Giraldoetal2008 RmelanosternaBiolConservContTurtle
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Foto: M. Garcés
entre poblaciones de R. melanosterna en ferente de G. punctularia. Wettstein (1934)
Colombia. La forma nominal de la especie trata a R. funerea como sinónimo de R.
que corresponde con el tipo está confina- melanosterna, como Dunn (1930) lo había
da al Pacífico de Colombia y Ecuador (Carr sugerido.
Rhinoclemmys melanosterna 1991). Otras poblaciones en Panamá y el
norte de Colombia difieren con respecto Descripción
(Gray 1861) al patrón de coloración, particularmente Presenta dimorfismo sexual, siendo las
de la cabeza y el cuello, y están sujetas a hembras más grandes que los machos. El
Nombre común y/o indígena un estudio de variación geográfica (Carr tamaño máximo de los machos corres-
Palmera, orito, patiamarilla, cabeza de y Vargas com. pers.). Esta variación geo- ponde a 260 mm de longitud recta de ca-
cinta, galápago, inguensa, hicotea palme- gráfica dentro de la especie ya había dado parazón, los machos también se diferen-
ra, chibigui. lugar a la mención de la presencia de al cian por poseer un perfil de concha menor
menos una subespecie anónima dentro de que las hembras y algunos especímenes
su área de distribución (IUCN 1989, don- muestran plastrón cóncavo (Medem 1962,
de se hace referencia en una tabla como Ernst y Barbour 1989). La cola del macho
Otros nombres usados nes como sintipos, y también especifi- Rhinoclemmys sp.). Esta variación no reco- es más larga que la de la hembra, con la
có el lugar como “Chirambira” en vez de nocida en R. melanosterna llevó a Methner cloaca posterior al margen del caparazón
y/o sinonimias (Ernst 1981). El caparazón es ovoide y a
Geoclemmys melanosterna Gray 1861, “Cherunha”. Mertens y Wermuth (1955: y Wicker (1982) a reportar un espécimen
352) especificaron la localidad tipo como de R. punctularia del departamento de Bo- menudo alargado, suele ser enteramen-
Geoemyda punctularia melanosternum Sie- te negro en adultos de tamaño pequeño.
benrock 1909, Rhinoclemmys punctularia “Chirambira bei Buenaventura,” Colom- lívar en el río Magdalena y posteriormente
bia. Medem (1958: 21) modificó la loca- Otros especímenes son entre parduzcos a
melanosterna Fretey et al. 1977. a referirse a una subespecie inespecífica de
lidad como “Boca Charambirá en el delta color oliva oscura, con aproximadamente
R. punctularia (Methner 1989). Basados en
del río San Juan.” Autores posteriores han tres cintas longitudinales negras discre-
la descripción del individuo y fotografías,
Estatus seguido lo propuesto por Boulenger (1889) se puede identificar el espécimen induda-
tas, una sobre la línea media y las otras
Categoría nacional UICN (Castaño-M. dos a cada lado. Plastrón típicamente ne-
al referirse a dos sintipos para la especie blemente como R. melanosterna (Castaño-
2002): Casi Amenazada (NT); categoría gro, a menudo rodeado de color amarillo
(Ernst 1981, Iverson 1992). En la revisión M. 2002, Carr obs. pers.).
global UICN (versión 2011.2): no evalua- a lo largo de las costuras. Patas de color
genérica de Ernst (1978) se consideró a
da; categoría propuesta por TFTSG (2011): amarillo con líneas y manchas negras (Fi-
R. melanosterna como una subespecie de Los estudios filogenéticos del género
Preocupación Menor (LC); CITES: no lista- gura 8 a, b).
