Sanidad o Fingimiento?
Sanidad o Fingimiento?
Sanidad o Fingimiento?
Todos tenemos asuntos sin resolver y son temas que no se pueden tocar y si no
tenemos cuidado podemos cargar con heridas en temporadas que Dios nos está llamando
a avanzar
Muchas veces creemos estar bien, pero en el fondo estamos pasando por una etapa
como esta, creemos estar sanos, pero sólo estamos ignorando esas heridas internas
que no hemos dejado sanar. Aun así, tenemos esperanza en Jesús, pues Él puede sanar
todo aquello que necesita ser sanado de raíz y hacernos nuevas personas.
Salmos 103:1-5
“Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma
mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas
tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca De modo
que te rejuvenezcas como el águila.”
Como cristianos somos llamados a no ignorar nuestras heridas, pues si las ignoramos
terminamos dañándonos a nosotros y a los que nos rodean.
Debemos llevar esas heridas a los pies de Cristo y no vivir fingiendo que no pasa
nada cuando en realidad estamos enfermos, porque si nos quedamos callados y si solo
fingimos estar bien en positivismo, esa herida se infectará y Una herida infectada
flaquea nuestras fuerzas y espíritu.
Salmos 32:3-4
“Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día. Porque de día
y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano.
Selah”
Esto nos da descanso, porque la religión nos lleva a vivir de apariencias y fingir
que todo está bien, viviendo bendecidos y en victoria
Pero lo que Dios quiere es que nuestra vida sea el testimonio de que aunque todo
esté yendo mal, tenemos la certeza y confianza de que El ya nos a dado esa sanidad
en cualquier circunstancia de nuestra vida
3. Todo sufrimiento se puede sobrellevar cuando es Jesús quien camina con nosotros.
Muchas veces nuestro dolor es un milagro en proceso, porque aunque Dios no provoca
todo, sí utiliza todo para nuestro bien.
Jesús nunca nos prometió una vida sin dolor, al contrario, nos afirmó que pasaremos
por dolor en esta vida, pero a su lado ese dolor se convierte en una plataforma
para influenciar y ser un cristiano transparente.
Lo mejor de todo es que Dios no se escandaliza por nuestra situación, El camina con
nosotros y nos lleva de la mano a ese lugar seguro
Para sanar, similar a las águilas, tenemos que ir al ojo de la tormenta. La buena
noticia es que Jesús promete estar con nosotros en medio de la tormenta, y Él no
sólo nos acompaña, sino que nos sana y nos permite utilizar esas heridas sanadas
para influenciar y dar testimonio de su gracia.
Mateo 6:1-2
“Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de
ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los
cielos. Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como
hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los
hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.”
“»No hagan sus buenas obras delante de la gente sólo para que los demás los vean.
Si lo hacen así, su Padre que está en el cielo no les dará ningún premio. »Por eso,
cuando ayudes a los necesitados, no lo publiques a los cuatro vientos, como hacen
los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente hable bien de
ellos. Les aseguro que con eso ya tienen su premio.”
San Mateo 6:1-2 DHH
Muchas veces vivimos la vida esperando que esté llena de momentos ideales.
Si no tenemos cuidado, podemos poner esos momentos, las comodidades y apariencias
en el trono de nuestras vidas, poniéndolas en un pedestal,en el trono que sólo le
pertenece a Jesús.
Pareciera que queremos ser vistos y reconocidos por las personas y tener su
aprobación, vivir de apariencias, cuando la única aprobación que debemos estar
ocupados en tener es la de Dios
Y Sin darnos cuenta, tenemos “gigantes” muy sutiles que hemos estado arrastrando
toda nuestra vida y no nos permiten vivir la voluntad de Dios plenamente.
1. El gigante de mi apariencia.
Este pasaje nos lleva a no adorar a Dios solo para que la gente nos vea, lo que
hacemos es para Dios y no para que las personas nos reconozcan y no nos damos
cuenta que nuestra identidad la basamos en el reconocimiento de las personas, de un
líder, de un ministerio y no en Cristo
2. El gigante de mi ego.
2 Samuel 11:1-4
“Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que
David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los
amonitas, y sitiaron a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén. Y sucedió un día, al
caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la
casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era
muy hermosa. Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es
Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo. Y envió David mensajeros, y la tomó; y
vino a él, y él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se
volvió a su casa.”
Todos recordamos al David quien mató a Goliat, pero pocos recordamos al David quien
mató a Urías.
Son estos gigantes sutiles como el ego que pueden hacernos cometer acciones
alejadas del propósito de Dios.
David tenía que estar en la guerra y no estaba, decidió quedarse y eso lo llevó a
vivir una situación de pecado, de adulterio
Y después pensó que él podía tener a esa mujer aunque tuviera marido y no tener
consecuencias y no solo eso, de una manera “sutil” e indirecta, mandarlo matar
Sin embargo, aunque David fue influenciado por su ego, su historia es contada como
la de un hombre con el corazón de Dios, porque Él puede transformar nuestro ego en
humildad.
