Cuevas Garcia IM MC Entomologia Acarologia 2018

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 97

COLEGIO DE POSTGRADUADOS

INSTITUCIÓN DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS AGRÍCOLAS

CAMPUS MONTECILLO

POSTGRADO DE FITOSANIDAD
ENTOMOLOGÍA Y ACAROLOGÍA

CURVAS DE CRECIMIENTO Y DESARROLLO DE LOS PRIMEROS


DÍPTEROS COLONIZADORES DE CADÁVERES (DÍPTERA:
CALLIPHORIDAE) EN TEXCOCO DE MORA, ESTADO DE MÉXICO.

ITZIRA MAHELÍ CUEVAS GARCÍA

T E S I S

PRESENTADA COMO REQUISITO PARCIAL


PARA OBTENER EL GRADO DE:

MAESTRA EN CIENCIAS

MONTECILLO, TEXCOCO, EDO. DE MÉXICO

2018
CURVAS DE CRECIMIENTO Y DESARROLLO DE LOS PRIMEROS DÍPTEROS
COLONIZADORES DE CADÁVERES (DÍPTERA: CALLIPHORIDAE) EN
TEXCOCO DE MORA, ESTADO DE MÉXICO.
Itzira Mahelí Cuevas García, M. en C.
Colegio de Postgraduados, 2018
RESUMEN
Las moscas de la familia Calliphoridae son principalmente especies necrófagas de
importancia médica y forense, ya que pueden provocar miasis y son los principales
descomponedores de cadáveres. Es por ello que estudiar su ciclo de vida y sus hábitos es
sumamente importante, ya que se ha vuelto una herramienta primordial en el ámbito médico
y penal de nuestro país. El estudio se divide en tres partes, en la primera se da una
explicación de la Entomología Forense y su importancia; en la parte experimental, durante
el primer capítulo se estudiaron seis dietas para la cría de L. sericata en laboratorio y se
demostró que las dietas sintéticas utilizadas proporcionaron sustratos adecuados para la
cría con diferencias significativas entre ellas, en concordancia con las variables analizadas,
todas útiles para establecer colonias estables y en continua reproducción; no obstante,
gracias a estas diferencias significativas, se establece que, a pesar de desprender olores
desagradables, las dietas con sustratos naturales siempre serán las más óptimas para
estudiar el ciclo de vida de los insectos, que en el caso de la Entomología Forense es lo
que se espera; aunque hay casos en los que dietas sintéticas pueden ocupar su lugar sin
mermar la población, además de presentar porcentajes de mortalidad mínimos, por lo que
podemos duplicar el número de individuos en un tiempo significativamente menor, lo que
sería conveniente en el caso de utilizar las larvas en terapia larvaria. En el segundo capítulo
se estudió el efecto de la temperatura sobre el ciclo de vida de las especies Lucilia sericata,
Cochliomyia macellaria y Chrysomya rufifacies (Diptera: Calliphoridae), en donde se
comprobó que a menor temperatura el ciclo se alarga, a mayor temperatura, siempre que
esté en un rango específico (menor a 30°C) el ciclo se acorta, sobre todo en la etapa
larvaria. Se demostró que el hígado de pollo resulta ser un sustrato alimenticio eficaz para
desarrollar a las tres especies bajo condiciones de laboratorio y se produjeron las curvas
de crecimiento de las tres especies estudiadas, lo que podría ser útil para la realización de
dictámenes periciales asociados a la Entomología Forense, ya que, teniendo datos del
desarrollo de los insectos, se puede lograr un intervalo posmortem más cercano al real.
Palabras clave: Entomología forense, miasis, dietas sintéticas, cría de insectos.

iv
GROWTH CURVES AND DEVELOPMENT OF THE FIRST INVASIVE FLIES OF
CORPSES (DÍPTERA: CALLIPHORIDAE) IN TEXCOCO DE MORA, STATE OF
MEXICO.
Itzira Mahelí Cuevas García, M. en C.
Colegio de Postgraduados, 2018
ABSTRACT
The flies of the family Calliphoridae are mainly necrothous species of medical and forensic
importance, since they can cause myiasis and are the main decomposers of corpses. That
is why studying their life cycle and habits is extremely important, since it has become a
primary tool in the medical and criminal field of our country. The study is divided into three
parts, the first one gives an explanation of the forensic entomology and its importance;
already entering the experimental part, during the first chapter six diets were studied for the
breeding of L. sericata in the laboratory and it was demonstrated that the synthetic diets
used provided suitable substrates for the breeding with significant differences among them,
in agreement with the analyzed variables, all useful to establish stable colonies and in
continuous reproduction; however, because to these significant differences, it is established
that, despite giving off unpleasant odors, diets with natural substrates will always be the best
to study the life cycle of insects, which in the case of forensic entomology is what is
expected; although there are cases in which synthetic diets can take their place without
depleting the population, in addition to presenting minimal mortality percentages, so we can
double the number of individuals in a significantly shorter time, which would be convenient
in the case of using the larvae in larval therapy. In the second chapter we studied the effect
of temperature on the life cycle of the species Lucilia sericata, Cochliomyia macellaria and
Chrysomya rufifacies (Diptera: Calliphoridae), where it was found, that at a lower
temperature the cycle lengthens; but at a higher temperature, as long as it is in a specific
range (less than 30 °C) the cycle is shortened, especially in the larval stage. It was
demonstrated that chicken liver turns out to be an effective food substrate to develop all
three species under laboratory conditions and the growth curves of the three species studied
were produced, which could be useful for the performance of expert reports associated with
the forensic entomology, because having data on the development of insects, a postmortem
interval closer to the real can be achieved.

Key words: Forensic entomology, myiasis, synthetic diets, insect bree

v
AGRADECIMIENTOS

Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por haberme otorgado el


financiamiento para llevar a cabo mis estudios de posgrado.

Al Colegio de Postgraduados por la formación académica a través del Posgrado en


Fitosanidad-Entomología y acarología.

Al Dr. Hussein Sánchez Arroyo, por haber aceptado mi proyecto en un principio a


pesar de no conocerme, por su paciencia, apoyo y dedicación durante los dos años
regulares del posgrado. Muchas gracias Doctor.

Al Dr. Jesús Romero Nápoles por haber accedido a guiarme en la última etapa de
mi posgrado a pesar de no contar con información suficiente y tener el tiempo
encima. Agradezco su confianza, consejos, paciencia, disposición y llamados de
atención, lo admiro demasiado.

Al Dr. Leonardo Roberto Flores Pérez, por haber sido una inspiración para mí desde
hace varios años ya. Gracias a usted me acerqué a la Entomología Forense,
empecé a tomarle cariño, volviéndola mi vida entera. De no haberlo conocido, no
tendría la experiencia y conocimiento necesarios para ahora ser perito forense en
entomología. Gracias por siempre creer en mí, por no abandonarme, por su
paciencia, sus enseñanzas, sus jalones de orejas; porque a pesar de no estar en
contacto siempre, hay un gran aprecio, respeto y absoluta admiración. Y, sobre
todo, muchas gracias por su amistad. Siempre lo tendré presente.

Al M. C. Jorge Valdez Carrasco, por haberme enseñado morfología como nadie,


estar siempre presente cuando lo necesito para guiarme académicamente o darme
un consejo. Porque siempre tiene palabras de aliento y motivación, por creer en mí,

vi
por considerarme una gran alumna a pesar de las adversidades, por su paciencia,
disposición y calidez. Muchas gracias profe, es el mejor.

Al personal administrativo del Instituto de Fitosanidad, sobre todo a mi querida


Silvia, que siempre estuvo preocupada porque mis trámites salieran a tiempo, me
dio consejos, me mantuvo al tanto y me llamó la atención cuando era necesario.
Más que parte del personal, yo te veo como una amiga. Muchísimas gracias.

vii
DEDICATORIA

A mi padre el Ing. Héctor Fermín Cuevas Contreras, eres mi soporte, mi apoyo y

aunque no soy quien tu esperabas, sé que me amas y nunca me dejas sola. Gracias

papá. Eres un gran ejemplo de constancia, bondad y humildad. Te amo.

A mis hermanos, Narayani Isabel Cuevas García y Héctor Abraham Cuevas García,

que, aunque somos absolutamente diferentes, sé que creen en mí. Ni la distancia

logra que deje de sentir ese apoyo. Los amo. Estoy orgullosa de ustedes, como sé

que lo están de mí.

A mi segunda madre, mi tía Erika Leonor García Hernández y la niña de mis ojos,

Kisai Rosas García, por ser mi apoyo moral en todo momento. Sé que son las

personas que más confían en que llegaré lejos. Las amo y extraño demasiado.

A quienes se volvieron mi familia y siempre lo serán, Valeria Martínez Huitrón y

Emma Xiadani Juárez Martínez. Llegaron a cambiar mi vida, a llenarla de colores,

contrastes, emociones y felicidad. No duden que siempre estaré ahí. Mi amor con

ustedes siempre.

A mi mejor amiga Carolina Álzaga Gómez, gracias por estar siempre para

escucharme, por esos abrazos apretados e interminables; por tus visitas cuando

estaba a punto de enloquecer, por tu amor, incondicional, fraternal e incalculable.

viii
Gracias. A todos mis amigos, mis compañeras de casa, conocidos, que han

soportado mi histeria y estrés, teniendo siempre una sonrisa para mí, los adoro.

Y en especial a Ángela Gisela Bejarano Cárdenas, mi compañera de vida, de

aventuras, de derrotas y triunfos. Muchas gracias por el apoyo incondicional, por el

amor indiscriminado y el soporte que me das. Sabes que te amo.

“Puedes besar y despedirte de tu familia y amigos poniendo kilómetros de por

medio entre vosotros, pero ellos siguen contigo en tu corazón, tus pensamientos y

tus vísceras. Porque tú no solo vives en un mundo, sino que un mundo vive en ti.”

Frederick Buechner

ix
CONTENIDO

RESUMEN .............................................................................................................. iv
ABSTRACT............................................................................................................. v
AGRADECIMIENTOS ............................................................................................. vi
DEDICATORIA ..................................................................................................... viii
LISTA DE CUADROS ........................................................................................... xiii
LISTA DE FIGURAS ............................................................................................. xiv
INTRODUCCIÓN GENERAL .................................................................................. 1
Entomología forense. ..................................................................................... 4
Historia de la Entomología Forense. ............................................................. 5
Descomposición cadavérica. ....................................................................... 11
Fenómenos de transformación. ............................................................... 11
Estados de descomposición e insectos asociados. .............................. 12
Factores que aceleran o retardan la descomposición. .......................... 13
Insectos de importancia forense. ............................................................. 14
Categorías de insectos asociados a cadáveres. ................................. 14
Órdenes de importancia forense. ......................................................... 15
Métodos para la determinación de la data de muerte, asociados a la
entomofauna cadavérica. Factores a considerar en el cálculo del
intervalo postmortem. ............................................................................... 16
Sucesión de especies en un cadáver. .................................................. 18
CAPÍTULO I. ARTÍCULO: SELECCIÓN DE DIETAS Y SUSTRATOS PARA EL
DESARROLLO DE LAS CURVAS DE CRECIMIENTO, LONGEVIDAD Y
MORTALIDAD DE Lucilia sericata (MEIGEN) (DÍPTERA: CALLIPHORIDAE) . 25
1.1. RESUMEN .................................................................................................. 25
1.2 SUMMARY .................................................................................................. 27
1.3. INTRODUCCIÓN ........................................................................................ 28
1.4. MATERIALES Y MÉTODOS ...................................................................... 31
1.4.1. Preparación y composición de las dietas. ........................................ 31

x
1.4.2. Insectos. .............................................................................................. 31
1.4.3. Datos del desarrollo biológico de L. sericata. .................................. 33
1.4.4. Análisis estadístico. ........................................................................... 34
1.5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN ................................................................... 35
1.5.1. Duración del ciclo de vida de L. sericata en las seis dietas. .......... 35
1.5.2. Análisis de las curvas de crecimiento de L. sericata con las
diferentes dietas. .......................................................................................... 37
1.5.3. Análisis de la mortalidad de L. sericata con las diferentes dietas.
........................................................................................................................ 40
1.6. CONCLUSIONES. ...................................................................................... 41
1.7. LITERATURA CITADA ............................................................................... 42
CAPITULO II. CURVAS DE CRECIMIENTO Y DESARROLLO DE LOS
PRIMEROS DÍPTEROS COLONIZADORES DE CADÁVERES (DÍPTERA:
CALLIPHORIDAE) EN TEXCOCO DE MORA, ESTADO DE MÉXICO. .............. 46
2.1. RESUMEN .................................................................................................. 46
2.2. SUMMARY.................................................................................................. 47
2.3. INTRODUCCIÓN ........................................................................................ 48
2.4.1. Los Calliphoridae y su importancia en la Entomología Forense. ... 51
2.4.2. Taxonomía de la familia Calliphoridae. ............................................. 52
2.4.3. Biología de Calliphoridae. .................................................................. 53
2.4.3.1. Huevo. ............................................................................................ 54
2.4.3.2. Larva. ............................................................................................. 54
2.4.3.3. Pupa. .............................................................................................. 55
2.4.3.4. Adulto. ........................................................................................... 55
2.4.4. Especies de importancia forense presentes en Texcoco de Mora,
Estado de México. ........................................................................................ 56
2.4.5. características de las especies de interés en el estudio. ................ 56
2.4.5.1. Lucilia sericata. ............................................................................. 56
2.4.5.2. Cochliomyia macellaria ................................................................ 57
2.4.5.3. Chrysomya rufifacies. .................................................................. 58

xi
2.4.6. Curvas de crecimiento. ...................................................................... 59
2.4.7. Las moscas y su cría en laboratorio. ................................................ 60
2.4.8. La Entomología Forense en México y su vinculación
institucional................................................................................................... 60
2.5. MATERIAL Y MÉTODOS ........................................................................... 61
2.5.1. Insectos. .............................................................................................. 61
2.5.2. Muestras .............................................................................................. 62
2.5.3. Datos del desarrollo biológico. ......................................................... 62
2.5.4. Análisis estadístico. ........................................................................... 63
2.6. RESULTADOS ........................................................................................... 63
2.7. DISCUSIÓN ................................................................................................ 75
2.8. CONCLUSIONES ....................................................................................... 77
2.9. LITERATURA CITADA. .............................................................................. 79
CONCLUSIONES FINALES. ................................................................................ 83

xii
LISTA DE CUADROS

Cuadro 1. Composición de las dietas usadas para comparar el ciclo de vida de L.


sericata............................................................................................................ 34
Cuadro 2. Longevidad del ciclo de vida de L. sericata en horas con las diferentes dietas.
........................................................................................................................ 35
Cuadro 3. Longevidad en horas de cada etapa del ciclo de vida de L. sericata en las
distintas dietas (promedios de las 3 repeticiones). .......................................... 38
Cuadro 4. Desarrollo del ciclo de vida de L. sericata (horas acumuladas) en las distintas
dietas............................................................................................................... 39
Cuadro 5. Mortalidad de Lucilia sericata en las distintas dietas. ...................................... 40
Cuadro 6. Duración del ciclo de vida a 27 +/- 2°C (horas acumuladas)............................ 64
Cuadro 7. Duración del ciclo de vida a 23°C (horas acumuladas) .................................... 65
Cuadro 8. Duración del ciclo de vida a 15°C (horas acumuladas) .................................... 66
Cuadro 9. Crecimiento promedio de las larvas a 27 +/- 2°C............................................. 69
Cuadro 10. Crecimiento promedio de las larvas a 23°C +/- 2°C ....................................... 70
Cuadro 11. Crecimiento promedio de las larvas a 15°C +/- 2°C ....................................... 71

xiii
LISTA DE FIGURAS

Figura 1. Adulto de Lucilia sericata .................................................................................. 32


Figura 2. Larva de Lucilia sericata ................................................................................... 33
Figura 3. Longevidad del ciclo de vida de Lucilia sericata en las distintas dietas. ............ 36
Figura 4. Análisis de varianza (anava) ............................................................................. 36
Figura 5. Comparación de medias de Tukey .................................................................... 37
Figura 6. Desarrollo de Lucilia sericata (horas acumuladas) en las distintas dietas. ........ 39
Figura 7. Lucilia sericata. A. Larva; B. Adulto ................................................................... 57
Figura 8. Cochliomyia macellaria. A. Larva; B. Espiráculos posteriores; C. Espiráculos
anteriores; D. adulto. ....................................................................................... 58
Figura 9. Chrysomya rufifacies. A. Larva de tercer instar; B. Adulto................................. 59
Figura 10. Horas acumuladas según la etapa de crecimiento a 27 +/-2°C ....................... 64
Figura 11. Horas acumuladas según la etapa de crecimiento a 23 +/-2°C ....................... 65
Figura 12. Horas acumuladas según la etapa de crecimiento a 15 +/-2°C ....................... 67
Figura 13. Desarrollo del ciclo de vida de Lucilia sericata en las distintas temperaturas .. 67
Figura 14. Desarrollo del ciclo de vida de Cochliomyia macellaria en las distintas
temperaturas ................................................................................................... 68
Figura 15. Desarrollo del ciclo de vida de Chrysomya rufifacies en las distintas
temperaturas ................................................................................................... 68
Figura 16. Curvas de crecimiento (milímetros/horas) de Lucilia sericata. ......................... 72
Figura 17. Curvas de crecimiento (milímetros/horas) de Cochliomyia macellaria. ............ 72
Figura 18. Curvas de crecimiento (milímetros/horas) de Chrysomya rufifacies. ............... 73
Figura 19. Desarrollo larvario de Lucilia sericata. A. Larva de primer instar; B. Larva de
segundo instar; C. Larva de tercer instar. ........................................................ 73
Figura 20. Desarrollo larvario de Cochliomyia macellaria. A. Larva de tercer instar; B.
Larva de segundo instar; C. Larva de primer instar. ........................................ 74
Figura 21. Desarrollo larvario de Chrysomya rufifacies. A. Larva de primer instar; B.
Larva de segundo instar; C. Prepupa; D. Larva de tercer instar....................... 75

xiv
INTRODUCCIÓN GENERAL

La Entomología Forense es una disciplina prácticamente ignorada en México. Los


avances, que desgraciadamente son escasos, se han obtenido en países de primer
mundo, que son los que han logrado descubrir el impacto que tiene sobre las
investigaciones y los procesos que llevan a un cadáver a su descomposición.

