Modelo Trata de Personas - Induccion A Fuga de Menor

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1.

- Respecto del delito de TRATA DE PERSONAS

1.1. Del analísis normativo del tipo penal. El delito de Trata


de Personas, previsto en el artículo 153° del Código Penal, sanciona la conducta de,

“1. El que, mediante violencia, amenaza u otras formas de coacción, privación de


libertad, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, concesión o recepción de
pagos o cualquier beneficio, capta, transporta, traslada, acoge, recibe o retiene a otro, en el territorio de la
República o para su salida o entrada del país con fines de explotación (...).
2. Para efectos del inciso 1, los fines de explotación de la trata de personas
comprende, entre otros, la venta de niños, niñas o adolescentes, la prostitución y cualquier forma de
explotación sexual, la esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, cualquier forma de explotación
laboral, la mendicidad, los trabajos o servicios forzados, la servidumbre, la extracción o tráfico de órganos
o tejidos somáticos o sus componentes humanos, así como cualquier otra forma análoga de explotación.
3. La captación, transporte, traslado, acogida, recepción o retención de niño, niña o
adolescente con fines de explotación se considera trata de personas incluso cuando no se recurra a ninguno
de los medios previstos en el inciso 1.
4. El consentimiento dado por la víctima mayor de edad a cualquier forma de
explotación carece de efectos jurídicos cuando el agente haya recurrido a cualquiera de los medios
enunciados en el inciso 1.
5. El agente que promueve, favorece, financia o facilita la comisión del delito de
trata de personas, es reprimido con la pena prevista para el autor”.

Del articulado en comento, se desprende que los verbos rectores que


materializan las conductas típicas son los siguientes: captar, transportar, trasladar, acoger, recibir o
retener a la víctima en el territorio de la República, o para su salida o entrada al país con fines de
explotación de cualquier naturaleza o venta de niños.

a) Captar: Esta conducta se configura cuando el agente atrae, conquista, logra,


sugestiona o cautiva a la víctima a fin de que luego, con el uso de los medios típicos en caso de mayores de
edad, sea sometida a trabajos de explotación o venta de niños.

b) Transportar: Esta conducta se configura cuando el agente pone o da el medio en


el cual la víctima se traslada de un lugar a otro, en el cual lógicamente realizará el trabajo de explotación o
venta de niños.

c) Trasladar: Esta conducta se configura cuando el agente lleva, acompaña,


traslada de un lugar a otro a la víctima a fin de que luego, con el uso de los medios típicos realice trabajos
de explotación o venta de niños.

d) Acoger: Se verifica cuando el agente ampara, atiende, hospeda o alberga a la


víctima a fin de que luego, con el uso de los medios típicos en caso de mayores de edad, sea sometida a
trabajos de explotación o venta de niños.

e) Recibir: Otro supuesto que puede realizar el agente es la de recibir a la víctima


del delito. Esta conducta se configura cuando el agente recibe, recepciona, o admite a la víctima a fin de
que luego, con el uso de los medios típicos sea sometida a trabajos de explotación o venta de niños.

f) Retener: Esta conducta aparece cuando el agente retiene, sujeta, secuestra o


priva de su libertad ambulatoria a la víctima a fin de que luego, con el uso de los medios típicos en caso de
mayores de edad, sea sometida a trabajos de explotación o venta de niños.

Así pues, se colige igualmente del articulado en comento, que los medios por
los cuales el agente puede coaccionar y obligar a su víctima y, de ese modo, lograr su finalidad,
casi siempre de valor económico, son los siguientes:
a) La violencia: La violencia o fuerza física deviene en un instrumento que utiliza o
hace uso el agente para facilitar la captación, transporte, traslado, acogida, recepción o retención de su
víctima. La violencia puede ser utilizada por el agente hasta en tres supuestos: para vencer la resistencia de
la víctima; para evitar que la víctima se resista a la captación, transporte, traslado, acogida, recepción o
retención; y para vencer cualquier oposición para fugarse del lugar de los hechos.

b) La amenaza: Consiste en el anuncio de un mal o perjuicio inminente para la vida


o integridad física de la víctima, cuya finalidad es intimidarlo y, de ese modo, no oponga resistencia a la
captación, transporte, traslado, acogida, recepción o retención.

c) Privación de la libertad: Se presente este medio típico cuando el agente primero


secuestra o priva de su libertad ambulatoria a su víctima, luego le obliga a realizar conductas tendientes a
lograr su objetivo. La víctima tiene la condición de rehén.

d) El fraude: Es la acción contraria a la verdad y a la rectitud que realiza el agente


con la finalidad de perjudicar a la víctima en su libertad, y por ende, en su dignidad de persona. El fraude
puede materializarse por diversas conductas específicas como astucia, ardid, astificio, embuste, truco,
argucia, etc.

