Instituto de Ciencias Humanas: 1. Introducción

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INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS

SEMESTRE 5

ENFERMERIA PEDIATRICA

“INFECCION DE VIAS URINARIAS”

E.E. ALMA ROSA AGUILAR CACERES

ALUMNA: MIAM COUOH RADY KARELY

NOVIEMBRE 2024

1. INTRODUCCIÓN
1.1. Epidemiología

La infección urinaria (IU) es una de las infecciones bacterianas más frecuentes en pediatría, siendo
más frecuente en varones en los primeros 3-6 meses de vida, mientras que el 80% de las IU en
niñas se producen a partir del año de vida.

Se han descrito tasas de recurrencia de hasta el 10-15% en los primeros 6-12 meses tras el
episodio inicial, especialmente en lactantes menores de un año y en caso de patología mal
formativa, siendo el reflujo vesicoureteral (RVU) la más frecuentemente asociada. Por otro lado, la
afectación renal aguda se produce en el 60% de los niños y niñas con IU febril, con riesgo global de
afectación cicatricial hasta en el 10-15% de los pacientes y, en menor proporción y según el grado
de afectación, hipertensión arterial (HTA), proteinuria y progresión del daño renal.

1.2. Definición y clasificación

Conceptualmente la IU es una entidad clínica que implica el crecimiento de gérmenes en la vía


urinaria, asociada a sintomatología clínica compatible, debiendo distinguirse de la bacteriuria
asintomática (BA), que no presenta síntomas. Generalmente la infección se produce por bacterias
que provienen de la flora fecal, siendo la Escherichia coli el principal agente a cualquier edad.

Desde un punto de vista práctico, podemos clasificar la IU en:

1. sintomática en aquella que afecta al parénquima renal (pielonefritis aguda PNA)


2. la que no lo hace (infección urinaria de vías bajas o cistitis).

Finalmente, se considera que una IU es recurrente si:

 Se producen dos o más episodios de PNA


 Un episodio de PNA
 Uno o más de cistitis
 O tres episodios o más de cistitis durante un año

Tras cada episodio, el intervalo para diferenciar una reinfección debería ser de 2 semanas.

Finalmente, debería considerarse una IU como atípica si:

 El paciente asocia sepsis


 Masa abdominal o vesical
 Chorro urinario alterado
 Aumento de creatinina plasmática
 Falta de respuesta al tratamiento tras 48 - 72 horas
 Las IU por microorganismo diferente a Escherichia coli.

1.3. Etiopatogenia

La vía habitual de llegada de microorganismos al aparato urinario es la ascendente (más común en


RN prematuros hospitalizados), a partir de gérmenes del intestino que colonizan la uretra o la zona
perineal, salvo circunstancias concretas en las que puede producirse por vía hematógena (más
frecuente en neonatos). La patogenia de la IU es compleja y existen múltiples factores
(bacterianos, inmunológicos, anatómicos, urodinámicos, genéticos, etc.) que pueden influir en la
localización, curso y pronóstico de la misma, si bien el vaciamiento vesical frecuente y completo
constituye el principal mecanismo de defensa frente a la IU.

1.4. Factores de riesgo

Además de la susceptibilidad individual, se consideran factores de riesgo para presentar IU:

 Las anomalías morfológicas de la vía urinaria que favorecen el enlentecimiento del flujo
 El RVU dilatado
 La fimosis en lactantes varones
 La fusión de labios en las niñas
 La disfunción miccional
 El estreñimiento
 La vejiga neurógena
 La instrumentación de la vía urinaria
 La nefrourolitiasis
 Actividad sexual en mujeres adolescentes.

Por otro lado, en algunos trabajos se evidencia el factor protector de la lactancia materna
prolongada durante más de 6 meses.

Finalmente, como factores de riesgo para la presencia de daño renal permanente se encuentran:

 La presencia de RVU de alto grado


 La IU recurrente
 La disfunción vesicointestinal
 Retraso del inicio del tratamiento por encima de 48-72 horas.

