Restauracion Del Ecosistema Bofedal

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UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL

FACULTAD DE INGENIERIA GEOGRAFICA, AMBIENTAL Y EN


ECOTURISMO
ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA EN ECOTURISMO

RESTAURACION DEL ECOSISTEMA BOFEDAL

ALUMNOS: COLQUE GERÓNICO, ANTONY


ORÉ SALAZAR, DANIEL
DOCENTE: DR. MARTINEZ CABRERA, RUBEN
CURSO: RESTAURACIÓN DE ECOSISTEMA

Lima, 2023
ÍNDICE GENERAL
1.INTRODUCCION.................................................................................................................3
2.ANTECEDENTES................................................................................................................3
3.OBJETIVOS..........................................................................................................................6
3.1. Objetivo general.........................................................................................................................6
3.2. Objetivo especifico.....................................................................................................................6
4.JUSTIFICACIÓN.................................................................................................................6
5.MARCO TEÓRICO.............................................................................................................6
5.1. Marco conceptual.......................................................................................................................6
6.METODOLOGÍA...............................................................................................................15
7.RESULTADOS....................................................................................................................21
8.CONCLUSIONES...............................................................................................................24
9.REFERENCIAS..................................................................................................................25
10.ANEXO..............................................................................................................................26
1.INTRODUCCION

Desde la convención sobre los humedales 1975, la comunidad internacional ha venido


tomando conciencia sobre la responsabilidad en la conservación y uso racional de los
humedales. De forma paralela, se ha venido reconociendo la importancia de un conjunto de
bienes y servicios que brindan los ecosistemas naturales en beneficio de la sociedad. En este
contexto, ha surgido la necesidad de conocer las implicaciones ecológicas y económicas del
uso de humedales altoandinos “bofedales” en el pastoreo con el fin de conservar este recurso
para el disfrute de las actuales y futuras generaciones, de una manera social, económica y
ambientalmente sostenible.
Algunos casos en particular de interés son los bofedales de algunas comunidades en distintos
Departamentos, donde se han identificado serios problemas de deterioro del recurso pastizal,
con evidencias importantes de sobrepastoreo, degradación de la vegetación existente,
disminución del recurso agua y en muchos casos contaminación proveniente de las
actividades mineras. Esta situación pone en riesgo a estos ecosistemas frágiles, que a la larga
podría afectar la actividad de un gran sector de pequeños productores que dependen
exclusivamente de la crianza de alpacas y por otro lado, afectaría severamente los ingresos
económicos, así como la seguridad alimentaria de las familias dedicadas a la crianza de
camélidos sudamericanos.
Los bofedales representan tipos de vegetación que mantienen una diversidad de especies
vegetales hidrofiticas, ocupan extensiones considerables, muy productivas y acumulan
humedad permanente que se origina de los pocos nevados que aún quedan; estos tipos de
vegetación constituyen fuente y sustento para la actividad ganadera, soportando una carga
animal hasta de 6 UA/ha y para la crianza de camélidos representa su hábitat principal. Desde
el punto de vista ecológico, los bofedales para el funcionamiento del ecosistema altoandino
cumplen el rol fundamental de almacenar eficientemente el recurso hídrico, permitiendo el
crecimiento de una vegetación rica y diversa, albergando especies endémicas de importancia;
sin embargo, este tipo de vegetación está sujeta a múltiples factores que afectan su estructura
y dinámica.

2.ANTECEDENTES

Ponce Vega (2015) en su artículo “Puquios, qanats y manantiales: gestión del agua en el Perú
antiguo”. Tuvo por objetivo examinar cómo las sociedades agrarias de la cultura Nazca
enfrentaron estos desafíos en uno de los desiertos más áridos del mundo y en otros lugares,
conocer específicamente, como se gestione el agua y la importancia que tuvo el agua
subterránea y la de manantiales y saber el potencial del Perú en cuanto a aguas subterráneas.
Los resultados muestran dada la sequedad del ambiente y la morfología de los suelos de
Nazca, los puquios resultaron soluciones eficientes, sustentables y con costos accesibles, las
principales fuentes para los diferentes casos de siembra y cosecha de agua implementados en
las cuencas del Perú se abastecen de aguas subterráneas o manantiales. En conclusión, los
manantiales son trascendentales para la gestión y manejo de las cuencas, uso eficiente de
técnicas de siembra y cosecha de agua en los andes del Perú, es de mucha importancia
realizar investigaciones sobre estas aguas, cuyos resultados ayudara a desarrollar los sistemas
tradicionales, en el contexto de una gestión integrada de cuencas.
Vigo, Juáres, & Oliva (2019) en su artículo de investigación “Cosecha de agua de lluvia
como tecnología de conservación de los manantiales amenazados” menciona la afectación a
los cuerpos de agua producto de las diferentes actividades humanas es un problema de índole
mundial al que el Perú no es ajeno. En ese contexto, la investigación tuvo como objetivo
evaluar la eficiencia de la cosecha de agua de lluvia como una tecnología de conservación de
los manantiales que vienen siendo amenazados en el anexo Pomacochas, distrito de
Leimebamba, Chachapoyas. La metodología fue desarrollada mediante el uso de la encuesta
y se aplicó a 14 pobladores del anexo, posteriormente se registraron las dimensiones del
techo de sus viviendas. A través de la información recolectada se promedió el porcentaje de
familias que estaban de acuerdo en implementar el sistema de cosecha de agua de lluvia. los
resultados mostraron que el 50% de la población estaría de acuerdo a realizar, y a esta
cantidad se sumarían siempre en cuando las personas recibieran información de esta
tecnología. La mayoría de los techos son de calamina, que es el material más apropiado por
razones de salubridad y duración. Teniendo como conclusión la gran importancia de
implementar esta tecnología, de esa forma disminuiría la presión sobre el recurso hídrico,
generalmente producto de las actividades domésticas.
Choy & Anaya (2018) en su artículo de investigación denominado “Hidroquímica y su
variabilidad espacio temporal en un bofedal altoandino de la Reserva Paisajística Nor Yauyos
Cochas, Perú”, tuvo como objetivo caracterizar la química del agua depositada en el bofedal
del sector Moyobamba, mediante proceso hidroquímica y su variabilidad espacio temporal.
La metodología se basó en el registro de las propiedades fisicoquímicas (temperatura, pH y
CE) de 34 pozos distribuidos estratégicamente y el análisis de constituyentes mayoritarios
correspondiente a una muestra de 10 pozos (aniones: HCO3 -, SO4 2- , Cl- , CO3 -2 y
cationes: Na+ , K+ ; Ca+2; Mg+2), su medición se realizó en dos temporadas, temporada
seca (mayo, julio y octubre del 2017), temporada húmeda (febrero del 2018). Análisis de
datos a partir del diagrama de Piper (% meq/l) y pruebas estadísticas específicas
(Descriptivos, ANOVA y correlación). Se obtuvo como resultado el 95% de pozos dominio
bicarbonatada cálcica (HCO3 - - Ca+2) y el 5% restante dominio bicarbonatada magnésica

CE a medida que transcurría la temporada seca, un pH ligeramente ácido (pH ≅ 6,6),


