Monografía de La T2
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DOCENTE:
CURSO:
DERECHO ADMINISTRATIVO
INTEGRANTES:
Cajamarca, Perú
2024
Cajamarca- Perú
2024
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 2
I. SANCIÓN PENAL ............................................................................................................. 3
1.1. DERECHO PENAL ........................................................................................................ 3
1.2. SANCIÓN PENAL.......................................................................................................... 4
1.3. LA PENA ........................................................................................................................ 5
1.3.1. Clases de Pena: ......................................................................................................... 6
1.4. CARACTERÍSTICAS DE LA SANCIÓN PENAL ....................................................... 9
a) Finalidad: .................................................................................................................... 9
b) El presupuesto de la sanción penal:.......................................................................... 10
c) Proporcionalidad: ..................................................................................................... 10
d) Legalidad: ................................................................................................................. 10
e) Principio de intervención mínima: ........................................................................... 10
II. SANCIÓN ADMINISTRATIVA ........................................................................................ 12
2.1. POTESTAD SANCIONADORA: ................................................................................. 12
2.1.1. La potestad sancionadora en el ordenamiento jurídico peruano: ............................ 12
2.1.2. Los Principios de la Potestad Sancionadora: .......................................................... 13
2.1.5. Sujetos del Procedimiento Administrativo: ............................................................ 19
2.2. EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO SANCIONADOR: .............................. 20
2.2.1. Caracteres y garantías del procedimiento administrativo sancionador: .................. 21
2.2.2. El trámite del procedimiento sancionador .............................................................. 24
III. DIFERENCIAS ENTRE SANCIONES PENALES Y SANCIONES
ADMINISTRATIVAS ............................................................................................................. 26
IV. CONCLUSIONES ............................................................................................................. 28
V. REFERENCIAS ................................................................................................................. 29
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INTRODUCCIÓN
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I. SANCIÓN PENAL
Según la RAE el derecho penal es “Rama del derecho que estudia las normas penales,
las conductas que las infringen y la imposición de penas o sanciones aplicables a los
autores de delitos y faltas”
El derecho penal es el creador del poder penal del Estado, un poder que, aún sometido
a ciertos límites, modernamente representa la más poderosa autorización coactiva
contra los individuos que posee la organización política. La característica formal del
Derecho consiste en que puede ser impuesto de modo inexorable a todos los sujetos, a
cualquier precio, con, sin o en contra de la voluntad de estos, venciendo en tal caso su
resistencia por medio de la fuerza. La pena es una manifestación de la imposibilidad
inexorable del derecho.
El derecho penal es la rama del derecho público que regula la potestad punitiva, es decir
que regula la actividad criminal dentro de un Estado. El derecho penal se asocia a la
realización de determinadas conductas, llamadas delitos, penas y medidas de seguridad
como consecuencias jurídicas. Es también una agrupación de normas que regulan los
tres pilares del debido proceso, con la finalidad principal de la aplicación de las leyes
de fondo, o derecho sustancial. (Corcoba Abogados, 2015)
Además, se entiende por derecho penal la parte del ordenamiento jurídico formada por
disposiciones legales asociadas a delitos y estados varios de peligrosidad criminal. Estas
disposiciones contemplan penas y medidas de seguridad de distinto calibre para
responder en proporción a la gravedad del delito, que son aplicadas por el jurado durante
un juicio penal y ratificadas por el juez correspondiente. (Garanley Abogados, 2021)
Por lo antes mencionado, se deduce por derecho penal a la rama del Derecho que se
encarga de normar y concebir las capacidades punitivas, es decir, de castigo, que se
reserva el Estado para aquellos que violentan las normas de conducta, siempre a partir
de un principio de proporcionalidad y de imparcialidad.
