Consumismo y desechos no procesados: las consecuencias ambientales de la

industria del fast fashion.

Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales

Pregrado de Relaciones Internacionales

Bogotá D.C, 2024.

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Consumismo y desechos no procesados: las consecuencias ambientales de la
industria del fast fashion.

Presentado por
Catalina Rodríguez Ospina

Director
Germán Camilo Prieto

Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales

Carrera Relaciones Internacionales

Bogotá D.C, 2024.

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Resumen: El presente trabajo de investigación, tiene como objetivo analizar las
consecuencias medioambientales de la industria del fast fashion basándose en el consumismo
masivo en el descontrol que existe en el manejo de los desechos. Esto por medio del
reconocimiento de la sociedad de consumo en la cual coexistimos y como esta forma de vivir
ha llevado a una producción masiva de ropa sin tener en cuenta las prácticas poco sostenibles
la industria de la moda; situación la cual ha tenido como consecuencia una creación masiva
de desechos, un mal manejo de estos y la creación de vertederos de ropa en diferentes partes
del mundo. Con el soporte de conceptos como “capitaloceno” y la teoría de la ecología
política, los cuales apoyan la idea de que es el sistema capitalista el que permite que siga
existiendo un desarrollo en la sociedad sin tener en cuenta los daños ambientales. El objetivo
final de esta tesis es entender el daño medioambiental de la industria del fast fashion, del
consumismo, las consecuencias del mal manejo de los desechos generados y el papel que
esta problemática en la agenda internacional, al igual que ofrecer posibles soluciones a esta
situación entendiendo la necesidad de una sociedad sostenible con el medioambiente.

Abstract: This research work aims to analyze the environmental consequences of the fast
fashion industry based on mass consumerism and the lack of control that exists in waste
management. This through acknowledging the consumer society in which we coexist and
how this way of living has led to mass production of clothing around the world without taking
into account the unsustainable practices of the fashion industry; a situation which has
resulted in massive waste creation, poor waste management and the creation of clothing
landfills around the world. This is supported by concepts such as “capitalocene” and the
theory of political ecology, which both support the idea that it is the capitalist system the one
that allows the growing development of society to continue to exist without considering
environmental damage. The ultimate goal of this research work is to understand the
environmental damage of the fast fashion industry, consumerism, the consequences of poor
management of the waste generated and the role of this issue on the international agenda, as
well as to offer viable solutions to this problem based on the need for a sustainable society.

Palabras clave: fast fashion; consumismo; contaminación

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Contenido
1. Introducción ...............................................................................................................................5
2. Marco teórico .......................................................................................................................... 12
2.1 Antropoceno y Capitaloceno......................................................................................... 12
2.2 Ecología Política............................................................................................................. 14
3. Capítulo 1: Marco Conceptual - definiciones y datos .......................................................... 16
3.1 Historia del fast fashion .................................................................................................... 16
3.2 Economía y moda lineal .................................................................................................... 18
3.2.1 Economía lineal .............................................................................................................. 18
3.2.2 Moda Lineal .................................................................................................................... 18
3.3 Fast fashion en la actualidad e impacto ambiental ........................................................ 19
4. Capítulo 2: Fast fashion y consumismo................................................................................. 23
4.1 Consumismo en la sociedad actual ............................................................................... 23
4.3 Modelo consumista dentro de la industria del fast fashion ........................................... 25
5. El descontrol en el manejo de desechos y respuesta a esta problemática .......................... 27
5.1 Contaminación en la industria del fast fashion ........................................................... 28
5.2 Vertederos de ropa ........................................................................................................ 29
5.3 Alternativas sostenibles .................................................................................................... 34
5.3.1 Economía y moda circular como método alternativo de producción y consumo en la
industria del fast fashion......................................................................................................... 34
5.3.2 Economía y moda circular ............................................................................................ 35
5.4 Respuesta de países ........................................................................................................... 36
6. Capítulo 4: Conclusiones ........................................................................................................ 42
Bibliografía ...................................................................................................................................... 47

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 1. Introducción
Planteamiento

En la actualidad, el debate alrededor del cambio climático y la necesidad de tener un

desarrollo más amigable y sostenible con el medioambiente ha estado en todas las agendas
globales y conversaciones entre la población. Los altos niveles de contaminación han
demostrado que se deben cambiar las tendencias y formas de vida, pues no son compatibles
con los límites del planeta: “El informe más reciente del Panel intergubernamental del
Cambio Climático (IPCC) “Climate Change 2022: Mitigation of climate Change” advierte
que, con los objetivos y políticas actuales, estamos acercándonos al precipicio, al límite de
calentamiento global (1,5°C de acuerdo con establecido por 195 naciones en 2015 en el
Acuerdo de París)” (Greenpeace, 2022).

En los últimos años la industria textil ha ganado atención a nivel internacional por diferentes
escándalos de derechos laborales, pues es una industria que ha pasado desapercibida de
regulaciones o leyes que la obliguen a mejorar sus condiciones de trabajo y ambientales. Es
suficiente con recordar la catástrofe de Rana Plaza donde más de mil trabajadores murieron
cuando se derrumbó la fábrica de producción en Bangladesh, para tener una idea de las
condiciones a las que se someten los trabajadores de la industria textil (Green Side of Pink,
2024); sumándole a esto las pocas horas de descanso, los bajos salarios y la sobreexplotación
laboral. A estos escándalos se suma que la industria de la moda ha recibido más atención por
sus altos niveles de contaminación, teniendo en cuenta el panorama actual de sensibilidad
respecto al medioambiente, su cuidado y preservación, donde la industria de la moda pasaba
desapercibida de cualquier responsabilidad.

Sin embargo, la industria de la moda es una de las más contaminantes en el mundo, siendo
guiada por el fenómeno de la industria del fast fashion o moda rápida, la cual se alimenta de
las tendencias consumistas de la población: “Esta tendencia consiste en un cambio de prendas
cada quince días para generar nuevos productos con mayor rapidez y con menor calidad,
ofrecen a los consumidores colecciones a bajos precios lo que alienta la necesidad de comprar

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y desechar ropa a menudo” (Forero Sánchez, 2021). Esta forma de consumir ropa crea
problemas ambientales, tanto en la producción masiva de textiles de baja calidad como en la
cantidad de desechos que se generan, al descartar prendas de poco uso en tan poco tiempo.

Esta tendencia del fast fashion ha mantenido su auge gracias al modelo capitalista y al
consumo masivo de la sociedad que existe en la actualidad: “En estas sociedades,
el consumismo asocia el bienestar de las personas con una mayor acumulación de bienes. Y
para mantener el consumo se alienta la producción en masa con distintas estrategias”
(Montoya, 2023). Las empresas incentivan a los consumidores a adquirir nuevas prendas en
cortos periodos de tiempo, generando acumulación masiva de prendas normalmente de mala
calidad, las cuales terminan siendo desechadas creando vertederos de ropa alrededor del
mundo, y consecuentemente daños ambientales abrumadores.

Frente a esta problemática, se ha visto un aumento de conciencia en la sociedad respecto al

medioambiente y las acciones que las empresas tienen para cuidarlo o perjudicarlo, al igual
que han surgido empresas sostenibles las cuales aparecen como una opción para el
consumidor de adquirir prendas que puedan ser recicladas en el futuro sin causar tanto daño
al ambiente, y se ha empezado a implementar un modelo circular. Teniendo en cuenta lo
mencionado anteriormente, el presente trabajo se realizará alrededor de la siguiente pregunta
de investigación:

Pregunta de investigación
¿Cuáles son las consecuencias que la industria del fast fashion tiene sobre el medio ambiente,
en particular con relación al consumismo y a la regulación del manejo de desechos?

Objetivos
Objetivo general: Identificar las consecuencias que la industria del fast fashion tiene sobre
el medio ambiente, en particular con relación al consumismo y a la regulación del manejo de
desechos.

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Objetivos específicos
• Explicar qué es la industria del fast fashion y su papel dentro de la escena global
actual.
• Determinar las tendencias actuales de consumismo en la sociedad.
• Investigar las consecuencias ambientales de la industria del fast fashion,
especialmente en los desechos generados.
• Analizar la importancia de crear una agenda dentro del sistema internacional,
mediante la cual se creen leyes y proyectos que tengan como objetivo la preservación
y el cuidado del medio ambiente.

Justificación

La relación entre el ser humano y el medioambiente ha estado caracterizada por el dominio

que quiere ejercer el primero sobre el segundo, una relación de supuesta superioridad que
tiene como fin satisfacer las necesidades y placeres de los seres humanos. Esto ha llevado a
una crisis medioambiental la cual tiene su inicio con la Revolución Industrial y fue
presentando un cambio abrupto entre el siglo XX y el siglo XXI, que se llegó a conocer
“como la era de la doble crisis, la “crisis ecológica global” y la “crisis de civilización”. La
causa inmediata de ambas crisis es, sin duda, el desordenado progreso técnico y económico
que ha venido persiguiendo el mundo occidental” (Protestante Digital, 2012).

La crisis ambiental ha venido en aumento en los últimos años, presentando altos niveles de
contaminación nunca vistos: “Según un informe de la Organización Meteorológica Mundial
(OMM) de septiembre de 2019, estamos al menos un grado centígrado por encima de los niveles
preindustriales y cerca de lo que los científicos advierten que sería “un riesgo inaceptable”
(Naciones Unidas, 2020). Esta crisis ambiental afecta de manera negativa a toda la población, y
entre los principales culpables de esta situación se encuentran las industrias y empresas
multinacionales, que debido a sus procesos de producción terminan liberando altos niveles de
contaminación: “El sector energético es el principal causante de las emisiones globales de gases
de efecto invernadero, responsables del cambio climático. Esta industria representa el 80% de

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las emisiones de CO2 a escala mundial, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el
Reto Demográfico del Gobierno de España.” (Barchilón, 2021). A esta industria le siguen la
textil, la agricultora y la de transporte.

La industria de la moda, o la textil, es considerada una de las más contaminantes en el mundo,

siendo responsable del 10% de las emisiones de CO2 a nivel global y del 20% de las aguas
residuales, esto es causado principalmente por la industria del fast fashion, la cual hace
referencia a los grandes volúmenes de ropa que son producidos en un corto periodo de
tiempo, siguiendo tendencias que generan un mayor consumo por sus bajos precios. Se
realizan cambios de ropa cada quince días para aumentar la rapidez de la producción, pero
dejando de lado la calidad de las prendas (Sánchez, 2021).