(HCO3 - - Mg+2). Se registraron un incremento en los iones HCO3 -, Ca+2, Mg+2 y Na+ y

temperatura promedio de 8,1°C, siendo valores normales. Se encontró correlación positiva


media entre los iones bicarbonato (HCO3 -) y calcio (Ca+2), y una correlación positiva débil
entre el pH y la CE. En conclusión, las aguas que abastecen al bofedal presentan carbonatos
(calcita y dolomita) que provienen de la formación Jumasha y Casapalca.
Gutiérrez (2018) desarrollo su tesis titulada “Determinación de la Dinámica Espacial de
Bofedales Mediante Imágenes Satelitales Landsat Frente a Escenarios del Cambio Climático
en la Cuenca del Río Coata Durante el Período de 1984-2016”, se planteó como objetivo
determinar el grado de correlación entre la dinámica espacial de los bofedales durante los
años de 1984 a 2016 y los factores climáticos como precipitación acumulada y temperatura
máxima. Dentro de la metodologia se determinó la extencion superficial de los bofedales
utilizando algoritmos de Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI), mediante
imágenes satelitales Landsat 5 y Landsat 8, también se recopilo información de precipitación
acumulada anual y temperatura máxima anual, para posteriormente anlizar el
comportamineto que presentan dichos factores climáticos durante los años indicados. Como
resultado se optuvo una tendencia significativa en la temperatura máxima anual, asi mismo se
realizó una regresión lineal múltiple y se tuvo como resultado, la influencia del factor
climatico en el comportamiento de los bofedales es la temperatura máxima, debido a que el
coeficiente de correlación resultó (R2 = 0.46) lo que significa que existe una relación
significativa. Se concluye que al aumentar la temperatura máxima anual disminuye la
extensión superficial de los bofedales o en algunos casos los bofedales desaparecen, lo que
obecede que el cambio climatico es una de los factores que influye en el comportamiento de
los bofedales.
Se han identificado cinco grupos o tipos de pastizales: pajonal, césped de puna, bofedales,
tolares y canllares. El tipo de vegetación bofedal está constituido por especies vegetales
propias de ambientes húmedos, de carácter permanente o temporal. Esta vegetación se
constituye en fuente de forraje durante los periodos de sequía. En su composición florística
dominan especies de porte almohadillado, como Distichia muscoides, Oxichloe andina,
Plantago rigida, Alchemilla diplofila, y especies del género Calamagrostis “crespillo” (Flores,
1991).
Los bofedales llamados también en la zona quechua como “oqhonales” y en la zona aymara
como “juqhuayru”, son pastizales de suelo permanentemente húmedo, mostrando una
vegetación atractiva durante todo el año, cuya producción forrajera es variable y continúa
dependiendo de la cantidad de agua y permiten el desarrollo de muchas especies de pastos;
donde las condiciones climáticas de estos lugares no son favorables para otros cultivos
(Argote y Zea, 2011).
El bofedal es un pantano artificial, que tiene la cualidad de mantener un nivel constante de
agua, facilitando el crecimiento de pastos propios de ambientes húmedos (Tapia, 1975), este
tipo de vegetación se encuentra con mayor frecuencia sobre los 4000 metros de altitud;
dominado en su estructura por especies de porte almohadillado (Alzérrreca et al. 2001,
Miranda, 1995). Por otro lado, Alzérreca y Luna (2001) definen a los bofedales como
turberas, oconales, cenagales y humedales, a las praderas nativas poco extensas con humedad
permanente. El bofedal es un recurso alimenticio estratégico, porque permite intensificar la
crianza reduciendo la trashumancia en el pastoreo, con el consiguiente ahorro de energía
animal y también humana.
El agua es imprescindible para la agricultura, para la vida de los animales y plantas; por lo
tanto, este recurso, es un elemento fundamental para la vida del bofedal, ya que permite
potenciar o disminuir la capacidad productiva de los suelos (Argote y Zea, 2011).
El agua es un recurso escaso y caro en el medio altoandino, sobre todo en puna seca, sin
embargo, el hombre altoandino ha desarrollado su propia tecnología, para manejar este
recurso y producir materia verde necesaria para sus animales, así pues el agua es un “recurso
comunal” (Sotomayor, 1990). Así mismo la receptividad del bofedal varía en función del
agua disponible en el año. De esta forma, existen los bofedales para todo el año, medio año o
solo para la estación de lluvia, algunos de los cuales se forman por deshielos y corrientes de
agua (Tapia y Flores, 1984; Flores et al. 1992).
El suelo es el medio físico para el sostenimiento y desarrollo de las plantas del pastizal,
siendo sus características variables, manifestándose suelos con pastos de alta densidad y bien
desarrollados hasta pastos de exigua densidad y de escaso vigor (Argote y Zea, 2011). Al
respecto (Vargas, 1992) señala que el suelo no permanece estable, está cambiando
permanentemente, en forma similar a los seres vivos, el suelo nace, crece, se desarrolla,
puede deteriorarse y desaparecer si no se maneja en forma adecuada.

3.OBJETIVOS
3.1. Objetivo general
 Desarrollar el estudio del estado ecológico y valor económico actual de los bofedales.
3.2. Objetivo especifico
 Determinar los factores climatológicos y diversidad biológica de los bofedales.
 Determinar los factores fisicoquímicos del suelo de los bofedales.
 Proponer estrategias de conservación del recurso hídrico de bofedales.

4.JUSTIFICACIÓN

Según ANA (2010) en su artículo 2° menciona: El agua es un recurso natural renovable,


vulnerable e indispensable para la existencia y el desarrollo sostenible del país. El uso del
agua se otorga y ejerce en armonía con la protección ambiental y el interés de la Nación, así
mismo en el artículo 103° menciona: La finalidad de proteger el agua es prevenir el deterioro
de su calidad; proteger, recuperar y mejorar sus fuentes naturales y los ecosistemas acuáticos;
plantear estrategias para eliminar y reducir progresivamente los agentes que causan su
contaminación y degradación.
En este sentido, la conservación de las fuentes de agua de los manantiales y bofedales no es
sólo una necesidad ambiental, sino también social; porque en ella encontramos nuestra
existencia como seres vivos y en ella se recrean nuestras vidas e historias de generación en
generación (Franco & Rodríguez, 2016).
Como se venía mencionando el Perú no cuenta con una ley de protección para los
ecosistemas frágiles dentro de ello se encuentran los manantiales y bofedales, así mismo es
escasa la investigación sobre las tecnologías, mejores técnicas y estrategias de conservación
de fuentes de agua de los manantiales y bofedales a nivel de nuestro país, a pesar de hace
mucho tiempo estar viviendo el estrés hídrico, una reducción del volumen de afloramiento de
las aguas subterráneas, teniendo grandes consecuencias como el desabastecimiento de agua
para consumo humano, riego de cultivos, bebida de animales y usos recreacionales, que son
las principales actividades que se realiza en nuestra área de influencia del proyecto.

