Compendio Unidad 1
Compendio Unidad 1
Compendio Unidad 1
Titulaciones Semestre
• PSICOLOGÍA Quinto
Pensamiento social....................................................................................................... 4
Prejuicio ............................................................................................................................................... 21
Agresión ............................................................................................................................................... 22
Atracción e intimidad ........................................................................................................................... 23
Ayuda ................................................................................................................................................... 24
Conflicto y pacificación ........................................................................................................................ 25
Tema 2. Introducción a la Psicología Comunitaria .......................................................... 27
Comunidad ................................................................................................................. 28
Bibliografía ..................................................................................................................... 35
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Resultado de aprendizaje de la asignatura
Explorar de manera introductoria los aspectos centrales de la teoría social clásica y
contemporánea, vinculando el desarrollo de estas teorías a la evolución de las disciplinas
psicológicas, acentuando la relación entre sociedad y subjetividad, pero sobre todo
determinando la influencia en el ser humano como integrante de la sociedad. Hacia el final
de la asignatura se abordan casos desde una óptica psicosocial.
Introducción
El ser humano es una especie eminentemente social. Esta realidad implica muchos
factores y vectores que facilitan el cambio personal y social. En esta unidad se explorarán
las bases, por un lado, de la psicología social desde un marco conceptual e histórico y,
por otro lado, de la psicología comunitaria como disciplina aplicativa de la primera.
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Ejes temáticos
Introducción a la
Psicología Social
Historia de la
Psicología Social
La Psicología Social “es el estudio científico de la manera como las personas piensan,
se influyen y se relacionan con los demás” (Myers y Twenge, 2019, p.2). Popularmente
se la considera un intermedio entre la Psicología (ciencia que estudia los procesos
mentales y la conducta) y la Sociología (ciencia que se encarga del análisis científico de
las sociedades humanas). A diferencia de la Sociología, la Psicología Social analiza la
sociedad desde la subjetividad de la persona, individuo o sujeto (según el paradigm a
epistemológico que se maneje).
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Figura 1.
Pensamiento social
Por Psicología básica se sabe que la percepción es la forma en que el cerebro interpreta
las sensaciones que recibe mediante los sentidos; ya que los humanos forman también
parte del mundo de los estímulos, uno de los asuntos claves de estudio de la Psicología
Social es la percepción y el pensamiento acerca de sí mismos y de los otros.
Dichas operaciones cognoscitivas, que dicho sea de paso son muy especiales, obedecen
a ciertos fenómenos y principios que son necesarios conocer para poder intervenir en el
marco de la psicología social y comunitaria. Se expondrán a continuación a modo de
definiciones (Myers y Twenge, 2019):
• Efecto de reflector: la creencia de que los demás prestan más atención a nuestra
apariencia y comportamiento de la que en realidad ponen en nosotros.
• Ilusión de transparencia: la ilusión de que nuestras emociones ocultas resultan
evidentes para los demás y que ellos pueden interpretarlas con facilidad.
• Autoconcepto: aquello que sabemos y creemos de nosotros mismos.
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• Esquema del yo: creencias acerca del yo que organizan y guían el procesamiento
de información relevante para el yo.
• Comparación social: evaluar las propias opiniones y capacidades a través de la
comparación con otros.
• Individualismo: el concepto de dar prioridad a las propias metas por encima de
las metas grupales y definir la propia identidad en términos de los atributos
personales, más que por las identificaciones grupales.
• Yo independiente: interpretar la propia identidad como un yo autónomo.
• Colectivismo: dar prioridad a las metas del propio grupo (a menudo la familia
extendida o grupo de trabajo) y definir la propia identidad en consonancia.
• Falacia de la planificación: tendencia a subestimar el tiempo que se requerirá
para llevar a cabo una tarea.
• Sesgo de impacto: sobreestimar el impacto duradero de sucesos que provocan
emociones.
• Sistema de actitudes duales: discrepancia entre actitudes implícitas
(automáticas) y explícitas (bajo control consciente) en torno al mismo objeto. Las
actitudes explícitas verbalizadas pueden ser cambiadas con la educación y la
persuasión; las actitudes implícitas cambian progresivamente con la práctica que
genera nuevos hábitos.
• Autoestima: evaluación general de una persona acerca de sí misma o su sentido
de valía propia.
• Teoría del manejo del terror: plantea que las personas exhiben respuestas
emocionales y cognitivas de autoprotección (entre las cuales se encuentra
adherirse con mayor intensidad a sus cosmovisiones y prejuicios culturales)
cuando hacen frente a recordatorios sobre su mortalidad.
• Autoeficacia: sensación de que uno es competente y eficaz, a diferencia de la
autoestima, que es el sentido de valía propia.
• Sesgo en beneficio propio: tendencia a autopercibirse de manera favorable.
• Atribuciones en beneficio propio: forma de sesgo en beneficio propio; tendencia
a atribuir los resultados positivos a uno mismo y los negativos a otros factores.
