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roble

El método de diagnóstico ARCHI


Aplicación en robles (Quercus robur L.) en proceso de decaimiento
Christophe Drénou, Marine Bouvier, Jean Lemaire, CNPF-IDF
(Traducción: Enrique Conde, Santiago Uribarrena)

¿Cómo distinguir, dentro de una población, robles capaces de reaccionar a un estrés?


¿Cómo distinguir precozmente el carácter reversible o irreversible de un decaimiento?
Una herramienta de diagnóstico visual, el método ARCHI, ya esta disponible.

Este artículo presenta los trabajos diversos, permite precisar la “chupones”, como ciertos pinos
realizados en el marco del secuencia de desarrollo óptima de por ejemplo, tienen un verdadero
proyecto titulado “Los robledales una especie dada, y de hándicap cuando se impone la
atlánticos frente a los cambios comprender como esta secuencia necesidad de reemplazar ramas
climáticos: entender y actuar” está modulada por las limitaciones rotas o en decaimiento. Hasta
(Lemaire et al., 2010). Éstos, han del entorno. ahora, los métodos de diagnóstico
formado parte de un Trabajo Final El enfoque arquitectural de los visual en árboles habían ignorado
de Carrera (ENITA Bordeaux- árboles ha demostrado que la la presencia de estos “chupones”,
Bouvier, 2010). El método de mayor parte de las frondosas se considerando su observación
diagnóstico propuesto permite desarrollan según una estrategia como facultativa, o incluso,
apreciar la dinámica de reacción conocida como “reiteración interpretando su rol de forma
de los robles después de un estrés, secuencial”. Mediante una contraria. En efecto, un árbol que
y tomar, objetivamente, la secuencia previsible, duplican la se cubre de “chupones” da una
decisión de cuándo es necesario arquitectura creada a lo largo de impresión de gran confusión
intervenir en el bosque, su fase juvenil, y se componen morfológica, pero el análisis
especialmente para seleccionar los entonces de dos partes: un arquitectural muestra que dicho
individuos que formarán parte del tronco, correspondiente al joven árbol tiene la capacidad de
siguiente aclareo. tallo, una vez ha engrosado y ha orientarse hacia diferentes vías de
perdido sus ramas, y una copa desarrollo, siendo cada vía
constituida de gruesas ramas dependiente de varios factores: la
maestras, que son reiteraciones especie, la edad fisiológica inicial,
Principio del método ARCHI del tronco. Cada rama maestra se la naturaleza del estrés, etc. Se
reitera a su vez varias veces, distinguen así cinco tipos
El nombre de este método tiene dando lugar a nuevas ramas, cada arquitecturales:
como origen la palabra: vez más numerosas, y más
arquitectura. ¿Qué es la pequeñas, hasta llegar a las
arquitectura de las plantas? El ramas cimeras de la corona. A lo
estudio de la arquitectura de un largo de este encadenamiento
organismo vegetal se basa en un genéticamente programado, toda
análisis morfológico de toda la perturbación imprevista (sequías,
parte aérea. Su principio consiste rotura de ramas, ataques de
en describir in situ el conjunto de parásitos, aclareos brutales…)
las principales formas provoca la aparición de nuevas
estructurales que sigue la planta a estructuras en puntos no
lo largo de su desarrollo, con el fin habituales: ramillas verticiladas en
de deducir, por comparación, la la proximidad de las heridas,
dinámica de crecimiento, ramificaciones diseminadas a lo
relacionándola con el transcurso largo del tronco, rebrotes en base
del tiempo. Este método se utiliza de tronco, etc: los “chupones”.
mucho en los árboles debido a su Éstos juegan un rol capital en
lento desarrollo. El estudio de un cuanto a la adaptación fisiológica
gran número de individuos de de los árboles al estrés. De hecho,
edades diferentes, en ambientes las especies incapaces de producir

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roble

Principio del método ARCHI

Cuando un árbol sano recibe un estrés (flecha 1), éste muestra los síntomas en diferentes órganos (hojas,
raíces, corteza…), y también al nivel de su arquitectura global. No se deben confundir los síntomas ligados al
decaimiento (empobrecimiento de la ramificación, mortalidad …) con aquellos que son el resultado de
mecanismos de defensa del árbol (cubrición de las heridas, emisión de “chupones”). Los primeros reflejan
degradaciones fisiológicas, mientras que los segundos revelan mecanismos de reparación. Según la naturaleza
del estrés y el estado de salud inicial del árbol, éste se puede orientar hacia vías diferentes.