El concepto de fast fashion, o moda rápida, se refiere a los grandes volúmenes de ropa
producidos por la industria de la moda, en función de las tendencias y una necesidad
inventada de innovación, lo que contribuye a poner en el mercado millones de prendas y
fomentar en los consumidores una sustitución acelerada de su inventario personal
(Greenpeace, 2020). Una de las causas principales de las consecuencias negativas de esta
industria es el materialismo y consumo masivo de la población:
“Este estilo materialista se ha vuelto más común en sectores básicos como la
agricultura, la industria tecnológica y la ropa, pues vivimos en sociedades capitalistas
donde la actividad económica esencial es vender sin límites alimentando las brechas
de la desigualdad social y producir en masa llevando a consecuencias nefastas para
el planeta.” (Forero, 2021)

El fast fashion ha crecido a niveles abrumadores, siendo su verdadero motor las tendencias
de consumismo que son cada vez más populares en la sociedad, tendencias que llevan a
realizar un cambio de ropa cada quince días, produciendo cada vez más rápido productos que
son de baja calidad (Forero, 2021). Esta forma de producir ropa ha traído consigo niveles de
contaminación y daños ambientales inmensurables, entre los cuales se destacan la
contaminación de fuentes hídricas y la creación de vertederos de ropa alrededor del mundo.

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Las regiones que presentan la mayor afectación son las ubicadas en el sur global, países de
África y de América Latina se han convertido en los vertederos de basura de las grandes
empresas de ropa, mientras que las grandes empresas son originarias del norte global, de
Estados Unidos y de Europa: “Impactantes fotos y vídeos documentan las devastadoras
consecuencias para las personas y el medioambiente en países como Kenia y Tanzania:
enormes montañas de basura que contaminan los ríos y el aire” (Greenpeace, 2022). Estos
vertederos de ropa son consecuencia del consumo masivo de la sociedad y del mal manejo
que se les da a los desechos, donde terminan creando daños medioambientales en diferentes
regiones del mundo; esto debido a que los materiales de las prendas son poco biodegradables
y se crean montañas de ropa en mal estado: “La ropa puede tardar hasta 200 años en
biodegradarse (según su composición) y puede ser tan tóxica como los neumáticos o
plásticos desechados” (Universidad San Sebastián, 2021).

De igual manera, la industria del fast fashion refleja las problemáticas que existen alrededor
del norte y el sur globales, esto debido a que se evidencia que los países que producen la ropa
son los ubicados al norte, mientras que los que deben afrontar las consecuencias de la sobre
producción y consumo masivo son los del sur. Un informe de Greenpeace Alemania, sobre
los desechos de ropa en África menciona que:

“hemos evidenciado cómo los países y las empresas del Norte Global están evadiendo
su responsabilidad a la hora de gestionar las enormes cantidades de ropa que no se
venden o se desechan, muchas de ellas con compuestos peligrosos. Dejan a la gente
de África Oriental sola ante los desechos plásticos y textiles exportados, sin ninguna
infraestructura para su eliminación”. (Ojeda-Martínez, 2022, en NT, 2022)

De esta manera, se puede decir que la industria de la moda, liderada por la industria del fast
fashion, ha creado un escenario de consumo masivo y materialismo al cual la sociedad ha
sucumbido totalmente, dejando de lado los daños medioambientales que ha venido y sigue
generando alrededor del mundo, y a pesar de los esfuerzos creados para disminuir esta
situación, en la actualidad no se ha visto reflejado ningún cambio por parte de las grandes
empresas de la moda.

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Por esta razón es necesario crear una discusión alrededor del consumismo en la sociedad y
cómo la industria del fast fashion ha utilizado estas tendencias a su favor para aumentar sus
niveles de producción y ventas, convirtiéndola en una de las industrias más grandes e
importantes en la actualidad. Sin embargo, este crecimiento y aumento del consumo ha traído
consigo un mal manejo de los desechos generados, creando vertederos de ropa alrededor del
mundo, donde países con menos desarrollo terminan asumiendo las consecuencias
medioambientales que industrias ubicadas en países del norte global, indirectamente generan
en sus territorios y a su población.

Metodología

El desarrollo de la presente investigación se hará mediante un enfoque cualitativo, utilizando

métodos descriptivos y analíticos, pues la metodología cualitativa tiene en cuenta la relación
del sujeto que se investiga con su entorno y contexto, y permite ver a los actores involucrados
desde una perspectiva social:

la metodología cualitativa plantea que la realidad no es exterior al sujeto que la

examina, existiendo una relación estrecha entre el sujeto y el objeto de conocimiento.
La perspectiva cualitativa de la investigación muestra una mayor tendencia a
examinar el sujeto en su interacción con el entorno al cual pertenece y en función de
la situación de comunicación de la cual participa apoyándose en el análisis sistémico
que tiene en cuenta la complejidad de las relaciones humanas y la integración de los
individuos al todo social. (Álvarez, 2011, p.14)

Al tratarse de una investigación cualitativa, se hará uso de fuentes primarias y fuentes

secundarias para el desarrollo del análisis de discurso. En este sentido, se entiende por fuentes
primarias aquellas que dan acceso directo al tema de investigación, estas “representan el
pensamiento original, informan sobre descubrimientos o acontecimientos, o pueden
compartir información nueva (...) ejemplos de fuentes primarias son: documentos originales,
entrevistas, discursos, documentos gubernamentales, reportajes, actas de conferencia,
reglamentos, legislación, informes de investigación” (Arteaga, 2021). Son fuentes que

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contienen la información original y "contienen información directa antes de ser interpretada,
o evaluada por otra persona. Las principales fuentes de información primaria son los libros,
monografías, publicaciones periódicas, documentos oficiales” (Rivera, 2015).

Las fuentes secundarias se entienden como aquel tipo de fuentes que “ya han procesado
información de una fuente primaria. El proceso de esta información se pudo dar por una
interpretación, un análisis, así como la extracción y reorganización de la información de la
fuente primaria” (Rivera, 2015). Básicamente una fuente secundaria es aquella que
proporciona una interpretación de la fuente primaria:

suelen ser un libro académico, un artículo de revista o un documento digital o impreso

creado por alguien que no experimentó directamente en los eventos bajo
investigación (...) no son evidencia per se, sino que proporcionan una interpretación,
análisis o comentario derivado del contenido de materiales de fuentes primarias.
(Investigadores, 2020)

El objetivo de esta investigación es analizar la situación del consumo de la población, cómo

esto ha llevado a un inadecuado uso de los desechos y el papel de la industria del fast fashion
en este problema ambiental, por lo cual se recurrirá tanto a fuentes primarias y fuentes
secundarias que hablen sobre este tema, como artículos académicos, informes, páginas web
oficiales que ayuden a entender las problemáticas ambientales del fast fashion, como
Greenpeace, Changing Markets, Fashion Network, BBC News, y fuentes oficiales políticas
como Naciones Unidas y el Parlamento Europeo.

Este trabajo desarrollará como respuesta a la pregunta de investigación planteada, que la

principal consecuencia que tiene la industria sobre el medioambiente, tratando
principalmente los temas del consumo masivo y el manejo de los desechos generados, es la
creación de vertederos de ropa en diversas partes del mundo, sobre todo en países los cuales
no tienen las herramientas necesarias para encontrar una solución, pues cuentan con pocos
recursos y no tienen forma de invertirlos en esta problemática. Esto se hará abordando los
tres objetivos específicos a lo largo de tres capítulos de investigación y uno final donde se

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presentarán las conclusiones. En primer lugar, se tiene un marco teórico y uno conceptual
donde se explicará cómo la teoría de la ecología política ayuda a enriquecer esta investigación
y los conceptos que resultan claves al avanzar en el trabajo; en segundo lugar, unos capítulos
de investigación donde se explicarán, por medio de un análisis profundo, los daños
ambientales del fast fashion, centrándose en el problema del manejo de desechos que existe,
explicando el problema de consumo masivo que hay en la sociedad actualmente, y
enfatizando en la necesidad de crear una agenda internacional para atender esta problemática.
Finalmente, se llegará a las conclusiones donde se sintetizará la respuesta a la pregunta de
investigación y se cerrará la investigación teniendo en cuenta tanto el objetivo general como
los objetivos específicos planteados al inicio del trabajo.

2. Marco teórico

Un factor importante para abarcar esta investigación y poder entender la importancia de hacer
una crítica a la industria del fast fashion, y sobre todo al problema del mal manejo de desechos
que existe, es entender el hecho de que dicha industria funciona dentro de un sistema
económico capitalista. Razón por la cual es apropiado para esta investigación mencionar
cómo se relaciona este sistema de producción con el medioambiente y con la sociedad por
medio del concepto del Capitaloceno.

2.1 Antropoceno y Capitaloceno

Como se mencionó anteriormente, desde los tiempos de la Revolución Industrial se han

hecho evidentes los daños que el ser humano ha causado en el medioambiente, esta es una
idea que los autores Paul Crutzen y Eugene Stoermer profundizaron en el término de
Antropoceno: “La actividad humana había impactado tan profundamente al medio ambiente
que se había trasformado en una fuerza geológica que estaba quedando grabada en la
estratigrafía del planeta” (Estenssoro, 2021). Este término sugiere que la Tierra salió de su
época de Holoceno como causa del actuar humano y se ha convertido en una fuerza geológica
propia (Estenssoro, 2021). Sin embargo, existen varios autores que critican esta postura o que
ofrecen otro término para explicar la situación del ser humano con el medio ambiente; por

12
ejemplo, algunos autores afirman que estos cambios se ven desde el siglo XVIII con los
cambios industriales de la época, mientras otros dicen que es desde que se creó la agricultura
(Lewis & Maslim, 2018, citado en Estenssoro, 2021).

Existen diferentes posturas que critican el término del Antropoceno, debido a que se quiere
buscar más a fondo cómo el actuar del ser humano ha afectado al medioambiente en la
actualidad. “Posturas como la antropocentrista, centran su argumento en que ha sido la forma
de relacionarse entre la naturaleza y la humanidad, ya que no se ha mantenido un balance
sostenible del crecimiento económico y el crecimiento de la población” (Murillo, 2023).