Existen varias definiciones de Entomología Forense, las más aceptadas son las de
Catts & Goff (1992), Anderson (1997), Catts & Haskell (1997) y Byrd & Castner
(2001), porque coinciden en el uso de los insectos y otros artrópodos como
herramienta y evidencia en asuntos legales. Lord y Stevenson (1986) subdividen a
la entomología forense en tres áreas: urbana, de productos almacenados y “médico
legal” o “médico forense”. Esta última, normalmente se conoce como entomología
medico criminal, debido a su énfasis en la utilidad de artrópodos como evidencia
para resolver crímenes, a menudo violentos.

La Entomología Forense, es la encargada de interpretar la información que


proporciona la entomofauna cadavérica y estudia el micro ecosistema que conforma
un cadáver en descomposición. La entomología medico criminal involucra la
estimación del tiempo de muerte (intervalo postmortem –IPM- o
cronotanatodiagnóstico), y con menos frecuencia el lugar donde ocurrió la muerte.
En ese sentido, la Entomología Forense está unida con los campos científicos más
amplios de Entomología Médica, Antropología, Taxonomía, Patología Forense,
entre otras (Catts & Haskell, 1997; Benecke, 1998; Campobasso & Introna, 2001).
Es así que, la Entomología Forense representa una ayuda invaluable en casos de
cuerpos muy descompuestos, como ocurre en las muertes por homicidio, muerte
repentina como las anafilaxias por picaduras de abejas, accidentes de tránsito, etc.,
donde los restos humanos son colonizados por insectos.

Con tal finalidad, se deben seguir dos enfoques principales: el primero, consiste en
la observación del desarrollo de los insectos de acuerdo a la temperatura
(generalmente el de las moscas); y el segundo, está representado por el

1
reconocimiento de la sucesión predecible de artrópodos que facilitan la
descomposición de la materia orgánica, incluyendo los cuerpos humanos o
cadáveres de animales.

La sucesión de fauna cadavérica está vinculada a los cambios naturales que se


originan en un organismo después de la muerte. En medicina forense, los procesos
que ocurren en un cuerpo sin vida están divididos en fenómenos cadavéricos o
fenómenos abióticos y fenómenos de transformación, que pueden ser destructores
o conservadores, pero la Entomología Forense se centra en los fenómenos de
transformación, ya que dentro de éstos se encuentra la actividad de la entomofauna
(Vázquez, 2007).

El cadáver es un recurso trófico, el cual induce una sucesión de colonizaciones con


diferente composición faunística, debido al rol que desempeña cada una y por su
llegada de acuerdo a la etapa de descomposición. Este proceso es dependiente
casi en su totalidad de un gran cúmulo de variables como la temperatura, la
humedad relativa, el tipo de vegetación, el pH del suelo, la temporada estacional y
las circunstancias de la muerte, por lo que en los últimos años el objetivo
fundamental de la Entomología Forense se ha enfocado hacia el estudio del
comportamiento de estas oleadas necrófagas con respecto a tales factores, y
dirigido principalmente hacia la determinación del I.P.M. (Mavarez et al., 2005).

Para Mark Benecke (2002), el término “Intervalo de colonización” sería más


adecuado que I. P. M., porque, un cadáver podría haber sido colocado en un medio
ambiente especial, o en condiciones en las que el acceso de los insectos sea
restringido (por ejemplo, muy frío, lluvioso, herméticamente sellados, con
envolturas, etc.).

En la actualidad, existe un gran número de investigaciones que tratan sobre


Entomología Forense. Como resultado de estos esfuerzos, ha adquirido una gran
importancia dentro del campo de la Medicina Legal en países como Estados Unidos,
Canadá, Tailandia, Italia, España y Alemania. Estos trabajos, están sujetos a las

2
condiciones ambientales características de cada uno de esos países, donde hay
cuatro estaciones anuales bien definidas, las cuales per se presentan especies y
actividad artrópoda propias, de ahí la importancia de hacer este tipo de estudios en
cada región y clima específico.

Según Goff et al. (2004) y Flores (2009), los primeros insectos en llegar a un cadáver
son las moscas (dípteros) de las familias Calliphoridae y Sarcophagidae. Las
hembras adultas inspeccionan el cadáver, se alimentan con frecuencia de él y,
según la especie, deposita huevos o larvas alrededor de las aberturas naturales del
cuerpo (orificios nasales, conducto auditivo, boca, ano) e incluso en las orbitas
oculares.

Por lo anterior, el estudio de la comunidad de insectos que colonizan a un cuerpo


sin vida tiene relevancia, tanto en el aspecto de su estructura como en la sucesión
de especies a lo largo del proceso de descomposición de un cadáver. Esto, que
constituye el objeto de estudio de la Entomología Forense; resulta una ciencia poco
desarrollada en México y que, sin embargo, puede aportar pruebas cruciales en la
resolución de investigaciones criminales.

La Entomología, como todas las ciencias biológicas, por su propia naturaleza no


pueden ser exactas, y es el paso de los años y la contundencia de sus conclusiones,
las que hacen que su valía y trascendencia vayan siendo aceptadas y respetadas
por los neófitos en general y de manera particular (en el ámbito legal) por los
abogados. Por lo anterior, el estudio de la comunidad de insectos que colonizan o
se alimentan de un cadáver, tiene relevancia, tanto en el aspecto de su estructura
como en la sucesión de especies a lo largo del proceso de descomposición. Esto,
que constituye el objeto de estudio de la Entomología Forense; resulta una
especialidad poco desarrollada en México y que, sin embargo, puede aportar
pruebas cruciales en la resolución de investigaciones criminales

3
ENTOMOLOGÍA FORENSE (MÉDICO-CRIMINAL)

Entomología forense.

Autores como Catts & Goff (1992), Anderson (1997), y Hall (2001) coinciden al
definir a la Entomología Forense como aquella que se encarga del estudio de los
insectos asociados a cadáveres, disciplina en donde la ciencia de los artrópodos
interactúa con el sistema de procuración de justicia.

Pancorbo et al. (2006), mencionan que la Entomología Forense es el estudio de los


insectos asociados a un cuerpo muerto; una herramienta científica aplicada al
estudio de la sucesión de insectos o artrópodos en la escena de un crimen o de una
muerte accidental o natural, cuyo principal objetivo es establecer la estima del
intervalo post-mortem (IPM).

La Entomología Forense está dividida en tres áreas: Entomología Urbana, la cual


trata de procedimientos legales que involucran insectos y animales relacionados
que afectan las construcciones y el entorno del hombre; Entomología de Productos
Almacenados, que se relaciona con los procedimientos que incluyen insectos que
infestan comida, como cereales y otros productos de cocina; Entomología Médico
Legal o Médico Forense, conocida comúnmente como Entomología Médico
Criminal, decido a su énfasis en la utilidad de artrópodos como evidencia en la
resolución de crímenes (Byrd & Castner, 2001).

La Entomología Medico Criminal también puede tratar casos de muerte súbita por
picadura de algún artrópodo, casos de abandono de personas y negligencia (Flores,
2009).

Cuando se tiene un hallazgo de restos humanos, lo primero que se plantea es la


estimación del tiempo de muerte o intervalo postmortem (IPM) y con menor
frecuencia, la causa y el lugar donde ocurrio la muerte. Históricamente, la
determinación del IPM se ha estimado a través de la observación y medición de las
condiciones en las que se encuentran los restos, parámetros como la temperatura,
flacidez muscular, rigor mortis, lividecens, tono de piel, entre otros (Nelson, 1999);

4
pero cuando estas características no se pueden medir, por las condiciones de
descomposición del cadáver, la evidencia entomológica juega un papel importante,
tanto en estados tempranos de descomposición, como en estados tardíos
(Greenberg, 1991).

Historia de la Entomología Forense.

Viajando a través del tiempo nos recuerdan la íntima asociación entre el hombre y
las moscas, identificable casi al alba de la historia grabada. Las cantidades de
basura que arrojan los humanos, y la carnicería de la guerra desplazan grandes
colonias de moscas. Ellas viven de la muerte, de los restos, de la putrefacción.

“La madre de Aquiles, Thetis, la diosa le dio la respuestas: "Debes hacer el esfuerzo
para alejar de él a las que están pululando, esas cosas feroces, esas moscas que
comen en los cuerpos de los hombres que han perecido... “

(Homero, La Ilíada).

El primer referente claro a los moscardones se publicó hace más de 3600 años en
el Har-ra-Hubulla, una colección de escrituras cuneiformes en arcilla. La lápida XIV
es un inventario sistemático de animales terrestres salvajes de la época de
Hammurabi, y está basado en unas listas Sumerias aún más antiguas. Es el libro
conocido más viejo en la zoología. En él hay 396 nombres de animales inscritos en
Acaciano cuneiforme en lápidas de arcilla, aproximadamente en 10 están las
moscas. Esta es la primera mención de la mosca "verde" (probablemente Lucilia
sericata o Chrysomya albiceps, y la mosca azul (posiblemente una Calliphora sp.).
Estas listas pueden ser la fuente para el pasaje en Génesis dónde Dios "formó cada
bestia del campo y cada ave del aire y los trajo hacia el hombre... Y el hombre dio
los nombres a todo el ganado, y al ave del aire, y a cada bestia del campo" (Génesis
3:19,20).

En nuestro tiempo puede despreciarse a la mosca, pero, entre los antiguos la mosca
parece haber engendrado un tipo de reverencia. Un cilindro, del Babilónico Viejo o
el período de Kassite temprano (c. 1700 a 1400 BCE) pinta una mosca con el dios

5
Nergal que sostiene una cimitarra. Se pintaron otras criaturas pequeñas como los
saltamontes y ranas en estos cilindros, pero se deificaron las moscas. En Egipto
antiguo la mosca simbolizó también el impudente, el persistente y el valor, un collar
de moscas de más puro oro se otorgaba a los soldados que se distinguían en la
batalla. (Porada, 1948)

Las aplicaciones forenses de los insectos en la escena del crimen más antiguas
son:

La primera esta datada entre 907 y 960 d. C. y fue descrita por Cheng (1890). Un
Funcionario de la policía judicial escucho el lamento de una mujer, y le preguntó lo
que había pasado. La mujer dijo que su marido se mató por el fuego, pero, el
funcionario descubrió muchas moscas arracimadas en la cabeza del cadáver. Al
hacer autopsia, encontraron una protuberancia en la cabeza. La mujer confesó que
ella y un hombre lo habían asesinado.

En 1247, Tz'u, publica una relación de una investigación de asesinato en una zona
rural. Un hombre se encontró muerto en el camino con numerosas heridas en su
cabeza que parecían haber sido hechas por una hoz. Un investigador congregó a
los hombres del pueblo y los alineó con sus hoces delante de ellos. Era verano y las
moscas numerosas. El investigador fue por la línea de arriba abajo y finalmente
detuvo delante de un hombre, tomó la hoz y lo acusó del asesinato que el hombre
negó. Cuando fue confrontado por el investigador, del hecho de que la única hoz
con moscas arracimadas era la suya, entonces el hombre confesó. No había lavado
completamente la hoz, para engañar a las moscas (McKnight, 1981).

El siguiente caso ocurrió en el decimoctavo siglo: "Un comerciante fue muerto y su


seda robada en el camino. El policía que estaba a cargo de investigación, después
de dos días vio en un barco que había moscas sobre la seda lavada; los hombres
fueron arrestados por los policías y fueron condenados porque la seda tenía los
rastros de sangre" (Cheng, 1890).

6
En el siglo XIX, En Europa, el estudio de cadáveres en descomposición puso el
fundamento científico, pero, no se unió a las moscas con los asesinatos. Orfila
(1848), enlistó 30 insectos y otros artrópodos que visitaban un cadáver para
alimentarse y poner huevos. Él incluyó C. vomitoria, Lucilia caesar, Musca
doméstica y Sarcophaga carnaria, y varias especies de escarabajos. Motter (1898)
y Hough (1897), pudieron haber sido los primeros en sistematizar el conocimiento
de sucesión de los artrópodos en un cadáver humano. Bergeret (1855) da crédito a
Orfila por notar la presencia de insectos en los cadáveres, los estudios de Orfila
aportaron al desarrollo médico legal, cuando él participó en el caso siguiente: En
marzo de 1850, el cuerpo momificado de un infante se descubrió en un espacio
abierto en la pared de una chimenea. Durante los tres años anteriores, cuatro
familias rentaron consecutivamente el apartamento. ¿Cuál era culpable? Al
investigar Bergeret encontró que el bebé hubo nacido a término, pero no había
ninguna evidencia de la causa de muerte. Encontró un gran número de pupas vacías
en varias cavidades del cuerpo, que él determinó como Musca (=Sarcophaga)
carnaria. Basado en que él conocía sus hábitos, concluyó que esas larvas fueron
depositadas en el cuerpo poco después la muerte del infante en 1848, y los imagos
(adultos) salieron el año siguiente. Los insectos habían entrado a través de una
fisura diminuta en los ladrillos, bastante para ellos y el aire circulante. Esto dio como
resultado, la momificación gradual del cuerpo y la infestación subsecuente con
larvas de la polilla de la ropa. La reconstrucción de Bergeret de la historia natural de
los insectos llevó a la exoneración de tres familias. Su trabajo fue una contribución
importante a la, hasta entonces ignorada, Entomología Forense. Era el uso
sistemático de eventos de ciclo de vida de las dos especies en el cuerpo que habilitó
la estimación del tiempo de muerte. (Greenberg & Kunich, 2002).

Jean Pierre Megnin (1894), realizó estudios entomológicos en cadáveres en Paris,


Francia; agrupando a los insectos en periodos delimitados de descomposición
cadavérica, denominando cada uno de ellos “CUADRILLAS DE LA MUERTE”.
Estableció ocho cuadrillas:

7
Primera Cuadrilla: Está formado por Dípteros, moscas de la especie Musca
domestica y Curtonevra, en un primer momento, y luego de otras moscas,
Callíphora vomitoria (Mosca azul de la carne) y Anthomya Vicina. Que solo arriban
a los cadáveres frescos y en ocasiones en el periodo agónico.

Segunda Cuadrilla: Integrada por moscas Lucilia sp. (Mosca Verde) y Sarcophaga
(carnaria, arvensis y latricus), que se presentan a partir del momento en que el olor
cadavérico se desprende, ello es, cuando se instala la putrefacción en su fase
gaseosa.

Tercera Cuadrilla: Se presenta en el periodo de putrefacción butílica, es decir,


cuando existen grasas acidificadas, de tres a 6 meses después de la muerte. La
componen coleópteros (Dermestes, Lardarius, Frischii y undulatus) y lepidópteros
(Aglossa pinguinalis o polilla de la grasa).

Cuarta Cuadrilla: Corresponde al periodo de putrefacción butírica y gaseosa, es


decir, de grasas y proteínas acidificadas. La componen dípteros y coleópteros
(Anthomya vicina, Piophila casei y petasionis, corynetes o Necrobia, ruficollis,
coeruleus, rufites y violaceus).

Quinta Cuadrilla: es atraída por la fermentación amoniacal del cadáver. Se compone


de dípteros de los géneros Tyreophora (cynohila, anthropophaga y furcata),
Lonchea nigrimana, Ophyra (cadaverina y leucostoma), Phora aterrima, y también
de coleópteros de los géneros Necróphorus humator o Necróphorus fosor, Sylpha
(littoralis y obscura), Hister cadaverium y Saprinus rotunmdatus.

Sexta Cuadrilla: Se encarga de absorber los humores líquidos que dejan las
cuadrillas anteriores por los que desecan y pueden llegar a momificar los tejidos
orgánicos aun existentes. Se trata de ácaros de los géneros Serrator (amphybius y
necrophagus) Tiroglifinos (Entomophagus faringe, longeor, myophagus, siculus, siro
y urophurus) Carpogliphus, Caedpophagus o Tyroglyfus, Echinopus, Glisiphagus
(cursor y spinipes), Uropoda numularia y Trachynotus cadaverium.

8
Séptima Cuadrilla: se presentan cuando quedan únicamente restos momificados
que no permite que actúen los fermentativos. Corresponden a Coleópteros
(Attagenus Pellio y Anthrenus museorum) y Microlepidopteros (Aglossa sp.).

Octava Cuadrilla: integrada por coleópteros de la familia Tenebrionidae y Ptinus


brummeus.

Durante muchos años en determinados ambientes, se pensaba que al morir una


persona las larvas que aparecían en el cadáver para devorarle lo hacían por
generación espontánea, o bien salían del propio cadáver. Estas creencias
perduraron hasta que Francisco Redi, un naturalista del Renacimiento se propuso
demostrar de una forma científica que estas larvas procedían de insectos, los cuales
depositaban sus huevos para que se desarrollasen sobre el cadáver.

Para ello, realizó el siguiente experimento: expuso al aire libre un gran número de
cajas descubiertas y en cada una de ellas depositó un trozo de carne, unas veces
cruda y otra cocida, para que las moscas atraídas por el olor vinieran a desovar
sobre ellas.

A las diversas carnes acudieron las moscas y desovaron ante la presencia de Redi
que observó cómo estos huevos depositados por los insectos se transformaban
primero en larvas, después en pupas y por último cómo salían los individuos adultos.
Distinguió cuatro tipos de moscas: Moscas azules (Calliphora vomitoria); moscas
negras con franjas grises (Sarcophaga carnaria); moscas análogas a las de las
casas (Musca domestica o quizás Curtonevra stabulans), y por fin moscas de color
verde dorado (Lucilia caesar).

Pero, como es lógico todo experimento tiene su contraprueba. Para ello, las mismas
carnes se colocaron en cajas, pero, esta vez cubiertas con una gasa, a fin de que
también se produjese en ellas la putrefacción, y sin embargo, las moscas no
tuviesen acceso a ellas. Redi vio que evidentemente las carnes se corrompían, no
obstante, que no aparecía sobre ellas ninguna larva. También observó que las
hembras de las moscas intentaban introducir la extremidad del abdomen por las

9
mallas tratando de hacer pasar a través de ésta sus huevos y que algunas moscas
no depositaban huevos, sino larvas vivas, dos de las cuales pudieron introducirse a
través del tejido.

Redi también demostró que las moscas no cavan la tierra y que las lombrices de
tierra en ningún caso se alimentan de los cadáveres enterrados.

Sin embargo, no fue hasta 1850 cuando Bergeret comenzó a utilizar de una forma
más o menos continua y seria la entomología como ayuda en la medicina legal. Él,
junto con Orfila y Redi, realizaron estudios que fueron el punto de partida para que
Brouardel solicite el concurso de Megnin, quien amplió y sistematizó la Entomología
Forense.