Las vías de la resiliencia, es decir, volver al estado de árbol sano después de una fase de restablecimiento
fisiológico y morfológico.

Esta resiliencia puede conducir a la restauración de la copa original (flechas nº 2 y 3), o también,
particularmente en medio forestal poco denso y en medio abierto, a la creación de una segunda copa, por
debajo de la original, y a la desaparición progresiva de las ramas cimeras (fenómeno de descenso de copa o
atrincheramiento, flechas nº 4 y 5). Evidentemente, el árbol resiliente y el árbol en descenso de copa no están
exentos de sufrir un segundo estrés (flechas nº 8 y 9).

Las vías sin salida, bien porque el árbol se encuentra bloqueado en una situación de crecimiento lento e
irreversible, bien porque el debilitamiento general precipita al organismo hacia una muerte ineluctable (flechas
nº6 y 7).

Las dinámicas de reacción de un árbol después de un decaimiento, según el método ARCHI.

Esta tipología se ha aplicado en numerosas especies de árboles ornamentales (Drénou, 2009) y en Castaño
(Pavie et al., 2008). En el caso del Roble común, el observador que desee reconocer los 5 tipos ARCHI deberá
seguir tres pasos o etapas.

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roble

A causa de su aparición tardía y


Terminología de su localización por debajo de
las ramas cimeras, los “chupones”
Inicialmente, “chupón” es un conservan durante largo tiempo
término de la arboricultura (alrededor de 15 años) una
frutícola utilizado para designar corteza de aspecto más joven que
aquella brotación infértil cuyo la de su estructura portadora.
desarrollo “agota” las ramas
productivas. Este término tiene La corteza de una rama se inserta,
por lo tanto, desde un principio, por el contrario, en la continuidad
una connotación negativa. Misma del eje del cual ha salido. En la
apreciación también desde el axila de una rama, se puede
mundo forestal, ya que la gran observar una arruga de inserción,
mayoría de los defectos que y bajo la base de la rama se
deprecian la calidad de la madera diferencia una leve deformación
están atribuidos a estos llamada “cuello” de la rama.
“chupones”.
“Rebrote” es sinónimo de Los “chupones” se reconocen por
“chupón”. Designa todo nuevo la característica peana que se
“brote” cuyo desarrollo viene forma en su base, y que revela
provocado por una poda, una inserción superficial y frágil.
desmoche, macollado, o terciado. Cuando los “chupones” quedan
En arquitectura vegetal, es insertos al nivel de un tocón
preferible utilizar el término de (extremidad de una rama rota),
“reiteración retardada o diferida” forman un codo con la rama
e insistir así en el proceso de portadora.
Distinción morfológica entre una rama de
duplicación. Ciertos autores hacen roble (arriba) y un “chupón” (abajo).
hincapié en la naturaleza Tanto a escala de una rama como
epicórmica (del griego “epi”: a la de un “chupón”, el proceso de
sobre, y “kormos”: tronco) de las ramificación es idéntico. Un eje
Etapa 1: Distinguir las ramas
yemas que dan origen a los que se ramifica da paso a otros
de los “chupones” y evaluar
“chupones”, y proponen reagrupar ejes diferentes: el eje principal
su nivel de ramificación.
a estos últimos bajo el nombre desarrolla ejes secundarios, los
de “brotaciones epicórmicas” ejes secundarios producen
Una rama es una estructura
(Lemaire, 2010). Otros autores se ramificaciones largas, que a su
ramificada que aparece cada año
interesan por las dimensiones de vez emiten ramificaciones más
a partir de las yemas formadas
los “chupones”, y distinguen entre cortas, y así sucesivamente. Este
durante la estación vegetativa
“pelos” (aquellos menores de 5 encadenamiento no se prolonga
precedente. El momento y el lugar
cm de longitud), “chupones” (de 5 indefinidamente, y no pasa de 4
de aparición de las ramas son
a 10 cm de longitud), y “ramas niveles de ramificación en el caso
previsibles. Un “chupón” es una
chuponas” (más de 50 cm) (Colin del roble común. Se dice que la
brotación que aparece sobre el
et al., 2010). Como respuesta al ramificación es “normal” cuando
tronco o sobre una rama, a partir
riesgo de malinterpretaciones estos cuatro niveles están
de una yema que ha permanecido
provocadas por la palabra presentes y el eje principal
latente durante más de un año. El
“chupón”, el término “suplente” se muestra una fuerte dominancia.
momento de aparición de un
añade a la lista precedente Por el contrario, se dice que la
“chupón” es imprevisible.
(Drénou, 2009). Suplir significa: ramificación es “pobre”, si el eje
Sabemos que en el caso de los
remediar un defecto, una principal sustenta directamente
robles, las yemas latentes que
insuficiencia o una falta, ramificaciones largas o cortas
darán lugar a los “chupones” son
reemplazando, compensando. (ausencia de ejes secundarios
todas de origen proventicio (es
Esta proliferación de términos, a intermedios).
decir, inicialmente diferenciadas
menudo molesta, es el reflejo de en la axila de una hoja) y pueden
la lenta evolución de permanecer bajo la superficie de
conocimientos. En este artículo, se la corteza al menos 40 años
ha decidido mantener el término (Fontaine et al., 2002). Varios
más viejo y utilizado por los caracteres morfológicos permiten
forestales, es decir: “chupón”. distinguir un chupón de una rama.

