729-Presentación Electrónica Educativa-868-1-10-20190206

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REVISIÓN ACTUALIZADA DE UN CLÁSICO: PAPEL DE LA

ECOGRAFIA Y ECO-PAAF EN EL NÓDULO TIROIDEO. LO


QUE NO DEBEMOS OLVIDAR.
Tipo: Presentación Electrónica Educativa
Cristina Gomez Vega, Fatima Jimenez Aragon, Vanessa Goic Ortiz, Maria Teresa
Autores:
Gomez San Roman, Maria Eugenia Banegas Illescas, Jose Alfredo Villanueva Liñan

Objetivos Docentes

El nódulo tiroideo es una patología muy prevalente en nuestro medio y un problema clínico importante.
Los radiólogos somos una pieza clave en el diagnóstico y manejo de estas lesiones.

En este trabajo se pretende revisar los criterios ecográficos de benignidad y malignidad de los nódulos
tiroideos. Así como revisar los principales algoritmos de manejo del nódulo tiroideo publicados en la
literatura.

En los últimos años han aumentado el uso de las pruebas de imagen para valorar la patología cervical, lo
que ha conllevado al aumento de la prevalencia de los nódulos tiroides (67%), de los cuales más del 95
% de los nódulos son benignos.

La glándula tiroides esta situada en la región anteroinferior del cuello, concretamente en el espacio
infrahioideo. Esta formada por dos lóbulos, derecho e izquierdo divididos por un istmo. Cada lóbulo
mide longitudinalmente entre 40-60 mm y transversalmente de 13-18mm aproximadamente . El espesor
del istmo es de 4-6mm.

Debido a la localización superficial de la glándula se obtiene una perfecta visualización con la ecografÍa
de alta resolución.

El tiroides en condiciones normales presenta una ecogenicidad homogénea y mayor que la de los
músculos adyacentes, así mismo sus bordes están bien definidos y se distinguen con nitidez de
estructuras circundantes.

La ecografÍa es la técnica de elección para el cribado de los nódulos tiroideos. Esta permite calcular el
tamaño y volumen tiroideo, detectar nódulos no palpables de hasta 3mm, caracterizarlos, diferenciando
su naturaleza sólida o quÍstica, localizarlos y medirlos. Además, una vez diagnosticado un nódulo, la
ecografía sirve de guía para PAAF (Punción aspiración con aguja fina), monitoriza la respuesta
terapéutica y detecta adenopatías u otras masas cervicales asociadas .

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El US cervical debe realizarse siempre que se sospeche un nódulo tiroideo, con transductores lineales de
frecuencias entre 10 MHz y 15 MHz.

Se coloca al paciente en decúbito supino con el cuello en hiperextensión (puede colocarse una almohada
debajo de los hombros del paciente para facilitar esta postura.)

Debe examinarse la glándula completa, incluido el istmo, en planos transversales y longitudinales sin
olvidar estudiar la región yugular, submandibular y supraclavicular donde puede haber adenopatías.

Revisión del tema

Ecograficamente se puede diferenciar entre afectación difusa del tiroides, que puede o no acompañarse
de nódulos o afectación nódular.

Un nódulo tiroideo se define como una lesión tiroidea focal , palpable o no, que ecograficamente es
diferente del parénquima que lo rodea. Los nódulos pueden ser benignos o malignos. Los no palpables
tienen el mismo riesgo de malignidad que los palpables.

Tras evaluar las características ecográficas de un nódulo, se decide la necesidad de PAAF ecoguiada para
determinar la malignidad.

Actualmente no existe consenso sobre que lesiones deben ser candidatas a estudio citológico.

Es necesario unificar criterios y construir un léxico común sobre cuáles son las características
ecográficas que definen benignidad y cuales en cambio nos deben alertar de malignidad.

