el genio, des.
moralizan el pueblo , y son causa de que el país .y el
mismo Gobierno dejen de utilizar los especiales servi-
cios y las ventajas que pudieran resultarles ele .la abn'e-
gacion, y de los esfuerzos físicos é intelectuales, ó sea
del brazo y de la cabeza', de la espada y de la pluma,
del valor y del talento , que dejarán de emplearse si fal-
tan los estímulos de los premios y las recompensas:, y
mas todavía cuando se recela , y aun se ve que aque-
llos y éstas se conceden con` preferencia al favoritismo,
como ha sucedido en estos últimos tiempos.
Empero' habiéndose inaugurado una era de morali-
9g
dad y de justicia, es deesperar que queden totalmente
proscritas las viciosas prácticas que son el objeto de mi
censura , porque de nada serviria haber destruido cier-
ta clase de influencias contra ".las que tanto se ha decla-
mado, si aparecian otras que tomando distinta divisa, y
aunque defendiendo diversos principios , causaran igual
plaño á la virtud y á la justicia. Cuando se vea , pues , que
.el talento , la probidad, y los buenos servicios elevan á
mi individuo sobre los demás, no habrá quien levante
una voz de queja ó de murmnuracion como se levanta-
rá siempre que las nulidades , las negaciones , ó las
insignificantes medianías se sobrepongan por medio del
padrinazgo , al verdadero mérito.
Deseo que el nuevo Gobierno obre .en este sentido,
si quiere conservar su popularidad, porque si su con-
ducta fuera parecida á la de sus antecesores en la in-
terpretacion de los preceptos de rectitud é imparciali-
dad, debe tener entendido que sería mas a cre la censu-
ra de la prensa -, y reas terrible el anatema de la opinion
pública, por la misma razon de que bajo los principios
políticos que rigen en el dia debe ser mas que nunca
una verdad, y no una decepcion, la tan deseada y tan-
tas . veces invocada moralidad y justicia.
Voy á concluir este capítulo con algunas reflexiones
sobre la opinion que acaso se habrá formado en los Es-
tados Unidos acerca de nuestra reciente revolucion,
y de los planes que tal vez tratarán de fraguar los , que
están deseando aprovecharse . de determinadas circuns-
tancias. Es indudable que en aquel país ,., del mismo
modo que en Cuba y aun en España, hay personas in-
teresadas en promover conflictos que allanen el camino
para la tan codiciada adquisicion de aquella Antilla. Se
;p
retende , y no sin razon , haber descubierto señala-
damente en Madrid y Barcelona, una mano oculta que
.atizaba la discordia por medio de la intriga y aun del
425
:oro á fin de que, el Gobierno carezca de fuerza ,, y
$ambien para invalidar, al favor de la sedicion, algunos
cuerpos de tropas destinados á la defensa de nuestros
dominios de Ultramar. Mas por diestros y osados que
sean los fautores de estas tramas , no han de lograr su
depravado intento. Aunque la .nacion se halla profun-
damente conmovida cori los últimos sucesos, .sin em-
bargo, el buen juicio de los hijos de este suelo, siempre
fecundo en virtudes, aun en medio del desbordamiento
inevitable de pasiones tanto tiempo comprimidas, nos
hace esperar con toda seguridad que gradualmente irán
desapareciendo los síntomas de perturbacion, y que
muy en breve volverán los ánimos, y los negocios p.ú-
blicos_á su situacion normal. No se lisonjeen, pues, los
enemigos de la España 'de obtener su pérfido triunfo por
medio del estado inquieto del país ya que éste ha de
cesar muy pronto , adquiriendo doble valor é impor-
tancia política con la nueva representacion nacional ya
convocada.
Y aunque no se lograra tan de pronto el sublime be-
neficio de, la cesacion absoluta de toda discordia y aun-
que, lo que no es de esperar de modo alguno, iio llegara
á estinguirse la revolución ,' ¿ creen nuestros contrarios
que al favor de ella podrian llevar' impunemente .sus des-
almadas huestes al corazon de una de nuestras provin-
cias mas predilectas? Funesto sería su error , si incur-
riendo desgraciadamente en él, se atreviesen . á hacer
efectivas las amenazas con que de continuo están hosti-
gando á la referida colonia. Pues qué , ¿tan pronto han
olvidado que nunca habia sido tan grande la Inglater-
ra, ni tan respetada por la Europa , como en tiempo.de
Cromwell? ¿ Y que nunca fué tan temida, la Francia,
y que nunca hizo mayores conquistas , que en lo mas
fuerte de su revolucion ?
Aunque estoy muy distante de desear que mi patria
:x24
adquiera igual gloria á costa de tantos desórdenes y que-
brantos, por los que hubieron de atravesar aquellas dos
naciones; aunque dirijo al cielo los mas fervientes votos
por verá la España disfrutar de los beneficios de la paz,
y de una perfecta reconciliacion ; aunque no dudo que
renacerá muy luego la calma y la confianza , y que el
Gobierno, que con aceptacion general rige nuestros
destinos , con la poderosa cooperacion de la Córtes que
van á reunirse, podrá desarrollar sin demora y con el
deseado acierto los planes de nuestra regeneracion po-
lítica , quiero sin embargo admitir por uri momento que
• así no fuera , y que subsistiera por mas ó menos tiempo
el estado, de agitacion , C). sea el período revolucionario,
que es lo que 'desearían los codiciosos de la isla de Cu-
ba.: ¿ Pueden creer estos que aun en aquella hipótesis
se. lograrían sus protervos designios? No , y mil ve-
ces no.
Bien saben los hombres políticos, que la fiebre revo-
lucionaria , escitando las pasiones en alto grado, pone
en acciori recursos estraordinarios de valor,, decision y
firmeza, de que no se creerian capaces los pueblos en
°.;-su, estado de inercia. Saben que nunca como en tales
épocas se presenta el entusiasmo ' nacional ' con colores
tan- pronunciados. Saben por último, y deben tenerlo
muy presente ; que cuando se viera ultrajado nuestro
pabellon , se darían treguas á nuestras querellas; y ese
ardiente patriotismo, que en 'el día ha.' llegado á su col.
• mo., se'dirigiria de preferencia á los puntos en que es=
at vieran conculcados nuestros derechos, y ajada nues-
tra dignidad. Apelando oportunamente á ese mismo en-
tuskasmo, no habría un español qué na comprometiera
gusto samente su existencia y so fortuna por salvar el
honor de esta cuna de tantos héroes.
425