Un concepto que para los fines de este trabajo resulta más adecuado es el Capitaloceno,
acuñado por Jason Moore, pues se basa en que es el modelo de producción capitalista el que
inició la crisis ambiental junto con los sectores de la sociedad que se ven beneficiados por
este modelo. Estenssoro menciona sobre este concepto de Moore que:

Su crítica se puede sintetizar en dos grandes aspectos. Por una parte, rechaza que se
catalogue genéricamente a la crisis ambiental como una crisis de carácter
antropogénica, en el sentido que hace recaer la responsabilidad de su generación en
el conjunto de la humanidad sin mayores distinciones y, por otra parte, rechaza que
se situé el origen de la crisis ecológica y/o ambiental en los inicios la revolución.
(Estenssoro, 2021)

Moore menciona que son las tendencias de acumulación dentro del sistema de producción
capitalista lo que ha llevado a una crisis medioambiental, diciendo que no es culpa de la
humanidad, sino del sistema mediante el cual existe. Moore menciona:

… dos contradicciones básicas hoy en juego en el capitalismo: una tendencia a la crisis

“económica” y otra a la crisis “ecológica”. Si bien la crisis económica es dirigida por la
tendencia hacia la sobreacumulación de capital, la crisis ecológica es impulsada por la
tendencia a apropiarse sin límite de los “frutos gratuitos” de la naturaleza [...] Llegué a

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 ver que lo que aparecía como dos movimientos separados -transformaciones del capital
y transformaciones de la Tierra- eran en realidad uno: la acumulación del capital es la
transformación de la naturaleza. (Moore, 2012, p.12, citado en Estenssoro, 2021).

Este concepto que da a entender que es el modelo capitalista el principal responsable de la

crisis medioambiental es clave para esta investigación, pues para hacer una crítica al
funcionamiento de la industria del fast fashion y el problema de desechos que existe dentro
de esta, es necesario entender el modelo económico y de producción dentro del cual funciona.

2.2 Ecología Política

Esta investigación se centra en entender las relaciones entre la industria del fast fashion,
consumismo y medioambiente, es decir, en entender cómo las tendencias actuales dentro de
la sociedad llevan a una creación de desechos inmensurables y cómo estos no han sido
tratados de una manera óptima. Esto teniendo en cuenta que es una relación entre las
tendencias económicas y sociales que actualmente funcionan dentro de la sociedad, e
intentando resaltar el daño medioambiental que se está generando y buscar opciones para
priorizar el cuidado de este mismo.

Por esta razón, para esta investigación se tendrá en cuenta el enfoque de la ecología política,
la cual según Robbins es un campo que busca descifrar las fuerzas políticas que trabajan en
el acceso, administración y transformación del ambiente (Robbins, 2020 en Halmeke, 2022).
De igual manera Peet y Watts dicen que “es una confluencia entre la ciencia política con
raíces ecológicas y los principios de la economía política” (Peet & Watts, 1996 citado en
Halmeke, 2022). Esto quiere decir que es un enfoque que se basa en las relaciones políticas
y económicas teniendo en cuenta cómo se afecta el ambiente, ya sea de manera positiva o
negativa. Según Carlos Merenson, la ecología política es una ideología porque:

Satisface tres condiciones básicas: es capaz de hacer una descripción y un análisis de

la sociedad en que vivimos, es capaz de proponer una sociedad diferente y también

14
 puede diseñar una estrategia política para transitar de la sociedad que se critica a la
que se propone (Merenson, 2023, citado en Nemirovsky, 2023)

De igual manera, la ecología política ayuda a entender la problemática del consumismo y de

los desechos no procesados, que son dos de los principales factores al hablar de toda la
industria del fast fashion. Esto pues, como dicen Rath y Swain, la globalización, el aumento
de la población y el crecimiento de las ciudades van de la mano con el incremento del
volumen y del riesgo de los desechos en las zonas urbanas:

Debido a la rápida globalización, factores sociales y políticos han tenido un rol activo
en la configuración de las cuestiones ambientales (…) en la ecología política urbana,
donde los problemas ambientales pueden explicarse centrándose más en las
estructuras políticas y en ANT1, donde el movimiento de redes entre los actores puede
analizarse para revelar que las dinámicas de poder pueden proporcionar una imagen
holística del problema. (Rath & Swain, 2021)

Por otro lado, el enfoque de la ecología política “apunta a explicar los problemas ambientales
analizando las causas político-económicas y provee una alternativa para resolver el
problema” (Rath & Swain, 2021). Es decir, la ecología política entiende la relación que existe
entre la política, la economía y la sociedad, y cómo esta influye en el aumento de la
contaminación, en este caso, en el aumento de los desechos no procesados: “De acuerdo con
la ecología política, ninguno de los problemas medioambientales ocurre afuera de la fuerza
política y económica y hay una distribución desigual del costo de los problemas
medioambientales” (Rath & Swain, 2021). Por esto mismo, la ecología política funciona para
trabajar esta investigación, puesto que ayuda a entender los actores de fuerte influencia en la
problemática de los desechos no procesados dentro de la industria del fast fashion, al igual

1
ATN: Actor Network Theories - Teoría de la red de actores “explica la problemática ambiental estudiando la
asociación entre actores a varias escalas con un enfoque especial en el interés de poder de los actores como
causa de dicha asociación”. (Rath & Swain, 2021)

15
que comprende el actor social que sería el consumismo de la población, el cual contribuye a
esta problemática.

Además, un concepto interesante dentro de este enfoque es el de “othering”. Naomi Klein

menciona que este término es esencial dentro de la ecología política del cambio climático,
pues hace referencia a “ignorar, esencializar y despojar la humanidad de otra cultura, pueblo
o región geográfica” (Andreucci & Zografos, 2021). Este es un concepto importante para
tener en cuenta, puesto que se ha visto, y se va a demostrar en esta investigación, que los
desechos no procesados son normalmente generados por una parte específica de la población
y las consecuencias las sufren regiones vulnerables.

3. Capítulo 1: Marco Conceptual - definiciones y datos

En este capítulo se explicará qué es la industria del fast fashion y cómo esta trabaja dentro de
la misma industria de la moda, explicando al mismo tiempo la creciente importancia del fast
fashion en la actualidad, al igual que el impacto que ha tenido tanto en la economía, en la
sociedad y en el medio ambiente.

3.1 Historia del fast fashion

Con miras a entender el papel de la industria del fast fashion dentro de la industria de la
moda, vale la pena traer a colación el significado de la palabra moda. Según el Diccionario
de la Real Academia Española, la palabra moda hace referencia a diversas definiciones de
las cuales vale la pena destacar dos:

1) Uso, modo o costumbre que está en boga durante algún tiempo, o en determinado país.

2) Gusto colectivo y cambiante en lo relativo a prendas de vestir y complementos (Real

Academia Española, s.f.)

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Es decir, la moda hace referencia a la forma de vestir cualquier artículo de vestimenta y que
es del gusto de un amplio grupo de la población por un determinado periodo de tiempo.
Teniendo en cuenta esta definición, la industria de la moda es el sector de la economía y de
la sociedad que se encarga de producir artículos de vestimenta y de crear tendecias de moda
dentro de la sociedad. El término de fast fashion, o moda rápida, hace referencia a los grandes
volúmenes de ropa que son producidos por la industria de la moda, siguiendo nuevas
tendencias en un determinado periodo de tiempo (Greenpeace México, 2021). Esta industria
trae consigo diferentes efectos, como es la contratación de mano de obra de bajo costo donde
no cuentan con todas las condiciones necesarias en el ambiente de trabajo, al igual que el
daño medioambiental.

El origen del fast fashion se puede remontar al siglo XX y al papel que la globalización tuvo
en las formas de vivir alrededor del mundo, o incluso al siglo XIX donde el concepto de ropa
presentó cambios gracias a la Revolución Industrial, pues esta “introdujo maquinaria y
fábricas para crear mayor cantidad de ropa lista. Esta contribución a la industria de la moda
se reflejó en una bajada de los precios de la ropa y un aumento muy significativo en la escala
de fabricación” (Sanfiz, 2022, p.12). En el siglo XX se siguió esta tendencia de producir
prendas a menor precio y a mayor velocidad, y con el dominio de la globalización esta
tendencia solo ha estado en aumento; la apertura de diferentes mercados le abrió las puertas
a las empresas de ropa para adoptar el concepto de la moda barata, “las marcas de moda
necesitaban seguir el ritmo de la demanda que ellas mismas habían creado y se crearon
empresas internacionales con fábricas en países del sur, que permitió que las empresas
abarataran aún más sus costes” (Idacavage, 2018, en Sanfiz, 2022, p.12).

El fast fashion tuvo su apogeo alrededor de los años 80 con el crecimiento de los ideales del
capitalismo y del consumismo alrededor del mundo. La idea de comprar según salían las
tendencias y que estas salían en muy cortos periodos de tiempo, llevó a la población,
especialmente de clase media, a querer seguir con las tendencias de la moda de alto costo:
“Esto conllevó, que aparecieran tiendas como Topshop (1964), Zara (1975) y Forever21
(1984) con su filosofía fast fashion de imitar las marcas de moda con producciones masivas
de baja calidad y con bajo coste” (Ruiz, 2022). La producción y el consumo masivo dentro

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de la industria de la moda generó que se consiguieran prendas que normalmente eran de altos
precios gracias a las campañas que se creaban, pues estas generaban un “deseo de consumo
a través de campañas de publicidad, siendo uno de los pilares que ayudan a que siga
funcionando. Además de fomentar al consumidor la idea de que la moda es algo rápido,
barato y de usar y tirar” (Ruiz, 2022).

3.2 Economía y moda lineal

Un elemento importante dentro de la industria de la moda y del fast fashion es la economía,

cómo funciona esta, y cómo influye en la manera en que se desarrollan estas industrias y en
general el mundo. En primer lugar, esta industria tiene sus bases en un sistema económico
lineal y en la moda lineal, razón por la cual es pertinente definir estos términos.

3.2.1 Economía lineal

El término de economía lineal se puede definir como un “modelo tradicional donde para
fabricar productos se extraen materias primas, se produce y luego se desecha, sin tener en
cuenta la huella ambiental y sus consecuencias” (Santander, 2021). Este modelo pone como
prioridad los beneficios económicos dentro de la producción dejando de lado las
consecuencias medioambientales y la sostenibilidad (Santander, 2021) Es un modelo que ha
caracterizado el desarrollo de la sociedad a lo largo de la historia y desde la Revolución
Industrial, y el cual ha estado en auge, pues permite al ser humano producir de tal manera
que no tenga que pensar en las consecuencias negativas en términos de la contaminación y
daño medioambiental.