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1.2. SANCIÓN PENAL
La norma jurídica determina que algunos actos humanos dan lugar a una coacción,
impuesta por el Estado, aplicable al autor de una conducta ilícita. Al acto coactivo se le
llama “sanción". Consiguientemente, se la puede definir diciendo que es el acto
coactivo, dispuesto y ejecutado por específicos organismos del Estado, dirigido contra
el autor de una conducta señalada por la norma legal como condicionante de tal apremio.
La mayoría de los autores distinguen dos clases de sanciones: las civiles y las penales.
Las primeras tienen el objetivo básico de ordenar una reparación por el hecho
antijurídico. Las segundas, además de imponer esta reparación, aplica al autor del acto
una medida suplementaria, contemplada en la ley, aspirando a que el acto antijurídico
no se repita. (Altmann, 1996)
La sanción penal es un elemento central del sistema penal, donde este encuentra su
expresión más palpable. Consiste en una respuesta de carácter aflictivo impuesta por el
Estado a un individuo como medio de lucha contra el delito. Las sanciones penales son
consecuencias jurídicas derivadas del delito, impuestas por el juez o tribunal
sentenciador en el seno de un proceso penal.
Dado lo anterior, las sanciones penales tienen una razón de ser, han sido creadas para
cumplir ciertos fines, los mismos que muchas veces son dejados de lado a la hora de
tipificar y sancionar las conductas delictivas. La función de la pena más allá de su
conceptualización cumple función de prevención general, pues tiene que ver con regular
la convivencia en la sociedad, el funcionamiento social, la norma que lo permite.
Adicionalmente, ésta, forma parte de los principios mismos del derecho, pues no hay
ordenamiento jurídico completo que no abarque la posibilidad de una sanción. Las leyes
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con que una sociedad se regula a sí misma son formales y deben ser obligatorias, o de
otro modo la gente podría elegir cuándo cumplirlas y cuándo no.
1.3. LA PENA
Según la RAE la pena es “Castigo impuesto por la autoridad competente, frec. un juez
o un tribunal, a quien ha cometido una falta o un delito”
La pena es un castigo que implica quitarle algo estimable a una persona, como
libertad, bienes y algunos de sus derechos, y está definida por la ley. Este castigo es
impuesto por un juez o tribunal que tiene la autoridad para hacerlo, cuando alguien
comete un delito. Además, la pena sirve como una herramienta para que el Estado se
reconozca a sí mismo y reafirme su autoridad demostrando que existe y el poder que
tiene para hacerse cumplir.
Para tener un concepto más claro de la pena citaremos los siguientes autores:
Las penas, son castigos aplicables a las personas que rompen la ley. Esos castigos
están diseñados para afectar emocionalmente a quien comete la infracción, buscando
que sientan el peso de su acción y, de esta forma, aprender de su error. En resumen,
las penas buscan hacer que los infractores reflexionen sobre lo que hicieron mal.
La pena siempre es una respuesta a cuando alguien rompe una regla o norma. Según
Jakobs (1991), es una manera de reaccionar ante esa falta. Por otro lado, según Roxin
(1994), la pena también es una forma en que el Estado interviene de manera forzada y
representa una carga o un peso para la persona que ha sido condenada. En resumen, la
pena es una reacción del Estado a las malas acciones y puede ser vista como una carga
para quienes las cometen.es un castigo que busca proteger a la sociedad de quienes
cometen actos dañinos. En resumen, los dos destacan que la pena es una respuesta
estatal a comportamientos indebidos.
La pena se establece y se adapta de acuerdo con cada país. Por ejemplo, en Perú, el
Congreso determina las penas correspondientes. Sin embargo, en todos los casos, la
pena se considera un “castigo” por alguna falta o incumplimiento de la ley, y su objetivo
principal es proteger a la sociedad.
