1 Epifanias 2021
1 Epifanias 2021
1 Epifanias 2021
Epifanías del Deseo, un espacio ex/céntrico que está enmarc Epifanías, punza y empuja a liberar al Sujeto y su arte, aunque
ado por un gesto, una ficción distópica. más no sea de su queja de las cadenas que lo amordazan.
Los proceso de globalización y de la llamada modernidad han dimensión, una división tácita entre lo privado y lo público,
traído consigo diversos cambios, no sólo en las dimensiones en cierto sentido, mantenía cierta negatividad respecto a
políticas, económicas, sociales y culturales de las sociedades las condiciones de prohibición o del no-poder (Han: 2012).
modernas, sino también, en las estructuras subjetivas que han
cambiado a la par de su temporalidad y contexto. Sería un Con la llegada de la globalización –entendida como
error metodológico y epistémico pensar que nos encontramos las formas de mundialización de los discursos que han
de frente al mismo sujeto de lo inconsciente que fue marcado las relaciones económicas y de intercambio
bosquejado por Freud y problematizado por Lacan. Estamos de los individuos, que secularmente ha generado un
ante la presencia y emergencia de en un paradigma otro. impacto en la dimensión de la construcción de sujetos de
consumo–, comenzó a establecerse otra forma de sociedad.
Aquel sujeto cuestionado por el psicoanálisis, hasta mediados La mundialización de los discursos y la maximización de
del siglo XX, era un sujeto al que se le cuestionaba sobre las formas de producción trajo consigo una mutación en
sus formas de obtención de placer y de gozar, aquellas que la construcción de capitalismo moderno. Los mecanismos
contrastaban, de una manera u otra, a las condiciones sociales de intercambio traspasaban las fronteras de lo local para
de la época. Un sujeto inmerso en una sociedad disciplinaria abrir una brecha irreducible en el mercado global. A modo
y de la cual era objeto de los mecanismos creados para su de semblanza y en la dimensión de lo singular, la brecha
explotación. Su condición de servidumbre voluntaria le entre lo privado y lo público comenzó a diluir su distancia
permitía hacer semblante a la dialéctica hegeliana del amo y a medida en que los medios virtuales de comunicación e
del esclavo. Una relación que implicaba cierta disyunción y
conjunción donde los saberes y la técnica sobre las formas
de gozar eran depositados imaginariamente en uno y en "...un sujeto que se ha vuelto
el otro. Los cuerpos pasaban a ser los depositarios de los
discursos culturales, de las adecuaciones y ortopedias para explotador de sí mismo..."
mejorar su condición de adaptabilidad a una sociedad que
le demanda un bien pensar y un bien consumir. Hasta este
punto, no podemos negar que la formula que se ha mantenido
intercambio ganaban terreno en la cotidianidad de la vida
constante, al interior de la práctica analítica, ha sido que el
misma. El siglo XXI trajo consigo la fractura de las fronteras
sujeto enferma de realidad, de su propia realidad, del exceso
en las dimensiones espaciales y de comunicación. El mundo
o falta de adaptabilidad a la misma, así como de su condición
se volvía un red telecomunicativa que simbólicamente
exclusión en las formas de obtención de placeres y sus
reducía su espacio. El mundo entero estaba ante los ojos del
formas singulares de gozar. Hasta este punto, las sociedades
sujeto, pero a su vez, el sujeto se presentaba ante los ojos
disciplinares –focalizadas en los mecanismos y dispositivos
del mundo mismo. Otros discursos comenzaron a emerger,
de control– habían mantenido la lógica de dominación de los
desplazando la condición y mecanismos disciplinarios
cuerpos, de sus placeres y de sus formas de producción en
por la condición del emprendimiento y del rendimiento.
la dimensión exogámica del amo –esta figura representada
por el caracterizado cerdo capitalista que materializaba la Las sociedades del rendimiento (Han: 2012) reconfigurarían
presencia de una entidad que apuntaba a gobernar de manera a un sujeto que se ha vuelto explotador de sí mismo. Ya
absoluta los cuerpos y prácticas sociales de los individuos–. no es necesario un amo que trate de dominar los cuerpos y
La sociedad disciplinaria había mantenido, hasta cierta sus placeres, ahora el sujeto es el amo de sí mismo, aquel
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Aquellos cuerpos perfectibles en su
exuberancia intentan (ha saber si de
manera fallida) sostener EL saber sobre la
sexualidad. La muerte se vive como una
forma de negatividad que hay que aplazar
hasta el último aliento, y si el sujeto
muere habrá que demostrar que mantuvo
un cuerpo y vida beata en relación a los
cánones sociales.
Retomando un texto muy conocido, pero poco leído, el texto que escribe Freud en el año 1917, allí él nos viene a exponer los
dos postulados básicos del psicoanálisis y a este propósito nos señala y especifica que son: La imposibilidad de dominar la
vida sexual y el otro, la esencia inconsciente de todos los procesos psíquicos. Cierto es que estas proposiciones nos remiten
al axioma, “El yo no es dueño y señor en su propia casa” (Freud 1917) cierto es que la formalización del inconsciente
freudiano, vino a romper con las propuestas planteadas por las psicologías del yo o los psicoanálisis psicologizantes. Que
aventuran nociones de cierta vaguedad. Al mismo tiempo el psicoanálisis, nos pide un esfuerzo, pensar al sujeto, como
segundo, definido por dos órdenes_ Inconsciente y sexualidad_ que lo constituyen como ajeno a sus más propias e íntimas
certidumbres y sus propias verdades. Conviniendo distinguir lo que considera Lacan (Sem 17.1969-1970), en El reverso del
psicoanálisis que, entre agente, es decir el sujeto y el Otro, hay una relación de impotencia que se llama producción, o efecto
de incidencia. Detrás de éste vinculo existe una verdad oculta. En los discursos, que son la manera de hacer lazo social,
ninguno puede apropiarse de la verdad/toda. Retomando a Freud (1900) en La interpretación de los sueños nos convoca
a pensar que esos deseos inconscientes, son de la misma tela, _sexuales e infantiles_ Algo más, importante de sumar, es
el texto de Freud, (1915-1917) Introducción al psicoanálisis en la conferencia titulada La vida sexual humana imprime y
aclara ciertas especificidades sobre el tema de la sexualidad que fueron marginadas por teorías ya oficiales, ya vulgares.
Define, que la sexualidad no se reduce a conductas adquiridas en el desarrollo de sujeto, sino y esto es fundamental, que
estas conductas son evidentes desde los primeros años de vida. Es decir, si lo psíquico no se reduce a lo consciente, la
sexualidad no se reduce a la reproducción. La sexualidad no tiene como fin la reproducción. Sino la consecución del placer.
Es toda una cuestión que se vislumbra muy compleja. De ahí que Lacan en los años 1973 y 1973 invente las fórmulas de
la sexuación, como una manera de dar respuesta a esta verdad imposible. La de que no hay relación (sexual). Cabe señalar
que subsiste una sexualidad con efectos en la trama fantasmática de los sujetos. Como hay un imposible al absoluto de la
unidad, el sujeto se las tiene que arreglar con sustituciones, el Goce Fálico y el Goce Otro. Ante todo, este derrotero, la idea
es que se comienza a iluminar es que no se está hablando de funciones biológicas, son lugares y funciones. Así sobreviene
la pregunta: ¿qué es primero, la biología o la palabra? Ya tenemos un andamiaje que vectoriza, La palabra. Insistamos en no
volver a lo viejo de siempre. Persistir obstinadamente en que el Significante es el talismán de las diferencias. Enfrentarse
con los mathemas de la sexuación es una plataforma para engarzar con otras disciplinas.
Sobre este suelo comienzo a cercar la idea de que por los rodeos de Freud y los mathemas de Lacan que se aparean cruzan
por distintos dispositivos. Pero con esto en mente pienso que todavía se ganaría una práctica normativa heterosexual. Que
taladra el sentido común de la normalidad y anormalidad, una especie de disfraz o maquillaje que vela lo Real de cada
humus. Lo original de la transgresión donde el Deseo toma su estilo epistemodisidente. Antes de avanzar insistir que la letra
“a” tiene un saber epistémico, no sólo para el psicoanálisis, sino para otras territorialidades. ¡Irrefutable que el Inconsciente
no tiene ni sexo, ni género! Concibo, entonces, ni esencia, ni sustancia, ni biologismo. Ficción, Compendio de ficciones,
compendio de Sujetos Políticos, envueltos en el cuero que contiene la carne de una crueldad rabiosa, osadía y arrojo de
escotar a un Sujeto de la subversión, incesante, mutantante, escupitado al mundo para inscribirse y ser actuante de la vida,
apostar, tomar el precio. Abismarse en las raíces de la muerte para aceptar su lealtad, que lo abruma, o lo mortifica, pero lo
vivifica.
Regresando a Lacan, creo que abre ventanas. Hay un profundo oleaje, desvanece el estatuto sexual-genital. Pienso que va
más allá del adoctrinamiento cultural, la presión social, o la educación y yo diría la “civilización abyecta”. También supongo
una pifia en el psicoanálisis. Hasta en los más liberales. Estructuras estables. “Per-versión como Estructura”. Estoy supuesta a
otras posibilidades. Otras lógicas. No binaristas, disidentes. Lógicas paraconsistentes, subsumiendo inconsistencias. Trenzar,
hilar un Sujeto en el tratabilleo de su estela, con un gasto que lo consume para la vida y para el Deseo, el formulado por él.