La primera publicación se realizó en "La Gazette hoddomaire de medicine et de


chirugie" en un artículo titulado "De l’application de l’entomologie à la médicine
légale", y después en una comunicación a la Academia de Ciencias, en 1887, bajo
el título de "La Faune des Tombeaux".

Aunque, el auténtico nacimiento de la Entomología Médico – legal tuvo lugar en


1894 con la publicación de "La Fauna de los Cadáveres. Aplicación de la
Entomología a la Medicina Legal".

Los diferentes grupos de artrópodos fueron definidos por Megnin como "escuadrillas
de la muerte". Según el autor, estas escuadras son atraídas de una forma selectiva
y con un orden preciso: tan preciso que una determinada población de insectos
sobre el cadáver indica el tiempo transcurrido desde el fallecimiento.

El período posterior a Megnin.- Esta representado por Schauenstein (1899), A


Lacassagne (1906), V. Balthazard (1912), A. Cavidalli (1922), L. Thoinot (1923),
Surcouf (1924), G. Alesandri (1927), F. Porta (1929), A. Della Volta (1938), C.
Simonin (1947), R. Royo Villanova (1953), L. Lopez Gomez et. Al. (1961).

En el año 1978, Lecrercq publicó “Manual de Entomología Forense”: A partir de ese


momento la trayectoria de la Entomología Forense ha venido en ascenso.

10
En la actualidad entre los trabajos más destacados están: Forensic Entomolgy. The
Utility of Artropods in Legal Investigations, publicado en el 2001 por Jason Byrd y
James Castner. Así mismo “Insects and Corseps” de Mark Benecke ha contribuido
a la Entomología Forense. Destaca en importancia el texto escrito por Greenberg y
Kunich, titulado “Entomology and the Law”, donde se describen la morfología de las
larvas de las moscas de importancia forense a lo largo del continente americano
(Yussef, 2007).

Descomposición cadavérica.

La sucesión de fauna cadavérica está vinculada a los cambios naturales que se


originan en un organismo después de la muerte. En medicina forense, los procesos
que ocurren en un cuerpo sin vida están divididos en fenómenos cadavéricos o
fenómenos abióticos y fenómenos de transformación, que pueden ser destructores
o conservadores, pero la Entomología Forense se centra en los fenómenos de
transformación, ya que dentro de estos se encuentra la actividad de la entomofauna
(Vázquez, 2007).

Fenómenos de transformación.

Autolisis: es la disolución de los tejidos producida por enzimas proteolíticas que se


encuentran en los lisosomas, que, al empezar la muerte celular, se liberan las
enzimas al destruirse la membrana lisosómica (Flores, 2009).

Putrefacción cadavérica: es la descomposición de la materia orgánica del cadáver,


es el proceso de fermentación pútrida producida por las bacterias que se encuentran
en el intestino, y que después de la muerte se propagan por la sangre. Las bacterias
responsables se desarrollan en la materia orgánica, produciendo enzimas que
actúan selectivamente sobre proteínas, grasas y carbohidratos, dando lugar a
modificaciones del cadáver que conducen a su destrucción (Calabuig & Villanueva,
2004). La putrefacción se manifiesta, en climas templados, entre los 17°C a 24°C
en cuatro periodos:

11
Periodo cromático. Se aprecia una mancha verde abdominal de color verde, en la
piel de la fosa iliaca derecha, debido a que los clostridios y coliformes descomponen
la hemoglobina en compuestos azufrados de color verde, que tiñen la piel. Este
periodo se manifiesta entre las 24 a 36 horas del fallecimiento (Simonin, 1980).

Periodo enfisematoso. Se presenta por la producción de gran cantidad de gases


derivados del metabolismo propio de las bacterias, que abomban y deforman el
cadáver. La infiltración gaseosa invade el tejido celular subcutáneo, se hincha la
cabeza, los parpados se hacen prominentes, los genitales adquieren volúmenes
importantes, el abdomen se distiende, la red venosa se hace muy aparente
adquiriendo una coloración negruzca o verduzca de la piel. Este fenómeno se puede
observar a las 48 horas, completándose en un término aproximado de siete días
(Simonin, 1980).

Periodo colicuativo: en esta etapa el tejido blando se licuo, el cadáver adopta un


aspecto acaramelado entre 2 a 4 semanas; los órganos se reblandecen y se licuan,
durando entre 8 a 10 meses. La próstata y el útero son los órganos más resistentes
a esta fase (Calabuig & Villanueva, 2004).

Periodo de reducción esquelética: en término medio de 2 a 3 años, pudiendo ser


hasta 5 años, todas las partes blandas desaparecen a través de la licuefacción, los
elementos mas resistentes suelen ser los del tejido conectivo como cartílago,
tendones, ligamentos. Puede el esqueleto avanzar hasta la pulverización en un
tiempo de 50 años, inhumado; si el cadáver se encuentra a la intemperie, la
pulverización puede presentarse en 5 años (Knight, 1999).

Estados de descomposición e insectos asociados.

Estado fresco. Los primeros insectos en llegar son las moscas de la familia
Calliphoridae y Sarcophagidae. Las hembras adultas inspeccionan el cadáver, se
alimentan con frecuencia de él y, según las especies, depositan huevos o larvas
alrededor de las aberturas nasales. Éstas serán, en principio, las asociadas con la
cabeza y región ano genital (Goff et al. 2004).

12
Estado hinchado. En este estado, la temperatura interna se eleva por el efecto
combinado de los procesos de descomposición bacteriana y la metabólica de las
larvas de dípteros. Los califoridos son atraídos al cuerpo durante este estado. Según
se va hinchando el cuerpo, los fluidos salen por las aberturas nasales y se precipitan
al suelo. Estos fluidos, junto con otros productos derivados de la actividad
metabólica de larvas de dípteros, provocan una alcalinización del suelo subyacente
al cadáver. Y la fauna edáfica normal desaparece (Goff et al., 2004).

Descomposición activa. En este estado, las larvas de dípteros son los insectos
predominantes, y forman grandes masas alimentándose. Mientras que algunas
formas predadoras como los escarabajos, avispas y hormigas, estaban presentes
en el estado hinchado, al final del estado de descomposición activa, se observan
tanto necrófagos como depredadores en gran número. Hacia el final de este estado,
la mayoría de los Calliphoridae y Sarcophagidae han completado su desarrollo y
abandonan el cuerpo para pupar; en esta etapa, los restos suelen sufrir una
repentina perdida de humedad. Las larvas de dípteros habrían eliminado la mayoría
de los tejidos blandos del cuerpo al final de este estadio (Flores, 2009).

Descomposición avanzada. Conforme los restos se van reduciendo a piel, cartílago


y hueso, los dípteros dejan de ser las especies predominantes. A lo largo de este
estadio, diversos coleópteros resultan ser los más predominantes. (Flores, 2009).

Restos secos. Este estado se alcanza cuando solo quedan pelo y huesos. No
aparecen insectos claramente asociados y se produce una vuelta gradual de la
fauna edáfica normal en el suelo subyacente. No existe un momento final definido
para esta fase, las variaciones de la fauna edáfica pueden detectarse meses e
incluso años después de la muerte, en función de las condiciones locales (Goff,
1992).

Factores que aceleran o retardan la descomposición.

Todos los periodos de la descomposición cadavérica pueden verse afectados por


los siguientes factores:

13
 Circunstancias de la muerte (si fue o no violenta).
 Condiciones del cuerpo anteriores a la muerte (toxicología, heridas,
envolturas).
 Temperatura ambiental.
 Humedad relativa ambiental.
 Tipo de suelo en el que se produce la putrefacción (presencia de
microorganismos)
 Insectos y otros artrópodos (accesibilidad, especies).
 Otros animales (carroñeros).

Debido a la gran dificultad para calcular la tasa de descomposición por el


crecimiento bacteriano, existe un gran número de estudios sobre el efecto de los
insectos necrófagos en restos humanos encontrados al descubierto.

En los cadáveres se produce una progresión sucesiva de artrópodos que utilizan los
restos en descomposición como alimento y como extensión de su hábitat. Esta
sucesión de artrópodos es predecible ya que cada estadio de la putrefacción de un
cadáver atrae selectivamente a una especie determinada. Aunque el papel de las
diferentes especies de artrópodos es variable y no todas participan activamente en
la reducción de los restos (Calderón et al., 2005).

Insectos de importancia forense.

Desde que Bergeret hizo la primera determinación del momento de la muerte de


un individuo basándose en el desarrollo de larvas y pupas, el análisis de la
entomofauna como evidencia criminal ha adquirido cada vez mayor reconocimiento.

Categorías de insectos asociados a cadáveres.

Especies necrófagas. Son los insectos que se alimentan del cuerpo. Incluyen
muchos de los dípteros y coleópteros. Las especies de este grupo pueden ser las
más significativas para estimar el intervalo postmortem en los primeros estadios de
descomposición (Flores, 2009).

14
Especies parásitas y depredadoras de los necrófagos. Es el segundo grupo más
significativo de los insectos asociados a los cadáveres, incluye himenópteros y
coleópteros que son necrófagos en los primeros estados de su desarrollo y se
vuelven depredadores en los últimos estadios de su desarrollo (Goodbrod & Golf,
1990).

Especies omnívoras. En esta categoría se incluyen insectos como las hormigas,


avispas y algunos escarabajos, que se alimentan tanto del cadáver, como de los
artrópodos asociados a él. Según Early & Golf (1986), cuando las poblaciones de
estas especies son muy numerosas pueden provocar retraso en la tasa de
descomposición del cuerpo, ya que disminuye la población de necrófagos.

Especies accesorias. Esta categoría incluye organismos que utilizan el cadáver


como una extensión de su propio hábitat natural, como es el caso de los colémbolos,
arañas, crustáceos, etc. También pueden incluirse aquí los ácaros de las familias
Acaridae, Lardoglyphidae y Winterschmidtiidae, que se alimentan de los hongos y
mohos que crecen sobre el cadáver (Goff et al., 1988).

Órdenes de importancia forense.

Díptera. Este es uno de los órdenes más grandes de insectos. Muchos dípteros
están asociados a materia orgánica (animal o vegetal) en descomposición, otros
son depredadores o parásitos de insectos. Los más relevantes podrían ser
Calliphoridae y Sarcophagidae.

Coleoptera. Son el grupo más rico en especies en un cuerpo en descomposición.


Contiene muchos grupos de importancia forense, como los Staphylinidae y
Carabidae.

Hymenoptera. Varias especies de hormigas son depredadoras de huevos y larvas,


alterando así el proceso de descomposición, de ahí su relevancia en el ámbito
forense. Algunas familias presentes son las Ichneumonidae, Braconidae y
Chalcidoidea. ser las más significativas para estimar el intervalo postmortem en los
primeros estadios de descomposición. (Flores, 2009).

15
Especies parásitas y depredadoras de los necrófagos. Es el segundo grupo más
significativo de los insectos asociados a los cadáveres, incluye himenópteros y
coleópteros que son necrófagos en los primeros estados de su desarrollo y se
vuelven depredadores en los últimos estadios de su desarrollo (Goodbrod & Golf,
1990).

Especies omnívoras. En esta categoría se incluyen insectos como las hormigas,


avispas y algunos escarabajos, que se alimentan tanto del cadáver, como de los
artrópodos asociados a él. Según Early & Golf (1986), cuando las poblaciones de
estas especies son muy numerosas pueden provocar retraso en la tasa de
descomposición del cuerpo, ya que disminuye la población de necrófagos.

Especies accesorias. Esta categoría incluye organismos que utilizan el cadáver


como una extensión de su propio hábitat natural, como es el caso de los colémbolos,
arañas, crustáceos, etc. También pueden incluirse aquí los ácaros de las familias
Acaridae, Lardoglyphidae y Winterschmidtiidae, que se alimentan de los hongos y
mohos que crecen sobre el cadáver (Goff et al., 1988).

Métodos para la determinación de la data de muerte, asociados a la


entomofauna cadavérica. Factores a considerar en el cálculo del intervalo
postmortem.

Cuando los insectos son usados como indicadores en el cálculo del intervalo
postmortem, se emplean dos métodos para su cálculo; en primera instancia se
utiliza la presencia o ausencia de determinadas especies como un indicador del
tiempo de muerte, basado en los patrones de sucesión. L segunda se basa en el
tiempo de desarrollo de los insectos, sobre todo las larvas (ciclo de vida),
encontrados en el cadáver. Estos dos métodos pueden ser usados de forma
complementaria; aunque para el segundo se requiere del conocimiento preciso de
los estados inmaduros de las especies involucradas (Higley & Haskell, 2001).

Por lo general, en las primeras fases de la descomposición las estimaciones se


basan en el estudio del crecimiento de una o dos especies de insectos,

16
particularmente dípteros, mientras que en las fases más avanzadas se utiliza la
composición y grado de crecimiento de la comunidad de artrópodos encontrada en
el cuerpo y se compara con patrones conocidos de sucesión de fauna para el hábitat
y condiciones más próximas (Bermudez, 2010).

Los parámetros médicos son utilizados para determinar el tiempo transcurrido desde
la muerte cuando éste es corto, pero, después de las 72 horas la Entomología
Forense puede llegar a ser más exacta y con frecuencia es el único método para
determinar el intervalo post-mortem. Existen casos de homicidios en que la víctima
es trasladada o asesinada en lugares remotos, lo que retrasa su hallazgo. Hay
homicidios en los cuales las víctimas tardan meses en ser descubiertas, y en estos
casos es muy importante determinar el tiempo transcurrido desde la muerte. Los
insectos son con frecuencia los primeros en llegar a la escena del crimen, y además
llegan con una predecible frecuencia, como ya ha sido mencionado anteriormente
(Anderson, 1995).

A pesar de todo, es muy importante tener en cuenta, que la Entomología Forense


se basa en el estudio de elementos biológicos, por lo que posee las limitaciones
inherentes a la propia variabilidad de estos elementos. La determinación del IPM es
en realidad la determinación de la actividad de los artrópodos, más que la
determinación del tiempo per se (Goff, 1992).

Catts & Haskell (1997), indican un modo general de actuar para poder calcular un
intervalo postmortem con insectos, que es el siguiente:

Determinar la fase o estado físico de descomposición en que se encuentra el


cuerpo. Realizar un estudio exhaustivo de los insectos que se encuentran sobre el
cadáver, así como de los recogidos debajo de él para descartar la posibilidad de
que el cadáver haya sido trasladado de lugar. Si se tiene alguna sospecha sería
necesario un examen adicional tanto de los restos como de las áreas cercanas.

Clasificar los especímenes recogidos tanto de los restos como de la escena del
crimen lo más exactamente posible. Criar los estados inmaduros hasta el estadio

17
adulto para su correcta identificación. La conservación de estos estadios inmaduros
debe ser correcta para no afectar al tamaño que poseen en el momento de la
recogida. La distribución estacional, geográfica y ecológica de cada grupo debe ser
determinada bien por la literatura o por alguna persona cualificada para ello.

En los cadáveres encontrados al aire libre, es imprescindible recolectar datos como


la temperatura, pluviosidad, nubosidad, etc. además de factores como vegetación,
arbolado, desniveles del terreno etc. Para las escenas en el interior es igualmente
necesario anotar temperatura, existencia de calefactores automáticos, posición del
cadáver con respecto a las puertas y ventanas, así como cualquier otro detalle que
nos pueda dar información de cómo y cuándo han llegado los insectos al cadáver.

Durante la autopsia es importante tomar nota de la localización exacta de los


artrópodos en el cuerpo, así como de la causa y manera de la muerte. También es
importante anotar si existe evidencia de la administración ante-mortem de algún tipo
de drogas o productos tóxicos dado que la presencia de este tipo de sustancias
puede alterar la tasa de desarrollo y los patrones de insectos que se hayan
alimentado de los restos.

Sucesión de especies en un cadáver.

La sucesión de especies en un cuerpo sigue un orden determinado, dependiendo


de las condiciones del cadáver y de las variables ambientales y geográficas (Early
& Goff, 1986; Anderson & Van-Laerhoven, 1996; Byrd & Castner, 2001). Los
episodios entomológicos porstmortem, de modo resumido, inician con los dípteros,
a continuación, suelen aparecer los coleópteros y durante un tiempo convivirán en
nichos diferentes coleópteros, dípteros, pero último convivirán, también en nichos
diferentes, coleópteros, ácaros y lepidópteros (Centeno & Maldonado, 2002). La
propia secuencia de colonización y las especies implicadas variarán en función de
múltiples parámetros, entre los que destacan la región biogeográfica, la época del
año y las características ambientales particulares del hábitat en que se encuentre el

18
cadáver, por lo que se hacen imprescindibles los estudios de tipo regional sobre la
comunidad faunística sarcosaprófaga (García et al., 2004)

19
LITERATURA CITADA

ANDERSON, G. & VAN LAERHOVEN. 1996. Initial studies on insecto succession


on carrion in Southwestern British Columbia. Journal of Forensic Sciences.
41 (4): 617-625.

ANDERSON, G. 1997. The use of insects to determinate time of decapitation: A


case-study from British Columbia. Journal of Forensic Sciences. 42 (5): 947-
950.

ANDERSON, G. S. 1995. The use of insects in death investigations: an analysis of


cases in British Columbia over a five year period. Canadian Society of
Forensic Science Journal, 28 (4), 277 – 292.

BENECKE, M. 1998. Six forensic entomology clases: description and commentary.


Journal of Forensic Sciences. 43 (4): 797-805.

BENECKE, M. 2002. Having solved the last technical hurdles to extract DNA
information from virtually any biological material, forensic biologists now have
to ponder the ethical and social questions of using information from exonic
DNA. EMBO reports. 3: 498-502.

BERGERET, M. 1855. Infanticide, momification naturelle du cadaver. Ann Hyg


Publique Med. Leg. 4: 442 – 452.

BERMÚDEZ, S.; PACHAR, J. 2010. Artrópodos asociados a cadáveres humanos


en Ciudad de Panamá, Panamá. Revista Colombiana de Entomología, 36(1):
86-89.

BYRD, J. & J. CASTNER. 2001. (eds) Forensic Entomology: the utility of arthropod
in legal investigations. CRC Press. USA. 418 p.

BYRD, J. & J. CASTNER. 2001. (Eds) Forensic Entomology: the utility of arthropod
in legal investigations. CRC Press. USA. 418 p.

CALABUIG, J. A. & VILLANUEVA, C. E. 2004. Medicina legal y toxicología. Sexta


edición. Barcelona, España. 1395 p.

