Germen de Sabiduría - Los Dos Caminos de La Filosofía - Abbagnano, Nicola (1901-1990)
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Germen de Sabiduría
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MIÉRCOLES, 14 DE ABRIL DE 2010
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(1901-1990)
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Publicaciones Vida y obras: Representante de la corriente existencialista
▼ 2010 (18) desarrollada en Italia. Profesor en Ná poles y, má s tarde, profesor en
► mayo 2010 (4) la Universidad de Turı́n; su ilosofı́a tiene caracterı́sticas propias que
▼ abril 2010 (6) la distinguen del existencialismo francé s y del alemá n. Entre sus
Contra los académicos, obras principales se cuentan: Historia de la iloso ía, Existencialismo
San Agustín positivo, Introducción al existencialismo, La ísica nueva y
Los dos caminos de la Fundamentos de una teoría de la ciencia.
filosofía -
Abbagnano, Nicol... LOS DOS CAMINOS DE LA FILOSOFÍA
La Filosofía - Jaspers Segú n una antigua tradició n, el nombre iloso ía fue inventado por
Karl
Pitá goras. Encontrá ndose en la ciudad de Fliunte, Leonte, un
¿Qué es la vida?
ciudadano eminente de la misma que admiraba su elocuencia y su
Busco amigos - La doctrina, le pregunt6 cuá l era su arte. Pitá goras respondió : "No
verdadera amistad se
conozco ningú n arte, sino que soy iló sofo". Leonte no habı́a oı́do
demuestra e...
jamá s esa palabra y le pregunto quié nes eran iló sofos y en qué
El amor en familia:
conocer, confiar y
diferı́an de las otras personas. Pitá goras respondió comparando la
exigir vida humana con una de las grandes iestas nacionales de Grecia, a
► marzo 2010 (8)
las males algunos acudı́an para ganar los premios y la gloria en las
► 2009 (8)
competencias deportivas, otros para enriquecerse con el comercio y
otros inalmente como simples espectadores para observar hombres
Links de interés y cosas. Estos ú ltimos son los iló sofos. Libres del deseo de la gloria y
del enrique-cimiento, esos "amantes de la sabidurı́a", contemplan los
Boulesis (Filosofía) hechos humanos sin participar en ellos con el ú nico in de tener un
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conocimiento desinteresado del mundo. Esta tradició n, que nos ha
Con la fe y la razón
Filosofía Aquí y Ahora
llegado a travé s de Ciceró n, quizá exprese mejor el punto de vista de
Red Filosófica del Uruguay los seguidores de Aristó teles que del mismo Pitá goras. De hecho,
Aristó teles habı́a a irmado clara-mente la superioridad de la
Suscribirse a actividad contemplativa sobre todas las otras actividades humanas.
El amor a la sabiduría que es el signi icado etimoló gico
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de iloso ía, es el esfuerzo por conseguir el conocimiento
Comentarios
desinteresado de las cosas má s altas y sublimes: las causas y
sustancias Ultimas, la divinidad, los astros —considerados tambié n
Seguidores divinos—, el orden perfecto del mundo. El conocimiento de todo esto
no sirve para nada pero torna a la vida del hombre similar a la vida
divina. El iló sofo no es el hombre "prudente" que sabe regular su
conducta en los asuntos prá cticos de la vida, sino el "sabio" que se
Seguidores (3) dedica exclusivamente al conocimiento de cosas excepcionales y
maravillosas, que está n por encima de los intereses de los mortales
comunes.
Esta es, en sus té rminos clá sicos, la concepció n contemplativa de la
Seguir
ilosofı́a. La ilosofı́a es en ese sentido una actividad aristocrá tica,
esto es, reservada a unos pocos privilegiados que está n libres de las
preocupaciones del mundo y que se bastan a sı́ mismos: actividad
que vuelve "felices" a quienes la llevan a cabo, pero no proporciona
nada para hacer, nada para proyectar, nada para temer, nada para
esperar a los hombres como tales. Es una mirada divina dirigida
sobre el mundo, una mirada que capta lo que hay en el de necesario
y de eterno, y que justamente por ser asi, no puede transformar o
adaptar el mundo a los deseos o las necesidades humanas.
