MENSAJE A LAS IGLESIAS Apocalisi
MENSAJE A LAS IGLESIAS Apocalisi
MENSAJE A LAS IGLESIAS Apocalisi
2 & 3)
Juan pudo entender lo que pasará en los últimos tiempos mejor que nadie, ya que
él pasó por situaciones similares—tribulación y persecucuíon, pero también
perseverancia y la gloria que viene de vivir según el Reino de Dios acá en la
Tierra.
(Apoc. 1:4) Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia a vosotros y paz,
de aquel que es y que era y que ha de venir, y de los siete Espíritus que están
delante de su trono,
* Carta al Ángel
En los capítulos 2 y 3 encontramos siete cartas relacionadas con las siete iglesias
de Asia Menor, El mensaje está dirigido al ANGEL de cada iglesia. Se podría
decir que es para el “espíritu” de cada iglesia—el cual no sólo se manifestó en el
mundo antiguo sino que trasciende tiempo y lugar.
(Apocalipsis 2:1) Escribe al ángel de la iglesia en Efeso… (2:8) …en Esmirna…
(2:12) …en Pérgamo… (2:18) …en Tiatira… (3:1) …en Sardis… (3:7) …en
Filadelfia… (3:14) …en Laodicea…
¿Por qué el Señor escoge hablarle específicamente a las iglesias de esa región?
¿Por qué no envió el mensaje a las iglesias de Jerusalén o Roma? Hay muchas
interpretaciones al respecto. Lo que es cierto es que para poder entender el
mensaje, debemos saber algo acerca de sus destinatarios.
* Lugar estratégico
Asia Menor era un lugar estratégico. Era el punto de encuentro entre Este y Oeste.
Quien controlara esa región, tendría influencia sobre el resto del mundo. Era tan
importante esa región que Satanás también puso allí su sede, específicamente en
Pérgamo, donde estaba el “trono de Satanás”. [Nótese que el diablo sólo puede
estar en un lugar a la vez, a diferencia de Dios quien es Omnipresente].
* Se repite la Historia
Hay muchas similitudes entre la cultura griega y romana de esa época y la del día
de hoy.
El estilo de vida de aquellos tiempos parece muy similar a la de hoy en día, con la
única excepción del televisor.
* Mensaje de Jesús
El autor de las cartas no es Juan, sino Jesús. El apóstol sólo sirve como escriba.
El Señor revela a cada iglesia una perspectiva de Él que les ayudará a salir
vencedores.
Mensaje a EFESO (Apoc. 2:1-7)
El mensaje a la iglesia de Efeso era el siguiente:
(Apocalipsis 2:1-7) Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: "El que tiene las siete
estrellas en su mano derecha, el que anda entre los siete candelabros de oro, dice
esto: (2) 'Yo conozco tus obras, tu fatiga y tu perseverancia, y que no puedes
soportar a los malos, y has sometido a prueba a los que se dicen ser apóstoles y
no lo son, y los has hallado mentirosos. (3) 'Tienes perseverancia, y has sufrido
por mi nombre y no has desmayado. (4) 'Pero tengo esto contra ti: que has dejado
tu primer amor. (5) 'Recuerda, por tanto, de dónde has caído y arrepiéntete, y haz
las obras que hiciste al principio; si no, vendré a ti y quitaré tu candelabro de su
lugar, si no te arrepientes. (6) 'Sin embargo tienes esto: que aborreces las obras
de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. (7) 'El que tiene oído, oiga lo
que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida,
que está en el paraíso de Dios.'"
HISTORIA
Efeso se encontraba en la región antes conocida como Lidia, la cual era un área
muy próspera. El rey de Lidia fue quien inventó la primera moneda.
La riqueza material de Efeso dio paso a la riqueza cultural. Era una ciudad llena de
arte, ciencia y cultura, y contaba con una gran biblioteca. También era la sede de
los juegos iónicos, competencias deportivas al estilo de las olimpiadas. De
toda Asia Menor, ésta era la ciudad con mayor influencia de la cultura y
pensamiento griegos.
La iglesia cristiana de Efeso llegó a ser la más importante de la región. Pablo pasó
mucho tiempo allí, más que en ningún otro lugar. De allí partieron misioneros para
abrir iglesias en otras ciudades. Timoteo se quedó como el obispo de Efeso, pero
murió como mártir, linchado por una multitud.
EN CONTRA
Lo único que el Señor tenía en contra de la iglesia de Efeso era que habían
perdido el PRIMER AMOR.
(Apoc. 2:4-5) Pero tengo esto contra ti: que has dejado tu primer amor.
(Efe. 3:14-19) Por esta causa, pues, doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro
Señor Jesucristo, de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra, que
os conceda, conforme a las riquezas de su gloria, ser fortalecidos con poder por
su Espíritu en el hombre interior; de manera que Cristo more por la fe en vuestros
corazones; y que arraigados y cimentados en amor, seáis capaces de comprender
con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de
conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que seáis llenos
hasta la medida de toda la plenitud de Dios.
(Efe. 4:1-3) Yo, pues, prisionero del Señor, os ruego que viváis de una manera
digna de la vocación con que habéis sido llamados, con toda humildad y
mansedumbre, con paciencia, soportándoos unos a otros en amor, esforzándoos
por preservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
(Efe. 4:15-16) sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los
aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo, de quien todo el cuerpo
(estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen),
conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento
del cuerpo para su propia edificación en amor.
(Efe. 5:1-2) Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados; y andad en amor,
así como también Cristo os amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y
sacrificio a Dios, como fragante aroma.
RECOMENDACIÓN
La recomendación de Jesús a la iglesia de Efeso es que vuelvan a hacer lo que
hicieron al principio.
(Apoc. 2:5) Recuerda, por tanto, de dónde has caído y arrepiéntete, y haz las
obras que hiciste al principio; si no, vendré a ti y quitaré tu candelabro de su lugar,
si no te arrepientes.
La iglesia de Efeso debe trabajar por recuperar su primer amor—tanto el amor por
Dios como por los hermanos. El amor es lo que da testimonio de Dios; es la luz en
medio de la oscuridad.
AL VENCEDOR
La recompensa al vencedor tiene que ver con el árbol de la vida...
(Apoc. 2:7) El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al
vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.
(Prov. 3:17-18) Sus caminos son caminos agradables y todas sus sendas, paz. Es
árbol de vida para los que de ella echan mano, y felices son los que la abrazan.
Esmirna era una ciudad muy antigua. Fue destruida en 627 a.C., en el tiempo
en que Babilonia se estaba levantando como potencia mundial. Permaneció en
ruinas hasta que los griegos llegaron y la reconstruyeron. En cierta forma, es una
ciudad que murió y resucitó. Para los habitantes de esa ciudad era significativo el
tema de la resurrección, y así se presentó Jesús a ellos (2:8).
César.
Pero las apariencias engañan… Esa ciudad hermosa tenía una seria
inconveniencia. En sus inicios, no fue bien diseñada ni construida. No contaba
con desagües; por lo tanto, cuando llovía, los desperdicios salían a flore a la
superficie, lo cual provocaba un terrible hedor en toda la ciudad.
Esto describe muy bien lo que era esta ciudad. Parecía hermosa en la superficie,
pero estaba muerta por dentro. Los creyentes de esta ciudad fueron “machacados”
con persecución, pero sacaron un agradable aroma al Señor.
TRIBULACIÓN
El Señor les advierte a los creyentes de Esmirna que pasarán por tribulación.
De todas las iglesias mencionadas en Apocalipsis, esta es la única ciudad que aun
permanece en pie. Las demás están en ruinas.
Jesús aclara que los que judíos que persiguieron a los creyentes no son
verdaderos “judíos” hijos de Abraham; más bien, los llama “sinagoga de Satanás”
(2:9). Esto mismo lo dijo a los fariseos en persona.
(Juan 8:37-47) Sé que sois descendientes de Abraham; y sin embargo, procuráis
matarme porque mi palabra no tiene cabida en vosotros. Yo hablo lo que he visto
con mi Padre; vosotros, entonces, hacéis también lo que oísteis de vuestro padre.
Ellos le contestaron, y le dijeron: Abraham es nuestro padre. Jesús les dijo*: Si
sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham. Pero ahora procuráis
matarme, a mí que os he dicho la verdad que oí de Dios. Esto no lo hizo
Abraham. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Ellos le dijeron: Nosotros
no nacimos de fornicación; tenemos un Padre, es decir, Dios. Jesús les dijo: Si
Dios fuera vuestro Padre, me amaríais, porque yo salí de Dios y vine de El , pues
no he venido por mi propia iniciativa, sino que El me envió. ¿Por qué no entendéis
lo que digo? Porque no podéis oír mi palabra. Sois de vuestro padre el diablo y
queréis hacer los deseos de vuestro padre. El fue un homicida desde el principio, y
no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla
mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la
mentira. Pero porque yo digo la verdad, no me creéis. ¿Quién de vosotros me
prueba que tengo pecado? Y si digo verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? El
que es de Dios escucha las palabras de Dios; por eso vosotros no escucháis,
porque no sois de Dios.
Esta es una crítica similar a la que Juan el Bautista les hizo a los fariseos (Mat.
3:7-9).
Pablo Señaló que el judío verdadero no es por la carne, sino el que es de corazón,
es decir, el que obedece a Dios y cumple Su Palabra.
(Rom. 2:27-29) Y si el que es físicamente incircunciso guarda la ley, ¿no te
juzgará a ti, que aunque tienes la letra de la ley y eres circuncidado, eres
transgresor de la ley? Porque no es judío el que lo es exteriormente, ni la
circuncisión es la externa, en la carne; sino que es judío el que lo es
interiormente, y la circuncisión es la del corazón, por el Espíritu, no por la letra; la
alabanza del cual no procede de los hombres, sino de Dios.
Curiosamente, las dos iglesias que fueron afligidas por la “sinagoga de Satanás”
(persecución religiosa) fueron las únicas dos que no recibieron palabras de crítica
por parte del Señor Jesús, es decir, Esmirna y Filadelfia (2:9 & 3:9).
NOMBRE DE JESÚS
El Señor se presenta ala iglesia de Esmirna como “el primero y el último, el que
estuvo muerto y ha vuelto a la vida”.