• Pesimismo defensivo: el valor adaptativo de anticipar los problemas y controlar
las propias ansiedades con el fin de motivar la acción eficiente.
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• Efecto del falso consenso: tendencia a sobreestimar lo común de las propias
opiniones y de los comportamientos indeseables o poco exitosos de uno mismo.
• Efecto de la falsa singularidad: tendencia a subestimar lo común de nuestras
capacidades y de nuestros comportamientos deseables o exitosos.
• Autosabotaje: proteger la autoimagen a través de comportamientos que crean una
cómoda excusa para fracasos posteriores.
• Autopresentación: acto de expresarse y comportarse de modos diseñados con el
fin de generar una impresión favorable o dar una impresión correspondiente a los
propios ideales.
• Autovigilancia: sintonizarse con la manera en que uno se presenta a sí mismo en
situaciones sociales y adaptar el propio desempeño para crear la impresión
deseada.
• Facilitación (priming): activar asociaciones particulares en la memoria.
• Cognición corporizada: influencia mutua de las sensaciones corporales sobre las
preferencias cognitivas y los juicios sociales.
• Procesamiento automático: pensamiento implícito carente de esfuerzo, habitual
y sin conciencia; corresponde más o menos a la intuición. Se le conoce también
como sistema 1.
• Procesamiento controlado: pensamiento explícito, deliberado, reflexivo y
consciente. Se le conoce también como sistema 2.
• Fenómeno de exceso de confianza: tendencia a tener más confianza que
precisión, sobreestimando la precisión de las propias creencias.
• Sesgo de confirmación: tendencia a buscar información que confirme las propias
preconcepciones.
• Heurística: estrategia de pensamiento que nos permite realizar juicios rápidos y
eficientes.
• Pensamiento contrafáctico: imaginar situaciones y desenlaces alternativos que
pudieron haber sucedido, pero que no sucedieron.
• Perseverancia de las creencias: persistencia de las concepciones iniciales
propias, como cuando las bases de una creencia se desacreditan, pero sobrevive
una explicación de por qué la creencia podría seguir siendo cierta.
• Efecto de desinformación: incorporar desinformación en el propio recuerdo de un
suceso después de atestiguarlo y de recibir información engañosa respecto de él.
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• Atribución errónea: atribuir por error un comportamiento a la fuente incorrecta.
• Teoría de la atribución: teoría del modo en que las personas explican el
comportamiento de otras. Las atribuciones pueden ser a disposiciones internas
(rasgos, motivos y actitudes perdurables) o a situaciones externas.
• Atribución disposicional: atribuir la conducta a la disposición y rasgos de la
persona.
• Atribución situacional: atribuir el comportamiento al ambiente.
• Inferencia espontánea de rasgos: inferencia automática e involuntaria de un
rasgo luego de verse expuesto al comportamiento de una persona. Ejemplo: al
presenciar un momento de ira de un amigo, la persona puede inferir que quizá sea
temperamental.
• Error fundamental de atribución: tendencia de los observadores a subestimar las
influencias situacionales y sobreestimar las influencias disposicionales sobre el
comportamiento de los demás. Ejemplo: el jefe llega molesto y se “desquita” con
sus colaboradores; la mayoría podría atribuir su comportamiento a su personalidad,
sin embargo, es probable que alguna circunstancia ambiental haya generado eso
(problema familiar, transito terrible, discusión previa, etc.).
• Profecía autocumplida: creencia que conduce a su propia materialización. Se le
conoce también como efecto Pigmalión, el cual consiste en producir con los
comportamientos propios lo que se cree de alguien en específico, confirmándola
de un modo errado. Ejemplo: una chica cree que su compañero es odioso y egoísta;
debido a eso, ella genera comportamientos despectivos hacia él, causando una
respuesta negativa de él hacia ella, confirmando lo que en inicio ella pensaba sobre
él.
• Confirmación conductual: tipo de profecía autocumplida en la que las
expectativas sociales de las personas las conducen a comportarse de manera que
provocan que otros confirmen sus expectativas. Es una variante de la definición
anterior, especialmente aplicable a los estereotipos.
• Actitud: sentimientos que, con frecuencia, están bajo la influencia de nuestras
creencias, que nos predisponen a responder de modo favorable o desfavorable
hacia objetos, personas y sucesos. Presenta tres dimensiones:
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Figura 2.
• Rol: conjunto de normas que definen cómo deben comportarse las personas en
una posición social determinada. Ejemplo: las normas de comportamiento como
estudiante de la universidad.
• Disonancia cognitiva: tensión que se genera cuando la persona tiene una
conciencia simultánea de dos cogniciones inconsistentes. Es posible que la
disonancia ocurra cuando nos damos cuenta de que actuamos, con poca
justificación, de manera contraria a nuestras actitudes, o que tomamos una decisión
que beneficia una alternativa pese a las razones que favorecen otra. Ejemplo:
aquella persona que, pese a conocer los efectos devastadores del consumo de
una droga determinada, se da cuenta que continúa consumiendo y su salud se va
deteriorando; en este caso la disonancia ocurre entre el conocimiento de lo que le
puede causar la droga y la percepción de su comportamiento no congruente; por
lo general, dicha disonancia se resuelve mediante justificaciones o explicaciones
aparentemente lógicas.
