Orientaciones y Configuraciones Curriculares - Nivel Inicial
Orientaciones y Configuraciones Curriculares - Nivel Inicial
Orientaciones y Configuraciones Curriculares - Nivel Inicial
NIVEL INICIAL
“Los Estados Partes tomarán las medidas necesarias para asegurar que todos los niños y
las niñas con discapacidad gocen plenamente de todos los derechos humanos y libertades
fundamentales en igualdad de condiciones con los demás niños y niñas.”
“b) Luchar contra los estereotipos, los prejuicios y las prácticas nocivas respecto de las
personas con discapacidad.
Las representaciones de los docentes sobre la inteligencia de sus alumnos (o sobre las
posibilidades y limitaciones, u otros factores), son juicio tácito. Los modos de pensar del
docente contribuyen a estructurar sus prácticas y sus modos de acción. No son neutras.
Poseen consecuencias sobre trayectorias de los estudiantes. El efecto se produce en los
modos en los que los niños con discapacidad perciben la mirada del otro. De la misma
manera, los pares sin discapacidad, asumen visiones, interpretaciones, y actitudes
aprendidas de sus docentes y de los adultos que los rodean, quienes se constituyen en
modelos positivos o negativos. Por ello, es que las instituciones educativas son un lugar
privilegiado para desarrollar la toma de conciencia, tal como lo expresa la Convención.
ORIENTACIONES
● Todo niño en situación de discapacidad tiene el mismo derecho a desarrollar
habilidades correspondientes al nivel, por tal motivo deben ofrecerse a todos ellos
oportunidades para participar, jugar, explorar como todos sus pares. La situación de
discapacidad no debe ser motivo para restringir o limitar las oportunidades o tener
bajas expectativas.
● Será necesario habilitar espacios para conocer los intereses, deseos, saberes, de
las/os niñas/os quienes son capaces de comprender y de expresarse, cuando hay
un otro disponible, que los aloje.
En cuanto a la comunicación
La escuela es el espacio social privilegiado para desarrollar el potencial comunicativo. En su
seno se establecen las relaciones entre los sujetos; y entre los sujetos, el conocimiento y la
cultura que forjan modalidades de pensar, sentir y ser en el mundo (...). La comunicación es
comprendida como toda expresión o producción intencional dirigida a un otro que la significa
dentro de un contexto de intercambio.
ORIENTACIONES
● Reflexionar junto con las familias acerca de cómo establecer y sostener el contacto
con el bebé a través de diferentes estrategias: visuales, auditivas, táctiles superando
barreras si las hubiera.
Si la/el niña/o se encuentra cerca, tocar suavemente el hombro o el brazo para volver
su mirada; si está lejos, agitar la mano, convocarla con algún sonido significativo.
Desde la modalidad, los servicios de Atención Temprana del Desarrollo Infantil, promoverán
un desarrollo integral y lingüístico bilingüe de pleno respeto a las necesidades y
posibilidades de cada niña/o y sus personas significativas. La propuesta educativa no solo
se desarrollará en el espacio institucional, sino que abordará situaciones cotidianas en el
domicilio acordadas con la familia, donde circulan las lenguas.
Para ello, resultará necesario generar e implementar herramientas de valoración para cada
niño que permitan definir su perfil lingüístico (ejemplo: matriz de comunicación). Conocer el
nivel comunicativo en el cual se encuentra el niño, qué formas y funciones comunicativas
utiliza, con quienes y en qué entornos, será el punto de partida para diseñar intervenciones
superadoras a fin de elaborar materiales ajustados a sus necesidades comunicativas y de
participación.
Cuando un niño queda fijado a cierta producción oral, gráfica, motriz, es necesario
que el docente arme una escena simbólica, ajustada a la propuesta áulica, donde el
estudiante puede atribuirle nuevos sentidos que reformulen su producción y
relancen nuevas escenas que amplían su capacidad representacional y la relación
con el entorno. Acotando así cierta fijeza a esos objetos y/o acciones
Será imprescindible promover interacciones recíprocas con las personas significativas de su
entorno, ya que son la base de la constitución de su subjetividad; como así también, brindar
seguridad afectiva que facilite dichas interacciones.
Asimismo, será importante propiciar situaciones en las que se promueva el contacto visual
con los adultos y pares, como así también la atención conjunta, la referencia social y de
acción (precursores de la intención comunicativa).
Los niños/as, en el nivel inicial, suelen aceptar con mayor agrado actividades mediadas por
canciones, juegos de palabras, onomatopeyas con valor lúdico que promuevan de manera
progresiva formatos comunicativos y reciprocidad en las acciones.
Los niños/as oyentes sabrán como se llaman sus compañeros al escuchar sus nombres
constantemente; es probable que el niño sordo los esté aprendiendo en el marco de esta
situación didáctica en la que hemos de otorgar a cada niño/a y adulto del Jardín una seña
personal en LSA.