3.2.2 Moda Lineal

Teniendo en cuenta lo mencionado sobre la economía lineal, se puede decir que la moda
lineal es la forma de producir ropa donde se extraen materiales para producir la ropa, para
después de un corto periodo de tiempo desecharla, lo cual genera un efecto negativo en el
medioambiente. Johannes Fürst mencionó en Efecto Colibrí que “La consecuencia de un
modelo lineal es que desarrollamos productos con un final de vida. Este final de vida, el
hecho de que no se vuelva a utilizar es lo que genera tanta basura”, al igual que entre los

18
materiales que se usan para producir las prendas, en su mayoría son dañinos para el
medioambiente” (Fürst, 2020). Este modelo alrededor del cual gira la industria de la moda,
se alinea con las bases del fast fashion, pues este modelo permite que esta industria prospere
y siga teniendo las ganancias y demanda que presenta en la actualidad; según el informe “Fast
Fashion global market opportunities and strategies to 2030: Covid-19 Growth and change”,
realizado por Research and Markets, se menciona que esta industria:

Alcanzó un valor de 68.600 millones de dólares en 2020, a pesar del descenso de la

tasa de crecimiento anual (CAGR) del 3 por ciento desde 2015. (…) En los próximos
cinco años, se espera que el fast fashion crezca hasta los 163.400 millones de dólares
a una tasa constante del 19 por ciento, antes de alcanzar los 211.900 millones de
dólares (188.800 millones de euros) en 2030, lo que supone una tasa de crecimiento
anual del 5,3 por ciento en cinco años. (Adegeest, 2021)

La moda lineal es una de las razones por las cuales la industria del fast fashion, y en general
la industria de la moda, ha logrado persistir y crecer dentro de una sociedad que sigue los
ideales y las bases del modelo capitalista, donde el consumo masivo es una característica que
la sociedad debe seguir.

3.3 Fast fashion en la actualidad e impacto ambiental

El fast fashion empezó representando un porcentaje pequeño de toda la industria de la moda,

pero rápidamente significó un cambio en la forma en que se producía, publicitaba y se vendía
la ropa; “en términos económicos, en las últimas tres décadas el negocio de la moda casi se
ha quintuplicado, alcanzando los 2,4 billones de dólares globales anuales” (Rueda, 2023).
Durante los últimos años, el fast fashion ha sido el encargado de mantener la industria de la
moda en auge, y en la actualidad esta industria ha crecido a niveles abrumadores, siendo su
verdadero motor las tendencias de consumismo que son cada vez más populares en la
sociedad, tendencias que llevan a realizar un cambio de ropa cada quince días, produciendo
cada vez más rápido productos que son de baja calidad (Forero, 2021).

19
El público hacia el cual está dirigida la tendencia del fast fashion son principalmente
consumidores entre 18-24 años. La periodista Dana Thomas menciona:

El público objetivo de la moda rápida es joven (de 18 a 24 años), un grupo

demográfico que no retiene los artículos comprados por mucho tiempo. [...] un tercio
de estos consumidores compra un artículo de moda cada quince días y el 13% se lo
permite una vez a la semana. Compran online, y entre el segmento más joven ‒de 18
a 20 años‒ el 20% quiere la entrega el mismo día. Se ponen la prenda de inmediato,
y posan para selfies, que publican en Instagram o Snapchat. Luego la tiran, la donan
o la venden, y van otra vez de compras. (Thomas, 2020, p. 51)

Otro factor que ayudó al crecimiento del fast fashion fue el nacimiento de las compras online,
pues esto facilitó la forma de comprar sin la necesidad de tener que transportarse a una tienda
física, y gracias al masivo consumo de las personas jóvenes han aparecido nuevos actores de
una moda “ultrarápida” guíada por las redes sociales y de la cual la gigante cadena de ropa
china Shein es el mayor exponente (Riezu, 2021, citado en Rueda et al., 2023, p. 441). La
firma china incorpora a su oferta 1.000 prendas nuevas diarias, que vende en su inmensa
mayoría online y puntualmente en tiendas físicas, cuya efímera presencia se convierte en
todo un acontecimiento, tanto por la afluencia de clientes como por la repercusión mediática
y en redes sociales que logra con esta fórmula (Rueda et al., 2023, p. 441).

En la siguiente gráfica se puede ver el tamaño del mercado del fast fashion, la ropa de segunda
mano, donaciones y reventa online; se muestran los datos del 2009 al 2019 y se hace la
proyección hasta el 2029. Se puede ver cómo la industria del fast fashion fue creciendo en
los últimos años y cómo se proyecta que siga esta tendencia, aunque a menor velocidad; al
igual que la venta de ropa de segunda mano y las donaciones van en crecimiento, y se va a
presentar un aumento significativo de ventas en lo que pasa el tiempo; la reventa también va
creciendo dentro de la industria. Sin embargo, la asociación Climate Change dice en el
informe del 2020 del Observatorio Mundial de Acción Climática No Estatal que:

20
 Si bien los mercados de moda sostenible y de segunda mano están ganando terreno,
es difícil medir su impacto y siguen metidos en una lógica de crecimiento sectorial,
que impide el crecimiento anual del consumo de recursos y externalidades negativas
de la industria textil y de la confección. (Climate Change, 2020 citado en Guinebault,
2020)

Imagen 1: Tamaño del mercado de la moda rápida, ropa de segunda mano y donaciones, y reventa en línea.
Datos 2009 y 2019. Proyección 2029

Fuente: (Guinebault, 2020)

Esta forma de funcionar y producir dentro de la industria de la moda y de los textiles la ha

convertido en la segunda industria más contaminante del mundo, siendo este uno de los más
grandes efectos negativos de la industria del fast fashion:

El impacto ambiental es quizás la mayor consecuencia del fast fashion, pues su

modelo de producción se fundamenta en la cantidad, y para cumplir con sus objetivos
se emplean materiales e insumos que pueden resultar altamente tóxicos. Estos

21
 terminan en los ríos y demás ecosistemas naturales, afectando la vida en todas sus
formas. (Madre Tierra, 2021)

La principal razón de esta situación es que la industria de la moda funciona bajo los ideales
capitalistas, donde se deja de lado al medioambiente para generar mayores niveles de
producción; de igual manera estas tendencias capitalistas de consumismo llevan a las
personas a ajustar sus ingresos económicos para adquirir prendas en empresas que hacen
parte de la industria del fast fashion.

La industria del fast fashion es responsable de entre el 8% y el 10% de todas las emisiones
de carbono en el mundo, parecido a las emisiones de la Unión Europea e incluso superior a
las emisiones del transporte marítimo y de los vuelos internacionales: “Asimismo, el lavado
de productos textiles deriva en aproximadamente 500 mil toneladas de microplásticos
anuales en los océanos” (Jiménez, 2022).

Empresas de ropa como Zara, H&M, GAP, Forever 21, Bershka, Stradivarius, Topshop,
Victoria’s Secret y Shein están entre las marcas de fast fashion más conocidas mundialmente
por sus bajos precios y diferentes colecciones a lo largo del año; algunas de estas empresas
incluso están señaladas por malas prácticas de sustentabilidad: “Anualmente, se
confeccionan aproximadamente 150 mil millones de prendas, 63 millones de toneladas. Se
estima que el 30% de ese total nunca llega a venderse, incluso se calcula que la mitad de ropa
producida termina siendo desechada en menos de un año” (Jiménez, 2022).

En 2019 se realizó la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo, donde se destaca

que la industria de la moda, al ser la segunda más contaminante, es responsable del 20% del
desperdicio de agua a nivel mundial. De igual manera, según Naciones Unidas otras formas
de contaminación de la industria de la moda son:

1. Se necesitan 700 galones de agua para hacer una camiseta, lo que equivale a
93.000 millones de metros cúbicos al año.

22
 2. Cada doce meses son talados entre 70 millones y 100 millones de árboles
para fabricar tejidos de celulosa, es decir, fibra semi-sintética.
3. Quemar un kilo de ropa genera 1.36 kilos de dióxido de carbono, siendo
más contaminante que quemar carbón o gas natural.
4. Medio millón de toneladas de microfibras sintéticas se vierten en el mar
cada año. (Duarte, 2023)

Finalmente, se puede concluir que la industria del fast fashion es una industria con gran
impacto en la actualidad, tanto en el espacio social como en el ambiental; se ha convertido
en una tendencia dentro de la población y ha permitido que la sociedad pueda conseguir ropa
a bajos precios. Sin embargo, esto viene con consecuencias negativas sobre el
medioambiente, el cual sufre con la producción masiva y el desperdicio de textiles.

4. Capítulo 2: Fast fashion y consumismo

El consumismo en la sociedad, se puede decir, es la base del crecimiento de la industria del

fast fashion, por lo cual es necesario entender cómo funcionan cada uno de estos actores por
separado dentro de la sociedad, cómo se relacionan entre ellos y cómo afectan al
medioambiente.

4.1 Consumismo en la sociedad actual

La industria del fast fashion, como se mencionó anteriormente, funciona con las tendencias
de consumo que existen en la sociedad, donde ha crecido la idea de comprar más productos
de lo necesario para estar bien; Yesika Forero explica la idea de consumo y la de consumismo
como:

El consumo de productos, bienes y servicios es la manera habitual de satisfacer las

necesidades básicas del ser humano, cuando el consumo se remplaza por la idea de
adquirir más y más cosas no necesarias para la supervivencia se habla de
consumismo. (Forero, 2021)

23
Este tipo de sociedad en la que vivimos actualmente se puede definir como una sociedad de
consumo, un término que Barbosa (2004) explica como “consumo de masas y para las masas,
alto índice de consumo y disposición de bienes per cápita, presencia de la moda, sociedad de
mercado, sentimiento permanente de insaciabilidad y al consumidor como uno de sus
principales personajes sociales” (Barbosa, 2004 citado en, Gregori & Maier, 2023). El
consumismo se puede ver como una realidad creada e impuesta por la sociedad de consumo,
que siempre está buscando nuevos productos o servicios.

El consumismo de la sociedad se puede ver representado en el estilo de vida materialista del

sector de la industria textil debido a que, en los últimos años, la sociedad capitalista en la que
vivimos se caracteriza por producir en masa sin darle prioridad a los daños ambientales que
se puedan crear: ”… la actividad económica esencial es vender sin límites alimentando las
brechas de la desigualdad social y producir en masa llevando a consecuencias nefastas para
el planeta” (Forero, 2021). Bauman explica que el consumismo también requiere estar en
movimiento, es decir, “representa la insaciabilidad por el consumo y el círculo vicioso que
se crea, en el que la presión social forma un desprecio por las necesidades anteriores y
fomenta la adquisición de nuevos bienes.” (Bauman, 2008 citado en, Gregori & Maier, 2023).