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1.3.1. Clases de Pena:
De acuerdo con el artículo 28, las penas que se pueden aplicar según el Código
Penal Peruano son las siguientes:
· Privativa de libertad
· Restrictivas de libertad
· Limitativas de derechos
· Multa
Según el artículo 29 del C.P “La pena privativa de libertad puede ser
temporal o de cadena perpetua. En el primer caso, tendrá una duración
mínima de dos días y una máxima de treinta y cinco años”
Así mismo en el artículo 29-A nos menciona que hay otra forma de pena
privativa de libertad siendo está el cumplimiento de la pena de vigilancia
electrónica personal.
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a) Tienen más de 65 años.
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c) Penas limitativas de derechos:
d) Pena de Multa.
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La pena de multa varía de un mínimo de diez días-multa a un máximo de
trescientos sesenta y cinco días-multa, a menos que la ley indique lo
contrario. (Artículo 42)
a) Finalidad:
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que ajusta la idea de prevención general positiva, basada en la restauración de
las relaciones sociales, y la prevención especial positiva, que se centra en la
reinserción social a través de la responsabilización y la reintegración reparadora.
(Tamarit Sumalla, 2013)
c) Proporcionalidad:
Este principio es una consecuencia del carácter retributivo de la pena,
entendiéndose la retribución en un sentido amplio como la respuesta que da el
ordenamiento jurídico penal debido a la comisión de un delito, por lo que, la
pena que se imponga debe tener un correlato lógico con el delito que se ha
cometido. La correcta aplicación del Principio de Proporcionalidad de las Penas,
dentro de nuestro ordenamiento jurídico, debe tener en cuenta los arts. 45, 46 y
46 A del Código Penal. (Bramont-Arias, 2002)
d) Legalidad:
La pena debe ser conocida antes de su aplicación, reflejando el Principio de
Legalidad. El artículo II del Título Preliminar del Código Penal establece que
nadie será sancionado por un acto no previsto como delito o falta por la ley
vigente al momento de su comisión, ni se le impondrá una pena o medida de
seguridad no establecida en ella. Complementariamente, el artículo VI del
mismo Título indica que la ejecución de la pena debe seguir las formas prescritas
por la ley y reglamentos, con intervención judicial. (Bramont-Arias, 2002)
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sanciones penales deben reservarse para las infracciones más graves. Este
principio según Vidal Rodríguez (2023) tiene dos aspectos claves:
- Las sanciones penales deben restringirse a lo estrictamente necesario. Se deben
aplicar sanciones menos severas o en algunos casos, tolerar las faltas menores.
- El derecho penal debe ser el último recurso, sólo cuando no haya otros medios
menos dañinos, dado que la pena es vista como una solución imperfecta y
permanente que sólo debe emplearse cuando no haya otra opción.
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II. SANCIÓN ADMINISTRATIVA
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- Promover mayor inmediación de la autoridad sancionadora respecto de
los administrados sancionados.
a) El Principio de Legalidad:
El principio de legalidad tiene su base normativa en la Constitución Política del
Perú. El literal d) del inciso 24 del artículo 2 establece que nadie puede ser
condenado o sancionado con una pena que no esté previamente estipulada en las
leyes. Aunque esta disposición se centra en el ámbito del Derecho Penal, también
actúa como una garantía para el ejercicio de la potestad sancionadora en el
derecho administrativo, dado que forma parte de la unidad del derecho
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sancionador estatal. Además, el artículo 49 de la Constitución busca asegurar la
legalidad de la función administrativa. No obstante, este artículo requiere un
análisis más profundo, ya que incluye un régimen de control revisor que algunos
doctrinarios denominan mixto. Este control no solo se enfoca en verificar la
legalidad de la actuación administrativa, ya sea activa o inactiva, sino que también
protege los derechos subjetivos e intereses legítimos de los ciudadanos,
salvaguardando tanto al individuo como a la legalidad. El procedimiento
administrativo sancionador se convierte en una verdadera protección para el
ciudadano, previniendo abusos y sanciones que solo busquen exhibir el poder
estatal. Entre las manifestaciones de este principio se encuentran la tipicidad, que
se refiere a un plano material.
