Comentarios Crisis Del Antiguo Regimen

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LA CONSTITUCIÓN DE 1812.

[...] Las Cortes generales y extraordinarias de la Nación española, bien convencidas, después del
más detenido examen y madura deliberación [...], decretan la siguiente Constitución política para
el buen gobierno y recta administración del Estado [...]:
Art.1. La Nación española es la unión de todos los españoles de ambos hemisferios.
Art.3. La soberanía reside esencialmente en la Nación, y por lo mismo pertenece a ésta exclusivamente el
derecho de establecer sus leyes fundamentales [...]
Art 4. La nación está obligada a conservar y proteger con leyes sabias y justas la libertad civil, la propiedad
y los demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen, [...]
Art.12. La religión de la Nación española es y será perpetuamente la católica, apostólica y romana, única
verdadera [...]
Art. 14. El Gobierno de la Nación española es una Monarquía moderada hereditaria.
Art. 15. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.
Art. 16. La potestad de hacer ejecutar las leyes reside en el Rey.
Art. 17. La potestad de aplicar las leyes [...] reside en los tribunales establecidos por la ley [...]
Art. 27. Las Cortes son la reunión de todos los diputados que representan a la Nación, nombrados
por los ciudadanos en la forma que se dirá [...]
Art 34. Para la elección de los diputados de Cortes se celebrarán juntas electorales de parroquia, de
partido y de provincia [...]
Art 258. El Código civil y criminal, y el de comercio serán unos mismos para toda la Monarquía, sin
perjuicio de las variaciones, que por particulares circunstancias podrán hacer las Cortes.

1.-Clasifique el texto explicando su naturaleza y contexto histórico (1,75 puntos).


Estamos ante una selección de artículos de la Constitución de 1812, redactada por las Cortes de Cádiz y
proclamada el día 19 de marzo de 1812, de ahí su apelativo de “La Pepa”. Este texto de carácter jurídico-
constitucional es una fuente primaria de enorme importancia ya que es la primera constitución de nuestro
país, equiparable por su contenido a la constitución francesa de 1791 y a la americana de 1787.
La idea de convocar Cortes estaba muy extendida en el país tras la invasión napoleónica y el estallido de la
Guerra de la Independencia (2 de mayo de 1808). El proceso de convocatoria de Cortes lo inició la Junta
Central, que pretendía realizarlo por el procedimiento tradicional del Antiguo Régimen; es decir, por brazos
o estamentos: nobleza, clero o representantes de las ciudades. La Junta Central traspasó sus poderes a un
Consejo de Regencia en 1810 que se estableció en Cádiz. Este Consejo de Regencia sería, en sustitución del
rey, el encargado de convocar las Cortes, que no siguieron el procedimiento tradicional, sino que adquirieron
la forma que deseaban los partidarios de poner fin al absolutismo, o sea, el de una cámara compuesta por
representantes elegidos sin distinción estamental. La elección de los diputados de cada provincia se realizó
mediante el sufragio universal indirecto de varones mayores de 25 años, pero ante la imposibilidad de hacer
elecciones en las provincias ocupadas por los franceses, se acordó el nombramiento de diputados suplentes
entre los naturales de esas mismas zonas residentes en Cádiz. La mayor parte de los diputados elegidos
procedía de las capas medias urbanas (funcionarios, abogados, comerciantes y profesionales), pero también
había una amplia representación del clero y, en menor medida, de la aristocracia.
Las Cortes de Cádiz sólo se parecían a las tradicionales en el nombre ya que, en su primer acto, el 24 de
septiembre de 1810, al constituirse, decidían entrar por la vía revolucionaria, la de los cambios radicales, al
declararse depositaria de la soberanía nacional, con facultades para dar a España una Constitución que
transformaría profundamente al país. Durante las sesiones, pronto aparecieron entre los diputados dos
tendencias ideológicas diferentes. Una, la de los partidarios de las reformas, que empiezan a ser llamados
liberales, defendían las libertades, una sociedad estructurada en la igualdad ante la ley y el fin de la
monarquía absoluta. La otra, la de los absolutistas, llamados despectivamente serviles, eran partidarios de
la continuidad de la monarquía absoluta.
Las Cortes, al estar dominadas por el sector liberal, representaron el primer episodio de la revolución liberal
burguesa en la historia de España. Su objetivo era crear un nuevo modelo de sociedad, levantado sobre las
tres bases fundamentales del liberalismo: la libertad económica, (abolición del régimen señorial y la
liberalización de la propiedad y del trabajo); la igualdad jurídica (abolición de los privilegios feudales); y un
sistema político parlamentario y constitucional (abolición del poder absoluto del rey y la elaboración de una
Constitución).
Las Cortes de Cádiz realizaron una importante labor legislativa que se plasmó en la redacción de varios
decretos y en la elaboración de una Constitución, de cual se nos presenta en este texto una serie de artículos.