e) El engaño: Al engaño se le define como la desfiguración de lo verdadero o real,


capaz de inducir a error a una o varias personas. En otras palabras, la expresión engaño designa la acción
o efecto de hacer creer a alguien, con palabras o de cualquier otro modo, algo que no es verdad.

f) El abuso de poder: Este medio típico se presenta cuando el agente que dentro de
un grupo social tiene cierto poder económico, político, académico o social, se aprovecha de tal situación y
abusando de su poder procede a promover, favorecer, financiar o facilitar la captación, transporte, traslado,
acogida recepción o retención de la víctima con fines de explotación o venta de niños.

g) Abuso de una situación de vulnerabilidad: La situación de vulnerabilidad se


debe entender como la situación de desventaja en que se encuentra la víctima, ello como consecuencia de la
carencia de recursos económicos, la falta de oportunidades, la violencia política o la violencia familiar, etc.

h) Concesión o recepción de pagos o cualquier beneficio: Este medio típico se


configura cuando el agente ofrece y luego entrega o concede a la víctima pagos o beneficiosa que
generalmente son en dinero. O mejor, cuando el agente entrega el pago o algún beneficio, y la víctima lo
recepciona con la finalidad que no oponga resistencia y de esa forma facilitar su captación, transporte,
traslado, acogida recepción o retención dentro del territorio de la República, o para su entrada o salida del
país con fines de explotación.

Ahora, con relación a la finalidad que persigue el sujeto activo en esta clase
de delitos, el inciso segundo del artículo 153° del Código Penal, prescribe claramente que, la
conducta del agente debe efectuarse en perjuicio de la víctima, con fines de explotación, la
misma que comprende entre otros, la venta de niños, niñas o adolescentes, la prostitución y
cualquier forma de explotación sexual, la esclavitud o practicas análogas a la esclavitud, cualquier
forma de explotación laboral, la mendicidad, los trabajos o servicios forzados, la servidumbre, la
extracción o tráfico de órganos o tejidos somáticos o sus componentes humanos, así como cualquier
otra forma análoga de explotación.

El delito de trata de personas no requiere para su configuración que la víctima


sea efectivamente explotada, siendo suficiente para fines de su consumación, que el agente lleve a
cabo o realice las conductas prohibidas (captación, transporte, traslado, etc.), con la intención o
pretensión ulterior de explotar a su víctima. En ese sentido, la finalidad de explotación constituye
un elemento subjetivo del tipo penal.
Ahora, con relación al elemento subjetivo del tipo, se tiene pues que en la
conducta desarrollada por el agente se exige la presencia del dolo. Además, se exige la presencia de
un elemento subjetivo adicional al dolo constituido por el propósito o intención que motiva al
agente, es decir, los actos de captación, transporte, traslado, acoger o retener a otro se materializan
con la finalidad que la víctima ejerza actos de explotación. Si en determinado comportamiento se
verifica que dicha intención no existió en la voluntad del agente al realizar alguno de los supuestos
fácticos que recoge el artículo 153° del Código Penal, el delito no aparece, constituyendo una
conducta penalmente irrelevante por atípica o, en su caso, el hecho configurará otro delito.

Con relación a la consumación de este tipo penal, se tiene pues que los
supuestos delictivos de captación, transporte, traslado, acoger, recibir o tener a la víctima se
perfeccionan o consuman en el momento en que se verifica el inicio de tales actos haciendo uso
para tales efectos de los medios típicos de comisión como son la violencia, amenaza, engaño,
fraude, etc., con la firme finalidad de explotación, la misma que comprende entre otros, la venta
de niños, niñas o adolescentes, la prostitución y cualquier forma de explotación sexual, la esclavitud
o practicas análogas a la esclavitud, cualquier forma de explotación laboral, la mendicidad, los
trabajos o servicios forzados, la servidumbre, la extracción o tráfico de órganos o tejidos somáticos
o sus componentes humanos, así como cualquier otra forma análoga de explotación.

En consecuencia, no se exige, a efectos de la consumación, que la víctima


llegue a practicar realmente la prostitución, por ejemplo. Es decir, no es necesario en la imputación
del resultado constatar que efectivamente se ha logrado concretizar los fines propuestos por el
agente al iniciar y desarrollar su accionar.