Entre estas características se encuentran la forma, los márgenes, la ecogenicidad y las


calcificaciones, entre otras. Un signo ecográfico aislado no sirve para predecir malignidad aunque la
presencia de al menos un hallazgo ecográfico sugestivo de malignidad reporta un 83,3% de S
(sensibilidad) y un 74% de E (especificidad). No obstante debemos analizar la combinación de los
signos ecográficos detectados y en función de estos hallazgos decidiremos si el nódulo debe ser
biopsiado, sometido a seguimiento ecográfico o a observación clínica

La combinación de las características ecográficas junto con la muestra citológica aumenta claramente la
especificidad y proporciona una mejor aproximación diagnóstica, ya que ninguna de las características
proporciona por sí misma un 100% de SS y E, es decir, no existe un hallazgo patognomónico de
malignidad.

1-Causas de patologia nodular tiroidea:


BENIGNA

• Hiperplasia nodular

Representa hasta el 80 % de patología benigna. Los nódulos hiperplásicos son habitualmente isogénicos
respecto al resto del parénquima tiroides con un halo hipoecogénico que suele corresponder a vasos
periféricos. Estos frecuentemente se necrosan o sangran y se comportan como lesiones quísticas donde
se acumula sangre, liquido seroso o sustancia coloide.

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Los cambios degenerativos que sufre el nódulo se correlacionan con su apariencia ecográfica observando
las areas hemorragias como áreas puramente anecogénicas y el material coloide denso como focos
ecogénicos brillantes con artefactos de reverberación en “cola de cometa “ (ver imagen 1)

• Adenoma folicular benigno

Es más típico en mujeres y la mayoría no son funcionantes. Ecograficamente se visualizan como un


nódulo único, más ecogénico que la glándula, algunas veces con una cápsula que lo delimita. Con el
doppler los vasos se dirigen desde la periferia al centro del nódulo (“en rueda de carro”).

MALIGNA
Los nódulos malignos son más prevalentes en el sexo femenino y representan el 1% de las neoplasias.
Los carcinomas papilar y folicular son los mas frecuentes, con un pronóstico excelente y una
supervivencia a los 20 años del 90-95%.


El carcinoma papilar suele descubrirse como nódulo sólido hipoecogénico en el 85% de los casos
y es multifocal en el 20%. Son característicos de estos tumores los cuerpos de Psamoma y las
microcalcificaciones. Tienen tendencia a metastatizar en los ganglios cervicales, en los que se
pueden observar las mismas microcalcificaciones que el nódulo. El Doppler muestra aumento de la
vascularización central. Tiene dos picos de incidencia, en la edad media de la vida y durante la
infancia.

• El carcinoma folicular normalmente tiene la apariencia de un nódulo isoecogénico o


hipoecogénico que no presenta microcalcificaciones. En el 75% de los casos puede asociarse a
bocio multinodular. Su diseminación más habitual no es linfática sino hematógena extendiéndose
hacia hueso, pulmón, cerebro e hígado.Diferenciarlo del adenoma folicular resulta difícil ya que
ecográfica y citologicamente no se pueden distinguir.

• El carcinoma medular representa el 8% de los carcinomas de tiroides. Es más agresivo con una
supervivencia a los 10 años entre el 42 y el 90%. Ecograficamente es un nódulo único
hipoecogénico con macrocalcificaciones en el 90 % de los casos y halo periférico grueso e
irregular. Puede presentarse de forma esporádica o ser familiar (MEN). Si se da en el contexto de
este síndrome es bilateral y multifocal con mayor frecuencia. Su característica mas importante es
la producción de calcitonina. Su medición es útil tanto para el diagnóstico como para el cribado
familiar y el seguimiento de los pacientes con este tumor.

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• El carcinoma anaplásico representa el 5% de las neoplasias tiroideas y es el de peor pronóstico
con unas tasas de supervivencia ominosas, a los 5 años del 5%. Son nódulos hipoecogénicos y a
menudo rodean e invaden estructuras vasculares y músculos cervicales.

• El linfoma tiroideo representa el 2% de todas las neoplasias tiroideas. Se visualiza como un


nódulo alargado, de muy baja ecogenicidad, bordes lobulados y áreas de necrosis. En la mayoría
de los pacientes se trata de un linfoma no Hodgkin.

