Revista N11 - Ojeda Carpintero

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DESDE LA PATAGONIA DIFUNDIENDO SABERES - VOL.

8 - Nº 11- 2011 ISSN 1668-8848

EL CARPINTERO GIGANTE
GIGANTE::
ESPECIE CLAVE DEL BOSQUE ANDINO P
CLAVE ATAGÓNICO
PA
Estudios realizados desde 1998 permiten conocer aspectos de la biología y el
comportamiento de Campephilus magellanicus , la especie de carpintero más
grande de América del Sur.

Valeria S. Ojeda, Ma. Laura Chazarreta y Carla M. Pozzi


Pájaro Carpintero
El carpintero toco toc:
los bosques destilan al sol
agua, resina, noche, miel,
los avellanos revistieron
galones de pompa escarlata:
aún sangran los palos quemados,
duermen los zorros de Boroa,
crecen las hojas en silencio
Foto: M. Lammertink.

Foto: M. Lammertink.
mientras circula, bajo tierra,
el idioma de las raíces:
de pronto en el silencio verde
el carpintero toco toc.

hembra PPablo
ablo Neruda, Arte de Pájaros
Pájaros,, 1966 macho

¿Por qué estudiar pájaros carpinteros? dad interna en forma de cilindro (ver Figura 1). Su
Los pájaros carpinteros están agrupados en la fa- alimento principal lo constituyen larvas de insectos y
milia zoológica Picidae. Ésta comprende más de 200 otros artrópodos que extraen mayormente de árboles
especies que se distribuyen en todo el mundo, con ex- caídos y en pie. Para comunicarse emiten vocalizacio-
cepción de Australia, Madagascar y las regiones pola- nes y producen golpes (con su fuerte pico) sobre tron-
res. En general, habitan bosques y selvas y muestran cos resonantes, lo que los distingue del resto de las
gran sensibilidad a la modificación de estos ambien- aves.
tes. Excavan sus nidos y dormideros en troncos, abrien- Varias especies de pájaros carpinteros son consi-
do una entrada circular u oval y horadando una cavi- deradas «especies paraguas» por científicos y admi-

Palabras clave: bosque subantártico, carpintero (1)


Cjo. Nac. de Investigaciones Científicas y Técnicas
gigante, cavidades arbóreas, especie clave. (CONICET), Argentina.
(2)
Grupo de Ecología y Biología de Vertebrados
Valeria S. Ojeda (1, 2) Patagónicos, Ctro. Reg. Universitario Bariloche, Univ.
Dra. en Biología, Univ. Nac. del Comahue, Argentina. Nac. del Comahue, Argentina.
[email protected] (3)
Laboratorio Ecotono, Ctro. Reg. Universitario
Bariloche, Univ. Nac. del Comahue, Argentina.
María Laura Chazarreta (1, 2, 3) (4)
CENAC (Programa de Estudios Aplicados a la
Lic. en Ciencias Biológicas, Univ. Nac. del Comahue, Conservación del Parque Nacional Nahuel Huapi). APN.
Argentina. (5)
Cátedra Conservación de los Ecosistemas, Ctro. Reg.
[email protected] Universitario Bariloche, Univ. Nac. del Comahue,
Argentina.
Carla M. Pozzi (4, 5)
Lic. en Ciencias Biológicas, Univ. Nac. del Comahue, Recibido: 05/05/2010. Aceptado: 03/12/2010.
Argentina.
[email protected]; [email protected]

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EL CARPINTERO GIGANTE VALERIA S. OJEDA, MA. LAURA CHAZARRETA Y CARLA M. POZZI

Figura 1: Vista frontal y corte longitudinal de un


árbol con cavidad de pájaro carpintero.

terminada edad, muertos en pie o caídos, dependien-


do de la especie de carpintero). Sumado a ese rol, los
pícidos están adaptados para extraer de los árboles
Ilustración: V. Ojeda.

