2do. PARCIAL
2do. PARCIAL
2do. PARCIAL
Descartes tiene como objetivo construir un único método universal que puedan usar todas las
ciencias,
que permita usar la razón para poder llegar a conclusiones verdaderas y sin errores.
. Principio de evidencia:
. Principio de análisis: Consiste en descomponer y dividir las partes desde la más compleja
hasta la más simple y evidente, PARA OBTENER una mejor solución.
. Principio de síntesis: ascender gradualmente desde el conocimiento más simple hasta el más
complejo siguiendo el orden de la deducción, ordenar las razones, componer las partes
analizadas.
. Principios de enumeración: revisar toda la CADENA SIN omitir nada y que no contenga
errores.
HIPERBOLICA hiperbólica porque se aplica de manera exagerada hasta que no quepa duda
alguna, es una certeza absoluta
Descartes decide atacar los primeros principios o bases de la filosofía ya que, según él, intentar
revisar todas las creencias es una tarea infinita, es imposible poder analizar y atacar todos los
conocimientos.
Estos principios están compuestos por: el conocimiento de los sentidos, porque nos engañan y
provocan ilusiones
Argumento del sueño: En este argumento Descartes muestra que hay sueños que parecen muy
verosímiles, son muy similares a las cosas de la realidad. Los sueños se componen de cosas
que son reales, hay veces en las que es muy difícil diferenciar entre la realidad y el sueño.
Los sentidos son distorsionados en los sueños, ya que en ellos aparecen como cosas y
composiciones similares a la realidad, pero que no son la realidad, y no hay forma de saber si
esas percepciones sensibles son de un sueño o no.
Esto demuestra que nuestros sentidos no son totalmente fiables como forma de acceder el
conocimiento (el conocimiento sensible es rechazado).
COGITO, SUM
YO SOY, YO EXISTO (COGITO, SUM), esa es la primer certeza indudable a la que arriba
Descartes. Si el genio maligno puede engañarnos es porque somos algo y aunque nos engañe,
no podrá hacer que no seamos nada, mientras estemos pensando somos algo. Así llega a una
primera certeza verdadera.
La conclusión de ser una sustancia pensante muestra un ser dualista, ya que considera que hay
una separación entre el cuerpo (cosa externa) y el alma, para poder pensar deja fuera toda la
corporalidad, lo más fácil de conocer es el pensamiento, el cuerpo es inconceptualizable.
Pensar es un atributo del alma que consiste en dudar, concebir, afirmar, negar, querer o no,
imaginar, sentir, realizar cualquier actividad psíquica.
Descartes plantea tres pruebas mediante las cuales busca demostrar la existencia de Dios, esto
lo hace para desmantelar al genio maligno y encontrar una salida del cogito, sum: hay certeza
de que yo existe y que existe Dios. La existencia de Dios le otorga validez a la razón, mediante
la cual podemos conocer. Este ser también nos ha dado el poder del entendimiento: la razón y
las ideas innatas con las cuales podemos alcanzar el conocimiento verdadero, y si nos
equivocamos es solo porque nos crea libres, pero el error puede ser evitado si se aplica
correctamente la razón que nos dio.
. Primera:
El filósofo comenzará por distinguir y dividir los distintos modos de pensamiento y en cuáles
puede haber verdad o error:
. Ideas: son como imágenes de las cosas, considerados en sí misma sin necesidad del exterior,
por lo que no pueden ser falsas ni verdaderas.
. Deseos: tampoco pueden ser falsos ni verdaderos ya que no es falso lo que deseamos.
. Juicios: en este caso existe la posibilidad de equivocarse, solo en los juicios puede haber error
ya que es voluntario, el hombre decide.
LA REALIDAD DE LAS IDEAS: Todos tenemos una idea de Dios, las ideas tienen dos
realidades:
. Formal: toda idea la posee en tanto sea algo, en tanto modificación de la sustancia pensante.
Todas las ideas tienen igual forma: son modificaciones de la sustancia pensante.
. Objetiva: la idea tenga capacidad de representar algo, lo que represente sustancia tendrá más
grado de realidad que las que representan accidentes o modos. La realidad objetiva de la
causas de una idea debe tener igual o mayor grado de realidad que la idea.
El ser humano es un ser finito, posee un grado insuficiente de realidad como para crear o ser la
causa de la idea innata de un ser infinito como Dios. Tiene que haber una realidad infinita que
se corresponda a la realidad objetiva de una idea infinita, esa realidad infinita es Dios, por lo
tanto, Dios existe.
. Segunda:
Dado que poseemos la idea de Dios /un ser perfecto, infinito, eterno) si no es por Dios que
existimos, entonces es necesario que sea por nosotros mismos o porque hemos existido
siempre, entonces si fuéramos nuestros propios creadores nos habríamos otorgado todas las
perfecciones de Dios y las habríamos conservado en el tiempo, podríamos crearnos
constantemente. Como no las poseemos, debe haber algo que nos cree y nos conserve y ese
alguien es Dios, por lo tanto, Dios existe.
. Tercera:
Si la idea de Dios, es la idea de un ente perfecto significa que este ente lo tiene todo, por lo cual
no puede faltarle la existencia ya que no sería perfecto, por lo tanto, Dios existe.
LAS IDEAS
. Innatas: aquellas que nos vienen al nacer en nuestra alma, independientes de la experiencia.
. Adventicias: aquellas que provienen de la experiencia, son percibidas del mundo exterior.
HUME:
RACIONALISMO-EMPIRISMO
Racionalismo:
Es una teoría basada en la afirmación de que la razón es la fuente del conocimiento humano.
Creen en la intuición. Los individuos tienen conocimientos innatos. El conocimiento se basa en
el uso de la razón y la lógica. La forma de acceder al conocimiento es a través de la deducción.
La metafísica es de suma importancia (es uno de los pilares del conocimiento).