CAPITULO LXII,
Cuestiones de alto gobierno que tienen íntima conexion
con nuestros dominios de Ultramar. —Disczasion sobre la
ce7atrr.al iN acion del poder en aquellas regiones. — Recti-
ficacion de opiniones emitidas anteriormente sobre }esta
cuestion.

Al favor de la libertad que concede la situacion ac-


tual para emitir ideas que de otro modo habrían debi-
do quedar sepultadas en el olvido , por no herir delica-
das susceptibilidades, cumple á mi deber , á fuer de
escritor de conciencia , hacer algunas rectificaciones á
ciertas teorías que senté en mi obra titulada «Bosquejo
económico politico de la isla de Cuba; » y cerraré con
ellas mi cuadro general de la Politica 'ultramarina.
No tengo yo un amor propio tan exaltado que me
arrastre á sostener á todo trance una opinion enuncia-
da de antemano en fuerza de mis convicciones , si veo
que reducida á la práctica, no ha tenido una feliz cor-
respondencia. Siguiendo la máxima de que prudentis
est mutare consilium , me apresuro á aplicarla á la teo-
ría de .la reconcentracion del poder , que propuse con
respecto á Ultramar.
Argumentos hay y muy fundados , como los esforcé
en la referida obra , para probar que todos los nego-,
cios de las colonias debieran estar reunidos en un solo
departamento superior , auxiliado por un consejo , así
como para que los Capitanes generales reasumieran el
mando de la Marina y de la Hacienda. Aunque se cre-
y ó que este proyecto abrazaba todas las razones de
conveniencia pública ; aunque quedó bien demostra-
do que con su ,adopcion habian de evitarse tantos in-
convenientes que eran peculiares de la escentraliza-
29
426
cion, y que no enumeraré porque esta' estensamente
espresados en la obra á que me refiero, sin embargo,
por la práctica, se ha visto que han sido mucho mayores
los que ha ofrecido la centralizacion : así que debiendo
el filósofo , del mismo modo que el legislador y el hom-
bre político optar entre dos escollos, no es dudoso que
se ha de inclinar siempre á favor del que se presenta
con el carácter ele menos peligroso, ó que mas fácil-
mente puede es q uivarse , ó lo que es lo mismo, que
de dos males se ha dé escoger el menor, y éste es el de
la escentralizacion segura la opinion que lrc podido for-
mar con presencia de los hechos.
Llevando siempre en la mano el libro de la espe-
riencia que es la Mejor .quia , me he visto precisado á
alterar mi juicio anterior , no respecto de la esencia
del principio , pone ie señaladamente en lo relativo al
sistema colonial, está fundado en razones muy podero-
sas, segun acabo de indicar, sino respecto de su aplica-
cion ; pires que en verdad no ha llenado de modo al-
guno los -altos fines á que debiera haberse encami-
nado. Las mejores instituciones se vician , ó dejan de
dar buenos resultados, cuando las personas á quienes
se confían , carecen de virtudes, ó de inteligencia para
asegurar el acierto. Desde el momento en .que se creó
el Consejo de Ultramar con sueldos y preeminencias igua-
les ó las de las demás corporaciones de esta clase, se con-
sideró como una nueva mina para que la esplotaran los
favoritos escluyendo á las capacidades y á los funcio-
narios que habían consumido la mayor parte de su 'vi-
da en Ultramar ; por manera que cuando lo suprimió
el ministerio Sartorius, estaban ya casi todas las plazas
numerarias , es decir las de sueldo fijo, ocupadas por
personas que nunca hablan pasado los trópicos , y que
habian hecho muy poco o ningun esta údio de Ámérica.
Así, pues, y habiéndose visto que ya desde el prin-
427
ripio se habia desvi r tuado el primitivo pensamiento, de
que este ramo fuera manejado por personas competen-
tes, cuando á su .vez habla servidlo su nueva Planta pa-
ra colocar favoritos pertenecientes á otras carreras muy
distintas; Habiéndose visto asimismo que en cuestiones
de espíritu de cuerpo , y en exigencias oficiales, y co-
mo si se tratase de potencia á potencia , el Consejo per-
dia -el tiempo, que debiera dedicar al pronto despacho
de los negocios , resultando que esta nueva rueda em-
barazaba considerablemente la accion del Gobierno, le-
jos de favorecerla y auxiliarla , por lo cual ya á muy po-
co tiempo hubo 'el .primer presidente de cercenarle
algunas de sus atribuciones ; habiéndose empezado á
esperimentar desde luego. la lentitud con que se ins-
truian los espedientes y las grandes demoras en sus de-
liberaciones , resaltó visiblemente la ventaja que á este
altisonante y ricariierite dotado Consejo, llevaba la mo-
desta Junta de Ultramar , creada en 18441 sin ningun
•lujo de poder, y sin- ningun gasto, porque todos los voca-
les servian gratuitamente sus cargos.
Convencido el Ministerio por las razones que acaban
de esponerse, y por otras que no es del caso deslindar,
de la necesidad de suprimir el citado Consejo,así lo acor-
:lló á fines del año pasado, si bien es de estrañar que no bu-
-hiera restablecido-al.propio tiempala antigua Junta bajo
las mismas bases que en ella regian, y que eran las mas
adecuadas para que diera magníficos resultados, como los
estuvo dando por una larga serie de años. Como que
• en la .citada Junta no se .Pagaban. sueldos , no se velan
apremiados los Ministros por influencias ilegítimas ó es-
.rañas á desnaturalizar la institución , haciéndola pa-
trimonio de ciertas y determinadas personas y así po-
día nombrar eselusivamente funcio.uarios que hablan
manejado en nuestros dominios- de Ultramar los diver-
sos•ramos del gobierno -colonial. Así se- podiarurettriir
428
especialidades para cada uno de ellos; y así, y sin ha-
