El Capitán Barba Dulce y La Isla Del Tesoro

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El capitán Barba Dulce y la isla del tesoro

Había una vez, en un rincón lejano del vasto océano,


una isla llamada Isla del Tesoro. En esta isla vivía un
grupo de piratas muy especiales. No eran piratas
comunes y corrientes, sino piratas amigables que
siempre buscaban aventuras y tesoros para compartir
con todos.
El capitán de estos piratas se llamaba Capitán Barba
Dulce. Tenía una larga barba trenzada llena de dulces
de todos colores. Cada vez que sonreía, su barba se
iluminaba con los caramelos que llevaba.
Un día, el Capitán Barba Dulce y su fiel tripulación, que
incluía a la valiente pirata Ana la Valiente, el ingenioso
pirata Tomás el Ingenioso, y el pequeño loro
parlanchín llamado Pico, encontraron un mapa antiguo
dentro de una botella flotante.
"¡Es un mapa del tesoro!" exclamó Ana la Valiente.
"Nos llevará a un gran tesoro escondido en la Cueva
de los Mil Colores."
La tripulación estaba emocionada y se pusieron en
marcha de inmediato. Zarparon en su barco, el Dulce
Aventura, y navegaron a través de aguas brillantes y
cielos despejados. En el camino, enfrentaron
pequeños desafíos, como navegar entre arrecifes y
saludar a los delfines juguetones que querían unirse a
la diversión.
Después de un día de navegación, llegaron a la Cueva
de los Mil Colores. La entrada de la cueva brillaba con
luces de todos los colores del arcoíris. Los piratas se
adentraron con cuidado, guiados por el mapa.
Dentro de la cueva, encontraron una serie de acertijos
y trampas, pero con la astucia de Tomás el Ingenioso y
la valentía de Ana la Valiente, lograron superar todos
los obstáculos. Finalmente, llegaron a una gran sala
donde se encontraba el tesoro.
El tesoro no era solo una montaña de monedas y
joyas, sino también cajas llenas de libros de cuentos,
juguetes mágicos y dulces especiales. Cada uno de
estos objetos tenía un brillo especial y estaba
destinado a traer alegría y felicidad.
Capitán Barba Dulce sonrió ampliamente. "Este tesoro
es perfecto para compartir con todos los niños y niñas
del mundo," dijo. Y así, los piratas amigables cargaron
su barco con el tesoro y regresaron a su isla.
Desde entonces, cada noche en la Isla del Tesoro, los
piratas contaban historias, compartían dulces y
jugaban con los juguetes mágicos. Los niños de todo
el mundo eran invitados a unirse a las fiestas y todos
vivían felices.
Y colorín colorado, este cuento de piratas ha
terminado. Ahora, cierra tus ojitos y sueña con
aventuras en alta mar, con piratas amigables y tesoros
maravillosos. ¡Buenas noches!

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