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Pautas para DECIR NO con asertividad
1. Asegúrate de entender el mensaje y analiza la situación. En
primer lugar, debes asegurarte de que entiendes perfectamente lo que la otra persona te ha pedido. Si no tienes claro exactamente a qué se refiere con el mensaje transmitido, es preferible que pidas una aclaración al respecto. Una vez entendido, es el momento de decidir si quieres aceptar la propuesta o decir no. 2. Ten en cuenta que no debes sentirte mal si dices “no” cuando quieres hacerlo. Tenemos el derecho a decir que no en cualquier ocasión, bien porque nos parece que lo que nos piden es poco razonable, o porque, aunque sea razonable, no queremos aceptarlo en ese momento. Piénsalo, no deberías sentirte en la obligación de aceptar, pues de esta manera podemos tomar nuestras propias decisiones y no nos implicamos en situaciones que desde un principio no vemos claras. 3. Si has decidido decir que no, expresa la negativa de forma clara, breve y amable. Si únicamente quieres aceptar en ciertas condiciones puedes comunicárselo. Es importante que NO des excusas.
De forma general, ¿cómo puedo realizar esa negativa?
– Escucha activamente la propuesta, es importante que prestes
atención a la otra persona y entiendas perfectamente el mensaje. – Una vez que acaba con la propuesta, evita el no rotundo y el no pasivo (sin dejar clara tu postura negativa). En ambos casos, puede denotar falta de interés. – Es preferible que nombres a la otra persona y que digas no suavemente. Por ejemplo: “lo siento María, pero…” o “María, la verdad es que…” – Si existe una razón lógica, puedes explicarla. Asimismo, también puedes plantear alternativas. – Por último, si tras haber negado la propuesta, la otra persona mantiene una actitud positiva, es importante que se lo agradezcas. Por ejemplo: “Gracias por haberlo entendido, María” o “Me alegra que te lo hayas tomado así, te lo agradezco mucho, María”. De esta manera, reforzamos su actitud positiva y hacemos que en un futuro sea más probable que se repita.
De forma más específica, utiliza algún tipo de técnica que pueden
serte de utilidad
– Técnica del Sándwich: consiste en expresar un aspecto
positivo tanto al principio como al final de la frase, y en el medio se rechaza la propuesta. Por ejemplo: “Gracias por proponérmelo María, – pero no puedo ir a Barcelona, lo siento – si quieres otro día podemos planear otra escapada”
– Banco de Niebla: en este caso, se trata de reconocer en parte lo
que la otra persona te ha planteado, pero sin cambiar tu negativa. Por ejemplo: “Es cierto que/ Es verdad que/ Es posible que/ Tienes razón con que nos lo pasaríamos genial de compras por Sarrià… pero lo siento mucho porque no puedo.”
– Técnica del Disco Rayado: consiste en insistir con nuestra decisión
de haberle dicho que no, sin desviarnos del tema. De este modo, no tenemos que dar explicaciones para rechazar una petición. Se trata de ser persistente repitiendo una y otra vez la negativa de diferentes formas, de esta manera extinguimos o disminuimos determinadas respuestas de la otra persona. Por ejemplo: “Entiendo que te haga mucha ilusión ir al Tibidabo conmigo, pero como ya te he dicho antes…” o “Por el momento, y debido a… no va a ser posible actualmente”.
Tras haber leído todo lo anterior, resulta imprescindible comentarte
que la clave es que trabajes este aspecto de “decir no” dentro del conjunto de las habilidades sociales. Es importante que tengas en cuenta que éstas pueden ser innatas o se pueden adquirir por medio de entrenamiento y práctica. De esta manera, podemos aprender a comunicarnos más eficazmente con nuestro entorno y promovemos el respeto tanto hacia la otra persona como hacia uno mismo.