• Las metástasis tiroideas típicamente suelen proceder del pulmón, mama o riñón y presentan
características ecográficas inespecíficas. Se debe sospechar cuando encontremos un nódulo sólido
tiroideo en un paciente con un tumor primario conocido.

2-Diagnóstico clínico del nódulo tiroideo


ANAMNESIS:


Clínica:

El nódulo tiroideo es generalmente asintomático pero si presenta un gran tamaño puede causar síntomas
por compresión de la via aérea: disnea, disfagia, disfonía por paresia del nervio laringeo recurrente (ver
imagen 2), dolor cervical…

Si se altera la función tiroidea ocasionará síntomas de hiper o hipotiroidismo. Estos datos son
importantes ya que pueden modificar el algoritmo diagnóstico y condicionar el tratamiento.

• Antecedentes familiares y factores de riesgo.

Signos de moderada sospecha:


Edad inferior a 20 años y superior a 70
• Sexo masculino
• Historia de irradiación de cabeza y cuello en la infancia y adolescencia
• Nódulo mayor de 4cm
• Presencia de clínica compresiva.

Signos de alta sospecha:


Historia familiar de Ca de tiroides o neoplasia endocrina multiple.
• Rápido crecimiento tumoral
• Nódulo duro, firme o fijo a estructuras adyacentes
• Parálisis de cuerdas vocales
• Adenopatías regionales: cervicales, supraclaviculares, submentonianas y metastasis a distancia.

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DATOS ANALÍTICOS:

• TIROTROPINA (TSH): En pacientes con valores altos de esta hormona la posibilidad de


malignidad es mayor, en cambio los nódulos con valores bajos raramente son malignos.

• TIROGLOBULINA: Es un excelente marcador tumoral, útil para el seguimiento de los pacientes


con Ca. papilar.

• CALCITONINA: Solo se determina en pacientes con historia personal o familiar de Ca. medular

3- Diagnóstico ecográfico del nódulo tiroideo

ECOGENICIDAD

La ecogenicidad del nódulo se compara con la del parénquima tiroideo circundante y la de los músculos
infrahiodeos (ver imagen 3). La Hipoecogenicidad marcada es muy específica de malignidad (92-99%).
El 95 % de los nódulos malignos son hipoecoicos.

FORMA

Las lesiones ovaladas con un diámetro AP mayor que el transversal se asocian a malignidad con una
especificidad del 93%, por el contrario las que tienen el eje mayor paralelo al plano cutáneo sugieren
benignidad.

CONSISTENCIA

Es la característica ecográfica más sensible.

Los nódulos pueden ser sólidos, quísticos y mixtos (sólido-quísticos). Con frecuencia los nódulos
malignos suelen ser sólidos.
Quistes menores de 1cm pueden contener un foco ecogénico brillante que corresponde a contenido
coloide con artefacto de reverberación en "cola de cometa" y suelen verse en nódulos hiperplásicos
benignos.
Quistes mayores de 1,5-2 cm son raros pero en este caso se puede asegurar que son benignos. Algunos
nódulos isoecogénicos contienen microquistes múltiples que ocupan más de la mitad del volumen del
nódulo y se denominan “espongiformes”.
Las lesiones quísticas y los nódulos espongiformes se consideran patrones ecográficos de benignidad,
con un elevado VPP (valor predictivo positivo) (99%).

CALCIFICACIONES

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Se clasifican en microcalcificaciones y macrocalcificaciones, éstas a su vez en calcificaciones groseras y
en cáscara de huevo (periféricas).

Las microcalcificaciones son una de las características de mayor especificidad para malignidad, con alto
VPP. En el Ca papilar corresponden generalmente a cuerpos de Psamoma (ver imagen 4), focos
hiperecogénicos sin sombra acústica posterior, a diferencia de las calcificaciones.