Otra razón por la que ellos deben conocer este nombre es para asegurarles que
Jesús es Dios. Jesús se identifica como YHVH, el que es, que era y que a de
venir. Si van a morir por sus creencias, deben saber en quién creen y en qué
creen.
(Apoc. 1:17-19) Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y El puso su mano
derecha sobre mí, diciendo: No temas, yo soy el primero y el último, y el que vive,
y estuve muerto; y he aquí, estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las
llaves de la muerte y del Hades. Escribe, pues, las cosas que has visto, y las que
son, y las que han de suceder después de éstas.
Otras referencias a coronas: 2 Tim. 4:8; 1 Pedro 5:4; 1 Cor. 9:5; Apoc. 3:11; Apoc.
4:8.
HOY
La ciudad de Esmirna todavía existe el día de hoy. No sólo sobrevivió el tiempo,
sino que hoy es la tercera ciudad más grande de Turquía y el segundo puerto más
importante. Se le conoce como “la perla del Ageo”. Se le considera la ciudad más
occidentalizada de Turquía, en términos de sus valores, ideología y estilo de vida.
Mensaje a PERGAMO (Apoc. 2:12-17)
El mensaje a la iglesia de Pérgamo es el siguiente:
(Apocalipsis 2:12-17) Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: "El que tiene la
espada aguda de dos filos, dice esto: (13) 'Yo sé dónde moras: donde está el
trono de Satanás. Guardas fielmente mi nombre y no has negado mi fe, aun en los
días de Antipas, mi testigo, mi siervo fiel, que fue muerto entre vosotros, donde
mora Satanás. (14) 'Pero tengo unas pocas cosas contra ti, porque tienes ahí a los
que mantienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante
los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a los ídolos y a cometer actos de
inmoralidad. (15) 'Así tú también tienes algunos que de la misma manera
mantienen la doctrina de los nicolaítas. (16) 'Por tanto, arrepiéntete; si no, vendré
a ti pronto y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. (17) 'El que tiene oído,
oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré del maná escondido
y le daré una piedrecita blanca, y grabado en la piedrecita un nombre nuevo, el
cual nadie conoce sino aquel que lo recibe.'"
PÉRGAMO
Pérgamo significa literalmente “fortificado”. También de su nombre se deriva la
palabra “pergamino”, un tipo de papel fuerte que se usaba para escribir. No es
casualidad que Pérgamo haya tenido una gran biblioteca, famosa en su tiempo.
Pérgamo era una ciudad muy próspera y llena de cultura. La ciudad estaba
situada al pie de una montaña. En la cima de la montaña se encontraba una
acrópolis dedicada a varios dioses griegos: Zeus, Atenea, Dionisio y Esculapio,
además de la adoración del emperador romano. Allí también se establecieron los
magos que fueron expulsados de Babilonia.
El altar más grande era el dedicado a Zeus. El fuego de ese altar se mantenía
encendido todo el tiempo. Este altar pagano es lo que Apocalipsis describe como
el “trono de Satanás”. Podría decirse que Pérgamo era el centro de operaciones
del diablo. Era el lugar que él escogió para poner su sede, y desde allí operar.
[Nota: el diablo no puede estar en todos lados al mismo tiempo como Dios,
aunque sí tiene secuaces en todo el mundo.]
AFIRMACIÓN
A los creyentes del lugar, el Señor los felicita por su fidelidad a pesar de la
persecución.
(Apocalipsis 2:13) 'Yo sé dónde moras: donde está el trono de Satanás. Guardas
fielmente mi nombre y no has negado mi fe, aun en los días de Antipas, mi testigo,
mi siervo fiel, que fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.
Algunos creyentes de Pérgamo murieron por su fe. Entre ellos está Antipas, quien
la tradición señala como el obispo de la iglesia local.
El Señor describe a Antipas como su “testigo fiel”, en griego “pistos martus”. Esta
es la misma descripción que se da de Jesús en el capítulo uno (1:5). “Martus” se
traduce como “mártir”, pero literalmente significa “testigo, alguien que da
testimonio”.
Antipas dio fiel testimonio del Señor, a pesar que esto le costó su vida. Él habló la
verdad y vivió según la verdad de la Palabra, aunque no era popular en ese
ambiente. Fue fiel hasta la muerte.
(Hebreos 4:12-13) Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que
cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de
las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las
intenciones del corazón. Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las
cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos
que dar cuenta.
EN CONTRA
Hay dos cosas que el Señor tiene en contra de esta iglesia:
a. Doctrina de Balaam
(Apocalipsis 2:14) Pero tengo unas pocas cosas contra ti, porque tienes ahí a los
que mantienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante
los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a los ídolos y a cometer actos de
inmoralidad.
Esto fue precisamente lo que Balaam aconsejó a Balac, quien envió a mujeres
para seducir a los israelitas y hacerlos caer. Y así sucedió.
(Números 31:15-16) y les dijo Moisés: ¿Habéis dejado con vida a todas las
mujeres? He aquí, éstas fueron la causa de que los hijos de Israel, por el consejo
de Balaam, fueran infieles al SEÑOR en el asunto de Peor, por lo que hubo plaga
entre la congregación del SEÑOR.
Poco se sabe hoy en día de los “nicolaítas”, pero se cree que eran los seguidores
de Nicolás.
Algunos escritos antiguos lo señalan como una secta gnóstica que enseñaba a
vivir en lo que ellos llamaban “libertad”, pero en realidad era “libertinaje”. No
ponían freno a los deseos de la carne. Malinterpretaron la gracia como una
licencia para pecar. Hoy en día se conoce como la “doctrina de la gracia”.
(Judas 1:3-4) Amados, por el gran empeño que tenía en escribiros acerca de
nuestra común salvación, he sentido la necesidad de escribiros exhortándoos a
contender ardientemente por la fe que de una vez para siempre fue entregada a
los santos. Pues algunos hombres se han infiltrado encubiertamente, los cuales
desde mucho antes estaban marcados para esta condenación, impíos que
convierten la gracia de nuestro Dios en libertinaje, y niegan a nuestro único
Soberano y Señor, Jesucristo.
AL VENCEDOR
Al vencedor de esta iglesia, el Señor promete dos cosas:
(Apocalipsis 2:17) 'El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al
vencedor le daré del maná escondido y le daré una piedrecita blanca, y grabado
en la piedrecita un nombre nuevo, el cual nadie conoce sino aquel que lo recibe.'"
a. Maná escondido.
El maná era el pan del Cielo. La Palabra también se reconoce como nuestro Pan.
El vencedor, quien haya combatido las falsas doctrinas, recibirá revelación de los
secretos de Dios.
(Salmo 25:12-14) ¿Quién es el hombre que teme al SEÑOR? El le instruirá en el
camino que debe escoger. En prosperidad habitará su alma, y su descendencia
poseerá la tierra. Los secretos del SEÑOR son para los que le temen, y El les dará
a conocer su pacto.
b. Piedrecita blanca.
En la antigüedad, las piedras preciosas eran otorgadas como premios o
reconocimientos por servicios a la comunidad o victorias militares. Los ciudadanos
que contaban con dichas piedras se les daban privilegios especiales.
Las piedras blancas con el nombre propio grabado servían como entradas para
eventos especiales, incluyendo juegos olímpicos o fiestas imperiales.
HOY
Lo que antes era Pérgamo se convirtió en la ciudad que hoy se conoce como
Bérgamo.
En cuanto al lugar alto en la montaña aledaña, sólo quedan ruinas. Del altar de
Zeus sólo quedan las bases, ya que el resto del altar fue transportado a Alemania,
piedra por piedra. Ahora se encuentra en el Museo de Pérgamo en Berlín.
lo que quedó del Altar de Zeus
FILADELFIA
Esta era una ciudad de Asia Menor que aún existe en Turquía, bajo el nombre de
Alasehir. Fue fundada por el rey de Pérgamo, quien le dio el nombre a la ciudad
por el amor que le tenía a su hermano. “Filadelfia” literalmente significa: amor
fraternal.
Era una ciudad muy próspera por su comercio, el cual floreció por estar situada en
la principal ruta comercial de la región. Esta ciudad está localizada en un punto
estratégico, en la frontera entre imperios. Era la “puerta” que unía el Este y el
Oeste.
SIN REPRENSIÓN
Esta es la única iglesia que parece no recibir ningún llamado de atención por parte
del Señor. No era una iglesia perfecta (porque no existe tal), pero el Señor no la
reprendió. Ante las dificultades que enfrentaron, no perdieron la fe sino
permanecieron firmes.
(Apocalipsis 3:8) Yo conozco tus obras. Mira, he puesto delante de ti una puerta
abierta que nadie puede cerrar, porque tienes un poco de poder, has guardado mi
palabra y no has negado mi nombre.
NOMBRE DE JESÚS
En el caso de las otras iglesias de Apocalipsis, la descripción de Jesús se toma de
la visión que Juan tuvo en el primero capítulo. Pero la forma en que Jesús se
presenta a la iglesia de Filadelfia se sale del marco. El Señor se presenta de otra
forma:
(Apocalipsis 3:7) … El Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que
abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre…
a. El Santo
“Santo” literalmente significa “apartado”.
Es alguien que está apartado de todo lo demás, y dedicado a algo especial.
El libro bíblico donde más se usa la expresión “el Santo de Israel” es en Isaías.
Desde el principio de su ministerio, el profeta supo lo que significaba la santidad
de Dios, ya que tuvo una visión del Señor sentado en su trono.
(Isaías 6:1-5) En el año de la muerte del rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre
un trono alto y sublime, y la orla de su manto llenaba el templo. (2) Por encima de
El había serafines; cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos
cubrían sus pies y con dos volaban. (3) Y el uno al otro daba voces, diciendo:
Santo, Santo, Santo, es el SEÑOR de los ejércitos, llena está toda la tierra de su
gloria. (4) Y se estremecieron los cimientos de los umbrales a la voz del que
clamaba, y la casa se llenó de humo. (5) Entonces dije: ¡Ay de mí! Porque perdido
estoy, pues soy hombre de labios inmundos y en medio de un pueblo de labios
inmundos habito, porque han visto mis ojos al Rey, el SEÑOR de los ejércitos.
