Programa de Filosofia

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Filosofía: Etimología

La etimología de la palabra filosofía proviene del griego antiguo, y está compuesta por dos términos
fundamentales: philo (φίλος), que significa "amor" o "amistad", y sophia (σοφία), que se traduce
como "sabiduría". Por lo tanto, la filosofía puede entenderse literalmente como "amor por la
sabiduría" o "amistad con el saber". Esta definición etimológica refleja el espíritu original de la
filosofía como una búsqueda constante del conocimiento y la comprensión profunda de la realidad,
el ser humano y el universo.
En sus primeros desarrollos, la filosofía no se limitaba a un campo específico del conocimiento, sino
que abarcaba todas las áreas del saber. Los primeros filósofos, como los presocráticos en la Antigua
Grecia, no distinguían entre lo que hoy llamamos ciencia, ética o metafísica; todo formaba parte de
una misma búsqueda por entender el mundo y nuestra existencia en él.
El término fue popularizado por Pitágoras, quien según algunos relatos históricos, fue uno de los
primeros en autodenominarse filósofo. Pitágoras diferenciaba entre los sabios (quienes poseían el
conocimiento absoluto) y los filósofos (quienes amaban el conocimiento y lo buscaban). Esta
distinción subraya que la filosofía no es tanto un estado de posesión del saber, sino una actitud de
búsqueda continua.

Comienzos del filosofar: Histórico-geográfico


El surgimiento de la filosofía como disciplina se sitúa históricamente en la Antigua Grecia, alrededor
del siglo VI a.C., en la región de Jonia, específicamente en la ciudad de Mileto. Este período marca el
paso del pensamiento mítico al pensamiento racional, donde los primeros filósofos comenzaron a
cuestionar las explicaciones sobrenaturales y mitológicas que predominaban en las culturas
antiguas, proponiendo en su lugar explicaciones basadas en la razón y la observación.

Contexto histórico y geográfico


La filosofía no surgió de manera aislada, sino que fue el resultado de una serie de condiciones
sociales, políticas y culturales que se dieron en ciertas regiones del mundo antiguo. En este sentido,
es importante destacar dos grandes focos geográficos donde floreció el pensamiento filosófico:
1. Antigua Grecia: Es el lugar por excelencia donde se desarrolló la filosofía occidental. Los
primeros filósofos conocidos como los presocráticos (Tales, Anaximandro, Anaxímenes)
pertenecían a la escuela de Mileto, una ciudad jónica situada en Asia Menor (actual Turquía).
Estos pensadores se interesaron por cuestiones relacionadas con el origen del cosmos y los
principios fundamentales que rigen la naturaleza.
2. Otras culturas: Aunque el desarrollo filosófico más influyente para Occidente tuvo lugar en
Grecia, también surgieron formas de pensamiento filosófico en otras culturas antiguas como
China e India. En estas civilizaciones, pensadores como Confucio o Buda también
reflexionaron sobre cuestiones éticas, políticas y metafísicas, aunque desde perspectivas
diferentes a las griegas.

El paso del mito al logos


Antes del surgimiento de la filosofía, las explicaciones sobre el origen del mundo y los fenómenos
naturales estaban dominadas por los mitos. El pensamiento mítico ofrecía narrativas protagonizadas
por dioses y seres sobrenaturales que explicaban el orden del cosmos y los eventos naturales.
Con los primeros filósofos griegos, se produjo una transición hacia un pensamiento racional o logos,
que buscaba explicaciones lógicas y coherentes basadas en principios universales. En lugar de
atribuir los fenómenos naturales a la voluntad caprichosa de los dioses, estos pensadores
comenzaron a buscar causas naturales y universales para explicar el mundo.

Pensamiento mítico y pensamiento racional: Similitudes y diferencias


El pensamiento mítico y el pensamiento racional representan dos formas fundamentales de
interpretar el mundo, que han coexistido en distintas etapas de la historia humana. Ambos intentan
dar sentido a la realidad, pero lo hacen desde enfoques muy diferentes.

Similitudes
● Búsqueda de explicaciones: Tanto el pensamiento mítico como el racional buscan explicar los
fenómenos del mundo. Ambos tratan de responder preguntas sobre el origen del universo, la
naturaleza, y el lugar del ser humano en él.
● Intención de orden: Ambos tipos de pensamiento tienen como objetivo establecer un orden en
el caos aparente del mundo. El mito organiza la realidad a través de narrativas simbólicas,
mientras que la razón lo hace mediante principios lógicos.

Diferencias
● Método: La principal diferencia entre ambos radica en el método que utilizan para explicar la
realidad. El pensamiento mítico se basa en relatos simbólicos y sobrenaturales, mientras que
el pensamiento racional se fundamenta en la observación, la lógica y la argumentación.
● El mito recurre a dioses, héroes y seres sobrenaturales para explicar los fenómenos
naturales y sociales. Estas historias no requieren pruebas ni demostraciones; son
aceptadas por tradición o fe.
● El pensamiento racional, por otro lado, busca explicaciones basadas en principios
lógicos y verificables. Los primeros filósofos griegos, como Tales de Mileto y
Anaximandro, comenzaron a buscar causas naturales para los fenómenos que antes se
atribuían a los dioses.
● Evolución del conocimiento: El mito es estático; es decir, las historias míticas no cambian ni
evolucionan con el tiempo. En cambio, el pensamiento racional es dinámico y está sujeto a
revisión constante. Las teorías científicas o filosóficas pueden ser refutadas o mejoradas con
nuevas evidencias o argumentos.
● Relación con lo divino: Mientras que el mito está profundamente vinculado a lo divino y lo
sagrado, el pensamiento racional tiende a separar lo natural de lo sobrenatural. Los filósofos
presocráticos fueron los primeros en proponer que los fenómenos naturales podían explicarse
sin recurrir a intervenciones divinas.

Ciencia, filosofía y religión: diferencias y similitudes


La ciencia, la filosofía y la religión son tres formas fundamentales de abordar las preguntas más
profundas sobre el mundo y la existencia humana. Aunque cada una tiene un enfoque distinto,
comparten algunas similitudes en su búsqueda por comprender la realidad. A continuación, se
analizan sus diferencias y similitudes.

Similitudes
1. Búsqueda de respuestas fundamentales: Tanto la ciencia, la filosofía como la religión intentan
responder preguntas sobre el origen del universo, el sentido de la vida, y el lugar del ser
humano en el cosmos. Todas buscan ofrecer una visión coherente del mundo.
2. Interés por lo universal: Las tres disciplinas se interesan por cuestiones universales que
afectan a toda la humanidad. La ciencia busca leyes universales que expliquen los fenómenos
naturales; la filosofía se ocupa de principios generales sobre el conocimiento, la moral y la
existencia; mientras que la religión ofrece respuestas universales sobre lo trascendental y lo
divino.
3. Influencia en la cultura: Ciencia, filosofía y religión han influido profundamente en el desarrollo
cultural y social de las civilizaciones a lo largo de la historia. Cada una ha moldeado las
formas en que las sociedades entienden el mundo y su lugar en él.

Diferencias
1. Método:
● La ciencia se basa en la observación empírica y el método experimental. Su objetivo es
formular teorías verificables y falsables mediante pruebas empíricas.
● La filosofía, por su parte, utiliza el razonamiento lógico y crítico para explorar
problemas abstractos como el ser, el conocimiento y los valores. No depende de
experimentos empíricos, sino de argumentos racionales.
● La religión se fundamenta en creencias reveladas o dogmas que no requieren
verificación empírica ni lógica. Las respuestas religiosas suelen basarse en textos
sagrados o tradiciones espirituales.
2.
3. Objeto de estudio:
● La ciencia se centra en entender los fenómenos naturales y físicos del universo. Su
campo de estudio abarca desde las partículas subatómicas hasta las galaxias más
lejanas.
● La filosofía aborda cuestiones más generales sobre la realidad, el conocimiento, la
ética, la política y otros aspectos abstractos del pensamiento humano.
● La religión trata principalmente con lo trascendental, lo espiritual y lo divino. Su interés
está en las cuestiones relacionadas con Dios o los dioses, el alma, la vida después de
la muerte y los principios morales revelados.
4.
5. Criterios de verdad:
● En ciencia, una afirmación es verdadera si puede ser verificada o refutada mediante
experimentación.
● En filosofía, una afirmación es verdadera si es coherente con los principios lógicos y
racionales.
● En religión, una afirmación es verdadera si está alineada con las creencias o
revelaciones sagradas aceptadas por una comunidad religiosa.
6.
7. Progreso del conocimiento:
● El conocimiento científico avanza mediante descubrimientos acumulativos que pueden
refutar teorías anteriores (por ejemplo, las revoluciones científicas descritas por
Thomas Kuhn).
● En filosofía, aunque hay progreso en términos de desarrollo conceptual, muchas
preguntas filosóficas fundamentales siguen abiertas al debate.
● En religión, las creencias tienden a ser más estáticas; aunque pueden reinterpretarse a
lo largo del tiempo, los dogmas fundamentales suelen permanecer inmutables.
8.

