Consumo de Sustancias en Adolescentes
Consumo de Sustancias en Adolescentes
Consumo de Sustancias en Adolescentes
1.ANÁLISIS DE SITUACIÓN:
El uso y abuso de sustancias adictivas en México constituye un complejo
fenómeno que tiene consecuencias adversas en la salud individual,
integración familiar y en el desarrollo y la estabilidad social, aunque en la
actualidad toda la sociedad está expuesta a las drogas, hay grupos más
vulnerables que otros como los niños y los jóvenes, quienes pueden truncar
su posibilidad de desarrollo personal y de realizar proyectos positivos de
vida
El consumo de sustancias entre jóvenes y adolescentes representa un
importante problema de salud que se relaciona con lesiones y accidentes
graves, discapacidad, trastornos por consumo de sustancias y otros
trastornos psiquiátricos, ideación y conducta suicida, conductas sexuales de
riesgo, entre otros. Se trata de un problema de salud pública que se ha
incrementado de manera considerable en los últimos años.
Los trastornos por consumo de sustancias, así como otros trastornos
mentales, son comunes y a menudo persistentes, y muchos emergen en la
vida temprana; sin embargo, se ha dado menor atención a estos
padecimientos en niños y adolescentes en comparación con los adultos,
aunque éstos son la principal causa de discapacidad en adolescentes.
De manera que el consumo de sustancias en los adolescentes y jóvenes
menores de 24 años de edad representa un problema de salud pública de
gran importancia en todo el mundo; distintos organismos públicos y privados
han invertido esfuerzos para estudiar este creciente fenómeno de salud.
Factores de riesgo.
Diversos reportes científicos señalan que los adolescentes y jóvenes entre
13 y 25 años tienen mayor vulnerabilidad y riesgo de consumir sustancias
de abuso, lo que los lleva a padecer otros problemas biopsicosociales
relacionados con el consumo. Los adolescentes tienen este elevado riesgo
debido a que son influenciados por una compleja interacción entre diversos
aspectos biopsicosociales. Por ejemplo, la inmadurez neurobiológica que
implica que sean impulsivos y tiendan a mostrar actitudes temerarias, así
como constantes errores de juicio que pueden considerarse “normales”
dentro del proceso de desarrollo del adolescente.
Sin embargo, esta característica del desarrollo de los adolescentes los hace
más vulnerables porque la conducta impulsiva los coloca en situaciones de
riesgo en las que pueden tener deficiencia en el manejo de las emociones y
en la toma de decisiones, ejerciendo escasas conductas de autocuidado,
especialmente en situaciones de presión social ejercida por el grupo de
pares. Ante este escenario el consumo de sustancias de abuso incrementa
el riesgo de desenlaces nocivos para la salud del adolescente, tal como lo
señalan las altas tasas de accidentes automovilísticos, riñas callejeras y
sobredosis que pueden provocar lesiones graves y la muerte.
El consumo de sustancias entre los adolescentes puede ir desde la
experimentación a trastornos graves por consumo de sustancias. Todo el
consumo de sustancias, incluso el consumo experimental, pone a los
adolescentes en riesgo de sufrir problemas a corto plazo, tales como
accidentes, peleas, actividad sexual no deseada y sobredosis.
El consumo de sustancias también altera el desarrollo cerebral de los
adolescentes. Los adolescentes son vulnerables a los efectos del consumo
de sustancias y corren un mayor riesgo de desarrollar consecuencias a
largo plazo, como trastornos de salud mental, bajo rendimiento en la
escuela, un trastorno por consumo de sustancias y mayores tasas de
adicción, si consumen regularmente alcohol, cannabis (marihuana), nicotina
u otras drogas durante la adolescencia.
En la sociedad moderna, el consumo de sustancias es una manera fácil
para los adolescentes de satisfacer la necesidad normal de desarrollo que
inclina a asumir riesgos y buscar emociones. No es sorprendente que el
consumo de sustancias sea frecuente cuando los adolescentes crecen, y
muchos adolescentes prueban el alcohol antes de graduarse de la
secundaria.