Isaías señala que el Santo de Israel es también el Redentor, quien sabemos que
es Jesús.
(Isaías 47:4) Nuestro Redentor, el SEÑOR de los ejércitos es su nombre, el Santo
de Israel.
(Isaías 41:13-14) Porque yo soy el SEÑOR tu Dios, que sostiene tu diestra, que te
dice: "No temas, yo te ayudaré." (14) No temas, gusano de Jacob, vosotros
hombres de Israel; yo te ayudaré--declara el SEÑOR-- y tu Redentor es el Santo
de Israel.
Al describirse Jesús como “el Santo” a la iglesia de Filadelfia, estaba diciendo que
Él era Dios.
Pedro reconoció a Jesús como el “Santo de Israel”. El sabía que no había nadie
como Él.
(Juan 6:68-69) Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes
palabras de vida eterna. (69) Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el
Santo de Dios.
b. El Verdadero
Las apariencias engañan, y por eso muchas personas se hacen pasar por alguien
que no son. Esto incluye el Mesías. La Biblia advierte que habrán muchos falsos
mesías. También hay gente que se hace pasar por cristiana, y no lo son.
c. La Llave de David
Una llave representa acceso, control, posesión y autoridad. Quien posee la llave
es el dueño del lugar, pero también puede ser delegada a alguien de confianza.
Esta persona tendrá acceso a lugares que están cerrados a otros. No sólo eso,
sino también puede abrir o cerrar puertas a los demás. Quien tiene la llave tiene la
autoridad.
Al presentarse Jesús como “el que tiene la llave de David” (Apoc. 3:7), él se revela
como el Mesías. Él tiene acceso al trono y la autoridad del reino.
Jesús viene del linaje de David, y es el hijo heredero del trono. La profecía de su
nacimiento dice:
(Lucas 1:31-33) Y he aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le
pondrás por nombre Jesús. (32) Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo;
y el Señor Dios le dará el trono de su padre David; (33) y reinará sobre la casa de
Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
Esto hace referencia a otras llaves que el Señor tiene en sus manos, las cuales se
mencionan también en Apocalipsis.
(Apocalipsis 1:18) y el que vive, y estuve muerto; y he aquí, estoy vivo por los
siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
PUERTA ABIERTA
Jesús tiene las llaves, por lo tanto Él tiene la autoridad y el poder de abrir y cerrar
puertas. En el caso de la iglesia de Filadelfia, el Señor les dijo que Él abría una
puerta para ellos.
(Apocalipsis 3:8) Yo conozco tus obras. Mira, he puesto delante de ti una puerta
abierta que nadie puede cerrar, porque tienes un poco de poder, has guardado mi
palabra y no has negado mi nombre.
Los creyentes de Filadelfia habían sido obedientes y fieles al Señor; sin embargo
no contaban con mucho poder…pero Jesús sí. Por eso Él, quien tiene la llave, se
ofrece a abrir la puerta de oportunidad.
Pero, como dice el refrán, “donde se cierra una puerta, se abre otra”. A los judíos
creyentes se le cerró la puerta de la sinagoga, pero Jesús les dijo que Él ponía
“una puerta abierta que nadie podría cerrar” (3:8).
Los judíos de la sinagoga acusaban a sus hermanos creyentes de “no ser judíos”.
En su mente no era compatible “ser judío” con “creer en Jesús”, tal como sucede
hoy en día con el judaísmo rabínico.
Pero Jesús consoló a los judíos mesiánicos de Filadelfia diciéndoles que ellos
eran verdaderos judíos. Quienes eran falsos judíos eran los otros.
(Apocalipsis 3:9) He aquí, yo entregaré a aquellos de la sinagoga de Satanás que
se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y
se postren a tus pies, y sepan que yo te he amado.
El problema con el judaísmo rabínico es que sigue a sus rabinos y las tradiciones
de los hombres, no a la Palabra de Dios. Esto fue lo que Jesús tanto criticó de los
fariseos.
(Marcos 7:5-9) Entonces los fariseos y los escribas le preguntaron: ¿Por qué tus
discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen con
manos inmundas? (6) Y El les dijo: Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas,
como está escrito: "Este pueblo con los labios me honra, pero su corazón está
muy lejos de Mí. (7) Mas en vanos me rinden culto, enseñando como doctrinas
preceptos de hombres. (8) Dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la
tradición de los hombres. (9) También les decía: Astutamente violáis el
mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.
Las religiones creen poseer “la verdad”. Creen tener la llave de la salvación. Pero
la realidad es que sólo el Señor tiene la llave de la vida eterna y la llave del Reino.
Él es quien abre, y nadie puede cerrar, y quien cierra y nadie puede abrir.
Jesús dijo:
(Juan 10:9) Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá
y hallará pasto.
Aunque los religiosos nos rechacen y nos cierran las puertas de sus iglesias, la
puerta que nos interesa cruzar es la del Reino de Dios. La llave la tiene Jesús, y
con él es quien debemos quedar bien, no con los hombres.
PREPARADOS PARA LA PRUEBA
La persecución que sufrieron los creyentes de Filadelfia les sirvió como
preparación para las pruebas que vendrían después.
LA HORA DE LA PRUEBA
La Biblia habla de un tiempo de prueba que vendrá sobre toda la Tierra. Esta
“hora de prueba” también se conoce como el período de “la gran Tribulación”
(Apoc. 6 al 19).
La Novia del Señor debe purificarse y prepararse para la venida del Novio.
Mientras más cerca esté Su Venida, más urgente será nuestra limpieza. Por esa
razón, mientras más cerca esté el día, el fuego de las pruebas comenzará a subir
de intensidad.
La otra forma es esperar a que venga sobre nosotros la hora de la prueba, lo cual
hará el proceso más difícil. Pero aun esto es bueno.
(Santiago 1:2-4) Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en
diversas pruebas, (3) sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, (4)
y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos y
completos, sin que os falte nada.
El Señor elogió a la iglesia de Filadelfia por ser perseverante, tanto en las buenas
como en las malas.
(Apocalipsis 3:10) Porque has guardado la palabra de mi perseverancia, yo
también te guardaré de la hora de la prueba, esa hora que está por venir sobre
todo el mundo para poner a prueba a los que habitan sobre la tierra.
(Romanos 5:3-5) Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las
tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia [gr. Jupomoné]; (4) y la
paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza; (5) y la esperanza
no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones
por medio del Espíritu Santo que nos fue dado.
(Romanos 15:4) Porque todo lo que fue escrito en tiempos pasados, para nuestra
enseñanza se escribió, a fin de que por medio de la paciencia [gr. Jupomoné] y del
consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.
Esto es lo que sucederá en los últimos tiempos. El mal parecerá estar ganando.
Pero nosotros debemos permanecer firmes y seguir practicando el bien, aun a
costa de la propia vida.
(Lucas 21:16-19) Pero seréis entregados aun por padres, hermanos, parientes y
amigos; y matarán a algunos de vosotros, (17) y seréis odiados de todos por
causa de mi nombre. (18) Sin embargo, ni un cabello de vuestra cabeza perecerá.
(19) Con vuestra perseverancia ganaréis vuestras almas.
[Otras referencias sobre la perseverancia: Rom. 2:7; 8:25; 2 Cor. 1:6; Col. 1:9-11;
2 Tes. 1:4-5; Heb. 10:36; Sant. 1:3-4; Apoc. 14:12]
Más que librarnos “de la prueba”, Jesús promete librarnos “en la hora de la
prueba”. En la oración que Jesús hizo por sus seguidores antes de morir vemos lo
que está en Su corazón.
(Juan 17:15) No te ruego que los saques del mundo, sino que los guardes del
maligno.
RECOMPENSAS
Lo que no debemos olvidar en medio de la tribulación y las pruebas es que la
perseverancia tiene su recompensa.
(Hebreos 10:35-36) Por tanto, no desechéis vuestra confianza, la cual tiene gran
recompensa. (36) Porque tenéis necesidad de paciencia, para que cuando hayáis
hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
UNA CORONA
También Pablo habla acerca de la corona que le será dada al que persevere.
(2 Timoteo 4:7-8) He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he
guardado la fe. (8) En el futuro me está reservada la corona de justicia que el
Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día; y no sólo a mí, sino también a
todos los que aman su venida.
La corona que Dios nos ofrece es mejor que cualquier recompensa terrenal.
(1 Corintios 9:25) Y todo el que compite en los juegos se abstiene de todo. Ellos
lo hacen para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
AL VENCEDOR
Además de la corona, el Señor promete las siguientes recompensas a aquellos
que salgan vencedores de las pruebas en la iglesia de Filadelfia:
(Apocalipsis 3:12) Al vencedor le haré una columna en el templo de mi Dios, y
nunca más saldrá de allí; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de
la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de mi Dios, y mi
nombre nuevo.
a. Columna en el Templo
Todos los creyentes somos llamados a ser piedras vivas que conforman el Templo
espiritual.
(Efesios 2:20-22) edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas,
siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular, (21) en quien todo el edificio, bien
ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor, (22) en quien
también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
Las columnas son las que dan estabilidad a un edificio. Sin ellas, la estructura
estaría en riesgo ante cualquier viento, lluvia o temblor.
Ser columna espiritual implica tener una posición de autoridad, tal como la tenían
los apóstoles (Gal. 2:9). No sólo se trata del “derecho” de ser autoridad, sino sobre
todo la responsabilidad de sostener a muchos, a través de la enseñanza de
rectitud y con el ejemplo de una vida recta.
b. El Nombre de Dios
Otra recompensa a los vencedores es llevar el Nombre de Dios, del Cordero y de
la Ciudad de Dios.
(Apocalipsis 3:12) …escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la
ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de mi Dios, y mi
nombre nuevo.
En el último capítulo de Cantares vemos cómo el Novio le pide a la Novia que selle
Su Nombre en su brazo y en su corazón, como señal de compromiso y amor
eterno.
(Cantares 8:6) Ponme como sello sobre tu corazón, como sello sobre tu brazo,
porque fuerte como la muerte es el amor, inexorables como el Seol, los celos; sus
destellos, destellos de fuego, la llama misma del SEÑOR.