Empirismo:
Es una teoría QUE DICE que la experiencia es la fuente del conocimiento. No creen en la
intuición. Los individuos no tienen conocimientos innatos. El conocimiento se basa en la
experiencia y la experimentación. La forma de acceder al conocimiento es a través de las
experiencias sensoriales, se hace uso del método inductivo. Debate contra la validez de la
metafísica, considera que el conocimiento central es el empírico y que no existen los contenidos
mentales.
Hume dice que dentro de la mente humana se hallan dos tipos de percepciones: y derivan de la
experiencia
. Impresiones: son aquellas percepciones que se captan más fuerte, VER UNOS LENTES de
manera directa e intensa. Se siente en el momento. Estas se dividen a su vez en
Sensibles: son aquellas que surgen en el alma provenientes de los sentidos y se originan por
causas desconocidas exteriores (experiencia externa).
Reflexivas: son aquellas que provienen desde nuestro interior, desde nuestra mente: a partir de
las Ideas. Las despierta físicamente una idea, es una pasión mental que nos lleva a reflexionar y
formular una idea de reflexión (experiencia interna).
Se reciben de manera no innata, son causas por las impresiones. La diferencia entre la
impresión y la idea de sensación es la vivacidad (la impresión se siente de manera más fuerte).
Tanto las ideas como las impresiones pueden ser simples (aquellas que no admiten división, no
se pueden descomponer) o complejas (se pueden descomponer, están conformadas por varias
percepciones). Las ideas complejas son asociaciones entre Ideas, retenciones de la
imaginación.
EL MICROSCOPIO DE HUME
Si no encontramos esa impresión, quiere decir que no se trata de una idea realmente, sino una
palabra sin significado preciso. SEPARA LAS IDEAS VERDADERAS DE LAS FALSAS
Lo primero que percibimos es una impresión sensible (a partir de una causa desconocida) de la
que se deriva una idea, a partir de esa idea surge una impresión reflexiva que puede ser
pasiones, deseos o emociones, a partir de esa impresión reflexiva, se llega a una idea de
reflexión.
Las ideas son causadas por las impresiones. La permanencia y reproducción de las mismas se
debe a la actividad conjunta de la memoria y la imaginación. Las ideas son menos vivaces y
fuertes que las impresiones, se encuentran en el pensamiento y la razón. Es por esto que se
considera que la diferencia entre las ideas y las impresiones radica en la vivacidad (la intensidad
con la que son percibidas).
. Imaginación: es la facultad por la cual reproducimos las impresiones, pero estas han perdido
toda su vivacidad y son meramente ideas, esto se hace mediante leyes de asociación
(semejanza, causalidad, continuidad). Con ellas es posible unir y asociar a las ideas. Sin
embargo, la imaginación es engañosa, no brinda un conocimiento seguro.
A partir de este sistema empírico, Hume va a explicar que entonces no podemos tener certeza
de los conceptos metafísicos porque estos no provienen de impresiones (ni sensibles ni
reflexivas) por lo que su conocimiento no es seguro.
Hume dice que somos seres perceptivos y que le damos a nuestra razón más poder del que
tiene, que en realidad el conocimiento tiene un límite, este va a estar determinado por los
objetos del mundo exterior, estamos limitados a conocer y tener verdad solo de las cosas que
podemos experimentar. Para Hume las ideas de Dios, alma, sustancia, yo, son nombres sin
sentido y sin validez, producto de nuestro espíritu y de nuestra imaginación (critica fuertemente
a Descartes, al racionalismo y a la metafísica).
CRITICAS DE HUME
Hume realiza una crítica directa a Aristóteles. Considera que no existe la Idea de sustancia, que
es una ficción metafísica, que las cosas no tienen una esencia.
Las cualidades particulares que forman a una sustancia refieren a algo desconocido, que es
inseparable de la cosa por la relación de contigüidad y causalidad.
Las impresiones que tenemos de las cosas se presentan con una continuidad, una constancia y
coherencia que hace que nuestro espíritu le atribuya una identidad determinada. El fluir de la
imaginación a través de percepciones semejantes permite crear la ficción de una existencia
continua (identidad). Aun cuando las cosas cambian presentan una coherencia que nos hace
pensar que son el mismo objeto, sin embargo, esto no puede ser comprobado. La identidad que
presuponemos de las cosas y en los otros no tiene manera de probarse en ninguna impresión
(no son impresiones sensibles porque no pueden derivarse de la experiencia externa), y ninguna
cosa es igual a sí misma siempre. Según Hume, la coherencia y constancia con la que las cosas
se presentan delante nuestro, esas nociones solo pueden ser producto de la acción conjunta de
la memoria y la imaginación.
La Idea del yo (sustancia pensante) implica considerar que existe una idea constante, continua e
invariable a través del tiempo. Sin embargo, el yo referencia a un conjunto de varias
percepciones que tenemos de nosotros mismos en diferentes estados, pero estas no nos
configuran, no estamos definidos por una sustancia, ni poseemos una identidad determinada; ya
que el conjunto de percepciones que tenemos de nosotros mismos son cambiantes, no son
constantes. La Idea del yo no deriva de ninguna impresión constante, sino todo lo contrario, por
eso la idea del yo no existe. Esto nos lleva a la conclusión de que no existe un yo como
identidad cerrada.
Según Hume, la Idea del yo deriva de una creencia que tiene origen en la imaginación; esto
surge por alguna impresión vivaz de la memoria, nos hace creer en la existencia continua de los
objetos.
Hume ubica la idea de causa entre las ideas complejas porque está compuesta por cuatro
elementos:
Para Hume, la causalidad es un hábito mental, que algo suceda en un caso empírico no me
asegura que vaya a suceder nuevamente en los siguientes.