• Exposición selectiva: tendencia a buscar información y medios que concuerden
con los propios puntos de vista y evitar la información disonante. Ejemplo: los
fanáticos políticos o religiosos, con el fin de defender su postura, se focalizan
exclusivamente en los argumentos que la respalden, ignorando aquellos que
discrepen.
• Justificación insuficiente: consiste en la reducción de la disonancia mediante la
justificación en forma interna de la propia conducta cuando la justificación externa
es insuficiente. Según la teoría de la disonancia cognitiva, nuestras acciones no
se explican plenamente por las recompensas externas o la coacción,
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experimentamos disonancia, que podemos reducir al creer en lo que hicimos
(Festinger y Carlsmith, 1959).
Ejemplo: le hacemos un trámite a una amiga a cambio de la cantidad de dinero que
ella desee darnos; ella nos da $1 dólar al finalizar (cantidad que no corresponde a
la complejidad del trámite): esta insuficiencia genera disonancia. Optamos por no
reclamar más dinero y, en su lugar, tratamos de justificar que lo hicimos porque
somos altruistas y solidarios con nuestras amistades. Fundamentalmente, este
efecto consiste en que entre menos suficiente sea la justificación externa, mayor
será justificación interna.
• Teoría de la autopercepción: teoría que afirma que cuando no estamos seguros
de nuestras actitudes, las inferimos en gran medida como lo haría alguien que nos
observara, advirtiendo nuestro comportamiento y las circunstancias en las que
ocurre. Fundamentalmente consiste en evaluar nuestras actitudes como si se
tratara de otra persona; pasando de experimentar en primera persona a observar
“en tercera persona”. Ejemplo: alguien le responde muy feo a su pareja y se
separan en consecuencia; ese alguien empieza a analizar sus actitudes y
comportamientos “desde afuera”, como si se tratara de otra persona y no de sí.
Facilita esta autopercepción, por ejemplo, el verse a sí desde una grabación
audiovisual.
• Efecto de realimentación facial: tendencia de las expresiones faciales a provocar
sentimientos correspondientes, como temor, enojo o felicidad. Ejemplo: dos
amigos, de casi toda la vida que no se han visto en años, se encuentran pero no
están seguros si se trata de ellos o no; uno de ellos sonríe y esta expresión provoca
la sonrisa en el otro, dándole garantías para acercarse a saludar.
Se ha comprobado científicamente que inducir voluntariamente expresiones
faciales (ej. fruncir el ceño) genera un acercamiento a la emoción correspondiente
(ej. ira). Por ejemplo, se realizó una investigación en la empresa Nippon Airways,
en la cual se solicitó a cada uno de los empleados morder palillos de madera
(sonriendo al mismo tiempo); los investigadores reportaron que las personas que
utilizaron los palillos para activar los músculos de la sonrisa, durante experiencias
de estrés en el laboratorio, se recuperaron con mayor rapidez frente a estos
eventos (Kratt y Pressman, 2012).
9
Figura 3.
Figura 4.
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Cuando las personas hacen algo que disfrutan, sin recibir recompensa y sin
forzarlas, atribuyen su comportamiento a su amor por la actividad. Las
recompensas externas socavan su motivación intrínseca al conducir a la gente a
atribuir su comportamiento al incentivo.
• Teoría de la autoafirmación: teoría acerca de que (a) con frecuencia las personas
experimentan una amenaza a su autoimagen después de participar en un
comportamiento indeseable, y (b) pueden compensarlo al afirmar otro aspecto de
sí mismas. Si se amenaza el autoconcepto de las personas en un ámbito, lo
compensarán reenfocándose o llevando a cabo alguna buena acción en algún otro
ámbito. Por ejemplo, una profesional estila comportarse de modo grosero con sus
usuarios; en compensación, dedica los domingos a hacer obra social en su
parroquia.
Influencia social
En psicología social, la influencia social hace referencia al proceso por el cual otros, ya
sea de modo individual o colectivo, afectan nuestras percepciones, actitudes y acciones
(Nowak et al., 1997 como se citó en Morris y Maisto, 2009). Se compartirán los principales
factores de influencia social:
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Conforme se adaptaron a sus nuevos entornos, los primeros humanos desarrollaron
diferencias que, si se miden a escala antropológica, son recientes y superficiales. Aquellos
que permanecieron en África presentaron un pigmento de piel más oscuro, lo que el
psicólogo de Harvard, Steven Pinker (2002), llama “filtro solar para los trópicos”, mientras
que aquellos que emigraron más al norte del ecuador desarrollaron pieles más claras
capaces de sintetizar vitamina D en luz solar menos directa.