Orígenes del filosofar: Asombro, duda y situaciones límite


El origen del filosofar ha sido objeto de reflexión desde los primeros pensadores griegos hasta los
filósofos contemporáneos. Este proceso se puede entender a partir de tres actitudes fundamentales
que impulsan al ser humano a cuestionar su realidad: el asombro, la duda y las situaciones límite.
Estas actitudes no solo motivan la reflexión filosófica, sino que también marcan el inicio de la
búsqueda de respuestas a las preguntas más profundas sobre la existencia, el conocimiento y el
sentido de la vida.

1. El asombro
El asombro es considerado por muchos filósofos como el punto de partida del filosofar. Según
Aristóteles, los seres humanos comienzan a filosofar cuando se asombran ante lo que les rodea.
Este asombro no es simplemente una sorpresa pasajera, sino una profunda admiración y curiosidad
por los fenómenos del mundo que parecen evidentes pero que, al ser observados con detenimiento,
revelan su complejidad y misterio.
El asombro lleva al individuo a formular preguntas sobre el origen del universo, la naturaleza de la
realidad y el propósito de la vida. Este impulso por conocer y comprender lo desconocido es lo que
impulsa al ser humano a buscar explicaciones más allá de las apariencias inmediatas.

2. La duda
La duda es otra actitud fundamental en el origen del filosofar. Mientras que el asombro despierta
preguntas sobre lo desconocido, la duda cuestiona lo que se da por sentado. Descartes fue uno de
los principales defensores de la duda como método filosófico. En su obra Meditaciones Metafísicas,
propuso la "duda metódica", un proceso en el cual se debe poner en duda todo aquello que no sea
absolutamente evidente para llegar a una verdad indudable.
La duda permite al filósofo despojarse de prejuicios y creencias infundadas para examinar
críticamente las bases del conocimiento. Al dudar, se abre un espacio para la reflexión crítica y para
la búsqueda de fundamentos sólidos que sustenten nuestras creencias y conocimientos.

3. Las situaciones límite


El concepto de situaciones límite fue desarrollado por el filósofo existencialista Karl Jaspers. Estas
situaciones son experiencias extremas o críticas en la vida humana, como la muerte, el sufrimiento,
la culpa o la desesperación, que confrontan al individuo con su propia finitud y vulnerabilidad. En
estos momentos, las certezas cotidianas se desmoronan y surge una necesidad urgente de
encontrar sentido en medio del caos.
Jaspers argumenta que estas situaciones límite son inevitables y universales; todos los seres
humanos las experimentan en algún momento de sus vidas. Frente a ellas, surge una reflexión
profunda sobre el significado de la existencia y las posibilidades de trascendencia. Las situaciones
límite invitan al ser humano a ir más allá de lo inmediato y superficial para enfrentarse con las
preguntas últimas sobre su ser y su destino.

Ramas de la Filosofía
La filosofía es una disciplina vasta que abarca diversas áreas de estudio, cada una enfocada en
aspectos específicos de la realidad y el conocimiento. Estas áreas se conocen como ramas de la
filosofía, y cada una aborda preguntas fundamentales desde una perspectiva particular. A
continuación, se describen las principales ramas de la filosofía, tal como se abordan en los textos
proporcionados.

1. Metafísica
La metafísica es la rama de la filosofía que se ocupa del estudio de la realidad última o ser en cuanto
ser. Se pregunta por lo que existe más allá de lo físico y observable, abordando temas como:
● La naturaleza del ser y la existencia.
● La relación entre mente y cuerpo.
● La causa y el efecto.
● El concepto de tiempo y espacio.
En esta rama, los filósofos intentan comprender qué es real y qué significa existir. Por ejemplo,
cuestiones como si el alma existe o si el universo tiene un propósito son preguntas metafísicas.

2. Epistemología
La epistemología es la rama que estudia el conocimiento: su naturaleza, origen y límites. Las
preguntas fundamentales de esta disciplina incluyen:
● ¿Qué es el conocimiento?
● ¿Cómo sabemos lo que sabemos?
● ¿Cuáles son los criterios para considerar algo verdadero?
La epistemología examina las fuentes del conocimiento (como la percepción, la razón o la
experiencia) y explora cómo podemos justificar nuestras creencias.

3. Ética
La ética se ocupa del estudio de los valores morales y las normas que guían nuestras acciones. Esta
rama busca responder a preguntas como:
● ¿Qué es lo correcto o incorrecto?
● ¿Qué es el bien y el mal?
● ¿Cómo debemos vivir?
Dentro de la ética, encontramos teorías como el utilitarismo, que sostiene que las acciones deben
maximizar la felicidad general, o la ética kantiana, que propone actuar según principios universales.

4. Estética
La estética es la rama que estudia el arte y la belleza. Se pregunta qué hace que algo sea bello o
estéticamente valioso. Algunas de las cuestiones centrales incluyen:
● ¿Es la belleza objetiva o subjetiva?
● ¿Cuál es el propósito del arte?
● ¿Cómo experimentamos lo bello?
Esta rama también explora cómo valoramos las obras de arte y qué papel juegan las emociones en
nuestra apreciación estética.

5. Lógica
La lógica es la disciplina filosófica que estudia los principios del razonamiento válido. Se centra en
las reglas que permiten distinguir entre buenos y malos argumentos. La lógica formal, por ejemplo,
utiliza símbolos para representar proposiciones y deducir conclusiones válidas a partir de premisas
dadas.
Entre sus subdisciplinas están:
● Lógica deductiva, que analiza cómo se derivan conclusiones necesarias a partir de premisas.
● Lógica inductiva, que estudia cómo generalizamos a partir de casos particulares.

6. Filosofía política
La filosofía política examina los principios fundamentales sobre los cuales se organiza la sociedad.
Sus principales preocupaciones son:
● La justicia.
● El poder.
● Los derechos individuales.
Los filósofos políticos reflexionan sobre cómo debe estructurarse un gobierno, cuáles son los
derechos fundamentales de los ciudadanos y qué significa vivir en una sociedad justa.

7. Filosofía del lenguaje


La filosofía del lenguaje estudia cómo usamos el lenguaje para comunicar ideas y cómo este influye
en nuestro pensamiento. Algunas preguntas clave incluyen:
● ¿Cómo adquieren significado las palabras?
● ¿Cuál es la relación entre lenguaje y realidad?
Esta rama ha sido fundamental en debates contemporáneos sobre semántica (significado) y
pragmática (uso del lenguaje).

Filosofía Antigua: Los Presocráticos y su preocupación por el principio


Los presocráticos son considerados los primeros filósofos de la tradición occidental. Surgieron en la
Antigua Grecia, principalmente en el siglo VI a.C., y su pensamiento se centró en la búsqueda del arjé
o principio fundamental que explicara el origen y la naturaleza de todas las cosas. Este concepto de
arjé es clave para entender la preocupación central de estos filósofos: encontrar un principio
unificador que diera cuenta de la diversidad y el cambio en el mundo.

El contexto histórico
Los presocráticos vivieron en un contexto donde las explicaciones sobre el mundo estaban
dominadas por los mitos. Sin embargo, ellos comenzaron a buscar respuestas basadas en la razón y
la observación, lo que marcó el inicio del pensamiento filosófico racional. Estos primeros pensadores
provenían principalmente de las colonias griegas situadas en Asia Menor, como Mileto, y sus
preocupaciones filosóficas giraban en torno a cuestiones cosmológicas, es decir, sobre el origen y la
estructura del universo.