2.- Exprese la idea principal y las ideas secundarias que contiene el texto (0,75 puntos):
Idea principal: Proclamación de la Soberanía Nacional (Art. 3). El poder reside en la Nación representada en
las Cortes. La Nación, por tanto, no es sierva o propiedad de nadie, como en el Antiguo Régimen, sino libre.
Ideas secundarias:
La nación española es el conjunto de todos los españoles de ambos hemisferios, es decir también los de
América (Art. 1).
El sistema político que adoptará el estado en una monarquía de carácter hereditario a la que se incorpora
el apelativo de “moderada”; es decir, no absolutista (Art. 14).
Se establece la división de poderes: La capacidad legislativa era común del rey y de las Cortes, pero el poder
ejecutivo quedaba en manos del rey, y el poder de juzgar en los tribunales de justicia (Arts. 15, 16 y 17).
1.-Clasifique la imagen texto explicando su naturaleza y contexto histórico (1,75 puntos).
Se trata del lienzo “Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga” de Antonio Gisbert
datado entre 1887-1888. Como su propio título indica, el cuadro recoge el momento en el que el general
José María de Torrijos iba a ser fusilado unos días después de que desembarcase en las playas de Málaga
para protagonizar un pronunciamiento contra el gobierno absolutista de Fernando VII. Se trata, por tanto,
de una fuente iconográfica (pictórica) de carácter secundario que pretendía mostrar el sacrificio que tuvieron
que hacer los liberales durante el reinado de Fernando VII y darlo a conocer a finales del siglo XIX.
Tras la toma de Cádiz por los Cien Mil Hijos de San Luis, Fernando VII publicó un decreto por el que quedó
anulada toda la legislación del Trienio Liberal, al tiempo que se restablecían todas las instituciones del
absolutismo. La vuelta al absolutismo marcó el inicio de una feroz represión política: todos los oficiales del
ejército que habían ocupado puestos importantes durante el Trienio fueron juzgados y muchos de ellos
ejecutados (Riego entre ellos), miles de personas de tendencia liberal fueron encarcelados o condenados a
muerte y la mayor parte de las figuras del liberalismo tuvieron que marcharse al exilio.
A pesar de todo, el rey comprendió que la restauración del absolutismo no podía hacerse en los mismos
términos que en 1814. Era evidente que había que introducir cambios Por eso, el monarca optó por una vía
intermedia que pretendía introducir determinadas reformas de carácter técnico o administrativo. Se empezó
por crear el Consejo de Ministros (noviembre de 1823), órgano encargado de coordinar la acción del
gobierno. Se recortaron los gastos y estableció la necesidad de elaborar un presupuesto formal (Presupuesto
del Estado) para intentar controlar los gastos de la Hacienda. Se mantuvo la abolición de la Inquisición y
Fernando trató de mantenerse alejado de los absolutistas más radicales, contando incluso con algunos
ministros reformistas como Luis López Ballesteros.
Esta vía intermedia emprendida por el monarca fue contestada por los liberales que emprendieron
numerosos pronunciamientos, como el de hermanos Fernández Bazán (Alicante, 1826), Espoz y Mina (Vera
de Bidasoa, 1830) y del general Torrijos (Málaga, 1830), aunque todos acabaron fracasando.
La tímida moderación de Fernando también despertó la oposición de los apostólicos, miembros del bando
realista que eran partidarios del absolutismo más intransigente que comenzaron a apoyar la candidatura de
don Carlos, el hermano del rey, que conspiraba para conseguir la corona. En noviembre de 1826 se hizo
público el Manifiesto de la Federación de los Realistas Puros , que descalificaba a Fernando VII y proponía
como rey a su hermano Carlos y en 1827 los sectores realistas más exaltados organizaron una insurrección
en el Pirineo Catalán que se conoció con el nombre de guerra de los agraviados o Malcontents. Los
sublevados, que reclamaban ya el trono para don Carlos, fueron vencidos y Fernando VII mandó ejecutar a
sus dirigentes, lo que provocó la ruptura entre el monarca y los sectores más conservadores.
Dentro de este contexto se desencadenó la crisis sucesoria. Fernando VII no había tenido descendencia en
sus primeros matrimonios, pero en 1829 se casó con su sobrina María Cristina de Borbón, que a los pocos
meses quedó embarazada. Fernando quería garantizar los derechos de su futuro hijo y en marzo de 1830
publicó una Pragmática Sanción que eliminaba la Ley Sálica y restablecía el derecho a gobernar de la
mujer. Los carlistas protestaron y don Carlos consideró que la medida era ilegal y atentaba contra sus
derechos.
El conflicto quedó abierto cuando nació la princesa Isabel. En septiembre de 1832 se desencadenaron los
sucesos de la Granja, cuando una intriga palaciega, aprovechando que el rey estaba agonizante, consiguió
que Fernando firmara la supresión de la Pragmática Sanción. Sin embargo, el rey se restableció y volvió a
ponerla en vigor. Acto seguido sustituyó a los principales ministros carlistas y colocó a Cea Bermúdez al
frente del gobierno, al tiempo que daba autorización a la reina para presidir el Consejo de ministros.
Cea decretó una amnistía general y permitió la vuelta de algunos exiliados. En abril Carlos abandonó la
corte, antes de que su hermano le comunicara oficialmente el destierro. Finalmente, el 29 de septiembre de
1833 moría Fernando VII y se iniciaba la regencia de María Cristina.

2.- Exprese algunas ideas que refleje la imagen (0,75 puntos).


El cuadro fue encargo por el gobierno de Sagasta para que sirviera de recordatorio de lo costosa que resulta
la lucha por la libertad y refleja perfectamente esta idea al mostrarnos los instantes previos al fusilamiento
del general y del resto de sus compañeros que aún no han sido ejecutados.
La obra es una buena muestra de la dura represión que desencadenó Fernando VII durante la Década
Ominosa, ya que Torrijos fue fusilado día después del desembarco sin ni siquiera un juicio previo.
La serenidad que refleja el rostro de los reos sería reflejaría la firmeza de sus convicciones liberales, cuya
defensa los llevó a perder la vida.

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