Antecedentes de La Comuna

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

A la llegada de los conquistadores, la región era conocida por los indios como la tierra de Renca,

una planta silvestre muy abundantes, en ese entonces, era pequeña rodeada de hojas dentadas y
carnosas, provistas de espinas que crecían muy apegada al suelo, en lomas y vegas como
pequeños soles verdes.

El historiador Alberto Medina, afirma que las tierras de Renca, junto con las de Conchalí, fueron
ampliamente y por muchos años disputadas entre Españoles e Indígena. Estos últimos valiéndose
de diversas argucias, cambiaron las situaciones de los Españoles de fundar Santiago al lado Norte
del Río Mapocho. Dicho lugar era considerado por los Indios, como la tierra fértil y militarmente
estratégico por contar con barreras de tipo natural para defenderse de los españoles; los cuales
eran: el Cerro de Renca, el Cerro San Cristóbal y el Río Mapocho.

Las tierras pertenecían al Curaca (señor de la tierra), Quilacan, el que con su gente fue uno de los
principales opositores a Pedro de Valdivia, participando en las huestes que el 11 de Septiembre de
1541 destruyeron la naciente ciudad de Santiago a sangre y fuego.

Quilacan junto a Batucura (llamado también Vitacura) fue de los jefes nativos que degolló Inés de
Suárez en la en la infernal noche de la destrucción de Santiago.

Con el correr de los años, Valdivia, adjudico partes de las tierras de Renca a varios de sus soldados,
entre los primeros dueños se cuenta: Fernan Rojas y Hernando Vallejos. Posteriormente, en las
actas del cabildo de Santiago, el escribano Luis Cartagena consignó que se le entregaron tierras de
Renca a Ortiz Jerez ; García Hernández; Rodrigo de Araya; Gaspar de Orense y otros más. Este
reparto fue entre los años 1541 y 1547.

En los albores de la colonia, Renca ya era un lugar de agrado para los españoles y Criollos
adinerados. Las quintas y chacras proveían frutas y verduras de gran calidad y en mucha
abundancia.

En las tierra de Renca se establecieron las primeras encomiendas, pero los españoles no tenían
mucho interés en explotarlas y solo querían indios para buscar oro. Pese a que los indios no se
dejaban dominar, Inés de Suárez, mujer con mucha historia en esta región ( La tradición índica que
unos viejos olmos en la calle Balmaceda y Domingo Santa María, fueron plantados por la española)
contribuyó a su pacificación, a través de la evangelización, apoyada por los JESUITAS, que se
establecieron en Renca. Esta labor se vio realzadas por la veneración que se hizo del “Señor
Crucificado”, un tronco de espino con la exacta forma de Cristo en la Cruz, que unos indígenas
encontraron cerca de Limache.
Parroquia “El Señor de Renca”

La historia de nuestra comuna no se entiende sin la parroquia “El Señor de Renca” la que fue
creada el 14 de Septiembre de 1662, siendo la séptima más antigua. Si construcción sufrió varios
incendios, por lo que no guarda nada antiguo, salvo las campanas.

Cuenta la leyenda que por el año 1636, en Limache, un indio ciego, del que no se conserva
nombre, fue a cortar espinos. Al golpe del hacha, saltaron gotas de savia en sus ojos y al instante
recobró la vista y pudo contemplar un perfecto Cristo que aparecía en la hendidura de la madera.
En Limache se construyó una capilla para albergarlo que rápidamente se vio multitudinariamente
visitada. Es por eso que en 1719 se traslada la imagen a la Parroquia en Renca, pues la capilla de
Limache estaba dentro de sus limites parroquiales. Desde ese momento el Cristo de Espino
comienza a ser llamado como el “Divino Señor de Renca” es por ello, que la antigua Parroquia de
Renca ha conservado el nombre de “El señor de Renca”.

En el lugar donde hoy funciona el actual edificio municipal, los colonizadores incásicos habían
establecido un Tambo (especie de posada), done los viajeros que venían del Cuzco o del otro lado
de la Cordillera de los Andes, podían comercializar, abastecerse de víveres y hasta contaban con
un curandero que atendía a los enfermos.

En el lugar denominado La Punta, se estableció un predio de la Compañia de Jesús, que aparte del
Monasterio, fue una verdadera Escuela de Artesanos, donde salieron: ornamentos, cuadros,
imágenes religiosas y estructuras metálicas, como campanas y rejas. En 1700, la chacra de San
José, fue sede del Lazareto, que se erigió para los apestados de cólera y tifus, lo que puso una nota
ingrata a la Región.