5.MARCO TEÓRICO
5.1. Marco conceptual
Ecosistema bofedal El bofedal es un ecosistema andino hidromórfico con vegetación
herbácea de tipo hidrófila, que se presenta en los Andes sobre suelos planos, en depresiones o
ligeramente inclinados, permanentemente inundados o saturados de agua corriente; los suelos
orgánicos pueden ser profundos (turba). Su vegetación es densa y compacta siempre verde,
de porte almohadillado o en cojín; la fisonomía de la vegetación corresponde a herbazales de
0.1 a 0.5 metros. Este tipo de ecosistema es considerado un humedal andino (MINAM, 2018).
Otras definiciones reconocen como bofedales también a zonas inundadas estacionalmente, y a
áreas en las que no hay dominancia de vegetación de cojín (Maldonado, 2015; Fuentealba y
Mejía, 2016). En muchas partes del país estos ecosistemas son conocidos como “oconales”,
que en quechua significa “zona húmeda” (Maldonado, 2015). Los bofedales se pueden
diferenciar a partir de los siguientes procesos ecológicos:
a) Hidroperiodo Diferencia bofedales estacionales de permanentes. Se espera que los
bofedales estacionales tengan menor profundidad de turba y que en la mayoría de casos no
llegarían a ser turberas. Por ello, tendrían menor capacidad de almacén de agua y de carbono.
Estos bofedales estacionales también pueden presentar dominancia de vegetación de cojín u
otras comunidades vegetales típicas de bofedal (son llamados en inglés wet meadow). Los
bofedales permanentes, en su mayoría, serían turberas.
b) Posición topográfica Diferencia bofedales de ladera de aquellos que están en áreas planas,
que son fondo de valle o planicies. Los bofedales de ladera tendrían mayor probabilidad de
ser estacionales, y desarrollar turba superficial. Aunque en algunos casos, se pueden
desarrollar turberas en laderas de pendiente ligera, por la presencia de una capa profunda
impermeable en el suelo, pero en general son las áreas planas o de baja pendiente, receptoras
del agua que escurre en las laderas cercanas, donde se desarrollan bofedales permanentes y
profundos.
Abarca una superficie aproximada de 0.42% (548,174.41 ha) del territorio nacional,
distribuido en los departamentos de Cajamarca, Piura, La Libertad, Ancash, Lima, Junín,
Pasco, Huancavelica, Ayacucho, Apurímac, Arequipa, Cusco, Puno, Moquegua y Tacna.

Bofedal (Bo)
El bofedal llamados también “oconal” o “turbera” (del quechua oqo que significa mojado),
constituye un ecosistema hidromórfico distribuido en la región altoandina, a partir de los
3800 m. s. n. m., principalmente en las zonas sur y central del país. Ocupa una superficie de
544 562 ha que representa el 0,42 % del total nacional.
Este humedal altoandino se encuentra ubicado en los fondos de valle fluvio-glacial, conos
volcánicos, planicies lacustres, piedemonte y terrazas fluviales. Se alimentan del agua
proveniente del deshielo de los glaciares, del afloramiento de agua subterránea (puquial) y de
la precipitación pluvial. Los suelos permanecen inundados permanentemente con ligeras
oscilaciones durante el periodo seco y se han formado a partir de materiales parentales de
origen fluvio-glacial, glacial, aluvial y coluvioaluvial localizados en las depresiones de las
superficies planas y ligeramente inclinadas. La poca disponibilidad de oxígeno debido al
drenaje pobre favorece la acumulación de un grueso colchón orgánico proveniente de raíces
muertas de las plantas y la materia orgánica en el sueño, provoca un escaso drenaje del
mismo ayudando así al mantenimiento de humedad.
La vegetación herbácea hidrófila es siempre verde, compacta y de porte almohadillado o en
cojín, representadas de manera general por las siguientes especies: Distichia muscoides
(“champa”) de la familia Juncaceae, Plantago rigida (“champa estrella”) de la familia
Plantaginaceae, Alchemilla pinnatafamilia Rosaceae, Werneria caespitosa - familia
Asteraceae, Hypochoeris sp. - familia Asteraceae, Hypochaeris sp. - familia Asteraceae,
Eleocharis sp. (familia Cyperaceae), Poa ovatum (familia Poaceae), Rorippa nasturtium
(familia Cruciferae), Luzula peruviana (familia Juncaceae), Gentiana sedifolia (familia
Gentianaceae), Calamagrostis rigescens (familia Poaceae), Calamagrostis jamesoni (familia
Poaceae), Scirpus rigidus (familia Cyperaceae), Agrostis sp. (familia Poaceae), Genciana
prostrata (familia Gencianaceae), entre otras, etc.
En los bofedales de la vertiente oriental, están representados por las especies: Oreobolus
obtusangulus, Gentianella perscuarrosa, Oritrophium limnophilum, Muhlenbergia fastigiata,
Hypochaeris taraxacoides y Carex sp. Mientras que en bofedales más secos de la vertiente
occidental, figuran las especies Phylloscirpus acaulis, Lachemilla diplophylla, Zameioscirpus
muticus, Gentiana sedifolia, Werneria pygmaea y Eleocharis sp. Asimismo, en bofedales de
gran altitud, se encuentran especies como Poa aequigluma, Distichia muscoides, Arenaria
gigyna, Poa humillina, Aciachne pulvinata y Lucilia kunthiana (Valencia et al., 2013).
El PRODERN (2012a y 2012b) en Ayacucho, identifica las siguientes asociaciones:
DistichiaCalamagrostis, quien en la época seca registró las siguientes familias: Asteraceae,
Poaceae, Rosaceae, Juncaceae, Plantaginaceae, Cyperaceae, Gentianaceae, Umbelliferae,
Apiaceae y Ranunculaceae, siendo abundantes las especies Distichia muscoides,
Calamagrostis curvula, Plantago tubulosa y Festuca rigescens. Cabe indicar que existe
variación en la composición florística en los periodos húmedos y secos del año, registrándose
mayores valores así como de la biomasa durante el periodo húmedo.
Asimismo, en un estudio de bofedales realizado por el MINAM (2012) en Huancavelica, se
obtuvo también como especie dominante a la juncácea Distichia muscoides y como
subdominante a la rosácea Alchemilla diplophylla pero la tercera especie en importancia, es
decir la sub subdominante variaba entre sitios, así como también variaba la diversidad lo que
sugiere que la estructura y probablemente el funcionamiento de los bofedales estudiados es
diferente.
La importancia ecológica de los bofedales se encuentra en la capacidad que tiene como
almacén natural de agua, así como verdaderos filtros naturales que mejoran la calidad del
agua y son además una importante fuente de forraje permanente para la actividad pecuaria
altoandina basada principalmente en camélidos sudamericanos y ovinos.
Este ecosistema frágil viene siendo afectado por las actividades antrópicas como son: el
sobrepastoreo (pérdida de la calidad del forraje), obras de drenaje para el desarrollo de
actividades productivas, construcción de reservorios de agua, construcción de presas,
extracción para leña, y otras.
 Debe ser andino: El humedal debe estar ubicado en la cordillera de los Andes, es
decir, deben estar a más de 3000 msnm.
 Presenta vegetación hidrófila, los cuales son vegetales que viven arraigados en áreas
de agua estancada cuya agua es dulce o salobre —término medio entre la proporción
de sal presente en mares y agua dulce como ríos— y de poca profundidad como el
manglar.
 Suelos inundados o saturados de agua
 Vegetación de porte almohadillado o forma de cojín, por ejemplo, Distichia
muscoides —conocida como “champa”—, Oxychloe andina, Werneria pygmaea,
Plantago tubulosa, Juncus stipulatus, Puccinellia oresigena, Calamagrostis curvula y
Distichlis humilis, entre otras especies.
 Términos asociados a los espacios donde hay bofedales: turba y turbera
 Turba: Es el suelo compuesto de materia orgánica, con un mínimo aproximado del
30% de materia orgánica. Cabe resaltar que uno de los componentes del suelo
orgánico es el carbono.
 Turbera: Es un tipo de humedal que acumula turba de 30–40cm aproximadamente de
profundidad en el perfil del suelo. La turbera es un espacio donde se acumula la turba
por lo que son importantes reservorios de carbono.
 Entonces, ¿qué es un bofedal?
 La palabra bofedal u oconal son términos coloquiales, cuyo origen proviene de los
pobladores aledaños de la zona andina. Al respecto, el Instituto Nacional de
Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (INAIGEM) busca crear una
definición técnica oficial sobre este tipo de humedal —conocido como bofedal para la
población andina— con el fin de facilitar su reconocimiento.
 En general, la importancia de un bofedal consiste en (INAIGEM, 2020):
 De provisión: Suelo, combustible, forraje, plantas medicinales.
 De regulación: purificación y regulación del agua, almacenamiento de carbono,
regulación climática y protección del suelo.
 Mantenimiento: formación de turba, biodiversidad, ciclo de nutrientes
 Culturales: recreación, belleza, turismo.