larvas de gran tamaño consumidoras de madera (lar-


vas xilófagas), que viven en lo profundo de los fustes,
actuando así como controladores biológicos de pla-
gas forestales. Por otro lado, al generar cavidades uti-
lizadas como nido y dormidero en los árboles, proveen
sitios de reproducción y refugio para otros animales,
tales como loros, búhos o golondrinas, entre otros.
Dado que los pájaros carpinteros están funcionalmente
nistradores de recursos naturales, figura particularmen- ligados al conjunto de especies que utilizan sus cavi-
te útil para la conservación y el manejo de bosques. El dades, cumplen el rol de especie clave. Una especie
rol de «paraguas» de los pájaros carpinteros se debe a clave es aquella que influye en el ecosistema que ocu-
que estas aves suelen tener territorios familiares o indi- pa de una forma desproporcionadamente significati-
viduales de gran tamaño, por lo que su existencia y va en relación con su abundancia o biomasa.
cuidado implica también la protección de otros orga-
nismos y de una variedad de micro-hábitats del bos- Ingenieros forestales: forma y función
que. Además, la mayoría de los pájaros carpinteros adaptadas a la vida arbórea
resultan muy atractivos y se constituyen en figuras La adaptación de estas aves a la vida arbórea es
emblemáticas de los bosques que habitan, estando completa. Sus estructuras adaptativas, como el pico,
entre las aves favoritas del público. Sin embargo, mu- la lengua extensible y la cola rígida, entre otras estruc-
chos de ellos se encuentran incluidos en listas rojas turas, son inexistentes en otro grupo animal. Estas
(listas de especies amenazadas de extinción; ver Des- adaptaciones despertaron la admiración de naturalis-
de la Patagonia, difundiendo saberes, Vol. 5, Nº7) tas avezados como Charles Darwin, quien los utilizó
debido a su dependencia de recursos mayormente como ejemplo de perfecto ajuste entre forma y función
asociados, en general, a bosques antiguos, los que en su célebre texto «El origen de las especies», publi-
han sido destruidos y degradados en varias regiones cado en 1859: «Los naturalistas continuamente se re-
del mundo. Si bien su sensibilidad a la modificación fieren a condiciones externas, como el clima y el ali-
del hábitat forestal prioriza el estudio y cuidado de los mento, como las únicas causas posibles de variación.
pájaros carpinteros, las razones para investigar estas Sólo en un sentido muy limitado, esto es cierto; pero es
aves van más allá de su condición vulnerable. Los pá- incauto atribuir meramente a las condiciones externas
jaros carpinteros constituyen, además, interesantes la estructura, por ejemplo, de los pájaros carpinteros,
modelos de estudio por intervenir en procesos con sus patas, cola, pico y lengua, tan admirablemen-
ecológicos importantes para el funcionamiento de los te adaptados para atrapar insectos bajo la corteza de
bosques. los árboles.»
La habilidad de estas aves para construir huecos
Roles de los pájaros carpinteros en los en árboles, para buscar alimento y para producir gol-
ecosistemas forestales pes resonantes está asociada con complejas caracte-
Los pícidos (castellanización de Picidae, nombre rísticas morfológico-funcionales. Una de ellas es la pos-
latino para la familia) cumplen variados roles tura vertical dada por el pie trepador y la cola rígida,
ecológicos. Debido a su sensibilidad a las condiciones en tanto que otra consiste en el aparato excavador de
del hábitat, suelen ser buenos indicadores de elemen- madera, compuesto por un pico robusto en forma de
tos específicos del bosque que requieren para su su- cincel, un cráneo y una lengua muy especializados,
pervivencia (por ejemplo, árboles mayores de una de- como se detalla a continuación.

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EL CARPINTERO GIGANTE
LA PATAGONIA DIFUNDIENDO SABERES - VOL. 8 - Nº 11- 2011 ISSN 1668-8848

Figura 2: Pitío (Colaptes pitius) mostrando las


estructuras relacionadas con la postura vertical
típica de los pícidos .

llegan desde el pico (ver Figura 5 ). La potente muscu-


latura de la cabeza y del cuello está especializada para
dar impulso a los golpes y así poder excavar la made-
ra. La lengua es muy larga y extensible. Termina en
una especie de arpón utilizado para capturar artrópo-
dos dentro de la madera y se encuentra provista de
pequeñas barbas revestidas de una sustancia pegajo-
sa (ver Figura 6). Dos largas ramas del aparato hioideo
Foto: M. Lammertink.

(de tejido óseo) junto con la musculatura asociada al


aparato, son las responsables de la habilidad para
extender y retraer la lengua (ver Figuras 5 y 7). Las
ramas del hioides parten de la base de la lengua y
rodean el cráneo dándolo vuelta desde abajo hacia
arriba, para anclarse sobre su parte superior. Existen
diferentes puntos de anclaje para estas ramas, lo que
La postura vertical y sus aliados otorga capacidades diferentes para la movilidad de la
A fin de moverse ágilmente en superficies verticales
y de ejercer la fuerza necesaria para golpear la made-
ra, los pícidos han adquirido una postura paralela a
los troncos, lo que involucra modificaciones anatómi-
cas notables respecto de otros grupos de aves (ver Fi-
guras 2 y 8). Para adoptar esta postura resultan cla-
ves el pie trepador (denominado «zigodáctilo», ver Fi-
guras 2 y 3), que presenta dos dedos hacia el frente (2
y 3) y dos hacia atrás (1 y 4), y la cola formada por
plumas muy rígidas, que actúa como una tercera pata
en situaciones de esfuerzo (ver Figura 4). Lamentable-
mente, los atributos característicos de los pícidos no
se han reflejado en los dibujos animados, como el Pá-
jaro Loco, más vistos por grandes y chicos que los li-
bros de zoología (ver Apartado 1).

