Instrumentos y Actas
Instrumentos y Actas
Instrumentos y Actas
El vocablo instrumento proviene del latín instruere, que significa mostrar o enseñar algo. Es todo aquello que sirve
para conocer o fijar un acontecimiento. El documento es el vehículo necesario para acreditar y recordar los hechos.
Los elementos o herramientas que la ley ofrece para asentar los instrumentos públicos notariales son los siguientes
-Protocolo ordinario apéndice -Libro de registro de cotejos Apéndice -Índice por duplicado -Sello de autorizar -
Protocolo del patrimonio inmobiliario federal apéndice -Guía de control -Expedientes Apéndice -Rótulo -Índice por
triplicado -Oficina
La escritura pública es el instrumento público notarial por excelencia que se utiliza para hacer constar actos
jurídicos, es decir, aquellas manifestaciones humanas en donde la voluntad es jurigénica; esto es, capaz de
determinar las consecuencias en derecho de lo que se celebra.
ACTA NOTARIAL: instrumento público original en el que el Notario, a solicitud de parte interesada, relaciona, para
hacer constar bajo su fe, uno o varios hechos presenciados por él o que le consten, y que asienta en los folios del
protocolo a su cargo con la autorización de su firma y sello.
Es importante que los hechos en materia del acta notarial le consten al notario, es decir, que haya presenciado
directamente los hechos que se asientan en el instrumento público a efecto de evitar que pueda incurrir en algún
tipo de responsabilidad (fe originaria). No es necesaria la firma del otorgante para la validez del acta notarial, salvo
que sea relevante la participación del mismo.
.Entre los hechos por los que el Notario debe asentar un acta, se encuentran los siguientes:
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IV. La existencia de planos, fotografías y otros documentos;
V. Protocolización de documentos; [No se pueden protocolizar documentos que contengan actos que
requieren escritura pública para su validez]
VI. Declaraciones que hagan una o más personas respecto de hechos que les consten, sean propios o de
quien solicite la diligencia, y
VII. En general, toda clase de hechos positivos o negativos, estados y situaciones, sean lícitos o no, que
guarden las personas y cosas que puedan ser apreciados objetivamente y relacionados por el Notario.
[El notario puede levantar un acta notarial haciendo constar hasta un hecho ilícito. Los hechos que se
puedan certificar pueden ser positivos o negativos.]
ACTA DE NOTIFICACIÓN
Notificar es el acto de hacer saber sobre un asunto a alguien; este acto debe poseer trascendencia jurídica para
que la noticia que se da a la parte le pare perjuicio si hay omisión de lo que se le manda o intima, o para que corra
término para el cumplimiento de una obligación. Una diferencia fundamental entre estos conceptos es que la
notificación la hace el notario, mientras que la interpelación y el requerimiento se realiza en principio ante el notario
con la comparecencia del solicitante, y el notario las practica por excepción sin la asistencia de éste.
• El notario da fe que el solicitante notifica al notificado. • El notario notifica sin necesidad de que esté presente el
solicitante. • La notificación se da en presencia del destinatario, y se realiza donde se encuentra el destinatario, sin
límite de lugar o de hora. El notario debe identificarse, cerciorarse de la identidad del notificado, y dejar por escrito
el contenido de la notificación.
La notificación puede hacerse de manera verbal o por un instrumento (instructivo), el cual, aunque no se diga de
manera absoluta en la ley, debe contener: a) nombre, domicilio y número del notario; b) objeto y contenido de la
notificación, y c) firma del solicitante.
El protesto es la fe o autenticidad que otorga un fedatario de que un título de crédito no se pagó o aceptó en el
tiempo en que debió hacerse.
ACTA DE OTRAS DILIGENCIAS Y NORMAS COMUNES A LA FRACCIÓN I DEL ARTÍCULO 128 DE LA LND
Este tipo de diligencias son aquellas que se prevén en diversas leyes y en donde el notario puede intervenir; por
ejemplo, participar en el sorteo de reembolso, participar en la asamblea constitutiva de un partido político,
presenciar el desarrollo de una elección política o una asamblea de ejidatarios.
ACTA DE FE DE EXISTENCIA
Consiste en que el notario, por medio de un acta, plasmará el hecho evidente y perceptible de la existencia de una
persona. Normalmente esta acta se levanta para comprobar la existencia, identidad y firma del solicitante, por lo
que al apéndice del protocolo y al testimonio se le agrega la fotografía y la firma del rogatario. La legislación
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española denomina a este tipo de acta fe de supervivencia , la cual también tiene como propósito comprobar que
una persona todavía existe.
ACTA DE FE DE IDENTIDAD
En este instrumento el notario da fe de que el solicitante es quien ostenta ser; es decir que existe una adecuación
entre la persona y el nombre.