Los biólogos que estudian nuestros genes han encontrado que los humanos, incluso
aquellos en apariencia tan diferentes, somos sorprendentemente parecidos, como
miembros de una sola tribu. Somos más numerosos que los chimpancés, pero ellos tienen
una mayor variación genética. Con el fin de explicar los rasgos de nuestra especie, el
naturalista británico Charles Darwin planteó la existencia de un proceso evolutivo; acuñó
a la ciencia el término selección natural.
La selección natural es un proceso evolutivo por el que los rasgos hereditarios que mejor
permiten que el organismo sobreviva y se reproduzca en ambientes particulares se
heredan a generaciones posteriores. Implica que ciertos genes-aquellos que
predispusieron los rasgos que aumentaron las probabilidades de supervivencia el tiempo
suficiente para reproducirse y criar descendientes-se volvieron más abundantes. Ejemplo,
la colorida cola de un pavo real le ha permitido aumentar sus capacidades de
reproducción; por tanto, aquello se ha mantenido en su descendencia.
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Cual máquinas móviles productoras de genes, no solo llevamos con nosotros el legado
físico, sino también el legado psicológico de las preferencias adaptativas de nuestros
ancestros. Añoramos aquello que ayudó a nuestros antepasados a sobrevivir,
reproducirse y nutrir a sus crías para que ellas sobrevivieran y se reprodujeran. Inclusive
las emociones displacenteras (tales como ansiedad, enojo, depresión, soledad) son una
forma que tiene la naturaleza de motivarnos a hacer frente a los desafíos de la
supervivencia (Myers y Twenge, 2019).
El psicólogo evolutivo David Barash señaló que “el propósito del corazón es bombear
sangre. El propósito del cerebro es dirigir nuestros órganos y comportamiento, de forma
que maximicen nuestro éxito evolutivo. Eso es todo”.
Con relación a la cultura, esta se refiere a las ideas, creencias, valores, tecnologías y
criterios compartidos por la gente para evaluar el significado de los eventos naturales,
las acciones humanas y la vida misma. La cultura ejerce una enorme influencia a nivel de
actitudes y comportamientos. Para ejemplificarlo, se puede describir lo que sucede al
abstenernos de poner música a todo volumen cuando nuestros vecinos están durmiendo;
al acatar las notificaciones judiciales enviadas a nosotros y al obedecer las señales de
tránsito con el fin de hacer cumplir las normas sociales, aunque no haya nadie en el
camino. De la cultura se derivan algunos aspectos de la vida (Morris y Maisto, 2009):
• La cultura dicta cómo vestir. Una mujer saudita cubre todo su cuerpo antes de salir
de su casa; una estadounidense muestra con libertad el rostro, los brazos y las
piernas; y en otras sociedades las mujeres van con el pecho descubierto o
completamente desnudas.
• La cultura especifica qué comer y qué cosa no debe comerse. Los estadounidenses
no comen carne de perro, los chinos no comen queso y los hindúes se niegan a
comer carne de res. La cultura nos indica además cómo comer: con tenedor, con
palillos o con las manos.
• Las personas de diferentes culturas buscan diferentes cantidades de espacio
personal. Este último hace referencia a la burbuja de espacio que uno mantiene en
las interacciones con otros. Los latinoamericanos, los franceses y los árabes se
acercan más en sus interacciones personales que los estadounidenses, los ingleses
o los suecos.
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En cierta medida, la cultura influye a las personas a través de la instrucción formal. Por
ejemplo, sus padres le recordaban de vez en cuando que ciertas acciones se consideran
“normales” o le señalaban la “manera correcta” de comportarse; a menudo, se aprende
lecciones culturales mediante el modelamiento y la imitación. El resultado de tal
aprendizaje: la aceptación incondicional de los axiomas culturales, las cuales son
creencias o valores que la mayoría de los miembros de una sociedad aceptan como
evidentes.
Otro factor altamente influyente es el género. Muchas personas hacen uso de los términos
“sexo” y “género” de modo indiferenciado; sin embargo, en el campo de la psicología
aluden a cosas diferentes. El sexo se refiere a hombres y mujeres en términos de
categorías biológicas basadas en cromosomas, genitales y características sexuales
secundarias tales como mayor masa muscular de los hombres y los senos de las mujeres.
El género, por su parte, consiste en las características que las personas asocian con
hombres y mujeres y que pueden tener sus raíces en lo biológico, en la cultura, o en
ambos, como usar vestidos, gustar de los deportes, tener el pelo largo, querer más parejas
sexuales, ser más agresivos físicamente y tener agrado por las compras. Las diferencias
comportamentales en el patio de juegos preescolar son conductas de género; el que cada
criatura sea biológicamente varón o niña se refiere a su sexo.
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Figura 5.
Caitlyn Jenner vivió la mayor parte de su vida como hombre antes de hacer la transición para vivir como
mujer en 2015.
Conformidad y obediencia.
El subtema actual y el precedente comparten un elemento: las normas. Por un lado, las
normas son componentes profundamente culturales, por otro, promueven procesos de
conformidad social e incluso de obediencia a la autoridad.
