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    El Niño y El Tesoro Escondido

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    Wilson Pincay

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    El Niño y El Tesoro Escondido

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    Wilson Pincay
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    El niño y el tesoro escondido

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    El niño y el tesoro escondido

    En un pueblo remoto, vivía un niño llamado Tomás, a quien le gustaba mucho jugar con sus
    amigos en el bosque cercano. Tomás tenía una imaginación muy activa y, a veces, le gustaba
    bromear con sus amigos contándoles historias inventadas. Una tarde, decidió hacer una broma:
    les dijo a todos que había encontrado un cofre lleno de monedas de oro enterrado bajo un árbol
    gigante en el bosque.
    —¡Es verdad! —insistía Tomás con una gran sonrisa—. ¡Hay un tesoro escondido en el bosque!
    Sus amigos, emocionados, lo siguieron al bosque con palas y picos, buscando el supuesto tesoro.
    Pero, después de horas de cavar, se dieron cuenta de que Tomás les había mentido. Todos se
    enojaron con él y se fueron a casa, decepcionados.
    Al día siguiente, Tomás intentó convencerlos de nuevo: —¡Esta vez es en serio! ¡He encontrado
    el tesoro de verdad! ¡Lo vi con mis propios ojos!
    Pero sus amigos, recordando la mentira del día anterior, se rieron y no le creyeron. Tomás
    insistió, pero ninguno de ellos quería volver a caer en su trampa.
    Finalmente, Tomás decidió ir solo al bosque para confirmar lo que había visto. Y esta vez, en
    verdad, encontró una vieja caja metálica medio enterrada bajo el árbol gigante. Con mucha
    emoción, la abrió y descubrió que estaba llena de antiguas monedas de plata y joyas. Corrió de
    vuelta al pueblo, tratando de convencer a todos de su descubrimiento.
    —¡Es cierto! ¡Esta vez es verdad! —gritaba, mientras algunos aldeanos lo miraban con
    escepticismo—. ¡He encontrado un verdadero tesoro!
    Pero, por culpa de sus bromas anteriores, nadie le creyó. Tomás intentó demostrarlo llevándolos
    hasta el bosque, pero al llegar, descubrió que el tesoro había desaparecido.
    Análisis de signos y semiótica en el cuento
    1. Signos:
    o Los signos en este cuento incluyen palabras como "niño", "tesoro", "bosque",
    "mentir", "encontrar", etc. Cada uno de estos signos tiene un significante (la
    palabra) y un significado (la idea que representa en el contexto del cuento).
    2. Semiótica:
    o La semiótica en este cuento se muestra en cómo los signos cambian de significado
    dependiendo del contexto.
    o Al principio, cuando Tomás grita "¡Hay un tesoro!", el significado del signo
    "tesoro" es solo una broma para engañar a sus amigos. En este contexto, "tesoro"
    representa una fantasía.
    o En la segunda ocasión, cuando Tomás encuentra el tesoro real, el mismo signo
    "tesoro" tiene un nuevo significado: representa un hallazgo verdadero. Sin
    embargo, debido a sus mentiras anteriores, las personas interpretan el signo
    "tesoro" como otra mentira, porque el contexto influye en cómo los demás
    perciben su mensaje.
    o Este cuento ilustra cómo los mismos signos pueden tener diferentes significados
    dependiendo del contexto y la percepción de los oyentes.

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