La conclusión es que la experiencia nos muestra solo sucesiones. Es el hábito el que fomenta
en la mente un proceso de repetición. La idea de conexión necesaria proviene de un sentimiento
que el espíritu experimenta del tránsito usual de una idea válida desde un punto de vista
objetivo, no nos da conocimiento de las cosas mismas, ya que no tiene el mismo sentido que
una impresión. Es decir, que la causalidad es subjetiva, es una impresión interna de nuestra
mente la que nos hace pensar que existe una conexión necesaria entre dos hechos.
Hume no explica cuál es el origen de las impresiones sensibles y lo considera una “causa
desconocida” porque para poder explicarlo debería hacer uso de la metafísica, es decir, es algo
que no se puede comprender de forma empírica, por ende, estaría entrando en contradicción
con su propio pensamiento.
KANT:
Es un conjunto de textos donde Immanuel Kant realiza un análisis o inspección de la facultad del
pensar,
Para Kant, es importante y necesaria porque permite que la filosofía salga de su estancamiento
(los filósofos vigentes en su época no ofrecían una fundamentación satisfactoria para poder
explicar si era posible un conocimiento universal.
ENCUENTRA EN LA RAZON
. Racionalismo: La garantía del conocimiento proviene de Dios, pero todo conocimiento válido
debe de poder remitirse a la experiencia. Kant lo llama dogmático ya que hace uso de la razón
sin criticar previamente su poder.
. Empirismo: Solo permite realizar juicios sobre lo particular y contingente. Hume sostiene que
no existe el conocimiento universal, la identidad ni la conexión necesaria. Kant lo tilda de
escéptico por cuestionar y rechazar todo lo que no proviene de la experiencia.
Según Kant, tanto el empirismo como el racionalismo comparten una característica en común:
ambos son REALISMO. Esto significa que el objeto determina el conocimiento y la mente se
adecúa a la realidad. El conocimiento sensible está determinado por el objeto, es siempre de
cosas en sí, que deben ser reflejadas tal cuales son.
REVOLUCIÓN COPERNICANA
Kant remite a la Revolución Copernicana para explicar cómo hay que cambiar el paradigma
acerca de cómo conocemos las cosas. Kant planea producir una filosofía revolucionada tal y
cómo Copérnico lo hace con la física. Lo esencial de esta revolución kantiana es que el
conocimiento deja de concebirse como el reflejo del objeto tal y como es, el sujeto va a dejar de
ser pasivo. El conocimiento implica construir la realidad.
IDEALISMO TRASCENDENTAL
Para Kant, el conocimiento tiene un límite y no podemos acceder a la cosa en sí, solo a una
representación de la misma.
Este filósofo es un idealista trascendental, es decir, considera que el sujeto es el que constituye
(no crea) a la realidad y a los objetos. Tan solo conocemos al objeto tal y como podemos
percibirlos con nuestras facultades cognoscitivas, más no conocemos al objeto en sí. Esto es a
lo que se conoce como “revolución kantiana”.
El objeto que surge del orden del conocer (de lo cognoscible) se llama fenoménico, y es
conocido y constituido por el sujeto trascendental, es decir, un sujeto no empírico. Todos
constituimos al objeto fenoménico de la misma manera ya que en tanto sujeto trascendental
poseemos la estructura racional cognoscitiva que nos posibilita el conocimiento.
Para Kant, también existe un objeto en sí llamado noúmeno, el cual no puede ser conocido, pero
sí puede ser pensado por la razón. El noúmeno es una idea trascendental regulativa de la razón,
que es tan solo una especulación y no un conocimiento, pero que es útil ya que nos permite
pensar y especular hacia dónde debe dirigirse la humanidad. Este ideal regulativo va a funcionar
como un modelo a seguir que permite el progreso del conocimiento y la humanidad.
Según Kant, la lógica entra en el camino seguro de la ciencia ya que no ha necesitado dar
ningún paso atrás desde Aristóteles, se encarga de realizar juicios analíticos, un tipo de
conocimiento que no requiere de lo empírico y esto lleva a que no avance, está estancada. Los
límites de esta ciencia están señalados con plena exactitud por ser una ciencia que no hace más
que exponer detalladamente y demostrar con rigor las reglas formales de todo pensamiento, sea
este a priori o a posteriori. El éxito de la lógica está en que su limitación le permite abstraerse de
todos los objetos de conocimiento y sus diferencias. En la lógica el entendimiento se ocupa
solamente de sí misma y de su forma.
LA FÍSICA
Los objetos que la física estudia son empíricos, pero incluso esta ciencia solo debe tan
provechosa revolución de su método a una idea, la de basar en la naturaleza lo que la misma
razón pone en ella, lo que debe aprender de ella, de lo cual no sabría nada por sí sola.
La pregunta para Kant será si es posible que exista un conocimiento sintético y a priori
verdaderamente. Solo en el conocimiento a priori se puede pensar lo necesario y universal,
siendo un conocimiento absolutamente válido. En cambio, el conocimiento a posteriori otorga
solo una generalidad comparativa y no una universalidad, ya que en la experiencia las cosas
son particulares y contingentes, lo que significa que no puede estar seguro si estas serán así o
no en el futuro, mientras que los juicios a priori al ser estrictamente universales y necesarios
siempre son absolutos.
El conocimiento tiene que ser una síntesis de lo empírico y el entendimiento, por eso para poder
conocer al objeto fenoménico se requiere de la facultad cognoscible.
. Imaginación: es la facultad anfibia ya que se conecta tanto con la sensibilidad como con el
entendimiento, funciona como mediadora que permite que el entendimiento posibilita la síntesis:
subsumir un objeto al concepto, se encarga de completar el cuadro de las facultades, de una y
conecta a la sensibilidad para que el entendimiento la piense y sintetice, así el sujeto puede
constituir el objeto de conocimiento.