cer alarde alguno de poder ni de importancia política,
Limitando su accion á la parte de mera ilustracion y de
consulta , era la espresada Junta un brillante faro, y un
auxiliar poderoso para que el Ministerio pudiera to-
mar resoluciones que llevaran en todo el sello del
acierto.
Y.'no se crea que la junta a _que me refiero, por el
.becho de no gozar los altos sueldos y las elevadas pre-
,rogativas del Consejo , contase con individuos menos
.úignos por sus virtudes , por su inteligencia y aun por
su categoría la única diferencia consistía en que en ella
se daba tamhien entrada á sugetos que no podían os-
untar favor alguno ministerial , ni mas títulos que su
distinguido mérito. Así se vió que el vocal secretario
perpetuo de ella, D. Pedro Tomás de Córdoba, no pudo
tener cabida en el conspicuo Consejo , ni en la impor-
tante Direccion porque sus aventajados conocimientos
y su aptitud bien reconocida, pesaban muy poco en la
balanza del padrinazgo. En = igual caso se han hallado
otros, cuyos nombres podrán ser fácilmente adivinados,
aunque no se mencionen por razones de delicadeza.
. Aun cuando yo- me reconozca el menos digno de los
.que componian, aquella ilustre corporacion , no creo
,que haya, sida el que menos servicios le haya prestado
en once meses que tuve. el honor de pertenecer á ella.
Empero tuve bastante tiempo para apreciar sus útiles é
importantes trabajos ; par lo cual desearia que de toda
preferencia se restableciera dicha Junta supuesto que
.nada cuesta al tesoro; y:que desempeñará, á no dudarlo,
.la parte consultiva de ultramar. con mas acierto, y con
menores entorpecimientos y. dilaciones que ninguna
otra corporacion.,
AL considerar fue en poco mas de diez años que ha
-anido :do existenci , . es decir hastw que se:: creó el
429
Consejo de Ultramar, se han despachado , segun he po-
did o averiguar , 633 espedientes , se han recibido y
contestado 1,.063 reales órdenes , y se han redactado los
principa'es proyectos de leyes especiales , como los del
gobierno superior, de juntas de gobierno , de ayunta-.
mientos , de ,audiencias , de juzgados de primera instan-
cia , y de la parte militar en toda su or ranizacion , se
vendrá en conocimiento de lo útil que debe ser la cita-
da Junta , y no dudo q ue tan pronto como el Gobierno
quiera fijar su atencion en un objeto de tanto interés,
la restablecerá bajo el mismo pié y con iguales condi-
ciones , con las que prestó tan distinguidos servicios;
servicios que por cierto han costado bien poco al Go-
bierno, pues no tengo noticia de que. ninguno de los que
ta.ntó hemos trabajado en ella , haya recibido aumento
de sueldo: ni clase alguna de gratificacion , y si solo la
gran cruz de Isabel la Católica , que se confirió á to-
dos los que crearon la referida Junta en '1841, escoplo
á su digno presidente D. Ranlon Gil de. la Cuadra , que
no quiso admitirla , á los señores Moreno, y Oreilly , sin
duda por haber fallecido antes que les llegara su tur-
no , y al . que está haciendo estas oportunas reflexio-
nes, al parecer por haber estado ausente de la Pe-
nínsula.
Probada ya la conveniencia de que vuelva el cuer-
po consultivo á su antiguo estado , por ser el que me-
jor y mas económicamente ha correspondido á los de-
seos de la nacion y á la conveniencia de nuestras pose-
siones de ultramar , resta que se haga lo mismo con
la Direccion de este ramo. Habiendo demostrado la es-
periencia que el ministerio vergonzante , pues no me-
rece otra denominacion el que en 4 852 estableció el
Sr. Bravo Murillo con el titulo de Direccion de Ultra-
mar agregada á la presidencia. del Consejo de minis-
tros., ha de caer siempre en manos ajenas á aquellas
430
materias, como se ha visto con los siete presidentes
del Consejo de Ministros , que se han sucedido desde
su creacion , esceptuando el conde de Alcoy , cuya ma-
yor ó menor competencia no debe graduarla el que co-
mo yo, se ha constituido en oposicion á sus actos; ha-
biéndose visto asimismo que los empleados en la citada
Direccion han sido personas muy dignas por varios
conceptos, mas no las mas calificadas en lo general
para su objeto principal , se han debido perder las es-
peranzas Ele que se mejore aquel sistema, supuesto que
no se ha observado la menor alteracion provechosa,
cualquiera que haya sido el partido político que haya
predominado.
El sistema antiguo de que cada ministerio enten-
diera en su ramo sobre los negocios relativos á ultra-
mar , es ya preferible , siquiera porque da mas garan-
tías de que se cometan menos errores y menos des-
aciertos. Incorporados á los respectivos ministerios los
negocios que son de su peculiar incumbencia , han de
poder resolverse mejor , cuando no fuera sino por ana-
logía , aunque los jefes carezcan al principio de los co-
nocimientos necesarios , porque siendo tan fácil que es-
tos conocimientos se vayan adquiriendo concretándose
á un solo ramo , é ilustrándose con informes privados,
aparte de los muy luminosos que puede dar la junta
en cuestion , como dificil si se trata de entender y fa-
llar sobre todos los ramos reunidos , no habiéndose he-
cho previamente especiales estudios , lo que nunca
acontece , y aun mas no dedicándose á este negociado
la esclusiva atencion , como convendria que así fuera á
causa. .de su ,gran importancia , cuando en su vez se ha
visto que ha estado agregado sin interrupcion á otro
de .lo ministerios del Estado, cuyo despacho ha llevado
la natural preferencia ; preciso es convenir en que to•
tnando:las cosas como son en sí y no como debieran
431
