Tema 12. La Lírica y La Poesía Narrativa en La Edad Media

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TEMA 12.

LA LÍRICA Y LA POESÍA NARRATIVA EN LA EDAD MEDIA

1. LA EDAD MEDIA Y SU LITERATURA

Se considera que la Edad Media se inicia en el año 476, con la caída del Imperio
romano de Occidente. Un milenio después, tres hitos históricos delimitan la frontera
entre la Edad Media y el Renacimiento: la caída de Constantinopla (1453), la invención
de la imprenta (h. 1440) y el descubrimiento de América (1492).
A finales del siglo X o a principios del XI se documentan los primeros textos escritos en
romance peninsular: las Glosas emilianenses y las glosas silenses, halladas,
respectivamente, en los monasterios de San Millán de la Cogolla (La Rioja) y Santo
Domingo de Silos (Burgos). Se trata de un conjunto de anotaciones que pretenden
aclarar el significado de algunos pasajes o de palabras.
En el ámbito de la literatura española, los primeros testimonios que se conservan son las
jarchas, cancioncillas amorosas que pueden datarse a mediados del siglo XI. La
literatura medieval alcanza hasta La Celestina (1499-1502).
La literatura peninsular de este período está condicionada por tres importantes factores:
las particularidades de la sociedad medieval, la interculturalidad y la mentalidad
teocéntrica.

1.1. La sociedad en la Edad Media

La sociedad medieval estaba organizada en tres estamentos, con los que es posible
vincular las distintas manifestaciones de la literatura de la época:
 La plebe o estado llano. Sus miembros, dedicados mayoritariamente a la
agricultura y la ganadería, cantaban y bailaban las composiciones de la lírica
tradicional, y escuchaban los poemas épicos y los romances declamados por los
juglares.
Con el paso del tiempo, el auge de la vida urbana favoreció el surgimiento de la
burguesía, un nuevo grupo social formado por artesanos y mercaderes que provocó
la lenta transformación del sistema estamental y preparó el cambio de
mentalidad que dio lugar al Renacimiento.
 El clero. Durante gran parte de la Edad Media, la Iglesia fue la depositaria única de
la cultura. Las órdenes monásticas copiaban y guardaban los manuscritos en los
monasterios, donde surgirá el mester de clerecía.
A partir del siglo XIII aparecieron en la península las primeras universidades,
vinculadas inicialmente al clero: Palencia, Salamanca y la universidad Complutense,
en Alcalá de Henares.
 La nobleza. Desde finales del siglo XIII, las cortes reales o nobiliarias se
convirtieron también en centros de cultura. Obras como El conde Lucanor
perseguirán como objetivo la educación de los nobles; y la poesía cancioneril, los
libros de caballerías o la novela sentimental reflejarán la ideología y los gustos de
la nobleza cortesana del siglo XV.

1.2. La interculturalidad

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Los primeros siglos de la Edad Media europea están marcados por dos amplios
movimientos migratorios:
 Desde el siglo III, los pueblos germánicos de la Europa central y septentrional se
desplazaron hacia el oeste y sur del continente. Allí, en los siglos V y VI, fundaron
reinos que son la semilla de los modernos Estados europeos: los francos en la actual
Francia; los hérulos y ostrogodos, en la península itálica; los visigodos, en la
península ibérica; y los anglos y sajones, en Gran Bretaña.
 En el año 711, se produce la invasión de la península por los árabes y bereberes,
que llegaron hasta los Pirineos. En la franja cantábrica y pirenaica se configuraron
pequeños reinos y condados cristianos que, comenzaron una lenta expansión hacia
el sur -la Reconquista- que culminó con la toma de Granada en 1492.
Debido a los factores interculturales, la Edad Media peninsular presenta
características específicas:
 Pluralidad lingüística. En torno al siglo X, quedan constituidos los primitivos
romances peninsulares: gallego-portugués, astur-leonés, castellano,
navarroaragonés y catalán. Habría que añadir el mozárabe, hablado por los
cristianos de Al-Ándalus, y las lenguas no románicas de la península, como el vasco
y el árabe.
 Coexistencia de las culturas cristiana, judía y musulmana. Las relaciones entre
ellos fueron a menudo conflictivas. Sin embargo, se produjo también un fecundo
intercambio cultural que favoreció el desarrollo de la literatura, el pensamiento
filosófico, etc.
Las características de la Edad Media peninsular que se derivan de factores
interculturales explican las diferentes manifestaciones de la lírica peninsular:
 El asunto de numerosos romances, como los noticieros o fronterizos, que narran
los acontecimientos ocurridos en el frente o la frontera durante la Reconquista.
 El surgimiento de la prosa castellana, impulsada por la labor de la Escuela de
Traductores de Toledo y por las traducciones del árabe de colecciones de cuentos
orientales.