“AUNQUE TODO NUESTRO CONOCIMIENTO COMIENCE CON LA EXPERIENCIA, NO POR
ESO PROCEDE TODO ÉL DE LA EXPERIENCIA”
Esto significa que el conocimiento a posteriori nunca otorga a sus juicios universalidades
verdaderas sobre comparaciones de cosas particulares, generalidades. Las experiencias al ser
individuales y contingentes no proveen la seguridad de que en un futuro seguirán siendo así, en
cambio, el conocimiento a priori siempre estrictamente necesario y universal, válido y es por eso
que es necesario que con el entendimiento se conceptualice la sensibilidad.
ESPACIO Y TIEMPO
Estructuran la sensibilidad del material empírico (permiten ubicar a los objetos). El espacio y el
tiempo tienen por un lado una realidad empírica, ya que se perciben a través de una
experiencia, pero, por otro lado, son subjetividades trascendentales, ya que son intuiciones,
siempre son necesarias y universales, son inseparables del sujeto trascendental y mediante
ellas se puede organizar el material obtenido pasivamente de los objetos. El espacio ubica
objetos en una relación de exterioridad unos con otros y el tiempo hace la relación de sucesión.
Para que estas intuiciones tengan significado es necesario que el entendimiento las categorice.
CONCEPTOS PUROS
Un concepto puede ser empírico (a posteriori) o puro (a priori). Estos conceptos o categorías
puras están presentes en el entendimiento con independencia de la experiencia, es decir, no se
abstraen de la materia sensible. Permiten que el entendimiento se forme un juicio con respecto
del objeto (se necesita formar un juicio más general). Imponen una unidad de orden superior o
general, actúan como el presupuesto de conceptos empíricos. Solo mediante la síntesis que
hace el entendimiento de lo empírico se puede obtener una representación en la consciencia
que nos ayude a constituir al objeto de conocimiento, necesitamos conceptualizar para poder
conocer.
CONOCER Y PENSAR
Para conocer un objeto es necesario que se pueda demostrar su posibilidad (ya sea por el
testimonio de la experiencia, a partir de la realidad efectiva de él, ya sea a priori, por la razón).
Pero pensar se puede pensar lo que quiera, con tal de que uno no se contradiga a sí mismo, es
decir, con tal de que el concepto sea un pensamiento posible, aunque no se pueda asegurar
que en el conjunto de todas las posibilidades a este le corresponda, o no, un objeto.
Conocer es algo que puede darse de los objetos fenoménicos, mediante las intuiciones.
Mientras que pensar implica unir las representaciones en una conciencia creando así un juicio
sobre las cosas. No podemos pensar un objeto sino mediante categorías, ni podemos conocer
ningún objeto sino a través de intuiciones que corresponden a esas categorías. No podemos
tener conocimiento a priori sino de objeto de la experiencia sensible.
CIENCIA Y METAFÍSICA
La razón está limitada por la experiencia, si busca ir más allá de estas corre el riesgo de caen en
falacias y antinomias (contradicciones). Es allí donde la metafísica que antes era considerada
como la reina de todas las ciencias es abandonada. La metafísica no va a ser considerada como
una ciencia sino como un conocimiento especulativo de la razón aislado, que intenta siempre ir a
conceptos a priori y la razón se atasca continuamente y retrocede en busca de nuevos caminos.
Para Kant, la metafísica será el ámbito del neúmeno, sirve para especular sobre el progreso
humano, guía a la humanidad hacia el progreso del saber, por esto la metafísica es algo
fundamental. Es el ámbito de lo pensable, lo incondicionado ya que no tiene causas. La
especulación nos permite alcanzar los ideales regulativos de la razón que son: la idea del
mundo (totalidad de los entes), la idea de Dios (ente supremo) y la idea del alma (totalidad de
entes racionales).
Mientras que el conocimiento científico será el ámbito del objeto fenoménico, de lo cognoscible,
está condicionado por leyes causales.
Kant dice que es necesario exigirle a la razón que emprenda nuevamente su propio
conocimiento y establezca un tribunal cuya finalidad es someter a juicio a la razón misma, ya
que para Kant no hay nada más seguro que la autoconciencia. Con el juicio se establecerá qué
es lo que la razón puede legítimamente conocer y qué no, establece sus límites. Este tribunal es
la crítica a la razón pura.
La razón es la facultad de la unidad de las reglas del entendimiento bajo los principios: dar
unidad a priori mediante conceptos al entendimiento, es decir, que el principio de la razón es
encontrar lo incondicionado en el conocimiento condicionado del entendimiento, aquello con lo
que la unidad de este queda completada. Las ideas como Dios, mundo, alma expresan la
necesidad humana de alcanzar una unidad que no tiene existencia objetiva. Las ideas
regulativas impulsan el progreso de la ciencia. El intento de la razón en hipotetizar a las ideas,
de ubicarlas espacio-temporalmente conlleva a la dialéctica trascendental la cual es engañosa y
nos trae siempre contradicciones.
El único modo de no caer en contradicciones es que la razón no se extienda a las cosas en sí,
esas condiciones no valen para el objeto fenoménico. Ideas trascendentales deben tener un uso
regulativo, es decir, dirigir el entendimiento a un objeto en el que convergen todas las reglas.
En las ciencias hay razón cuando en ellas se puede conocer algo a priori y este conocimiento
tiene dos tipos de relación con su objeto:
Ambos de conocimientos han de exponerse primero por separado, su parte pura y luego el resto
de sus fuentes.
La matemática y la física son conocimientos teóricos de la razón que determinan a sus objetos a
priori. La matemática los determina enteramente de manera pura y la física de manera
parcialmente pura, debiendo recurrir a otras fuentes para terminar de determinarlo. La
matemática y la física hacen que los objetos digan lo que nosotros proyectamos en ellos.
La razón solo conoce lo que ella misma produce, la razón debe anticiparse a los principios de
sus juicios de acuerdo a leyes constantes y tiene que obligar a la naturaleza a responder sus
preguntas. Basar a la naturaleza lo que la misma razón pone en ella, lo que debe aprender de
ella, de lo cuál no sabría nada por sí sola.