ser , la division de negociados lleva una inmensa ven-
taja sobre la reunion.
Este es mi íntimo , aunque doloroso convencimien-
to , formado sobre los hechos que echan por tierra las
mejores teorías ; y no dudo que el Gobierno , que debe
desear impimir el acierto á todos sus actos, establece-
rá la citada mejora en cl manejo de los negocios de
unos paises que tienen tantos títulos á la particular
predileccion de la metrópoli ; mej ora que será aplau-
dida por la nacion que tanto desea , y tan imperio-
sa como justamente está reclamando economías , ma-
yormente cuando son de la clase (lúe se proponen,
que lejos de entorpecer el buen servicio , deben faci-
litarlo en gran manera, y asegurar resultados mas bri-
llantes.
La única objecion razonable que pudiera hacerse
á este plan de retroceso , sería la de que entendiendo
cada ministerio separadamente en su ramo respectivo,
pudieran muy bien llegar por el mismo correo á nues-
tusos dominios ultramarinos, como ha sucedido otras 've-
ces , algunas órdenes contradictorias , ó formuladas con
diversa significacion ; pero fácil habla de ser remediar
este inconveniente prefijándose por regla invariable.,
que todas las cuestiones de Ultramar de alguna impor-
tancia se hubieran de tratar en Consejo de ministros,
en donde se les daría un curso ordenado y uniforme
que evitase todo conflicto.
Establecida ya la descentralizacion de los negocios
de Ultramar en el Gobierno supremo , como no dudo
que así se acordará luego que el mismo , fijando sena=
mente. su atencion en las razones que acabo de esponér,
se convenza de la necesidad de llevar á cabo esta salu-
dable medida que fria acompañada al- mismo tiempo
de la inmensa popularidad que debe dar al ministeri:0
la supresion de una de las oficinas generales, que si^iió
P ° ^.
432
inútil , es por lo menos innecesaria , me trasladaré á
los gobiernos superiores de dichos dominios.
Los generales Pezuela en Cuba , y Pavía en Filipi-
nas , fueron los primeros que en el año próximo pasa-
do obtuvieron del ministerio Sartorius la reconcen-
tracion del poder , es decir , la incorporacion de la
comandarícia general de marina , y de la superinten-
dencia de la hacienda pública. Empero la experiencia
demostró muy pronto lo desacertado de aquella es-
traordinaria y mal calculada concesion ; y no porque
deje de haber razones muy plausibles y muy lógicas que
la abonen , por lo cual no es estra īio que yo me hubie-
ra declarado á favor de ella en mi obra anterior sobre
Cuba , sino porque había de tropezarse, y se ha tropeza-
do efectivamente en su ejecucion con no pocas difi-
cultades..
Ya la marina , como mas influyente , ha logrado que
penetrase su voz . en las regiones ministeriales , y ha
conseguido emanciparse de aquella sujecion ; no así la
hacienda , al parecer porque carece de conductos bas-
tantemente autorizados ; pero no cabe duda que disfru-
tará muy pronto de igual ventaja, porque así debe ser,
á pesar de la influencia absorbente de los que rechazar
puedah aquella alteracion , porque envuelva la pérdida
de ciertas funciones , que de ningun modo hacen falta
al prestigió de la autoridad superior.
Prescindiendo de que sobre todo en Cuba , á causa
de ser las atenciones del Capitán generaltan vastas y de
tanta importania, no es posible que le quede tiempo ni
aun para el necesario descanso, si ha de ocuparse, aun-
que solo sea en lo mas esencial,-de la marina y de la ha-
ciend^i; prescindiendo de que abarcando mas atribuciones
que las pecul iares 4á su gobierno militar y político es
imposible que por grande que sea su actividad y ener-
gia, dispense á todos los ramos una atencion tan prolija
433
cual convendria para no tener que compartir con los
secretarios el despacho de trabajos, que deberla ser esclu-
sivo producto de su ingenio , hay una razon de gran peso
que no puedo menos de presentar en toda su evidencia,
para que se tome en la consideracion que creo puede
merecer.
Como en los dominios de Ultramar no hay mas con-
trapeso al poder que ks audiencias, sobre las cuales sin
embargo deben ejercer naturalmente sobrada inflúen-
cia los capitanes generales, como presidentes natos que
son de la mismas, se dispuso que á falta dé un conse-
jo, corno no lo hay ni aun consultivo, ni conviene que lo
haya , se tratasen todos los negocios de alguna impor-
tanciaen una junta de autoridades, compuesta del capi-
tan general, del regente de la audiencia , del comandan-
te general de marina , del superintendente general de
hacienda, y en algunos casos del obispo. Aprobando en
todas sus partes esta sabia medida la cual ha quedado
invalidada desde el momento en que el capitan general
ha reunido los dos mandos de la marina y de la hacien-
da ,porque los dos jefes (le inferior graduacion que han
de quedar bajo la dependencia del mismo , no pueden
aunque sean llamados á la referida junta, tener la ac-
cion tan desembarazada para impugnar, ó hacer obser-
°vaciones en oposicion á la voluntad del jefe superior,
opinaria que á dichos funcionarios, emancipados como
deben estarlo, de una dependencia tan poco convenien-
te al buen servicio, se les agregase el General segundo
cabo de la isla, quien por ser llamado por la ley á des-
empeñar el mando superior en ausenc i a y enfermeda-
des del propietario , convendria que adquiriese con
tiempo una regular instruccion de los negocios del Go-
bierno en todos sus ramos. Y Cambien opinaria que de-
biera formar parte de la espresada junta el presidente
del tribunal mayor de cuentas, si se restableciera, como
434
asi debiera ser por mas de un concepto de verdadera