Principales representantes y sus arjés


1. Tales de Mileto: Considerado el primer filósofo, Tales sostenía que el agua era el principio
fundamental (arjé) de todas las cosas. Según él, todo lo que existe proviene del agua y
eventualmente regresa a ella. Este enfoque refleja una visión unitaria del cosmos donde un
solo elemento subyace a toda la realidad.
2. Anaximandro: Discípulo de Tales, Anaximandro propuso que el arjé no era un elemento
concreto como el agua, sino algo indefinido e ilimitado al que llamó ápeiron. Para él, este
principio indeterminado era eterno e inmortal, y a partir de él surgían todas las cosas mediante
un proceso de separación de opuestos.
3. Anaxímenes: Otro filósofo milesio, Anaxímenes retomó la idea de un principio material como
arjé, pero en lugar del agua, propuso que el aire era la sustancia primordial. Según
Anaxímenes, el aire podía transformarse en otras formas materiales mediante procesos de
rarefacción y condensación.
4. Heráclito: Heráclito de Éfeso es conocido por su doctrina del cambio constante. Para él, el arjé
no era una sustancia material específica, sino el fuego, símbolo del cambio perpetuo. Su
famosa frase "todo fluye" (panta rhei) refleja su creencia en que todo está en constante
transformación. Heráclito también introdujo la idea del logos, una ley universal que gobierna
los cambios en el cosmos.
5. Parménides: En oposición al pensamiento de Heráclito, Parménides sostuvo que el cambio es
una ilusión y que la realidad es inmutable y eterna. Para Parménides, solo existe el ser, que es
uno, indivisible e inmóvil. Esta postura llevó a una profunda reflexión sobre los límites del
conocimiento sensorial y la necesidad de confiar en la razón para comprender la verdadera
naturaleza del ser.
6. Empédocles: Empédocles intentó reconciliar las ideas de cambio y permanencia proponiendo
una teoría basada en cuatro elementos fundamentales: tierra, agua, aire y fuego. Según él,
estos elementos se combinan y separan bajo la influencia de dos fuerzas cósmicas: el amor
(que une) y la discordia (que separa).
7. Anaxágoras: Anaxágoras introdujo una visión pluralista del cosmos al proponer que todo está
compuesto por infinitas partículas diminutas llamadas "semillas" (homeomerías). Estas
semillas contienen todas las cualidades posibles y son organizadas por una inteligencia
cósmica (nous), que actúa como principio ordenador del universo.
8. Demócrito: Junto con Leucipo, Demócrito desarrolló la teoría atomista según la cual todo está
compuesto por átomos indivisibles e indestructibles que se mueven en el vacío. El atomismo
fue una de las primeras teorías mecanicistas del universo, ya que explicaba todos los
fenómenos naturales mediante movimientos y colisiones de átomos sin recurrir a causas
sobrenaturales.

La importancia del arjé


La búsqueda del arjé fue fundamental para los presocráticos porque representaba su intento por
encontrar una explicación racional y unificadora para los fenómenos naturales. Al proponer
diferentes principios materiales o conceptuales como fundamento último de todas las cosas (agua,
aire, fuego, ápeiron), estos primeros filósofos sentaron las bases para lo que más tarde se convertiría
en una tradición filosófica centrada en la razón y la lógica.

Los sofistas, Sócrates, Platón y Aristóteles


La filosofía griega clásica es una de las etapas más influyentes en la historia del pensamiento
occidental. En este contexto, los sofistas, Sócrates, Platón y Aristóteles desempeñaron roles
fundamentales al desarrollar distintas concepciones sobre el conocimiento, la ética, la política y la
realidad. A continuación, se presenta un análisis de cada uno de estos actores clave.

1. Los sofistas
Los sofistas fueron un grupo de pensadores itinerantes que surgieron en la Grecia del siglo V a.C. Se
especializaban en enseñar retórica y argumentación a cambio de dinero, lo que les permitió ganarse
la vida como maestros. Su enfoque se centraba en la persuasión más que en la búsqueda de la
verdad absoluta. Entre los sofistas más destacados se encuentran Protágoras, Gorgias y Trasímaco.
● Relativismo: Uno de los principios fundamentales de los sofistas era el relativismo.
Protágoras, por ejemplo, afirmaba que "el hombre es la medida de todas las cosas", lo que
significa que no existe una verdad universal; cada individuo tiene su propia percepción de lo
que es verdadero o falso.
● Escepticismo: Los sofistas también eran escépticos respecto a la posibilidad de conocer
verdades absolutas. Gorgias llegó a afirmar que "nada existe" y que incluso si algo existiera,
no podríamos conocerlo ni comunicarlo.
● Ética pragmática: Para los sofistas, las normas morales no eran universales ni inmutables,
sino convenciones sociales que podían variar según el contexto.

2. Sócrates
A diferencia de los sofistas, Sócrates (470-399 a.C.) no cobraba por enseñar y se oponía al
relativismo moral. Su método filosófico se centraba en el diálogo y la indagación crítica mediante
preguntas (conocido como el método socrático), con el objetivo de llegar al conocimiento verdadero.
● Búsqueda de definiciones universales: Sócrates creía en la existencia de verdades universales,
especialmente en el ámbito moral. A través del diálogo socrático, buscaba definir conceptos
como justicia, virtud o piedad.
● La ignorancia socrática: Sócrates sostenía que "solo sé que no sé nada", lo que implicaba una
actitud humilde frente al conocimiento. Esta declaración no era una renuncia al saber, sino un
reconocimiento de los límites del conocimiento humano y una invitación a buscar la verdad.
● Ética del bien: Para Sócrates, el conocimiento del bien era esencial para actuar correctamente.
Creía que nadie hace el mal deliberadamente; si alguien actúa mal es porque desconoce qué
es lo correcto.

3. Platón
Platón (427-347 a.C.), discípulo de Sócrates, desarrolló una filosofía sistemática basada en las
enseñanzas de su maestro pero ampliando sus ideas hacia una teoría metafísica y epistemológica
más compleja.
● Teoría de las Ideas o Formas: Platón sostenía que el mundo sensible (lo que percibimos con
los sentidos) es solo una sombra o copia imperfecta del mundo verdadero: el mundo de las
Ideas o Formas. Estas Ideas son entidades abstractas e inmutables que existen
independientemente del mundo físico.
● Dualismo ontológico: Platón proponía una distinción entre dos realidades: el mundo sensible
(cambiante y corruptible) y el mundo inteligible (eterno e inmutable). El conocimiento
verdadero solo puede alcanzarse mediante la razón y no a través de los sentidos.
● La alegoría de la caverna: En su obra La República, Platón utiliza esta alegoría para ilustrar su
teoría del conocimiento. Los seres humanos están como prisioneros en una caverna oscura,
solo viendo sombras proyectadas en una pared. La filosofía es el proceso por el cual uno sale
de la caverna y contempla el mundo real (el mundo de las Ideas).

4. Aristóteles
Aristóteles (384-322 a.C.), discípulo de Platón pero crítico con algunas ideas platónicas, desarrolló
un sistema filosófico propio que abarcó prácticamente todas las áreas del conocimiento humano.
● Crítica a las Ideas platónicas: Aristóteles rechazaba la existencia separada del mundo
sensible y el mundo inteligible. Para él, las formas no existían independientemente de las
cosas materiales; más bien, estaban presentes en ellas.
● Teoría hilemórfica: Según Aristóteles, todo ser está compuesto por materia (lo que cambia) y
forma (lo que da identidad). La forma es lo que hace que algo sea lo que es.
● Ética teleológica: Aristóteles desarrolló una ética basada en la búsqueda del bien supremo,
que identificó con la felicidad (eudaimonía). Esta felicidad se alcanza mediante la realización
plena del potencial humano a través del ejercicio de la virtud.
● Lógica y ciencia: Aristóteles fue pionero en formalizar las reglas lógicas mediante su teoría del
silogismo. También fue uno de los primeros en desarrollar un método científico basado en
observaciones empíricas.

Filosofía medieval: Consideraciones generales sobre el pensamiento


filosófico en el Medioevo
La filosofía medieval abarca un extenso período que va aproximadamente desde el siglo V hasta el
siglo XV, coincidiendo con la Edad Media en Europa. Durante este tiempo, la filosofía estuvo
profundamente influenciada por la religión, especialmente por el cristianismo, y se desarrolló en un
contexto de interacción entre la fe y la razón. Este período está marcado por dos grandes corrientes
filosóficas: la patrística y la escolástica, ambas centradas en la relación entre la filosofía griega
clásica (especialmente Platón y Aristóteles) y las doctrinas cristianas.

1. La patrística
La patrística es el nombre que recibe el pensamiento filosófico de los primeros padres de la Iglesia,
quienes intentaron conciliar las enseñanzas del cristianismo con la filosofía grecorromana. Uno de
los principales exponentes de esta corriente fue San Agustín de Hipona (354-430 d.C.), cuya obra
influyó profundamente en el pensamiento medieval.
● San Agustín: Su filosofía se centraba en la relación entre la fe y la razón. Para él, la fe era un
prerrequisito para alcanzar el conocimiento verdadero. Sus ideas sobre el interiorismo (la
búsqueda de Dios dentro del alma humana) y su teoría del iluminacionismo (la idea de que
Dios ilumina al ser humano para que pueda conocer la verdad) fueron fundamentales para el
desarrollo posterior de la filosofía cristiana.

