Marco Teórico

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Marco Teórico: Trastorno Depresivo Mayor

El trastorno depresivo mayor (TDM) es una condición de salud mental


grave y prevalente a nivel mundial, reconocida por sus efectos
incapacitantes en el estado emocional, físico y funcional de quienes lo
padecen. Este trastorno se caracteriza por síntomas como un estado de
ánimo deprimido casi todo el día, falta de interés en actividades que
antes eran placenteras, cambios en el apetito, insomnio o hipersomnia,
fatiga, sentimientos de inutilidad y pensamientos suicidas (American
Psychiatric Association , 2013). Para cumplir con el diagnóstico, los
síntomas deben persistir por al menos dos semanas y generar un
impacto significativo en la vida diaria del individuo.

Desde el modelo cognitivo-conductual, el TDM se explica como resultado


de patrones de pensamiento distorsionados y conductas que refuerzan
los síntomas depresivos. Este modelo, desarrollado principalmente por
Aaron T. Beck (1976), plantea que la depresión está relacionada con
pensamientos negativos automáticos sobre uno mismo, el mundo y el
futuro, un conjunto conocido como la "tríada cognitiva". Estos
pensamientos suelen incluir creencias disfuncionales que provocan
desesperanza y autocrítica, y a su vez, generan una perspectiva de vida
pesimista. El enfoque terapéutico se centra en identificar, desafiar y
reemplazar estas creencias, facilitando así una mejoría en el estado
emocional del paciente.

Otro aspecto relevante en el TDM es la indefensión aprendida, propuesta


por Seligman (1975). La indefensión aprendida es un estado en el cual el
individuo siente que no tiene control sobre los eventos negativos de su
vida, lo cual lo lleva a experimentar desesperanza. En el contexto del
TDM, los pacientes desarrollan creencias de incapacidad ante sus
problemas, lo que reduce su motivación y perpetúa la sintomatología
depresiva. En terapia, los pacientes trabajan para reconocer y modificar
esta percepción, promoviendo una mayor autoconfianza y
responsabilidad en su vida.

Dentro de los factores cognitivos, las atribuciones negativas y el


procesamiento sesgado de la información son característicos en el TDM.
Las personas deprimidas tienden a interpretar los eventos negativos
como inherentes a su personalidad, permanentes y generalizables
(Abramson et al., 1978). Estas creencias refuerzan el ciclo de
pensamientos negativos y sentimientos de inutilidad, los cuales son el
núcleo del TDM desde la perspectiva cognitivo-conductual. Las
intervenciones en terapia buscan desafiar estas interpretaciones y
brindar al paciente una visión más equilibrada de los eventos.

La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es una de las intervenciones más


efectivas para el TDM. Esta terapia aborda tanto los pensamientos
disfuncionales como las conductas que perpetúan el estado depresivo.
En la reestructuración cognitiva, el terapeuta ayuda al paciente a
identificar y modificar sus pensamientos negativos, promoviendo una
interpretación de los eventos más equilibrada. Este enfoque es central
en la TCC y ha mostrado eficacia en la reducción de los síntomas
depresivos, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Bibliografías

American Psychiatric Association. (2013). *Diagnostic and statistical


manual of mental disorders* (5th ed.).

Abramson, L. Y., Seligman, M. E. P., & Teasdale, J. D. (1978). *Learned


helplessness in humans: Critique and reformulation*. Journal of
Abnormal Psychology, 87(1), 49–74.

Beck, A. T. (1976). *Cognitive therapy and the emotional disorders*.


International Universities Press.

Lewinsohn, P. M. (1974). *A behavioral approach to depression*. In R. J.


Friedman & M. M. Katz (Eds.), *The psychology of depression:
Contemporary theory and research* (pp. 157-178). Wiley.

Seligman, M. E. P. (1975). *Helplessness: On depression, development,


and death*. W.H. Freeman.

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