20
CALDERÓN-ARGUEDA, O.; TROYO, A. Y MAYRA E. SOLANO. 2005. Sucesión
de larvas de muscoideos durante la degradación cadavérica en un bosque
premontano húmedo tropical. Rev. Biomed. 16: 29 – 85.

CAMPOBASSO, C. & F. INTRONA. 2001. The forensic entomologist in the context


of the forensicpathologist´s role. Forensic Science International. 120: 132-
139.

CATTS, P. & M. GOFF. 1992. Forensic entomology in criminal investigations. Annual


Review of Entomology. 37: 253 – 272

CATTS, P. & N. HASKELL. 1997. Entomology & Death a Procedural Guide. Joyce´s
Print Shop. Inc. Clemsion, SC USA. 182 p.

CENTENO, N., MALDONADO, M. A. 2002. Entomofauna cadavérica asociada a


cuerpos encerrados. In Simposio de Entomología Forense. 434 p.

CHENG, K. 1890, reprinted 1895. Zhe yu gui jian bu (Additional cases in the history
of Chinese trials. (English translation). Beijing, Chung-hua Shu Chu.

EARLY, M. & L. GOFF. 1986. Arthropod succession patterns in exposed carrion on


the island f O’ahu Hawaiian Islands. Journal Medical Entomology. 23: 520 –
531.

FLORES P., L. 2009. Insectos sarcosaprofagos asociados a la descomposición


cadavérica de Sus scrofa en Texcoco, México. Entomología Mexicana. 7:
768-774.

GARCÍA, M. D., M. Arnaldos, E. Lozano, A. Luna. 2004. La entomología forense en


España. In: Calabuig, J. A. & Villanueva, C. E. Medicina Legal y Toxicología.
Sexta edición. Barcelona, España. 1395 p.

GOFF, M. L. 1993. Festin de pruebas de insectos al servicio forense. Informa


científico patología forense 4. Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias
Forenses. In Memorias del taller de la academia de ciencias forenses,
Reunión anual de la AAFS. Boston, Massachussets. 28-34 pp.

21
GOFF, M. L., A. I. OMORI & K. GUNATILAKE. 1988. Estimation of postmortem
interval by arthropod succession. Am. J. Foren. Med. Pathol. 9: 220 – 225.

GOFF, M., GARCÍA, M. D., ARNALDOS, M., LOZANO, R. E. 2004. Entomología


cadavérica: fundamentos y aplicación. Referencia a la entomología española.
In Calabuig. J. A. & Villanueva C. E. Medicina Legal y Toxicología. Sexta
edición. Barcelona, España. 253-262.

GOODBROD, J. R. & M. L. GOFF. 1990. Effects of larval population density on rates


of development and interactions between two species of Chrysomya (Diptera:
Calliphoridae) in laboratory culture. J. Med. Entomol. 27: 338 – 343.

GREENBERG, B. 1991. Flies as forensic indicators. J. Med. Entomol. 28:565 – 577.

GREENBERG, B., & J. C. KUNICH. 2002. Entomology and the Law: Flies as
Forensic Indicators. Cambridge University Press, Cambridge, United
Kingdom. 306 p.

HALL, R. D. 2001. Introduction: perceptions and status of forensic entomology. In J.


H. Byrd and J. L. Castner [eds.], Forensic Entomology: The Utility of
Arthropods in Legal Investigations. CRC Press, Boca Raton. Pp. 1 – 15.

HIGLEY, L. G. & H. HASKELL. 2001. Insect development and forensic entomology:


In: J. H. Byrd and J. L. Castner [eds.], Forensic Entomology: The Utility of
Arthropods in Legal Investigations. CRC Press. USA. 418 p.

HOUGH, G. N. 1897. The fauna of dead bodies with especial reference to Diptera.
British Medical Journal. 1853-1854.

KNIGHT, B. 1999. Medicina forense de Simpson. 2ª edición en español de la 11ª en


inglés, México, Manual Moderno. 263 p.

LECLERQ, M. 1978. Entomologie et Médicine Légale. Datation de la mort; Colletion


de Médicine Légale et de Toxicologie Medicale. Paris. 108: 100.

LORD, W. D. & J. R. STEVENSON. 1986. Directory of forensic entomologists. 2 ed.


Misc. Publ. Armed Forces Pest Mgt. Board, Washington, D.C, 42 p.

22
MAVAREZ, M.; ESPINA DE FEREIRA, A.; BARRIOS, F.; FEREIRA, J. 2005. La
entomología forense y el Neotrópico. Cuadernos de Medicina Forense. 11
(39): 23-33.

MCKNIGHT, B. E. 1981. The washing away of wrongs: forensic medicine in


Thirteenth-Century China. The University of Michigan Center for Chinese
Studies, Ann Arbor. 181 pp.

MEGNIN, P. 1894. La faune des cadavres. Application de l’entomologie a la


médicine légale. Encyclopdie scientifique des Aides-Mémorie, Masson, Paris
Gauthier-Villars, Paris. 214 p.

MOTTER, M. G. 1898. A contribution to the study of the fauna of the grave. A study
of on hundred and fifty disinterments, with some additional experimental
observations. Journal of the New York Entomological Society. 6 (4): 201- 231.

NELSON, E. L. 1999. Estimation of short-term postmortem interval utilizing core


body temperature: a new algorithm. Forensic Science International. 109: 31-
38.

ORFILA, M. J. B. 1848. Traité de médecine légale (Vol. 2). Labé.

PANCORBO, M., RAMOS, R., SALOÑA, M. & SÁNCHEZ, P. 2006. Entomología


molecular forense. Ciencia Forense, 8: 107-130.

SIMONIN, C. 1980. Medicina legal judicial. Editorial JIMS, Barcelona, España. 2da.
Edición. 719-809 p.

VANIN, S., CAENAZZO, L., ARSENI, A., CECCHETTO, G., CATTANEO, C., &
TURCHETTO, M. (2009). Records of Chrysomya albiceps in Northern Italy:
an ecological and forensic perspective. Memórias do Instituto Oswaldo
Cruz, 104(4), 555-557.

VÁZQUEZ, S. R., V. D. STEPHANO, H. C. MARÍN, C. A. RODRÍGUEZ, M. J.


FLORES & DÍAZ, T. P. 2007. Dípteros necrófagos del estado de Nuevo León,
México. Entomología Mexicana. Vol. 6: 885-888.

23
YUSSEFF V., S. Z. 2007. Efectos de la temperatura sobre el desarrollo de
Chrysomya rufifacies y Cochliomyia macellaria (Diptera: Calliphoridae), dos
especies importantes para la entomología forense en Puerto Rico. Tesis de
Maestría. Universidad de Puerto Rico. Mayaguez Puerto Rico. 98 pp.

24
CAPÍTULO I. ARTÍCULO: SELECCIÓN DE DIETAS Y SUSTRATOS PARA EL
DESARROLLO DE LAS CURVAS DE CRECIMIENTO, LONGEVIDAD Y
MORTALIDAD DE Lucilia sericata (MEIGEN) (DÍPTERA: CALLIPHORIDAE)

Itzira Cuevas G.¹, Hussein Sánchez A.², Jesús Romero N.², Jorge Valdez C.²,
Roberto Flores P.³

¹ Estudiante de posgrado. Instituto de Fitosanidad, maestría en Entomología y


Acarología, Colegio de Postgraduados, campus Montecillos. ²Profesor Investigador.
Posgrado Fitosanidad, Entomología y Acarología, Colegio de Postgraduados,
campus Montecillo. ³Profesor investigador en el área de Biología, departamento de
Preparatoria Agrícola, Universidad Autónoma Chapingo, Texcoco, México.

1.1. RESUMEN

Las moscas del género Lucilia, son principalmente especies necrófagas de


importancia médica y forense, ya que pueden provocar miasis. Su desarrollo
biológico se utiliza para establecer el intervalo post-mortem y en las últimas décadas
se utilizan en terapia larval. Para criar a esta especie se recurre generalmente a
tejidos animales, que al descomponerse desprenden un aroma desagradable. El
objetivo de este estudio fue determinar la longevidad del ciclo biológico y la
mortalidad de larvas de Lucilia sericata en seis dietas. El estudio se inició a partir de
huevos tomados de una colonia de L. sericata, preestablecida bajo condiciones de
laboratorio (26-28°C, 47% HR promedio, fotoperiodo 12 horas luz). El análisis
estadístico mostró que en las dietas utilizadas hay diferencia significativa en la
longevidad del ciclo de vida de L. sericata (P=0.0273) y mediante la comparación
de medias de Tukey se concluye que la dieta que reflejó la mayor duración en el
ciclo de vida desde huevo hasta la emergencia de adultos fue la dieta D (salvado de
trigo, leche de soya en polvo, hemoglobina en polvo, agua destilada, ácido
propiónico) y el menor tiempo de desarrollo de la mosca se obtuvo con la dieta H
(hígado de pollo). La mayor mortalidad se registró con la dieta B (salvado de trigo,
leche entera en polvo, huevo de gallina, agua destilada, ácido propiónico) y la menor

25
mortalidad se obtuvo con la dieta H. Con las dietas H, D y E, la mortalidad se redujo
en un 17.5%, por lo que estas dietas se vuelven óptimas para su cría bajo
condiciones de laboratorio.

Palabras clave: Calliphoridae, Entomología Forense, dietas sintéticas, intervalo


post-mortem, ciclo biológico

26
SELECTION OF DIETS AND SUBSTRATES FOR THE DEVELOPMENT OF THE
GROWTH CURVES, LONGEVITY AND MORTALITY OF Lucilia sericata
(MEIGEN) (DIPTERA: CALLIPHORIDAE):

1.2 SUMMARY

Flies of the Lucilia genus are mainly necrophagous species of medical and forensic
importance, since they can cause myiasis. Their biological development is used to
establish the post-mortem interval, and in the last decades they are used in larval
therapy. In order to breed this species, animal tissues are generally used, which,
when decomposed, give off an unpleasant aroma. The objective of this study was to
determine the longevity of the biological cycle and the larval mortality of Lucilia
sericata using six diets. The study was started from eggs taken from a pre-
established L. sericata colony, under laboratory conditions (26-28 ° C, 47% average
RH, photoperiod 12 hours light). The statistical analysis showed that in the diets
used there is a significant difference in the longevity of the life cycle of L. sericata (P
= 0.0273) and with the comparison of means of Tukey it is concluded that the diet
that reflected the longest duration in the cycle of life from egg to adult emergence
was diet D (wheat bran, powdered soy milk, powdered hemoglobin, distilled water,
propionic acid) and the shortest development time of the fly was obtained with diet
H (chicken liver). The highest mortality was recorded with diet B (wheat bran, whole
milk powder, chicken egg, distilled water, propionic acid). The lowest mortality was
obtained with diet H. With diets H, D and E, mortality was reduced by 17.5%, so
these diets become optimal for breeding under laboratory conditions.

Keywords: Calliphoridae, Forensic Entomology, synthetic diets, post-mortem


interval, biological cycle

27
1.3. INTRODUCCIÓN

Los dípteros del género Lucilia son de gran importancia para las ciencias forenses
y médicas y están referenciadas como las primeras especies colonizadoras que
predomina en la fauna cadavérica (Figueroa & Linares, 2002; Camacho 2003);
razón por la que se ha empleado para la determinación del intervalo post-mortem
(IPM) cuando los métodos tradicionales no pueden aplicarse (Siagusa et al., 2009).
Con esta finalidad, se deben seguir dos enfoques principales: el primero consiste
en la observación del desarrollo de los insectos de acuerdo con la temperatura
(generalmente el de las moscas); el segundo está representado por el
reconocimiento de la sucesión predecible de artrópodos que facilitan la
descomposición de la materia orgánica, y cadaveres de animals y humanos.

Un cadáver es un recurso trófico, el cual induce una sucesión de colonizaciones con


diferente composición faunística, debido al rol que desempeña cada uno y por su
arribo de acuerdo a la etapa de descomposición. Este proceso es dependiente casi
en su totalidad de un gran cúmulo de variables como la temperatura, la humedad
relativa, el tipo de vegetación, el pH del suelo, la temporada estacional y las
circunstancias de la muerte, por lo que en los últimos años el objetivo fundamental
de la Entomología Forense se ha enfocado hacia el estudio del comportamiento de
este cúmulo de necrófagos con respecto a tales factores, y dirigido principalmente
hacia la determinación del IPM (Bermúdez & Pachar, 2010). Según Goff et al. (2004)
y Flores (2009), los primeros insectos en llegar a un cadáver son los dípteros de las
familias Calliphoridae y Sarcophagidae. Las hembras adultas inspeccionan el
cadáver, se alimentan con frecuencia de él y, según el tipo de especie, depositan
huevos o larvas alrededor de las aberturas naturales del cuerpo (orificios nasales,
conducto auditivo, boca, ano) e incluso en las órbitas oculares.

La mosca verde o Green Bottle Fly, Lucilia sericata (Meigen, 1826) (Diptera:
Calliphoridae) es una mosca cosmopolita con un alto grado de sinantropía, es decir,
en estrecha relación con los asentamientos humanos. Su distribución, se ha
reportado en el neotrópico, en países como Argentina, Brasil, Chile, México y Perú

28
(Pape et al. 2004). Es una mosca necrófaga sumamente importante en medicina
forense, ya que es utilizada como un indicador biológico para la estimación del (IPM)
(Anderson,2000). Además, las larvas de estas moscas son eficaces en el
tratamiento de heridas crónicas de difícil cicatrización, ya que se comportan como
parásitos facultativos alimentándose del tejido necrótico presente. La acción de las
larvas sobre las heridas está científicamente comprobada a través de varias
funciones: desbridamiento, actividad antimicrobiana y estimulación del tejido de
granulación (Parnes & Lagan 2007). En la actualidad, la terapia larval es
considerada una tecnología natural, simple, segura y altamente exitosa para la
curación de ulceras o lesiones crónicas en humanos y animales (Gentil &
Esmirnova, 2009; Wolff et al., 2010).

Para la cría masiva de las moscas del género Lucilia, bajo condiciones de
laboratorio, se emplean tejidos orgánicos que al descomponerse producen malos
olores y contaminación, lo cual hace necesario implementar dietas sintéticas que
disminuyan los anteriores factores. De esta manera, no se presentan dificultades
para el medio ambiente, ni para la salud de los investigadores, disponiéndose así
de un óptimo sustrato para el desarrollo continuo del ciclo biológico de la especie.
Asimismo, cuando se utilizan huevos de estas especies depositados por hembras
alimentadas con dietas artificiales y con menor carga de microrganismos en su
ambiente, las larvas que emergen pueden ser empleadas en terapia larval, con
menos riesgo para la salud de los pacientes (Escobar et al., 2007; Pinilla et al.,
2010).

Bogdanow (1908) fue el científico pionero en la cría de insectos necrófagos, al


utilizar una dieta sintética con base en extracto de carne para criar a Calliphora
vomitoria; a partir de entonces, pero de manera esporádica, la crianza de insectos
con dietas artificiales se ha destinado para llevar a cabo estudios experimentales en
dípteros de la familia Calliphoridae.

Las dietas artificiales para insectos se clasifican en: holídicas que integran
elementos químicos puros; las dietas merídicas que utilizan elementos

29
químicamente conocidos y componentes químicamente no definidos, y finalmente
las oligídicas, que por lo general usan material natural crudo de origen animal o
vegetal (Acatitla et al. 2004).

Para la cría de moscas del género Lucilia se han evaluado varias dietas, las cuales,
en mayor o menor grado, han sido óptimas para el desarrollo y el mantenimiento del
ciclo de vida de la mosca; al respecto, Ring (1972) estableció una dieta compuesta
de extracto de levadura y de leche entera, con resultados satisfactorios para la cría
de Lucilia sericata (Meigen). Por otro lado, Tachibana & Numata (2001), con base
en germen de trigo, leche en polvo y levadura seca, lograron significativos avances
en la cría de L. sericata; para la misma especie, Daniels & Simkiss (1991) obtuvieron
el desarrollo de la especie a partir de una dieta con 20% de sangre de caballo y de
levadura. Finalmente, Pinilla et al. (2010), obtuvieron resultados óptimos en la cría
de L. sericata con sustratos alimenticios a base de hígado de res, leche en polvo,
pescado e hígado en polvo.

El objetivo del presente estudio fue la evaluación seis dietas para la cría de Lucilia
sericata usando como parámetros de observación el desarrollo de las curvas de
crecimiento, longevidad y mortalidad.

30
1.4. MATERIALES Y MÉTODOS

1.4.1. Preparación y composición de las dietas.

Se emplearon cuatro sustratos como base proteica de las dietas artificiales


merídicas: leche en polvo, huevos de gallina, leche de soya en polvo y sangre en
polvo; solo una de las dietas consistió en el sustrato natural de hígado de pollo, cada
una de ellas con tres repeticiones (Cuadro 1).

1.4.2. Insectos.
Para la determinación de la especie Lucilia sericata, se examinaron alrededor de 20
larvas de ínstar III previamente fijadas en agua caliente a 70°C durante 1 minuto y
conservadas en alcohol al 70% y 10 adultos. Para el caso de adultos se utilizaron
las claves de Amat et al. (2008) y Marshal et al. (2011) (Fig. 1) y para las larvas la
clave de Florez y Wolff (2009) (Fig. 2). El ciclo de vida de L. sericata se inició a partir
de una colonia de aproximadamente 1000 huevos, que se obtuvieron de la colonia
madre previamente establecida en una cámara cría particular montada en San
Bernardino, Texcoco de Mora, Estado de México. Esta colonia tenía tres años de
haberse establecido; inició a partir de muestras de larvas obtenidas de cadáveres
que llegaban a periciales de la región, en donde las larvas fueron colectadas vivas,
se dejó avanzar su desarrollo hasta la ovipostura, alimentándolas con hígado de
cerdo y como adultos con leche entera. Se utilizó hígado de pollo como sustrato de
oviposición y para purificar la especie, cada vez que se detectaba una nueva masa
de huevos, se separaba en cámaras de cría independientes, con 200 gramos de
hígado de cerdo como sustrato alimenticio, hasta su etapa de pupa. Las pupas se
separaban de las larvas en cámaras de emergencia y ovipostura; posteriormente se
enterraban aproximadamente dos centímetros en vermiculita, misma que formaba
la base de las cámaras. Una vez que los adultos comenzaban a emerger, a la
cámara se le agregaba un recipiente con leche entera y sangre de bovino en
algodón para que los adultos pudieran alimentarse. Después de que emergía la
mayoría de adultos, todos los días se colocaban trampas con hígado de pollo para
la colecta de huevos; todo el proceso se repitió durante tres generaciones para

31
asegurar que solo se tratara de la especie en cuestión. Para el estudio se colocaron
200 huevos por repetición en cada sustrato, en cámaras cría de plástico, capacidad
de 2 litros, con 250 gr de dieta (con excepción de la dieta H – hígado de pollo- en la
que se colocaron 2 cm de vermiculita con 200 gr de hígado en la cámara), bajo
condiciones de laboratorio (26-28°C, 47% HR promedio, fotoperiodo 12 horas luz).

