Folleto 1 - Familia Funcional - Salvador Cervera
Folleto 1 - Familia Funcional - Salvador Cervera
Folleto 1 - Familia Funcional - Salvador Cervera
ETO
1:
FAMIL
IA
FUNCI
ONAL
El presente folleto describe a la familia como una unidad básica dentro de la estructura
social. Independiente de todas las características culturales que posee, y se espera de
ella de acuerdo a sus posibilidades que cumpla o respalde todas las necesidades
básicas de cada uno de sus miembros. De igual forma nos habla de los cambios y la
evolución a la que se ha visto expuesta la estructura familiar y la expone como una
unidad dinámica y estable.
La familia funcional
Salvador Cervera Enguix
Introducción
La familia es la unidad básica de la sociedad, independientemente de
las características culturales que posea y se espera de ella que, de
acuerdo con sus posibilidades, cubra las principales necesidades de
sus miembros y trasmita a las nuevas generaciones los valores
culturales, morales y espirituales de cada sociedad1. Por otro lado,
todas las familias cambian a lo largo del tiempo debido a la propia
transformación de sus componentes, siendo la mayoría de estos
cambios habituales y típicos: se constituye una familia; nacen los hijos;
estos crecen y se desarrollan; asisten a la escuela; se forman en una
profesión o carrera; y generalmente abandonan el hogar para formar
su propia familia. Cada una de estas transiciones requiere que la
familia cambie, que reinicialice sus prioridades y que reorganice las
nuevas perspectivas de esa nueva etapa de la vida.
Concepto
Las familias son unidades de convivencia entre personas enlazadas por
vínculos de parentesco –de consanguinidad o de afinidad-, o también
de adopción. Debemos considerar la familia nuclear como aquella en la
que sus miembros tienen una relación inmediata y constante con los
padres, y la familia extensa que incluye a las personas que, sin estar
tan próximas a los padres, tienen todas las características que
anteriormente hemos señalado. Desde el punto de vista etimológico, la
funcionalidad habla de ejecución, cumplimiento, ejercicio o tarea que
ha de llevarse a cabo, por lo que desde esta perspectiva en la familia
se estudian las funciones y su complejidad, pretendiendo explicar la
dinámica familiar mediante la contribución de las partes a las
necesidades del conjunto, estableciendo los requerimientos que una
familia ha de establecer para mantenerse2.
Un sistema familiar equilibrado y bien estructurado favorece la
realización y logro de las funciones de todos sus miembros. Se trata de
unidades ligadas que forman un grupo, un todo coherente en el que los
distintos elementos que lo componen interactúan, son
interdependientes entre sí y, por lo tanto, están articulados, pueden
crecer desde el interior y constituyen una unidad completa. El sistema
es similar a un cuerpo cuyo crecimiento hace a cada miembro
más fuerte y más adecuado a su finalidad, sin alterar la proporción
del conjunto. El sistema familiar dispone de elementos concretos, como
pueden ser la vivienda, los comestibles, los muebles, etc., es decir,
objetos tangibles, descritos en términos cuantitativos; y elementos
abstractos que están compuestos de ideas, criterios o valores, como el
afecto, la autoridad, las tradiciones, las creencias y otros.
La interacción dentro de un sistema tiene las siguientes características:
1. es multidireccional, es decir, todos los integrantes influyen y
son influidos por los demás;
2. Un objetivo puede lograrse a través de medios y
actividades diferentes;
3. Las partes de un sistema en cuanto tales son subsidiarias entre
sí;
4. Existe una jerarquía entre los elementos de cada sistema y
entre los diversos sistemas;
5. Todos influyen y son influidos de alguna manera por el
ambiente.
En el seno familiar, todos influyen en todos, cada uno desde su
singularidad y desempeñando ciertas tareas o funciones. Por eso, la
causa de los éxitos y los fracasos no se debe a un solo miembro del
grupo, sino a todos, en mayor o en menor grado. Lo ideal para la
permanencia de la familia es que funcione tanto el sistema
como cada uno de sus elementos. Los miembros de la familia,
en cuanto ejecutores de funciones, cumplen diversos encargos y
adquieren cierto estatus al promover una acción que responde a
una misión siempre vinculada al origen y lugar que cada uno tiene en
la familia, por lo que, sin perder la personal autonomía, socialmente
imprime un estilo al grupo familiar. Cuando el papel que cada uno
desempeña se cumple hablamos de una familia funcional, que
desempeña bien sus tareas y éstas tienen una repercusión social.