En resumen, el principio de legalidad exige tres condiciones específicas:
primero, debe existir una ley (ley escrita); segundo, esta ley debe ser anterior a la
conducta que se reprocha (ley previa); y, tercero, debe contener normas con un
grado suficiente de claridad (lex certa) para que se pueda prever la responsabilidad
y la posible sanción aplicable a un caso concreto.
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establece principios y garantías mínimas para los procedimientos sancionadores
sin otorgar potestades sancionadoras en sí.
c) El Principio de Razonabilidad:
El principio de razonabilidad implica el cumplimiento de tres dimensiones: el
subprincipio de adecuación, el subprincipio de necesidad y el subprincipio de
proporcionalidad. El subprincipio de adecuación establece que la sanción debe ser
efectiva para lograr el objetivo que el legislador persigue. Por su parte, el
subprincipio de necesidad indica que la sanción debe ser imprescindible, causando
el menor daño posible, y debe aplicarse de manera moderada, respetando el
derecho de los administrados a que las medidas que les afecten sean las menos
gravosas (art. 55.10).
Finalmente, el subprincipio de proporcionalidad exige que la sanción esté en
una relación razonable con el objetivo a alcanzar, de modo que la penalización no
sea tan leve que incentive al infractor a seguir cometiendo la infracción, ya que
esto haría que el aspecto represivo de la norma pierda su sentido.
d) El Principio de Tipicidad:
El principio de tipicidad se refiere a la necesidad de que la Administración defina
con claridad los comportamientos sancionables, evitando interpretaciones
extensivas o analógicas. Esto significa que solo se puede castigar una conducta
que esté claramente especificada y cuya penalidad esté definida. Aunque este
principio no está sujeto a una reserva de ley absoluta, en ciertos casos puede ser
complementado por reglamentos. El Tribunal Constitucional considera la
tipicidad como una manifestación del principio de legalidad, estableciendo límites
para el legislador penal o administrativo. Las prohibiciones deben estar redactadas
con suficiente claridad para que cualquier ciudadano comprenda fácilmente qué
conductas están sancionadas. Sin embargo, en situaciones complejas, puede ser
necesaria una tipificación más detallada, siempre que se mantenga una definición
concreta de la infracción y su sanción. El inciso 4 del artículo 246 del TUO de la
Ley N° 27444 establece que solo las infracciones previstas en normas de rango
legal son sancionables, sin permitir interpretaciones extensivas. Sin embargo,
admite que los reglamentos pueden especificar o graduar las disposiciones para
identificar infracciones o sanciones, siempre que no creen nuevas infracciones.
Además, se permite que la ley o un decreto legislativo habiliten la tipificación de
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infracciones mediante normas reglamentarias, pero no se pueden imponer
obligaciones no previstas en la ley.
En resumen, el principio de tipicidad exige claridad en la definición de
infracciones, limitando las interpretaciones amplias y permitiendo la
especificación mediante reglamentos, sin crear nuevas conductas sancionables.
Esto asegura que las conductas sean comprendidas y evita la duplicación de
sanciones por la misma infracción.
e) El Principio de Irretroactividad:
El principio de irretroactividad, derivado del principio de legalidad, establece que
solo son aplicables las disposiciones sancionadoras vigentes en el momento en
que el administrado incurre en la conducta sancionable, a menos que se trate de
normas posteriores que sean más favorables. Según el artículo (230.5), las normas
sancionadoras deben haber entrado en vigor antes de la comisión del ilícito y
deben seguir vigentes al momento de imponer la sanción. Esto implica que las
entidades no pueden sancionar por normas que sean desfavorables y que hayan
sido promulgadas después de los hechos, ya que esto sería una aplicación
retroactiva de la norma. La exigencia de que las normas sancionadoras existan
previamente tiene dos consecuencias: primero, se rechaza la sanción por
comportamientos que no estaban tipificados en el momento de su comisión; y
segundo, para que se impongan sanciones, las conductas típicas deben estar
contempladas en la ley vigente tanto al momento de su comisión como al
momento en que se evalúe su aplicación por parte del órgano competente.