Sin cocerle la boca, porque el Deseo y la resurrección es crueldad, que fabrica ficciones vitales, no binarias, ni opresivas,
Génesis de la heterogeneidad del Sujeto, producto del golpe traumatizador de la palabra que
genera el motor ininterrumpido de lo que anima, a serpentear los términos del biopoder y la
biopolítica, o las políticas neoliberales con aspiraciones hegemónicas.
Esos, aquellos, nosotrxs a los que no les queda más que caminar por los márgenes de la sociedad,
a un costado del acontecimiento, miniaturizados y constreñidos a las máquinas de sujeción
semiótica. Para salvarlas apariencias de una más cara de racionalidad, binarismos absolutistas
estereotipos naturalistas-biologistas, sin
REFERENCIAS:
Freud, Sigmund. “Una dificultad del psicoanálisis”. (1917). Ed. Amorrortu. Buenos Aires.
Lacan, Jacques. El Seminario 20. “Aún”. (1972). Ed. Amorrortu. Buenos Aires.
Preciado. Paul. B. “Yo soy el monstruo que os habla”. (2020) Ed. Anagrama. España
Detengámonos un poco y revisemos lo que Freud planteaba repetición trata de capturar esos restos echados a pique, y
en relación al juego en Más allá del principio del placer: que mediante su continuo retorno en la escena re-producida
por “el escribir” nos muestran la cualidad fundamental
“[..] el juego y la imitación artísticos practicados por los que para Freud tendría el juego: predominio del principio
adultos, que a diferencia de la conducta del niño apuntan del placer que exige una explicación metapsicológica, la
a la persona del espectador, no ahorran a este último las cual no puede ser pensada sin una “estética de inspiración
impresiones más dolorosas (en la tragedia, por ejemplo), no económica”. Estética de inspiración económica, abordar la
obstante lo cual puede sentirlas como un elevado goce. Así exigencia placer-displacer, la pérdida, la ganancia, desde
nos convencemos de que aún bajo el imperio del principio sus remanentes más específicos: escritura y acto creativo
de placer existen suficientes medios y vías para convertir darán a esa económica ensoñada por Freud la posibilidad de
en objeto de recuerdo y elaboración anímica lo que en acercarse a una estética que problematice ese más allá del
sí mismo es displacentero. Una estética de inspiración principio del placer que la escritura pone en escena, de la
económica debería ocuparse de estos casos y situaciones que cual cual el poeta echa mano para crear heterotopías.
desembocan en una ganancia final de placer; pero no nos
sirven de nada para nuestro propósito, pues presuponen la Podríamos decir: estética heterotópica de inspiración
existencia y el imperio del principio de placer y no atestiguan económica. Sin embargo, realicemos un breve paréntesis
la acción de tendencias situada más allá de este, vale decir, para pensar las heterotopías: La heterotopía, como el campo
tendencias que serían más originarias que el principio de de la heteronomía hace referencia a esos lugares múltiples
placer e independientes de él.” (Freud, [1920] 2007, p. 17) inscritos en una misma localidad. Por ejemplo: el nombre
del poeta dislocado para que aparezcan otros poetas con
Escribir es un divertimento serio. Escribir, como jugar, en otras voces, con otros nombres, que a su vez, no hacen más
tanto puesta en escena es un intento por tramitar la exigencia que dar cuenta de lo heteromúltiple que es el cuerpo de ese
dolorosa propulsada por el principio del placer y cancelada mismo poeta autoheteronombrado: Pessoa, dejando su lugar
vía la represión. Es en esta medida que la escritura en tanto a Alberto Caeiro o a Ricardo Reis para explotar eso que en
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Fernando no podía ser explotado. Es necesaria la heterotopía lugar real varios espacios que, normalmente serían, deberían
para dejar de ser ese rostro de la mismidad de siempre, esa ser incompatibles” (Foucault, ibídem, p. 25).
misma discursiva de siempre. Si bien, Foucault plantea que
las heterotopías fueron inventadas por los “adultos” antes de Por otro lado, el cuerpo heterotópico, de geografías múltiples,
que los niños pudieran, mediante sus juegos hacerle saber se ciñe a la lógica de Alicia a través del espejo, al juego
al “adulto” de su olvido, es quizá pertinente decir que sin con las palabras que arma Pessoa vía Caeiro, a la afirmación
el rasgo creativo que hace resonancia en la infancia, las de la vida aún en la muerte y desde la muerte denominada
heterotopías no tendrían lugar, nos dice Foucault: erotismo, de la cual Bataille (entre otros) nos hace participes.
El cuerpo y la escritura como geografía de inscripciones
“Esos contraespacios, a decir verdad, no sólo son una diversas, como laboratorio de trabajo que no cede ante las
invención de los niños; mismidades del discurso.
y esto es porque, a Por más que se diga del
mi juicio, los niños cuerpo y la escritura, por
nunca inventan nada: más que se le nombre, el
son los hombres, por cuerpoescritura escapa
el contrario, quienes en esas topias en las que
susurran a aquéllos sus se enlaza cual juego de
secretos maravillosos, y superficies y bloques,
enseguida esos mismos movimiento rizoma. La
hombres, esos adultos heterotopía es lo otro
se sorprenden cuando que ya no puede ser lo
los niños se los gritan mismo. Afirmación de
al oído. La sociedad la diferencia en relación
adulta organizó ella a la expropiación de
misma, y mucho antes lugares, potencia y
que los niños, sus acto entrecruzados.
propios contraespacios, Ordenamiento
sus utopías situadas, sus secuencial excedido
lugares reales fuera de que revienta la escritura
todo lugar. Por ejemplo, del mundo a partir de
están los jardines, los esa ciencia ensoñada
cementerios; están los por Michel Foucault, la
asilos, los burdeles; están heterotopología.
las prisiones.” (Foucault,
[1966] 2010, p. 21)
Un contraespacio como
lugar real fuera de todo
lugar es el principio de
la heterotopía. Topos
desbordado ¿No es
acaso entonces la escritura heterotopía y multiplicidad? La
estética de inspiración económica ensoñada por Freud, a REFERENCIAS:
la que referíamos al principio de estas notas, toma cuerpo
Michel Foucault, [1966-67], El cuerpo utópico. Las heterotopías. Nueva
a partir del despliegue de pliegues de desterritorialización visión, Buenos Aires, 2010.
que referimos a partir del traslado del contraespacio a
Sigmund Freud, [1920], Más allá del principio del placer. Obras Comple-
la heterotopía. Superficies heterotópicas: el armado del tas, Tomo
mundo, la irrupción de los contraespacios propulsados por la
XVIII. Amorrortu, Buenos Aires, 2007.
imaginación de quienes supusieron que había algo que hacer
con el espacio a partir del más allá de las representaciones. --------------------, [1930], El malestar en la cultura. Obras Completas, Tomo
XXI, Amorrortu, Buenos Aires, 2007.
Producción enloquecida de multiplicidades que se deslizan
en contraespacios: lugares de susurros y gritos, secuencias de
escritura y desborde, inscripción como oposición múltiple:
“En general, la heterotopía tiene por regla yuxtaponer en un
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¿QUÉ SE MATA
CUANDO SE MATA?
CUERPOS Y PODER
Por: María Leticia Rodríguez
El entorno social en el que actualmente nos colocamos, responde a una especie de voracidad, aniquilamiento y subordinación
del bien que debiera ser la propiedad más preciada para el hombre: su cuerpo. Homicidios, suicidios, matanzas, desapariciones,
linchamientos, secuestros, pedofilia, y hasta canibalismo, son actos que se llevan a cabo cada vez con más crueldad y que
por su dimensión de horror escapan a nuestra imaginación. De suerte que pensar el cuerpo del otro en nuestros días, es
concebirlo como el botín y el espacio donde se inscribe la imposibilidad de la justicia y con ello el ineficiente acto de
aplicación de la ley que hoy por hoy, evidencia el dominio de sus opuestos, la ilegalidad y la in-justicia. Roberto Esposito en
el texto titulado “Personas, cosas, cuerpos” (2017), desarticula el dispositivo de la persona que se construyó al establecerse
una relación de diferencia entre esta categoría y la de cosa. Lo anterior es retomado por el autor desde los orígenes del
Derecho Romano, señalando que, de lo que se va a ocupar el derecho, es de “una acción, o una persona, o una cosa”, lo cual
implica el establecimiento de una relación meramente instrumental. Por otro lado, destaca que, lo que vincula los términos
Persona – Cosa, es un elemento que ha sido excluido del dominio de la ley: el cuerpo.