R. punctularia. Pritchard (1979) elevó a Rhinoclemmys generalmente no coinci-
da. R. punctularia melanosterna a especie con den con muchos aspectos de las relaciones Cabeza con una banda supratemporal
base en el aislamiento biogeográfico de a nivel de especies dentro del género, pero naranja o amarilla que se extiende dor-
Taxonomía y filogenia la otra subespecie de R. punctularia. Jus- tres estudios han encontrado como grupos solateralmente, iris verde claro, amarillo
Rhinoclemmys melanosterna fue descrita tificaciones adicionales para reconocer R. hermanos a funerea y melanosterna que a o blanco, con una lista oscura horizontal
como Geoclemmys melanosterna por Gray melanosterna como especie fueron provis- su vez conforman un grupo hermano del en algunos especímenes. Usualmente se
(1861). La localidad tipo de la especie tas por Pritchard y Trebbau (1984), y Carr clado diademata-punctularia (Carr 1991, presentan cintas verticales en las partes
fue reportada como “The Gulf of Darien: y Bickham (1986). El estatus de R. melanos- Spinks et al. 2004, Le y McCord 2008). laterales a la cola. Esta especie puede dis-
Cherunha” y la descripción fue realizada terna como especie ha sido aceptado desde Los autores previos sugieren una relación tinguirse de las especies simpátricas R.
con base en un único espécimen. Dos años ese tiempo (ver Ernst and Barbour 1989, entre R. funerea y R. melanosterna, pero no annulata y R. nasuta, así como de las otras
después, Gray (1863: 182) mencionó dos Iverson 1986, 1992, Rueda-A. et al. 2007, en el contexto de una hipótesis filogené- especies del género geográficamente cer-
localidades para la especie en Colombia, Fritz y Havaš 2007, Turtle Taxonomy Wor- tica explícita para el género. Dunn (1930: canas (p. e. R. funerea y R. diademata), por
“Gulf of Darien” y “New Granada, River king Group 2011). 32) indicó que Geoemyda (= Rhinoclemmys) el color único verde a blanco del iris y la
Buonventura”. Posteriormente, el mismo funerea está “estrechamente relacionada presencia de una banda supratemporal
autor (1873) mencionó la localidad del Medem (1962) fue el primero en llamar con R. melanosterna, y podría ser la misma clara (amarilla, verde-amarillenta, naran-
espécimen como “Chirambira”. Boulenger la atención sobre el patrón de variación especie.” Él también consideró a G. funerea ja o roja) que no se extiende de la cabeza a
(1889: 124) se refirió a ambos especíme- en la coloración de la banda en la cabeza como cercanamente relacionada, pero di- la nuca (Figura 9 a-c).
Distribución
a. Países: Colombia, Ecuador y Panamá.
Departamentos: Antioquia, Atlántico,
a. Bolívar, Caldas, Cauca, Chocó, Cesar, Cór-
doba, La Guajira, Magdalena, Nariño, San-
tander, Sucre y Valle del Cauca.
Cuencas: Caribe, Magdalena y Pacífico.
Subcuencas: Caribe (Atrato, Sinú); Mag-
dalena (Cauca, San Jorge); Pacífico (Anchi-
cayá, Baudó, Dagua, Mataje, Mira, Patía,
San Juan).
b.
Hábitat y ecología
Figura 8. Rhinoclemmys melanosterna. a) b.