En cuanto a la edad y sexo de los niños existen datos discordantes, aunque estudios recientes
muestran una mayor incidencia de cicatrices renales en niños mayores. Finalmente, aunque de
modo menos significativo, se han asociado con cicatrices renales la fiebre elevada, la elevación
importante de reactantes de fase aguda, las alteraciones en la ecografía realizada tras la IU y la
presencia de gérmenes diferentes a Escherichia coli.

2. DIAGNÓSTICO
2.1. Manifestaciones clínicas

Las formas de presentación clínica dependen de la edad. En los niños en fase preverbal los
síntomas son muy inespecíficos, siendo la fiebre sin foco la manifestación clínica más frecuente en
esta época de la vida. Pero la prevalencia de IU en los lactantes febriles es baja, aumentando su
probabilidad una temperatura mayor de 39 °C o de duración superior a 48 horas, el sexo femenino
o la ausencia de circuncisión en el varón, o bien la inexistencia de un foco aparente de la fiebre.

Por otro lado, en los niños que tienen más de dos años, la mayoría de los síntomas son referidos al
sistema urinario y al abdomen, como disuria, urgencia miccional, cambios en la continencia y dolor
abdominal o en el flanco, por lo que la sospecha clínica resulta más sencilla. La asociación de
fiebre, dolor en la fosa renal, malestar general y/o escalofríos son sugerentes de pielonefritis.
2.1.2 Exploración física

Además de una exploración general, en la valoración de los niños con sospecha de IU deben
constar expresamente la palpación abdominal en busca de fecalomas, masa vesical o renal, la
presencia de dolor por puñopercusión, la exploración de la zona lumbar y la exploración de los
genitales externos (balanitis, fimosis, vulvovaginitis, fusión de labios, etc.). Además, es
importante recoger los valores antropométricos y de presión arterial, con sus percentiles
ajustados al sexo, edad y talla, ya que tanto el retraso de crecimiento como la hipertensión
arterial pueden indicar daño renal crónico congénito o asociado a IU recurrente.

2.2. Diagnóstico biológico

La IU se define clásicamente como la combinación de un crecimiento significativo de


microorganismos en orina junto a clínica compatible y la presencia de una reacción
inflamatoria (leucocituria). Por tanto, el diagnóstico de sospecha se basa en los datos clínicos y
en los resultados del análisis de orina inmediato, que ayudan a decidir el inicio precoz del
tratamiento antibiótico en espera del urocultivo, prueba definitiva para el diagnóstico.

2.2.1. Método de recogida de la orina


El chorro miccional medio limpio es la técnica de elección para recoger la orina en niños
continentes. En los niños no continentes y con buen estado general, la recogida al “acecho”
tiene indicadores de validez similares al chorro miccional y debería utilizarse, por tanto, incluso
antes que la bolsa adhesiva perineal.

No obstante, en nuestro medio, la bolsa adhesiva constituye el principal método usado para la
recogida inicial en niños no continentes con buen estado general, y aunque un resultado
negativo no precisa confirmación (valor predictivo negativo [VPN] 96-100%), un resultado
positivo obliga a la confirmación mediante un método con bajo riesgo de contaminación o
invasivo, como el cateterismo vesical o la punción suprapúbica, especialmente en niños no
circuncidados donde el prepucio redundante puede favorecer la retención de orina y la
colonización bacteriana por gérmenes Gram negativos, ocurriendo una situación similar en
niñas con reflujo vaginal.

En aquellos niños que requieren diagnóstico y/o tratamiento inmediato por su situación
clínica, es necesario emplear un método de recogida rápido y con riesgo mínimo de
contaminación: cateterismo vesical o punción suprapúbica. En caso de realizar el sondaje
vesical, debe rechazarse la primera orina para minimizar el riesgo de contaminación.