“Lo que defiendo en las páginas siguientes es que la única forma de desenredar este nudo metafísico
entre la cosa y la persona es aproximarnos a él desde el punto de vista del cuerpo. Porque el cuerpo
humano no coincide con la persona o con la cosa, sino que abre una perspectiva externa a la fractura
que la una proyecta sobre otra.” (p. 30)
A la luz de este planteamiento, el objetivo del autor es la desarticulación del dispositivo “persona” para dejar en claro que
la base de dicho presupuesto definió una relación fundante que distinguía y remarcaba la diferencia entre Personas y cosas a
partir de la cual, no únicamente se constituyó la relación entre humanos y cosas, sino que también determinaría la relación
entre los mismos seres humanos, esto es su rango, su estatus y su poder. Lo que podemos percibir así, es la concepción de
un cuerpo convertido en espacio de tensión, que pone en evidencia la perversidad de la ley y sus instituciones. Ese Otro
simbólico a cuyo código somos sometidos al momento de inscribirnos como “personas” en el orden de la Ley. Ahora bien,
la relevancia del dispositivo “persona” planteada por este autor, radica en el hecho de que genera una serie de consecuencias
y efectos que producen desde su perspectiva, la personalización de unos seres humanos a partir de la despersonalización
de otros (Esposito, 2017, p. 28). Lo cual trae como consecuencia la posibilidad exponencial de que ciertos seres humanos
terminen siendo cosificados ante el embate de la apropiación de sus cuerpos. De tal manera que la desarticulación del
mencionado dispositivo, a decir de Esposito, nos permite ver la manera en que opera en tanto instrumento de las distintas
prácticas jurídicas y los mecanismos de poder que de ellas devienen y en consecuencia los efectos de inclusión y exclusión
de los sujetos tanto en lo social, como en lo jurídico. Es decir que lo que vemos ante esta deconstrucción del dispositivo
“persona” que nos propone Esposito, es la paradoja que implicó la distinción Persona – Cosa, ya que marcó no solo la
oposición misma entre ambas, sino que también posibilitó el desplazamiento de los seres humanos a la esfera de objetos
inanimados.Ser cogido, oradado, violentado o devorado por el otro, son imágenes que evidencian la manipulación que de
los cuerpos se hace en la actualidad. Cuerpos vejados por una “modernidad y neoliberalismo” que nos ha heredado como
bien de intercambio primordial, el mismo cuerpo. Día tras día somos sometidos a la visibilización del horror que vivimos o
enfrentamos, a la constante transgresión de la ley y a un incansable clamor de “justicia”. Nada más incompatible que esta
dupla. Razón por la cual la relación, quizás indisoluble, Cuerpos-Poder, es un tema que no podemos eludir debido a que
la violencia, la impunidad y la injusticia son ahora los grandes síntomas de un mal estar tan profundo, que ha puesto en un
macabro juego a los cuerpos. Si el capitalismo convierte a los seres humanos en mercancías, apunta Martha Lamas, para
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Sayak Valencia la sangrienta dinámica en su versión neoliberal, antes de desecharlos los tortura
o despedaza, configurando con ello un nuevo campo de sentido simbólico que va a producir
sujetos cuyas prácticas resulten impasibles y estremecedoras. (Citado en Valencia, 2016, p.
9) Ante este panorama, cabe el preguntarnos entonces, si no estamos ante una condición que,
para muchos, y cada vez con mayor frecuencia, solamente adquiere su valor con la pérdida
y destrucción de la vida. Es decir con el acto de matar y deshacer “eso” que imposibilita la
restitución de un orden que en apariencia, se disfrace de justicia. Es decir con el acto de matar
y deshacer “eso” que imposibilita la restitución de un orden que en apariencia, se disfrace de
justicia. De ser así, y desde este marco, podríamos hacer una lectura de los textos dramáticos
“Bajo el silencio” y “Un misterioso pacto” de Oscar Liera como muestra de una “enfermedad
social”, del “lugar” que, con mayor exacerbación, ha vuelto a poner en tensión la dualidad
persona o cosa; vida o muerte, en tanto mecanismo de supervivencia de los seres humanos.
Dicha dualidad como la exhibe Liera en estas obras podría posibilitarnos la reflexión en torno
a la manera en que a partir del ejercicio de la violencia, se puede echar luz sobre
lo perverso del contubernio Poder-Derechos-Justicia. Tal inconsistencia no
únicamente hace visible la no posibilidad del ejercicio de la justicia, sino
que ante ello, pareciera viable e incluso justificable el acto de “justicia
por propia mano” como medida de reparación inmediata y eficaz,
pero cuyo argumento de restitución de la misma, no resulta ser
sino un ejercicio cruel de venganza. Ejemplo de ello podemos
verlo en los personajes de estas obras, para quienes la ley y la
justicia no va a estar en las instancias de control institucional,
sino en otro lugar, el lugar del vacío que de tanto ser oradado
por las injusticias, ha obligado a los sujetos a buscar una
salida, un “equilibrio” que restituya el orden perdido, y
ese orden en su discurso tiene la forma del “ojo por ojo”
como única alternativa; como única posibilidad de pensar
la Justicia. Paradógicamente, esta “justicia”hace visible su
propia imposibilidad y el hecho de que ninguno de nosotros
escapa ya a la violencia. Para tomar un lugar ante el acto
criminal que se muestra en estas obras, creo que tendríamos
primero que cuestionarnos el qué mata el asesino, para intentar
dimensionar el porqué de dichopasaje al acto. Desde mi punto
de vista, aquello “desagradable”, “montruoso” que implica el
acto criminalmostradopor Liera en ambos textos, devela en primer
lugar el “derecho” deapropiación del cuerpo del otro, el cual queda
investido de todas las injusticias sociales que puede llegar a simbolizar
para el que comete el acto criminal. En segundo, el que esta posesión del
cuerpo con una enormeviolencia, pone el acto de justicia como imagen opresora
y al mismo tiempo como signo de la imposibilidad de realización de los individuos. Por
lo que las obras dramáticas en cuestión se convierten en un intento por explicar aquello que ya
resulta inexplicable: Son las mismas instituciones las que delinean las más atroces formas de
transgresión y de ejercicio de la violencia. Misma que será repetida por sujetos de a pie quienes
han sido despojados y violentados de los más elementales derechos de supervivencia y que a
través de un acto transgresor y criminal posibilitan su retorno a la categoría de sujetos.
REFERENCIAS:
Esposito, Roberto, (2017), Personas, cosas, cuerpos, España, Madrid, Ed. Trotta.
Lilith fue la primera esposa de Adán. En la Biblia su existen- que desea un goce sexual y la otra una mujer dependiente,
cia fue borrada, aunque no totalmente pues dice en el Géne- de segunda, que debe obedecer y que está maldita por haber
sis: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios comido e invitado a Adán a comer de la fruta del árbol del
lo creó; varón y a hembra los creó”, antes de la narración de conocimiento… Y esa maldición se continúa generación
la creación de Eva en donde Adán estaba solo. Entre Lilith tras generación a todas las mujeres. Inaudito y totalmente
y Adán, sexualmente hablando, no había un acuerdo. Adán injusto pues fue una trampa prefabricada. ¿Qué deseaba esa
insistía en una única posición: ella tendida de espaldas y él interpretación del Dios de la Biblia? Buscaba la obediencia
arriba porque él era más fuerte e importante; Lilith le decía en un acto perverso, pues sabía lo que iba a suceder ya que
que los dos fueron creados igual y que variaran, pero él no dejó un árbol con el fruto prohibido en el centro del jardín
accedió. Lilith se negó a tener relaciones con él y Adán, del Edén. Posteriormente en la mente misógina de muchos
después de un tiempo y desesperado, intentó violarla. Cuan- -y así lo cuentan los diferentes mitos- Lilith es una bruja,
do ella desfallecía defendiéndose de Adán, pronunció el ine- una mujer lujuriosa, un vampiro, un demonio que engendra
fable y secreto nombre de Dios, por lo que fue trasladada por demonios. La sexualidad igualitaria donde la mujer goza ig-
los aires a otro lugar donde encontró otras parejas, ángeles ual que el hombre es erradicada. ¿Por qué? La sexualidad
caídos o demonios. Adán rogó a Dios que hiciera regresar es controlada, acotada, limitada… pues una persona que no
a Lilith y Él envió a tres ángeles a solicitárselo, pero ella ha logrado satisfacer sus necesidades básicas es fácilmente
no quiso volver. Entonces Adán fue dormido por Yahveh y dominada y alienada.
de su costilla creó a Eva. El significado de la metáfora es
claro. La mujer no tiene el mismo nivel del hombre, debe A pesar de todo, en una versión feminista del mito de Lilith
someterse a él y a sus deseos. Pero, ¿quién necesita sobajar a (muchos años después de la separación) Lilith busca a Adán,
una persona para sentirse bien? ¿El perverso, el que tiene un lo visita. Él está ya muy viejo, encorvado, con la piel agri-
complejo de superioridad que encubre otro de inferioridad o etada y con la vista cansada, tiene cerca de 930 años, edad en
el narcisista pleno de inseguridades? la que según el mito muere. Lilith lo saluda y le dice: “Soy
Lilith, tu primera esposa”. Adán apenas alcanza a levantar
Dos concepciones de mujer, una insumisa, con deseos sex- la vista para verla y Lilith dice: “Yo pensé que Yahvé no me
uales y de igualdad, que se niega a obedecer al marido y quiso y ahora veo que sí”. Lilith sigue joven y hermosa y
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ha disfrutado de una vida plena, ella no pecó. Es por eso que que consideran que tienen el derecho a gozar sexualmente
Lilith es la Shejináh que significa en hebreo la radianza o la igual que los hombres, a elegir libremente, a expresar sus
presencia de Jehová y de Yahvéh -que según ciertas antiguas pensamientos en palabras y exigir sus derechos. La mayoría
tradiciones son distintos- y que, en el misticismo judío de la de las religiones, si no todas, pretenden someter a la mujer a
cábala, representa el aspecto femenino de Dios. (Dey, 2012). la servidumbre controlándolas, desvalorizándolas. Y si Dios
existe, definitivamente estos escritos no fueron dictados por
¿Por qué la convirtieron en bruja que se roba a los niños? Él o por Ella pues son propios de personas con miedo, inse-
¿Miedo a la capacidad de goce y orgiástica de la mujer guridades y patologías varias.
que puede tener varios orgasmos en un encuentro sexual?
