CLASE 18 y 19
CLASE 18 y 19
CLASE 18 y 19
28/10/24
MINUTA. CLASE N° 19. 30/10/24
Parte Especial.
Introducción: por el aumento de las relaciones internacionales se ha producido un incremento cada día
mayor de las vinculaciones jurídicas que en su desarrollo y en sus efectos, superan el ámbito de aplicación
exclusiva de la ley interna, creándose así un conflicto entre varias leyes que pretenden regir estas
obligaciones. Por esta razón, es importante el estudio del Estatuto de los Actos Jurídicos regulado por el
Derecho Internacional Privado.
1. Forma de los actos: la expresión “forma” referida a los actos y negocios jurídicos significa
expresión sensible y manifestación externa de la voluntad. Forma, significa también la exigencia
de cumplir reglas concretas para que determinados actos, dirigidos intencionalmente a producir
concretos efectos jurídicos, existan como tales por haber cumplido aquellas.
2. La forma se identifica con las condiciones exigidas por la ley para que una voluntad real se tenga
por efectivamente declarada.
3. Todo acto jurídico implica una forma, lo que supone que cuando se habla de actos válidos “en
ausencia de forma” lo que se quiere decir es que la ley deja a la discreción de las partes la elección
de los medios más apropiados para expresar el contenido de su voluntad.
4. La forma abarca las formalidades extrínsecas de los actos jurídicos.
1. ¿Cuál es el derecho que se impone al negocio jurídico del que se trata? R: este derecho será
normalmente el derecho del país en que el acto se realiza, pero no necesariamente.
2. En caso de que existan dos derechos que se puedan imponer al negocio jurídico, ¿cuál es el
derecho qué rige la realización de la forma? R: la ley del lugar en que el acto se realiza.
Generalidades:
1. El sentido moderno del principio locus regit actum es que solo la forma de los actos se rige por la ley
donde éste se celebra, esto debido a que la intervención de autoridades públicas en dicho acto se hace
según la organización institucional de esa legislación.
2. Existe una diferencia entre las reglas de forma y las reglas de fondo del negocio, ya que las primeras
exigen una observancia inmediata en sí mismas y no importan al interés de las partes, Por su parte, las
segundas de ellas pueden quedar supeditada s a la autonomía de la voluntad y de ese modo los
contratantes pueden moldear a su gusto el negocio realizado en cuanto a su contenido.
3. El hecho de que la forma de los actos quede regida por la ley del lugar, se explica por una razón funcional:
las personas solo se preocupan de la forma de los actos al momento de su celebración.
Algunas cuestiones particulares en relación con la forma de los actos en el derecho comparado:
Casi siempre la única ley que interviene en el problema formal es la ley local y por eso, surge la posibilidad
de que los interesados elijan el lugar donde realizar el negocio, no por conexiones reales con él, sino para
lograr la aplicación de un derecho que les conviene. En este caso, estaríamos en presencia de un fraude a
la ley.
Situación chilena:
No existe una norma que establezca un principio general sobre la ley que debe regir la forma de los actos
jurídicos, sin embargo, de lo dispuesto en los artículos 17, inciso 1° y 1027 del Código Civil y 80 de la Ley
de Matrimonio Civil, se infiere que en nuestro país se acepta como regla general el principio locus regit
actum tanto para los actos celebrados en Chile como para que ellos celebrados en el extranjero.
Art. 17. La forma de los instrumentos públicos se determina por la ley del país en que hayan sido
otorgados. Su autenticidad se probará según las reglas establecidas en el Código de Enjuiciamiento. La
forma se refiere a las solemnidades externas, y la autenticidad al hecho de haber sido realmente otorgados
y autorizados por las personas y de la manera que en los tales instrumentos se exprese.
Art. 1027. Valdrá en Chile el testamento escrito, otorgado en país extranjero, si por lo tocante a las
solemnidades se hiciere constar su conformidad a las leyes del país en que se otorgó, y si además se
probare la autenticidad del instrumento respectivo en la forma ordinaria.
En nuestra legislación, el principio locus regit actum tiene un sentido amplio que se aplica a toda clase de
actos y contratos y se refiere a los instrumentos públicos como privados.
Para determinar si el principio locus regit actum, es facultativo u obligatorio, es necesario distinguir de qué
asuntos se trata:
En la determinación de la ley aplicable a los derechos y obligaciones emanados de los actos o contratos
tienen prelación los intereses de parte.
Así como al enfrentarse la determinación del derecho aplicable a la forma de los actos, surge otro principio
denominado autonomía de la voluntad que van a tratar la ley aplicable a los derechos y obligaciones
emanados de los contratos internacionales. En materia de obligaciones, se deja la iniciativa a las partes de
ponerse de acuerdo sobre el derecho aplicable, esto puede concebirse como la libertad de los contratantes
para sujetar el contenido de su negocio a la ley que prefieran, llegándose a admitir que, a falta de voluntad
expresa que haga esta elección, será válida la que resulte de una voluntad tácita o presunta.