2. La escolástica
La escolástica es el movimiento filosófico-teológico que floreció en las universidades medievales a
partir del siglo XI. Su principal objetivo era sistematizar y armonizar las enseñanzas de Aristóteles
con las doctrinas cristianas. La escolástica se caracteriza por su método riguroso, basado en el
debate y el análisis lógico.
● Santo Tomás de Aquino (1225-1274): Es el máximo exponente de la escolástica. En su obra
más importante, Summa Theologica, Tomás intentó demostrar que no había contradicción
entre la fe y la razón, sino que ambas eran caminos complementarios para alcanzar la verdad.
Tomás adoptó muchas ideas de Aristóteles, especialmente su concepción del ser y su teoría
hilemórfica (la unión de materia y forma), adaptándolas a una visión cristiana del mundo.
● Las cinco vías: Santo Tomás desarrolló cinco argumentos racionales para demostrar la
existencia de Dios, conocidos como las "cinco vías". Estos argumentos parten de
observaciones sobre el mundo natural (como el movimiento o la causalidad) para llegar
a conclusiones metafísicas sobre la existencia de un ser necesario e inmutable: Dios.

3. Fe y razón
Uno de los temas centrales del pensamiento medieval fue la relación entre fe y razón. Los filósofos
medievales intentaron resolver cómo podían coexistir estas dos formas de conocimiento sin entrar
en conflicto.
● San Anselmo (1033-1109): Desarrolló el famoso argumento ontológico para demostrar
racionalmente la existencia de Dios. Según Anselmo, si podemos concebir a Dios como "el ser
mayor que todo lo concebible", entonces debe existir no solo en nuestra mente, sino también
en la realidad, ya que un ser que existe es mayor que uno que no existe.
● Santo Tomás: Aunque aceptaba que ciertos misterios divinos solo podían conocerse a través
de la revelación (como los dogmas cristianos), sostenía que muchas verdades sobre Dios
podían ser descubiertas mediante la razón natural.

4. La influencia del islam y el judaísmo


Durante este periodo, también hubo una importante interacción con las filosofías islámica y judía.
Filósofos como Averroes (en el mundo islámico) y Maimónides (en el judaísmo) influyeron en los
pensadores cristianos al reintroducir las obras de Aristóteles en Europa occidental.
● Averroes defendió una interpretación racionalista de Aristóteles, lo que llevó a debates sobre
si era posible una doble verdad: una verdad religiosa basada en la fe y otra filosófica basada
en la razón.
● Maimónides trató también de reconciliar las enseñanzas religiosas con las exigencias
racionales, influyendo tanto en pensadores judíos como cristianos.

5. El fin del periodo medieval


El fin del pensamiento filosófico medieval estuvo marcado por cambios sociales, políticos y
culturales profundos, como el surgimiento del Renacimiento y los inicios del pensamiento moderno.
La escolástica comenzó a declinar, pero sus métodos rigurosos seguirían influyendo en los siglos
posteriores.

Teología y Filosofía: Algunos representantes: San Agustín y Santo


Tomás
La relación entre teología y filosofía ha sido un tema central en la historia del pensamiento,
especialmente durante la Edad Media, cuando ambas disciplinas se entrelazaron profundamente. La
teología, entendida como el estudio de Dios y las verdades reveladas por la fe, y la filosofía, que
busca el conocimiento mediante la razón, encontraron en este período un terreno común para
dialogar. Dos de los pensadores más influyentes en este contexto fueron San Agustín de Hipona y
Santo Tomás de Aquino, quienes desempeñaron un papel crucial en la articulación de la relación
entre fe y razón.

1. San Agustín de Hipona (354-430 d.C.)


San Agustín es uno de los principales representantes de la patrística, el movimiento
filosófico-teológico que se desarrolló en los primeros siglos del cristianismo. Su obra es fundamental
para entender cómo se integraron las enseñanzas cristianas con la filosofía grecorromana,
especialmente el platonismo.
● Relación entre fe y razón: Para San Agustín, la fe es el punto de partida del conocimiento. Su
famosa frase "credo ut intelligam" ("creo para entender") refleja su convicción de que la fe
precede a la razón. Según él, solo a través de la fe en Dios es posible alcanzar una
comprensión más profunda del mundo y de uno mismo.
● Platonismo cristiano: San Agustín adoptó muchas ideas del platonismo, especialmente la
distinción entre el mundo sensible y el mundo inteligible. Para él, las verdades eternas (como
las Ideas platónicas) son accesibles solo a través del alma, que es iluminada por Dios. Esta
"iluminación divina" es lo que permite al ser humano conocer las verdades eternas.
● El problema del mal: Uno de los temas centrales en la obra de San Agustín fue el problema del
mal. Rechazando las explicaciones dualistas (que proponían dos principios opuestos: bien y
mal), Agustín argumentó que el mal no tiene una existencia propia; es simplemente una
privación o ausencia del bien. El mal surge cuando las criaturas libres se apartan
voluntariamente de Dios.
Páginas relevantes
● En el archivo "Filosofía: Esa búsqueda reflexiva", San Agustín es tratado en las páginas 342 a
345, donde se discuten sus principales ideas filosóficas y teológicas.
● En el archivo "Nuevo curso de lógica y filosofía", San Agustín es mencionado en las páginas
160 a 163, dentro del contexto de la patrística.

2. Santo Tomás de Aquino (1225-1274)


Santo Tomás es el máximo exponente de la escolástica, un movimiento filosófico-teológico que
floreció en las universidades medievales a partir del siglo XI. Su obra más importante, Summa
Theologica, intentó sistematizar el conocimiento teológico utilizando los principios filosóficos
aristotélicos.
● Relación entre fe y razón: A diferencia de San Agustín, Santo Tomás defendió una mayor
autonomía para la razón. Aunque reconocía que ciertos misterios (como la Trinidad) solo
podían ser conocidos a través de la revelación divina, sostenía que muchas verdades sobre
Dios podían ser descubiertas mediante el uso de la razón natural. Para él, no había
contradicción entre fe y razón; ambas procedían de Dios y llevaban a la verdad.
● Aristotelismo cristiano: Santo Tomás incorporó muchas ideas de Aristóteles a su pensamiento
teológico. Por ejemplo, adoptó la teoría hilemórfica (la unión de materia y forma) para explicar
la naturaleza humana como una combinación de cuerpo (materia) y alma (forma). También
utilizó el concepto aristotélico de "acto" y "potencia" para explicar el cambio y el movimiento
en el mundo.
● Las cinco vías: En su Summa Theologica, Santo Tomás propuso cinco argumentos racionales
para demostrar la existencia de Dios. Estas "cinco vías" parten de observaciones sobre el
mundo natural (como el movimiento o la causalidad) para llegar a conclusiones metafísicas
sobre la existencia de un ser necesario e inmutable: Dios.

Filosofía moderna: Consideraciones generales sobre el pensamiento


filosófico moderno
La filosofía moderna surge en los siglos XVII y XVIII, marcando una ruptura con la tradición medieval
y un cambio profundo en la forma de entender el mundo y al ser humano. Este período se caracteriza
por la secularización del pensamiento, donde la razón y el conocimiento científico toman
protagonismo sobre la fe religiosa, y el antropocentrismo, que coloca al ser humano como el centro
del universo y sujeto principal del conocimiento. La filosofía moderna se desarrolla en un contexto de
grandes transformaciones sociales, políticas y científicas, impulsadas por la Revolución Científica y
la Ilustración.
El pensamiento moderno se centra en el problema del conocimiento, es decir, en cómo conocemos el
mundo, cuáles son los límites del conocimiento y qué es real. Dos grandes corrientes filosóficas
dominaron este período: el racionalismo y el empirismo, que ofrecieron respuestas diferentes a estas
cuestiones.

Racionalismo
El racionalismo sostiene que la razón es la fuente principal de conocimiento. Los racionalistas creen
que existen ideas innatas en la mente humana que permiten alcanzar verdades universales a través
de un proceso deductivo. Esta corriente filosófica fue inaugurada por René Descartes, quien es
considerado el "padre de la filosofía moderna".
● René Descartes (1596-1650): Descartes introdujo el método de la duda metódica como una
forma de llegar a certezas indudables. Su famosa frase "Cogito, ergo sum" ("Pienso, luego
existo") expresa su convicción de que la única verdad incuestionable es la existencia del yo
pensante. Desde esta base, Descartes construyó un sistema filosófico basado en la razón,
rechazando las verdades recibidas por los sentidos o por la tradición124.
● Descartes también desarrolló un dualismo entre mente y cuerpo, afirmando que estos son
sustancias separadas: la mente es inmaterial y racional, mientras que el cuerpo es material y
sujeto a las leyes físicas.