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roble

Etapa 2: diferenciar los Los “chupones” ortótropos (del policiclismo (varias brotaciones a
“chupones” ortótropos, griego “orthos”: derecho, lo largo de una misma estación),
plagiótropos y ageótropos “tropos”: dirección) tienen una ausencia de floración, fuerte
dirección de crecimiento vertical y crecimiento en longitud y grosor,
La dirección de crecimiento de los reproducen la arquitectura de hojas grandes,…
“chupones” permite distinguir tres robles jóvenes. Reaparecen, en
tipos distintos. estos casos, caracteres juveniles:

Un método preciso

41 poblaciones de robles han sido estudiadas dentro de los bosques privados de las regiones de Pays de la Loire, Poitou-
Charentes y Centre. 371 robles han sido clasificados, en dos repeticiones, por observadores diferentes: en 2009, con hojas,
mediante la ayuda del protocolo DEPEFEU del “Departamento de salud de los bosques” (Gauquelin, 2010); y en 2010, sin
hojas, según el método ARCHI. Los robles considerados “sin apenas decaimiento” según el protocolo DEPEFEU (clase 1)
son clasificados de igual manera por el método ARCHI (el 25% de la clase 1 son de tipo ARCHI sano y el 45% de tipo
ARCHI R). Dentro de la clase DEPEFEU 3, calificada de “fuerte decaimiento” por el “Departamento de salud de los
bosques”, el método ARCHI distingue dos tipos de árboles (ARCHI D y ARCHI I). Ente las clases 1 y 3, la heterogeneidad
arquitectural es alta. En efecto, un roble clasificado como “decaimiento medio” según el método DEPEFEU (clase 2) tiene,
con el método ARCHI, las mismas posibilidades de ser clasificado como un árbol con futuro (el 50% de la clase 2 son de
tipo ARCHI sano y ARCHI R) que por el contrario, no ser clasificado como tal (el otro 50% de la clase 2 se compone de un
4% de tipo ARCHI D, de un 21% de tipo ARCHI I, y de un 25% de tipo ARCHI S). Este resultado aporta una explicación a
la falta de correlación constatada entre el diagnóstico visual DEPEFEU y la longitud de los anillos de crecimiento observados
en los robles identificados como clase 2 (Fanget, 1998; Bréda, 1998 y Vincke, 2003).

Un método validado

48 robles de tipo ARCHI R (Resiliente) y 42 de tipo ARCHI I (decaimiento Irreversible) han formado parte de una toma de
muestras para un análisis dendrocronológico de sus anillos. Estos árboles han sido escogidos según el método de las
parejas: de entre las 41 poblaciones, se han seleccionado al menos aquellas que contenían un roble de tipo ARCHI R, y un
roble de tipo ARCHI I, lo que ha permitido disponer finalmente de 19 parejas y de minimizar así los efectos de las
condiciones estacionales (fertilidad, silvicultura,…) sobre el crecimiento radial. Todos los robles seleccionados pertenecían al
estrato dominante y al mismo rango de edad (de 80 a 100 años). La lectura e interdatación de más de 3600 anillos se ha
realizado en colaboración con el INRA de Toulouse (Laboratorio Dynafor). El tratamiento estadístico de la anchura de los
anillos en base a las 19 repeticiones (parejas) se ha realizado mediante el análisis de varianza (ANOVA) con P < 0,05.
El análisis de los anillos entre 1970 y 2009 ha puesto en evidencia ocho años críticos con una tendencia de crecimiento
negativo (1974, 1976, 1981, 1989, 1990, 1996, 2004 y 2009). A excepción de 1981, todos responden a fuertes periodos de
sequía (diferencia entre las precipitaciones y la evapotranspiración potencial durante el periodo vegetativo – de abril a
octubre inclusive – inferior o igual a -325 mm). En cada año crítico, la anchura de los anillos disminuye independientemente
del tipo arquitectural del árbol. Por el contrario, entre dos años críticos y a partir de 1996, aparecen diferencias muy
significativas entre los árboles de Tipo ARCHI R y aquellos de Tipo ARCHI I. Los primeros logran recuperar una anchura
media por anillo de 2 mm, mientras que los segundos acumulan un retraso de crecimiento radial y no logran superar 0,9
mm de anchura media por anillo, es decir 0,7 cm de circunferencia anual.