Esto es lo que el Señor nos pide también a nosotros. Pero esto implica un
compromiso serio, de una entrega total.
Entre los que serán sellados con el Nombre de Dios se encontrarán los 144,000
Redimidos.
(Apocalipsis 14:1) Miré, y he aquí que el Cordero estaba de pie sobre el Monte
Sion, y con El ciento cuarenta y cuatro mil que tenían el nombre de El y el nombre
de su Padre escrito en la frente.
El profeta Isaías hace mención de los que son llamados por el nombre de la
Ciudad de Dios.
(Isaías 60:14) Vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, se
postrarán a las plantas de tus pies todos los que te despreciaban, y te llamarán
Ciudad del SEÑOR, Sion del Santo de Israel.
Esto es lo mismo que Jesús les dijo al principio a los creyentes de Filadelfia:
(Apocalipsis 3:9b) …he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y sepan
que yo te he amado.
Mensaje a TIATIRA (2:18-29) parte II
PELIGRO INTERNO
La mayor amenaza a la iglesia de Tiatira no venía de afuera, sino de adentro. A
diferencia de otras iglesias que eran perseguidas por el estado, los paganos o los
religiosos, el peligro de destrucción provenía del interior, de una descomposición
interna.
Hoy:
La iglesia moderna, en los países libres, también sufre de la misma amenaza.
Corre el riesgo de destruirse desde adentro por la falta de enseñanza bíblica, por
doctrinas falsas y por liderazgo permisivo que no se opone al pecado de los
miembros de sus congregaciones.
Este peligro fue el que Pablo señaló también de la iglesia de Corinto. Habían
permitido que el pecado infiltrara la iglesia, y no habían hecho nada al respecto.
(1 Corintios 5:1-2) En efecto, se oye que entre vosotros hay inmoralidad, y una
inmoralidad tal como no existe ni siquiera entre los gentiles, al extremo de que
alguno tiene la mujer de su padre. (2) Y os habéis vuelto arrogantes en lugar de
haberos entristecido, para que el que de entre vosotros ha cometido esta acción
fuera expulsado de en medio de vosotros.
Como Pablo explica: “la levadura contamina toda la masa”. Debe sacarse el mal
que haya en la “masa”, en la iglesia.
Los creyentes no deben cuidarse del pecado “fuera”, sino del pecado “dentro” de
la iglesia. Ese es el más peligroso, y el que contamina.
(1 Corintios 5:9-13) En mi carta os escribí que no anduvierais en compañía de
personas inmorales; (10) no me refería a la gente inmoral de este mundo, o a los
avaros y estafadores, o a los idólatras, porque entonces tendríais que salir del
mundo. (11) Sino que en efecto os escribí que no anduvierais en compañía de
ninguno que, llamándose hermano, es una persona inmoral, o avaro, o idólatra, o
difamador, o borracho, o estafador; con ése, ni siquiera comáis. (12) Pues ¿por
qué he de juzgar yo a los de afuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro
de la iglesia ? (13) Pero Dios juzga a los que están fuera. Expulsad de entre
vosotros al malvado.
VISIÓN DE JESÚS
La forma en que el Señor se presenta a esta iglesia es de la siguiente manera:
(Apocalipsis 2:18) …El Hijo de Dios, que tiene ojos como llama de fuego, y cuyos
pies son semejantes al bronce bruñido…
a. Hijo de Dios
Por lo general, en Apocalipsis a Jesús se le llama “hijo de hombre”, pero ésta es la
única referencia como “Hijo de Dios” en este libro. Esta mención resalta la deidad
de Jesús. Él es “Hijo de Dios”.
Los ciudadanos de Tiatira entendían bien este mensaje, pues era un concepto que
manejaban a diario. Una de las principales deidades locales era Apolos, y también
adoraban al César de Roma. A ambos se les llamaba “hijos de dios”, en referencia
al dios Zeus.
Jesús se les presentó, no como el hijo de un dios, sino del Dios Todopoderoso y
Soberano, creador del Cielo y la Tierra.
Lo que antes se consideraba como una “llama de fuego”, hoy podríamos llamarlo
“láser”. La luz del láser penetra con facilidad cualquier superficie. Los ojos del
Señor no sólo ven lo que está en la superficie, sino hasta lo más profundo del
alma. El no sólo ve nuestros actos, sino conoce las intenciones del corazón.
(Apocalipsis 2:23) …y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña las
mentes y los corazones, y os daré a cada uno según vuestras obras.
(Efesios 5:13) Pero todas las cosas se hacen visibles cuando son expuestas por la
luz, pues todo lo que se hace visible es luz.
Los ojos del Señor ven todo; no se le pasará por alto nada, sea bueno o malo. La
iglesia de Tiatira necesitaba oír esto porque hay cosas que debían cambiar. Ellos
creían que se estaban “saliendo con la suya”, pero el Señor les dice que Él lo ve
todo.
(Hebreos 4:13) Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas
están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar
cuenta.
Si la corrección el Señor tarda, no es porque se le pase por alto, sino porque nos
está dando tiempo para arrepentirnos (2 Ped. 3:9). En Su segunda venida, Jesús
vendrá a hacer justicia. Traerá juicio; es decir, traerá recompensa al que ha hecho
el bien, y castigo al que no se ha arrepentido. La iglesia necesita escuchar este
mensaje, ya que el juicio comenzará por la casa de Dios (1 Ped. 4:17), luego
vendrá el juicio a las naciones.
El bronce representa juicio. En sus pasos, el Señor traerá el fuego del juicio,
quemando lo malo y sacando el brillo a lo bueno y valioso.
Esta es una imagen muy diferente a la que muchos tienen de Jesús. Sin duda
muchos se han quedado con la imagen del Señor en su primera venida, cuando
vino como el Mesías Sufriente, el Cordero de Dios que vino humildemente a dar su
vida por nosotros. Pero en su Segunda venida llegará como el Mesías Rey,
viniendo a juzgar a todos, a derrotar a sus enemigos y a reinar sobre toda la
Tierra. Conoceremos otro aspecto de Él que aún no habíamos visto. Vendrá como
está descrito en los profetas y Apocalipsis.
A FAVOR
Por muy negativa que sea la reprimenda a Tiatira, el Señor comienza su carta
reconociendo lo que han hecho bien, las buenas obras. Este es un patrón que
puede apreciarse en todas las cartas: comienza con lo positivo, y luego prosigue
con lo negativo.
a. Amor
Lo primero por lo que el Señor felicitó a la iglesia en Tiatira es por su amor, en
griego “ágape”, que es amor fraternal. El problema es que perdieron la
perspectiva, y del amor cayeron en tolerancia.
Mucha gente confunde el amor con la tolerancia. Ciertamente la Biblia nos enseña
a amar a las personas tal como Dios las hizo, pero eso no quiere decir que
aceptemos su pecado. Debemos amar al pecador, pero no el pecado.
El verdadero amor busca el bien del otro, lo cual incluye confrontar y exhortar
cuando sea necesario. Pero los creyentes en Tiatira prefirieron “no herir” a los que
estaban desviados, para evitar conflicto. Eso no es amor, sino tolerancia.
TOLERANCIA
Uno de los valores más populares en los tiempos actuales es la “tolerancia”.
Aunque puede ser considerada como una virtud, llega un punto en que la
tolerancia se puede desviar y convertir en pecado. La clave está en lo que uno
“tolera”. Hay cosas que uno puede resistir por amor, pero hay otras que la Biblia
dice que no debemos tolerar.
Vemos los dos extremos en los casos de las iglesias de Efeso y Tiatira:
* Por el contrario, en Tiatira tenían amor, pero habían tolerado el pecado (Apoc.
2:20).
b. Fe
Esta es la traducción de la palabra griega “pistis”, la cual también se puede
traducir como: persuasión, convicción, fidelidad.
Tener fe es creer. Pero como dice Santiago, “la fe sin obras es muerta” (Santiago
2:26). Si creemos, debemos actuar. Las obras, la acción, es lo que demuestra en
qué creemos verdaderamente.
La iglesia de Tiatira tenía fe y era fiel. Sus obras postreras fueron mayores que las
primeras.
c. Servicio
En griego se usa la palabra “diakonia”, que se refiere al ministerio, el servicio o la
ayuda a los demás.
Esta era una iglesia que se enfocaba en servir y ayudar a sus miembros, y
mantenerlos contentos. Igual que con el amor, el servicio es una virtud positiva,
pero puede desviarse si quedar bien con la “gente” se vuelve más importante que
agradar a Dios.
d. Perseverancia
Otra virtud de la iglesia de Tiatira es la perseverancia (gr. Jupomoné). Ellos
fueron constantes, pacientes y perseverantes. Esta virtud los llevó a hacer “obras
mayores que las primeras”.
EL REMANENTE
Aunque nos asuste ver en lo que habían caído muchos de los creyentes en Tiatira,
debemos saber que aún entre ellos había un remanente. En esta iglesia hay unos
pocos que han permanecido fieles; son los que no se dejaron seducir por la
doctrina de Jezabel. Para ellos, Dios tiene palabras de ánimo.
(Apocalipsis 2:24-25) Pero a vosotros, a los demás que están en Tiatira, a cuantos
no tienen esta doctrina, que no han conocido las cosas profundas de Satanás,
como ellos las llaman, os digo: No os impongo otra carga. (25) 'No obstante, lo
que tenéis, retenedlo hasta que yo venga.
La frase “a los demás” (gr. Loipoi) también podría traducirse como “remanente”.
No hay mayor engaño que creerse justo cuando uno no lo es. Esto podría
catalogarse como “una cosa profunda de Satanás”.
AL VENCEDOR
Finalmente, el Señor habla acerca de la recompensa a todo el que salga
vencedor.
(Apocalipsis 2:26-28) Y al vencedor, al que guarda mis obras hasta el fin, le daré
autoridad sobre las naciones; (27) y las regirá con vara de hierro, como los vasos
del alfarero son hechos pedazos, como yo también he recibido autoridad de mi
Padre; (28) y le daré el lucero de la mañana.