1.3. La mentalidad medieval

La cosmovisión medieval está marcada por el teocentrismo. Así, buena parte del arte y
la cultura de la época llevarán la impronta del cristianismo.
La religiosidad es un rasgo característico de los personajes que, desde la literatura, se
proponen como modelo para la comunidad.

1.4. Rasgos generales de la literatura medieval

Existen una serie de rasgos que se aprecian en buena parte de la literatura de este
periodo:
 Oralidad. Algunas manifestaciones literarias fueron concebidas para su difusión
oral, como la lírica popular, la lírica culta, la poesía épica, los romances e, incluso,
algunas obras del mester de clerecía.
 Anonimia. En los inicios de la literatura, el concepto de autoría carece de
importancia.

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 Didactismo. Hasta el siglo XV, la mayor parte de la literatura medieval pretende
transmitir valores o conocimientos a los receptores. Esta intención se aprecia en el
mester de clerecía o en los repertorios de cuentos vinculados a la predicación o a
la educación de nobles y príncipes.
 Predominio del verso. Las obras literarias medievales se destinan habitualmente al
canto o a la recitación. El verso será el modo de expresión de la lírica, de distintos
subgéneros narrativos -como poemas épicos, romances y poemas narrativos del
mester de clerecía-.

2. LA LÍRICA POPULAR

2.1. La lírica popular europea

En los siglos XI al XIII, la lírica popular en la península ibérica adopta distintas


expresiones: las jarchas, las cantigas d’amigo y los villancicos. Todas ellas constituyen
la llamada canción de mujer.
Estos textos presentan algunos rasgos comunes: se trata de poemas líricos anónimos,
cantados por el pueblo y de transmisión oral. Por lo general, son de temática amorosa
y el yo poético es una joven enamorada.

2.2. La lírica popular en la Península

Las jarchas

El primer vestigio conocido de poesía lirica en una lengua románica son las jarchas.
Son cancioncillas compuestas en mozárabe, que los poetas cultos insertaban al final de
composiciones escritas en hebreo o árabe clásico llamadas moaxajas.
El tema consiste en una queja amorosa, puesta en boca de una voz femenina, que se
dirige, a menudo, a un confidente -la madre o las hermanas- para expresar su
sufrimiento por la ausencia, la enfermedad o la partida del amado -al que se designa
con el arabismo Habib o habibi-.
Predominan las jarchas de cuatro versos hexasílabos u octosílabos con rima
consonante en los versos pares.

Las cantigas de amigo

Constituyen el género característico de la lírica galaico-portuguesa de tipo popular.


Se trata de composiciones amorosas en las que una muchacha expresa su pesar por el
alejamiento o el olvido del amado -amigo-. Presentan particularidades:
 Presencia de elementos de la naturaleza. El yo poético interpela a las olas, a los
pinos, a los ciervos.
 Estructura. Consta de una sucesión de estrofas rematadas por un estribillo y
construidas a partir de dos procedimientos retóricos: el paralelismo y el leixa-prend
o encadenamiento, que consiste en la repetición al principio de una estrofa del final
de otra estrofa anterior.
Las cantigas de amigo conservadas aparecen firmadas por trovadores como el rey
Denis, Martín Códax o Pero Meogo.