A la izquierda, anillos de un roble de Tipo ARCHI R (Resiliente) y a la derecha, anillos de un roble de Tipo ARCHI I (decaimiento
Irreversible). Las dos fotografías presentan la misma escala. Foto izquierda: 1 anillo (escala 1/100); BF = Madera Tardía); BI =
Madera Temprana) Foto derecha: 17 anillos (escala 1/100)

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Los “chupones” plagiótropos copa (ramas cimeras). El proceso Etapa 3: utilizar la clave de
(del griego “plagios”: oblicuo) es, en este caso, comparable a los determinación de tipos ARCHI
tienen una dirección de mecanismos de reacción de los
crecimiento de horizontal a árboles después de sufrir una La combinación de cinco
oblicua y reproducen la poda. descriptores arquitecturales, dos
arquitectura de ramas jóvenes. Se relacionados con las ramas
vuelven a encontrar caracteres cimeras (mortalidad, ramificación)
juveniles, en particular, un follaje y tres relativos a los “chupones”
marcescente (las hojas se secan (dirección de crecimiento,
en otoño, pero no caen en ramificación y nivel de jerarquía),
invierno). ha permitido construir una clave
de determinación invernal de los
Los “chupones” ageótropos (del diferentes tipos ARCHI. Esta clave
griego “a”: sin, “geo”: tierra, y ha sido testeada y mejorada a lo
“tropos”: dirección) no tienen una largo de varias sesiones de
dirección de crecimiento formación dirigidas a
determinada, y pueden incluso profesionales forestales. (pág. 6)
brotar “boca abajo”. Presentan
caracteres morfológicos de vejez: A causa de las dificultades de
ejes débiles, con ramificación observación, incluso con la ayuda
pobre, sin policiclismo y con de prismáticos, son muy pocos los
floración lo más precoz posible (a caracteres cuantitativos que se
partir del tercer año). pueden tener en cuenta. El
Contrariamente a los “chupones” diámetro de las ramas y de los
ortótropos y plagiótropos, en los tocones de ramas rotas, es el
cuales el periodo de vida es carácter utilizado como umbral
ilimitado, los “chupones” arbitrario de mortalidad (tan solo
ageótropos no suelen sobrepasar se tendrán en cuenta los ejes
los 5 años de existencia. Éstos superiores a 3 cm de diámetro).
mueren y se renuevan sobre los
mismos puntos de inserción, lo La estimación del tipo de
que termina por crear ramilletes “chupón” preponderante
característicos de brotaciones (ortótropo, plagiótropo o
ageótropas. ageótropo) se hace en porcentaje
al espacio ocupado por la
Dentro de una población de totalidad de los “chupones” (habrá
“chupones” de un mismo árbol, el preponderancia si supera el 50%).
nivel de jerarquía es variable.
Puede ser elevado cuando ciertos La clave orienta al observador
“chupones” se vuelven hacia cinco posibles salidas, una
dominantes, y otros son por cada tipo ARCHI (Páginas 7 a
dominados, donde todos forman 11).
un conjunto estructurado. Por el Ejemplo de resiliencia en un roble. Fotos
tomadas en 1895 (arriba - © G. de
contrario, el nivel jerárquico es Kerville) y posteriormente en 1981 (abajo
Cabe recordar que la clave de
débil, incluso inexistente, si los - © F. Radigue). determinación de tipos ARCHI no
“chupones” son todos idénticos y permite identificar las causas del
guardan un mismo “nivel social”. Los “chupones” plagiótropos, decaimiento, ni explicar las
cuando son mayoritarios, diferencias de comportamiento
Las diferencias morfológicas provocan un movimiento de (resiliencia o mortalidad) de los
constatadas entre los tres tipos de repliegue pudiendo crear una árboles de una misma población.
“chupones”, actúan de forma nueva copa por debajo de las Ésta permite únicamente predecir
directa sobre las posibles ramas que formaban la copa el potencial de reacción de los
dinámicas de desarrollo de un original (proceso de descenso de robles en decaimiento. Su
roble después de un estrés. Los copa). Finalmente, la situación de utilización necesita de una
“chupones” ortótropos son los decaimiento se vuelve formación previa sobre el terreno.
únicos capaces de reemplazar las permanente si los “chupones” El tiempo de diagnóstico por árbol
ramas muertas o en regresión creados son esencialmente del es de aproximadamente 3 minutos.
situadas en la parte alta de la tipo ageótropo.