¿Deseos de asegurar la legitimidad de la progenie por moti- REFERENCIAS:
vos económicos y de herencia? ¿Inseguridad rampante a la
Brown, G. (2006) The book of Lilith. United States of America: Amazon.
capacidad de satisfacer sexualmente a una mujer? ¿Envidia Edición Kindle.
por no poder gozar de esa manera ni engendrar?
Dey T. (2012). Mujeres transgresoras. México: Editorial Punto de Lectura.
y Asherah esposa de Yahvé y de Jehová en una poliandria Mos, D. (2003). Hating in the First Person Plural: Psychoanalytic
Perspectives on Racism, Sexism, Homophobia (Book Review). New York,
antigua fue transformada en el Espíritu Santo y eliminadas NY: Other Press.
ambas del panteón de los dioses. Nájera, O. (2003). Mitologías. Lilith y Caín ¿Rebeldes o revelaciones?
Febrero 15,2021, de Razón y palabra. Sitio web: http://www.
razonypalabra.org.mx/anteriores/n35/onajera.html
La estirpe de Lilith es la de las mujeres insumisas que se
niegan a ser un apéndice o costilla del varón. La de aquellas
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EL CUERPO Y LA
PALABRA EN
EL DIVÁN
“El analizante manifiesta: el cuerpo me duele, no quiero
hacer nada, me duele mucho, últimamente he sentido que de tanto
dolor pareciera que ya no lo siento”.
Cuerpos perseguidos, mutilados, fragmentados, cifrados, El cuerpo y sus síntomas histéricos o psicosomáticos intentan
preformados, sometidos… El Otro con sus deseos revelar algo de la historia del sujeto… Historia entretejida a
inconscientes trata y a veces consigue infringir dolor y través del lenguaje, en un entramado de significaciones.
muerte, es algo que va más allá de la palabra que constituye
al sujeto, la pulsión de muerte/goce. El dolor físico es un dolor del pasado que se anuda en el
presente porque algo intenta decir, en algunas ocasiones el
El yo “piensa” es mi cuerpo, el cuerpo me pertenece y el del dolor físico no tiene causa orgánica, pero sí psíquica. En
otro también, pero acaso, ¿el cuerpo es nuestro? O se hace ambos casos, el doliente se enfrenta con una condición de
cuerpo en el discurso del Otro… si es así, ¿qué entramado sufrimiento y abandono.
será necesario escudriñar para develar algo del propio deseo?
Pero, ¿quién habla cuando habla el analizante? El Otro
En psicoanálisis, el cuerpo no es el organismo, es un hecho habla, el inconsciente como discurso del Otro, ese que habla
del lenguaje, a partir del baño de los significantes. Es así está ahí para constituir un discurso histórico que somete y
que, a partir del lenguaje, el organismo se hace cuerpo. domina al sujeto; por lo que se hace necesario desanudar ese
¿A qué se refieren los analizantes cuando dicen que el discurso alienado que posibilite la responsabilidad subjetiva.
cuerpo duele? Al parecer el dolor del cuerpo no desaparece
El cuerpo habla en el diván, se expresa en el discurso
únicamente con la medicación, se requiere de algo más, darle
del analizante cuando dice que le duele/que no lo siente/
lugar al mensaje (inconsciente) que transmite ese dolor; lo
que está enfermo. En el síntoma histérico, el sujeto habla
que implicaría, a partir de la palabra, su desciframiento.
sobre su padecimiento. De acuerdo con Freud (2008) “el
En los primeros trabajos de Freud sobre la histeria, en el síntoma puede variar de un significado a otro, así como las
año 1880, se puede observar la trascendencia de que una de condiciones que favorecen la transferencia de lo psíquico a
sus pacientes Ana O, le dijera: “cállese, no me interrumpa, lo corpóreo, es decir, la conversión” (p.28). En este sentido,
déjeme hablar”; así vemos surgir el método de la cura por el síntoma conversivo es propio de la estructura clínica de
la palabra; fue necesario que Freud se desmontara de su la histeria, resultado de un conflicto psíquico que se originó
posición de saber-poder, para escuchar la palabra de la en la sexualidad infantil, es decir, en el pasado de la historia
paciente; lo cual constituye uno de los fundamentos de la del sujeto.
clínica psicoanalítica.
Epifanias del Deseo
15
A diferencia del síntoma histérico, en el fenómeno Un cuerpo que habla es político…habla sobre la enfermedad,
psicosomático el órgano enferma debido a una falla en la el dolor, la pérdida, el abandono; se podría concebir como
metáfora paterna, es decir, en la transmisión de la ley que indefenso, pero también es una posición de resistencia frente
es el acceso al registro simbólico; pareciera que se carece a la atrocidad, lo siniestro…Visibilizar implica tomar el
de la palabra, actuándose en el cuerpo porque no se alcanza lugar del no saber para acceder al discurso del Otro.
a apalabrar. El escollo se presenta en la juntura entre lo
imaginario y lo real, que provoca una afectación del órgano, En el dispositivo analítico se recupera la singularidad
aunque hay algo de lo simbólico como traza que se cuela y del sujeto en el caso a caso, dándole lugar a la palabra,
no se borra, a partir del traumatismo de la embestida de lo como una forma de resistir frente al sometimiento de las
real de lalengua. configuraciones económicas, políticas y culturales de la
época, las cuales han provocado padecimientos, resultado
Es por ello que recobrar la experiencia dialéctica del análisis, de los embates perversos de explotación, feminicidios,
en ese encuentro entre el cuerpo y la palabra, donde el sujeto marginación y segregación.
puede hablar libremente sobre sus padecimientos, es una
posibilidad simbólica frente a lo mortífero en lo humano.
bulimias y más… que al parecer se producen como efectos Freud, S. (2008). La Etiología de la Histeria. En: Obras completas, tomo
de un sistema económico y patriarcal que hacen callar, pero III. Amorrortu.
además se montan en la explotación de la imagen como Lacan, J. (2019). El seminario 10. La angustia. Paidós.
ilusión de un por/venir de felicidad a través de los objetos de Nasio, J. (2010). Los gritos del cuerpo. Paidós.
consumo, es decir, de goce.
Epifanías del Deseo
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Yván Silén: o la poética
del inconsciente
Por: Octavio Patiño García
Pocos autores contemporáneos logran trazar en sus obras el onirismo, el erotismo, la violencia, la subversión y el lenguaje
poético como lo hace Yván Silén. La madre asesina (2018) es la materialización de la escritura de lo inconsciente. Una
antinovela que rompe la comodidad del lector, que le convoca a una implicación con sus propios fantasmas. En su escritura
se ha gestado una nueva máquina de guerra, donde los neologismos desencadenan la potencia misma de la letra en su más
pura viveza, en su rebeldía, en su estallamiento.
Como los anteriores, leemos otros neologismos como: la maestra fellatiaba, nosotros poesiábamos, las ambulancias
amarillaban, la maestra se levantó madremente, Nilda y yo ¡telarañábamos!, ¡”falábamos” y “vaginábamos”!, que no son
sólo recursos ornamentales, sino fulgores intempestivos, proveedores de imágenes repentinas que disparan directo a la
mirada, donde la mera forma racional no basta.
Ella había copiado equivocadamente la cadencia de mi verbo (azuelo, azuelas, azuela, azulamos, azuelan —realidar, taxiar,
metagramatizar, serestar, etc.--)
De igual manera que con La muerte de mamá, otra de sus más grandes obras, la frase con que inicia su antinovela es
contundente, “Cuando me enteré de la muerte de mamá no pude contener la risa” y “La madre disparó cristianamente
contra el hijo”, son frases que rasgan, cuestionan y declaran la guerra a las pretendidas escrituras acomodadas, prestas al
aplauso fácil, porque la escritura de Yván Silén es radicalmente política.
En esta antinovela de La madre asesina podemos constatar que Yván, el poeta del sombrero de copa, el poeta esquizo, es
ya una de las voces imprescindibles dentro de la literatura de habla hispana de nuestros días, su escritura es navaja, punzón,
granada que hace estallar el centro coagulado de la gramática, en él se encuentran la carcajada del esperpento, lo siniestro
y contestatario del romanticismo, la agudeza poética, la urgencia siempre insistente de la libertad, el rizoma deleuziano,
los símbolos profanados de Matos Paoli. En su escritura serpentea la lengua de la rebeldía, las hebras del inconsciente, la
ruptura con el Astro, a la manera que Blanchot nombraba la escritura del des-astre. Yván Silén es herejía.
Yván, el poeta de los taxis amarillos, el de la noche de la madre rota, es el escritor que logró navegar sobre las aguas que
conducen al Hades, y asomándose al Tártaro logro arrancar de sus muros un fragmento de tiza para escribir sus obras, Yván
Epifanias del Deseo
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Creo que los adultos me habían visto caer y me habían
descubierto niño en la caída.