Los creyentes en Tiatira hacían buenas obras. El Señor los felicitó por ello, pero
les exhorta que sigan haciendo lo mismo hasta el final. Tendrán la tentación de
darse por vencidos en la lucha diaria, pero los anima a no ceder porque los que
perseveren hasta el final tendrán su recompensa.
En su segunda venida, Jesús vendrá como el Rey y Juez de todas las naciones. A
quien se oponga, lo someterá o lo destruirá. En ese tiempo, “toda rodilla se
doblará y toda lengua confesará que Jesús es el Rey” (Isa. 45:23).
(Lucas 22:28-30) Vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis
pruebas; (29) y así como mi Padre me ha otorgado un reino, yo os otorgo (30) que
comáis y bebáis a mi mesa en mi reino; y os sentaréis en tronos juzgando a las
doce tribus de Israel.
(Daniel 7:18) Pero los santos del Altísimo recibirán el reino y poseerán el reino
para siempre, por los siglos de los siglos.
b. El Lucero de la Mañana
El “lucero de la mañana” se refiere al planeta Venus, que a nuestra vista se
aprecia como una estrella brillante en el firmamento. Recibe ese nombre porque
alcanza su mayor resplandor justo antes del amanecer.
TIATIRA
A comparación de las otras ciudades de Asia Menor, Tiatira no era muy grande ni
contaba con grandes atracciones como las demás. Esta era una ciudad pequeña
localizada en un valle. No se encontraba en la costa, sino tierra adentro, en el
camino hacia Pérgamo, uno de los principales centros religiosos, culturales y
comerciales de la región. Era la puerta a Pérgamo, pero también servía como
amortiguador en caso de invasiones terrestres. A pesar de estar tan expuesta,
Tiatira no era una ciudad amurallada, lo cual la hacía más vulnerable. A lo largo de
la historia, esta ciudad fue atacada, destruida y reconstruida muchas veces.
En términos generales, los gremios no tienen nada de malo. Sin embargo, en esos
tiempos los creyentes tenían conflicto con ciertas prácticas de tales agrupaciones,
ya que los miembros se veían obligados a participar en actividades que iban en
contra de la fe cristiana. Los miembros debían asistir a banquetes que incluían
comida ofrecida a los ídolos; además se esperaba que participaran en ritos en
honor a la deidad patrona del gremio, los cuales incluían actos inmorales. Si
decidían no unirse al gremio, entonces no se les permitía comerciar sus
productos.
Hoy:
Aunque parezca que esa amenaza no aplica al día de hoy, en cierta forma sí. Con
el fin de “pertenecer y ser aceptados”, muchos cristianos participan de actividades
que comprometen sus principios y creencias. Por quedar bien con los hombres,
quedan mal con Dios. Si uno toma el camino de la complacencia del hombre, el
camino es resbaladizo, y sin darnos cuenta podemos caer en pecado, tal como le
pasó a los creyentes de la iglesia de Tiatira. Esta es una de las advertencias que
el Señor da a las iglesias de los últimos tiempos.
LIDIA
La Biblia menciona a una mujer comerciante de púrpura proveniente de Tiatira.
Ella conoció a Pablo en Filipo, y recibió el mensaje que él llevaba.
(Hechos 16:13-15) Y en el día de reposo salimos fuera de la puerta, a la orilla de
un río, donde pensábamos que habría un lugar de oración; nos sentamos y
comenzamos a hablar a las mujeres que se habían reunido. (14) Y estaba
escuchando cierta mujer llamada Lidia, de la ciudad de Tiatira, vendedora de telas
de púrpura, que adoraba a Dios; y el Señor abrió su corazón para que recibiera lo
que Pablo decía. (15) Cuando ella y su familia se bautizaron, nos rogó, diciendo:
Si juzgáis que soy fiel al Señor, venid a mi casa y quedaos en ella. Y nos
persuadió a ir.
JEZABEL
Jezabel era una princesa, hija del rey de los sidonios. Ella fue dada en matrimonio
al rey de Israel, Acab, como una alianza política. Dios había advertido en contra de
este tipo de alianzas (Deu. 7:3-4), pero el rey Acab no era un hombre temeroso de
Dios, sino todo lo contrario.
(1 Reyes 16:30-31) Y Acab, hijo de Omri, hizo lo malo a los ojos del SEÑOR más
que todos los que fueron antes que él. (31) Y como si fuera poco el andar en los
pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal,
rey de los sidonios, y fue a servir a Baal y lo adoró.
JEZABEL EN TIATIRA
No es la misma mujer la que aparece en el libro de Reyes que en el de
Apocalipsis, pues las separan cientos de años. Pero ciertamente es la
manifestación del mismo espíritu y la misma doctrina.
(Apocalipsis 2:20) Pero tengo esto contra ti: que toleras a esa mujer Jezabel, que
se dice ser profetisa, y enseña y seduce a mis siervos a que cometan actos
inmorales y coman cosas sacrificadas a los ídolos.
Debemos entender que Jezabel no era alguien que estaba “fuera” de la iglesia,
tratando de hacer caer a los creyentes, sino era alguien con autoridad dentro de la
iglesia. Sin embargo, con sus doctrinas y falsas profecías, enseñaba a los
creyentes a que no se sintieran condenados por pecar, pues Dios ya los había
perdonado.
El equivalente hoy en día es la “doctrina de la gracia”, la cual enseña que una vez
“salvos” ya no importa lo que uno haga, porque uno ya fue perdonado de una vez
y para siempre.
Ciertamente la Biblia enseña que “no hay condenación” para los que creen en el
Señor. Pero esa gracia no nos da “licencia para pecar”. Al contrario, luego de
aceptar el perdón, debemos proceder al arrepentimiento, que implica un cambio,
un regreso a una vida como Dios manda.
No había justificación para que los de Tiatira participaran de los ritos paganos de
sus gremios, aunque estuviera en juego su negocio. Tampoco hoy tenemos
justificación para quebrantar la ley de Dios sólo porque no es “popular”.
EL FINAL DE JEZABEL
El final de Jezabel fue terrible, en tiempos de los reyes de Israel.
(2 Reyes 9:8-10) Y toda la casa de Acab perecerá, y cortaré de Acab todo varón,
tanto siervo como libre en Israel. (9) Yo pondré la casa de Acab como la casa de
Jeroboam, hijo de Nabat, y como la casa de Baasa, hijo de Ahías. (10) Y los
perros se comerán a Jezabel en el campo de Jezreel, y nadie la sepultará…
De forma similar, el final será terrible para los que sigan su doctrina en los últimos
tiempos.
(Apocalipsis 2:21-23) Le he dado tiempo para arrepentirse, y no quiere
arrepentirse de su inmoralidad. (22) Mira, la postraré en cama, y a los que
cometen adulterio con ella los arrojaré en gran tribulación, si no se arrepienten de
las obras de ella. (23) 'Y a sus hijos mataré con pestilencia, y todas las iglesias
sabrán que yo soy el que escudriña las mentes y los corazones, y os daré a cada
uno según vuestras obras.
El Señor siempre da tiempo para arrepentirse, aun a Jezabel. Pero también llega
el día final, en el que el Señor traerá la justicia—perdón para quien se arrepienta, y
castigo para quien no lo haga.
HIJOS EN RIESGO
También los creyentes de Tiatira hicieron lo mismo. Con tal de no poner en riesgo
sus negocios, pusieron en riesgo a sus hijos.
No es que Dios haya "matado" a los hijos, sino que ellos mueren por el riesgo en
que los ponen los padres.
SARDIS
Sardis se encontraba a 25 millas al sureste de Tiatira. Esta era una ciudad muy
próspera. Fue el lugar donde se acuñó la primer moneda. Era un importante centro
comercial, conocida sobre todo por su industria textil. Allí se inventó el arte de teñir
lana.
DIOSA MADRE
GLORIAS PASADAS
Sardis fue la capital del reino de Lidia, hasta que los romanos la conquistaron. En
el año 17 a.C. la ciudad fue destruida por un fuerte terremoto, al igual que la
ciudad de Filadelfia. Luego fue reconstruida por el emperador Tiberio, pero ya
nunca recuperó su pasada gloria. En el momento en que se escribió la carta de
Apocalipsis, la ciudad estaba en decadencia. Lo mismo era cierto de su estado
espiritual…
Ellos quedaron viviendo de las glorias pasadas, y poco a poco esta iglesia fue
perdiendo su fuerza y su vida espiritual. Les faltaba el aliento del Espíritu de Dios.
Por esta razón, Jesús se revela a la iglesia de Sardis como “el que tiene los siete
Espíritus de Dios y las siete estrellas”.
DESCRIPCIÓN DE JESÚS
La revelación que Jesús da de Sí mismo a la iglesia de Sardis es precisamente lo
que ellos necesitan.
De la misma manera, Dios envía sobre su iglesia el fuego del Espíritu Santo, pero
nosotros debemos mantener esa llama viva llevando nuestro aceite, es decir,
“machacando” nuestra voluntad para hacer la voluntad de Dios, y esforzándonos
por buscarle aun cuando no nazca hacerlo.
En los Evangelios leemos que el Padre envió el Espíritu Santo sobre Jesús
cuando Él comenzó su ministerio en la Tierra. Sobre Jesús reposó el Espíritu del
Señor, con todas sus expresiones.
(Lucas 3:21-22) Y aconteció que cuando todo el pueblo era bautizado, Jesús
también fue bautizado: y mientras El oraba, el cielo se abrió, (22) y el Espíritu
Santo descendió sobre El en forma corporal, como una paloma, y vino una voz del
cielo, que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti me he complacido.
A su vez, Jesús nos dejó al Espíritu Santo para guiarnos mientras Él estuviere
ausente en cuerpo (Juan 14:1-17; Juan 16:5-11; Hechos 2). El Señor manda Su
Espíritu sobre nosotros, y nuestra responsabilidad es mantener ese fuego vivo.
Esto fue en lo que falló la iglesia de Sardis; luego del avivamiento, no mantuvieron
viva la llama del Espíritu de Dios. Se volvieron religiosos, con nombre de que
“viven, pero están muertos”.
b. las 7 estrellas
El significado de las “7 estrellas” se encuentra al principio del libro:
(Apocalipsis 1:20) En cuanto al misterio de las siete estrellas que viste en mi mano
derecha y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de
las siete iglesias, y los siete candelabros son las siete iglesias.
