Por: Eliseo Santana A.

(Algunos amigos de Santa Rosalía principalmente lo recordaran)

Este barco fue construido en los astilleros de Mazatlán Sinaloa, frente a la Isla Soto en 1860,
originalmente como una sencilla Balandra (embarcación con solo una vela), al pasar el tiempo y
por necesidad del servicio, fue modificado a Pailebot (embarcación con 2 velas), pues necesitaba
poder desplazarse más rápido y con mayor carga esta nueva modificación fue realizada en Altata,
Sin., ordenada por el entonces gobernador de Sinaloa, esta pequeña nave, Antes de llamarse Abel
Miranda, se llamaba Ana María, su nombre original, cuando fue botada al mar , el Cap. José
Lorenzo Real Davis lo compra con ayuda del su suegro Don Abel Miranda, en ese momento es
cuando cambia el nombre y se “hace sudcaliforniano”.

Sirvió mayormente en el norte del estado de BCS, en Santa Rosalía, algunos “viejos” cachanos
lo recuerdan.

Tiempo después lo hereda José Ramiro Real Rocha en 1956 y es cuando se le modifica de nuevo,
pero ahora poniéndole motor diésel y un capacete.
Su fin, en Punta Inés se hunde en 1959, con 99 años de servicio, solo le faltaba un año para
cumplir el siglo en el mar.

Barco Velero “Abel Miranda”

El "Abel Miranda" fue otra embarcación de las antes mencionadas, de mayor capacidad que fue
retirado de esta navegación por no poder sortear el bajo calado del río y sus esteros.
El "Abel Miranda" era un noble barco de 40 toneladas de desplazamiento bruto. Fue construido
en Mazatlán en 1861, hizo servicios de cabotaje entre los puertos del Pacífico Mexicano,
principalmente en el Golfo de California. Medía 50 pies de eslora, sin contar el bauprés que
sobresale diez pies más por la proa; tenía una manga de 16 pies y seis de puntal: distancia
vertical entre la quilla y la cubierta. Por su aparejo era un pailebot, es decir, llevaba dos palos y
cuatro velas fijas: foque, trinquetilla, trinqueta y mayor, mas una vela adicional que se izaba por
lo alto entre los dos palos cuando el viento era moderado se le llama vela estay; no llevaba
máquina auxiliar. En 1951 la tripulación del "Abel Miranda" era de 4 personas, el capitán, José
Lorenzo Real Davis, el contramaestre del barco, Francisco Javier Aguiar Cunningham; luego a
Juan Duarte de marinero y Silvestre Romero de cocinero.
El "Abel Miranda" aparecía en el libro de registros de matrícula de los barcos de la marina
mercante nacional, como un decano. En 1951 cumplió 90 años de existencia, además de ser el
barco más viejo de todos los barcos mexicanos que circundaban los litorales del Golfo de
California.
No tenía comedor el "Abel Miranda"; ni siquiera cocina, sino una estufa de leña donde el
cocinero preparaba el café y los alimentos. El fregadero era portátil: Una lata de agua que se
llenaba lanzándola al mar por sotavento y dentro de la cual se lavaban los platos, las tazas y las
cucharas de peltre.
En el "Abel Miranda" estaba instalada en la cámara de popa, donde tenía unas literas. El agua
dulce la llevaba en barricas de madera que periódicamente las lavaban con cal para evitar que el
agua se pudriera. Llevaba para hacer más exactos tres barricas (cada una con 200 litros
aproximadamente) sobre cubierta, y algunas en la bodega, como lastre.
El compás del barco era magnético y de manufactura estadounidense. El barómetro era francés,
ambos de tipo antiguo. El compás no se dividía en grados, sino en cuartas, por eso los rumbos no
se fijaban al igual que los barcos un poco más modernos, en donde el capitán escribe en una
pizarra un número que corresponde a un punto numerado del compás.
Los modelos antiguos vienen divididos en cuartas (32 en total), cada una de las cuales
corresponde a la octava parte entre cada uno de los puntos cardinales, por lo cual valen, cada
una, once grados y quince minutos. Es el chiste de saber cuartear una rosa.
El "Abel Miranda" desde sus inicios en la navegación a mar abierto optaba por viajar hasta "La
Bomba", San Felipe, inclusive también transportaba chinos que venían al norte en busca de
fortuna, le pagaban al capitán José Lorenzo Real Davis para que los llevara al Golfo de Santa
Clara, pero los dejaba también adelante de San Felipe, eso lo contaron unos marineros que ya no
quisieron seguir trabajando en ese barco.
Fotografía del legendario barco velero “Abel Miranda”