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Los villancicos

Son las composiciones propias de la lírica tradicional castellana.


En general, se trata de poemas de tema amoroso; sin embargo, existen también
villancicos de trabajo, de fiesta, infantiles, humorísticos, etc.
En los de tema amoroso son frecuentes las situaciones o los elementos cargados de
connotaciones eróticas, como la fuente como lugar de encuentro de los enamorados.
Se dan otros motivos recurrentes:
 La romería, la llegada de la primavera o la noche de San Juan como circunstancias
propicias para el amor.
 La mujer mal casada que lamenta su suerte.
 El alba como momento del encuentro o la despedida de los amantes.

3. LA LÍRICA CULTA

3.1. La poesía provenzal

La primera manifestación en romance de la lírica culta es la poesía provenzal, cultivada


por los trovadores del sur de Francia en los siglos XII y XIII.
Los trovadores eran profesionales que actuaban en las cortes de nobles o de reyes.
Componían el texto y la música de sus composiciones. Cultivaron distintos subgéneros
líricos:
 La cansó. De temática amorosa.
 El planh. Lamento por la muerte de un personaje relevante.
 El sirventés. Se utilizaba para criticar a los enemigos o para satirizar conductas
sociales.
En la cansó se desarrolla una concepción del amor denominada amor cortés, cuya
presencia será recurrente en la literatura medieval europea.
Los rasgos de esta concepción amorosa son los siguientes:
 El amor cortés es el resultado de la proyección de los códigos del vasallaje feudal a
la relación entre el hombre y la mujer. Así, el yo poético manifiesta su sumisión a la
dama -señora-, a la que debe servir, guardándole obediencia y fidelidad.
 En la relación entre el yo poético y su amada se interpone un obstáculo: los
calumniadores. Otras veces el obstáculo es la actitud de la dama, quien ignora a su
enamorado o lo rechaza por su condición de mujer casada.
 Se trata de un amor imposible, prohibido o secreto.

3.2. La lírica popular peninsular

Surgieron escuelas poéticas que imitaron la lírica de los trovadores provenzales. En la


península ibérica hay tres focos:
 Lírica culta catalana. A comienzos del siglo XV surgieron poetas que escribían ya
en catalán. Destaca Ausiàs March, cuyas composiciones evolucionan hacia una
expresión más directa y más auténtica de los conflictos personales.

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 Lírica culta galaicoportuguesa. En gallego-portugués se cultivaron las cantigas de
amor -en las que un emisor masculino expresa sus cuitas amorosas por la
indiferencia o el rechazo de la dama- y las cantigas de escarnio y maldecir.
 Poesía cancioneril castellana. Desde mediados del siglo XIV se desarrolla en
Castilla la poesía de cancionero, concebida para ser leída, cantada o recitada en las
cortes.

3.3. La poesía cancioneril castellana

Los textos poéticos castellanos del siglo XV se recopilaron y se difundieron en


colecciones colectivas denominadas cancioneros. Destacan: Cancionero de Baena,
Cancionero de Stúñiga, Cancionero general y Cancionero musical de palacio.
En la poesía cancioneril se diferencian dos grandes subgéneros líricos:
 La canción. Es una composición breve destinada al canto y de temática amorosa,
dentro de las convenciones del amor cortés.
En las canciones castellanas se acentúan algunos rasgos de la poesía trovadoresca:
 El uso de un léxico característico, pleno de connotaciones eróticas. El emisor
poético aspira al encuentro carnal con la amada.
 El carácter paradójico, contradictorio, del sentimiento amoroso. El amor
constituye una pasión ennoblecedora y, a la vez, una fuente de sufrimiento.
 La religión del amor. La mujer es considerada como un dios al que se debe
veneración y, como consecuencia, se usa un lenguaje religioso para expresar el
amor profano.
 El decir. Es un poema extenso, concebido para ser leído, que sirve como cauce
para reflexiones morales, políticas o filosóficas sobre cuestiones diversas: el paso
del tiempo, la variabilidad de la fortuna, la muerte, etc.