Las siete estrellas representan a los siete mensajeros de las siete iglesias.
Estos siete ángeles están en la mano derecha del Señor.
En la antigüedad, las estrellas eran utilizadas como medios para guiarlo a uno en
la dirección correcta. Éstas eran el equivalente a lo que hoy es la brújula o el
GPS.
a. Ponerse en vela
(gr. gregoreúo), lit. mantenerse despierto o vigilar.
Hay un refrán popular que dice: “No te duermas en tus laureles”. Los laureles se
daban en Grecia a los campeones de las competencias deportivas. El refrán se
refiere a cuando un campeón se confiaba en su victoria y dejaba de entrenar, lo
cual lo llevaría a perder su corona.
Lo que es bueno, hay que guardarlo; lo que es malo, hay que desecharlo. Pero si
uno se queda con lo bueno, pero permite que quede algo malo, al final esto último
lo contaminará todo.
Por eso, el Señor los exhorta a acordarse de lo que recibieron de Él, y que lo
guarden. ¿De qué sirve la Biblia en nuestras casas si sólo acumula polvo? ¿De
qué sirve leer y aún estudiar la Palabra de Dios si no la ponemos en práctica?
Hay otra forma en que se puede entender este versículo (Apoc. 3:3). Algunos
comentaristas dicen que también se podría traducir: “Acuérdate, pues, de CÓMO
recibiste y oíste…” En este sentido, no es sólo lo que recibieron, sino “cómo” lo
recibieron.
¿No te has puesto a pensar cómo muchos pueden oír el mismo mensaje y la
misma palabra, pero cada quien la toma a su manera? Por lo general, el Señor
nos habla a todos por igual, pero el efecto y el resultado de esta Palabra
dependerán de la forma en que la recibamos y lo que hagamos con ella.
d. Arrepentirse
El concepto bíblico de “arrepentimiento” no sólo es sentir remordimiento y
compunción, sino va más allá. Ciertamente el arrepentimiento comienza con un
reconocimiento del mal que uno ha hecho, pero ése es sólo el principio. Luego
debe seguirlo un cambio. El sentimiento sin el cambio no se considera como un
verdadero arrepentimiento.
También implica que vendrá de noche, como lo hacen los ladrones, es decir, en el
tiempo de mayor oscuridad en la Tierra. En esas horas, todos están durmiendo,
menos los que le estén esperando.
VESTIDURAS
El Rey estaba consciente que el invitado era pobre y no tenía suficiente dinero
para comprar un traje de bodas. Pero, con la invitación, también recibieron el
derecho de usar ropas que el mismo Rey haría disponibles a los invitados.
De la misma manera, Dios nos ha invitado a todos a las Bodas de Su Hijo. Pero no
podemos pretender presentarnos con nuestras propias vestiduras, ya que
nuestras obras de justicia son considerados como “trapos de inmundicia” (Isa.
64:6). Debemos vestirnos con el manto de salvación y justicia que Él nos provee.
En la antigüedad, las personas que iban a los templos llevaban sus mejores ropas,
que por lo general eran blancas. No podían pensar en presentarse ante sus
“dioses” con sus ropas comunes. Esto debería hacernos pensar sobre la forma en
que nos presentamos ante Dios. Tal vez Él no se deja impresionar por las
apariencias, pero ciertamente le importan nuestras vestiduras espirituales. A lo
largo de la Biblia se habla de presentarse ante el Señor con vestiduras blancas,
que denotan pureza y santidad.
Los vestidos se volverán blancos al lavarlos con la sangre del Cordero. Los que
los visten son los que ha salido como vencedores en tribulación, la cual servirá
como fuego purificador.
Algunos toman esta frase como una “amenaza”, pero más bien es una promesa.
El Señor está asegurando que NO borrará el nombre del vencedor.
El problema no está ser borrado, sino en que si el nombre fue inscrito en primer
lugar. Una vez el nombre está inscrito en el Libro de la Vida, allí permanecerá.
(Isaías 4:2-5) Aquel día el Renuevo del SEÑOR será hermoso y lleno de gloria, y
el fruto de la tierra será el orgullo y adorno de los sobrevivientes de Israel. (3) Y
acontecerá que el que sea dejado en Sion y el que quede en Jerusalén será
llamado santo: todos los que estén inscritos para vivir en Jerusalén. (4) Cuando el
Señor haya lavado la inmundicia de las hijas de Sion y haya limpiado la sangre
derramada de en medio de Jerusalén con el espíritu del juicio y el espíritu
abrasador, (5) entonces el SEÑOR creará sobre todo lugar del monte Sion y sobre
sus asambleas, una nube durante el día, o sea humo, y un resplandor de llamas
de fuego por la noche; porque sobre toda la gloria habrá un dosel.
Al final de los tiempos, el Señor juzgará a toda la tierra. En ese día se abrirán los
libros:
(Apocalipsis 20:12-15) Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del
trono, y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida,
y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros, según sus
obras. (13) Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades
entregaron a los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno según
sus obras. (14) Y la Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esta es
la muerte segunda: el lago de fuego. (15) Y el que no se encontraba inscrito en el
libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.
En la carta a Sardis, el Señor dijo que sólo unos pocos creyentes no estaban
muertos, sino daban buen testimonio de su nombre. En el versículo cuatro, la
palabra que se traduce como “unos pocos” literalmente dice “unos nombres”.
(Apocalipsis 3:4) Pero tienes unos pocos [lit. unos nombres] en Sardis que no han
manchado sus vestiduras, y andarán conmigo vestidos de blanco, porque son
dignos.
Nosotros no sólo confesamos al Señor con los labios, sino también con las
acciones.
Jesús dijo:
(Lucas 12:8-9) Y os digo, que a todo el que me confiese delante de los hombres,
el Hijo del Hombre le confesará también ante los ángeles de Dios; (9) pero el que
me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.
FILADELFIA
Esta era una ciudad de Asia Menor que aún existe en Turquía, bajo el nombre de
Alasehir. Fue fundada por el rey de Pérgamo, quien le dio el nombre a la ciudad
por el amor que le tenía a su hermano. “Filadelfia” literalmente significa: amor
fraternal.
Era una ciudad muy próspera por su comercio, el cual floreció por estar situada en
la principal ruta comercial de la región. Esta ciudad está localizada en un punto
estratégico, en la frontera entre imperios. Era la “puerta” que unía el Este y el
Oeste.
NOMBRE DE JESÚS
En el caso de las otras iglesias de Apocalipsis, la descripción de Jesús se toma de
la visión que Juan tuvo en el primero capítulo. Pero la forma en que Jesús se
presenta a la iglesia de Filadelfia se sale del marco. El Señor se presenta de otra
forma:
(Apocalipsis 3:7) … El Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que
abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre…
a. El Santo
“Santo” literalmente significa “apartado”.
Es alguien que está apartado de todo lo demás, y dedicado a algo especial.
El libro bíblico donde más se usa la expresión “el Santo de Israel” es en Isaías.
Desde el principio de su ministerio, el profeta supo lo que significaba la santidad
de Dios, ya que tuvo una visión del Señor sentado en su trono.
(Isaías 6:1-5) En el año de la muerte del rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre
un trono alto y sublime, y la orla de su manto llenaba el templo. (2) Por encima de
El había serafines; cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos
cubrían sus pies y con dos volaban. (3) Y el uno al otro daba voces, diciendo:
Santo, Santo, Santo, es el SEÑOR de los ejércitos, llena está toda la tierra de su
gloria. (4) Y se estremecieron los cimientos de los umbrales a la voz del que
clamaba, y la casa se llenó de humo. (5) Entonces dije: ¡Ay de mí! Porque perdido
estoy, pues soy hombre de labios inmundos y en medio de un pueblo de labios
inmundos habito, porque han visto mis ojos al Rey, el SEÑOR de los ejércitos.
Isaías señala que el Santo de Israel es también el Redentor, quien sabemos que
es Jesús.
(Isaías 47:4) Nuestro Redentor, el SEÑOR de los ejércitos es su nombre, el Santo
de Israel.
(Isaías 41:13-14) Porque yo soy el SEÑOR tu Dios, que sostiene tu diestra, que te
dice: "No temas, yo te ayudaré." (14) No temas, gusano de Jacob, vosotros
hombres de Israel; yo te ayudaré--declara el SEÑOR-- y tu Redentor es el Santo
de Israel.
Al describirse Jesús como “el Santo” a la iglesia de Filadelfia, estaba diciendo que
Él era Dios.
Pedro reconoció a Jesús como el “Santo de Israel”. El sabía que no había nadie
como Él.
(Juan 6:68-69) Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes
palabras de vida eterna. (69) Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el
Santo de Dios.
b. El Verdadero
Las apariencias engañan, y por eso muchas personas se hacen pasar por alguien
que no son. Esto incluye el Mesías. La Biblia advierte que habrán muchos falsos
mesías. También hay gente que se hace pasar por cristiana, y no lo son.
c. La Llave de David
Una llave representa acceso, control, posesión y autoridad. Quien posee la llave
es el dueño del lugar, pero también puede ser delegada a alguien de confianza.
Esta persona tendrá acceso a lugares que están cerrados a otros. No sólo eso,
sino también puede abrir o cerrar puertas a los demás. Quien tiene la llave tiene la
autoridad.
Al presentarse Jesús como “el que tiene la llave de David” (Apoc. 3:7), él se revela
como el Mesías. Él tiene acceso al trono y la autoridad del reino.
Jesús viene del linaje de David, y es el hijo heredero del trono. La profecía de su
nacimiento dice:
(Lucas 1:31-33) Y he aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le
pondrás por nombre Jesús. (32) Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo;
y el Señor Dios le dará el trono de su padre David; (33) y reinará sobre la casa de
Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
PUERTA ABIERTA
Jesús tiene las llaves, por lo tanto Él tiene la autoridad y el poder de abrir y cerrar
puertas. En el caso de la iglesia de Filadelfia, el Señor les dijo que Él abría una
puerta para ellos.