Una norma se refiere a una idea o expectativa compartida acerca de cómo comportarse
o no hacerlo (Cialdini y Trost, 1998). Por lo general, se arraigan en la tradición y se
fortalecen por el hábito. Es por esa razón que ciertas culturas nos parecen extrañas si sus
normas son muy diferentes a las nuestras (Morris y Maisto, 2009). Una de las técnicas
para entender otras culturas es la asimilación cultural. Esta técnica se usa para percibir
las normas y los valores de otro grupo; enseña, por ejemplo, a pedir a los estudiantes que
expliquen por qué un individuo que proviene de otra cultura o grupo social se ha
comportado de una manera particular. Los asimiladores culturales nos animan a mantener
la mente abierta sobre las normas y valores de otros cuestionando axiomas culturales
como “Mi país siempre es el mejor” o “Nuestra manera de hacer las cosas es la única
correcta”.
Sin normas, la vida social sería un caos. Gracias a ellas, la conducta de otras personas
se vuelve muy predecible pese a las grandes diferencias en las actitudes y preferencias
subyacentes. Por ese motivo, para que los grupos funcionen de modo efectivo se requiere
15
cierto grado de conformidad. La conformidad consiste en ceder de manera voluntaria a
las normas sociales, aún a expensas de las propias preferencias; hasta cierto punto, la
gente debe dejar voluntariamente de lado sus propias preferencias o creencias y acatar
las normas o expectativas de un grupo mayor (Morris y Maisto, 2009).
Tal como las personas se conforman a las presiones de grupo debido a influencia
informativa o normativa, y acceden a requerimientos directos concretos que se les
establece, también ellas deben en ocasiones obedecer determinadas órdenes impartidas
por figuras revestidas de autoridad, tales como padres, profesores, policías, jefes, etc.
(Barra, 1998). La obediencia, o el someterse a una orden directa, es una variación del
acatamiento (Myers y Twenge, 2019); por ejemplo, si un padre le dice a su hijo que limpie
su cuarto y él lo hace, aunque no quiera, eso es obediencia. La obediencia involucra
realizar algo que no haría de otro modo, porque alguien más le dice que necesita hacerlo;
otro ejemplo es si alguien se pone la vacuna contra el COVID-19, solo y solo porque su
pareja le dijo que lo hiciera, sin considerar los beneficios de la acción.
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Figura 6.
Tipos de conformidad.
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Persuasión.
• El comunicador.
• El mensaje.
• El como se comunica el mensaje.
• La audiencia.
Usando otros términos: quién dice, qué dice, cómo dice y a quiénes. Existen dos caminos
que conducen a la persuasión que, a su vez, implican dos tipos de procesamiento
cognitivo (Myers y Twenge, 2019):
• Ruta central. Cuando las personas están motivadas y son capaces de pensar
acerca de un tema, es probable que adopten la ruta central de la persuasión. En
esta ruta, las personas se enfocan en los argumentos; si dichos argumentos son
poderosos y convincentes, es probable que se dé la persuasión; si por el contrario,
el mensaje solo da argumentos débiles, las personas reflexivas se darán cuenta
que no son sustanciales y presentarán contra-argumentos.
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• Ruta periférica. Cuando las personas no están motivadas o pueden reflexionar
cuidadosamente, los argumentos pierden su fuerza persuasiva. Si están distraídas,
poco involucradas o simplemente ocupados, es posible que no se tomen el tiempo
para reflexionar sobre el contenido del mensaje. En su lugar, existe la posibilidad
de que sigan la ruta periférica de la persuasión y que se centren en señales que
detonen una aceptación automática sin gran reflexión.
En estas situaciones, que requieren fácil comprensión, las afirmaciones familiares
son más persuasivas que las novedosas con el mismo significado. Ejemplo, para
las personas poco involucradas o distraídas, usar la expresión “el que mucho
abarca poco aprieta” tendrá más impacto que “el exceso de tareas hace que el
desempeño sea ineficiente”.
Figura 7.
Los obstáculos del proceso de persuasión.
A f in de suscitar una acción, un mensaje persuasivo debe sortear diversos obstáculos. No obstante, lo básico
no es recordar el mensaje mismo, sino recordar los propios pensamientos en respuesta a este.
Influencia de grupo.
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seres de la misma especie; se organiza en varias clases de agrupamientos sociales, como
hordas nómadas, pueblos, ciudades y naciones, dentro de los cuales trabaja, comercia,
juega, se reproduce e interactúa de diferentes maneras (Delgado, 2008).
Otro aspecto interesante es el liderazgo al interior del grupo. La influencia o poder que
ejercen componentes concretos del grupo, sus estilos de ejercicio del poder, entre otros,
definen las formas de estructuración de un grupo (Delgado, 2008). El liderazgo tiene
connotaciones importantísimas en la intervención comunitaria, ya que cada grupo,
sociedad, comunidad o sector, por lo general tiene uno o más individuos que administran
la estructuración y el funcionamiento del grupo.