Caparazón y b) plastrón de un individuo Hábitat. En Colombia, el área de dis-
adulto (macho); se observa la coloración tribución incluye bosque pluvial, bosque
de las patas. Isla Palma. Foto: J. L. Carr. húmedo tropical y zonas de bosque seco Registros de Rhinoclemmys melanosterna
tropical en el norte del país. Habitan la
A nivel de las características osteológicas, zona de la planicie costera Pacífica en ele-
se distingue por presentar el entoplastrón vaciones menores de 175 m s.n.m. (Carr y de cultivos (Corredor-L. et al. 2007). En el
en forma de campana, con el surco hume- Almendáriz 1990, Corredor-L. et al. 2007). Magdalena medio antioqueño se ha repor-
ro-pectoral cruzando sobre o muy cerca de La especie puede encontrarse en agua dul- tado la presencia de esta especie en orillas
la unión epiplastrón-hioplastrón. ce y salobre, incluyendo ríos, quebradas y de ciénaga, en caños de conexión con el río
arroyos, estanques, pozas, terrenos pan- principal y otros canales, en los que se han
Talla y peso tanosos y lagunas cercana a playas mari- hallado individuos refugiándose en lechos
Tamaño mediano a grande. Llega hasta nas (Medem 1962, Castaño-M. et al. 2005, blandos o bajo vegetación acuática acu-
290 mm de longitud recta de caparazón Corredor-L. et al. 2007). También, ha sido mulada. Los caños son relativamente an-
(Rueda-A. et al. 2007). Los neonatos cria- encontrada lejos de las orillas de cuerpos gostos, de baja a mediana profundidad (de
c.
dos bajo condiciones de cautiverio han de agua, especialmente en zonas bajas y 0,5 m hasta 1,5 m) y presentan vegetación
presentado medidas entre 39 y 59 mm de húmedas dominadas por una especie de ribereña diversa, pero dominada por árbo-
largo de caparazón, y pesos entre 11 y 37 Heliconia, las cuales son conocidas como les grandes (Echeverri-G. et al. en prepa-
g (Castaño-M. y Medem 1983, Corredor-L. Figura 9. Rhinoclemmys melanosterna, “bijaoguales” (Medem 1962). Los indi- ración). Estas características son concor-
et al. 2007). variantes de color de la banda supratem- viduos pueden refugiarse entre raíces y dantes con lo reportado por Castaño-M. et
poral. a) Amarilla en hembra de Isla Pal- hojarasca (Castaño-M. et al. 2005) e ingre- al. (2005), quienes señalaron la presencia
Crecimiento ma; b) naranja en hembra y c) neonato del sar a zonas de manglar con agua salada o de la especie en quebradas angostas, poco
Hay datos del tamaño de un macho en el Magdalena medio. Fotos: A. Quintero (a), salobre (Medem 1962), también se les ha profundas y con bosque ribereño. En el
Magdalena medio antioqueño que fue re- A. Giraldo (b), L. Hinestroza (c). encontrado en zonas cercanas a drenaje estudio desarrollado en el Magdalena me-
dio, se encontraron durante el verano en Reproducción. Medem (1962) publicó Comportamiento. Los reportes de L. 2005). Por lo general, los ejemplares de
las orillas de un caño que se conecta con las observaciones de los habitantes de los Medem (1962) y Vargas-S. y Bolaños-L. mayor tamaño son sacrificados después
la ciénaga en época lluviosa, agregaciones ríos Baudó y San Juan, según las cuales (1999) indican que la especie es de hábitos de su captura, mientras que las tortugas
de hasta 18 individuos en cuevas que se la reproducción de R. melanosterna puede diurnos. Durante el día es común observar jóvenes son conservadas en encierros y
forman bajo las raíces de árboles grandes, darse a lo largo de todo el año; las obser- a los adultos congregados saliendo a res- alimentadas hasta alcanzar una talla su-
tales como el higuerón (Ficus sp.) y el jobo vaciones indicaron además, que la postura pirar en la superficie del agua, no se han ficiente para ser consumidas; en ocasiones
(Spondias mombin); también se hallaron in- consta de un solo huevo, el cual es deposi- observado asoleándose (Echeverri-G. en son mantenidos como mascotas por algún
dividuos agregados en una cueva a aproxi- tado en el suelo del bosque y a veces es cu- preparación). tiempo antes de ser consumidos (Galvis-R.