Primera posición: consiste en sostener que los contratos internacionales se deben regir por la ley que
corresponda a su localización objetiva, la cual no depende de la mera declaración de voluntad de partes.
La elección de la ley por las partes viene a constituir solo 1 de los tantos índices de localización del contrato
con los que contará el juez para deducir la ley aplicable.
Segunda posición: la autonomía de la voluntad es plena reconociendo solo los siguientes límites:
2.2 Se imponen los principios de orden público del derecho del juez, esto es la Lex fori.
2.3 Se imponen las normas de policía o de aplicaciones necesarias del derecho del juez.
Según esta posición, en caso de discusión, el juez debe decidir en función de la localización operada.
3.1 la autonomía conflictual: consiste en el derecho de las partes a elegir por declaración de
voluntad, el derecho aplicable al contrato. A través de esta función, las partes pueden elegir el
ordenamiento jurídico que otorgará “fuerza de ley” a su voluntad individual expresada en el contrato.
Mediante esta elección, las partes excluyen la aplicación del derecho de las normas de conflicto. El acuerdo
de voluntades puede ser expreso o tácito y su elección puede hacerse en cualquier tiempo, es decir, antes,
conjuntamente o después de la celebración del contrato. La elección del derecho aplicable al contrato de
obligaciones se hace mediante disposición contractual. Se excluye el reenvío.
3.2 autonomía material: consiste en que las partes, además de poder elegir el derecho aplicable
al contrato, pueden excluir las normas coactivas del derecho elegido mediante la incorporación al contrato
de normas materiales contrarias a ellas. Las partes crean normas materiales mientras que, mediante la
autonomía conflictual, crean una norma de conflicto. En caso de no mediar la incorporación de normas
materiales contrarias a las coactivas del derecho elegido, éstas se imponen. Debe precisarse que solo las
normas coactivas de derecho privado pueden ser excluidas por las partes en ejercicio de la autonomía
material, pero, las normas internacionales imperativas (normas de policía) se aplicarán siempre
inflexiblemente (las de la Lex fori y la de los derechos económicamente vinculados).
3.1 la autonomía conflictual: consiste en el derecho de las partes a elegir por declaración de
voluntad, el derecho aplicable al contrato. A través de esta función, las partes pueden elegir el
ordenamiento jurídico que otorgará “fuerza de ley” a su voluntad individual expresada en el contrato.
Mediante esta elección, las partes excluyen la aplicación del derecho de las normas de conflicto. El acuerdo
de voluntades puede ser expreso o tácito y su elección puede hacerse en cualquier tiempo, es decir, antes,
conjuntamente o después de la celebración del contrato. La elección del derecho aplicable al contrato de
obligaciones se hace mediante disposición contractual. Se excluye el reenvío.
3.2 autonomía material: consiste en que las partes, además de poder elegir el derecho aplicable
al contrato, pueden excluir las normas coactivas del derecho elegido mediante la incorporación al contrato
de normas materiales contrarias a ellas. Las partes crean normas materiales mientras que, mediante la
autonomía conflictual, crean una norma de conflicto. En caso de no mediar la incorporación de normas
materiales contrarias a las coactivas del derecho elegido, éstas se imponen. Debe precisarse que solo las
normas coactivas de derecho privado pueden ser excluidas por las partes en ejercicio de la autonomía
material, pero, las normas internacionales imperativas (normas de policía) se aplicarán siempre
inflexiblemente (las de la Lex fori y la de los derechos económicamente vinculados).
El fundamento teórico de ambas autonomías es el mismo, consiste en el interés del legislador de obviar
investigaciones sobre derechos aplicables, ya que nadie mejor que las partes pueden realizar la elección.
1. Asegura la previsibilidad y certeza del derecho aplicable, permitiendo a las partes ajustar su
conducta a normas previamente contenidas, con los límites que imponen los principios de orden
público y las normas de policía de los derechos involucrados.
2. Las autonomías, conflictual y material, permiten elaborar una Lex contractus, adaptada a las
necesidades particulares de cada caso.
3. La autonomía facilita la armonía internacional de las soluciones ya que siempre se aplicará la
misma ley, cualquiera sea el tribunal llamado conocer del asunto.
4. Las partes pueden someter el contrato a diversos ordenamientos sujetando una parte del mismo
a un derecho y otra parte a un derecho diferente. Esta clase de autonomía se llama “autonomía
material de segundo grado”.
5. Las partes eligen libremente la ley, aunque no tenga relación con el contrato.
6. Teóricamente, las partes pueden decidir que su contrato no se regule por ninguna ley, esto se
denomina “autonomía universal”. De aquí nace la llamada Lex mercatoria.