3.4. Los grandes poetas cancioneriles

Sobresalen tres autores: el marqués de Santillana, Juan de Mena y Jorge Manrique.

El marqués de Santillana

Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, impulsó la renovación de la poesía


castellana.
En su producción, se pueden distinguir diferentes subgéneros poéticos:
 Canciones.
 Decires. Destacan los plantos o elegías fúnebres.
 Serranillas. Ocho composiciones en las que un caballero narra en primera persona
su encuentro con una pastora o serrana, a la que intenta conquistar.
 Sonetos. Escribió cuarenta y dos sonetos “fechos al itálico modo”, que constituyen
la primera tentativa de aclimatación del soneto en lengua castellana.

Juan de Mena

Su obra más destacada es Laberinto de Fortuna. El emisor poético es conducido por


una doncella -la Providencia- hasta el palacio de Fortuna. Allí contempla las ruedas del

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tiempo: la rueda del pasado y la rueda del futuro están quietas, mientras que la rueda del
presente gira sin cesar.
El poema parece una reflexión sobre la variabilidad de la fortuna y su relación con la
Providencia divina.
Está compuesto en coplas de arte mayor. Cada una está formada por ocho versos
dodecasílabos con rima consonante según el esquema ABBAACCA.

4. JORGE MANRIQUE

Escribió medio centenar de canciones amorosas según las convenciones de la poesía


cancioneril, pero destaca por la elegía Coplas a la muerte de su padre.

4.1. Subgénero y métrica

Las Coplas constituyen un planto dedicado a don Rodrigo Manrique.


La obra está formada por cuarenta coplas manriqueñas, cada una de las cuales consta
de dos sextillas de pie quebrado. En ellas se combinan los versos octosílabos y los
versos tetrasílabos -o pentasílabos- con rima consonante, según el esquema métrico
8a 8b 4c 8a 8b 4c.

4.2. Estructura y temas

Las Coplas ofrecen un diseño estructural organizado de lo general o particular. Puede


dividirse en dos partes, cada una de las cuales estructura a su vez en dos bloques
temáticos claramente diferenciados:
 PRIMERA PARTE. Coplas I a XXIV. Contiene un conjunto de reflexiones sobre
el paso del tiempo y la muerte y su triunfo sobre la belleza, la riqueza, el placer o
el poder.
 Coplas I a XIV. La voz poética exhorta al lector a que tome conciencia de su
condición mortal y de la vanidad del mundo terrenal. Para ello se sirve de
dos instrumentos:
o Verbos con valor imperativo, y formas verbales, pronombres personales y
posesivos de primera persona del plural.
o Diversos tópicos literarios: memento mori, tempus fugit, contemptus mundo,
vita flumen, vita somnium o las danzas de la muerte y la rueda de la fortuna.
 Coplas XV a XXIV. El autor desarrolla el tópico del ubi sunt? Se limita a
evocar a siete figuras del pasado reciente de Castilla.
 SEGUNDA PARTE. Coplas XXV a XL. Se centra en la figura y las virtudes de
Rodrigo Manrique, noble que participó en las principales luchas dinásticas de su
época.
 Coplas XXV a XXXII. Presentan el elogio del difunto, cuyas virtudes se
encarecen: su valentía y su heroísmo, su lealtad al rey, etc.
 Coplas XXXIII a XL. Contienen el diálogo entre la Muerte y don Rodrigo. Se
incorporan dos temas:
o La doctrina de las tres vidas: la vida terrenal, la vida de la fama y la vida
eterna.
o La aceptación de la muerte.

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La originalidad y autenticidad de esta obra justifican su lugar destacado en la
literatura en castellano.