madamente 1 m de profundidad y 3 m de bierto con hojas. En la cuenca del río Sinú, y Corredor-L. 2005). Muchos ejemplares
la orilla del canal de agua, junto a algunos Observaciones adicionales. Caballero son capturados para abastecer el comercio
Dahl y Medem (1964) reportaron la época
individuos de Trachemys callirostris (Eche- et al. (1958) reportaron algunas especies ilegal de mascotas, pero la información
de postura entre diciembre y enero. Bajo
verri-G. en preparación). En la costa del de tremátodos de R. melanosterna en Pa- al respecto es escasa y se limita a las es-
condiciones de cautiverio en Villavicencio,
Pacífico colombiano y en Ecuador, es más namá. Éstas incluyeron a Helicotrema as- tadísticas de decomisos y recepciones por
Castaño-M. y Medem (1983) observaron parte de las autoridades ambientales y de
común y abundante en terrenos pantano- ymetrica, Nematophila grandis, y Telorchis
postura de huevos en todos los meses del las instituciones dedicadas a la conserva-
sos y lagunas detrás de playas marinas. medius. Medem (1962) registró presencia
año, con picos de anidación en los meses de nemátodos en estómago e intestino, ción ex situ, como zoológicos y centros de
En esta misma zona es común encontrar- de junio a agosto y en noviembre, mientras
las en zonas pantanosas con Kinosternon mientras que Dyer y Carr (1990a) reporta- atención de fauna silvestre (Corredor-L. et
que en el Zoológico de Cali se han observa- ron específicamente el nemátodo carídido al. 2006). Galvis-R. y Corredor-L. (2005)
leucostomum, en quebradas con R. nasuta,
do posturas entre los meses de septiembre Falcaustra tikasinghi en R. melanosterna de reportaron además la venta de adultos y
K. leucostomum y en zonas cercanas a ria-
y diciembre (Corredor-L. et al. 2007). Ecuador. Ectoparásitos como garrapatas y subadultos en algunas plazas de merca-
chuelos con R. annulata (Garcés-R. datos
sanguijuelas fueron observados en Ecua- do, y encontraron que R. melanosterna es,
sin publicar).
Medem (1962) reportó las medidas para dor (Carr y Almendáriz datos sin publicar) junto con la tortuga tapacula (Kinosternon
un huevo hallado a una distancia de entre y garrapatas en Valle de Cauca (Garcés-R. leucostomum), una de las especies de quelo-
Ámbito doméstico (home range).
3 y 5 m de la orilla de un cuerpo de agua et al. en preparación). nios más traficada en la costa Pacífica del
Medem (1962) reportó que los individuos
en el Chocó. Al compararlas con las medi- Valle del Cauca, tal como lo muestran los
pueden encontrarse lejos de las orillas, en
das reportadas por Dahl y Medem (1964), Conservación inventarios de decomisos y donaciones he-
ocasiones en colinas. En el Magdalena me- chos por parte de la Fundación Zoológica
dio se han recapturado cuatro hembras y se obtiene un intervalo de tamaño para
los huevos de R. melanosterna entre 30-39 Amenazas. No existe mucha informa- de Cali y la autoridad ambiental en la ciu-
tres machos en un mismo caño conectado dad de Cali (Corredor-L. et al. 2006).
mm de ancho y 70-71 mm de largo. Con los ción acerca del estado de las poblaciones
a la ciénaga, en un área máxima de 200 m silvestres de R. melanosterna y de los facto-
de distancia; seis recapturas se registraron datos reunidos por Castaño-M. y Medem
(1983) sobre la reproducción de esta es- res que pueden amenazar su conservación. El caparazón es utilizado para la elabora-
en un lapso de tres meses, mientras que Se sabe que es una especie apreciada por ción de artículos artesanales que consis-
uno de los machos fue encontrado después pecie en cautiverio, se registró un tamaño
las comunidades de la costa Pacífica y Valle ten en adornos en forma de armadillos,
de un lapso de dos años de haberlo marca- de nidada de uno a dos huevos, llegando
del Magdalena para su consumo (Castaño- tortugas inanimadas y lámparas, los cua-
do, lo que podría estar indicando una baja ocasionalmente a tres. El tamaño de los
M. 2002, MMA 2002, Corredor-L. et al. les son vendidos en el muelle turístico de
movilidad de los individuos (Echeverri-G. huevos en este caso, estuvo entre los 28 x Buenaventura (Galvis-R. y Corredor-L.