2.2.2. Análisis de la orina


 Tira reactiva
Tienen utilidad para el diagnóstico la positividad de los nitritos (cociente de
probabilidad positivo [CPP] >10) y de la esterasa leucocitaria, con un CPP entre
5 y 20, según la intensidad de la leucocituria (trazas/+ o ++/+++). La presencia
combinada de ambos parámetros aumenta mucho la probabilidad de que el
urocultivo realizado con dicha orina sea positivo (CPP >20), mientras que su
ausencia simultánea reduce mucho esa probabilidad (cociente de probabilidad
negativo [CPN].

 Examen microscópico del sedimento urinario

La presencia de bacterias en el sedimento, especialmente si se utiliza la tinción de


Gram, tiene un CPP >10 para el diagnóstico de IU, mientras que la observación de
piuria (>5 leucocitos por campo en orina centrifugada o >10 leuc/mm3 en orina no
centrifugada) tiene un CPP >6. La presencia combinada de ambos hallazgos
(bacteriuria y piuria) alcanza un CPP >20. En el sedimento, además, se pueden
encontrar hematíes, en pequeña cantidad o incluso abundantes, con franca hematuria
macroscópica y, en ocasiones, acompañarse de proteinuria en distinto grado.

Las tiras reactivas ofrecen la misma validez que el análisis microscópico, incluso en
niños pequeños.

2.2.3. Urocultivo

Es la prueba definitiva para el diagnóstico de IU, orientando el tratamiento definitivo según


antibiograma, por lo que siempre se recomienda su realización en caso de sospecha clínica.

3. DIAGNÓSTICO DE LOCALIZACIÓN DE LA INFECCIÓN


La localización de la infección (pielonefritis vs infección de vías bajas) tiene implicaciones
terapéuticas y pronósticas, ya que solo la infección del parénquima renal, que se produce
en el 60% de los niños con IU febril, puede ocasionar un daño cicatricial permanente que
comprometa el funcionalismo renal a largo plazo.
ITU

1. Bacteriuria asintomática

gérmenes en el tracto urinario sin síntomas o signos de infección.

2. ITU sintomática

crecimiento bacteriano en el tracto urinario con síntomas

 pielonefritis aguda (PNA:

sí hay afectación renal

sinónimo ITU febril

 Cistitis

no hay afectación renal

sinónimo ITU baja

ITU recurrente:

- Dos o mas PNA en un año


- 3 o mas cistitis en un año
- Una PNA + una cistitis en un año

ITU atípica o complicada

- ITU con sepsis


- Masa abdominal o vesical
- Flujo urinario escaso
- Aumento de Creatinina plasmática
- Falla renal o falta de respuesta urinaria a 48-72 hrs
- ITU por etiología diferente a la E. coli

Epidemiologia
RN más frecuente en varones

Después es más frecuente en mujeres

Todo por anatomía de los genitales, ya que la uretra de las niñas es mas pequeña y la de los
hombres es mucho más larga, lo que hace que en las mujeres haya mas probabilidad que suba la
bacteria.

Factores de riesgo

- RVU: reflujo Vesicoureteral


- Fimosis
- Difusión del tracto urinario
- Estreñimiento
- Vejiga neurogénica
- Neufrourolitiasis

Etiología

En TODOS LADOS, TODAS EDADES

> 75% E. coli

-enterobacter

- Enterococcu

- Proteus

Patogenia

- Vía ascendente (RN prematuros hospitalizados)


La bacteria llega ascendiendo. 1. Vejiga, 2. uretra y 3. Riñón
- Vía hematógena (neonatos)

Clínica

Recomendación de sospecha de ITU

- Fiebre

No hay diarrea de justifique la fiebre, no hay neumonía y no hay de oído medio y mas si es
mujer

- Dolor abdominal

Sobre todo, en lactantes porque su clínica es inespecífica


Exámenes

1. Análisis completo de orina


- Tira reactiva
- Examen microscópico del sedimento urinario

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