Empirismo
El empirismo, en contraste con el racionalismo, sostiene que todo conocimiento proviene de la
experiencia sensorial. Los empiristas rechazan las ideas innatas y afirman que nuestra mente es una
tabula rasa (una hoja en blanco) al nacer, siendo moldeada por las percepciones sensoriales.
● John Locke (1632-1704): Locke es uno de los principales representantes del empirismo. En su
obra Ensayo sobre el entendimiento humano, argumenta que todo conocimiento deriva de la
experiencia. Locke distingue entre ideas simples (que provienen directamente de los sentidos)
e ideas complejas (que son combinaciones de ideas simples). Para Locke, no existen ideas
innatas; todo lo que conocemos se origina en nuestras percepciones711.
● David Hume (1711-1776): Hume llevó el empirismo a sus últimas consecuencias al cuestionar
conceptos fundamentales como la causalidad. Según Hume, no podemos tener certeza
absoluta sobre las relaciones causales porque estas no son observables directamente; solo
podemos basarnos en hábitos mentales o asociaciones derivadas de experiencias repetidas7.

Idealismo trascendental
El filósofo alemán Immanuel Kant (1724-1804) intentó superar la dicotomía entre racionalismo y
empirismo con su teoría del idealismo trascendental. Kant sostenía que si bien todo conocimiento
comienza con la experiencia, es la razón humana la que organiza y estructura esa experiencia para
hacerla comprensible.
● Immanuel Kant: En su obra Crítica de la razón pura, Kant argumenta que nuestra mente no
simplemente recibe información pasivamente del mundo exterior; más bien, impone
estructuras como el espacio, el tiempo y las categorías causales para interpretar esa
información. Para Kant, aunque no podemos conocer las cosas tal como son en sí mismas
(noumeno), sí podemos conocerlas tal como aparecen ante nosotros (fenómeno)411.

Representantes del pensamiento político moderno


Además de las preocupaciones epistemológicas, la filosofía moderna también abordó cuestiones
políticas fundamentales. Dos grandes pensadores políticos fueron:
● Thomas Hobbes (1588-1679): En su obra Leviatán, Hobbes argumenta que los seres humanos,
en su estado natural, viven en una condición de guerra perpetua debido a su egoísmo e
instinto de autoconservación. Para evitar este caos, los individuos acuerdan ceder parte de su
libertad a un soberano absoluto mediante un contrato social8.
● Jean-Jacques Rousseau (1712-1778): Rousseau desarrolló una teoría diferente del contrato
social en su obra El contrato social. Para él, los seres humanos son naturalmente buenos pero
han sido corrompidos por la sociedad. Rousseau defendió una forma de gobierno
democrático donde los ciudadanos participan activamente en la creación de leyes que reflejen
la voluntad general8.

Filosofía contemporánea: Nuevas corrientes filosóficas, vitalismo,


humanismo y existencialismo. Representantes: Nietzsche, Sartre,
Camus
La filosofía contemporánea abarca un amplio período que comienza a fines del siglo XIX y se
extiende hasta nuestros días. Durante este tiempo, surgieron nuevas corrientes filosóficas que
respondieron a los cambios sociales, políticos y científicos de la modernidad. Entre estas corrientes
destacan el vitalismo, el humanismo y el existencialismo, cada una con enfoques distintos sobre la
vida, el ser humano y su relación con el mundo.

1. Vitalismo
El vitalismo es una corriente filosófica que sostiene que la vida no puede explicarse únicamente
mediante principios mecánicos o físicos. Según los vitalistas, hay una fuerza vital o principio que
impulsa la vida y que no puede reducirse a procesos materiales.
● Friedrich Nietzsche (1844-1900): Aunque no es un vitalista en sentido estricto, Nietzsche
comparte con esta corriente su énfasis en la vida como fuerza primordial. Para Nietzsche, la
vida es voluntad de poder (Wille zur Macht), una fuerza creativa y expansiva que busca
afirmarse y superarse constantemente. Nietzsche criticó duramente la moral tradicional
cristiana y las filosofías que negaban o reprimían los instintos vitales del ser humano. En su
obra Así habló Zaratustra, propone el concepto del superhombre (Übermensch), un ser capaz
de superar las limitaciones impuestas por la moral convencional y crear sus propios valores.

2. Humanismo
El humanismo contemporáneo se centra en la dignidad y el valor intrínseco del ser humano. A
diferencia del humanismo renacentista, que se enfocaba en el potencial racional del hombre, el
humanismo contemporáneo pone énfasis en la libertad individual y en la capacidad del ser humano
para dar sentido a su propia existencia.
● Jean-Paul Sartre (1905-1980): Sartre es uno de los máximos exponentes del existencialismo,
pero también puede considerarse un humanista en tanto defendió la libertad radical del
individuo. En su obra El existencialismo es un humanismo, Sartre sostiene que "la existencia
precede a la esencia", lo que significa que los seres humanos no tienen una naturaleza
predeterminada; somos lo que hacemos de nosotros mismos a través de nuestras elecciones
libres. El humanismo sartreano enfatiza la responsabilidad individual: al ser absolutamente
libres, también somos absolutamente responsables de nuestras acciones y de dar sentido a
nuestras vidas.

3. Existencialismo
El existencialismo es una corriente filosófica que surge en respuesta a las crisis existenciales
provocadas por las guerras mundiales y los cambios sociales del siglo XX. Los existencialistas se
centran en cuestiones como la libertad, la angustia, el absurdo y el sentido de la vida.
● Jean-Paul Sartre: Como ya se mencionó, Sartre defendía la idea de que los seres humanos
están condenados a ser libres. Esta libertad absoluta genera angustia porque implica una
responsabilidad total sobre nuestras decisiones y sobre el sentido que damos a nuestra vida
en un mundo sin valores preestablecidos.
● Albert Camus (1913-1960): Aunque Camus rechazaba ser etiquetado como existencialista,
muchas de sus ideas están alineadas con esta corriente. En su obra El mito de Sísifo, Camus
explora el concepto del absurdo, es decir, la falta de sentido inherente en el universo frente al
deseo humano de encontrar significado. Para Camus, la vida es absurda porque no hay
ninguna razón última o propósito trascendental para nuestra existencia. Sin embargo, esto no
lleva necesariamente al nihilismo; por el contrario, Camus propone una actitud de "rebelión"
contra el absurdo: vivir plenamente y crear significado a pesar de la falta de un propósito
último.
La lógica formal es una rama de la filosofía que se ocupa del estudio de los principios del
razonamiento válido. Su objetivo es identificar las estructuras formales que permiten distinguir entre
argumentos correctos e incorrectos, independientemente del contenido de los mismos. Para ello, se
basa en el análisis de términos, proposiciones y razonamientos, que son los componentes
fundamentales de cualquier argumento.

1. Términos
Un término es la expresión más simple que puede aparecer en un razonamiento. Los términos
pueden ser:
● Simples: como "hombre", "perro" o "mesa".
● Complejos: como "el hombre más sabio de Atenas".
Los términos son las unidades básicas que designan objetos o conceptos en el mundo. En lógica, se
clasifican en:
● Términos lógicos: Son aquellos que no tienen un significado por sí mismos, pero sirven para
estructurar proposiciones y razonamientos. Ejemplos incluyen conectores lógicos como “y”,
“o”, “si... entonces”, “no”.
● Términos no lógicos: Son aquellos que refieren a objetos, propiedades o relaciones
específicas en el mundo. Por ejemplo, "hombre", "sabio" o "mesa".

2. Proposición
Una proposición es una oración declarativa que afirma o niega algo y puede ser verdadera o falsa. Es
el componente central del razonamiento lógico porque expresa un juicio sobre la realidad.
Las proposiciones pueden clasificarse en:
● Simples: Expresan una única idea o juicio (por ejemplo, "El sol brilla").
● Compuestas: Están formadas por varias proposiciones simples unidas por conectores lógicos
(por ejemplo, "El sol brilla y hace calor").

3. Razonamiento
El razonamiento es la operación mental mediante la cual se llega a una conclusión a partir de una o
más proposiciones llamadas premisas. En lógica formal, el razonamiento puede ser:
● Deductivo: Cuando la conclusión se deriva necesariamente de las premisas (por ejemplo, en
un silogismo).
● Inductivo: Cuando la conclusión se obtiene a partir de la observación de casos particulares y
no es necesariamente cierta (por ejemplo, generalizaciones).

Clasificación de términos (lógicos y no lógicos)


En lógica formal, los términos se clasifican en:
● Términos lógicos: Son aquellos que permiten estructurar proposiciones y razonamientos, pero
no tienen un contenido específico por sí mismos. Incluyen conectores como:
● Conjunción ("y").
● Disyunción ("o").
● Condicional ("si... entonces").
● Negación ("no").