La cabeza, el pico y la lengua


Otro complejo funcional, el «aparato de obtención
de presas», involucra el cráneo, el pico, la lengua y sus
estructuras asociadas. El cráneo es muy grueso y con-
tiene almohadillas mitigadoras de los impactos que le
Ilustración: P. Villard.

Figura 3: Esquema de un pie zigodáctilo.

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VALERIA S. OJEDA, MA. LAURA CHAZARRETA Y CARLA M. POZZI

Figura 4: Carpintero norteamericano (Dryocopus


pileatus) apoyado en su cola, alimentando a un
pichón.

y termitas), en cuyo caso la lengua es utilizada para


Foto: C. Smith.

extraerlos de sus colonias en grandes cantidades por


vez. En este caso, el pico no tiene un rol tan decisivo
en la obtención de las presas, siendo la lengua la es-
tructura más relevante. Como consecuencia de una
menor fortaleza en su pico, estas especies (por ejem-
plo, el carpintero andino Colaptes rupicola, del No-
lengua. Muchos carpinteros tienen sus ramas ancla- roeste de la Argentina) suelen excavar nidos en
das en la zona de los ojos (ver Figura 7 A y B, lengua sustratos relativamente blandos, tales como árboles
retraída y extendida), otros las tienen sobre la base muertos y degradados, o barrancos en la tierra.
superior del pico (ver Figura 7 C) y otros, en una de las
narinas (aberturas nasales en el pico, ver Figura 7 D). ¿Quién golpea en nuestros bosques?
En todos los casos, las ramas están contorneadas por Los bosques presentes en la región del Nahuel Huapi
un músculo cuya contracción empuja el aparato ha- forman parte de una gran extensión forestal denomi-
cia el interior de la lengua replegada y produce su es- nada bosque andino-patagónico o subantártico, lo-
tiramiento. calizado entre los 35º y 56º de Latitud Sur, a ambos
lados de la Cordillera de los Andes. Cubre el sudoeste
¿Cómo se alimentan los pájaros de Argentina y el centro y sur de Chile y está domina-
carpinteros? do por árboles del género Nothofagus (ver Figura 11).
La mayoría de las especies de carpinteros se ali-
menta sobre sustratos leñosos y en posición vertical.
Estas aves detectan la presencia de larvas en el inte-
rior de la madera moviéndose y dando golpes suaves Apartado 1
sobre la superficie de los troncos, mediante mecanis- ¿Qué diferencias hay entre el Pájaro
mos no del todo conocidos, pero que parecen involu- Loco y el pájaro carpintero?
crar la audición. Una vez detectada la presa, excavan
un hoyo hasta dejar libre el acceso a la galería donde
se encuentra la larva. En esta situación utilizan la len-
gua extensible para extraerla (ver Figura 8). La lengua
es también utilizada como sonda para explorar presas
más superficiales, principalmente en el caso de indivi-
duos juveniles que son poco experimentados en la aper-
tura de huecos profundos de acceso a galerías.
Los carpinteros más especializados en larvas
xilófagas tienen el pico diseñado en forma de cincel,
con una base ancha y muy resistente (ver Figura 9).
Las narinas son alargadas para prevenir la entrada de
polvo o astillas de madera que podrían dañar los teji-
dos blandos, y muchas veces están cubiertas por plu-
maje que se extiende desde la base del pico. Esta pro-
tección se complementa con el cierre de la membrana
Imagen: W. Lanz.

nictitante (un párpado extra que poseen muchos ani-


males) al momento de golpear (ver Figura 10).
rígida.
Por otro lado, ciertas especies de carpinteros se ali-
El Pájaro Loco no tiene pie zigodáctilo ni cola
mentan de insectos coloniales (mayormente hormigas

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EL CARPINTERO GIGANTE
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Figura 5: Fotografía del cráneo y aparato hioideo


aislado de él.