Merenson menciona que es precisamente el consumismo dentro de la sociedad lo que la

ecología política cuestiona y critica, “pone en tela de juicio una de las máximas aspiraciones
de la mayoría de la gente que es el deseo de aumentar al máximo el consumo de bienes
materiales” (Merenson, 2023 citado en Nemirovsky, 2023). Esto puesto que la ecología
política entiende la existencia de límites en el planeta y los recursos naturales, por lo cual ve
necesario que se reduzca la demanda de bienes y posesiones por parte de la humanidad.

Vale la pena recalcar que este consumismo se ve alimentado por la producción masiva de las
diferentes empresas; esta producción en masa hace referencia a que “la producción en masa
representa una evolución crucial en la fabricación. Se caracteriza por la estandarización y
la producción a gran escala de productos idénticos” (Structuralia Blog, 2023, negrilla
original del autor). Una consecuencia de esta producción en masa es la desigualdad en las

24
consecuencias negativas que se crean, como es el caso de las consecuencias en los países del
primer mundo y los países del tercer mundo, dado que los que menos producen son los que
afrontan las consecuencias más grandes:

Los países con una menor huella de carbono como son los países del sur
experimentarán consecuencias más nocivas en comparación con aquellos países
industrializados que tienen una mayor responsabilidad en las emisiones. Las
sociedades industrializadas emiten el 54,5% de los gases mientras que los países
empobrecidos, con una población mucho mayor emiten el 35,3% (Hernández en
Azkarraga, 2011, citado en Colomés & Valenzuela, 2020).

De igual manera, los problemas que se enfrentan en las regiones son diferentes; en los países
del tercer mundo los problemas medioambientales causados por el consumismo de la
sociedad son mayores que en los del primer mundo, debido a que afrontan problemas como
la disminución de la biodiversidad como lo menciona el Informe Planeta Vivo (IPV) de WWF
publicado en 2012 donde:

muestra un descenso de la biodiversidad que se intensifica en países de bajos ingresos

(mientras el IPV de países de altos ingresos muestra un aumento de un 7% para el
periodo 1970-2008, debido a que los países de altos ingresos son capaces de comprar
e importar recursos de otros países, degradando la biodiversidad de países de bajos
ingresos. (Colomés & Valenzuela, 2020)

4.3 Modelo consumista dentro de la industria del fast fashion

La industria del fast fashion alimentó este consumo masivo al poner en el mercado prendas
a un bajo precio, lo que permitió que personas de clase media tuvieran una mayor cantidad
de variedad de ropa a un precio asequible. La producción y el consumo masivo dentro de la
industria de la moda causó que se consiguieran prendas que normalmente eran de altos
precios gracias a las campañas que se creaban, pues estas generaban un “deseo de consumo

25
a través de campañas de publicidad, siendo uno de los pilares que ayudan a que siga
funcionando. Además de fomentar al consumidor la idea de que la moda es algo rápido,
barato y de usar y tirar” (Ruiz, 2022). De igual manera, como se mencionó en el capítulo
anterior, un factor que ayudó al crecimiento del fast fashion fue el nacimiento de las compras
online, pues esta facilitó la forma de comprar sin la necesidad de tener que transportarse a
una tienda física, razón por la cual las ventas de diferentes marcas aumentaron.

La siguiente gráfica muestra cómo la producción de ropa fue aumentando con el tiempo,
mientras la vida útil de esta misma disminuía “los productos son llevados en un periodo de
tiempo un 15% inferior. De ahí la aparición de marcas y piezas diseñadas para ser
atemporales y resistir las tendencias cambiantes” (Guinebault, 2020). De esta manera, la ropa
ya no es utilizada por un largo periodo antes de ser desechada, lo que genera que se creen
nuevas colecciones de ropa en muy poco tiempo, más concretamente cada dos semanas, esto
genera que los consumidores quieran comprar nuevas prendas de estas colecciones y
diversificar su armario cada dos semanas (Ortega, 2021).

Imagen 2: Vendas y uso de ropa (2000 - 2017)

Fuente: (Guinebault, 2020)

26
Ahora, teniendo en cuenta que la industria de la moda funciona bajo los ideales
capitalistas, se ha dejado de lado el medioambiente al intentar generar mayores
niveles de producción y de ventas, al igual que los consumidores al moverse en este
modelo de vida capitalista, los ingresos económicos se ajustan para comprar en
empresas que hacen parte de la industria del fast fashion. Esta forma de producir y
consumir ha llevado a problemas medioambientales que se tratarán en el siguiente
capítulo; sin embargo, una forma en la que la industria de la moda puede mejorar
estos problemas es por medio de la moda circular.

Para tener una perspectiva del aumento de esta industria se puede ver cómo el
volumen de la ropa que se fabrica se duplicó desde el año 2000 hasta el 2021, y lo
que antes eran dos colecciones de ropa al año, se convirtieron en cincuenta de todas
las marcas del fast fashion como H&M o Bershka (D. Riezu, 2021, citado en Pacheco,
Pastor & San Pablo, 2023, p. 439). En cuanto al consumo, el Parlamento Europeo dice:

La cantidad de ropa comprada en la Unión Europea por persona ha aumentado desde

1996 un 40%, tras una fuerte caída de los precios; los europeos consumen casi 26 kg
y se desprenden de unos 11 kg de textiles cada año (Parlamento Europeo, 2022 citado
en Pacheco, Pastor & San Pablo, 2023, p. 439).

5. El descontrol en el manejo de desechos y respuesta a esta problemática

La industria del fast fashion, como se ha mencionado anteriormente, es una de las más
contaminantes en el mundo tanto en sus procesos de producción como en el modelo
capitalista de consumo con el cual funciona. Este capítulo se enfocará en el mal uso o manejo
que se les da a los desechos dentro de la industria, cómo esto ha afectado de manera negativa
al medioambiente, y qué posibles respuestas o soluciones pueden ser aplicadas para disminuir
esta problemática.

27
 5.1 Contaminación en la industria del fast fashion

Los modelos de producción y de funcionamiento de la industria del fast fashion la convierten

en una de las más contaminantes, pues hacen uso de “sustancias químicas tóxicas, su alto
consumo de agua y energía y el empleo de materiales de embalaje no biodegradables” (Escrig
et al., 2015 citado en Grillo-Méndez et al., 2022). De igual manera estos autores mencionan
que:

la elevada huella hídrica que provoca esta industria queda patente en el alto gasto de
agua que requiere la fabricación de la ropa. Además, cada vez se usan más fibras
sintéticas, entre las que destaca el poliéster, presente en cerca del 60% de la ropa
producida, que contamina los ambientes marinos con microfibras de plástico, emite
casi tres veces más dióxido de carbono en su ciclo de vida que el algodón y tarda
décadas en degradarse. Este último dato resulta especialmente preocupante dado que
el 85% de los textiles son desechados en vertederos o incinerados, causando aún más
contaminación. (Grillo Méndez et al., 2022)

La industria de la moda es responsable de la contaminación del 20% del agua potable del
mundo; en el proceso de producción de textiles se hacen lavados y es durante estos que se
liberan microplásticos y se acumulan más de medio millón de estos en los océanos de forma
anual (Parlamento Europeo , 2020). Adicionalmente, uno de los grandes problemas de
contaminación del fast fashion son las consecuencias que crea en la salud de poblaciones y
ecosistemas alrededor del mundo, quienes se pueden ver afectados de manera directa o
indirecta.

Esto muestra los niveles de contaminación que crea la industria de la moda solo en su proceso
de producción de ropa debido a los materiales poco biodegradables que se usan, y esto solo
empeora con la velocidad con la que se producen prendas debido a las tendencias del fast
fashion y el consumismo de la población. Otra consecuencia del modelo de funcionamiento
de la industria de la moda son los vertederos de ropa a causa del mal manejo de desechos; en
el siguiente apartado se tratará este tema a profundidad.

28
 5.2 Vertederos de ropa

Uno de los problemas más grandes dentro de la industria de la moda es el manejo de los
desechos y esto se ve demostrado en la creación de vertederos o basureros de ropa alrededor
del mundo, donde las regiones que presentan la mayor afectación son las ubicadas en el sur
global, países de África y de América Latina se han convertido en los vertederos de basura
de las grandes empresas de ropa, esto cuando las grandes empresas son originarias del norte
global, de Estados Unidos y de Europa: “Impactantes fotos y vídeos documentan las
devastadoras consecuencias para las personas y el medioambiente en países como Kenia y
Tanzania: enormes montañas de basura que contaminan los ríos y el aire” (Greenpeace,
2022).

Se estima que cada año en torno a 990.000 toneladas de textiles van a parar a los
vertederos. Las tasas de reciclaje textil son únicamente en torno a 10-12% de residuos
textiles post-consumo se recoge por separado para su reutilización y/o reciclado, y
menos del 1% de la producción total se recicla en ciclo cerrado (Asirtex, 2019, citado
en Grillo-Méndez, et all, 2022).

Encino & Morene (2023) mencionan que actualmente, la fase de “fin de vida” del ciclo de
vida de la ropa demuestra una baja sostenibilidad, la cual es impulsada por la excesiva
generación de residuos causada tanto por la moda rápida y la ultrarrápida. Solo el 20% de la
ropa se reutiliza o recicla en esta fase de “fin de la vida”, y el resto se deposita en vertederos
o se incinera. El modelo de consumo lineal que se evidencia actualmente en la industria de
la moda no es sostenible2. (Encino & Morone, 2023).

2
Traducción propia del texto SECOND-HAND CLOTHING TRADE: ACHIEVING CIRCULAR ECONOMY
IN THE FASHION SECTOR THROUGH INTERNATIONAL COOPERATION. “Currently, the end-of-life (EoL) phase
in the clothing life cycle demonstrates low sustainability, driven by the excessive waste generation attributable
to fast and ultra-fast fashion. According to some sources, only 20% of clothing is reused or recycled at the EoL,
with the rest deposited in landfills or incinerated. The linear consumption model that is currently evidenced
in the fashion industry is not sustainable.” (Grillo Méndez et al., 2022)

29
En 1989 el término “waste colonialism” o colonialismo del desperdicio se propuso en el
grupo de trabajo del Convenio de Basilia del Programa Ambiental de las Naciones Unidas
“cuando naciones africanas articularon preocupaciones sobre la eliminación de desechos
peligrosos por parte de países con un alto PIB hacia países con un bajo PIB” (Longdon &
Gawande, 2023). Esta “práctica” inició con la idea de que los beneficios económicos serían
lo suficientemente grandes para dejar a un lado los problemas ambientales pero el tiempo
demostró lo contrario, los problemas sociales y ambientales son demasiado grandes y los
beneficios económicos no son relevantes.