Si la lengua es oral:
Es importante intervenir sobre las características acústicas del aula en correspondencia con
el tipo de equipamiento auditivo del niño/a. En cada caso, el/la maestro/a de niños/as
sordos informará sobre las particularidades que habrán de seguirse al respecto.
Cabe señalar que el uso de la lengua oral no garantiza la comprensión del discurso ni de
todo el entorno paralingüístico del mensaje.
Sugerimos: hablar en un tono de voz natural, acompañar el habla con la posterior
demostración acerca de qué se habla (señalando, presentando el objeto, etc.), hablar de
forma algo más lenta, aunque sin exageraciones y siempre de frente a la/el niña/o.
Es fundamental tener en cuenta la posibilidad del trabajo auditivo desde una perspectiva de
las prácticas del lenguaje.
Es preciso ayudar a la/el niña/o que pueda significar lo que está recepcionando.
Si la lengua es LSA:
Es fundamental acercar a los niños/as el mundo del sonido ofreciéndoles una educación
auditiva y oral, aún si su lengua de comunicación es LSA y generar situaciones en donde la
lengua (LSA) fluya tanto en interacciones espontáneas como planificadas.
La educación debe apuntar a ambas lenguas, reconociendo que las posibilidades pueden
devenir de forma diferente.
Implementar estrategias similares a la lengua oral, ya que son válidas para eta lengua
considerando las características propias.
La LSA se convierte en una lengua para todos los niños, presente en toda la
enseñanza que implicará que los docentes trabajen de manera colaborativa
haciéndose cargo de las situaciones didácticas.
En este sentido, el artículo Nº24 de la Convención para las Personas con Discapacidad
establece:
“Asegurar que la educación de las personas, y en particular los niños y las niñas, ciegos,
sordos o sordociegos se imparta en los lenguajes y los modos y medios de comunicación
más apropiados para cada persona y en entornos que permitan alcanzar su máximo
desarrollo académico y social.”
En consonancia con el marco normativo, será necesario proveer a los niños en situación de
Discapacidad Motora de materiales que puedan ser explorados por medio del barrido visual,
audible o con soportes imantados, atriles, tablets u otro material tecnológico que favorezca
diferentes formas de representación, tales como las pizarras magnéticas ubicadas acordes
a la postura y movilidad de la/el niña/o.
Por ejemplo: El niño/a puede señalar con la mano, la mirada o un gesto. Las actividades
consistirán fundamentalmente en: respuestas y explicaciones verbales, preguntas de si/no,
exploración y selección.
En relación a los niños ciegos y con baja visión será necesario generar experiencias
donde pueda significar el lenguaje construyendo conceptos generalizables, para evitar
producciones verbales estereotipadas y vacías de contenido.
De este modo, es fundamental ofrecer cantidad y calidad de información, mediada por la
experiencia siempre que sea posible, para que los niños/as puedan construir y ampliar
categorías.
Por ejemplo: categoría subordinada: mesa de cocina. Categoría básica: mesa. Categoría
supraordenada: Mueble.
Todos los niños encuentran atributos semejantes, y arman la categoría. Para los
niños ciegos este proceso es lento y complejo, ya que van a depender de la calidad y
cantidad de información que manejen, según los conceptos que hayan podido
desarrollar.
Facilitar las experiencias de contactos sociales, indicando a los niños ciegos, que otros
niños o adultos se encuentran en su entorno.
La audición y la visión son los dos sistemas sensoriales que ofrecen información de
distancia sobre el entorno, lo que sucede en él y quienes se encuentran en el mismo.
Cuando alguno de estos sistemas presenta una limitación funcional, la persona hace uso
del otro sistema sensorial de distancia para acceder al mundo que lo rodea; cuando ambos
sistemas presentan limitaciones funcionales (sordoceguera), la persona requerirá
estrategias específicas y/o personas mediadoras que le permitan acceder a la información
de su entorno y así comprender lo que sucedió, lo que está sucediendo y lo que sucederá.
Se deben favorecer las condiciones contextuales para que todos los niños puedan aprender,
ya que moverse es esencial para aprender. Es decir, los movimientos corporales posibilitan
al niño relacionarse con su entorno y a la vez desarrollarse en forma integral.
La ceguera o baja visión inciden no solo en la comprensión del mundo físico, sino
también al desarrollo de habilidades sociales, ya que los niños/as con discapacidad
visual pierden estímulos válidos para comenzar a expresarse y pierden
oportunidades de comunicación, dependiendo, en numerosas ocasiones, de la
iniciativa de otros.
Durante los primeros años el niño piensa haciendo. Es un ser actuante. Lo que percibe de sí
mismo y de los demás son las acciones y los resultados de las mismas. A través de sus
movimientos explora y comprende el entorno.