FLORA Y VEGETATION
La composición botánica y la diversidad de bofedales exhiben una variación considerable en
función de la ubicación, altitud, topografía, humedad, exposición, latitud, influencia del
ganado, etc. Además, la mayoría de los bofedales son complejos de diferentes comunidades
de plantas (Ruthsatz 2012). Weberbauer (1945) describe cuatro comunidades de plantas
hidrófilas que pueden asociarse con humedales (denominados bofedales por la población
local en diferentes partes del país, Figura 2): turberas de Distichia, turberas con musgos y
arbustos, praderas turbosas y césped de arroyo.

Turberas de Distichia (Distichia peatland)


Esta comunidad de plantas de la puna se caracteriza por los cojines duros típicamente
formados por especies del género Distichia (Figuras 2a, 3a), la ausencia de arbustos, una baja
frecuencia de musgos y hierbas, y, generalmente, la ausencia de Sphagnum. Se presentan
principalmente en el centro y sur del Perú (Weberbauer 1945). La mayoría de los autores
locales (Tovar 1973, Canales & Tapia 1987, Flórez Martínez 1992, Salvador 2002, Salvador
& Cano 2002, Flores et al. 2005, Flórez Martínez 2005) identifican a esta comunidad como
bofedal, particularmente entre los 4000–4200 m de elevación (Maldonado Fonkén y
Maldonado 2010).
Distichia también es prominente en turberas altoandinas del páramo en Ecuador y Colombia;
el término “bofedales” no se usa en Colombia. En Perú, las especies dominantes suelen ser
Distichia muscoides Nees & Meyen (Juncaceae, Figura 3a) (común en todo el Perú) o
Distichia acicularis Balslev & Lægaard (generalmente registrada en el norte del país). Cabe
mencionar que, según Ramírez (2011), es posible encontrar una tercera especie: Distichia
filamentosa Buchenau, en bofedales peruanos (Ancash). D. filamentosa también se ha
registrado en bofedales bolivianos y chilenos (Ruthsatz 2012), lo que significa que es muy
probable que también esté presente en elsur de Perú. Las observaciones de campo confirman
que los musgos están presentes con una cobertura muy pequeña en comparación con las
especies de Distichia. Y el resto de plantas acompañantes son generalmente comunes a más
de una de las comunidades de bofedales. Distichia muscoides es una especie considerada
deseable para alpacas, ovejas y llamas (Maldonado Fonkén 2010), y también es muy
apetecible para los caballos. Por lo tanto, la turbera de Distichia a menudo está sujeta a una
fuerte presión de pastoreo.

Turberas con musgos y arbustos


Este tipo de bofedal se caracteriza por la abundancia de musgos, especialmente especies del
género Sphagnum, y arbustos ericáceos dispersos. Es poco común en Perú, presentándose en
el este y el norte del país (Weberbauer 1945) asociado con áreas de páramo y jalca. Es muy
similar a las comunidades de plantas que se pueden encontrar en Ecuador y Colombia y se
asemeja a las turberas de Sphagnum de páramo descritas por ejemplo por Cleef (1981),
Cuello & Cleef (2009) y Cooper et al. (2010). Los arbustos típicos de esta comunidad de
plantas incluyen Vaccinium floribundum Kunth (Ericaceae) y Loricaria ferruginea (Ruiz &
Pav.) Wedd. (Asteraceae). También se pueden encontrar algunas especies del género Puya
(Bromeliaceae). Aunque la presión de pastoreo depende de la composición específica de la
vegetación del sitio, estos bofedales son generalmente peligrosos para el ganado porque el
suelo es tan suave que los animales pueden hundirse fácilmente en él.

Prados turbosos
Los prados turbosos se caracterizan por la presencia de muchas especies de la familia
Poaceae y la ausencia de Sphagnum. Se presentan en parajes interandinos y vertientes
occidentales en todo el Perú (Weberbauer 1945). Las plantas vasculares dominantes típicas
son Cyperaceae (especies de los géneros Carex, Eleocharis, Phylloscirpus y Scirpus),
Juncaceae (especies de Juncus y Luzula) o gramíneas altas, generalmente especies de los
géneros Festuca y Calamagrostis. En este último caso, a esta comunidad de plantas se le
puede denominar como pastizales inundados. La abundancia de Cyperaceae y Juncaceae
generalmente ofrece un buen alimento para el pastoreo, aunque la calidad del forraje varía
con la composición específica de la vegetación en cada sitio.
Césped de arroyo
El césped de arroyo se caracteriza por la presencia de plantas muy pequeñas que forman una
alfombra. Por lo general, se encuentra en las riberas de los ríos (Weberbauer 1945) y
alrededor de otras fuentes de agua, o en áreas con alta humedad. Al igual que los prados
turbosos, el césped de arroyo no se registra Sphagnum y se presenta en parajes interandinos y
vertientes occidentales en todo el país (Weberbauer 1945). Entre las especies características
están: Plantago tubulosa Decne. (Figura 3b) y Werneria pygmaea Gillies ex Hook. Y Arn.,
junto con otras varias especies de Asteraceae, Cyperaceae y Juncaceae. Plantago tubulosa es
una especie indeseable para alpacas, llamas y ovejas (Maldonado Fonkén 2010), por lo que
cuando P. tubulosa es dominante, el valor para el ganado de esta comunidad de plantas es
menor que el de otros tipos de bofedal. Es importante mencionar que las comunidades
vegetales generalmente se presentan en asociaciones mixtas. Así por ejemplo, las áreas
cubiertas por las comunidades de turberas a menudo están rodeadas por césped de arroyo o
prados turbosos. Esto podría ser el resultado de una combinación de factores tales como:
variaciones en la disponibilidad de agua, la sucesión o la presión del ganado. También se
presentan otras comunidades vegetales consideradas como bofedales, pero son mucho menos
comunes que las enumeradas por Weberbauer (1945), cuya clasificación sigue siendo la más
útil a nivel nacional. Por ejemplo, Tovar (1973) y Smith (1988) describen bofedales de
Distichia muscoides y Plantago rigida Kunth, donde esta última especie también forma
cojines. Aunque es raro, las turberas de este tipo, incluyendo algunas dominadas sólo por P.
rigida, se han encontrado en diferentes partes de las regiones de Ancash y Ayacucho
(Maldonado Fonkén & Maldonado 2010, Maldonado Fonkén 2010). En otras comunidades
vegetales de bofedal que se presentan al sur de Perú (Moquegua), la especie dominante es
Oxychloe andina Phil. (Juncaceae).