Figura 1. Adulto de Lucilia sericata

32
Figura 2. Larva de Lucilia sericata

1.4.3. Datos del desarrollo biológico de L. sericata.


La eficacia de cada dieta se analizó tomando en cuenta la duración en días de la
especie para cada etapa de desarrollo y la mortalidad de individuos en cada uno de
ellas. Para evaluar las anteriores variables, se emplearon protocolos donde se
registraron diariamente los datos. El registro consistió en anotar la hora en la que
los huevos empezaron a eclosionar y desde ese momento, diariamente se observó
la presencia de larvas, prepupas y pupas, tomando en cuenta como inicio de la
etapa cuando al menos el cincuenta por ciento de la población estuviera en ella. Se
tomaron los datos hasta que se observaron la mayoría de los adultos muertos en la
base de la cámara de ovipostura. Para el conteo de adultos finales (mortalidad), las
cámaras cría se refrigeraron a 8°C durante 2 horas; con esto los individuos se
aletargaron, lo que hizo más fácil llevar a cabo el registro.

33
Cuadro 1. Composición de las dietas usadas para comparar el ciclo de vida de L.
sericata.
Dieta Dieta Dieta Dieta Dieta Dieta
Ingredientes
H A B C D E
Hígado de pollo 200 gr - - - - -
Salvado de trigo - 200 gr 200 gr 200 gr 200 gr 200 gr
Leche entera en polvo - 50 gr 50 gr - - -
Leche de soya en polvo - - - 50 gr 50 gr -
Huevo de gallina - 3 pzs. 3 pzs. 3 pzs. - 3 pzs.
Sangre (preparada de 150 150 150 150
- -
hemoglobina en polvo) ml ml ml ml
150 150 150 150 150
Agua destilada -
ml ml ml ml ml
Ácido propiónico - 0.5 ml 0.5 ml 0.5 ml 0.5 ml 0.5 ml

1.4.4. Análisis estadístico.


Los datos obtenidos a partir del ciclo biológico de la especie y su relación con las
dietas utilizadas se analizaron, en principio, con parámetros de estadística
descriptiva, con las siguientes variables: tiempo de desarrollo, número de la muestra
y mortalidad (en cada cambio de etapa) de L. sericata. De igual manera, la
significancia de los datos obtenidos, se evaluó con base en las pruebas de ANOVA,
usando el paquete agricolae del programa estadístico “R” versión 3.5.0 para
Windows. Aquí mismo se llevó a cabo la comparación de medias de Tukey para
observar los diferentes grupos y la eficiencia de las dietas, así como la significancia
de la mortalidad en cada caso.

34
1.5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
1.5.1. Duración del ciclo de vida de L. sericata en las seis dietas.
Todas las dietas utilizadas en ese estudio suministraron los nutrientes necesarios
para que se llevara a cabo la totalidad del ciclo de vida de la especie (Cuadro 2,
Figura 1). Sin embargo el análisis estadístico mostró significancia de los datos
(distribución normal de los errores, mediante la prueba de Shapiro y homogeneidad
de varianza, residuales vs predichos) ya que en el anava (fig. 2) los resultados
arrojaron un valor de P=0.0273 (<P=0.05), lo que significa que al menos una dieta
tiene un impacto diferente en la duración del ciclo de vida de L. sericata. Después
de hacer la comparación de medias de Tukey (HSD test), se obtuvieron tres grupos:
A, AB Y B (Fig. 3), que nos demuestra que la dieta H es la que nos da un ciclo de
vida más corto y la dieta D, el ciclo más largo; mencionamos a Saunders et al. (1986)
quien crió larvas de L. sericata sobre dieta artificial, basada en leche en polvo y
levadura seca, los cuales no fueron considerados adecuados en sus experimentos.
Se han reportado otros trabajos que demuestran un mejor desarrollo, sobre todo en
tamaño del individuo, sobre dietas naturales; así, por ejemplo, Mendoca et al.
(2009), en experimentos con individuos de la especie Crysomya megacephala,
compararon el desarrollo biológico de la mosca en diferentes dietas sintéticas y
carne bovina descompuesta, que resultó ser más efectiva que las anteriores.

Cuadro 2. Longevidad del ciclo de vida de L. sericata en horas con las diferentes
dietas.
DIETA H A B C D E
Repetición
458 480 526 552 564 528
1
Repetición
496 556 504 598 552 558
2
Repetición
484 528 528 508 584 576
3

35
Figura 3. Longevidad del ciclo de vida de Lucilia sericata en las distintas dietas.

Figura 4. Análisis de varianza (anava)

36
Figura 5. Comparación de medias de Tukey

1.5.2. Análisis de las curvas de crecimiento de L. sericata con las diferentes


dietas.
En todos los casos los huevecillos eclosionaron el primer día, aproximadamente de
10 a 14 horas después de haber sido depositados, similar al que se menciona en
un estudio realizado con Lucilia eximia, en donde el estado de huevo duró quince
horas (Velez et al., 2008). La duración del ciclo de vida por etapa y por dieta se
describe en el cuadro 4, así como en el cuadro 5 y la figura 4, que proyectan la curva
de crecimiento (horas acumuladas) para cada dieta. El estadio larval tuvo una
duración de cinco días en el caso de las dietas B y H, en comparación con las larvas
de las dietas A, C y D, que comenzaron a pupar después del séptimo día. Pinilla et
al. (2010), reportan una duración de 6.7 días en su dieta basada en hígado de bovino
y entre 8 y 9 días en las dietas artificiales que probaron. Un día después de observar
prepupas en el sustrato, en todos los casos, se comenzaron a retirar pupas a la
cámara de emergencia y ovoposición. En la dieta H se obtuvo una emergencia de
adultos a partir del noveno día desde la eclosión; sin embargo, las dietas A, B, D y
E, presentaron emergencia de adultos después de los 11 días de la eclosión. La
oviposición en todos los casos se observó entre el día 6 y 8 después de la

37
emergencia del adulto y la muerte se reporta, en el caso de la dieta con hígado de
pollo, después del día 20 y en las dietas artificiales a partir del día 22. En el estudio
hecho por Pinilla et al. (2010), en donde las condiciones son de 24-27°C, humedad
relativa del 60% y fotoperiodo de 12 horas luz, se informa la emergencia de los
adultos entre el día 14 y 15 después de la oviposición, así como la mortalidad de la
colonia después del día 38 en las dietas artificiales utilizadas y el día 26 en la dieta
con tejido natural (hígado de bovino). Usaquén & Camacho (2004), reportan que el
ciclo de vida de L. sericata en condiciones naturales es de 26 días.

Cuadro 3. Longevidad en horas de cada etapa del ciclo de vida de L. sericata en las
distintas dietas (promedios de las 3 repeticiones).
Horas

Dietas Larva Larva Larva


Eclosión Prepupa Pupa Adulto Total
1 2 3

A 10.7 17.3 44.7 40 49.3 136.7 222.7 521.3

B 10.7 12.7 34 32.7 45.3 132.7 251.3 519.3

C 12 18 49.3 40 43.3 138.7 251.3 552.7

D 12 18 47.3 42 42 123.3 282 566.7

E 10.7 16.7 50.7 48.7 45.3 131.3 250.7 554

H 12.7 12 27.3 32.7 42.7 85.3 266.7 479.3

38
Cuadro 4. Desarrollo del ciclo de vida de L. sericata (horas acumuladas) en las
distintas dietas.
Larva Larva Larva
Dieta Eclosión Pupa Emergencia adulto muerte
1 2 3

A 10 28 73 113 162 298 521

B 10 23 57 90 135 268 519

C 12 30 79 119 163 300 552

D 12 30 77 119 161 384 566

E 11 27 78 127 172 300 554

H 13 25 52 85 127 213 479

700

600

500
A
B
400
C
D
300
E
H
200

100

Figura 6. Desarrollo de Lucilia sericata (horas acumuladas) en las distintas dietas.

39
1.5.3. Análisis de la mortalidad de L. sericata con las diferentes dietas.
En cuanto a la mortalidad, las dietas que mostraron ser más eficientes en la
obtención de adultos fueron las dietas E, H y D, que presentaron porcentajes de
mortalidad de 4.3, 4.6 y 5.3%, respectivamente. La dieta que presentó menos
emergencia de adultos fue la dieta B, donde hubo un porcentaje de mortalidad de
22.3% (Cuadro 5).

Cuadro 5. Mortalidad de Lucilia sericata en las distintas dietas.


EMERGENCIA MORTALIDAD
REP 1 REP 2 REP 3
DIETAS % %
Xo Xf Xo Xf Xo Xf
A 200 171 200 186 200 187 90.7 9.3
B 200 153 200 161 200 152 77.7 22.3
C 200 170 200 174 200 193 89.5 10.5
D 200 184 200 197 200 187 94.7 5.3
E 200 182 200 194 200 198 95.7 4.3
H 200 186 200 188 200 198 95.3 4.7
Xo. Número de huevos con el que se inició la colonia. Xf, número final de adultos que emergieron
de las pupas.

Zhang et al. (2009) mencionan que el colesterol es el principal esterol encontrado


en los insectos que sirve como un componente estructural de las membranas
celulares y actúa como un precursor de ecdisteroides, que es fundamental en el
desarrollo normal de la mayoría de los insectos, lo que llevaría a suponer la
obviedad de la efectividad de las dietas que tienen huevo de gallina, leche entera y
salvado de trigo (que contiene sitosterol), pero en este estudio no en todos los casos
se observó. Si nos basamos en la mortalidad, la dieta B, que contiene los tres
elementos, resulto ser las menos óptima.

Hayes et al. (1999) mencionan que L. sericata requiere de un alimento alto en


proteína para poder desarrollarse óptimamente, sobre todo para iniciar la
vitelogénesis y seguir la reproducción; como se observa en el estudio, las dietas

40
que contienen sangre y la dieta con base en tejidos naturales como el hígado de
pollo, son altas en proteínas, lo que reduce el porcentaje de mortalidad de la colonia.

Una teoría propuesta por Davies & Hobson (1935), sugiere que el factor más
importante, después de los nutrientes, para que las larvas sobrevivan a los primeros
estadios del ciclo de vida es la humedad. Dado la composición de las dietas
presentadas en este estudio, es posible que este factor pudiera influir en la
mortalidad observada en la dieta B, que tal vez presentó desecación o lo contrario,
un exceso de humedad, lo que impidió el óptimo desarrollo de las larvas.

1.6. CONCLUSIONES.
Este estudio demostró que las dietas sintéticas utilizadas proporcionaron sustratos
adecuados para la cría de L. sericata en condiciones de laboratorio, con diferencias
significativas entre ellas, en concordancia con las variables analizadas

Todas las dietas fueron útiles para establecer colonias estables y en continua
reproducción.

Las dietas con sustratos naturales siempre serán las más óptimas para estudiar el
ciclo de vida de los insectos, que en el caso de la Entomología Forense es lo que
se espera; aunque hay casos en los que dietas sintéticas pueden ocupar su lugar
sin mermar la población, siempre tomando en cuenta el aspecto económico que
esto conlleva, las dietas naturales son más fáciles de conseguir y tienen precios
más accesibles, además de presentar porcentajes de mortalidad mínimos, por lo
que podemos duplicar el número de individuos en un tiempo significativamente
menor, lo que sería conveniente en el caso de utilizar las larvas en terapia larvaria.

41
1.7. LITERATURA CITADA
ACATITLA, C.; BAUTISTA, N.; VERA, J.; ROMERO, J.; CALYECAS, H. 2004. Ciclo
biológico y tasas de supervivencia y reproducción de Copitarsia incommoda
Walker (Lepidoptera: Noctuidae) en cinco dietas artificiales diferentes.
Agrociencia, 38 (03): 355-363.

AMAT, E.; VELEZ, M. & M. WOLFF. 2008. Clave ilustrada para la identificación de
los géneros y las especies de califóridos (Diptera: Calliphoridae) de
Colombia. Caldasia. 30 (1): 231-244.

ANDERSON, G. S. 2000. Minimum and máximum development rates of some


forensically important Calliphoridae (Diptera). Journal of Forensic science, 45:
824-832

BERMÚDEZ, S.; PACHAR, J. 2010. Artrópodos asociados a cadáveres humanos


en Ciudad de Panamá, Panamá. Revista Colombiana de Entomología, 36(1):
86-89.

BOGDANOW, E. A. 1908. Über die Abhängigkeit des Wachstums der Fliegenlarven


von Bakterien und Fermenten und über Variabilität und Vererbung bei den
Fleischfliegen. Archiv. Anat. Physiol. Abt. Suppl. 1908: 173-200.

CAMACHO, G. 2003. Sucesión de la entomofauna cadavérica y ciclo vital de


Calliphora vicinia (Diptera: Calliphoridae), como primera especie
colonizadora, utilizando cerdo blanco (Sus scrofa) en Bogotá. Revista
Colombiana de Entomología, 31(2): 189-127

DANIELS, S.; SIMKISS, R. 1991. A simple larval diet for population studies on the
blowfly Lucilia sericata (Diptera: Calliphoridae). Med. Vet. Entomol., 5:283-
292.

ESCOBAR, M.; HENAO, J.; WOLF, M.; ESTRADA, S.; RESTREPOL, L. 2007.
Tratamiento de las úlceras crónicas en los miembros inferiores con un
equivalente cutáneo autologo y desbridación con larvas de Lucilia sp.
(Diptera: Calliphoridae). Reporte de un caso. Iatreia, 20(4): 397-406.

42
FIGUEROA, L.; LINHARES, A. 2002. Sinantropía de los Calliphoridae (Díptera) de
Valdivia, Chile. Neotrop. Entomol., 31(2):233-239.

FLORES, R. 2009. Insectos sarcosaprofagos asociados a la descomposición


cadavérica de Sus scrofa en Texcoco, México. Entomología Mexicana. 7:
768-774.

FLOREZ, E. & M. WOLFF. 2009. Descripción y clave de los estados inmaduros de


las principales especies de Calliphoridae (Diptera) de importancia forense en
Colombia. Neotropical Entomology, 38: 418-429.

GENTIL, I.; ESMIRNOVA, P. 2009. Larvaterapia. Revisión sistemática de evidencia


científica. Rev. Internal de Ciencias Podológicas. 3(1):45-52.

GOFF, M.; GARCÍA, M. D.; ARNALDOS, M.; LOZANO, R. E. 2004. Entomología


cadavérica: fundamentos y aplicación. Referencia a la entomología española.
In Calabuig. J. A. & Villanueva C. E. Medicina Legal y Toxicología. Sexta
edición. Barcelona, España. 253-262.

HAYES EJ, WALL R, SMITH E. 1999 .Mortality rate, reproductive output, and trap
response bias populations of the blowfly Lucilia sericata. Ecol Entomol 24:
300-307.

MARSHALL, S. A.; WHITWORTH, J. & L. ROSCUE. 2011. Blowflies (Diptera:


Calliphoridae) of Eastern Canada with a key to Calliphoridae subfamilies and
genera of Eastern North America, and a key to the Eastern Canadian species
of Calliphorinae, Luciliinae and Chrysomyiinae. Canadian Journal of
Arthropod Identification. No. 11.

MENDOCA, P.; CARVALHO, M.; D’ALMEIDA, J. 2009. Rearing Chrysomya


megacephala on artificial diets composed of varying concentrations of
albumin. Braz. Arch. Biol. Technol. 52(1):421-426.

PAPE, T.; WOLFF, M. & E. AMAT. 2004. Los califóridos, éstridos, rinofóridos y
sarcofágidos (Diptera: Calliphoridae, Oestridae, Rinophoridae,
Sarcophagidae) de Colombia. Biota Colombiana, 5 (2): 201-208.

43
PARNÉS, A.; LAGAN, K. 2007. Larval therapy in wound management. Review. Int.
J. Clin. Pract. 61(3): 488-493

PINILLA, T.; ACUÑA, Y.; CORTES, D.; DÍAZ, A.; SEGURA, A.; BELLO, F. 2010.
Características del ciclo biológico de Lucilia sericata (Meigen,
1826)(Díptera:Calliphoridae) sobre dietas diferentes. Revista U. D. C. A.
Actualidad & Divulgación Cientifica. 13(2): 153-161.

RING, R. 1972. Relashionship between diapause and super cooling in the blowfly,
Lucilia sericata (Mg.) (Díptera: Calliphoridae). Can. J. Zool. 50(12): 1601-
1605.

SAUNDERS, D.; MACPHERSON, J.; CAIRNCROSS, K. 1986. Maternal and larval


effects of photoperiod on the induction of larval diapause in two species of fly,
Calliphora vicina and Lucilia sericata. Exp. Biol. 46(1): 51-58.

SIAGUSA, K.; MATSUMASA, M.; YASHIMA, Y.; YOICHI; AOKI, Y. 2009. Practical
applications of molecular biological species identification of forensically
important flies. Legal Medicine. 11: 344-347.

TACHIBANA, S.; NUMATA, H. 2001. An artificial diet for blow fly larvae, Lucilia
sericata (Meigen) (Diptera: Calliphoridae). Applied Entomology and Zoology,
36(4):521-523.

USAQUÉN, W.; CAMACHO, G. 2004. Ciclo de vida de Lucilia sericata (Diptera:


Calliphoridae) como primera especie colonizadora presente en hígado
humano realizado en el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias
Forenses. Revista de INML y CF. 18(2):31-36.

VÉLEZ, M.; WOLFF, M. 2008. Rearing five species of Diptera (Calliphoridae) of


forensic importance in Colombia in semicontrolled field conditions. Papéis
Avulsos de Zoologia. 48(6):41-47.

WOLFF, E.M.I., C. RIVERA Á., S. E. HERRERA H., J. C. WOLFF I & M. M.


ESCOBAR F. 2010. Lucilia eximia (Diptera: Calliphoridae), una nueva

44
alternativa para la terapia larval y reporte de casos en Colombia. Iatreia,
23(2): 107-116.