utilidad, aquella plaza que fue suprimida en el año pa-
sado por razones muy poco congruentes y no muy lau-
dables; cuyo presidente, como fiscal de todos los ramos
de. la administracion , supuesto que en su tribunal de-
ben revisarse todas las cuentas de la isla discernir-
se la responsabilidad de todos sus jefes, y fallarse todas
las causas de esta naturaleza, podria prestar los mejores
,servicios, atendida la importancia de sus funciones, y la
capacidad y esclarecido mérito de que debiera estar
adornado. -
Si el general Pezuela no hubiera destruido ele he-
cho con la centralizacion dicha junta , es muy probable
que discutido en ella el incidente del Black Warrior, se
habria tomado 'una disposicion contemporizadora, que
hubiera ahorrado no pocos quebrantos á aquel pais, y
no pocos disgustos al Gobierno supremo. Aunque al ci-
tado general asistia el derecho para haber procedido del
modo que lo hizo, apoyado en los reglamentos fiscales
que comprenden á todos los buques que arriban á aque-
llos puertos , cualquiera que sea su procedencia , sin
embargo , habría podido muy bien, siquiera por defe-
rencia ya que no , por obligacion, y atendida la prác-
tica, aunque abusiva , que se habia introducido en la
Habana, no haber llevado á todo rigor con -el referido.
vapor correo Black Warrior , la observancia de las re-
glas prefijadas para los manifiestos de los buques en ge-
neral, á lo menos hasta que no hubiera avisado oportu-
namente, que no usaría ya por mas tiempo de la citada
condescendencia escepcional bajo ningun pretesto.
Es de creer que si se hubiera llevado á la junta
de autoridades esta cuestión tan desagradable, se habria
adoptado. para cortarla el medio que acabo de indicar,
á saber : de que, por aquella sola vez se declarase al
,Jlack Warrior no incurso en las penas marcadas por la
435
ordenanza de aduanas, pero con la prevencion de que
en lo sucesivo estarla sujeto á ellas, como lo están sin
distincian todos los, buques que arriban á dichas pla
yas. Así habria obrado el general Pezuela, no solo legal
sino políticamente. Aun los mismos que lo defienden, y
yo el primero, por la parte del derecho , porque no
cabe duda que lo tuvo de su parte, lo censuran por la
inoportunidad de la espresada lucha, lucha que ápesar
de todo no se habria empeñado , si no hubiera sido tan
desacatada é insolente la conducta del capitan del bu-
que en sus primeros pasos; y que debiera, sin embar-
go haber concluido con pacíficas y amistosas esplicacio-
nes de Gobierno á Gobierno, ya que esta sencilla cues-
ti. on se ha querido elevar á las altas regiones de la di-
plomacia; pero sin que pudiera asomarse la menor idea
- de reclamaciones materiales, que serian de todo punto
improcedentes.
lié aquí porqué desearía yo que no solo se res-
tableciera dicha junta de autoridades en los términos
que acabo de indicar , sino que una copia de sus
actas, en las que constasen, las opiniones de sus voca-
les , fuera remitida al Gobierno sup 1emo , siempre
que el Capitan general diese cuenta de sus acuerdos,
ó propusiera' alguna mejora , innovacion ó .medida
que se considerase como fuera del curso natural
y ordinario- del servicio, dejando empero siempre li-
bre y espedita la accion del Capitan general para
que bajo su responsabilidad obrase segun lo estimara
conveniente aun cuando hubieran opinado en diverso
sentido alguno ó algunos de los referidos vocales.
Aunque considero de toda necesidad el restableci-
miento de esta junta con la independenc ia y bajo las con-
diciones que acabo de indicar, no me atrevo a proponer
que se la diera otro carácter sino el de consultiva por-
que de otro modo, y además de muchos inconvenientes
436
que pudiera promover, quedaria muy rebajado el presti-
gio, que déhc acompañar siempre á la primera auto-
ridad, especialmente en los dominios de Ultramar. No
sería poca restriccion para los casos de estralimitaciod
nes, ó de planes ó providencias de funesta trascenden-
cia, ó por lo menos no convenientes al pais, la censura
que pudieran llevar tales actos en la contraria opinion
razonada que se hubiera emitido en la referida junta, y
que trasmitida irremisiblemente al Gobierno supremo
por medio de sus actas, podria provocar, si se reconocia
justa, otra censura mucho mas grave, y que mas direc-
tamente hubiera de afectar á quien hubiese incurrido.
en ella.
Los Gobiernos deben fijar garantías aun para
las autoridades mas elevadas , siempre que no se lasti-
me su dignidad y decoro; y nadie podria darse por ofen-
dido de que por medida general se tomaran precauciones
contra futuros contingentes por remotos que ellos sean.
Es muy posible que, entre los funcionarios que con
tanta frecuencia pasan á ultramar á desempeñar los pri-
meros destinos, se encuentrealguno, que si bien no ca-
rezca de pureza y lealtad adolezca de otras faltas que
puedan comprometer al Gobierno y al pais, como serian
las de precipitacion en sus juicios, fatuidad y orgullo en
no regirse por buenos consejos, demasiado candor en
confiarse á perjudiciales consultores , inflexible tenaci-
dad en no retroceder de un mal paso en el que inad-
vertidamente se hubiera lanzado , escesiva exaltacion
de amor propio para no sufrir contradicciones, ó bien
entre mada fogosidad para la. ejecucion de sus actos gu-
bernativos.
Véase, .pues, cómo á pesar. de una conducta sin
mancha en , la parte de honradez y fidelidad,; como no
puede negarse que la han observado cuantos Capitanes
generales han pasado á: gobernar nuestras posesiones
458
P R OT E STA D E L AUTO R .