El consumo recurrente o continuo de sustancias es mucho menos frecuente,
pero incluso el consumo ocasional de sustancias es arriesgado y no debe
ser trivializado, ignorado o permitido por los adultos. Las actitudes de los
padres y el ejemplo que dan con respecto al consumo de alcohol, tabaco,
fármacos y otras sustancias ejercen una poderosa influencia en el
adolescente.
La pandemia de la COVID-19 tuvo un impacto variable sobre el consumo de
sustancias en los adolescentes. Durante los periodos de permanencia en el
hogar, la tasa de adolescentes que comenzaron a consumir sustancias
disminuyó, pero, al mismo tiempo, la tasa de consumo excesivo aumentó
porque algunos adolescentes que ya consumían sustancias aumentaron su
uso como mecanismo para lidiar con el estrés.
Problemática general
El uso de las sustancias psicoactivas representa un problema que
ha progresado en las últimas décadas afectando a gran parte de la
población más vulnerable, en este caso los adolescentes y jóvenes.
Problemática específica. De acuerdo al portal de la Secretaría de Salud de
México el uso y abuso de sustancias adictivas constituye un complejo
fenómeno que tiene consecuencias adversas en la salud individual, en la
integración familiar, en el desarrollo y la estabilidad social.
Para tener un panorama claro en nuestro país, Tapia, Villalobos, Valera,
Cadena, & Ramírez (2017) en su libro Adicciones en el Adolescente
Prevención y Atención desde un enfoque Holístico mencionan que, en
México, más de 32 millones personas entre 12 y 65 años consumen alcohol,
el 26% de la población consume tabaco y cerca de 2 millones 700 mil
personas de 12 a 65 años han consumido drogas ilegales alguna vez en
su vida. Asimismo, poco más de 3 millones 500 mil personas de entre 12 y
17 años de edad consumieron alcohol; del 26% de la población de ese
grupo, por cada mujer hay 1.4 varones.
Ha habido un incremento en el consumo de alcohol de 9% para la población
de 15 años (CIJ, 2009, 2007). La información que se presenta a
continuación, fue obtenida de la encuesta Nacional de Adicciones (ENA,
2008), realizada en conjunto por la Secretaría de Salud y El Consejo
Nacional contra las Adicciones en México.
En promedio, la edad en que esto sucede es a los 14 años de edad y el
88.4% refirieron continuar con el consumo de la droga de inicio referida. La
droga de inicio de mayor frecuencia relativa fue el alcohol con 50.1%,
seguido por el tabaco y la marihuana con 25.6% y 13.3%,
respectivamente. En conjunto, estas tres sustancias representan 89% de la
distribución de la población según droga de inicio (SISVEA, 2014).
1. Marihuana:
Es la droga “ilegal” preferida por los usuarios. Los efectos al fumar
marihuana incluyen falta de coordinación física, taquicardia, somnolencia y
depresión. La Fundación por un Mundo Libre de Drogas (FMLD), señala
que el humo de la marihuana contiene alrededor de 70% más de sustancias
causantes de cáncer que el humo del tabaco.
2. Cocaína:
Es un estimulante del sistema nervioso, genera una fuerte adicción. El
efecto inmediato de la cocaína se presenta en síntomas como la paranoia,
enojo y ansiedad, los riesgos son: ataque cardíaco, falla respiratoria y
apoplejía, que pueden causar la muerte repentina.
3. Inhalable:
Se observó un incremento de 1.4%, en 2002, a 2.4% en el 2008. Son
causantes de irritación de las mucosas nasal y bucal. El Consejo Nacional
de Educación para la Vida y el Trabajo (coneVyT), órgano de
la Secretaría de Educación Pública (SEP), indica que, los síntomas
inmediatos de esta adicción pueden ser la anorexia, mareos, sueño y
cambios en la percepción del entorno. Los daños más graves son la
ceguera, infarto cerebral, pérdida de memoria y problemas cardiacos.
4. Alcohol:
La prevalencia respecto al consumo de alcohol alguna vez, fue de 65.1%,
65.3% en hombres y 64% en mujeres. Los efectos inmediatos del alcohol
son la euforia y desinhibición, mareos, náuseas, vómitos y una sensación
repentina de bienestar.