FAUNA
Los bofedales son un recurso importante para los animales silvestres, ya que les proporcionan
agua, alimentos, refugio y sitios de anidamiento (Maldonado Fonkén & Maldonado 2010). En
estos hábitats se pueden observar alimentándose o bebiendo agua a la “vicuña” Vicugna
vicugna y al “guanaco” Lama guanicoe (camélidos silvestres). Lo mismo ocurre con el
“venado cola blanca” Odocoileus virginianus y la “taruca” Hippocamelus antisensis, siendo
esta última la única especie de venado cuyo rango se extiende hasta la línea de nieve.
Roedores tales como “vizcacha” Lagidium peruanum (Figura 4a) y varios ratones (Akodon
boliviensis, Auliscomys pictus, Calomys lepidus, Necromys amoenus, Phyllotis osilae,
Phyllotis xanthopygus, etc.) también se alimentan en estos hábitats. De otro lago, atraídos por
la presencia de herbívoros, así como por el agua, los carnívoros como el “puma” Puma
concolor, el “zorro andino” Lycalopex culpaeus y el gato del pajonal” Leopardus colocolo
también pueden visitar bofedales. De acuerdo con Tellería et al. (2006), los bofedales operan
como hotspots locales para aves, manteniendo a las especies que están primariamente
asociadas con una variedad de otros habitas como río y lagos (i.e. patos, incluyendo Anas
flavirostris y Anas specularoides; Figura 4b), praderas húmedas (Avefria andina Vanellus
resplendens, huallata Chloephaga melanoptera; Figura 4c; Churrete de ala barrada Cinclodes
fuscus, Negrito andino Lessonia oreas, etc.) y estepas de gramíneas (palomita dorada
Metriopelia aymara, agachona mediana Thinocorus orbignyianus, etc.). La riqueza de la
fauna de aves se correlaciona positivamente con el tamaño del bofedal y la proximidad a los
cuerpos de agua abiertos permanentemente. Maldonado Fonkén & Maldonado (2010)
enumeran otras aves registradas en bofedales en la región de Ancash. Y al sur de los Andes
peruanos, el “suri” Rhea pennata, es otra especie característica que también se ha observado
en bofedales de la puna xerofítica (Moquegua). Los bofedales también son importantes para
los animales que viven en praderas húmedas y estanques, como los anfibios (Tellería et al.
2006). Estos incluyen el sapo Rhinella spinulosa (Figura 4c) y las ranas Gastrotheca
marsupiata, Pleurodema marmorata y Telmatobius jelskii. Las tres primeras de estas especies
se reproducen en arroyos de flujo lento (Angulo et al. 2004, 2010; Cortez et al. 2010).

AGUA, TURBA Y ALMACENAMIENTO DE CARBONO Los bofedales ocupan áreas que


reciben agua del derretimiento de glaciares, ríos, lagos y acuíferos subterráneos (agua
subterránea) además de la precipitación, almacenándola en las partes altas de las cuencas. La
escorrentía de bofedales es lenta y, en muchos casos, el agua se filtra a través del suelo antes
de reanudar el flujo en un nivel inferior. De esta manera, los ecosistemas bofedal regulan el
flujo de agua y aseguran la estabilidad del suelo. Aunque no reemplacen la función de
almacenamiento de agua de los glaciares, los bofedales también almacenan cantidades
considerables de agua.

MARCO NORMATIVO
• La Constitución Política del Perú reconoce en su artículo 68°, que el Estado está obligado a
promover la conservación de la diversidad biológica y de las áreas naturales protegidas. • La
Ley n.° 28611, Ley General del Ambiente, presenta diversos artículos relacionados a
ecosistemas, entre ellos los siguientes: “Artículo 20.- De los objetivos de la planificación y el
Ordenamiento Territorial (…) e) Promover la protección, recuperación y/o rehabilitación de
los ecosistemas degradados y frágiles”. “Artículo 97.- De los lineamientos para políticas
sobre diversidad biológica La política sobre diversidad biológica se rige por los siguientes
lineamientos: a. La conservación de la diversidad de ecosistemas, especies y genes, así como
el mantenimiento de los procesos ecológicos esenciales de los que depende la supervivencia
de las especies. (…) l. El fomento de la inversión pública y privada en la conservación y el
aprovechamiento sostenible de los ecosistemas frágiles”. “Artículo 98.- De la conservación
de ecosistemas La conservación de los ecosistemas se orienta a conservar los ciclos y
procesos ecológicos, a prevenir procesos de su fragmentación por actividades antrópicas y a
dictar medidas de recuperación y rehabilitación, dando prioridad a ecosistemas especiales o
frágiles”. • La Ley n.° 26839, Ley sobre la conservación y aprovechamiento sostenible de la
diversidad biológica, en su artículo 26° declara de prioridad e interés nacional la
investigación científica sobre el conocimiento de los ecosistemas y el manejo y conservación
de los mismos. • La Política Nacional del Ambiente, aprobada con Decreto Supremo n.° 012-
2009-MINAM, tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas, garantizando
la existencia de ecosistemas saludables, viables y funcionales en el largo plazo. • Mediante
Decreto Legislativo n.° 1013 se creó el Ministerio del Ambiente (MINAM), como organismo
del Poder Ejecutivo, cuyo objetivo general es la conservación del ambiente, de modo tal que
se propicie y asegure el uso sostenible, responsable, racional y ético de los recursos naturales
y del medio que los sustenta. • El Reglamento de Organización y Funciones del MINAM,
aprobado mediante Decreto Supremo n.° 002-2017-MINAM, establece:
“Artículo 50°.- Funciones de la Dirección General de Diversidad Biológica La Dirección
General de Diversidad Biológica tiene las funciones siguientes: (…) a) Conducir la
elaboración e implementación de instrumentos orientadores de carácter nacional relacionados
con la conservación, uso sostenible de la diversidad biológica, en el ámbito de su
competencia y en coordinación con las entidades competentes (…)”. “Artículo 60.-
Funciones de la Dirección General de Ordenamiento Territorial Ambiental La Dirección
General de Ordenamiento Territorial Ambiental tiene las funciones siguientes: (…) h)
Conducir el diseño e implementación del monitoreo y evaluación de los ecosistemas y la
biodiversidad, en el ámbito de su competencia, en coordinación con las entidades
correspondientes. i) Conducir el proceso de elaboración y actualización del inventario
nacional del patrimonio natural, en el ámbito de su competencia y en coordinación con las
entidades correspondientes (…)”. • La “Estrategia Nacional de Diversidad Biológica al 2021
y su Plan de Acción 2014- 2018”, aprobada mediante Decreto Supremo n.° 009-2014-
MINAM, tiene entre sus objetivos estratégicos el de “mejorar el estado de la biodiversidad y
mantener la integridad de los servicios ecosistémicos que brinda”. • El Objetivo estratégico
sectorial 2 del Plan Estratégico Sectorial Multianual (PESEM) del Sector Ambiental 2017-
2021, aprobado con Resolución Ministerial n.° 385-2016-MINAM, consiste en promover la
sostenibilidad en el uso de la diversidad biológica y de los servicios ecosistémicos como
activos de desarrollo del país. Por lo tanto, el MINAM centra su atención en la conservación
del patrimonio natural, a través de su uso sostenible, recuperación y gestión de las áreas con
ecosistemas naturales del país, aplicando los diversos instrumentos del Sector Ambiental,
como el ordenamiento territorial, los mecanismos de retribución por servicios ecosistémicos,
entre otros. • El MINAM lidera el Programa Presupuestal 144, denominado “Conservación y
Uso Sostenible de los Ecosistemas para la provisión de servicios ecosistémicos”, con el fin de
conservar los ecosistemas proveedores de servicios y restaurar aquellos que han sido
degradados.