2007) y se tienen reportes acerca del uso
en preparación). 48 mm y 38 x 71 mm, con pesos de 22,1 2005). Ejemplares de esta especie también
que le dan las comunidades costeras del
a 70 g. Moll y Moll (1990) reportaron una Valle del Cauca (Galvis-R. y Corredor-L. son capturados con el fin de llevar a cabo
Alimentación. Medem (1962) reportó nidada de cinco huevos, con un peso total 2005). En esa región, se encontró que los prácticas tradicionales. Algunas comuni-
que los individuos frecuentemente aban- de 187 g (media = 37,4 g), con medidas ejemplares adultos y juveniles son colec- dades afrocolombianas e indígenas creen
donan los cuerpos de agua para buscar promedio de 34 x 52 mm. En cautiverio tados para su uso como fuente de proteí- que el corazón crudo de las tortugas les
frutos silvestres, especialmente higos (Fi- se han registrado períodos de incubación na. La obtención depende de los encuen- proporciona fuerza y coraje a los niños y
cus sp.). Se alimenta de plantas acuáticas, entre 85 y 141 días, eclosionando el ma- tros casuales de los animales por parte de que facilita el aprendizaje temprano de la
pasto, semillas y frutos, lo que permite yor número de neonatos entre septiembre los miembros de las comunidades o de la natación; también se usan caparazones
inferir que es una especie principalmente y noviembre para el caso de Villavicencio oferta por parte de cazadores dedicados a molidos como cicatrizante y en una comu-
herbívora (Medem 1962). (Castaño-M. y Medem 1983). capturar tortugas (Galvis-R. y Corredor- nidad indígena del sur de la costa Pacífica
Foto: J. Carr
del Valle del Cauca se cree que quemando fológica y también la variación genética
el caparazón se detienen las tormentas en mADN y ADN nuclear. En el Magda-
(Galvis-R. y Corredor-L. 2005). Esta espe- lena medio se encuentra en desarrollo un
cie es usada como fuente de proteína por trabajo que permitirá obtener más datos
los pobladores rurales afrodescendientes acerca del uso de hábitat de la especie Rhinoclemmys nasuta
e indígenas en la cuenca del río Cayapas- (Páez com. pers.). Aun así es necesaria la (Boulenger 1902)
Santiago en Esmeraldas, Ecuador (Carr investigación en la mayoría de aspectos
y Almendáriz datos sin publicar). Allí las de la biología de la especie, pues solo se
encuentran casualmente durante la caza cuenta con información preliminar sumi-
Nombre común y/o indígena
Tortuga de río chocoana, sabaletera, tor-
u otras actividades en el monte y también nistrada por pocos estudios, algunos de
tuga blanca, hicotea blanca
utilizan trampas como la catanga tortu- ellos realizados en condiciones de cautive-
guera, al igual que en el Valle del Cauca rio. Es necesario direccionar esfuerzos de
(Corredor-L. et al. 2007, Carr y Almendá- investigación para responder preguntas
riz datos sin publicar). Aparentemente, la esenciales sobre la historia natural de esta
especie puede vivir en ambientes modifi- especie, especialmente elementos relacio-
cados como fincas (Vargas-S. y Bolaños-L. nados con su tasa de crecimiento, edad de Otros nombres usados el nombre Geoemyda punctularia nasuta
1999), incluyendo zonas cercanas a par- madurez, longevidad y ámbito doméstico. y/o sinonimias en sus textos. En la revisión del género
celas de cultivos (Corredor-L. et al. 2007). Además, se desconoce si existen diferen- Nicoria nasuta Boulenger 1902, Geoe- Callopsis, Ernst (1978) formalmente elevó
En Ecuador se han observado sitios donde cias ecológicas entre las formas existen- myda nasuta Siebenrock 1909, Geoemyda el taxón al estatus de especie y posterior-
las tortugas pueden morir cuando los ga- tes, así como el estado de sus poblaciones punctularia nasuta Mertens 1954, Callopsis mente ha sido universalmente reconocida
naderos queman los pastizales durante la naturales y el impacto que pueden tener nasuta Ernst 1978, Rhinoclemmys punctula- como una especie perteneciente al género
estación seca (Carr y Almendáriz datos sin sobre ellas actividades antrópicas como ria nasuta Fretey 1977. Rhinoclemmys, distinta de R. punctularia
publicar). La destrucción y degradación la caza. Es de gran importancia evaluar si y las especies simpátridas congéneres (R.