5. LA ÉPICA MEDIEVAL. EL CANTAR DE MIO CID

5.1. La poesía épica

Un poema épico o epopeya es un texto literario que narra en verso a las hazañas de un
héroe.
Todas las manifestaciones de la épica presentan rasgos comunes:
 Oralidad. Las epopeyas se difunden por medio del canto o la recitación pública.
Con frecuencia, se trata de poemas de autores cultos que reelaboran un material
legendario anterior.
 Exaltación del héroe. El protagonista es un guerrero que representa los valores de
una comunidad y que se ofrece como modelo de conducta.
 Recreación de un mundo aguerrido y violento. Estos poemas surgen en los
periodos de expansión bélica de una comunidad. En ellos imperan cualidades como
el valor, la fuerza, la astucia, la lealtad, etc.
 Carácter legendario. Presentan, con frecuencia, un remoto trasfondo histórico.
Sobre este sustrato se configura una leyenda que sirve de base para el poema épico.

5.2. La épica medieval europea

La poesía épica resurge en Europa durante la Edad Media, con dos áreas:
 Épica germánica. A ella pertenecen obras como el Beowulf anglosajón, las sagas y
los edda islandeses y escandinavos y el Cantar de los nibelungos alemán.
 Épica románica. Se diferencian a su vez dos ramas:
 Épica francesa. Destaca el Cantar de Roldán, que narra las hazañas de Roldán,
sobrino del emperador Carlomagno, que lucha heroicamente en la batalla de
Roncesvalles contra los musulmanes.
 Épica castellana. Los poemas medievales de la épica castellana reciben el
nombre de cantares de gesta. La obra más representativa es el Cantar de mio
Cid.

5.3. La épica medieval castellana

Solo una mínima parte de los cantares de gesta castellanos han llegado hasta nosotros: el
Cantar de mio Cid, un centenar de versos del Cantar de Roncesvalles y fragmentos de
las Mocedades de Rodrigo. Además, se han rastreado refundiciones en prosa de otros
poemas: Cantar de Sancho II y el cerco de Zamora y Cantar de los siete infantes de
Lara (o de Salas).

5.4. El Cantar de Mio Cid

El protagonista del Cantar o Poema de mio Cid, Rodrigo Díaz de Vivar, es un


personaje histórico que vivió en la segunda mitad del siglo XI. Sobre una base histórica,
el autor recrea algunos sucesos e inventa otros -por ejemplo, todo el tercer cantar-. El

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Cantar se caracteriza por su verosimilitud, basada, por ejemplo, en las referencias
concretas a una geografía real.

Autoría y difusión

El Cantar fue compuesto a finales del siglo XII o comienzos del XIII por un autor
culto. La obra se concibió para su difusión oral por los juglares. Ha llegado hasta
nosotros en un manuscrito copiado a mediados del siglo XIV.

Argumento y estructura

El poema está organizado en tres cantares; sin embargo, se estructura e internamente en


dos tramas entrelazadas:
 PRIMERA TRAMA
 Cantar del destierro. El Cid es víctima de la pérdida del favor real, que
conllevaba el destierro y la ruptura de la relación de vasallaje. Intenta
reconciliarse con Alfonso VI luchando contra los musulmanes y ofreciendo sus
victorias al rey, a quien entrega siempre parte del botín.
 Cantar de las bodas. Tras conquistar Valencia, el protagonista consigue el
perdón del rey. Este propone las bodas de las hijas del Cid -Elvira y Sol- con
los infantes de Carrión.
 SEGUNDA TRAMA
 Cantar de la afrenta de Corpes. Los infantes de Carrión son objeto de las
burlas de los vasallos del Cid. Para vengarse, golpean despiadadamente a sus
esposas en el robledal de Corpes. El Cid pide justicia al rey Alfonso VI, quien
convoca un “juicio de Dios”, en el que los infantes son derrotados. La obra
acaba con las nuevas bodas de las hijas del Cid con los futuros reyes de Navarra
y de Aragón.