Nuestro egoísmo nos lleva a hacer lo que sea,sin importar lo demás y los demás,
para obtener lo que queremos y deseamos no importando sobre quien pasamos
Este pasaje también nos habla de quien se precipita en sus asuntos, como David,
simplemente actuó, se precipitó, no pensó en las consecuencias
Esto también nos habla de quien actúa sin pensar, simplemente suplir la necesidad
de lo que yo quiero, no importando lo que esto conlleve, esto es el ego y egoísmo
También pensar que nosotros y por nosotros suceden y pasan las cosas, tomando el
lugar de Dios, de Jesús
Para vivir una vida de verdadera humildad tenemos que dejar de depender de nosotros
mismos y empezar a depender en Dios y su gracia.
La historia de David nos enseña que Dios puede vencer aquellos gigantes de nuestro
pasado que nos descalifican para darnos un futuro lleno de esperanza.
Filipenses 4: 8-9
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo,
todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna,
si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y
oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.”
No podemos avanzar al futuro con las herramientas del pasado, pero muchas veces la
única referencia que tenemos del futuro es ese mismo pasado.
Queremos obtener nuevos resultados aplicando lo mismo que siempre hacemos
Sin embargo, Dios es experto en cambiar nuestro futuro en uno lleno de fruto,
volvamos a empezar para caminar en esa dirección.
Pensamos que volver a empezar significa que Dios dará un giro de 180 grados en
nuestra vida con una nueva dirección.
Sin embargo, muchas veces Dios nos vuelve a poner en el lugar donde estábamos, pero
con una perspectiva diferente: la misma familia, el mismo trabajo, las mismas
oportunidades; pero ahora aprovechadas bajo una perspectiva divina.
El enemigo nos quiere hacer creer que estamos igual o peor que antes, pero no,
tenemos una mentalidad y perspectivas diferentes completamente, con una revelación
nueva y fresca que Dios nos ha dado para afrontar la situación y salir victoriosos
Filipenses 4:8 nos marcó algunos puntos y hoy le daré 6 de esos puntos que son
No permitamos que las mentiras o el temor guíen nuestras decisiones. Cuando nos
alineamos con la verdad, encontramos dirección y claridad para caminar en el
propósito divino.
, todo lo honesto,
Al vivir con integridad, se abre la puerta para que Dios obre en tu vida, trayendo
restauración y nuevas oportunidades.
,todo lo justo,
En cada nuevo paso, debemos buscar la justicia, no solo para nosotros, sino también
para quienes nos rodean. Actuar con equidad nos acerca más al corazón de Dios,
quien es justo en todos sus caminos y nos llama a ser reflejo de su carácter.
,todo lo puro,
Dios nos llama a la pureza, no solo externa, sino en lo más profundo de nuestro
corazón.
Un corazón puro abre el camino para recibir sus bendiciones y caminar en santidad.
Un nuevo comienzo necesita un corazón limpio y una mente enfocada en lo que agrada
a Dios, apartándonos de cualquier contaminación espiritual o emocional.
,todo lo amable,
Al vivir de acuerdo con lo que es digno de admiración, seremos una luz que guía a
otros hacia la paz y la esperanza en Dios.
Cada uno de estos puntos refleja las cualidades que Dios nos invita a meditar y
practicar.
Para recibir aquellas bendiciones que Dios tiene para nosotros primero se nos quita
todo aquello necesario para aprender a volver a empezar.
Los cristianos tenemos la tendencia de dar un giro de 180 grados y abandonar todo
aquello donde Dios nos ha posicionado (familia, amigos, trabajo, escuela, etc.).
Pero Dios es un Dios de círculos completos, que quiere posicionarnos justo donde
estábamos para ahora ser luz y bendición en nuestro entorno.
Tal vez te sientes como el hijo pródigo, y necesitas recordar que el Padre te
recibe con alegría y brazos abiertos al lugar donde perteneces.
Tal vez eres un hermano mayor y necesitas recordar que la mejor manera de recibir
los nuevos comienzos de los demás es con gracia y amor.
Sea cual sea tu contexto, podemos todos recibir la increíble bendición de sanar
nuestra vida con un nuevo comienzo.
‼️
Hoy Dios te anima a volver a empezar‼️
Así como el ejemplo del hijo pródigo, que tuvo que pasar por todas las adversidades
para ver lo que había en su corazón y entender que eso tenía que ser sanado y
transformado
Pero que gracias a ese cambio, tuvo una nueva oportunidad de empezar de nuevo y
entrar en una nueva temporada
Así como David vivió una consecuencia de sus malas decisiones, y que intentó
cambiar el resultado a través del ayuno y oración
Pero David pudo verlo, entenderlo y cambiarlo; hubo una consecuencia muy fuerte, y
Dios le dijo que lo que había hecho él en secreto, la consecuencia que tendría
sería pública
Pero con todo y eso, David tuvo un nuevo comienzo, una nueva oportunidad de hacer
las cosas diferentes
Volver a empezar no es solo una acción, sino una transformación que comienza en el
corazón y se refleja en nuestra manera de vivir.
Volver a empezar es posible cuando nuestra mente y corazón están centrados en estas
virtudes.
todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo
amable, todo lo que es de buen nombre;