Para Kant, esta ética está basada en el deber, la crea con la forma de una ley universal (vale
para todo ser racional) en la cual se determina de manera a priori la voluntad humana haciendo
que esta solo se rija por el deber y sea totalmente autónoma de los deseos y las pasiones. La
voluntad es determinada como objetiva, absoluta e inmediata. Esta razón práctica es legisladora
y determina a la voluntad y a la libertad de forma a priori: pertenecer al orden de lo neuménico.
Para poder obrar bien es necesario ilustrarse de manera que podamos realizar la operación
deductiva que va desde la ley fundamental universal de la moralidad hasta las máximas que
regulan los actos humanos. Además Kant va agregarle la intención del individuo, la cual se juzga
para determina su moral.
Las máximas funcionan como si fueran leyes, pero no lo son, y la moral debe estar separada de
los deseos y seguirse solo por el deber de esa ley. Son leyes vacías de contenido verdadero.
En esta ley moral se expresa la autonomía de la razón pura práctica: la liberta, esta es incluso la
condición formal de todas las máximas de la ley, pero siempre siguiéndose por el deber de la
misma abandonando los deseos que nos afectan de forma patológica.
CRÍTICA DE DELEUZE
El problema con la ética kantiana es que está vacía de contenido, las personas pueden
rellenarla desde su perspectivas. Es una ley que no dice absolutamente nada y puede ser
rellenada con cualquier cosa (resulta inútil porque no dice como obrar o evaluar un dilema ético).
Esta ley lleva a negar la libertad humana ya que la voluntad y la libertad humana pasan a ser
autónoma de deseo, las personas solo son libres para poder obedecer el deber de la misma ley,
es decir, pierden su libertad. La ética kantiana convierte a la gente en libres apáticos, gente que
no posee deseo alguno, haciendo que la gente parezca cadáveres en un cementerio, como los
muertos que no sienten absolutamente nada.
LOS ACTOS
Los actos moralmente buenos son aquellos que surgen de manera desinteresada y racional, se
obra de tal modo que la máxima de tu voluntad puede valer siempre como un modelo correcto
para toda la humanidad.
Los actos moralmente malos serán aquellos en donde la voluntad sea afectada patológicamente
por esas enfermedades que Kant llama deseos o pasiones. Actuar de forma contraria al deber
Los actos moralmente neutros son aquellos en los cuales a pesar del deseo igualmente sirven
como modelos o principios correctos.
Ser libre es no sentir afecto ni deseo y obrar voluntaria y racionalmente conforme al deber y el
modelo que este determine.
Kant plantea y piensa a la historia como un proceso abierto y progresivo, busca en ella una
racionalidad de las acciones humana. Según él, estas tienen un fin particular designado por la
propia Naturaleza y este debe cumplirse plenamente. La naturaleza está siendo pensada como
una teleología (fines) ordenadora supraindividual permanente e inmanente.
Kant va a mostrar que la historia humana en realidad solo responde a leyes universales que
logran que esa historia progrese hacia lo mejor (en la historia hay una razón organizadora) y
esta idea regulativa que presupone que la naturaleza tiene un plan acorde con fines que se
desenvuelven mediante luchas y antagonismos; así la naturaleza busca que el hombre se
esfuerce y lleve a cabo todos sus fines a la plenitud, pero ese progreso solo se va a lograr con el
esfuerzo continuo de toda la especie humana a lo largo de diversas generaciones. No va a ser
el individuo el que alcance la perfección, sino que va a ser la especie humana la que avance
intelectual y racionalmente hacia el bien.
Kant entonces se referirá a una historia en un sentido universal, donde el conjunto de acciones
humanas se dirige y avanza en base a una razón ya plena y esto solo podrá ocurrir si el estado
cosmopolita es universal, racional y regido por el derecho donde todas las personas vivan
plenamente bajo una única razón que impera universalmente a todos.
Al fin y al cabo, eso conllevaría a una falta de diversidad de cultura (junta a todas las culturas
dentro de una sola). Los defensores de Kant lo interpretan como el padre de los derechos
humanos internacionales.
PRINCIPIOS
Primero: Todas las disposiciones naturales (teleológicas inmanentes de las acciones humanas)
de una criatura están destinadas a desarrollarse alguna vez completamente y como arreglo a un
fin. Esto se confirma en todos los animales tanto por la observación externa como por la interna.
Segundo: Kant hace una diferenciación entre el individuo y la especie diciendo que en el hombre
(una criatura racional) aquellas disposiciones naturales que tienden al uso de la razón solo
deben desarrollarse por completo en la especie humana y no en el individuo finito.
Tercero: La naturaleza ha querido que el hombre extraiga por completo de sí misma todo
aquello que sobrepasa su existencia y no participe de otra felicidad o perfección que la que él
mismo (libre de instinto) se haya procurado por medio de la propia razón.
Cuarto: el medio del que se sirve la naturaleza para llevar a cabo el desarrollo de todas sus
disposiciones es el antagonismo/discordia dentro de la sociedad. Este antagonismo debe
entonces convertirse en la causa de un orden legal de esas disposiciones. Antagonismo significa
el carácter sociable-insociable de la humanidad (lo que nos hace humanos). Estas tendencias
naturales del ser humano de ser sociable e insociable a la vez conllevan a conflicto que para la
naturaleza son justificados ya que mediante esos es posible lograr el alcance pleno de las
disposiciones y el orden social/legal.
Así es como Kant ve en los deseos patológicos una función útil que es la de hacernos progresar
mediante la discordia, haciendo que los hombres se esfuercen por pensar por sí mismos,
logrando que con el tiempo la especie humana sea cada vez más racional, alcanzar la razón
plena.
La tendencia natural de socializarse implica que el hombre en un estado sociable busca
desarrollar sus disposiciones naturales a la par de sus semejantes. Mientras que la tendencia
social de individualizarse o aislarse implica que el hombre dirige a la vez todo según su modo de
pensar, donde se resiste a los demás, llevado por esto a la pereza, la ambición, su codicia, el
dominio, etcétera.