Lex mercatoria: este derecho es la regulación espontánea que nace de la práctica de los negocios
mercantiles y que se expresa en los contratos tipo, las condiciones generales de venta, los usos
corporativos o profesionales, las leyes uniformes y las sentencias arbitrales. Las reglas que lo componen
se contienen en todos estos diversos materiales jurídicos y que tienen en común que han sido creadas por
los comerciantes para regular los contratos propios del comercio internacional.
Características:
2. Los operadores del comercio internacional operarían como un “legislador privado internacional”
completamente al márgen de los legisladores estatales. Los comerciantes serían los creadores de derecho
transnacional regulador de la contratación internacional.
3. En cuanto a su contenido jurídico, comprende lo siguiente: Principios Generales del Derecho relativo a
las relaciones comerciales internacionales, usos y prácticas uniformes y reglas producidas por los Árbitros
en el Comercio Internacional.
4. Contribuye a la existencia de contratos sin leyes o anacionales, en la medida que el Derecho Mercantil
consuetudinario puede completar la regulación que se han dado las partes, expresándolo mediante una
sentencia arbitral.
Situación chilena:
1. La ley que las partes hayan elegido expresamente, aunque no tenga relación con el contrato de que se
trate por las siguientes razones: Art. 1545 C.C: consagra el principio de la autonomía de la voluntad sin
exigencias adicionales y que es plenamente aplicable al menos para los contratos celebrados en Chile.
2. Decreto ley N° 2.349 se refiere a los contratos internacionales para el sector público. Este cuerpo legal
declara válidos los pactos destinados a sujetar al derecho extranjero los contratos internacionales del
sector público sin exigir que el contrato se haya celebrado en el extranjero. Si esto admite para el sector
público, con mayor razón es aplicable al sector privado.
3. Ley N° 19.971 sobre Arbitraje Comercial Internacional, dispone expresamente que el tribunal llamado
resolver el litigio internacional, debe fallar conforme a la ley elegida por las partes. Solo si las partes no
han determinado dicha ley, el tribunal fallará conforme a las leyes que resulten de las normas de conflicto
que estime aplicables (Art. 28). El contrato debe ser auténticamente internacional, debe respetar las
normas de policía, los principios de orden público de la Lex fori y sin ánimo de eludir las disposiciones
imperativas del derecho económicamente más conectado con el asunto.
4. A falta de elección expresa de las partes, rige la ley a que ellas hayan sometido tácitamente. En este
caso, resulta del proceso normal de interpretación del contrato que en nuestro derecho se inspira en el
principio de la intención. Art. 1560 del Código Civil confiere la prioridad a la voluntad tácita al disponer
que: “conocida claramente la intención de los contratantes, debe estarse a ella más que a lo literal de las
palabras”.
Índices a los que puede recurrir el juez como elementos auxiliares de la determinación de la voluntad
implícita:
Rige la ley que las partes elijan expresamente a pesar de no tener relación con el contrato. Según el artículo
113 el Código de Comercio, aquellos actos concernientes a la ejecución de contratos celebrados en país
extranjero y cumplidos en Chile son regidos por la ley chilena conforme el artículo 16, inciso final del
Código Civil.
Así la entrega y pago, la moneda en que debe hacerse, las medidas de toda especie, los recibos y su forma,
las responsabilidades que imponen la falta de cumplimiento o el cumplimiento imperfecto o tardío y
cualquier otro acto relativo a la mera ejecución del contrato, deben arreglarse conforme a las disposiciones
de las leyes chilenas, a menos, que los contratantes hubieran acordado otra cosa.
Incoterms:
Concepto: Los incoterms son términos que reflejan las normas de aceptación voluntaria por las partes en
un contrato de compraventa internacional de mercaderías acerca de las condiciones de entrega de las
mercancías. Se usan para aclarar los costos de las transacciones comerciales internacionales, delimitando
las responsabilidades entre el comprador y el vendedor, y reflejan la práctica actual en el transporte
internacional de mercancías.
Características:
El objetivo fundamental de los Incoterms consiste en establecer criterios definidos sobre la distribución
de los gastos y la transmisión de los riesgos entre la parte compradora y la parte vendedora en un contrato
de compraventa internacional.
Son de aceptación voluntaria por las partes, o sea, no son un esquema jurídico obligatorio.
¿Qué regulan?:
1. La entrega de mercancías.
2. La transmisión de riesgo.
3. La distribución de gastos.
4. Los trámites de documentos aduaneros.
Los Incoterms no se aplican automáticamente en un contrato de compraventa, sino que su uso debe ser
especificado por las partes.
Se recomienda a las partes ser cuidadosas en la elección de estas siglas para que éstas reflejen
exactamente el tipo de la transacción, especialmente porque la sigla elegida sólo se aplica si las partes
especifican o acotan al máximo el lugar o puerto de destino.