ZHANG, B.; NUMATA, H.; MITSUI, H.; GOTO, S. 2009. A simple, heat-sterilizable
artificial diet excluding animalderived ingredients for adult blowfly, Lucilia
sericata. Med. Vet. Entomol. 23(4):443-447

45
CAPITULO II. CURVAS DE CRECIMIENTO Y DESARROLLO DE LOS
PRIMEROS DÍPTEROS COLONIZADORES DE CADÁVERES (DÍPTERA:
CALLIPHORIDAE) EN TEXCOCO DE MORA, ESTADO DE MÉXICO.

Itzira Cuevas G.¹, Hussein Sánchez A.², Jesús Romero N.², Jorge Valdez C.²,
Roberto Flores P.³

¹ Estudiante de posgrado. Instituto de Fitosanidad, maestría en Entomología y


Acarología, Colegio de Postgraduados, campus Montecillos. ²Profesor Investigador.
Posgrado Fitosanidad, Entomología y Acarología, Colegio de Postgraduados,
campus Montecillo. ³Profesor investigador en el área de Biología, departamento de
Preparatoria Agrícola, Universidad Autónoma Chapingo, Texcoco, México.

2.1. RESUMEN
Se estudió el efecto de la temperatura sobre el ciclo de vida de las especies Lucilia sericata,
Cochliomyia macellaria y Chrysomya rufifacies (Diptera: Calliphoridae), en donde se
comprobó que a menor temperatura el ciclo se alarga, a mayor temperatura, siempre que
esté en un rango específico (menor a 30°C) el ciclo se acorta, sobre todo en la etapa
larvaria. Se demostró que el hígado de pollo resulta ser un sustrato alimenticio eficaz para
desarrollar a las tres especies bajo condiciones de laboratorio y se produjeron las curvas
de crecimiento de las tres especies estudiadas, lo que podría ser útil para la realización de
dictámenes periciales asociados a la Entomología Forense.

Palabras clave: Entomología forense, miasis, dietas sintéticas, cría de insectos

46
CHAPTER II: GROWTH CURVES AND DEVELOPMENT OF THE FIRST
INVASIVE FLIES OF CORPSES (DÍPTERA: CALLIPHORIDAE) IN TEXCOCO
DE MORA, STATE OF MEXICO.

Itzira Cuevas G.¹, Hussein Sánchez A.², Jesús Romero N.², Jorge Valdez C.²,
Roberto Flores P.³

¹ Estudiante de posgrado. Instituto de Fitosanidad, maestría en Entomología y


Acarología, Colegio de Postgraduados, campus Montecillos. ²Profesor Investigador.
Posgrado Fitosanidad, Entomología y Acarología, Colegio de Postgraduados,
campus Montecillo. ³Profesor investigador en el área de Biología, departamento de
Preparatoria Agrícola, Universidad Autónoma Chapingo, Texcoco, México.

2.2. SUMMARY
We studied the effect of temperature on the life cycle of the species Lucilia sericata,
Cochliomyia macellaria and Chrysomya rufifacies (Diptera: Calliphoridae), where it was
found that at a lower temperature the cycle lengthens, but at a higher temperature, as long
as it is in a specific range (less than 30 ° C) the cycle is shortened, especially in the larval
stage. It was demonstrated that chicken liver turns out to be an effective food substrate to
develop all three species under laboratory conditions and the growth curves of the three
species studied were produced, which could be useful for the performance of expert reports
associated with the Forensic Entomology.

Key words: Forensic Entomology, myiasis, synthetic diets, insect breeding

47
2.3. INTRODUCCIÓN
La Entomología Forense es una disciplina científica que emplea los conocimientos
sobre los ciclos vitales y la estructura de las poblaciones de artrópodos para
esclarecer circunstancias relativas a casos que serán considerados en un tribunal
de justicia. Dentro del vasto abanico de aplicaciones, una de las más conocidas es
la estimación de la data de la muerte, denominada intervalo postmortem (IPM). Es
importante tener en cuenta que el valor mínimo del IPM no siempre se corresponde
con el periodo de actividad de los insectos, que es lo que realmente determina la
Entomología Forense. El citado valor puede ser menor que el IPM cuando concurren
circunstancias que puedan retrasar la colonización por parte de los hexápodos al
cadáver o mayor en el caso de miasis (Goff, 2004).

El cadáver de un vertebrado, incluyendo a los seres humanos, proporciona un tipo


de ambiente que cambia rápidamente y que sostiene una gran variedad de insectos
asociados con diferentes etapas de su descomposición (Oliva, 2007). Es conocido
que normalmente el principal grupo asociado con cuerpos en descomposición es
Diptera, especialmente algunas especies de las familias Calliphoridae y
Sarcophagidae, debido a que estas son las primeras en localizar y colonizar los
cuerpos (Flores, 2009).

Los dípteros representan un grupo de particular interés por su capacidad de


adaptación, distribución geográfica y capacidad reproductiva. La familia
Calliphoridae representa uno de los grupos necrófagos más importantes desde el
punto de vista médico-legal. De acuerdo al estado de desarrollo de la mosca, la
determinación de la especie y teniendo en cuenta los datos biogeográficos y
antrópicos, además de los factores ambientales, se puede estimar el intervalo post
mortem (IPM) (Insaurralde, 2003).

La mayor parte de las familias de dípteros de interés forense son ovíparas, es decir,
la hembra grávida hace la puesta de huevos. De cada uno emerge una larva
conocida como larva I. Cuando crece lo suficiente, pasa a larva II y luego a larva III.
Posteriormente, la larva III se aleja de la fuente de alimento para pupar,
conociéndose como prepupa o larva III migratoria. Cuando transcurre el tiempo

48
necesario tras la pupación, emerge el adulto dejando tras de sí el pupario vacío
(Greenberg, 1991). Conocer estas fases y sus diferencias morfológicas es
tremendamente importante ya que, para pasar de una fase a otra, es necesario un
cierto tiempo para cada temperatura. Para la estimación del intervalo postmortem
mínimo se consideran las larvas de mayor edad siempre que no sean individuos
aislados ya que no podemos olvidar la posibilidad de una eclosión precoz de
algunos huevos (Wells, 2001).

Los insectos son animales con una capacidad de regulación de la temperatura


corporal muy limitada. Al no poder mantener una temperatura corporal constante,
ésta dependerá en gran medida de la temperatura ambiente. El crecimiento de los
insectos, por tanto, al ser un proceso dependiente de la temperatura corporal,
dependerá en este caso directamente de la temperatura externa: a mayor
temperatura, observaremos un desarrollo más rápido; si la temperatura decrece, la
velocidad de crecimiento lo hará también (De Reaumur, 1753).

Existen, además, dos umbrales de desarrollo que deben ser tenidos en


consideración ya que el desarrollo se ve interrumpido por debajo (temperatura basal
o umbral inferior de desarrollo) o por encima (umbral superior de desarrollo) de
dichas temperaturas, pudiendo reanudarse cuando las condiciones ambientales
vuelvan a ser favorables. De ahí que el conocimiento de la temperatura ambiental
sea decisivo para unos correctos cálculos del periodo de actividad de los insectos
(Gonzalez et al., 2011).

En cuanto a su alimentación, los insectos adultos pueden alimentarse de los fluidos


del cadáver, sin embargo, las larvas de dípteros son las principales
descomponedoras. Estas se crían juntas en grandes masas y se mueven en torno
al cadáver promoviendo la diseminación de bacterias y secreción de enzimas,
consumiendo los tejidos blandos, durante la descomposición, los restos pasan por
una serie de cambios biológicos, químicos y físicos (Galante & Marcos-García,
1997).

Una de las clasificaciones más utilizada para agrupar a los insectos que acuden a
un cadáver en base a su alimentación es la de Goff (1992), quien distingue especies

49
necrófagas principalmente dípteros y coleópteros; necrófilas, que incluyen
himenópteros y algunos coleópteros; omnívoras, que se alimentan de tejidos
muertos y finalmente las oportunistas, como colémbolos, crustáceos y arañas. Esta
clasificación completa las oleadas tradicionales de Megnin (1894).

Para estimar la edad de las larvas de moscas de importancia forense, es necesario


tomar en cuenta el fuerte efecto de la temperatura sobre el desarrollo de las larvas
y la disponibilidad alimenticia que tuvieron, para poder usar esto para estimar el
tiempo de colonización de los restos. Sin embargo, se deberá contar con un
conocimiento profundo de la biología de las especies en una región geográfica en
particular para tratar de establecer la edad de las mismas. Es necesario conducir
investigaciones sobre los requerimientos de las especies locales antes de tratar de
inferir de la información disponible para otras áreas (Byrd & Castner, 2001).

Por esto que los objetivos del estudio descrito en este capítulo fueron: (1)
Determinar la influencia de la temperatura sobre el ciclo de vida de las especies
Lucilia sericata, Cochliomyia macellaria y Chrysomya rufifacies (Diptera:
Calliphoridae); y la eficiencia del hígado como sustrato alimenticio de las mismas.
(2) Producir curvas de crecimiento de cada especie en las temperaturas
determinadas.

50
2.4. REVISIÓN DE LITERATURA

2.4.1. Los Calliphoridae y su importancia en la Entomología Forense.


La clase hexápoda presenta una enorme diversidad, por lo cual es posible encontrar
dentro de ella un número considerable de especies que funcionan como buenos
indicadores ecológicos. El cadáver de un vertebrado, incluyendo los seres
humanos, proporciona un ambiente que cambia rápidamente y que sostiene una
gran variedad de insectos asociados con diferentes etapas de su descomposición
(Oliva, 2007).

La Entomología Forense es una herramienta científica aplicada para el estudio de


la sucesión de insectos o de artrópodos en la escena del crimen o que se asocian
con un accidente o muerte natural a interpretar. Esta sucesión proporciona
información para determinar límites mínimos y máximos del intervalo postmortem
(Pérez, 2007).

Algunas moscas tienen características que las hacen únicas para ser utilizadas en
la ciencia forense, la primera y más importante es su hábito alimenticio. Se
alimentan directamente de cadáveres en su estado larvario. Los dípteros de mayor
importancia pertenecen a las familias Calliphoridae, Sarcophagidae y Muscidae
(Valdes, 2009).

Los miembros de la familia Calliphoridae y Dermestidae son los necrófagos de


mayor importancia, siendo los más abundantes en todas las etapas de
descomposición. La primera ola de sucesión faunística está representada
principalmente por la familia Calliphoridae. Esta familia es capaz de colonizar
ambientes terrestres e inclusive acuáticos, principalmente durante la estación de
verano (Iannacone, 2003).

Las hembras de Calliphoridae son ovíparas, llegan al cadáver atraídas por un


sangrado copioso, el olor de algún fluido corporal o el inicio de la descomposición
cadavérica; ovipositan sobre las cavidades naturales (auditiva, ocular, bucal, nasal
y genitales), y/o heridas sangrantes. De acuerdo a la determinación de la especie,
al estado de desarrollo de la mosca, teniendo en cuenta los datos biogeográficos y

51
antrópicos (tipo de suelo, vegetación, grado de urbanización); factores ambientales
(temperatura, humedad, precipitaciones), se puede estimar el Intervalo Posmortem
(IPM) (Insaurralde, 2003). Los Califóridos han sido utilizados en el área forense
debido a que forman parte de las comunidades de artrópodos colonizadores de
cadáveres y son el principal grupo de insectos que acuden a la escena de los
crímenes (Rueda et al., 2010).

2.4.2. Taxonomía de la familia Calliphoridae.


La familia Calliphoridae consta aproximadamente de mil especies en el mundo, de
las cuales 126 se encuentran en el Neotrópico (Triplehorn & Johnson, 2005). Según
Marshal et al. (2006) y Visciarelli et. al. (2007), su clasificación taxonómica es la
siguiente:

Dominio: Eukarya.

Reino: Animalia.

Phyllum: Arthropoda

Subphyllum: Hexapoda

Clase: Insecta

Subclase: Pterigota

Orden: Diptera

Suborden: Brachycera

Familia: Calliphoridae

Subfamilias:

- Chrysominae

- Lucilinae

- Calliphorinae

- Melanomyinae

52
2.4.3. Biología de Calliphoridae.
Dentro de la familia Calliphoridae se encuentran los géneros Lucilia, Calliphora,
Cochliomyia y Chrysomya, que son destacados participantes en la Entomología
Forense (Flores, 2009).

Algunas moscas tienen características que las hacen únicas para ser utilizadas en
la ciencia forense. La primera y más importante es su hábito alimenticio en su estado
larvario, ya que tienen comportamientos necrófagos. Estas moscas son capaces de
detectar los gases que emana un cadáver a kilómetros de distancia y su pequeño
tamaño le facilita el acceso a casi cualquier lugar, ya sea en espacios cerrados,
como el baúl de un auto, o espacios abiertos y de difícil acceso, como cuevas o
grutas, logrando ser las primeras en localizarlo. Además, son hábiles voladoras, lo
que les permite desplazarse grandes distancias en tiempos relativamente cortos
(Yusseff, 2007).

Las moscas califóridas son atraídas por la carroña y el excremento principalmente,


aunque algunas pueden alimentarse de heridas abiertas causando miasis en
organismos vivos (Byrd & Castner, 2001).

Los adultos de esta familia son moscas más o menos robustas de tamaño mediano;
miden de 4 a 16 mm. La mayoría de las especies tienen colores metálicos brillantes
(azul, verde, bronce y negro), sin embargo, algunos géneros pueden presentar un
color mate u opaco como Pollenia y Opsodexia (Flores, 2009).

Los sexos en ocasiones con diferente quetotaxia de patas, ocasionalmente con


marcada diferencia en color del cuerpo, de una longitud que va de 4.0 – 16.0 mm.
Los machos en ocasiones son holópticos; facetas superiores del ojo no muy
agrandadas, aunque con frons siempre más delgado que en la hembra, sin setas
orbitales y verticales externas (Shewell, 1987).

Las larvas crecen rápidamente, pasando por tres estadios larvales antes de
alcanzar su tamaño final. Éstas se crían juntas en grandes números y se mueven
en torno al cadáver, promoviéndose así, la diseminación de bacterias y secreción

53
de enzimas, lo cual hace posible el consumo de los tejidos blandos del cadáver
(Byrd & Castner, 2001).

La biología de los califóridos es muy variada. Generalmente son considerados


necrófagos, también los hay depredadores y parasitoides de caracoles y lombrices
de tierra, algunos son hospedantes en termiteros y otros son de importancia médica
y veterinaria, como las especies que producen miasis en aves y mamíferos (Pape
et al., 2004).

2.4.3.1. Huevo.
Longitud de 0.9 – 1.5 mm, ancho de 0.3 – 0.4 mm, de color blanco brillante o crema,
oscureciendo con la edad a grisáceo; de forma ovoide, alargada, ligeramente
arqueado, en vista lateral plana o ligeramente cóncava y convexa
dorsoventralmente, corión con reticulado leve (Shewell, 1987).

La hembra pone alrededor de 150 a 200 huevos de una vez, llegando a poner
alrededor de 2.000 huevos en toda su vida. El promedio de hembras y machos
nacidos se comporta en una relación aproximada del 50% (1 x 1), aunque hay
notables excepciones, como las documentadas en hembras de dos especies del
género Chrysomya (Chrysomya rufifacies y Chrysomya albiceps) las cuales sólo
tuvieron descendientes machos o hembras. La eclosión del huevo, en condiciones
favorables, ocurre alrededor de las 8 horas después de la oviposición (Monaghan,
2007).

2.4.3.2. Larva.
De tipo vermiforme, color amarillo pálido a blanco, anteriormente cónicas o
cilíndricas, por lo general cinco veces más largas que anchas. Segmentos con
bandas, excepto las larvas de instar uno, algunas presentan pequeñas espinas
reclinadas hacia delante; últimos segmentos (cinco últimos generalmente) con
bandas de espinas con inclinación posteroventral; rara vez cutícula con prominentes
espinas, esqueleto cefalofaríngeo bien desarrollado, mandíbulas con un par de
ganchos fuertemente esclerosados (Shewell, 1987).

54
Los tres estadios (larva I, larva II y larva III) son reconocibles mediante el examen
de los espiráculos posteriores y anteriores. En la larva I, los espiráculos anteriores
están ausentes mientras que los posteriores presentan una ranura (en ocasiones,
la forma de V que pueden adquirir las ranuras puede ser motivo de confusión con la
larva II). La larva II presenta dos ranuras en cada espiráculo posterior y aparecen
los espiráculos anteriores. En la larva III, hay tres ranuras en cada espiráculo
posterior (Monaghan, 2007).

2.4.3.3. Pupa.
Pupa obtecta, color marrón a café, de 8 – 12 mm de longitud por 3 – 4 mm de ancho.

Previo al estadio de pupa se presenta una fase postalimentaria, llamada también


prepupa, durante la cual la larva cesa de alimentarse y abandona el sustrato en
busca de un sitio apto para empupar. La distancia recorrida durante esta migración
es variable según la especie (Greenberg, 1991).

2.4.3.4. Adulto.
Se distinguen por presentar, generalmente, en su cuerpo brillantes colores tales
como el azul (como el género Calliphora), verde (como Lucilia) o negro
(como Phormia). En la cabeza presentan una lúnula y sutura frontal bien marcadas.
La antena es trisegmentada, y posee una arista plumosa en el segundo segmento.
Como en la mayoría de los dípteros la venación de las alas es más sencilla que la
de otros insectos alados; en esta familia la vena Rs es bifurcada. Las especies de
esta familia poseen escamas bien desarrolladas (calípteros), las cuales
generalmente ocultan los halterios. También, y con carácter identificativo, se
observa en esta familia la presencia, a cada lado del tórax, de una hilera de cerdas,
llamadas hipopleurales que se encuentran situadas en la hipopleura, debajo del
espiráculo metatorácico, a cada lado de la placa torácica ventral, justo encima de
las coxas de las dos últimas patas (segunda y tercera). Además existe una sutura
transversal bien marcada en el lado dorsal del tórax la cual tiene valor en la
clasificación taxonómica y presenta unas prominencias características llamados
callos. El postescutelo está ausente o en todo caso muy poco desarrollado
(Monaghan, 2007).