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roble

Tipo ARCHI sano

Morfología de un árbol entero y detalle de una rama cimera con ramificación normal.

El tipo ARCHI sano: ramificación normal de las ramas cimeras con poca o nula mortalidad en cima.
El roble sano no ha sufrido ningún estrés reciente suficientemente importante como para provocar una
modificación en su arquitectura. Sirve de referencia para el análisis de los otros tipos ARCHI. En ciertas
regiones, los sujetos sanos son raros a causa de las condiciones climáticas y silvícolas desfavorables del roble
común.
Observación: El tipo ARCHI sano nunca está desprovisto de “chupones”, sobretodo en el caso del roble común.
Éstos juegan un papel importante durante los periodos de calor, pues al estar a la sombra, continúan
realizando la fotosíntesis, mientras que a pleno sol la actividad foliar se detiene.

Dibujos: Ch. Drénou; fotos: J. Lemaire; CNPF-IDF

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Tipo ARCHI R: Resiliente

Morfología de un árbol entero (los “chupones” se representan en línea gruesa) y detalle de una
rama portadora de “chupones” ortótropos.

El tipo ARCHI R (Resiliente): Las ramas muertas o con ramificación “pobre” han sido o están siendo
reemplazadas por “chupones” ortótropos con ramificación normal, y en general estructurados jerárquicamente.
En ausencia de un estrés suplementario, el tipo R volverá a ser tipo sano. En cuanto a la anchura de los anillos
formados, después de un periodo de decrecimiento, la progresión radial se restablece. Un roble resiliente es
potencialmente un árbol con futuro, a condición de que la madera comercial (sin desbastar) sea óptima y que
la estación sea apta para producir madera de calidad.

Dibujos, fotos: Ch. Drénou, CNPF-IDF

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roble

Tipo ARCHI D: Descenso de copa

Morfología de un árbol entero (los “chupones” se representan en línea gruesa) y detalle de una
rama interna portadora de “chupones” plagiótropos.

El tipo ARCHI D (Descenso de copa): el roble presenta ramas muertas en la corona, pero una segunda copa
distinta y estructurada se forma por debajo de la original. Ésta, generalmente, está formada por numerosos
“chupones” plagiótropos con ramificación normal y con una fuerte estructura jerárquica. EL tipo ARCHI D se
encuentra sobretodo en poblaciones poco densas y en medio abierto. La muerte de las ramas cimeras conduce
ulteriormente al árbol hacia el tipo sano, pero con una altura menor y, en ocasiones, con un futuro comercial
comprometido a causa de los “chupones” eventualmente insertos sobre el tronco.

Dibujos: Ch. Drénou; fotos: J. Lemaire; CNPF-IDF

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roble

Tipo ARCHI I: decaimiento Irreversible

Morfología de un árbol entero y detalle de una rama portadora


de “chupones” ageótropos.

El tipo ARCHI I (decaimiento Irreversible): en la cima, se constata


una mortalidad generalizada, mientras que en el interior de la copa los
“chupones” son escasos, o al contrario numerosos, pero difusos y
mayoritariamente ageótropos. En ocasiones los “chupones” son
plagiótropos, pero en ese caso, su nivel de jerarquía es débil y su
ramificación pobre.

El tipo ARCHI I corresponde a una situación de


bloqueo ya que los “chupones” no son capaces
de reemplazar las estructuras en decaimiento.
Disminución de la masa foliar, decrecimiento de
los anillos, reducción de las reservas de
carbono; la situación es irreversible, pese a que
el árbol sea capaz de mantenerse durante
muchos años en este estado de vida ralentizada
antes de producirse su muerte.