En resumen, la ilicitud y la sanción administrativa deben existir tanto antes
del ilícito como en el momento en que se busca aplicar la norma. Por lo tanto, no
se puede imponer una sanción si, en el momento de la decisión, la conducta ya no
es considerada ilícita o si la posible sanción ha sido derogada.
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- Exasperación (o aspiración) de la pena: En este caso, se elige la pena
más grave y se eleva su contenido, sin llegar a sumar todas las penas.
h) El Principio de Causalidad:
El principio de causalidad establece que la sanción debe aplicarse al administrado
que lleva a cabo la conducta, ya sea activa u omisiva, que constituye una
infracción sancionable (art. 230.8). Esto implica que la responsabilidad es
personal; es decir, sólo quien cometió el acto prohibido por la ley puede ser
sancionado. No se puede responsabilizar a alguien por acciones de otros, como
por los actos de un subordinado o por decisiones colectivas en las que no participó.
Para que se imponga una sanción, es esencial que la conducta del administrado
esté directamente relacionada con el resultado sancionable, lo que implica que
simplemente encajar los hechos en los tipos legales no es suficiente. Este principio
se relaciona estrechamente con la culpabilidad del infractor, que, aunque no esté
siempre regulada por norma, ha sido reconocida por el Tribunal Constitucional
como un requisito para ejercer la potestad sancionadora. El Tribunal ha señalado
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que es legítimo cuestionar si en un Estado de derecho se puede sancionar a una
persona por un acto ilícito que se le imputa a un tercero.
j) El Principio de Culpabilidad:
En aplicación del principio de culpabilidad la responsabilidad administrativa es
fundamentalmente de carácter subjetivo, salvo en aquellos casos donde la ley o
un decreto legislativo establezcan la responsabilidad administrativa objetiva. Esto
significa que la entidad pública con poder sancionador debe demostrar la
responsabilidad subjetiva (dolo o culpa) como un requisito esencial para imputar
una infracción administrativa. La doctrina sostiene que la exigencia de
culpabilidad implica la presencia de dolo o, al menos, culpa para poder sancionar
una conducta ilícita, excluyendo sanciones de carácter objetivo. La culpabilidad
se entiende como el reproche hacia una persona por no haber actuado de manera
diferente, lo cual solo es válido si tuvo la posibilidad de hacerlo. Es importante
destacar que la verificación de la responsabilidad subjetiva debe llevarse a cabo
una vez que la autoridad administrativa determine que el agente ha cometido un
hecho calificado como infracción, siguiendo el principio de causalidad. Esto
implica dos niveles de análisis: la causalidad se refiere a la relación objetiva de
causa y efecto, mientras que la culpabilidad evalúa subjetivamente la conducta.
Si se identifica un factor que interrumpa el nexo causal entre el sujeto y la
infracción, no se puede establecer la causalidad, lo que elimina la necesidad de
analizar la culpabilidad. Aunque en la responsabilidad administrativa objetiva no
se requiere evaluar los elementos subjetivos como dolo o culpa, sí es necesario
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verificar la existencia del nexo causal entre el sujeto y la conducta infractora, ya
que en este tipo de responsabilidad el único criterio relevante es el hecho
constitutivo de la infracción sancionable.