Así el ser humano frente a sus semejantes puede no soportarlos y a la vez ser incapaz de
prescindir de ellos. El ser humano no puede vivir solo porque por un lado posee necesidades
que satisfacer y por otro porque la compañía del otro es necesaria para poder pensar: el
pensamiento solo es posible si hay otro.
La naturaleza planta la discordia para que los hombres abandonen la pereza y el conformismo y
se esfuercen en volver plenas sus disposiciones.
Quinto: el mayor problema de la especie humana es la constitución de una sociedad civil justa
administrada universalmente el derecho. Para Kant, la sociedad civil debe tener distinguido los
límites para que así pueda accionar libremente hacia el progreso de la mejor convirtiéndose en
justa. Ese progreso es atravesado por el esfuerzo de salir de los antagonismos y así ir
avanzando hacia mejor.
Sexto: El hombre es un animal el cual vive entre los de su especie y necesita de un señor: una
autoridad que quebrante su propia voluntad y lo obligue a obedecer una voluntad
universalmente válida, de modo que cada uno pueda ser libre. Pero el ser humano por más que
desee una ley que permita la libertad de todos, sigue siendo una criatura egoísta que abusará
de su libertad. Por eso Kant plantea que el jefe supremo deberá ser justo por sí mismo, pero sin
dejar de ser un humano y ese es un problema mayor aún.
Séptimo: El problema del establecimiento de una sociedad civil perfecta depende a su vez del
problema de la reglamentación de las relaciones estatales. Esto significa que un Estado para
volverse perfecto deberá solucionar sus conflictos con los demás estados, no deberá de haber
más guerra y recién ahí podrá crearse el Estado cosmopolita que gobierna a la sociedad civil
justo.
Octavo: Kant considerará a la historia de la especie humana con la ejecución del plan de la
Naturaleza de volver plenos todas las disposiciones que nos dice y eso será posible cuando se
logre constituir un Estado Cosmopolita Racional Universal que permita desarrollar plenamente
esas disposiciones. En este estado cosmopolita todas las culturas conviven bajo un único orden
legal donde se encuentran representadas. Todas las acciones humanas del mundo, pero
siempre va a haber alguien que sea distinto y por lo tanto considerado ilegal, entonces en
realidad no estarían todos representados por esa ley. Para Kant, este estado implica una paz
mundial que permite la convivencia armónica entre las comunidades.
Noveno: Concebir a la Historia conforme a una idea de cómo tendría que dirigirse el mundo si se
adecuase a ciertos fines racionales, sirve para marcar un hilo conductor para el futuro, uno
donde la especie humana haya desarrollado todas sus disposiciones naturales plenamente,
especialmente la razón.
LA ILUSTRACIÓN
Las tres críticas de Kant van a funcionar como la guía para que la razón alcance su madurez en
la ilustración. La Ilustración es la edad de la crítica, donde Kant llama a la gente a atreverse a
conocer, a pensar por sí mismos, todo un acto de valor. Kant plantea que en todo este proceso
de cuestionar a la autoridad y pensar con la propia razón no implica que el pueblo tenga que
volverse desobediente ante el Estado.
Para Kant la razón posee diferentes usos que dependen de la circunstancia en la que se esté:
. Uso público: este uso se da cuando la persona se encuentra en un ámbito como ciudadano,
como miembro de la humanidad, en ese caso la razón debe usarse con total libertad.
. Uso privado: este uso se da cuando la persona tiene que cumplir un cierto papel en la sociedad
ejerciendo ciertas funciones, en ese caso, la razón deberá de someterse y obedecer a la
autoridad pertinente cumpliendo con sus funciones.
Kant entonces establece un uso correcto de los usos privados y públicos de la razón que van a
garantizar la obediencia y a su vez la libertad, siempre y cuando el principio político al que
obedece sea conforme a la razón universal.
El Estado debe ser racional e inculcar hábitos a sus ciudadanos para que estos también lo sean.
El Estado debe dejar a sus ciudadanos ejercer libremente su razón mientras tanto ellos usen
correctamente la misma y obedezcan cuando es necesario.
NIETZSCHE
La verdad existe: es una construcción comunitaria que se sostiene porque establece una
configuración de mundo válido para un grupo (la verdad es un producto de la historia). Puede
caer porque los consensos sociales son mutables, son producto de las relaciones de poder (si
estas últimas cambiar, cambia la verdad. Por esto, existen varias verdades. La verdad es
productora de mundo.
ETAPAS DEL PENSAMIENTO NIETZSCHIANO (Preguntar a la profe si lo toma)
Primer etapa, Metafísica del Artista: Durante esta etapa Nietzsche es mucho más romántico y se
encuentra influenciado por Schopenhauer y Richard Wagner. Va a centrarse en el estudio del
pensamiento griego y la tragedia, considera que el arte nos puede ayudar a salir de la
decadencia vital, nos sirve como consuelo ante la existencia deprimente y nos permite buscar
algo de sentido creativo en la vida.
Tercer etapa, Fisiología del Arte: ya en esta época Nietzsche es el nihilista propiamente dicho,
considera que solo existe la apariencia, no existen las esencias o sentidos del ser en la
existencia, y el arte puede ejercer un consuelo, pero intramundano. Nietzsche creerá que solo
existe una sola voluntad de poder y es una artística creativa, la que construye interpretaciones
vitales que posibilitan transitar la existencia y para poder llegar a esas interpretaciones habrá
que ver cuál tiene más potencialidad vital y qué consecuencias ético-políticas tienen en el
mundo. El arte será la buena voluntad de la apariencia.
En esta etapa es cuando escribirá sobre el eterno terno, amor a lo que acontece, la muerte de
Dios, el superhombre, la voluntad del poder, más allá del bien y el mal.