NORMATIVIDAD Y CONSERVACIÓN
Los bofedales son considerados como ecosistemas frágiles en la Ley General del Ambiente
del Perú (Ley N° 28611, Artículo 99) (Maldonado Fonkén 2010), sobre todo porque de ellos
dependen varias especies de flora y fauna amenazadas o endémicas (Birdlife International
2003, León et al. 2006, MINAG 2004, 2006). De acuerdo con el Reglamento de Zonificación
EcológicoEconómica peruana (DS Nº 087-2004-PCM, artículo 9) (PCM 2004), los bofedales
son áreas de conservación o protección. Además, de acuerdo con el Reglamento Ambiental
Peruano para Actividades de Exploración Minera (DS 20-2008-EM, Artículo 11): “ninguna
actividad de exploración o caminos pueden cruzar bofedales o humedales, o causar la
colocación de materiales, desechos o cualquier otra materia o sustancia en ellos”. Si se
pierden o afectan durante la explotación, se deben implementar medidas de compensación y
gestión para permitir la reposición (o sustitución) de sus servicios ambientales (RM N° 092-
2014-MEM / DM) (MEM 2014). No existe información específica sobre la extensión de
bofedales protegidos en Perú, probablemente porque ninguna de las Áreas Naturales
Protegidas ha sido creada específicamente para su conservación. Algunas de las
designaciones tienen en cuenta los humedales andinos asociados con lagos y estanques como
los de las Reservas Nacionales de Junín (Junín y Pasco), Titicaca (Puno) y Salinas y Aguada
Blanca (Arequipa), las tres áreas naturales protegidas incluyen bofedales. En otros casos, las
comunidades vegetales de bofedales están protegidas junto con las praderas andinas, como en
la Reserva Paisajística Nor Yauyos Conchas (Junín, Lima), el Parque Nacional Huascarán
(Ancash) y la Reserva Nacional Pampa Galeras (Ayacucho). Dentro de cada área natural
protegida, los bofedales están presentes en áreas que se usan directa o indirectamente, como
el Área de Vida Silvestre, Área Turística y Recreativa, Zona de Recuperación, Área de
Utilización Directa y Áreas de Uso Especial (Maldonado Fonkén 2010). Además, al menos
seis de los trece humedales peruanos de importancia internacional (sitios Ramsar) incluyen
bofedales, a saber: Bofedales y Lagunas de Salinas (Arequipa), Laguna del Indio - Dique de
los Españoles (Arequipa), Lago Titicaca (Puno), Humedal Lucre - Huacarpay (Cusco),
Laguna Las Arreviatadas (Cajamarca) y Reserva Nacional Junín (Junín y Pasco). La
Estrategia Nacional para la Conservación de los Humedales en Perú (INRENA 1996) no hace
referencia específica a los bofedales, sino que enfatiza los lagos y estanques de los Altos
Andes. Esta estrategia se actualizará en 2014. A nivel regional, Perú participa en la Iniciativa
Regional para la Conservación y el Uso Racional de los Humedales Altoandinos (Ramsar
2014), parte de la cual se centrará en la Estrategia Regional para la Conservación y el Uso
Sostenible de Humedales Altoandinos (2005–2015).
6.METODOLOGÍA

6.1 Consideraciones metodológicas generales


Se establecieron consideraciones referidas al personal de campo, materiales e instrumentos
requeridos, así como los atributos e indicadores y sus valores relativos a considerar,
necesarios para desarrollar el trabajo.
6.1.1 Personal de campo, materiales e instrumentos Para evaluar el estado del ecosistema
bofedal, el equipo de trabajo debe estar conformado, como mínimo, por el siguiente personal:
- Profesional responsable de la brigada: Encargado de conducir el grupo de trabajo tanto en
gabinete como en campo, con la responsabilidad de orientar las acciones para la localización
y toma de datos en las parcelas de evaluación, realiza la captura de imágenes con equipo
RPAS2. - Profesional 1: Profesional conocedor de especies de flora, responsable de
identificar las especies, la cobertura vegetal y en la medición de otros indicadores dentro de
las parcelas. - Profesional 2: Profesional encargado de la elaboración de mapas para el
desarrollo del trabajo de campo, ubicación geográfica de parcelas con GPS, delimitación de
parcelas, toma de fotos, entre otros. - Una (1) persona conocedora de la zona de trabajo, que
apoye como guía. A continuación se hace referencia a los instrumentos y materiales a
considerar para la evaluación del estado del ecosistema.
6.1.2 Atributos e indicadores a considerar
La evaluación de la condición ecológica del ecosistema implica estimar los atributos3
seleccionados (condición del agua, condición del suelo, condición de la biota y alteraciones
en el paisaje) a partir de la medición directa de un grupo de indicadores4 (Cuadro n.° 2).
Estos indicadores cumplen con los siguientes criterios: - Pueden ser medidos (o muestreados)
en campo fácilmente. - Dan valores fáciles de interpretar. - Son sensibles a los cambios
sutiles del ecosistema. - Tienen una respuesta predecible ante el cambio. - Son indicadores de
procesos del ecosistema. - No requieren varias mediciones en el tiempo, para su
interpretación.
6.1.3 Valores relativos de atributos e indicadores a considerar
Sobre los atributos e indicadores, se determinó el valor relativo de cada uno, a partir de
matrices multicriterio5, basado en un análisis jerárquico. Esto permite comparar entre pares
de atributos o de indicadores, y determinar la contribución o importancia relativa de cada
uno. Se comparan primero los atributos entre sí, en una matriz, y luego los indicadores dentro
de cada atributo, en cuatro matrices diferenciadas para cada atributo.

6.1.4 Puntaje de indicadores en función al rango de los valores de referencia


A partir de los valores relativos asignados a cada indicador, se buscó un mecanismo
apropiado para darle un puntaje a las diferentes medidas que se obtengan de campo, de cada
indicador. Para ello se buscaron y definieron rangos de los valores de referencia, utilizando
datos propios y datos disponibles de instituciones y centros de investigación que
compartieran sus resultados de caracterización de bofedales, en el Perú y en Bolivia. La
escala de calificación de puntajes contempla como referencia los rangos de valores
alcanzados en la medición en campo de los indicadores (Cuadros n.° 4, 5, 6 y 7). El puntaje
máximo que tendrá cada indicador corresponde al valor relativo asignado a cada uno de ellos,
según como se muestra en el Cuadro n.° 3.
Considerando que los valores de referencia fueron determinados a partir de estudios
realizados en el Perú (ubicados en su mayoría en la sierra central del país) y en Bolivia, se
abre la posibilidad de establecer valores de referencia de lugares cercanos a las zonas de
evaluación. Estos deben obtenerse de bofedales que se encuentren en las mejores condiciones
en términos de integridad ecológica (composición, estructura y funcionalidad), para ello se
tiene que levantar información en campo de cada indicador y reestablecer los rangos de
valores de referencia por cada indicador.
6.2 Proceso metodológico
El proceso metodológico consta de una secuencia de pasos agrupados en tres (3) fases: 1)
fase de gabinete, 2) fase de campo y 3) fase de post campo (Figuras n.° 2 y 3).

Convención Ramsar y la valoración económica de los humedales


Llamado también Convención sobre los humedales, se adoptó en la ciudad Iraní de Ramsar
en 1971 y entro en vigencia el año 1975, hasta la actualidad cuenta con 160 partes
contratantes de todo el mundo. El nombre oficial del tratado, “Convención relativa a los
Humedales de Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas”,
refleja el énfasis puesto inicialmente en la conservación y el uso racional de los humedales
sobre todo como hábitat de tales aves. Con el pasar de los años la convención ha ampliado su
alcance de aplicación hasta abarcar la conservación y el uso racional de los humedales en
todos sus aspectos, reconociendo que los humedales son ecosistemas extremadamente
importantes para la conservación de la biodiversidad y el bienestar de las comunidades
humanas, cubriendo así el alcance completo del texto de la Convención. En la reunión que
celebró en Brisbane (Australia), en marzo de 1996, la Conferencia de las Partes en la
Convención sobre los Humedales aprobó un plan estratégico que reconoce la importancia y
urgencia de llevar adelante la acción en curso en la esfera de la valoración económica de los
humedales. El Objetivo Operativo 2.4 del plan estratégico estipula que la convención
RAMSAR facilitará la valoración económica de los beneficios y funciones de los humedales
divulgando métodos de valoración. En tal sentido, los instrumentos elaborados destacan la
importancia que reviste comparar las ventajas del desarrollo con los daños que puede
ocasionar a los humedales (Barbier, 1997).