(Apocalipsis 3:8) Yo conozco tus obras. Mira, he puesto delante de ti una puerta
abierta que nadie puede cerrar, porque tienes un poco de poder, has guardado mi
palabra y no has negado mi nombre.
Los creyentes de Filadelfia habían sido obedientes y fieles al Señor; sin embargo
no contaban con mucho poder…pero Jesús sí. Por eso Él, quien tiene la llave, se
ofrece a abrir la puerta de oportunidad.
Algunos creyentes en Filadelfia eran judíos. Ellos creyeron que Jesús era su
Mesías. Pero por no todos los judíos del lugar creyeron. Los que no creyeron
rechazaron a los que creyeron, al punto que no los dejaron entrar más a la
sinagoga de la ciudad.
Pero, como dice el refrán, “donde se cierra una puerta, se abre otra”. A los judíos
creyentes se le cerró la puerta de la sinagoga, pero Jesús les dijo que Él ponía
“una puerta abierta que nadie podría cerrar” (3:8).
Los judíos de la sinagoga acusaban a sus hermanos creyentes de “no ser judíos”.
En su mente no era compatible “ser judío” con “creer en Jesús”, tal como sucede
hoy en día con el judaísmo rabínico.
Pero Jesús consoló a los judíos mesiánicos de Filadelfia diciéndoles que ellos
eran verdaderos judíos. Quienes eran falsos judíos eran los otros.
(Apocalipsis 3:9) He aquí, yo entregaré a aquellos de la sinagoga de Satanás que
se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y
se postren a tus pies, y sepan que yo te he amado.
El problema con el judaísmo rabínico es que sigue a sus rabinos y las tradiciones
de los hombres, no a la Palabra de Dios. Esto fue lo que Jesús tanto criticó de los
fariseos.
(Marcos 7:5-9) Entonces los fariseos y los escribas le preguntaron: ¿Por qué tus
discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen con
manos inmundas? (6) Y El les dijo: Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas,
como está escrito: "Este pueblo con los labios me honra, pero su corazón está
muy lejos de Mí. (7) Mas en vanos me rinden culto, enseñando como doctrinas
preceptos de hombres. (8) Dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la
tradición de los hombres. (9) También les decía: Astutamente violáis el
mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.
Las religiones creen poseer “la verdad”. Creen tener la llave de la salvación. Pero
la realidad es que sólo el Señor tiene la llave de la vida eterna y la llave del Reino.
Él es quien abre, y nadie puede cerrar, y quien cierra y nadie puede abrir.
Jesús dijo:
(Juan 10:9) Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá
y hallará pasto.
Aunque los religiosos nos rechacen y nos cierran las puertas de sus iglesias, la
puerta que nos interesa cruzar es la del Reino de Dios. La llave la tiene Jesús, y
con él es quien debemos quedar bien, no con los hombres.
LA HORA DE LA PRUEBA
La Biblia habla de un tiempo de prueba que vendrá sobre toda la Tierra. Esta
“hora de prueba” también se conoce como el período de “la gran Tribulación”
(Apoc. 6 al 19).
La Novia del Señor debe purificarse y prepararse para la venida del Novio.
Mientras más cerca esté Su Venida, más urgente será nuestra limpieza. Por esa
razón, mientras más cerca esté el día, el fuego de las pruebas comenzará a subir
de intensidad.
La otra forma es esperar a que venga sobre nosotros la hora de la prueba, lo cual
hará el proceso más difícil. Pero aun esto es bueno.
(Santiago 1:2-4) Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en
diversas pruebas, (3) sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, (4)
y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos y
completos, sin que os falte nada.
El Señor elogió a la iglesia de Filadelfia por ser perseverante, tanto en las buenas
como en las malas.
(Apocalipsis 3:10) Porque has guardado la palabra de mi perseverancia, yo
también te guardaré de la hora de la prueba, esa hora que está por venir sobre
todo el mundo para poner a prueba a los que habitan sobre la tierra.
(Romanos 5:3-5) Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las
tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia [gr. Jupomoné]; (4) y la
paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza; (5) y la esperanza
no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones
por medio del Espíritu Santo que nos fue dado.
(Romanos 15:4) Porque todo lo que fue escrito en tiempos pasados, para nuestra
enseñanza se escribió, a fin de que por medio de la paciencia [gr. Jupomoné] y del
consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.
Esto es lo que sucederá en los últimos tiempos. El mal parecerá estar ganando.
Pero nosotros debemos permanecer firmes y seguir practicando el bien, aun a
costa de la propia vida.
(Lucas 21:16-19) Pero seréis entregados aun por padres, hermanos, parientes y
amigos; y matarán a algunos de vosotros, (17) y seréis odiados de todos por
causa de mi nombre. (18) Sin embargo, ni un cabello de vuestra cabeza perecerá.
(19) Con vuestra perseverancia ganaréis vuestras almas.
[Otras referencias sobre la perseverancia: Rom. 2:7; 8:25; 2 Cor. 1:6; Col. 1:9-11;
2 Tes. 1:4-5; Heb. 10:36; Sant. 1:3-4; Apoc. 14:12]
Más que librarnos “de la prueba”, Jesús promete librarnos “en la hora de la
prueba”. En la oración que Jesús hizo por sus seguidores antes de morir vemos lo
que está en Su corazón.
(Juan 17:15) No te ruego que los saques del mundo, sino que los guardes del
maligno.
RECOMPENSAS
Lo que no debemos olvidar en medio de la tribulación y las pruebas es que la
perseverancia tiene su recompensa.
(Hebreos 10:35-36) Por tanto, no desechéis vuestra confianza, la cual tiene gran
recompensa. (36) Porque tenéis necesidad de paciencia, para que cuando hayáis
hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
UNA CORONA
También Pablo habla acerca de la corona que le será dada al que persevere.
(2 Timoteo 4:7-8) He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he
guardado la fe. (8) En el futuro me está reservada la corona de justicia que el
Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día; y no sólo a mí, sino también a
todos los que aman su venida.
La corona que Dios nos ofrece es mejor que cualquier recompensa terrenal.
(1 Corintios 9:25) Y todo el que compite en los juegos se abstiene de todo. Ellos
lo hacen para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
AL VENCEDOR
Además de la corona, el Señor promete las siguientes recompensas a aquellos
que salgan vencedores de las pruebas en la iglesia de Filadelfia:
(Apocalipsis 3:12) Al vencedor le haré una columna en el templo de mi Dios, y
nunca más saldrá de allí; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de
la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de mi Dios, y mi
nombre nuevo.
a. Columna en el Templo
Todos los creyentes somos llamados a ser piedras vivas que conforman el Templo
espiritual.
(Efesios 2:20-22) edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas,
siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular, (21) en quien todo el edificio, bien
ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor, (22) en quien
también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
Las columnas son las que dan estabilidad a un edificio. Sin ellas, la estructura
estaría en riesgo ante cualquier viento, lluvia o temblor.
Ser columna espiritual implica tener una posición de autoridad, tal como la tenían
los apóstoles (Gal. 2:9). No sólo se trata del “derecho” de ser autoridad, sino sobre
todo la responsabilidad de sostener a muchos, a través de la enseñanza de
rectitud y con el ejemplo de una vida recta.
b. El Nombre de Dios
Otra recompensa a los vencedores es llevar el Nombre de Dios, del Cordero y de
la Ciudad de Dios.
(Apocalipsis 3:12) …escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la
ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de mi Dios, y mi
nombre nuevo.
En el último capítulo de Cantares vemos cómo el Novio le pide a la Novia que selle
Su Nombre en su brazo y en su corazón, como señal de compromiso y amor
eterno.
(Cantares 8:6) Ponme como sello sobre tu corazón, como sello sobre tu brazo,
porque fuerte como la muerte es el amor, inexorables como el Seol, los celos; sus
destellos, destellos de fuego, la llama misma del SEÑOR.
Esto es lo que el Señor nos pide también a nosotros. Pero esto implica un
compromiso serio, de una entrega total.
Entre los que serán sellados con el Nombre de Dios se encontrarán los 144,000
Redimidos.
(Apocalipsis 14:1) Miré, y he aquí que el Cordero estaba de pie sobre el Monte
Sion, y con El ciento cuarenta y cuatro mil que tenían el nombre de El y el nombre
de su Padre escrito en la frente.
El profeta Isaías hace mención de los que son llamados por el nombre de la
Ciudad de Dios.
(Isaías 60:14) Vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, se
postrarán a las plantas de tus pies todos los que te despreciaban, y te llamarán
Ciudad del SEÑOR, Sion del Santo de Israel.
Esto es lo mismo que Jesús les dijo al principio a los creyentes de Filadelfia:
(Apocalipsis 3:9b) …he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y sepan
que yo te he amado.
Mensaje a LAODICEA (3:14-22) parte I
La última carta para las iglesias de Apocalipsis es para Laodicea. El mensaje que
el Señor les envía es el siguiente:
A pesar del estado en que se encontraba esta iglesia, todavía tenían esperanza—
tenían tiempo para arrepentirse y salir victoriosos.
LAODICEA
Laodicea era una de las ciudades más prósperas de la región gracias a su
comercio. Estaba estratégicamente localizada en el encuentro de dos importantes
rutas comerciales, la del este-oeste y la del norte-sur. Por esto, se convirtió en una
ciudad banquera, donde se intercambiaba todo tipo de moneda. Además, era
conocida por varias industrias, entre las cuales estaba la fabricación de prendas
de lana negra al igual que un ungüento especial para los ojos hecho de rocas
pulverizadas de la región.
La ciudad era tan rica que se dieron el lujo de rechazar la ayuda del imperio
romano cuando un terremoto devastó la región en el año 60 a.C. Ellos contaban
con suficientes recursos propios para la reconstrucción.
Dios quiere que sus hijos sean prósperos en todo. Sin embargo, existe un peligro
cuando se crece en prosperidad material, pero no en espiritual a la misma vez.
Esto es lo que Dios advirtió a los israelitas antes de entrar a la Tierra Prometida:
(Deuteronomio 8:17-18) No sea que digas en tu corazón: "Mi poder y la fuerza de
mi mano me han producido esta riqueza." (18) Mas acuérdate del SEÑOR tu Dios,
porque El es el que te da poder para hacer riquezas, a fin de confirmar su pacto, el
cual juró a tus padres como en este día.