del hábitat natural podría estar causando existen diferencias a nivel de preferencia Estatus annulata y R. melanosterna). Aunque exis-
un efecto negativo en las poblaciones de R. de hábitat y de estrategias reproductivas, Categoría nacional UICN (Castaño-M. ten algunas variaciones geográficas en
melanosterna, sin embargo no existen a la realizar estudios ecológicos poblacionales 2002): Datos Deficientes (DD); categoría las proporciones de la concha, no existen
fecha estudios que lo demuestren. y determinar si hay diferencias en las ame- global UICN (versión 2011.2): Casi Ame- subespecies descritas (Ernst 1978). Basa-
nazas en las diferentes áreas ocupadas. nazada (NT); categoría propuesta por do en gran parte en datos morfológicos y
Perspectivas para la investigación y TFTSG (2011): Casi Amenazada (NT); CI- de aloenzimas, Carr (1991) propone a R.
conservación. Actualmente se realizan Esta información, en conjunto con aquella TES (2003): no listada. nasuta como la especie basal en el género.
algunos estudios que aportarán infor- que suministren investigaciones en otros En la filogenia molecular del género usan-
mación valiosa para entender diferentes aspectos, tales como las tasas de cosecha Taxonomía y filogenia do genes mitocondriales y nucleares, de-
aspectos relacionados con la taxonomía de la especie, caracterización y pérdida del Boulenger (1902) describe a nasuta como pendiendo del tipo de análisis, la posición
y ecología de la especie. Uno de los estu- hábitat, es necesaria para corroborar la ca- una especie de Nicoria con base en una pe- filogenética de R. nasuta no está resuelta
dios tiene como objetivo determinar la tegoría de amenaza de la especie según los queña serie de especímenes provenientes o es pobremente soportada como especie
variación geográfica entre poblaciones criterios de la UICN y permitirá plantear de la Provincia de Esmeraldas en Ecuador. hermana al clado de Rhinoclemmys, inclu-
de R. melanosterna en Panamá, Colombia propuestas para su manejo y conserva- Posteriormente trabajos taxonómicos yendo areolata ((diademata, punctularia)
y Ecuador (Carr y Vargas-R. com. pers.). ción, de manera que las acciones se dirijan consideraron este taxón como una especie (funerea, melanosterna)) (Le y McCord
Para ello se estudia la diferenciación mor- de una manera acertada. de Geoemyda (Siebenrock 1909, Mertens et 2008).
al. 1934, Wettstein 1934). Mertens (1954)
propuso esta especie como una subespecie Descripción
de Geoemyda punctularia. Aunque Medem Concha ovalada y muy deprimida. Color
Autores (1962) la consideró como una especie, de fondo de la cabeza café oscuro a negro,
Laura del Pilar Echeverri-García, John L. Carr, Mario F. Garcés-Restrepo, Carlos A. Galvis con base en su experiencia personal en con listas postorbitales y supratemporales
Rizo y Alan Giraldo campo, continuó sin embargo usando blanco pálido o amarillentas (Figura 10a).