7.RESULTADOS
Aunque la importancia del bofedal varía según la perspectiva de un determinado grupo de
personas:
 Para los pobladores de las zonas altoandinas, el bofedal sirve de forraje para alimentar
al ganado.
 En algunas zonas del Perú, especialmente en las zonas central y sur, se usa el suelo de
los bofedales como combustible para cocinar.
 Para el mundo académico: Almacenamiento de carbono
 En Parques Nacionales de lugares como Huaraz: Incremento del turismo debido a la
belleza paisajística de los bofedales.
 En general, pero no menos importante, el bofedal es sinónimo de almacén de agua
gracias a su capacidad para retener el agua producto del desglaciamiento, y para
amortiguar inundaciones o huaicos.
Sin embargo, estos ecosistemas, como muchos otros, se encuentran en un constante estado de
vulnerabilidad, bajo las amenazas de variables como el cambio climático que afecta el ciclo
del agua; por lo que ciertas zonas contemplan escasez de precipitaciones, como en la sierra
sur del Perú. También está la pérdida de agua, afectando especialmente a los pobladores de
las zonas altoandinas, por causas como la desglaciación, cambios de flujo de entrada al
bofedal para alimentar canales de riego, hidroeléctricas, minas; la construcción de carreteras
que cambia la forma en la que circula el agua dentro y hacia el bofedal, o por la creación de
canales artificiales que drenan el reservorio hídrico de los bofedales. Por otro lado, otra
amenaza es la falta de información que oculta la importancia de su existencia, como ya
citado.
De acuerdo con la directora de Investigación en Ecosistemas de Montaña del INAIGEM,
Beatriz Fuentealba Durand, durante una entrevista personal, “las actividades económicas que
amenazan a los bofedales dependen de la parte del país en la que estés para saber cuál es su
amenaza principal”. En ese aspecto, destaca a la minería sobre la actividad ganadera.
También nos indicó que como los bofedales están ubicados en zonas planas, justamente el
área ideal para el asentamiento de relaves mineros, que, en sí la minería, más que una
amenaza, atenta de facto contra la existencia del bofedal, que desaparece en su totalidad.

Una amenaza a su destrucción sería la extracción de la vegetación —también conocido


localmente como champeo—, la cual es una actividad insostenible con el medio ambiente
puesto que consiste en la depredación incontrolada de turba —o champa— para fines
comerciales que se vende en viveros, tiendas de jardinería, mercados y supermercados, como
abono o tierra orgánica con fines energéticos. Un claro ejemplo de esta situación es Santiago
de Carampona —historia de una comunidad campesina ante la venta de turba, bien
documentada por OjoPúblico.

Una de las consecuencias de esto es la degradación del ecosistema. Según un estudio del
Consorcio para el Desarrollo Sostenible para la Ecorregión Andina (Condesan), se identificó
la existencia de aproximadamente 2.637 hectáreas de bofedales degradados en la cuenca de
los ríos Chillón, Rímac, Lurín y Mantaro. Mientras que datos de la investigación de
Conservación Internacional (CI) publicada el 2018 señalan que las turberas demoran entre
100–200 años en regenerar sus turbas.

Otra de las consecuencias de la extracción es que esta actividad favorece la emisión de gases
de efecto invernadero (GEI). “La turba es un elemento que se produce en algunos tipos de
humedales. No todos los humedales tienen turba, pero una gran proporción de ellos sí la tiene
(…)” (Quijandría, 2020). Como ya se había mencionado previamente, las turbas son grandes
depósitos de materia orgánica, por lo que, los humedales en general, tienen dos funciones al
respecto, la primera, la liberación de CO2 en grandes cantidades a la atmósfera debido a la
disminución de hectáreas de suelo de humedales, lo cual contribuye a la contaminación
ambiental y a la emisión de GEI; y la segunda, la absorción y almacenamiento del carbono, lo
cual afirmativamente iría en línea como medida de mitigación ante el cambio climático.

Y por último está la actividad ganadera y la construcción de infraestructura. En la ganadería,


el impacto negativo dentro de los bofedales, según indica la bióloga Beatriz Fuentealva
Durand, depende del tipo de animal que se cría en estos espacios —animales nativos,
vacunos, ovinos y équidos. Mientras que, por otro lado, con la finalidad de reducir costos en
la construcción de carreteras de las zonas altoandinas —los cuales son en su mayoría espacios
irregulares—, los proyectos viales se aplanan a propósito y se planifican de manera que
atraviesen el bofedal; y para amortiguar el impacto de desgaste por la humedad contenida, los
bofedales quedan expuestos a ser secados, afectando así la base misma de su existencia.

Algunas posibles estrategias de recuperación del bofedal podrían ser construir diques para
tratar de retener el agua y así recuperar el régimen hídrico natural de bofedales, como
realizado en un trabajo piloto de la INAIGEM. Aunque en caso de una alteración hídrica muy
drástica de bofedales, lo más probable es que el bofedal se degrade definitivamente a pesar de
los esfuerzos realizados.

Para la escasez de precipitaciones se podría implementar la qocha —costumbre tradicional de


siembra y cosecha de agua mediante represas rústicas—, cuya importancia radica en que
asegura la sostenibilidad del recurso hídrico. La qocha es una técnica que ayuda en la
conservación de bofedales, aunque los resultados no son inmediatos y pueden llevar mínimo
un año en ver progreso, como es bien conocido por los habitantes de los departamentos de
Arequipa y Cusco.

En caso de alteraciones en la vegetación, por la presencia y pisoteo del ganado excesivo, la


alternativa de solución sería excluir al ganado, especialmente de vacunos, puesto que el
pisoteo generado por éstos al adentrarse en el fango del bofedal en altas cantidades provoca
mucho daño. Viceversa, se podría estimular la ganadería de alpaca, porque sus pisadas
ocasionan menos daño, siempre y cuando la cantidad de camélidos sea controlada, y además,
porque a más de 4000 msnm una de las pocas actividades económicas disponibles para las
familias que habitan allí es la ganadería.

En general, no existe una estrategia de conservación y recuperación de bofedales de parte del


Estado, pero sí medidas cuya planificación e implementación dependerá de cada bofedal en el
que vaya a desarrollarse.

Después de una exhaustiva investigación, se aprecia que el mayor obstáculo de los bofedales,
y humedales en general, está en el marco legal, o mejor dicho, en los vacíos legales. A pesar
de que a nivel internacional, el Perú ha ratificado un importante instrumento jurídico, la
Convención de Ramsar de 1971, y por el cual el Estado ha definido 13 sitios RAMSAR; a
nivel nacional, por el contrario, recién en el año 2018, se promulgó la Ley Marco sobre
Cambio Climático cuyo objetivo es implementar medidas de adaptación y mitigación al
cambio climático en lineamiento con el compromiso internacional ante la Convención Marco
de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, donde dispone en el artículo 3, el enfoque
de mitigación y adaptación basada en cuencas hidrográficas, que teóricamente abarca a los
humedales.