La iglesia de Laodicea se creía “rica”, pero en realidad eran muy pobre. No estaba
con ellos el Señor. Lo dejaron fuera, y Él tuvo que llegar a tocar la puerta.
CIEGOS Y DESNUDOS
El Señor también describe a la iglesia como “ciega y desnuda”. Esta descripción
tuvo que pegarles fuerte a los creyentes de Laodicea, ya que era algo que creían
tener.
Con anterioridad mencionamos que Laodicea era famosa por un colirio fabricado
localmente, el cual curaba enfermedades de los ojos. Por lo tanto, la ceguera
estaba lejos de ser una preocupación para ellos. Tampoco creían estar desnudos
porque en esta ciudad fabricaban vestimentas de lana.
Pero así como estaban pobres espiritualmente, también eran ciegos y desnudos
espiritualmente. Eran ciegos porque no podían ver la realidad de Dios ni el ámbito
espiritual. Estaban desnudos espiritualmente porque estaban vestidos de obras
propias, pero no de la justicia de Dios.
(2 Pedro 1:5-9) Por esta razón también, obrando con toda diligencia, añadid a
vuestra fe, virtud, y a la virtud, conocimiento; (6) al conocimiento, dominio propio,
al dominio propio, perseverancia, y a la perseverancia, piedad, (7) a la piedad,
fraternidad y a la fraternidad, amor. (8) Pues estas virtudes, al estar en vosotros y
al abundar, no os dejarán ociosos ni estériles en el verdadero conocimiento de
nuestro Señor Jesucristo. (9) Porque el que carece de estas virtudes es ciego o
corto de vista, habiendo olvidado la purificación de sus pecados pasados.
a. Amén
“Amén” es una palabra hebrea que significa: seguridad, fidelidad, verdad. Cuando
uno dice: “amen” es porque uno está seguro de algo, confirma que es verdad. En
español se podría traducir como “¡Así es!”.
Testigo es aquel que da testimonio de algo que presenció. Jesús es el único que
ha visto a Dios, por lo tanto, nos puede revelar cómo es Él. Da testimonio de lo
que ha oído del Padre, y lo transmite fielmente (Juan 7:28-29; 8:13-19,25-29;
18:37).
Jesús habla la verdad, tal y como es. No se deja llevar por la opinión de los
hombres ni se deja impresionar por las apariencias. El conoce la verdad completa,
y da testimonio de ella.
Pero Jesús no sólo da testimonio de Dios en palabra, sino también en obra. Con
su vida, nos revela quién es Dios en medio de un mundo apartado de Él.
La palabra griega para “testigo” es “martus”, que también se puede traducir como
“mártir”. Los mártires son los testigos que están dispuestos a morir por la verdad
que conocen como cierta. Jesús fue perseguido por hablar la verdad, pero Él fue
testigo fiel hasta la muerte (Juan 8:37-59), y aun después de la muerte. En los
últimos tiempos, nosotros seremos llamados a seguir su ejemplo: a dar testimonio
de la verdad y estar dispuestos a morir por ello.
c. Principio de la creación
Jesús también se presenta a esta iglesia como “el Principio de la Creación de
Dios”.
Esto no quiere decir que fue creado de primero, pues Él es Dios; más bien
significa que Él estuvo a cargo de la creación. La palabra que se traduce como
“principio”, en griego es “arke”, que también quiere decir: jefe, gobernante,
principado, poder, dominio.
Jesús no sólo estuvo presente en la creación del mundo, sino que participó de una
forma activa.
(Juan 1:1-3) En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el
Verbo era Dios. (2) El estaba en el principio con Dios. (3) Todas las cosas fueron
hechas por medio de El, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
CONFORMIDAD
La crítica principal que el Señor hace a la iglesia de Laodicea es su conformidad,
su tibieza.
(Apocalipsis 3:15-16) Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá
fueras frío o caliente! (16) Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te
vomitaré de mi boca.
Los habitantes de esta ciudad sabían perfectamente el efecto negativo que tenían
las aguas tibias para quien las tomaban, ya que ellos compraban agua que
provenía de fuentes termales del pueblo vecino.
Es una iglesia complaciente, que se conforma con el estado en el que está. Jesús
les dice que sería mejor que estuvieran “fríos”, porque así por lo menos se darían
cuenta de su necesidad. Pero si se creen que están bien, no hay esperanza de
que cambien.
(Apocalipsis 3:17) Porque dices: "Soy rico, me he enriquecido y de nada tengo
necesidad"; y no sabes que eres un miserable y digno de lástima, y pobre, ciego y
desnudo.
Por esa razón, Jesús los sacude con un mensaje tan fuerte.
(Apocalipsis 3:19) Yo reprendo y disciplino a todos los que amo; sé, pues, celoso
y arrepiéntete.
Cuando el Señor nos llama la atención, lo hace porque los ama. Nos reprende
cuando aun hay tiempo para rectificar.
(Proverbios 3:11-12) Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR ni aborrezcas
su reprensión, (12) porque el SEÑOR a quien ama reprende, como un padre al
hijo en quien se deleita.
(1 Corintios 11:32) Pero cuando somos juzgados, el Señor nos disciplina para que
no seamos condenados con el mundo.
El Testigo fiel habló la verdad, “sin pelos en la lengua”. La iglesia necesita oír la
verdad, porque esa es la única forma de reaccionar y tomar acción, antes que sea
demasiado tarde.
Cuando uno se cree rico, piensa que no necesita de nada (Oseas 12:8-9). Ese era
el estado mental de Laodicea. Pero Jesús les hace ver que les falta lo que es
verdaderamente importante.
(Apocalipsis 3:18) Te aconsejo que de mí compres oro refinado por fuego para
que te hagas rico, y vestiduras blancas para que te vistas y no se manifieste la
vergüenza de tu desnudez, y colirio para ungir tus ojos para que puedas ver.
a. Oro refinado
b. Vestiduras blancas
En Laodicea se fabricaban vestimentas hechas de lana negra. Pero el Señor les
ofrecía algo mejor: vestiduras blancas, finas y suaves.
Más adelante en Apocalipsis vemos que las vestiduras se emblanquecen con la
sangre del Cordero.
(Apocalipsis 7:13-14) Y uno de los ancianos habló diciéndome: Estos que están
vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido? (14) Y yo
le respondí: Señor mío, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que vienen de la
gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la
sangre del Cordero.
Luego de recibir la justificación como regalo del Señor, debemos comenzar a vivir
con un buen testimonio, como es digno de los hijos de Dios, como la Novia del
Cordero.
(Apocalipsis 19:8) Y a ella le fue concedido vestirse de lino fino, resplandeciente y
limpio, porque las acciones justas de los santos son el lino fino.
(Juan 9:41) Jesús les dijo: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; pero ahora,
porque decís: "Vemos", vuestro pecado permanece.
Si uno cree que ya está bien, no pedirá que esos “puntos ciegos” que no podemos
ver (pero los demás sí) nos sean revelados para poder sanarlos.
Pedro dijo que el ciego es quien no tiene las virtudes del Espíritu.
(2 Pedro 1:9) Porque el que carece de estas virtudes es ciego o corto de vista,
habiendo olvidado la purificación de sus pecados pasados.
¿Dónde podemos comprar ese oro refinado, las vestiduras blancas y el colirio?
El Señor dice: “te aconsejo que lo compres de mí” (3:18).
Jesús no espera que seamos ricos, pero sí espera que tengamos hambre y sed de
Él. No espera que seamos “perfectos”, pero sí que seamos honestos y
reconozcamos nuestra condición, pues sólo así podremos cambiar y estar abiertos
para recibir Su ayuda.
LLAMO A LA PUERTA
Ya habíamos mencionado que Jesús estaba fuera de la iglesia de Laodicea. Poco
a poco lo sacaron, tal vez sin darse cuenta. Lo desplazaron, lo hicieron a un lado,
y armaron planes sin tomarlo en cuenta.
Aun así, Jesús no se olvidó de ellos. Tocó a la puerta y los llamó; los invitó antes
que fuera demasiado tarde.
(Apocalipsis 3:20-22) He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y
abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.
Jesús no quiere mantener una relación lejana e indiferente con su iglesia. Él desea
tener una relación cercana e íntima con nosotros. Mientras más lo conozcamos,
más lo amaremos.
La referencia a comer con el Señor también tiene relación con las Bodas del
Cordero.
(Apocalipsis 19:7-9) Regocijémonos y alegrémonos, y démosle a El la gloria,
porque las bodas del Cordero han llegado y su esposa se ha preparado. (8) Y a
ella le fue concedido vestirse de lino fino, resplandeciente y limpio, porque las
acciones justas de los santos son el lino fino. (9) Y el ángel me dijo: Escribe:
"Bienaventurados los que están invitados a la cena de las bodas del Cordero." Y
me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.
El Señor no sólo quiere que participemos como simples invitados, sino que nos
sentemos a Su lado, en la mesa del Novio, como la Novia. Esta idea también está
relacionada con la promesa al vencedor…
AL VENCEDOR
La promesa para el vencedor es sentarse junto al trono del Señor.
(Apocalipsis 3:21) Al vencedor, le concederé sentarse conmigo en mi trono, como
yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono.
Jesús nos invita a sentarnos a su derecha, como la Novia, la Esposa del Rey, la
corregente.
El Señor les explicó esa noche que en su primera venida Él se presentó como el
Mesías Sufriente, quien vino a morir por nuestros pecados. Pero en su segunda
venida, aparecerá como el Rey que vendrá a gobernar sobre toda la Tierra y a
traer justicia.
Las señales de los tiempos apuntan a que el Señor está pronto por venir.
Preparémonos. Abramos la puerta al Señor, y desarrollemos una relación más
cercana con Él.
(Isaías 55:6-7) Buscad al SEÑOR mientras puede ser hallado, llamadle en tanto
que está cerca. (7) Abandone el impío su camino, y el hombre inicuo sus
pensamientos, y vuélvase al SEÑOR, que tendrá de él compasión, al Dios nuestro,
que será amplio en perdonar.