Temas del Cantar de Mio Cid

Se reconocen dos líneas temáticas fundamentales:


 La honra. Se entiende a la vez como rango social, hacienda y reputación. El eje
del poema sería la pérdida y la recuperación de la honra del héroe, en una doble
vertiente: pública y privada o familiar.
 El enfrentamiento entre la baja y la alta nobleza. Rodrigo Díaz de Vivar fue un
infanzón castellano; en cambio, los infantes de Carrión eran hijos de unos condes
leoneses, cuya preeminencia social estaba garantizada por su pertenencia a un linaje.
La recuperación de la honra queda sancionada, en las dos ocasiones, por unos
matrimonios promovidos por el rey, que suponen el ascenso social del protagonista.

La figura del héroe

El Cid presenta las virtudes propias de los héroes épicos: valentía, astucia, etc. Sin
embargo, se trata de un personaje profundamente humanizado, con rasgos poco
habituales en la épica: mesura -Rodrigo se conduce con prudencia y serenidad-,
sentido del humor y ternura.

2
Rasgos formales del Cantar de Mio Cid

Los rasgos de estilo son acordes con las características del subgénero narrativo al que
pertenece la obra:
 Empleo de fórmulas o expresiones fijas. Destaca el uso del epíteto épico para
enaltecer al héroe.
 Empleo, por parte del narrador, de apelaciones al receptor, de exclamaciones y de
verbos en segunda persona del plural.
 Abundancia de diálogos.

6. LOS ROMANCES

Un romance es un texto breve, de carácter narrativo, compuesto en versos


octosílabos con rima asonante en los versos pares.

6.1. Origen y difusión de los romances

Los primeros romances nacieron, probablemente, de la fragmentación de poemas épicos


a principios del siglo XIV.
Debido a su transmisión oral, existen a menudo variantes o versiones de un mismo
romance. A finales del siglo XV se recogen por escrito y se recopilan en colecciones
denominadas romanceros.
Recibe el nombre de Romancero viejo el conjunto de romances tradicionales de autor
anónimo. A finales del siglo XVI, los autores cultos comenzaron a escribir romances
originales, que constituyen el Romancero nuevo.

6.2. Clasificación de los romances

Los romances pueden englobarse en tres bloques:


 Romances históricos o noticieros. Recrean acontecimientos históricos. Los
romances fronterizos tratan sobre los conflictos que se produjeron en la frontera
entre los reinos cristianos y al-Ándalus durante los siglos XIV y XV.
 Romances literarios. Se inspiran en textos anteriores. Pueden agruparse en diversos
ciclos:
 Romances del Cid. Narran las aventuras del Cid.
 Romances carolingios. Tienen como protagonista a Roldán, a su esposa doña
Alda y a los caballeros del ejército de Carlomagno que murieron en
Roncesvalles.
 Romances de Bernardo del Carpio. Bernardo del Carpio es quien derrota a
Roldán y a las tropas de Carlomagno en Roncesvalles.
 Romances del rey Rodrigo. El rey Rodrigo se enamora de Florinda la Cava.
La joven se niega a mantener relaciones con el monarca y este la viola. En
venganza, el conde don Julián, padre de la doncella, facilita el desembarco a las
tropas árabes en la Península.
 Romances artúricos. Están protagonizados por personajes relacionados con el
legendario rey Arturo, como Tristán o Lanzarote.

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 Romances novelescos o romances de invención. Son aquellos que ni derivan de
una fuente escrita anterior ni están vinculados con hechos históricos.

7. EL MESTER DE CLERECÍA. MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA. LIBRO


DE BUEN AMOR

El mester de clerecía está constituido por un conjunto de obras narrativas escritas


por clérigos en Castilla durante los siglos XIII y XIV.