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orden de ideas, el ejercicio de la potestad sancionadora de toda autoridad
administrativa debe de realizarse dentro del marco de los parámetros jurídicos que
rigen el ordenamiento jurídico administrativo. El principio de una potestad
sancionadora reglada constituye también una protección para la esfera de
derechos del administrado, conforme a lo señalado por el propio Tribunal
Constitucional, el cual ha establecido que cualquiera que sea la actuación de los
órganos estatales o particulares dentro de un proceso o procedimiento (sea
jurisdiccional, administrativo sancionatorio, corporativo o parlamentario) se debe
respetar el derecho al debido proceso. Igualmente, dicho Tribunal ha precisado
que los principios de culpabilidad, legalidad, tipicidad, entre otros, constituyen
principios básicos del Derecho Sancionador que no solo deben ser exigibles en el
ámbito del Derecho Penal, sino que también deben ser cumplidos en el del
Derecho Administrativo Sancionador.
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2.2.1. Caracteres y garantías del procedimiento administrativo sancionador:
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una resolución judicial firme deben ser acatados por la autoridad
administrativa sancionadora en sus procedimientos. Esto asegura la
coherencia entre la justicia judicial y la administrativa, reconociendo la
superioridad de la vía judicial. Así, las autoridades administrativas
deben basar sus decisiones en los hechos probados en fallos judiciales
firmes, sin contradecir lo decidido por la judicatura.
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- Cuando la Administración omite totalmente la previa formulación de
los cargos, ya sea de los hechos imputados o de la calificación legal
de los mismos.
- Cuando la Administración formula cargos, pero con información
incompleta, imprecisa o poco clara.
- Cuando la Administración formula cargos, pero otorga un plazo
reducido al administrado para ejercer adecuadamente su derecho de
defensa.
- Cuando la Administración, en primera instancia, formula cargos
sustentados en determinadas razones; sin embargo, basa su decisión
definitiva en hechos distintos o en una nueva calificación legal de los
hechos
La notificación es crucial en un procedimiento regular. Si no se cumplen
sus requisitos, el acto administrativo no tendrá efectos legales. Además,
al no ser conocido por el administrado, este queda en indefensión,
vulnerando sus derechos.
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más a fondo aplicando el principio de presunción de inocencia hasta que
se demuestre lo contrario. Con el Decreto Legislativo N° 1272, se agregó
el párrafo 252.2 al artículo 252, estableciendo que las entidades públicas
deben revisar de oficio las resoluciones administrativas basadas en
hechos contradictorios con resoluciones judiciales firmes. Esto busca
asegurar que las resoluciones administrativas sean coherentes con los
hechos probados judicialmente, reconociendo la prevalencia de las
decisiones judiciales.
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inspección para asegurar el cumplimiento normativo y proteger los bienes
jurídicos.
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III. DIFERENCIAS ENTRE SANCIONES PENALES Y SANCIONES
ADMINISTRATIVAS
Dentro del sistema jurídico se encuentran diversos tipos de sanciones, como las penales,
civiles, administrativas, etc. En este caso, nos enfocaremos en hablar sobre las sanciones
penales y su estrecha relación con las sanciones administrativas, dado que en la práctica
muchas veces puede ser confundida, por tal motivo, es de importancia distinguir entre
ambas sanciones y cuando se llegan a aplicar. Para ello, te presentamos las principales
diferencias que encontramos entre ambas sanciones:
- Desde el punto de vista de la ética social. Las sanciones penales tienden a tener un
mayor reproche moral, mientras que las administrativas se centran más en la regulación
del comportamiento y el cumplimiento de normas. Dicho en otro modo, Gómez Tomillo
(2023) expresa que “los delitos serían mala in se, las infracciones administrativas se
castigarían porque están prohibidas, son mala quia prohibita”.
- Algunas tesis apuntan que tanto las infracciones penales como las administrativas
comparten principios y estructuras comunes, como el principio de non bis in idem (no
se puede sancionar dos veces por los mismos hechos), sin embargo, las sanciones
administrativas están más ligadas a la gestión sectorial y la eficiencia administrativa. Al
mismo tiempo, podemos señalar según la sentencia del Tribunal Constitucional
N°1670-2003-AA/TC, que en el proceso penal lo que se busca es la imposición de una
sanción penal por la comisión de un delito, en el proceso administrativo lo que se
persigue es la calificación de la conducta del empleado o funcionario público de acuerdo
con las normas del derecho administrativo (...)”.