Debido a su amplia distribución y al tamaño de sus


cavidades, esta especie es la que tiene el mayor poten-
Foto: Jody Hildreth.

cial como proveedora de huecos útiles de variado ta-


maño para usuarios secundarios a lo largo del bos-
que subantártico. Nuestros estudios en los alrededo-
res de Bariloche determinaron que al menos 15 espe-
cies utilizan los huecos del carpintero gigante para
nidificar (ver Figura 12). Entre los usuarios secunda-
Aunque en la Argentina encontramos treinta espe- rios más frecuentes de sus huecos se encuentran la
cies de pájaros carpinteros, sólo tres de ellas habitan cachaña o cotorra austral (Enicognathus ferrugineus,
los bosques australes: el carpintero bataraz (Picoides ver Desde la Patagonia, difundiendo saberes, Vol. 5,
lignarius), el pitío (Colaptes pitius) y el carpintero gi- Nº6), el zorzal patagónico (Turdus falcklandii), el caburé
gante (Campephilus magellanicus, ver Apartado 2). A o chuncho (Glaucidium nanum), la lechuza bataraz o
estos pícidos se agrega el picolezna (Pygarrhichas concón (Strix rufipes), el huet huet (Pteroptochos tarnii)
albogularis), una especie perteneciente a otro grupo y posiblemente el monito de monte (Dromiciops
de aves (familia Furnariidae), pero que también tiene gliroides).
la capacidad de excavar sus nidos en árboles y de bus-
car presas debajo de la corteza. Estas cuatro especies
difieren tanto en su tamaño como en su abundancia y
hábitos; el tamaño de sus cavidades refleja su tamaño
corporal. Todas son endémicas del bosque subantártico
(es decir que toda su distribución se restringe a esta
región) y residen en él durante todo el año.

El gran proveedor de cavidades


De los excavadores mencionados, el carpintero gi-
gante es la especie más conspicua y la única que ha-
bita exclusivamente bosques en etapas avanzadas de
crecimiento (árboles mayores de 100 años), lo que lo
expone a mayores amenazas ante la reducción cre-
ciente de estos bosques por prácticas antrópicas, como
el aprovechamiento forestal, el fuego, la urbanización
y la ganadería, entre otros. Con una longitud de entre
44 y 47 centímetros y un peso de entre 312 y 363
gramos (los machos) y de entre 276 y 350 gramos
(las hembras), el carpintero gigante es hoy el quinto en
tamaño a nivel mundial y el más grande de Sudamérica.
Ilustración: V. Ojeda.

Figura 6: Extremo de la lengua de un carpintero.

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VALERIA S. OJEDA, MA. LAURA CHAZARRETA Y CARLA M. POZZI

Ilustración: Encyclopaedia Britannica.


Figura 7: Distintas formas de anclaje y configuración del hioides (A-D) y representación del funcionamiento
de la lengua (A y B).

El gran percusionista
El carpintero gigante puede ser detectado a gran milia, similares al sonido de una bisagra oxidada. Las
distancia debido a las vocalizaciones y golpes que rea- vocalizaciones de demanda de alimento de los juveni-
liza. Esta característica lo hace aparecer como una les durante su primer año fuera del nido son muy ca-
especie frecuente o abundante, cuando en realidad racterísticas y audibles: son notas agudas en diferen-
no lo es, solamente es muy conspicua. El repertorio de tes tonos que emiten insistentemente durante todo el
vocalizaciones que realizan ambos sexos es muy vas- día (ya lo enuncia el dicho popular: «el que no llora no
to. Las dos voces principales son los «tsie» (similares a mama»).
trompetas) y los «cacareos»; los primeros suelen emi- Los golpes, también emitidos por ambos sexos, co-
tirse en tandas de hasta diez repeticiones, mientras que rresponden a diferentes comportamientos: búsqueda
los segundos, que son en sí una secuencia de notas y captura de alimento (golpes a ritmo intermitente y de
breves y descendentes, suelen ser individuales y emiti- variada intensidad), excavación de cavidades (golpes
dos durante el vuelo y el aterrizaje. También hay notas rítmicos y en tandas, intercalados con limpieza de as-
sutiles para comunicación entre miembros de una fa- tillas) y comunicación a larga distancia mediante un
característico doble golpe, «toco-toc», producido nor-
malmente en puntas secas en lo alto de los árboles (a
este sonido hace referencia el poema de Pablo Neruda,
citado al inicio de este artículo). El doble golpe, si bien
es utilizado comúnmente para la defensa territorial ante
intrusos que no son bienvenidos, es también usado a
veces entre los miembros de una familia que se han
distanciado circunstancialmente. El doble golpe es
característico y exclusivo del género Campephilus. Esto
sugiere que es un comportamiento innovador en el
contexto de los pícidos, pero muy antiguo entre las
especies de este género.
Foto: M. Lammertink.

Figura 8: Carpintero gigante (Campephilus


magellanicus) introduciendo su lengua en una
galería de larva xilófaga.

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Fotos: M. Lammertink.

Figura 9: Carpintero garganta estriada (Dryocopus lineatus, izquierda) y gigante (derecha) mostrando sus
picos en forma de cincel.