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tiempo de lectura con Mayra Z.Gorozave

Durante el tiempo que tiene de vida el pueblo de Santa Rosalía, tenemos conocimiento, aunque sea
de manera general, de las embarcaciones que en distintas épocas han arribado a este maravilloso
puerto artificial construido por la empresa francesa “El Boleo”, habiéndose terminado de construir en
1909.
Son varios los barcos que están registrados en esta Capitanía de Puerto, que han navegado en
aguas del Golfo de California y que además, es de las cosas valiosas de la historia del puerto de
Santa Rosalía, B.C.S.
Por su calado, en grandes y pequeños, recordamos los barcos propiedad de la compañía El Boleo
que hacían su recorrido a los puertos principales de las costas de México, especialmente en el
pacífico, también al extranjero, preferentemente a los Estados Unidos y el Canadá, entre los que se
encuentran Korrigan I, II, III y IV (El Korrigan I fue comprado en E.U. en Diciembre de 1885);
Providencia, llamado posteriormente “Santa Agueda”, llevaba las planchas de cobre a San
Francisco, California, regresando cargado de madera para las minas de cobre, desde los puertos
de: Olimpia, Washington; Vancouver, Canadá, y posteriormente de Manzanillo, México. “El Argil”,
que se le cambió al nombre de “San Luciano”, al ser matriculado mexicano, como también El
Providencia que le cambiaron de nombre, después de estar abanderados en el país de Panamá con
tripulación española. El San Luciano, uno de los navíos muy viejos que fue construido en Inglaterra
en el año de 1892, con casco de acero, siendo sus planchas unidas con remaches y no soldadura
como en los tiempos modernos. Se hundió el 6 de agosto de 1965, cerca de Manzanillo, quedando
algún tiempo fondeado en el Balneario “Santiago”, en Manzanillo, Colima.
Único buque vapor-tanque, acondicionado para transportar carbón en los tanques uno, dos, tres y
cuatro.
El carbón, el petróleo y el ladrillo refractario que era utilizado en los hornos de la fundición, eran
traídos de San Pedro y San Francisco, California; Seatle y Olimpia, Washington.
En los últimos años de la empresa boleriana, se traía la madera de Manzanillo, Colima y el petróleo
de Tampico, Tamaulipas, pasando por el canal de Panamá. Este viejo barco hizo varios viajes
llevando petróleo al puerto de Valparaíso, Chile, (América del Sur).
Originalmente sus calderas eran para quemar carbón y después fueron adaptadas para quemar
combustóleo (petróleo pesado). Por mucho tiempo fue capitaneado este barco, por el Capitán de
Altura, Jesús Romero Ortiz.
La serie de barcos que llevaron el nombre de “Korrigan”, viajaron a Los Angeles, California San
Pedro, San Francisco y San Diego, y a los puertos de Topolobampo, Guaymas, Manzanillo,
Mazatlán, La Paz, etc., dedicados exclusivamente en transportar la carga negra para la compañía
“El Boleo”, como abarrotes, ropa, y todos aquellos artículos de primera importancia que eran
necesarios para el sostenimiento de la empresa..
A su vez, de Estados Unidos y de otros países del mundo, arribaron muchos barcos de gran calado,
trayendo carbón y otros materiales para la compañía; Entre los que se cuentan están también las
barcas alemanas. De aquí llevaban las planchas de cobre y el manganeso, que se empezó a
transportar en los años cuarenta, principalmente durante la segunda guerra mundial.
Nos damos cuenta que fue grande el movimiento de barcos, sobre todo al final del siglo pasado y
principios del presente, entre los que se cuentan las barcas alemanas que traían el carbón para la
fundición del cobre. Mencionaremos solo algunos nombres de barcos que nos visitaron en el
presente siglo: EL BARBARA, MARCALA, SCOTTISH HEATHER, QUIBIAN Y TAJO, (GEMELOS),
SHORT SPLICE, CADERETA, LLANISHEM, AGRELAK,en junio de 1953, y el STROMBOLY,
igualmente barcos mexicanos como el POZA RICA, MINATITLAN, TAMPICO, SANTA TERESA,
PANCHO VILLA, ETC.
Embarcaciones de gran calado y de propiedad particular, que desde la década de los veinte
navegaron en las rutas : Santa Rosalía, Guaymas, Son., La Paz y Topolobampo: EL BONITA, EL
