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Autismo

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SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

UNIDAD 212 TEZIUTLÁN

AUTISMO.

Licenciatura en Psicología Educativa.

Jose Luis Herrera Ortiz.

Teziutlán, Pue; 31 de octubre del 2024.


En primer lugar, el autismo, o trastorno del espectro autista (TEA), es una condición del

desarrollo neurológico que afecta la manera en que una persona se comunica y se relaciona

con los demás. Se manifiesta en una variedad de formas y con distintos niveles de

gravedad, lo que significa que cada persona con autismo puede tener experiencias y

habilidades muy diferentes. Algunas características comunes incluyen dificultades en la

comunicación social, patrones de comportamiento repetitivos y una fuerte preferencia por

la rutina. Muchas personas con autismo también pueden tener intereses muy intensos en

temas específicos.

A su vez, es importante recordar que el autismo no es una enfermedad, sino una

forma diferente de ser y percibir el mundo. Con el apoyo adecuado, muchas personas con

autismo pueden llevar vidas plenas y satisfactorias. Las principales características del

autismo pueden variar ampliamente entre las personas, pero algunas de las más comunes

incluyen:

1. Dificultades en la comunicación: Muchas personas con autismo pueden tener

problemas para iniciar o mantener conversaciones. Pueden usar un lenguaje literal y tener

dificultades para entender el sarcasmo o las metáforas.

2. Interacciones sociales: Pueden mostrar dificultades para interpretar señales

sociales, como expresiones faciales o el tono de voz. Esto puede hacer que les resulte

complicado establecer amistades o entender las normas sociales.

3. Intereses intensos y específicos: Muchas personas con autismo desarrollan

intereses profundos en temas particulares, que pueden ocupar una gran parte de su tiempo y

atención.
4. Comportamientos repetitivos: Esto puede incluir movimientos repetitivos (como

mecerse o aletear las manos) o la necesidad de seguir rutinas estrictas. Cambios en estas

rutinas pueden causar ansiedad.

5. Sensibilidad sensorial: Algunas personas pueden ser muy sensibles a estímulos

sensoriales, como luces brillantes, ruidos fuertes o ciertas texturas, mientras que otras

pueden no reaccionar ante estímulos que normalmente serían molestos.

6. Dificultades con el cambio: Pueden preferir la previsibilidad y mostrar resistencia

a los cambios en su entorno o rutina diaria.

7. Capacidades cognitivas variadas: Algunos individuos pueden tener habilidades

excepcionales en áreas específicas, como matemáticas, música o arte, mientras que otros

pueden necesitar apoyo adicional en tareas cotidianas.

Es decir, cada persona es única, por lo que es importante considerar estas

características dentro del contexto individual. El DSM-5, que es el Manual Diagnóstico y

Estadístico de los Trastornos Mentales, publicado por la Asociación Americana de

Psiquiatría, clasifica el autismo como parte del "Trastorno del Espectro Autista" (TEA). En

este manual, se describe el TEA como un trastorno caracterizado por:

En primer lugar, el déficit en la comunicación social y la interacción social, esto

incluye dificultades en la comunicación verbal y no verbal, problemas para entender o

hacer uso de las normas sociales en interacciones y dificultades para desarrollar, mantener y

comprender relaciones. Los patrones de comportamiento, intereses o actividades

restringidos y repetitivos, ya que esto puede incluir movimientos repetitivos, adherencia

inflexible a rutinas, intereses altamente restringidos y patrones sensoriales atípicos.


Por otro lado, los síntomas presentes desde la infancia, osea los síntomas deben

estar presentes desde una edad temprana (generalmente se manifiestan antes de los 3 años),

aunque a veces pueden no ser completamente evidentes hasta que las demandas sociales

superan las capacidades limitadas de la persona. El deterioro significativo en áreas

funcionales, los síntomas deben causar un deterioro clínicamente significativo en áreas

importantes del funcionamiento diario, como en el ámbito social, académico o laboral.

Por último, el DSM-5 (2014) también señala que “El TEA se presenta en un

espectro, lo que significa que hay una amplia gama de síntomas y niveles de gravedad. Esto

permite que se reconozcan las variaciones individuales entre las personas con autismo”.

(P.50) Por último, las estrategias de intervención para alumnos con autismo pueden ser

variadas y deben adaptarse a las necesidades individuales de cada estudiante.

Enfoque de Aprendizaje Estructurado: Crear un entorno predecible y estructurado

ayuda a los alumnos a entender lo que se espera de ellos. Esto incluye horarios visuales,

rutinas claras y espacios organizados.

Terapia Conductual Aplicada (ABA): Esta técnica se centra en reforzar

comportamientos positivos y reducir comportamientos no deseados. Utiliza recompensas

para motivar a los alumnos y enseñar habilidades sociales y académicas.

Comunicación Aumentativa y Alternativa (CAA): Para aquellos con dificultades en

la comunicación verbal, se pueden utilizar sistemas de comunicación visual, como

imágenes o dispositivos electrónicos, para facilitar la expresión de necesidades y deseos.


Intervención Temprana: Cuanto antes se identifique el autismo y se inicie la

intervención, mejor será el pronóstico. Programas que involucran a padres y cuidadores

pueden ser especialmente efectivos.

Enseñanza de Habilidades Sociales: Programas que enseñan habilidades sociales

específicas pueden ayudar a los alumnos a interactuar mejor con sus compañeros. Esto

puede incluir juegos de roles, modelado y práctica en situaciones sociales.

Adaptaciones Curriculares: Modificar el contenido del currículo o las expectativas

académicas puede ayudar a que los alumnos con autismo tengan éxito en el aula. Esto

puede incluir tareas más cortas, instrucciones claras y apoyo adicional.

Apoyo Sensorial: Proporcionar un entorno que tenga en cuenta las necesidades

sensoriales del alumno puede ser muy beneficioso. Esto puede incluir áreas tranquilas para

relajarse o herramientas para ayudar a manejar la sobrecarga sensorial.

Involucramiento Familiar: Es fundamental trabajar en colaboración con las familias

para asegurar que las estrategias utilizadas en la escuela se refuercen en casa, creando un

enfoque coherente.

Formación del Personal Educativo: Capacitar a maestros y personal sobre el

autismo y estrategias específicas puede mejorar significativamente la experiencia educativa

para los alumnos con TEA.

Uso de Tecnología: Herramientas tecnológicas como aplicaciones educativas

pueden ser útiles para aprender habilidades académicas, sociales o comunicativas. Es

importante recordar que cada estudiante es único, por lo que una combinación de estas

estrategias personalizadas puede ofrecer los mejores resultados.


Bibliografía:

Asociación Americana de Psiquiatría (2014). Manual diagnóstico y estadístico de

los trastornos mentales (DSM-5®), 5a Ed. Arlington, VA.

Estrategias de atención para alumnos que enfrentan Barreras para el Aprendizaje y

la Participación.

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