Conducta social, reproducción y


alimentación
Desde los inicios de este estudio en 1998, aborda- sólo comparte el nido con los adultos durante sus bre-
mos la biología reproductiva, aspectos sociales y de ves entradas con fines sanitarios (extracción de heces
comportamiento del carpintero gigante. Como la ma- y restos de presas), y durante la noche, cuando el
yoría de los pícidos, el carpintero gigante es una espe- macho ingresa al nido para dormir. La hembra usual-
cie residente y territorial que no se asocia en congre- mente duerme en otra cavidad cercana al nido, sola o
gaciones o bandadas, sino que vive en parejas o gru- acompañada por algún hijo juvenil nacido en tempo-
pos familiares de hasta cinco individuos que permane- radas anteriores. Observaciones de nidos desde el
cen todo el año en una porción acotada del bosque, amanecer hasta el anochecer revelaron una notable
su territorio. Un determinado territorio suele ser utili- equidad en la inversión de cada sexo en la incubación,
zado por una misma pareja durante varios años, posi- empolle y alimentación de los pichones; contrariamen-
blemente décadas, por lo cual cada pareja tiene una te, las tareas de excavación y defensa territorial son
acabada noción de la localización de los recursos vi- mayormente conducidas por el macho. El crecimiento
tales dentro de su área de acción, tales como parches es acelerado durante los primeros 25-30 días, para
para alimentación, agua, palos secos para emitir do- estabilizarse en los últimos 10-15. Este último período
ble golpes, huecos con función de dormidero, cavida- está caracterizado por el crecimiento del pico y plumas
des a medio excavar para ser completadas como ni- de la cola y alas.
dos e incluso áreas de actividad de depredadores como Los juveniles, muchos de los cuales marcamos con
los aguiluchos (Buteo spp.), que los carpinteros deben anillos de colores, permanecen por dos y hasta tres
evitar. años con sus padres, quienes los alimentan durante el
Hasta la fecha, registramos datos de biología primer año y a veces por más tiempo, mientras apren-
reproductiva en más de 60 nidos, lo cual nos permite
saber que la reproducción demora unos 65 días entre
la postura de huevos (octubre-noviembre) y el vuelo
del pichón (diciembre-enero). Esta especie produce un Apartado 2
pichón por año que sale del huevo desprovisto de plu- Nombres que recibe el carpintero
mas, con los ojos cerrados y con escasa capacidad gigante
termoreguladora, por lo que requiere de cuidados in-
tensivos de ambos padres. Éstos le transfieren calor y En Argentina: Carpintero Gigante, Carpintero
lo alimentan dentro de la cavidad durante aproxima- Patagónico.
damente 20 días (Ver Figura 13). Hacia los 15 días de En Chile: Carpintero Negro, Carpintero Grande,
edad, el dimorfismo sexual comienza a ser visible en la Gallo de Monte (Chiloé).
coloración del plumaje de la cabeza (rojo en machos, En Mapuche: Reré, Kurüpütriu, Concona,
negro en hembras). Más adelante, durante otros 25 a Concoma.
30 días, el pichón es alimentado desde la entrada del En Yagán (Yámana): Lána, Kanára.
nido mediante entregas breves y rápidas de presas, y

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VALERIA S. OJEDA, MA. LAURA CHAZARRETA Y CARLA M. POZZI

Figura 10: Carpintero gigante cerrando sus


párpados mientras quita un trozo de corteza.

Apartado 3
Hongos creadores de refugios para la
fauna
Los hongos, que pertenecen al Reino Fungi, son
organismos muy importantes porque contribuyen
a mantener procesos primordiales a través de sus
relaciones con otros organismos. Un caso parti-
cular dentro de este reino es el de las especies
degradadoras de madera caída y en pie
(xilófagas). Sus «pudriciones» afectan principal-
mente el duramen (porción interna de los troncos
formada por células muertas con función de sos-
tén) de árboles vivos, sin matarlos directamente,
Foto: M. Lammertink.