H abiendo ya-Alegado á la conclusion de; esta mi em-


presa político-literaria, cumple á mi deber hacer una
protesta, con la que podrá quedar desvanecida la cen-
sura de -inmodestia, en que tal vez á algunos críticos,
por esceso de susceptibilidad, les parecerá que yo haya
incurrido por haberme ocupado demasiado en ella de
mi humilde persona. Si bien conozco que al tratar de
cuestiones de alta política, y de marcada conveniencia
pública, ha de enmudecer el individualismo, tampoco el
público debe perder de vista que esta obra es el compen-
dio de mis viajes por los Estados Unidos, por las Anti-
llas, y por Inglaterra; y que dichas cuestiones, con todas
las consecuencias lógicas que cte ellas he deducido, son
el producto de un estudio muy prolijo sobre hechos y
circunstancias, en las que no era posible que mi nombre
dejase de aparecer como principal actor, si se las que-
ria dar todo el carácter de-autenticidad.
Y aun á los que- opinen que habria sido mas de apre-
ciar mi abnegación, pasando por alto la parte relativa al
mérito que pueda hallarse e.u.stos servicios, contestaré
que sobre ser muy disculparte'"la publicidad , como úni-
co desahogo permitido por agravios inmerecidos, es muy
conveniente, y debe producir los mejores efectos la voz
algun tanto autorizada , que de vez en cuando se levante
para llamar la atencion de los Gobiernos, á fin de que no
olviden la marcha que es obligacion suya seguir, si as-
piran á merecer el renombre de sábios y justos.
1 39
^

?^

MERA PARTE.
Política general de los Estados Unidos c on la
España.

SECCION E.

AIIRADA RETROSPECTIVA SOBRE LA. I'OL1TiCA DE LOS ESTADOS


UNIDOS CON LA ESPAÑA , DESDE EL RECONOCIMIENTO DE SU
'INDEPENDENCIA HASTA EL PRESENTE.

Págs.