Con Nietzsche la estructura de ser escritor es más bien poética y no sistemática, da paso a
interpretar muchos significados diferentes en sus textos. Por eso el lector deberá, para poder
leerlo, ser mucho más activo. Alrededor de sus etapas Nietzsche va a ir cambiando y con él su
filosofía de vida hasta convertirse en el nihilista propiamente dicho. En todos sus textos va a
relacionar ética, política y arte. Según Vattimo, la filosofía de Nietzsche (la cual nombra hechos
biográficos de su vida) funciona como una ontología hermenéutica, es decir, como un estudio
del ser desde la interpretación: no hay esencia ni sentido, solo existen interpretaciones sin
fundamento, solo existe la apariencia y la creación del ser pasa a ser una producción ontológica.
Por otro lado, va a haber una noción del clasismo griego (arte griego), una noción de
deconstrucción de la cultura occidental y una noción de crítica del lenguaje. Cacciari va a decir
que Nietzsche y su pensamiento es pames tético, es decir, que todo lo relaciona con el arte.
En este texto Nietzsche hace una especie de resumen de la historia de la filosofía y nombra una
contraposición entre un “mundo verdadero” y un “mundo aparente”, con la cual va a explicar esa
historia de la filosofía como la “historia del error”, el erro será cómo la filosofía a lo largo del
tiempo ha considerado un mundo verdadero.
Este historia constaría de seis etapas, siendo las últimas dos pertenecientes a Nietzsche. En
cada uno de los momento históricos se habla de algo común y algo que cambia; lo común será
la valoración que se le otorga a los fundamentos y lo que cambia es el nombre, la máscara,
aunque la identidad ontológica persiste. Todas esas máscaras o nombres son nociones que
aluden a la misma cosa: representar una verdad absoluta, universal, trascendente, eterna, un
fundamento supremo. Nietzsche a esas nociones les da el nombre de Theos, ya que al final
operan como dioses y estos Theos van cambiando sutilmente y produciendo un alejamiento
cada vez mayor con lo real.
Vattimo indica que en las distintas etapas que nombra existe una caída de los fundamentos
supremos (theos). El mundo verdadero se convierte en una fábula porque desde el principio fue
solamente una fábula, para Nietzsche, el concepto de verdad no va a ser más que una
adecuación de nuestros discursos lingüísticos a ciertas reglas universales que son aceptadas y
convenidas en un determinado mundo.
Nietzsche plantea que la relación entre el lenguaje y la realidad no es tal, ya que las
construcciones lingüísticas son una creación artística humana que refiere a metáforas sin
fundamento, pero nosotros las vemos como vinculantes a la realidad. Sin embargo, el ve a la
verdad como un conjunto de metáforas que no significan nada.
Segunda (DIOS=VERDAD): Con el cristianismo, el mundo verdadero pasa a ser algo prometido
al sabio, al piadoso, al virtuoso, al pecador que hace penitencia. Ahora la verdad pasa a ser una
simple promesa y el cristiano accederá a ella luego de la muerte., nuevamente en un mundo
trascendente. La verdad es cada vez más inaccesible, inalcanzable.
Tercera (NOÚMENO=VERDAD): Con la Crítica a la Razón Pura, Kant muestra que el mundo
verdadero tal cuál es, es decir, en cuanto noúmeno, no puede conocerse en realidad. El
conocimiento verdadero ya no es posible de alcanzar ni prometer. Aunque las ideas no pueden
conocerse, podrán pensarse, tendrán un cierto contacto con el conocimiento absoluto, y eso
será posible con la conciencia moral que nos dice que debemos o no hacer: en tanto es posible
de pensar, obliga. Nietzsche plantea que el Theos ahora no es demostrable pero sí obligante.
Quinta: El concepto de un mundo verdadero pasa a ser uno que no sirve, es inútil, no cunsuela,
no redime, no obliga, por lo tanto, es refutado y debe eliminarse.
Sexta: Como hemos eliminado el mundo verdadero, también hemos eliminado su mundo
aparente, justamente si no se puede hablar de un mundo verdadero superior a las apariencias,
desaparecen las apariencias también.
Nietzsche nombra a los símbolos de sombre y mediodía haciendo distinción entre filosofía crítica
y filosofía afirmativa nietzscheana. Esta se constituye a partir de la filosofía crítica ya que no solo
se pretende mostrar la historia del error y eliminar los Theos, sino crear un nuevo modo de hacer
filosofía con un espíritu libre y útil para crear. El filósofo artista tiene la tarea de crear nuevos
sentidos a partir de la desconstrucción de los grandes valores universales.
La filosofía de la historia de occidente ha creado fábulas, pero el problema es que esas fábulas
se convirtieron en verdades absolutas y trascendentales. Las fábulas que propone Nietzsche
son provisorias, asumir a la filosofía como creativa y perspectivista, tan solo como una
interpretación de lo real.
El NIHILISMO significa valor de nada, la vida toma valor de nada cuando se la niega o
desperdicia, por eso la idea de otro mundo trascendente, con valores superiores a la vida, son
elementos de ficción. El nihilismo es la creencia de que no existe un sentido, fundamento,
esencia, a fin de la vida o de la existencia del ser.
En Nietzsche filosofar es más bien algo práctico de la acción. Reconocer que la verdad es un
error implica que no hay verdades absolutas tampoco, las verdades universales de la metafísica
son inútiles porque no sirven para la vida.
Este texto pertenece a los escritos de juventud de la primer etapa. Nietzsche pretende abordar a
la verdad y mentira mediante un sentido extramoral, el cual implica el ámbito de lo ontológico y a
la vez del lenguaje. El texto comienza de manera polémica afirmando que el momento más falaz
y sombrío de la Historia Universal fue cuando los seres humanos inventaron el conocimiento,
afirmando entonces que hubo un momento en el cual el conocimiento no existía y mismo que la
razón/conocimiento no es algo natural del ser humano. El sentido extramoral es el lenguaje.