Doctrinalmente se denomina fe de conocimiento a la certificación que da el notario, de conocer a una persona, sea
en una escritura o acta, cuando ha identificado al otorgante, parte, sujeto, solicitante o al compareciente.
Normalmente se le piden al solicitante fotografías y que firme en un documento que al igual que la fotografía, se
agrega al apéndice y se anexan al testimonio.
ACTA DE FE DE CAPACIDAD
La capacidad legal de una persona también puede ser objeto de una certificación específica por parte del notario,
quien únicamente certifica lo que observa en alguna persona sin que su actuación sea la de perito médico. Cuando
se requiera mayor certeza del estado mental de una persona, esto se puede certificar con base en los dictámenes
médicos. Para que el notario haga constar que los otorgantes tienen capacidad, bastará con que no observe en
ellos manifestaciones de incapacidad natural y que no tenga noticias de que estén sujetos a incapacidad civil.
Se debe agregar que el documento firmado se envía al apéndice del acta. Es obvio que, si la forma de un acto es la
de escritura pública, el notario deberá abstenerse de otorgar una simple acta de reconocimiento de firmas, que a la
larga sólo podría acarrear una falsa apariencia jurídica. Sin embargo, existen casos en que el reconocimiento de
firma de un documento lo convierte en título ejecutivo.
En estos hechos el notario no debe ejercer funciones de perito, ni otra de carácter técnico relacionada con
cualquier materia; sólo se debe concretar a observar y describir sin calificar, ni hacer juicios de valor, ni entrar en
consideraciones técnicas.
La Ley del Notariado de 1945 decía que entre los hechos que debería hacer constar el notario estaba la
protocolización de documentos, planos, fotografías, etc. Ahora no es necesario protocolizarlos, sólo hacer constar
su existencia.
ACTAS DE PROTOCOLIZACIÓN
La protocolización de documentos es una de las actuaciones notariales más frecuentes. El término protocolización
consiste en la acción y efecto de otorgar en el protocolo, esto es, constatar en él la existencia de un documento
específico que se transcribe o se agrega al apéndice, que por la ley forma parte integral del mismo y su fecha de
depósito ante el notario. Para la protocolización de un documento, el Notario lo transcribirá en la parte relativa del
acta que al efecto se asiente, o lo agregará al apéndice en el legajo marcado con el número del acta y bajo la letra
o número que le corresponda.
El hecho de la protocolización de ninguna manera convierte en público un documento o contrato privado, no hace
diferente su naturaleza original, sólo se constata su existir y la fecha de su depósito en la notaría
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ACTA DE ENTREGA DE DOCUMENTOS
ACTA DE DECLARACIONES
• Sirve para que una persona declare determinado hecho que le consta o atañe, y lo único que probará será que
declaró bajo protesta de decir verdad sobre alguna cosa;
• Sirve en lo que doctrinalmente se llama información testimonial; que es una forma de acreditar mediante
documentos la existencia de una cosa o de un acontecimiento por medio de la declaración de dos o más testigos;
es decir, sirve para preconstituir una prueba sobre un hecho o acontecimiento que le consta a los testigos.Tienen el
mismo valor que las declaraciones rendidas ante un juez en vía de jurisdicción voluntaria y están sujetos a
valoración en cuanto a pruebas se trata.
Esta fracción deja abierta la posibilidad al notario de intervenir como fedatario en infinidad de hechos como
posibilidades haya. Es necesario recordar que ya no es necesario llevar a la diligencia de fe de hechos los folios
respectivos del protocolo. Existe la posibilidad de levantar el acta en la notaría, incluso dos días siguientes a la
constatación de los hechos.
Antes se trataba de una diligencia específica en donde el notario tenía que acudir directamente a la parroquia; sin
embargo, ahora el cotejo de partida parroquial deja de ser un acta para convertirse en un registro.
En caso de ser necesario el ofrecimiento de pago de una obligación, ya sea la prestación de cosa debida o entrega
de los documentos justificativos de pago, la diligencia correspondiente puede practicarse ya sea en forma judicial
ante la Dirección de Consignaciones Civiles, o el juez competente, así como ante notario, para lo cual éste dará fe
que el depósito quedó constituido en la persona o establecimiento designado por el juez, por la ley y aun por el
mismo oferente y consignatario.
El valor probatorio de un instrumento notarial es pleno, como lo determina la totalidad de las leyes procesales
pero este valor está asistido de una presunción juris tantum, es decir que admite prueba en contrario. Como
prueba debe ofrecerse un instrumento o documento público, sólo cuando reúna todos los requisitos y formalismos
que se prevén para un instrumento notarial.