CAPITULO I.--Prirneros tratados que la Ifíylaterra,


España y Francia ajustaron con los Estados
1. nidos clespues de reconocida su independencia;
1 sus primeras agresiones 1
CA P . I1.--Cuestiora de indemnizaciones O
CAP. lII. Sigue la cuestion de reclamaciones.. 14
C AP. 'v.—Errores cometidos por nuestro Gobier-
no por esceso de buena fe. 12
CAP. v.—Incremento agresivo de los Estados Uni-
dos 'desde que principió la guerra de España
por su independencia.--Esfuerzos de la Fran-
cia para que se perdieran nuestras colonias.. . 24.
CAP. YI.- las agresiones de los Estados Unidos
llegan á su colmo; ^^t^ la España se ve precisada
á firmar el tratado de 22 de febrero de 1819. . 28
CAP. VII —Condiciones del tratado de 22 de fe-
brero de 1819 . 35
CAP. vlll.--Glosa del referido tratado de 22 de
febrero de 1819 39
' tion incidental sobre las tierras ce-
CAP. 1X.—G'-tic s
didas por S. 31. á los Sres. Duques de Magan,
Puñonrostro y Brar°gas. =Objeczónes sin razon
y sin efecto al antedicho tratado. • •• 44.
CAP. x.—Razones que pudieran, haber influido en
440
el Gobierno español para no haber accedido á
un arreglo tan desventajoso 48
CAP. xi.—Cuadro trazado por el Sr. Onis sobre el
estado de la república americana en lodos sus
ramos 50
CAP. xii.—Continuacion del cuadro trazado por el
Sr. Onis sobre la república americana 04
CAP. xiu.—Fin del cuadro trazado por el señor
Onís sobre la república americana 61
CAP. xiv. —Efectos favorables del referido tratado
á la tranquilidad de nuestros dominios de
Ultramar hasta 1818.—Rapida reseña de estos
sucesos hasta el dia 69

:ECCI®N H.
POLETICA ACTUAL DE LOS ESTADOS UNIDOS CON LA ESPAÑA.

CAP. xv.—Axiomas que ponen en su verdadero


punto de vista la satuacion respectiva de Espa-
ña y de los Estados Unidos. 78
CAP. xvi.—Apuntes sobre la importancia política,
agrícola , fabril y comercial de los Estados
Un i dos.. . . . . . . . . . . . . . . 82
CAP. xvii.—Continuacion de los apuntes sobre la
• importancia política de los Estados Unidos. . 88
CAP. xvIII.—Ninguna nacion necesita tanto de la
pa r como la americana. 9/
CAP. xix.—Los hombres entendidos y juiciosos de
los Estados Unidos desean la paz. 100
CAP. xx. --- Con ninguna nacion debe ser tan funes-
ta la guerra á los Estados Unidos como con la
España. 105
CAP. xxi.—La España puede salir con honor de
todo conflicto con los Estados Unidos 111
CAP. xxII.—El levantamiento de tropas ,
y el
a»resto de escuadras es mucho mas costoso a los
Estados Unidos que cc la España. 115
CAP. xx• ii.—Con una buena diplomacia, y con sus
propios recursos puede la España hacer frente
á la República americana.---Conveniencia de un
periódico en español y en inglés. 121
CAP. xxiv.—Indicacion de los medios mas eficaces
para desa ar toda agresion por parte de los
Estados Unidos. 126
441
CAP. xxv.—Opinion contraria á la idea de que
la República americana deba entenderse con el
Capitana general de Cuba para arreglar sus di-
vergencias. . . . . . . . . . . . 131
CAP. xxvI.— Eventualidades qae pueden surgir
por proyectos de los filibusteros , fraguados en
las islas vecinas, y. mas particularmente en la
de Santo Domingo.—Esploraciones relativas
á esta idea , ensayadas sobre la citada isla.—
Medios de atravesar estos aviesos designios. .. 137

SEGUNDA PARTE.
Ce/test/iones ecoliómico-politiene.

SECCY®N Y,

MEMORIA PUBLICADA EN LONDRES SOBRE' LA. LSCLAVII'UD. -

CAP. xxvii.---Mernoria sobrela esclavitud.—Pre-


liminares de la misma.—Partes q ue abraza
te trabajo . 113
CAP. xxvlll.----Yindicacion de los ultrajes infe r idos
á la nacion española. . .. . . . . . _. . .. . . 1M
CAP. xxix.—Demostracion de los crasos errores en
que han incurrido los ingleses en la cuestion de.
esclavitud 134,
CAP. xxx.—Razones q u e se ofrecen para pensar
que la cuestion de _ esclavitud ha tomado un
sesgo di ferente de su primitivo objeto. .. . . . . .459.
CAP. xxxi.—Esplicaciones sobre la dignidad del
pueblo español para rechazar ciertas proposi-
ciones sentadas en la Cámara alta de Inglaterra
sobre esta cuestion 163
CAP. xXxil. —Modo de terminar plausiblemente la
cuestion negrera. ---I► ianigraciora africana. . . . 469
CAP. xxxiil.—S'olucion de los ca r gos injuriosos
dirigid os co n tra- las autoridades espa ñ olas. ,. 977
CAP. XXXIV. —Be f a tacio;z d e la de:claracz:on dada
por el cap i tara arlte.un comité. dc.:la:.
Cascc. _de los. Comunes . . . : ,: . , . • .. . . . . .183
CAP. XXXV : ^--Refuiación .de,.otros cargos diriy`idos
á la Espa^za - par, la prerzscc,$rzglesa... .. , , .,. . . 193
50
442
152ECGBON U.