Es verdad que, aun ası́, la ilosofı́a orienta la elecció n de los hombres;
pero la orienta solo en el sentido de dirigirla a la realizació n de la
vida contemplativa que es la má s elevada. La misma organizació n
polı́tica, segú n Aristó teles, debe tener como in ú ltimo la
contemplació n. La libertad de las necesidades, el ejercicio del poder
polı́tico no tienen valor en si mis-rhos sino en cuanto hacen posible
esta forma de vida.
Sin embargo en la misma ilosofı́a griega está presente y actú a una
concepció n radical-mente diferente de la ilosofı́a. Só crates —como
dice Ciceró n— hizo descender la ilosofı́a del cielo, la trans irió a las
ciudades, la introdujo en las casas, la hizo interesarse por la vida y
las costumbres, por el bien y el mal. Plató n la consideró
sustancialmente como el ú nico instrumento e icaz para realizar una
comunidad humana justa y pacı́ ica.
En la República, propuso inclusive sanciones contra los iló sofos que,
llegados al á pice de su preparació n, se negasen a poner su saber al
servicio de la comunidad.
Y antes de Só crates y Plató n, los Siete Sabios, con los cuales se
considera que comienza la re lexió n ilosó ica en el mundo
occidental, fueron consejeros de la ciudad y de particulares y
condensaron su sabidurı́a en adagios breves y agudos: "Conó cete a ti
mismo”, “No desees lo imposible", "La mesura es Optima", que debı́an
guiar la conducta del hombre en los asuntos de su vida diaria.
Ası́ entendida, la ilosofı́a se dirige a considerar no ya realidades
excepcionales y sublimes, sino al hombre y su experiencia en el
mundo, ası́ como las reglas y los criterios que pueden disciplinar,
organizar y dirigir su vida individual y colectiva. Se trata má s de
"prudencia" quede "sabidurı́a". No es una visió n divina a la cual
pueden acceder unos pocos privilegiados si-no una guı́a en las
elecciones que el hombre debe hacer en el mundo. No es un
patrimonio enorme en las manos de pocos que la adoptan para su
felicidad privada sino un capital, fatigosamente acumulado, de
experiencias, normas, reglas, que pueden ser, dı́a a dı́a, de cual-
quiera con tal de que sea capaz de acceder a ellas.
Desde este punto de vista, la contemplació n no se opone má s a la
acció n como una forma superior y privilegiada de vida frente a una
vida inferior. La ilosofı́a no pretende ser un sistema puro de
conocimientos que re leje perfectamente una realidad eterna; se
limita a aconsejar al hombre como usar, en su provecho, el saber del
que dispone. No invita al hombre abandonar el piano de la
comunidad humana para volverse semejante a la divinidad y con-
templarlo como lo hace la divinidad, desde arriba; se coloca en el
piano de la humanidad misma para ayudarla a alcanzar una forma
má s racional de vida a travé s de la solució n de los problemas que la
acosan.
Filosofı́a contemplativa y ilosofı́a activa podrı́an ser los nombres
con que se designar a esas dos vı́as que hoy como ayer, en un remoto
pasado, constituyen las alternativas funda-mentales de la bú squeda
ilosó ica.
La primera de estas vı́as considera que la realidad, tal como es, está
perfectamente ordena-da, es completamente racional y que la tarea
de la ilosofı́a consiste solo en darse cuenta de su orden y de su
racionalidad. La segunda vı́a considera que la realidad no tiene ni
orden ni racionalidad si el hombre no se esfuerza por conferı́rsela y
que es este esfuerzo la tarea propia de la ilosofı́a.
Hegel, representante de la primera, decı́a que la ilosofı́a llega
siempre demasiado tarde para decir có mo debe ser el mundo porque
aparece cuando la realidad ya está consumada y es ası́ semejante al
bú ho de Minerva que emprende el vuelo al crepú sculo, cuando el dı́a
ya ha acabado...