Al decadente no le importa la moral; le importa el arte. A de desenfreno, alcoholismo y abuso de drogas, tal como el
finales del siglo XIX y principios del siglo XX tuvo lugar grupo de autores de su época solían vivir.
el movimiento decadentista en México cuyos representantes
eran jóvenes hartos de las ideas utilitarias del positivismo El cuento Blanco y rojo, el sexto de su publicación, se
y del nacionalismo que buscaba el progreso social con la sirve al lector como la nota roja, tal como si se estuviera
literatura la cual era empleada, hasta entonces, para educar y leyendo el testimonio de Alfonso Castro, un asesino en
convencer a los lectores de los beneficios de la modernidad. prisión que le concede a un reportero, quizás Couto, su
discurso apologético del asesino a sangre fría que es, uno
Los autores decadentes mexicanos usaron su lenguaje que no demanda misericordia, sino que se le reconozca
refinado durante una década para atreverse a tocar temas como alguien que no está loco, alguien que busca nuevas
que hasta antes eran tabú: sexualidad, vicios, asesinatos, emociones: “Seré un enfermo, no lo niego, un enfermo, pero
zoofilia, necrofilia, desenfreno. Eran gente culta que sabía un enfermo de refinamientos, un sediento de sensaciones
usar el lenguaje para sus textos sumamente descriptivos con nuevas”2, dice mientras que le ofende que se le diga demente
el fin de crear estéticamente sin importar el mensaje; con el pues eso le disminuye en su poder intelectual y cultural:
objeto de liberar a la literatura. “Quise refugiarme en el arte, estudiar y vibrar ante las
grandes concepciones, sentir el estremecimiento creador del
Entre ese grupo de literatos mexicanos decadentes estaba Poeta, el Músico o el Pintor (…) había estudiado a fondo
Bernardo Couto, de vida despreocupada y llena de excesos los grandes maestros, había vivido una época entera en los
-como solían ser los decadentes- quien sólo logró publicar el museos más célebres…”.
libro de doce cuentos Asfódelos 1 publicado en 1897 donde
se encuentra el cuento objeto de este artículo: Blanco y rojo. El asesino propuesto por Couto es un predestinado, sabe
Couto murió a los 21 años de neumonía, después de una vida que su objetivo es asesinar y nos cuenta sus razones: su
inquietud, su avidez por la literatura de Edgar Allan Poe o
1 Tomado del poema “El espectro” de Charles Baudelaire. por otros libros que “marchitan los sentimientos”, la falta
Bernardo Couto cierra su cuento Blanco y rojo con este fragmen- de energía en su cuerpo y en su vida sustituidos sólo por
to. https://fleursdumal.org/poem/171
2 En la antigua Grecia se creía que los asfódelos, plantas que se 3 Ésta y las demás referencias textuales son del cuento
ponían en las tumbas de los muertos, facilitaban el tránsito hasta original de Bernardo Couto. Couto, Bernardo. (1897). “Blanco y
los Campos Elíseos. rojo”. Asfódelos. UNAM.
Epifanias del Deseo
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impresiones y falta de convicciones. Se dedicaba a los placeres y a los excesos, quizás
como Couto, y después de un tiempo de abuso buscaba recogerse en tiempos en los que se
deprimía hasta que salía de nuevo a buscar nuevas sensaciones.
REFERENCIA:
(…) la postmodernidad se caracteriza según Jean-Francois Lyotard, por el fin de los grandes relatos de emancipación de
la humanidad que se elaboraron durante la modernidad, la cual funcionó en torno a ciertos ideales, como por ejemplo el
acceso a la razón, y al criticismo y la emancipación social (…)1
Foucault situó las sociedades disciplinarias en los siglos XVIII y XIX; estas sociedades alcanzan su apogeo a principios
del siglo XX. Operan mediante la organización de grandes centros de encierro. El individuo pasa sucesivamente de un
círculo cerrado a otro, cada uno con sus leyes: primero la familia, después la escuela (“ya no estás en tu casa”), después el
cuartel (“ya no estás en la escuela”), a continuación la fábrica, cada cierto tiempo el hospital y a veces la cárcel, el centro
de encierro por excelencia (…)fue el sucesor de las sociedades de soberanía, cuyos fines y funciones eran completamente
distintos (gravar la producción más que organizarla, decidir la muerte más que administrar la vida); la transición fue
progresiva, Napoleón parece ser quien obra la conversión de una sociedad en otra. Pero también las disciplinas entraron
en crisis en provecho de nuevas fuerzas que se iban produciendo lentamente, y que se precipitaron después de la segunda
guerra mundial: las sociedades disciplinarias son nuestro pasado inmediato, lo que estamos dejando de ser.
La pérdida de referentes ideológicos anuncia la crisis de representaciones sociales, entonces, ¿Lo que estamos dejando de
ser, anuncia lo que somos, o lo que seremos? ¿Cómo saberlo? aventurarnos en balbucear una “Teoría de verdad” es ya un
absurdo. Los espacios de encierro y control, son cada vez menos tangibles, la visibilidad del poder absoluto, y de los ordenes
hegemónicos (Laclau, y Mouffe) exceden las prácticas policiales tradicionales. El orden simbólico, anuda (o desanuda) tales
referentes.
Las disciplinas se tornan, se moldean y se aventuran en generar nuevos referentes de INTERVENCIÓN ¿Cómo intervenir
en los horizontes de la compleja realidad cotidiana?
1 Dufour Dany-Robert. La muerte de Dios postmoderna. Entrevista por Aguado Angélica y Paulín José.
2 Deleuze Guillie, Conversaciones, PRE-TEXTOS,España, 1999.
Epifanias del Deseo
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Intervenir, alude a la noción misma de transformación ¿Cómo entender que la creación implica un momento de
desde la reflexión, la investigación y la actitud renovadora locura y delirio?
de búsqueda, desde la desconstrucción. En este panorama
los procesos de nominación son rebasados por la Delirar significa salirse de la surco-realidad, salirse del
presentificación, se trata de la crisis al centro de las palabras. consenso discursivo. El surco es la primera realidad que
establece que es lo que queda fuera del surco.
Gary Hall, señala que la desconstrucción interrumpe y
excede el campo clásico de la filosofía de Badieu. No se La fluidez del proyecto académico de Hall, se desliza del
trata de la ontología clásica para nominar los nuevos objetos. surco del pensamiento tradicional a la renovación de la
La realidad excede a la palabra. También señala que la escritura, de la propiedad del autor, deconstruye los límites
tecnología ofrece a la academia un campo de nuevas reglas del editor y posibilita la diferencia en la INTERVENCIÓN
de transformación y creación. El performance es cada vez escritural.
más una posibilidad, una escenificación de reflexión.
Hall interviene en el espacio virtual, y desdibuja los
¿Cuáles son las implicaciones de la tecnología para el parámetros más dogmáticos que atrapan la palabra, incluso
pensamiento posmoderno? Las redes generadas por los espacios de referencia escritural, no son ya únicos, son
INTERNET, la noción misma de WEB (World Wide producto de una red, una compleja red de pensamiento,
Web) han generado que la noción de amplitud y referencia acciones (WIKIS) e INTERVENCIONES.
territorial sea permeable y penetrante, y con ello, la
El acto de locura con el que Gary Hall logra que su proyecto
temporalidad y espacio son nuevamente un punto de crisis
“libro líquido” sea una realidad, es ya una INTERVENCIÓN
(peligro y oportunidad).
en la subjetividad.
Gary Hall emprende con su proyecto “Libros líquidos”,
Los tiempos posmodernos convocan a atender y renovar
una reflexión sobre la noción misma de escritura, confronta
las prácticas, los dispositivos clásicos y generar nuevas
la noción de libros tradicionales. Explora el movimiento
INTERVENCIONES e INTERMEDIACIONES.
constructivo del libro. En el libro líquido, los usuarios
reescriben y reutilizan las fuentes de oportunidad que pudo
tener el autor. Con el espacio virtual generado por el “libro
REFERENCIAS:
líquido”, Gary Hall INTERVIENE en el espacio de la WEB,
con un DISPOSITIVO que posibilita la reflexión sobre las Dufour, D. (2016). La muerte de Dios. Postmoderna. Entrevista por
Aguado Angélica y Paulín José.
Implicaciones de la realización. La fluidez del libro líquido
permite pensar la intervención como un proceso y efecto de Deleuze, G. (1970-1990), Conversaciones. Edición electrónica de www.
philosophia.cl / Escuela de Filosofía Universidad ARCIS.
la locura y el delirio.
