La Celula

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La célula (del latín cellula, diminutivo de cella, ‘celda’)1 es

la unidad morfológica y funcional de todo ser vivo. De hecho, la célula es el elemento de


menor tamaño que puede considerarse vivo.2 De este modo, puede clasificarse a los
organismos vivos según el número de células que posean: si solo tienen una, se les
denomina unicelulares (como pueden ser los protozoos o las bacterias, organismos
microscópicos); si poseen más, se les llama pluricelulares. En estos últimos el número de
células es variable: de unos pocos cientos, como en algunos nematodos, a cientos
de billones (1014), como en el caso del ser humano. Las células suelen poseer un tamaño
de 10 µm y una masa de 1 ng, si bien existen células mucho mayores.

Tipos celulares
Existen dos grandes tipos celulares:

• Célula procariota, propia de los procariontes, que comprende las células


de arqueas y bacterias.
• Célula eucariota, propia de los eucariontes, tales como la célula animal, célula
vegetal, y las células de hongos y protistas.
• Descubrimiento
• Robert Hooke, quien acuñó el término «célula».
• Las primeras aproximaciones al estudio de la célula surgieron en el siglo XVII;9 tras
el desarrollo a finales del siglo XVI de los primeros microscopios.10 Estos permitieron
realizar numerosas observaciones, que condujeron en apenas doscientos años a un
conocimiento morfológico relativamente aceptable. A continuación se enumera una
breve cronología de tales descubrimientos:
• Definición
• Se define a la célula como la unidad morfológica y funcional de todo ser vivo. De
hecho, la célula es el elemento de menor tamaño que puede considerarse vivo.
Como tal posee una membrana de fosfolípidos con permeabilidad selectiva que
mantiene un medio interno altamente ordenado y diferenciado del medio externo en
cuanto a su composición, sujeta a control homeostático, la cual consiste
en biomoléculas y algunos metales y electrolitos. La estructura se automantiene
activamente mediante el metabolismo, asegurándose la coordinación de todos los
elementos celulares y su perpetuación por replicación a través de
un genoma codificado por ácidos nucleicos. La parte de la biología que se ocupa de
ella es la citología.
• Características
• Las células, como sistemas termodinámicos complejos, poseen una serie de
elementos estructurales y funcionales comunes que posibilitan su supervivencia; no
obstante, los distintos tipos celulares presentan modificaciones de estas
características comunes que permiten su especialización funcional y, por ello, la
ganancia de complejidad.15 De este modo, las células permanecen altamente
organizadas a costa de incrementar la entropía del entorno, uno de los requisitos de
la vida.16
Características estructurales
La existencia de polímeros como la celulosa en la pared vegetal permite sustentar la
estructura celular empleando un armazón externo.

• Individualidad: Todas las células están rodeadas de una envoltura (que puede
ser una bicapa lipídica desnuda, en células animales; una pared de polisacárido,
en hongos y vegetales; una membrana externa y otros elementos que definen
una pared compleja, en bacterias Gram negativas; una pared de peptidoglicano,
en bacterias Gram positivas; o una pared de variada composición, en arqueas)9
que las separa y comunica con el exterior, que controla los movimientos
celulares y que mantiene el potencial de membrana.
• Contienen un medio interno acuoso, el citosol, que forma la mayor parte del
volumen celular y en el que están inmersos los orgánulos celulares.
• Poseen material genético en forma de ADN, el material hereditario de los genes,
que contiene las instrucciones para el funcionamiento celular, así como ARN, a
fin de que el primero se exprese.17
• Tienen enzimas y otras proteínas, que sustentan, junto con otras biomoléculas,
un metabolismo activo.
Características funcionales
Estructura tridimensional de una enzima, un tipo de proteínas implicadas en el
metabolismo celular.
Las células vivas son un sistema bioquímico complejo. Las características que permiten
diferenciar las células de los sistemas químicos no vivos son:

• Nutrición. Las células toman sustancias del medio, las transforman de una forma
a otra, liberan energía y eliminan productos de desecho, mediante
el metabolismo.
• Crecimiento y multiplicación. Las células son capaces de dirigir su propia
síntesis. A consecuencia de los procesos nutricionales, una célula crece y se
divide, formando dos células, en una célula idéntica a la célula original, mediante
la división celular.
• Diferenciación. Muchas células pueden sufrir cambios de forma o función en un
proceso llamado diferenciación celular. Cuando una célula se diferencia, se
forman algunas sustancias o estructuras que no estaban previamente formadas
y otras que lo estaban dejan de formarse. La diferenciación es a menudo parte
del ciclo celular en que las células forman estructuras especializadas
relacionadas con la reproducción, la dispersión o la supervivencia.
• Señalización. Las células responden a estímulos químicos y físicos tanto del
medio externo como de su interior y, en el caso de células móviles, hacia
determinados estímulos ambientales o en dirección opuesta mediante un
proceso que se denomina quimiotaxis. Además, frecuentemente las células
pueden interaccionar o comunicar con otras células, generalmente por medio de
señales o mensajeros químicos, como hormonas, neurotransmisores, factores
de crecimiento... en seres pluricelulares en complicados procesos
de comunicación celular y transducción de señales.
• Evolución. A diferencia de las estructuras inanimadas, los organismos
unicelulares y pluricelulares evolucionan. Esto significa que hay cambios
hereditarios (que ocurren a baja frecuencia en todas las células de modo regular)
que pueden influir en la adaptación global de la célula o del organismo superior
de modo positivo o negativo. El resultado de la evolución es la selección de
aquellos organismos mejor adaptados a vivir en un medio particular.

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