La familia tradicional
La familia tradicional o premoderna7 hace referencia a un tipo de
familia muy estable y fuerte que fue el prevalente en toda Europa
antes del fenómeno de la industrialización. Se trataba de una familia
patriarcal. El padre era quien detentaba el poder, que era completo y
absoluto. Era, además, una familia numerosa y extendida. Se tenían
muchos hijos y las relaciones con las familias de los hijos y de los
parientes eran muy intensas y frecuentes. Hasta el punto de constituir
en ocasiones un auténtico clan familiar. La familia tradicional, además,
estaba muy enraizada en el lugar de residencia y en la sociedad desde
muchos puntos de vista: económico, social y cultural, etc.
Estos rasgos característicos se expresaban en una serie de funciones
sociales que la familia desarrollaba y que eran fundamentalmente las
siguientes:8
• La familia era una unidad de producción económica (agrícola o
artesanal) y de consumo porque familia y trabajo estaban
estrechamente unidos: se trabajaba en familia, con las
propiedades y en los terrenos de la familia y con los miembros de
la familia. Esto hacía que esta institución fuese muy importante
desde un punto de vista social porque en ella residía buena parte
de la capacidad productiva de la sociedad y de su riqueza. Tenía,
además, el efecto de unir de manera muy intensa a los miembros
que la componían. Basta pensar, por ejemplo, que, a causa de
esta estructura, estaban mucho tiempo juntos y la profesión se
aprendía dentro de la propia familia y del propio padre.
• Era la principal transmisora de los valores culturales y
religiosos. Las personas se educaban sólo o principalmente en la
familia y allí era también donde se transmitían los valores
culturales (lengua, costumbres, etc.) de una generación a otra.
Como, además, la cultura campesina tiende a ser tradicional y
conservadora, esta transmisión de valores era particularmente
estable y sólida.
• Era el lugar de la socialización primaria y secundaria y
de la integración social de los sujetos. En la familia, la persona
aprendía y adquiría los conocimientos y capacidades necesarias
para entrar en relación con los otros tanto a nivel primario como
secundario. Constituía además un elemento esencial para integrar
y estabilizar al sujeto en su entorno social.
De acuerdo con estas características esenciales propias de este tipo de
familia, se pueden extraer a modo de resumen las siguientes
conclusiones:
• En estas sociedades, la familia tenía una importancia central
tanto desde el punto de vista de la formación de las personas
como por lo que se refiere a la estructuración de importantes
elementos sociales como la riqueza, los medios de producción, la
formación de las profesiones y de las clases sociales, etc.
• La familia no se veía como algo privado sino como una
institución social, es decir, como una estructura esencial para la
correcta articulación de la sociedad. Planteamiento que producía,
a su vez, una visión especialmente positiva de las dimensiones
familiares que más influyen en este aspecto: procreación,
producción y transmisión de riqueza, relación con otras familias,
etc.
• A veces se ha indicado que, precisamente por esta importancia
social tan grande, este tipo de familia habría infravalorado los
aspectos afectivos e interpersonales a favor de los elementos
objetivo-institucionales. Parece que se puede afirmar,
efectivamente, que en la familia tradicional se dio una cierta
primacía de la institución sobre el individuo que se manifestó,
entre otras cosas, en un fuerte influjo del grupo familiar en las
decisiones matrimoniales, profesionales y educativas de sus
miembros.
La familia nuclear
Debido a los procesos de modernización social, la familia tradicional no
fue capaz de resistir los enormes cambios derivados de estos hechos y
los fenómenos que modificaron esta estructura fueron,
fundamentalmente dos (J.M. Burgos, 2001)9. La industrialización
desempeñó un papel decisivo al separar el lugar de trabajo del lugar
de la familia. La introducción de los modernos métodos de producción
industrial hizo que ya no fuera posible trabajar solo o
fundamentalmente en el entorno familiar y de este modo
desaparecieron muchas de las funciones que la familia cumplía antes.
Dejó de ser un centro de producción económica y un lugar de
formación profesional, por lo que disminuyó también su papel
socializador.