1.2. DEL ESTUDIO DE LOS ACTUADOS.

a) Se colige de los actuados que con fecha 29 de diciembre del 2016, la


señora Julia Rosalía Miranda Sosa, refiere que su hija de iniciales E.CH.F.M, habría
desaparecido, motivo por el cual ha presentado una denuncia en la DIVINCRI, no obteniendo
ningún resultado sobre el paradero de la misma. Asimismo, señala que en el mes de febrero del
2017, habría recibido una llamada de su hija quien le habría indicado que se encontraba trabajando
en Puerto Maldonado para una señora, luego se cortó la llamada, por lo que ésta le habría llamado al
mismo número, pero le habría contestado un varon quien le habría indicado, que se equivocó,
logrando escuchar música como de cantina. Agrega la denunciante además, que su menor hija tuvo
una relación sentimental con la persona de Francisco Fermín Bautista Cuello, con el cual tuvo un
proceso de investigación.

b) Al respecto, si bien resulta innegable el hecho de que con fecha 28 de


diciembre del año 2016, la menor de iniciales E.CH.F.M, se habría fugado de su domicilio, tal
como versa del Boletin Informativo – Nota de Alerta – Por Fuga de Menor de fecha 24 de Enero
del 2017, obrante a folios 25, señalando la señora Julia Rosalía Miranda Sosa, como responsable
de dicha “desaparición” de su hija, a la persona de Francisco Fermín Bautista Cuello, tal como
consta en la Ficha de Recepción de Casos de la Defensoría del Pueblo, obrante a folios 02;
sin embargo, no pasa desapercibido para este Despacho Fiscal, el hecho de
que a pesar del tiempo transcurrido y de las diligencias dispuestas a lo largo de la presente
investigación realizada, no se habría llegado a corroborar que la persona de iniciales E.CH.F.M,
habría sido “captada”, y mucho menos “retenida” por la persona de Francisco Fermín Bautista
Cuello, en contra de su voluntad, con la finalidad de someterla a la realización de trabajos de
explotación, tal como lo exige el tipo penal de Trata de Personas, para su configuración,- ya que en
este tipo penal en comento, el agente actúa dolosamente y orientado por fines ilícitos que constituyen la
esencia de la trata, como son el ejercicio de la prostitución, explotación laboral, esclavitud o extracción y
tráfico de órganos y tejidos humanos, etc1,- ya que obran en autos elementos de convicción que
corroboren de alguna manera dichas imputaciones realizadas por la parte denunciante; muy por el
contrario, se ha llegado ha establecer a través de la investigación realizada, que entre la persona de
iniciales E.CH.F.M. (la desaparecida) y el señor Francisco Fermín Bautista Cuello, habría
existido una relación sentimental, la cual aparentemente no habría aprobada por los padres de la
misma, hecho que aparentemente habría dado origen a que la misma se fuge de su domicilio con la
referida persona (Francisco Fermín Bautista Cuello), con quien estarían viviendo en la ciudad de
Tacna, y con el cual que tendría un hijo registrado en la RENIEC con el nombre de “José Arturo
Bautista Feliciano”, nacido en Tacna el día 17 de Octubre del 2017, tal como versa de lo señalado
por el señor Francisco Mario Feliciano Sosa, padre de la agraviada, quien en su declaración obrante
a folios 17, precisa entre otros que, “(...) tengo información ya que estuve averiguando donde se
encontraría mi hija, me reuní en la ciudad de Tacna con Julía Morales Cuito, esposa del señor
Fermín Bautista Coello, quien me indico que mi hija todo el tiempo que estaba desaparecida
estaba en Tacna (...) también me hizo mención que mi hija ya tiene un hijo de nombre José Arturo
Bautista Feliciano, de un año de edad con el señor Fermín Bautista Coello, (...) presumo que fue
planeado ya que ella estaba ilucionada y enamorada del señor Francisco Fermín Bautista Coello.
(...)”, y fuera igualmente corroborado con la documentación obrante a folios 60, a través del cual se
acredita la existencia del menor recién nacido, así como también, que la persona de iniciales
E.CH.F.M., y el señor Francisco Fermín Bautista Cuello, serían los padres de dicho menor.

Por lo que estando a ello, este Despacho Fiscal considera que debe disponerse
el archivo de la presente denuncia, en este extremo de los actuados, salvo que en lo posterior
aparezcan indicios que hagan merecer, excepcionalmente, la reapertura de la presente investigación.

2.- Respecto del delito de INDUCCION A FUGA DE


MENOR

2.1. Del analísis normativo del tipo penal. El delito de


Inducción a Fuga de Menor, previsto en el artículo 148° del Código Penal, sanciona la conducta
de, “El que induce a un menor de edad a que se fugue de la casa de sus padres o de la de su
tutor o persona encargada de su custodia (...)”.

El hecho punible de inducción a la fuga de menor se configura cuando el


sujeto activo induce, instiga, persuade, estimula, incita, convence, promueve, influye, inclina,
motiva o determina decididamente que un menor se fugue, escape o huya de la casa de sus padres,
de su tutor o de la casa del encargado de su custodia.