Un roble de tipo ARCHI I no puede ser


seleccionado como árbol con futuro (susceptible
de producir madera de calidad).

Dibujos: Ch. Drénou; fotos: J. Lemaire; CNPF-IDF

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roble

Tipo ARCHI S: estado de Estrés (“Stress”)

Morfología de un árbol entero y detalle de una rama cimera con ramificación pobre. Los
“chupones” se representan en línea gruesa. Obsérvese su débil nivel de jerarquía.

El tipo ARCHI S (estado de “Stress”): la copa


presenta síntomas de decaimiento en la cima
(mortalidad y/o ramificación “pobre”) así como
“chupones”, una vez más, sin ningún tipo de
jerarquía, pero no es posible pronunciarse
sobre el futuro del árbol. Bien porque el estrés
ha sido muy reciente, bien porque los cinco
descriptores arquitecturales son insuficientes
para emitir un pronóstico. A veces el estrés es
consecuencia de un estrés anterior, que el
roble ha superado, y que repercute por lo
tanto sobre los “chupones” ya existentes. En
todo caso, será necesario llevar un
seguimiento de la evolución de los árboles de
tipo ARCHI S antes de establecer un
pronóstico.

Dibujos, fotos: Ch. Drénou, CNPF-IDF

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roble

(“chupones” ortótropos y
plagiótropos), mientras que otros
Conclusión pueden ser entendidos como un
“último aliento” (“chupones”
El interés del método ARCHI es ageótropos).
triple. La lectura de los árboles se Este trabajo merece ser
realiza en invierno, periodo de continuado en dos direcciones:
observación ideal por no estar - Extender este tipo de análisis
cubierto por el follaje del arquitectural a otras especies
sotobosque forestal. Permitiendo próximas (roble albar y roble
predecir el carácter reversible o pubescente) o lejanas (resinosas).
irreversible de un decaimiento, la - Integrar al método ARCHI
observación de los “chupones” referencias climáticas y
transforma el diagnóstico estático pedológicas con el fin de proponer
en pronóstico dinámico. a los profesionales forestales una
Finalmente, el análisis de los herramienta que les permitirá
anillos de crecimiento demuestra escoger de forma preventiva, los
que los descriptores individuos a eliminar mediante
arquitecturales utilizados para el aclareo, en lugar de padecer que
roble común son unos buenos dicha selección, se realice por
indicadores del estado fisiológico parte de los acontecimientos
de los árboles. Los resultados climáticos extremos y los
obtenidos confirman el papel decaimientos que de ellos surjan.
fundamental de los “chupones”
para la supervivencia de los robles Ese es el reto de la continuación
en estado de decaimiento. del proyecto “Los robledales
Algunos tienen una verdadera atlánticos frente a los cambios
función de “seguro de vida” climáticos”.

Agradecimientos
El proyecto “Los robledales atlánticos frente a los cambios climáticos” ha
sido financiado con fondos Europeos, del Estado Francés, así como de
las regiones: Normadie, Bretagne, Pays de la Loire, Île-de-France Centre,
Poitou-Charentes, Aquitaine y Midi-Pyrénées. Agradecimientos a: Bruno
Jacquet (CRPF Centre); Yves Lacouture (CETEF Charente); Arnaud
Guyon, Marc Mounier et Jean-Marc Demené (CRPF Poitou-Charentes);
Maël Soleau; Christian Weben (CRPF Pays de la Loire); Grégory Sajdak
(IDF Toulouse); Laurent Burnel, Alain Cabanettes et Jerôme Willm (INRA
Toulouse).

Resumen
Basándose en el análisis arquitectural de más de 350 robles comunes,
este estudio identifica cinco arquitecturas, llamadas “tipos ARCHI”, que
reflejan las dinámicas de reacción de los árboles después de haber
sufrido un estrés. Su identificación sobre el terreno se apoya
esencialmente en el reconocimiento de tres categorías de “chupones”
(ortótropos, plagiótropos y ageótropos), así como en la utilización de una
clave de determinación invernal. Este método visual permite distinguir el
carácter reversible o irreversible de un decaimiento, y la validez de este
diagnóstico ha sido verificada mediante análisis dendrocronológico.
Palabras clave: roble común, decaimiento, resiliencia, arquitectura,
dendrocronología.

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