55
2.4.4. Especies de importancia forense presentes en Texcoco de Mora, Estado
de México.
Con base en trabajos realizados con entomofauna cadavérica desde el año de 2005
en los municipios de Texcoco, Nezahualcóyotl y Chimalhuacán en el Estado de
México y en el municipio de Pachuca de Soto, en el Estado de Hidalgo, se recopiló
información de la biología de diversas especies insectiles de importancia médico
legal, dentro de las que destacan las moscas pertenecientes a la familia
Calliphoridae como Lucilia eximia, Chrysomya rufifacies, Cochliomyia macellaria,
Calliphora latifrons; Fannia sp. (Fannidae) y Synthesiomyia sp. (Muscidae); Piophila
casei (Piophilidae) y coleópteros de la familia Nitidulidae, así como las especies
Necrobia rufipes (Cleridae) y Dermestes sp. (Dermestidae). Aunque en el trabajo
también se presentaron ejemplares de Lucilia sericata y Lucilia cuprina (Flores et
al., 2005).

2.4.5. características de las especies de interés en el estudio.


2.4.5.1. Lucilia sericata.
Conocida como la mosca verde, de distribución cosmopolita, aunque es más común
en las zonas templadas del hemisferio norte. Los adultos miden de 6 a 9 mm de
longitud, son de color verde-azul metálico, amarillo-verde, verde o bronce. El tórax
tiene (setas) cortas y escasas de color negro. Las alas son transparentes con venas
marrón claro; presenta tres ranuras transversales importantes en su superficie
dorsal y el frente femoral es de color negro o azul oscuro, carácter útil en su
identificación, sus antenas son negras. Las larvas de esta especie pueden
desarrollarse con éxito en una amplia variedad de sustratos alimenticios, pero
prefieren alimentarse de carroña. Esta es una de las especies que llegan primero a
los restos, con incidencia de ovipostura después de pocas horas de haberse
producido la muerte. Los adultos prefieren las carcasas en condiciones soleadas y
hábitats descubiertos; sin embargo, buscan áreas sombreadas del cuerpo para
ovipositar. Existen informes de que esta especie, anticipando la muerte, oviposita
sobre las heridas de los muertos. Las larvas de esta especie se han empleado en
la terapia larval para la eliminación del tejido necrótico de las heridas (Byrd &
Castner, 2001).

56
Es una mosca sinatrópica, pues se encuentra frecuentemente asociada con
asentamientos humanos. Es conocida también con el nombre científico de
Phaenicia sericata. Pertenece al orden Diptera y a la familia Caliphoridae, de la cual
existen alrededor de 1000 especies en el mundo (Grassberger & Reiter, 2001).

Figura 7. Lucilia sericata. A. Larva; B. Adulto

2.4.5.2. Cochliomyia macellaria


Es considerada una especie cosmopolita. Los adultos son color azul-verdoso
metálico, con tres rayas longitudinales de color verde oscuro sobre la superficie
dorsal del tórax (entre la base de las alas), que no se extienden hacia el abdomen.
Su cabeza es color naranja y las patas pueden variar de un color marrón rojizo a
marrón oscuro. Las larvas tienen tráqueas respiratorias fácilmente visibles en su
extremo posterior; aparecen como líneas en forma de remolino negro fácilmente
visibles sobre el cuerpo de la larva. Estos caracteres permiten distinguirla fácilmente
en el campo. Prefieren un clima cálido y húmedo. Es la especie más abundante en
periodos de lluvia. No es tolerante al frío, por lo que en invierno suele estar ausente
(Byrd & Castner, 2001).

57
Figura 8. Cochliomyia macellaria. A. Larva; B. Espiráculos posteriores; C.
Espiráculos anteriores; D. adulto.

2.4.5.3. Chrysomya rufifacies.


son originarias de las regiones tropicales del viejo mundo en Australia y Asia. Los
adultos tienen cuerpos robustos y brillantes con una coloración azul-verde. El borde
terminal de los segmentos abdominales esta notablemente teñido de un color
púrpura oscuro o azul oscuro. Sueles ser los primeros en llegar al cadáver (cuestión
de horas después de la muerte). Rara vez se encuentra en las viviendas y sus larvas
solo se desarrollan en tejidos en descomposición, no sobre excrementos. Las larvas
se distinguen fácilmente de otras especies gracias a la presencia de protuberancias
carnosas a lo largo de su cuerpo; son depredadoras y caníbales y, por lo tanto,
deben ser separadas de otras especies si están siendo criadas en laboratorio ya
que, si el suministro de alimento se agota, se alimentan de las otras larvas y a
menudo eliminan totalmente a las otras especies. Son capaces de excavar varios
centímetros en el suelo para colonizar restos enterrados (Byrd & Castner, 2001).

58
Figura 9. Chrysomya rufifacies. A. Larva de tercer instar; B. Adulto.

2.4.6. Curvas de crecimiento.


El tiempo de desarrollo varía según la temperatura. Salvo raras excepciones, los
insectos despliegan su actividad normal entre los 5°C y los 32°C. En el rango de 1
a 4°C suelen entrar en letargo del cual salen con facilidad en cuanto sube la
temperatura. Por debajo del punto de congelación del agua, se produce la muerte.
Por encima del límite superior del rango de temperatura, se acelera su actividad,
pero es muy probable su muerte. Así, el desarrollo se acelera con temperaturas
elevadas y se hace más lento con temperaturas bajas, siendo estas últimas las que
condicionan el desarrollo cuando se combinan ambas en climas con ritmos
circadianos extremos (De Pancorbo et al., 2006).

Si tenemos en cuenta un modelo de referencia donde el desarrollo de las larvas de


dípteros es una curva de crecimiento, entonces la mejor estimación de la edad para
una larva es el valor que corresponde a su tamaño en la curva, es decir, una línea
horizontal trazada desde un valor en el eje del tamaño de la larva, intersecaría con
la curva de crecimiento directamente sobre la edad de la larva. El desarrollo de las
larvas tarda varios días dependiendo de la especie, de las condiciones ambientales,
así como del número de larvas presentes. A mayor temperatura y mayor humedad
relativa, el insecto se desarrollará más rápido y viceversa (Yusseff, 2007).

59
2.4.7. Las moscas y su cría en laboratorio.
Figueroa et al. (2002), mencionan un método para la cría de L. sericata en
laboratorio. Para determinar el tiempo necesario en el desarrollo del ciclo, se efectuó
un control diario determinando sus distintos estadios, obteniendo como resultado
que las moscas liego de copular, colocan sus huevos directamente en la fuente de
alimento, donde la eclosión de las larvas sucedió de 12 a 18 horas después,
mientras que desde el estado de larvas a pupas fueron 138 +/- 17 horas, y desde
pupas a adultos de 126 +/- 21 horas. Las condiciones que manejaron en su estudio
fueron: temperatura de 25°C, aproximadamente 50% de humedad, mantención de
alimento y agua en forma permanente.

Yusseff (2007), realizó una técnica para la cría de Chrysomya rufifacies y


Cochliomyia macellaria, utilizando hígado de res fresco, cubierto con papel aluminio.
Las temperaturas que manejó para establecer el tiempo de desarrollo del ciclo de
vida de estas especies fueron: 25, 30 y 35 +/- 1°C, con una humedad relativa entre
70 y 90% y un fotoperiodo de 12:12 horas (día y noche).

2.4.8. La Entomología Forense en México y su vinculación institucional.


La Entomología Forense es una especialidad que en los últimos años ha despertado
un gran interés en México, diversos entomólogos se encuentran realizando estudios
para conocer la diversidad de insectos necrófagos utilizando necrotrampas con
diferentes tipos de atrayentes, así como para definir los patrones de sucesión de
insectos asociados a un cuerpo en estado de descomposición, por lo cual la
información publicada en México sobre este tema aún es muy escasa (Vanin et al.,
2009).

Se han realizado muchos esfuerzos para generar información en el campo de la


Entomología Forense, sin embargo, esto se ha visto limitado, entre otros aspectos,
por la dificultad para identificar insectos necrófagos a nivel de especie en las
Procuradurías Generales de Justicia de las entidades federativas y porque las
instituciones de educación superior, en las que se forman los entomólogos, no han
trascendido, en la gran mayoría de las Procuradurías. Esta falta de coordinación ha
rezagado avances en ésta disciplina científica en México por cerca de 30 años con

60
respecto a otros países como Estados Unidos de América (Vergara-Pineda et al.,
2009).

En nuestro país, los trabajos en esta área de conocimiento han sido documentados
como esfuerzos que se inician a finales de la década de los setenta y que han
sentado las bases para que varias instituciones educativas se interesen en participar
en el desarrollo de esta línea de investigación. Entre estas resaltan los resultados
de la Universidad Autónoma Chapingo, el Colegio de Posgraduados, la Universidad
de Guadalajara, la Universidad Autónoma de Nayarit y la Universidad Autónoma
Agraria Antonio Narro.

2.5. MATERIAL Y MÉTODOS


El experimento se estableció en un cuarto cría privado, ubicado en San Bernardino,
Texcoco, Estado de México. Que se sitúa en un área biogeográfica denominada
como Cuenca del Lago de Texcoco; en las coordenadas GPS: Longitud (dec): -
98.896667 y Latitud (dec): 19.475556. Con una altura de 2260 metros sobre el nivel
del mar.

2.5.1. Insectos.
Para la determinación de cada especie, se examinaron alrededor de 20 larvas de
ínstar III previamente fijadas en agua caliente a 70°C durante 1 minuto y
conservadas en alcohol al 70% y 10 adultos. Para el caso de adultos se utilizaron
las claves de Amat et al. (2008); Marshal et al. (2011) y Gómez (2012) y para las
larvas la clave de Florez y Wolff (2009). El ciclo de vida se inició a partir de colonias
de aproximadamente 900 huevos, que se obtuvieron de colonias previamente
establecidas en un laboratorio particular montado en San Bernardino, Texcoco de
Mora, Estado de México. Estas colonias tenían aproximadamente 5 meses de
haberse establecido; iniciaron a partir de muestras de larvas obtenidas de
cadáveres que llegaban a Servicios Periciales de la región Texcoco, en donde las
larvas fueron colectadas vivas, se dejó avanzar su desarrollo hasta la ovipostura,
alimentándolas con hígado de cerdo y como adultos con leche entera. Se utilizó
hígado de pollo como sustrato de oviposición y para purificar la especie, cada vez
que se detectaba una nueva masa de huevos, se separaba en cámaras de cría

61
independientes, con 200 gramos de hígado de cerdo como sustrato alimenticio,
hasta su etapa de pupa. Las pupas se separaban de las larvas en cámaras de
emergencia y ovipostura; posteriormente se enterraban aproximadamente dos
centímetros en vermiculita, misma que formaba la base de las cámaras. Una vez
que los adultos comenzaban a emerger, a la cámara se le agregaba un recipiente
con leche entera y sangre de bovino en algodón para que los adultos pudieran
alimentarse. Después de que emergía la mayoría de adultos, todos los días se
colocaban trampas con hígado de pollo para la colecta de huevos; todo el proceso
se repitió durante dos generaciones para asegurar que solo se tratara la pureza de
la colonia.

2.5.2. Muestras
Para el estudio se colocaron 200 huevos por repetición en cada sustrato, en
cámaras cría de plástico, capacidad de 2 litros, con un hígado de pollo como
sustrato alimenticio.

En el laboratorio se colocaron 4 termómetros (uno en cada pared) para estar


monitoreando el rango de las temperaturas y cuidar que no bajara o subiera más de
2°C con respecto a la repetición correspondiente. Los rangos de temperatura que
se manejaron fueron los siguientes: 27 +/- 2°C, 23 +/- 2°C y 15 +/- 2°C.

Para elevar la temperatura en el laboratorio y mantenerla en el rango


correspondiente de cada repetición, se utilizó un Calefactor Radiador relleno de
aceite Heat Wave HR1507 ZCR 3 Niveles, color crema. Para disminuir la
temperatura se utilizó un Enfriador de Aire 3 en 1, negro con blanco marca ADIR,
modelo 4821, el cual tenía que estar programándose cada dos horas para mantener
la temperatura deseada.

El fotoperiodo se realizó con luz artificia, alternando 12 horas luz con 12 horas de
oscuridad.

2.5.3. Datos del desarrollo biológico.


La curva de crecimiento de cada especie se obtuvo tomando en cuenta la duración
en días de la especie para cada etapa de desarrollo y su longitud en milímetros.

62
Para evaluar las anteriores variables, se emplearon protocolos donde se registraron
diariamente los datos. El registro consistió en anotar la hora en la que los huevos
empezaron a eclosionar y desde ese momento, diariamente se observó la presencia
de larvas, prepupas y pupas, tomando en cuenta como inicio de la etapa cuando al
menos el cincuenta por ciento de la población estuviera en ella. Se tomaron los
datos hasta que se observaron la mayoría de los adultos muertos en la base de la
cámara de ovipostura. Se tomó medida de los huevecillos (10 por cada repetición)
y de cada etapa larvaria hasta la formación de las pupas. Para el registro de su
longitud, cinco larvas de cada repetición, se colocaron en refrigeración (8°C) durante
dos horas, así se aletargaron y esto permitió la medición sin tener la necesidad de
fijar individuos y con esto mermar el número de larvas por repetición. Las medidas
fueron tomadas con un vernier digital alta precisión 150 mm/6 pulgadas.

2.5.4. Análisis estadístico.


Los datos obtenidos a partir del ciclo biológico de la especie y su relación con el
crecimiento de las larvas se analizaron, con parámetros de estadística descriptiva,
con las siguientes variables: tiempo de desarrollo, número de la muestra y longitud
en mm de su cuerpo. Gracias a esto se realizaron las curvas de crecimiento y de
desarrollo del ciclo vital para cada especie.

2.6. RESULTADOS
El primer parámetro que se registro fue la duración de cada etapa del ciclo de vida
de cada especie en las diferentes temperaturas, en los cuadros 6, 7 y 8 se pueden
observar los resultados en horas de cada repetición. Con los resultados se
realizaron curvas para determinar las horas que toma llegar a cada etapa del
desarrollo larvario (figuras 5, 6 y 7) de cada una de las especies y en las distintas
temperaturas.

63
Cuadro 6. Duración del ciclo de vida a 27 +/- 2°C (horas acumuladas)
Larva instar Emergencia
Repetición Eclosión Pupa
III adultos
Lucilia sericata
1 8 50 116 173
2 12 54 112 176
3 10 50 106 168
Cochliomyia macellaria
1 16 130 158 216
2 14 138 162 228
3 16 126 160 210
Chrysomya rufifacies
1 16 140 164 220
2 14 136 166 216
3 16 146 156 224

250

200

150
Horas

100

50

0
Eclosión Instar III Pupa E. Adulto
Etapa de desarrollo

L. sericata C. macellaria C. rufifacies

Figura 10. Horas acumuladas según la etapa de crecimiento a 27 +/-2°C

64
Cuadro 7. Duración del ciclo de vida a 23°C (horas acumuladas)
Larva instar Emergencia
Repetición Eclosión Pupa
III adultos
Lucilia sericata
1 16 78 136 252
2 14 72 128 268
3 18 76 142 256
Cochliomyia macellaria
1 16 138 256 398
2 16 126 238 378
3 14 128 246 382
Chrysomya rufifacies
1 14 146 248 372
2 16 136 236 364
3 14 142 252 384

450

400

350

300

250
Horas

200

150

100

50

0
Eclosión Larva III Pupa E. Adulto
Etapa de desarrollo

L. sericata C. macellaria C. rufifacies

Figura 11. Horas acumuladas según la etapa de crecimiento a 23 +/-2°C

65
Cuadro 8. Duración del ciclo de vida a 15°C (horas acumuladas)
Larva instar Emergencia
Repetición Eclosión Pupa
III adultos
Lucilia sericata

1 18 138 240 388

2 20 142 246 380

3 18 136 236 396

Cochliomyia macellaria

1 30 240 386 412

2 32 244 384 414

3 26 236 372 428

Chrysomya rufifacies

1 34 254 392 448

2 36 246 388 440

3 34 242 396 432

66
500
450
400
350
300
Horas

250
200
150
100
50
0
Eclosión Larva III Pupa E. Adulto
Etapas de desarrollo

L. sericata C. macellaria C. rufifacies

Figura 12. Horas acumuladas según la etapa de crecimiento a 15 +/-2°C


Los siguientes gráficos representan los resultados obtenidos en las diferentes
temperaturas para cada una de las especies. Esto fue lo que se tomó en cuenta
para realizar el análisis estadístico y buscar una significancia de los resultados. Para
Lucilia sericata (figura 8)

450
400
350
300
250
Horas

200
150
100
50
0
Eclosión Larva III Pupa E. Adulto
Temperatura
27°C 23°C 15°C

Figura 13. Desarrollo del ciclo de vida de Lucilia sericata en las distintas
temperaturas

67
450
400
350
300
250
Horas

200
150
100
50
0
Eclosión Larva III Pupa E. Adulto
Temperatura
27°C 23°C 15°C

Figura 14. Desarrollo del ciclo de vida de Cochliomyia macellaria en las distintas
temperaturas
500

450

400

350

300
Horas

250

200

150

100

50

0
Eclosión Larva III Pupa E. Adulto
Temperatura
27°C 23°C 15°C

Figura 15. Desarrollo del ciclo de vida de Chrysomya rufifacies en las distintas
temperaturas

68
En los cuadros 9, 10 y 11, observamos el crecimiento promedio que presentaron las
larvas de las tres especies en las distintas temperaturas, los datos comenzaron a
tomarse doce horas después de la eclosión; Los resultados permiten realizar las
curvas de crecimiento de cada especie, los cuales se muestran en las Figuras 11,
12 y 13.