pero acelerando su desmoronamiento. La densi-


dad de la madera se ve reducida, así como la for-
taleza en los troncos y ramas que con frecuencia
se parten.
Al colonizar los troncos y ramas de los árbo-
les en pie, los hongos ablandan la madera y ge-
neran oquedades, aprovechadas por la fauna
como sitios de refugio y/o reproducción (ver Apar-
den las técnicas de alimentación. Posiblemente debido tado 3). Varios grupos de animales, principalmente
a la larga permanencia de los juveniles con sus pa- aves y mamíferos, han evolucionado hacia el uso
dres, las parejas no se reproducen todos los años. estos huecos en los ecosistemas boscosos del pla-
Debido a esta característica, sumada a una baja tasa neta. En el caso de las aves, entre un 10% y un
reproductiva y un largo período transcurrido hasta la 30% hace uso de estos huecos para reproducirse
primera reproducción, se postula que los individuos y/o refugiarse. Sin embargo, en árboles del bos-
deberían vivir más de diez años, y posiblemente hasta que subantártico esta proporción llega a casi el
veinte. 50% de las especies presentes.
El carpintero gigante es el principal depredador de Los huecos en árboles son cavidades semi-ce-
las larvas de insectos que viven en el interior de árbo- rradas que se forman por degradación (cavida-
les nativos de la Patagonia. Una de las líneas actuales des «naturales») o bien son excavadas por ani-
del estudio de la especie aborda el comportamiento males en el tronco y ramas principales. Desde el
en torno a su alimentación. Se investiga la posible re- punto de vista funcional, las especies usuarias de
lación entre los patrones de alimentación y las carac- cavidades arbóreas corresponden a dos tipos: (1)
terísticas del bosque, como el tamaño de los árboles y usuarias primarias, que tienen la capacidad de
sus ramas, su grado de mortalidad, su densidad, la excavar; y (2) usuarias secundarias, que utilizan
cantidad de madera en el suelo, etc. También nos inte- huecos preexistentes, naturales o excavados por
resa verificar si existen diferencias en la utilización de las primeras. En ambos casos, el ablandamiento
recursos forestales entre los sexos y clases de edad previo por la actividad de hongos xilófagos es un
(adulto, juvenil) y las jerarquías e interacciones entre proceso clave. Nuestros estudios preliminares en
miembros de un clan familiar. los bosques andino-patagónicos indican la pre-
Los datos obtenidos hasta el momento indican que sencia de cuatro especies de hongos xilófagos en
este carpintero se alimenta sobre árboles nativos (prin- las paredes de las cavidades construidas por los
cipalmente Nothofagus) en pie de todas las edades y pájaros carpinteros.
tamaños, aunque preferentemente vivos o parcialmente

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DESDE
EL CARPINTERO GIGANTE
LA PATAGONIA DIFUNDIENDO SABERES - VOL. 8 - Nº 11- 2011 ISSN 1668-8848

Figura 11: Distribución aproximada de los bosques


subantárticos.

muertos, y también sobre árboles caídos. Los árboles


menos utilizados son los que están muertos en pie. La
razón podría ser que estos árboles, al estar resecos,

Ilustración: I. Gamundi y E. Horak.


albergan menor cantidad de presas. Los troncos caí-
dos, en cambio, retienen la humedad del suelo, lo que
incrementa su ocupación por larvas xilófagas y artró-
podos de otro tipo.
Si bien la especie se alimenta principalmente de lar-
vas xilófagas, también consume insectos adultos, ara-
ñas, frutos y hasta pequeños vertebrados como lagar-
tijas y murciélagos. Consume además, de forma opor-
tunista, huevos y pichones de otras aves durante sus
recorridos en árboles en busca de larvas. Este alimen-
to es muy infrecuente y su consumo es difícil de pre-
senciar. En nuestro caso, se detectaron durante el

Figura 12: Cavidad de carpintero gigante a medio


excavar, tomada por el comesebo patagónico
(Phrygilus patagonicus) para hacer su nido.

Figura 13: Desarrollo de pichones del carpintero


gigante. a) Nacen desprovistos de plumón, con los
párpados fusionados. b) Para el día 14, las plumas
comienzan a emerger y los ojos a abrirse (macho, en
el caso de la foto). c y d) Alrededor del día 30, el
Foto: V. Ojeda.

pichón ya está totalmente emplumado (macho y


hembra, respectivamente). e) Volantón macho en su
primer vuelo. Notar la coloración de la cabeza, con
antifaz negro, el barrado negro en el parche blanco
de las alas y lo breve del pico, alas y cola.