Por ejemplo, Ghana es el hogar del segundo mercado de ropa de segunda mano más grande
de África Occidental, donde cada semana llegan más de 15 millones de prendas, de las cuales
el 40% nunca van a estar en condiciones para ser revendidas, destinadas a estar el resto de su
vida contaminando el ambiente local o alimentando incendios en vertederos (Longdon &
Gawande, 2023). Esto se ve como una consecuencia del consumismo excesivo de países del
norte global como los de la Unión Europea o Estados Unidos, quienes exportan desechos de
todo tipo, no solo textiles, también plásticos o electrodomésticos.

El desperdicio de ropa y de textiles se hace visible en diferentes partes del mundo, pero uno
de los lugares con mayor impacto es el vertedero de basura en el desierto de Atacama ubicado
en Chile, “el lugar más seco del mundo se ha convertido en un verdadero cementerio de ropa
usada. Miles de toneladas de desechos textiles –provenientes en su mayoría de Estados
Unidos, Europa o Asia– terminan formando enormes montañas de ropa” (BBC News Mundo,
2022). Esto ha generado grandes problemas tanto ambientales como sociales dentro de la
comunidad cercana al vertedero de ropa.

El impacto ambiental se evidencia principalmente en la contaminación del agua subterránea

cercana al vertedero y la contaminación de los océanos con la llegada de los microplásticos
o el humo tóxico que se desprende con la quema de la ropa, ya sea esta iniciada de manera

30
voluntaria por personas para disminuir el tamaño de las montañas de basura, o por las
temperaturas del desierto que generan los incendios de las prendas (Laucirica, 2022).

Esto requiere que los consumidores sepan cómo deshacerse de sus prendas usadas,
así como que participen en los sistemas de recogida selectiva que tengan disponibles,
y que, a su vez, dichos sistemas separen y clasifiquen los residuos recogidos. Así, la
Fundación Ellen MacArthur (2017) estimó que el 73% de la ropa y de la fibra
producida mundialmente se incineró y que solo el 12% fue reciclada dando lugar a
nuevos productos (Grillo Méndez, et al.,2022)

De igual manera, los efectos y consecuencias sociales se ven presentes en el visible

desperdicio de ropa alrededor del mundo, prendas que están en buen estado y podrían ser
reutilizadas por personas de bajos recursos “miles de prendas desperdiciadas que podrían
evitar que personas pasen frío, cuenten con un mejor calzado o aprovechen recursos que el
mismo sistema deja de lado. Al contrario, se ven camiones con ropa que son vaciados de
manera ilegal” (Laucirica, 2022).

Esta es una situación que ocurre en todos lo vertederos de ropa alrededor del mundo, como
por ejemplo en el vertedero de Kenia, el cual recibe millones de prendas usadas de todas
partes del mundo: “en 2021 se exportaron a Kenia más de 900 millones de prendas usadas
procedentes de todo el mundo. De estas, se desecharon hasta 458 millones, y es probable que
más de 300 millones contuvieran fibras a base de plástico, como poliéster y nailon, materiales
que no se pueden reciclar” (Jiménez, 2023).

La Fundación Changing Markets, menciona que, de estos 900 millones de prendas enviadas
a Kenia, alrededor de 150 millones venían de la Unión Europea y Reino Unido en forma de
donaciones, y dice que "Los países occidentales están utilizando el comercio de segunda
mano como válvula de escape para hacer frente al enorme problema de los residuos de la
moda rápida" (Changing Markets, 2021, citado en, Guinebault, , 2023).

31
Según una decisión tomada en mayo de 2019 por 187 países durante la Conferencia de las
Partes del Convenio de Basilea, “un acuerdo que trata sobre el control de los movimientos
transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación, los países más ricos no pueden
enviar residuos plásticos no reciclables a los países menos ricos” (Blanco, 2023). De esta
manera, es evidente que las empresas de reciclaje disfrazan los desperdicios como donaciones
y comercio de ropa usada a países con menos recursos, por esta razón es necesaria una agenda
internacional que tenga en cuenta que estos países no pueden solucionar esta problemática y
buscar la manera de que los países se hagan cargo de sus propios residuos.

En general, estos vertederos de ropa, creados como consecuencia del consumismo y el fast
fashion, significan un gran daño al medioambiente generado por los desechos de esta
industria, donde un grupo en específico se ve afectado por la irresponsabilidad y mal manejo
de los principales productores de ropa.

Además, estos malos manejos se ven beneficiados por la poca regulación a las importaciones
de ropa en ciertos países, como en Chile donde la ropa entra por la Zona Franca de Iquique3,
donde los productos entran sin necesidad de pagar impuestos, como comercio de ropa de
segunda mano, pero la mitad de esta ropa termina en vertederos en Atacama: “El Servicio
Nacional de Aduanas de Chile registró la entrada de 46.287 toneladas de ropa usada por un
monto de 49,6 millones de dólares CIF (valor del producto, más transporte y seguros). El
ingreso creció más de 50% desde 2018” (Bosqued, 2022). O como el caso de Ghana donde
la ropa también entra como comercio de ropa de segunda mano o donaciones de empresas de
reciclaje y, como se mencionó anteriormente, también terminan en vertederos por su mal
estado.

3
Una zona franca hace referencia a un área geográfica delimitada dentro de un territorio nacional, donde se
realizan actividades de comercio, industriales y de servicios bajo una normatividad especial en materia
tributaria, aduanera y o de comercio exterior (Ministerio de Comercio, 2021)

32
La principal razón por la cual se sigue presentando poca regulación a este comercio de ropa
usada en países menos desarrollados es por el impacto que tiene en su población, pues es un
escenario que genera miles de trabajos en los países receptores:

Un estudio publicado por Oxfam en 2005 concluyó que a pesar del daño a la producción
textil en África subsahariana, la importación de ropa de segunda mano, en general, había
ayudado a la región (…) Además de ofrecer a las comunidades pobres un abastecimiento
barato de ropa, el comercio también ofrece un sustento a cientos de miles de personas,
dice la organización. (BBC, 2015)

Esta situación genera que sea más complicado para los países intentar regular el comercio de
ropa importada, pues afectarían a una parte de la sociedad cuya fuente de sustento es importar
ropa usada. Sin embargo, existen casos donde la regulación de esta importación lleva a la
práctica ilegal de estos mercados de ropa usada, como es en el caso de Bolivia donde el
expresidente Evo Morales prohibió la importación de ropa usada al país en el 2006, pero la
industria siguió funcionando en el país creciendo a gran velocidad ingresando al país de
forma ilegal "Se calcula que unas 8.000 toneladas de ropa usada entran al país cada año, la
mayoría proveniente de Estados Unidos vía Chile. Y 93% de este contrabando está valuado
en más de US$40.000 millones al año" (Kate MacLean, 2013 citado en BBC, 2015). Esto
hace que nazca la pregunta de que tan efectivas son las regulaciones impuestas por los países,
si aún existen vías de acceso alternas para esta industria.

Por otro lado, los verdaderos beneficiados de esta situación son los vendedores informales,
para quienes su fuente de ingresos es importar ropa usada y venderla en sus países de origen.
Como es el caso de Uganda donde “aproximadamente cuatro millones de personas —entre
importadores, distribuidores, vendedores ambulantes o transportistas— están empleados de
alguna manera en la industria de la ropa de segunda mano” (Okot, 2023). A pesar de esto, el
presidente Yoweri Museveni anunció en el 2023 la prohibición de la importación de ropa
usada con el objetivo de incentivar la industria textil local, lo que generó incertidumbre en la

33
población, pues la ropa de segunda mano se vende a un precio más asequible y genera
millones de empleos.

Sin embargo, se ha demostrado que el daño de la venta de ropa de segunda mano causa más
daño a los países que beneficios como es el caso de Ghana el mayor importador de ropa usada
en el mundo “donde la industria local se ha visto afectada de forma negativa: los empleos en
las industrias textil y de ropa cayeron 80% entre 1975 y 2000” (BBC, 2015).

5.3 Alternativas sostenibles

Ahora, es importante mencionar qué alternativas o soluciones existen ante esta situación de
producción y consumo masivo, y al mal manejo que existe frente a estos desechos, y cómo
se podría evitar que esta situación siga ocurriendo en el futuro. Para esto, se trae a colación
el método de economía y moda circular, el cual podría funcionar como un punto de partida
para buscar soluciones sostenibles dentro de la industria del fast fahion.

5.3.1 Economía y moda circular como método alternativo de producción y

consumo en la industria del fast fashion

En la actualidad, la conversación alrededor del medioambiente ha tomado más fuerza

y la industria de la moda también hace parte de esta conversación como una industria
que aporta a los niveles de contaminación; la respuesta o solución que se ha
mencionado en la industria de la moda es la moda sostenible. Por el término de moda
sostenible se entiende que es aquella que “simboliza que durante el desarrollo y uso de una
prenda no se hizo daño a las personas ni al planeta, y que incluso puedan mejorar el bienestar
de las gentes que interactúan con ellas y también en el ambiente en que se desarrollaron y
son usadas” (Gardetti, 2018 citado en Pacheco, Pastor, & San Pablo, 2023, p. 437). La moda
circular se presenta como una alternativa de producción para disminuir la contaminanción y
aplicar la moda sostenible.

34
 5.3.2 Economía y moda circular

Como respuesta o alternativa al modelo de la economía lineal, se introdujo la idea de la

economía circular, en la cual el modelo de producción se fundamenta en generar el “menor
impacto medioambiental posible (…) tiene en cuenta que su sistema de producción deje la
menor huella en el planeta. Para poder llevar a cabo este modelo sostenible, la economía
circular se basa en tres ejes: reducir, reutilizar y reciclar” (Santander, 2021)

Imagen 3: Economía Circular

Fuente: Santander, 2021

La base clave de este modelo es la sostenibilidad, pues tiene en cuenta que los modelos
tradicionales no tienen como prioridad el daño que se genera en el medioambiente. Los
principios fundamentales de la economía circular “promueven que la fabricación de
productos conlleve minimizar la energía utilizada y que provenga de fuentes renovables, el
uso de materias primas no contaminantes, que la vida útil no sea limitada, la posibilidad de
reparación y que sean reciclables” (Santander, 2021).