La cohesión grupal es la unión que existe entre los miembros de un grupo, la cual hace
que las personas se mantengan integradas y, por tanto, el grupo no se disuelva; es
principalmente producto de dos fuerzas (Delgado, 2008):
20
Las personas descubren, durante la discusión, que los otros miembros del grupo
comparten sus opiniones en mayor grado del que se habían percatado. Posteriormente,
en un esfuerzo por brindar una buena imagen, al menos algunos miembros del grupo se
tornan fuertes defensores de lo que parece ser el sentimiento dominante en el grupo. Los
argumentos que se inclinan hacia un extremo o el otro no sólo les garantizan que sus
actitudes iniciales eran correctas sino que también intensifican dichas actitudes conforme
el grupo como un todo adopta una posición más extrema (Liu y Latane, 1998 como se citó
en Morris y Maisto, 2009).
El tamaño del grupo funge también como una variable estructural de importancia: no es
igual el funcionamiento de un grupo grande que el de uno pequeño. En ese marco, se ha
estudiado la holgazanería social, presente con mayor facilidad entre más grandes son
los grupos, en la que la responsabilidad se diluye de tal manera que existen más personas
improductivas (Delgado, 2008).
Relaciones sociales
Prejuicio.
21
diferencias físicas, políticas, sexuales, de edad, de condición física o mental, orientación
sexual, etc. (RAE, 2020).
Existen ciertas estrategias que se pueden aplicar a nivel comunitario para reducir el
prejuicio y la discriminación; entre las que más se destacan se encuentran (Morris y
Maisto, 2009):
Agresión.
Comportamiento físico o verbal cuya intención es dañar a alguien (Myers y Twenge, 2019).
En los experimentos de laboratorio, la agresión se puede manifestar en la aplicación de
choques eléctricos o decir algo que hiera los sentimientos de algún participante en
concreto. Se excluye de esta definición el daño no intencional, como en los accidentes
22
automovilísticos o colisiones en la acera; excluye además los actos que pueden involucrar
dolor como efecto secundario inevitable al ayudar a alguien, como los tratamientos
dentales o, en un aspecto extremo y controvertido, el suicidio asistido.
La concepción de agresión incluye tanto la agresión física (herir el cuerpo de otro) como
la agresión social (como el acoso directo y el cyberacoso, los insultos, los chismes
dañinos o la exclusión social). Los psicólogos también distinguen entre agresión hostil
(que se deriva del enojo y pretende lesionar) y la agresión instrumental (que también
pretende lesionar, pero que se comete en búsqueda de otra meta). Tanto la agresión física
como la social pueden presentarse como hostil o como instrumental. Por ejemplo, el acoso
puede ser hostil en el caso de una adolescente enojada porque le “quitaron” a su novio; o
el caso de una estudiante universitaria que, para lograr popularidad, ridiculiza a una de
sus compañeras no tan populares (Myers y Twenge, 2019).
El terrorismo, las guerras y el crimen organizado pueden ser categorizadas como agresión
instrumental; mientras que la mayoría de homicidios pueden, por la escalada emocional
propia del enojo, ser considerados como agresión hostil.
Atracción e intimidad.
Todos los seres humanos tenemos aquello que la psicología moderna llama necesidad
de pertenencia. Esta consiste en la motivación para vincularse con otros en relaciones
que proporcionan interacciones positivas duraderas (Myers y Twenge, 2019).
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sustentan en la equidad. Todo esto se conjuga en el fenómeno del emparejamiento: la
tendencia de hombres y mujeres a elegir como pareja a aquellos que son una “buena
combinación” en atractivo y otros rasgos (Morris y Maisto, 2009; Myers y Twenge, 2019).
Ayuda.
Ayudar sin esperar una recompensa es considerado como conducta altruista. La ayuda
es restringida por factores situacionales como la presencia de espectadores pasivos, un
fenómeno que recibe el nombre del efecto del espectador; el hallazgo consiste en que
una persona tiene menor probabilidad de ayudar cuando hay otros espectadores (Morris
y Maisto, 2009).
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criterio de Foa y Foa (1975) no solo se intercambian bienes materiales y dinero, sino
también bienes sociales tales como el amor, servicios, información, estatus, etc (Myers y
Twenge, 2019).
Es posible, por ejemplo, que el líder de una comunidad ayude a su sector, no por algún
interés material en concreto, sino por perpetuar su estatus de jefe de la comuna.
Conflicto y pacificación.
Los conflictos también aparecen cuando las personas perciben que existe alguna
injusticia. Según la teoría de la equidad, las personas definen la justicia como una
distribución de recompensas en proporción con las propias contribuciones. Los conflictos
se presentan cuando las personas no coinciden en cuanto al grado de sus contribuciones
y, por consiguiente, en cuanto a la equidad de sus resultados (Myers y Twenge, 2019).