● Términos no lógicos: Son aquellos que refieren a objetos concretos o conceptos específicos
del mundo real. Por ejemplo, nombres propios ("Sócrates"), sustantivos comunes ("hombre"),
adjetivos ("sabio") o verbos ("corre").

Tipos de razonamiento: Deductivo e Inductivo


En el estudio de la lógica formal, los razonamientos se clasifican principalmente en dos tipos:
deductivos e inductivos. Ambos son fundamentales para el análisis lógico, ya que permiten
establecer conclusiones a partir de premisas, aunque lo hacen de maneras diferentes y con distintos
grados de certeza.

1. Razonamiento Deductivo
El razonamiento deductivo es aquel en el que la conclusión se deriva necesariamente de las
premisas. Es decir, si las premisas son verdaderas, la conclusión debe ser verdadera. Este tipo de
razonamiento parte de principios generales para llegar a conclusiones particulares o específicas.
● Estructura: El razonamiento deductivo sigue un esquema en el cual, a partir de una o más
premisas generales, se llega a una conclusión particular. Un ejemplo clásico es el silogismo:
● Premisa 1 Todos los hombres son mortales
● Premisa 1 Todos los hombres son mortales
● Premisa 2 S crates es hombre
● Premisa 2 S crates es hombre
● Conclusi n S crates es mortal
● Conclusi n S crates es mortal

● Validez y solidez: Un razonamiento deductivo es válido si la conclusión se sigue lógicamente
de las premisas, independientemente de si las premisas son verdaderas o falsas. Es sólido si
además de ser válido, todas sus premisas son verdaderas.
● Certeza: El razonamiento deductivo ofrece certeza total sobre la conclusión siempre que las
premisas sean verdaderas y el razonamiento sea válido.

2. Razonamiento Inductivo
El razonamiento inductivo, por otro lado, procede en sentido inverso al deductivo. Parte de
observaciones particulares para llegar a conclusiones generales. En este caso, aunque las premisas
sean verdaderas, la conclusión no es necesariamente cierta, sino probable.
● Estructura: El razonamiento inductivo se basa en la observación repetida de casos
particulares para formular una ley general. Por ejemplo:
● Premisa 1 El sol ha salido todos los d as hasta hoy
● Premisa 1 El sol ha salido todos los d as hasta hoy
● Conclusi n El sol saldr ma ana
● Conclusi n El sol saldr ma ana

● Probabilidad: A diferencia del razonamiento deductivo, el inductivo no garantiza la verdad
absoluta de la conclusión; sin embargo, aumenta su probabilidad en función del número y
consistencia de las observaciones realizadas.
● Aplicación en ciencia: El método científico utiliza ampliamente el razonamiento inductivo para
formular hipótesis y teorías basadas en observaciones empíricas.

Comparación entre Deductivo e Inductivo

Característica Razonamiento Deductivo Razonamiento Inductivo

Dirección del
De lo general a lo particular De lo particular a lo general
razonamiento

Garantía de la La conclusión es necesariamente verdadera La conclusión es probable, no

conclusión si las premisas lo son necesariamente verdadera

Ejemplo clásico Silogismo Observación científica

Ciencia empírica
Aplicación Matemáticas, lógica formal
Formas de argumentación. Validez y verdad. Función inferencial del
lenguaje: falacias
La argumentación es el proceso mediante el cual se presentan razones o pruebas para apoyar o
refutar una afirmación o conclusión. En lógica, este proceso se estructura en torno a premisas y
conclusiones, y su validez depende de la relación entre ellas. A continuación, se explican las formas
de argumentación, los conceptos de validez y verdad, y la función inferencial del lenguaje a través del
análisis de las falacias.

1. Formas de argumentación
Las formas de argumentación se refieren a los tipos de razonamientos que podemos utilizar para
llegar a una conclusión a partir de ciertas premisas. Las dos formas principales son:
● Argumentación deductiva: En este tipo de argumentación, la conclusión se deriva
necesariamente de las premisas. Si las premisas son verdaderas y el razonamiento es válido,
la conclusión también debe ser verdadera. Un ejemplo clásico es el silogismo:
● Premisa 1 Todos los humanos son mortales
● Premisa 1 Todos los humanos son mortales
● Premisa 2 S crates es humano
● Premisa 2 S crates es humano
● Conclusi n S crates es mortal
● Conclusi n S crates es mortal

● Argumentación inductiva: A diferencia del razonamiento deductivo, en la argumentación
inductiva, las premisas proporcionan apoyo para la conclusión, pero no garantizan su verdad
absoluta. Este tipo de razonamiento se basa en observaciones particulares para llegar a una
conclusión general. Por ejemplo:
● Premisa El sol ha salido todos los d as hasta hoy
● Premisa El sol ha salido todos los d as hasta hoy
● Conclusi n El sol saldr ma ana
● Conclusi n El sol saldr ma ana

2. Validez y verdad
En lógica, es importante distinguir entre los conceptos de validez y verdad:
● Validez: Un argumento es válido si la conclusión se sigue lógicamente de las premisas, es
decir, si no es posible que las premisas sean verdaderas y la conclusión falsa al mismo
tiempo. La validez se refiere a la estructura del argumento, no al contenido de sus
proposiciones.
● Verdad: La verdad se refiere a si una proposición refleja correctamente la realidad. Una
proposición es verdadera si lo que afirma corresponde con los hechos.
Un argumento puede ser válido pero no verdadero si las premisas son falsas. Por ejemplo:
Premisa Todos los gatos vuelan

Premisa Todos los gatos vuelan

Conclusi n Mi gato vuela

Conclusi n Mi gato vuela

Este argumento es válido porque sigue una estructura lógica correcta, pero no es verdadero porque
las premisas son falsas.

3. Función inferencial del lenguaje


El lenguaje tiene una función inferencial cuando permite establecer relaciones lógicas entre
proposiciones para derivar conclusiones a partir de premisas. Esta capacidad inferencial del lenguaje
es esencial para el razonamiento lógico y la argumentación.
Sin embargo, el uso incorrecto del lenguaje puede dar lugar a errores en el razonamiento conocidos
como falacias.

4. Falacias
Las falacias son errores en el razonamiento que parecen válidos pero no lo son. Existen diferentes
tipos de falacias que pueden clasificarse en formales e informales:
● Falacias formales: Son errores que ocurren debido a una estructura lógica defectuosa en el
argumento.
● Falacias informales: Son errores que tienen que ver con el contenido del argumento o con el
uso incorrecto del lenguaje.
Algunos ejemplos comunes de falacias incluyen:
● Falacia ad hominem: Consiste en atacar a la persona que presenta un argumento en lugar de
refutar el argumento en sí.
● Falacia ad populum: Se apela a la popularidad o aceptación generalizada de una idea como
prueba de su validez.
● Falacia de afirmación del consecuente: Es un error lógico donde se asume que porque un
resultado ocurre, necesariamente ocurrió su causa:
● Si llueve las calles est n mojadas
● Si llueve las calles est n mojadas
● Las calles est n mojadas por lo tanto llueve falso
● Las calles est n mojadas por lo tanto llueve falso

Dogmatismo, escepticismo y criticismo como formas extremas del


quehacer filosófico
En el ámbito de la filosofía, el problema del conocimiento ha sido abordado desde diversas
perspectivas. Tres posturas fundamentales que representan formas extremas de enfrentar este
problema son el dogmatismo, el escepticismo y el criticismo. Estas corrientes ofrecen diferentes
respuestas a la posibilidad de conocer la realidad y la relación entre el sujeto y el objeto de
conocimiento.

1. Dogmatismo
El dogmatismo es una postura que sostiene que es posible alcanzar un conocimiento cierto y
definitivo de la realidad. Los dogmáticos creen que el ser humano puede aprehender la verdad sin
cuestionamientos ni dudas sobre la validez de lo que se conoce. Esta corriente filosófica parte de la
premisa de que existen verdades absolutas e inmutables, accesibles a través de la razón o la
revelación.
● Características: El dogmatismo se caracteriza por su confianza en la capacidad del ser
humano para conocer la realidad tal como es, sin necesidad de cuestionar críticamente las
bases del conocimiento. Se asume que los sentidos o la razón son herramientas suficientes
para acceder a verdades universales.
● Críticas: Una crítica común al dogmatismo es que tiende a ser rígido y no permite el
cuestionamiento o la revisión de las creencias establecidas. En este sentido, puede llevar a
una actitud cerrada frente al conocimiento, donde se rechaza cualquier forma de duda o
revisión crítica.