35
Siguiendo con el ideal de la economía circular, el modelo de la moda circular tiene las mismas
bases, el cuidado del medioambiente y la sostenibilidad, y se define como sistema de
producción basado en la economía circular, que busca optimizar los procesos creativos y
productivos, promoviendo el uso consciente y racional de recursos tanto naturales como
humanos, para reducir el impacto y desperdicio realizado sobre el medio ambiente (Rey,
2020).

En la actualidad, el fast fashion compite con la idea del slow fashion, concepto que hace
referencia a la forma de producir ropa con una consciencia ambiental responsable, y donde
se integran las bases del modelo de la moda lineal. La importancia de estos modelos de
producción se encuentra en que debido al daño ambiental que existe en la actualidad, es
necesario pasar a modelos que giren alrededor de una consciencia ambiental, y la industria
de la moda debe empezar a girar hacia estas formas de producción sostenibles: “… distintas
técnicas o formas de producir prendas como el supra reciclaje, el zero waste o residuo cero o
el comercio justo, se integran al modelo de moda circular, para sentar nuevas bases en el
diseño y producción de prendas” (Rey, 2020). Sin embargo, es necesario tener en cuenta que
los materiales sostenibles o que son más amigables con el medioambiente, siguen generando
un pequeño daño ambiental y son de un alto nivel económico, por lo cual es más complicado
que empresas pequeñas se adapten a estos modelos sin afectar su funcionamiento.

A pesar de esto, son estos modelos de economía circular y de moda circular los que se
presentan como la mejor alternativa para cambiar los modelos de producción actuales, debido
a que los modelos circulares logran incorporar los factores ambientales que son ignorados en
los modelos lineales, y les da la importancia y prioridad que se necesita para que la industria
de la moda pueda seguir produciendo, teniendo en cuenta los problemas ambientales que
existen en la actualidad.

5.4 Respuesta de países

Teniendo en cuenta que la crisis medioambiental afecta a todos los países, es de esperar que
los Estados busquen soluciones a la situación de los vertederos y la forma de producir de las
empresas dentro del fast fashion. El Parlamento Europeo presentó en el 2022 un paquete de

36
propuestas del Pacto Verde Europeo donde mencionan que se debe adoptar una “nueva
estrategia para hacer que los textiles sean más duraderos, reparables, reutilizables y
reciclables a fin de luchar contra la moda rápida, la basura textil y la destrucción de los
productos textiles no vendidos” (Comisión Europea, 2022). De esta manera, se busca que
para el 2030 las prendas que circulen en la Unión Europea estén hechas de materiales
sostenibles y que sean más fáciles de reciclar. La Comisión Europea menciona que es
necesario que los textiles:

sean de larga duración y reciclables y estén fabricados en la medida de lo posible con

fibras recicladas, sin sustancias peligrosas y producidos respetando los derechos
sociales y el medio ambiente. Los consumidores disfrutarán durante más tiempo de
unos productos textiles de alta calidad, la moda rápida debería estar pasada de moda
y debería haber amplia disponibilidad de servicios de reutilización y reparación
rentables. (Comisión Europea, 2022)

También, en el 2019 se creó la Alianza de las Naciones Unidas para la moda sostenible por
parte de la Asamblea de la ONU para el medioambiente “La Alianza está mejorando la
colaboración entre las agencias de las Naciones Unidas al analizar sus esfuerzos para hacer
que la moda sea sostenible, identificar soluciones y vacíos en sus acciones y presentar estos
hallazgos a los gobiernos para activar las políticas necesarias” (ONU Medioambiente, 2019).
Esta iniciativa por parte de las Naciones Unidas demuestra el compromiso de la comunidad
internacional por darle la relevancia pertinente a esta problemática y de buscar una solución.

Sin embargo, prácticas como el greenwashing obstaculizan la sostenibilidad dentro de la

industria de la moda al intentar vender algo que no es realmente amigable con el
medioambiente; el greenwashing se presenta cuando “las empresas representan de manera
incorrecta sus contribuciones medioambientales, apuntando a conseguir beneficios sin

37
ningún esfuerzo o inversión substancial” (Sajid, Zakkariya, Suki, & Islam, 2024)4. Es decir,
es una estrategia de publicidad aplicada por algunas empresas para verse como sostenibles
frente a los consumidores cuando en realidad no han cambiado sustancialmente sus prácticas
anti ambientales.

Esta práctica es utilizada por diferentes industrias en mundo como la petrolera, pero para
este trabajo se hará énfasis en las estrategias realizadas por empresas dentro de la industria
del fast fashion “Algunas empresas han sido denunciadas por emplear greenwashing en sus
campañas de marketing, como Inditex, H&M, Primark, Nike, Adidas, New Balance, Gucci,
Dolce & Gabbana, Lacoste, Decathlon, Asos, Boohoo, etc” (Fashion Revolution, 2023). De
esta manera, H&M, Bershka o Inditex, famosas empresas de fast fahion, han empezado a
sacar líneas o colecciones de ropa y accesorios sostenibles, sin embargo, estas mismas
empresas han sido denunciadas por hacer greenwhasing en sus prácticas de mercadeo, las
cuales están destinadas a “crear una imagen ilusoria de responsabilidad ecológica y de
sostenibilidad medioambiental por parte de una empresa (…) estas empresas usan términos
como “consciente”, “orgánico”, “eco” o “sustentable” para definir sus productos aunque sus
maneras sigan siendo abusivas y contaminantes” (Sesmero, 2023).

Un ejemplo claro es el de la colección Consciuous de H&M la cual fue criticada por la

Autoridad del Consumidor de Noruega por hacer publicidad engañosa. Elisabeth Lier
Haugseth, directora de la autoridad noruega aseguro en el 2019 que:

Consideramos las afirmaciones de H&M engañosas, no falsas. De acuerdo con la ley

de marketing noruega, las afirmaciones sobre las principales cualidades de un artículo

4
Traducción propia del texto When going green goes wrong: “The effects of greenwashing on brand avoidance
and negative word-of-mouth: These firms inaccurately represent their environmental contributions, aiming to
garner benefits without substantial investment or effort.” (Sajid, Zakkariya, Suki & Islam, 2024)

38
 deben ser accesibles y comprensibles fácilmente por el consumidor. Afirmar que un
producto es sostenible cuando no está claro qué en particular lo hace así es, en la
mayoría de los casos, engañoso. Dado que H&M no brinda información precisa al
consumidor de por qué tienen etiqueta Conscious, concluimos que los consumidores
tienen la impresión de que son más sostenibles de lo que realmente son. (Chávez,
2022)

Además, la colección de Innovation Circular Design Story, también de H&M, se basa en

prendas hechas de monomateriales para facilitar su reciclaje, sin embargo, el principal
material era el poliéster reciclado, el cual, al igual que el poliéster convencional, se deriva de
materiales de fuentes fósiles los cuales son de las principales causas del cambio climático.
(Chávez, 2022).

Como estas, más prácticas de greenwashing son implementadas por diferentes empresas,
razón por la cual es difícil para los consumidores saber si en realidad están haciendo compras
sostenibles, y es un problema que desacelera el giro hacia una economía y moda circular.

La solución para que las empresas dejen de utilizar esta práctica es por medio de la
regulación por parte de los gobiernos sobre los materiales y niveles de contaminación de las
empresas, y que los consumidores sean consientes de estas prácticas, las denuncien y busquen
alternativas realmente sostenibles (Chavéz, 2023, citada en Sesmero, 2023).

Un claro ejemplo de regulaciones por parte de los Estados es el caso de España, el cual
mediante a la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados que involucran a la industria
textil española, se están imponiendo nuevas reglas para el control del desperdicio. La Ley
7/2022 menciona:

Las marcas deberán pensar en la donación, alquiler, reparación, venta de ropa de

segunda mano, customización, etc. En el caso de no decantarse por estos nuevos
modelos de negocio, deberán pensar dónde y cómo van a deshacerse, empaquetar
y/o gestionar esos residuos, sin enviarlos a vertederos, otros países, etc. También

39
 deberían pensar en el ecodiseño, para no desperdiciar los restos de prototipos y
demás. La tecnología también ayudará a poder introducir de nuevo en la cadena
de producción aquellos tejidos que no estén mezclados y puedan dar lugar a
nuevas prendas: reciclaje textil. (Sesmero, 2022, negrilla es original del autor)

De esta manera, países de Europa como Francia y Suiza han firmado pactos donde se
comprometen junto a empresas de fast fashion a trabajar en conjunto para buscar soluciones,
sin embargo, hasta que no exista un mayor compromiso por parte de las empresas y
regulaciones más fuerte por medio de los Estados, una solución no está en el futuro cercano.
Además, estas regulaciones también se deben ver en las organizaciones de donaciones de
ropa, como es en el caso de Estados Unidos, quien, por medio de incentivos como
deducciones de impuestos, le pide a la población que done prendas a organizaciones
benéficas (Parmar, 2020).

Por ejemplo, Francia aprobó un proyecto de ley que penaliza a las empresas del fast fashion
“El proyecto de ley prevé aumentar gradualmente las sanciones hasta 10 euros (US$ 11) por
prenda individual de aquí hasta 2030, así como prohibir la publicidad de este tipo de
productos” (Holland, 2024). Esta acción, que deberá ser aprobada por el Senado francés,
tiene como objetivo disminuir el impacto ambiental causado por las prendas de fast fashion,
a la vez que el ministro de Medioambiente de Francia dijo que “propondría a la Unión
Europea prohibir las exportaciones de ropa usada, en un intento por abordar el
empeoramiento del problema de los desechos textiles” (Holland, 2024). Esta acción tomada
por el Congreso francés debe servir como modelo a seguir para demás países para disminuir
el impacto de estas empresas sobre el medioambiente.

En la actualidad, existen varias entidades que regulan las prácticas de fast fashion de las
empresas como Federal Trade Comission en Estados Unidos la cual es una agencia
gubernamental que protege a los consumidores y promueve la justa competencia; o
International Consumer Protection and Enforcement Network (ICPEN) la cual es una red de
más de 70 países del mundo que trabajan para combatir la publicidad engañosa de diferentes
empresas; Greenpeace es una ONG que tiene como objetivo investigar y analizar campañas

40
para denunciar greenwashing y promover la sostenibilidad (Arnould, s.f.). Para lograr
combatir esta problemática del greenwashing, es necesario que estas entidades logren regular
de manera efectiva todas las campañas de greenwashing, al igual que los consumidores
puedan denunciar cuando vean estas prácticas por parte de las empresas.