PASITA, SAN ANTONIO, EL PRECURSOR, EL MAVARY, LA ONDINA, ÁLAMO, PENINSULAR,
TRIESTE, RÍO COLORADO, LA EVA, ANITA, CHITO I Y II, ARTURO, EDNA ROSA, VIOSCA,
ARAGUAN, GÜERO, JESUS ENRIQUE, BLANCO, ABEL, MIRANDA, SAN MARCOS,TERESA Y
MARIA DEL PILAR. Solamente estos tres últimos navegaron de la isla de San Marcos a Santa
Rosalía y en ocasiones a Guaymas, Sonora en distintas épocas.
El Jesús Enrique, Güero y Viosca, eran propiedad de la Agencia Garayzar.
La mayoría de estas pequeñas embarcaciones estuvieron haciendo el servicio de cabotaje durante
mucho tiempo, viajando dos a tres veces por semana; único medio de transporte marítimo que nos
tuvieron comunicados con Guaymas, antes de que llegaran los transbordadores, pues a partir de
ese momento, el Viosca fue el único barco que dejó de hacer este servicio por voluntad del dueño.
Se sabe que el Araguan, y el Edna Rosa ya navegaban haciendo este recorrido en la década de los
treinta.
Como caso especial, el Abel Miranda, único barco de vela de 40 toneladas que hacía la ruta
Mulegé.Guaymas-Santa Rosalía, uno de los buques mas viejos de los litorales de México, fue
construido en Mazatlán, Sinaloa, hacia el año de 1861, encalló en la década de los sesenta en
Santa In´s, pequeño islote que se encuentra muy cerca del pueblo de Mulegé, hacia el norte.
Durante mucho tiempo Don José L. Real fue el capitán de este histórico navío, habiendo heredado
su puesto a otra persona.
Actualmente navega el María del Pilar, propiedad de la compañía COMSA que viaja de la Isla San
Marcos a Santa Rosalía y a veces a Guaymas, Sonora.
El barco “Benito Juárez” propiedad de SEMATUR, hace el recorrido de Guaymas a Santa Rosalía
dos veces por semana (Ferry Boat) transbordador que sirve para transportar pasaje y automóviles.
El primer transbordador que tenía este itinerario era el barco “DIAZ ORDAZ” desde el 28 de
diciembre de 1969, fecha en que fue inaugurada esta ruta, administrada por Caminos y Puentes
Federales de Ingresos y Servicios Conexos. Sus viajes eran tres veces a la semana. Se hundió en
el Puerto de Mazatlán , Sinaloa, provocado por un choque en el muelle. Esto sucedió cuando
intentaba salir rumbo a la ciudad de La Paz, BCS.
Nuestro reconocimiento y admiración a los capitanes de estas pequeñas embarcaciones que
navegaron en el Golfo de California, y son un ejemplo viviente con años de experiencia de
navegación, que dejaron gratos recuerdos al cumplir durante muchos años con la misión de tener
comunicados y unidos a Santa Rosalía con Guaymas, más aún por escribir una maravillosa historia
que jamás será olvidada y que en los que en parte la conocemos, siempre será un orgullo publicar
los hechos.
Hombres de recia personalidad que demostraron con su fuerza y su valor el conocimiento del mar,
pues era una proeza cruzar en su tiempo el Golfo de California, ya que en la época de los fuertes
noroestes (en invierno) y de las turbonadas o toritos en verano, pues navegaban durante la moche,
no era fácil hacerlo ya que se requería de gente valiente y conocedora. Marinos experimentados,
viejos lobos de mar como lo fue don José L.Real, Don Juan Salgado Villa, Don Gumersindo
Robinson, Don Arturo Melendez Carballo, Ramiro Real Rocha, hijo del capitán José L.Real, Don
Manuel Casillas Reyes, Don Reyes Siqueiros, Don Manuel González, Don Ramón Ruiz R. y otros
que escapan a nuestra memoria.
A través de estas sencillas memorias queremos rendirle nuestro homenaje a estos legendarios
marinos que dejaron parte de su vida en el mar, manteniendo viva una tradición y una esperanza
para los mares mexicanos.
Tambien nuestro reconocimiento y respeto a las personas armadores de barcos que estuvieron
ligados a estos acontecimientos: Sr. Jose C. Vejar, de Guaymas, Sonora, Enrique Garayzar Mejía y
Rigoberto Garayzar Aguilar (padre e hijo) de Santa Rosalía, BCS, que durante muchos años nos
proporcionaron el servicio de la comunicación, ta importante y necesaria para esta alejada región
norte del estado de Baja California Sur.

Tomado del libro

Santa Rosalía, BCS. Recopilación de Datos Históricos. Benito Juarez Murillo. 1997.