Las groseras son inespecíficas se pueden encontrar en nódulos solitarios o en carcinoma medular (ver
imagen 5).
Las calcificaciones en cascara de huevo son bastantes especificas de benignidad (ver imagen 6).

MÁRGENES

Pueden estar bien, regular o mal definidos, o ser irregulares (ver imagen 7).

Los irregulares y espiculados son muy específicos de malignidad (91,8%).

La mayoría de los nódulos benignos tienen los márgenes regulares.

HALO

Se denomina a un anillo hipoecogénico que rodea al nódulo, debido a la pseudocápsula fibrosa, a


infiltrado inflamatorio o a parénquima comprimido.

Un halo uniforme y completo es muy indicativo de benignidad (ver imagen 8), alcanzando un valor de
VPN (valor predictivo negativo) de 95%.

La presencia de halo es de baja especificidad para el cáncer de tiroides, porque esta presente en más de la
mitad de los nódulos benignos y en hasta un 10-24% de los Ca. papilares.

VASCULARIZACIÓN

Se clasifica en: flujo ausente, vasos periféricos y vasos centrales.

Es un signo poco especifico de malignidad (ver imagen 9) aunque el patrón de vascularización central
esta presente en el 74% de los nódulos malignos.

El patrón mas característico de los nódulos benignos es la vascularización periférica.

Un nódulo avascular es muy improbable que sea maligno.

Hay que tener en cuenta la variabilidad de interpretación y la sensibilidad de los diferentes equipos

INVASIÓN LOCAL Y METÁSTASIS DE GANGLOS LINFÁTICOS

Son signos muy específicos de malignidad (ver imagen 10 y 11).

Las características ecográficas de las adenopatías metastásicas son la alteración de la ecoestructura


normal, como la perdida de centro graso o el aumento de grosor cortical y la presencia de

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microcalcificaciones o áreas quísticas.

La invasión de estructuras vecinas se relaciona con tumores agresivos como el anaplásico, el linfoma y el
sarcoma.

Otras características menos especificas son:

TAMAÑO DEL NÓDULO: No influye en el diagnóstico de benignidad -malignidad.

NÚMERO DE NÓDULOS: El riesgo de malignidad de cada nódulo en una glándula multinodular es


comparable al de un nódulo solitario.

CRECIMIENTO DEL NÓDULO: Se considera que el nódulo ha sufrido significativamente si aumenta


su diámetro en más del 20% o existe un incremento de al menos 2mm en dos o más dimensiones en un
intervalo de seguimiento de 6-18 meses.

Un crecimiento progresivo del nódulo es un marcador deficiente de malignidad.

4-Punción aspiración con aguja fina ecoguiada (ecoPAAF):


Se trata de una técnica poco cruenta, segura y barata, diagnóstica entre el 80 y el 95 % de los casos.
Gracias a ella han disminuido las tiroidectomías en un 50 %.

Las complicaciones asociadas son poco frecuentes y se trata de hematomas cutáneos o intraquísticos (ver
imagen 12, 13, 14 y 15) El dolor referido al oído tambien esta descrito, ocurre en el 5 % de los casos. Las
últimas publicaciones postulan que la toma de antiagregantes o anticoagulación no la contraindican.

PROCEDIMIENTO PAAF:

Antes de comenzar se debe explicar el procedimiento al paciente y obtener el consentimiento informado.


Posteriormente colocamos al paciente en decúbito supino con el cuello hiperextendido. Se realiza eco
pre- PAAF para localizar el nódulo y decidir el mejor trayecto para abordarlo. Se utiliza aguja de 21-22
G conectada a una jeringa de 20cc y a un sistema de aspiración. Existen dos técnicas, la de aspiración y
la de capilaridad.

Tras asegurar que la aguja esta en el interior del nódulo (ver imagen 16), en la primera se realizan varios
pases a la vez que se ejerce aspiración con la jeringa; en la segunda se realizan varios pases con la aguja
moviéndola de manera enérgica sin aspiración.

Una vez obtenida la muestra, se extiende en porta, en fresco o con fijación citológica y se envía a
Anatomía Patológica.

