"La Exteriorización de La Jerarquía IV"

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Curso Online

Material Anexo
a la Clase Nº 2

Breve extracto del libro publicado el año 1934


“La exteriorización de la Jerarquía”
Maestro Tibetano, Djwhal Khul
(por Alice A. Bailey)

ALQUIMIA
TRADICIONAL
DE ALTO GRADO
JAVIER ACUÑA DURAN
[email protected]
@ALQUIMIATRADICIONAL
Ante todo, quisiera aclarar un punto. El gran obstáculo
para el trabajo de la mayoría de las escuelas esotéricas,
en la actualidad, es su sentido de la separatividad y su
intolerancia hacia otras escuelas y métodos. Los
directores de dichas escuelas deben comprender el
hecho siguiente: Todas las escuelas que reconocen la in-
fluencia de la Logia Transhimaláyica (1) y cuyos
servidores están vinculados, consciente o
inconscientemente, con los Maestros de Sabiduría, tales
como el Maestro Morya o el Maestro K. H., constituyen
una escuela y parte de una "disciplina".
Por lo tanto, no existen conflictos de intereses
esenciales, y en el aspecto interno –si actúan en forma
eficaz— las diferentes escuelas y agrupaciones son
consideradas como una unidad. No hay diferencia básica
en la enseñanza, aunque la terminología empleada
pueda variar y la técnica del trabajo sea
fundamentalmente idéntica.
Si el trabajo de los Grandes Seres debe ir adelante,
como es de desear en estos días de tensión y
necesidad mundiales, es imperativo que los
diferentes grupos empiecen a reconocer la ver-
dadera unidad de su objetivo, guía y técnica, y sus
conductores comprendan que el temor hacia los
otros conductores y el deseo de que su grupo sea
numéricamente el más importante, predispone al
frecuente empleo de las palabras, “ésta es una
disciplina diferente” o “su trabajo no es el mismo
que el nuestro”. Tal actitud obstaculiza el
verdadero desarrollo de la vida y la comprensión
espirituales, entre los innumerables estudiantes
reunidos en las numerosas organizaciones externas,
contaminadas en la actualidad por “la gran herejía
de la separatividad”. Los conductores y miembros
hablan en términos de “nuestra” y “vuestra”, de
“esta disciplina” y de “aquella”, que este método es
el correcto (generalmente el propio) y el otro
quizás sea correcto, pero probablemente dudoso o
sino, definitivamente erróneo.
Cada uno considera que su propio grupo está
específicamente consagrado a él y a su método de
instrucción, y amenaza a los miembros con terribles
resultados si colaboran con miembros de otros grupos.

En su lugar, deberían reconocer que los estudiantes de


escuelas análogas, que trabajan bajo los mismos
impulsos espirituales, son miembros de la Escuela Una
y están vinculados en una unidad subjetiva básica.
Llegará el momento en que estos diversos grupos
esotéricos, actualmente segregacionistas, tendrán que
proclamar su identificación, cuando los conductores,
trabajadores y secretarios, se reúnan y aprendan a
conocerse y comprenderse.
Algún día tal reconocimiento y comprensión los
llevará al punto en que procurarán complementar
los esfuerzos de cada uno, intercambiar ideas y
constituirán, en verdad y de hecho, una gran
escuela de esoterismo en el mundo, con diferentes
clases y grados, pero todos ocupados en la tarea
de entrenar aspirantes y prepararlos para el
discipulado, o en supervisar el trabajo de los
discípulos que se preparan para recibir la
iniciación. Entonces cesarán las tentativas actuales
(2) de obstaculizarse el trabajo mutuamente,
mediante la comparación de métodos y técnicas,
la crítica y la difamación, la prevención y el cultivo
del temor y la insistencia sobre la exclusividad.
Estas actitudes y métodos obstaculizan en la
actualidad la entrada de la luz pura de la verdad.

(1) El autor al referirse a la “Logia Transhimaláyica”, está hablando de la Jerarquía


de Maestros o Fraternidad Blanca, que por siglos ha estado guiando, inspirando,
orientando y enseñando a la humanidad, por medio de sus Mensajeros,
públicamente conocidos algunos, anónimos la gran mayoría.[N. del E.]

(2) En el año 1934 ya se daba en Europa y Norteamérica un fuerte auge y


resurgimiento de diversas escuelas de orientación espiritual e iniciática
(Rosacrucismo, Masonería, Teosofía, Antroposofía, etc) [N. del E.]
El Maestro Tibetano, conocido también como D.K. (Djwal Khul)
es uno de los Maestros que junto a los Maestros Koot-Humi y El
Morya han dado muchísimas enseñanzas a la humanidad.

"Solamente diré que soy un discípulo tibetano de cierto grado; esto


puede significar muy poco para ustedes, porque todos son discípulos,
desde el aspirante más humilde hasta más allá del Cristo Mismo.
Tengo cuerpo físico lo mismo que todos los hombres, resido en los
confines del Tibet, y a veces, cuando me lo permiten mis obligaciones,
presido un numeroso grupo de Lamas tibetanos... Soy un hermano que
ha andado un poco más por el Sendero y por consiguiente tengo más
responsabilidades que el estudiante común."

En los años de 1940, una discípula del Maestro Koot-Humi


llamada Alice Bailey, después de algún tiempo de entrenamiento
fue escogida por el Tibetano para que fuera su amanuence o
escribana y comenzó escribiendo el libro «Iniciación Humana y
Solar» dictado por el Tibetano, para después continuar con una
serie aproximadamente de 10 libros.

La propia Sra. Alice Bailey escribió unos trece libros e hizo dos
compilaciones y todo esto suma en conjunto unos veinticinco
tomos.

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