CÁp . xxxvr.--Ampliacion al informe de las causas


de la falta de brazos en la isla ,de Cuba, y de
los medios de proveer á ésta urgente necesidad. 206
CAP. xxXvil.--Cóncliciones de la inmigracion ga-
llega ; . próyéctada' . `de 2cn. modo digno de elogio,
. p Q r D. Urbano' Fei jvo de Sotomayor.---D2 fc2cl--
°tades que se ofrecen á la realizacion de tan
magnífico plan 212
CAP. xxxvin.—Convéni,encia de que el plan del
Sr. Sotomayor se ensaye , mas no en escala
mayor há'sfa que se vea si son superables las
antedichas dificultades.---No conformidad con
la opinion del Capitan general de la isla de
Cuba respecto de la negativa de privilegios pa-
ra esta clase de empresas 218
CAP. xxxiX.---Pō léynica sostenida con la prensa in-
glesa.—Modo de iniciar la cuestion sobre la
inmiyracicn africana.—Errores de la prensa
angloamericana en la apreciacion de este pro-
-yeclo 224
CAP. XL-- = Necesidad de realizar la inmigracion
africana por medio de permisos especiales ,
sin la libre . concurrencia.—Esplicaciones ana–
logas , dadas por los Ministros ingleses en el
, Parlamento .............................. 230
CAP. xii.—Coridiciones para dar' ejeÉiccion al pro-
yectó de la inmigracion africana 235
CÁP. XLII. ---Reglaménto que se propone para la
introdicccion en la isla de Cuba, reparto y cui-
dado de'. los ilrnigrados africanos. . . . . . . 243
CAP. xL1ÍI.-Fórmec que deberia darse al banco de
^ colonizacion,. Inodo de obtener los fondos que

debieran constitzcirlo i, y cálculo muy probable.


'de su ascendencia Mediante sus entradas anua-
, les en línea siempre progresiva. 248
C AP. xmv.liesúmen de los inmensos beneficios que
se derramarian sobre el país con la inmigra–
cion africana, ya destruyendo por sus cirr aaen-
tos el lráfico de esclavos, ya próporcionando
,
ras t^étks y fondos con que se 'el-caria u
de descuento para desterrar la ntsra,
44:3
y ya arraigando mas fuertemente los vínculos
de adhesion y lealtad a la Metrópoli 255
CAP. xLv.—Beglannento del Gobierno sobre la co-
lonizacior2. —Razones que seguramente invali-
darán el primer decreto sobre convertir en ru-
rales los j ornaleros urbanos 200
CAP. _Lvi.—Consideraciones qué deben dejar sin
efecto los beneficios anunciados en el segundo
decreto sobre colon acion.—Aclaraciones sobre
el modo de que al plantear el Gobierno la in-
migracion africana, saque un partido suma-
mente beneficioso 265
CAP. 1LV11.— Demostrac ore de los malos efectos
que ha de producir el tercer decreto sobre empa-
dronamiento de esclavos , y de que la inmigra-
cion africana es la única que puede salvar to-
dos los inconvenientes con inmensa ventaja de
los paises de Ultramar 272

TEIICE 4 IRTE,
~~911~M.

secxcin x

D1'iSCRIPC1Ori GEO(xItAEICA III1TORICA Y POLITICA DE LA


ktEPU$L1C A DOMINICANA .

CAP. iLV111.---Descripcion particular de la Repú-


blica dominicana, ó sea la parte espa ñ ola, sus
ríos , terrenos , agricultura y - co m ercio , sus
minas , clima , est a d í stica y- carácter de sus Ica-
bitan t e s 277
CAP. xL11.—Gobierno , ^lei^^es, religion, rentas y
gastos , ejército y marina d e la República
dominicana . . . . .^ ... ... . . 291
CAP. L.—Ojeada rápida de los strcesos relaciona-
dos con las revoluciones d e Santo Domingo has-
ta el dia 297
CAP. LI.—Primeras m isiones diplomáticas de San-
to Domingo , y corrtinrrccciora de su historia.. . 310
CAP. L11.---d'arte política de la Republica domini-
cana. 320
CAP. LI1I.---Descripcion geográfica, polilica é ltis-
tdtti ica de la península de &maná. t2$
444
CAP. LIv.-- Continuacion de las reflexiones políti-
cas sobre Santo Domingo.—Opinion del autor
sobre los tres puntos sometidos á exárnen á sa-
ber: reconocimiento de la independencia, pro-
tectorado y apoyo moral. —lision diplomática
del general Mella. . ^. 334.

SECCEOñ@T XI.

DESCRIPCION HISTOItIC.1, ESTADISTICA Y POLITICA DEL IMPERIO


DE HAITY

CAP. L v.---Reseña histórica • del referido imperio


de Ilaity 34.6
CAP. LvI.—lieseña de la política de Francia,-In-
glaterra', Estados Unidos y España con el im-
, perio de ffaity 362
CAP. un.—Estadistica antigua de Ilaity.—Pro-
duccion y comercio en la actualidad. —Sus ren-
tas públicas y gastos 374
CAP.I.vIII.—Re jlexiones sobre el comercio de Ilaity
en cuanto pueden interesar á la España.. . . . 382
CAP. LIx.----Poblacion, ejercito, lujo de la cárte, y
descripcion de una fantástica ceremonia.—Ma-
rina , gobierno , leyes y ad rnin istrtacion. . .- 385
CAP. I.1.---Ileligion de Ilaity.-----Carcrcter de sus
habitantes.--Descripcion de la capital.—Apun -
tes sobre la comisiorz que- desempeñó el autor de
esta obra en '1853 391

SUNDIENTO.

CAP. un.--Ileseña de la política creada por la ac-


tual situacion de la Península en la parte que
tiene relacion con los paises de Ultramar. . . . 399
CAP. Lxn.—Cuestiones de alto gobierno que tie-
nen intima conexion con nuestros dominios de
Ultramar.—Di.scusion sobre la centralizacion
del poder, en aquellas regiones.—Rectificacion-
de opiniones emitidas anteriormente sobre esta
-cuestian 425
PROTESTA' " DEL AUTOR. . . . ..

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