5-Informe citológico. Criterios de Bethesda.


Una vez se analiza citologicamente la muestra tiroidea podemos recibir varios diagnósticos, recogidos en
la clasificación de Bethesda.

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• No diagnóstico o insuficiente (riesgo de malignidad del 1-4 %)
• Indeterminado (riesgo de malignidad alrededor del 15%).Se dividen en dos subtipos:

1. Atípia con significado indeterminado


2. Lesión folicular con significado indeterminado.

• Benigno (riesgo de malignidad 0-3 %)


• Neoplasia folicular o sospechosa de neoplasia folicular
• Sospechosa de malignidad (riesgo del 60-75%)
• Maligna (riesgo del 97-99%)

En función de los resultados citológicos se tomarán diferentes actuaciones. Si la muestra resulta ser no
diagnóstica, insuficiente o indeterminada, deberemos repetir la eco PAAF. En el caso de ECO PAAF
repetidas indeterminadas o insuficientes, realizar biopsia con aguja gruesa es una alternativa (ver imagen
17) aunque la literatura postula que no mejora el rendimiento anatomopatológio y en cambio sí aumenta
la comorbilidad respecto a la PAAF.

6-Principales Guías de manejo del nódulo tiroideo


Aunque hasta ahora no hay consenso común sobre el manejo del nódulo tiroideo, probablemente por la
discordancia en todos los aspectos valorados, hemos revisado Guías clínicas publicadas por distintas
Sociedades que tratan de unificar criterios ecográficos para seleccionar los nódulos candidatos a estudio
histológico y de ese modo evitar punciones innecesarias.

Estas Guías coinciden en que la estratificación del riesgo por las características ecográficas y la
correlación con los resultados citológicos es eficaz para mejorar la detección del cáncer de tiroides y
disminuir las intervenciones quirúrgicas de lesiones benignas.

En 2002, Kim et al propusieron biopsiar cualquier nódulo, con independencia de su tamaño, que
presentase al menos una característica ecográfica entre las siguientes: Hipoecogenicidad marcada,
márgenes irregulares o lobulados, microcalcificaciones o diámetro AP mayor que transverso. Esta guía
destaca por presentar una alta S (93%) y elevado VPN (95%), dejando sin diagnosticar solo un 7% de
casos.

En 2005 La Guía de la Sociedad de Radiólogos ecografistas recomendaban la eco PAAF considerando


criterios de tamaño y características ecográficas.


Nódulos mayores de 1cm con microcalcificaciones.
• Nódulos mayores de 1.5 cm si son sólidos o presentan calcificaciones groseras.
• Nódulos mayores de 2cm con componente sólido-quístico o fundamentalmente quísticos con
componente solido mural.
• No incluye nódulos menores de 1cm, asumiendo que la extirpación del microcarcinoma no mejora
la expectativa de vida por la evolución poco agresiva de este tumor y no consideranado la
agresividad de algunos microcarcinomas con crecimiento extracapsular y extensión ganglionar.
• Consideran innecesaria la biopsia en nódulos quísticos.

También recomiendan biopsiar ganglios sospechosos asociado a nódulo ipsilateral, independientemente

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de su tamaño y nódulos con crecimiento significativo desde el primer examen.

En 2009, La Asociación americana del Tiroides planteó seleccionar a los pacientes teniendo en cuenta
criterios clínicos y ecográficos, aconsejando realizar PAAF en las siguientes circunstancias:


Todos los nódulos mayores de 1cm con características ecográficas de sospecha,
• Todos los nódulos mayores de 2 cm independientemente de las características ecográficas, a
excepción de los puramente quísticos.
• Nódulos menores de 1 cm solo en caso de historia familiar de cancer de tiroides o factores de alto
riesgo asociados.

Sobre el manejo del BMN afirmaron que cada nódulo tiene el mismo riesgo de malignidad que si fuera
único. Si ninguno de los nódulos tiene datos ecográficos sospechosos, recomiendan acceder al dominante
y realizar seguimiento ecográfico del tiroides por si hubiera cambios en la imagen de alguno de ellos.