Sin embargo, como se mencionó anteriormente, las donaciones a veces solo fomentan el
aumento de los niveles de los vertederos en demás países, por eso es necesario que las
organizaciones encargadas de esto y que los Estados tengan regulaciones estrictas sobre que
ropa está en buenas condiciones para exportación, como sería el caso de la organización
Trans-America Trading Company, la cual es la organización más grande de Estados Unidos
que promueve la sostenibilidad pues “separa manualmente los textiles en 300 categorías
según el artículo, el tamaño y contenido de fibra. Esto asegura la eficiencia y permite donar
una amplia variedad de textiles; una vez más reduciendo la cantidad de prendas que terminan
en vertederos” (Parmar, 2020). Este es un buen ejemplo por seguir para las demás
organizaciones para regular las prendas que pueden ir a otros países a tiendas de segunda
mano sin crear más vertederos de ropa.

Por otro lado, también se han empezado a implementar algunas regulaciones por parte de
países que son receptores o posibles receptores de toneladas de ropa usada, como en
Argentina, donde por medio del Decreto 337 del 2017 del Ministerio de Producción se
dispone la “prohibición por el término de cinco años, de la importación para consumo de las
mercaderías usadas (…) establece una excepción respecto a las donaciones de ropa usada
hechas a favor de determinadas personas jurídicas tales como el Estado, Iglesia, etc” (Calvo
& Williams, 2022).

Otro ejemplo importante es el de Chile, pues al ser uno de los mayores importadores de ropa
del mundo y siendo el hogar del vertedero más grande de ropa, las medidas que tome el país
son de gran relevancia, por eso mismo en 2021, la ministra de Medioambiente de Chile,

41
Carolina Schmidt, anunció que la industria textil sería incluida en la ley REP5, lo cual
significa que se “establecerá obligaciones a las compañías que importan ropa y otros
productos textiles a hacerse cargo de los residuos que generan cuando terminen su vida útil
a través de la valorización de estos elementos” (Ministerio del Medioambiente, 2021). Este
tipo de leyes ayudan a pasar la responsabilidad del manejo de residuos a los países creadores
de estos residuos, haciendo más justo para los demás países las consecuencias
medioambientales que se han venido afrontando en el tiempo.

Sin embargo, como se mencionó anteriormente, las regulaciones que implementan los países
no representan una solución viable pues el mercado de ropa de segunda mano sigue
existiendo, como es en el caso de Bolivia. Esta situación es consecuencia de la asequibilidad
de estas prendas para los consumidores; pero esto representa un gran daño a la industria
nacional “Según Greenpeace, la práctica de reventa de ropa de segunda es muy
perjudicial para las economías locales que ven cómo la ropa usada “barata” europea, que
inunda los mercadillos de numerosos países, impide el desarrollo de una industria textil
local” (El Colombiano, 2023, la negrilla es original del autor). Teniendo esto en cuenta, los
gobiernos deberían crear incentivos para consumir de la industria textil local y lograr
restringir con éxito la venta de ropa importada.

6. Capítulo 4: Conclusiones

Dando respuesta a la pregunta de investigación planteada al inicio de este trabajo “¿Cuáles

son las consecuencias que la industria del fast fashion tiene sobre el medio ambiente, en
particular con relación al consumismo y a la regulación del manejo de desechos?”, se puede
concluir que las consecuencias medioambientales de la industria del fast fashion van desde
el desperdicio de agua en los procesos de producción hasta el mal manejo de desechos que
terminan creando vertederos ilegales en diferentes partes del mundo, y son las tendencias
consumistas de la sociedad capitalista lo que ha causado que se llegue al nivel de

5
La Ley REP hace referencia a Responsabilidad Extendida del Productor y hace parte de la Ley 20920 la cual
Establece Marco para la Gestión de Residuos, la Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al
Reciclaje (Ministerio del Medioambiente, 2021)

42
contaminación que existe en la actualidad. La industria del fast fashion funciona bajo
tendencias de producción masiva sin tener en cuenta la calidad de los materiales utilizados y
cómo estos afectan al medioambiente, esto se une con el consumo masivo, la falta de
consciencia de la sociedad al momento de desechar la ropa y la falta de regulación que existe
alrededor de este fenómeno, causando así el surgimiento de vertederos de ropa ilegal en
países con menos herramientas para enfrentar las consecuencias medioambientales como
Chile, Ghana y Kenia.

Además, teniendo en cuenta el primer objetivo específico de esta investigación, explicar qué
es la industria del fast fashion y cuál es su papel dentro de la escena global actual, se puede
entender que esta industria es una que tiene sus bases en la producción masiva de ropa en un
corto periodo de tiempo. Su importancia en la actualidad está en que hace parte de una de las
industrias más contaminantes como lo es la industria de la moda, y la manera de producir del
fast fashion no es sostenible con el medioambiente, por lo cual llama la atención del escenario
internacional teniendo en cuenta la creciente relevancia que ha tenido en los últimos años el
cuidado del medio ambiente.

Continuamente, teniendo en cuenta el segundo objetivo general, se logra determinar las

tendencias actuales del consumismo en la sociedad, las cuales se explican por el sistema
capitalista mediante el cual se dictan las normas económicas, sociales y políticas. El
consumismo masivo es la principal razón de la existencia de la industria del fast fashion, y
la baja consciencia dentro de la población respecto al medioambiente es lo que genera el mal
manejo de los desechos, pues no se le da la importancia necesaria al reciclaje o a comprar
prendas de mejor calidad y sostenibles. Por esta razón, el consumo sostenible, basándose en
un modelo circular, es la solución más viable pues es la única forma por la cual “se lograría
desvincular el crecimiento económico del daño medioambiental. Esto, a su vez, impulsaría
la idea de desarrollo basado no solo en el crecimiento económico. Por tanto, es fundamental
reconocer quiénes realmente pagan el costo de una prenda de ropa” (Dan Archer et al., 2017,
citado en Ferreira, 2023).

43
Sin embargo, se puede ver cómo en los últimos años estas tendencias han cambiado, y la
consciencia ambiental ha aumentado entre los consumidores y existe un conocimiento común
hacia el daño ambiental que crea la industria del fast fashion, lo que ha llevado al aumento
de la compra de ropa de segunda mano, al surgimiento de empresas sostenibles y a pedirle a
las empresas tradicionales de fast fashion que cambien sus modelos de producción hacia un
modelo circular donde se priorice el medioambiente.

Por otro lado, respecto al tercer objetivo general, se logran identificar las consecuencias
medioambientales de la industria del fast fashion, especialmente en los desechos generados;
se evidencia la creación de vertederos ilegales de ropa en diferentes partes del mundo y cómo
estos están ubicados en países que no tienen los recursos para mitigar el daño ambiental. El
mal manejo de los desechos por parte de las empresas y Estados es una de las problemáticas
más grandes dentro de la industria de la moda, pues los materiales que se usan en las prendas
son poco biodegradables, y la quema de ropa se convierte en la única solución para limpiar
terrenos, lo cual genera tanto daños ambientales como en la salud de las personas. El principal
problema de estos vertederos de ropa es que las probabilidades de que se logren limpiar son
muy bajas, por esta razón lo que se debe buscar es que no aumenten su volumen.

Por lo tanto, teniendo en cuenta el cuarto objetivo general, se debe analizar la importancia de
crear una agenda dentro del sistema internacional, mediante la cual se creen leyes que tengan
como objetivo la preservación y cuidado del medioambiente. El rol de los Estados para
solucionar esta problemática termina siendo de gran importancia, pues se deben crear leyes
y regulaciones a la industria textil respecto a los modelos de producción y respecto a las
exportaciones de ropa usada hacia países. A pesar de que se han creado regulaciones de
exportación de ropa, aún existen espacios por donde la ropa usada logra entrar a países por
medio de organizaciones benéficas, donde un gran porcentaje de la ropa donada es de buena
calidad, pero otro porcentaje es de ropa que no puede ser usada y termina en los vertederos.
Por esta razón, las regulaciones que han implementado ciertos países son de gran importancia
y los organismos internacionales deben asegurar que sean cumplidas. De igual manera, las
entidades que tienen como objetivo regular y denunciar las prácticas de greenwashing deben

44
ser más eficientes y rigurosas para que ninguna empresa pueda seguir con estos métodos de
publicidad engañosa.

Dentro de las limitaciones de esta investigación está el saber la efectividad de algunas de las
regulaciones propuestas por ciertos países de mano con empresas textiles para mejorar la
forma de producir ropa y de reducir los desechos, esto debido a que son regulaciones de las
cuales no se tienen resultados claros, pues como en el caso de Bolivia la ropa sigue
ingresando de manera ilegal generando un problema para entender la efectividad de las
regulaciones.

El compromiso por parte de actores internacionales y de las empresas textiles de cumplir con
las regulaciones que se han impuesto se debe garantizar, pues a pesar de que se incentiva la
adopción de modelos sostenibles, prácticas como el greenwashing por parte de las empresas
solo lleva a que se cree una ilusión de sostenibilidad y reciclaje, mientras se continúa
causando un daño ambiental a niveles abrumadores.

Finalmente, es importante entender al medioambiente como fuente principal de vida y sin el

cual el ser humano no puede existir, por eso es necesario señalar los daños que la industria
del fast fashion causa al ambiente, al igual que el sistema capitalista incentiva el consumo de
las personas, lo que ha llevado al consumo masivo y la duración de esta industria. Frente al
objetivo general de la investigación se puede decir que una de las consecuencias
medioambientales de la industria del fast fashion que están relacionadas principalmente con
el consumismo y el manejo de desechos, son los vertederos ilegales de ropa, los cuales han
causado daños ambientales en países que no deberían afrontar estas consecuencias.

Las soluciones más viables son: por parte de la sociedad consumista, girar hacia un modelo
de consumo sostenible, y por parte de actores internacionales como Estados u organizaciones,
implementar y garantizar leyes y regulaciones hacia las empresas de moda, para que de esta
manera giren hacia un modelo circular donde las prendas puedan ser recicladas y sean
sostenibles. El modelo de economía y moda circular se posiciona como la mejor solución
para el problema de consumo masivo y manejo de desechos, pero hasta que su

45
implementación no sea efectiva es necesario buscar otras alternativas como campañas que
aumenten la consciencia ambiental en la población que lleve a un menor consumo de ropa.

46
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