Epifanías del Deseo
22
Performance: Gritar
con el cuerpo
El cuerpo, el discurso y el poder, son aristas de una misma lenguaje, fuera del tradicional. La pregunta inmediata es
figura, cuyas paredes se juntan para hacer forma, son lados de ¿Cómo crear nuevos discursos, nueva noción de poder a fin
una misma configuración que adquiere su valor perceptual a de producir otros cuerpos y por lo tanto, otras formas de vida?
partir de la posición en que se le mire. Al tener aristas, implica Me parece que nos encontramos en un tiempo crítico que
la unión o la conformidad de una sola cosa con elementos manifiesta dicha intolerancia por medio de la violencia, por
separados pero que comparten similitudes, puesto que son ejemplo, la violencia estructural, clara evidencia de ello, son
constructos que parten de un vacío para unificar y hacer los crímenes de odio, desapariciones forzadas, violencia de
estructura, configuración u “orden” político y social (pero género, pigmentocracia, etc., todas aquellas posiciones que
sólo a conveniencia de unos cuantos). Son constructos hoy de alguna manera son invisibilizadas, excluidas y silenciadas
en día que son cuestionados para erradicar “la objetividad” del mundo que las conforma. En relación con lo anterior, me
y la heteronormatividad a fin de dar paso a lo subjetivo, a la parece pertinente y urgente, crear nuevas formas de atención
alteridad, a lo autónomo; sin embargo, este cuestionamiento, y denuncia, que permitan no ignorar tales hechos. Una de
provoca un desenlace fatídico, pues produce nuevas formas estas formas es el arte, pero no el arte como usualmente se le
(incómodas para muchos) que fungen como una amenaza piensa, sino como lo menciona Ranciére (2019), “la forma
a los discursos que se encuentran inmersos en lo político y de vida como arte”, en donde se busca precisamente una
socio-cultural, y que a su vez, atentan contra todo amorfismo, ética del arte en tanto intervención de los espacios públicos,
diferencia, anormalidad, desviación y unicidad, es decir, políticos y que a su vez integran (por medio de la inclusión)
contra todo eso que busca ser distinto o producirse en otro a la comunidad; ya se veía, en 1995, como Antanas Mockus
Epifanias del Deseo
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creó en Bogotá toda una transformación y disminución de la violencia en el país por medio
de la cultura y las artes; considero, las artes son ese lugar en donde es posible generar un
discurso alternativo, creativo, que invite a la aceptación de nuevas formas políticas. Ranciére
(2019) hace énfasis en ver al arte no sólo como un fin al que pocos tienen acceso, sino también
como un medio para la transformación, menciona: “El arte tiene que dejar el mundo del arte
para ser efectivo en la <vida real>: seguimos tratando de anular la lógica del teatro haciendo
activo al espectador, convirtiendo la exposición de arte en un lugar de activismo político
[…].”. Una vertiente del arte que resalta en este contexto es el Performance. La palabra
<performance> tiene sus raíces en el inglés “perform”, que se traduce como “realizar”,
“desempeñar”, “llevar a cabo”, etc., podría decirse, que implica ejecutar una acción o una
serie de acciones con el fin no sólo de re-presentar, sino de crear un discurso corporal que
se realice en un tiempo presente, que no sólo sea sujeto de observación sino de inter-acción
con el medio. En el performance, el cuerpo es ese instrumento que se emplea para establecer
una relación política en tanto sujetos partícipes en el tiempo y espacio de la realidad social
que ocupan dichos cuerpos, acotados por la cultura e historización (individual y universal),
lo percibo como una delación ante los fenómenos históricos y sociales que acontecen, pero
no cualquier fenómeno, sino aquellos que son dolorosos, ominosos, donde reina la injusticia
social-política, esos que no se voltean a ver salvo se realice un acto, acto público, que se
transforme en un lenguaje (que grita), pero sobre todo, que se presenta en tiempo real para
hacer presencia, movimiento, dinamismo o inquietud, que deje una huella para que no quede
en el olvido, que no sea censurado por ser grotesco, “ilegal” o violento. Uno de los artistas
que manifiesta estas ideas anteriores es Lukas Avendaño, artista muxe, que integra distintos
elementos de la sexualidad o mejor dicho, borra los límites que impone la cisnormatividad,
portando con orgullo la “muxeidad” y toda la cosmovisión de tal género que incluye también
cuestiones étnicas; pero no sólo eso, sus actos artísticos están encaminados a manifestarse
y proclamar justicia por su hermano desaparecido, víctima de las desapariciones forzadas;
su identidad y su forma de manifestarse, crean ya un discurso subversivo para generar otras
posibilidades, para visibilizar, como él diría, “a los ninguneados”. Otra artista es Teresa
Margolles, cuyo tema central de su obra es la violencia producida por el narcotráfico, los
feminicidios, pero sobre todo la muerte y los recintos que la habitaron (en vida), su obra es
una forma de denuncia ante la invisibilización intencional, insensibilización y desatención
de la violencia por parte de los grupos de “poder” en el país, los elementos que emplea son
los restos de las escenas mortíferas y de los cuerpos que alguna vez hicieron presencia en
vida, generando un contraste ante la ceguera voluntaria de todos aquellos que, en tiempos de
capitalismo, no perciben cuerpos (uno a uno), sino cifras de somas, estadísticas que apuntan
al olvido y a la indiferencia. ¿Cómo producir otros discursos y nuevas formas políticas si en
el primer intento de cambio se atenta violentamente contra eso diferente?
REFERENCIAS:
Ranciere. J. (2019). La política de la estética. (1ra Ed.) Disenso. Ensayos sobre estética y política. (pp. 150-
194). México: Fondo de cultura económica.
¿Qué es esta masa de carne, huesos, articulaciones, grasa, poder: “El cuerpo humano es, como sabemos, una fuerza
venas? ¿qué es esta masa que deja de servir? Desde el de producción, pero el cuerpo no existe tal cual, como un
momento del nacimiento, el cachorro humano crece, alcanza artículo biológico o como un material. El cuerpo humano
un máximo de maduración física y después poco a poco, existe en y a través de un sistema político. El poder político
sobreviene undeclive hasta que va dejando de ser útil, se va proporciona cierto espacio al individuo: un espacio donde
des-componiendo y es alcanzado por sumuerte. comportarse, donde adoptar una postura particular, sentarse
de una determinada forma o trabajar continuamente”
El cuerpo humano se sostiene no de los huesos, no de (Foucault, 1990).
los músculos. Es sostenido por su aparato psíquico y es Foucault, al igual que Freud, percibe al cuerpo no solo
entonces cuando esa masa de carne ruidosa, hambrienta, tal desde lo biológico, el cuerpo no solo es un organismo, sino
vez “sin sentido”, va adquiriendo un sentido, es escuchado es ahí donde se inscribe el lenguaje para que devenga ese
y es hablado por esos padres que lo procrean, que lo hablan cuerpo en sujeto psíquico, social y político. Donde en cada
desde su deseo, o desde su no deseo. El ser humano se va uno de estos espacios puede observarse como un Otro,
constituyendo, casi de forma escultórica a partir del discurso ejerce poder en el cuerpo y en el sujeto, mejor dicho en el
de ese Otro. cuerpo del sujeto.
Es importante considerar el planteamiento foucaultiano, el En la escucha clínica se presentan discursos donde hay un
cuerpo es analizado desde la cuestión de la disciplina y el Otro que ejerce el poder,tal es el caso de Yeri, ¿quién otro
Epifanias del Deseo
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ejerce un acto de violencia física y psicológica a punto de Hay algo impuesto, violentado, se ejerce un poder, necesario
perder la vida? Ella hace referencia al dolor de su cuerpo, a para devenir sujetos y posteriormente, como un modo de
la pérdida de sus dientes, a la dislocación de su pelvis, a la control, desde lo institucional, social y político.
imposibilidad de procrear, como consecuencia de la golpiza,
pensar que no existía, que no tenía control sobre ella, que no Estos ejemplos aquí expuestos acerca de las experiencias de
quería saber de ella. esos cuerpos hablados,son pocos; pero el objetivo es mostrar
cómo el cuerpo de estas pacientes se vive, se representa. El
Mientras que Charlotte, refiere ese poder del que tiene cuerpo del que se habla en el psicoanálisis, es un cuerpo
miedo a contagiarse. Teme que todo esté sucio, tiende a perturbado, modificado, marcado por el significante, es
lavarse las manos hasta sangrarse; siente un miedo que se decir por el Otro y por lo real.
instala sobre su cuerpo, sus ideas, sus percepciones, al grado
de atravesarle la idea de que es mejor estar muerta. En la praxis del psicoanálisis, se escucha al sujeto, el discurso
del cual fue impregnado, cuerpo que sufre, que necesita de
O el dolor que ocasiona una enfermedad física, que te quita otros significantes, tal vez menosabrasivos, que permitan al
las fuerzas, la independencia, te atraviesa el cuerpo, porque sujeto colocarse en otro lugar, tratando de sostenerse.
te cuestiona: y ahora ¿cómo hago para moverme, para tener
ánimos, ganas? Pero el dolor constante no deja espacio para Finalmente hago mención a Guattari, quien expone en su
desear otra cosa. Como Yeri, el dolor y la pérdida de ella texto, para acabar con la masacre del cuerpo, una denuncia
misma la deja sin nada. O como Charlotte, para quien la al sistema capitalista, refiere a ese sometimiento de la vida
enfermedad mental ocupa todo su espacio psíquico. deseante, sexual y afectiva.
El cuerpo con sus diferentes afecciones. El cuerpo al que “Queremos acabar con los roles y las identidades
se le impone una etiqueta, como si se tratara de diferentes distribuidos por el Falo.Queremos acabar con
cuerpos, para poder entenderlo, estudiarlo, tratarlo, o bien, toda forma de asignación a una residencia sexual.
diferenciarlo en sano o enfermo, normal o anormal. Queremos que ya no haya entre nosotros hombres y
mujeres,
Hoy en día, al cuerpo hay que pensarlo desde ese miedo
que produce el exterior enestos tiempos de pandemia, desde homosexuales y heterosexuales, poseedores y
el control que tiene sobre la sociedad ese gobierno que poseídos, mayores y menores,amos y esclavos,
autoriza poder salir, o depender de un cubrebocas, de una sino humanos transexuados, autónomos, móviles y
sana distancia o de una vacuna para poder liberar a nuestro múltiples;seres con diferencias variables, capaces de
Cuerpo con todo sus deseos y necesidades. Salvarlo “del intercambiar sus deseos, sus goces, sus éxtasis y sus
contagio” donde el Cuerpo queda recluido. Un Cuerpo ternuras, sin tener que hacer funcionar algún sistema
que queda suspendido en el encierro y con la duda del de plusvalía,algún sistema de poder, si no es a modo
movimiento; hay que pensar también al Cuerpo no solo de juego”. (Guattari, 1973).
como organismo indefenso, sino como un Cuerpo psíquico
deseante.