Existen varios métodos y técnicas para gestionar los conflictos, conocidos como
estrategias de pacificación. En Aras de transitar de “puños cerrados” a “brazos abiertos”,
los psicólogos sociales se han enfocado en tales estrategias, las cuales pueden ser
recordadas como las cuatro C de la pacificación (Myers y Twenge, 2019):
25
emocionales con individuos que se identifican entre sí, aquello conduce a estatus
igualitario.
• Cooperación. Es la contribución a la tarea grupal, sobre la base de la existencia
de roles diferenciados (Psicopsi, 2020). Al seguir el ejemplo de los experimentos
del contacto cooperativo, varios equipos de investigación han reemplazado las
situaciones de aprendizaje competitivo en los salones de clases con oportunidades
de aprendizaje cooperativo, con resultados alentadores (Myers y Twenge, 2019).
• Comunicación. Es la forma en que los seres humanos (y otras especies animales)
son capaces de intercambiar información y conocimientos; mediante el lenguaje
verbal y no verbal, se está en capacidad de expresar pensamientos, sentimientos,
emociones y argumentos (Psicología y Mente, s.f.).
• Conciliación. A menudo, las partes en conflicto presentan dificultades en su
comunicación. Un tercero mediador puede fomentar la comunicación instando a
los antagonistas a sustituir sus puntos de vista competitivos de ganar-perder por
una orientación más cooperativa, en la cual todos salen ganando, estrategia que
puede conducir a un acuerdo integrador.
26
Tema 2. Introducción a la Psicología Comunitaria.
La psicología social comunitaria es una disciplina que busca comprender e influir en la
relación entre la persona y su contexto, especialmente en comunidades en situación de
desventaja, exclusión o segregación social (Delgado-Castillo, 2020). Para poder lograrlo
se precisa la aplicación de los conceptos básicos revisados en el tema anterior; sin
embargo, se nutre de diversas ciencias humanas y sociales, así como de movimientos
políticos y educativos transformadores; estudia la subjetividad que se genera y
desarrolla a nivel de inserción social comunitaria, promoviendo el cambio social desde y
con las comunidades (Velasco, 2022; Guzmán, 2018).
Figura 8.
La psicología social comunitaria es una disciplina teórica-práctica que busca promover el cambio social en
las comunidades.
27
Para Yela et al. (2017) la Psicología Social Comunitaria es el “estudio de la acción social
y de la intervención social con el objetivo de fomentar la igualdad y aumentar la
participación social y la calidad de vida” (p. 94). A criterio de estos autores, es una forma
de ver, entender y practicar la psicología social; como disciplina destaca por lo siguiente
(Yela et al., 2017):
Comunidad
28
Para Socarrás (2004), la comunidad es “algo que va más allá de una localización
geográfica, es un conglomerado humano con un cierto sentido de pertenenc ia. Es, pues,
historia común, intereses compartidos, realidad espiritual y física, costumbres, hábitos,
normas, símbolos, códigos” (p. 177). Por su parte, Rappaport (1980 como se citó en Yela
et al., 2017) la define como “un grupo social de cualquier tamaño cuyos miembros residen
en una localidad específica, comparten gobierno y tienen una herencia histórica y cultural
común”; Kelly (1971 como se citó en Girón, 2002), desde el punto de vista ecológico,
define a la comunidad como “una serie de sistemas interrelacionados, es decir, personas,
roles, organizaciones y eventos” (p. 4). Para Montero (2007, como se citó en Yela et al.,
2017) es un “grupo social dinámico, histórico y culturalmente constituido y desarrollado,
que comparte intereses, objetivos, necesidades y problemas, en un espacio y un tiempo
determinados, que genera colectivamente una identidad, así como formas organizativas,
desarrollando y empleando recursos para lograr esos fines” (p. 95).
Figura 9.
La comunidad es el tema principal de estudio de la psicología comunitaria.
29
Los métodos y técnicas de la Psicología Social Comunitaria
Figura 10.
Características y términos del enfoque comunitario.
Adaptación
mutua
individuo-
Relativismo Rechazo al
sociedad modelo
Cultural clínico
Preocupación
Calidad de por los
vida problemas
sociales
Prevención
Característic de los
as únicas problemas
sociales
Enfoque
comunitario
Paradigma
investigación- Promoción
acción
Confianza en
Animación la
sociocultural competencia
potencial
Compromiso
Acción Social político y
crítico
Empoderami
Interdisciplina
ento o
reidad capacitac ión
30
• La intervención psicosocial. Consiste en la planificación, ejecución y evaluación
de programas de actuación profesional dirigidos a los fines de la política social
(solución de problemas sociales, compensación de situaciones sociales
carenciales o discriminatorias, fomento a la participación, etc.) generalmente dentro
del marco del sistema de servicios sociales. Pretende ser un modelo comunitario
(bottom-up) o de participación comunitaria vs un modelo clásico (top-down). Se
lleva a cabo con equipos integrados por profesionales de diferentes disciplinas
(multidisciplinar).