Aun así, no existe una normativa nacional jurídica que abarque a este ecosistema
independientemente. Por lo que, a consecuencia de las lagunas jurídicas, la participación
voluntaria de la ciudadanía se ve enormemente restringida. Sin ir muy lejos está el problema
de la extracción de vegetación, pues esta actividad no está penada por el Código Penal. Esto
quiere decir, que, si alguien fallece al intentar de parar la extracción causada por terceros,
quien o quienes sean los culpables directos de la muerte quedará impune. Y por más que los
pobladores hagan las respectivas denuncias, éstas no surtirán efecto en materia de extracción
ilegal de turba.

Al respecto, como un primer paso, existe un proyecto de Resolución Ministerial bajo la


jurisdicción del Ministerio del Ambiente (MINAM), prepublicada el 2 de noviembre del
2020, que busca definir las competencias de las autoridades pertinentes a la gestión de
humedales y que se espera sirva de instrumento legal aplicable sin diferenciar el tipo de
humedal. Sin embargo, una revisión al capítulo II permite entender que existe un problema en
las instituciones estatales. En esta sección se menciona a MINAM, Servicio Nacional Forestal
y de Fauna Silvestre (SERFOR), Autoridad Nacional del Agua (ANA), Ministerio de la
Producción, Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERNANP), INAIGEM,
Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), Gobiernos Regionales y
Gobiernos Locales; es decir, en la gestión de los humedales intervendrían hasta 10
instituciones estatales, cada una con diferentes funciones para cada aspecto de un mismo tipo
de ecosistema. Al menos en este proyecto se menciona la creación del Inventario Nacional de
Humedales, una lista de actividades prohibidas, como la extracción de turba, en el artículo 30,
y el hecho que podría consignarse a la nomativa dentro del marco del ODS 6 (meta 6.6) y
ODS 15 (meta 15.1).

A pesar de las grandes dificultades, inconvenientes, discriminación y subestimación de


capacidades del ser humano habitante de los Andes, ellos cumplen un rol fundamental como
defensores de este ecosistema. En zonas de montaña, la vida no es fácil, hay un marco
reducido de actividades económicas que permitan la supervivencia, las temperaturas
extremas, la disminución considerable de la población juvenil porque emigra a la zonas
urbanas, la necesidad sustancial de los recursos hídricos, los delitos o acciones dañinas
generadas por actividades extractivas, constructoras y mineras que no necesariamente están
enmarcadas en la legislación peruana y que desmotivan a las personas a tomar acciones en
contra de estas por miedo a represalias, por amenazas, y la falta de esperanza, consecuencia
de todo ello, por sentir que las cosas nunca cambiarán.

Pero más allá de las zonas rurales, aunque pueda parecer que no hay mucho por hacer por
parte de la población urbana no especializada en temas de biología, hidrología, ecología,
entre otros, lo que sí es posible es la difusión de conocimiento. Recordar que la venta ilegal
de vegetación de bofedales o de turba es un caso de día a día, que se puede evitar adquirir
estos productos y exigir buenas prácticas comerciales, entre muchas otras iniciativas que se
puedan originar desde cierto eje fundamental: El conocimiento.

8.CONCLUSIONES

 La utilización y manejo de los bofedales en las comunidades Pinaya y Rumitia es de


carácter individual, lo que permite realizar acciones tendientes a mantener el estado
ecológico y diversidad de especies en cada uno de ellos
 El agua es el principal recurso que soporta la biodiversidad de flora y fauna de los
bofedales, esencial para el desarrollo de todos los procesos fisiológicos del hombre y
vital para la adaptación al cambio climático.
 Los recursos hídricos de bofedales se ubican en pendientes ligeramente inclinadas a
empinadas y con escasa cobertura vegetal, propiciando mayores velocidades de
escurrimiento e infiltración del agua.
 Presenta suelos ricos en materia orgánica que supera el 4. 21%, permitiendo la
formación de agregados y dando estabilidad estructural, favoreciendo la penetración
del agua y su retención y reserva de nutrientes para la vida vegetal.
 Los bofedales presentan suelos con temperaturas entre12 °C – 13 °C, óptimos para los
procesos microbianos que se desarrollan en el suelo.

9.REFERENCIAS
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 FLORES, E. 1991. Manejo y utilización de pastizales. En: Avances y perspectivas del
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Experimental Agraria Illpa-Puno.
 ALZERRECA, H; LUNA, D. 2001. Manual del Ganadero para el Manejo de
Bofedales. Autoridad Binacional del Lago Titicaca- PNUD- La Paz-Bolivia.
 ALZÉRRECA, H. 2001. Características y distribución de los bofedales en el ámbito
boliviano. Proyecto de Conservación de la Biodiversidad en la Cuenca del Lago
Titicaca – Desaguadero – Poopo – Salar de Coipasa. Universidad Nacional del
Altiplano – Puno.
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de Informes de Conferencias y Reuniones Nº 86. Puno – Perú.
 ARGOTE, G; ZEA, R. 2011. Manual Manejo y Conservación de Bofedales. Estación
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Programa Colaborativo de Apoyo a la investigación en Rumiantes Menores.
INIPALima, Perú. 321 p.
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 VARGAS, G. 1992. Estructura dinámica estacional de la vegetación en bofedal, tolar
y pajonal "Iru Ichu" en el ecosistema de Puna seca. Tesis de Ingeniero Zootecnista.
Universidad Nacional Agraria La Molina. Lima-Perú.

10.ANEXO

Tabla 1. Servicios ambientales provistos por los bofedales


Tipología Servicio Ecosistémico del bofedal
Agua dulce
Provisión
Forraje
Captura de carbono

Control de erosión del suelo

Regulación de inundaciones

Regulación Calidad y cantidad de agua

Purificación de agua

Sedimentación y carga de nutrientes

Almacenamiento de agua

Regulación del clima local


Refugio de fauna silvestre

Cobertura y hábitat para reproducción


Apoyo Migración de animales silvestres

Funcionamiento del ciclo hidrológico

Mantenimiento de los ciclos de vida


Belleza escénica y paisajística

Culturales Patrimonio cultural

Recreación y turismo

Tabla 2. Población ganadera de camélidos por departamentos


Población de alpacas Familias alpaqueras
Departamento Número de % Número de %
alpacas familias
Puno 1´988,000 55.27 85,496 61.11
Cuzco 438,000 12.18 22,699 16.22
Arequipa 357,461 9.94 2,687 1.91
Huancavelica 224,045 6..23 4,383 3.13
Ayacucho 156,155 4.34 1,182 0.84
Otros 433,092 12.04 23,460 16.77
TOTAL 3´596,753 100 139,907 100

Cuadro 1. Variedades de bofedales


BOFEDAL SEGÚN: CLASIFICACION DESCRIPCION
-Creados por la humedad de
Origen Naturales: deshielos, manantiales
Artificiales: naturales.
-Creados por el hombre
-Ubicados por debajo de los
Altitud Altiplánicos 4.100 m.s.n.m.
Altoandinos -Ubicados por encima de los
4.100 m.s.n.m.
Hidromórficos o údicos -Presencia de agua
Régimen Hídrico Mesicos o ústicos permanente.
-Presencia de agua temporal
Ácidos -pH menos a 6.4
pH de los suelos Neutros -pH de 6.4 a 7.4
Básicos -pH mayor a 7.4
Tamaño Pequeños -Uso familiar
Grandes -Uso comunal
Fisiografía De Cordillera o altura
De Llanura, pampa y
aluviales

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