5. Tabaco:
El hábito de fumar perjudica a casi todos los órganos del cuerpo. Ha sido
vinculado a las cataratas y neumonía. El tabaco reduce la esperanza de
vida ya que causa cáncer de pulmón, laringe, riñón, vejiga, estómago, colon,
cavidad oral y esófago.
6. Tranquilizantes:
Son medicamentos utilizados para tratar el estrés, ansiedad y auxiliares
para conciliar el sueño. A corto plazo generan aislamiento, cansancio,
disminuyen la reacción emocional, y cambian el estado anímico. A largo
plazo el uso de tranquilizantes genera cambios en el peso y el apetito,
dificultad para conciliar el sueño, alteración de los periodos menstruales, y
una necesidad fuerte hacia su consumo.
7. Anfetaminas:
Son un tipo de droga, estimulante del sistema nervioso y que por lo general
se presenta en cápsulas o pastillas. Aumenta el estado de alerta y genera
comportamiento agresivo y violento. Su consumo causa daños psicológicos,
como agitación, euforia, confianza y energía momentáneas, y también
daños fisiológicos, como taquicardia, insomnio, hipertensión, sudoración y
trastornos digestivos. Lo más común es generar pérdida del apetito.
8. Éxtasis:
De acuerdo a reportes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), en
México se consumen al año alrededor de 400 kilogramos de éxtasis. A
diferencia de los alucinógenos, esta droga no produce trastornos
sensoriales. Potencializa la capacidad de memoria, tiene efectos
antidepresivos y analgésicos, es utilizado para “aguantar más”. Esta droga
contraria a lo que podría pensarse puede causar la muerte repentina, ya
que lleva a la deshidratación y daño cerebral.
9. Heroína:
Los efectos inmediatos al consumir heroína son: boca seca, piel rojiza y
pesadez del cuerpo y produce alteraciones del sistema nervioso central. El
consumo de esta droga puede incluir aborto espontáneo, colapso venoso y
enfermedades infecciosas por el uso de jeringas entre las que pueden estar
la hepatitis y el VIH/SIDA.
10. LSD:
Es una droga altamente alucinógena, y contiene sustancias químicas que
alteran el estado de ánimo. Causa daños en el sistema nervioso central. Los
efectos alucinógenos pueden durar hasta 12 horas, lo que causa mayor
sensibilidad. Puede ser causa de muerte, esquizofrenia y paranoia, quien la
consume está constantemente angustiado.
En síntesis la Secretaría de Salud, indica que México se encuentra ante un
gran problema de salud pública. Este problema requiere de programas y
acciones que promuevan un estilo de vida saludable. Es importante tener
especial atención en el grupo de adolescentes y mujeres, ya que las
encuestas demuestran una marcada tendencia a incrementar su consumo
de drogas.
Estas 10 sustancia son las que afectan más a nuestro país destruyendo
lentamente a la persona que está abusando del uso de estas sustancias tan
dañinas, así mismo afectando a su familia la cual termina siendo afectada
una y otra vez mediante el tiempo de consumo de la persona en lo que se
convierte en dolor por la desesperación de no poder hacer nada para
ayudar a su ser querido, así mismo afectando a sus grupos sociales y
laborales, ya que una persona que está en consumo no está al cien por
ciento de su capacidad y así mismo ocasionando problemas a sus
amistades empezando a relacionarse con personas que son dañinas y cada
vez le van ocasionando ir hundiéndose en el consumo de drogas hasta
trasgredir lo que antes no era capaz de hacerse a el mismo y a las personas
a su alrededor, así mismo van ocasionando problemas en el trabajo incluso
hasta el punto perder su trabajo por consecuencia del consumo y todo el
daño que fueron ocasionan por el abuso de las drogas.
Algunas de las consecuencias que puede traer el abuso de estas
sustancias, son:
1. Desajustes neuroquímicos en el cerebro:
El consumo de drogas produce cambios neuroquímicos y funcionales
permanentes en el cerebro de los adictos. Causa problemas de motivación,
en la memoria y el control cognitivo. Además, los estudios demuestran que
también, se produce pérdida neuronal, problemas neurodegenerativos,
disminución de proteínas ácidas y otras consecuencias que afectan
directamente al cerebro.