Ahora, para configurarse este hecho punible, es necesario que el agente


despierte, en quien hasta ese entonces no tenía intención de fugarse, la decisión de hacerlo. El
fugitivo debe decidir fugarse a causa de la inducción. Caso contrario, si llega a determinarse que
antes de la motivación realizada por el agente, el menor ya estaba decidido a fugarse, no tendrá
relevancia penal la conducta del tercero. En ese sentido, debe quedar establecido que la inducción
tiene generalmente como presupuesto la ausencia previa de una resolución de fuga o escape de su
casa por parte del menor, tal como señala el profesor Ramiro SALINAS SICCHA2.

En cuanto al sujeto activo de esta conducta punible, se tiene pues que puede
ser cualquier persona. El tipo penal no existe la concurrencia de alguna condición o función especial
que debe reunir el autor. Incluso, los padres del menor pueden constituirse en sujetos activos del
delito cuando la tutela o custodia del menor recaiga en un tercero. Con relación al sujeto pasivo, se
tiene pues que los constituye el menor inducido, persuadido o determinado por el agente a que se

1 RAMIRO SALINAS SICCHA: Derecho Penal. Parte Especial - Volumen I, Grijley, Lima, 2010, p. 487 y ss.
2 RAMIRO SALINAS SICCHA: Derecho Penal. Parte Especial. 3ra. Edición. Marzo 2008. Editorial Grijley. 392.
fugue de la casa donde se encuentra bajo custodia. Indirectamente también son los padres que
ejercen la patria potestad, la tutela o custodia del menor. Sin duda, para configurarse el hecho
punible, el menor deberá tener cierta capacidad de discernimiento, pues un recien nacido es
imposible que se le pueda inducir. Igual a un menor con retardo mental también será imposible
determinarlo a que se fugue. Si recae la conducta del agente en esta clase de menores, se
evidenciará el delito de sustracción de menor.

En lo que se refiere al elemento subjetivo del tipo, se tiene pues que se trata
de un delito netamente doloso, donde el agente actúa con conocimiento y voluntad de persuadir,
motivar o determinar al menor a que se fugue de la casa de sus padres, tutor o cuidador.

2.2. DEL ESTUDIO DE LOS ACTUADOS.

- Al respecto, si bien es cierto que este Despacho Fiscal no ha iniciado


investigación preliminar en contra del señor Francisco Fermín Bautista Cuello, por el delito de
Inducción a Fuga de Menor, previsto en el artículo 148° del Código Penal, sin embargo, y
teniendo en cuenta que lo que se investiga en fase preliminar, no son tipos penales concretos, sino,
hechos fácticos imputados, los cuales recién van a ser tipificados como tal – por el Ministerio
Público – al momento de culminar la misma, este Despacho procederá igualmente a pronunciarse
respecto de este tipo penal en comento, a efectos de determinar si estos hechos investigados se
encuadran o no en este delito.

- Ahora, con relación a los hechos denunciados, se desprende pues de los


actuados que con fecha 29 de diciembre del 2016, la señora Julia Rosalía Miranda Sosa, refiere
que su hija de iniciales E.CH.F.M, habría desaparecido, motivo por el cual habría presentado una
denuncia por ante la DIVINCRI, imputándole dicho hecho, a la persona de Francisco Fermín
Bautista Cuello, con quien su hija habría mantenido una relación sentimental.

- Al respecto, si bien se ha llegado ha establecer a través de la presente


investigación realizada, que con fecha 28 de diciembre del año 2016, la menor de iniciales
E.CH.F.M, se habría efectivamente fugado de su domicilio, tal como lo habría denunciado la señora
Julia Rosalía Miranda Sosa, madre de la referida menor, por ante la DIVINCRI – Moquegua; sin
embargo, no pasa desapercibido para este Despacho Fiscal, el hecho de que no obran en autos
elementos de convicción que corroboren de alguna manera, que la persona de Francisco Fermín
Bautista Cuello, habría inducido a la menor de iniciales E.CH.F.M., a fugarse de la casa de sus
padres, existiendo solo en autos, las simples y meras imputaciones realizadas por la señora Julia
Rosalía Miranda Sosa, que evidentemente resultan insuficientes para acreditar dichas
imputaciones realizadas, y por ende, para la formalizar la presente investigación; máxime, si se
tiene en consideración que el Derecho Penal es cierto y objetivo, ya que se necesita la existencia
real de indicios relevadores de la existencia de un delito para formalizar la investigación, ya que
en este nuevo sistema procesal, no se puede “formalizar por formalizar”, salvo que en lo posterior
aparezca alguno que merezca, excepcionalmente, reaperturar la presente investigación; sin
embargo, a la fecha no tenemos tales datos objetivos requeridos, ya que las meras sospechas o
presunciones que realiza la parte denunciante, sin sustento indiciario alguno, no basta pues para
disponer la formalización de la investigación; por lo que debe archivarse la presente denuncia.

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