Cuadro 9. Crecimiento promedio de las larvas a 27 +/- 2°C


Medida en mm
Horas C.
L. sericata C. rufifacies
macellaria
12 1.18666667 3.08 1.21333333
24 2.08 5.00666667 3.04
36 3.42 7.03333333 4.48666667
48 4.26 10.0066667 5.03333333
60 5.55333333 12.0133333 5.46666667
72 6.31333333 14 7.29333333
84 8.13333333 14.2666667 8.17333333
96 9.82666667 14.6133333 9.03333333
108 12.4 16.1466667 10.98
120 13.3 11.5266667
132 12.3
144 13.06
156 13.5666667
168 14.0266667

69
Cuadro 10. Crecimiento promedio de las larvas a 23°C +/- 2°C
Medida en mm
Horas
L. sericata C. macellaria C. rufifacies
12 1.37333333 2.02666667 1.20666667
24 2.35333333 3.02 2.32666667
36 3.22 4.1 3.02
48 4.04 6.02666667 3.43333333
60 5.54 7.02 4.03333333
72 7.10666667 9.99333333 4.57333333
84 8.16 11.4533333 5.34666667
96 9.14666667 12.4866667 6.2
108 10.1533333 13.22 7.04
120 10.7733333 14 7.54666667
132 11.08 14.4533333 8.18666667
144 12.2466667 15.1133333 8.7
156 9.10666667
168 9.58666667
180 10.0733333
192 11.28
204 12.18
216 12.5866667
228 13.16
240 14.0133333
252 14.5133333

70
Cuadro 11. Crecimiento promedio de las larvas a 15°C +/- 2°C
Horas Medida en mm
L. sericata C. macellaria C. rufifacies
12 1.1 2.04 1.28
24 1.55333333 2.38 1.9
36 2.25333333 2.97333333 2.35333333
48 3.22666667 3.35333333 2.69333333
60 4.32 4.01333333 3.23333333
72 5.08666667 4.43333333 3.76666667
84 5.6 4.78 4.1
96 6.54 5.24666667 4.76
108 7.16 5.54 5.24666667
120 7.6 5.87333333 5.78
132 8.03333333 6.25333333 6.05333333
144 8.6 6.59333333 6.52
156 9.17333333 7.25333333 7.04666667
168 9.52666667 7.68666667 7.62666667
180 10.1733333 8.47333333 7.99333333
192 10.7666667 9.09375 8.7
204 11.18 9.58 8.91333333
216 12.0466667 11.0533333 9.28
228 12.8133333 11.32 9.78
240 13.2 11.3933333 9.94666667
252 #¡DIV/0! 11.44 10.7666667
264 11.5866667 11.12
276 11.6933333 11.24
288 11.8133333 11.3866667
300 12.0466667 11.62
312 12.4066667 11.7666667
324 12.5133333 12.0133333
336 12.74 12.22
348 13.4733333 12.4933333
360 13.9733333 12.7733333
372 14.1266667 12.86
384 14.24 13.04
396 #¡DIV/0! 13.24

71
14

12

10
Milimetros

0
12 24 36 48 60 72 84 96 108 120 132 144 156 168 180 192 204 216 228 240
Horas

27°C 23°C 15°C

Figura 16. Curvas de crecimiento (milímetros/horas) de Lucilia sericata.

18

16

14

12
Milímetros

10

0
228

264

300

336
12
24
36
48
60
72
84
96
108
120
132
144
156
168
180
192
204
216

240
252

276
288

312
324

348
360
372
384

Horas

27°C 23°C 15°C

Figura 17. Curvas de crecimiento (milímetros/horas) de Cochliomyia macellaria.

72
16

14

12

10
Milímetros

0
12

168

324
24
36
48
60
72
84
96
108
120
132
144
156

180
192
204
216
228
240
252
264
276
288
300
312

336
348
360
372
384
396
Horas

27°C 23°C 15°C

Figura 18. Curvas de crecimiento (milímetros/horas) de Chrysomya rufifacies.

Figura 19. Desarrollo larvario de Lucilia sericata. A. Larva de primer instar; B. Larva
de segundo instar; C. Larva de tercer instar.

73
Figura 20. Desarrollo larvario de Cochliomyia macellaria. A. Larva de tercer instar;
B. Larva de segundo instar; C. Larva de primer instar.

74
Figura 21. Desarrollo larvario de Chrysomya rufifacies. A. Larva de primer instar;
B. Larva de segundo instar; C. Prepupa; D. Larva de tercer instar

2.7. DISCUSIÓN
Dado que las moscas podrían ser consideradas como relojes biológicos bastante
precisos y además que son las primeras en llegar a un cadáver (Yusseff, 2007), su
ciclo de vida permite determinar el IPM, si se considera el tiempo que tardan en
pasar de un estado a otro. En un estudio realizado en la Región Lagunera, Saldívar
(2010), reporta datos de desarrollo larval de C. rufifacies, C. megacephala, L.
silvarium, L. eximia y C. macellaria, presentando curvas de crecimiento solo para C.

75
rufifacies. En contraste al estudio de Saldívar, en el presente trabajo no solo se
obtuvieron curvas de crecimiento para C. rufifacies, sino que además se obtuvieron
curvas de crecimiento de C. macellaria y L. sericata, manteniendo a los ejemplares
vivos y tomando los datos de su longitud cada 12 horas, que es otra diferencia a los
del citado estudio, de los que se tomaban datos cada 24 horas.

Catts y Goff (1992) mencionan que la temperatura tiene un gran efecto sobre la tasa
metabólica y de desarrollo de los insectos. Dicen que, de manera general, dentro
de cierto rango de temperatura, el desarrollo se acelera a medida que se incrementa
la temperatura y viceversa; esta aseveración se pudo comprobar en el presente
estudio ya que se observa que el ciclo de vida es evidentemente más corto a 27+/-
2°C que a 15 +/-°C, teniendo en el caso de Lucilia sericata una diferencia de 216
horas, en Cochliomyia macellaria de 200 horas y en Chrysomya rufifacies de 220
horas respectivamente, desde la eclosión hasta la emergencia de los adultos.

Usaquén y Camacho (2004) reportan una duración del ciclo de vida de L. sericata
(desde huevo hasta la emergencia del adulto) de 552 a 672 horas en temporada de
invierno (menos de 10°C), lo que, aunque no es la temperatura que se trató en este
estudio, nos acerca al resultado obtenido a 15 +/- 2°C en el presente estudio, que
fue de 388 horas.

Anderson (2000), reporta una duración de 768 horas del ciclo de vida de L. sericata
(Desde huevo hasta la muerte de los adultos) cuando se encuentra a 16°C; en el
presente estudio los adultos comenzaron a morir a los 11 días después de haberse
dado la emergencia, sumándolo a las horas obtenidas en las curvas de crecimiento
a 15° +/-2°C (388 horas), nos da un total de 652 horas, teniendo la diferencia
solamente de 116 horas a comparación del reportado por Anderson, que pudo
deberse a la variación de la temperatura o al tipo de sustrato alimenticio que el utilizó
en su estudio. También en su estudio, reporta una duración de 480 horas del ciclo
de vida de L. sericata (de huevo a la muerte de los adultos) a una temperatura de
21°C y de 336 horas a 27°C; en el presente estudio, se obtuvieron resultados de
468 a 482 horas de duración con el rango de temperatura de 23 +/-2°C, y de 388

76
horas con el rango de temperatura de 27 +/-2°C, tomando en cuenta que los adultos
comenzaron a morir desde el noveno día después de su emergencia.

Boatright y Tomberlin (2010), en su artículo “Efectos de la temperature y el tipo de


tejido en el desarrollo de C. macellaria (Diptera: Calliphoridae), reportan curvas de
crecimiento de C. macellaria a tres temperaturas (20.8°C, 24.3°C y 28°C), midiendo
solamente la etapa larvaria (de LI a LIII), sus resultados fueron 156, 132 y 108 horas
respectivamente; la longitud máxima de las larvas III fue de 1.40, 1.38 y 1.6 cm
respectivamente. Podemos comparar los datos presentados en los rangos de 23 y
27 +/-2°C del presente estudio; en cuanto al desarrollo larvario, la duración en el
primer rango mencionado fue de 138 y 126 horas, que es un poco más largo que el
citado y la longitud máxima de las larvas fue de 1.5 y 1.62 centímetros, similar al del
estudio de Boatright y Tomberlin.

Palmer (1980) realizo una tabla de desarrollo para C. rufifacies a distintas


temperaturas (desde 16 hasta 30 °C), en donde solo reporta la duración en horas
del ciclo de vida de la especie, desde el huevo hasta la formación de la pupa,
obteniendo los siguientes resultados: 393 horas a 16°C, 264 horas a 23°C y 204
horas a 27°C. a comparación de este estudio, en donde C. rurfifacies tuvo un
desarrollo más lento, con 220 horas a 27°C, 364 horas a 23°C y 432 horas a 15°C;
esto puede deberse al tejido que se utilizó como sustrato alimenticio o el estado de
putrefacción del mismo.

2.8. CONCLUSIONES
La temperatura influye directamente sobre el ciclo de vida de las especies Lucilia
sericata, Cochliomyia macellaria y Chrysomya rufifacies (Diptera: Calliphoridae); a
menor temperatura el ciclo se alarga, a mayor temperatura, siempre que esté en un
rango específico (menor a 30°C) el ciclo se acorta, sobre todo en la etapa larvaria.
El hígado resulta ser un sustrato alimenticio eficaz para desarrollar a las tres
especies bajo condiciones de laboratorio, podría incrementarse esa eficiencia si se
coloca el hígado en la etapa de descomposición que la especie lo requiera.
Se lograron producir las curvas de crecimiento de las tres especies estudiadas, lo
que podría ser útil para la realización de dictámenes periciales asociados a la

77
Entomología Forense, ya que conocer el ciclo de vida de las especies en diferentes
condiciones, puede hacer que el rango que se determina como IPM sea más exacto
y cercano a la data de muerte.

78
2.9. LITERATURA CITADA.
AMAT, E.; VELEZ, M. Y M. WOLFF. 2008. Clave ilustrada para la identificación de
los géneros y las especies de califóridos (Diptera: Calliphoridae) de
Colombia. Caldasia. 30 (1): 231-244.

ANDERSON, G. S. 2000. Minimum and máximum development rates of some


forensically important Calliphoridae (Diptera). Journal of Forensic science, 45:
824-832.

BOATRIGHT, S. A., & TOMBERLIN, J. K. (2010). Effects of temperature and tissue


type on the development of Cochliomyia macellaria (Diptera:
Calliphoridae). Journal of medical entomology, 47(5), 917-923.

BYRD, J. & J. CASTNER. 2001. (Eds) Forensic Entomology: the utility of arthropod
in legal investigations. CRC Press. USA. 418 p.

CATTS, P. & M. GOFF. 1992. Forensic entomology in criminal investigations. Annual


Review of Entomology. 37: 253 – 272

DE PANCORBO, M., R. R., SALOÑA, M., & SÁNCHEZ, P. (2006). Entomología


molecular forense. Ciencia forense, 107, 130.

DE RÉAUMUR, R. A. F. (1753). Observation du thermometre faites a Paris pendant


lanne 1753, comparees avec cells qui ont ete faites sous la ligne a Isle de
France, a Alger et en quelque-unes de nos isles de lAmerique. Memoire de
l'Academie des Sciences de Paris.

FIGUEROA, L.; LINHARES, A. 2002. Sinantropía de los Calliphoridae (Díptera) de


Valdivia, Chile. Neotrop. Entomol., 31(2):233-239.

FLORES, R. 2009. Insectos sarcosaprofagos asociados a la descomposición


cadavérica de Sus scrofa en Texcoco, México. Entomología Mexicana. 7:
768-774.

FLORES-PÉREZ, L. R., PÉREZ-VILLEGAS, F. M., & GUIZA-RODRÍGUEZ, S. G.


(2005). Aportaciones a la biología de insectos sarcosaprofagos asociados a
la descomposición cadavérica.

79
GALANTE, E., & MARCOS-GARCÍA, M. A. (1997). Detritívoros Coprófagos y
Necrófagos. Los Artrópodos y el Hombre. Sociedad Aragonesa de
Entomología. Zaragoza. 20: 57 – 64.

GOFF, M.; GARCÍA, M. D.; ARNALDOS, M.; LOZANO, R. E. 2004. Entomología


cadavérica: fundamentos y aplicación. Referencia a la entomología española.
In Calabuig. J. A. & Villanueva C. E. Medicina Legal y Toxicología. Sexta
edición. Barcelona, España. 253-262.

GONZÁLEZ MEDINA, A., GONZÁLEZ HERRERA, L., MARTÍNEZ TÉLLEZ, I.,


ARCHILLA PEÑA, F., HIGUERA HIDALGO, J., & JIMÉNEZ RÍOS, G. (2011).
Estimación del intervalo post-emersión de un cadáver hallado en un embalse
en Granada (España). Cuadernos de Medicina Forense, 17(3), 137-144.

GRASSBERGER, M., & REITER, C. (2001). Effect of temperature on Lucilia sericata


(Diptera: Calliphoridae) development with special reference to the
isomegalen-and isomorphen-diagram. Forensic Science International, 120(1-
2), 32-36.

GREENBERG, B. 1991. Flies as forensic indicators. J. Med. Entomol. 28:565 – 577.

IANNACONE, J. (2003). Artropofauna de importancia f auna de importancia f auna


de importancia forense en un ense en un cadáver de cer er de cer er de cerdo
en el Callao, do en el Callao, do en el Callao, Perú. Revista Brasileira de
Zoologia, 20(1), 85-90.

INSAURRALDE, D. R. (2003). Presencia de. Chrysomya albiceps.

MARSHALL, S. A.; WHITWORTH, J. Y L. ROSCUE. 2011. Blowflies (Diptera:


Calliphoridae) of Eastern Canada with a key to Calliphoridae subfamilies and
genera of Eastern North America, and a key to the Eastern Canadian species
of Calliphorinae, Luciliinae and Chrysomyiinae. Canadian Journal of
Arthropod Identification. No. 11.

MEGNIN, P. 1894. La faune des cadavres. Application de l’entomologie a la


médicine légale. Encyclopdie scientifique des Aides-Mémorie, Masson, Paris
Gauthier-Villars, Paris. 214 p.

80
MONAGHAN, P.R. 2007. Maggots, notes from academe. Chronicle Higher
Educ., LIII,: A48-A48.

OLIVA, A. (2007). Frecuencia y distribución temporal de moscas cadavéricas


(Diptera) en la ciudad de Buenos Aires. Revista del Museo Argentino de
Ciencias Naturales nueva serie, 9(1), 5-14.

PALMER, D. H. (1980). Partitioning of the carrion resource by sympatric


Calliphoridae (Diptera) near Melbourne (Doctoral dissertation, La Trobe
University).

PAPE, T.; WOLFF, M. Y E. AMAT. 2004. Los califóridos, éstridos, rinofóridos y


sarcofágidos (Diptera: Calliphoridae, Oestridae, Rinophoridae,
Sarcophagidae) de Colombia. Biota Colombiana, 5 (2): 201-208.

PÉREZ, S. (2007). Muscidae (Diptera) de interés forense en Colombia: importancia


y distribución. In Memorias del XXXIV Congreso de la Sociedad Colombiana
de Entomología, Cartagena de Indias, del (pp. 25-27).

RUEDA, L. C., ORTEGA, L. G., SEGURA, N. A., ACERO, V. M., & BELLO, F. (2010).
Lucilia sericata strain from Colombia: Experimental colonization, life tables
and evaluation of two artifcial diets of the blowfy Lucilia sericata
(Meigen)(Diptera: Calliphoridae), Bogotá, Colombia Strain. Biological
research, 43(2), 197-203.

SALDIVAR CARREON, A. L. D. O., PERESGASGA, V., & TERESA, M. S. M. (2010).


Requerimientos de temperatura para el desarrollo de moscas de la familia
Calliphoridae en una zona urbana semidesértica de Coahuila. UAAAN. 42 p.

SHEWELL, G. E., MCALPINE, J. F., PETERSON, B. V., SHEWELL, G. E., TESKEY,


H. J., VOCKEROTH, J. R., & WOOD, D. M. (1987). Manual of Nearctic
Diptera. Agriculture Canada Monograph, 28.

TRIPLEHORN, C. A., & JOHNSON, N. F. (2005). Study of insects. United States of


America, Thomson Brooks.

USAQUÉN, W.; CAMACHO, G. 2004. Ciclo de vida de Lucilia sericata (Diptera:


Calliphoridae) como primera especie colonizadora presente en hígado

81
humano realizado en el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias
Forenses. Revista de INML y CF. 18(2):31-36.

VERGARA-PINEDA, S., DE LEON-MUZQUIZ, H., GARCÍA-MARTÍNEZ, O.,


CANTÚ-SIFUENTES, M., MUHAMMAD, B. H., & TOMBERLIN, K. J. (2009).
Comportamiento de arribo de moscas necrófagas (Diptera: Calliphoridae) a
un cadáver humano. Entomología mexicana, 8, 792-797.

VISCIARELLI, E., COSTAMAGNA, S., LUCCHI, L., & BASABE, N. (2007). Human
myiasis in Bahía Blanca, Argentina: period 2000/2005. Neotropical
entomology, 36(4), 605-611.

WELLS, J. D., PAPE, T., & SPERLING, F. A. (2001). DNA-based identification and
molecular systematics of forensically important Sarcophagidae
(Diptera). Journal of Forensic Science, 46(5), 1098-1102.

YUSSEFF, V., S. Z. 2007. Efectos de la temperatura sobre el desarrollo de


Chrysomya rufifacies y Cochliomyia macellaria (Diptera: Calliphoridae), dos
especies importantes para la entomología forense en Puerto Rico. Tesis de
Maestría. Universidad de Puerto Rico. Mayaguez Puerto Rico. 98 pp.

82
CONCLUSIONES FINALES.
La información derivada de la presente investigación resulta relevante, sobre todo
para la división de periciales, el obtener información que pueden utilizar para
determinar con mayor facilidad el intervalo posmortem en los laboratorios forenses
y así elaborar dictámenes con datos de la región que puedan ser validos en un juicio
oral. Además, se proponen dietas alternativas para la cría de L. sericata en
condiciones de laboratorio, por si se impulsa la terapia larvaria en nuestro país. De
esta forma, con base a los resultados obtenidos, se puede llegar a las siguientes
conclusiones:

 Hacen falta laboratorios preestablecidos para criar y estudiar las especies de


importancia forense presentes en el país, ya que la Entomología forense
comienza a ser un referente dentro del marco penal del país.
 Se obtuvieron datos necesarios para proyectar curvas de crecimiento
preliminares en cuanto a la duración del ciclo de vida y la longitud larval de
L. sericata, C. macellaria y C. rufifacies, pudiéndose mejorar y precisar con
estudios futuros sobre las mismas especies en la región, e incluso en
regiones distintas del país, sobre distintos sustratos alimenticios y un rango
amplio de temperatura.
 Las curvas de crecimiento obtenidas pueden ser utilizadas para obtener un
intervalo posmortem aproximado, nunca exacto, ya que para eso los estudios
deben realizarse directamente con los tejidos implícitos y en las condiciones
climáticas en las que el cuerpo haya sido descubierto; lo que podría
arrojarnos resultados aún más cercanos sería el hacer estudios en cadáveres
humanos directamente, lo que es imposible en el país ya que, por cuestiones
éticas, no se permite el uso de cadáveres para hacer un estudio de sucesión
y/o desarrollo larvario en su hábitat natural y en distintas circunstancias.
 Hace falta una clave taxonómica que describa a todas las especies de
importancia forense presentes en México para así facilitar su identificación y
poder utilizarla como referencia en futuros estudios y dictámenes periciales
de país.

83

También podría gustarte