2. Alteración del humor:
Las alteraciones del humor son frecuentes con el consumo de droga. No
solamente a largo plazo, sino también a corto plazo, lo cual significa que
una persona puede pasar de estar relajada a sentirse irritada y agresiva de
manera fugaz. A largo plazo, la personalidad de muchas personas puede
verse alterada con el consumo de sustancias psicoactivas.
3. Problemas familiares, relacionales y sociales:
Los problemas a nivel familiar son bastante frecuentes independientemente
del tipo de drogas que se consuman. Los problemas sociales también
pueden presentarse cuando una persona es consumidora habitual de estas
sustancias, pudiendo perder amistades e incluso el trabajo. La persona que
consume drogas puede mostrar una pérdida de interés en sus aficiones y
otras actividades favoritas. Los problemas económicos también se asocian
a las conductas de drogadicción.
4. Adicción:
La adicción es una de las principales consecuencias del consumo de
drogas. En el caso de las drogas duras, la adicción puede provocar que una
persona haga lo que esté en sus manos para obtener la sustancia que tanto
quiere y necesita, llegando incluso a robar o a tener relaciones sexuales por
dinero o por una dosis.
5. Problemas cardiovasculares:
Los problemas cardiovasculares son habituales con el consumo prolongado
de la gran mayoría de drogas, pues estas sustancias alteran el
funcionamiento normal del corazón. Mientras algunos fármacos provocan
una actividad muy alta de este órgano, otras hacen todo lo contrario. En
ambos casos se produce una variación de la presión arterial. Abusar de las
drogas puede conducir a ataques cardíacos, infecciones en los vasos
sanguíneos y otros problemas cardiovasculares.
6. Debilitamiento del sistema inmune:
Los estudios muestran, que la mayoría de las drogas debilitan el sistema
inmunológico. Muchos fármacos como los opiáceos que funcionan como
analgésicos, provocan una serie de reacciones negativas en el sistema
inmune, lo que causa que los consumidores sean más susceptibles a
enfermedades e infecciones de todo tipo.
Las conductas asociadas al consumo de drogas, además, pueden provocar
otras enfermedades, como Sida o Hepatitis en el caso de inyectarse
heroína, y llevan a realizar conductas temerarias que pueden causar otro
tipo de consecuencias perjudiciales.
7. Problemas respiratorios:
El consumo de drogas causa mayor riesgo a sufrir enfermedades
respiratorias como la neumonía. Los efectos secundarios de algunas drogas
incluyen dolores en el pecho y los pulmones o depresión respiratoria.
Además, el consumo de drogas como el tabaco o la cocaína pueden causar
serios problemas de salud pulmonar.
8. Conductas antisociales:
El abuso de drogas, hace que los consumidores dejen de practicar
actividades que disfrutaban con anterioridad, además tienen mayor
probabilidad de tener problemas en el trabajo, como un rendimiento pobre e
incluso su abandono o despido. En el caso de los jóvenes, el rendimiento en
el colegio o el abandono del estudio, es una manifestación más que
evidencia del consumo de este tipo de sustancias.
9. Aislamiento:
El aislamiento puede ser una consecuencia directa del consumo de drogas.
Por un lado, los jóvenes pueden aislarse de la familia o del trabajo, y en
casos graves como el consumo de heroína, el drogadicto puede aislarse a
nivel social e incluso personal, dejando de preocuparse por su apariencia
física e higiene. Los consumidores pueden vivir por y para la droga.
10. Ansiedad e insomnio:
Es muy habitual que las personas que consumen drogas con frecuencia,
sufran ansiedad y alteraciones del sueño. de hecho, algunos individuos
reconocen que son incapaces de acostarse sin consumir marihuana una vez
que se habitúan a hacerlo. Las drogas como el éxtasis o la cocaína pueden
alterar la calidad del sueño, generando ansiedad nocturna o pesadillas.
12. Sobredosis: