Arlette Jimena Tristan Romo. Actividad 2

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INSTITUTO DR.

CARLOS COQUI
CAMPUS ZACATECAS
REGISTRO S.E.C.C. CLAVE 05PET 0044C
REG.DIREC.GRAL.DE.PROFESIONES EXP. 05-0006 CLAVE 0561

ALUMNO: ARLETTE JIMENA TRISTAN


ROMO

ASIGNATURA: ANATOMIA Y FISIOLOGIA 2

DOCENTE: DRA. ANA LUZ BOSQUES RAMIREZ

ACTIVIDAD 2

FECHA DE ENTREGA: 23/01/2021


SISTEMA DIGESTIVO
La estructura del tubo digestivo varía enormemente de una región a otra, pero hay
características comunes en la organización general de su tejido. Esencialmente, el
tubo digestivo es un cilindro hueco que, tal y como se puede ver en la infografía
sobre estas líneas, está dividido en grandes segmentos funcionales.

Las estructuras principales a lo largo del tubo son: boca y faringe, esófago,
estómago, duodeno, yeyuno, íleon, colon, recto y ano. Juntos, el duodeno, el
yeyuno y el íleon conforman el intestino delgado, y el colon a veces recibe el
nombre de intestino grueso. Asociadas con este tubo existen estructuras
glandulares que son invaginaciones de la pared del tubo. Estas glándulas drenan
sus secreciones a la luz intestinal.

Además, también hay órganos glandulares unidos al tubo a través de conductos


por los que drenan secreciones a la luz del mismo, por ejemplo, las glándulas
salivales y el páncreas.

Las principales estructuras del tubo digestivo tienen muchas funciones. Una de las
principales es el almacenamiento: el estómago y el colon son importantes órganos
de almacenamiento de la comida digerida (también llamada quimo) y muestran
especialización en relación con su anatomía funcional (p. ej., forma y tamaño) y
sus mecanismos de control (características del músculo liso para producir
contracciones tónicas) que les permiten realizar eficientemente su función.
La función predominante del intestino delgado es la digestión y la absorción. La
mayor especialización de esta región del tubo digestivo es la gran superficie con
capacidad de absorción. El colon reabsorbe agua y iones para asegurar que no
sean eliminados del organismo.

El alimento ingerido se mueve a lo largo del tubo digestivo por la acción del
músculo de sus paredes. Separando las regiones del tubo digestivo se encuentran
también estructuras musculares especializadas llamadas esfínteres. Su función es
aislar una región de la siguiente y proporcionar la retención selectiva de
contenidos o prevenir el reflujo, o ambas.
CAVIDAD ORAL

La cavidad bucal es el origen del sistema digestivo, el cual tiene como función la
incorporación de alimentos, su digestión, absorción y la eliminación de los
desechos. Las seis paredes de la cavidad bucal contienen a la lengua, órgano del
sentido del gusto, y a los dientes. La saliva, segregada por las glándulas salivales
mayores y menores, desempeña un papel fundamental en la integridad de los
tejidos bucales blandos y duros, en el procesamiento de los alimentos para la
formación y deglución del bolo alimenticio y en el control de las infecciones
bucales. Las funciones de la cavidad bucal, para lo cual todas las estructuras
constitutivas se encuentran comprometidas e integradas, no se limitan a la
alimentación, sino también representan un centro importante para la comunicación
a través de la fonación.

La cavidad bucal, sobre todo con fines didácticos, debe ser abordada en cuanto a
su continente y su contenido. Este último está representado por los dientes y la
lengua, los que serán tratados en capítulos subsiguientes. En cuanto al continente
de la cavidad bucal, se consideran seis paredes labios (anterior), velo del paladar
(posterior), bóveda palatina (superior), piso de la boca (inferior) y mejillas
(laterales) las que se encuentran totalmente tapizadas de mucosa. La mucosa
bucal consta de un epitelio estratificado plano que apoya sobre una lámina propia
de tejido conectivo o corion de densidad variable. En profundidad, se encuentra
una capa submucosa más laxa en los labios, por ejemplo, con vasos sanguíneos,
adipocitos y glándulas salivales menores o una capa de tejido conectivo más
denso en la bóveda palatina lo cual le brinda mayor firmeza a la mucosa.
(LABIOS)

Los labios son uno de los tejidos más sensibles del cuerpo. Carecen de células
protectoras, glándulas sudoríparas, grasa, melanina y queratina. Muy vulnerables
a los efectos del sol, pierden humedad y se resecan con facilidad. Son muy
propensos a sufrir infecciones.

Los labios designan la parte externa de la boca. Son dos estructuras (una superior
y otra inferior) conformadas por piel y músculo, que dan entrada a la cavidad oral.

Su estructura anatómica consiste principalmente en un núcleo de músculo


esquelético recubierto por piel (epidermis, dermis e hipodermis) y constituida
interiormente por una mucosa formada por un epitelio de revestimiento, una
lámina propia y una submucosa.

Los labios se extienden desde el margen inferior de la nariz hasta la frontera


superior del mentón.

El área rojiza recibe el nombre de rojo o bermellón de los labios, y debe su color
característico a la abundancia de capilares sanguíneos bajo una capa de tejido
epitelial transparente.

Es una zona de transición entre la piel queratinizada y la mucosa oral. Como no


hay glándulas sebáceas ni sudoríparas, los labios deben humedecerse con saliva
para evitar su resecamiento.

Un pliegue en la zona media de los labios conocido como frenillo labial une la zona
interna de cada uno de ellos con la encía.

La piel de los labios está perfectamente adaptada para recibir ciertos estímulos y
proteger al organismo. Como es más delgada, ricamente irrigada e inervada,
percibe mejor la temperatura, el gusto y la textura de los alimentos.

La coloración rojiza proviene de los vasos sanguíneos subyacentes, motivo por el


cual suelen sangrar tan fácilmente cuando se lesionan.

El movimiento y apertura de los labios están condicionados por una serie de


músculos controlados por el nervio facial. El más importante de ellos es uno de
forma circular, denominado orbicular, que trabaja coordinadamente con la
compleja red muscular del rostro, mandíbulas y parte superior del cuello.

La función de los labios es facilitar la articulación y manipulación de los alimentos


que llegan a la cavidad bucal, pero también participan de la vocalización, la
expresión facial y la comunicación. Gracias a un esfínter polivalente pueden
adoptar multitud de formas.
(LENGUA)

La lengua es uno de los músculos más potentes del cuerpo humano en relación
tamaño/fuerza. y es el órgano del sentido del gusto. La lengua está situada dentro
de la cavidad oral anclada en la parte media del suelo de la boca, con forma de
cono y aspecto simétrico.

La lengua está formada por dos caras, una superior o dorso y una inferior que
descansa en el suelo de la boca, en cuya línea media encontramos el frenillo, los
bordes linguales, la base de la lengua y la punta lingual.

El frenillo se puede distinguir en el suelo de la boca. Se trata de un pliegue


mucoso que une la cara dorsal de la lengua con la mucosa del piso de la boca, de
forma semilunar. Tiene la función de limitar los movimientos de la lengua para
evitar que la traguemos.

La lengua tiene varios roles, por un lado, en la alimentación permite la succión,


deglución y masticación. Es importante para mamar y para formar el bolo
alimenticio. También la lengua nos permite comunicarnos oralmente con el habla,
y percibir los estímulos sensoriales del gusto.

La lengua como quimiorreceptor es un órgano musculoso, fijo por su base al piso


de la boca y con la punta libre, puede realizar varios movimientos y es
humedecida constantemente por la saliva. Posee células o corpúsculos gustativos
que se encuentran en el epitelio lingual y que son estimulados por sustancias en
solución que entran por el poro externo, es decir, las sustancias disueltas por la
saliva. También se encuentran algunas células en el paladar y la epiglotis.

En la lengua se pueden apreciar, en cortes de poco aumento, como cuerpos


pálidos cilíndricos en el epitelio de color oscuro, tienen aspecto laminar o en
capas, con un pequeño orificio externo, el poro gustativo externo, y una
pequeña depresión en la base, el poro gustativo interno.
El sentido del gusto se encuentra en la lengua. La lengua es un órgano musculoso
ubicado dentro de la boca o cavidad oral. La sensación que un alimento produce
en el sentido del gusto se llama sabor.

Los alimentos pueden ser dulces o salados, ácidos o amargos. Detectar esos
sabores es la función de las papilas gustativas en la boca; su importancia depende
de que permita seleccionar los alimentos y bebidas según los deseos de
la persona y también según las necesidades nutritivas.

El gusto actúa por contacto de sustancias químicas solubles con la lengua. El ser
humano es capaz de percibir un abanico amplio de sabores como respuesta a la
combinación de varios estímulos, entre ellos textura, temperatura, olor y gusto.

El sentido del gusto depende de la estimulación de los llamados "botones


gustativos", las cuales se sitúan preferentemente en la lengua, aunque algunas se
encuentran en el paladar; su sensibilidad es variable. La lengua presenta
unas estructuras, denominadas papilas, que le confieren su aspecto rugoso. En
ellas se encuentran los botones gustativos, donde se asientan los
quimiorreceptores juntos con las células epiteliales que les sirven de sostén.

• 1. Las Papilas Gustativas constituyen las unidades gustativas y están


situadas en la mucosa y cada una consta de un grupo de células sensitivas
en forma de barril conectadas a las neuronas. Se conocen tres clases:
Caliciformes, Fungiformes y Filiformes.

• 2. Papilas Caliciformes: son las más grandes y menos numerosas, están


situadas en la parte posterior cerca de la base de la lengua, formando
una "V lingual”, tienen forma de cáliz y perciben principalmente el sabor
amargo.

• 3. Papilas Fungiformes: tienen forma de hongo se encuentran en la cara


dorsal de la lengua, especialmente en los bordes y la punta, su color
rojizo es debido a la multitud de vasos sanguíneos, son algo visibles. Su
número puede alcanzar entre 150 y 200 en total, son sensibles a los
sabores ácidos, dulces y salados.
• 4. Papilas Filiformes: tiene aspecto de pequeñas agujas y están
repartidas en toda la superficie de la lengua dispuestas en series
paralelas. No son papilas principalmente gustativas, sino táctiles ya, que
en su interior se encuentran corpúsculos de Krause.

(DIENTES)
Los dientes, las sustancias más duras de todo el cuerpo, también son
necesarios para la masticación, el proceso por el cual desgarramos, cortamos y
molemos los alimentos preparándolos para la deglución. La masticación permite
que las enzimas y lubricantes segregados en la boca faciliten la digestión.

Existen varios tipos de dientes. Los incisivos son los dientes de forma cuadrada
y borde afilado de la parte anterior de la boca. Hay cuatro en el maxilar inferior y
cuatro en el superior. A cada lado de los incisivos se encuentran los afilados
caninos. Los caninos superiores a veces se denominan colmillos. Detrás de los
caninos se encuentran los premolares, o dientes bicúspides. Hay dos grupos, o
cuatro premolares, en cada maxilar.

Los molares, situados detrás de los premolares, tienen puntas y surcos. Hay
doce molares, tres en cada maxilar, denominados primeros, segundos y terceros
molares. Los terceros molares son las “muelas del juicio”, que algunas personas
consideran que evolucionaron hace miles de años, cuando la dieta humana
consistía, fundamentalmente, en alimentos crudos que requerían mayor fuerza
masticatoria. Pero, como pueden desplazar o bloquear la salida de otros dientes
y/o provocar problemas como el dolor y las infecciones, es posible que el
dentista necesite extraerlos.

Los dientes humanos están compuestos por cuatro tipos distintos de tejido: la
pulpa, la dentina, el esmalte y el cemento dental. La pulpa es la porción más
interna o profunda del diente y consta de tejido conjuntivo, nervios y vasos
sanguíneos, que nutren el diente. La pulpa tiene dos partes: la cámara de la
pulpa, donde reside la corona, y el conducto radicular, que es la raíz del diente.
Los vasos sanguíneos y los nervios penetran en la raíz a través de un pequeño
orificio en la base del diente y se extienden a través del conducto radicular hasta
la cámara de la pulpa.

La dentina rodea la pulpa. Es una sustancia amarilla que conforma la mayor


parte del diente y es tan dura como el hueso. Es la dentina lo que confiere a los
dientes su coloración amarillenta. El esmalte, el tejido más duro del cuerpo,
cubre la dentina y forma la capa más exterior de la corona. Permite que el diente
soporte la presión de la masticación y lo protege de las bacterias nocivas y los
cambios de temperatura de los alimentos fríos y calientes. Tanto la dentina
como la pulpa se extienden hasta la raíz. Una capa ósea de cemento dental
cubre el exterior de la raíz, bajo el nivel de las encías, y sostiene a los dientes
en su sitio dentro del maxilar. El cemento dental también es tan duro como el
hueso.
(PALADAR DURO)
El paladar duro está formado por el hueso maxilar y el hueso palatino, los cuales
están cubiertos por una membrana mucosa. El maxilar también forma la
mandíbula superior. Las placas de los huesos palatinos forman la parte trasera del
paladar duro de la boca y el piso de la nariz. Las placas verticales de los huesos
palatinos forman parte de la cavidad nasal.

(PALADAR BLANDO)

El tejido muscular del paladar blando está cubierto por el tejido epitelial. El tejido
epitelial es un tipo de tejido que forma la cubierta de las superficies externas e
internas del cuerpo. Este provee protección, produce secreciones y regula los
materiales que se mueven alrededor de él. La úvula, la masa que cuelga en medio
del paladar blando, está por encima de la raíz de la lengua. La úvula ayuda a
evitar que los alimentos se vayan por el pasaje de respiración cuando la persona
está tragando.

En la zona de la encía y en el rafe medio del paladar duro presenta una mucosa
sésil, es decir, sin submucosa, con una lámina propia directamente unida
al periostio. El epitelio de la mucosa sésil es plano pluriestratificado. Si aparece
cornificación en el paladar blando hay patología.

La zona grasa del paladar duro presenta una submucosa con tejido adiposo, en
tanto que la zona glandular presenta pequeñas glándulas salivares menores. El
paladar duro se encuentra ricamente inervado por el nervio esfenopalatino interno
o nasopalatino y los nervios palatinos anteriores y medios.

El paladar blando presenta músculo esquelético. El paladar blando está


interpuesto entre boca y fosas nasales. Así, el epitelio que reviste la porción del
paladar blando que da hacia las fosas nasales es igual al que las reviste a ellas
mismas, de tipo prismático pseudoestratificado, en tanto que el epitelio que da
hacia la boca es plano pluriestratificado con probable paraqueratosis. El paladar
blando presenta submucosa. En el paladar blando todas las glándulas son de tipo
mucoso.
FARINGE

La faringe es un conducto musculomembranoso que se extiende desde la base del


cráneo por arriba hasta la sexta vértebra cervical por abajo. Este órgano
fundamental es único, común a las vías respiratorias superiores y a la parte inicial
del aparato digestivo.

La Contractilidad de su estructura muscular desempeña un gran papel durante la


deglución ya que propulsa el bolo alimenticio al mismo tiempo que asegura la
protección de las vías aéreas nasales y laríngea. Contribuye también a la
aireación del oído medio y, por último, interviene en la fonación.

Esta cavidad, continuamente abierta, sigue teniendo no obstante un acceso difícil,


salvo la porción media que puede observarse directamente de forma clínica
durante la abertura bucal. La endoscopia y el diagnóstico por imágenes permiten
una exploración completa y precisa de las partes superiores, profundas, encajadas
bajo la base del cráneo y de la porción inferior, retrolaríngea, así como de sus
relaciones con las estructuras óseas o las partes blandas adyacentes.
ESOFAGO

El esófago es un conducto musculomembranoso que transporta los alimentos


desde la hipofaringe hasta los cardias gástrico. Consta de tres partes: cervical (5
cm), torácica (16 cm) y abdominal (3 cm). Está constituido por una mucosa
plegada, una submucosa laxa con abundantes glándulas, y una muscular potente,
circular y longitudinal, recubierta por una fina adventicia. Su vascularización
arterial escalonada procede sobre todo de la aorta y su vascularización venosa se
caracteriza por la presencia de anastomosis portocavas del tercio inferior; su
profuso drenaje linfático explica la linfofilia de los carcinomas esofágicos; su
inervación procede tanto del sistema parasimpático (nervios vagos) como del
simpático. El hiato esofágico del diafragma constituye un conducto de 5 cm, que
es una auténtica banda muscular contráctil, considerada como un esfínter externo.
Los medios de fijación de la unión esofagogástrica son esenciales para la estática
esofagocardiofúndica. Desde el punto de vista topográfico, el esófago cervical
pertenece al compartimento visceral del cuello; el esófago torácico se relaciona
con los cayados de la vena ácigos y el aórtico, el conducto torácico y la aurícula
izquierda del corazón; el esófago abdominal se relaciona con el lóbulo izquierdo
del hígado y el epiplón menor. Desde el punto de vista fisiológico, el cuerpo del
esófago presenta una motilidad gracias al peristaltismo «primario»
(desencadenado por la deglución), «secundario» (iniciado por la distensión
parietal) y «terciario» (espontáneo y no propulsivo). El esfínter superior es una
zona de alta presión endoluminal (35-200 mmHg) relacionada con la actividad
tónica de las fibras estriadas del músculo constrictor inferior de la faringe, del
músculo cricofaríngeo y de la parte craneal del esófago cervical. Se relaja durante
la deglución, la eructación o el vómito. El esfínter inferior está constituido por fibras
musculares lisas y también es una zona de alta presión endoluminal (15-30 mmHg
superior a la presión intragástrica). Se opone al reflujo gastroesofágico, en
asociación con el esfínter externo de origen diafragmático. Se relaja durante la
deglución, la eructación y también con la distensión gástrica por alimentos o aire.
La estimulación vagal global provoca una relajación del esfínter inferior.
ESTOMAGO

El estómago es una dilatación en forma de J del tubo digestivo, que se comunica


con el esófago a través de los cardias, y con el duodeno a través del píloro.
Ambos, cardias y píloro, funcionan como una válvula que regula el paso del
alimento. El estómago funciona, principalmente, como un reservorio para
almacenar grandes cantidades de comida recién ingerida, permitiendo así
ingestiones intermitentes. El paso del contenido gástrico al duodeno, que tiene una
capacidad volumétrica muy inferior, se produce de forma controlada por el efecto
del píloro. En el estómago se encuentran diferentes tipos de células que participan
en la secreción del jugo gástrico. El jugo gástrico contiene ácido clorhídrico y
pepsina, responsables de la digestión gástrica del bolo alimenticio. Además, el
estómago facilita la trituración de los alimentos y su mezcla con el jugo gástrico,
debido a los movimientos de contracción de sus paredes. Posteriormente, se
produce el vaciamiento hacia el duodeno. Una vez mezclado con los jugos
gástricos, el bolo alimenticio pasa a llamarse quimo.
INTESTINO DELGADO

Conducto de 6 a 8 metros de largo, formado por tres tramos: Duodeno, separado


del estómago por el píloro, y que recibe la bilis procedente del hígado y el jugo
pancreático del páncreas, seguido del yeyuno, y por la parte final llamada íleon. El
íleon se comunica con el intestino grueso o colon mediante la válvula ileocecal. En
el intestino delgado continúa la digestión de los alimentos hasta su conversión en
componentes elementales aptos para la absorción; y aquí juega un papel
fundamental la bilis, el jugo pancreático (que contiene amilasa, lipasa y tripsina) y
el propio jugo intestinal secretado por las células intestinales. Una vez mezclado
con estas secreciones, el quimo pasa a llamarse quilo. Las paredes del intestino
delgado tienen también capacidad contráctil, permitiendo la mezcla de su
contenido y su propulsión adelante. Una vez los alimentos se han escindido en sus
componentes elementales, serán absorbidos. En el intestino delgado se absorben
los nutrientes y también sal y agua. La absorción es un proceso muy eficiente:
menos del 5% de las grasas, hidratos de carbono y proteínas ingeridas se excreta
en las heces de los adultos que siguen una dieta normal. La digestión de las
grasas (lípidos) de la dieta se produce por efecto de las lipasas, originándose
entonces los triglicéridos y fosfolípidos, que se absorben en el yeyuno. Para que
se produzca este proceso, es necesaria la contribución de las sales biliares
contenidas en la bilis. Los hidratos de carbono (almidones, azúcares, etc.) son
digeridos mediante las amilasas salival y pancreática, las disacaridasas,
formándose monosacáridos que son absorbidos en yeyuno / íleon. Finalmente, la
digestión de las proteínas mediante pepsinas y proteasas (tripsina) da lugar a los
péptidos y aminoácidos, absorbidos también en yeyuno / íleon.

INTESTINO GRUESO
Estructura tubular que mide aproximadamente 1,5 m en el adulto. Se encuentra
unido al intestino delgado por la válvula ileocecal y concluye en el ano. El colon
presenta una forma peculiar debido a la existencia de unas bandas longitudinales
y contracciones circulares que dan lugar a unos bultos llamadas haustras. En el
colon distinguimos varias porciones: la primera porción, el ciego, más ancho que el
resto, encontramos el apéndice; el colon ascendente, que se extiende desde el
ciego hasta el ángulo o flexura hepática; a este nivel el colon gira y cambia de
dirección, llamándose colon transverso. A nivel del bazo encontramos el ángulo
esplénico donde el colon vuelve a cambiar de dirección y pasa a llamarse colon
descendente. A nivel de la pelvis pasa a llamarse colon sigmoide o sigma, en
forma de S, con una mayor movilidad y tortuosidad, y que corresponde a la
porción más estrecha del colon. Finalmente, llegamos al recto, que termina en el
conducto anal, donde tiene lugar la expulsión de las heces en el exterior. Cada día
llegan al colon entre 1200 y 1500 ml de flujo ileal, y entre 200 y 400 ml son
excretados al exterior en forma de materia fecal. La función del colon es
almacenar excrementos durante periodos prolongados de tiempo, y mezclar los
contenidos para facilitar la absorción de agua, sal y ácidos grasos de cadena
corta. Estos últimos se producen durante la fermentación de los restos de
nutrientes no absorbidos en el intestino delgado, mediante las bacterias de la flora
bacteriana colónica, y son indispensables para la integridad y buena salud de las
células del colon. Los movimientos contráctiles del colon, o motilidad del colon,
presentan patrones diferentes para cada una de las funciones fisiológicas, y
regulan la capacidad de absorción de líquidos. Por ejemplo, el colon tiene la
capacidad de aumentar la absorción de líquidos hasta 5 veces cuando es
necesario, pero la disminuye si hay un aumento de la motilidad colónica y si se da
un acortamiento del tiempo de tránsito colónico. La flora bacteriana intestinal, que
se encuentra de forma normal en el colon, está formada por billones de bacterias
de cientos de especies diferentes. Los más comunes son Bacteroides,
Porphyromonas, bifidobacterias, lactobacilos, Escherichia coli y otros coliformes,
enterococos y clostridios. Las bacterias intestinales juegan un papel muy
importante en la fisiología del colon, interviniendo en la digestión de los nutrientes
y en el normal desarrollo del sistema inmune gastrointestinal.
HIGADO