Los padres del niño también son seres hablantes y hablados, psique del niño. Durante la etapa de la infancia el niño tiene
traen consigo una herencia que quizá ha sido desconocida. Es la fantasía del pensamiento de omnipotencia y, sumado con
lícito preguntarse sobre la influencia del episodio psicótico lo heredado, es posible que el niño pueda llegar a pensar que
vivenciado por el hijo, si bien es cierto puede ser testigo y tiene el poder para volver loco al otro. Entonces:
cómplice forzado que, tras el acercamiento a dicho evento,
puede conservarse de cierto modo en el inconsciente. Este poder maléfico, confusamente percibido,
eventualmente recordado en circunstancias
Micheline Enriquez (2006), referente a estos casos, comenta familiares tormentosas, corre el peligro de suscitar
lo siguiente: la culpabilidad sacrificial de tonalidad expiatoria
que ninguna tentativa de reparación podrá satisfacer
Mi experiencia me incita a pensar que, en la mayoría verdaderamente jamás, si no es por la puesta en acto
de los casos. tales mandatos identificatorios están del sacrificio de su vida física y mental (Ibid.:104).
destinados a tomar otras vías que la represión para
borrarse de la conciencia. Su olvido me parece Importante acotación, pues lo mortífero se vuelve contra
generador de un hueco en la memoria, hueco que el mismo sujeto en forma de cultivo apto para expandir
resulta de una renegación, de una forclusión, de una dicho sacrificio; esto remite al narcisismo comandado por
proyección (pp. 100, 101). la pulsión de muerte, donde es importante encontrar la
culpabilidad.
Esto que se queda suspendido y, en cierta forma, no ligado
para advenir en una representación que permita el flujo de la También, todo lo que el niño durante la transmisión
energía psíquica, suscita una angustia indecible, pues el niño pueda recibir por parte del adulto psicótico, posee ciertas
se ve en imposibilidad de pensar aquello que no puede ser significaciones inconscientes y sexuales que escapan al
metabolizado por los otros en otro tiempo. adulto mismo. Aunque el pequeño tenga defensas y recursos
eficaces ante ello, ese sin sentido tomará un lugar y el niño,
Si es verdad que ninguna realidad histórica, por en el intento de interpretar, podrá utilizar o crear posibles
patógena que sea, alcanza por sí sola para dar teorías que den coherencia en torno al delirio parental.
cuenta de una u otra psicopatología, y que de las
condiciones precoces de la infancia no podemos El padre delirante, cuando comunica a su hijo
inferir el destino psíquico del adulto, también es sus pensamientos delirantes, obliga a este que,
verdad que una situación tan traumatizante en sí seguramente no está en condiciones de juzgarlos
misma como el encuentro con la psicosis parental como tales, a establecer ligazones causales abusivas
impone al niño una violencia y un sufrimiento que y le impone representaciones aberrantes que atañen
exigen un esfuerzo de interpretación no siempre fácil electivamente a sus objetos y sujetos de investigación
de sostener (Ibid:101). universales, como lo son para todo niño el nacimiento,
la sexualidad, el poder, el tiempo (Ibid.:106).
El camino que se articula en el vínculo de intercambio entre
el niño y los padres se va articulando a modo que pueden Es entonces que no se deja de dar sufrimiento al niño por la
ir zurciendo identificaciones, pueden organizarse discursos cuestión obturada y no elaborada de los padres.
y actos fantasmáticos que vehiculizan de manera latente la
cuestión delirante. Siguiendo la reflexión de Michelin Enriquez (2006), es
imprescindible la escucha para determinar la influencia del
Se tiene que tomar en cuenta la circunstancia y tiempo en sufrimiento psicótico dentro del vínculo entre uno de los
el que se engendran a los hijos, ya que con ello es posible padres delirantes y el hijo.
pensar las consecuencias del discurso en el lugar de la
Epifanias del Deseo
27
El padre psicótico impone un sinsentido en el niño, lo mismo y en tanto que es así, se comparte el sufrimiento y
relacionado con la persecución y/o una voluntad de ejercer el sin sentido.
el mal; el pequeño se vuelve sostén y destinatario de lo
implicado de la persecución y el ejercicio del mal. El padre El padre hace testigo al hijo de lo que sufre y a la vez, puede
psicótico, siendo víctima, tiene una estrecha relación con la que lo persiga con su vivencia persecutoria. Es en ese sentido
proyección del propio odio; le obliga al niño a responder que la posición del hijo puede verse eclipsada con la del
a una imposición que nombra como perseguidor a otro y, padre, que, igual, tendrá huecos mentales y narcisísticamente
con ello, es responsable de todos los males, dando lugar a ocupa la misma posición donde es portador de lo mortífero.
una confusión guiada por la identificación con la víctima y Esto es lo que Haydée Faimberg nombra como “telescopaje
con el agresor, e impondrá el mandato de sostener relaciones de generaciones” (2006).
donde se juega lo persecutorio, para así seguir sosteniendo
el sufrimiento delirante del padre psicótico. Debido a la privación de placer por el sufrimiento psicótico,
cuando el niño logra diferenciarse, internamente se vive la
¡Qué buena decisión colocar la primigenia semilla donde la aridez engaña! Finalmente, no es posible permanecer en
el anonimato de lo imposible, porque estamos siempre transitando por él. Se puede vacilar entre la rapidez de nuestros
pensamientos y la parsimonia de nuestras equivocaciones, pero también es posible sostener en la palabra que no se expresa
con palabras nuestra arenga hacia la verdadera revolución, la cual, se esculpe en cada uno de nuestros actos.
La determinación, para sabernos soberanos de nuestros deseos, es la tierra fecunda que se oculta debajo de esos lienzos en
los que gobierna el sometimiento de todo aquello que tiene etiqueta y al que se especifica un valor; el deseo del no deseo es
la mejor cosecha de esa aridez mencionada que no desaparece al compás de la invisible melodía; esos frutos que provienen
de la premisa que debes desear lo que otro sujeto puede sentir, solamente adelantan el extravío del que sin percatarnos ya
formamos parte.
La aridez, que va dejando esos escombros en donde se desfiguró el deseo, termina convirtiéndose en un amuleto que
no desaparece con el atardecer ni se vuelve inextinguible hacia el amanecer, porque después de todo se puede decir con
ruborizada esperanza que hasta la noche tiene día.
Resulta una desventaja ufanarse de la sombra que te comparte el abeto cuando desconoces la secular historia que reposa en
su follaje; entre riqueza, bienes y distracciones muchos han erguido su singular figura, la cual ante la luz de fondo solamente
proyecta una sombra con seguridad infundada; todos quienes han adoptado esa manera de hacer experiencia a partir de lo
que otros han establecido, abandonan su propio deseo, insertándose en el propio no deseo y adoptando patrones de vida que
heredan vacío y enajenante creación.
Medios de comunicación, mensajes publicitarios, discursos de impecable elocuencia y magistral engaño, simulación de vida
que no es vida, sino incesante vacío que se llena con más vacío, y deseos que son no deseos, sino artificios que congelan ese
lugar en el cual construíamos verdadero camino, logran que advenga sujeto que no se pertenece, que nunca se ha pertenecido
y que sucumbe adquiriendo convicciones ajenas; hombres que congelan hombres, hombres que construyen sueños, vidas
que nunca se descubren fuera de la brillantez del eclipse en que transcurren.
Cuestionar que la tierra seca no es el atavío que mejor nos hace lucir, sabernos poseedores de nuestros deseos es una
apuesta digna que nos convoca a no creer que alguien más puede decirnos taciturnamente lo que debemos sentir; hay tantas
maneras en que terminamos viviendo el libreto de otros y consumiendo el veneno que van sembrando por nuestro camino.
Recordemos que hasta el nómada no busca un destino sino construir un camino.
Cuestionar todo lo que podamos cuestionar, desarticular todo aquello que se subasta con facilidad y a lo que se le pone un
precio solo bajo el criterio de la voracidad, es un acto para revolucionar lo que con tanto daño se teje en un mundo caótico,
violento y sumergido en la auténtica tempestad.
Tomar decisiones cuando vagamos en ese crepúsculo que guía lo que no nos pertenece, es sucumbir ante el seductor encanto
de creer dirigir aquello que en realidad gobierna nuestros actos; no somos el interminable camino de satisfacciones logradas
pero si el parpadeante estanque de las desiderativas palabras que nos mantienen con vida; el talante de hacer vida desafiando
a la muerte es la senda directa para encontrar cosechas de privilegiado desencanto; la vida en el deseo no se produce
desafiando su finitud, porque éste será perenne cada que se renueve la esperanzadora búsqueda por encontrarlo; seamos
destinatarios de nuestro deseo, y actuemos con la intensidad que adoctrina a quienes realmente
se saben sin las cadenas que aprisionan los vicios del consumo y el control. La enajenación es
una perfecta aduladora; el deseo no necesita adulación, el ser no se expresa con la vanidad de
las palabras sino con la profundidad de las ideas.