7.1. Características

Los textos se definen por los siguientes rasgos:


 Empleo de la cuaderna vía (también llamada tetrástrofo monorrimo). Consta de
cuatro versos alejandrinos con rima consonante (14A 14A 14A 14A).
 Importancia de las fuentes escritas. Los autores de clerecía aspiraban a fundar una
literatura de prestigio en lengua vernácula. Por ello, se sirvieron de fuentes escritas
y destinaron sus obras a la conservación manuscrita.
 Afán didáctico y moralizador. Las obras presentan unos propósitos comunes:
divulgar la cultura, promover la devoción religiosa y ofrecer modelos de
comportamiento. Por ello, se cree que muchos de estos textos se difundieron en
lecturas públicas.
En el mester de clerecía destacan tres obras anónimas del siglo XIII:
 Libro de Aleixandre. Narra las hazañas de Alejandro Magno con una finalidad
moralizadora.
 Libro de Apolonio. Recrea la leyenda de Apolonio, rey de Tiro.
 Poema de Fernán González.

7.2. Gonzalo de Berceo: Milagros de Nuestra Señora

Gonzalo de Berceo (siglo XIII) es el primer poeta castellano de nombre conocido.


Vinculado al monasterio de San Millán de la Cogolla, su obra tiene un propósito
propagandístico, pues con ella trató de fomentar la peregrinación al monasterio de San
Millán. Escribió varias obras:
 Obras hagiográficas o vidas de santos. Vida de san Millán de la Cogolla, Vida de
santo Domingo de Silos y Vida de santa Oria.
 Obras marianas. Milagros de Nuestra Señora. En esta obra se exalta el papel de la
Virgen como mediadora entre el hombre y la divinidad. La obra presenta la
siguiente estructura:
 Introducción alegórica. El poeta se presenta como un peregrino que, en una
romería, se sienta a descansar en un prado a la sombra de un árbol. La romería
representa la vida humana; el prado es imagen del Paraíso o de la salvación
eterna; el árbol protector encarna metafóricamente a la Virgen.
 Veinticinco narraciones -“milagros”-. En estas narraciones se cuentan hechos
milagrosos atribuidos a la Virgen. Están protagonizadas por personajes en
peligro o pecadores que salvan la vida o el alma gracias a su devoción mariana.

7.3. Libro de buen amor

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El autor de este libro del siglo XIV fue Juan Ruiz, arcipreste de Hita.

Estructura

El libro presenta una estructura compleja:


 Historia principal. Consiste en una autobiografía erótica ficticia: un arcipreste
relata en primera persona sus aventuras amorosas. En su intento de seducir a
mujeres de diversa condición, el protagonista cuenta con la ayuda de terceras
personas; en particular, de la vieja Trotaconventos, antecedente del personaje de
Celestina.
 Conjunto de materiales heterogéneos. En la obra se insertan textos de distintos
géneros discursivos:
 Textos poéticos. La obra incluye loores a la Virgen, serranillas, cantares de
ciego, etc. Se incorporan otras formas métricas.
 Ejemplos o exempla. Conjunto de cuentos y fábulas que sirven para ilustrar
consejos o enseñanzas.
 Historia de don Melón y doña Endrina. Narrada en primera persona por don
Melón, se cuenta la seducción de doña Endrina por don Melón con la ayuda de
Trotaconventos.
 Consejos de don Amor. En sueños, el protagonista del libro mantiene una
disputa con don Amor. Este y doña Venus aconsejan al arcipreste sobre cómo
tener éxito en sus conquistas.
 Lucha de don Carnal y doña Cuaresma. Se trata de una parodia de la poesía
épica. La victoria final de don Carnal es saludada con entusiasmo por todo el
pueblo y, en particular, por el clero.

Interpretación

El Libro de buen amor se muestra como un texto intencionadamente ambiguo, que


admite diversas lecturas:
 En el prólogo en prosa, el autor opone el buen amor -el amor a Dios- al loco amor,
identificado con el amor carnal. El libro podría interpretarse como una diatriba
contra la lujuria.
 En ese mismo texto, el autor admite, sin embargo, que quienes quieran usar “el loco
amor, aquí hallarán algunas maneras para ello”, por lo que el libro se puede entender
también como una celebración de la vida y de los placeres terrenales.

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