Sociología de la Educación
2do. parcial
1) • La experiencia pedagógica en la escuela de Barracas es poco común, y los mismos alumnos
lo dejan en claro, ya que según su experiencia, se ven al mismo nivel de profesores y
directivos. No existen jerarquías. Por este motivo, se sienten más libres y más acompañados en
sus actividades. Con respecto a las materias, la institución se ocupa de mantener el interés de
los alumnos en las mismas. Según el relato de uno de los alumnos, cuenta que para amenizar
las muchas horas de Lengua que deben cursar, se incorporaron clases de teatro.
En este caso, la institución antes mencionada presenta características de la Pedagogía
de la Inclusión. En primer lugar, los alumnos no son vistos como un número más como
menciona uno de ellos, sino que son individuos que se sienten aceptados y comprendidos por
toda la comunidad educativa. En segundo lugar, por parte de los docentes, se presenta una re
significación de su rol como tales, ya que además de tener en cuenta su función de impartir
conocimientos, también tienen un lugar importante como sujetos que contienen a los alumnos
más allá de las situaciones áulicas.
Por otro lado entendemos que también tiene lugar la pedagogía de la inclusión ya que
los profesores sin duda tienen conciencia y conocimiento sobre el ambiente y el contexto en el
que se encuentran los alumnos. Los mismos son jóvenes que habían abandonado los estudios
por diversos motivos y que se han reincorporado al sistema educativo.
En cuanto al contexto áulico, los estudiantes sienten un clima facilitador de los aprendizajes, ya
que al sentir que están en el mismo nivel que los docentes, no sienten tanta exigencia como en
otras escuelas y el aprendizaje se da de manera más espontánea.
Una de las prácticas que deben ser promovidas según los profesionales es una
revolución educativa más allá de lo que imaginamos entre la inclusión y la exclusión. Las
instituciones y las políticas públicas son las que deben cambiar la situación. La igualdad debe
ser una base de la educación, no un fin.
Según la Pedagogía de la Inclusión, se debe educar y formar para la participación política.
Es necesario pensar a la educación como un derecho humano del cual no se puede enajenar a
las personas de su acceso. Promover estrategias pedagógicas orientadas a la transmisión de
conocimiento como así también un acompañamiento emocional en las mismas, tratando de
poner en juego ambas dimensiones es también esencial.
Se requiere pensar la currícula conforme a las necesidades del estudiante, mejorar la calidad
de los aprendizajes y minimizar las barreras para su aprendizaje.
Para pensar en inclusión es necesario que los alumnos al ingresar a la institución se sientan
parte de la misma y no tenga la sensación de ser marginado. Es necesario que los docentes
trabajen de forma colectiva y en conjunto y no de manera individual.
4. Antes de comenzar, nos gustaría refrescar unos conceptos:
• La UNESCO define la educación inclusiva en su documento conceptual así: La inclusión se ve
como el proceso de identificar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los
estudiantes a través de la mayor participación en el aprendizaje, las culturas y las
comunidades, y reduciendo la exclusión en la educación. Involucra cambios y modificaciones
en contenidos, aproximaciones, estructuras y estrategias, con una visión común que incluye a
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todos los niño/as del rango de edad apropiado y la convicción de que es la responsabilidad del
sistema regular, educar a todos los niño/as.
Considero entonces, que en la escuela de "hoy", las medidas inclusivas deben necesariamente
hacerse eco de las necesidades del grupo poblacional al cual está dirigida. Es decir, la currícula
debería contemplar prácticas pedagógicas orientadas a sostener el tránsito de niños, niñas y
adolescentes (y sus correspondientes trayectorias escolares y/o de aprendizajes) en el sistema
educativo y promover aprendizajes de "calidad". Todo esto con el fin de la construcción de un
"proyecto de vida", contemplando las diversidades que pueden existir en un aula. Por tanto,
considero que sí es posible alcanzar el ideal de “educación inclusiva” pero que obviamente,
incluye alteraciones en la enseñanza tradicional. A gran escala, estos ‘cambios’ podrían ser:
propiciar el diálogo, la participación, la creatividad, el trabajo grupal, el respeto a la diversidad
de enfoques y opiniones. Esto supone que al presentarse un mayor diálogo entre pares y
profesores, se forma un carácter tolerante y dispuesto a apreciar otros puntos de vista u
opiniones. El investigador y profesor Marcelo Krchesky en el video ‘caminos de tiza’ sostiene:
“Una escuela más justa piensa en oportunidades en clave de derecho, sin llegar a tratarse de
‘facilismo’”. Estoy totalmente de acuerdo, el estado debe garantizar mediante leyes la igualdad
de oportunidades.
Sobre las trayectorias, podemos agregar que la pedagoga Flavia Terigi diferencia entre
"trayectoria teórica": que es la trayectoria establecida formalmente por el sistema educativo
y/o que se espera y la "trayectoria real", trayectoria propia del niño/a y adolescente,
atravesada por su historia de vida, social, familiar y personal, con un estilo de aprendizaje y
ritmo propio y distintas necesidades de orientación y acompañamiento.
5. Del contexto posmoderno actual nos gustaría centrarnos en estos últimos 8 meses de
reclusión que tuvimos, en el contexto de pandemia por covid-19.
Uno de las esferas más afectadas, y estrechamente relacionada con la economía, fue la
educación. Es difícil abordarla desde un solo eje. Y es que, algunas falencias aparecieron o se
profundizaron. Nos gustaría analizarlas por apartados:
• Los directivos, creemos, no saben qué rumbo tomar. Entiendo una situación como esta solo
se vivió en 2009 y solo por 2 semanas, en el contexto de reclusión por el virus H1N1, pero no
se compara al actual. No hay una bajada de línea clara, comprendemos, porque en todas las
materias se trabaja con soportes distintos, websites diferentes, formas de trabajar, clases
virtuales, etc. Incluso para rendir finales, aún no sabemos cuáles son los protocolos a seguir.
• Los profesores no están preparados para cambiar el 100% de su trabajo a uno de modo
virtual. Incluso, algunos de ellos se rehusaron a adaptarse. Y aún hay más: algunos profesores
no cuentan con una buena conexión a internet, o ninguna. Y también, encuentran complicado
tener que estar disponible 24 horas para recibir trabajos, consultas, parciales, etc.
• Creemos que cuando se habla de alumnos, podemos separarlos en 2 grupos: los que tienen
conexión a internet y los que no. Resulta sorpresivo tener que hablar de estos 2 grupos, pero
solo uno de ellos accede a la educación, sea de calidad o no. Y aquí nos alejamos muchísimo
más del ideal de educación (en el que, básicamente, todos tienen las mismas oportunidades),
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puesto que un grupo, el que no tiene conexión a internet directamente no recibe educación.
Ahora bien, sumado a la conexión, hay otros ítems que deben estar presentes sí o sí:
dispositivos portátiles y capaces de recibir buena conexión a internet, espacios propicios para
recibir las clases, y, en el caso de los escolares, un adulto o tutor responsable que los ayude
con las tareas en caso de así requerirlo.
Entonces, para mejorarlas creemos que se debería:
• Flexibilizar las condiciones de regularización de una materia.
• Flexibilizar las condiciones de exámenes de forma remota.
• Disponer de ayuda económica para contratar un servicio de internet, y también dispositivos
propicios para recibir clases. Creemos que una Tablet sería ideal.
• Llegar a un acuerdo entre directivos, profesores y alumnos de cuál sería la aplicación o
webiste ideal para tener clases, rendir, etc.
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Beltrán, Esteban - Fernández Roldan, Lorena