Si es necesario biopsiar un nódulo mixto (sólido-quístico) recomiendan pinchar el componente sólido.

En las lesiones puramente quísticas solo esta indicada la punción para aliviar los síntomas, aunque se ha
comprobado que recidivan en el 80%.

Recomiendan la ecografía para el seguimiento rutinario de lo nódulos benignos o del BMN y repetir la
punción si se detecta un crecimiento de más del 50 % del volumen en algún nódulo.

Tras un diagnóstico de carcinoma de tiroides, recomiendan realizar ecografia cervical preoperatoria y


eco PAAF de cualquier ganglio sospechoso sin embargo no incluyen el US cervical en el protocolo de
seguimiento de los pacientes con Ca de tiroides después del tratamiento.

La Guía de Asociación Americana de Endocrinología Clínica (AACE) indica la biopsia de todo nódulo
mayor de 1cm que sea hipoecogénico, incluso de menores de 1 cm si son hipoecogénicos y asocian algún
signo ecográfico de malignidad o hay factores de riesgo en los antecedentes clínicos. Esta seguimiento
de esta Guía se recomienda por presentar una alta especificidad, a la vez que es segura y coste efectiva.

Todas estas Guías presentan limitaciones y dejan algunas situaciones sin resolver por lo que tienen una
utilidad limitada. Deben orientarnos en el manejo del nódulo tiroideo, sin embargo es aconsejable
complementarlas con otros criterios como el juicio clínico, la experiencia y las características
individuales del paciente.

7-Algoritmo diagnóstico del nódulo tiroideo.


La ultima actualización del algoritmo de manejo del nódulo tiroideo postula que tras realizar una
ecografía tiroidea hay que considerar el tamaño del nódulo, si es mayor de 1,1 cm (a excepción de
nódulos quisimos o espongiformes) debemos realizar una PAAF ecoguiada, si por el contrario no alcanza
este tamaño pero tiene características ecográficas o sospecha clínica de malignidad y es mayor de 5mm
también se realizará PAAF.

Una vez obtengamos el resultado citológico del nódulo:

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• Si es benigno: Repetiremos ecografia en 6-18 meses, si en este intervalo de tiempo se detectan
cambios clínicos o ecográficos repetiremos la PAAF, si el resultado vuelve a ser benigno haremos
manejo medico al igual que si en el tiempo de seguimiento del nódulo no sufre cambios.
• Si es no diagnóstico o insuficiente: Repetiremos la PAAF. Si obtenemos este resultado repetidas
veces, podemos tomas dos opciones, o realizar manejo médico del nódulo o referir a cirugía.
• Si es lesión folicular celular, tendremos que complementar el manejo con la clínica o
características ecográficas sospechosas, si las presenta se remite a cirugía. Si no presenta criterios
de malignidad se considerará repetir la ecografía con o sin PAAF en 6-18 meses.
• Si el resultado es sospechosa de neoplasia folicular o directamente maligno, también sera
candidato a tratamiento quirúrgico.

Imágenes en esta sección:

Fig. 1: Nódulo tiroideo (límites señalados con cabezas de flechas) que presenta áreas anecoicas
compatibles con componentes quísticos además de asociar focos ecogénicos brillantes con artefacto de
reverberación en "cola de cometa"(flecha), característicos de los nódulos coloides.

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Fig. 2: La figura muestra la situación del nervio laríngeo recurrente (flecha roja) respecto al tiroides, esta
relación anatómica justifica la disfonia como un posible síntoma clínico de patología maligna tiroidea.

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Fig. 3: Se visualiza un nódulo de morfología ovalada marcadamente hipoecogénico, de localización
periférica en el LTD (lóbulo tiroideo derecho).

Fig. 4: Nódulo tiroideo isoecogénico (límites señalados con cabezas de flechas) con focos ecogénicos en
su interior sugestivos de calcificaciones, que no presentan sombra acústica, sugerentes de Cuerpos de
Psamoma. El resultado de AP confirmó un Ca papilar.