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VALERIA S. OJEDA, MA. LAURA CHAZARRETA Y CARLA M. POZZI

Apartado 4
Leyendas del carpintero gigante producto de una convivencia ancestral

Las aves cantan en los bosques templados de Sudamérica desde hace millones de años; los pueblos
mapuche, yagán y otros, transmiten historias de pájaros, de generación en generación desde hace cientos
a miles de años, e incluso portan aves en sus nombres (por ejemplo, Ñanco o Ñancu, que significa aguilu-
cho). Estas voces heredan una larga historia de co-existencia entre aves y seres humanos, acercándonos
una visión de parentesco entre esos dos grupos.
Este conjunto de elementos antropológicos representa un obsequio bio-cultural que ha sido bien valo-
rado e interpretado por el matrimonio del biólogo Ricardo Rozzi y la antropóloga Francisca Massardo,
mentores de una guía multicultural de aves que rescata, entre otras, la historia yagán (o yámana) del
carpintero negro contada por la familia Calderón, oriunda de la isla Navarino. Esta historia afirma que los
carpinteros negros, quienes acompañaban a las mujeres yaganes cuando recolectaban dihueñes (llao-
llaos) en los bosques del archipiélago del Cabo de Hornos, son descendientes de una pareja de hermanos
yaganes.
Historia yagán: El abuelo yagán Juan Calderón relataba que el origen de esta hermosa ave de los
bosques australes se remontaba a tiempos ancestrales, cuando todavía los pájaros eran humanos. En
aquellos tiempos, un joven se enamoró de su hermana y procuraba cualquier triquiñuela para encontrarse
y dormir junto a ella. Su hermana había notado esa intención y esquivaba a su hermano cada vez que él la
buscaba, evitando relaciones prohibidas. Pero en el fondo, ella estaba dividida: quería estar junto a él y a
la vez no.
El hermano seguía pensando en pretextos para atraerla fuera del akar o ruca. Un día descubrió gran-
des frutos de chaura roja (amai, Gaultheria mucronata) en el claro de un bosque y fue a contarle a su
hermana: «he encontrado enormes chauras en un lugar del bosque, deberías ir y recogerlas». La hermana
tomó su canasto y se internó en el bosque, mientras su hermano la siguió sin que nadie lo notara y se
escondió a su acecho. Al pasar ella, él se lanzó abrazándola y juntos cayeron al suelo dando curso a su
amor.
Cuando se levantaron se convirtieron en pájaros y volaron, como carpinteros negros (lána). Desde
entonces viven juntos en los bosques y el hermano lleva sobre su cabeza un penacho rojo que recuerda el
color de aquellos grandes frutos de chaura.
Rozzi, R. (Ed.) (2003). Guía multiétnica de aves de los bosques templados de Sudamérica austral.
Santiago de Chile: Editorial Fantástico Sur/Salesianos S.A.

Fotos: V. Ojeda.

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Apartado 5
Desmitificando falsas creencias, producto de la desinformación

Pone cuatro huevos y cría dos o tres pichones a la vez.


El carpintero gigante pone de uno a dos huevos y cría un único pichón por año. Cuando se obser-
van parejas con más de un juvenil ello se debe a que se superponen hijos de diferentes temporadas que
permanecen en el territorio natal. Un desafío para el observador es descubrir el orden de antigüedad
de cada juvenil, que puede deducirse de observar el comportamiento de alimentación: los individuos
más jóvenes podrán ser identificados porque reclaman constantemente alimento a sus padres.

Mata o daña a los árboles con sus picoteos de alimentación y con la excavación de
nidos.
No los mata directa ni inmediatamente, sino que contribuye a su desmoronamiento natural. La
excavación de la cavidad implica el ahuecamiento de una buena porción del tronco o fuste, lo cual casi
no afecta el tejido vivo (por donde pasan los vasos de conducción), pero reduce significativamente la
resistencia mecánica del árbol. Asimismo, mientras se alimenta, el carpintero lesiona el tejido vivo
exterior vulnerando las barreras químicas del árbol y facilitando el ingreso de hongos xilófagos y de un
conjunto de microorganismos al interior del tronco.
Considerando la escala de un árbol puntual, es innegable que existe un perjuicio derivado de la
actividad conjunta de hongos, insectos y carpinteros, que facilitan procesos de pudrición y desmoro-
namiento de los árboles, generando así oportunidades de creación de hábitats para los carpinteros,
para otros animales usuarios de huecos en árboles y para las larvas que son alimento de los carpinte-
ros. En un contexto ecológico, el hecho de que algunos árboles se debiliten y eventualmente mueran
por la acción conjunta de estos organismos responde a un proceso natural y necesario que permite
que se recicle la materia contenida en los árboles moribundos, se establezcan nuevos árboles y se
desarrollen aquellos que estaban suprimidos bajo las copas, garantizando así la regeneración del
bosque.

Acude siempre si uno golpea palos o troncos del bosque.


En una de sus series de naturaleza, el afamado conductor David Attenborough apareció en bos-
ques de la Patagonia, mientras golpeaba un tronco imitando a los carpinteros gigantes. Éstos acudie-
ron de inmediato, en una secuencia que apareció (quizás adornada con una buena edición y montaje
de sucesos no correlativos) como una respuesta de defensa territorial por parte de una pareja. A partir
de la difusión de ese material, atraer carpinteros con esa técnica quedó instalado como una herra-
mienta infalible. Sin embargo, para tristeza de los que pasamos largas horas intentando localizar a
estos animales en sus territorios, esta técnica sí es falible, siendo imprevisible la respuesta de los carpin-
teros a esta clase de «falsos» llamados…a veces funciona, a veces no. Aunque sin garantías, vale la
pena probar esta técnica en la primavera, cuando los individuos manifiestan su más agudo comporta-
miento territorial.