Nietzsche va a referir al conocimiento (producto inventado) como una lucha entre dos instintos:
Para Nietzsche el filósofo soberbio está convencido de que el universo tiene puesta su mirada
en sus obras y pensamientos y esto es una referencia kantiana sobre cómo el sujeto
trascendental es el que constituye a la realidad.
El intelecto solo es un recurso por el cual las personas intentan conservarse en la existencia, y
como medio de conservación desarrollan sus fuerzas principales fingiendo, engañado,
mintiendo. La realidad es que el individuo débil se encuentra sumergido en ilusiones y ensueños
que no conducen a la verdad.
Según Nietzsche, el ser humano sea existir en sociedad y gregariamente (“todos contra todos”),
y por eso precisa de un tratado de paz: la verdad. Piensa el intelecto humano como aquel que
dio lugar al conocimiento, es representado por Nietzsche como un contrainstinto (instinto
degenerativo): encuentra el origen en el lenguaje que es concebido como un tratado de paz
(buscar establecer un orden que permite que todos se comuniquen de forma ordenada). Refiere
a la dimensión política del lenguajes: el lenguaje es instituyente, conforma el orden social, crea
mundo.
El lenguaje representativo es aquel que construye realísticamente al lenguaje y considera que
este nombra a la verdad, el pensamiento nombre a la realidad. Para Nietzsche va a deconstruir
esta visión hablando sobre un lenguaje metafórico/fisiológico, el cual no nombra la verdad, sino
que crea las verdades. Para este filósofo el lenguaje es algo subjetivo y la gramática es política,
ya que siempre hay una puesta de ideología en él. Además, existe una adhesión voluntaria
donde todos convenimos el lenguaje, creamos las verdades y sus reglas.
El mentiroso va a utilizar las designaciones válidas, es decir, las palabras para hacer parecer
real a lo irreal, es el científico y filósofo el que miente al no admitir que no existe la generalidad
del lenguaje porque este se crea. El ser humano solo desea las consecuencias agradables de la
verdad, las que mantienen la vida, la verdad es utilitaria, sirve según la conveniencia.
El lenguaje en tato tratado de paz posibilita un orden social. La intuición de un lenguaje único
estipula de manera normativa el modo de referirnos a las cosas por sus atributos comunes y el
modo en que moralmente se va a sancionar en ese orden social: quien nomina correctamente y
quien no lo hace (el mentiroso será excluido). Sin embargo, Nietzsche dice que las personas
olvidan ese tratado, y que este es necesario para el orden simbólico el cual resulta opresivo,
jerárquico, normativo, pero que a la vez asegura la integridad de lo que es. Entonces existiría
una relación entre las verdades (creadas por el lenguaje) u el poder ya que el lenguaje mediante
sus leyes normativas obliga.
Igualmente se olvidan dos cosas: la creación del lenguaje y las diferencia la individualidad, y
esto es necesario para la formación de CONCEPTOS. Entonces el concepto se forma al
abandonar de manera arbitraria las diferencias individuales y presuponer que hay una sustancia
que sirve de soporte/garante/fundamento de ese lenguaje conceptual.
Pero en realidad la naturaleza no conoce de forma ni de conceptos, solo una por que para
nosotros es incognoscible. Todo concepto es metáfora y esto para Nietzsche es un modo de
significación por impertinencia semántica en un mundo donde no hay lugar de referencia válida,
solo hay creación de significados.
Para Nietzsche la verdad tiene una fuerza de conquista, un espíritu violento, es un ejército que si
se logra imponer conviene la verdad única y absoluta. Un ejército es movimiento de metáforas,
metonimias (asigna a la parte algo del todo) y antropomorfismos. Las verdades son creaciones
subjetivas, interpretaciones humanas, y tienen un sentido ideológico y político. Son una suma de
relaciones humanas adornadas poética y retóricamente (para convencer) y luego por el uso el
pueblo considera convencionalmente cuáles son las canónicas y vinculantes/obligatorias. Las
verdades son ilusiones que se nos olvidamos que lo son (se naturalizan esas construcciones
sociales y pasan a ser percibidas como objetivas).
Para Nietzsche el ser humano posee un impulso moral hacia la verdad: el que hace excluir al
mentiroso, al que no se adapta al orden jerárquico.
Según Nietzsche, solamente mediante el olvido del mundo primitivo de la metáfora, de que el
hombre se olvide de sí mismo como sujeto artísticamente creador, es que el ser humano vive
calmado y seguro creyendo que existe un fundamento verdadero a las cosas.
El sujeto al ser creador también al conocer lo real traduce, interpreta, inventa. La percepción
humana resulta mediadora, pero entre el exterior y el interior solo hay una aproximación ética
(sensibilidad) y hermenéutica (interpretación). Sin embargo, en toda esta explicación
nietzscheana surge un problema ético y político y es que si todas las verdades son igualmente
válidas, se impondría como única la de más poder.
En contraposición con Descartes, Nietzsche dice que el hombre despierto solamente adquiere
conciencia de que lo está por medio de los conceptos, y justamente por eso cuando en alguna
ocasión cuando el concepto es desgarrado por el arte cree que sueña. El hombre mismo tiene
una tendencia a dejarse engañar.
Hombre racional: Está angustiado por la intuición, es poco artístico, es guiado por los conceptos.
Afronta las necesidades con previsión, prudencia y regularidad. No encuentra en las
obstrucciones la felicidad.
El lenguaje del arte, el del hombre intuitivo. El que miente a conciencia, utilizando adrede las
metáforas y las metonimias, es quien más cerca de lo real y verdadero esté, ese es el artista.
Solo se puede decir la verdad mintiendo. El arte santifica a la mentira, es una voluntad creadora
más allá del bien y del mal. No hay mayor poder que el de engañar, transfigurar, rectificar,
seducir. El equilibrio entre la ciencia e intuición es el arte, es necesario combinar lo racional y la
intuición para no perder la vitalidad.