Orientaciones
● Facilitar las condiciones del entorno que permitan el planeamiento motor del niño/a.
Por ejemplo, entre esas condiciones se señalan: entornos estables, previsibles y que
permitan desplazamientos independientes.
En el caso de niños con discapacidad motora es necesario realizar los ajustes de acuerdo
a los espacios institucionales del nivel inicial, a partir de la Valoración Funcional Pedagógica
(Circular Técnica Nº 1/17), realizada por el equipo de trabajo junto al niño y la familia con el
propósito de preparar los apoyos para la comunicación, postura, movilidad y motricidad
general atendiendo a las posibilidades de cada estudiante y minimizando las barreras para
la participación y el aprendizaje.
De esta manera, será necesario colocar los objetos dentro del espacio del niño, es decir,
donde pueda tomarlo utilizar superficies antideslizantes o soportes de sujeción para evitar
movimientos del objeto y que pueda explorarlo/manipularlo.
Incorporar abrojos, imanes o pivotes a los juguetes/materiales para que pueda manipularlos
con facilidad y el uso de dispositivos para accionar juguetes a pilas como pulsadores o
switch.
La movilidad de los niños/as con discapacidad múltiple o con sordoceguera en el nivel, debe
ser mediada o facilitada: algunos estudiantes con discapacidad múltiple caminan, otros usan
bastón, otros usan andadores y, otros, sillas de ruedas. Más allá del dispositivo que asiste la
marcha o la movilidad, es importante mediar a través de ciertas estrategias para que sepan
dónde se encuentran y a donde irán en el momento siguiente. Sin esta información pueden
ser llevados de un lugar a otro sin saber dónde están, con quién, ni la razón de ese
desplazamiento.
Reconocer las propiedades del entorno: ruido del ambiente, amplitud de los espacios,
estructura, refracción y/o absorción del sonido, barreras acústicas.
Es decir, organizar una respuesta educativa que tome en cuenta las demandas derivadas
de las necesidades de los niños con discapacidad, pero extendiendo la perspectiva hacia un
concepto de diversidad más amplio.
Orientaciones
Muchos de los niños/as que presentan alteraciones en el desarrollo y la constitución
subjetiva necesitan la intervención de los adultos para contextualizar, para otorgarle un
orden y darle sentido también a aquello que resulte obvio. Se requerirá de un docente que
lo convoque y lo ayude a salir del aparente desinterés o indiferencia y, que aporte escenas
donde las repeticiones o estereotipias puedan articularse en un valor significante que
propicie el lazo al otro, como también al orden simbólico, sin abandonar su función principal
ligada a la construcción de conocimientos que le permita crear y no repetir. Cuando la/el
niña/o sale de manera sistemática de la sala, ya sea por una necesidad de descarga o por
imposibilidad de seguir sosteniendo la escena áulica es conveniente flexibilizar tiempos y
espacios.
Por ejemplo: anticipar a través de imágenes y/o palabras las acciones que se realizarán.
Habilitar sectores dentro de la escuela para que transite o participe de otra actividad. Eso le
dará significación a ese accionar sin sentido, de pura descarga.
Los niños con discapacidad visual aprenden a interactuar con el entorno, a través de
experiencias contextualizadas y significativas. Tomar en cuenta el “modo integral de
conocer”, ya que la información que ofrecen los sentidos se complementan e integran para
proporcionar información.
Mediar las acciones con lenguaje, pero también con experiencias concretas y reales en las
que el niño/a sea protagonista activo de las situaciones.
Si el niño/a solo toca o solo escucha, sus experiencias serán incompletas, parciales
y/o limitadas. Y así será también el concepto que podrá construir sobre el mundo.
Un niño ciego deberá comprender que ese pequeño trozo de textura evoca un gato, aunque
no tenga las cualidades perceptivas significativas, ya que luego deberá acceder a la
comprensión de la palabra GATO, representa a dicho animal, sin poseer ninguna de las
cualidades originales, ya que la escritura constituye un modo de representación arbitrario,
convencional y colectivo. Modelos, maquetas y cartografía serán otros modos de
representar, propios de los niveles educativos posteriores.
Los estudiantes con discapacidad múltiple, debido a las barreras para acceder a la
información del entorno, requieren que otros faciliten los aprendizajes.
Para niños sordos e hipoacúsicos (desde los 3 años): existen tres dispositivos de
escolarización basados en la constitución de grupos escolares de estudiantes sordos, según
las características lingüístico-educativas del modelo bilingüe jurisdiccional y siguiendo un
orden de prioridades:
2) la/ niña/o disponga de una lengua oral como lengua desarrollada para
aprender;
De todas formas, habrá niños/as cuyas posibilidades de aprendizaje serán más cercanas a
las de los/las niños/as oyentes quienes con configuraciones de apoyo podrán construir sus
aprendizajes.