Es la especie de carpintero más grande del mundo.


Esta especie era, hasta hace medio siglo, la séptima del mundo en tamaño, y la tercera en el
continente americano. Habiéndose extinguido recientemente sus dos congéneres americanos de ma-
yor tamaño, Campephilus principalis (Sudeste de Estados Unidos de Norteamérica y Cuba) y C. imperialis
(Sierra Madre Occidental, en México), el carpintero gigante es ahora el más grande de América y el
quinto carpintero a nivel mundial.

monitoreo de nidos de día completo, utilizando un te- en el extremo sur del bosque subantártico (Tierra del
lescopio de gran aumento y siguiendo a individuos Fuego); este consumo parece ser un complemento de
adultos durante varias horas en sus rondas de alimen- la dieta principal que, en esas latitudes, también se
tación. También existen observaciones de consumo de basa en larvas.
savia en árboles de guindo (Nothofagus betuloides)

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VALERIA S. OJEDA, MA. LAURA CHAZARRETA Y CARLA M. POZZI

Medidas para el cuidado del Carpintero Gigante

1. Provincia de Río Negro. Declaración Nº 815/2009 (Provincia de Río Negro) «de interés provincial,
científico, ecológico y social el proyecto de investigación denominado «Conservación de un símbolo del
Bosque Andino Patagónico: el Carpintero Gigante»», llevado adelante por investigadores de la Univer-
sidad Nacional del Comahue y del Parque Nacional Nahuel Huapi en la ciudad de San Carlos de
Bariloche.
Este mismo proyecto fué declarado de interés por el Parque Nacional Nahuel Huapi, Disposición Nº
754/10.

2. Municipalidad de San Carlos de Bariloche. Proyecto de Ordenanza del Consejo Municipal: «Estable-
cer Especies de Valor Especial», entre las que se encuentra el Carpintero Gigante. Proyecto actualmen-
te en evaluación.

Requerimientos de hábitat
Entre los años 2003 y 2005 estudiamos la selec- dencias de mortalidad parcial de copas (como ser pun-
ción de hábitat de nidificación y dormidero en bos- tas blancas y ramas faltantes) y avanzados en
ques de lenga (Nothofagus pumilio) cercanos a la ciu- pudriciones internas por la acción de hongos, a juzgar
dad de San Carlos de Bariloche. Encontramos que los por una mayor frecuencia de aparición de las
carpinteros utilizaron árboles casi siempre vivos de ta- fructificaciones del hongo (con forma de estantes, ver
maño intermedio (~45 cm de diámetro a la altura del Figura 14) en los árboles con cavidades respecto de
pecho), de edades mayores a los 170 años, con evi- otros seleccionados al azar.

Lecturas sugeridas
Arango, X., Rozzi, R., Massardo, F., Anderson, C. y Ibarra, T.
(2007). Descubrimiento e implementación del pájaro carpin-
tero gigante (Campephilus magellanicus) como especie
carismática: una aproximación biocultural para la conserva-
ción en la Reserva de Biosfera Cabo de Hornos. Magallania
(Chile), 35(2), pp. 71-88. En URL: www.scielo.cl/
s c i e l o . p h p ? p i d = S 0 7 1 8 -
22442007000200006&script=sci_arttext

Chazarreta, M. L. (2007). Comportamiento reproductivo del car-


pintero gigante Campephilus magellanicus en bosques del
Parque Nacional Nahuel Huapi, Argentina. Tesis de Licencia-
tura, Universidad Nacional del Comahue, Argentina.

de Haro, T. (2008). ¿Cómo soporta el pájaro carpíntero los


impactos de su pico? Sabercurioso. En URL:
www.sabercurioso.com/2008/02/13/como-soporta-
pajaro-carpintero-impactos-pico/

Pozzi, C. (2007). Redes de vida. Ecos del Parque, año III (5), pp.
Foto: V. Ojeda.

4. En URL: www.nahuelhuapi.gov.ar/Paginas/ecos/
ecos_del_Parque_N_5.pdf

Pozzi, C. (2008). Identificación de las pudriciones fúngicas pre-


cursoras de la excavación de cavidades del Carpintero Gi-
gante Campephilus magellanicus en un bosque de lenga
Figura 14: Nido de carpintero gigante (centro del Nothofagus pumilio. Tesis de Licenciatura, Universidad Na-
tronco) y estante de hongo xilógafo a su izquierda. cional del Comahue, Argentina.

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