• Evaluación de la calidad de vida y el uso de indicadores sociales. Los
indicadores sociales (IISS) son una medida cuantitativa específica acerca de una
condición social, real o percibida; pueden ser objetivos (condiciones sociales),
subjetivos (percepción de condiciones sociales), absolutos (positivos como el nivel
cultural o negativos como el nivel de delincuencia) o relativos (como el no. De niños
por aula, etc.) así como la calidad de vida (CV) es una herramienta fundamental.
• Estrategia de investigación-acción participativa. Es la adaptación del
paradigma lewiniano de action-research (investigación-acción) al modelo
comunitario. Tiene como bases:
• Relaciones horizontales entre investigadores y miembros de la comunidad.
• Valorización de todos los saberes, donde no existen expertos ya que los
investigadores tienen un conocimiento especializado y la comunidad saberes
concretos.
• Hay toma de decisiones en las diferentes etapas por parte de la comunidad.
• Primero existe una detección y jerarquización de necesidades por parte de la
comunidad.
• Definición del problema por parte de la comunidad.
• Planificar la acción
• Ejecutar la acción
• Evaluar los cambios
• Devolución de información a la comunidad.
• Metodología cualitativa.
• Busca significados
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• Es inductiva
• Busca la validez ecológica
• Es flexible
• Describe-comprende-interpreta fenómenos
• Entre sus instrumentos se encuentran la observación participante, el análisis de
episodios, el análisis de discurso, la entrevista a profundidad, el role-playing, las
técnicas proyectivas, y las autobiografías.
La psicología social nace a finales del siglo XIX e inicios del XX como una ciencia
interesada en el comportamiento colectivo. En esa época inicial, coexistieron dos
perspectivas acerca de los fenómenos sociales; por un lado, la psicología de los
pueblos, cuyo objetivo es el estudio de los comportamientos de los grupos en relación
con la identidad étnica de los mismos; por otro lado, la psicología de las masas, encargada
de investigar por qué los individuos se contagian del comportamiento de los demás y se
limitan a repetirlo sin autocuestionarse.
En Estados Unidos, la Psicología Social aparece por primera vez en 1908, con la
publicación de dos manuales: Social Psychology de Edward Ross e Introduction to
Social Psychology de William Mc.Dougall (Seidmann, 2017). A partir de allí surgieron
varias corrientes de pensamiento que fortalecieron esta rama básica: filosofía social,
psicología social sociológica, conductismo social, Gestalt, Psicoanálisis, entre otras
visiones que ameritan un estudio más profundo.
A finales del siglo XX, la psicología social adopta una epistemología post-objetiva,
constructivista, que hace énfasis en la importancia de los significados y, por lo tanto, los
aspectos cognitivos de la experiencia humana. Surgen diferentes abordajes tales como
interpretismo, hermenéutica, fenomenología, constructivismo, etnometodología, etogenia,
análisis del discurso, psicología social crítica y construccionismo social. Todas estas
destacan la importancia de los procesos de intercambio social y la necesidad de
comprender la conducta humana a partir de su contexto histórico, político, ideológico y
cultural (Seidmann, 2017).
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Estudiar la historia de la psicología social requiere una revisión, en aras de ser justos, de
cada uno de los momentos y personas que hicieron de esta ciencia lo que es “hoy en día”.
Dicha revisión excede los propósitos de este compendio introductorio; no obstante, si te
interesa conocer a fondo la historia de esta disciplina, te recomendamos el siguiente
recurso electrónico:
Para finalizar esta breve narración histórica, pues no se pretende hacer un recorrido
exhaustivo, te compartimos el caso de un estudiante de psicología social, quien ha
aplicado los conceptos y herramientas de ella en su área de trabajo. La intención es
invitarte a buscar la utilidad a esta rama básica de la psicología, independientemente del
tema en el que, en un futuro, desees especializarte.
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Evalúa tus conocimientos
1. ¿Qué estudia la Psicología Social?
2. ¿Qué es un prejuicio en las relaciones sociales?
3. ¿Cuál es el objeto de estudio de la Psicología Social Comunitaria? Defínelo.
4. Menciona 5 características del enfoque comunitario.
5. ¿Cuáles fueron las perspectivas, que coexistieron, en los inicios de la Psicología
Social? Descríbelas.
6. ¿Qué podría aportar la Psicología Social a tu vida actual?
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Bibliografía
Barra, E. (1998). Psicología Social. Universidad de Concepción.
Kraft, T.L. & Pressman, S.D. (2012). Grin and bear it: The influence of manipulated
positive facial expression on the stress response. Psychological Science, 23, 1372-
1378.
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Psicoexpertos. (27 de junio de 2022). ¿Cómo se aplica la psicología social en la
actualidad? Psicoexpertos. https://www.psicoexpertos.com/como-se-aplica- la-
psicologia-social-en-la-actualidad
Yela, G. (coord.), Ayllón, A., Calderón, G., Fernández, V., Piñuela, S., Saiz, G. (2017).
Psicología social de los problemas sociales [1a edición]. Alfaomega Grupo Editor.
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