El Diablo es un personaje que, de vez en cuando, se los tribunales eclesiásticos, era idéntica a nuestra
asoma en el consultorio. No es raro que lleguen personas teoría del cuerpo ajeno y de la disociación del
que manifiestan sentirse agobiadas por la acción del mal; inconsciente. Pero ¿por qué el diablo, tras haber
e, incluso declaran, tener el “diablo dentro”. Ante tal tomado posesión de sus desdichadas víctimas,
declaración, surgen infinidad de preguntas teóricas. fornicó siempre con ellas y de ese horrible modo?
… ¡todo eso puede hallarse en la historia de la
Sin embargo, en estas líneas me limito a la pregunta sobre seducción! …” (Freud, 1897, p. 283).
la experiencia de un cuerpo que se vive cómo poseído,
invadido por “otro”, o por “algo” que se ha metido dentro, y Esto según Luisa de Urtubey, en su obra “Freud y el diablo”
que se ha metido de forma violenta. En la Europa medieval (1983): “coincide, evidentemente con la teoría del padre
se tenía la convicción de que la bruja para tener poder debía seductor, que también fornica con sus hijas y las posee” (p.
dejarse poseer por el Diablo; pero aquí no hay pacto, en el 31).
caso del que hablamos hay una experiencia violenta, donde
el individuo se siente sometido, avasallado, invadido. Ahora bien, en la teoría católica sobre el mal, existen tres
tipos de vejaciones atribuidas a la acción extraordinaria del
Surge además la pregunta sobre el lugar del padre. Siguiendo demonio: la influencia u opresión diabólica; la obsesión
la intuición freudiana donde afirma, a propósito de un caso diabólica; y la posesión diabólica.
de posesión del siglo XVII, que Dios y el diablo son un
sustituto del padre, resulta evidente que la incorporación de “Se habla de posesión diabólica cuando uno o
ese “algo” que experimenta el sujeto, tiene que ver con el más demonios se hacen con el control del cuerpo
padre (Cfr. Freud 1923, p. 87). de una persona en contra de su voluntad, quien
momentáneamente o de forma más duradera
Para Freud, la posesión diabólica es una explicación pierde el dominio sobre sí y -dependiendo de
medieval de lo que será la teoría psicoanalista del cuerpo que la posesión se haya producido a través de su
extraño y de escisión de la conciencia, declaración que hace consciente o, por el contrario, de su inconsciente o
en la carta 56 de 1897 a Fliess: subconsciente- la conciencia de lo que sucede en él
en esos momentos.” (Peña, 2017, p. 45).
“Te acuerdas de haberme oído decir siempre que la
medie teoría medieval de la posesión, sostenida por En la narrativa de la posesión nos encontramos con un
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cuerpo sometido, lastimado, violentado; pero al mismo tiempo seducido y quizá también
seductor al mismo tiempo. Es un cuerpo en el que se experimenta la incorporación de
“algo” o de “alguien”, como dice Freud: un cuerpo extraño (cfr. Carta 56 a Fliess, 1897). Sin
embargo, en el fondo de la escena, aparece la relación ambigua, una historia de seducción y
de amor-odio con el padre, un padre que es temido y deseado a la vez.
Si además para Freud “el prototipo del diablo en la vida individual permanece en primer
lugar en la sombra”, se podría decir, que se trata de un padre que permanece oculto, que no
es nítido, ni claro, forcluído quizá. De hecho, Luisa De Urtubey (1983) dirá que “es, sin
duda, esta sombra, que envuelve y oculta al padre seductor…” (p. 141), una sombra que
acecha, en espera el momento oportuno para acometer e incorporarse en el sujeto.
REFERENCIAS
De Urtubey, Luisa (1983). Freud y el diablo. Ediciones Akal, S. A., (traducción de Clara Janes 1986) Madrid –
España.
Freud, Sigmund. Obras completas. Cartas a Fliess. Carta 56. (1897) Amorrortu Editores vol. I. 2007. Buenos
Aires.
Freud, Sigmund. Obras completas. Una neurosis demoniaca en el siglo XVII. (1923) Amorrortu Editores vol. XIX.
2007. Buenos Aires.
Hurtado Ponce, Salvador B. Satanás. Una biografía no autorizada. Editorial Morgana. 2017. Ciudad de México.
Luzón Peña, Javier. Las seis puertas del enemigo. Experiencias de un exorcista. Ediciones Altolacruz 2017.
Córdoba España.
En el contexto actual la muerte de las mujeres ejecutada por sucede en torno al tema de las violencias sobre las mujeres,
un tercero nos lleva a terrenos en los cuales ya no nos es aun cuando no es el objetivo definir un sector, debo reconocer
posible retroceder: ¿Cómo no pensar en la cotidianeidad de que es la motivación primaria de este trabajo, y la pregunta
lo violento y pasional de nuestro entorno como un tejido en que se mantiene hasta ahora es: ¿Será acaso que hay algo de
resonancia mutua? ¿Cómo es que pluralizamos estas voces? la palabra no dicha o mal-dicha sobre las mujeres y algo de
¿Por qué pensar como vecinas las violencias y pasiones, la carencia de representación sobre el sexo femenino?
cual es la frontera que comparten?
Este trabajo lo pienso como un ejercicio de miradas, como
Para Lacan, “[…] la violencia es ciertamente lo esencial en cuando el ojo observa hacia la luz y se contraen las pupilas,
la agresión, al menos en el piano humano. No es la palabra, y en otros momentos, de observación más generalizada, se
incluso es exactamente lo contrario. Lo que puede producirse dilatan. Esto para decir que lo anterior corresponde a una
en una relación interhumana es o la violencia o la palabra.”1 mirada a pupila ‘abierta’, sin embargo llega el momento de
Podemos pensar en entonces que esto violento tiene un contraer las pupilas para mirar hacia la luz de los textos.
acercamiento con un Real que no logra ser apalabrado.
Quiero enfocar mis esfuerzos hacia algo que pensaba sobre
Por otro lado tenemos el tema de la pasión, aquí recurro lo que quería decir cuando llegó esta idea, lo visualizaba así:
a Eric Laurent y cito: ”Decir pasión es un modo de decir La mujer-es a-sé-sin-nada
que no hay idea, que no hay representación (Vorstellungen)
o (Vorstellung-reprasentanzen) representante de la Pensando en las fórmulas de la sexuación que ocuparon
representación sino la presencia de un afecto.”2 gran parte de nuestro curso: La mujer, con su La tachado
nombrando la no existencia de LA mujer, y pensando en un
Entonces, regresando a mi frontera entre estos términos, lo juego de palabras La mujer es un ser sin ser nada: la mujer
que encuentro es una falta, por un lado, falta de palabra y por asesinada.
otro de representación: no hay palabra, no hay idea.
Las noticias diarias sobre el asesinato de las mujeres
Palabra e idea, parece que son la clave para civilizar a las parecen una cadena metonímica, que surge como necesidad
pasiones desmedidas, a nuestro ser pulsional. Pero, qué y que se encuentra en el registro de lo real, como imposible
e inaccesible a través de los significantes, es decir, de lo
1 simbólico, de ahí esa demanda que eternamente es demanda
Lacan, J. El Seminario, Libro 5, Las formaciones del Inconsciente,
¿de objeto a?, este siempre es lo que se supone de vacío
Buenos Aires, Paidós, 2007, p. 467-468
2 Laurent, E. Los objetos de la pasión. Tres Haches, p. 8
Epifanias del Deseo
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tiene una demanda3. Si se demanda es porque algo falta y cuando menciono sobre aquello que no cesa de escribirse,
la necesidad no cesa de escribirse4. Y en estos casos, ¿qué como la demanda. El lenguaje es los aparatos del goce con
es lo que no cesa de no escribirse? Pareciera que hay un los que se busca aquello que falta7.
Otro que permite ese goce, ese goce que hace falta que no
haya ¿fálico? Este goce es el que hace falta que no haya, Acá tejo entonces que existe una necesidad por repetir ese
por el hecho de que su naturaleza está en el fallar. Lo que se significante de la mujer asesinada, porque la mujer en tanto
quiere no es lo que se desea. En el tema de violencia contra objeto no puede ser deseada sino demandada a su extinción
la mujer, en el asesinato de una mujer ¿qué se quiere, qué por la vía de la fragmentación, de ser reducida a(sesin)nada.
se desea? Entiendo que el deseo es aquello que sobrepasa a
Goce como punto donde la palabra se confronta con lo
la demanda y que no está intrínsecamente en la necesidad.
inarticulable, que supone el horror indomable que atenta
La necesidad es aquello que no cesa de escribirse5 en las
contra el interdicto de Goce. Llevar al cuerpo al estado de
cadenas significantes y lo que procrea los aparatos del goce6;
carne sin tachar por el significante. Un regreso al Uno. ¿ A
es decir el lenguaje. Y es en la falta de objeto es donde se
la horda?. Horror infecto, imposibilida de asumir asimetrías,
dan los significantes y el deseo. Y entonces me encuentro
inexorable marchitar. Sórdido aspecto arraigado a raíces
nuevamente con la insistencia de la cadena significante
que hormiguean bajo el suelo, repugnantes como la miseria.
3 Lacan, Jacques. El seminario 20, clase del 15 de mayo de
¡Marchar hacia otras formas de lazo social!.
1973. Paidós.
4 Ibíd. clase del 26 de junio de 1973. Paidós.
5 Lacan, Jacques. El seminario 20, clase del 26 de junio de
1973. Paidós. 7 Ibíd., clase del 13 de febrero de 1973. Paidós.
6 Ibíd., clase del 13 de febrero de 1973. Paidós.
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Eduardo
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