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Fig. 5: Nódulo tiroideo de márgenes lobulados y con macrocalcificaciones en su interior que muestran
sombra acústica posterior. Se señala con flechas los límites del nódulo.

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Fig. 6: Nódulo tiroideo con calcificaciones periféricas en cáscara de huevo, asociadas a benignidad. Con
estudio doppler mostraba ausencia de vascularización.

Fig. 7: Nódulo hipoecogénico que presenta márgenes mal definidos y sombra acústica
posterior,características ecográficas asociadas a malignidad.

Fig. 8: Nódulo tiroideo isoecogénico con margenes regulares que presenta un halo hipoecogénico
completo, hallazgo sugestivo de benignidad.

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Fig. 9: Nódulo con criterios ecográficos de benignidad que en el estudio Doppler presenta notable
vascularización central y periférica, lo que demuestra que el patrón de vascularización es un criterio poco
específico.

Fig. 10: La imagen muestra una adenopatía laterocervical izquierda con engrosamiento cortical.

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Fig. 11: Imagen asociada a la anterior. La adenopatía muestra un flujo vascular aumentado con el estudio
Doppler. Muy específica de malignidad.

Fig. 12: La figura muestra imagen de ecografia pre -PAAF donde se aprecia un nódulo en LTD con una
calcificación grosera periférica y sombra acústica posterior.

Fig. 13: Imagen asociada a la anterior que muestra una complicación derivada de la PAAF. Se visualiza
la medida de un area hipoecogénica en la región anterior del LTD que parece ser extraglandular, no
presente en imagen anterior, compatible con hematoma.

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Fig. 14: Complicación derivada de la PAAF. Se visualiza un area hipoecogénica en la región anterior del
LTD compatible con hematoma (flechas).

Fig. 15: Imagen asociada a la anterior. Se visualiza un corte axial de TC cervical con CIV que muestra
un gran hematoma extraglandular (flechas) que se extiende por la región anterior y lateral del tiroides
(asteriscos).

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Fig. 16: Técnica clásica de punción con aspiración. Se visualiza la punta de la aguja en un nódulo
localizado en LTI.

Fig. 17: Procedimiento con BAG. Se observa la punta de la aguja en el interior de un nódulo tiroideo.
Este técnica no aumenta el rendimiento anatomopatológico y presenta mas morbilidad que la PAAF.

Conclusiones

• La ecografía es la técnica de elección para el diagnóstico, la caracterización y el seguimiento de


los nódulos tiroideos.


La incidencia de cáncer de tiroides en el conjunto de los nódulos tiroideos es baja (9-13%). La
gran mayoría son carcinomas papilares tienen buen pronóstico y alta supervivencia a largo plazo.

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La eco - PAAF es una técnica barata, segura y coste efectiva que disminuye el número de
intervenciones quirúrgicas. Aún así es un procedimiento invasivo y no exento de complicaciones.


Como radiólogos es fundamental conocer los criterios ecográficos de benignidad y malignidad
para evitar eco PAAF innecesarias, como en aquellos nódulos con características ecográficas
claras de benignidad (nódulos quísticos y con patrón espongiforme).


No se ha encontrado asociación significativa entre ninguna característica ecográfica aislada con el
riesgo de malignidad.


Diferentes Sociedades han propuesto Guías de practica clínica que intentan unificar criterios
ecográficos de uso común para diferenciar nódulos benignos de malignos y seleccionar así los
nódulos candidatos a biopsia.


No se ha conseguido un acuerdo entre estas Guías y sigue pendiente lograr un protocolo que las
unifique, aun así todas ellas permiten seleccionar mejor el nódulo que debe biopsiarse.


Ante la falta de consenso clínico la colaboración entre especialistas implicados en el manejo del
nódulo tiroideo (radiólogos, endocrinos, médicos nucleares y anatomopatológos) es imprescindible
para optimizar los recursos y obtener mas rendimiento diagnóstico.

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