Un segundo fenómeno, ligado al de la industrialización, fue el
del urbanismo. El traslado del campo a la ciudad implicó para las
familias un corte radical con su cultura campesina y,
consiguientemente, un fuerte desarraigo social y un debilitamiento de
las relaciones de parentesco, que son mucho más difíciles de mantener
en las ciudades industriales por la mayor movilidad, los problemas de
alojamiento, etc.
Una de las consecuencias que produjo el conjunto de estos cambios
fue la privatización de la familia. Al desaparecer muchas de sus
antiguas funciones dejó de ser vista como una institución social y
empezó a considerarse fundamentalmente como un lugar de
relaciones personales, un espacio privado colocado fuera del conjunto
de la realidad social. Conectado a este fenómeno se encuentra
también el de la reducción de la familia, en primer lugar, porque
disminuyó el número de hijos, pero también porque el desarraigo
urbano mermó notablemente las relaciones con los parientes.
El resultado de todo este proceso es lo que se ha denominado familia
nuclear y que podemos describir sintéticamente del siguiente modo:
está compuesta por los padres con algunos hijos y quizá algún familiar,
los cuales crean un ambiente privado –fuertemente separado tanto de
la sociedad como del trabajo del padre- en el que se concede una
importancia nueva y relevante a las relaciones interpersonales, tanto
entre la pareja como entre los padres y los hijos. Cambia parcialmente
el papel de la mujer, que adquiere una mayor igualdad con el hombre,
pero al mismo tiempo se produce una división muy precisa de
los roles familiares: al hombre le corresponden los papeles sociales y
productivos fuera del hogar y, a la mujer, los afectivos y privados en su
interior.
Este proceso evolutivo se llegó a interpretar como un fenómeno social
que implicaría necesariamente una pérdida de importancia de la
familia en la sociedad moderna, pensándose incluso que la familia
había sido importante en el pasado, pero que no era una estructura
social necesaria que incluso llegaría a desaparecer. La posición más
científica fue la propuesta por T. Parsons (1955)9que estableció una
correlación entre nuclearización de la familia, pérdida de poder y
especialización funcional. Es decir, por un lado, se ha instaurado un
proceso de pérdida de funciones (económica, educativa, social, etc.)
por el que la familia nuclear, al contrario de la familia tradicional, no
sería capaz de desarrollar tales funciones y sería poco a poco
sustituida por otras estructuras sociales (industria y mercados,
colegios, medios de comunicación, Iglesia, etc.). Pero, a su vez, la
familia se especializaría en el desarrollo de unas pocas funciones, pero
muy importantes: la estabilización de la personalidad adulta y la
socialización primaria de los hijos.
Gracias a la existencia de una relación mucho más dinámica y
compleja entre la estructura social y la familia que la que existía en el
pasado, la familia nuclear desempeñaba un conjunto de funciones no
de modo exclusivo, sino compartiéndolas con la sociedad y que
podemos especificar en las siguientes10:
1) Función económica. La familia continúa siendo importante desde
el punto de vista económico en lo referente al consumo y a la
gestión del presupuesto familiar, pero también en el volumen de
actividad comercial ligado a empresas familiares.
2) Funciones educativas y de socialización primaria. A pesar de la
creciente importancia del centro escolar y de otras entidades
educativas, la familia resulta fundamental en la formación de la
personalidad del niño y del adolescente.
3) Funciones de socialización secundaria. La familia continúa
influyendo de manera importante en la inserción de la persona en
la sociedad y en el mundo del trabajo a través del patrimonio
cultural, las motivaciones, las oportunidades y los apoyos que dé a
sus miembros.
4) Asistencia y cuidado de los miembros más débiles de la sociedad.
Aunque hoy están sólo de manera parcial a cargo de la familia, su
papel es todavía muy importante y en la mayor parte de los casos
insustituible.
5) Funciones de estabilización de la personalidad y de control
socio-cultural. Por la propia complejidad de la sociedad y el
creciente proceso de individualización aumenta la importancia de la
familia como lugar de afianzamiento de la identidad individual.
Sin embargo, es también cierto que pese a todo existe una falta de
concienciación por parte de la sociedad, de los medios de
comunicación social e incluso de la misma familia respecto a la
importancia de todas las funciones sociales que desempeña y que
dependen de ella.