Con el correr de los años, dichas mercedes de tierra se transformaron en chacras de veraneo de
españoles y criollos, que atraídos por la belleza natural del paisaje y por las bondades de la tierra,
que gracias a un abundante regadío y a los canales construidos por los indígenas, numerosos
rancheríos se iban formando en torno a estas villas, las que aumentaron en forma significativa al
construirse el Puente Cal y Canto, en 1779, que conecto el área norte con Santiago.

Anteriormente, el paso era a través del río, a pie, o a caballo; previo pago de un peaje. Esta
facilidad en el acceso abrió una nueva etapa de crecimiento aún más con la construcción del
Ferrocarril a Valparaíso en 1863 y que dio lugar a núcleos importantes de viviendas que rodearon
la estación.
Renca industrial

Posteriormente, con la construcción de la Panamericana Norte, la comuna comenzó a poblarse de


un número de industrias, formándose así el "Cordón Industrial Panamericana Norte". La carretera
contribuyo a unir Santiago con la comuna de Renca, y hacer más expedito el tránsito entre ambas.

Alrededor de los 50, comenzó a poblarse más intensamente la comuna. Existían bastantes
terrenos y la agricultura no tenía la misma importancia del principio. Fue así como se expropiaron
algunos fundos para construcción de viviendas, como también algunas familias comenzaron a
instalarse por su propia cuenta en terrenos desocupados.

Las primeras construcciones estatales de viviendas, fueron en el sector Juan Antonio Ríos, hoy
corredor de Independencia, (casa, Departamentos construidos por la CORVI), alrededor del año
1955; la población Bulnes, Infante, Illanes, Matucana y otras.

El poblamiento comenzó desde panamericana hacia el poniente. La urbanización en este tiempo


prácticamente no existía y recién se comenzaban trabajos al respecto, como electrificación,
pavimentación, etc.

Industrias importantes como la C.C.U., Hirmas y Caupolicán, construyeron viviendas en convenio


con sus trabajadores.

Más adelante en 1969, comenzaron las primeras tomas de terreno. Se recuerda que la primera
toma fue a la viña El Carmen, los pobladores provenían de diferentes puntos de la ciudad de
Santiago, y le dieron por nombre población Primero de Mayo. Fue una de las tomas más
importantes ya que de ahí salieron otras poblaciones como José Cardjin, Lo Negrete y Villa El
Salvador.

La comuna continuó poblándose a partir de nuevas tomas, Comités de Vivienda y Cooperativas, en


los años 1970 y 1971. Así nacieron las poblaciones Huamachuco 2, Cerro Colorado, Villa Manuel
Rodríguez, Villa Esperanza y otras. Los nuevos habitantes correspondían generalmente a
poblaciones obreras, ya sea que trabajaba fuera de la comuna o dentro de ella, a medida que
instalaban más industrias.

El centro comunal, tanto cívico como comercial, continuaba quedando hacía el poniente de la
Panamericana, en la Plaza Principal y sus alrededores. Ahí se ubicaron inicialmente la
Municipalidad, la Iglesia, los Servicios Públicos y gran parte del comercio.
El periódico más antiguo que existió en la comuna del cual se tiene conocimiento fue " La Comuna
de Renca", de circulación mensual, fundado en junio de 1895. Luego en 1904, se fundó "El
Progreso", periódico de circulación semanal, dependiente del partido Liberal. Otros periódicos
fueron: "El pueblo", fundado en 1919, "La voz del Pueblo de Renca", en 1905, " La Verdad", en
1926, "El Cerro", en 1951, "El Panamericano" en 1959, " La Voz de Renca" en 1965. LA mayoría de
ellos tuvieron una corta vida. Al parecer el primero y más antiguo fue el tuvo mayor duración,
cerca de 5 años.

Últimamente se ha perdido el carácter de pueblo rural que tenía Renca, incorporándose ésta cada
vez más a la vida urbana Santiaguina. No hace más de 10 años que existía todavía el Fundo "Lo
Velásquez", el cual fue vendido por sus dueños y más tarde declarado zona de expansión urbana,
territorio ocupado actualmente por viviendas sociales correspondientes a erradicaciones entre los
años 1980 y 1984. Aun se conserva la casa patronal de dicho fundo, "Parque Varas", actualmente
de propiedad municipal.

Hasta hoy se celebra la tradicional fiesta folclórico y religiosa de "Cuasimodo" y otras actividades
tradicionales.

También podría gustarte