Glándula voluminosa de color rojo oscuro que produce la bilis, que se almacena
en la vesícula biliar. Durante las comidas la vejiga biliar se contrae, provocando el
paso de bilis en el duodeno, a través del conducto colédoco. La función de la bilis
en el intestino delgado es facilitar la digestión de las grasas. Por otra parte, el
hígado juega un papel clave en las vías metabólicas fundamentales. Recibe de la
sangre proveniente del intestino los nutrientes absorbidos, los transforma y
sintetiza los componentes fundamentales de todos los tejidos del organismo. El
hígado contiene también numerosas vías bioquímicas para detoxificar compuestos
absorbidos por el intestino delgado.
PANCREAS

El páncreas se desarrolla del intestino primitivo gracias a dos brotes, dorsal (el
más importante) y ventral. Es una glándula accesoria del aparato digestivo con
funciones mixtas, exocrinas y endocrinas. Macroscópicamente es de aspecto
lobulado, de color amarillo pálido, pesa entre 85 a 100 gr y mide 12 a 15 cm de
largo, 1 a 3 cm de diámetro anteroposterior y de 4 a 8 cm de altura siendo máxima
a nivel de la cabeza. Su peso está constituido por agua en el 71% y por proteínas
en el 13%, mientras que su composición grasa es variable y puede oscilar entre 3
y 20% . El páncreas está dispuesto transversalmente en el retroperitoneo entre el
duodeno a la derecha y el bazo a la izquierda, a la altura de L1 -L2. Se relaciona
con la transcavidad de los epiplones por arriba, el mesocolon transverso por
adelante y el epiplón mayor por abajo. Anatómicamente está dividido en 4
porciones, la cabeza, el cuello, el cuerpo y la cola. También se puede dividir en
páncreas derecho, páncreas central y páncreas izquierdo. El páncreas derecho
está conformado por la cabeza y el proceso uncinado o pequeño páncreas de
Winslow. Para reconocer sus límites radiológicamente es necesario primero
identificar la arteria gastroduodenal (recorre el borde anterior del páncreas por un
surco homónimo) y la vena mesentérica superior.
VESICULA BILIAR

La vesícula se localiza en la fosa vesicular, en la cara inferior del hígado, entre los
lóbulos derecho y cuadrado; por lo general es extrahepática pero se presentan
algunos casos de vesículas empotradas y menos frecuentemente vesículas
intraparenquimales.

Mide de 7 a 10 cm de largo por 3 cm de diámetro transverso en el cuerpo; su


capacidad es de 30 a 35 cc; es piriforme con el fondo hacia adelante llegando
hasta el borde hepático, se continúa con el cuerpo y el cuello que termina en la
ampolla y luego se continúa con el conducto cístico que se une al hepático común
en ángulo agudo para formar el colédoco; el conducto cístico tiene en su interior
una válvula espiral llamada de Heister que dificulta su cateterización.

La vesícula biliar es irrigada principalmente por la arteria cística que en la mayoría


de casos es rama de la hepática derecha, en otros casos se desprende de la
hepática común y con menos frecuencia de la hepática izquierda. El principal
medio de fijación es el peritoneo que recubre a la vesícula en la zona que
sobresale del lecho hepático.

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