2. Escepticismo
El escepticismo, en contraste con el dogmatismo, sostiene que no es posible alcanzar un
conocimiento cierto y absoluto sobre la realidad. Los escépticos dudan de la capacidad del ser
humano para conocer con certeza, ya sea porque los sentidos pueden engañarnos o porque la razón
tiene límites intrínsecos.
● Características: El escepticismo puede adoptar diferentes grados. El escepticismo radical
sostiene que no podemos conocer nada con certeza; mientras que un escepticismo más
moderado reconoce que podemos tener creencias o conocimientos probables, pero nunca
certezas absolutas.
● Ejemplo histórico: En la filosofía antigua, los escépticos como Pirrón sostenían que era mejor
suspender el juicio sobre cualquier afirmación, ya que no podemos estar seguros de su verdad
o falsedad. En tiempos modernos, filósofos como David Hume también adoptaron una
postura escéptica respecto a ciertos tipos de conocimiento, como las relaciones causales.

3. Criticismo
El criticismo, desarrollado principalmente por Immanuel Kant, busca un punto intermedio entre el
dogmatismo y el escepticismo. Kant reconoció los límites tanto del dogmatismo como del
escepticismo y propuso una postura crítica frente al conocimiento: podemos conocer ciertos
aspectos de la realidad, pero no en su totalidad.
● Características: El criticismo sostiene que el conocimiento es posible, pero está limitado por
las estructuras cognitivas del sujeto. Según Kant, no conocemos las cosas tal como son en sí
mismas (noumeno), sino solo como aparecen ante nosotros (fenómeno), debido a las
categorías y formas a priori (como el espacio y el tiempo) con las cuales estructuramos
nuestra experiencia.
● Crítica al dogmatismo y al escepticismo: Kant criticó tanto al dogmatismo por asumir que
podemos conocer la realidad sin limitaciones, como al escepticismo por negar toda
posibilidad de conocimiento. Para Kant, aunque no podemos conocer lo absoluto, sí podemos
tener un conocimiento válido dentro de los límites impuestos por nuestra propia estructura
cognitiva.

Comparación entre Dogmatismo, Escepticismo y Criticismo

Característica Dogmatismo Escepticismo Criticismo

Afirmación absoluta: se Conocimiento posible pero


Posibilidad del Negación radical o duda sobre
puede conocer con limitado por las estructuras
conocimiento la posibilidad del conocimiento
certeza del sujeto

Actitud frente a la Confianza total en Duda constante sobre Crítica reflexiva sobre los

verdad verdades absolutas cualquier verdad límites del conocimiento

Filosofía medieval
Ejemplos históricos Pirrón, Hume Immanuel Kant
(Santo Tomás)

Noción de los problemas antropológicos. Preguntas de la antropología.


Antropología filosófica y científica: diferencias
La antropología es una disciplina que se ocupa del estudio del ser humano en todas sus
dimensiones. A lo largo de la historia, ha abordado preguntas fundamentales sobre la naturaleza
humana, su origen, su desarrollo, y su lugar en el mundo. La antropología filosófica y la antropología
científica son dos enfoques diferentes que buscan comprender al ser humano desde perspectivas
distintas.

1. Noción de los problemas antropológicos


Los problemas antropológicos se centran en cuestiones fundamentales sobre el ser humano, tales
como:
● ¿Qué es el ser humano?
● ¿Cuál es su naturaleza esencial?
● ¿Qué lo distingue de otros seres vivos?
● ¿Es el ser humano un ente libre o está determinado por fuerzas externas?
● ¿Cómo se relaciona el ser humano con su entorno social y natural?
Estos problemas abarcan tanto aspectos biológicos como culturales, psicológicos y filosóficos. En
este sentido, la antropología busca responder a preguntas sobre la continuidad entre el hombre y los
animales, la libertad humana, la agresividad, las relaciones sociales y políticas, entre otros temas.

2. Preguntas de la antropología
Las preguntas que guían el estudio antropológico pueden dividirse en dos grandes categorías:
1. Preguntas sobre la naturaleza humana: Estas preguntas buscan entender qué es lo que define
al ser humano como especie. Por ejemplo:
● ¿Hay una diferencia cualitativa entre el ser humano y los animales?
● ¿Qué significa para el ser humano tener un cuerpo?
● ¿Es el ser humano un ente racional o está guiado principalmente por sus instintos?
2.
3. Preguntas sobre la vida social y cultural: Estas preguntas se enfocan en cómo los seres
humanos se organizan y viven en sociedad:
● ¿Cómo funcionan las diferentes culturas humanas?
● ¿Cómo han evolucionado las instituciones sociales a lo largo del tiempo?
● ¿Qué papel juegan la religión, el arte y la política en las sociedades humanas?
4.

3. Antropología filosófica
La antropología filosófica es una rama de la filosofía que se ocupa de reflexionar sobre la esencia del
ser humano desde una perspectiva filosófica. Se pregunta no solo por las características físicas o
biológicas del hombre, sino también por su dimensión espiritual, cultural y existencial.
● Objeto de estudio: La antropología filosófica se centra en cuestiones como la libertad humana,
la relación entre cuerpo y alma, el sentido de la vida, y el destino del hombre en el cosmos.
● Método: Utiliza herramientas filosóficas como el análisis conceptual, la reflexión crítica y el
diálogo con otras disciplinas para abordar preguntas fundamentales sobre la condición
humana.
● Representantes: Filósofos como Max Scheler y Helmuth Plessner han sido figuras clave en el
desarrollo de esta disciplina. Scheler, por ejemplo, propuso que el ser humano no solo debe
entenderse como un ente biológico sino también como un ser espiritual con capacidad para
trascender su propia naturaleza.

4. Antropología científica
La antropología científica, por otro lado, se basa en métodos empíricos para estudiar al ser humano
desde una perspectiva biológica y cultural. Esta rama de la antropología utiliza herramientas de las
ciencias naturales y sociales para investigar aspectos específicos del comportamiento humano.
● Objeto de estudio: La antropología científica se ocupa del estudio del ser humano como un
ente biológico dentro de la naturaleza (antropología física) y del análisis de las culturas
humanas (antropología cultural o social).
● Método: Se basa en métodos empíricos como la observación participante, los estudios
comparativos entre culturas, y las investigaciones arqueológicas para obtener datos
concretos sobre los seres humanos.

5. Diferencias entre antropología filosófica y científica


Aunque ambas disciplinas comparten un interés común por entender al ser humano, difieren en sus
enfoques:

Característica Antropología Filosófica Antropología Científica

Objeto de estudio La esencia del ser humano El ser humano como ente biológico y cultural

Métodos empíricos (observación,


Método Reflexión filosófica
experimentación)

Comprender al hombre en su totalidad Estudiar al hombre desde una perspectiva


Finalidad
existencial (cuerpo-alma) científica (biológica/cultural)

Claude Lévi-Strauss, Franz Boas


Representantes
Max Scheler, Helmuth Plessner
destacados

Diferencias históricas sobre el problema del hombre. El hombre como


ser racional, animal simbólico y animal técnico
A lo largo de la historia de la filosofía, el problema del hombre ha sido abordado desde diversas
perspectivas. Filósofos de distintas épocas han intentado definir qué es lo que distingue al ser
humano de otros seres vivos y cuál es su naturaleza esencial. Tres características fundamentales
que han sido propuestas para definir al ser humano son su capacidad racional, su uso de símbolos y
su habilidad técnica. A continuación, se analizan estas tres dimensiones del ser humano.

1. Diferencias históricas sobre el problema del hombre


El estudio del ser humano ha sido una preocupación constante en la filosofía desde sus inicios. A lo
largo de la historia, diferentes pensadores han ofrecido respuestas diversas sobre qué es el hombre y
qué lo distingue de otras criaturas.
● Aristóteles: En la Edad Antigua, Aristóteles definió al hombre como un animal racional (zoon
logikon), destacando su capacidad para razonar como la característica que lo separa de los
animales. Para Aristóteles, el alma humana tiene una parte racional que permite al hombre
conocer el mundo y actuar conforme a principios lógicos.
● Boecio: En la Edad Media, Boecio definió al ser humano como una "sustancia individual de
naturaleza racional". Esta definición subraya tanto la individualidad como la racionalidad del
ser humano, vinculando su esencia a su capacidad para pensar y razonar.
● Max Scheler: En la Edad Contemporánea, Max Scheler introdujo una visión más amplia del ser
humano, considerando no solo su capacidad racional, sino también sus dimensiones
emocionales y espirituales. Scheler argumentó que el hombre no puede reducirse solo a su
racionalidad, ya que también es un ser espiritual capaz de trascender sus instintos biológicos.