- Respecto a la imposición de las sanciones, las sanciones penales requieren de
intervención judicial, a diferencia de las sanciones administrativas, que pueden ser
impuestas directamente por la administración, (Gómez Tomillo, 2023), siendo una
diferencia procedimental importante en el contexto de ambas sanciones.
- Con relación a las diferencias cualitativas, Cossio Perales (2022) hace mención del
maestro James Goldschmidt, expresando que la distinción entre el derecho penal y el
administrativo sancionador se halla en el objeto de protección. Puesto que en su teoría
señala que el derecho penal se centra en la protección de bienes jurídicos, castigando
acciones que lesionan o ponen en riesgo bienes jurídicos vinculados a individuos y a su
voluntad. En cambio, el derecho administrativo sancionador busca promover el
bienestar y la prosperidad colectiva, sancionando actos definidos por el Estado con el
objetivo de generar una convicción ética en la comunidad.
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- La potestad sancionadora se refiere a la capacidad de la administración pública para
imponer sanciones administrativas por infracciones a normas administrativas, que
pueden ser multas, suspensiones o revocaciones de licencias. En cambio, la potestad
penal se refiere a la capacidad del Estado para perseguir y sancionar delitos a través del
sistema judicial, lo que puede incluir penas de prisión, trabajos comunitarios
o multas penales.
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IV. CONCLUSIONES
- En resumen, el derecho y las sanciones penales son los instrumentos con los que el
Estado controla el comportamiento delictivo. Las sanciones, que incluyen penas
privativas y restrictivas de libertad, limitación de derechos y multas, buscan prevenir y
castigar delitos bajo los principios de proporcionalidad e imparcialidad. Estas penas
tienen un doble propósito: castigar al infractor y prevenir la reincidencia. Asimismo, el
sistema penal contempla alternativas más humanizadas, como la vigilancia electrónica,
para ciertos casos específicos.
- Las sanciones penales también buscan equilibrar justicia y prevención en el sistema
penal. Su objetivo principal es la prevención general y especial, y en algunos casos, la
rehabilitación y reinserción del infractor. La proporcionalidad asegura que la pena sea
justa y acorde al delito, mientras que la legalidad exige que las sanciones estén
previamente establecidas por ley y se ejecuten conforme a las normas judiciales.
Además, el principio de intervención mínima señala que el derecho penal debe ser el
último recurso, usándose solo cuando no existan alternativas menos invasivas para
proteger el orden social. Estas características aseguran que el sistema penal cumpla con
su función represiva y respete los derechos fundamentales del infractor, promoviendo
un equilibrio entre justicia y humanidad en la aplicación de penas.
- En conclusión, la potestad sancionadora de la Administración Pública evita la
sobrecarga del sistema judicial con infracciones menores y asegura una respuesta eficaz
y directa de la autoridad. Reconocida por el Tribunal Constitucional peruano, debe
respetar principios constitucionales y derechos fundamentales. Con carácter represivo,
es esencial para regular actividades y garantizar el cumplimiento normativo en la
sociedad.
- También la potestad sancionadora en el derecho administrativo está regida por
principios como la legalidad, debido procedimiento y razonabilidad, que buscan
garantizar que las sanciones sean aplicadas de manera justa, proporcionada y conforme
a leyes preexistentes.
- Para concluir, el procedimiento administrativo sancionador es crucial para que la
Administración Pública pueda ejercer su autoridad sancionadora. Asegura que quienes
son acusados de infracciones administrativas son tratados de manera justa y conforme
a la ley. Este proceso está regulado para evitar arbitrariedades y proteger los derechos
de los administrados.
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V. REFERENCIAS
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29
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