La ilosofı́a activa, en cambio, sostiene que tiene que insertarse en
los asuntos del mundo, debatir los problemas que interesan a los
hombres en cuanto tales, mostrar las posibles soluciones y ayudar a
elegir aquellas que, a largo plazo, sean las má s favorables al destino
de los hombres. Desde este punto de vista, el iló sofo no puede ser
"el espectador desinteresado del mundo" que observa có mo
transcurre la vida porque está inmerso en la vida misma y sigue la
suerte comú n a los otros hombres.
[...] Cuanto má s rica y compleja se vuelva una sociedad por el
contacto incesante entre hombres de diversos orı́genes, de culturas
heterogé neas, de tradiciones dispares, cuanto mayor sea la suma de
saber y de poder efectivo sobre las cosas de las que disponga, tanto
má s sea advertirá la necesidad de una ilosofı́a activa, de una crı́tica
ilosó ica que analice costumbres y creencias, que resuelva los
problemas que nacen de su contraste y que conduzca al gé nero
humano a una forma mejor de convivencia.
La "prudencia" de los antiguos [...] es todavı́a la disponibilidad de
una guı́a en las elecciones que esperan al hombre en el mundo. Y
todavı́a hoy, como entonces, las preguntas funda-mentales son las
mismas: ¿Qué es el hombre?" ¿Qué debe hacer?" ¿Qué puede
esperar?".
ABBAGNANO, N., Le due vie della Filoso ía, publicado en "La Stampa",
Torino, gennaio, 1967. Traducció n Martha Frassineti de Gallo.
VOCABULARIOIS
Sustancia: aquello que es en sı́ mismo; se contrapone a accidente,
que signi ica que es en otro (cfr. vocab. Lebniz).
Causa última: aquella que es primera en el orden del ser, Pero que
se conoce al inal.
Racional: acorde con la razó n; organizado de un modo inteligente
(cfr. vocab. Aristó teles).
Contemplación: se re iere a un conocimiento puramente teó rico.
Prudencia (sentido clásico): actitud de moderació n en los distintos
á mbitos de la propia vida.
ACTIVIDA DES
1. a) En el primer pá rrafo hay una caracterizació n del iló sofo:
b)En el segundo pá rrafo se menciona su objeto de estudio en la
concepció n aristoté lica: explicı́tenla.
c) Propongan un signi icado del té rmino prudente y otro
de sabio utilizables en la actualidad.
2. ¿Cuá les son los dos caminos de la ilosofı́a a los que alude el titulo
del articulo? Nó mbrenlos y establezcan un paralelo entre ambos
dando tres rasgos propios de cada uno.
3.a) Expliquen los siguientes fragmentos:
- "La ilosofı́a en ese sentido [...] no proporciona nada para hacer,
nada para proyectar, nada para temer, nada para esperar a los
hombres como tales."
- "Ası́ entendida, la ilosofı́a [...] es una guı́a en las elecciones que el
hombre debe hacer en el mundo; es un capital fatigosamente
acumulado de experiencias, normas, reglas, que pueden ser, dı́a a dı́a,
de cualquiera, con tal de que sea capaz de acceder a ellas:'
b) Digan a qué camino de la ilosofı́a pertenece cada uno de ellos.
4.a) Ubiquen temporal y espacialmente a los autores mencionados
en el texto: Pitá goras, Aristó teles, Só crates, Plató n, los Siete Sabios,
Hegel.
b) Digan de qué camino de la ilosofı́a es representante cada uno de
ellos.
5. a) De los caminos de la ilosofı́a, ,cual les parece a ustedes que
debe seguirse en el mundo actual? Propongan dos argumentos para
apoyar sus respuestas.
b) ¿Cuá l de ellos adhiere el autor? Justi iquen su aseveració n con citas
literales del texto.
Publicado por Prof. Andrés Fernández en 18:58
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