2. El hombre como ser racional


La idea del hombre como un ser racional ha sido central en la filosofía occidental desde Aristóteles
hasta Kant. La racionalidad se entiende como la capacidad de pensar, reflexionar y tomar decisiones
basadas en principios lógicos.
● Aristóteles: Como se mencionó anteriormente, Aristóteles consideraba que lo que distingue al
hombre de los animales es su capacidad para razonar. Esta capacidad le permite al ser
humano no solo sobrevivir, sino también vivir una vida plena orientada hacia el bien y la virtud.
● René Descartes: En la Edad Moderna, Descartes reforzó esta idea con su famoso "Cogito, ergo
sum" ("Pienso, luego existo"). Para Descartes, el pensamiento es la esencia misma del ser
humano; es lo único que puede conocerse con certeza absoluta.

3. El ser humano como animal simbólico


El filósofo contemporáneo Ernst Cassirer introdujo una perspectiva diferente al definir al hombre
como un animal simbólico. Según Cassirer, lo que distingue al ser humano no es solo su capacidad
para razonar, sino también su habilidad para crear y utilizar símbolos.
● Los seres humanos no solo reaccionan ante estímulos físicos inmediatos; también interpretan
el mundo a través de sistemas simbólicos como el lenguaje, el arte, la religión y la ciencia.
● Esta capacidad simbólica permite a los humanos abstraer conceptos complejos y
comunicarlos a través de signos y símbolos. El lenguaje es uno de los ejemplos más claros de
esta capacidad simbólica: mientras los animales pueden comunicarse mediante señales
simples, los humanos utilizan palabras para expresar ideas abstractas y complejas.

4. El hombre como animal técnico


Otra característica fundamental del ser humano es su capacidad para crear herramientas y modificar
su entorno mediante la técnica. Desde tiempos prehistóricos, los humanos han utilizado
herramientas para mejorar sus condiciones de vida.
● Karl Marx: En su análisis del trabajo humano, Marx destacó que lo que diferencia al ser
humano de los animales es precisamente su capacidad para transformar la naturaleza
mediante el trabajo técnico. Mientras los animales interactúan con su entorno de manera
instintiva, el ser humano lo hace conscientemente a través del uso de herramientas y
tecnologías.
● La técnica no solo ha permitido al ser humano sobrevivir en ambientes hostiles, sino que
también ha sido clave en el desarrollo cultural y social. La invención de herramientas
complejas ha transformado radicalmente las formas en que los seres humanos se organizan
en sociedad.

La libertad como componente esencial del ser humano y la diferencia


entre el hombre y el animal
La filosofía ha abordado extensamente la cuestión de qué es lo que distingue al ser humano de otros
seres vivos, centrándose en aspectos como la libertad y la racionalidad. A continuación, se exploran
estos temas con base en los textos proporcionados.

1. La libertad como componente esencial del ser humano


La libertad es considerada uno de los componentes esenciales que definen al ser humano. En la
filosofía, esta noción se ha desarrollado en torno a la capacidad del individuo para tomar decisiones
autónomas y actuar de acuerdo con su propia voluntad.
● Boecio: En sus escritos, Boecio aborda la cuestión de la libertad humana desde una
perspectiva filosófica y teológica. Para él, la verdadera libertad radica en la capacidad del ser
humano para elegir el bien, lo cual está intrínsecamente relacionado con el uso correcto de la
razón. La libertad no es simplemente la ausencia de restricciones externas, sino la capacidad
interna de autodeterminación moral.
● Jean-Paul Sartre: En una perspectiva más contemporánea, Sartre sostiene que el ser humano
está "condenado a ser libre", lo que implica que cada individuo es responsable de sus
elecciones y del sentido que da a su vida. Esta visión existencialista enfatiza la angustia que
acompaña a la libertad absoluta, ya que no hay valores o significados predefinidos a los
cuales aferrarse.
La discusión sobre la libertad humana también involucra debates sobre el determinismo y el libre
albedrío. Mientras algunos filósofos argumentan que nuestras acciones están determinadas por
factores biológicos o sociales, otros defienden la idea de que somos agentes libres capaces de
trascender estas influencias.

2. La diferencia entre el hombre y el animal


Una cuestión central en antropología filosófica es qué distingue al ser humano de los animales.
Históricamente, se han propuesto varias características para explicar esta diferencia:
● Racionalidad: Desde Aristóteles, se ha sostenido que el hombre es un animal racional. Esta
capacidad para razonar y reflexionar sobre su propia existencia es vista como una diferencia
cualitativa respecto a los animales, quienes actúan principalmente por instinto.
● Uso del lenguaje simbólico: Ernst Cassirer define al ser humano como un animal simbólico,
destacando su habilidad para crear y utilizar símbolos complejos, como el lenguaje. Esta
capacidad permite a los humanos abstraer conceptos, comunicar ideas complejas y construir
culturas ricas en significado.
● Capacidad técnica: Karl Marx y otros filósofos han señalado que el hombre es un animal
técnico, capaz de crear herramientas y modificar su entorno de manera consciente. Esta
habilidad técnica no solo ha permitido al ser humano adaptarse a diversos ambientes, sino
también transformar radicalmente su mundo social y natural.
Las diferencias entre humanos y animales no solo se limitan a capacidades cognitivas o técnicas;
también incluyen aspectos éticos y culturales que reflejan cómo los seres humanos entienden su
lugar en el universo.

Problemáticas propias del hombre y de los adolescentes (Scheler,


Boecio)
El estudio de las problemáticas que afectan al ser humano ha sido un tema central en la filosofía, y
tanto Max Scheler como Boecio han ofrecido importantes contribuciones al respecto. Estos filósofos
han abordado cuestiones relacionadas con la libertad, la naturaleza humana y los desafíos
existenciales que enfrenta el ser humano en distintas etapas de su vida, incluyendo la adolescencia.

1. Problemáticas propias del hombre según Max Scheler


Max Scheler, uno de los principales exponentes de la antropología filosófica, se enfocó en la
singularidad del ser humano en comparación con otros seres vivos. Para Scheler, el hombre no
puede definirse solo por su racionalidad o por su capacidad técnica; es un ser espiritual que
trasciende lo meramente biológico.
● La libertad humana: Según Scheler, una de las características fundamentales del ser humano
es su capacidad para trascender sus instintos y condicionamientos biológicos. A diferencia de
los animales, que están determinados por sus impulsos naturales, el ser humano es libre para
actuar conforme a valores espirituales y morales. Esta libertad le permite al hombre elegir
entre diferentes posibilidades y darle sentido a su vida.
● El adolescente y la búsqueda de identidad: Scheler también reconoce que los seres humanos
pasan por distintas etapas en su desarrollo, y una de las más críticas es la adolescencia.
Durante esta etapa, los adolescentes experimentan una búsqueda intensa de identidad y
sentido. La libertad que caracteriza al ser humano se manifiesta en esta fase como una
necesidad de autoafirmación y exploración personal.

2. Problemáticas propias del hombre según Boecio


Boecio, filósofo cristiano del siglo VI, abordó el problema del hombre desde una perspectiva
teológica y filosófica. En su obra La consolación de la filosofía, Boecio reflexiona sobre el destino
humano, el sufrimiento y la libertad.
● La libertad y el destino: Para Boecio, uno de los grandes dilemas humanos es la relación entre
libertad y destino. Aunque el ser humano parece estar sujeto a las vicisitudes del destino
(como el sufrimiento o la muerte), Boecio sostiene que el verdadero sentido de la libertad
radica en la capacidad del alma para elevarse por encima de las circunstancias externas. La
libertad no depende tanto de lo que sucede en el mundo exterior, sino más bien de cómo el
individuo responde a esas situaciones.
● El adolescente ante la incertidumbre: En relación con los adolescentes, Boecio podría
interpretarse como reconociendo que esta etapa está marcada por una profunda
incertidumbre respecto al futuro. Los adolescentes enfrentan problemáticas relacionadas con
su lugar en el mundo y su capacidad para tomar decisiones libres frente a un futuro incierto.

3. Diferencias entre las problemáticas del hombre adulto y del


adolescente
Tanto Scheler como Boecio reconocen que las problemáticas existenciales varían a lo largo de la
vida. En el caso del adolescente, estas problemáticas suelen centrarse en:
● Búsqueda de identidad: Los adolescentes están en un proceso constante de autodefinición.
Se preguntan quiénes son y cuál es su lugar en el mundo.
● Exploración de la libertad: La adolescencia es una etapa en la que se experimenta con
diferentes formas de ejercer la libertad. Los adolescentes buscan autonomía respecto a sus
padres y otros adultos, lo cual puede generar tensiones internas y externas.
● Incertidumbre sobre el futuro: A diferencia del adulto, que generalmente tiene una visión más
clara sobre sus metas y responsabilidades, los adolescentes enfrentan un futuro lleno de
posibilidades pero también de incertidumbres.

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